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ANTOLOGÍA CONED

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UNIVERSIDAD ESTATAL A DISTANCIACOLEGIO NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIACOORDINACIÓN ACADÉMICA<strong>ANTOLOGÍA</strong><strong>CONED</strong>MATERIA: ESPAÑOLCÓDIGO: 80016NIVEL: NOVENO


El <strong>CONED</strong> agradece a la M.Ps. Gigliola Fiorella Monge Lezcano, oriunda de SanJosé; graduada de la Universidad de Costa Rica y la Universidad Estatal a Distancia, por laelección y la presentación de los temas de la presente antología, así como el aporte a laeducación secundaria a distancia.Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentadoslos datos no implican, de parte del <strong>CONED</strong> o la UNED, juicio alguno sobre la condiciónjurídica de personas, países, territorios, ciudades o de autoridades.MATERIAL SIN FINES COMERCIALES PARA USO EXCLUSIVO DE ESTUDIANTES DELCOLEGIO NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA<strong>CONED</strong>Dirección general: Clara Vila Santo DomingoCoordinación académica: Jessica Ramírez AchoyCoordinación administrativa: Jéssica VegaCoordinador de área: Milena Ramírez PorrasTeléfonos 22-58-22-09 / 22-55-30-42 / 22-21-29-95Página Web: .© 2011, <strong>CONED</strong>


ÍNDICE DE LECCIONESPág.LECCIÓN 8 El mercader de Venecia: ¿justicia o caridad? _______________________ 91Expresión Escrita: El currículo __________________________________ 135Hagamos una autoevaluación _________________________________ 136LECCIÓN 9 Gina: en busca de la libertad ___________________________________ 137Expresión oral: crítica al mensaje escuchado _______________________141Hagamos una autoevaluación ___________________________________143LECCIÓN 10 Juan Rafael Mora Porras y la guerra contra los filibusteros:libertad e independencia _____________________________________ 144El periódico estudiantil ________________________________________ 146LECCIÓN 11 Idiay: identidad del ser costarricense _____________________________ 148Expresión escrita: Los dos puntos, el punto y coma y la coma _________ 155Hagamos una autoevaluación __________________________________ 157LECCIÓN 12 Los amorosos: viviendo en el amor y el desamor __________________ 159Expresión escrita: El asterisco, los puntos suspensivos, la raya ______ 163Ortografía: El uso de la “H” ____________________________________ 164Hagamos una autoevaluación __________________________________ 166LECCIÓN 13 Los ojos de Abril: una mirada interna _____________________________ 166El pronombre _______________________________________________ 171El adverbio ________________________________________________ 172Hagamos una autoevaluación de la novela _______________________ 176LECCIÓN 14 La culpa es de los tlaxcaltecas: conexión de dos mundos ____________ 177Expresión escrita: los complementos verbales _____________________ 190La oración copulativa y predicativa (transitiva e intransitiva) __________ 194Hagamos una autoevaluación _________________________________ 200Referencias bibliográficas ______________________________________ 201


LECCIÓN 1“LA VENTANA”: ENTRE LA ESPERA Y LA LIBERTADOBJETIVOS1. Reconocer en el texto “La ventana”, de Carlos Salazar Herrera, las características delgénero literario cuento.2. Analizar el cuento “La ventana”, de Carlos Salazar Herrera, desde una perspectivaestructural y de contenido.3. Comparar la privación de la libertad presente en “La ventana”, de Carlos SalazarHerrera, con una imagen representativa de dicho texto literario.4. Reconocer la importancia de la expresión oral y la escucha en el texto “La ventana”,de Carlos Salazar Herrera.5. Aplicar los usos correctos de la acentuación tanto prosódica como ortográfica en elcuento “La ventana”, de Carlos Salazar Herrera.6. Identificar los casos especiales de acentuación en el cuento “La ventana”, de CarlosSalazar Herrera.CONTENIDOSTexto literario: “La ventana” Autor: Carlos Salazar Herrera Género literario y características: Cuento. Análisis literario. Casos especiales de acentuación. Acentuación prosódica y ortográfica.5


INTRODUCCIÓNEn esta lección, estudiaremos el cuento “La ventana”, de Carlos SalazarHerrera. En ella se presentan distintos temas y uno de estos es la privación de lalibertad del protagonista (personaje nominal); es decir, no posee un nombre propio.Esta privación, que se desarrolla en el siglo XX, la contrastaremos con el derecho a lalibertad de los seres humanos. Posteriormente, estudiaremos el tema de lacomunicación y el acento prosódico y ortográfico.A continuación observaremos una imagen relacionada con el cuento en estudio.En esta se evidencia la privación de libertad a través de los barrotes, que restringen elespacio vital de los individuos.Fuente: Al observar atentamente la imagen, se puede reflexionar en el valor de la libertad.UBICACIÓN GENERAL DE “LA VENTANA”Autor: Carlos Salazar HerreraFuente: .Nació en San José, Costa Rica, en 1906. A partir de 1942, laboró en la Facultad deBellas Artes de la Universidad de Costa Rica, porque además de ser escritor fue escultor,pintor, grabadista y xilógrafo. En 1947, escribió el libro Cuentos de angustias y paisajes, elcual lo ilustró con sus propios grabados. Su producción cuentística refleja una descripciónpictórica en la cual los sentimientos toman la densidad de una pintura, es decir se vuelvenpalpables.Algunas de sus narraciones han sido traducidas a diferentes idiomas tales comoinglés, francés, alemán y ruso. En 1964, obtuvo el Premio Magón. Posteriormente, en 1975,publicó Tres cuentos. Falleció en 1980.6


Carlos Salazar Herrera fue fundador de Radio Universidad de Costa Rica, la cualdirigió durante 15 años. También publicó el libro Elementos de dibujo práctico, afín a sucarrera artística.Isla San Lucas¿Usted ha escuchado hablar de la “isla de los hombres solos” como fueconocido antiguamente el penal de la Isla San Lucas? Seguramente quesí. En el cuento en estudio, existe una referencia a esta cárcel. Investiguepor cuánto tiempo funcionó este sistema penitenciario en nuestro país._________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________Género literario: cuentoEl texto “La ventana” pertenece al género literario cuento. Según Manuel Pla y otros, elcuento se define como "Texto preferentemente breve, de contenido expectante, cuya acciónse intensifica y aclara en su mismo desenlace". El cuento posee las siguientescaracterísticas:1. Es breve porque se desarrolla en pocas páginas.2. Posee pocos personajes.3. Maneja solo un hilo argumentativo.4. Provoca un solo efecto en el lector.5. Está escrito en prosa.6. Es ficticio, ya sea total o parcialmenteLa ventanaÉl dijo, en una carta, que aquella nocheregresaría... y aquella noche, ella estabaesperándolo.Sentada en una banca de la salita, de ratoen rato, desde la ventana, hacía subir unamirada por la cuesta...hasta la Osa Mayor.Las casas, enfrente, blanqueadas con calde luna, estaban arrugadas de puro viejas.A veces, las luciérnagas trazaban líneascon tinta luminosa.El viento venía sobre los potreros cortandoaromas de santalucías, y entraba fragante porla ventana... igual que el gato de la casa.Del filtro de piedra caían las gotas en unatinaja acústica. Caía una gota y salía unanota... Caía una gota y salía una nota...Sobre los tinamastes del fogón, el agua delcaldero cantaba como nunca.Un San Antonio guatemalteco, se habíapuesto negro de tanto tragar humo de culitosde candela.La llama sobre el pabilo daba saltos sincaerse. Era un duendecillo de fuego... Pero alfin, un gatazo de viento se metió por laventana... y lo botó.7


La mujer se fue para la cocina, le robó alfogón un duende y, protegiéndolo con unamano, volvió a la sala.En aquel momento, entró él.El nuevo duendecillo proyectó en la paredun abrazo inmenso.—¿Qué querés?... —dijo ella cuando pudohablar.—Dame un vaso de agua de la tinaja.Hacía... ¡siete años! que tenía ganas debeber un vaso de agua fresca y pura deaquella resonante tinaja, porque allá... dondeél había estado tanto tiempo, el agua era tibiay salobre.Después... se puso a acariciar con susmiradas la salita de su casa. ¡Su casa!... ¡Suhogar!...Entonces notó que su mujer le habíahecho quitar los barrotes de hierro a laventana...Y con una mirada, destilando gratitud, ledio las gracias.Carlos Salazar HerreraEjercicio 1A continuación le presentamos cuatro características del cuento que aparecen reflejadasen “La ventana”:1. Está escrito en prosa. 2. Provoca un solo efecto en el lector.3. Presenta pocos personajes.4. Maneja solo un hilo argumentativo.Estas cuatro características del cuento se aprecian en estos cuatro ejemplos tomados de“La ventana”. Escriba al lado del ejemplo, en la línea que aparece al final, el número de lacaracterística a la que se refiere:1. Él dijo, en una carta, que aquella nocheregresaría… y aquella noche ella estabaesperándolo. Número __________2. El nuevo duendecillo proyectó en lapared un abrazo inmenso.Número _______3. Sentada en una banca de la salita, de rato enrato, desde la ventana, hacía subir una miradapor la cuesta…4. Y con una mirada, destilandogratitud, le dio las gracias.Número _______Número ________8


ANÁLISIS DEL CUENTO: “LA VENTANA”Ejercicio 2Recordemos el argumento. Ordene las oraciones que aparecen a continuación. Cada frasese refiere a un hecho del cuento. Usted las tiene que ordenar de acuerdo con el ordensecuencial de la lectura. Hágalo en los renglones que se le brindan para tal efecto. La mujer espera en la sala. El hombre regresa a la casa. El hombre le pide a la mujer un vaso de agua fresca. La mujer contempla la Osa Mayor. La mujer roba un duendecillo de fuego.________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________Líneas argumentales del cuentoUna vez que ha organizado los acontecimientos, se observa que hay dos temas olíneas argumentales en este cuento: una es la espera de la mujer por su compañero y laotra el reencuentro de la pareja. La esposa se encuentra sentada en la sala de la casa,mientras contempla la Osa Mayor, a la espera del regreso de su esposo al hogar, quienretorna luego de siete años de ausencia. Para comprender de una mejor manera estavisión de mundo, responda a las preguntas del Ejercicio 3.Ejercicio 31. ¿Qué observa la mujer mientras espera a su compañero?____________________________________________________________________________________________________________________2. ¿Cuál es la actitud de la mujer ante la ausencia del esposo?____________________________________________________________________________________________________________________3. ¿Con qué se alumbraba el hogar?____________________________________________________________________________________________________________________9


4. ¿Qué cambio efectúa la mujer en la casa?____________________________________________________________________________________________________________________Él y ella: dos personajes unidos por la esperaEn este cuento no se caracteriza físicamente a los personajes. Tampoco se lesatribuye un nombre propio. Sin embargo, desde el punto de vista emocional, se marcaclaramente conductas, anhelos y esperanzas que ellos experimentan en la secuencianarrativa.Personajes en “La ventana”-La mujer-El hombreUn narrador omniscienteEn este relato, el narrador de la historia se caracteriza por ser omnisciente, es decir,conoce a sus personajes, sus sucesos y pensamientos:Él dijo, en una carta, que aquella noche regresaría... y aquella noche, ella estabaesperándolo…En el ejemplo anterior extraído del texto, el narrador omnisciente nos da cuenta acercadel regreso de un hombre y de que la mujer lo espera. Por lo tanto, el narrador posee elconocimiento de lo que le ocurre a los personajes de la historia.De acuerdo con la interpretación del cuento “La ventana” del crítico literario JorgeAndrés Camacho, el espacio físico donde estuvo recluido el hombre protagonista del relatosería La isla San Lucas:“Lo primero que encontramos es que toda la anécdota está sugerida, a veces alextremo de presentar alguna dificultad en su comprensión; por ejemplo la alusión que sehace al presidio e la calurosa Isla San Lucas. “… porque allá… donde él había estado tantotiempo, el agua era tibia y salobre” (Camacho, 1982, p. 65).Historia de la isla San LucasEl presidio de la Isla San Lucas forma parte de la memoria colectiva de la sociedadcostarricense. Su historia es compleja y controversial, sobre todo en cuanto al tema de lamuerte y el grado de violencia que se vivió.10


La Isla San Lucas, durante 117 años, fue una de las más importantes cárceles delpaís. Según Gabriela Villalobos, historiadora del Museo Nacional de Costa Rica, lasparticularidades de su historia deben comprenderse en el marco de los cambios históricosque el sistema penitenciario, la concepción del crimen y la aplicación de la justicia ha tenidoen Costa Rica.San Lucas comenzó a funcionar como presidio, en 1873, con el mismo objetivo quetuvieron Australia o la Isla del Diablo en la Guyana Francesa: aislar y esconder de lasociedad a los considerados culpables de un crimen, a los etiquetados en ocasiones comolos peores delincuentes. Cuando se transformó la concepción sobre el tratamiento que debíadárseles a los privados de libertad, el presidio se convirtió, en 1958, en Colonia AgrícolaPenal. En 1991, San Lucas fue oficialmente cerrado, a pesar de que varios presosprotestaron porque no querían dejar la isla.Fuente: .Espacios físicos en “La ventana”-La casa rural-El presidioEjercicio 4¿Cómo describiría usted el lugar donde estaba recluido el hombre (personaje principal deeste cuento)? ¿Conoce alguna otra isla que haya servido de cárcel? Imagínelo y anote susideas en los siguientes renglones:__________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________11


Otro lugar importante que se menciona en este cuento es la casa rural donde la mujerespera el regreso de su esposo. Este lugar se describe como una vivienda inserta en unespacio rural en el cual no hay servicio de agua potable ni eléctrico. El agua se recoge entinajas y la casa se ilumina con candelas.Fuente: .Espacio físico: en el cuento "La ventana" el espacio físico es la casa, presentada como unlugar humilde y acogedor. Está segmentada en la cocina y la sala como los lugares decercanía y familiaridad entre los personajes.Espacio psicológico: en él predominan la espera del ser amado y el regocijo del encuentro.En el texto se percibe un anhelo de de reencuentro que culmina con la felicidad de la pareja yla gratitud del hombre.Espacio socioeconómico: en el cuento se evidencia la situación de una familia humilde, deescasos recursos, que habita en una zona rural.Espacio religioso: está presente en la mención al San Antonio, ya que en él se evidencia lafe y la devoción de la mujer al rezar por el regreso de su esposo.LECTURA DE TEXTOS NO LITERARIOSLos textos literarios y las imágenes son formas de expresar lo que una persona siente opiensa acerca de diferentes situaciones. Cada persona interpretará, según sus circunstanciasde vida, costumbres, valores y educación, entre otros aspectos, de acuerdo con su punto devista particular lo que lea.Ejercicio 5Compare la reacción del hombre cuando observa la ventana de la casa sin barrotes (tal comola imagen que se presenta al inicio de esta lección) y la suya cuando leyó el final del cuento.Para ello, visualice la imagen anterior y reflexione.________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________La libertad constituye un derecho invaluable.12


EXPRESIÓN ORALCONCEPTO DE LA COMUNICACIÓN ORALLa expresión oral se podría definir como la forma en que nos comunicamos connuestros semejantes por medio de nuestra voz, es decir al hablar con ellos. En la actualidadexisten diferentes maneras de llevar a cabo este proceso; por ejemplo: una conversacióntelefónica, una clase participativa entre docentes y estudiantes, una charla en una cafetería,entre otros.En esos procesos de comunicación, intervienen elementos indispensables tales comoel emisor, el receptor, el mensaje, el código, el canal y el contexto.Esquema número 1. La comunicación según Jakobson.Fuente: Tomado de internet: .El emisorSe define como aquel individuo que entabla un proceso de comunicación con otro u otros. Laintención de este puede ser transmitir un deseo, influir ideológicamente en otro (s), expresarun conocimiento, entre otras.El receptorEs la persona encargada de continuar el proceso comunicativo iniciado por el emisor, puestoque recibe la información y la procesa para hacerla llegar nuevamente al punto de origen.Nota aclaratoria: Durante el proceso de comunicación, el emisor puede ocupar el lugar delreceptor y viceversa (intercambiabilidad).El mensajeSe trata de lo que es expresado por el emisor e interpretado por el receptor.El canalEs el medio utilizado por el emisor y el receptor para recibir o transmitir los mensajes.13


El códigoEs un conjunto de siglas y de reglas mediante las cuales se establece una relación directaentre los participantes en el proceso comunicativo. Este debe ser común para todos losparticipantes.El contextoEs el espacio o situación particular en el cual se produce el contacto comunicativo entre elemisor y el receptor. Del contexto dependerá, en parte, la interpretación de los mensajes porparte de los implicados en la comunicación.Ejercicio 6A continuación se le presenta un proceso comunicativo. Identifique los elementos que locomponen.Emisor: __________________Receptor: __________________Canal: ___________________ Mensaje: ___________________Código: ___________________ Contexto: __________________EXPRESIÓN ESCRITADía tras día debemos mejorar como usuarios de nuestra lengua materna: el español;por lo tanto, resulta necesario leer y conocer la correcta escritura de las palabras, lo cual nosayudará con la redacción adecuada de artículos, cartas, recados y otros tipos de documentosescritos.Así, el desempeño, en relación con la redacción, se basará en la práctica diaria delectura y escritura con el objetivo de mejorar la comunicación tanto oral como escrita.AcentuaciónEn español hay dos tipos de acento: el prosódico y el ortográfico. El acento prosódicoes aquel que se utiliza para enfatizar en una sílaba específica de cada palabra. En cambio, elacento ortográfico es la marca gráfica de ese énfasis, que se conoce como tilde (á, é, í, ó, ú).Leyes de acentuaciónEn español existen tres grupos de palabras que se clasifican según su acentuación. Elprimer grupo corresponde a las palabras agudas, las cuales poseen el acento en la últimasílaba. Llevarán acento prosódico aquellas palabras terminadas en consonante excepto -n y -s. Se acentuarán ortográficamente aquellas que terminen en -n, -s o vocal.Ejemplos con acento ortográfico: canción, atrás, papá.Ejemplos con acento prosódico: caracol, tapiz, escapar. 14


Cabe aclarar que toda palabra monosilábica es aguda. Ejemplos: pan, mar, di, sal, tezy pez, entre otras. El monosílabo se tilda solo en caso diacrítico (tal como se estudiará másadelante).El segundo grupo de palabras se denominan graves, porque el acento recae sobre lapenúltima sílaba. Estas llevarán acento ortográfico cuando la palabra termine con cualquierconsonante, excepto -n, -s o vocal. Para el caso del acento prosódico, la palabra terminarácon -n, -s o vocal.Ejemplos con acento ortográfico: cráter, lápiz, árbol.Ejemplos con acento prosódico: manzana, examen, antes.Y, finalmente, el tercer grupo de palabras recibe el nombre de esdrújulas, pues suacento lo llevan en la antepenúltima sílaba. Toda palabra esdrújula tiene acento ortográficosin excepción.Ejemplos: semáforo, esdrújula, brújula.Nota aclaratoria: Cuando la palabra tenga acento en la trasantepenúltima sílaba recibirá elnombre de sobresdrújula y siempre irá con acento ortográfico.Ejemplos: dígaselo, explíquemelo, químicamente.Casos especiales de acentuaciónAcento diacríticoSe emplea en aquellas palabras monosilábicas en las cuales debe hacerse unadiferenciación, puesto que pertenecen a categorías gramaticales distintas. Por ejemplo:té (bebida, sustantivo)te (pronombre)Por lo tanto, se observa que en el primer caso corresponde a un sustantivo y, en el segundocaso, se trata de un pronombre. De esta forma, la tilde establece una diferenciación entreambos términos.Otros casos de acento diacríticode (preposición): muñeco de papelse (pronombre): Yo se lo dije a él.si (condicional o notal musical)Si llueve no salgo. / Dame un si bemol.dé (verbo dar): Dé el ejemplo.sé (verbo saber o verbo ser)Sé la verdad. / Sé buena niña.Sí (adverbio de afirmación)Sí, yo lo sabía.


tu (adjetivo posesivo)Me gusta tu sombrero.mas (conjunción adversativa)Estudió, mas no aprobó.aun (adverbio de modo ‘incluso’)Aun esforzándose, no lo logró.el (artículo definido)El gato es mío.mi (adjetivo posesivo o nota musical)Mi perro es negro.La melodía está compuesta en mimenor.tú (pronombre personal)Tú me caes muy bien.más (adverbio de cantidad)Quiero más postre.aún (adverbio de tiempo ‘todavía’)Aún te espero.él (pronombre personal)Él se llama Juan.mí (pronombre posesivo)¿Lo trajiste para mí?Llevan acento diacrítico las siguientes palabras: cuáles, quiénes, cuántos, cuándo,cómo, dónde y qué cuando sean adjetivos, pronombres y adverbios interrogativos oexclamativos directos o indirectos. Por ejemplo:¿Cuáles son mis lápices? (adverbio interrogativo directo)¡Qué calor! (adverbio exclamativo)Me preocupa quiénes lo dijeron (adverbio interrogativo indirecto)Acento en palabras compuestasLas palabras compuestas se escriben sin guion cuando forman un todo conceptual. Eneste caso, la primera palabra que la forma pierde su acento ortográfico si lo tenía. Porejemplo: trigésimo = trigesimoprimero. En cambio, las palabras compuestas llevan tildecuando la segunda palabra que las compone lleva acento. Por ejemplo: lámparas =portalámparas.Adverbios terminados en –menteEn los adverbios terminados en -mente no se toma en cuenta la terminación -mentepara la acentuación, si no que se respeta el acento de la palabra inicial. Por ejemplo: cortés =cortésmente; atroz = atrozmente.Acentuación de las letras mayúsculasLas mayúsculas, cuando lo requieran, sí llevan tilde. Cuando una palabra debe llevaracento gráfico en su primera letra, y ocurre que esta letra es mayúscula por estarencabezando un párrafo, por tratarse de un nombre propio, o por cualquier otra razón, debetildarse siempre. Por ejemplo: Ángel / Óscar.16


Acentuación de formas verbales con pronombresEsta norma se aplica a las formas verbales que se construyen agregando al verbo unode estos pronombres: me, te, le, se, la, lo. Pero, hay casos en que se le agrega después, enlugar de ponerlo antes como normalmente se hace. Así, con el verbo y el pronombre seformará una sola palabra: en lugar de se dice cambiará a dícese.La norma de acentuación de estas palabras es la siguiente: cuando la forma verbal llevabatilde antes de que se le una el pronombre, la nueva palabra conservará la tilde. Si, por elcontrario, la forma verbal no lleva tilde antes de la unión, la nueva palabra se regirá por lasleyes generales de acentuación gráfica. Por ejemplo: Le dijo / díjole.Ley del hiatoEsta norma indica que siempre que se juntan una vocal abierta átona con una vocalcerrada tónica, esta última lleva tilde aunque haya una “h” entre ellas. Por ejemplo, en laspalabras Raúl, bahía y búho, en estos casos el acento fonético recae sobre la vocal cerradatónica (i, u) y como están junto a una vocal abierta átona (a, e, o) deben tildarse.Ejercicio 7A continuación se le proporciona un fragmento del cuento “La ventana”. Coloque el acentoortográfico donde corresponda. Clasifique la palabra según el acento en agudas, graves oesdrújulas.El dijo, en una carta, que aquella noche regresaria… y aquella noche, ellaestaba esperandolo.A veces, las luciernagas, trazaban lineas con tinta luminosa.Del filtro de piedra caian las gotas en una tinaja acustica.Sobre los tinamastes del fogon, el agua del caldero cantaba como nunca.Palabras agudas Palabras graves Palabras esdrújulas17


Ejercicio 1RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN1. Él dijo, en una carta, que aquella nocheregresaría… y aquella noche ella estabaesperándolo.Número: 32. El nuevo duendecillo proyectó enla pared un abrazo inmenso.Número: 43. Sentada en una banca de la salita, de rato enrato, desde la ventana, hacía subir una mirada porla cuesta… Número: 14. Y con una mirada, destilandogratitud, le dio las gracias.Número: 2Ejercicio 2La mujer espera en la sala.El hombre regresa a la casa.El hombre le pide a la mujer un vaso de agua fresca.La mujer contempla la Osa Mayor.La mujer roba un duendecillo de fuego.Ejercicio 31. R/ La mujer contempla el paisaje y su mirada se dirige hacia la Osa Mayor.2. R/ La mujer es fiel. Espera el regreso de su esposo durante siete años.3. R/ Con la iluminación que proporcionaba el fogón. La casa no contaba con el servicio eléctrico.4. R/ Elimina los barrotes de la ventana con el objetivo de que el esposo olvidara los momentosque vivió en la cárcel.Ejercicio 4R/ La respuesta depende de la visión de mundo de cada estudiante.Ejercicio 5R/ La respuesta depende de la visión de mundo de cada estudiante.Ejercicio 6Emisor: maestraReceptor: estudiantesCanal: ondas sonoras que transmiten la vozMensaje: actividad escolarCódigo: idioma Contexto: espacio áulico 18


Ejercicio 7ÉlfogónPalabras agudas Palabras graves Palabras esdrújulasregresaríacaíanesperándololuciérnagaslíneasacústicaLECCIÓN 2“NOCTURNO SIN PATRIA”: LUCHANDO POR LA IGUALDAD DECONDICIONESOBJETIVOS1. Reconocer en el poema, “Nocturno sin patria”, de Jorge Debravo, algunascaracterísticas del género lírico.2. Identificar en el poema “Nocturno sin patria” la métrica, el tipo de rima, las figurasliterarias y las figuras de construcción.3. Analizar críticamente en el poema “Nocturno sin patria” la estructura y los elementosmorfosintácticos.4. Reflexionar en el motivo central del poema “Nocturno sin patria”.5. Reconocer los diferentes tipos de escucha.6. Elaborar una carta formal.CONTENIDOSTexto literario: “Nocturno sin patria” Autor: Jorge Debravo Género literario y características: Lírica Análisis literario. Escucha. Carta formal. 19


INTRODUCCIÓNEn esta lección, estudiaremos el poema “Nocturno sin patria”, de Jorge Debravo. Enella se presentan distintos temas y uno de estos es la lucha por la igualdad de condicionesde los seres humanos. Posteriormente, estudiaremos el tema de la escucha y la elaboraciónde la carta formal.UBICACIÓN GENERAL DE “NOCTURNO SIN PATRIA”Autor: Jorge DebravoJorge Debravo nació en Guayabo de Turrialba (Costa Rica) el 31 deenero de 1938. Murió en San José el 4 de agosto de 1967. Sufriótrabajos desde niño y su poesía está empapada de tanto humanismo,de ese amor al prójimo que convierte en Ley suprema para seguiradelante, para acabar con el hambre y la miseria.En los poemas, Jorge Debravo clama por la justicia social, la igualdad yel amor al prójimo.Fuente: .Género literario: líricoEl poema “Nocturno sin patria” pertenece al género literario lírico. La poesía (lírica) secaracteriza por lo siguiente:1. Está escrita en verso (podría haber presencia del verso libre).2. Es breve.3. Posee figuras literarias y figuras de construcción.4. Tiene métrica: ritmo y rima.5. El yo lírico expresa sentimientos profundos (subjetivos) dirigidos a un tú lírico (ellector).6. Presenta universalidad de temas: el amor, el dolor, la vida, la muerte, la felicidad y labelleza, entre otros.Conceptos básicos para recordarMétrica. Se refiere a la medida de los versos según la cantidad de sílabas que poseen.Ejemplo: heptasílabos = siete sílabas.20


Que na die ten ga tie rra = siete sílabas1 2 3 4 5 6 7Los versos pueden clasificarse en arte menor cuando miden hasta ocho sílabas y dearte mayor cuando miden de nueve sílabas en adelante.Tipos de rimaSe presenta en las palabras al final de cada verso.Rima asonante o imperfecta. Se da cuando coinciden las vocales en las palabras al finalde cada verso. Ejemplo:Que nadie tenga tierracomo tiene traje:que todos tengan tierracomo tienen el aire.Observe que en los versos 1 y 3 aparecen las vocales i-e; es decir, la rima esasonante en los versos impares 1 y 3. El mismo caso ocurre con los versos 2 y 4, dondeaparecen rimando las vocales a-e.Rima consonante o perfecta. Se presenta cuando coinciden tanto las vocales como lasconsonantes en las palabras finales del verso a partir de la vocal acentuada. Ejemplo:¡Viajar, viajar…! Perder lo que se tienepor lo que aún nos es desconocidohuir en una barca o en un sueñohacia el lugar apenas presentido.Observe que en esta estrofa del poema “¡Viajar, viajar!”, de Julián Marchena,coinciden las vocales y las consonantes –ido a partir de la vocal acentuada; es decir, larima es consonante o perfecta en los versos pares 2 y 4. Para el caso en estudio, en elpoema “Nocturno sin patria” no aparece este tipo de rima.Figuras literariasMetáfora. Consiste en una comparación que se da entre dos elementos, uno ausente yotro presente. El elemento ausente se recuerda por medio de características. Porejemplo: Y todos tienen su parcela de aire.Símil. Es una comparación entre dos elementos presentes. A diferencia de la metáfora,en el símil se utilizan los siguientes elementos comparativos: como, tal cual, parece, seasemeja y otros. Por ejemplo: la tierra es para todos,como el aire.21


Hipérbole. Consiste en una exageración. Por ejemplo: “Cogería las guerras de la punta yno dejaría una en el paisaje”.Figuras de construcciónEncabalgamiento. Se presenta cuando la idea de un verso termina en el verso siguiente.Por ejemplo:Me gustaría tener manos enormes /violentas y salvajesReiteración. Se presenta cuando se repite una palabra dentro de un mismo verso. Porejemplo: Que el aire no es de nadie, nadie, nadie…Aliteración. Se presenta cuando se repite un sonido de una o varias letras en un mismoverso para producir una mayor musicalidad. Por ejemplo: Que nadie tenga tierra como setiene trajeAnáfora. Consiste en la repetición de palabra inicial en versos diferentes. Por ejemplo:Que nadie tenga tierra como se tiene trajeQue nadie tenga tierraLECTURA DE TEXTOS LITERARIOSNocturno sin patriaYo no quiero un cuchillo en manos dela patria.Ni un cuchillo ni un rifle para nadie:la tierra es para todos,como el aire.Me gustaría tener manos enormes,violentas y salvajes,para arrancar fronteras una a unay dejar de frontera solo el aire.Que nadie tenga tierracomo tiene traje:que todos tengan tierracomo tienen el aire.Cogería las guerras de la puntay no dejaría una en el paisajey abriría la tierra para todoscomo si fuera el aire...Que el aire no es de nadie, nadie,nadie...Y todos tienen su parcela de aire.EJERCICIO 1A continuación le presentamos cuatro características de la lírica (poesía), que aparecenreflejadas en “Nocturno sin patria”.1. Es breve.2. Tiene figuras literarias(metáfora, hipérbole y símil).22


3. Posee figuras de construcción(encabalgamiento, epítetos,metonimias, reiteración, yanáfora).4. Carácter subjetivo (expresiónde los sentimientos del yo lírico).Escriba al lado de cada ejemplo, en la línea que aparece al final, el número de lacaracterística a la que se refiere:“Cogería las guerras de la puntay no dejaría una en el paisaje”Número ______“Que el aire no es de nadie, nadie,nadie…Y todos tienen su parcela de aire”.Número _____“Que nadie tenga tierra como se tiene trajeQue nadie tenga tierra como se tiene traje:Número ______“la tierra es para todos”Número ______ANÁLISIS DEL POEMA “NOCTURNO SIN PATRIA”En este poema se alude a dos visiones de mundo: el humanismo versus la posesiónde la tierra. El yo lírico se pronuncia en dos tiempos: un condicional simple (que indicaposibilidad) de actuar para eliminar las barreras imaginarias y artificiales que el ser humanoha creado, es decir, las fronteras:Me gustaría tener manos enormes,violentas y salvajes,para arrancar fronteras una a unay dejar de frontera solo el aireCogería las guerras de la puntay no dejaría una en el paisajey abriría la tierra para todos23


Con el tiempo presente, el yo lírico, en primera instancia, niega el hecho de pretenderdividir la patria, pues esta es la función metafórica que cumple el cuchillo en el poema.Posteriormente, emplea el verbo “es” para indicar igualdad de condiciones y derechos de losseres humanos: una misma equidad en términos de pertenencia:Yo no quiero un cuchillo en manos de la patria.Ni un cuchillo ni un rifle para nadie:la tierra es para todos,como el aire.El motivo central del poema “Nocturno sin patria” consiste en otorgar las mismascondiciones igualitarias en relación con el uso y la posesión de los terrenos mediante lacomparación que el yo lírico establece entre la parcela (porción pequeña de tierra) y el aire:Que el aire no es de nadie, nadie, nadie...Y todos tienen su parcela de aire.En el poema, prevalecen los versos heptasílabos (7) y endecasílabos (11). La rima secaracteriza por ser asonante o imperfecta, en la que coinciden únicamente las vocales en laspalabras finales de los versos.Ejercicio 2Para reforzar la comprensión de este análisis, responda a las siguientes preguntas:1. ¿Por qué el yo lírico desea eliminar las fronteras?________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________2. Comente los siguientes versos: Que nadie tenga tierra/como tiene traje:________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________24


3. A través de la lectura del poema, ¿qué espera el yo lírico de la humanidad?________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________4. ¿Cuál es la impresión que le genera a usted la palabra ‘guerra’ en el poema?________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________LA ESCUCHAEs un proceso activo que implica pensamiento, interviene la memoria a corto plazo, laasociación de ideas, el conocimiento del mundo, de la situación, de la propia personalidaddel oyente y principalmente de la reciprocidad en el acto comunicativo.Se escucha con un objetivo determinado: obtener información, o bien entender algo. Larespuesta es inmediata: se invierten los papeles emisor/receptor en cualquier momento, lacual exige gestos y miradas, entre otros aspectos.De acuerdo con Bickel (1982) (citado en Lomas, 1999), el oyente puede abordar la escuchacon menor o mayor atención de forma distraída: atenta, dirigida, creativa y crítica. Acontinuación se explicará cada tipo de escucha: Escucha distraída: es superficial, marginal, intermitente, con incapacidad para centrarla atención desde el principio y con continuidad. Se recibe el mensaje parcialmente ydistorsionado por la falta de atención. Escucha atenta: es suscitada por la motivación que incita a la escucha del mensaje.Hay una anticipación consciente de algo divertido, interesante o útil para el oyente. Escucha dirigida: presupone la motivación y el conocimiento de la finalidad por la quees necesario prestar atención. Escucha creativa: además de la motivación y el conocimiento de la finalidad, prevéuna participación mental activa con la evocación rápida de datos pertinentes obtenidosdel propio mapa cognitivo, de modo que el nuevo y el antiguo interactúan y sefundamentan. Lo escuchado pasa a formar parte de las vivencias y de la red cognitiva,y equivale a una experiencia directa.25


Escucha crítica: se puede producir cuando ya se tiene el hábito de implicarsecreativamente en la situación y un conocimiento concreto del tema para percibir yvalorar los fines del que habla con el objeto de adherirse a ellos o disentir.Ejercicio 3Observe la siguiente imagen. Identifique el tipo de escucha y descríbala en losrenglones de abajo.Fuente:


Lugar y fecha en que escribimos la carta.Nombre y dirección de la persona o institución a la que se dirige la carta formal.Si la persona destinataria de la carta ocupa un puesto en una institución o empresadebe indicarse el grado académico. Normalmente, se escribe la abreviatura: Ing.,Dr., Lic.Saludo. Para el caso de Costa Rica, se emplean frecuentemente los siguientessaludos: Estimado señor o Estimada señora. También podría anotarse el gradoacadémico y utilizando el apellido de la persona destinada Estimado ingenieroMartínez, por ejemplo.Asunto. Luego, se escribe escribimos el asunto por tratar en la carta formal.Finalmente, se anota la despedida y el nombre y la firma del remitente.Atentamente o cordialmente constituyen las fórmulas de despedida más usadas.Veamos un ejemplo de una carta de solicitud de materiales en una industria textil:Heredia, jueves 28 de julio del 2011Licda. Lucía Ramos SandovalDirectora de ProveeduríaTelas Industriales S.A.Zona FrancaApartado 1030, HerediaEstimada Licda. Ramos:El motivo de esta carta consiste en solicitarle los siguientes materiales para elDepartamento de Ensamblaje de Ropa de nuestra empresa: 50 metros de sedacolor amarillo, 10 ovillos de hilo color dorado y 75 agujas número 25 para máquinade coser.Los materiales anteriormente solicitados se requieren para la confección de ropa deverano. Agradezco enviarlos en la mayor brevedad posible.Sin otro particular,Atentamente,Michael MongeCoordinador del Departamento de Ensamblaje de Ropa27


Ejercicio 4Elabore una carta formal con los elementos anteriormente estudiados.28


RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓNEjercicio 1“la tierra es para todos”Número 1“Cogería las guerras de la puntay no dejaría una en el paisaje”Número 2“Que nadie tenga tierra como se tienetrajeQue nadie tenga tierra como se tienetraje:“Que el aire no es de nadie, nadie, nadie…Y todos tienen su parcela de aire”.Número 4Número 3Ejercicio 21. R/ Porque las considera divisiones artificiales del ser humano.2. R/ Se refiere, con el traje, a la diferenciación de clases sociales, es decir, alude alacaparamiento de la tierra según condición socioeconómica.3. R/ El yo lírico espera un ser humano justo, equitativo, con sentido de responsabilidad y justiciasocial.4. R/ El yo lírico desea eliminar las guerras, pero a la vez se contradice cuando refiere quedesearía tener “manos enormes, violentas y salvajes” para eliminar las fronteras, pues conesa alusión se recuerda el hecho de que la “violencia genera violencia” (elemento presente enlas guerras).Ejercicio 3En relación con la imagen de la escucha:R/ El tipo de escucha que se refleja en la ilustración es distraída. El joven se encuentra rodeado dediferentes estímulos externos tales como la televisión, la radiograbadora a todo volumen, el periódicoy debe atender la agenda. En ese momento, su cerebro está procesando cuatro eventos a la vez yninguno está atendiendo, pues su mente está dispersa.29


Ejercicio 4Laura Esquivel, estudiante del <strong>CONED</strong> de San Carlos, Alajuela, escribió la siguiente carta que, amodo de ejemplo, se transcribió.San Carlos, 26 de julio del 2011Dra. Elena Rodríguez RamosJefe de SaludEmpresa Salud para TodosApartado 23050, San Carlos, AlajuelaEstimada doctora Rodríguez:Los estudiantes del <strong>CONED</strong> de San Carlos, respetuosamente, le solicitamos unacotización para emitir un dictamen médico de 200 estudiantes de esta casa deenseñanza. Lo anterior se solicita para conocer nuestro estado de salud y, en casonecesario, detectar enfermedades a tiempo y darles el tratamiento respectivo.Agradecemos su atención a la presente petición.Cordialmente,Laura Esquivel30


LECCIÓN 3“LA SOLEDAD DE AMÉRICA LATINA”: REFLEXIONES SOBRE LOSCONTINENTES AMERICANO Y EUROPEOOBJETIVOS1. Reconocer, en el texto literario La soledad de América Latina, de Gabriel García Márquez,características del género literario ensayo.2. Analizar críticamente el ensayo La soledad de América Latina desde una perspectivaestructural y de contenido.3. Comparar la realidad social presente en La soledad de América Latina con la época actual.4. Elaborar un informe de investigación con temas presentes en el ensayo La soledad deAmérica Latina, de Gabriel García Márquez.CONTENIDOSTexto literario: “La soledad de América Latina” Autor: Gabriel García Márquez Género literario y características: ensayo Análisis literario. El informe de investigación31


INTRODUCCIÓNEn esta lección, estudiaremos el ensayo “La soledad de América Latina”, de GabrielGarcía Márquez. En ella se presentan distintos temas y uno de estos consiste en la reflexiónsobre los continentes americanos y europeos tomando como base la figura del ser humano.Posteriormente, estudiaremos el tema cómo elaborar un informe de investigación.UBICACIÓN GENERAL DE “LA SOLEDAD DE AMÉRICA LATINA”Autor: Gabriel García MárquezNació en Aracataca, Colombia en 1927. Tiene 84 añosde edad. Su nombre completo es Gabriel José de laConcordia García Márquez. En sus escritos, secaracteriza por la fina ironía. La obra más reconocida deeste autor: la novela Cien años de soledad. Actualmentereside en la Ciudad de México.Fuente:.Género literario: ensayoEl texto “La soledad de América Latina” pertenece al género literario ensayo, cuyascaracterísticas son las siguientes:1. Está escrito en prosa.2. Es breve.3. Combina la subjetividad y la objetividad en el análisis de los hechos.4. Expresa opiniones particulares del autor: el yo discursivo.5. Uso de variedad temática. Se puede basar en las diferentes disciplinas coninfinidad de temas.6. No agota el tema. Abre la posibilidad de que otras personas retomen el tema yescriban.El ensayo titulado La soledad de América Latina fue escrito por Gabriel García Márquez.Él lo pronunció ante la Academia Sueca el día en que le entregaron el Premio Nobel deLiteratura: 8 de diciembre de 1982.32


