Brasilia Octubre 2005 - Seminário Redemptoris Mater

SEMINÁRIO MISSIONÁRIO ARQUIDIOCESANO
"REDEMPTORIS MATER"
BRASÍLIA
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e-mail adrmater@terra.com.br
Brasilia agosto 2009
Queridos hermanos:
El Señor Jesús os consuele en todos vuestros trabajos y os preceda en
vuestro camino de fe y de evangelización.
Después de unos días de descanso y tras las peregrinaciones donde hemos visto con gran
consuelo la alegría de los hermanos y la disponibilidad de los jóvenes, volvemos a recomenzar el curso
llenos de ánimo y retomamos el contacto con todos vosotros, hermanos y amigos.
Comenzamos nuestras noticias de la vida del Seminario donde lo dejamos en la carta anterior, a
inicios del mes de mayo. El día 10 partió en misión el P. Javier Romero, para poder ayudar a los
seminarios Redemptoris Mater de Dinamarca, Zambia y Sidney (Australia).
Entre las alegrías de la Ordenación diaconal, que fue verdaderamente una liturgia celeste,
tuvimos la presencia de Gabriel Dawabe, hermano del ordenado Pablo. Ambos nos ofrecieron un
dignísimo concierto de violín y piano que hizo las delicias de todos.
Participamos también en las solemnidades de la patrona del Seminario Conciliar Nuestra Señora
de Fátima, tanto en la Eucaristía donde los formadores representamos a toda la comunidad como en las
actividades deportivas donde los seminaristas participan mucho pero no ganan nada, lo que nos viene
muy bien para mejorar nuestra humildad.
El día 14 celebramos el aniversario de la ordenación del P. José Alberto Toni y del P. Javier
Romero, ordenados ambos en Madrid. La Institución del Ministerio de Lectores fue bien preparada con
un encuentro con el Sr. Arzobispo, Dom Joao, el día 15, con un retiro el día 22, para culminar con la
celebración aquí presidida por el Sr. Arzobispo aquí en nuestra capilla .
En estos meses las visitas al seminario de diversos grupos han sido abundantes. Normalmente
participan con nosotros en el rezo de Laudes, hacen un recorrido por la casa y son obsequiados con
unas pastas y refrigerante. Nos han visitado 25 jóvenes del Oratorio del Soldado del sector militar, 40
catequizandos de la parroquia Cristo Rey (Ceilandia Sur), los monaguillos de la parroquia Sagrada
Familia de Taguatinga-DF, los confirmandos de la parroquia Cristo Redentor (Taguatinga Norte), 30
niños de primera comunión de la parroquia Perpetuo Socorro, también de Taguatinga-DF. En el primer
semestre han sido aproximadamente mil cien personas las que han pasado por la casa recibiendo
siempre buena acogida, un pequeño Kerygma y el obsequio de nuestra hospitalidad.
También han sido numerosas las comunidades que, en la etapa del Padre Nuestro han pasado
por el Seminario. Las citamos, esperando no olvidarnos de ninguna: segunda comunidad de San Juan
Bautista y segunda de San Francisco de Asís de Curitiba, primera de Nuestra Señora de la Paz de
Paranaguá, primera de San Antonio de Bocaiuva do Sul, tercera de la Catedral Nuestra Señora
Aparecida de Brasilia, comunidad en la que yo mismo camino, cuarta del perpetuo Socorro de
Taguatinga, primera de Nuestra Señora del Carmen de Xambré, primera de la capilla del Sagrado
Corazón de Casa Branca, y primera de San Pedro de Perobal. Con estos hermanos rezamos juntos las
Vísperas con adoración al Santísimo e intercambiamos nuestros regalos y dones en un clima hermoso
de comunión y de piedad.
Hemos tenido además algunas ilustres visitas: el P. Rafael y el Sr. Homero, del Opus Dei,
Mons. José Mukala, obispo de Kohima-Nagaland (India), con los PP. Anthony y Jesudhas, y diversos
presbíteros, formados en esta casa, que han pasado a presidir nuestra eucaristía: P. Cássio Augusto, P.
Iosif Conyaric, P. Elio Nino, P. Marcos Tavoni, rector del Seminario interdiocesano Divino Espíritu
Santo de Palmas. También presidió la eucaristía con besamanos el recién ordenado P. Lucio, del

Seminario Redemptoris Mater de Castellón, que salió como seminarista desde Brasilia.
A finales de mayo recibimos la visita de la imagen itinerante de San Pablo que, durante el año
paulino, fue recorriendo todas y cada una de las parroquias de la diócesis. Y en esas mismas fechas
celebramos con mucho cariño el 60 aniversario de la ordenación presbiteral del Sr. Cardenal, arzobispo
emérito de Brasilia, Dom José Freire Falcao. La primera celebración la tuvimos en la intimidad de
nuestra capilla, con un besamanos emocionante y escuchando los recuerdos históricos de quien hizo
posible la existencia de este seminario. En junio tuvimos la celebración eucarística organizada por la
diócesis, en compañía de muchos presbíteros y amigos.
