POR-QUE-LA-ROJA-FUNCIONA
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<strong>POR</strong> QUÉ <strong>LA</strong> <strong>ROJA</strong> <strong>FUNCIONA</strong> Y NUESTRO PAÍS (TODAVÍA) NO<br />
más por la sociedad que otros en un año. ¿Por qué la gente no iba<br />
a estar ilusionada con esta final?<br />
Enfrente el rival con el que comenzó todo, no solo la andadura<br />
en esta Eurocopa, sino también el ciclo glorioso de nuestra<br />
selección, en esa tanda de penaltis de la Eurocopa del 2008 en la<br />
que España cambió el rumbo y su sino de perdedor; el rival que<br />
permitió romper esa barrera de cuartos de final que suponía una<br />
carga psicológica para los jugadores, consiguiendo no solo una<br />
Eurocopa y un Mundial, si no lo que es aún más importante: la<br />
adoración de todo el mundo del fútbol.<br />
A pesar de estar profundamente agradecidos a Italia, se trataba<br />
de una final y no una cualquiera, era el billete a la historia. Un<br />
partido que garantizaría a los jugadores ser recordados de por<br />
vida y no la podíamos dejar escapar.<br />
Por ello, Del Bosque confió en los mismos once con el que<br />
empezó el campeonato. Sí, con el falso «9» que tanto había dado<br />
que hablar y por el que recibió reprimendas de sus propios compañeros<br />
de profesión, una tozudez gracias a la cual España ofreció<br />
su mejor versión... Era el mismo equipo que se enfrentó a<br />
Italia en el primer partido, pero en esta ocasión no sabían por<br />
dónde pararlos; era tal la velocidad del balón que los italianos,<br />
impotentes, no podían detenerlo ni a base de faltas. La movilidad<br />
de los atacantes era perfecta, la precisión de los pases era comparable<br />
a las pinceladas del mejor de los pintores... Solo había que<br />
esperar el instante en el que llegara el primer gol. Momento que<br />
llegaría tras un remate de cabeza de Silva a pase de Cesc; el resto<br />
fue coser y cantar.<br />
El juego de España seguía maravillando y así llegaron los<br />
goles de Jordi Alba, el jugador revelación, de Fernando Torres,<br />
bota de oro del torneo, y de Mata para hacer buenos los cambios<br />
de Del Bosque y dejar lo sucedido contra Portugal en una mera<br />
anécdota.<br />
Fue en la final cuando apareció la España que todos estábamos<br />
esperando: una selección de otro planeta, un equipo de le-