LECTURA DEL TEXTO LITERARIOAntonio Pigafetta, un navegante florentino queacompañó a Magallanes en el primer viajealrededor del mundo, escribió a su paso pornuestra América meridional una crónicarigurosa que sin embargo parece una aventurade la imaginación. Contó que había vistocerdos con el ombligo en el lomo, y unospájaros sin patas cuyas hembras empollabanen las espaldas del macho, y otros comoalcatraces sin lengua cuyos picos parecían unacuchara. Contó que había visto un engendroanimal con cabeza y orejas de mula, cuerpo decamello, patas de ciervo y relincho de caballo.Contó que al primer nativo que encontraron enla Patagonia le pusieron enfrente un espejo, yque aquel gigante enardecido perdió el uso dela razón por el pavor de su propia imagen.Este libro breve y fascinante, en el cual ya sevislumbran los gérmenes de nuestras novelasde hoy, no es ni mucho menos el testimoniomás asombroso de nuestra realidad deaquellos tiempos. Los cronistas de Indias noslegaron otros incontables. Eldorado, nuestropaís ilusorio tan codiciado, figuró en mapasnumerosos durante largos años, cambiando delugar y de forma según la fantasía de loscartógrafos. En busca de la fuente de la EternaJuventud, el mítico Alvar Núñez Cabeza deVaca exploró durante ocho años el norte deMéxico, en una expedición venática cuyosmiembros se comieron unos a otros y sólollegaron cinco de los 600 que la emprendieron.Uno de los tantos misterios que nunca fuerondescifrados, es el de las once mil mulascargadas con cien libras de oro cada una, queun día salieron del Cuzco para pagar el rescatede Atahualpa y nunca llegaron a su destino.Más tarde, durante la colonia, se vendían enCartagena de Indias unas gallinas criadas entierras de aluvión, en cuyas mollejas seencontraban piedrecitas de oro. Este delirioáureo de nuestros fundadores nos persiguióhasta hace poco tiempo. Apenas en el siglopasado la misión alemana de estudiar laconstrucción de un ferrocarril interoceánico enel istmo de Panamá, concluyó que el proyectoera viable con la condición de que los rieles nose hicieran de hierro, que era un metal escasoen la región, sino que se hicieran de oro. Laindependencia del dominio español no nospuso a salvo de la demencia. El generalAntonio López de Santana, que fue tres vecesdictador de México, hizo enterrar con funeralesmagníficos la pierna derecha que habíaperdido en la llamada Guerra de los Pasteles.El general García Moreno gobernó al Ecuadordurante 16 años como un monarca absoluto, ysu cadáver fue velado con su uniforme de galay su coraza de condecoraciones sentado en lasilla presidencial. El general MaximilianoHernández Martínez, el déspota teósofo de ElSalvador que hizo exterminar en una matanzabárbara a 30 mil campesinos, había inventadoun péndulo para averiguar si los alimentosestaban envenenados, e hizo cubrir con papelrojo el alumbrado público para combatir unaepidemia de escarlatina. El monumento algeneral Francisco Morazán, erigido en la plazamayor de Tegucigalpa, es en realidad unaestatua del mariscal Ney comprada en Parísen un depósito de esculturas usadas.Hace once años, uno de los poetas insignes denuestro tiempo, el chileno Pablo Neruda,iluminó este ámbito con su palabra. En lasbuenas conciencias de Europa, y a vecestambién en las malas, han irrumpido desdeentonces con más ímpetus que nunca lasnoticias fantasmales de la América Latina, esapatria inmensa de hombres alucinados ymujeres históricas, cuya terquedad sin fin seconfunde con la leyenda. No hemos tenido uninstante de sosiego. Un presidente prometeicoatrincherado en su palacio en llamas muriópeleando solo contra todo un ejército, y dosdesastres aéreos sospechosos y nuncaesclarecidos segaron la vida de otro decorazón generoso, y la de un militar demócrataque había restaurado la dignidad de su pueblo.En este lapso ha habido 5 guerras y 17 golpesde estado, y surgió un dictador luciferino queen el nombre de Dios lleva a cabo el primeretnocidio de América Latina en nuestro tiempo.Mientras tanto 20 millones de niñoslatinoamericanos morían antes de cumplir dosaños, que son más de cuantos han nacido enEuropa occidental desde 1970. Losdesaparecidos por motivos de la represión son33


casi los 120 mil, que es como si hoy no sesupiera dónde están todos los habitantes de laciudad de Upsala.Numerosas mujeres arrestadas encintas dierona luz en cárceles argentinas, pero aún seignora el paradero y la identidad de sus hijos,que fueron dados en adopción clandestina ointernados en orfanatos por las autoridadesmilitares. Por no querer que las cosassiguieran así han muerto cerca de 200 milmujeres y hombres en todo el continente, ymás de 100 mil perecieron en tres pequeños yvoluntariosos países de la América Central,Nicaragua, El Salvador y Guatemala. Si estofuera en los Estados Unidos, la cifraproporcional sería de un millón 600 milmuertes violentas en cuatro años.De Chile, país de tradiciones hospitalarias, hahuido un millón de personas: el 10 por cientode su población. El Uruguay, una naciónminúscula de dos y medio millones dehabitantes que se consideraba como el paísmás civilizado del continente, ha perdido en eldestierro a uno de cada cinco ciudadanos. Laguerra civil en El Salvador ha causado desde1979 casi un refugiado cada 20 minutos. Elpaís que se pudiera hacer con todos losexiliados y emigrados forzosos de Américalatina, tendría una población más numerosaque Noruega.Me atrevo a pensar que es esta realidaddescomunal, y no sólo su expresión literaria, laque este año ha merecido la atención de laAcademia Sueca de la Letras. Una realidadque no es la del papel, sino que vive connosotros y determina cada instante denuestras incontables muertes cotidianas, y quesustenta un manantial de creación insaciable,pleno de desdicha y de belleza, del cual éstecolombiano errante y nostálgico no es más queuna cifra más señalada por la suerte. Poetas ymendigos, músicos y profetas, guerreros ymalandrines, todas las criaturas de aquellarealidad desaforada hemos tenido que pedirlemuy poco a la imaginación, porque el desafíomayor para nosotros ha sido la insuficiencia delos recursos convencionales para hacer creíblenuestra vida. Este es, amigos, el nudo denuestra soledad.Pues si estas dificultades nos entorpecen anosotros, que somos de su esencia, no esdifícil entender que los talentos racionales deeste lado del mundo, extasiados en lacontemplación de sus propias culturas, sehayan quedado sin un método válido parainterpretarnos. Es comprensible que insistanen medirnos con la misma vara con que semiden a sí mismos, sin recordar que losestragos de la vida no son iguales para todos,y que la búsqueda de la identidad propia es tanardua y sangrienta para nosotros como lo fuepara ellos. La interpretación de nuestrarealidad con esquemas ajenos sólo contribuyea hacernos cada vez más desconocidos, cadavez menos libres, cada vez más solitarios. Talvez la Europa venerable sería máscomprensiva si tratara de vernos en su propiopasado. Si recordara que Londres necesitó300 años para construir su primera muralla yotros 300 para tener un obispo, que Roma sedebatió en las tinieblas de incertidumbredurante 20 siglos antes de que un rey etruscola implantara en la historia, y que aún en elsiglo XVI los pacíficos suizos de hoy, que nosdeleitan con sus quesos mansos y sus relojesimpávidos, ensangrentaron a Europa consoldados de fortuna. Aún en el apogeo delRenacimiento, 12 mil lansquenetes a sueldo delos ejércitos imperiales saquearon ydevastaron a Roma, y pasaron a cuchillo aocho mil de sus habitantes.No pretendo encarnar las ilusiones de TonioKröger, cuyos sueños de unión entre un nortecasto y un sur apasionado exaltaba ThomasMann hace 53 años en este lugar. Pero creoque los europeos de espíritu clarificador, losque luchan también aquí por una patria grandemás humana y más justa, podrían ayudarnosmejor si revisaran a fondo su manera devernos. La solidaridad con nuestros sueños nonos haría sentir menos solos, mientras no seconcrete con actos de respaldo legítimo a lospueblos que asuman la ilusión de tener unavida propia en el reparto del mundo.América Latina no quiere ni tiene por qué serun alfil sin albedrío, ni tiene nada de quiméricoque sus designios de independencia yoriginalidad se conviertan en una aspiración34


occidental.No obstante, los progresos de la navegaciónque han reducido tantas distancias entrenuestras Américas y Europa, parecen haberaumentado en cambio nuestra distanciacultural. ¿Por qué la originalidad que se nosadmite sin reservas en la literatura se nosniega con toda clase de suspicacias ennuestras tentativas tan difíciles de cambiosocial? ¿Por qué pensar que la justicia socialque los europeos de avanzada tratan deimponer en sus países no puede ser tambiénun objetivo latinoamericano con métodosdistintos en condiciones diferentes?No: la violencia y el dolor desmesurados denuestra historia son el resultado de injusticiasseculares y amarguras sin cuento, y no unaconfabulación urdida a 3 mil leguas de nuestracasa. Pero muchos dirigentes y pensadoreseuropeos lo han creído, con el infantilismo delos abuelos que olvidaron las locurasfructíferas de su juventud, como si no fueraposible otro destino que vivir a merced de losdos grandes dueños del mundo. Este es,amigos, el tamaño de nuestra soledad.Sin embargo, frente a la opresión, el saqueo yel abandono, nuestra respuesta es la vida. Nilos diluvios ni las pestes, ni las hambrunas nilos cataclismos, ni siquiera las guerras eternasa través de los siglos y los siglos hanconseguido reducir la ventaja tenaz de la vidasobre la muerte. Una ventaja que aumenta yse acelera: cada año hay 74 millones más denacimientos que de defunciones, una cantidadde vivos nuevos como para aumentar sieteveces cada año la población de Nueva York.La mayoría de ellos nacen en los países conmenos recursos, y entre éstos, por supuesto,los de América Latina. En cambio, los paísesmás prósperos han logrado acumularsuficiente poder de destrucción como paraaniquilar cien veces no sólo a todos los sereshumanos que han existido hasta hoy, sino latotalidad de los seres vivos que han pasadopor este planeta de infortunios.Un día como el de hoy, mi maestro WilliamFaullkner dijo en este lugar: "Me niego aadmitir el fin del hombre". No me sentiría dignode ocupar este sitio que fue suyo si no tuvierala conciencia plena de que por primera vezdesde los orígenes de la humanidad, eldesastre colosal que él se negaba a admitirhace 32 años es ahora nada más que unasimple posibilidad científica. Ante esta realidadsobrecogedora que a través de todo el tiempohumano debió de parecer una utopía, losinventores de fábulas que todo lo creemos, nossentimos con el derecho de creer que todavíano es demasiado tarde para emprender lacreación de la utopía contraria. Una nueva yarrasadora utopía de la vida, donde nadiepueda decidir por otros hasta la forma demorir, donde de veras sea cierto el amor y seaposible la felicidad, y donde las estirpescondenadas a cien años de soledad tenganpor fin y para siempre una segundaoportunidad sobre la tierra.Agradezco a la Academia de Letras de Sueciael que me haya distinguido con un premio queme coloca junto a muchos de quienesorientaron y enriquecieron mis años de lector yde cotidiano celebrante de ese delirio sinapelación que es el oficio de escribir. Susnombres y sus obras se me presentan hoycomo sombras tutelares, pero también como elcompromiso, a menudo agobiante, que seadquiere con este honor. Un duro honor queen ellos me pareció de simple justicia, peroque en mí entiendo como una más de esaslecciones con las que suele sorprendernos eldestino, y que hacen más evidente nuestracondición de juguetes de un azar indescifrable,cuya única y desoladora recompensa, suelenser, la mayoría de las veces, la incomprensióny el olvido.Es por ello apenas natural que me interrogara,allá en ese trasfondo secreto en dondesolemos trasegar con las verdades másesenciales que conforman nuestra identidad,cuál ha sido el sustento constante de mi obra,qué pudo haber llamado la atención de unamanera tan comprometedora a este tribunal deárbitros tan severos. Confieso sin falsasmodestias que no me ha sido fácil encontrar larazón, pero quiero creer que ha sido la mismaque yo hubiera deseado. Quiero creer, amigos,que este es, una vez más, un homenaje que serinde a la poesía.35


A la poesía por cuya virtud el inventarioabrumador de las naves que numeró en suIliada el viejo Homero está visitado por unviento que las empuja a navegar con supresteza intemporal y alucinada. La poesía quesostiene, en el delgado andamiaje de lostercetos del Dante, toda la fábrica densa ycolosal de la Edad Media. La poesía que contan milagrosa totalidad rescata a nuestraAmérica en las Alturas de Machu Pichu dePablo Neruda el grande, el más grande, ydonde destilan su tristeza milenaria nuestrosmejores sueños sin salida. La poesía, en fin,esa energía secreta de la vida cotidiana, quecuece los garbanzos en la cocina, y contagia elamor y repite las imágenes en los espejos.Ejercicio 1FINEn cada línea que escribo trato siempre, conmayor o menor fortuna, de invocar los espíritusesquivos de la poesía, y trato de dejar en cadapalabra el testimonio de mi devoción por susvirtudes de adivinación, y por su permanentevictoria contra los sordos poderes de lamuerte. El premio que acabo de recibir loentiendo, con toda humildad, como laconsoladora revelación de que mi intento no hasido en vano. Es por eso que invito a todosustedes a brindar por lo que un gran poeta denuestras Américas, Luis Cardoza y Aragón, hadefinido como la única prueba concreta de laexistencia del hombre: la poesía. MuchasgraciasA continuación le presentamos cuatro características del ensayo que aparecen reflejadasen “La soledad de América Latina”:1. Es breve. 2. Expresa opiniones particulares del autor.3. No agota el tema.4. Uso de variedad temática.Estas cuatro características del ensayo se aprecian en estos cuatro ejemplos tomados de“La soledad de América Latina”. Escriba al lado del ejemplo, en la línea que aparece alfinal, el número de la característica a la que se refiere:La poesía que con tan milagrosa totalidadrescata a nuestra América en las Alturas deMachu Pichu de Pablo Neruda el grande, elmás grande, y donde destilan su tristezamilenaria nuestros mejores sueños sinsalidaNúmero _____Agradezco a la Academia de Letras deSuecia el que me haya distinguido con unpremio que me coloca junto a muchos dequienes orientaron y enriquecieron mis añosde lector y de cotidiano celebrante de esedelirio sin apelación que es el oficio deescribir.Número _____36


América Latina no quiere ni tiene por qué ser un alfil sin albedrío, ni tienenada de quimérico que sus designios de independencia y originalidad seconviertan en una aspiración occidental.Número _____No obstante, los progresos de la navegación que han reducido tantas distancias entrenuestras Américas y Europa, parecen haber aumentado en cambio nuestra distanciacultural. ¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nosniega con toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social?¿Por qué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponeren sus países no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintosen condiciones diferentes?Número _______ANÁLISIS DEL ENSAYO “LA SOLEDAD DE AMÉRICA LATINA”Mediante el ensayo, Gabriel García Márquez expone diferencias políticas, sociales,económicas y culturales entre dos continentes: el americano y el europeo: datos fabulososalusivos a la crónica de Indias, la obsesión de los conquistadores españoles enLatinoamérica por obtener oro, datos sobre presidentes de Latinoamérica durante el sigloXIX, las guerras civiles y opresivas que caracterizaron a América latina durante el siglo XX,personas que recurrieron al exilio en Latinoamérica, incomprensión del continente europeoen relación con la interpretación de la literatura de Latinoamérica, preocupación por el temade la muerte en Latinoamérica y, finalmente, la poesía como un medio para evidenciaraspectos de la vida cotidiana.37


Ejercicio 2A continuación se le proporcionan cuatro temas del ensayo.1. Alusión a la crónica de Indias2. Obsesión por el oro3. Preocupación por el tema dela muerte en Latinoamérica4. Exiliados latinoamericanosEstos cuatro temas se aprecian en cuatro ejemplos tomados de “La soledad de AméricaLatina”. Escriba al lado del ejemplo, en la línea que aparece al final, el número de lacaracterística a la que se refiere:1. La guerra civil en El Salvador hacausado desde 1979 casi unrefugiado cada 20 minutos.Número _____2. Uno de los tantos misterios quenunca fueron descifrados, es el de lasonce mil mulas cargadas con cienlibras de oro cada una, que un díasalieron del Cuzco para pagar elrescate de Atahualpa y nunca llegarona su destino.Número _____3. Antonio Pigafetta, un naveganteflorentino que acompañó aMagallanes en el primer viajealrededor del mundo, escribió a supaso por nuestra Américameridional una crónica rigurosa quesin embargo parece una aventurade la imaginación.4. Mientras tanto 20 millones de niñoslatinoamericanos morían antes decumplir dos años, que son más decuantos han nacido en Europaoccidental desde 1970.Número ___________38


Ejercicio 3Para contextualizar el ensayo “La soledad de América Latina” en la sociedad costarricense,analice y responda a la siguiente pregunta:¿Cómo enfocaría usted el término ‘soledad’ en Costa Rica a la luz del ensayo leído “Lasoledad de América Latina? Escoja un tema del ensayo y desarróllelo.__________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________EXPRESIÓN ESCRITAEL INFORME DE INVESTIGACIÓNEn las asignaturas que se cursan ya sea en primaria, secundaria o a nivel universitariose requiere la presentación de informes de investigación, cuyo objetivo consiste en dar aconocer el resultado de alguna investigación sobre un tema en particular.El desarrollo de un informe conlleva los siguientes pasos:Elección del tema.Planteamiento de objetivos.Establecer una hipótesis (comprobar una afirmación provisional).Organizar el procedimiento para cumplir con los objetivos, demostrar la hipótesis yel método de trabajo (lectura, investigación bibliográfica y análisis de textos).Revisar fuentes de información tales como libros, revistas, periódicos, entrevistas apersonas. Esta es la fase de recopilación de datos.El informe de investigación se presenta por escrito. Se sugiere que sea elaboradoen computadora. Luego, se imprime en hojas blancas, tamaño carta y a dobleespacio.39


Partes del informe de investigaciónEl informe de investigación contiene las siguientes partes: portada, índice,introducción, desarrollo, conclusiones, referencias bibliográficas y anexos.En la portada se escribe el nombre de la institución, la asignatura, el título del trabajo, elnombre o los nombres de las y los autores, el lugar y la fecha en que se presenta elinforme.El índice incluye una lista de las partes en que está dividido el informe. Se indica lapágina en que se encuentra cada una de ellas.En la introducción se especifica el tema, los objetivos y la metodología de investigación.En el desarrollo, también denominado cuerpo del trabajo, presenta los datos, losargumentos y los ejemplos que responden a las preguntas y a los objetivos planteados.Esta sección del informe puede estar dividida en capítulos.En las conclusiones retoman lo expuesto en la introducción y se contrastan con losresultados de la investigación.En las referencias bibliográficas se ordenan alfabéticamente las fuentes consultadasdurante el proceso de investigación.También, se pueden incluir anexos (complemento de materiales informativos) tales comofotografías, gráficos, entrevistas, entre otros.RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓNEjercicio 1América Latina no quiere ni tiene por quéser un alfil sin albedrío, ni tiene nada dequimérico que sus designios deindependencia y originalidad seconviertan en una aspiración occidental.Número 1Agradezco a la Academia de Letras de Sueciael que me haya distinguido con un premio queme coloca junto a muchos de quienesorientaron y enriquecieron mis años de lectory de cotidiano celebrante de ese delirio sinapelación que es el oficio de escribir.Número 240


La poesía que con tan milagrosa totalidad rescata a nuestra América en las Alturas deMachu Pichu de Pablo Neruda el grande, el más grande, y donde destilan su tristezamilenaria nuestros mejores sueños sin salidaNúmero 3No obstante, los progresos de la navegación que han reducido tantas distancias entrenuestras Américas y Europa, parecen haber aumentado en cambio nuestra distanciacultural. ¿Por qué la originalidad que se nos admite sin reservas en la literatura se nos niegacon toda clase de suspicacias en nuestras tentativas tan difíciles de cambio social? ¿Porqué pensar que la justicia social que los europeos de avanzada tratan de imponer en suspaíses no puede ser también un objetivo latinoamericano con métodos distintos encondiciones diferentes?Número 4Ejercicio 21. La guerra civil en ElSalvador ha causado desde1979 casi un refugiado cada20 minutos.Número 42. Uno de los tantos misterios que nunca fuerondescifrados, es el de las once mil mulas cargadas concien libras de oro cada una, que un día salieron delCuzco para pagar el rescate de Atahualpa y nuncallegaron a su destino.Número 23. Antonio Pigafetta, un navegante florentino que acompañó a Magallanes en elprimer viaje alrededor del mundo, escribió a su paso por nuestra Américameridional una crónica rigurosa que sin embargo parece una aventura de laimaginación.Número 141


4. Mientras tanto 20 millones de niños latinoamericanos morían antes de cumplirdos años, que son más de cuantos han nacido en Europa occidental desde1970.Número 3Ejercicio 3R/ Cada estudiante externará la opinión de acuerdo con la visión de mundo propia.LECCIÓN 4“ÚNICA MIRANDO AL MAR”: ESPERANZA EN TIEMPO DE CRISISAMBIENTALOBJETIVOS1. Reconocer, en el texto literario Única mirando al mar, de Fernando Contreras Castro,algunas características del género literario novela.2. Analizar críticamente la novela Única mirando al mar desde una perspectivaestructural y de contenido.3. Comparar la realidad social presente en Única mirando al mar con la época actual.4. Reconocer las diferentes variedades fonéticas, morfológicas y léxicas del español deCosta Rica presentes en la novela Única mirando al mar, de Fernando ContrerasCastro.CONTENIDOSTexto literario: “Única mirando al mar” Autor: Fernando Contreras Castro Género literario y características: novela Análisis literario Variantes fonéticas, morfológicas y léxicas42


INTRODUCCIÓNEn esta lección, estudiaremos la novela Única mirando al mar, del escritorcostarricense Fernando Contreras Castro. Esta obra literaria aborda con profundidad y, a lavez, con humor el problema de la contaminación ambiental. Refleja como las personas, delos diferentes estratos sociales, están acostumbradas a desechar objetos que no han llegadoal final de su vida útil. Otro punto por destacar consiste en que, gracias a esto, se nospresenta una sociedad consumista y descorazonada, incapaz de valorar lo material y lohumano, ya que los seres humanos también se convierten en productos desechables. En lanovela que vamos a estudiar se una situación problemática: la despreocupación por cuidar elambiente, puesto que las personas desechan artículos que todavía son útiles y, a pesar delos grandes esfuerzos del gobierno por implementar la cultura del reciclaje, algunas personasno la adoptan y siguen contaminando al no clasificar ni separar los desechos.Posteriormente, se estudiará el tema de variantes fonéticas, morfológicas y léxicas basadasen la novela “Única mirando al mar”.UBICACIÓN GENERAL DE ÚNICA MIRANDO AL MARÚnica mirando al mar, escrito por el costarricense Fernando Contreras Castro, es un textoliterario, que pertenece al género literario novela.Fernando Contreras Castro nació en Costa Rica en el año 1963.Actualmente, se desempeña como docente e investigador en laUniversidad de Costa Rica. Es articulista y ensayista.Con la novela Los Peor, Fernando Contreras Castro obtuvo el PremioNacional Aquileo J. Echeverría, en 1995, premio que le fue otorgadonuevamente con su obra literaria El tibio recinto de la oscuridad.Fuente: .Género literario: Novela1. Es extensa.2. Está escrita en prosa.3. Posee varios personajes.4. Produce múltiples efectos en el lector.5. Puede ser ficticia en todo o en parte.6. Desarrolla varios hilos de acción.7. Reproduce situaciones de la vida cotidiana. 43


Realice la lectura completa del texto. Pág. 203Ejercicio 1A continuación le presentamos cuatro características de la novela que aparecenreflejadas en Única mirando al mar:1. Posee variospersonajes.2. Produce múltiples efectos en el lector.3. Reproduce situaciones de lavida cotidiana.4. Desarrolla varios hilos de acción.Estas cuatro características de la novela se aprecian en estos cuatro ejemplos tomadosde Única mirando al mar. Escriba al lado del ejemplo, en la línea que aparece al final, elnúmero de la característica a la que se refiere:1. Para el almuerzo hubo olla de carnecon verduras que (…) habían traído dela feria del agricultor enDesamparados. Domingo a domingoiban a juntar de la calle las verdurasque los mismos vendedores botan pordemasiado maduras o por demasiadoverdes o por magulladas que llegan delos sembradíos.2. Única iba sentada en el asiento de laventana pero no iba viendo nada; tampocopreguntó a donde se dirigían, sólo se dejóllevar, enjuta y temblorosa como un pajarillo,con la vista fija y el alma raída.Número _______Número _____44


3. Entre unos buzos y unos guardassocarrones del lugar armaron a martillazosuna suerte de altar desde donde el OsoCarmuco diría su sermón.Número ______4. Como se decía de La Llorona, unaloca, una pobre mujer que hacíavarios años había llegado al botaderocon su bebé de meses alzado.Número _____Ejercicio 2Resuelva el ejercicio de correspondencia que se le presenta a continuación. En lacolumna A aparecen algunas características de la Posmodernidad. En la columna B,elementos de Única mirando al mar que ilustran dichas características. Coloque elnúmero que corresponde a la característica de la Posmodernidad en el hecho de lanovela.COLUMNA ACOLUMNA B1. Uso de intertextos. ( ) Carta de Momboñombo Moñagalloal Presidente de Costa Rica.2. Presenta denuncias sociales. ( ) Historia de La Llorona.3. Combina elementos históricos y fantásticos. ( ) Octubre de 1992, año del quintocentenario de la invasión de América,marcó el cierre de lo queMomboñombo Moñagallo había hechopor su vida. No planificó botarse a labasura.4. Reivindica sujetos marginales. ( ) Era un buzo más de los de abordo, peroun día se encontró entre losdesperdicios una sotana púrpura enmás o menos buen estado(… ) una Biblia que también había ido a pararahí, y lo interpretó como una señal.5. Evidencia mitos y creencias marginales. ( ) El vigilante denunció el hecho y perdió sutrabajo. No tenía garantías sociales, por lotanto no se sintió nunca un costarricense.45


6. Describe situaciones cotidianas. ( ) —¡¡¡¡Feliiiiiiz año nueeeeevooo!!!! —, sedijeron los buzos sin haber estrenado jamásun año, sino haber vivido siempre de losharapos del tiempo con los que cosían lacamisa de fuerza de sus cotidianidades.ANÁLISIS DE LA NOVELA ÚNICA MIRANDO AL MAREn esta novela el lector evidencia una sociedad excluyente para los ciudadanoscostarricenses sin recursos económicos. La obra literaria refleja la vida en el botadero debasura, Río Azul. El narrador recrea la realidad de la década de principios de los años 1990,en Costa Rica, y vincula la problemática ecológica con temas tales como la solidaridad, elprincipio de cooperación, el amor, la amistad y el reciclaje no sólo de objetos, sino de la vidade los seres humanos, entre otros.El mar es símbolo de la dinámica de la vida, pues constituye la imagen tanto de la vidacomo de la muerte y genera incertidumbre en relación con el futuro incierto de los habitantesdel botadero de Río Azul.La mirada de Única Oconitrillo hacia el mar manifiesta el dolor de una mujer que, entiempos pasados, laboró como maestra, adoptó un niño con necesidades especiales(autismo): El Bacán. Única recicló del botadero de basura a Momboñombo Moñagallo, sedesempeñó como la administradora de los alimentos los días domingos y proporcionabaamor maternal a quienes la rodeaban.Los buzos reflejan un conjunto de conductas y valores olvidados por las clasessociales con poder adquisitivo. En su precario entorno ellos comparten las diferentescelebraciones alrededor del calor humano, sin la necesidad de compartir bienes materialespara que éstas adquieran sentido.En la sociedad actual, las personas acostumbran a desechar todo lo que consideraninservible sin fijarse que muchos de esos artículos podrían ser reutilizados. En algunoscasos, se descartan objetos que no han llegado, siquiera, al fin de su vida útil. Por estemotivo, se ha agudizado el problema del manejo de los desechos o basura en nuestro país, atal punto de que las mismas personas se han visto como objetos desechables.El punto más sensible, en el problema de la basura, consiste en que competesolamente a nivel estético; es decir, que nos preocupamos únicamente por lo mal que seobserva el exceso de basura acumulado en las calles, botaderos o en cualquier lugar. Deesta forma, perdemos de vista el daño que se produce tanto en el ambiente como en lainfraestructura de nuestras ciudades.De igual forma, juzgamos a las personas en virtud de su aspecto físico o supresentación y las excluimos por no cumplir las normas estéticas establecidas por lasociedad. Este es el caso de los buzos, quienes al presentarse con sus ropas sucias y46


malolientes son rechazados por las demás personas sin tomar en cuenta que ellos simple ysencillamente buscan una manera de subsistir en una sociedad que ha perdido el interés porlos valores humanos para ponderar los valores económicos.En esta novela encontramos distintas variedades fonéticas, morfológicas y léxicas. Acontinuación, explicaremos cada una de ellas.Variedades fonéticasAl hablar de variantes fonéticas, nos referimos al cambio en la pronunciación dealgunos sonidos de nuestra lengua. Por ejemplo, la letra “r”, ya que en el Valle Central,normalmente, se pronuncia de forma fricativa, es decir “arrastrándola”, pero en otros lugaresse pronuncia de manera retrofleja.Ejemplo de variedad fonética (forma fricativa)‘pupitre’ [ pu 'pi tɹe]ºEjemplo de variedad fonética (forma retrofleja)‘carne’ ['kane]Variedades morfológicasSe presentan cuando la forma de las palabras varía, es decir cuando su estructura cambia.Un ejemplo muy particular es la forma de elaborar los plurales, ya que se tiende a agregar unmorfema -s a los tradicionales –s y –es para el caso de mamases, papases, pieses, entreotros.Variedades léxicasSe presentan cuando se utilizan palabras diferentes para referirse a una misma idea.Por ejemplo, en Puntarenas, ‘estar curtido’ significa ‘estar sucio’, mientras que en el ValleCentral el término ‘curtir’ remite al trabajo con cuero, es decir, a la talabartería.Ejercicio 3A continuación aparece una lista de acontecimientos de la novela Única mirando almar. Léalos y ordénelos en los renglones que se le ofrecen de acuerdo con eldesarrollo secuencial del relato. Muerte de El Bacán por causa de un ataque asmático. Momboñombo Moñagallo es despedido por denunciar el robo de libros. Protesta de los buzos por las calles de San José. Boda de Momboñombo Moñagallo y Única Oconitrillo. 47


Viaje de Momboñombo Moñagallo y Única Oconitrillo a Puntarenas. Oso Carmuco se encuentra una sotana y una biblia y se creesacerdote. Momboñombo Moñagallo escribe una carta al Presidente de laRepública. Momboñombo Moñagallo pierde su identidad y decide lanzarse a labasura. Los buzos del relleno sanitario celebran juntos la Navidad. Única encuentra a Momboñombo Moñagallo en el relleno sanitario.______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________Una vez que hemos organizado los acontecimientos, podemos observar que hayvarios temas o líneas argumentales fundamentales en esta novela: la vida y la convivenciade los buzos en el botadero Río Azul, las historias de sus personajes principales (ÚnicaOconitrillo y Momboñombo Moñagallo), las historias secundarias intercaladas de El OsoCarmuco, La Llorona y El Bacán.Momboñombo Moñagallo es despedido de su empleo por denunciar el robo de librosen la Biblioteca General. Se lanza al basurero, al ser un hombre desempleado y con edadavanzada. Cuando se encuentra viviendo en el relleno sanitario se convierte en el líder de ungrupo de marginados que pretende buscar mejoras sociales y económicas al defender losderechos de este gremio.Para comprender este conflicto, respondamos a las siguientes preguntas del Ejercicio 4:48


Ejercicio 41. ¿Por qué Momboñombo Moñagallo decide lanzarse a la basura?______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________2. ¿Cómo logra Momboñombo Moñagallo insertarse en el ambiente del basurero?______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________3. ¿Cuál es la estrategia, utilizada por Momboñombo Moñagallo, para defender losderechos de los buzos?______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________4. ¿Cuál es la medida que toman los buzos ante el silencio de Casa Presidencial?______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________5. ¿Cuál es la actitud de Única ante la pérdida de El Bacán?______________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________Motivo central de la novela Única mirando al marLa denuncia social de la desvalorización que se manifiesta tanto en los objetoscomo en las personas. Los buzos quieren ser considerados como sereshumanos con derechos, especialmente con el derecho al respeto. La figura deMomboñombo Moñagallo es fundamental, pues él lucha por generar concienciaen la sociedad costarricense sobre esta problemática.49


Detengámonos un poco en las figuras de Única Oconitrillo, Momboñombo Moñagallo,El Bacán, La Llorona y Oso Carmuco para intentar caracterizarlas. La idea consiste enelaborar un retrato hablado donde expliquemos cómo son ellos a nivel emocional.Ejercicio 5A continuación aparecen cinco cuadros con el dibujo de personajes de la novela Únicamirando al mar. Escriba en el espacio en blanco sus características físicas y emocionales,según corresponda. Para ello, es necesario que vuelva a leer la novela para encontrar cuálesson las descripciones, emociones y sentimientos que mueven las acciones.ÚnicaOconitrilloCaracterísticasfísicasMomboñomboMoñagalloCaracterísticasfísicasEl Bacán La Llorona Oso CarmucoCaracterísticasfísicasCaracterísticasemocionalesCaracterísticasemocionalesFuente: 50


Personajes principales en la novela Única mirando al mar- Única Oconitrillo.- Momboñombo Moñagallo.- El Bacán.- La Llorona.- El Oso Carmuco.Esta novela, que estamos estudiando, se desarrolla en un lugar específico: elbotadero de Río Azul. En la década de 1990, en Costa Rica, específicamente en el cantónde La Unión, en Cartago, los vecinos de ese lugar generaron una polémica al considerar queese relleno sanitario había llegado al límite de su vida útil y, por lo tanto, era un foco deinfección y peligro para todos los vecinos de las zonas aledañas.Buzos en Río Azul. Botadero de Río Azul en el año 2006.Fuente: La Nación digital.Fuente: La Nación digital.Fuente: .Ejercicio 6Lea el siguiente fragmento de una noticia tomada de La Nación digital:“Las 9.000 toneladas de desechos que generan diariamente loshabitantes de Costa Rica se distribuyen entre botaderos a cielo abierto yvertederos semicontrolados que contaminan aire y suelo, así como enrellenos sanitarios que ya no dan abasto”. (La Nación digital, 2 de abril,2006.51


Responda a las siguientes preguntas teniendo en cuenta la información brindada sobre elbotadero de basura:1. ¿Qué idea tiene usted acerca de la descripción del botadero de Río Azul?____________________________________________________________________________________________________________________________________________________2. ¿Por qué se considera que el suelo y el aire se contaminan con la presencia de unrelleno sanitario?________________________________________________________________________________________________________________________________________________3. Si los vertederos de basura ya no dan abasto, ¿qué opina usted de que dieciséis añosdespués el problema de la basura continúe?____________________________________________________________________________________________________________________________________________________La novela Única mirando al mar es relatada por un narrador omnisciente, puesto queél conoce tanto las acciones como los sentimientos y pensamientos de cada uno de lospersonajes.Para reflexionarEl tema de la protección del ambiente no es nuevo. Ha sido motivo dediscusión durante mucho tiempo. Incluso, nosotros mismos, hablamos,criticamos y condenamos el mal manejo de este problema. Pero, ¿nosquedamos solo allí o colaboramos de alguna manera para solucionarlo?52


RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓNLas respuestas que se ofrecen, obedecen a nuestro propio proceso de lectura e interpretacióndel poema. Por lo tanto, pretenden orientar al estudiante en relación con lo que pudo haberrespondido. En algunos casos, podría ser que varíe entre lo que el estudiantado responda y lo quenosotras planteamos.Ejercicio 11. Para el almuerzo hubo olla de carne converduras que Única (…) habían traído de laferia del agricultor en Desamparados.Domingo a domingo iban a juntar de la callelas verduras que los mismos vendedoresbotan por demasiado maduras o pordemasiado verdes o por magulladas quellegan de los sembradíos.2. Única iba sentada en el asiento de laventana pero no iba viendo nada;tampoco preguntó a donde se dirigían,sólo se dejó llevar, enjuta y temblorosacomo un pajarillo, con la vista fija y elalma raída.Número 2Número 33. Entre unos buzos y unos guardassocarrones del lugar armaron a martillazos unasuerte de altar desde donde el Oso Carmucodiría su sermón. Número 14. Como se decía de La Llorona, una loca,una pobre mujer que hacía varios añoshabía llegado al botadero con su bebé demeses alzado.Número 4Ejercicio 2COLUMNA ACOLUMNA B1. Uso de intertextos. (4) Carta de Momboñombo Moñagalloal Presidente de Costa Rica.2. Presenta denuncias sociales. (1) Historia de La Llorona.53


3. Combina elementos históricos y fantásticos. (3) Octubre de 1992,año del quintocentenariode la invasión de América, marcóel cierre de lo que Momboñombo Moñagallohabía hecho por su vida. No planificó botarsea la basura.4. Reivindica sujetos marginales. (5) Era un buzo más de losde abordo, pero un día seencontró entre losdesperdicios una sotana púrpura en más omenos buen estado (…) una Biblia quetambién había ido a parar ahí, y lointerpretó como una señal.5. Evidencia mitos y creencias marginales. (2) El vigilante denunció elhecho y perdió su trabajo. Notenía garantías sociales, por lotanto no se sintió nunca uncostarricense.6. Describe situaciones cotidianas. (6) —¡¡¡¡Feliiiiiiz añonueeeeevooo!!!! —, se dijeronlos buzos sin haber estrenadojamás un año, sino haber vividosiempre de los harapos deltiempo con los que cosían lacamisa de fuerza de suscotidianidades.Ejercicio 31. Momboñombo Moñagallo es despedido por denunciar el robo de libros.2. Momboñombo Moñagallo pierde su identidad y decide lanzarse a la basura.3. Única encuentra a Momboñombo Moñagallo en el relleno sanitario.4. Oso Carmuco se encuentra una sotana y una biblia y se cree sacerdote.5. Los buzos del relleno sanitario celebran juntos la Navidad.6. Boda de Momboñombo Moñagallo y Única Oconitrillo.7. Momboñombo Moñagallo escribe una carta al Presidente de la República.8. Protesta de los buzos por las calles de San José.9. Muerte de El Bacán por causa de un ataque asmático.10. Viaje de Momboñombo Moñagallo y Única Oconitrillo a Puntarenas.54


Ejercicio 41- R/ Por haber sido despedido de su empleo de guarda y darse cuenta de que no era útil para lasociedad por su edad avanzada.2- R/ Por medio del apoyo de Única, que le demuestra que aun en la adversidad vale la penacontinuar viviendo.3- R/ Escribir una carta al Presidente de Costa Rica para exponerle la problemática que estabanviviendo.4- R/Organizar una marcha pacífica hacia Casa Presidencial para entrevistarse con elpresidente.5- R/Única pierde el contacto con la realidad. Aparentemente se vuelve autista.Ejercicio 5ÚnicaOconitrilloMomboñomboMoñagalloEl BacánLa LloronaOso CarmucoCaracterísticasfísicasCaracterísticasfísicasCaracterísticasfísicasCaracterísticasemocionalesCaracterísticasemocionalesAlta, delgada,enjuta de carnesy anciana.Anciano de 66años.Asmático,delgado,pequeño, deojos azules ybarba cerrada.Se vuelve locaal perder a suhijo.Loco, se creyósacerdote porhaberencontrado unabiblia y unasotana.Ejercicio 61. R/ Pregunta abierta para que el o la estudiante externe su opinión.2. R/ Por estar en contacto con desechos orgánicos e inorgánicos, que producen brotes infecciosos,que causan deterioro en el ambiente. Además de que, por medio de esos elementos, pueden llegar alos seres humanos.3. R/ Pregunta abierta para que el o la estudiante externe su opinión.55


LECCIÓN 5“EN EL SÉPTIMO CÍRCULO”: ENTRE EL PODER Y LA VIOLENCIAOBJETIVOS1. Reconocer, en el texto literario El sétimo círculo, de Daniel Gallegos, algunascaracterísticas del género literario dramático.2. Analizar críticamente la pieza teatral El sétimo círculo desde una perspectivaestructural y de contenido.3. Reconocer la dramatización como una técnica grupal de trabajo en equipo.CONTENIDOSTexto literario: “El sétimo círculo” Autor: Daniel Gallegos Género literario y características: dramático Análisis literario La dramatización56


INTRODUCCIÓNEn esta lección estudiaremos la pieza teatral El sétimo círculo, del escritor DanielGallegos. En ella se aprecian los temas de la violencia y el poder de los jóvenes hacia losancianos y viceversa. Posteriormente, estudiaremos el tema de la dramatización comotécnica grupal en el trabajo colaborativo en clase.UBICACIÓN GENERAL DE “EL SÉTIMO CÍRCULO”Autor: Daniel GallegosDaniel Gallegos es un escritor costarricense y abogado de profesión.Nació en San José. Posee experiencia como dramaturgo. Ha dirigidopuestas en escena. Se ha desempeñado como docente universitario pormás de 25 años.Daniel Gallegos obtuvo el premio Magón de Cultura en 1998.Fuente: < http://www.editorialcostarica.com/escritores.cfm?detalle=1038>.Características del género literario dramático1. Se divide en actos y estos en escenas.2. Está escrita para ser representada frente a un público espectador.3. Los personajes son representados por actores.4. Se requiere escenografía y mobiliario para la representación.5. Posee acotaciones (notas explicativas del autor).6. Presenta tres partes fundamentales: planteamiento (se conocen a los personajes y elconflicto), nudo (problema o conflicto que se desarrolla) y desenlace (resolución delconflicto).Lea el texto completo.57


Ejercicio 1Lea el siguiente fragmento de “El sétimo círculo”. Identifique y mencione las característicasdel género literario dramático presentes en dicho fragmento.Rufino: -Nos hastía todo lo que ustedes tienen. Lo que ustedes representan. Yno crea que no tenemos de toda esta mierda en nuestras casas. Vivimos encasas mejores que ésta. (Bota una serie de adornos que estaban sobre elpiano).Características del género literario dramático__________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________Ejercicio 2Relacione la característica del personaje según corresponda.Columna AColumna Ba. Dora ( ) Símbolo de generaciones veniderasb. Esperanza ( ) Utiliza la maternidad negativamente.c. Rona ( ) Anciano de 68 años y trabajador.d. Chita ( ) Joven albino e irreverente.e. Félix ( ) Anciana frustrada y vengativa.f. Rufino ( ) Anciana abnegada por la familia.g. Manolo ( ) Joven drogadicta y violenta.h. El niño ( ) Tiene 60 años. Ciudadano ejemplar.i. Rodrigo ( ) Tiene menos de 30 años. Es cruel.58


ANÁLISIS DEL DRAMA “EL SÉTIMO CÍRCULO”Se divide en dos actos. Durante el primer acto se encuentran los ancianos en unacelebración del cumpleaños del personaje Félix. Dicha fiesta es interrumpida por Rona, unajoven que engaña a los ancianos al portar un niño en brazos, artimaña que le sirve paraingresar a la vivienda y amenazarlos mediante el abuso del poder psicológico de los jóvenessobre los ancianos. Luego, casi al finalizar el primero acto y a inicios del segundo, lospapeles se invierten y Dora se convierte en símbolo de poder mediante una actitud violenta,a pesar de las súplicas de Esperanza en un intento de que todos recapaciten.Espacios en “El sétimo círculo”La obra literaria presenta la el espacio de la casa de los ancianos comorepresentación de un círculo vicioso de la violencia. Desde una perspectiva psicológica, lospersonajes experimentan sentimientos de miedo y se caracterizan por la carencia de valores.Socialmente, los jóvenes se burlan de los ancianos y la pieza teatral manifiesta una claracrítica en contra la seguridad de los ciudadanos, puesto que los jóvenes invaden un espacioque no les corresponde irrumpir.“El respeto al derecho ajeno es la paz”.Benito Pablo Juárez GarcíaLa dramatización como técnica grupal colaborativaLa dramatización posibilita la recreación de vivencias personales y, a la vez, permiteexpresar opiniones en un mundo divergente. Por medio de técnicas de juego (lúdicas) losestudiantes pueden escenificar diferentes situaciones de la vida cotidiana con base en obrasliterarias leídas. Lo anterior se conoce como escenificación. Para ello, es necesario elegir untema y representarlo frente al grupo estudiantil con base en argumentos previamenteanalizados por el grupo que representará la dramatización, cuya finalidad consiste en dejaruna enseñanza moral. Cada estudiante tomará un papel y será representado mediante unpersonaje.Sugerencias para desarrollar la dramatización grupal:- Adecuar el tono de voz según cada escena.- Gesticular adecuadamente y en concordancia con la escena.- Presentarse de frente al público espectador.- Sentir el papel del personaje.- Utilizar materiales para recrear el escenario.59


Ejercicio. Forme grupos de cuatro o cinco y haga una dramatización sobre laviolencia contra los hombres, los niños, la mujer, los ancianos, o bien laviolencia en los colegios o los estadios y preséntela al grupo.RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓNEjercicio 1Características del género literario dramático1. Presencia de acotación.2. Presencia de una escena.3. Da a conocer el nudo (conflicto)4. Presencia de escenografía y mobiliario.5. Se conoce al personaje (Rufino en este caso particular).Ejercicio 2Columna AColumna Ba. Dora ( h ) Símbolo de generaciones veniderasb. Esperanza ( c ) Utiliza la maternidad negativamente.c. Rona ( i ) Anciano de 68 años y trabajador.d. Chita ( g ) Joven albino e irreverente.e. Félix ( a ) Anciana frustrada y vengativa.f. Rufino ( b ) Anciana abnegada por la familia.g. Manolo ( d ) Joven drogadicta y violenta.h. El niño ( e ) Tiene 60 años. Ciudadano ejemplar.i. Rodrigo ( f ) Tiene menos de 30 años. Es cruel.60


LECCIÓN 6“LA MANO QUE NOS BUSCA”: EXPRESANDO SENTIMIENTOS HUMANOSDIECISIETE INGLESES ENVENENADOS: UN CONTRASTE CULTURALOBJETIVOS1. Reconocer, en el poema La mano que nos busca, de Osvaldo Sauma, algunascaracterísticas del género literario lírico.2. Analizar críticamente el poema La mano que nos busca desde una perspectivaestructural y de contenido.3. Reconocer en el texto “Diecisiete ingleses envenenados”, de Gabriel García Márquez,las características del género literario cuento.4. Analizar el cuento “Diecisiete ingleses envenenados”, de Gabriel García Márquez,desde una perspectiva estructural y de contenido.5. Aplicar los usos correctos de las letras c y s.CONTENIDOSTexto literario: “La mano que nos busca” Autor: Osvaldo Sauma Género literario y características: lírico Análisis literarioTexto literario: “Diecisiete ingleses envenenados” Autor: Gabriel García Márquez Género literario y características: Cuento. Análisis literario.Usos de las letras c y s.61


INTRODUCCIÓNEn esta lección estudiaremos el poema La mano que nos busca, de Osvaldo Sauma.En ella se presentan varios temas, por ejemplo, los sentimientos del ser humano.Posteriormente, se analizará la mesa redonda como técnica grupal de estudio.UBICACIÓN GENERAL DE “LA MANO QUE NOS BUSCA”Autor: Osvaldo SaumaPoeta costarricense. Nació en 1949. Empezó la labor como autora partir de la década de 1980. Labora como docente. Es antólogolatinoamericano.Fuente: < http://filgua.startlogic.com/2008/escritorescr.html>.Características del género líricoEjercicio 1A continuación se le proporcionan características del género lírico.1. Posee figurasliterarias.2. Incluye figuras deconstrucción.3. Carácter subjetivo.4. Presencia de temasuniversales.62


Estas cuatro características se encuentran presentes en los siguientes versos del poema “Lamano que nos busca”. Relaciónelos según corresponda.alguien busca a alguienimpulsado por su necesidadNúmero _________Alguien toca una puertaY toca todas las puertas del mundoNúmero ________demanda el nosotros de los otrosNúmero __________el galopar de unos dedos femeninossobre el sonido cómplice de la maderaNúmero _______La mano que nos buscaAlguien toca una puertay toca todas las puertas del mundoEl silabario de la manoBusca a tientasdemanda el nosotros de los otrosel vos del yo/ el yo del vosalguien con los nudillosagita la nochecon un toc-toc agudopregunta por el nombreque nos nombraalguien busca a alguienimpulsado por su necesidado por la de otrono es el golpeteo febril del asesinoni la patada en la puertadel gendarme alimentado por el odiotampoco esel llamado lastimero del mendigoesmás bienel galopar de unos dedos femeninossobre el sonido cómplice de la madera.63