El mes de mayo acabó con la Vigilia de Pentecostés y el día 31 tuvimos las solemnes vísperas
donde fue apagado el cirio pascual, cerrando así una cincuentena marcada por la alegría de la Pascua.
El día 30 fue dedicada con gran solemnidad la Iglesia de Santa Madre de Dios, de Santa María, donde
los padres formados en este seminario están realizando una excelente misión. Ese mismo día tuvimos
una comida de hermandad con el Sr. Arzobispo los presbíteros que habíamos participado en la
convivencia de Porto San Giorgio, para poder ofrecerle nuestra experiencia, como muestra de
comunión. Lo hicimos en la casa de Giuseppe y Francesca, que pusieron, una vez más, su hermosa casa
a nuestra disposición.
A primeros de junio se celebró en nuestra casa la Formación permanente del Clero, bajo el tema
del XVI Congreso Eucarístico Nacional que se celebrará en nuestra arquidiócesis el próximo año.
Participó de forma activa nuestro P. Vicerrector, que es uno de los tres presbíteros que ha elaborado el
texto base y que participa activamente en la preparación del Congreso y del Encuentro Teológico que
lo acompañará.
El día 11 participamos con más de 75.000 fieles en la festividad del Corpus Christi en la
explanada de los ministerios. Es un momento de manifestación pública de nuestra fe, con más motivo
en este año sacerdotal, que nos anima a un amor más profundo por la Santa Eucaristía.
Las hermanas salesianas de los Sagrados Corazones, durante el tiempo de sus Ejercicios
Espirituales, este año predicados por nuestro Rector, visitaron el seminario, tuvieron la Scrutatio en el
Santuario de la palabra y almorzaron con nosotros, en un clima festivo y de gran comunión.
Al celebrar el aniversario de Marilene, aprovechamos para despedirla, junto con Edena. Ellas
han trabajado con amor al servicio del seminario, en sustitución de Carmen, que estaba acabando el
Neocatecumenado con su comunidad de Zaragoza (España) y de María Jesús, el nuevo fichaje que Dios
nos ha enviado para completar el cuadro de cuatro hermanas sirviendo al Señor y a la evangelización
en nuestra casa.
En el mes de julio, nos estuvieron visitando Dom Terra con el rector y vicerrector del Seminario
Diocesano San Carlos Borromeo , el Párroco y el vicario parroquial de la Parroquia San Antonio Abad,
de Lugano (Suiza). También Dom Wener Siebenbrock, obispo de Gobernador Valadares-MG, con
algunos de sus familiares. Estuvieron también las hermanas Pías Operarias de San José con algunas
vocacionadas de San Bernardo del Campo-SP.
También el P. Antonio José, que vuelve de Roma, donde ha cursado sus estudios de filosofía, va
a enriquecer el claustro de profesores y formadores para este segundo semestre.
Como veis, muchas actividades, sabiendo que no colocamos aquí la vida “normal” del
seminario con sus clases, sus liturgias, sus reuniones de garantes, de presbíteros y diáconos, adoración
perpetua, etc. Son riquezas que no merecemos y que el Señor nos regala con abundancia. Pedimos
vuestra oración por esta casa, por los formadores y seminaristas, por los presbíteros en misión. De
modo especial queremos encomendaros al P. Higinio que está muy delicado de salud. Esperemos que el
Señor le ayude a vivir estos momentos desde una fe viva y verdadera.
Agradecemos, como siempre, vuestra colaboración, también económica. Ya el P. Toni se
encargará de seguir avivando vuestro deseo de ayudarnos con los proyectos que cada año tenemos que
emprender para el mantenimiento de la casa. Que la Virgen María os guarde y nos conserve siempre en
la misma comunión. Un fuerte abrazo,
P. Paulo de Matos P. Juan José Armendáriz
Vicerrector Rector

Carta del seminarista Marcos Sabater
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Queridos hermanos en Cristo:
La paz y la alegría de Jesucristo resucitado estén con vosotros.
Os escribo desde Concepción (Chile), donde me encuentro visitando a mi hermana Francisca. Este
año Dios me está sorprendiendo con las vacaciones que estoy viviendo. Hasta yo mismo me quedo
admirado de mi capacidad de sorpresa delante de las maravillas de la creación (llamas, leones marinos,
moluscos, crustáceos, volcanes, cordilleras, montañas, mares, ríos y lagos, ¡Dios mío! ¡cuánta belleza!).
