POR-QUE-LA-ROJA-FUNCIONA

IKER
El propio Iker Casillas, que votará en calidad de capitán de La
Roja, ha asegurado que elegirá entre Leo Messi, Xavi, Iniesta y su
compañero de club Cristiano Ronaldo. «Hasta diciembre, que es
cuando tengo que tomar la votación, ya lo pensaré y lo maduraré
bastante».
Se dice que la mejor defensa es un buen ataque. Sin embargo,
en los partidos trascendentes de grandes competiciones la diferencia
en el marcador suele ser mínima. Por ello, contar con el
portero más en forma del planeta es una enorme ventaja.
Casillas consiguió romper la «maldición» de San Pantaleón el
22 de junio de 2008, en la eliminatoria de cuartos contra Italia.
«Tenía fe en solventar el partido antes de los lanzamientos pero
también cuando llegó el momento. Llegar a los penaltis era muy
duro y hemos tenido la suerte que otras veces nos ha faltado»,
declaró por entonces Iker, que detuvo dos de los cuatro lanzamientos
de los transalpinos. Contra Rusia en semifinales y en la
final contra Alemania, todo fue como la seda. «Hace tiempo que
la historia nos debía una», dijo en 2008 el presidente de la Real
Federación Española de Fútbol Ángel María Villar.
En el Mundial de Sudáfrica de 2010, no hubo eliminatorias
con tanda de penaltis, pero Casillas fue decisivo en varias ocasiones
(entre ellas, contra Paraguay y en la final, ante Robben). Y en
la Eurocopa 2012, la semifinal contra Portugal llegó de nuevo a
los penaltis.
Xabi Alonso lanzó el primero por La Roja... y falló. Casillas
detuvo el lanzamiento de Moutinho. Después acertaron respectivamente
Iniesta, Pepe, Piqué y Nani. Sergio Ramos lanzó el suyo
de forma increíble, «a lo Panenka»: el penalti del campeonato,
como el italiano Pirlo. Y el central portugués Nuno Alves lo lanzó
al travesaño, saliendo hacia fuera. El quinto por parte de España
le correspondía a Cesc Fábregas (que lo había pedido, cuando
Toni Grande le había indicado tirar el segundo). Como en el
caso de Italia cuatro años antes, le correspondía a Cesc. De nuevo,
acertó con su sangre fría. Cristiano Ronaldo iba a lanzar el
quinto luso, pero ya no hacía falta (2-4). Del Bosque ya había
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