Rua Salón 15
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El movimiento domina en obras
que parecen estar vivas. Las ondas
del agua, el soplido del viento,
el ondular de las hojas. Cada
pincelada es una inmersión en
la naturaleza a través de una interpretación
libre, sincera y sin
temores. Así se podrían definir las formas que inundan
las pinturas Pilar Ordoñez.
De profesión diseñadora y Master en Bussines Administration,
Pilar estuvo durante largo tiempo dedicada
al área de desarrollo de empresas, pero, durante la
pandemia, pudo retomar un viejo amor que la acompaña
hasta hoy.
“Durante la pandemia, que coincidió con el nacimiento
de mi tercera hija, empecé con la necesidad de retomar
la estética y el diseño en mi quehacer, que es
algo que siempre ha sido innato en mí, la belleza me ha
llamado la atención desde muy pequeña. Cuando me
tocó reincorporarme al mundo laboral decidí dedicarle
más energía y tiempo al arte”, cuenta Pilar.
Abstracción
Así, PIlar comenzó un proceso progresivo en el que se
fue involucrando más y más mientras pasaban los meses.
@ PILAR_ORDONEZ_ART
“El tema del arte siempre estuve ahí. Hice muchas cosas
de forma autodidacta, de una manera explorativa,
usando el arte como medio de expresión. Soy súper
sensible, todo lo manual y artístico ha tenido una
connotación bien terapéutica. Había tomado clases de
pintura en el pasado y ahora empecé a retomar de una
manera más experimental y quise mostrar las obras a
algunas personas, conocidos, gente ligada al mundo del
interiorismo y tuve buena recepción. Me empezaron a
encargar piezas y cuando vi que había una oportunidad
de hacerlo de una manera más profesional comencé a
dedicarme seriamente a ello”, indica la artista.
Sus obras reflejan los movimientos de la naturaleza.
Son movimientos orgánicos que tienen profundidad
y generan imágenes traslucidas que permiten crear
distintas capas y a la vez contrastes complejos.
“Mi referente principal hoy es la naturaleza, antes de
llegar a este estilo probé bastante otras cosas, pero,
esto fue lo me hizo más sentido, me dieron ganas de
seguir trabajando, seguir explorando, porque tiene una
dimensión muy sensorial. Las diferentes sensaciones
que producen en las personas es algo muy potente. Te
diría que a mí eso lo que más me gusta. Lo que más me
interesa es lo que genera en las personas desde una visión
más emocional que intelectual, de conceptos, que
tu puedas ver la obra y te genere algo”, explica Pilar.
“Las describiría como obras vivas y si bien todas están
definidas dentro de un mismo estilo, cada una es única
e irreplicable, realmente cada una toma su propio camino”,
agrega con entusiasmo.
Actualmente trabaja en una serie que ‘a regañadientes’
tituló “Naturaleza inmersiva”, lo que ella define como
una etapa.
“Es como una serie que tiene que ver con este estilo
que la verdad no sé cuánto va a durar. Yo no soy muy
amiga de ponerle nombre a las obras, uno de los trabajos
que yo he hecho en este proceso es tratar de pintar
desde un lugar super intuitivo y sacar la cabeza, que
sea lo menos intelectual posible para que realmente
sea una obra más visceral y por ese lado, el empezar
a pensar en conceptos, nombres o títulos, a mi me lleva
a algo racional y eso me hace querer controlar las
cosas y termino entorpeciendo los resultados. Por eso
no quería poner nombre a las obras, pero, por temas
comerciales, llegamos a este concepto de la naturaleza
inmersiva”, comenta.
Sueños
Sus obras hoy no sólo adornan las paredes de clientes
residenciales, sino que también son parte de diversos
proyectos de destacados interioristas nacionales que
valoran su expresión artística a la hora de abordar sus
diseños, pero ella sueña con más.
“Me encantaría seguir avanzando, seguir explorando.
Me encanta la idea de que a la gente pueda aportar,
me encantaría ojalá que muchas personas tuvieran sus
obras en sus casas, que interioristas las incluyeran en
sus proyectos y salir al mercado internacional”, señala
Pilar, quien a la vez evalúa su futuro”
“No descarto volver al diseño, incluso siento que combina
estas dos cosas, el negocio y la parte estética, lo
que para mí es súper bueno, porque abarca las dos
áreas que me gustan. La belleza, el área sensorial, a
uno le aporta a la vida, a la experiencia. Ya sea en el
arte, el diseño, incluso en el área más comercial, siempre
he tratado de involucrar esta parte más estética,
está presente en todo lo que hago. Creo que son distintos
medios para llegar o comunicar lo mismo y esa
es la meta”.