BLACKBOOK IDILIO ISLEÑO Desde la izquierda: en Islas Secas se pueden visitar caletas y playas vírgenes, como la de Canales; las casitas, sencillas pero perfectamente equipadas, funcionan con energía solar Hannibal, las aguas legendarias donde pescaba Hemingway». –Hemingway el escritor ¿fue pescador? –pregunta una huésped en el bar que nos ha escuchado. –Hemingway ¿fue escritor? –exclama Carter sosteniendo la mirada hasta que la mujer se da cuenta de que se trata de una broma–. Fue pescador antes de ser escritor. Carter vuelve al tema y me aclara que lo que distingue a Islas Secas es su diversidad marina y la proximidad a los grandes caladeros como Coiba, Montuosa y banco Hannibal. –Nadie más tiene el acceso que tenemos nosotros a esos parajes prístinos –añade–. Por este motivo es un lugar único. Durante mucho tiempo, Panamá ha sido un punto de confluencia y un centro de transporte. Está el canal, por supuesto, pero antes del canal era un paso terrestre para los productos de exportación como la plata del Nuevo Mundo con rumbo a España o los sombreros de ala ancha tejidos en Ecuador, que reciben erróneamente el nombre de sombreros “de Panamá” por ser este el lugar de tránsito. Desde el punto de vista ecológico, el istmo de 2.8 millones de años de antigüedad forma una barrera entre dos océanos y es un puente entre dos continentes, aportando así una biodiversidad épica. Desde una perspectiva marina, el golfo de Chiriquí atrae especies migratorias como las ballenas jorobadas llegadas de ambos hemisferios. Daniel Palacios, biólogo marino de la Universidad Estatal de Oregón, sostiene que este «es el único lugar en el mundo donde se reúnen las poblaciones del hemisferio sur y del hemisferio norte». Su proyecto de investigación sobre ballenas junto con Kristin Rasmussen, presidenta de la filial estadounidense de Panacetacea, recibe financiación privada de la Fundación Islas Secas. «Es increíble la cantidad de ballenas que se pueden observar en agosto». La última noche ceno al aire libre en las casitas. La chef Katie Thurgood sirve bandejas y bandejas de papas fritas de taro y poke elaborado con pescado local. El ambiente es alegre y distendido, como el de felicidad compartida cuando gana tu equipo favorito. Kristin y Daniel han estado toda la tarde con micrófonos submarinos siguiendo el canto de una ballena jorobada. Yo he salido con Rob y Jairo a hacer esnórquel entre rayas jaspeadas y tiburones de arrecife de punta blanca. De una u otra forma, todos hemos sentido la emoción de ser un intruso humano en un ambiente salvaje, totalmente indiferente a nuestra presencia. –Le estaba comentando a Kristin que deberíamos hacer campaña para que este lugar sea declarado patrimonio de la Unesco –argumenta Daniel echando un vistazo al golfo de Chiriquí circundante. –Hemos recorrido muchos destinos, pero pocos tan vírgenes como este –añade Kristin. En ese momento, un halcón negro común Buteogallus anthracinus desciende y se posa en una madera sobre la hierba. Solemne y altivo, como un príncipe de la dinastía de los Habsburgo, nos recuerda que somos forasteros en sus dominios. Nos quedamos paralizados de admiración hasta que Daniel se da cuenta qué es lo que realmente le ha atraído. –¡Eh! –le grita al halcón al tiempo que yo descubro su ingenio–. ¡Aléjate del poke! Islas Secas abre en enero; islassecas.com FOTOGRAFÍAS IAN ALLEN 30 CENTURION-MAGAZINE.COM PARA RESERVACIONES CONTACTE AL SERVICIO DE CENTURION
