POR-QUE-LA-ROJA-FUNCIONA

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POR QUÉ LA ROJA FUNCIONA Y NUESTRO PAÍS (TODAVÍA) NO
«Espero que el sábado no puedan hacer guiñoles.»
Andrés Iniesta
En esta ocasión se puede decir que el enemigo lo tenían en
casa. En lugar de prestar atención a su selección, clasificada como
segunda de grupo a pesar de partir como favorita, lanzaban ataques
constantes dirigidos al combinado español en los días previos
al partido. Así, el diario Le Parisien aseguraba que España en
su último partido «mereció perder y abandonar la Eurocopa».
Por su parte, entre los españoles reinaba la cautela; de fondo
aquel fatídico mundial de Alemania en el 2006, cuando una
Francia que no pasaba por sus mejores momentos nos apeó de la
competición con una facilidad inusitada. La diferencia residía en
que ya habíamos aprendido la lección de no menospreciar a ningún
rival, por lo que no nos pillarían por sorpresa.
«Francia nos dio una lección en el Mundial del 2006.»
Fernando Torres
Entonces, todo lo que había acontecido en los días previos al
partido quedó en un segundo plano y llegó el momento de la
verdad, del todo o nada. La fase decisiva de la Eurocopa dio comienzo
a las 20:45 horas en España, en el Donbass Arena de
Donetsk (Ucrania).
El inicio del partido ya dejó claras las intenciones de ambos
equipos. Por un lado Francia totalmente replegada, utilizando la
misma estrategia que días antes tantos problemas nos había creado;
por el otro, España, con el juego de posesión que nos tiene
acostumbrados, pero esta vez con la fluidez y profundidad que
faltó en los partidos anteriores. Gracias a ello, en el minuto 19
una incursión por la banda de Jordi Alba, ese lateral bajito y veloz
que parece un auténtico veterano, culminó con un centro destinado
a la cabeza del «mariscal», Xabi Alonso que con un remate
picado ponía a España por delante en el marcador, curiosamente
en su partido 100 con La Roja.