OS TEMPOS DO SUJEITO DO INCONSCIENTE - Campo Psicanalítico

posiciones distintas, del niño pegado y del
adulto que pega.
A diferencia de la primera, esta
escena representa una acción precisa y si
bien el sujeto puede no haberle dado una
importancia decisiva durante mucho
tiempo, siempre permaneció nítida en su
conciencia. La escena no tiene contenido
sexual, aparece siempre implicado Otro; un
partenaire está siempre presente y el sujeto
participa activamente, incluso cuando se
sitúa en posición pasiva, como masoquista.
La escena tiene un valor paradigmático y
ejemplifica la posición del sujeto, que
resume los avatares de su historia,
presentándose como matriz originaria e
identificándolo con una fórmula.
Tú serás así, y así te asegurarás
como lo que le falta al Otro. Es la frase
inaugural del orden de un axioma al que el
sujeto está sometido y le condena al
sufrimiento. Ana nos comenta de pasada
una escena en la que se encuentra en una
actitud de sometimiento ante la mirada del
Otro. “Estaba arrodillada con las manos
juntas implorando, suplicando perdón a mi
mamá, ella me miraba duramente, sentía
miedo. Había hecho algo que no debía”.
El cuadro de valor paradigmático permite
ver la posición inaugural que resume su
existencia, presentándose como matriz
originaria de su vida, a la vez que permite
ubicar el lugar frente a la demanda del
Otro.
Esta bella y triste escena contiene
un plus-de-goce que esconde esa mirada de
la madre. Esa mirada esconde el –phi, la
castración. “La mirada solo se nos presenta
bajo la forma de una extraña contingencia,
simbólica de aquello que encontramos en el
horizonte y como tope de nuestra
experiencia, a saber, la falta constitutiva de
la angustia de castración” (Lacan, 1964:81)
“En medio de aquello que se realiza
la asociación libre, efectivamente, se ve
venir, aparecer una imagen por ejemplo,
una escena, una imagen sin origen, una
imagen que se presenta, llegado el caso,
ANAIS DO V ENCONTRO INTERNACIONAL DA IF-EPFCL
Internacional dos Fóruns-Escola de Psicanálise dos Fóruns do Campo Lacaniano
05 e 06 de julho de 2008 ▪ São Paulo (Brasil)
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como aquello que Freud llamó recuerdo
encubridor, o incluso como un sueño de
infancia, una imagen surgida no se sabe de
donde, como sin razón, que está casi a flor
del fenómeno, que resiste al
desplazamiento, y que el significante hace
volver siempre. Evidentemente, hay que
pulsar esa imagen como apresada en el
significante y preñada de significación.
Significación absoluta, que no deriva, que
escapa a la relatividad del significante, que
es inamovible, que es casi como un quiste
en las significaciones, y que Lacan formuló
como axioma, en otras palabras, principio
de inteligibilidad del conjunto de la relación
con el mundo de ese sujeto” (Soler,
1986:72), y que funda además la seguridad
del sujeto, de lo que no duda, su punto de
certeza.
Lacan dice que el fantasma es una
ventana sobre lo real: “ahora tenemos que
detectar el lugar de lo real, que va del
trauma al fantasma –en tanto que el
fantasma nunca es sino la pantalla que
disimula algo absolutamente primero,
determinante en la función de la
repetición” (Lacan, 1964:68).
Freud en “El Proyecto …” plantea
por primera vez la posibilidad de articular
las dos escenas. Deduce que alguna vez
hubo una vivencia que consistió en sumar
A y B, y en donde A se convirtió en
símbolo de B, un símbolo inconsciente,
reprimido: la Cosa, das Ding fue sustituida
por el símbolo. Añade además que hay
desplazamiento de cantidades de B a A, o
que B es sustituto de A, lo que sería tratarlo
al modo de la represión histérica.
Si la primera escena enfrenta al
sujeto con un enigma para el que no hay
respuesta, la segunda ejemplifica la posición
del sujeto y las condiciones de satisfacción
pulsional, una satisfacción que
permanecería ignorada para el sujeto.
Representa una acción característica que se
mantiene viva en la memoria, y a la que no
se le había dado la importancia que la
interpretación revela. Interpretación