ANÁLISIS DEL POEMA “LA MANO QUE NOS BUSCA”El yo lírico canta a los sentimientos humanos. Cuando refiere que “alguien toca unapuerta” puede ser cualquier persona, en cualquier situación, en cualquier momento. Alexpresar que todas las puertas del mundo se refiere a la humanidad. El poema es unainvitación a la igualdad entre hombre y mujer. Esa complicidad entre los humanos. Labúsqueda y la necesidad de compartir entre unos y otros. Además, invita a la paz, puestoque se opone a la violencia.EjerciciosSeñale del poema aspectos:a- que demuestre su estructura y musicalidad.b- Que muestren su lenguaje figurado (figuras literarias)c- Comente su temática y los sentimientos que le inspira a usted como lectorINTRODUCCIÓNEstudiaremos, a continuación, el cuento “Diecisiete ingleses envenenados”, de GabrielGarcía Márquez. Posteriormente, nos enfocaremos en analizar algunos usos de las letrasc y s.LECTURA DEL TEXTO LITERARIODIECISIETE INGLESES ENVENENADOSLo primero que notó la señora PrudenciaLinero cuando llegó al puerto de Nápoles, fueque tenía el mismo olor del puerto deRiohacha. No se lo contó a nadie, porsupuesto, pues nadie lo hubiera entendido enaquel trasatlántico senil atiborrado de italianosde Buenos Aires que volvían a la patria porprimera vez después de la guerra, pero detodos modos se sintió menos sola, menosasustada y distante, a los setenta y dos añosde su edad y a dieciocho días de mala mar desu gente y de su casa.Desde el amanecer se habían visto las lucesde tierra. Los pasajeros se levantaron mástemprano que siempre, vestidos con ropasnuevas y con el corazón oprimido por laincertidumbre del desembarco, de modo queaquél último domingo de a bordo pareció ser elúnico de verdad en todo el viaje. La señoraPrudencia Linero fue una de las muy pocasque asistieron a la misa. A diferencia de losdías anteriores en que andaba por el barcovestida de medio luto, se había puesto paradesembarcar una túnica parda de lienzo bastocon el cordón de San Francisco en la cintura, yunas sandalias de cuero crudo que sol por serdemasiado nuevas no parecían de peregrinoEra un pago adelantado: había prometido aDios llevar ese hábito talar hasta la muerte si leconcedía la gracia de viajar a Roma para ver alSumo Pontífice, y ya daba la gracia porconcedida. Al final de la misa encendió unavela al Espíritu Santo por el valor que leinfundió para soportar los temporales delCaribe, y rezó una oración por cada uno de losnueve hijos y los catorce nietos que en aquelmomento soñaban con ella en la noche devientos de Riohacha.Cuando subió a cubierta después deldesayuno, la vida del barco había cambiado.Los equipajes estaban amontonados en la sala64


de baile, entre toda clase de objetos paraturistas comprados por los italianos en losmercados de magia de las Antillas, y en elmostrador de la cantina había un macaco dePernambuco dentro de una jaula de encajes dehierro. Era una mañana radiante de principiosde agosto. Un domingo ejemplar de aquellosveranos de después de la guerra en que la luzse comportaba como una revelación de cadadía, y el barco enorme se movía muy despacio,con resuellos de enfermo, por un estanquediáfano.La fortaleza tenebrosa de los duques de Anjouapenas si empezaba a vislumbrarse en elhorizonte, pero los pasajeros asomados a laborda creían reconocer los sitios familiares, ylos señalaban sin verlos a ciencia cierta,gritando de júbilo en dialectos meridionales. Laseñora Prudencia Linero, que había hechotantos amigos viejos a bordo, que habíacuidado niños mientras sus padres bailaban yhasta le había cosido un botón de la guerreraal primer oficial, los encontró de pronto ajenosdistintos. El espíritu social y el calor humanoque le permitieron sobrevivir a las primerasnostalgias en el sopor del trópico, habíandesaparecido. Los amores eternos de altamarterminaban a la vista del puerto. La señoraPrudencia Linero, que no conocía la naturalezavoluble de los italianos, pensó que el mal noestaba en el corazón de los otros sino en elsuyo, por ser ella la única que iba entre lamuchedumbre que regresaba. Así deben sertodos los viajes, pensó, padeciendo porprimera vez en su vida la punzada de serforastera, mientras contemplaba desde la bordalos vestigios de tantos mundos extinguidosen el fondo del agua. De pronto, unamuchacha muy bella que estaba a su lado laasustó con un grito de horror.—Mamma mía —dijo, señalando el fondo—.Miren ahí.Era un ahogado. La señora Prudencia Linero lovio flotando bocarriba entre dos aguas, y eraun hombre maduro y calvo con una raraprestancia natural, y sus ojos abiertos yalegres tenían el mismo color del cielo alamanecer. Llevaba un traje de etiqueta conchaleco de brocado, botines de charol y unagardenia viva en la solapa. En la manoderecha tenía un paquetito cúbico envuelto enpapel de regalo, y los dedos de hierro lívidoestaban agarrotados en la cinta del lazo, queera lo único que encontró para agarrarse en elinstante de morir.—Debió caerse de una boda —dijo un oficialdel barco—. Sucede mucho en verano porestas aguas.Fue una visión instantánea, porque entoncesestaban entrando en la bahía y otros motivosmenos lúgubres distrajeron la atención de lospasajeros.Pero la señora Prudencia Linero siguiópensando en el ahogado, el pobrecitoahogado, cuya levita de faldones ondulaba enla estela del barco.Tan pronto como entró en la bahía, unremolcador decrépito salió al encuentro delbarco y se lo llevó de cabestro por entre losescombros de numerosas naves militaresdestruidas durante la guerra. El agua se ibaconvirtiendo en aceite a medida que el barcose abría paso entre los escombros oxidados, yel calor se hizo aun mas bravo que el deRiohacha a las dos de la tarde. Al otro lado deldesfiladero, radiante en el sol de las once,apareció de pronto la ciudad completa depalacios quiméricos y viejas barracas decolores apelotonados en las colinas. Del fondoremovido se levantó entonces una tufaradainsoportable que la señora Prudencia Linaresreconoció como el aliento de cangrejospodridos del patio de su casa.Mientras duró la maniobra los pasajerosreconocían a sus parientes con aspavientos degozo en el tumulto del mueble. La mayoríaeran patronas otoñales de pechugasflamantes, sofocadas dentro de los trajes deluto, con los niños mas bellos y numerosos dela tierra, maridos pequeños y diligentes, delgenero inmortal de los que leen el periódicodespués que sus esposas y se visten deescribanos estrictos a pesar del calor.En medio de aquella algarabía de feria, unhombre muy viejo de aspecto inconsolable,65


sobretodo de mendigo, se sacaba a dosmanos de los bolsillos puñados y puñados depollitos tiernos. En un instante llenaron elmuelle, piando enloquecidos por todas laspartes, y solo por ser animales de magia habíamuchos que seguían corriendo vivos despuésde ser pisoteados por la muchedumbre ajenaal prodigio. El mago había puesto su sombrerobocarriba en el piso, pero nadie le tiró desde laborda ni una moneda de calidad.Fascinada por el espectáculo de maravilla queparecía ejecutado en su honor, pues sólo ellalo agradecía, la señora Prudencia Lineros nose dio cuenta de en qué momento tendieron lapasarela, y una avalancha humana invadió elbarco con los aullidos y el ímpetu de unabordaje de bucaneros. Aturdida por el jubilodel tufo de cebollas rancias de tantas familiasen verano, vapuleada por las cuadrillas decargadores que se disputaban a golpes losequipajes, se sintió amenazada por la mismamuerte sin gloria de los políticos en el muelle.Entonces se sentó sobre su baúl de maderacon esquinas de latón pintado, y permanecióimpávida rezando en un círculo vicioso deoraciones contra las tentaciones y peligros entierras de infieles. Allí la encontró el primeroficial cuando paso el cataclismo y no quedonadie más que ella en el salón desmantelado.—Nadie debe estar aquí a esta hora - le dijo eloficial con cierta amabilidad-.— ¿Puedo ayudarla en algo?—Tengo que esperar al cónsul - dijo ella.Así era. Dos días antes de zarpar, su hijomayor le había mandado un telegrama alcónsul en Nápoles, que era amigo suyo, pararogarle que la esperara en el puerto y laayudara en los trámites para seguir a Roma.Le había mandado el nombre del barco y lahora de llegada, y le indicó además que podíareconocerla por el hábito de San Francisco quese pondría para desembarcar. Ella se mostrótan estricta en sus leyes, que el primer oficial lepermitió esperar un rato más, a pesar de queiba a ser la hora en que almorzaba latripulación y habían subido las sillas sobre lasmesas y estaban lavando las cubiertas abaldazos. Varias veces tuvieron que mover elbaúl para no mojarlo, pero ella cambiaba delugar sin inmutarse, sin interrumpir lasoraciones, hasta que la sacaron de las salasde recreo y terminó sentada a pleno sol entrelos botes de salvamento. Allí volvió aencontrarla el primer oficial un poco antes delas dos de la tarde, ahogándose en sudordentro de la escafandra de penitente, yrezando un rosario sin esperanzas, porqueestaba aterrorizada y triste y soportaba a duraspenas las ganas de llorar.—Es inútil que siga rezando —dijo el oficial, sinla amabilidad de la primera vez—. Hasta Diosse va de vacaciones en agosto.Le explicó que media Italia estaba en la playapor esa época, sobre todo los domingos. Eraprobable que el cónsul no estuviera devacaciones, por la índole de su cargo, pero conseguridad no abriría la oficina hasta el lunes.Lo único razonable era ir a un hotel, descansartranquila esa noche, y al día siguiente llamarpor teléfono al consulado, cuyo número estabasin duda en el directorio. De modo que laseñora Prudencia Linero tuvo que conformarsecon ese criterio, y el oficial la ayudó en lostrámites ¿e inmigración y aduana y del cambiode dinero, y la puso dentro de un taxi con laindicación azarosa je que la llevaran a un hoteldecente.El taxi decrépito con rezagos de carrozafúnebre avanzaba dando tumbos por las callesdesiertas. La señora Prudencia Linero pensópor un instante que el conductor y ella eran losúnicos seres vivos en una ciudad de fantasmascolgados en alambres en medio de la calle,pero también pensó que un hombre quehablaba tanto, y con tanta pasión, no podíatener tiempo para hacerle daño a una pobremujer sola que había desafiado los riesgos delocéano para ver al Papa.Al final del laberinto de calles volvía a verse elmar. El taxi siguió dando tumbos a lo largo deuna playa ardiente y solitaria donde habíanumerosos hoteles pequeños de coloresintensos. Pero no se detuvo en ninguno deellos sino que fue directo al menos vistoso,66


situado en un jardín público con grandespalmeras y bancos verdes. El chofer puso elbaúl en la acera sombreada y, ante laincertidumbre de la señora Prudencia Linero, leaseguró que aquel era el hotel más decente deNápoles.Un maletero hermoso y amable se echó el baúlal hombro y se hizo cargo de ella. La condujohasta el ascensor de redes metálicasimprovisado en el hueco de la escalera, yempezó a cantar un aria de Puccini a plenavoz y con una determinación alarmante. Era unvetusto edificio de nueve pisos restaurados, encada uno de los cuales había un hoteldiferente. La señora Prudencia Linero se sintióde pronto en un instante alucinado, metida enuna jaula de gallinas que subía muy despaciopor el centro de una escalera de mármolesestentóreos, y sorprendía a la gente dentro delas casas con sus dudas más íntimas, con suscalzoncillos rotos y sus eructos ácidos. En eltercer piso el ascensor se detuvo con unsobresalto, y entonces el maletero dejó decantar abrió la puerta de rombos plegadizos yle indicó a la señora Prudencia Linero, con unareverencia galante, que estaba en su casa.Ella vio un adolescente lánguido detrás de unmostrador de madera con incrustaciones devidrios de colores en el vestíbulo y plantas desombra en macetas de cobre. Le gustó deinmediato, porque tenía los mismos bucles deserafín de su nieto menor. Le gustó el nombredel hotel con las letras grabadas en una placade bronce, le gustó el olor de ácido fénico, legustaron los helechos colgados, el silencio, laslises de oro del papel de las paredes.Después dio un paso fuera del ascensor, y elcorazón se le encogió. Un grupo de turistasingleses de pantalones cortos y sandalias deplaya dormitaban en una larga fila de poltronasde espera. Eran diecisiete, y estaban sentadosen un orden simétrico, como si fueran uno solomuchas veces repetido en una galería deespejos.La señora Prudencia Linero los vio sindistinguirlos, con un solo golpe de vista, y loúnico que le impresionó fue la larga hilera derodillas rosadas, que parecían presas de cerdocolgadas en los ganchos de una carnicería. Nodio un paso más hacia el mostrador, sino queretrocedió sobrecogida y entró de nuevo en elascensor.—Vamos a otro piso —dijo.—Este es el único que tiene comedor,signara—dijo el cargador.—No importa —dijo ella.El cargador hizo un gesto de conformidad,cerró el ascensor, y cantó el pedazo que lefaltaba de la canción hasta el hotel del quintopiso. Allí todo parecía menos estricto, y ladueña era una matrona primaveral quehablaba un castellano fácil, y nadie hacía lasiesta en las poltronas del vestíbulo. No habíacomedor, en efecto, pero el hotel tenía unacuerdo con una fonda cercana para quesirviera a los clientes por un precio especial.De modo que la señora Prudencia Linerodecidió que sí, que se quedaba por una noche,tan convencida por la elocuencia y la simpatíade la dueña como por el alivio de que nohubiera ningún inglés de rodillas rosadas durmiendoen el vestíbulo.El dormitorio tenía las persianas cerradas a lasdos de la tarde, y la penumbra conservaba lafrescura y el silencio de una floresta recóndita,y era bueno para llorar. No bien se quedó sola,la señora Prudencia Linero pasó los doscerrojos, y orinó por primera vez desde lamañana con un desagüe tenue y difícil que lepermitió recobrar su identidad perdida duranteel viaje. Después se quitó las sandalias y elcordón del hábito y se tendió del lado del corazónsobre la cama matrimonial demasiadoancha y demasiado sola para ella sola, y soltóel otro manantial de sus lágrimas atrasadas.No sólo era la primera vez que salía deRiohacha, sino una de las pocas en que salióde su casa después de que sus hijos secasaron y se fueron, y ella se quedó sola condos indias descalzas cuidando del cuerpo sinalma de su esposo. Se le acabó la mitad de lavida en el dormitorio frente a los escombros delúnico hombre que había amado, y que67


permaneció en el letargo durante casi treintaaños, tendido en la cama de sus amoresjuveniles sobre un colchón de cueros de chivo.En el octubre pasado, el enfermo abrió los ojosen una ráfaga súbita de lucidez, reconoció a sugente y pidió que llamaran un fotógrafo.Llevaron al viejo del parque con el enormeaparato de fuelle y manga negra, y el platón demagnesio para las fotos domésticas. El mismoenfermo dirigió las fotos. «Una para Prudencia,por el amor y la felicidad que me dio en lavida», dijo. La tomaron con el primer fogonazode magnesio. «Ahora otras dos para mis hijasadoradas, Prudencita y Natalia», dijo. Lastomaron. «Otras dos para mis hijos varones,ejemplos de la familia por su cariño y su buenjuicio», dijo. Y así hasta que se acabó el papely el fotógrafo tuvo que ir a su casa areabastecerse. A las cuatro de la tarde, cuandoya no se podía respirar en el dormitorio por lahumareda de magnesio y el tumulto deparientes, amigos y conocidos que acudieron arecibir sus copias del retrato, el inválidoempezó a desvanecerse en la cama, y se fuedespidiendo de todos con adioses de la mano,como borrándose del mundo en la baranda deun barco.Su muerte no fue para la viuda el alivio que todosesperaban. Al contrario, quedó tan afligida,que sus hijos se reunieron para preguntarlecómo podrían consolarla, y ella les contestóque no quería nada más que ir a Roma aconocer al Papa.—Me voy sola y con el hábito de SanFrancisco —les advirtió—. Es una manda.Lo único grato que le quedó de aquellos añosde vigilia fue el placer de llorar. En el barco,mientras tuvo que compartir el camarote condos hermanas clarisas que se quedaron enMarsella, se demoraba en el baño para llorarsin ser vista. De modo que el cuarto del hotelde Nápoles fue el único lugar propicio quehabía encontrado para llorar a gusto desdeque salió de Riohacha. Y habría llorado hastael día siguiente cuando saliera el tren deRoma, de no haber sido porque la dueña letocó la puerta a las siete para avisarle que sino llegaba a tiempo a la fonda se quedaría sincomer.El empleado del hotel la acompañó. Una brisafresca había empezado a soplar desde el mar,y todavía quedaban algunosbañistas en la playa bajo el sol pálido de lassiete. La señora Prudencia Linero siguió alempleado por el vericueto de calles empinadasy estrechas que apenas empezaban adespertar de la siesta del domingo, y seencontró de pronto bajo una pérgola umbría,donde había mesas para comer con mantelesde cuadritos rojos y frascos de encurtidosimprovisados como floreros con flores depapel. Los únicos comensales a esa horatemprana eran los propios sirvientes, y un curamuy pobre que comía cebollas con pan en unrincón apartado.Al entrar, ella sintió la mirada de todos por elhábito Pardo, pero no se alteró, pues eraconsciente de que el ridículo formaba parte dela penitencia. La mesera, en cambio, le suscitóun ápice de piedad, porque era rubia y bella yhablaba corno si cantara, y ella pensó quedebían estar muy mal en Italia después de laguerra si una muchacha como esa tenía queservir en una fonda. Pero se sintió bien en elámbito floral del emparrado, y el aroma deguiso de laurel de la cocina le despertó elhambre aplazada por la zozobra del día. Porprimera vez en mucho tiempo no tenía deseosde llorar.Sin embargo, no pudo comer a gusto. En parteporque le costó trabajo entenderse con lamesera rubia, a pesar de que era simpática ypaciente, y en parte porque la única carne quehabía para comer eran unos pajaritos cantoresde los que criaban en jaulas en las casas deRiohacha. El cura, que comía en el rincón, yque terminó por servirles de intérprete, trató dehacerle entender que las emergencias de laguerra no habían terminado en Europa, y quedebía apreciarse como un milagro que hubieraal menos pajaritos de monte para comer. Peroella los rechazó.—Para mí —dijo—sería como comerme unhijo.Así que debió conformarse con una sopa de68


fideos, un plato de calabacines hervidos conunas tiras de tocino rancio, y un pedazo de panque parecía de mármol. Mientras comía, elcura se acercó para suplicarle por caridad quelo invitara a tomarse una taza de café, y sesentó con ella.Era yugoslavo, pero había sido misionero enBolivia, y hablaba un castellano difícil yexpresivo. A la señora Prudencia Linero lepareció un hombre ordinario y sin el menorvestigio de indulgencia, y observó que teníaunas manos indignas con las uñas astilladas ysucias, y un aliento de cebollas tan persistenteque más bien parecía un atributo del carácter.Pero después de todo estaba al servicio deDios, y era un placer nuevo encontrar a alguiencon quien entenderse estando tan lejos decasa.Conversaron despacio, ajenos al denso rumorde establo que los iba cercando a medida quelos comensales ocupaban las otras mesas. Laseñora Prudencia Linero tenía ya un juicioterminante sobre Italia: no le gustaba. Y noporque los hombres fueran un poco abusivos,que ya era mucho, ni porque se comieran a lospájaros, que ya era demasiado, sino por lamala índole de dejar a los ahogados a laderiva.El cura, que además del café se había hechollevar por cuenta de ella una copa de grappa,trató de hacerle ver su ligereza de juicio. Puesdurante la guerra se había establecido unservicio muy eficaz para rescatar, identificar ysepultar en tierra sagrada a los numerososahogados que amanecían flotando en la bahíade Nápoles.—Desde hace siglos —concluyó el cura—lositalianos tomaron conciencia de que no haymás que una vida, y tratan de vivirla lo mejorque pueden. Eso los ha hecho calculadores yvolubles, pero también los ha curado de lacrueldad.—Ni siquiera pararon el barco —dijo ella.—Lo que hacen es avisar por radio a lasautoridades del puerto —dijo el cura—Ya aesta hora deben haberlo recogido y enterradoen el nombre de Dios.La discusión cambió el humor de ambos. Laseñora Prudencia Linero había acabado decomer, y sólo entonces cayó en la cuenta deque todas las mesas estaban ocupadas. En lasmás próximas, comiendo en silencio, habíaturistas casi desnudos, y entre ellos algunasparejas de enamorados que se besaban envez de comer. En las mesas del fondo, cercadel mostrador, estaba la gente del barrio jugandoa los dados y bebiendo un vino sincolor. La señora Prudencia Linero comprendióque sólo tenía una razón para estar en aquelpaís indeseable.—¿Usted cree que sea muy difícil ver al Papa?—preguntó.El cura le contestó que nada era más fácil enverano. El Papa estaba de vacaciones enCastelgandolfo, y los miércoles en la tarderecibía en audiencia pública a peregrinos delmundo entero. La entrada era muy barata:veinte liras.—¿Y cuánto cobra por confesarlo a uno? —preguntó ella.—El Santo Padre no confiesa a nadie —dijo elcura, un poco escandalizado—, salvo a losreyes, por supuesto.—No veo por qué va a negarle ese favor a unapobre mujer que viene de tan lejos —dijo ella.—Hasta algunos reyes, con ser reyes, se hanmuerto esperando —dijo el cura—. Perodígame: debe ser un pecado tremendo paraque usted haya hecho sola semejante viajesólo por confesárselo al Santo Padre.La señora Prudencia Linero lo pensó un instante,y el cura la vio sonreír por primera vez.—¡Ave María Purísima! —dijo—. Me bastaríacon verlo. —Y agregó con un suspiro quepareció salirle del alma—: ¡Ha sido el sueño demi vida!En realidad, seguía asustada y triste, y lo únicoque quería era irse de inmediato, no sólo deese lugar sino de Italia. El cura debió pensarque aquella alucinada ya no daba para más,69


así que le deseó buena suerte y se fue a otramesa a pedir por caridad que le pagaran uncafé.Cuando salió de la fonda, la señora PrudenciaLinero se encontró con la ciudad cambiada. Lasorprendió la luz del sol a las nueve de lanoche, y la asustó la muchedumbre estridenteque había invadido las calles por el alivio de labrisa nueva. No se podía vivir con los petardosde tantas vespas enloquecidas. Las conducíanhombres sin camisas que llevaban en ancas asus bellas mujeres abrazadas a la cintura, y seabrían paso a saltos culebreando por entre loscerdos colgados y las mesas de sandías.El ambiente era de fiesta, pero a la señoraPrudencia Linero le pareció de catástrofe.Perdió el rumbo. Se encontró de pronto en unacalle intempestiva con mujeres taciturnassentadas a la puerta de sus casas iguales, ycuyas luces rojas e intermitentes le causaronun estremecimiento de pavor. Un hombre bienvestido, con un anillo de oro macizo y un diamanteen la corbata la persiguió varias cuadrasdiciéndole algo en italiano, y luego en inglés yfrancés. Como no obtuvo respuesta, le mostróuna tarjeta Postal de un paquete que sacó delbolsillo, y ella sólo necesitó un golpe de vistapara sentir que estaba atravesando el infierno.Huyó despavorida, y al final de la calle volvió aencontrar el mar crepuscular con el mismo tufode mariscos podridos del puerto de Riohacha,y el corazón le volvió a quedar en su puesto.Reconoció los hoteles de colores frente a laplaya desierta, los taxis funerarios, el diamantede la primera estrella en el cielo inmenso. Alfondo de la bahía, solitario en el muelle,reconoció el barco en que había llegado,enorme y con las cubiertas iluminadas, y se diocuenta de que ya no tenía nada que ver con suvida. Allí dobló a la izquierda, pero no pudoseguir, porque había una muchedumbre decuriosos mantenidos a raya por una patrulla decarabineros. Una fila de ambulancias esperabacon las puertas abiertas frente al edificio de suhotel.Empinada por encima del hombro de los curiosos,la señora Prudencia Linero volvió a verentonces a los turistas ingleses. Los estabansacando en camillas, uno por uno, y todosestaban inmóviles y dignos, y seguíanpareciendo uno solo varias veces repetido conel traje formal que se habían puesto para lacena: pantalón de franela, corbata de rayasdiagonales, y la chaqueta oscura con elescudo del Trinity College bordado en elbolsillo del pecho. Los vecinos asomados a losbalcones, y los curiosos bloqueados en lacalle, los iban contando a coro, como en unestadio, a medida que los sacaban. Erandiecisiete. Los metieron en las ambulancias dedos en dos, y se los llevaron con un estruendode sirenas de guerra.Aturdida por tantos estupores, la señoraPrudencia Linero subió en el ascensorabarrotado por los clientes de los otros hotelesque hablaban en idiomas herméticos. Sefueron quedando en todos los pisos, salvo enel tercero, que estaba abierto e iluminado, peronadie estaba en el mostrador ni en laspoltronas del vestíbulo, donde había visto lasrodillas rosadas de los diecisiete inglesesdormidos. La dueña del quinto piso comentabael desastre en una excitación sin control.—Todos están muertos —le dijo a la señoraPrudencia Linero en castellano—. Seenvenenaron con la sopa de ostras de la cena.¡Ostras en agosto, imagínese!Le entregó la llave del cuarto, sin prestarle másatención, mientras decía a los otros clientes ensu dialecto: «¡Como aquí no hay comedor,todo el que se acuesta a dormir amanecevivo!» Otra vez con el nudo de lágrimas en lagarganta, la señora Prudencia Linero pasó loscerrojos de la habitación. Luego rodó contra lapuerta la mesita de escribir y la poltrona, ypuso por último el baúl como una barricada infranqueablecontra el horror de aquel paísdonde ocurrían tantas cosas al mismo tiempo.Después se puso el camisón de viuda, setendió bocarriba en la cama, y rezó diecisieterosarios por el eterno descanso de las almasde los diecisiete ingleses envenenados.Abril 1980.70


Género literario: cuentoEl texto “Diecisiete ingleses envenenados” pertenece al género literario cuento. Esbreve porque se desarrolla en pocas páginas.Ejercicio 1A continuación le presentamos cuatro características del cuento que aparecen reflejadasen “Diecisiete ingleses envenenados”:1. Está escrito en prosa. 2. Provoca un solo efecto en el lector.3. Presenta pocos personajes. 4. Carácter ficticio.Estas cuatro características del cuento se aprecian en estos cuatro ejemplos tomadosde “Diecisiete ingleses envenenados”. Escriba al lado del ejemplo, en la línea queaparece al final, el número de la característica a la que se refiere:1. Lo primero que notó la señoraPrudencia Linero cuando llegó alpuerto de NápolesNúmero _________2. La señora Prudencia Linero pensó por uninstante que el conductor y ella eran losúnicos seres vivos en una ciudad defantasmas colgados en alambres en medio dela calle.Número ______3. Así era. Dos días antes de zarpar, suhijo mayor le había mandado untelegrama al cónsul en Nápoles, que eraamigo suyo, para rogarle que laesperara en el puerto y la ayudara en lostrámites para seguir a Roma.Número ______4. —Todos están muertos —le dijo a laseñora Prudencia Linero en castellano—. Seenvenenaron con la sopa de ostras de lacena. ¡Ostras en agosto, imagínese!Número _______71


ANÁLISIS DEL CUENTO: “DIECISIETE INGLESES ENVENENADOS”Para comprender mejor el cuento, recordaremos el argumento. Ordene las oracionesque aparecen a continuación. Cada frase se refiere a un hecho del cuento. Usted las tieneque ordenar de acuerdo con el orden secuencial de la lectura.Ejercicio 2A continuación aparece una lista de acontecimientos del cuento. Léalos y ordénelos en losrenglones que se le brindan para tal efecto. La señora Prudencia Linero toma café con el padre. La señora Linero observa a los diecisiete ingleses envenenados. La señora Prudencia Linero parte hacia Roma. La señora Prudencia Linero espera al cónsul. La señora Prudencia Linero observa, por primera vez, a los diecisiete ingleses.________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________Líneas argumentales del cuentoUna vez que ha organizado los acontecimientos, se observa que hay dos temas olíneas argumentales en este cuento: una es el viaje de la señora Prudencia Linero haciaRoma, Italia para visitar al Papa y confesarse con él. En otro orden, la aparición de losdiecisiete ingleses y de cómo ellos mueren envenenados. Para comprender de una mejormanera esta visión de mundo, responda a las preguntas del Ejercicio 3.Ejercicio 31. ¿Qué sacrificio realiza la señora Prudencia Linero para ir a visitar al Papa?__________________________________________________________________________________________________________________________________________2. ¿Qué acontecimiento relevante ocurre durante el trayecto en barco?________________________________________________________________________________________________________________________________________________72


3. ¿Por qué la señora Prudencia Linero se enoja cuando mientras habla con el padre?________________________________________________________________________________________________________________________________________________4. ¿Qué actitud asume la señora Prudencia Linero cuando observa a los diecisieteingleses envenenados?________________________________________________________________________________________________________________________________________________Prudencia Linero: una mujer perseverantePrudencia Linero es una anciana de setenta y dos años de edad. Se caracteriza porser solidaria, perseverante y de buenos sentimientos. Nos enseña, como moraleja, que laedad no tiene límites para cumplir nuestros sueños. Solo hay que luchar por ellos. El padreitaliano es un pillo que se aprovecha de la buena voluntad de las personas para su beneficiopersonal. Los diecisiete ingleses cumplen la función, en el relato, de representar la otredad(es decir, la diferencia cultural).Personajes en “Diecisiete ingleses envenenados”-Prudencia Linero -Los diecisiete ingleses -El padreUn narrador omniscienteEn este relato, el narrador de la historia se caracteriza por ser omnisciente, es decir, conocea sus personajes, sus sucesos y pensamientos:“Pero la señora Prudencia Linero siguió pensando en el ahogado, el pobrecito ahogado, cuyalevita de faldones ondulaba en la estela del barco.”Espacios en “Diecisiete ingleses envenenados”físico: alusiones a Riohacha. Italia, Roma.psicológico: perseverancia, sufrimiento por el dolor ajeno y la lucha contra laadversidad.económico: personajes de clase humilde: Prudencia Lineros y el cura.social: diferencias culturales entre los ingleses, los italianos y los latinoamericanos.religioso: creencia en Dios. Viaje representativo con la esperanza de conocer al Papa.La diversidad cultural enriquece nuestro planeta.73


EXPRESIÓN ESCRITA________________________________________________________________________Usos de las letras c1- Observe el siguiente ejemplo: cruz (singular), cruces (plural).En el ejemplo anterior, para el caso del singular se escribe con z, pero el plural cambia a c.Escriba el plural para las siguientes palabras:eficaz _____________ vez _____________pez _____________ luz _____________diez_____________2- Observe el siguiente ejemplo: organizar, organizaciónEn el ejemplo anterior, se observa que del infinitivo –ar se puede formar un sustantivoterminado en –ción.Escriba el sustantivo de los siguientes infinitivos que se le proporcionan a continuación:terminar ______________ actuar ______________admirar ______________ gobernar ______________rotar______________3- Observe el siguiente ejemplo: limón, limoncito; pan, pancillo.En los ejemplos anteriores, el caso de limoncito nos indica diminutivo (pequeño). En elsegundo caso, la palabra pancillo indica el llamamiento de una forma despectiva.Escriba diminutivo y el despectivo de las siguientes palabras:puente _________ ___________llave _________ ___________hombre _________ ___________mujer _________ ___________amor _________ ___________74


Uso de la letra s1- Observe las siguientes palabras: extenso, extensión.Del ejemplo anterior, se deduce que cuando la palabra termina en –so o –sor, el sustantivose escribe con terminación –sión.Escriba el sustantivo para los siguientes casos:ilusorevisoremisor______________________________2- Observe las siguientes palabras: Escocia, escocés, escocesa.La última palabra ‘escocés’ es un gentilicio (procedencia de una persona).Escriba el adjetivo gentilicio para los siguientes casos:Francia: ___________________Inglaterra: _________________Holanda: __________________Realice los siguientes ejercicios. Complete las letras faltantes:No puedo recordar la expre_____ión de su rostro.Me acaban de regalar un reloj de gran preci____ ión.La conversa____ión con mis alumnos resultó muy animada.Su ver____ión de los hechos no se corresponde con la realidad.La se____ión de espiritismo no fue de mi agrado.Si lo desea, puede hacer todas las medi____iones que necesite.Es un muchacho altí___imo.Lo que buscas está en la sec___ión de panadería.75


Ejercicio 1 La mano que nos buscaRESPUESTA AL EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓNalguien busca a alguienimpulsado por su necesidadNúmero 2Alguien toca una puertaY toca todas las puertas del mundoNúmero 1demanda el nosotros de los otrosNúmero 4el galopar de unos dedos femeninos sobre elsonido cómplice de la maderaNúmero 3Ejercicio 1 “Diecisiete ingleses envenenados”1. Lo primero que notó la señoraPrudencia Linero cuando llegó al puertode NápolesNúmero 32. La señora Prudencia Linero pensó por uninstante que el conductor y ella eran los únicosseres vivos en una ciudad de fantasmascolgados en alambres en medio de la calle.Número 43. Así era. Dos días antes de zarpar, su hijomayor le había mandado un telegrama alcónsul en Nápoles, que era amigo suyo,para rogarle que la esperara en el puerto yla ayudara en los trámites para seguir aRoma.4. —Todos están muertos —le dijo a la señoraPrudencia Linero en castellano—. Seenvenenaron con la sopa de ostras de la cena.¡Ostras en agosto, imagínese!Número 2Número 176


Ejercicio 2La señora Prudencia Linero parte hacia Roma.La señora Prudencia Linero espera al cónsul.La señora Prudencia Linero observa, por primera vez, a los diecisiete ingleses.La señora Prudencia Linero toma café con el padre.La señora Linero observa a los diecisiete ingleses envenenados.LECCIÓN 7“EL INFIERNO”: DECISIONES EXTREMASOBJETIVOS1. Reconocer en el texto “El infierno”, de Rima de Vallbona, las características del géneroliterario cuento.2. Analizar el cuento “El infierno”, de Rima de Vallbona, desde una perspectivaestructural y de contenido.3. Comparar la vida rutinaria presente en “El infierno”, de Rima de Vallbona, con unaimagen representativa de dicho texto literario.4. Aplicar los usos correctos de las letras b y v el cuento “El infierno”, de Rima deVallbona.5. Identificar la mesa redonda como una técnica grupal de trabajo en equipo.CONTENIDOS Texto literario: “El infierno” Autora: Rima de Vallbona Género literario y características: Cuento. Análisis literario. Usos de las letras b y v. La mesa redonda77


INTRODUCCIÓNEn esta lección, estudiaremos el cuento “El infierno”, de Rima de Vallbona. En ella sepresentan distintos temas y uno de estos es la capacidad de elegir nuestro propio destino. Laprotagonista (personaje nominal) sufre por el estilo de vida que lleva y toma la decisión decambiarlo. Posteriormente, estudiaremos el tema del uso de las letras b y v a la luz del textoliterario.A continuación observaremos una imagen relacionada con el cuento en estudio. En esta seevidencia la figura de una mujer, que reflexiona y hace un alto en su vida.Fuente: .UBICACIÓN GENERAL DE “EL INFIERNO”Autora: Rima de VallbonaRima Gretchen Rothe, mejor conocida como Rima de Vallbona, nació enSan José, Costa Rica el 15 de marzo de 1931. En 1962, obtuvo laLicenciatura en Filosofía y Letras de la Universidad de Costa Rica.Posteriormente, recibió un Diplomado de Profesora de Francés en laUniversidad de Sorbona, Francia y un Diplomado en Filología Hispánicade la Universidad de Salamanca, España. En 1981 realizó su Doctoradoen Middlebury Collage, U.S.A.Muchos de sus cuentos, ensayos y poemas han sido publicados en antologías y revistasliterarias de España, México, Francia, Uruguay, Venezuela, Costa Rica, Estados Unidos, enespañol, portugués, francés e inglés.En reconocimiento de sus méritos y difusión de la cultura hispánica fuecondecorada con El lazo de Dama de la Orden del Mérito Civil por el Rey DonJuan Carlos I de España, en 1988.Fuente: .78


LECTURA DEL TEXTO LITERARIOEl infiernoA Eva, mi hija del alma.El diablo es aquel que le niega al mundo todasignificación racional.La dominación del mundo, como se sabe, escompartida por ángeles y diablos. Sinembargo, el bien del mundo no requiere quelos ángeles lleven ventaja sobre los diablos(como creía yo de niño), sino que los poderesde ambos estén más o menos equilibrados. Sihay en el mundo demasiado sentidoindiscutible (el gobierno de los ángeles), elhombre sucumbe bajo su peso. Si el mundopierde completamente su sentido (el gobiernode los diablos), tampoco se puede vivir en élMilán Kundera.Se cansó de la rutina. Quedó agotada derepetir día tras día el mismo gesto desde lamañana a la noche. Estaba hastiada de que,desde tiempos perdidos en la remota distanciade la niñez, su yo se multiplicara sin piedad entodos los reflejos. Se hartó de la monotoníarecargada de las tensiones inútiles del diariovivir.No pudiendo soportar tanto fastidio, con unsolo y potente golpe de su ser rompió latersura de la rutina, la cual estalló en un caosincontenible de triturados cristales.Entonces todo su ser se le volvió cielo: la vozse llenó de mariposas, pájaros, estrellas,peces, niños, auroras, risas.Su paso, ya incierto de tanta vejez quecargaba, se dirigió certero, sin tambaleos, porlos caminos de la libertad y tomó la vereda delas escalas musicales hasta alcanzar la perfecciónde la danza.Su oído, que hacía tiempo habitaba losdominios del silencio, irrumpió en un reino detrinos, violines, sollozos, algazaras, gritos,coros, sinfonías.A su semblante, cruzado por un nudo dearrugas y grietas, la magia de los reflejos leprestó la pureza, tersura y alegría de lasadolescentes.Entonces, despreocupada, dio su amor y susprimeros besos a un guapo marino, quien lossepultó en medio del mar. En seguida, su amory sus besos los fue dando a uno, a otro, aotros más y a cambio, ellos le devolvieronlágrimas y desilusiones; desilusiones ylágrimas.Después, al cabo de los años, se fue a losbares para salir del brazo de un hombre, deotro, de otros más. Después los esperó en lascalles sórdidas. Así, pasó una montaña dehombres por su lecho y el amor que ella soñódesde la desierta vejez solterona, setransformó en puñados de billetes prostituidos,los cuales nunca lograban superar el abismode sus soledades.Entonces, llena de asco, cerró los ojos conviolencia, deseando vehementementeretroceder por los caminos de la libertad paradirigirse hacia la rutina monótona de la vejezde donde había partido esa mañana. Queríareconstruir la rutina ligando el caos de lostriturados cristales que ella misma dispersóhoras antes.Deseaba quedarse mansa y pasiva en el aquíy el ahora de su vejez que se precipitaba haciala muerte poblada de soledades y desamor...Todo su esfuerzo fue vano: el sueño dondehabía penetrado por los caminos de la libertadcerró las rejas y la dejó aprisionada parasiempre en el allá y el antes, que habiendosido cielo por unos momentos, se le volvieronun infierno...Houston, 3 de diciembre de 1988.79


Género literario: cuentoEl texto “El infierno” pertenece al género literario cuento. Posee las siguientes características:1. Es breve porque se desarrolla en pocas páginas.2. Posee pocos personajes.3. Maneja solo un hilo argumentativo.4. Provoca un solo efecto en el lector.5. Está escrito en prosa.6. Es ficticio, ya sea total o parcialmenteEjercicio 1A continuación le presentamos cuatro características del cuento que aparecen reflejadasen “El infierno”:1. Está escrito en prosa.2. Provoca un solo efecto en el lector.3. Presenta pocos personajes.4. Posee carácter ficticio.Estas cuatro características del cuento se aprecian en estos cuatro ejemplos tomadosde “El infierno”. Escriba al lado del ejemplo, en la línea que aparece al final, el número dela característica a la que se refiere:1. Entonces todo su ser se le volvió cielo:la voz se llenó de mariposas, pájaros,estrellas, peces, niños, auroras, risas.2. Deseaba quedarse mansa y pasiva enel aquí y el ahora de su vejez que seprecipitaba hacia la muerte poblada desoledades y desamor...Número _____Número _______3. Se cansó de la rutina. Quedó agotada de repetir día tras día elmismo gesto desde la mañana a la noche.Número _______80


4. Después, al cabo de los años, se fue a los bares para salir del brazo de unhombre, de otro, de otros más. Después los esperó en las calles sórdidas...Número _______Ejercicio 2A continuación aparece una lista de acontecimientos del cuento. Léalos y ordénelos en losrenglones que se le brindan para tal efecto. Entonces, llena de asco, cerró los ojos con violencia, deseando vehementementeretroceder por los caminos de la libertad… No pudiendo soportar tanto fastidio, con un solo y potente golpe de su ser rompió latersura de la rutina… Entonces, despreocupada, dio su amor y sus primeros besos a un guapo marino,quien los sepultó en medio del mar… Estaba hastiada de que, desde tiempos perdidos en la remota distancia de la niñez, suyo se multiplicara sin piedad en todos los reflejos… Entonces todo su ser se le volvió cielo: la voz se llenó de mariposas, pájaros, estrellas,peces, niños, auroras, risas.________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________81


Líneas argumentales del cuentoUna vez que ha organizado los acontecimientos, se observa que hay dos temas olíneas argumentales en este cuento: la vida rutinaria de una mujer y la liberación mentalde ella como escape a dicha rutina. Para comprender de una mejor manera esta visión demundo, responda a las preguntas del Ejercicio 3.Ejercicio 31. ¿Por qué la mujer se sentía hastiada por el estilo de vida que llevaba?__________________________________________________________________________________________________________________________________________2. ¿Qué cambio realizó la mujer en su vida?__________________________________________________________________________________________________________________________________________3. ¿Cómo vivencia la mujer el cambio de vida?__________________________________________________________________________________________________________________________________________4. ¿A qué conclusión llega la mujer al final del relato?____________________________________________________________________________________________________________________Ella: un personaje abstraído en pensamientosEn este cuento se caracteriza físicamente a la mujer cuando el narrador refiere queella tiene “arrugas, grietas y que se encuentra en la etapa de la vejez. No se le atribuye unnombre propio (personaje nominal). Desde el punto de vista emocional, se marca claramenteel agobio de la mujer por el estilo de vida llevado, la adopción de nuevas conductas y elanhelo por regresar nuevamente a su etapa de vida original.Personaje principal en “El infierno”:-La mujer82


Un narrador omniscienteEn este relato, el narrador de la historia se caracteriza por ser omnisciente, es decir,conoce a su personaje, sus sucesos y pensamientos:Entonces, despreocupada, dio su amor y sus primeros besos a un guapomarino, quien los sepultó en medio del mar.En el ejemplo anterior extraído del texto, el narrador omnisciente nos da cuenta delsentimiento de despreocupación durante la etapa de vida en que la protagonista seprostituyó. Por lo tanto, el narrador posee el conocimiento de lo que le ocurre al personaje dela historia.Espacios en “El infierno”físico: la casa de la anciana.psicológico: inconformidad de la anciana con sus estilosde vida.económico: obtención de dinero mediante la prostitución.LECTURA DE TEXTOS NO LITERARIOSLos textos literarios y las imágenes son formas de expresar lo que una persona siente opiensa acerca de diferentes situaciones. Cada persona interpretará, según sus circunstanciasde vida, costumbres, valores y educación, entre otros aspectos, de acuerdo con su punto devista particular lo que lea.Ejercicio 4Compare la reacción de la mujer al finalizar el relato y la suya cuando leyó el final del cuento.Para ello, visualice la imagen dada al inicio de la lección 7y reflexione.________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________.La reflexión posibilita el mejoramiento de nuestras acciones cotidianas.83


