Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Capítulo 21
—¡Sabio!
—Sí.
—Sabio, ¿pudiera concederme unos minutos? —Por supuesto.
Tengo muchísimo tiempo.
—¿Acaba de venir de una reunión en casa de Absalón?
—Sí, así es.
—¿Le molestaría compartir conmigo algunas de sus impresiones
mientras estuvo allí?
—¿Usted quiere decir una impresión general de Absalón y sus
partidarios?
—Sí, eso sería suficiente.
—Bueno, he conocido muchos hombres como Absalón.
Muchísimos.
—Entonces ¿cómo es él?
—Es sincero y ambicioso. Tal vez sea una contradicción; no
obstante, esa es la verdad. Es probable que se proponga hacer lo que
dice; pero su ambición perdurará mucho tiempo después que
descubra su ineptitud para cumplir lo que promete. Cuando se llega
al poder, corregir la injusticia se vuelve secundario.
—Lo siento, Sabio; pero no entiendo.
—Hay dos cosas que persisten en mi mente. En una reunión,
mientras Absalón hacía preguntas, fue muy categórico en afirmar
que debe haber más libertad en el reino. A todo el mundo le gustó
eso. Él dijo que «un pueblo tiene que ser guiado únicamente por
Dios, y no por los hombres». Dijo también que «los hombres solo
deben hacer lo que ellos piensan que Dios quiere que hagan». Creo
46