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Un análisis ético y estético de los parques zoológicos

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<strong>Un</strong> <strong>análisis</strong> <strong>ético</strong> y est<strong>ético</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>parques</strong> <strong>zoológicos</strong>est<strong>ético</strong> <strong>de</strong>l público justifica mantener animales salvajes en cautividad, y <strong>los</strong> argumentos encontra son abrumadores. Tanto si apelamos únicamente al bienestar <strong>de</strong> <strong>los</strong> animales, como siexigimos que se les reconozcan unos <strong>de</strong>rechos mínimos, su encierro en <strong>los</strong> zoos no resultaaceptable en términos <strong>ético</strong>s. 6Encerrar animales en zoos significa con<strong>de</strong>nar<strong>los</strong> <strong>de</strong> por vida a permanecer en entornosartificiales. Y si se trata <strong>de</strong> zoos abiertos al público, a sufrir a<strong>de</strong>más la continua presencia <strong>de</strong>seres humanos <strong>de</strong>sfilando ante sus instalaciones, gritándoles, tirándoles objetos, golpeando <strong>los</strong>cristales. Al verse confinados en pequeños habitácu<strong>los</strong>, <strong>los</strong> animales no pue<strong>de</strong>n realizar susconductas naturales, como explorar amplios territorios, procurarse el alimento, buscar pareja,abandonar un grupo para crear otro, etc… Pero, a<strong>de</strong>más, <strong>de</strong>ben adaptar su comportamiento alas normas artificiales que <strong>los</strong> zoos establecen. Cada zoo organiza la vida <strong>de</strong> sus animalesmediante una serie <strong>de</strong> normas convencionales: qué horas pasan al aire libre, y qué horas pasanen <strong>los</strong> habitácu<strong>los</strong> interiores; con qué frecuencia se les proporciona alimento y qué tipo <strong>de</strong>comida es. El mismo zoo <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> si mantiene a cada ejemplar solo o lo integra en un grupo,<strong>de</strong>ci<strong>de</strong> quién se reproduce con quién, y a qué animal traslada a otro zoo. A veces se separa aanimales que mantenían entre sí estrechas relaciones <strong>de</strong> amistad, se separa a hijos <strong>de</strong> susmadres, o se obliga a convivir a individuos que no se soportan. Los animales no pue<strong>de</strong>n tomarninguna <strong>de</strong>cisión sobre sus propias vidas. A<strong>de</strong>más, cuando son trasladados <strong>de</strong> un zoo a otro,<strong>de</strong>ben a<strong>de</strong>cuarse <strong>de</strong> nuevo a normas que pue<strong>de</strong>n ser muy distintas.Las condiciones <strong>de</strong> la cautividad, el no po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>sarrollar libremente sus conductasnaturales, <strong>los</strong> materiales con que están construidos sus habitácu<strong>los</strong>, alimentación ina<strong>de</strong>cuada,climas inapropiados o falta <strong>de</strong> veterinarios especializados causan a estos animales problemas<strong>de</strong> salud. Pero el sufrimiento psicológico es aún mayor. Muchos <strong>de</strong> estos animales expresansu malestar con comportamientos repetitivos, automutilaciones, agresividad, o conexpresiones faciales y corporales <strong>de</strong> tristeza, abatimiento y apatía. Es frecuente que sufranansiedad, estrés crónico o <strong>de</strong>presión.<strong>Un</strong>a crítica ética <strong>de</strong> <strong>los</strong> zoos <strong>de</strong>be abordar también el origen <strong>de</strong> <strong>los</strong> animales. La necesidad<strong>de</strong> abastecer a <strong>los</strong> miles <strong>de</strong> zoos públicos y privados genera un lucrativo negocio entre <strong>los</strong>cinco continentes. Muchos <strong>de</strong> <strong>los</strong> animales son capturados <strong>de</strong> la naturaleza: son cazados <strong>de</strong>manera violenta y trasladados en condiciones precarias y dañinas para su salud. 7 Buena parte<strong>de</strong>l comercio ilícito <strong>de</strong> animales está en manos <strong>de</strong> mafias que también practican otrosnegocios ilegales. 8 Ese comercio ilícito es tan elevado, que WWF lo consi<strong>de</strong>ra la segundacausa principal <strong>de</strong> la extinción <strong>de</strong> especies. 9 Por otro lado, existe también el negocio <strong>de</strong> <strong>los</strong>ejemplares nacidos en cautividad; aunque el intercambio entre <strong>los</strong> gran<strong>de</strong>s zoos públicos sealegal, y se a<strong>de</strong>cue al convenio CITES, no siempre suce<strong>de</strong> lo mismo con las coleccionesprivadas.6 Entre la bibliografía existente acerca <strong>de</strong>l conflicto moral <strong>de</strong> la cautividad, <strong>de</strong>staco: Jamieson, Dale,“Against Zoos”, en Morality’s Progress. Essays on Humans, Other Animals and the Rest of Nature, ClarendonPress, Oxford, 2002. Donaldson, Sue & Kymlicka, Will, “Wild Animal Sovereignty”, en Zoopolis. A PoliticalTheory of Animal Rights, Oxford <strong>Un</strong>iversity Press, 2011.7 Véanse <strong>los</strong> documentales: The Cove, dirigido por Louie Psihoyos, 2009; Blackfish, dirigido por GabrielaCowperthwaite, 2013.8 Véase el informe: WWF, La lucha contra el tráfico ilícito <strong>de</strong> vida silvestre, 2012, que trata tanto <strong>de</strong>lcomercio ilegal <strong>de</strong> ejemplares vivos para zoos privados, como <strong>de</strong> animales muertos:9 Véase también:118Actas I Congreso internacional <strong>de</strong> la Red española <strong>de</strong> Fi<strong>los</strong>ofíaISBN 978-84-370-9680-3, Vol. XVIII (2015): 115-129.

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