EXPRESIÓN ESCRITALa ortografía consiste en la adecuada escritura de las palabras. Es funcional paracomunicarse por vía escrita y quien la emplee correctamente se caracterizará por aplicar lasnormas convencionales del mismo idioma que compartimos. Denota respeto a los lectores,educación, cultura y evita confusiones en la interpretación de los mensajes escritos. Paraejemplificar, observemos estos tres casos distintos: “vaya”, “baya” y “valla”. En ocasiones, laspersonas tienden a usar indistintamente dichas palabras sin percatarse de que cada unaposee significados diferentes.A continuación estudiaremos los usos adecuados de las letras b y v de acuerdo conlas normas ortográficas de la Real Academia Española.Usos de las letras b y vEn cuanto a pronunciación, las letras b y v suenan igual. Veamos los siguientes ejemplos depalabras extraídas del cuento “El infierno”, que se escriben con b y v:Palabras con bdiablo, sabe, ambos,sucumbe, estaba,brazo, había,habiendo, billetes,hombres, libertad,gobierno, habitaba.Palabras con vventaja, volvió,vejez, violines,devolvieron,violencia,vehementemente,vereda, vivir, voz.Observe las palabras anteriores. Léalas en voz alta. Resulta posible que no escuchediferencia entre las palabras escritas con b y v.Ejercicio 5A continuación, redacte un párrafo con las palabras anteriores.________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________Reglas para el uso de la letra bPara el uso de las letras, la Real Academia Española ha establecido reglas y una de las másconocidas se emplea en las siguientes palabras. Obsérvelas.bisabuelo bimestre bicicleta bisnieto84


Conteste a la siguiente pregunta: ¿Cuál es la sílaba con que se inicia cada una de laspalabras anteriores?_____________________________________________¡Correcto! Todas las sílabas comienzan con la sílaba bi, que significa dos.De esta forma, bisabuelo significa que es abuelo dos veces; bimestre que ocurre cadados meses; bicicleta que posee dos ciclos o ruedas y, finalmente, bisnieto, que es dos vecesnieto.¿Cómo plantearíamos esta regla? Escríbala en los siguientes renglones:____________________________________________________________________________________________________________________Otra regla en relación con el uso de la b se cumple en los siguientes verbos extraídosdel cuento “La casa tomada”, que se presentan a continuación. Obsérvelos.gustaba guardaba resultaba pasaba soñaba¿Qué elemento se repite en cada uno de los verbos anteriores?_______________________________________Sí, se repite la terminación –aba que indica pretérito (pasado, acción ya acabada).¡Muy bien! Ahora escriba la regla que se deduce.____________________________________________________________________________________________________________________________________________________A continuación observe el siguiente grupo de palabras:escribir recibir percibirSe evidencia que todas las palabras anteriores terminan en –bir.Ahora anote la regla que se deduce.____________________________________________________________________________________________________________________85


En el siguiente caso, observe estas palabras:beneficencia benefactor benévolo¿Cómo se inician las palabras anteriores?_____________________________________________¡Exacto! Las palabras anteriores inician con el prefijo latino –bene, que significabueno. Así, beneficencia significa hacer el bien; benefactor, que hace el bien a otra personay, finalmente, benévolo que tiene buena voluntad o afecto.¿Cómo podríamos redactar la regla para estas palabras?____________________________________________________________________________________________________________________________________________________Finalmente, observe las siguientes palabras:biología biografía biosfera¿Cuál es la regla que se deduce de las palabras observadas?____________________________________________________________________________________________________________________________________________________Reglas para el uso de la b1. Se escribe con b el prefijo bi- cuando significa dos.2. Se escribe con b la terminación –aba que indica pretérito.3. Se escribe con b la terminación –bir. Excepto las palabras: hervir, servir, viviry sus derivados tales como convivir, revivir.4. Se escribe con b las palabras que inicien con bene-.5. Se escriben con b las palabras que comiencen con bio-.Reglas para el uso de la letra vExisten reglas para el uso de la regla v. A continuación, encontraremos algunas reglas parael uso de esta letra.Lea estas palabras: anduve estuve tuveTodas los verbos anteriores indican pretérito perfecto simple y las terminaciones se escribencon v.86


¿Cómo establecería usted la regla en este caso?____________________________________________________________________________________________________________________________________________________Observe las siguientes palabras: motivo activa objetivo¿Qué se repite en las palabras anteriores?¡Correcto! La terminación –ivo o –iva que, en algunos casos, podría aparecer en plural:activas, por ejemplo. ¿Cómo redactaría esa regla para el uso de la v?____________________________________________________________________________________________________________________________________________________Reglas del uso de la v1. Se escriben con v, los verbos estar, andar y tener en pretérito perfectosimple.2. Se escriben con v, las palabras que terminan en –ivo, –iva.Ejercicio 6A continuación, resuelva el siguiente Ejercicio:1. Escriba una oración con estas palabras:Estuve: ______________________________________________________________Anduve: ______________________________________________________________Tuve: ______________________________________________________________87


2. Redacte un párrafo en el que utilice las siguientes palabras: motivo, activa, objetivo,anduvimos, estuvo y tuvieron.________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ Complete el siguiente texto con b o con v, según corresponda.Anoche tuvimos la visita del ____isnieto preferido de abuela Eneida. Todos nos alegramosmucho, pues la proba____ilidad de un encuentro así es baja. En la familia, Cipriano, que asíse llama___a el visitante, tiene injusta fama de vaga___undo; yo creo que su forma deganarse la vida es bastante creati___a, aunque acepto que a algunos les parecetreme___unda. En efecto, Cipriano se dedica a la preparación de comida para personas quedecidieron dejar de ser omni___oras y carní___oras; es decir, los vegetarianos. Su mejorplatillo: ¡Los___iscochos integrales!EXPRESIÓN ORAL Y ESCUCHALA MESA REDONDALos seres humanos tenemos la necesidad de comunicarnos y de socializar. Medianteel proceso de comunicación expresamos ideas y compartimos con nuestros semejantes. Lamesa redonda es una técnica grupal que consiste en discutir un tema con un grupo depersonas frente a un auditorio o público espectador y bajo la orientación de un moderador.Resulta necesario que los participantes (especialista o estudiantes) determinen cuálserá el tema por analizar y elegir una persona que se desempeñe como moderador (a), quiendebe ser imparcial, es decir, respetar las opiniones de los demás sin tomar partido a favor oen contra. Quien modera, debe organizar las participaciones por turnos y mantener el orden,así como el debido respeto.Finalmente, la persona que conduce la moderación, elaborauna síntesis del tema tratado y si es conveniente podríaabrirse la participación del público con un período depreguntas. A continuación, presentamos un ejemplo demesa redonda:Participantes de la mesa redonda(arriba). El moderador.(abajo). Público 88


Ejercicio 3Reúnase con algunos compañeros o amigos y formen una mesa redonda. Recuerden quedebe estar formada por las personas que se ubican en la mesa, un público y alguien quemodere.RecomendaciónCuando organicen la mesa redonda, es importante que mantengan el respeto y laconsideración por las diferentes opiniones que surjan en el grupo, puesto que vivimos en unmundo diverso donde debemos aprender a convivir y aceptar las ideas distintas a lasnuestras.Ejercicio 1RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN1. Entonces todo su ser se le volviócielo: la voz se llenó de mariposas,pájaros, estrellas, peces, niños,auroras, risas.Número 42. Deseaba quedarse mansa y pasiva enel aquí y el ahora de su vejez que seprecipitaba hacia la muerte poblada desoledades y desamor...Número 23. Se cansó de la rutina. Quedó agotada derepetir día tras día el mismo gesto desde lamañana a la noche.Número 34. Después, al cabo de los años, se fue alos bares para salir del brazo de unhombre, de otro, de otros más. Despuéslos esperó en las calles sórdidas...Número 189


Ejercicio 2A continuación aparece una lista de acontecimientos del cuento. Léalos y ordénelos en los renglonesque se le brindan para tal efecto.1. Estaba hastiada de que, desde tiempos perdidos en la remota distancia de la niñez, su yo semultiplicara sin piedad en todos los reflejos…2. No pudiendo soportar tanto fastidio, con un solo y potente golpe de su ser rompió la tersura dela rutina…3. Entonces todo su ser se le volvió cielo: la voz se llenó de mariposas, pájaros, estrellas, peces,niños, auroras, risas.4. Entonces, despreocupada, dio su amor y sus primeros besos a un guapo marino, quien lossepultó en medio del mar…5. Entonces, llena de asco, cerró los ojos con violencia, deseando vehementemente retrocederpor los caminos de la libertad…Ejercicio 31. R/ Porque se sentía cansada de la rutina y deseó darle un giro a su vida de forma diferente.2. R/ Sale del estado de encierro rutinario (mental) en procura de sentirse libre.3. R/ Se prostituye y frecuenta bares anhelando vivir su juventud en el período de la vejez(estado mental).4. R/ Al final del relato, la mujer llega a la conclusión de que su estado de vida anterior era mejor(el rutinario) y ansía volver al pasado.Ejercicio 4R/ Cada estudiante de acuerdo con su visión de mundo interpretará la imagen.Ejercicio 5R/ Una estudiante del <strong>CONED</strong> de Heredia escribió el siguiente párrafo, que a modo de ejemplo, lotranscribimos como posible respuesta:“Un hombre fue a comprar dos violines, pero no llevaba suficientes billetes. La voz del vendedor, untanto grosera, le dijo con violencia que no podía realizar la venta. Vehementemente, el compradorsuplicó mientras estaba llorando. Ambos se volvieron a ver al mismo tiempo caminaron por la veredapara pensar y habiendo llegado a un acuerdo decidieron vivir en paz”.Ana Laura Santamaría. Estudiante del <strong>CONED</strong>, Heredia.Ejercicio 61. Yo estuve atenta a las indicaciones que me dio el profesor.2. Yo anduve por los caminos más seguros.3. Yo tuve un perro que se llamaba Firulais.90


Andrea Gutiérrez, estudiante del <strong>CONED</strong> en Cartago y joven trabajadora, escribió el siguientepárrafo:“Un motivo para mantenerme activa en el trabajo es debido a la solidaridad que existe entre loscompañeros de trabajo. De acuerdo con los propósitos del jefe, el objetivo consiste en que hayatrabajo en equipo de forma ordenada y en mutua cooperación. La semana pasada el jefe estuvocoordinando una capacitación y anduvimos todos ocupados. Dicen mis compañeros que tuvieronuna experiencia agradable al realizar las actividades todos juntos.LECCIÓN 8EL MERCADER DE VENECIA: ¿JUSTICIA O CARIDAD?OBJETIVOS1. Reconocer en el texto “El mercader de Venecia”, de William Shakespeare, lascaracterísticas del género literario dramático.2. Analizar el drama “El mercader de Venecia”, de William Shakespeare, desde unaperspectiva estructural y de contenido.3. Elaborar adecuadamente un currículum vitae.CONTENIDOS: Texto literario: “El mercader de Venecia” Autor: William Shakespeare Género literario y características: Drama. Análisis literario. Currículum vitae.91


INTRODUCCIÓNEn esta lección estudiaremos la pieza teatral “El mercader de Venecia” en el que seestudian situaciones dramáticas y complejas, por ejemplo, el pago de una deuda con sangrehumana. Posteriormente, aprenderemos a elaborar un currículum vitae, el cual es útil paranuestra presentación personal a la hora de solicitar empleo u optar por una beca, entre otrosusos.UBICACIÓN GENERAL DE “EL MERCADER DE VENECIA”Autor William ShakespeareWilliam Shakespeare nació en el Reino Unido en el año 1564. Murió en1616. Fue dramaturgo y poeta inglés. A partir del año 1593 se destacó comopoeta anglosajón con la publicación del poemario titulado Venus y Adonis, Laviolación de Lucrecia (1594) y los Sonetos (1609), de temática amorosa.Fuente: < http://www.opusvida.com/william-shakespeare/>.En Londres, William Shakespeare, rápidamente obtuvo fama y reconocimientocomo dramaturgo.Lectura del Texto LiterarioEl mercader de VeneciaWilliam ShakespearePERSONAJESEL DUX DE VENECIA, pretendiente dePorcia.EL PRÍNCIPE DE MARRUECOS, pretendientede Porcia.EL PRÍNCIPE DE ARAGÓN, pretendiente dePorcia.ANTONIO, mercader de Venecia.BASSANIO, amigo suyo.GRACIANO, amigo de Antonio y Bassanio.SALANIO, amigo de Antonio y Bassanio.SALARINO, amigo de Antonio y Bassanio.LORENZO, enamorado de Jessica.SHYLOCK, judío rico.TUBAL, judío, amigo suyo.LAUNCELOT GOBBO, bufón, criado deShylock.EL VIEJO GOBBO, padre de Launcelot.LEONARDO, criado de Bassanio.BALTASAR, criado de Porcia.STEPHANO, criado de Porcia.PORCIA, rica heredera.NERISSA, doncella suya.JESSICA, hija de Shylock.Magníficos de Venecia, Funcionarios delTribunal de Justicia, un Carcelero, Criados dePORCIA y otras personas delacompañamiento.ESCENA. —Parte en Venecia y parte enBelmont, residencia de PORCIA, en elContinente.92


Venecia. —Una calle.Acto IEscena IEntran ANTONIO, SALARINO y SALANIO.ANTONIO.— En verdad, ignoro por qué estoytan triste. Me inquieta. Decís que a vosotros osinquieta también; pero cómo he adquirido estatristeza, tropezado o encontrado con ella, dequé substancia se compone, de dóndeproviene, es lo que no acierto a explicarme. Yme ha vuelto tan pobre de espíritu, que mecuesta gran trabajo reconocerme.SALARINO.— Vuestra imaginación sebambolea en el océano, donde vuestrosenormes galeones, con las velas infladasmajestuosamente, como señores ricos yburgueses de las olas, o, si lo preferís, comopalacios móviles del mar, contemplan desde loalto de su grandeza la gente menuda de laspequeñas naves mercantes, que se inclinan yles hacen la reverencia cuando se deslizan porsus costados con sus alas tejidas.SALANIO.— Creedme, señor; si yo corrierasemejantes riesgos, la mayor parte de misafecciones se hallaría lejos de aquí, encompañía de mis esperanzas. Estaría decontinuo lanzando pajas al aire para saber dedónde viene el viento. Tendría siempre la narizpegada a las cartas marinas para buscar enellas la situación de los puertos, muelles yradas; y todas las cosas que pudieran hacermetemer un accidente para mis cargamentos mepondrían indudablemente triste.SALARINO.— Mi soplo, al enfriar la sopa, meproduciría una fiebre, cuando me sugiriera elpensamiento de los daños que un ciclón podríahacer en el mar. No me atrevería a vervaciarse la ampolla de un reloj de arena, sinpensar en los bajos arrecifes y sin acordarmede mi rico bajel Andrés, encallado y ladeado,con su palo mayor abatido por encima de lasbandas para besar su tumba. Si fuese a laiglesia, ¿podría contemplar el santo edificio depiedra, sin imaginarme inmediatamente losescollos peligrosos que, con sólo tocar loscostados de mi hermosa nave, desperdigaríanmis géneros por el océano y vestirían con missedas a las rugientes olas, y, en una palabra,sin pensar que yo, opulento al presente, puedoquedar reducido a la nada en un instante?¿Podría reflexionar en estas cosas, evitandoesa otra consideración de que, si sobrevinierauna desgracia semejante, me causaríatristeza? Luego, sin necesidad de que me lodigáis, sé que Antonio está triste porquepiensa en sus mercancías.ANTONIO.— No, creedme; gracias a mifortuna, todas mis especulaciones no vanconfiadas a un solo buque, ni las dirijo a unsolo sitio; ni el total de mi riqueza dependetampoco de los percances del año presente;no es, por tanto, la suerte de mis mercancíaslo que me entristece.SALARINO.— Pues entonces es que estáisenamorado.ANTONIO.— ¡Quita, quita!SALARINO.— ¿Ni enamorado tampoco?Pues convengamos en que estáis triste porqueno estáis alegre, y en que os sería por demásgrato reír, saltar y decir que estáis alegreporque no estáis triste. Ahora, por Jano, el dela doble cara, la Naturaleza se goza a vecesen formar seres raros. Los hay que estánsiempre predispuestos a entornar los ojos y areír como una cotorra delante de un simpletocador de cornamusa, y otros que tienen unafisonomía tan avinagrada, que no descubriríansus dientes para sonreír, aun cuando el mismograve Néstor jurara que acababa de oír unachirigota regocijante.SALARINO.— Aquí llega Bassanio, vuestronobilísimo pariente, con Graciano y Lorenzo.Que os vaya bien; vamos a dejaros en mejorcompañía.SALARINO.— Me hubiera quedado con voshasta veros recobrar la alegría, si más dignosamigos no me relevaran de esa tarea.ANTONIO.— Vuestro mérito es muy caro amis ojos. Tengo la seguridad de que vuestrosasuntos personales os reclaman, yaprovecháis esta ocasión para partir.93


(Entran BASSANIO, LORENZO yGRACIANO.)SALARINO.—señores.Buenos días, mis buenosBASSANIO.— Buenos signiors, decidme unoy otro: ¿cuándo tendremos el placer de reírjuntos? ¿Cuándo, decidme? Os habéis puestode un humor singularmente retraído. ¿Está esobien?SALARINO.— Dispondremos nuestros ociospara hacerlos servidores de los vuestros.(Salen SALARINO y SALANIO.)LORENZO.— Señor Bassanio, puesto que oshabéis encontrado con Antonio, vamos adejaros con él; pero a la hora de cenar,acordaos, os lo ruego, del sitio de nuestrareunión.BASSANIO.— No os faltaré.GRACIANO.— No poseéis buen semblante,signior Antonio; tenéis demasiadosmiramientos con la opinión del mundo; estánperdidos aquellos que la adquieren a costa deexcesivas preocupaciones. Creedme, oshalláis extraordinariamente cambiado.ANTONIO.— No tengo al mundo más que porlo que es, Graciano: un teatro donde cada cualdebe representar su papel, y el mío es bientriste.GRACIANO.— Represente yo el de bufón.Que las arrugas de la vejez vengan encompañía del júbilo y de la risa; y que mihígado se caliente con vino antes quemortificantes suspiros enfríen mi corazón. ¿Porqué un hombre cuya sangre corre cálida ensus venas ha de cobrar la actitud de su abuelo,esculpido en estatua de alabastro? ¿Por quédormir cuando puede velar y darle ictericia afuerza de mal humor? Te lo digo, Antonio, teaprecio, y es mi afecto el que te habla. Hayuna especie de hombres cuyos rostros sonsemejantes a la espuma sobre la superficie deun agua estancada, que se mantienen en unmutismo obstinado, con objeto de darse unareputación de sabiduría, de gravedad yprofundidad, como si quisieran decir: «Yo soyel señor Oráculo, y cuando abro la boca, queningún perro ladre.» ¡Oh, mi Antonio! Sé deesos que solo deben su reputación de sabios aque no dicen nada, y que si hablaraninducirían, estoy muy cierto, a la condenacióna aquellos de sus oyentes que se inclinan atratar a sus hermanos de locos. Te diré mássobre el asunto en otra ocasión; pero no vayasa pescar con el anzuelo de la melancolía esegobio de los tontos, la reputación. Venid, mibuen Lorenzo. Que lo paséis bien, en tanto.Acabaré mis exhortaciones después de lacomida.LORENZO.— Bien; os dejaremos entonceshasta la hora de comer. Yo mismo habré deser uno de esos sabios mudos, pues Gracianonunca me deja hablar.GRACIANO.— Bien; hazme compañíasiquiera dos años, y no conocerás el timbre detu propia voz.ANTONIO.— Adiós; esta conversaciónacabará por hacerme charlatán.GRACIANO.— Tanto mejor, a fe mía; pues elsilencio no es recomendable más que en unalengua de vaca ahumada y en una doncellaque no pudiera venderse.(Salen GRACIANO y LORENZO.)ANTONIO.— ¿Todo eso tiene algún sentido?BASSANIO.— Graciano es el hombre deVenecia que gasta la más prodigiosa cantidadde naderías. Su conversación se asemeja ados granos de trigo que se hubiesen perdidoen dos fanegas de paja; buscaríais todo un díaantes de hallarlos, y cuando los hubieraishallado, no valdrían el trabajo que os habíacostado vuestra rebusca.ANTONIO.— Exacto; ahora, decidme: ¿quiénes esa dama por la que habéis hecho voto deemprender una secreta peregrinación, de queme prometisteis informar hoy?BASSANIO.— No ignoráis, Antonio, hastaqué punto he disipado mi fortuna por haberquerido mantener un boato más fastuoso delque me permitían mis débiles medios. No me94


aflige verme obligado a cesar en ese plan devida, sino que mi principal interés consiste ensalir con honor de las deudas enormes que mijuventud, a veces demasiado pródiga, me hahecho contraer. A vos es, Antonio, a quiendebo más en cuanto a dinero y amistad, y convuestra amistad cuento para la ejecución delos proyectos y de los planes que mepermitirán desembarazarme de todas misdeudas.ANTONIO.— Os lo ruego, mi buen Bassanio,hacédmelos conocer, y si se hallan de acuerdocon el honor, que sé os es habitual, tened porseguro que mi bolsa, mi persona, mis últimosrecursos, en fin, estarán todos a vuestroservicio en esta ocasión.BASSANIO.— En el tiempo en que yo eracolegial, si me sucedía perder una flecha,lanzaba otra, de un alcance igual, en la mismadirección, observándola más cuidadosamente,de manera que descubriese la primera; y así,arriesgando dos, encontraba a menudo lasdos. Pongo por delante esta reminiscenciainfantil porque se acuerda muy bien con lapetición llena de candor que voy a haceros. Osdebo mucho, y, por faltas de mi juventuddemasiado libre, lo que os debo está perdido;pero si os place lanzar otra flecha en ladirección que habéis lanzado la primera, comovigilaré su vuelo, no dudo que, o volveré aencontrar las dos, o, cuando menos, podrérestituiros la última aventurada, quedandovuestro deudor agradecido por la primera.ANTONIO.— Me conocéis bien, y, por tanto,perdéis vuestro tiempo conmigo encircunloquios. Me hacéis incontestablementemás daño poniendo en duda la absolutasinceridad de mi afecto, que si hubieseisdilapidado mi fortuna entera. Decidme, pues,simplemente lo que debo hacer, lo que puedohacer por vos, según vuestro criterio, queestoy dispuesto a realizarlo; por consiguiente,hablad.BASSANIO.— Hay en Belmont una ricaheredera; es bella, y más bella aún de lo queesta palabra expresa, por sus maravillosasvirtudes. Varias veces he recibido de sus ojosencantadores mensajes sin palabras. Sunombre es Porcia. No cede en nada a la hijade Catón, la Porcia de Bruto. Y el vasto mundotampoco ignora lo que vale; porque los cuatrovientos le llevan de todos los confinespretendientes de renombre. Sus rizos color desol caen sobre sus sienes como un vellocinode oro, lo que hace de su castillo de Belmontun golfo de Colcos, donde una multitud dejasones desembarcan para conquistarla. ¡Oh,Antonio mío! Si tuviese siquiera los medios desostenerme contra uno de ellos en calidad derival, algo me hace presagiar que defenderíatan bien mi causa, que incuestionablementeresultaría vencedor.ANTONIO.— Sabes que toda mi fortuna estáen el mar y que no tengo ni dinero niproporciones de levantar por el momento lasuma que te sería necesaria. Enconsecuencia, inquiere; averigua el alcance demi crédito en Venecia; estoy dispuesto aagotar hasta la última moneda para proveertede los recursos que te permitan ir a Belmont,morada de la bella Porcia. Ve sin tardanza aenterarte dónde se puede encontrar dinero;haré lo mismo por mi lado, y no dudo que loencuentre, sea por mi crédito, sea enconsideración a mi persona. (Salen.)Escena IIBelmont. —Una habitación en la casa dePORCIA.Entran PORCIA y NERISSA.PORCIA.— Bajo mi palabra, Nerissa, que mipequeña persona está fatigada de este granmundo.NERISSA.— Tendríais razón para estarlo,dulce señora, si vuestras miserias fuesen tanabundantes como vuestras prosperidades, y,sin embargo, por lo que veo, aquellos aquienes la hartura da indigestiones están tanenfermos como los que el vacío les hace morirde hambre. No es mediana dicha en verdad lade estar colocado ni demasiado arriba nidemasiado abajo; lo superfluo torna másaprisa los cabellos blancos; pero el sencillobienestar vive más largo tiempo.PORCIA.— Buenas máximas y bienexpresadas.95


NERISSA.— Valdrían más si estuvieran bienobservadas.NERISSA.—palatino.Viene en seguida el condePORCIA.— Si hacer fuese tan fácil comosaber lo que es preferible, las capillas seríaniglesias, y las cabañas de los pobres, palaciosde príncipes. El buen predicador es el quesigue sus propios preceptos; para mí, hallaríamás fácil enseñar a veinte personas la sendadel bien, que ser una de esas veinte personasy obedecer a mis propias recomendaciones. Elcerebro puede promulgar a su gusto leyescontra la pasión; pero una naturaleza ardientesalta por encima de un frío decreto; la locajuventud se asemeja a una liebre en franquearlas redes del desmedrado buen consejo. Peroeste razonamiento de nada me vale paraayudarme a escoger un esposo. ¡Oh, quépalabra, qué palabra ésta: «escoger»! Nopuedo ni escoger a quien me agrade, nirehusar a quien deteste; de tal modo estádoblegada la voluntad de una hija viviente porla voluntad de un padre muerto. ¿No es duro,Nerissa, que no pueda ni escoger ni rehusar anadie?NERISSA.— Vuestro padre fue siemprevirtuoso, y los hombres sabios tienen a sumuerte nobles inspiraciones; es, pues,evidente que la lotería que ha imaginado conestos tres cofres de oro, de plata y de plomo(en virtud de la cual quienquiera que adivine supensamiento obtendrá vuestra mano) no serárectamente comprendida más que por unhombre que os ame rectamente. Pero ¿cuál esla medida de vuestro afecto por esospretendientes principescos que han venido ya?PORCIA.— Te lo ruego, recítame la lista desus nombres; según los enumeres te haré ladescripción de ellos, y esta descripción te darála medida de mi afecto.NERISSA.— Primero está el príncipenapolitano.PORCIA.— Sí, es un verdadero potro, puesno hace más que hablar de su caballo y señalaentre el número de sus principales méritos elarte de herrarle por sí. Mucho me temo que suseñora madre no haya claudicado con unherrador.PORCIA.— No hace más que fruncir elentrecejo, como un hombre que quisiera decir:«Si no me amáis, declaradlo». Oye sin sonreírsiquiera las anécdotas más divertidas; temoque al envejecer no represente el tipo delfilósofo compungido, cuando tan lleno dedesoladora tristeza está en su juventud.Preferiría entregarme a una calavera con unhueso entre los dientes, que a cualquiera deesos dos. ¡Que el cielo me libre de ambos!NERISSA.— ¿Qué decís del señor francés,monsieur Le Bon?PORCIA.— Dios le ha creado, y, porconsiguiente, debe pasar por hombre. Enverdad, sé que la burla es un pecado. ¡Peroese hombre! ... Tiene un caballo mejor que eldel napolitano; supera al conde palatino en lamala costumbre de fruncir el entrecejo; estodos los hombres en general y ningún hombreen particular; en cuanto canta un tordo,inmediatamente se pone a hacer cabriolas;sería capaz de batirse con su sombra; si mecasase con él, me casaría con veinte maridos.Le perdonaría de buena gana, si llegara adespreciarme; pues, aunque me amara hastala locura, me sería imposible corresponderle.NERISSA.— ¿Que decís, entonces, deFaulconbridge, el joven barón de Inglaterra?PORCIA.— Sabéis bien que no le digo nadaporque ni me comprende, ni le comprendo. Nohabla ni el latín, ni el francés, ni el italiano, y encuanto a mí podrías jurar ante un tribunal queno sé ni un mal penique de inglés. Es elmodelo de un hombre bello; pero, ¡ay!, ¿quiénpuede conversar con una pintura muda? ¡Yqué raramente vestido! Pienso si ha compradosu jubón en Italia, sus gregüescos en Francia,su gorra en Alemania y sus maneras en todaspartes.NERISSA.— ¿Qué pensáis del lord escocés,su vecino?PORCIA.— Que está provisto de una caridadde buen vecino, porque ha recibido una96


ofetada del inglés y ha jurado que se ladevolvería en cuanto pudiera. Creo que elfrancés le ha salido fiador y dado su garantíapara otra bofetada.NERISSA.— ¿Cómo encontráis al jovenalemán, el sobrino del duque de Sajonia?PORCIA.— Lo encuentro repugnante por lamañana, cuando está sereno, y másrepugnante a la tarde, cuando está borracho;en sus mejores momentos es poco menos queun hombre, y en sus peores horas vale apenasmás que una bestia. Si me ocurre, pordesgracia, lo peor que pueda ocurrirme,espero que sabré arreglarme paradesembarazarme de él.NERISSA.— Si pidiera elegir entre loscofrecitos, y se le ocurriera el bueno, nopodríais rehusarle por esposo sin rehusar laejecución de la voluntad de vuestro padre.PORCIA.— Así, por temor de ese infortunio,pon, te lo suplico, un gran vaso de vino delRhin sobre el cofrecito adverso, pues auncuando el mismo diablo estuviese dentro, siesta tentación se halla afuera ya sé lo queescogerá. Haré cualquier cosa, Nerissa, antesque consentir casarme con una esponja.NERISSA.— No tenéis que temer elcasamiento con ninguno de esos caballeros,señora, pues me han informado de suresolución, que es regresar a su país y noimportunaros más con sus demandas, amenos que puedan obteneros por otro medioque esa lotería de los cofrecitos, impuesta porvuestro padre.PORCIA.— Aun cuando hubiera de vivir hastala edad de la Sibila, moriría tan casta comoDiana antes que ser conquistada de otro modoque por el de la voluntad de mi padre. Mealegro de que esa gavilla de pretendientes seatan razonable, porque no hay uno de ellos porcuya ausencia suspire, y suplico al cielo queles otorgue una feliz partida.NERISSA.— ¿Os acordáis, señora, en tiempode vuestro padre, de un veneciano, a la vezliterato y soldado, que vino aquí en compañíadel marqués de Montferrat?PORCIA.— Sí, sí; era Bassanio; así sellamaba, creo.NERISSA.— Exactamente, señora; de todoslos hombres que han visto hasta hoy mishumildes ojos, es, en mi opinión, el que mejormerece una bella dama.PORCIA.— Me acuerdo bien de él, y recuerdoque era digno de las alabanzas que le dedicas.(Entra un CRIADO.) ¡Hola! ¿Qué ocurre?¿Qué noticias hay?CRIADO.— Los cuatro extranjeros os buscanpara despedirse de vos, señora, y acaba dellegar el correo de un quinto, el príncipe deMarruecos, que trae la novedad de que elpríncipe, su amo, estará aquí esta noche.PORCIA.— Si pudiera desear la bienvenida aeste quinto de tan buen grado como medispongo a decir adiós a los otros cuatro, mesentiría dichosa con su llegada. Aunquetuviese las cualidades de un santo y el aspectode un diablo, le querría mejor para confesorque para marido. Ven, Nerissa; marchadelante, granuja. Apenas hemos corrido elcerrojo tras de un pretendiente cuando otrollama a la puerta. (Salen.)Escena IIIVenecia. Una plaza pública.Entran BASSANIO y SHYLOCK.SHYLOCK.— ¿Tres mil ducados?... Bien.BASSANIO.— Sí, señor; por tres meses...SHYLOCK.— ¿Por tres meses?... Bien.BASSANIO.— Por cuya suma, según os hedicho, Antonio saldrá fiador.SHYLOCK.— ¿Antonio saldrá fiador?... Bien.BASSANIO.— ¿Podéis servirme? ¿Queréiscomplacerme? ¿Conoceré vuestra respuesta?SHYLOCK.— ¿Tres mil ducados por tresmeses y Antonio como fiador?BASSANIO.— Vuestra respuesta.97


SHYLOCK.— Antonio es bueno.BASSANIO.— ¿Habéis oído algunaimputación en contrario?SHYLOCK.— ¡Oh!, no, no, no, no. Miintención al decir que es bueno es haceroscomprender que lo tengo por solvente. Sinembargo, sus recursos son hipotéticos; tieneun galeón con destino a Trípoli; otro en rutapara las Indias; he sabido, además, en elRialto 1 que tiene un tercero en Méjico y uncuarto camino de Inglaterra. Posee algunosmás, esparcidos aquí y allá. Pero los barcos noestán hechos más que de tablas; los marinerosno son sino hombres; hay ratas de tierra yratas de agua; ladrones de tierra y ladrones deagua; quiero decir piratas. Además, existe elpeligro de las olas, de los vientos y de losarrecifes. No obstante, el hombre es solvente.Tres mil ducados. Pienso que puedo aceptarsu pagaré.BASSANIO.— Estad seguros que podéis.SHYLOCK.— Me aseguraré que puedo, y afin de ratificarme, voy a reflexionar. ¿Puedohablar con Antonio?BASSANIO.—nosotros.Si os agradase comer conSHYLOCK.— ¡Sí, para recibir el olor delpuerco! ¡Para comer en la casa en que vuestroprofeta, el Nazareno, hizo entrar, por medio deexorcismos, al diablo! Me parece bien comprarcon vosotros, vender con vosotros, hablar convosotros, pasearme con vosotros y asísucesivamente; pero no quiero comer convosotros, beber con vosotros, ni orar convosotros. ¿Qué noticias hay del Rialto? ¿Quiénllega aquí?(Entra ANTONIO.)BASSANIO.— Es el signior Antonio.SHYLOCK.— (Aparte.) ¡Qué fisonomíasemejante a un hipócrita publicano! Le odioporque es cristiano, pero mucho más todavíaporque en su baja simplicidad presta dinerogratis y hace así descender la tasa de la usuraen Venecia. Si alguna vez puedo sentarle lamano en los riñones, satisfaré por completo elantiguo rencor que siento hacia él. Odia anuestra santa nación, y hasta en el lugar endonde se reúnen los mercaderes se mofa demí, de mis negocios y de mi ganancialegítimamente adquirida, que él llama usura.Maldita sea mi tribu si le perdono.BASSANIO.— Shylock, ¿escucháis?SHYLOCK.— Estoy haciendo la cuenta de micapital disponible al presente; y a lo que puedofiarme de mi memoria, veo que me esimposible afrontar inmediatamente la suma detres mil ducados. ¿Qué importa? Tubal, un ricohebreo de mi tribu, me proveerá. Pero, vamosdespacio... ¿Por cuantos meses deseáis esasuma? (A ANTONIO.) Que la dicha sea convos, mi buen signior. Acabábamos justamentede hablar de vuestra señoría.ANTONIO.— Shylock, aunque yo no preste nitome prestado con la condición de dar o derecibir más que lo tomado a préstamo oprestado, sin embargo, saldré esta vez de mishábitos para subvenir a las apremiantesnecesidades de mi amigo. (A BASSANIO.)¿Está informado de lo que necesitáis? 2SHYLOCK.— Sí, sí; tres mil ducados.ANTONIO.— Y por tres meses.SHYLOCK.— Había olvidado... tres meses.(A BASSANIO.) Así lo habéis dicho,verdaderamente. (A ANTONIO.) Bien,entonces venga el pagaré y concluyamos.Pero escuchad un poco; me parece queacabáis de decir que ni prestáis ni tomáisprestado a interés.ANTONIO.— No lo hago nunca.SHYLOCK.— Cuando Jacob llevaba a pastarlos rebaños de su tío Labán, este Jacob, quefue de la familia de nuestro santo Abraham,gracias a las medidas que su prudente madretomó en su favor, el tercer descendiente...; sí,fue el tercero...ANTONIO.— ¿Y a cuento de qué viene ahoraJacob? ¿Prestaba a interés?98


SHYLOCK.— No recibía interés, no recibíadirectamente interés, como decís. Pero fijaosbien lo que hizo. Labán y él habían tomado elacuerdo de que todos los recentales 3 listados ymoteados fueran para Jacob, en concepto desalario. Cuando al final del otoño los machosardorosos buscaban a las hembras y la obrade generación se efectuaba entre los lanudosseres, el astuto pastor se proveía de algunascortezas de árboles, y mientras verificaban elacto de la reproducción las presentaba a lasovejas lascivas, que concebían en aquelmomento, y en la época de parir daban a luzcorderos de diversos colores, que pasaban apoder de Jacob. Esta era una manera deprosperar, y fue bendecida su ganancia, puesla ganancia es una bendición cuando no seroba.ANTONIO.— Eso era una especie decasualidad, señor, sobre la que Jacobaventuraba sus servicios; una cosa que noestaba en sus manos obtener, sino que sehallaba regulada y determinada por la mano deDios. Pero esta historia, ¿se ha estampadojamás en la Escritura para justificar la usura?¿Vuestro oro y vuestra plata son ovejas ymoruecos?SHYLOCK.— No os lo puedo decir; les hagoreproducirse todo lo posible; mas tomad buenanota de lo que digo, señor.ANTONIO.— Fijaos en esto, Bassanio: eldemonio puede citar la Escritura para justificarsus designios. Un alma perversa que apela atestimonios sagrados es como un bellaco derisueño semblante, como una hermosamanzana de corazón podrido. ¡Oh, qué belloexterior puede revestir la falsedad!SHYLOCK.— Tres mil ducados es una sumabastante redonda. Tres meses de doce;veamos; el interés...ANTONIO.— Bueno, Shylock, ¿quedaremosobligados a vos?SHYLOCK.— Signior Antonio, veces y veces,en el Rialto, me habéis maltratado a propósitode mi dinero y de los intereses que le hagoproducir; sin embargo, he soportado ello conpaciente encogimiento de hombros, porque laresignación es la virtud característica de todanuestra raza. Me habéis llamado descreído,perro malhechor, y me habéis escupido sobremi gabardina de judío, todo por el uso que hehecho de lo que me pertenece. Muy bien; peroparece ser que ahora tenéis necesidad de miayuda; venís a mí y me decís: «Shylock,tendríamos necesidad de dinero». Y me lodecís vos, vos, que habéis expelido vuestrasaliva sobre mi barba y me habéis echado apuntapiés, como echaríais de vuestro umbral aun perro vagabundo. Pedís dinero. ¿Qué debocontestaros? ¿No debería responderos: «Esque un perro tiene dinero? ¿Es posible que unmastín preste tres mil ducados?» O bien,inclinándome servilmente, y en tono de unesclavo, con el aliento retenido y una humildadde susurro, deciros así: «Arrogante señor,habéis escupido sobre mí el miércoles último;me habéis arrojado con el pie tal día; en otraocasión me llamasteis dogo, y por todas esascortesías, ¿voy a prestaros tanto dinero?»ANTONIO.— Me dan ganas de llamarte otravez lo mismo, de escupirte de nuevo y de dartetambién de puntapiés. Si quieres prestar esedinero, préstalo, no como a tus amigos, pues¿se ha visto alguna vez que la amistad hayaexigido de un amigo sacrificios de un estérilpedazo de metal?, sino préstalo como a tusenemigos, de quienes podrás obtener másfácilmente castigo si faltan a su palabra.SHYLOCK.— ¡Vaya, mirad, cómo osamostazáis! Quisiera hacer pacto de amistad,ganar vuestro afecto, olvidar los ultrajes conque me habéis mancillado, subvenir a vuestrasnecesidades presentes, sin tomar algún interéspor mi dinero, y no queréis escucharme; miofrecimiento es generoso.ANTONIO.— Sería, en efecto, puragenerosidad.SHYLOCK.— Pues quiero probaros estagenerosidad. Venid conmigo a casa de unnotario, me firmaréis allí simplemente vuestropagaré, y a manera de broma será estipuladoque, si no pagáis tal día, en tal lugar, la suma olas sumas convenidas, la penalidad consistiráen una libra exacta de vuestra hermosa carne,99


que podrá ser escogida y cortada de noimporta qué parte de vuestro cuerpo que meplazca.ANTONIO.— Conforme, a fe mía; firmaré esepagaré y diré que hay mucha generosidad enel judío.BASSANIO.— No firmaréis por mí uncompromiso como ese; prefiero continuar en elapuro en que estoy.ANTONIO.— Bah, no temáis, hombre; nocaeré en falta. De aquí a dos meses, es decir,un mes antes de la expiración de ese pagaré,espero ingresos de tres veces el triple del valordel recibo.SHYLOCK.— ¡Oh, padre Abraham! ¡Vayaunos cristianos, cuya crueldad de sus propiosactos les enseña a sospechar de lasintenciones del prójimo! Os lo suplico,responded a esto; si por casualidad él faltara alpago el día convenido, ¿qué ganaría yo alexigir el cumplimiento de la condición? Unalibra de carne humana no tiene tanto precio nipuede aprovecharse tanto como la carne decarnero, de buey o de cabra. Os lo repito: paraconquistar su afecto os hago esta ofertaamistosa; si quiere aceptarla, bien; si no,adiós. Y en reciprocidad de mi afecto, no meinjuriéis, os lo ruego.ANTONIO.— Sí, Shylock; firmaré ese pagaré.SHYLOCK.— Entonces, esperadme enseguida en casa del notario; dadle lasinstrucciones necesarias para este divertidodocumento, y a mi llegada os embolsaréinmediatamente los ducados. Quiero dar unvistazo a mi casa, que he dejado temblandobajo la custodia poco segura de un pillodescuidado, y al momento me reúno convosotros. (Sale.)ANTONIO.— Apresúrate, amable judío. Estehebreo acabará por hacerse cristiano; ya vasiendo obsequioso.BASSANIO.— No me placen términos finos yalma de bribón.ANTONIO.— Marchemos; no puede resultarnada desagradable. Mis barcos regresarán unmes antes del día convenido. (Salen.)Acto IIEscena IUna habitación en la casa de PORCIA.Trompetería. Entran el PRÍNCIPE DEMARRUECOS, con su séquito, PORCIA,NERISSA y otros acompañantes.PRÍNCIPE DE MARRUECOS.— No medesdeñéis a causa de mi tez, librea obscuradel sol bruñidor, del que soy vecino y bajo elque me he formado. Traedme el más blanco 4de los hijos del Norte, donde el fuego de Febofunde apenas los carámbanos de nieve, y pornuestro amor nos practicaremos incisiones,para saber cuál sangre es más roja, la suya ola mía. Te lo digo, hermosa dama; este rostroha aterrorizado a los bravos. Juro por el amorque me inspiras, que las vírgenes másconsideradas de nuestro clima le han amadotambién. No quisiera, pues, cambiar mi tez porninguna otra, a menos que con ello me fueradable conquistar vuestros pensamientos, midulce reina.PORCIA.— En punto a elección de esposo nopuedo dejarme conducir solamente por laagradable dirección de los ojos de una joven.Además, la lotería de mi destino me prohíbe elderecho de una elección voluntaria; pero si mipadre no hubiese limitado mi libertad yobligado con su prudencia ingeniosa a darmepor mujer al que me conquiste según losmedios que os he dicho, vos, prínciperenombrado, tendríais tantos derechos a miafecto como ninguno de los pretendientes quehasta ahora he visto.PRÍNCIPE DE MARRUECOS.— Os doy lasgracias sólo por ello, y en consecuencia osruego me conduzcáis cerca del cofrecito paraque intente fortuna. Por esta cimitarra, que hamatado al Sofí y a un príncipe persa, que haganado tres batallas sobre el sultán Solimán,sería capaz, para conquistarte, ¡oh señoramía!, de fulminar con la mirada los ojos másamenazadores, de superar en bravura elcorazón más intrépido de la tierra, de arrancarde las manos de la osa sus cachorros, y más100


todavía, de burlarme del león cuando ruge trasde su presa. Pero, ¡ay, ahora! Si Hércules yLicas juegan juntos a los dados a quién es másgrande de los dos, puede que la fortuna hagaque el tanto más alto salga de la mano másdébil y que Alcides sea vencido por su paje.Así es como yo, conducido por la ciega suerte,puedo perder lo que otro menos digno alcancey morir de pena de mi derrota.PORCIA.— Tenéis que aceptar vuestrasuerte; y así, o renunciad a toda elección, ojurad antes de escoger que, si escogéis mal,no hablaréis nunca más de matrimonio conninguna dama. Haced, por tanto, de modo queos decidáis con prudencia.PRÍNCIPE DE MARRUECOS.— Consiento enesas condiciones; venid, llevadme hacia miazar.PORCIA.— Vamos primero al templo;después de cenar consultaréis la suerte.PRÍNCIPE DE MARRUECOS.— Entonces,¡que la fortuna me sea propicia! Puedehacerme el más feliz o el más desgraciado delos hombres. (Trompetería. Salen.)Escena IIVenecia. Una calle.Entra LAUNCELOT GOBBO.LAUNCELOT.— Ciertamente la concienciame hará abandonar la casa de ese judío, miamo. El demonio me toca el codo y me tientadiciéndome: «¡Gobbo, Launcelot Gobbo, buenLauncelot!», o «¡Buen Gobbo», o «BuenLauncelot Gobbo, servíos de vuestras piernas,dejad el campo, poneos en franquicia!» Miconciencia me dice: «No, ten cuidado, honradoLauncelot; ten cuidado, honrado Gobbo», o,como he dicho anteriormente, «honradoLauncelot Gobbo; no te escapes, desprecia laidea de poner pies en polvorosa». Pero elintrépido demonio me ordena liar el petate:«¡Vía!» 5 , dice el demonio. «¡Largo!», dice eldemonio. «En nombre del cielo, toma unaresolución enérgica y parte», dice el demonio.A su vez, mi conciencia, colgándose del cuellode mi corazón, me dice estas prudentísimaspalabras: «Mi honesto amigo Launcelot, tú,que eres el hijo de un hombre honrado...» —valdría mejor decir el hijo de una mujerhonrada, porque, para decir verdad, mi padretuvo cierto resabio, cierta inclinación, ciertogusto especial-; mi conciencia me dicta, pues:«¡Launcelot, no te muevas!» «¡Muévete!», diceel demonio. «¡No te muevas!», dice miconciencia. «Conciencia, le digo, no meaconsejas mal; demonio, le contesto, meaconsejas bien.» Si me dejo gobernar por miconciencia, me quedaré con el judío, mi amo,que es una especie de diablo; si me escapo dela casa del judío, tomaré por amo al demonio,quien, salvando vuestros respetos, es Satanásmismo. Ciertamente el judío es unaencarnación del propio diablo; y, enconciencia, mi conciencia es una especie deconciencia sin piedad, por aconsejarme queme quede con el judío. Es el demonio quienme da el consejo más amistoso; me escaparé,demonio; mis piernas están a tus órdenes; meescaparé.(Entra el viejo GOBBO con un cesto.)GOBBO.— Mi joven señor, os lo suplico,¿cuál es el camino de la casa del señor judío?LAUNCELOT.— (Aparte.) ¡Oh, cielos! Es elverdadero autor de mis días, que, estando másque medio ciego, tres cuartos ciego, no meconoce. Voy a hacer un experimento con él.GOBBO.— Mi joven señor, os lo suplico:¿cuál es el camino para ir a la casa del señorjudío?LAUNCELOT.— Torced a vuestra manoderecha en la primera esquina; pero en laúltima esquina de todas tomad a la izquierda, yen seguida en la primera esquina no torzáis,¡pardiez!, ni a la derecha ni a la izquierda, sinodescended indirectamente hacia la casa deljudío.GOBBO.— ¡Por los santos de Dios! He ahí uncamino que será fácil encontrar. ¿Podéisdecirme si un cierto Launcelot, que vive con él,vive o no con él?LAUNCELOT.— ¿Habláis del joven maeseLauncelot? (Aparte.) Ponedme atenciónahora; voy a hacer correr las lágrimas 6 .101


