EL ARTE Y LA BELLEZAmortal e inmortal, la que le hace al artista ser puente yfrontera entre lo visible e invisible, entre lo terrestre y loceleste.<strong>La</strong> inspiración tiene alas y por ello el arte es hijo de lalibertad de espíritu (como diría Schiller), no de los instintos.Es el espíritu el que es capaz de volar libre haciael Ideal de <strong>Belleza</strong>. Si está oprimido por lo grosero, porla oscuridad de una personalidad desordenada o "enferma",sólo reflejará ansia de libertad pero no un vuelolibre y elevado.Si el alma-puente está firme y despierta, el viento de lainspiración nos recorre realizando el prodigio y el entusiasmoabre el camino heroico al verdadero sacerdocioartístico.Pero si el alma no reconoce su naturaleza inmortalafirmada en lo celeste, entonces no se construye el puente,nos perdemos en los torbellinos espirales de esta orillamaterial, y convertida el alma en un espejo sólovemos reflejos de nosotros mismos y sombras quiméricas,reacciones automáticas producidas por el roce con elmundo.Es el artista entonces un puente que une las dos orillas,el mundo formal y el mundo de elevadas Ideas. Es uninstrumento a través del cual suena una sutil melodía.Por lo tanto ha de ser un buen puente, un extraordinario yafinado instrumento.Así, el artista requiere un constante perfeccionamiento,no sólo de su capacidad técnica, sino de su naturalezainterna. <strong>El</strong> artista nace como vocación, pero se hace através de su realización.Y en ese proceso de realización tiene una especialimportancia la afinación correcta del instrumento que esla personalidad del artista. Esta afinación significa haberajustado bien nuestras emociones, nuestros pensamientos,nuestros impulsos, y manteniendo el control sobrenosotros mismos, tensar cada una de las cuerdas adecuaday armónicamente, ni demasiado porque se romperían,ni muy poco porque no sonarían. Por ello el artista debeafinar cada uno de los aspectos de su vida, en lo psicológico,en lo mental y en lo vital, para que pueda produciruna cierta melodía y en nuestro instrumento-personalidad“Ni elevadainteligencia, niimaginación, niambas dos cosasen conjunto hacenal genio.¡Amor!,¡Amor!,¡Amor!.He aquí el almadel genio.”W. A. Mozart64
EL ARTE Y LA BELLEZApueda "sonar" el soplo de alguna Musa.Esta conjunción de factores: dominio de la técnica,dominio de sí mismo y equilibrio interno, ha de expresarsetambién en el control de la Imaginación. En realidadproceden de ella. Es la imaginación el campo dondeprimero se ha de dibujar cualquier creación artística oimpronta que la inspiración atrape. <strong>La</strong> imaginaciónentonces ha de obedecer a la voluntad, abierta a la intuición,sí, pero evitando el caos anárquico de una fantasíaque no reconoce dueño. Será la concentración, la agilidady ductilidad de una mente atenta y serena una de susmejores herramientas.Es esa serenidad mental uno de los factores que contribuyena la receptividad. Un silencio y una calma de lapersonalidad que se manifiesta en el artista consumado,fruto de un cierto desapego de las "cosas de este mundo".<strong>El</strong> silencio favorece la receptividad y la resonancia delos armónicos del arte. <strong>El</strong> silencio es apaciguamiento denuestro parloteo mental, de nuestra excitación banal ysuperficial. Es serenidad que nace del alejamiento de lasvicisitudes cotidianas. Una mente embotada y una psiquealterada no son el mejor estado para la receptividad estética.Pero la serenidad es una actitud interior que se puedemantener en medio de la agitación y la acción. Se tratade permanecer en el centro de nosotros mismos aún enmedio del combate, sin perder el control ni la inspiración.Aunque se mueva el mundo y se puedan estar tambaleandotodas las cosas, uno permanece en su seguridadinterior unido a su centro de fuerza.Óleo de <strong>El</strong>iseuMeifrén (1886).65