Edición Digital Revista Natural...Mente Animal Marzo de 2024

Majestuoso Cañón del Río Güejar
Acechado por la minería ilegal
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Con paisajes muy parecidos a los que se encuentran en Tailandia, el Cañón del río Güejar, se encuentra en zona rural del
municipio de Mesetas, Meta, Colombia. Está ubicado a aproximadamente 3 horas de la ciudad de Villavicencio.
Este río nace en el Páramo de Sumapaz y
se extiende sobre el departamento del
Meta donde serpentea por la Serranía de la
Macarena, un enclave y santuario de
biodiversidad único, donde incluso se
pueden apreciar rocas que datan de hace
más de 1400 millones de años. El río
Güejar pasa por los municipios de
Lejanías, Mesetas, San Juan de Arama,
Vista Hermosa, Piñalito y, finalmente,
Puerto Rico donde desemboca en el
torrentoso río Ariari, que a su vez se
convierte en afluente del Gran Orinoco
En las caudalosas aguas del Güejar
habitan el delfín de agua dulce, el pez
valentón, el pez dorado, el pez amarillo, la
sardinata, la cachama y el pez rayado. En
sus riberas viven especies terrestres como
la boruga, el tapir y el chigüiro, muchas de
estas especies están en vía de extinción.
El río es protegido por la Asociación
Agrogüejar, las juntas de acción comunal
y la guardia campesina. Está prohibida la
pesca comercial y extracción de especies
terrestres. Para hacer aprovechamiento
sostenible del río, en la Zona de Reserva
Campesina únicamente está permitido
consumir peces que no están en riesgo de
extinción como el bocachico, el yamú y la
cachama; la pesca debe ser artesanal y en
tiempo de subienda.
Entre los meses abril y junio está
prohibido pescar, porque ese es el periodo
de reproducción de los peces.
Videos y fotos tomadas del trabajo de
minería ilegal fueron publicados por
turistas, que denunciaron públicamente
la aberrante actividad en este santuario de
fauna y flora.
Como casi todo aquí en nuestra patria, la
entidad de controlar y verificar esta
situación, se limitó a sacar un lánguido
comunicado que dice lo siguiente:
“La denuncia sobre minería ilegal en una
orilla del cañón del río Güéjar, entre
Mesetas y San Juan de Arama, por ahora
no reviste gravedad, en términos
ambientales. La práctica efectuada
corresponde a una extracción mecanizada
a través de lavado de arenas que separa el
oro de las arenas para aprovechar el
mineral. Cormacarena no ha identificado
el uso de elementos químicos como
mercurio o cianuro, ni se encuentra
maquinaria amarilla, lo que indica que por
ahora no se presenta daño ambiental”,
Para los perezosos burócratas de
Cormacarena que viven a sus anchas en
oficinas con aire acondicionado, reciben
un suculento sueldo mensual por no hacer
nada, lo que comienza a verse en este
territorio no tiene porqué encender una
alarma. Para nada, es solo una sencilla
práctica de sacar oro y con eso no
perjudican a nadie. Habría que ver que
coima están recibiendo los que dicen esto.
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