(A GOBBO.) ¿Habláis del joven maeseLauncelot?GOBBO.— No es maese, señor, sino el hijode un pobre hombre; su padre, aunque sea yoquien lo diga, es un hombre honrado,extremadamente pobre, y, a Dios gracias, enbuena disposición de vivir.LAUNCELOT.— Bien; sea su padre lo quequiera, hablamos del joven maese Launcelot.GOBBO.— Launcelot a secas, señor, paraservir a vuestra señoría.LAUNCELOT.— Pero os lo ruego, ergoanciano, ergo, os lo suplico: ¿es del jovenmaese Launcelot de quien habláis?GOBBO.— De Launcelot, si place a vuestrohonor.LAUNCELOT.— Ergo, de maese Launcelot.No habléis de maese Launcelot, padre, pues eljoven caballero, según los hados y los destinosy otras maneras raras de hablar, como las TresHermanas, y parecidas divisiones de laerudición, ha fallecido, o, como diríamos entérminos más corrientes, ha ido al cielo.GOBBO.— ¡Pardiez! ¡No lo permita Dios! Elmuchacho era el báculo de mi vejez, miverdadero sostén.LAUNCELOT.— (Aparte.) ¿Me parezco a ungarrote, a una viga, a un bastón o a un poste?(A GOBBO.) ¿Me reconocéis, padre?GOBBO.— ¡Ay! No, no os conozco, jovencaballero; pero decidme, por favor, si mimuchacho (Dios dé reposo a su alma) estámuerto o vivo.LAUNCELOT.— ¿Me reconocéis, padre?GOBBO.— ¡Ay! Señor, estoy casi ciego, no osreconozco.LAUNCELOT.— En verdad, aunque tuvieraisvuestros ojos, podríais muy bien noreconocerme: es un padre avisado el queconoce su propio hijo. Vamos, viejo, voy adaros noticias de vuestro hijo. (Se arrodilla.)Dadme vuestra bendición; la verdad salesiempre a luz; un crimen no puede estar ocultolargo tiempo, pero sí un hijo para su padre; sinembargo, al final la verdad acaba siempre pordescubrirse.GOBBO.— Os lo ruego, señor, levantaos;estoy seguro que no sois Launcelot, mi hijo.LAUNCELOT.— Os lo suplico: no digamosmás tonterías sobre este asunto, sino dadmevuestra bendición; soy Launcelot, el que eravuestro mocito, el que es ahora vuestro hijo, elque será siempre vuestro chico.GOBBO.— No puedo creer que seáis mi hijo.LAUNCELOT.— No sé lo que debo creer aeste respecto; pero soy Launcelot, el criado deljudío, y estoy seguro que Margarita, vuestramujer, es mi madre.GOBBO.— Su nombre es Margarita, enverdad, y afirmaré bajo juramento que si eresLauncelot eres de veras mi propia carne y mipropia sangre. ¡Dios sea alabado! ¡Cómo te hacrecido la barba! Tienes más pelos en tubarbilla que Dobbin, mi limonero, tiene en lacola.LAUNCELOT.— Parecería entonces que lacola de Dobbin crece en disminución; puesestoy seguro que tenía más pelos en la colaque los que yo tengo en la cara, la última vezque le vi.GOBBO.— ¡Dios mío, cómo estás decambiado! ¿Cómo os lleváis tu amo y tú? Letraía un regalo. ¿Cómo os lleváis ahora?LAUNCELOT.— Bien; pero, por mi parte, hedecretado mi fuga; así que no me detendréhasta que no esté a una buena distancia de él.Mi amo es un verdadero judío. ¡Darle unregalo! ¡Dadle una cuerda! Me muero dehambre en su servicio. Podéis contarme todoslos dedos que tengo con mis costillas. Padre,me alegro que hayáis venido; entregadmevuestro regalo para un tal Bassanio, que, porcierto, da a sus servidores hermosas libreasnuevas; si no le sirvo, huiré tan lejos comoalcanza la tierra de Dios. ¡Oh!, rara fortuna;aquí llega el hombre de que se trata;dirijámonos a él, padre, porque voy aconvertirme en judío, si sirvo al judío mástiempo.102


(Entra BASSANIO con LEONARDO y otrosacompañantes.)BASSANIO.— Podéis arreglarlo así; pero quese haga tan aprisa que la cena esté dispuesta,lo más tarde, a las cinco. Ved de entregar esascartas, dad a hacer las libreas y rogad aGraciano que venga en seguida a mialojamiento.(Sale un CRIADO.)LAUNCELOT.— Vamos a él, padre.GOBBO.— ¡Dios bendiga a vuestra señoría!BASSANIO.— Muchas gracias. ¿Deseas algode mí?GOBBO.— Aquí está mi hijo, señor, un pobremuchacho...LAUNCELOT.— No un pobre muchacho,señor, sino el criado del rico judío, que quería,señor, como mi padre os especificará...GOBBO.— Tiene, como si dijéramos, unagran infección 7 a servir...LAUNCELOT.— Para deciros verdad, elresumen de mi asunto es que sirvo al judío, yque tengo un deseo, como mi padre osespecificará...GOBBO.— Su amo y él, salvando losrespetos de vuesa merced, no hacen buenasmigas... 8LAUNCELOT.— Para ser breve, la verdadverdadera es que el judío, habiéndomemaltratado, me fuerza como mi padre, que esun viejo, os «fructificará»...GOBBO.— Tengo aquí un plato de pichonesque quisiera ofrecer a vuestra señoría, y midemanda es...LAUNCELOT.— Para abreviar: la demandaes «ajena» 9 a mí, como vuestra señoría losabrá por este anciano, y, aunque anciano,como yo le digo, sin embargo, es un pobrehombre y mi padre...BASSANIO.— Que hable uno solo porambos. ¿Qué queréis?LAUNCELOT.— Serviros, señor.GOBBO.— Ahí está la verdadera clave delasunto, señor.BASSANIO.— Te conozco perfectamente; tupetición está concedida. Shylock, tu amo, meha hablado hoy y me ha propuesto hacerteprogresar, si progreso supone abandonar elservicio de un rico judío para convertirse ensirviente de un tan pobre caballero.LAUNCELOT.— El viejo proverbio se repartemuy bien entre mi amo Shylock y vos, señor;vos tenéis la gracia de Dios, y él la opulencia.BASSANIO.— Has dicho bien. Ve con tu hijo,padre; despídete de tu antiguo amo e inquierelas señas de mi casa. (A sus criados.) Quese le dé una librea más bella que la de suscamaradas; cuidad que se cumpla así.LAUNCELOT.— Marchemos, padre. No sésolicitar una colocación, no; jamás hallo lenguafácil en la cabeza. (Mirándose la mano.)Bien; si hay un hombre en Italia que paraprestar juramento pueda mostrar una másbella palma en que apoyar un libro, tendré todaclase de dichas. Ved, he aquí solamente estalínea de vida. Aquí hay una provisioncita demujeres. ¡Ay! Quince mujeres, pero ¡eso no esnada! Once viudas y nueve doncellasconstituyen una parte modesta para unhombre. Y luego escapar por tres veces a lasumersión y estar en trance de perder mi vidaal borde de un lecho de pluma. ¡He aquí unbuen número de pequeños riesgos! Pues bien;si la fortuna es mujer, forzoso es convenir quese muestra buena chica en este horóscopo.Padre, marchemos; voy a despedirme del judíoen un abrir y cerrar de ojos.(Salen LAUNCELOT y el viejo GOBBO.)BASSANIO.— Te lo ruego, mi buenLeonardo, piensa en esto: una vez compradasy debidamente distribuidas todas esas cosas,vuelve a toda prisa, pues doy esta noche unafiesta a mis mejores amigos. Anda, apresúrate.LEONARDO.—todo mi ardor.Voy a ponerme a ello con103


(Entra GRACIANO.)GRACIANO.— ¿Dónde está vuestro amo?LEONARDO.— Allá, señor, se pasea. (Sale.)GRACIANO.— ¡Señor Bassanio!BASSANIO.— ¡Graciano!GRACIANO.—haceros.Tengo una petición queBASSANIO.— Os está concedida.GRACIANO.— No me la podéis negar. Quieroacompañaros a Belmont.BASSANIO.— Pues bien; puedes hacerlo.Pero escúchame, Graciano: eres demasiadopetulante, demasiado brusco y de tonoaltanero. Esas maneras te van muy bien, y anuestros ojos no parecen, de ningún modo,chocantes; pero allí donde no eres conocidoparecen libres con exceso. Te ruego que tetomes el trabajo de moderar por medio dealgunas frías gotas de reserva las vivacidadesde tu carácter, por miedo de que tuextravagancia habitual no haga juzgarme malen el sitio adonde voy y no destruya misesperanzas.GRACIANO.— Escuchadme bien, signiorBassanio: si no adopto una grave actitud, si nohablo con respeto, y si me ocurre jurar confrecuencia; si no llevo en mis bolsillos un librode rezos y si no miro con beatitud; más aún: simientras que se dan las gracias no tapo losojos con mi sombrero, de este modo,suspirando y diciendo amén; si, en unapalabra, no observo todas las reglas de lacivilidad tan estrictamente como un joven queha estudiado la forma de darse un aspectoaustero para agradar a su abuela, no tengáisjamás confianza en mí.BASSANIO.— Bien; veremos vuestraconducta.GRACIANO.— La veremos; pero descarto lanoche de hoy de nuestro convenio; no mejuzguéis por lo que haga en esta velada.BASSANIO.— No, sería una lástima; rogarémás bien a vuestro ingenio para quedespliegue esta noche su más hermoso trajede alegría, pues contaremos con amigos quese proponen divertirse. Pero, adiós, tengoalgunos quehaceres.GRACIANO.— Y yo debo ir a encontrarmecon Lorenzo y los otros; mas nos volveremos aver a la hora de cenar. (Salen.)Escena IIIVenecia. Una habitación en casa deSHYLOCK.Entran JESSICA y LAUNCELOT.JESSICA.— Estoy enfadada porqueabandonas así a mi padre; nuestra casa es uninfierno, y tú, alegre diablo, divertías un pocosu atmósfera de fastidio. Sin embargo, que lopases bien; aquí tienes un ducado para ti. Estanoche, en la cena, Launcelot, verás a Lorenzo,que es el convidado de tu nuevo amo; daleesta carta en secreto, y ahora, adiós; noquerría que mi padre me viese hablar contigo.LAUNCELOT.— ¡Adiós! Mis lágrimas hablanpor mi lengua. ¡Encantadora pagana!¡Deliciosa judía! Si algún cristiano no hacealguna fechoría y te consigue, mucho meequivocaré. Pero adiós, que estas neciaslágrimas ahogan un poco mi valor varonil.JESSICA.— Adiós, mi buen Launcelot. (SaleLAUNCELOT.) ¡Ay, qué aborrecible pecadocometo al avergonzarme de ser hija de mipadre! Pero, aunque soy su hija por la sangre,no lo soy por el carácter. ¡Oh, Lorenzo! Simantienes tu promesa, haré cesar la lucha,convirtiéndome en cristiana y tu amanteesposa. (Sale.)Escena IVVenecia. —Una calle.Entran GRACIANO, LORENZO, SALANIO ySALARINO.LORENZO.— Eso es, nos escaparemos a lahora de cenar, nos disfrazaremos en mi casa yestaremos todos de regreso al cabo de unahora.104


GRACIANO.— No hemos hecho biennuestros preparativos.SALARINO.—hacheros.Ni apalabrado todavía a losSALANIO.— Eso es de poca monta, como noesté muy bien dispuesto, y, a mi juicio, valemás no ocuparse de ello.LORENZO.— No son ahora más que lascuatro. Tenemos dos horas para prepararnos.(Entra LAUNCELOT con una carta.) AmigoLauncelot, ¿qué noticias hay?LAUNCELOT.— Si os gustara romper esto,puede que llegarais a saberlo.LORENZO.— Conozco la mano; por mi fe,que es una bella mano, y una bella mano másblanca que el papel sobre el que ha escrito.GRACIANO.— De seguro, noticias de amor.LAUNCELOT.— Con vuestro permiso,señor...LORENZO.— ¿Dónde vas ahora?LAUNCELOT.— ¡Pardiez! Señor, a avisar ami viejo amo el judío que venga a cenar estanoche con mi nuevo dueño el cristiano.LORENZO.— Espera un poco, toma esto; di ala encantadora Jessica que no la faltaré; díseloen secreto, anda. (Sale LAUNCELOT.)Señores, ¿queréis hacer los preparativos parala mascarada de esta noche? Me he provistode un portador de antorcha.SALANIO.— Sí, ¡pardiez! Voy a ocuparme deello.SALARINO.— Y yo también.LORENZO.— Venid a recogernos a mí y aGraciano en el alojamiento de Graciano deaquí a una hora.SALARINO.— Eso es lo mejor.(Salen SALARINO y SALANIO.)GRACIANO.— ¿No era esa carta de la bellaJessica?LORENZO.— Fuerza es que te lo diga todo.Me informa de la manera que debo raptarla dela casa de su padre; me indica que se haprovisto de oro, de joyas y se ha procurado undisfraz de paje. Si alguna vez el judío, supadre, entra en el Paraíso, no será más que enconsideración de su encantadora hija, y sialguna vez la mala fortuna obstruye el caminode Jessica, no podría hacer valer otra excusaque esta: que es la hija de un judío infiel.Vamos, ven conmigo; revisa de paso estacarta. La bella Jessica será mi portaantorcha. (Salen.)Escena VVenecia. Delante de la casa de SHYLOCK.Entran SHYLOCK y LAUNCELOT.SHYLOCK.— Bien; tú verás; tus ojos harán ladistinción entre el viejo Shylock y Bassanio.¡Eh, Jessica! No te atracarás, como has hechoen mi casa. ¡Eh, Jessica! Ni te darás a dormir ya roncar y a destrozar el traje. ¡Eh, Jessica,digo!LAUNCELOT.— ¡Eh, Jessica!SHYLOCK.— ¿Quién te manda llamar? No tehe ordenado que llames.LAUNCELOT.— Vuestra señoría tenía elhábito de reprocharme el no poder jamáshacer nada sin órdenes.(Entra JESSICA.)JESSICA.— ¿Me llamáis? ¿Qué queréis?SHYLOCK.— Estoy invitado a cenar, Jessica;he aquí mis llaves. Pero ¿por qué había de ir?No es por afecto por lo que me invitan; quierenadularme. ¡Bah! Iré por odio, nada más quepor hartarme a expensas del pródigo cristiano.Jessica, hija mía, vigila en la casa. Salgoverdaderamente contra mi deseo; algo sefragua contra mi reposo, pues he soñado estanoche con sacos de dinero.LAUNCELOT.— Os ruego, señor, que vayáis;mi joven amo aguarda vuestra «desgracia».105


SHYLOCK.— Y yo la suya.LAUNCELOT.— Y han conspirado juntos...;no quiero deciros que veréis una mascarada,pero si la veis no fue entonces baldío el que minariz sangrara el último lunes de Pascua, a lasseis de la mañana, que caía este año el mismodía que el miércoles de Ceniza de hace cuatroaños por la tarde.SHYLOCK.— ¡Cómo! ¿Hay máscaras?Escúchame bien, Jessica. Cierra con cerrojomis puertas, y cuando escuches el tambor o elsilbido ridículo del pífano de cuello encorvado,no te encarames a las ventanas, ni alargues tucabeza sobre la vía pública para embobarteante los payasos cristianos de pintadossemblantes, sino, al contrario, tapa los oídosde mi casa, quiero decir mis ventanas; nodejes entrar en mi severa morada los ruidosinútiles de la disipación. Por el báculo de Jacobjuro que no tengo ninguna gana de festejarhoy; sin embargo, iré. Andad delante, bribón;decid que voy a llegar.LAUNCELOT.— Os precederé, señor. (Bajo aJESSICA.) Señora, mirad por la ventana, apesar de todo. Delante de ella pasará uncristiano, digno de que le mire una judía.(Sale.)SHYLOCK.— ¿Qué dice ese imbécil de laestirpe de Agar? ¿Eh?JESSICA.— Me decía: «Adiós, ama», nadamás.SHYLOCK.— Ese galopín no es malmuchacho del todo; pero come enormemente,es lento para el trabajo como un caracol yduerme por el día más que un gato montés.Los zánganos no tienen nada que hacer en micolmena; así, pues, me separo de él y le dejopara que sirva a cierto individuo a quienquisiera que le ayudase a gastar la bolsa queha pedido prestada. Vamos, Jessica, entradya. Es posible que esté inmediatamente devuelta. Haz como te he dicho: cierra lasventanas tras ti. Quien guarda, halla. He aquíun proverbio que para un espíritu económicosiempre es aplicable. (Sale.)JESSICA.— Adiós, y si la fortuna no me escontraria, habremos perdido yo un padre y vosuna hija. (Sale.)Escena VIVenecia.Entran GRACIANO y SALARINO,enmascarados.GRACIANO.— He aquí el cobertizo bajo elcual nos ha rogado Lorenzo que le esperemos.SALARINO.— Ha pasado ya casi la hora enque nos había citado.GRACIANO.— Y es verdaderamente extrañoque esté en retraso con su hora, pues losamantes tienen siempre la costumbre deadelantarse al reloj.SALARINO.— ¡Oh! Las palomas de Venusvuelan diez veces más aprisa cuando se tratade sellar lazos de amor nuevamentecontraídos que cuando intentan evitar laruptura de una fe empeñada.GRACIANO.— Eso es de eterna aplicación.¿Quién se levanta nunca de la mesa con unapetito tan abierto como cuando se hasentado? ¿Dónde está el caballo capaz devolver sobre las huellas de su fatigosa jornadacon el fogoso brío con que la recorrió primero?Todas las cosas de este mundo se persiguencon más ardor que se gozan. ¡Cuán semejantea un jovenzuelo o a un niño pródigo es la barcaempavesada que sale de la bahía natalacariciada y besada por el viento juguetón! ¡Ycuán semejante también al hijo pródigo, vuelvecon sus flancos averiados por las borrascas,sus velas en jirones, estropeada, hendida,despojada de todo por el viento huracanado!SALARINO.— Aquí está Lorenzo.Reanudaremos la conversación más tarde.(Entra LORENZO.)LORENZO.— Gracias, queridos amigos, porhaberme esperado tan pacientemente; la culpade este retraso es de mis asuntos, no mía.Cuando os plazca haceros ladrones deesposas, os prometo tener tanta pacienciacomo vosotros. Acerquémonos. Aquí está lacasa de mi padre, el judío. ¡Hola! ¿Quién haydentro?106


(JESSICA aparece en la ventana en traje demuchacho.)JESSICA.— ¿Quién sois? Decídmelo, paracerciorarme, aunque juraría que conozco esavoz.LORENZO.— Lorenzo y tu amor.JESSICA.— Lorenzo, ciertamente, y mi amor,esa es la verdad, porque ¿a quién entoncesamo yo tanto? En cuanto a saber si soy elvuestro, no hay nadie más que vos que podáisdecirlo, Lorenzo.LORENZO.— El cielo y tu alma son testigosde que lo soy.JESSICA.— Tomad, coged esta cajita, vale lapena. Me alegro de que sea de noche y nopodáis contemplarme, porque me halloavergonzada de mi disfraz. Felizmente, elamor es ciego, y los amantes no pueden verlas bellas locuras que cometen ellos mismos;sin eso, el propio Cupido se ruborizaría deverme así transformada en muchacho.LORENZO.— Descended, porque es precisoque me sirváis de porta antorcha.JESSICA.— ¡Cómo! ¿Voy a tener quealumbrar mi vergüenza? A fe que mivergüenza no está ya sino demasiado,demasiado a la luz. Pero, amor mío, esa esuna función propia para hacerme descubrir, yyo debiera mantenerme en la obscuridad.LORENZO.— Estáis bastante disimulada,querida mía, con ese donoso traje demuchacho. Pero venid aprisa, pues la nochecerrada emprende la fuga y se nos espera enla fiesta de Bassanio.JESSICA.— Voy a echar el cerrojo a laspuertas y a dorarme con algunos ducadosmás; luego soy con vos inmediatamente. (Seretira de la ventana.)GRACIANO.— Por mi capucha, es una gentily no una judía.LORENZO.— Maldito sea si no la amo contodo mi corazón porque es discreta, si la juzgobien; es hermosa, si mis ojos no me engañan;es sincera, como lo ha probado hace unmomento, y por eso, por hermosa, discreta ysincera, ocupará siempre de lleno mi almaconstante. (Entra JESSICA.) ¡Qué! ¿Estásaquí? En marcha, señores, en marcha.Nuestros compañeros de mascarada nosesperan.(LORENZO sale con JESSICA y SALARINO.)(Entra ANTONIO.)ANTONIO.— ¿Quién va?GRACIANO.— ¡Signior Antonio!ANTONIO.— ¡Vaya, vaya, Graciano! ¿Dóndeestán todos los demás? Son las nueve; todosnuestros amigos nos esperan. No habrámascarada esta noche; el viento es bueno, yBassanio se va a embarcar inmediatamente.He enviado más de veinte personas abuscaros.GRACIANO.— Me alegro de esas noticias; nodeseo nada con más placer que estar bajo lasvelas y embarcado esta noche. (Salen.)Escena VIIBelmont. Una sala en el castillo de PORCIA.Trompetería. Entra PORCIA con elPRÍNCIPE DE MARRUECOS y su séquito.PORCIA.— Andad, corred las cortinas ydescubrid los diversos cofrecitos a los ojos deeste noble príncipe. Ahora, haced vuestraelección.PRÍNCIPE DE MARRUECOS.— El primero,que es de oro, lleva esta inscripción: Quien meescoja ganará lo que muchos desean. Elsegundo, de plata, ofrece esta promesa: Quienme escoja obtendrá tanto como merece. Eltercero, de plomo vil, con esta inscripción tanvulgar como su metal: Quien me escoja debedar y aventurar todo lo que tiene. ¿Cómo sabrési elijo bien?PORCIA.— Uno de estos cofrecitos contienemi retrato, príncipe; si escogéis este, osperteneceré de lleno.107


PRÍNCIPE DE MARRUECOS.— ¡Que Diosguíe mi juicio! Veamos; voy a releer lasinscripciones. ¿Qué dice este cofrecito deplomo? Quien me escoja debe dar y aventurartodo lo que tiene. ¡Debe dar! ¿A cambio dequé? ¡A cambio de plomo! Aventurar todo porplomo. Este cofrecito amenaza; los hombresque lo aventuran todo lo hacen con laesperanza de hermosos beneficios. Un espíritude oro no se rinde ante las cosas de desecho.No daré ni aventuraré nada por plomo. ¿Quédice la plata con su color virginal? Quien meescoja obtendrá tanto como merece. ¡Tantocomo merece! Detente aquí, príncipe deMarruecos, y pesa tu valía con mano imparcial.Si estás evaluado según tu propia estima,mereces mucho; pero mucho no basta parahacerte llegar hasta esta dama, y, sinembargo, dudar de mi mérito sería una puerildepreciación de mí mismo. ¡Tanto comomerezco! Bien; pero es esta dama lo quemerezco. La merezco por mi nacimiento y pormi fortuna, por mis atractivos y por miscualidades de educación, y más que todo eso,la merezco por mi amor. Pues bien, ¿y si nobuscara más, y escogiera este cofrecito?Veamos aún otra vez lo que dice esta divisagrabada sobre oro: Quien me escoja ganará loque muchos desean. ¡Vaya! Eso es esta dama;el mundo entero la desea; de los cuatroextremos de la tierra vienen para besar a estacasta, a esta santa mortal. Los desiertos deHircania y las inmensas soledades de la vastaArabia están convertidos ahora en grandescaminos para los príncipes que vienen a visitara la bella Porcia. El reino de las aguas, cuyacabeza ambiciosa escupe a la faz del cielo, noes una barrera suficiente para detener losardores de los extranjeros; ellos lo atraviesancomo un arroyuelo para ver a la bella Porcia.Uno de estos tres cofrecitos contiene suceleste efigie. ¿Es probable que esté en elcofrecito de plomo? Tener una idea tanmezquina fuera un sacrilegio; sería un metaldemasiado tosco para encerrar incluso susudario en la obscuridad de su tumba.¿Pensaré que esa imagen está entre muros deplata, que se aprecia en diez veces menos queel oro? ¡Oh, horrible pensamiento! Jamás unajoya tan rica fue gastada en un metal inferior aloro. Hay en Inglaterra una moneda que lleva lafigura de un ángel grabada sobre oro, pero esen la superficie solamente donde estágrabada, mientras que aquí es interiormenteen un lecho de oro donde se halla tendido unángel. Dadme la llave; escojo este cofrecito, ysuceda lo que quiera.PORCIA.— Aquí la tenéis; tomadla, príncipe,y si mi efigie se encuentra en ese cofrecito,vuestra soy.PRÍNCIPE DE MARRUECOS.— (Después dehaber abierto el cofre de oro.) ¡Oh infierno!¿Qué es lo que encuentro? Una calavera, queen una de sus órbitas vacías contiene un rolloescrito. Voy a leer lo que dice. (Lee.) No es orotodo lo que reluce. Con frecuencia habéis oídodecir esto. Más de un hombre ha vendido suvida solamente por contemplar mi exterior. Lastumbas doradas conservan los gusanos. Sihubierais sido tan prudente como osado, jovende cuerpo y viejo de juicio, habríais obtenidootra respuesta que la de este rollo. Pasadlobien; vuestra esperanza está fallida. Fallida, enefecto, y mis esfuerzos están perdidos. ¡Adiós,pues, llama abrasadora! ¡Salud, corazón dehielo! ¡Porcia, adiós! Tengo el corazóndemasiado dolorido para una despedidatediosa. Así se retiran los que pierden. (Salecon su séquito. Trompetería.)PORCIA.— ¡Buen desembarazo! ¡Vaya,corred las cortinas! ¡Que todos los que tienensu mismo color elijan como él! (Salen.)Escena VIIIVenecia. Una calle.Entran SALARINO y SALANIO.SALANIO.— Sí, hombre, he visto a Bassanioembarcarse; Graciano ha partido con él, peroLorenzo, estoy seguro de ello, no iba en sunave.SALARINO.— Ese bribón de judío hadespertado al dux con sus gritos y le ha hechovenir con él a registrar la embarcación deBassanio.SALANIO.— Ha venido demasiado tarde. Elbajel se había dado a la vela, pero sobre el108


puente se ha oído decir al dux que Lorenzo ysu enamorada Jessica habían sido vistosjuntos en una góndola. Además, Antonio hacertificado al dux que ellos no estaban en elbajel de Bassanio.SALARINO.— No he oído jamás quejas tandesprovistas de razón, tan estrambóticas, tanterribles, tan variables como las que ese perrode judío ha hecho resonar por las calles: «¡Mihija! ¡Mis ducados! ¡Oh, mi hija huida con uncristiano! ¡Oh mis ducados cristianos! ¡Justicia!¡La ley! ¡Mis ducados y mi hija! ¡Un saco, dossacos llenos de ducados, de dobles ducados,que se ha llevado consigo mi hija! ¡Y joyas!¡Dos piedras, dos ricas y preciosas piedrasrobadas por mi hija! ¡Justicia! ¡Que seencuentre a mi hija! ¡Lleva encima las piedrasy los ducados!»SALANIO.— A fe que todos los chicos deVenecia le siguen gritando: «¡Sus piedras, suhija, sus ducados!»SALARINO.— Que el bueno de Antonioponga mucho cuidado en ser exacto el díadicho, o será él quien pague por esta aventura.SALANIO.— ¡Pardiez!, me recordáis a estepropósito que ayer, hablando con un francés,me dijo que en los mares estrechos queseparan Francia de Inglaterra, un barco denuestro país, con rico cargamento, habíanaufragado; pensé en Antonio cuando me lodijo, y en silencio anhelé que ese buque nofuera suyo.SALARINO.— Haríais bien en informar aAntonio de lo que habéis oído; sin embargo, nolo hagáis precipitadamente, porque eso podríaentristecerle.SALANIO.— No pisa la tierra caballero másbondadoso. Los he visto separarse a Bassanioy a él. Bassanio le decía que apresuraría suregreso. Él ha respondido: «No hagáis tal, noestropeéis vuestro negocio por un exceso deprecipitación a causa mía, Bassanio, sinotomaos todo el tiempo necesario para quepueda madurar. En cuanto al pagaré que puseen manos del judío, no inquietéis por ello avuestro enamorado espíritu; estad alegre yemplead vuestros mejores pensamientos enhacer vuestra corte y en desplegar todas lasbellas pruebas de amor que os seaconveniente mostrar». Y entonces, con los ojosllenos de lágrimas, volviendo la cara, le hatendido la mano por detrás y, con una ternurasingularmente expresiva, ha oprimido la deBassanio; luego se han separado.SALARINO.— Creo verdaderamente que novive en este mundo más que para Bassanio.Partamos, te lo ruego; tratemos de encontrarley de sacudir esa melancolía que se haapoderado de él por una causa o por otra.SALANIO.— Sí, hagámoslo. (Salen.)Escena IXBelmont. Una sala en el castillo de PORCIA.Entra NERISSA con un criado.NERISSA.— Pronto, pronto, te lo suplico;descorre inmediatamente la cortina. El príncipede Aragón ha prestado su juramento y viene ahacer su elección al instante.(Trompetería. Entran el PRÍNCIPE DEARAGÓN, PORCIA y su séquito.)PORCIA.— Mirad, aquí están los cofrecitos,noble príncipe; si escogéis el que contiene miretrato, las ceremonias de nuestro casamientose celebrarán en seguida; pero, si osequivocáis, deberéis, señor mío, sin hablarmás, partir de aquí inmediatamente.PRÍNCIPE DE ARAGÓN.— Me hecomprometido, bajo juramento, a tres cosas: laprimera, a no revelar jamás a nadie el cofrecitoque elija; la segunda, a no hablar nunca dematrimonio a una doncella durante toda mivida, si me equivoco de cofrecito; la tercera, adespedirme de vos y partir si la fortuna me escontraria.PORCIA.— Esas son las condiciones quedebe jurar quienquiera que venga aquí a correrlos azares de la suerte por mi insignificantepersona.PRÍNCIPE DE ARAGÓN.— Y así me hepreparado. ¡Fortuna, responde ahora a las109


esperanzas de mi corazón!... Oro, plata yplomo vil. Quien me escoja debe dar yaventurar todo lo que tiene. Haréis bien entomar más bello aspecto antes que yo dé oaventure alguna cosa. ¿Qué dice el cofrecitode oro? ¡Ah, veamos! Quien me escoja ganarálo que muchos desean. ¡Lo que muchoshombres desean! Ese muchos debe, sin duda,entenderse de la loca multitud que escoge porla apariencia, que no sabe más que lo que lemuestran sus ojos enamorados de lasuperficialidad, que no penetra en el interior delas cosas, sino que, como el vencejo, fabricasu nido a la intemperie, sobre el muro exterior,en medio de los peligros y en el camino mismode los accidentes. No escogeré lo que muchosdesean porque no quiero ponerme al nivel delos espíritus vulgares y confundirme en las filasde las bárbaras muchedumbres. Bien; ahora ati, palacio de plata; recítame de nuevo lainscripción que llevas. Quien me escojaobtendrá tanto como merece. Y está muy biendicho, porque ¿quién intentará engañar a lafortuna y pretender elevarse en honores si notiene méritos para ello? Nadie presumainvestirse de una dignidad inmerecida. ¡Oh, sifuera posible que los bienes, las jerarquías, losempleos, no se alcanzaran por medio de lacorrupción! ¡Si fuera posible que los honoresse adquirieran siempre por el mérito del quelos obtiene! ¡Cuántos hombres andaríanvestidos que ahora van desnudos! ¡Cuántosson mandados que mandarían! ¡Cuánta bajarusticidad se encontraría al separar el buengrano del verdadero honor, y cuánto honor serecogería entre los escombros y las ruinashechas por el tiempo, para restituirle a suantiguo esplendor! ¡Bien, hagamos nuestraelección! Quien me escoja obtendrá tantocomo merece. Me detengo ante el mérito.Dadme la llave de este cofrecito, y abramosinmediatamente la puerta de mi fortuna. (Abreel cofrecito de plata.)PORCIA.— Pausa excesivamente larga parael objeto que encontráis ahí dentro.PRÍNCIPE DE ARAGÓN.— ¿Qué es esto? Elretrato de un idiota parpadeando que meofrece un rollo. Voy a leerlo. ¡Oh, cuándiferente eres tú de Porcia! ¡Cuán diferente demis esperanzas y de mi mérito! Quien meescoja obtendrá tanto como merece. ¿Es queno merezco nada mejor que una cabeza deidiota? ¿Es esto todo lo que valgo? ¿Mis dotesno tienen más precio?PORCIA.— Ofender y juzgar son dos actosdistintos y de naturaleza opuesta.PRÍNCIPE DE ARAGÓN.— ¿Qué hay escrito?(Lee.) El fuego ha probado siete veces estemetal; siete veces también ha sido probado eljuicio de quien no ha errado nunca al escoger.Los hay que abrazan a las sombras, y esosposeen una dicha de sombras. Existen, lo sé,imbéciles vivientes, plateados al exterior; esteera uno de ellos. Casaos con la mujer que osplazca. Mi cabeza será siempre la vuestra.Partid, pues, de aquí; estáis despedido.Mientras más tiempo permanezca en estoslugares, más insensato pareceré en ellos. Hevenido con una cabeza de necio para contraermatrimonio y me vuelvo con dos. ¡Adiós,encantadora! Mantendré mi juramento ysoportaré pacientemente mi desgracia. (Salecon su séquito.)PORCIA.— Así la falena se ha quemado en laluz. ¡Oh, esos idiotas de reflexiones profundas!Cuando han de elegir tienen la sabiduría deperder a fuerza de talento.NERISSA.— No es una herejía el antiguorefrán que dice: «Matrimonio y mortaja delcielo baja».PORCIA.—Nerissa.(Entra un MENSAJERO.)Salgamos; corre la cortina,MENSAJERO.— ¿Dónde está mi señora?PORCIA.— Aquí. ¿Qué desea mi señor?MENSAJERO.— Señora, ha descendido envuestra puerta un joven veneciano, que se haadelantado para anunciar la llegada de suseñor, de quien os trae tangibles homenajes,consistentes, además de los saludos ypalabras corteses, en ricos regalos. No hevisto todavía un embajador de amor queresponda tan bien a su cometido. Nunca un díade abril ha venido tan deliciosamente a110


anunciar la próxima llegada del opulento estíocomo este mensajero la aproximación de suamo.PORCIA.— No más, te lo ruego; casi tengomiedo de que vengas en seguida a decirmeque es alguno de tu familia, al verte gastar enalabarle semejante talento de los días defiesta. Ven, ven, Nerissa; porque tengo prisade ver a ese correo del gentil Cupido que sepresenta con tan buen augurio.NERISSA.— ¡Oh señor Amor, haz que seaBassanio! (Salen.)Venecia. Una calle.Acto IIIEscena IEntran SALANIO y SALARINO.SALANIO.—Rialto?Hola, ¿qué noticias hay deSALARINO.— Pues bien; todavía corre elrumor, sin que sea desmentido, de que unbuque ricamente cargado, de Antonio, hanaufragado en el estrecho; en los Goodwins,que tal es el nombre del sitio en que se hasumergido: un escollo peligroso y fatal, dondelos cascos de una multitud de grandes barcoshan encontrado su sepultura, según se dice, simi compadre el rumor es un honrado individuofiel a su palabra.SALANIO.— Quisiera que en estacircunstancia fuese tan embustero como lamás embustera comadre que haya injeridojengibre o hecho creer a sus vecinas quelloraba por la muerte de su tercer marido. Perosin incurrir en prolijidad, o desviarnos delcamino principal de la conversación, la verdades que el buen Antonio, el honrado Antonio...¡Oh, que no tenga un epíteto bastantehonorable para acompañarlo a su nombre!SALARINO.— Veamos, llega al final.SALANIO.— ¡Ah! ¿Qué dices? ¡Vaya! El finales que ha perdido un bajel.SALARINO.— Quisiera que ese fuese el finalde sus pérdidas.SALANIO.— Déjame decir muy aprisa amén,no sea que el diablo destruya el efecto de miplegaria, porque ahí lo tienes, que llega bajo lafigura de un judío. (Entra SHYLOCK.) ¡Hola,Shylock! ¿Qué novedades hay entre losmercaderes?SHYLOCK.— Estáis enterados mejor quenadie, mejor que nadie, de la fuga de mi hija.SALARINO.— Es cierto; por mí, conozco alsastre que ha confeccionado las alas con queha huido.SALANIO.— Y Shylock, por su parte, sabíaque el ave tenía plumas; y es natural en lasaves abandonar su nido cuando tienen plumas.SHYLOCK.— Será condenada por eso.SALARINO.— Indudablemente, si el diablopudiera ser su juez.SHYLOCK.— ¡Mi carne y mi sangre revelarseasí!SALANIO.— ¡Fuera, fuera, vieja carroña! ¿Esque se revela eso a tu edad?SHYLOCK.— Digo que mi hija es mi carne ymi sangre.SALARINO.— Existe más diferencia entre tucarne y la suya que entre el ébano y el marfil;más diferencia entre vuestras dos sangres queentre el vino tinto y el vino del Rhin. Pero,decidnos: ¿habéis oído o no decir que Antoniohabía tenido una pérdida en el mar?SHYLOCK.— He ahí otro buen negocio máspara mí. ¡Un quebrado, un pródigo, queapenas se atreve a asomar la cabeza por elRialto! ¡Un mendigo, que tenía costumbre devenir a hacerse el elegante en el mercado!¡Que tenga cuidado con su documento! Teníael hábito de llamarme usurero; que tengacuidado con su pagaré. Tenía la costumbre deprestar dinero por caridad cristiana; que tengacuidado con su papel.111


SALARINO.— ¡Bah! Estoy seguro de que, sino está en regla, no le tomarás su carne.¿Para qué sería buena?SHYLOCK.— Para cebar a los peces.Alimentará mi venganza, si no puede servirpara nada mejor. Ha arrojado el despreciosobre mí, me ha impedido ganar medio millón;se ha reído de mis pérdidas, se ha burlado demis ganancias, ha menospreciado mi nación,ha dificultado mis negocios, enfriado a misamigos, exacerbado a mis enemigos, y ¿quérazón tiene para hacer todo esto? Soy unjudío. ¿Es que un judío no tiene ojos? ¿Es queun judío no tiene manos, órganos,proporciones, sentidos, afectos, pasiones? ¿Esque no está nutrido de los mismos alimentos,herido por las mismas armas, sujeto a lasmismas enfermedades, curado por los mismosmedios, calentado y enfriado por el mismoverano y por el mismo invierno que uncristiano? Si nos pincháis, ¿no sangramos? Sinos cosquilleáis, ¿no nos reímos? Si nosenvenenáis, ¿no nos morimos? Y si nosultrajáis, ¿no nos vengaremos? Si nosparecemos en todo lo demás, nospareceremos también en eso. Si un judíoinsulta a un cristiano, ¿cuál será la humildadde este? La venganza. Si un cristiano ultraja aun judío, ¿qué nombre deberá llevar lapaciencia del judío, si quiere seguir el ejemplodel cristiano? Pues venganza. La villanía queme enseñáis la pondré en práctica, y malo seráque yo no sobrepase la instrucción que mehabéis dado.(Entra un CRIADO.)CRIADO.— Señores, mi amo Antonio está ensu casa y desea hablaros.SALARINO.— Le hemos buscado por todossitios.SALANIO.— He ahí llegar otro de la tribu. Nose encontraría un tercero de la misma especie,a no ser que el diablo mismo se hiciese judío.(Salen SALANIO, SALARINO y elCRIADO.)(Entra TUBAL.)SHYLOCK.— ¡Hola, Tubal! ¿Qué noticias hayde Génova? ¿Has hallado a mi hija?TUBAL.— He parado en más de un lugardonde se hablaba de ella, pero no he podidoencontrarla.SHYLOCK.— ¡Oh, ay, ay, ay! ¡Un diamanteperdido que me había costado dos mil ducadosen Francfort! La maldición no había nuncacaído sobre nuestro pueblo hasta la fecha; yono la había sentido jamás hasta hoy. ¡Dos milducados perdidos con ese diamante, y otraspreciadas, muy preciadas alhajas! Quisieraque mi hija estuviera muerta a mis plantas, conlas joyas en sus orejas; quisiera que estuvieseenterrada a mis pies con los ducados en suféretro. ¿Ninguna noticia de los fugitivos? No,ninguna. Y no sé cuánto dinero gastado enpesquisas. ¡Ah! ¿Ves tú? ¡Pérdida sobrepérdida! ¡El ladrón ha partido con tanto, y hasido necesario dar tanto para encontrar alladrón, y ninguna satisfacción, ningunavenganza, ninguna mala suerte para otrasespaldas que las mías, ningunos otrossuspiros que los que yo lanzo, ningunas otraslágrimas que las que yo vierto!TUBAL.— ¡Sí, otros hombres tienen tambiénsu mala suerte! Antonio, por lo que he sabidoen Génova...SHYLOCK.— ¿Qué, qué, qué? ¿Unadesgracia? ¿Una desgracia?TUBAL.— Ha perdido un galeón que venía deTrípoli.SHYLOCK.— ¡Gracias a Dios! ¡Gracias aDios! ¿Es verdad?TUBAL.— He hablado con algunos de losmarineros que han escapado del naufragio.SHYLOCK.— Te doy las gracias, mi buenTubal. ¡Buenas noticias! ¡Buenas noticias! ¡Ja,ja! ¿Dónde fue eso? ¿En Génova?TUBAL.— Vuestra hija ha gastado enGénova, según he oído decir, ochenta ducadosen una noche.SHYLOCK.— Me hundes un puñal en elcorazón; no volveré a ver más mi oro.¡Ochenta ducados de una sola vez! ¡Ochentaducados!112


