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34 Jueves. 20 de febrero de 2014 • LA RAZÓN<br />

Madrid<br />

El psicólogo del Valdeluz<br />

conocía los abusos de Díez<br />

Asegura que se limitó a hablar con los padres de las alumnas<br />

y se niega a declarar acogiéndose al secreto profesional<br />

Íñigo Rodríguez<br />

MADRID- El psicólogo del colegio<br />

Valdeluz conocía algunos de los<br />

presuntos casos de abusos porque<br />

las alumnas se lo habían contado.<br />

Tras conocer los casos, el especialista<br />

se limitó a hablar con los padres<br />

acerca del problema.<br />

Así lo ha reconocido el psicólogo<br />

ante la Policía. En su declaración,<br />

aseguró que diferentes testimonios<br />

de alumnas le habían manifestado<br />

que el profesor de Ética y<br />

Filosofía (además de responsable<br />

de la Academia Melodía Siglo XXI<br />

del centro) realizaba tocamientos<br />

y cometía abusos sobre las jóvenes.<br />

Al ser preguntado sobre por qué,<br />

conociendo estos hechos, no presentó<br />

nunca una denuncia, el<br />

psicólogo se acogió al secreto profesional<br />

para no dar más detalles<br />

de lo ocurrido, según fuentes de la<br />

investigación.<br />

El psicólogo se encuentra en<br />

una situación similar a la de la dirección<br />

del centro, que ha reconocido<br />

que sabía de estos hechos y<br />

hablaron con los padres de las jóvenes<br />

para ofrecerles ayuda, aunque<br />

no presentaron denuncia. Por<br />

ello, el juez les dejó en libertad pero<br />

acusados del cargo de «encubrimiento».<br />

Sin embargo, diferentes<br />

fuentes jurídicas ponen en duda<br />

que existe tal delito al, supuestamente,<br />

conocer los hechos los<br />

padres y no presentar denuncia.<br />

Respecto al uso del secreto profesional<br />

como herramienta para<br />

no declarar, el vocal del Colegio de<br />

Psicólogos de Madrid, José Antonio<br />

Luengo, aseguraba ayer que «la<br />

postura del Colegio en caso de<br />

conocimiento de abuso sexual es<br />

concluyente: un psicólogo que<br />

trabaja en un contexto educativo<br />

yque tiene constancia de un delito<br />

tan grave tiene la obligación de<br />

notificar la ciscunstancia, con los<br />

datos que tenga. Deontológicamente<br />

no tiene contestación».<br />

En este sentido, Luengo apunta<br />

que según el Protocolo de Coordinación<br />

para la Atención de a Menores<br />

de Edad Víctimas de Malos<br />

Tratos, en su artículo V, asegura que<br />

«cuando se sospeche de la existencia<br />

de un delito, se debe denunciar<br />

en el Juzgado de Guardia y ponerlo<br />

en conocimiento del Ministerio<br />

Fiscal y, si se estima que la integri-<br />

dad del menor de edad corre peligro,<br />

se debe recabar inmediatamente<br />

la colaboración de la Policía<br />

para que preste la protección necesaria».<br />

El vocal del Colegio, que aclara<br />

que sus afirmaciones son de carácter<br />

general y no de este caso («no<br />

conocemos todos los detalles»),<br />

asegura que «este tipo de información<br />

no puede quedarse en el<br />

despacho del psicólogo porque es<br />

un presunto hecho delictivo,<br />

por lo que el<br />

profesional tiene que<br />

tomar medidas preservando<br />

en todo caso la<br />

identidad. No se trata de<br />

denunciar sino de notificar<br />

con la máxima<br />

discrección y cautela ya<br />

que en todo caso prima<br />

la defensa del menor».<br />

SE REUNIERON EL PASADO LUNES<br />

El abogado de Díez dice que su<br />

cliente defiende su inocencia y<br />

se encuentra «desorientado»<br />

Díez defiende su inocencia<br />

Por otra parte, el abogado de Andrés<br />

Díez, acusado de siete delitos<br />

de abusos a sus alumnas (el número<br />

de denuncias ya ha ascendido<br />

hasta 15), asegura que el última<br />

día que vio a su defendido<br />

fue el pasado lunes. Se reunieron<br />

en la enfermería de la prisión de<br />

Soto del Real, donde Díez se encuentra<br />

ingresado y sujeto al<br />

protocolo antisuicidios, y el letrado<br />

asegura que Díez está «desorientado<br />

por los hechos y las<br />

acusaciones y se niega a reconocerlos».<br />

Además, el abogado ha<br />

recibido del profesor la orden de<br />

recurrir la imputación que actualmente<br />

le mantiene en la cárcel.<br />

Aunque en un primer momento<br />

la Policía le acusó de ocho delitos<br />

de abusos sexuales, uno de violación<br />

y otro de exhibicionismo,<br />

supuestamente cometidos desde<br />

2006 contra alumnas de entre 12<br />

y 17 años, el juez decidió retirarle<br />

los delitos más penados.<br />

En este sentido, la delegada del<br />

Gobierno en Madrid destacó ayer<br />

la «diligente y eficaz» actuación de<br />

la Policía en este caso y pidió a la<br />

Justicia una actuación «rápida y<br />

eficaz» porque «generan una gran<br />

alarma social».<br />

Belén Bellas<br />

Ya son quince jóvenes las que han denunciado por abusos al profesor del Valdeluz<br />

El secreto profesional<br />

El experto<br />

José Cabrera*<br />

En el caso del Colegio Valdeluz, en los<br />

albores de la instrucción sobre los<br />

presuntos abusos sexuales de un<br />

profesor, hasta ahora todo es confusión,<br />

pero sobre la zozobra acaba de surgir algo<br />

relevante: «El psicólogo del Centro se ha<br />

acogido al secreto profesional para no dar<br />

información alguna respecto a las<br />

alumnas que a el acudieron».<br />

Y es que el Código Penal es determinante<br />

cuando en su Articulo 199 dice: «El que<br />

revelares secretos ajenos, de los que tenga<br />

conocimiento por razón de su oficio,…<br />

..será castigado con la pena de uno a tres<br />

años de prisión y multa de seis a doce<br />

meses».<br />

Y esto es así por que la práctica<br />

psicológica y médica exige<br />

confianza, no hay confianza<br />

sin confidencias y éstas no<br />

pueden existir sin el secreto.<br />

Un bravo por la valentía del<br />

profesional, que en la tormenta<br />

mediática del caso, ha<br />

mantenido la calma, y ha puesto el<br />

interés de la vida íntima de las niñas por<br />

encima del ruido de la calle, y más aun<br />

existiendo algunos casos en los que de<br />

haber existido delito, que habrá que<br />

Este<br />

probar, puede haber prescrito<br />

por el tiempo.<br />

Ésta es la grandeza del Estado<br />

de Derecho, en el que todo<br />

debe atenerse a la Ley y a sus<br />

códigos.<br />

Este profesional no solo esta<br />

amparado por la propia Ley,<br />

sino por la Ética, ambas se<br />

conjuntan de maravilla en estas alarmas<br />

sociales que llenan televisiones y a<br />

veces... a veces se quedan en humo.<br />

profesional<br />

está amparado<br />

por la Ley y por<br />

la Ética<br />

*Médico y Psiquiatra Forense

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