La primera semana la pasé en Santiago acogido por una familia encantadora que me llevó a
conocer la ciudad que se extiende a los pies de los impresionantes Andes. Eso me ayudó a recordar y
actualizar mis conocimientos sobre la historia de España, especialmente de los tres últimos siglos con
motivo de la descolonización y de la independencia de las antiguas colonias.
Esa misma semana comenzaba la convivencia de itinerantes de Chile, cerca de Santiago, en un
centro jesuita donde vivió sus últimos días el P. Alberto Hurtado, santo canonizado por la Iglesia y que
se destacó por la defensa de los más pobres y desfavorecidos (por los escritos que leí de él, un
verdadero exponente y garante de la Doctrina Social de la Iglesia).
Bueno, como estaba diciendo, Juan y Maritere (los catequistas de la nación) me invitaron a
participar, así que yo fui. No sabéis, hermanos, cuánto me ayudaron las experiencias de los itinerantes
y, especialmente, el recuerdo de los años de itinerancia que viví y que guardo como oro en paño.
En la celebración penitencial Dios me hizo ver el peligro que corro hoy de querer manipular la
vocación y mañana, si Dios quiere, tal vez el ministerio para traer a las personas hacia mí en vez de
llevarlas a Jesucristo, o sea, la tentación de la historia y de los ídolos. Pero estoy muy agradecido al
Espíritu Santo por el hecho de iluminarme eso que antes yo sólo veía en los otros y nunca en mí.
Realmente me doy cuenta de que necesito hacerme pequeño para que él aparezca, que yo no sea para
que Él sea, que yo muera para que Él viva. Y eso, hermanos, me dio mucha alegría.
Además de eso, la presencia en la convivencia del P. José Ángel, formado en el Seminario
Redemptoris Mater de Brasilia, me produjo cierta satisfacción por ver la fidelidad del Señor para con
los presbíteros. Eso fue para mí como que una promesa en la caminada de fe y de santidad. José Ángel,
que es catequista en Oporto (Portugal), estará en el sur de Chile más de un mes ayudando al equipo de
aquella región.
A mí todo eso me ha hecho nacer en el corazón un profundo deseo de conversión constante y un
celo por el anuncio del Evangelio, y más aún cuando me doy cuenta de la falta de presbíteros y,
principalmente, de presbíteros santos. Yo veo que Dios me llevó a la convivencia para renovar en mí la
disponibilidad de partir a cualquier parte del mundo y, más aún, para dejar que Él haga conmigo y en
mí lo que Él quiera. Y lo mejor de todo es que yo puedo tener ese espíritu dentro del Seminario. El
primer semestre se fue y ahora pertenece al Señor.
Hoy todo es nuevo y eso es magnífico si se vive en la sinceridad, tal como lo he contemplado en el
testimonio de una hermana que ya terminó el neocatecumenado y que hoy vive la noche más oscura de
su vida aquí en Chile como chica en misión. Me acordé de la Madre Teresa de Calcuta, porque esta
hermana no sufría tanto por sus pecados ni estaba siendo purificada por causa de las penas del pecado,
sino que estaba sufriendo para amar todavía más a Cristo en una situación bien difícil y aparentemente
sin sentido, o sea, ella estaba haciendo experiencia de Dios en medio del sufrimiento.
Bien, como podéis imaginar, estoy muy contento. Estoy aprovechando las vacaciones para estar
con mi hermana y su equipo en misión (compuesto por dos presbíteros, un matrimonio con sus dos
hijos y otra chica), conversar y hacer nuevas y santas amistades, anunciar el amor de Dios a las
personas que voy conociendo, y también para leer, escribir, pasear y viajar (no os lo vais a creer: he
recorrido más de 1.200 kilómetros en coche atravesando del centro al sur de Chile: Santiago –
Concepción – Puerto Montt y vuelta). ¡Ningún artista podrá igualar a Dios en belleza! Os envío algunas
fotos para que veáis que no estoy mintiendo.
Buenos, queridos hermanos, recen por mí que soy un pecador y, especialmente, el próximo martes,
que estaré viajando en avión desde Santiago hasta Brasilia haciendo escala en Montevideo y São Paulo.
Que la Virgen os proteja y ampare.
En el amor de Cristo, Marcos.

Carta del seminarista Maciej, itinerante en Mato Grosso do Sul
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Dourados, 20 de julio de 2009
Querido P. Juanjo y todo el equipo de formadores: La paz de Cristo esté con todos vosotros.
Estos últimos meses han sido muy buenos para mí. Durante el tiempo que mi equipo de catequistas
estuvo peregrinando en Jerusalén con la Primera comunidad de la Catedral de Dourados, y que el P. Sandro
– a la vuelta de Israel – hacía la tercera etapa del “Padre Nuestro” con su comunidad de Brasilia, yo me
quedé en la Parroquia de San Juan Bautista en Bataguassu, acompañando al P. Víctor, al Pe. Declair y al
seminarista Fernando.