TUBAL.— Han venido en mi compañía,camino de Venecia, diversos acreedores deAntonio, que juraban que no podría evitar labancarrota.SHYLOCK.— Me alegro mucho de eso; leharé padecer, le torturaré. Estoy gozoso.TUBAL.— Uno de estos acreedores me haenseñado un anillo que había recibido devuestra hija a cambio de un mono.SHYLOCK.— ¡Maldita sea! Me atormentas,Tubal. Era mi turquesa. La adquirí de Leahcuando era muchacho; no la habría dado portodo un desierto lleno de monos.TUBAL.—arruinado.Pero Antonio está ciertamenteSHYLOCK.— Sí, sí, es verdad; es muy cierto.Anda, Tubal; tenme a sueldo un corchete;prevenle con quince días de anticipación. Si noestá puntual en el día fijado, quiero tener sucorazón; porque, una vez fuera de Venecia,podré hacer todo el negocio que se me antoje.Anda, Tubal, y ven a reunirte conmigo ennuestra sinagoga; anda, mi buen Tubal; anuestra sinagoga, Tubal. (Salen.)Escena IIBelmont. Una sala en el castillo de PORCIA.Entran BASSANIO, PORCIA, GRACIANO,NERISSA y las gentes del séquito.PORCIA.— No os apresuréis, os lo suplico;esperad un día o dos antes de consultar lasuerte, pues si escogéis mal, pierdo vuestracompañía; así, pues, aguardad un poco. Hayalgo que me dice —¡oh, no es el amor!— queno quisiera perderos, y sabéis vos mismo queno es el odio el que aconseja tal disposición deespíritu, sino el miedo de que no mecomprendáis bien —y, sin embargo, una jovenno tiene otro lenguaje que su pensamiento-;querría reteneros aquí un mes o dos antes deque os pusieseis por mi causa en manos de lafortuna. Podría enseñaros el medio de escogerbien, pero entonces sería perjura, y no lo seréjamás. Por otra parte, podéis perderme; y sieso ocurre, me haréis deplorar el no habercometido el pecado de perjura. Malditos seanvuestros ojos. Me han embrujado y partido endos mitades. La una es vuestra; la otra es amedias vuestra; mía, quiero decir; pero si esmía es vuestra, y de ese modo soy toda devos. ¡Oh, época malvada, que pone barrerasentre los poseedores y sus derechos legítimos!Así, aunque de vos, no soy vuestra. Si lascosas se ponen mal, que sea la fortuna la quepague los vidrios rotos, y no yo. Hablodemasiado, pero es por ganar tiempo, porestirarle, por alargarle, con el fin de hacerosaplazar vuestra elección.BASSANIO.— Dejadme elegir, pues en misituación presente estoy en el potro deltormento.PORCIA.— ¿En el tormento, Bassanio?Entonces declarad qué especie de traición estámezclada a vuestro amor.BASSANIO.— Ninguna, si no es esa horrendatraición de la inquietud, que me hace temer porla posesión de mi amor. Igual podría existirpacto y amistad entre la nieve y el fuego, queentre la traición y mi amor.PORCIA.— Sí, pero habláis sobre el potro,que hace decir a las víctimas todo lo que sequiere.BASSANIO.— Prometedme la vida yconfesaré la verdad.PORCIA.— Pues bien, entonces confesad yvivid.BASSANIO.— Confesar que os amo yamaros habría sido el verdadero resumen demi confesión. ¡Oh, feliz tormento, puesto quemi atormentador me enseña las respuestas deliberación! Pero conducidme a los cofrecitos yhacia mi fortuna.(Se descorre la cortina y aparecen loscofrecitos.)PORCIA.— Pues bien, sea entonces. Uno deestos cofrecitos contiene mi retrato; si meamáis, me descubriréis seguidamente.Nerissa, y vosotros todos, manteneos adistancia. Que la música toque mientras elige,de manera que, si pierde, haga un final de113


cisne, y desaparezca durante la melodía. Y,con el objeto de que la comparación sea aúnmás justa, mis ojos serán las corrientes deagua que le servirán de húmedo lechomortuorio. Puede ganar, y entonces, ¿qué serála música? Pues bien, entonces la músicaocupará el lugar de esas bandas queacompañan las reverencias de los fielessúbditos ante un rey nuevamente coronado, oserá como esos armoniosos sones que alamanecer se deslizan en los oídos del noviodormido para llamarle al matrimonio. Ahora seadelanta con tanta soberbia, pero con másamor que el joven Alcides, cuando rescató aTroya doliente del tributo de las vírgenes,pagado al monstruo marino. Soy la víctimadestinada al sacrificio, y las otras aquípresentes son las mujeres dárdanas, que conel terror en el semblante vienen a contemplarel resultado de la empresa. ¡Marcha, Hércules!Si vives, viviré. Contemplo este combate conmucho más espanto que tú, que sostienes lalucha. (La música acompaña este cantomientras BASSANIO busca mentalmentedescubrir el secreto de los cofrecitos.)(Canción.)Dime dónde nace la pasión.¿Es en el corazón o en el cerebro?¿Cómo se engendra? ¿Cómo se nutre?Responde, responde.Se engendra en los ojos,se nutre de miradas y muereen la cuna donde reposa.Repiquemos todos el toque funeral de lapasión.Voy a comenzar: ¡Din, don, ton!EL CORO.— ¡Din, don, ton!BASSANIO.— Las más brillantes aparienciaspueden cubrir las más vulgares realidades. Elmundo vive siempre engañado por losrelumbrones. En justicia, ¿qué causa tansospechosa y depravada existe que una vozpersuasiva no pueda, presentándola conhabilidad, disimular su odioso aspecto? Enreligión, ¿qué error detestable hay, cuyaenormidad no pueda desfigurar bajo bellosadornos un personaje de grave continente,bendiciéndolo y apoyándolo en textosadecuados? No hay vicio tan sencillo que noconsiga dar en su aspecto exterior alguno delos signos de la virtud. ¡Cuántos cobardes,cuyos corazones son tan falsos como gradasde arena y a quienes cuando se les escrutainteriormente se encuentra el hígado blancocomo la leche, llevan en sus rostros las barbasde Hércules y de Marte, con el ceñomalhumorado! No se adornan con estasexcrecencias del valor más que para hacersetemibles. Contemplad una belleza y veréis queestá comprada al peso; una especie de milagrose verifica que hace más livianas a aquellasque tienen una mayor cantidad. Así, esosbucles dorados, enroscados en serpentina,que voltejean lascivos con el viento, sobre unacabeza de belleza supuesta, examinados decerca resultan a menudo no ser sino los viudosde otra cabeza, cuyo cráneo que los sustentóyace en el sepulcro. El ornamento no es, pues,más que la orilla falaz de una mar peligrosa; elbrillante velo que cubre una belleza indiana; enuna palabra, una verdad superficial de la queel siglo, astuto, se sirve para atrapar a los mássensatos. Por eso te rechazo en absoluto, oro,alimento de Midas, y a ti también, pálido y vilagente entre el hombre y el hombre; pero a ti,débil plomo, que amenazas más bien queprometes, tu sencillez me convence más quela elocuencia, y es a ti al que escojo. ¡Que seadichosa la consecuencia de esta elección!PORCIA.— ¡Cómo se disipan en el aire todaslas pasiones que me agitaban, excepto unasola: ansiedades de dudas, desesperación dela precipitación temeraria, temor tembloroso,celos de ojos verdes! ¡Oh amor, modérate;comprime tu éxtasis, haz derramar tu alegríamesuradamente, limita tu ardor! ¡Sientodemasiado vivamente tu dicha; disminúyela,antes que llegue a trastornarme!BASSANIO.— (Abriendo el cofre deplomo.) ¿Qué es lo que encuentro aquí? ¡Elretrato de la bella Porcia! ¿Qué semidiós hasabido aproximarse tanto a la creación? Estosojos, ¿se mueven o parece que están en114


movimiento porque dejan atónitas las miradasde los míos? Aquí están los labios,entreabiertos, separados por una respiraciónaromada; tan dulce barrera merecería separartan dulces amigos. En sus cabellos, el pintorha imitado a la araña y ha tejido una red de oropara prender los corazones de los hombres enmás grande número que los insectos seenredan en las telarañas. Pero los ojos, ¿cómoha podido verlos lo bastante para pintarlos?Parece que el pintar uno solo era lo suficientepara hacerle perder los dos suyos, y detenerleasí en su tarea. Mirad, sin embargo. Tanto másdaña la realidad de mis elogios a esta figura, aldesvalorizarla, cuanto el mismo retrato quedacojo en comparación con la viviente realidad.Mas he aquí el rollito que contiene la expresiónsomera de mi suerte feliz. (Lee.)¡A vos, que no escogéis por la apariencia,suerte siempre tan feliz y elección tanverdadera!Ya que esta buena fortuna os alcanza,contentaos con ella y no busquéis otra nueva.Si os sentís satisfecho con esto,y si consideráis vuestra aventura para dichavuestra,volveos del lado de vuestra damay reclamadla con un beso de amor.¡Rollo encantador! Bella dama, con vuestropermiso, vengo con mi escrito en la mano paradar y recibir. (La besa.) Como cuando dosluchadores se disputan una victoria, el quepiensa haberse portado bien a los ojos delpueblo, esperando los aplausos y los vítoresunánimes, se detiene con el espíritu lleno deconfusiones y calcula, indeciso, si esasaclamaciones elogiosas se dirigen o no a él;así, tres veces, bella dama, me detengodudoso de saber si lo que veo es verdad, hastaque me lo hayáis afirmado, confirmado yratificado.PORCIA.— Vedme aquí, señor Bassanio, talcomo soy. Por lo que a mí se refiere, noalimentaré ningún ambicioso deseo de sermejor de lo que soy; pero por vos quisieratriplicarme veinte veces; quisiera ser mil vecesmás bella, mil veces más rica; y, en fin,solamente por elevarme más de lo que vos meestimáis, quisiera en riquezas, en virtudes, enhermosuras, en amigos, exceder todo cálculo.Pero la suma total de mi persona equivale acero; es decir, para expresarme con brevedad,equivale a una joven sin instrucción, sin saber,sin experiencia, dichosa ante todo de no seraún tan vieja que no pueda aún aprender; másfeliz, porque no es tan falta de talento que nopueda aprender, y dichosa por encima de todode poder confiar mi espíritu dócil a loscuidados del vuestro, para que lo dirija comosu dueño, su gobernador y su rey. Mi personay lo que me pertenece os son transferidos y seconvierten en vuestros; no hace más que uninstante yo era la soberana de este espléndidocastillo, el ama de mis criados, la dueña de mímisma. Y ahora, ahora este castillo, estoscriados, esta persona que soy, son vuestros,señor. Os los doy con este anillo. Si alguna vezos separáis de él, lo perdéis o lo dais, que seapresagio de la ruina de vuestro amor, y para míla legítima ocasión de quejarme de vos.BASSANIO.— Señora, me habéis privado detodo poder de expresión; mi sangre solamenteos responde en mis venas, y hay en misfacultades una confusión parecida a la que semanifiesta después de un discurso elocuentepronunciado por un príncipe popular entre lamultitud henchida de satisfacción, cuando deesos murmullos de conjunto sale aquel ruidoindistinto en que no hay nada más que unaalegría demostrada y no demostrada a la vez.Pero cuando esta sortija se separe de mi dedoserá que la vida me abandona. ¡Oh, entoncespodréis decir decididamente: Bassanio hamuerto!NERISSA.— Señor y señora; ahora noscorresponde a nosotros, que hemos sidoespectadores y hemos visto cumplirsenuestros anhelos, gritar: ¡Felicidad completa;felicidad completa, señor y señora!GRACIANO.— Señor Bassanio, y vos, nobledama: os deseo toda la dicha que podéisanhelar, pues estoy seguro que vuestrasaspiraciones no pueden estar en contra mía;115


así, cuando vuestras señorías solemnicen elcontrato de su enlace, os pido que mepermitáis casarme al mismo tiempo.BASSANIO.— Con todo mi corazón, si lograsencontrar mujer.GRACIANO.— Doy gracias a vuestra señoría;me habéis hallado una. Mis ojos, señor,pueden tener miradas tan vivas como losvuestros. Vos contempláis al ama; yocontemplo a la doncella. Vos amáis; yo amotambién, pues la pasividad no me va más a míque a vos, señor. Vuestra fortuna dependía deesos cofrecitos, y las circunstancias hacíanque la mía también dependiese de ellos; puesdespués de haber estado cortejando aquíhasta sudar a mares y haber prestadojuramento de amor hasta secarme el paladar,tengo, al fin —si una promesa es un fin—,promesa de esta bella aquí presente deconseguir su amor si vuestra fortuna, os hacíaconquistar a su ama.PORCIA.— ¿Es verdad, Nerissa?NERISSA.—gusto.BASSANIO.—buena fe?Sí, señora, si es de vuestroY vos, Graciano, ¿vais deGRACIANO.— Sí, señor; de buena fe.BASSANIO.— Nuestras bodas serán muyrealzadas con las vuestras.GRACIANO.— Apostamos contra ellas milducados a quien tenga el primer hijo.NERISSA.— ¡Cómo! ¿Y apostáis flojo?GRACIANO.— No, en este juego no se gananunca si se apuesta flojo. Pero ¿quién vieneaquí? Lorenzo y su bella pagana. ¡Vaya, ytambién mi viejo amigo de Venecia, Salanio!(Entran LORENZO, JESSICA y SALANIO.)BASSANIO.— Lorenzo y Salanio, sed aquíbien venidos, si es que mis títulos en estoslugares no son aún demasiado nuevos parapermitirme desearos la bienvenida. Convuestro permiso, dulce Porcia, deseo la bienvenida a mis amigos y a mis compatriotas.PORCIA.— Hago lo mismo, señor; seancompletamente bien venidos.LORENZO.— Doy las gracias a vuestraseñoría. Por mi parte, señor, mi intención noera visitaros aquí; pero Salanio, a quien heencontrado en el camino, me ha comprometidode tal manera, que no he podido rehusar.SALANIO.— Es cierto, señor, y tenía misrazones para ello. El signor Antonio ossaluda. (Da una carta a BASSANIO.)BASSANIO.— Antes de abrir esta carta,decidme, os lo ruego, cómo le va a miexcelente amigo.SALANIO.— No está enfermo, a menos queno esté enfermo del alma, y no está muysaludable tampoco, a menos que estésaludable del espíritu. Su carta, que aquí está,os dirá cómo se encuentra.(BASSANIO lee la carta.)GRACIANO.— Nerissa, dispensad buenaacogida a esa extranjera y dadla la bienvenida.La mano, Salanio. ¿Qué noticias hay deVenecia? ¿Cómo se encuentra ese mercaderreal, ese buen Antonio? Sé que estarácontento de nuestra suerte. Somos losjasones; hemos conquistado el vellocino.SALANIO.— Quisiera que hubieseisconquistado el toisón que él ha perdido.PORCIA.— Esta carta contiene algunas malasnoticias que hacen perder sus colores a lasmejillas de Bassanio. Algún querido amigomuerto, sin duda, pues ninguna otra cosa en elmundo podría trastornar hasta ese punto lafisonomía de un hombre de firme carácter.¡Cómo! ¡De mal en peor! Con vuestro permiso,Bassanio, soy vuestra mitad, y debogenerosamente compartir el efecto de lasnoticias que os traiga esa carta.BASSANIO.— ¡Oh, dulce Porcia! Esta cartacontiene unas cuantas palabras de lo másdesagradable que mancharon papel algunojamás. Encantadora dama, cuando por primeravez os confesé mi amor, os dije francamente116


que toda mi riqueza corría por mis venas, queconsistía en mi calidad de caballero, yentonces os dije la verdad. Y, sin embargo,querida señora, al valorarme en nada, veréiscuán jactancioso he sido. Cuando os dije quemi fortuna equivalía a cero, debí deciros queestaba por debajo de cero, porqueverdaderamente me he empeñado con unamigo muy querido, y he hecho que seempeñe mi amigo con su enemigo más mortalpara subvenir a mis gastos. He aquí una carta,señora, cuyo papel es como el cuerpo de miamigo, y cada una de sus palabras, como unaherida abierta que deja escapar la vida con lasangre. Pero ¿es verdad, Salanio? ¿Todas susexpediciones han fracasado? ¿Ni una sola hacon seguido triunfar? ¡Cómo! ¿A la vez las deTrípoli, de Méjico, de Inglaterra, de Lisboa, delos Estados berberiscos, de la India? ¿Ni unsolo bajel ha escapado al choque terrible delas rocas, ruina de los mercaderes?SALANIO.— Ni uno solo, señor. Además,dijérase que aun cuando tuviera el dinero parareembolsar al judío, este no lo aceptaría.Jamás he visto una criatura, revestida deforma humana, más ávida y más anhelante dela pérdida de un hombre. Asedia de día y denoche al dux, y declara que no existeseguridad en Venecia si se le niega justicia.Veinte mercaderes, el dux mismo y losmagníficos más notables han tratado dedulcificarle; pero nada puede disuadirle de suodiosa machaconería: incumplimiento depromesa, justicia, pagaré firmado.JESSICA.— Cuando yo estaba con él, le heoído jurar ante Tubal y Chus, sus compatriotas,que quería mejor la carne de Antonio queveinte veces la suma que le debía; y sé, señor,que si la ley, la autoridad y el poder dejanmarchar las cosas, lo pasará mal ese pobreAntonio.PORCIA.— ¿Es vuestro querido amigo el quese halla en semejante desgracia?BASSANIO.— El más querido de mis amigos,el hombre más afectuoso, el alma másgenerosa y la más infatigable en rendirservicios; la persona en quien más que enninguna otra que alienta en Italia aparece elantiguo honor romano.PORCIA.— ¿Qué suma debe al judío?BASSANIO.—ducados.Le debe por mí tres milPORCIA.— ¡Cómo! ¿Nada más? Pagadle conseis mil y romped el pagaré; doblad esos seismil y aun triplicad esa última suma antes queBassanio deje que pierda un cabello por suculpa un amigo tal como lo describe. Venidprimero conmigo a la iglesia y dadme el títulode esposa y luego id a Veneciainmediatamente a encontraros con vuestroamigo, porque no os acostaréis jamás al ladode Porcia con el alma intranquila. Tendréis oroen cantidad suficiente para pagar veinte vecesesa pequeña suma; cuando esté pagada,retornad trayendo ese amigo verdadero. Midoncella Nerissa y yo viviremos durante esetiempo como vírgenes y viudas. ¡Vamos,salgamos de aquí!, pues es menester quepartáis el mismo día de vuestra boda. Hacedbuena acogida a vuestros amigos; mostradlesalegre semblante. Puesto que os he compradocaro, os amaré raramente. Pero dejadme queoiga la carta de vuestro amigo.BASSANIO.— (Leyendo.) «Mi queridoBassanio: mis barcos se han perdido todos;mis acreedores se muestran crueles; mifortuna está en lo más bajo; mi pagaré suscritoal judío no ha sido satisfecho en su plazo, ycomo no pagándole es imposible que yo viva,todas vuestras deudas conmigo quedaránsaldadas con sólo que os vea antes de morir.Sin embargo, obrad como os sea másagradable, y que mi carta no os obligue avenir, si vuestra amistad no llega a induciros aello.»PORCIA.— ¡Oh, querido, despachad todosvuestros asuntos y partid!BASSANIO.— Puesto que me dais permisopara partir, voy a obrar con diligencia; perocreed que, hasta mi regreso, ningún lecho seráculpable de mi retraso, ningún descansovendrá a interponerse entre nosotrosdos. (Salen.)117


Escena IIIVenecia. Una calle.Entran SHYLOCK, SALARINO, ANTONIO yun carcelero.SHYLOCK.— Carcelero, vigiladle. No mehabléis de clemencia; ahí está el imbécil queprestaba dinero gratis. Carcelero, vigiladle.ANTONIO.—Shylock.Escuchadme aún, mi buenSHYLOCK.— Quiero que las condiciones demi pagaré se cumplan; he jurado que seríanejecutadas. Me has llamado perro cuando notenías razón ninguna para hacerlo; pero,puesto que soy un perro, ten cuidado con misdientes. El dux me otorgará justicia. Meextraña, inútil carcelero, que seas lo bastanteidiota para salir con él cuando te lo pide.ANTONIO.— Te lo ruego, escúchame.SHYLOCK.— Quiero que se cumplan lascondiciones de mi pagaré; no quieroescucharte; por consiguiente, no me hablesmás. No haréis de mí uno de esos buenazosimbéciles, plañideros que van a agitar lacabeza, ablandarse, suspirar y ceder a losintermediarios cristianos. No me sigas; noquiero discursos; quiero el cumplimiento delpagaré. (Sale.)SALARINO.— Es realmente el perro másimpenetrable a la piedad que haya tratado enla vida con los hombres.ANTONIO.— Dejadle tranquilo; no le fatigarémás con súplicas inútiles. Pretende mi vida, ysé por qué; a menudo he sacado de sus garrasa los deudores que venían a gemir ante mí; poreso me odia.SALARINO.— Estoy seguro de que el dux nootorgará jamás la ejecución de ese contrato.ANTONIO.— El dux no puede impedir a la leyque siga su curso, a causa de las garantíascomerciales que los extranjeros encuentrancerca de nosotros en Venecia; suspender laley sería atentar contra la justicia del Estado,puesto que el comercio y la riqueza de laciudad dependen de todas las naciones. Portanto, marchemos; estos disgustos y estaspérdidas me han aplanado tanto, que apenassi estaré mañana en estado de suministrar unalibra de carne a mi cruel acreedor. ¡Vamos,carcelero, marchemos! ¡Dios quiera queBassanio venga para verme pagar su deuda, ydespués no tendré ya máspreocupaciones. (Salen.)Escena IVBelmont. Una sala en el castillo de PORCIA.Entran PORCIA, NERISSA, LORENZO,JESSICA y BALTASAR.LORENZO.— Señora, lo declaro, aunqueestéis presente; tenéis de la divina amistaduna idea noble y verdadera; y la mostráisvalientemente por la manera como aceptáis laausencia de vuestro esposo. Pero si sabéis aquién hacéis este honor, a qué leal caballeroprestáis ayuda, a qué entrañable amigo devuestro señor esposo, estoy seguro de que osmostraréis más envanecida de vuestra obraque si se tratara de cualquier otro beneficioordinario.PORCIA.— No me he arrepentido jamás dehaber hecho el bien, y no me arrepentiré hoy;porque entre compañeros que viven en tratofamiliar y pasan el tiempo juntos, cuyas almascomparten un yugo igual de afecto, debe existirnecesariamente una similitud de caracteres, demaneras y de sentimientos; lo que me impulsaa pensar que este Antonio debe de asemejarseforzosamente a mi señor, puesto que es elamigo del alma de mi señor. Si ello es así,¡cuán pequeño es el premio que he dado pararescatar de la garra de una infernal crueldadesa imagen de mi amor! Pero este lenguaje seacerca excesivamente a la adulación personal;cortemos, pues, por lo sano y hablemos deotra cosa. Lorenzo, entrego en vuestras manosel manejo y la dirección de mi casa hasta elretorno de mi esposo. Por lo que a míconcierne, he dirigido al cielo un voto secretode vivir dedicada al rezo y a la contemplación,en la sola compañía de Nerissa, hasta la vueltade mi esposo y señor; hay un monasterio a dosmillas de aquí; allí nos retiraremos. Me haréis118


el favor de no rehusar este encargo, que miamor y ciertas necesidades me obligan ahora aimponeros.LORENZO.— Señora, con todo mi corazón;estoy dispuesto a obedecer a todas vuestrasamables órdenes.PORCIA.— Mis gentes conocen ya misintenciones y os escucharán, a vos y aJessica, como substitutos del señor Bassanio yde mí misma. Así, buena salud, hasta elpróximo día de nuestra entrevista.LORENZO.— ¡Que hermosos pensamientos yhoras alegres os acompañen!JESSICA.— Deseo a vuestra señoría elcumplimiento de todos los votos de sucorazón.PORCIA.— Os agradezco vuestro deseo y oscorrespondo gozosa; adiós, Jessica. (SalenJESSICA y LORENZO.) Ahora, Baltasar,deseo encontrarte hoy como te he encontradosiempre: honrado y leal. Toma esta carta yemplea toda la diligencia posible en un hombrepara personarte en Padua; entrégalacuidadosamente en propia mano a mi primo, eldoctor Belario; toma los papeles y los vestidosque te dé, y llévalos, te lo ruego, con toda lavelocidad imaginable, al barco que hace elservicio de Venecia. No pierdas tiempo enpalabras, sino parte; estaré allí antes que tú.BALTASAR.— Señora, emplearé toda ladiligencia posible. (Sale.)PORCIA.— Ven, Nerissa; tengo entre manosuna empresa, de la que nada sabes todavía;veremos a nuestros esposos más pronto de loque ellos piensan.NERISSA.— Y ellos, ¿nos verán?PORCIA.— Nos verán, Nerissa; pero bajo talropaje, que creerán que estamos provistas delo que nos falta. Te apuesto lo que quieras aque, cuando ambas estemos vestidas dejovenzuelos, seré yo el más lindo muchacho delos dos, y llevaré la daga con gracia másarrogante, y sabré imitar mejor la voz de laedad fluctuante entre la infancia y la virilidad,cambiando ventajosamente nuestro andarmenudo por las zancadas varoniles, yhablando de pendencia como un guapo mozofanfarrón y diciendo mentiras bonitas. Referiré,por ejemplo, cómo honorables damas hanbuscado mi amor, y no habiéndolo obtenido,han caído enfermas y muerto de pena, peroque no puedo remediarlo; en seguida afectaréarrepentirme, y diré que, después de todo,quisiera no haberlas muerto, y otras veintementiras diminutas de esta clase; tan bien, quelos hombres jurarán que no he salido delcolegio desde hace más de un año. Tengo enmi cabeza más de mil truhanerías de esosjaques jactanciosos, y me serviré de ellas.NERISSA.— ¿Qué, vamos a cambiarnos enhombres?PORCIA.— ¡Quita! ¡Vaya una pregunta! ¡Situvieras al lado algún maligno intérprete! Peroven, te expondré todos mis planes cuandoestemos en mi coche, que nos espera a lapuerta del parque; apresurémonos, puestenemos que hacer veinte millas hoy. (Salen.)Escena VBelmont — El jardín de PORCIA.Entran LAUNCELOT y JESSICA.LAUNCELOT.— Sí, en verdad; pues ya loveis, los pecados del padre recaen en los hijos;por tanto, os prometo que tiemblo por vos.Siempre he sido franco con vos; he ahí por quéos expreso ahora mi «irreflexión» en lamateria. Así, pues, divertíos bien, porque,verdaderamente, creo que estáis condenada.No tenéis más que una esperanza que puedaseros de alguna ayuda; y esa esperanza esaún una especie de esperanza bastarda.JESSICA.— ¿Y qué esperanza es esa, mehaces el favor?LAUNCELOT.— ¡Pardiez!, la esperanza deque no seáis hija del judío.JESSICA.— Esa sería, en efecto, una especiede esperanza bastarda; pues, si fuese así, lospecados de mi madre deberían recaer sobremí.119


LAUNCELOT.— Entonces, a la verdad,mucho temo que no estéis condenada a la vezpor causa de vuestro padre y por causa devuestra madre; así, cuando huyo de Scila,vuestro padre, caigo en Garibdis, vuestramadre. Bien; estáis perdida por los doscostados.JESSICA.— Seré salvada por mi marido; meha hecho cristiana.LAUNCELOT.— Razón, por cierto, paracensurarle más; éramos ya bastantescristianos; éramos aún más de los quenecesitábamos para vivir en buena vecindad.Este furor de hacer cristianos hará subir elprecio de los cochinos; si nos ponemos aconvertirnos en comedores de puercos, muypronto no será posible, aun a precio fabuloso,hacer un asado a la parrilla.JESSICA.— Voy a repetir lo que me dices ami marido, Launcelot; mírale, aquí llega.(Entra LORENZO.)LORENZO.— Voy a estar muy pronto celosode vos, Launcelot, si continuáis de charla conmi mujer por los rincones.JESSICA.— Nada tenéis que temer denosotros, Lorenzo; Launcelot y yo estamos endiscordia. Me dice rotundamente que no hayesperanza para mí en el cielo, porque soy hijade un judío, y añade que no sois un buenciudadano de la república porque, al convertirlos judíos en cristianos, hacéis subir el preciodel puerco.LORENZO.— Me será más fácil justificarmede esta acción cerca de la república que a vosexplicar la redondez de la negra; la mora estáencinta por obra vuestra, Launcelot.LAUNCELOT.— Es, sin duda, mortificanteque la mora esté fuera de cuenta; pero si no esen absoluto honrada, ¿qué tiene de extraño?Me sorprende que su virtud esté todavía tanviviente como lo está; hubiera creído en unavirtud de mora.LORENZO.— ¡Qué fácil es a todos losimbéciles jugar con las palabras! Creo que elmás gracioso ornamento del espíritu será muypronto el silencio, y que la palabra no será unmérito más que para los loros. Vamos, truhán,entra en casa y diles que hagan suspreparativos para la cena.LAUNCELOT.— Los han hecho, señor; puestodos tienen estómago.LORENZO.— ¡Dios bondadoso! ¡Qué hábilatrapador sois de equívocos! Vamos, id ydecidles que preparen la cena.LAUNCELOT.— También está, señor. Ahoraes el cubierto, y no la cena, la palabra propia.LORENZO.— ¡Vaya, bien! Sea, señor. Ve porel cubierto.LAUNCELOT.— ¿Cubierto? ¡Oh!, no, señor,de ningún modo; conozco mi deber.LORENZO.— ¡Siempre con escaramuzas acada palabra que pasa! ¿Quieres mostrar deuna sola vez toda la riqueza de tu talento? Tenla bondad, te lo ruego, de comprender a unhombre sensato, que habla en términossensatos; ve a buscar a tus camaradas, dilesque cubran la mesa, que sirvan los platos yque vamos a ir a cenar.LAUNCELOT.— Es la mesa, señor, la queserá servida, y son los platos los que seráncubiertos; en cuanto a vuestra venida para lacena, señor, será como decidan vuestrocapricho y vuestra fantasía. (Salen.)LORENZO.— ¡Oh, caro sentido común!¡Bonitos maridajes de palabras! ¡El idiota haalineado en su memoria todo un ejército debuenos vocablos, y conozco numerososimbéciles de alta jerarquía que están repletosde las mismas necedades que él y que por elplacer de lanzar una palabra divertida llegan adesconcertar toda una conversación. Muy bien,Jessica, ¿cómo va eso? Ahora, prenda mía,dime tu opinión sobre la mujer del señorBassanio. ¿La quieres mucho?JESSICA.— Más allá de toda expresión. Serámuy justo que el señor Bassanio lleve una vidaejemplar, pues teniendo en su mujer talbendición, hallará aquí en la tierra las alegríasdel cielo; si no encuentra esas alegrías en la120


tierra, le será verdaderamente muy inútil ir abuscarlas al paraíso. Sí, si los dioses hiciesenalguna apuesta en la que el envite fuesen dosmujeres terrestres y Porcia una de las dos,seria menester empeñar alguna otra cosa dellado de la segunda, pues en nuestro pobre ygrosero mundo no halla semejante.LORENZO.— Tienes en mí como marido loque ella es como mujer.JESSICA.— Ciertamente. Pedidme tambiénmi opinión sobre eso.LORENZO.— Es lo que haré más tarde.Vamos primero a cenar.JESSICA.— No, dejadme alabaros mientrassienta de ello apetito.LORENZO.— No; reserva tus alabanzas parala sobremesa; lo que digas entonces lo digerirécon lo demás.JESSICA.— Muy bien; os haré de ello unbuen plato. (Salen.)Acto IVEscena IVenecia. Una sala de justicia.Entran el DUX, los Magníficos, ANTONIO,BASSANIO, GRACIANO, SALANIO,SALARINO y otros.DUX.— Qué, ¿está aquí Antonio?ANTONIO.—vuestra gracia.Presente; a las órdenes deDUX.— Lo deploro por ti; pero has sidollamado para responder a un enemigo depiedra, a un miserable inhumano, incapaz depiedad, cuyo corazón vacío está seco de lamás pequeña gota de clemencia.ANTONIO.— He sabido que vuestra gracia sehabía esforzado mucho por lograr quemoderase el encarnizamiento de suspersecuciones; pero, puesto que se mantieneinexorable y no existe ningún medio legal desubstraerme a los ataques de su malignidad,opondré mi paciencia a su furia y armaré miespíritu de una firmeza tranquila capaz dehacerme soportar la tiranía y la rabia del suyo.DUX.— Que vaya alguno a decir al judío quese presente ante el tribunal.SALANIO.—señor.(Entra SHYLOCK.)Está en la puerta; aquí llega,DUX.— Abrid paso y dejadle que venga frentea nos. Shylock, el público piensa, y yo piensotambién, que tu intención ha sido simplementeproseguir tu juego cruel hasta el últimomomento, y que ahora mostrarás unaclemencia y una piedad más extraordinarias delo que supone tu aparente crueldad. De suerteque en lugar de exigir la penalidad convenida,o sea una libra de carne de ese pobremercader, no solamente renunciarás a esacondición, sino que, animado de generosidad yde ternura humana, cederás una mitad delprincipal, considerando con conmiseración laspérdidas recientes que han gravitado sobre élcon un peso que bastaría para derribar a unmercader real y para inspirar lástima a pechosde bronce y a corazones duros como rocas, aturcos inflexibles y a tártaros ignorantes de losdeberes de la dulce benevolencia. Judío, todosesperamos de ti una respuesta generosa.SHYLOCK.— He informado a vuestra graciade mis intenciones, y he jurado por nuestroSábado Santo obtener la ejecución de lacláusula penal de mi contrato; si me la negáis,que el daño que resulte de ello recaiga sobrela constitución y las libertades de vuestraciudad. Me preguntaréis por qué quiero mejortomar una libra de carroña que recibir tres milducados. A esto no responderé de otra maneramás que diciendo que tal es mi carácter. Larespuesta ¿os parece buena? Si una rataperturba mi casa y me place dar diez milducados para desembarazarme de ella, ¿quése puede alegar en contra? Veamos: ¿es aúnbuena respuesta? Hay gentes que no lesagrada un lechón preparado 10 ; otras a quienesla vista de un gato les da accesos de locura, yotras que, cuando la cornamusa les suenaante sus narices, no pueden contener su orina;121


porque nuestra sensibilidad, soberana denuestras pasiones, les dicta lo que deben amaro detestar. Ahora, he aquí la respuesta que mepedís. Lo mismo que no se puede dar razónacertada para explicar por qué este no puedesoportar el cochinillo preparado; aquel la vistadel gato, animal necesario e inofensivo; esteotro una cornamusa que suena y que estáobligado a detenerse ante la misma; todosconstreñidos a ceder a una humillanteantipatía, que les impulsa a injuriar, porque sona su vez injuriados, así yo no puedo dar otrarazón y no quiero dar otra que esta: tengocontra Antonio un odio profundo, una aversiónabsoluta, que me impulsan a intentar contra élun proceso ruinoso para mí. ¿Estáis satisfechode mi respuesta?BASSANIO.— Hombre insensible, no es esauna respuesta que pueda excusar eldesbordamiento de tu crueldad.SHYLOCK.— No estoy obligado a dar unarespuesta que te cause placer.BASSANIO.— ¿Es que todos los hombresmatan lo que no aman?SHYLOCK.— ¿Existe un hombre queaborrezca lo que no quisiera matar?BASSANIO.—primero el odio.Ninguna ofensa engendraSHYLOCK.— ¡Cómo! ¿Querrías que unaserpiente te mordiera dos veces?ANTONIO.— Pensad, os ruego, que estáisrazonando con el judío. Tanto valdría iros a laplaya y ordenar a la marea que no suba a sualtura habitual; podéis también preguntar allobo por qué obliga a la oveja a balar enreclamo de su cordero; podéis asimismoprohibir a los pinos de las montañas quebalanceen sus altas copas cuando sonagitadas por los ventarrones celestes; podéisigualmente llevar a cabo la empresa más durade ejecución antes de probar el ablandamiento(pues ¿hay nada más duro?) de su corazónjudío. Por consiguiente, os ruego, no hagáisnuevos ofrecimientos, no busquéis nuevosmedios, sino sin más tardar y sin más epilogarhaced lo que debéis hacer necesariamente:pronunciad mi sentencia y conceded al judío lapretensión que desea.BASSANIO.— Por tus tres mil ducados, aquítienes seis mil.SHYLOCK.— Aun cuando cada uno de esosseis mil ducados estuviese dividido en seispartes y cada una de esas partes fuese unducado, no los recibiría; querría la ejecución demi pagaré.DUX.— ¿Cómo podrás esperar clemencia, sino concedes ninguna?SHYLOCK.— ¿Qué sentencia he de temer,no habiendo hecho mal alguno? Tenéis entrevosotros numerosos esclavos que habéiscomprado y que empleáis, como vuestrosasnos, vuestros perros y vuestros mulos, entareas abyectas y serviles, porque los habéiscomprado. ¿Iré a deciros: ponedlos en libertad,casadlos con vuestras herederas? ¿Por quélos abrumáis bajo sus fardos, por qué suslechos no son tan blandos como los vuestros,sus paladares regalados con los mismosmanjares? Me responderéis: «Los esclavosson nuestros». Yo os respondo a mi vez: «Estalibra de carne que le reclamo la he compradocara, es mía, y la tendré. Si me la negáis,anatema contra vuestra ley. Los decretos deVenecia, desde ahora, no tienen fuerza.Espero de vos justicia. ¿Me la haréis?Responded».DUX.— En virtud de mi poder, me halloautorizado para disolver el tribunal, a no serque Belario, mi sabio doctor, que he mandadoa buscar para decidir esta causa, no lleguehoy.SALANIO.— Señor, un mensajerorecientemente llegado de Padua con cartas deldoctor espera a la puerta.DUX.— Traednos las cartas. Haced entrar almensajero.BASSANIO.— ¡Buena esperanza, Antonio!Vamos, amigo, valor aún. El judío tendrá micarne, mi sangre, mis huesos y toda mipersona, antes que pierdas por mí una gota desangre.122


ANTONIO.— Soy la oveja enferma delrebaño, la más adecuada, por consiguiente,para la muerte; la fruta más débil es la que caeprimero al suelo. Que sea así conmigo. Nopodéis dedicaros a nada mejor, Bassanio, quea seguir viviendo y a escribir mi epitafio.(Entra NERISSA, en traje de amanuense deabogado.)DUX.—Belario?¿Venís de Padua, de parte deNERISSA.— Sí, señor; exactamente. Belariosaluda a vuestra gracia. (NERISSA lepresenta una carta.)BASSANIO.— (A SHYLOCK.) ¿Por quéafilas tu cuchillo con tanto brío?SHYLOCK.— Para cortar a ese arruinado loque por estipulación me adeuda.GRACIANO.— No es en tu suela, sino en tualma, áspero judío, donde sacas filo a tucuchillo. Ningún metal, ni aun el hacha deverdugo, corta la mitad que tu malicia aguzada.¿Ninguna súplica puede, por tanto,ablandarte?SHYLOCK.— No, ninguna que tu inteligenciapueda imaginar.GRACIANO.— ¡Oh, condenado seas, perroinexorable, y que tu vida acuse a la justicia!Casi me has hecho vacilar en mi fe, paracompartir esta opinión de Pitágoras: que lasalmas de los animales encarnan en loscuerpos de los hombres. Tu espíritu perrunoanimaba en otro tiempo a un lobo que fueahorcado por el asesinato de un hombre. Sualma feroz se escapó de la horca y se insinuóen ti en el vientre mismo de tu pagana madre,pues tus deseos son los de un lobo,sanguinarios, hambrientos y rapaces.SHYLOCK.— En tanto que tus invectivas noborren la firma de mi pagaré, no harás,hablando tan alto, otra cosa que lesionar tuspulmones. Restaura tu entendimiento, buenjoven, o va a caer en una ruina irremediable.Aguardo aquí la ejecución de la ley.DUX.— Esta carta de Belario recomienda anuestro tribunal a un joven y sabio doctor.¿Dónde está?NERISSA.— Aguarda cerca de aquí,esperando la respuesta que debe dársele, si leadmitís.DUX.— Con todo mi corazón. Que tres ocuatro de vosotros vayan a buscarle paraconducirle aquí con escolta cortés. Mientrastanto, el tribunal va a enterarse de la carta deBelario.UN SECRETARIO.— (Leyendo.) «Vuestragracia habrá de saber que en el momento querecibo vuestra carta estoy muy enfermo; perovuestro mensajero se ha encontrado en micasa con un joven doctor de Roma, cuyonombre es Baltasar, que había venido ahacerme una visita amistosa. Le he expuestoel objeto del proceso entre Antonio, elmercader y el judío. Hemos consultado juntosnumerosos autores; posee mi opinión sobreeste asunto, mejorada por la propia ciencia(cuya extensión no sabré alabar bastante), yos la presenta a instancias mías pararesponder en mi nombre al requerimiento devuestra gracia. Os suplico que no consideréissu extrema juventud como una razón pararehusarle una apreciación respetuosa, pues nohe visto jamás una cabeza más vieja sobre uncuerpo tan joven. Lo encomiendo a vuestrabenévola acogida; la prueba que hagáis con éldirá más altamente de su mérito que suspalabras.»DUX.— Conocéis lo que me ha escrito eldoctor Belario. Y he aquí, me parece, que llegael doctor. (Entra PORCIA, en traje de doctoren leyes.) Dadme la mano. ¿Venís de partedel viejo Belario?PORCIA.— Sí, señor.DUX.— Sed bien venido. Ocupad vuestrositio. ¿Estáis enterado del proceso que estáactualmente pendiente ante el tribunal?PORCIA.— Estoy por completo al corriente dela causa. ¿Cuál es aquí el mercader y cuál eljudío?123


DUX.— Antonio, y tú, viejo Shylock, avanzadlos dos.PORCIA.— ¿Vuestro nombre es Shylock?SHYLOCK.— Shylock es mi nombre.PORCIA.— La demanda que hacéis es denaturaleza extraña, y, sin embargo, de talmanera legal, que la ley veneciana no puedeimpediros proseguirla. (A ANTONIO.) Caéisbajo su acción, ¿no es verdad?ANTONIO.— Sí, es lo que dice.PORCIA.— ¿Reconocéis este pagaré?ANTONIO.— Sí.PORCIA.— Entonces el judío debe mostrarsemisericordioso.SHYLOCK.— ¿Por efecto de qué obligación,queréis decirme?PORCIA.— La propiedad de la clemencia esque no sea forzada; cae como la dulce lluviadel cielo sobre el llano que está por debajo deella; es dos veces bendita: bendice al que laconcede y al que la recibe. Es lo que hay demás poderoso en lo que es todopoderoso;sienta mejor que la corona al monarca sobresu trono. El cetro puede mostrar bien la fuerzadel poder temporal, el atributo de la majestad ydel respeto que hace temblar y temer a losreyes. Pero la clemencia está por encima deesa autoridad del cetro; tiene su trono en loscorazones de los reyes; es un atributo de Diosmismo, y el poder terrestre se aproxima tantocomo es posible al poder de Dios cuando laclemencia atempera la justicia. Porconsiguiente, judío, aunque la justicia sea tupunto de apoyo, considera bien esto: que enestricta justicia ninguno de nosotros encontrarásalvación, rogamos para solicitar clemencia, yeste mismo ruego, mediante el cual lasolicitamos, nos enseña a todos que debemosmostrarnos clementes con nosotros mismos.No he hablado tan largamente más que parainstarte a moderar la justicia de tu demanda. Sipersistes en ella, este rígido tribunal deVenecia, fiel a la ley, deberá necesariamentepronunciar sentencia contra el mercader aquípresente.SHYLOCK.— ¡Que mis acciones caigan sobremi cabeza! Exijo la ley, la ejecución de lacláusula penal y lo convenido en midocumento.PORCIA.— ¿Es que no puede reembolsar eldinero?BASSANIO.— Sí, ofrezco entregárselo aquíante el tribunal. Más aún: ofrezco dos veces lasuma. Si no basta, me obligaré a pagar diezveces la cantidad poniendo como prenda micabeza, mis manos, mi corazón; si no essuficiente aún, está claro entonces que lamaldad se impone a la honradez. Os suplicopor una sola vez que hagáis flaquear la leyante vuestra autoridad; haced un pequeño malpara realizar un gran bien y doblegad laobstinación de este diablo cruel.PORCIA.— No puede ser; no hay fuerza enVenecia que pueda alterar un decretoestablecido; un precedente tal introducirá en elEstado numerosos abusos; eso no puede ser.SHYLOCK.— ¡Un Daniel ha venido ajuzgarnos, sí, un Daniel! ¡Oh, joven y sabiojuez, cómo te honro!PORCIA.— Dejadme, os ruego, examinar elpagaré.SHYLOCK.— Vedle aquí, reverendísimodoctor, vedle aquí.PORCIA.— Shylock, se te ofrece tres veces tudinero.SHYLOCK.— Un juramento, un juramento, hehecho un juramento al cielo. ¿Echaré sobre mialma un perjurio? No, ni por Venecia entera.PORCIA.— Bien, este pagaré ha vencido sinser pagado, y por las estipulacionesconsignadas en él el judío puede legalmentereclamar una libra de carne, que tiene derechoa cortar lo más cerca del corazón de esemercader. Sed compasivo, recibid tres veces elimporte de la deuda; dejadme romper elpagaré.124


