Edición Digital Revista Natural...Mente Animal Marzo de 2024

Señorita Fauna Silvestre
El delicado equilibrio
La Fauna y flora, son el conjunto de especies
animales y vegetales que habitan una región; son
sensibles a la competencia o depredación entre ellas
mismas.
Para nuestro medio natural de vida, los estudiosos
del tema han clasificado tres grandes grupos, los
cuales hoy les voy a enseñar.
Especies Nativas
Constituyen la fauna y la flora autóctonas. Están
bien adaptadas entre sí y forman los ecosistemas;
cuando las especies nativas son destruidas u otras
especies son introducidas el delicado equilibrio se
altera y se puede degradar al punto de no lograr
restablecerse por sí mismo. La mano del hombre
puede ayudar a mitigar el impacto negativo, pero
nunca será igual.
Especie Introducida.
Especie introducida, foránea o especie exótica, es
un organismo no nativo del lugar; ha sido
accidental o deliberadamente transportado a una
nueva ubicación por las actividades del hombre;
estas especies introducidas por lo general alteran
negativamente el nicho ecológico de las especies
nativas.
Especies Invasoras.
Son las repercusiones
negativas de las especies
introducidas por el hombre,
son plantas y animales y
otros organismos sacados
de su distribución natural
que logran establecerse y
dispersarse en una región
donde resultan dañinos, a
veces incontrolables y en
algunos casos severos,
desplazando las especies
nativas.
Doña Clotilde
Somos seres sintientes muy curiosos
Las aves nos diferenciamos por características
especiales que nos hacen únicas. Nuestra
similitud se encuentra en la crianza de nuestros
hijos, somos muy dedicadas, excelentes padres y
otros datos que les voy a contar.
Las aves poseemos la misma estructura ósea; para
disminuir nuestro peso, carecemos de algunos
huesos que poseen la mayoría de vertebrados,
pero, contamos con otros muy especializados: son
huecos, rígidos y fuertes para ayudarnos a volar.
Nuestro esternón, grande y sobresaliente, aloja los
músculos de las alas, y constituyen la mitad de
nuestro organismo.
Nuestras plumas, llamadas de contorno, hacen que
seamos aerodinámicas; las que usamos para volar
se llaman remeras, están en las alas y cola, son
rígidas en su base, pues proporcionan un soporte
preciso; las superiores, se llaman raquis, son
flexibles pero de gran firmeza, que a su vez,
contiene las llamadas barbas; la acción de este
último conjunto de plumas es la que nos eleva, nos
deja maniobrar en el aire y proporciona la tracción
necesaria para emprender el vuelo desde tierra.
Poseemos una vista aguda;
debido a la altura y velocidad
a la que volamos, nuestros
ojos reciben la imagen ocho
veces más nítida que los
humanos; nuestro corazón late
más acelerado que un
mamífero: mantiene nuestra
temperatura y la energía para
volar.
Los faisanes casi no vuelan:
no tienen la energía para
mantenerse en el aire; los
pingüinos vuelan en el agua y
el avestruz es muy pesada
para volar pero corre a la
velocidad de un pájaro.
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