un primer paso a nuevas misiones - Portal de Cultura de Defensa ...

sible, conseguimos crear las
condiciones y fomentar el que
puedan llevarse a cabo las anteriores
actividades. Esto es
una tarea relativamente fácil,
puesto que son actividades que
ya se llevan a cabo habitualmente,
que no implican necesariamente
empeñar la fuerza y
que, además, suponen un gasto
mínimo en recursos. Todas
ellas, una vez coordinadas y
gestionadas como un todo —y
para esto, sí que hace falta
conducción estratégica— contribuirán,
junto con la aportación
procedente de otras vías,
a la buscada continuidad estratégica.
A MODO DE CONCLUSIÓN…,
ALGUNA SUGERENCIA
PARA EL PLANEAMIENTO
MILITAR
El concepto de empleo conjunto
es un elemento clave de
la estrategia militar, ya sea esta
en la versión concepto de
estrategia militar, es decir, de
carácter técnico y vinculado
directamente al proceso de
planeamiento, como en la versión
generalista que se ha denominado
estrategia militar
española. Como ya se ha dicho,
lo que se ha propuesto
en las líneas anteriores constituye
una posible vía de implantación
de la integridad estratégica,
teniendo en cuenta
la realidad española y a través
del mencionado concepto de
empleo.
El siguiente paso ya correspondería
al planeamiento militar
y, sin querer entrar en detalles,
solo queda sugerir la
dirección que seguir. La estructura
clave para implantar el
Se han creado mecanismos muy ágiles, capaces de generar rápidamente
una fuerza militar, de pasar de su estructura orgánica a otras estructuras
operativas y, en definitiva, de disminuir enormemente los tiempos de
reacción para intervenir militarmente en algún momento de las crisis
12 REVISTA EJÉRCITO • N. 804 ABRIL • 2008
concepto de continuidad estratégica,
es aquella que permitiría
el planeamiento y conducción
en el nivel estratégico
militar de las anteriores actividades
militares, concebidas como
un todo, y con vistas a alcanzar
unos determinados
efectos. No estamos hablando
de operaciones militares, sino
del resto de actividades que,
precisamente, no son operaciones
militares. Tal y como hemos
visto antes, en el ámbito
nacional existe un abanico de
actividades militares susceptibles
de generar efectos relacionados
con la prevención de crisis.
Todas ellas, debidamente
orientadas a la consecución de
determinados efectos de disuasión,
de estabilidad o de afinidad,
constituyen la base para
dicha continuidad estratégica.
Véase que, de este modo, las
operaciones militares son solo
el ejercicio de la respuesta militar
a situaciones de crisis, ejercicio
que sobresale sobre un
continuo de actividades militares
orientadas a la prevención.
Sugerente sí que parece lo
anterior, desde luego. Y controvertido
también, sin duda, como
lo fue el tema de las misiones
permanentes en su
momento. No obstante, en el
balance entre posibles perjuicios
y oportunidades, creo que
dominan estas últimas. De todos
modos es una cuestión de
tiempo, puesto que, al igual
que desaparece progresivamente
la clásica frontera entre
tiempo de paz y tiempo de guerra,
también ha de hacerlo la
clásica frontera entre estrategias
de paz y estrategias operativas.
NOTAS
1 STRACHAN, HEW. «The Lost
Meaning of Strategy». Survival,
Vol.47 Nº 3. Autumn 2005. The
International Institute for Strategic
Studies. Oxford University Press.
London, 2005. pp.33 –54.
2 Todo lo más, existe lo que se denomina
«nivel de esfuerzo», que
es un supuesto que se realiza
desde el planeamiento militar para
intentar cubrir, en parte, la anterior
carencia.
3 En concreto, la Ley Orgánica 5-
2005, de Defensa Nacional, y el
Real Decreto 787-2007, por el
que se regula la estructura operativa
de las Fuerzas Armadas. �