SHYLOCK.— Cuando haya sido abonadoconforme a su tenor. Parece que sois un dignojuez; conocéis la ley; vuestra exposición hasido muy sólida. Os requiero, pues, en nombrede la ley, de la que sois una de las columnasmás meritorias, a proceder a la sentencia. Juropor mi alma que no hay lengua humana quetenga bastante elocuencia para cambiar mivoluntad. Me atengo al contenido de micontrato.ANTONIO.— Suplico al tribunal con todo micorazón que tenga a bien dictar su fallo.PORCIA. — Pues bien; aquí está entonces. Oses preciso preparar vuestro pecho al cuchillo.SHYLOCK.— ¡Oh, noble juez! ¡Oh, excelentejoven!PORCIA.— En efecto, el objeto de la ley y elfin que persigue están estrechamente enrelación con la penalidad que este documentomuestra que se puede reclamar.SHYLOCK.— Es muy verdad, ¡oh, juez sabioe íntegro! ¡Cuánto más viejo eres de lo queindica tu semblante!PORCIA.— En consecuencia, poned vuestroseno al desnudo.SHYLOCK.— Sí, su pecho; es lo que dice elpagaré, ¿no es así, noble juez? «El sitio máspróximo al corazón», tales son los términosprecisos.PORCIA.— Exactamente. ¿Hay aquí balanzapara pesar la carne?SHYLOCK.— Tengo una dispuesta.PORCIA.— Shylock, ¿habéis tomado algúncirujano a vuestras expensas para vendar susheridas, a fin de que no se desangre y muera?SHYLOCK.—pagaré?¿Está eso enunciado en elPORCIA.— No está enunciado; pero ¿quéimporta? Sería bueno que lo hicieseis porcaridad.SHYLOCK.— ¡No veo por qué! ¡No estáconsignado en el pagaré!PORCIA.— Acercaos, mercader, ¿tenéis algoque decir?ANTONIO.— Poca cosa. Estoy armado devalor y preparado para mi suerte. Dadmevuestra mano, Bassanio, ¡adiós! No sintáis queme haya ocurrido esa desgracia por vos, puesen esta ocasión la fortuna se ha mostrado máscompasiva que de costumbre. Es su hábitodejar al desdichado sobrevivir a su riquezapara contemplar con ojos huecos y arrugadafrente una pobreza interminable. Pues bien;ella me libra del lento castigo de semejantemiseria. Encomendadme al recuerdo devuestra honorable mujer; referidle todas lasperipecias del fin de Antonio; decidle cómo osquería; hablad bien de mí después de mimuerte, y cuando vuestro relato hayaterminado, instadle a que decida si Bassaniono era su verdadero amigo un tiempo. No osarrepintáis de perder vuestro amigo y él no searrepentirá de pagar vuestra deuda; pues, si eljudío corta bastante profundamente, voy apagar vuestra deuda con mi corazón entero.BASSANIO.— Antonio, estoy casado con unamujer que me es tan querida como la vidamisma; pero la vida, mi mujer, el mundo enterono me son tan caros como tu vida. Sacrificarétodo, lo perderé todo por librarte de ese diablo.PORCIA.— Si vuestra mujer estuviese aquícerca y os oyera hacer un ofrecimientoparecido, os daría bien pocas gracias por ello.GRACIANO.— Tengo una mujer que amo, lodeclaro; pues bien, quisiera que estuviera en elcielo, a fin de que intercediese con algunapotencia divina para cambiar el corazón de eseferoz judío.NERISSA.— Hacéis bien de expresar un votocomo ese en su ausencia. Expresado en supresencia, turbaría la tranquilidad de vuestracasa.SHYLOCK.— (Aparte.) He ahí los maridoscristianos. Tengo una hija; mejor hubieraquerido que se casase con uno de la raza de125


Barrabás que verla con un cristiano poresposo. (En voz alta.) Perdemos tiempo; telo ruego, acaba tu sentencia.PORCIA.— Te pertenece una libra de carnede ese mercader: la ley te la da y el tribunal tela adjudica.SHYLOCK.— ¡Rectísimo juez!PORCIA.— Y podéis cortar esa carne de supecho. La ley lo permite y el tribunal os loautoriza.SHYLOCK.— ¡Doctísimo juez! ¡He ahí unasentencia! ¡Vamos, preparaos!PORCIA.— Detente un instante; hay todavíaalguna otra cosa que decir. Este pagaré no teconcede una gota de sangre. Las palabrasformales son estas: una libra de carne. Toma,pues, lo que te concede el documento; toma tulibra de carne. Pero si al cortarla te ocurreverter una gota de sangre cristiana, tus tierrasy tus bienes, según las leyes de Venecia,serán confiscados en beneficio del Estado deVenecia.GRACIANO.— ¡Oh, juez íntegro! ¡Adviértelo,judío! ¡Oh, recto juez!SHYLOCK.— ¿Es ésta la ley?PORCIA.— Verás tú mismo el texto; pues, yaque pides justicia, ten por seguro que laobtendrás, más de lo que deseas.GRACIANO.— ¡Oh, docto juez! ¡Adviértelo,judío! ¡Oh, recto juez!SHYLOCK.— Acepto su ofrecimiento,entonces; páguenme tres veces el valor delpagaré y déjese marchar al cristiano.BASSANIO.— Aquí está el dinero.PORCIA.— ¡Despacio! El judío tendrá toda sujusticia. ¡Despacio! Nada de prisas. No tendrásnada más que la ejecución de las cláusulaspenales estipuladas.GRACIANO.— ¡Oh, judío! ¡Un juez integro, unrecto juez!PORCIA.— Prepárate, pues, a cortar la carne;no viertas sangre y no cortes ni más ni menosque una libra de carne; si tomas más o menosde una libra precisa, aun cuando no sea másque la cantidad suficiente para aumentar odisminuir el peso de la vigésima parte de unsimple escrúpulo; más aún: si el equilibrio de labalanza se descompone con el peso de uncabello, mueres, y todos tus bienes quedanconfiscados.GRACIANO.— ¡Un segundo Daniel, judío, unDaniel! Aquí os tengo ahora, en la cadera 11 ,pagano.PORCIA.— ¿Por qué se detiene el judío?Toma tu retractación.SHYLOCK.— Dadme mi principal y dejadmepartir.BASSANIO.— Tengo el todo preparado parati; aquí está.PORCIA.— Lo ha rehusado en pleno tribunal.Obtendrá justicia estricta y lo que le concedasu pagaré.GRACIANO.— ¡Un Daniel, te lo repito, unsegundo Daniel! Te doy las gracias, judío, porhaberme enseñado esa palabra.SHYLOCK.— ¿No conseguiré pura ysimplemente mi principal?PORCIA.— No tendrás sino la retractaciónestipulada, para que a tu riesgo la tomes,judío.SHYLOCK.— Pues bien; entonces que eldiablo le dé la liquidación. No quedaré aquímás tiempo discutiendo.PORCIA.— Aguarda, judío; la ley tienetodavía otra cuenta contigo. Está establecidopor las leyes de Venecia que si se prueba queun extranjero, por medios directos o indirectos,ha buscado atentar contra la vida de unciudadano, una mitad de sus bienespertenecerá a la persona contra la cual haconspirado, y la otra mitad al arca reservadadel Estado, y que la vida del ofensordependerá enteramente de la misericordia deldux, que podrá hacer prevalecer su voluntad126


contra todo fallo. He aquí, a mi juicio, el casoen que te encuentras, porque es evidente, portus actos manifiestos, que has conspiradodirecta y también indirectamente contra la vidamisma del demandado, e incurrido, por tantoen la pena precedentemente enunciada por mí.Arrodíllate, pues, e implora la clemencia deldux.GRACIANO.— Suplica que te den permisopara ahorcarte en persona; sin embargo, comotodas tus riquezas están confiscadas enprovecho del Estado, no te queda el valor deuna cuerda; por tanto, debes ser ahorcado aexpensas del Estado.DUX.— Para que veas bien la diferencia denuestros sentimientos, te perdono la vida antesde que lo solicites. En cuanto a tus bienes, lamitad pertenecen a Antonio y la otra mitadpertenecen al Tesoro público. Esaconfiscación, tu humildad puede hacérnoslatransformar en multa.PORCIA.— Sí, por lo que respecta al Estado,pero no por lo que concierne a Antonio.SHYLOCK.— No, tomad mi vida y todo. Noexcuséis eso más que lo restante. Osapoderáis de mi casa cuando me quitáis elapoyo que la sostiene; me quitáis mi vidacuando me priváis de los medios de vivir.PORCIA.— ¿Qué perdón podéis concederle,Antonio?GRACIANO.— Una cuerda gratis. Nada más,en nombre del cielo.ANTONIO.— Ruego a mi señor el dux y altribunal que se reduzca la multa a una mitadde sus bienes. Me contentaré con tener elsimple uso de la otra mitad para entregarla asu muerte al caballero que recientemente haraptado a su hija. Pido que sean impuestas,además, dos condiciones a esta gracia: laprimera, que se vuelva sin demora cristiano; lasegunda, que haga aquí, delante del tribunal,una donación legal de todo lo que posea en elmomento de su muerte a su yerno Lorenzo y asu hija.DUX.— Llenará estas condiciones; en otrocaso, rectifico el perdón que he pronunciadoaquí recientemente.PORCIA.—dices, pues?¿Estás satisfecho, judío? ¿QuéSHYLOCK.— Estoy satisfecho.PORCIA.—donación.Escribano, redactad un acta deSHYLOCK.— Os lo ruego: dadme permisopara salir de aquí; no me siento bien; enviad elacta a casa y la firmaré.DUX.— Vete, pero mantén la palabra.GRACIANO.— En el bautismo tendrás dospadrinos; si yo hubiese sido juez, habríastenido diez más para conducirte a la horca y noa la pila bautismal.(Sale SHYLOCK.)DUX.— Señor, os ruego que aceptéis venir acenar conmigo.PORCIA.— Suplico humildemente a vuestragracia que tenga a bien excusarme. Tengo queponerme esta noche en camino hacia Padua, yes necesario que parta inmediatamente.DUX.— Deploro que no dispongáis de tiempopara quedaros. Antonio, recompensad a esecaballero; pues, a mi juicio, le debéis mucho.(Sale el DUX con su séquito.)BASSANIO.— Dignísimo caballero; porvuestra discreción, mi amigo y yo nos hemoslibrado de castigos crueles. En recompensa,estos tres mil ducados, que eran del judío, losconcedemos libremente a vuestros amablesservicios.ANTONIO.— Y además, y por encima detodo, quedamos para siempre vuestrosdeudores en afecto y devoción.PORCIA.— Está bien pagado el que se hallacontento de sí. Yo lo estoy por haberos librado;y, en consecuencia, me tengo por bienpagado; mi alma no se ha mostrado nuncamás mercenaria. Procurad reconocerme, os loruego, cuando vuelva a encontraron. Os deseosalud, y ahora me despido de vos.127


BASSANIO.— Mi querido señor, permitidmeque insista todavía cerca de vos; aceptad denosotros algún recuerdo como homenaje, si nocomo honorarios. Concededme dos cosas, oslo suplico: no desairarme y excusarme.PORCIA.— Me apremiáis mucho; es forzoso,pues, que ceda. (A ANTONIO.) Dadmevuestros guantes; los llevaré como recuerdovuestro. (A BASSANIO.) Y por vuestro afectoaceptaré ese anillo. No retiréis vuestra mano.No tornaré nada más. Y vos, por amistad mía,no me lo negaréis.BASSANIO.— Este anillo, mi buen señor, esuna bagatela. ¡Ay!, me avergonzaría dedároslo.PORCIA.— No quiero más que ese anillo.Estoy ahora encaprichado con él.BASSANIO.— Tiene para mí un precio muypor encima de su valor. Haré buscar y os daréel anillo más rico que haya en Venecia; peropor este os ruego que me excuséis.PORCIA.— Veo, señor, que sois liberal enpalabras; sois vos quien me ha enseñado amendigar, y ahora me parece que me enseñáiscómo se debe responder a los mendigos.BASSANIO.— Mi buen señor, este anillo mefue dado por mi mujer, y cuando me lo puso enel dedo me hizo jurar que jamás lo vendería, lodaría ni lo perdería.PORCIA.— Esa es una de las excusas quesirven a muchas gentes para negar susdádivas; pero si vuestra mujer no está loca, ysabe cuánto he merecido este anillo, nopermanecerá siempre enojada con vos porhabérmelo dado. Está bien. Quedaos en paz.(Salen PORCIA y NERISSA.)ANTONIO.— Señor Bassanio, dadle el anillo.Que sus servicios y mi amistad compensen elmandato de vuestra mujer.BASSANIO.— Anda, Graciano, corre yalcánzale; dale el anillo, y llévale, si puedes, acasa de Antonio. ¡Marcha! ¡Apresúrate! (SaleGRACIANO.) Vámonos los dos a nuestracasa inmediatamente, y mañana tempranotomaremos nuestro vuelo para Belmont. Venid,Antonio. (Salen.)Escena IIVenecia. Una calle.Entran PORCIA y NERISSA.PORCIA.— Infórmate de la casa del judío,dale esta acta, y haz que la firme. Partiremosesta noche y estaremos de regreso un díaantes que nuestros esposos. Esta donaciónserá la bienvenida de Lorenzo.(Entra GRACIANO.)GRACIANO.— Mi buen señor, felizmente osencuentro. Mi señor Bassanio, después demás amplia reflexión, os envía este anillo ysolicita el honor de vuestra compañía paracenar.PORCIA.— Esta última cosa no puede ser. Encuanto a su anillo, lo aceptó con granreconocimiento; decídselo así, os lo suplico.Además, os ruego que mostréis a mi jovenamanuense la casa del viejo Shylock.GRACIANO.— Lo haré.NERISSA.— Señor, quisiera hablaros.(Aparte a PORCIA.) Voy a ver si puedo quitara mi esposo el anillo que le he hecho jurar queguarde siempre.PORCIA.— (Aparte a NERISSA.) Podrás, telo garantizo. Nos jurarán por todo lo del mundoque han dado sus anillos a hombres; pero lesdesmentiremos y confundiremos. ¡En marcha!Date prisa. Ya sabes dónde te aguardo.NERISSA.— Venid, mi buen señor, ¿queréisenseñarme esa casa? (Salen.)Acto VEscena únicaBelmont. La avenida del castillo dePORCIA.128


Entran LORENZO y JESSICA.LORENZO.— La luna brilla resplandeciente.En una noche como esta, mientras los suavescéfiros besaban cariñosamente a los árbolessilenciosos; en una noche como esta, a lo quepienso, Troilo escaló las murallas de Troya yexhaló su alma en suspiros frente a las tiendasgriegas, donde Cressida dormía.JESSICA.— En una noche como esta, Tisbe,andando con paso temeroso a través del rocío,vio la sombra del león antes de ver al leónmismo, y se escapó llena de espanto.LORENZO.— En una noche como esta, Dido,con una rama de sauce en la mano,manteniéndose en pie sobre la playa desiertadel mar, suplicaba con sus gestos a su amanteque volviera a Cartago.JESSICA.— En una noche como esta, Medeacogió las hierbas mágicas que rejuvenecieronal viejo Esón.LORENZO.— En una noche como esta,Jessica se fugó de la casa del rico judío y conella un amante atolondrado huyó de Veneciahasta Belmont.JESSICA.— En una noche como esta, eljoven Lorenzo le juró que la amabatiernamente, y robó su alma con miljuramentos de fidelidad, de los que no habíauno solo sincero.LORENZO.— En una noche como esta, laencantadora Jessica, cual una pilluela,calumnió a su amante, que la perdonó.JESSICA.— Os batiría mencionando noches,si no viniera nadie; pero, ¡chitón!, oigo pasosde un hombre.(Entra STEPHANO.)LORENZO.— ¿Quién viene tanprecipitadamente en el silencio de la noche?STEPHANO.— Un amigo.LORENZO.— ¡Un amigo! ¿Qué amigo?Vuestro nombre, haced el favor, amigo.STEPHANO.— Stephano es mi nombre, yvengo a anunciaron que mi ama estará devuelta antes de rayar el día, aquí, en Belmont;se detiene a alguna distancia, delante de lascruces sagradas, a cuyos pies se arrodilla eimplora felices días de matrimonio.LORENZO.— ¿Quién viene con ella?STEPHANO.— Nadie, si no es un santoermitaño y su criada. ¿Está ya mi amo deregreso, me hacéis el favor?LORENZO.— No; y no hemos sabido noticiassuyas. Pero os lo ruego, Jessica, entremos yhagamos algunos preparativos de fiesta paradesear la bienvenida a la dueña de casa.(Entra LAUNCELOT.)LAUNCELOT.— ¡Hola, hola! ¡Ah de la casa!¡Eh! ¡Hola, hola!LORENZO.— ¿Quién llama?LAUNCELOT.— ¡Hola! ¿Habéis visto amaese Lorenzo? ¡Maese Lorenzo, hola, hola!LORENZO.— Déjate de tus holas, hombre;acércate un poco.LAUNCELOT.— ¡Hola! ¿Dónde? ¿Dónde?LORENZO.— Aquí.LAUNCELOT.— Decidle que ha llegado uncorreo de parte de mi amo, con su trompa llenade buenas noticias; mi amo estará aquí antesde amanecer.LORENZO.— Entremos, querida mía, yesperemos su llegada. Y, sin embargo, esinútil. ¿Por qué hemos de entrar? AmigoStephano, por favor, id a anunciar en la casaque vuestra ama está para llegar, y decid avuestros músicos que vengan aquí, al airelibre. (Sale STEPHANO.) ¡Cuán dulcementeduerme el claro de luna sobre ese bancal decésped! Vamos a sentarnos allí y dejemos losacordes de la música que se deslicen ennuestros oídos. La dulce tranquilidad y lanoche convienen a los acentos de la suavearmonía. Siéntate, Jessica. ¡Mira cómo labóveda del firmamento está tachonada deinnumerables patenas de oro resplandeciente!129


No hay ni el más pequeño de esos globos quecontemplas que con sus movimientos noproduzca una angelical melodía que conciertecon las voces de los querubines de ojoseternamente jóvenes. Las almas inmortalestienen en ella una música así; pero hasta quecae esta envoltura de barro que las aprisionagroseramente entre sus muros, no podemosescucharla. (Entran los músicos.) ¡Eh, venidy despertad a Diana con un himno! ¡Quevuestros más dulces sones vayan aimpresionar los oídos de vuestra señora ytraedla hasta su morada con música!(Suena la música.)JESSICA.— Jamás estoy alegre cuando oigouna dulce música.LORENZO.— La razón es que todos vuestrossentidos están atentos. Fijaos un instantecomo se conduce un rebaño montaraz yretozón, una yeguada de potros jóvenes sindomar haciendo locas cabriolas, soplando yrelinchando con gran estrépito, acciones a queles impulsa naturalmente el calor de su sangre;si ocurre que por casualidad esos potros oyenun sonido de trompetas, o si alguna tonadamusical llega a herir sus oídos, los veréis, bajoel mágico poder de la música, quedarseinmóviles como por acuerdo unánime, y susojos tomar una tímida expresión. Por estarazón el poeta imaginaba que Orfeo atraía alos árboles, las piedras y las olas, pues no haycosa tan estúpida, tan dura, tan llena de cóleraque la música, en un instante, no le hagacambiar su naturaleza. El hombre que no tienemúsica en sí, ni se emociona con la armoníade los dulces sonidos, es apto para lastraiciones, las estratagemas y lasmalignidades; los movimientos de su alma sonsordos como la noche y sus sentimientostenebrosos como el Erebo. No os fiéis jamásde un hombre así 12 . Escuchad la música.(Entran PORCIA y NERISSA, a distancia.)PORCIA.— Esa luz que percibimos arde enmi aposento. ¡Cuán lejos lanza sus rayos esadiminuta candela! De igual modo resplandeceuna buena acción en un mundo malo.NERISSA.— Cuando brillaba la luna nopercibíamos la candela.PORCIA.— Así eclipsa una gran gloria a unagloria menor; el lugarteniente de un rey brillacon tan grande esplendor como el monarcahasta el momento en que este se presenta;entonces su grandeza va decreciendo,parecida a un arroyuelo que, desde el interiorde las tierras, va a perderse en la inmensidaddel océano. ¡La música! ¡Escuchemos!NERISSA.—casa, señora.Son los músicos de vuestraPORCIA.— Ninguna cosa, según veo, esbuena fuera de las circunstancias. Dijera queesa música suena más dulcemente quedurante el día.NERISSA.— Es el silencio el que le prestaesa virtud, señora.PORCIA.— El cuervo canta tanmelodiosamente como la alondra cuando nadiehay que les escuche; y creo que si el ruiseñorcantara durante el día, mientras todos losgansos graznan, no sería juzgado mejormúsico que el reyezuelo. ¡Cuántas cosasdeben su verdadera perfección y susalabanzas legítimas a la oportunidad de lascircunstancias! ¡Silencio! ¡Eh! ¡La luna duermecon Endimión, y no le agradaría serdespertada!(Cesa la música.)LORENZO.— O mucho me equivoco, o esaes la voz de Porcia.PORCIA.— Me reconoce como el ciegoreconoce al cuco, por la voz desagradable.LORENZO.— Querida señora, bien venidaseáis, a vuestra casa.PORCIA.— Hemos ido a rezar por el éxito denuestros esposos, que, como esperamos, seacrecentará por nuestras oraciones. ¿Hanregresado?LORENZO.— Todavía no, señora; pero havenido un mensajero para anunciar su llegada.130


PORCIA.— Entra, Nerissa; ordena a loscriados que no hagan nada que pueda revelarque hemos estado ausentes. Quedaos vos,Lorenzo, y vos también, Jessica.(Se oye un toque de trompeta.)LORENZO.— Vuestro marido está para llegar.Oigo la trompeta. No somos indiscretos,señora. No tengáis ningún temor de nosotros.PORCIA.— Parece como si esta noche nofuera sino el pleno día enfermo. Solamenteque está un poco más pálida. Es un díasemejante a los días en que el sol se oculta.(Entran BASSANIO, GRACIANO, ANTONIOy sus acompañantes.)BASSANIO.— (A PORCIA.) Tendríamos elsol al mismo tiempo que los antípodas, si ospaseaseis habitualmente en la ausencia delsol.PORCIA.— Admitido que yo brille, con tal queno sea ligera como esa luz; porque una mujerligera hace insoportable a su esposo, y noquiero que Bassanio sea para mí nadaparecido. Pero ¡Dios sobre todo! Bien venidoseáis, dueño mío.BASSANIO.— Os doy las gracias, señora.Desead la bienvenida a mi amigo; este es elhombre, este es Antonio, a quien estoy taninfinitamente obligado.PORCIA.— Debéis en todos los sentidosestarle muy obligado; pues, por lo que sé, sehabía comprometido extremadamente por vos.ANTONIO.— Obligación que no excede alpago que he recibido por ella.PORCIA.— Señor, sois muy bien venido a micasa; os lo mostraré mejor que con palabras.Por eso abrevio las frases de cortesía.GRACIANO.— (A NERISSA.) Por la lunaque allí veis os juro que me juzgáis mal. A femía, que lo he dado al amanuense del juez.Quisiera que el que lo tiene quedara castrado,puesto que tomáis la cosa tan a pecho, amormío.PORCIA.— ¿Una riña ya? ¿Cuál es la causa?GRACIANO.— Un aro de oro, un anilloinsignificante que me dio, cuya cifra,dirigiéndose a todo el mundo, como las divisasque los cuchilleros graban sobre sus cuchillos,decía: «Ámame y no me abandones».NERISSA.— ¿A qué viene hablar de su cifra ode su valor? Me jurasteis, cuando os lo di, quelo llevaríais hasta la hora de vuestra muerte, yque lo guardaríais con vos hasta la tumba.Debisteis, si no por mí, al menos por lavehemencia de vuestros juramentos, ser unpoco menos olvidadizo y conservar ese anillo.¡Darlo al amanuense de un juez! ¡No, que elcielo me valga! Ya sé que el escribiente aquien lo habéis dado no llevará nunca pelo enla cara.GRACIANO.— Lo llevará, si vive hasta laedad de hombre.NERISSA.— Sí, por cierto, si una mujer puedeconvertirse en hombre.GRACIANO.— Por esta mano extendida, juroque lo he dado a un joven, una especie deniño, un mozalbete achaparrado 13 , más altoque tú, el escribiente del juez; un muchachocharlatán, que me lo ha pedido en calidad dehonorarios. No he tenido corazón paranegárselo.PORCIA.— Habéis estado censurable, os lodigo francamente, al deshaceros tanligeramente del primer regalo de vuestra mujer,de un objeto añadido a vuestro dedo conjuramentos, y unido de ese modo por la fe avuestra carne. También di mi anillo a mi amor yle hice jurar que nunca se separaría de él. Aquíestá presente, y me atrevería a afirmar, ennombre suyo, que no lo daría ni lo quitaría desu dedo por toda la riqueza que encierra elmundo. En verdad, Graciano, habéis dado avuestra mujer un excesivo motivo de disgusto.Si ese disgusto me lo hubiesen dado a mí, mevolvería loca.BASSANIO.— (Aparte.) ¡Pardiez! Valdríamás cortarme la mano izquierda y jurar que heperdido el anillo defendiéndolo.131


GRACIANO.— El señor Bassanio ha dado elanillo al juez, que se lo pidió, y lo merecíaverdaderamente; luego su escribiente, quehabía hecho algunos trabajos, me pidió el mío,y ni el amo ni el servidor han querido tomarotra cosa que los dos anillos.PORCIA.— ¿Qué anillo habéis dado, señor?No será, supongo, el que habéis recibido demí.BASSANIO.— Lo negaría si pudiera añadiruna mentira a una falta; pero veis que mi dedono tiene el anillo. No lo conservo.PORCIA.— Vuestro corazón hipócrita carecede fe, igual que vuestro dedo de anillo. Por elcielo que no entraré en vuestro lecho como nohaya visto mi anillo.NERISSA.— Ni yo en el vuestro como nohaya vuelto a ver el mío.BASSANIO.— Mi dulce Porcia; si supierais aquién he dado el anillo; si supierais por qué hedado el anillo; si pudierais concebir por qué hedado el anillo; si supieseis con cuántarepugnancia he dado el anillo, cuando no sequería aceptar otra cosa que el anillo,moderaríais la vivacidad de vuestro desagrado.PORCIA.— Si hubierais conocido la virtud delanillo, o la mitad del valor de la que os dio elanillo, o hasta qué punto vuestro honor estabaempeñado en guardar el anillo, no os habríaisseparado jamás del anillo. ¿Hay un hombre tanpoco razonable, si os hubierais complacido endefender vuestro anillo con un tanto así decelo, que cometiera la indiscreción de exigiruna cosa considerada por vos como sagrada?Nerissa me enseña lo que debo creer; que memuera si no es una mujer la que ha recibido elanillo.BASSANIO.— No, por mi honor, señora; pormi alma, ninguna mujer lo ha recibido; es unsimple doctor en Derecho, que no ha queridode mí tres mil ducados, y me ha pedido elanillo, que le negué, dejándole partir lleno deenojo; es el mismo doctor que ha salvado lavida de mi querido amigo. ¿Qué he de deciros,dulce señora mía? Me vi forzado a hacer quecorrieran tras él. Estaba entre la espada y lapared, y mi honor no podía permitir que laingratitud lo manchase hasta ese punto.Perdonadme, excelente dama; pues juro poresas luminarias sagradas de la noche que, sihubieseis estado allí vos misma, me habríaispedido, estoy seguro de ello, que diera el anilloa ese digno doctor.PORCIA.— Que no venga jamás ese doctor ami casa; porque, ya que ha obtenido la joyaque yo estimaba y que por mí jurasteisguardar, me mostraré tan liberal como vos y nole negaré nada de lo que poseo; no, nada, nimi propio cuerpo, ni el lecho de mi marido. Lereconoceré, estoy muy segura de ello. No osacostéis fuera de casa ni una sola noche,guardadme como Argos; pues si no lo hacéis,si me dejáis sola, por mi honor, que todavía espropiedad mía, tomaré a ese doctor porcompañero de lecho.NERISSA.— Y yo a su escribiente. Por tanto,poned mucha atención en no abandonarme ami propia guarda.GRACIANO.— Bien, obrad así; y que noencuentre yo al joven escribiente, porque sidoy con él, le romperé la pluma.ANTONIO.— Soy la desgraciada causa detodas esas querellas.PORCIA.— No os preocupéis, señor; sois, noobstante, bien venido.BASSANIO.— Porcia, perdóname esta falta, ala que he sido forzado; te lo juro ante estosnumerosos amigos, te lo juro por tus hermososojos, en que me contemplo...PORCIA.— Fijaos un poco. Se ve doble enmis dos ojos. Un Bassanio en cada ojo; juradpor vuestro doble yo; he aquí un juramento quese podrá creer.BASSANIO.— ¡Oh!, ten la bondad deescucharme... Perdona esta falta y juro por mialma que jamás faltaré a un juramento que tehaya hecho.ANTONIO.— Interesado por su suerte prestéuna vez mi cuerpo, que habría salidomalparado sin el que ha conseguido el anillode vuestro esposo. Me atrevo de nuevo a132


comprometerme, y esta vez mi alma servirá deprenda, que vuestro señor no romperá nuncamás voluntariamente su promesa.PORCIA.— Entonces seréis su fiador. Dadleeste anillo y recomendadle que lo guardemejor que el otro.BASSANIO.— ¡Por el cielo! ¡Es el mismo quedi al doctor!PORCIA.— Lo he obtenido de él;perdonadme, Bassanio, pues mediante esteanillo el doctor me hizo suya.NERISSA.— Y perdonadme, mi gentilGraciano, pues ese mismo mozalbeteachaparrado, el escribiente del doctor,mediante este anillo, durmió conmigo la nocheúltima.GRACIANO.— ¡Cómo! Eso se parece a lasreparaciones que se hacen en verano en loscaminos reales, hallándose las rutas bastantebuenas. ¿Que somos cornudos antes dehaberlo merecido?PORCIA.— No habléis tan groseramente.Todos estáis extrañados. Aquí está esta carta.Leedla con detenimiento. Viene de Padua, deBelario; leeréis en ella que Porcia era el doctory Nerissa, aquí presente, su escribano.Lorenzo será testigo de que he partido altiempo que vos y que acabo de regresar.Todavía no he entrado en casa. Antonio, sedbien venido. Tengo reservadas para vosnoticias mejores de las que os esperabais.Abrid bien pronto esta carta. Veréis en ella quetres de vuestros galeones han llegadorepentinamente a puerto con ricoscargamentos. No sabréis por qué extrañoaccidente ha caído esta carta en mis manos.ANTONIO.— Estoy mudo.NERISSA.— Sí, pero el escribiente que notiene intención de haceros cornudo, a menosque se convierta en hombre.BASSANIO.— Mi dulce doctor, seréis micompañero de lecho cuando me ausente, ospermito que os acostéis con mi mujer.ANTONIO.— Mi dulce dama, me habéisdevuelto la vida y el medio de vivir, pues estacarta me da la certeza de que mis barcos hanllegado a buen puerto.PORCIA.— ¡Hola, Lorenzo! Mi escribientetiene para vos una carta que os causaráplacer.NERISSA.— Sí, y se la daré, sin honorarios.Os entrego a vos y a Jessica una donaciónespecial, hecha por el rico judío, de todos losbienes de que sea poseedor a su muerte.LORENZO.— Bellas damas, hacéis caer elmaná en la ruta de las gentes hambrientas.PORCIA.— La mañana se acerca; y, sinembargo, estoy seguro de que no os halláisaún satisfechos de los detalles de estosacontecimientos. Entremos, hacednospreguntas y responderemos a ellas con todafidelidad.GRACIANO.— Sea así. El primerinterrogatorio a que mi Nerissa responderábajo juramento será, si quiere continuarlevantada hasta la noche próxima, oaprovechar las dos horas que nos quedan parair a acostarnos. Pero si llegara el día, quisieraque fuese de noche, a fin de poder acostarmecon el escribiente del doctor. Bien, durantetoda mi existencia en nada pondré tanto celocomo en conservar a salvo el anillo deNerissa. (Salen.)BASSANIO.—reconocido?¿Erais el doctor y no os heFINGRACIANO.— ¿Erais el escribiente que debehacerme cornudo?133


Ejercicio 1Lea el siguiente fragmento de “El mercader de Venecia”. Identifique y mencione lascaracterísticas del género literario dramático presentes en dicho fragmento.PORCIA.— Me acuerdo bien de él, y recuerdo que era digno de las alabanzasque le dedicas. (Entra un CRIADO.) ¡Hola! ¿Qué ocurre? ¿Qué noticias hay?Características del género literario dramático__________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________ANÁLISIS DEL DRAMA “EL MERCADER DE VENECIA”Se divide en cinco actos. Durante el primer acto, el dramaturgo presenta a algunospersonajes en términos de carácter para las representaciones de las acciones en lasescenas. En el segundo acto, se percibe un ambiente de xenofobia, el valor de la libertad y laprevalencia del amor. En el tercer acto, Shylock jura vengarse de Antonio y de los cristianos.Shylock se siente frustrado por el hecho de que su hija Jéssica se fugara con Lorenzo. En elcuarto acto, Porcia se disfraza en el juicio de Shylock contra Antonio debido al “contrato desangre” (extracción de una libra de carne de Antonio si incumple con el pago del préstamo)que habían pactado. Porcia llama a la reflexión y la cordura. En el quinto acto, Shylock seconvierte al cristianismo. La obra dramática contrapone los valores materiales versus losvalores afectivos.Ejercicio 2Relacione la característica del personaje del drama “El mercader de Venecia” segúncorresponda.Columna AColumna Ba. Shylock ( ) Judío usurero.b. Antonio ( ) Rica heredera. Se disfraza en el juicio.c. Porcia ( ) Doncella de Porcia. Esposa de Graciano.d. Nerissa ( ) Hija de Shylock. Huye con Lorenzo.e. Jéssica ( ) Cristiano. Esposo de Jéssica.f. Lorenzo ( ) Esposo de Nerissa.g. Graciano ( ) Noble veneciano. Sensato. Esposo de Porcia.h. Bassanio ( ) Mercader de Venecia134


Espacios en “El mercader de Venecia”La obra literaria presenta el espacio físico de Venecia, un lugar donde se contraponenlos valores morales versus la discriminación, el odio racial, la persecución religiosa, ladistinción entre clases sociales y el conflicto de intereses económicos.La comprensión y la solidaridadfacilitan y mejoran las relacionesinterpersonales.EXPRESIÓN ESCRITAEl currículum vitaeEl currículum vitae constituye un resumen de la vida de las personas en el que se incluyendatos personales, grados académicos y vida laboral. Normalmente, se presenta cuando sedesea optar por un empleo, una beca o dar a conocer el nivel educativo o experiencia a nivel.Consta de las siguientes partes: a) datos personales, b) estudios realizados, c) experiencialaboral y d) referencias personales.Ejemplo de currículum vitaeNombre:Armando Madrigal López.Fecha de nacimiento: 29 de julio de 1970Nacionalidad:Estado civil:costarricensecasadoIdiomas:inglés y francésDirección: Apdo. 2000-2500 HerediaTeléfono: 2560-0000 Telefax 2560-1111Estudios:1990 Bachillerato en la Enseñanza del Español, UCR1984 Estudios primarios, Escuela Rafael Moya, Heredia centro135


Experiencia laboral:1995 Profesor de español en Colegio Arte y Dinámica1992 Profesor de español en el Colegio Lluvia de Oro1990 Profesor de español en el colegio María AuxiliadoraReferencias personalesMaría Cristina Arias Pérez, contadora, teléfono 89-75-20-15Ejercicio.Elabore su propio currículo para un empleoEjercicio 1RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓNCaracterísticas del género dramático1. Presencia de acotación.2. Presencia de una escena.3. Da a conocer el nudo (conflicto)4. Se conoce al personaje (Porcia en este caso particular).Ejercicio 2Columna AColumna Ba. Shylock ( a ) Judío usurero.b. Antonio ( c ) Rica heredera. Se disfraza en el juicio.c. Porcia ( d ) Doncella de Porcia. Esposa de Graciano.d. Nerissa ( e ) Hija de Shylock. Huye con Lorenzo.e. Jéssica ( f ) Cristiano. Esposo de Jéssica.f. Lorenzo ( g ) Esposo de Nerissa.g. Graciano ( h) Noble veneciano. Sensato. Esposo de Porcia.h. Bassanio ( b ) Mercader de Venecia136


LECCIÓN 9“GINA”: EN BUSCA DE LA LIBERACIÓNOBJETIVOS1. Reconocer en el texto “Gina”, de Rodrigo Soto, las características del género literarionovela.2. Analizar la novela “Gina”, de Rodrigo Soto, desde una perspectiva estructural y decontenido.3. Elaborar una crítica al mensaje escuchado.CONTENIDOS: Texto literario: “Gina” Autor: Rodrigo Soto Género literario y características: novela Análisis literario. Mensaje escuchado.137


INTRODUCCIÓNEn esta lección estudiaremos la novela Gina, de Rodrigo Soto. En esta novela seplantea la vida de una mujer, profesional y con dos hijas. Ella decide divorciarse y emprenderuna vida diferente de la que llevaba. A través de la obra literaria se discuten temas talescomo el matrimonio, el divorcio, la familia, las relaciones sexuales, la maternidad, la amistady el espíritu autosuficiente. Como complemento a la lección se desarrollarán los temas de laelaboración de un periódico estudiantil y el análisis crítico al mensaje escuchado.UBICACIÓN GENERAL DE “GINA”Autor Rodrigo Soto GonzálezRodrigo Soto González. Nació en 1962. Es un escritor costarricense.Tiene 25 años de publicar en nuestro país. Algunas de sus obras son lassiguientes: Mitomanias, Dicen que los monos éramos felices, Floracionesy desfloraciones, Gina, La estrategia de la araña, Mundicia y El nudo.En 1983, la Editorial Costa Rica le otorgó el Premio Creación Joven alescritor Rodrigo Soto.Fuente: < http://depeupleur.blogspot.com/2009/05/el-mito-de-la-excepcionalidad.html>.ANÁLISIS DE “GINA”Resumen de GinaLa obra está escrita en capítulos de entre 1 y 3 páginas, en los que se trata el temapuntual y en los que no hay disgreciones innecesarias. La novela empieza con un despertardentro de Gina de una insatisfacción que la lleva a terminar su matrimonio del cual tiene doshijas. A partir de ese punto la historia se mueve libremente entre el pasado y el presente,ofreciéndonos vistazos del pasado como una adolescente o mujer joven de Gina y supresente como madre divorciada. Al lector desconfiado, los primeros capítulos puedendespertarle la sospecha de que hay truco. De que, en efecto, estamos leyendo sobre la vidade una mujer; pero que, en el fondo, el autor esta siguiendo un plan simplificado, unesquema, para justificar porque una mujer actúa como lo hace en la vida real. Los capítulosde la novela versan sobre los puntos salientes o dramáticos de la vida de Gina: la muerte desu padre, el crecimiento de sus senos, la educación religiosa de su madre, la primeramenstruación, la perdida de su virginidad, una agresión física a manos de un novio, su tesiscon los indígenas de Talamanca, su decisión de quedar embarazada, sus sueños ypesadillas, su convivencia con un Rasta después del divorcio, su vida en un pueblo pequeñode la costa caribeña. El rosario de situaciones determinantes en el curso de la vida de Ginatienen algo de genérico; y eso, en otro autor, le hubiese dado un aire artificial al conjunto quelo hubiese convertido en un pastiche de la literatura femenina actual. Pero en el caso deSoto, su habilidad para narrar, su habilidad para comprender y sintetizar lo que sucede hace138


que sorprendentemente no nos importe nada de lo dicho. Porque Gina, la voz de Gina, suenareal. Queremos creerle, nos parece alguien que conocemos. Rodrigo Soto juega aquí unpeligroso juego que lo hemos visto repetir en otras de sus obras, describir personajesfemeninos con propiedad y seguridad, y hacerlos verosímiles, a veces reales, tanto comootras mujeres que conocemos. Se corre el riesgo, por supuesto, de que le digan que así noes, que se equivoca de pé a pá y que ser mujer no se siente como él lo describe. Pero eso aSoto no le importa, su narrativa tiene un paso seguro de si mismo, no duda, no matiza susafirmaciones, a pesar de que todo lo cuenta con la suavidad que lo caracteriza.Lea el texto completo.Género literario: novelaEjercicio 1A continuación le presentamos cuatro características de la novela que aparecen reflejadas enGina:1. Posee varios personajes. 2. Produce múltiples efectos en el lector.3. Reproduce situaciones de lavida cotidiana.4. Carácter ficticio.Estas cuatro características de la novela se aprecian en estos cuatro ejemplos tomadosde Gina. Escriba al lado del ejemplo, en la línea que aparece al final, el número de lacaracterística a la que se refiere:1. Por más que lo intentó, Ginano pudo mantenerse al margende las intrigas, chismes, dimesy diretes que circulan a diarioaquí en Puerto Viejo.Número _______2. La guerra en Nicaragua ha traído algonuevo a su vida, y es el odio. Ahoracomprende que lo que antes llamaba así,era solamente rencor, cuando no rabia oresentimiento.Número _____139


3. Isabel era castaña y ojiverde y,además, mayor que yo…Número _______4. Entonces bajó del cielo una estatuade la Virgen María.Número _______Ejercicio 2Resuelva el ejercicio que se le presenta a continuación. En la columna A aparecen losnombres de personajes de la novela Gina. En la columna B, se presentan características dedichos personajes. Coloque la letra correcta con su respectiva característica.COLUMNA ACOLUMNA Ba. Ariel ( ) Simboliza la discriminación racial.b. Miguel ( ) Primer esposo de Gina. Alcohólico.c. Marvin ( ) Su nacimiento recuerda la erupción del volcán Irazú.d. Gina ( ) Amiga de Gina.e. Isabel ( ) Tosía como pretexto para llamar la atención de su madre.f. Julia ( ) Joven universitario que agrede física y verbalmente a Gina.g. Luisa ( ) Representa la ruptura del “deber ser de la mujer”.En esta novela se presentan dos tipos de narrador: protagonista (Gina nos narra, elprimera persona (yo) parte de su historia) y omnisciente (el narrador nos cuenta sobre lossentimientos y preocupaciones de Gina).Ejemplo textual de la narradora protagonistaMiro elefantes amarillos, púrpuras y anaranjados que vuelan a mi alrededor. Dumbos,supongo. Me parece ridículo, indigno de la trascendencia de la ocasión, pero tan prontocierro los ojos, vuelven a aparecer.140


Ejemplo textual del narrador omniscienteEsas ocasiones -contadas-, en que Gina se vuelve sobre sus recuerdos, tampoco significamucho para ella. Lo hace con idéntica actitud con la que de niña daba cuerda a su cajita demúsica: una mezcla de ociosa voluptuosidad e indiferencia…Gina es la protagonista de la obra literaria. Al principio se dispuso llevar un matrimoniotradicional con Ariel, su primer esposo. Pero, conforme pasó el tiempo, ella empezó asentirse insatisfecha y toma la decisión de separarse de Ariel. Se marcha con Julia e Isabel,las hijas de matrimonio. A través de la novela se narra la vida de Gina y sus frustraciones enla vida amorosa: su relación con Marvin y Miguel. Gina posee un pensamiento liberal ycuando siente que su vida corre peligro o se siente insatisfecha, huye de la relación. Noobstante, al final de la obra regresa con Marvin y se marchan hacia San José cuando ella seentera de que su primer esposo falleció en un accidente automovilístico.Espacios en la novela GinaFísico: se mencionan lugares tales como Puerto Viejo de Limón, Talamanca y SanJosé.Psicológico: insatisfacción por los estilos de vida, maltrato verbal y emocional.Religioso: creencia en Dios y la Virgen María.Social: discriminación racial, negación “del deber ser de la mujer”, manifestación decomentarios informales (chismes).Económico: personajes de clase media.EXPRESIÓN ORALCRÍTICA AL MENSAJE ESCUCHADOEscucha de una canción (texto oral). Evaluación crítica y fundamentada del mensajeescuchado. Después de leer y analizar la novela de Rodrigo Soto González: Gina, convieneanalizar un texto oral, en este caso la canción De mujer a mujer, que se relaciona con latemática central de la novela en estudio: el rol de una mujer en la sociedad patriarcal.A continuación se le presenta la letra de la canción. Léala detenidamente y realice las tresactividades que se le proponen.141