En esa pequeña ciudad yo me he sentido muy amado por Dios y también por las personas que siempre
me han acogido con mucho cariño. Me alegro de que Dios haya llevado todo eso adelante, porque, a pesar
de algunas pruebas y dificultades, estoy contento. Agradezco a Dios que me hace capaz de tomar iniciativas
e de intentar conversar con los monaguillos y jóvenes durante las reuniones organizadas los sábados por la
tarde en nuestra parroquia. Eso es bueno, porque me hace ver que todavía no domino el idioma. Por eso les
hablé sobre ciertas dificultades que me acompañan, pero no dudo de que el Espíritu Santo también participa
en todo eso y suple mis faltas. Ahora me doy cuenta de la gracia que Dios me ha dado por estar en el
Seminario, pues muchas cosas que he aprendido a través de los formadores ahora las intento transmitir a los
jóvenes de nuestra parroquia. Mis pruebas están siendo con las brasileñas, etc. Por eso a veces me sorprende
esto: Dios me colocó, un pobre pecador, justamente en este país, lleno de morenas.
Yo estoy contento porque el Señor me ha dado la gracia de conocerme poco a poco en este tiempo. A
través del P. Sandro, mi compañero de equipo, estoy siendo iluminado acerca de un falso concepto de
humildad que llevo conmigo, pensando que el hombre humilde es aquel que se queda quieto sin decir nada,
independientemente de tener razón en aquello que piensa. Por eso veo mis pecados de omisión, que no me
ayudan a romper mi orgullo. Pero eso puede suceder, pienso yo, poco a poco con la ayuda de Dios mismo,
porque ser humillado no es fácil. Siendo tan afectivo como soy, hablar la verdad me lleva al sufrimiento.
Recuerdo, por ejemplo, cierta ocasión cuando en Presidente Prudente, en una librería diocesana que queda
al lado de la catedral, el seminarista Fernando y yo llamados la atención de la dueña de la librería, que
permite la venta de los libros de Dan Brown: “Código da Vinci” o “Ángeles e Demonios”. Ella nos
intentaba explicar que los sacerdotes de aquí dejan que los jóvenes lean esos libros para que tengan un buen
conocimiento de aquello que ahora está de moda. “¿Será que los jóvenes tienen conciencia de que esos
libros son totalmente contra la Iglesia?” - le preguntamos. Ella respondió que pensaba que sí, y fue astuta
preguntándonos si nosotros los habíamos leído. Entonces, si yo sé que una comida es venenosa y me puede
hacer mal a la salud, ¿será que necesito probarla para experimentar que realmente es así? Aquella situación
me mostró que no es fácil decir lo que se piensa sobre algún tema del cual se discute y que hoy es muy
fuerte en ese mundo.
Cambiando de asunto, estoy aprendiendo castellano todos los días con una profesora de Paraguay, la
madre de nuestro párroco P. Víctor, que a pesar de tener ochenta y dos años, está muy bien de salud.
Naturalmente, todos los días ella toma su “tereré”. A veces ella me recuerda a mi abuela y la única cosa que
le hace sufrir es el dolor de rodillas, por eso anda muy despacio. Pero ella tiene tanto apetito que ni yo
puedo ver tanta comida. Todos los días escucho: “Mati, ¿qué vamos a comer?” Ella se acostumbró a
hablarme así, porque mi nombre en castellano es Matías, pero ella sólo dice Mati. Dos semanas atrás, un
matrimonio de la Primera comunidad de nuestra parroquia me dio de regalo un libro con dos CD's de lengua
castellana y también el diccionario portugués-español, español-portugués, y eso nos facilita el estudio. Cada
día, después de laudes, estudiamos con la ayuda de los libros y, por la tarde, oímos en el CD lo que
aprendimos por la mañana. A veces, cuando no consigo ducharme antes de rezar laudes y quiero hacer eso
después, ella me llama a estudiar. Y cuando yo le digo: “Déjame sólo ducharme rápido”, ella responde:
“¿para qué ducharse? Vamos a estudiar castellano”. Créame, padre, de vez en cuando resulta muy gracioso.
En la última lección aprendimos el verbo “pegar”, “agarrar”, es decir, “coger” en castellano, como usted
sabe muy bien. Es interesante que ese verbo, como ella me dijo, en Paraguay, Argentina y, si no me engaño,
en Uruguay también tiene otro sentido. Delante de mí ella se reía cuando me oía conjugar ese verbo.
Infelizmente ella regresó para su casa y no pude continuar las lecciones.
Si Dios quiere, dentro de dos semanas peregrinaremos a Curitiba.
Un abrazo a las familias y a las hermanas en misión, a Daniel y a todos los seminaristas.
Seminarista Maciej Pawel.