Views
1 month ago

Centurion Mexico Spring 2024

  • Text
  • Centurion
  • Mundo
  • Marbella
  • Casa
  • Forma
  • Madera
  • Propiedad
  • Isla
  • Beneficios
  • Naturaleza

Objetos 42 Tesoro

Objetos 42 Tesoro nacional Desde la izquierda: un tutubi precolonial; la diseñadora de joyas Joyce Mäkitalo en su taller es una experiencia táctil, en la que el metal interactúa con la piel para crear una conexión energética y casi alquímica. «Originalmente las joyas se lucían por su simbolismo —señala Mäkitalo—. Incluso hoy, siguen siendo una especie de medio de comunicación. Al igual que las palabras, los símbolos encierran una energía destinada a proteger, curar o recordar». En todas las civilizaciones, las joyas esconden un cierto tipo de magia, capaz de otorgar a su portador protección o poderes especiales. Esta filosofía está profundamente enraizada en la cultura filipina. En la actualidad todavía existen amuletos, llamados agimat o anting-anting, que provienen de la tradición indígena, si bien tienen un curioso vínculo con la fe católica. Los Bautista poseen una vasta colección de estos misteriosos objetos que abarcan toda la historia del país; son piezas llenas de simbolismo arquetípico y místico que constituyen un importante baluarte en la cultura local. En la calle Evangelista, junto a la Iglesia de Quiapo en Manila, es posible encontrar un sinnúmero de puestos repletos de estas baratijas mágicas. «De niña me hicieron llevar un diente de caimán para protegerme y curarme de un problema de salud bastante grave que acabó solucionándose de forma milagrosa —rememora Mäkitalo—. Esto despertó mi fascinación por los talismanes y los símbolos, dos temas recurrentes en mis joyas». La artista y diseñadora autodidacta, conocida por sus llamativos accesorios realizados en piedra, latón, plata y oro, cree que «las joyas tienen una importancia más profunda que sirve como medio para la protección divina. Es reconfortante tener presente en todo momento la protección que recibimos de lo divino y llevar este pensamiento todos los días y a todas partes». De vuelta en el departamento de Wilson, Magsano nos descubre sus tesoros más preciados: los piloncitos. En el fondo de un tazón de madera se acumulan pequeñas cuentas de oro del tamaño de un grano de elote que datan de hace más de un milenio. Pese a su diminuto tamaño, cada una va delicadamente estampada con letras del antiguo alfabeto filipino baybayin. «Se utilizaron para el comercio durante el siglo ix —explica Wilson—, pero hoy se sabe que existieron siglos antes en toda la región». Su mera presencia es testimonio de la existencia de una civilización antigua, próspera y sofisticada, con fuertes lazos diplomáticos y económicos más allá de sus costas. Para Marie Venus Tan, funcionaria del gobierno y defensora de la cultura filipina, «el oro tiene un gran valor, así como la capacidad de elevar y empoderar. Es un símbolo universal de estatus que, además, brinda un sentimiento de identidad a Filipinas. Podemos sentirnos orgullosos de esta cultura y patrimonio tan intrínsecamente nuestros. Es muy importante transmitir esta información a las generaciones más jóvenes para inculcarles un sentimiento de orgullo. No somos un simple producto de la colonización, sino que somos nuestro propio pueblo. El oro es un idioma que todo el mundo entiende». CENTURION-MAGAZINE.COM

CONOCENUESTRASNUEVASBASES TEMPUR-ERGO ®PROSMART INNOVACIÓNPARATUDESCANSO Conocetodassusfuncionesentempur.com.mx ovisitanuestrasTiendasTempur.

CENTURION