el_amor_es_hoy_libro

llenarnos de una gran fortaleza, un entendimiento
total de los procesos que conforman el aprendizaje, un
Amor inmenso por nosotros mismos, sin apegos y sin
limitaciones. Este es un legado que él nos dejó. Parte
de su misión era ayudarnos a tomar conciencia de que
somos Amor y podemos expresarlo, sin importar la
dificultad que estemos viviendo.
A comienzos del mes de Agosto del 2004 recibimos
una llamada suya en que nos decía: “Papá y mamá,
me encontraron una mancha en el cerebro, quiero que
vengan y me acompañen”. En ese momento supimos
que era definitivo. Viajamos a Italia sin pensar en
el tiempo que duraría, sólo deseábamos abrazarlo y
decirle: “Aquí estamos contigo”. El nos recogió en el
aeropuerto y después de explicarnos la parte médica
nos dijo:
“Quiero que desde este momento pongamos en
práctica todo lo que nos han enseñado; vamos
a vivir EL AHORA. Como estoy vivo, vamos a
disfrutar mi vida; por lo tanto, deseo que nos
vamos en el carro a conocer varios pueblos muy
lindos. Ya tengo el itinerario escogido, ya conseguí
el hotel, no quiero caras tristes; cuando muera
viviremos mi partida pero en este momento
estoy vivo y quiero disfrutarlos”. Fue una semana
inolvidable, donde no le permitimos a la mente ningún
pensamiento de tristeza. Cuando esto ocurría estaba él
para recordarnos que estaba vivo y feliz por estar allí
con nosotros.
Regresamos a Milán llenos de un Amor inmenso, con
la conciencia de haber vivido un gran aprendizaje;
agradeciéndole a Dios, el habernos permitido vivir esos
momentos de tanta unión con Felipe.
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