De mujer a mujer, Marta SánchezConvivimos con el miedoa perder la libertad,miedo a nuestros sentimientos,miedo a la felicidad.La vida no está muerta,dormida nada más.Un beso la despiertay la sientes respirar.De mujer a mujer,sola frente a mi espejo.De mujer a mujer,me repito el consejo.Libera tu corazóny sigue su inspiración.El amor nos sienta mejor.Somos perlas encerradasen su estuche de cristal,unas flores cultivadasbajo luz artificial.No estamos más segurasen nuestra soledad.Un toque de locuraes una necesidad.Libera tu corazóny sigue su inspiración.El amor nos sienta mejor.Fuente: < http://www.musica.com/letras.asp?letra=892491>.Actividades:Lea la letra de la canción. Si le es posible, escúchela.¿Cuál es la temática de la canción?¿Cómo relacionaría usted la letra de la canción “De mujer a mujer”, de MartaSánchez con el personaje principal de la novela “Gina”, de Rodrigo Soto?142


RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓNEjercicio 11. Por más que lo intentó, Gina nopudo mantenerse al margen de lasintrigas, chismes, dimes y diretes quecirculan a diario aquí en Puerto Viejo.Número _______32. La guerra en Nicaragua ha traído algonuevo a su vida, y es el odio. Ahoracomprende que lo que antes llamaba así, erasolamente rencor, cuando no rabia oresentimiento.Número 23. Isabel era castaña y ojiverde y,además, mayor que yo…Número 14. Entonces bajó del cielo una estatua de laVirgen María.Número 4Ejercicio 2COLUMNA ACOLUMNA Ba. Ariel (c) Simboliza la discriminación racial.b. Miguel (a) Primer esposo de Gina. Alcohólico.c. Marvin (e) Su nacimiento recuerda la erupción del volcán Irazú.d. Gina (g) Amiga de Gina.e. Isabel (f) Tosía como pretexto para llamar la atención de su madre.f. Julia (b) Joven universitario que agrede física y verbalmente a Gina.g. Luisa (d Representa la ruptura del “deber ser de la mujer”.143


LECCIÓN 10“JUAN RAFAEL MORA PORRAS Y LA GUERRA CONTRA LOSFILIBUSTEROS”: LIBERTAD E IDENPENDENCIAOBJETIVOS1. Analizar el tema central de la biografía “Juan Rafael Mora Porras y la guerra contra losfilibusteros”, de Armando Rodríguez Porras.2. Confeccionar adecuadamente un periódico estudiantil.CONTENIDOS Texto literario: “Juan Rafael Mora Porras y la guerra contra los filibusteros” Autor: Armando Rodríguez Porras. Género literario: biografía. Periódico estudiantil.INTRODUCCIÓNEn esta lección estudiaremos la biografía “Juan Rafael Mora Porras y la guerra contralos filibusteros”, de la cual aprenderemos aspectos biográficos e históricos de la Costa Ricade 1856. Posteriormente, estudiaremos estos signos de puntuación: el asterisco, los puntossuspensivos y la raya.144


UBICACIÓN GENERAL DE “JUAN RAFAEL MORA PORRAS Y LA GUERRACONTRA LOS FILIBUSTEROS”Autor Armando Rodríguez PorrasGénero literario biográficoMediante la biografía “Juan Rafael Mora Porras y la guerra contra los filibusteros”, elbiógrafo nos narra las estrategias militares empleadas por los filibusteros y los costarricensesen las batallas de Santa Rosa, Rivas y Sardinal. Además, se destaca el papel de Juan RafaelMora Porras en la Campaña Nacional de 1856 y la invasión de William Walker comosinónimo del imperialismo norteamericano.Fuente:.El biógrafo nos narra la hazaña de Juan Santamaría. En lassiguientes líneas, explíquela con sus propias palabras:________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________Fuente: .De acuerdo con el relato biográfico, comente la labor de don Juan Rafael Mora Porras“Juanito Mora” en sus dos presidencias:145


Primera presidenciaSegunda presidenciaEXPRESIÓN ESCRITAPERIÓDICO ESTUDIANTILEl periódico constituye un medio de comunicación escrito. En Costa Rica casi todoslos periódicos son nacionales, aunque también algunas localidades tienen sus propiosmedios de comunicación impresa de carácter regional. Los periódicos, comúnmente, seimprimen a diario. Aquellos periódicos que se publican semanalmente se denominansemanarios. Dentro de los periódicos se encuentran secciones variadas (sucesos,editoriales, entretenimiento, clasificados, entre otras).El espacio del aula resulta propicio para la elaboración de un periódico. El objetivoconsistirá en que el grupo estudiantil exponga sus puntos de vista en forma creativa yoriginal. El periódico mural se trata de un proyecto en el que se busca algún lugar en lainstitución educativa donde se ubican notificas y fotos de temas particulares.Ejemplo de formato de periódico impresoPERIÓDICO MURALFecha Tema central reporteNúmeroGrupoeditorialavisos146


El formato podría variar. El periódico estrictamente debe tener un título, un diseño, undeterminado número de secciones y un tamaño que lo diferencian de los demás y lo hacenfácilmente reconocible. Sin embargo, casi todos los periódicos tienen la estructura queobservamos en el cuadro siguiente:Estructura del periódicoPrimera página, en la que aparecen:- Títulos obre los temas de mayor importancia.- Inicio del desarrollo de esos temas, que serán continuados en las páginasinternas del periódico.Páginas editoriales constituidas por escritos de la redacción del periódico y por columnasde opinión de los colaboradores más importantes. Hay también un espacio dedicado acartas enviadas por el público.Páginas dedicadas a la situación interna del país. Es lo que llamamos “Nacionales” yabarca temas como la educación, la política, la economía, etc.Páginas referentes a asuntos internacionales, generalmente provenientes de agenciasnoticiosas extranjeras. Páginas económicas, con información sobre precios de productos nacionales einternacionales, valores de la bolsa, tipo de cambio del colón con respecto al dólar yotras monedas, etc.Páginas dedicadas a la oferta y la demanda de particulares. Es lo que llamamosanuncios clasificados; allí se promocionan casas, carros, servicios profesionales, etc.Páginas de difusión de asuntos sociales, generalmente dedicadas a informar sobrematrimonios, cumpleaños, etc.147


Páginas cuya finalidad es el entretenimiento: pasatiempos, horóscopo, tirascómicas, etc.Páginas de difusión de eventos culturales, como exposiciones, conciertos,conferencias, etc.Páginas destinadas a informar sobre eventos deportivos.A través de todo el periódico encontramos fotografías, ilustraciones y espacios para lapublicidad.EjercicioElabore en clase un periódico sencillo. Por lo menos una nota que ilustre cada una de laspartes, basándose en los hechos narrados en el texto “JUAN RAFAEL MORA PORRAS Y LAGUERRA CONTRA LOS FILIBUSTEROS”LECCIÓN 11“IDIAY”: IDENTIDAD DEL SER COSTARRICENSEOBJETIVOS1. Reconocer en el texto “Idiay”, de Carmen Naranjo, las características del géneroliterario ensayístico.2. Analizar el ensayo “Idiay”, de Carmen Naranjo, desde una perspectiva estructural y decontenido.3. Emplear adecuadamente los dos puntos, el punto y coma y la coma.148


CONTENIDOS: Texto literario: “Idiay” Autora: Carmen Naranjo Género literario y características: ensayo. Los dos puntos. El punto y coma. La coma.INTRODUCCIÓNEn esta lección estudiaremos el ensayo “Idiay”, de Carmen Naranjo. En dicho textoliterario el yo discursivo parte de expresiones de la lengua española para analizar lascaracterísticas comunicativas del costarricense en relación con los usos lingüísticos.Posteriormente, estudiaremos los usos adecuados de los dos puntos, el punto y coma y lacoma.UBICACIÓN GENERAL DE “IDIAY”Autora Carmen Naranjo CotoCarmen Naranjo Coto nació en 1928. Es costarricense (cartaginesa) yfilóloga de profesión por la Universidad de Costa Rica. Luego, realizóestudios de posgrado en México y Estados Unidos. Desde 1988 sedesempeña como miembro en la Academia de la LenguaCostarricense.Fuente: < http://www.paradeletrearelfuego.blogspot.com/>.En 1977, España le concedió en premio Orden de Alfonso X El Sabio. En1996, el gobierno chileno le otorgó el premio Orden al Mérito Docente yCultural Gabriela Mistral.149


Género literario: ensayoEjercicio 1A continuación le presentamos cuatro características del ensayo que aparecen reflejadas en“Idiay”:1. Es breve. 2. Expresa opiniones particulares del autor.3. No agota el tema.4. Uso de variedad temática.Estas cuatro características del ensayo se aprecian en estos cuatro ejemplos tomados de“Idiay”. Escriba al lado del ejemplo, en la línea que aparece al final, el número de lacaracterística a la que se refiere:1. Francamente, el idiay como sustituto del yqué, sería casi inocuo en el lenguaje,vendría a representar el estímulo de lacontinuación en un gesto de curiosidadlógico, sería él y buscando la adición porquees necesaria para completar o terminar lapercepción de un cuento.2. Prefiere brillar en el dicho oportunista,pero seguro y risueño, que pasar comouna figura contradictoria y polémica.Número _____Número _____3. En nuestra democracia ganan enrealidad las elecciones los que seabstienen de votar, los que ha cogido e!camino fácil de la neutralidad.Número ______4. En esas ocasiones, se olvidanlos idiays del público y las palabras sevaloran tan prácticas y eficaces comouna realización en sí.Número ________150


Lectura del texto literarioIdiayNunca se llega a la madurez sin sobresaltos.Hay algo mas triste que envejecer:Es continuar siendo niño.(Fiestas, de Juan Goytisolo).De esta expresión sólo cabecomentar el significado que tiene en nuestromedio, pues la ha hecho el costarricense alvivir el español como la lengua adquirida a lapar de una cultura y de una religión. V quizáslo más importante de esta adquisición, sea lalengua en sí, pues ella conlleva cultura yreligión. No en vano dice Bergson que:La tradición se apoya en el uso del lenguajeDice don Carlos Gagini que idiay consigno de interrogación, es una expresiónusadísima entre nosotros en los mismos casosen que los españoles exclaman ¿y bien? ¿ypor fin?, ¿luego?, para incitar a que seconcluya lo que se estaba diciendo ohaciendo. Además , señala que es unopronunciación vulgar del castellano ¿y de ahí?Términos más o menos semejantes apunta aesa expresión el profesor Arturo Agüero.El señalamiento es parcial porque sóloen determinados momentos el idiay es lamuletilla que en el diálogo se esgrime paraincitar a la continuación. Y en estos casos,viene a significar básicamente ¿y qué? Esmás, muchas veces bajo este significado elIdiay se. sustituye por el ¿y qué? ¿y quépasé?, ¿y qué sigue?, ¿y qué respondió? Y el¿y qué? Es la pregunta concreta que trata deque se continúe o termine el relato.Francamente, el idiay como sustitutodel y qué, sería casi inocuo en el lenguaje,vendría a representar el estímulo de lacontinuación en un gesto de curiosidad lógico,sería el y buscando la adición porque esnecesaria para completar o terminar lapercepción de un cuento.La importancia del idiay va más allá ysimboliza una actitud del costarricense. Es undesafío la mayoría de las veces y comodesafío adquiere gran importancia en nuestrodecir. No significa entonces el y qué comoincitación a que se concluya un relato, viene asignificar una puntualización de los hechospara introducir un reclamo. Idiay, que nonecesita la interrogación porque está implícita,es el sustituto de: ¿ qué le pasa conmigo?, ¿por qué me molesta?, c qué busca?Así el costarricense, que es puntillosoy que su pacifismo acaba cuando alguien locodea o lo molesta en alguna forma, serespinga y exclama el idiay. En esta forma estáreclamando su propio acomodo, la expresiónno busca continuidad, sino aclaración, se exigeel punto sobre i, la evidencia para actuar. Sí larespuesta que se recibe es una disculpa, elidiay fue bienvenido. Si el silencio viene o laburla o la contrarréplica, queda el campoabierto a los puños.También es muy corriente que elcostarricense con el idiay, pregunte por susintereses, consciente de que en ciertosmomentos hay reparto en la vida, ya sea dealegrías o de penas. El idiay significa entonces¿y yo qué?, o sea qué es para mí, cuándo seme ha destinado, qué tarea me corresponde,cómo he sido afectado o en qué forma se haaludido a mí. El idiay en estas frases ya noviene ser un desafío, ya no es la actitudrespingona, se convierte en la indagación de lopropio, de la que afecta.El costarricense sin esconder susintereses pregunta por lo suyo. Podríainterpretarse esta indagación como la versión yde ahí qué para mí. Es decir, vuelve el idiay o,su forma original, a aludir al ahí en la relaciónque tiene con el sujeto, el ahí pasa a ser lacircunstancia, la cosa, la pregunta es qué esmío de ahí, el sentido de propiedad, lanecesidad de tener. El ahí indaga cuál es laparticipación en el reparto.Tenemos entonces que el idiay enpequeña parte es una incitación a lacontinuación del relato, para evidenciar lacuriosidad siempre alerta del costarricense, suafición a los detalles, el deseo de acercarse aldominio del asunto a través de la versión fácil151


de otro, el gesto infantil de saltarse lospreámbulos y llegar pronto a las conclusiones,la búsqueda del fin práctico, de los resultados.Para el costarricense no tiene importancia lodemás, no encuentra valor a los intermedios,desprecia las divagaciones, las dudas, elcalvario de la debilidad, la convicción queviene del análisis, la mención de los puntosque se analizaron. El relieve lo adquiere elresultado escueto e independiente. El idiay eneste sentido demuestra impaciencia por lahojarasca, por el entretenimiento en lascircunstancias y la demanda de la conclusión,el qué pasó en definitiva y cuáles son lasconsecuencias, es la interrupción nerviosa deal grano.Así el costarricense tiene posicionesdiferentes cuando es relator y cuando esoyente. En la actitud primera se deleita en elrodeo, pesando las introducciones y losdesvíos, desmenuzando los detalles,inquietando la atención del oyente, jugandocon la curiosidad del interlocutor ycomplaciéndose en los ídíays que vaentremezclando el auditorio. Pero, en laposición de oyente la actitud es distinta, sequiere el acto final del asunto planteado sin lasreverencias del intermedio, pareciera que sedesea economizar el tiempo y dejas porinexistentes los preámbulos. Surge elcostarricense pragmático cuando es elreceptor del relato, el costarricense práctico alque interesan los hechos, el que mide laimportancia a través de lo concreto, el que nose deja arrebatar por el sonido sino por el eco,el que demanda el resultado de la acción, elpunto tangible, lo que se huele, se mide.El costarricense se entusiasmacuando es actor por las intenciones, perocuando es espectador sólo se conmueve porlos resultados. Esta contradicción entre actor yespectador, que tan bien condensa el idiay, enel tono adicionador del y qué, demuestra eldoble filo en la aspiración de nuestro hombrecomún, pues exige concreción práctica cuandorecibe y espera comprensión y amplitudcuando le toca el turno de dar. Es mezquinoen el juzgar y aspira generosidad cuando esjuzgado, por eso es afín a gente que muestradócilmente una aptitud especial hacia losugerente, cree con firmeza en la influencia,en el nombre, en lo aparente. Descansa en elmenor esfuerzo de crédito porque tiende aexhibir el sacrificio hecho historia de unmomento determinado de su vida, pararespaldar en él su indolencia. El yo hice esmás corriente que el yo hago o el yo haré. Laversión del pasado es la de un hecho prácticoy seguro, la del presente es una incertidumbreque exige fe y la del futuro un sueño queobliga a sonar y amarga la sazón delmomento.Frente al dibujo utilitario del idiaycompulsivo hacia el resultado, surge el otrocomo grito de desafío y muestra ladisconformidad. Reacciona rápido elcostarricense cuando es agredido en susintereses o en su comodidad. Se despiertaviolento y está dispuesto a pelear, pero el idiayes un llamado al parlamento, a la explicación.Cree el costarricense en la palabra y es fácilverlo extraviado en su propio discurso.Prefiere explicarse a ser y se ha hechoexperto en materia de explicaciones. En cadacostarricense vive un abogado defensor desus derechos, de sus equivocaciones y deaciertos. El punto de vista de cada quien ennuestro país, se expone con brillantez y en lapasión de las palabras el costarricense sepinta autorretratos graciosos, sedescongestiona, se hace lavados corporales ymentales.En el país tiene más importancia eldecir que el hacer, el anunciar que el actuar.Como muestra de lo anterior, cabe ejemplificarque se inauguran obras sin terminar, aun sinempezar, porque es más importante eldiscurso, las palabras que destacan la obraque la obra en sí. En esas ocasiones, seolvidan los idiays del público y las palabras sevaloran tan prácticas y eficaces como unarealización en sí.Y este idiay desafiante, con un tonoencolerizado, se diluye ante la fase cortés de:perdone usted, no fue mi intención, he sentidomolestarlo, le ruego disculparme.El idiay esconde gustoso, como unperrito bravucón pero poco agresivo, el rabo152


entre las patas, y aquí no ha pasado nada. Lapaz no se ha alterado, las relaciones humanasno han sufrido, ú respeto a la explicación -aúncuando sea una mera formalidad- vencecualquier gesto airado, esconde dentrocualquier rencor, pues se ha cubierto lasformalidades y el costarricense nuevamenteformalista y superficial se conforta con laapariencia de la cortesía. Pero, si el idiay nomotivó la explicación, el problema se agudizay la violencia se convierte en una marea altade palabrotas o de ademanes duros en unpleito callejero, que tratan de apaciguar, concierta complacencia de que se avive, lospacíficos mirones.El idiay , además del pedido deexplicaciones, es la solicitud a que se nosreconozca como personas, es la llamada deatención para que no invadan o lastimennuestros derechos. V es que al costarricensele gusta que lo tengan en cuenta, loconsideren, lo menciones, le otorguen loscréditos que cree merecer, le den su lugar, nolo olviden. En nuestro ambiente es siempreuna aspiración el bombo y más de unoresuelve esa necesidad por medio de unsistema de autobombo.Nuestros don Juanes, no se dedican ala conquista y colección de mujeres, sino a larecolecta de opiniones favorables a suspersonalidades, a la victoria en el campo delas simpatías y al difícil arte de ser agradable atodos. Esa tendencia donjuanesco da origen alpalanganeo, que evade el caer mal a la gentey tiende a ganar efectos por parte de los dosbandos que se disputan un asunto. Sinpronunciarse a fondo, el consultado encuentrafundamento en las razones alegadas por uno yotro litigante y su mayor anhelo es llegar a unaresolución salomónica, que además de sersabia complazca ambos intereses.En nuestra democracia ganan enrealidad las elecciones los que se abstienen devotar, los que ha cogido e! camino fácil de laneutralidad. Los neutrales, los del ejército delahí vamos, de qué le vamos a hacer, del a míqué me importa y de por sí, afluyen con suindiferencia a desteñir la individualidad queaparentemente busca el costarricense y queacaba por representar un sitio cómodo odonde nada ni nadie moleste. Es unademocracia de servilismo a la comodidad.Pero, ese neutral exigereconocimiento, la serial de su valor, teconsideración de su caso, te ponderación desus méritos, la mención de sus honores.El idiay, ya con signos implícitos deadmiración, es el aviso del peligro que correnlos historiadores al omitir un nombre, es elterror que se siente en los homenajes al olvidode una persona en la placa conmemorativa, esla mención infinita de los fulanos y los zutanosen la relación de un acto, es el recuerdoimpreso en el abuelo figurón, es el menú delos alegatos interminables por unreconocimiento. Se busca el distinguirse por elsimple ejercicio de figurar. Los neutrales,ajenos y reservados en la hora del conflicto,procuradores del quedar bien, exigen supuesto en la historia. Mediante el idiay, o seael yo qué, se aspira al aprecio, a lacomprensión sincera y amplia, y es más, sebusca la admiración. Si bien nada mereceadmirarse a asombrarse, dentro del pacifismoconformista y el alejamiento el embate públicoa que se tiende, el costarricense enramado yretorcido en te exportación de susexplicaciones, exige para sí te evidencia de teimportancia a través del reconocimiento porparte de los otros, que espera surja tanespontáneo como la inteligencia en un rostrode rasgos griegos.Y si el costarricense ha adoptado porhacerse una historia en forma activa, el idiayes más exigente, se convierte en unademanda imperiosa y el cuido de te figuracióndel nombre, bien lustrado y bajo la calificaciónde elegantes adjetivos, sacia el deseo detrascendencia e inmortalidad que no tienelargo vuelo en él, pues confunde te aceptaciónsimpática con el valor innato, la impresión conla esencia, la publicidad anecdótica con elmerecimiento permanente.Prefiere brillar en el dicho oportunista,pero seguro y risueño, que pasar como unafigura contradictoria y polémica. Tenemos unageneración de aspirantes a Ricardo Jiménez,153


que le han buscado punta al lenguaje sin lagracia y la sabiduría popular del expresidente,y sólo han logrado maltratar nuestro idioma yherir con el choteo el crecimiento espiritual denuestro pueblo.El costarricense aspira que el pasajea la historia sea un camino placido, como si setratara de un álbum familiar en donde quedanregistrados los acontecimientos íntimos con eldisimulo de una ternura alcahueta.El idiay, como llamada de atenciónhacia si mismo, no sale del círculo egoísta ycómodo en que entrapan los costarricenses enuna monotonía que los va durmiendoplácidamente, siempre dentro del concepto depropiedad personal intocable, en donde no sequiere la perturbación del riesgo, menos aun ladificultad de poner en entredicho su valor y suindividualidad, esta última figurada en lamáscara del irresponsable desapego a loshumanos. Y cuando despierta de estamodorro, con la sed del idiay, viene a exigir eltenue calmante de una aprecio con miles defiguras falsas que tienen un fatuo uso en elbrillo del nombre.El idiay no busca una respuesta converdad, sino un simple movimiento desobalevas, bajo el efecto de creerse calificadocon justicia y gozar del reconocimiento comohecho concesivo y gracioso, que es merecidopor sí y ante sí. Sucede como si frente al temorde qué dirán, hubiera seguridad de que dicenbien, la opinión no es mala, por el contrario esbuena, y con la creencia de esos comentariosla inquietud de inmortalidad que apasiona a lospueblos y los pone en el difícil trance deganarla, se apaciguara con el candor del niñopobre que distrae y hasta olvida su hambrecon una botella de agua. La leche, la buenaleche de este país, médula necesaria para ser,tiende a disfrazarse de agua, ni siquiera deagua pura, tenida con el blancuzco engañosode! blanco.Es así como creo que el idiay seexcede del sentido consignado en losdiccionarios de costarriqueñismos, y elpensador a quien busca encontrara otrasmuchas profundidades y vértices al usadísimotérmino que salpica todas nuestraconversaciones. Se me ocurre, ya al final deeste intento de ensayo, que el idiay tambiénsignifica una explicación tácita de una actitud,una disculpa no evasiva sino de ciertaresignación consoladora, para representar el:qué iba a hacer yo o qué quiere que haga, sino tengo capacidad, sí mi suerte es mala, si.....Un reconocimiento de capacidadeslimitadas o una aceptación al fatalismo, unrendimiento fácil con una disculpa lista adisculpar, una modalidad desasí somos, qué levamos a hacer.De “Cinco temas en busca de un pensador”ANÁLISIS DEL ENSAYO “IDIAY”El yo discursivo caracteriza la identidad del ser costarricense mediante el uso de lapalabra “idiay”. Al inicio del ensayo se analiza el término a partir de las apreciacionesrealizadas por Carlos Gagini y Arturo Agüero. Luego, el yo discursivo se dedica a construiruna crítica moralizante en torno a las actitudes del costarricense mediante el habla y susactuaciones. Carmen Naranjo proporciona los distintos significados que posee el término“idiay” en Costa Rica. Denuncia la pasividad, el individualismo y el pesimismo, característicosdel ser costarricense.154


Ejercicio 2Para comprender mejor el análisis del ensayo, anote cinco significados que el yo discursivoanaliza en relación con el término “idiay” y su comentario personal al respecto.Significado del término de acuerdocon el yo discursivoComentario personal del estudianteEXPRESIÓN ESCRITALa puntuación resulta necesaria en todo texto escrito para marcar las pausas. Lapuntuación no solo contribuye a mejorar las pausas a nivel escrito, sino también en laoralidad, puesto que cuando se lee un texto lo recomendable consiste en realizar las pausaspara que los receptores y el mismo emisor comprendan la lectura del texto.Los dos puntos1. Se emplean cuando se va a citar una enumeración. Ejemplo: Una disculpa no evasivasino de cierta resignación consoladora, para representar el: qué iba a hacer yo o qué quiereque haga, si no tengo capacidad, sí mi suerte es mala.Carmen Naranjo. Idiay.2. Cuando se citan palabras textuales o lo dicho por otra persona. Ejemplo: No en vanodice Bergson que: “La tradición se apoya en el uso del lenguaje”.Carmen Naranjo. Idiay.El punto y coma1. Indica una pausa un poco más extensa que la coma. Separa frases u oracionesrelacionadas entre sí. Ejemplo: Dos días anduvieron en fuga las familias, pero al tercer día latierra se les hizo demasiado grande, y se adaptaron a una nueva técnica de vida; la carreterapasó a ser su hogar y el movimiento su medio de expresión.John Steinbeck. Las uvas de la ira.2. Separa los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones complejascon comas incorporadas. Ejemplo: La blusa es roja; los pantalones, verdes; los zapatos,blancos; el bolso, amarillo.155


La coma1. Sirve para separar oraciones o frases cortas. Ejemplo: Para el costarricense no tieneimportancia lo demás, no encuentra valor a los intermedios, desprecia lasdivagaciones, las dudas, el calvario de la debilidad, la convicción que viene del análisis,la mención de los puntos que se analizaron.Carmen Naranjo. Idiay.2. Separa las siguientes expresiones: sin embargo, no obstante, es decir, o sea, porconsiguiente, en fin, por ejemplo, por último, en cambio, pero, mas, aunque, sino, conque, pues, así que, de manera que, en primer lugar, entre otras. Ejemplo: Elcostarricense se entusiasma cuando es actor por las intenciones, pero cuando esespectador sólo se conmueve por los resultados.Carmen Naranjo. Idiay.PRACTICA Ponga las comas en los fragmentos siguientes. Entre paréntesis se indica elnúmero de comas que tiene cada fragmento.1. (2) Martín Canales es un pescador y un buzo muy valiente oriundo de Sardinal deunos cincuenta años de edad2. (5) También hay gentes que cultivan maíz frijoles arroz plátanos cocos papaya y otrasfrutas3. (11) Una vez un indio de las cercanías de Morro Hermoso iba hacia Nicoya ala gran fiesta de la Virgen de Guadalupe. Como de costumbre llevabasu red bien provista de comestibles: plátanos maduros mangos caimitossonzapotes pinol carne asada de venado pescado vino de coyol etc.4. (4) Cuando llegué al portón me dice la mujer: ___Mire Elías lo que estáaquí. Y me señaló en una de las compuertas de la acequia que bajaba amover la máquina a mi hijo Filadelfo.156


Coloque el punto y coma donde corresponda, según su uso.1. Ana se empleó de cocinera en casa de los Núñez en ese entonces fue cuando la conocí.2. Su marido le enviaba todas las semanas el salario completo de allí cubría los gastos dealimentación.3. Ya he comprado muchos libros eso es suficiente4. Asistiré a la reunión ya le informaré de los asuntos tratados5. No pudieron entrar en la biblioteca se habían olvidado de la llaveEjercicio 1RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓN1. Francamente, el idiay como sustituto del yqué, sería casi inocuo en el lenguaje, vendríaa representar el estímulo de la continuación enun gesto de curiosidad lógico, sería él ybuscando la adición porque es necesaria paracompletar o terminar la percepción de uncuento.2. Prefiere brillar en el dicho oportunista,pero seguro y risueño, que pasar como unafigura contradictoria y polémica.Número 1Número 23. En nuestra democracia ganan en realidadlas elecciones los que se abstienen de votar,los que ha cogido e! camino fácil de laneutralidad.4. En esas ocasiones, se olvidan los idiaysdel público y las palabras se valoran tanprácticas y eficaces como una realizaciónen sí.Número 3Número 4157


Ejercicio 2Significado del término de acuerdocon el yo discursivoComentario personal delestudiante1. Concluir una conversación. Cada estudiante externará suopinión particular según su visiónde mundo e interpretaciónpersonal de la sociedadcostarricense.2. Curiosidad o estímulo para continuar con el comentariode una historia.3. Llamado de atención cuando se violentan derechos.4. Manifestar resignación.5. Expresar actitud de desafío.La coma1. (2) Martín Canales es un pescador y un buzo muy valiente, oriundo deSardinal, de unos cincuenta años de edad2. (5) También hay gentes que cultivan maíz, frijoles, arroz, plátanos, cocos,papaya y otras frutas3. (10) Una vez, un indio de las cercanías de Morro Hermoso iba hacia Nicoya, a la gran fiesta de laVirgen de Guadalupe. Como de costumbre llevaba su red bien provista de comestibles: plátanosmaduros, mangos, caimitos, sonzapotes, pinol, carne asada de venado, pescado, vino de coyol,etc.4. (4) Cuando llegué al portón me dice la mujer: ___Mire, Elías, lo que estáaquí. Y me señaló, en una de las compuertas de la acequia que bajabaa mover la máquina, a mi hijo Filadelfo.El punto y coma1. Ana se empleó de cocinera en casa de los Núñez; en ese entonces fuecuando la conocí.2. Su marido le enviaba todas las semanas el salario completo; de allí cubríalos gastos de alimentación.3. Ya he comprado muchos libros; eso es suficiente4. Asistiré a la reunión; ya le informaré de los asuntos tratados5. No pudieron entrar en la biblioteca; se habían olvidado de la llave158


LECCIÓN 12“LOS AMOROSOS”: VIVIENDO EN EL AMOR Y EL DESAMOROBJETIVOS1. Reconocer en el texto “Los amorosos”, de Jaime Sabines, las características delgénero literario lírico.2. Analizar el poema “Los amorosos”, de Jaime Sabines, desde una perspectivaestructural y de contenido.3. Emplear adecuadamente el asterisco, los puntos suspensivos y la raya.4. Emplear adecuadamente el uso de la letra h.CONTENIDOS: Texto literario: “Los amorosos” Autor: Jaime Sabines Género literario y características: lírico. Asterisco. Puntos suspensivos. La raya. El uso de la “h”159


INTRODUCCIÓNEn esta lección estudiaremos el poema “Los amorosos”. En él se enfoca el tema delamor y del desamor en las relaciones de pareja. Posteriormente, estudiaremos algunos usosde la letra h a la luz de ejemplos tomados del poema.UBICACIÓN GENERAL DE “LOS AMOROSOS”Autor Jaime SabinesJaime Sabines nació en 1926, en México, en Tuxtla Gutierrez (Estado deChiapas). Murió en 1999. Fue licenciado en Lengua y Literatura por laUniversidad Nacional Autónoma de México (UNAM). El carácter deverosimilitud sus poesías posee el poder de convencimiento a los lectores.Jaimes Sabines obtuvo el Premio Villaurrutia en 1973.En 1983, se le otorgó el Premio Nacional de Literatura.Fuente: < http://www.los-poetas.com/f/biosabi.htm>.Género literario líricoEjercicio 1A continuación le presentamos cuatro características de la lírica (poesía), que aparecenreflejadas en “Los amorosos”.1. Es breve.2. Tiene figuras literarias (metáfora,hipérbole y símil).3. Posee figuras de construcción(encabalgamiento, epítetos,metonimias, reiteración, y anáfora).4. Carácter subjetivo (expresión delos sentimientos del yo lírico).Escriba al lado de cada ejemplo, en la línea que aparece al final, el número de lacaracterística a la que se refiere:“Los amorosos se ponen a cantar entrelabios una canción no aprendida”.Número ______Número ______“Los amorosos callan”.160


“porque están solos, solos, solos”.Número ______“El amor es el silencio más fino,el más tembloroso, el másinsoportable”.Número ______ANÁLISIS DEL POEMA “LOS AMOROSOS”En este poema, el yo lírico habla sobre el amor (tema universal) y las relaciones depareja. El tono lírico se torna, en ocasiones, tosco y abrupto: “Los amorosos son la hidra delcuento. Tienen serpientes en lugar de brazos”. A través del poema, el yo lírico externa supreocupación del futuro de las personas que se aman cuando expresa que viven al día ydesconocen su porvenir. Enfoca el tema del amor como impredecible cuando manifiesta que:“Los amorosos buscan, los amorosos son los que abandonan, son los que cambian, los queolvidan”.El yo lírico presenta el amor como una preocupación constante en el que las parejasvivencias momentos alegres y de dolor (sentimientos ambivalentes). Incluso, manifiesta quelos problemas de pareja pueden volver inestable una relación: “Encuentran alacranes bajo lasábana y su cama flota como sobre un lago”.Para comprender mejor el tema del amor presente en el poema “Los amorosos” respondaa las siguientes preguntas:a) ¿Cómo considera usted que se desarrollan las relaciones de pareja en la actualidaddentro de la sociedad costarricense?b) ¿Cómo relacionaría usted el poema con las relaciones de pareja en la actualidaddentro de la sociedad costarricense?LECTURA DEL TEXTO LITERARIOLos amorosos, de Jaime SabinesLos amorosos callan.El amor es el silencio más fino,el más tembloroso, el más insoportable.Los amorosos buscan,los amorosos son los que abandonan,son los que cambian, los que olvidan.Su corazón les dice que nunca han de encontrar,no encuentran, buscan.Los amorosos andan como locosporque están solos, solos, solos, 161


entregándose, dándose a cada rato,llorando porque no salvan al amor.Les preocupa el amor. Los amorososviven al día, no pueden hacer más, no saben.Siempre se están yendo,siempre, hacia alguna parte.Esperan,no esperan nada, pero esperan.Saben que nunca han de encontrar.El amor es la prórroga perpetua,siempre el paso siguiente, el otro, el otro.Los amorosos son los insaciables,los que siempre —¡qué bueno!— han de estar solos.Los amorosos son la hidra del cuento.Tienen serpientes en lugar de brazos.Las venas del cuello se les hinchantambién como serpientes para asfixiarlos.Los amorosos no pueden dormirporque si se duermen se los comen los gusanos.En la obscuridad abren los ojosy les cae en ellos el espanto.Encuentran alacranes bajo la sábanay su cama flota como sobre un lago.Los amorosos son locos, sólo locos,sin Dios y sin diablo.Los amorosos salen de sus cuevastemblorosos, hambrientos,a cazar fantasmas.Se ríen de las gentes que lo saben todo,de las que aman a perpetuidad, verídicamente,de las que creen en el amor como una lámpara de inagotable aceite.Los amorosos juegan a coger el agua,a tatuar el humo, a no irse.Juegan el largo, el triste juego del amor.Nadie ha de resignarse.Dicen que nadie ha de resignarse.Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,la muerte les fermenta detrás de los ojos,y ellos caminan, lloran hasta la madrugadaen que trenes y gallos se despiden dolorosamente.Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas,a arroyos de agua tierna y a cocinas.Los amorosos se ponen a cantar entre labiosuna canción no aprendida,y se van llorando, llorando,la hermosa vida. 162


EXPRESIÓN ESCRITALa puntuación resulta necesaria en todo texto escrito para marcar las pausas. Indicanal lector alguna acotación o explicación, despiertan sentimientos de asombro o suspenso, obien expresan aclaraciones incidentales.El asterisco1. Se coloca a la par de ciertas palabras del texto, como llamada de atención sobre notas queaparecen al pie de página, encabezadas por el mismo signo. En su lugar se emplean tambiénnúmeros o letras, generalmente entre paréntesis.Ejemplo:Llegó hasta Barcelona* con toda la familia.________________* Capital de España2. La Real Academia Española expresa que “se antepone el asterisco (*) a una palabra oexpresión para señalar su incorrección, bien en su uso, bien en su ortografía”.*aturugado (lo correcto es atarugado)*Creo de que es fácil (léase correctamente: Creo que es fácil).Los puntos suspensivos1. Se emplean para crear suspenso, temor o sorpresa ante un final inesperado.Ejemplo:En ese momento, ella se dispuso a…2. Cuando se concluye una expresión y se sobrentiende lo que se va a decir.Ejemplo:“Quien siembra vientos…”La raya1. Se emplea en los diálogos para indicar cuando un personaje habla.Ejemplo:─ ¿Dónde está la carta?─Sobre la mesa.163


2. Se emplea en los textos literarios para introducir o encerrar los comentarios delnarrador a las participaciones de los personajes:Ejemplo:“Tengo una casa en el campo –respondió la voz suave de la mujer joven.¿Dónde está ubicada? –dijo el niño en tono juguetón.El uso de la “H”La ortografía consiste en la adecuada escritura de las palabras. Es funcional paracomunicarse por vía escrita y quien la emplee correctamente se caracterizará por aplicar lasnormas convencionales del mismo idioma que compartimos. Denota respeto a los lectores,educación, cultura y evita confusiones en la interpretación de los mensajes escritos. Paraejemplificar, observemos estos tres casos distintos: “¡ay!”, “ahí” y “hay”. En ocasiones, laspersonas tienden a usar indistintamente dichas palabras sin percatarse de que cada unaposee significados diferentes.A continuación, estudiaremos el uso adecuado de la letra h de acuerdo con las normasortográficas de la Real Academia Española con base en versos extraídos del poema “Losamorosos”, de Jaime Sabines.1. Observe estos ejemplos:“Su corazón les dice que nunca han de encontrar”“los que siempre —¡qué bueno!— han de estar solos”“Dicen que nadie ha de resignarse”“Nadie ha de resignarse”“Dicen que nadie ha de resignarse”“viven al día, no pueden hacer más, no saben”Por lo tanto, se deduce que se escriben con h los tiempos verbales del verbo hacer y susderivados.2. Observe este ejemplo: “siempre, hacia alguna parte”En el ejemplo anterior, se escribe hacia con h (preposición que indica direccionalidad). Debedistinguirse de su homófono (de igual sonido, pero diferente escritura) Asia (continente).3. Observe este ejemplo: “Los amorosos son la hidra del cuento”164


Deben escribirse con h inicial las palabras que empiezan con hidr-, hiper-, hipo. La palabrahidra significa ‘culebra acuática y venenosa’.4. Observe este ejemplo:“y ellos caminan, lloran hasta la madrugada”En el ejemplo anterior, se escribe hasta con h (preposición que indica término de tiempo,lugar, acción o cantidad). Debe distinguirse de su homófono (de igual sonido, pero diferenteescritura) asta (palo que sostiene una bandera).5. Observe este ejemplo: “a tatuar el humo, a no irse”Se escriben con h las palabras que comienzan con hum-.Realice los siguientes ejercicios. Escriba la h en el espacio correspondiente.1. La _____ierba amaneció cubierta de ____ielo.2. Es una cocina de ___ierro.3. El ___uevo está listo.4. La policía le quebró un ____ueso al ___uelgista.5. El sustantivo de ___uir es ___uida.Hay gran número de palabras que cambian de significado según se escriban cono sin h, y se denominan parónimos.Por ejemplo, entre otras:a (preposición)ablando (verbo ablandar)abre (verbo abrir) -- ¡ah! (interjección)-hablando (verbo hablar)habré (verbo haber)alambra (verbo alambrar) -Alhambra (palacio de Granada)allá (adv. lugar)- halla (verbo hallar)aren (verbo arar) - harén (estancia de las mujeres del sultán)asta (cuerno)- hasta (preposición)oí (verbo oír)- hoy (día presente)165


RESPUESTA AL EJERCICIO DE AUTOEVALUACIÓNEjercicio 1“Los amorosos se ponen a cantar entrelabios una canción no aprendida”.Número 2“Los amorosos callan”.Número 1“porque están solos, solos, solos”.Número 3“El amor es el silencio más fino,el más tembloroso, el másinsoportable”.Número 4LECCIÓN 13“LOS OJOS DE ABRIL”: UNA MIRADA INTERNAOBJETIVOS1. Reconocer en el texto “Los ojos de Abril”, de Rafael Gómez, las características delgénero literario novelístico.2. Analizar la novela “Los ojos de Abril”, de Rafael Gómez, desde una perspectivaestructural y de contenido.3. Emplear los pronombres personales, posesivos, indefinidos, relativos, interrogativos,pronombres enclíticos.4. Estudiar el uso del adverbio.166


CONTENIDOS: Texto literario: “Los ojos de Abril” Autor: Rafael Gómez Género literario y características: novela. Pronombres. Adverbio.INTRODUCCIÓNEn esta lección estudiaremos la novela Los ojos de Abril, la cual nos muestra que en lavida hay esperanza aún en situaciones conflictivas siempre encontraremos el camino que nosmuestra la senda correcta. Posteriormente, estudiaremos el pronombre y el adverbio.UBICACIÓN GENERAL DE “LOS OJOS DE ABRIL”Autor Rafael Ángel Chavarría GómezNació en 1970 en Moravia, San José. Escritor costarricense. Utiliza comoseudónimo (nombre artístico) “Rafael Alejandro Gómez”. Cursó estudiosprimarios en la escuela Vitalia Madrigal y más tarde en el Liceo Luis DoblesSegreda. Es egresado de la Universidad Interamericana.Fuente: .Los ojos de abril es una novela declarada herramienta psicoeducativa por la CajaCostarricense del Seguro Social, de lectura propia en los programas educativos por elMinisterio de Educación, y de interés público y cultural por parte del Ministerio de Cultura yJuventud en acuerdo ejecutivo con la Presidencia de la República.Realice la lectura completa de la novela.167


Género literario: novelaEjercicio 1A continuación se le presentan cuatro características del género literario novela presentesen Los ojos de Abril.1. Posee varios personajes.2. Carácter ficticio.3. Reproduce situaciones de lavida cotidiana.4. Desarrolla varios hilos de acción.Estas cuatro características de la novela se aprecian en estos cuatro ejemplos tomados deLos ojos de Abril. Escriba al lado del ejemplo, en la línea que aparece al final, el número de lacaracterística a la que se refiere:1. Lucía apartó su mano de misojos y la miré inclinar su cabezasuavemente pero como forzadapor el peso de una tristeza.Número________2. Las mañanas se aletargaban en el tiempo.Las horas de espera que antecedían a misvisitas vespertinas y cotidianas a la colina delviejo árbol para encontrarme con Lucía, sedesplazaban muy lentamente.Número __________3. Era como un cúmulo de arenasplateadas suspendidas en el aire,pero con figura humana.Número _________4. Aquí en Zarcero la gente siempre dice queestamos faltos de profesores de español.Muchos años ha sido el padre Juanito quienha tenido que ocupar el puesto.Número __________168


Resumen de Los ojos de abrilEs una novela tradicional, si se quiere costumbrista, muy religiosa, causal y de narradorautoral. A pesar de tratar una temática, aparentemente social, ésta no es más que el pretextopara diseñar una novela sentimental, intimista, individualista con atisbos de intervención dehechos sobrenaturales que no pasan de ser estados emotivos, explícitos y explicativos delindividuo, como pueden ser los accidentes, los estados emocionales, los sueños reiterativos ylos padecimientos mentales, productos de desequilibrios post-accidentes. No alcanza a ser,esta novela maravillosa ni fantástica, sino portadora de incursiones superficiales en hechosextraños, fácilmente explicables. Tampoco se encuentra un lenguaje polisemántico, técnicasadecuadas y significativas que le den valor literario. Es más bien una novela doctrinal,sentimental y monofónica. Las dos perspectivas de la narración: la historia de Isaac y lahistoria de Gabriel, se engendran bajo un narrador idéntico y con dos voces similares, desdeel punto de vista ideológico y no por la razón de ser almas gemelas, sino por lascaracterísticas formales del narrador-autoral.El viaje al pasado, al campo, a la naturaleza, paralelo a un viaje espiritual que de todasmaneras nunca estuvo contaminado, ni siquiera en la niñez de Gabriel y su ambientedegradado. Tampoco Isaac sufría una problemática social y familiar que le motivara ese viaje.Tiene una esposa compresiva y bajo un código moral conservador y religioso. Más bien Isaacabandona, aunque por pocos días su familia para ir al encuentro con su doble Gabriel, másque huyendo de su propia realidad, de la ciudad y sus vicios que apenas si los enumera. Asíel pecado social del que ambos personajes se evaden, no para resolverlo sino como evasiónindividual, queda intacto, sin cambio alguno, sin propuesta, sin alteración y menos crítica. Loque interesa es buscar la solución individual en una especie de encuentro metafísico con lanaturaleza y el bien absoluto, brisa, Romancero Gitano, poesía, quinta esencia del más allá,presente en una especie de arrebato místico o unión con Dios al estilo de San Juan de la Cruzen las tres vías para conocer a Dios. Lucía el amor imposible de Gabriel se convierte en unaespecie de musa, de música mística que guía, a través de sus ojos ciegos pero su visiónespiritual que le encamina no al encuentro terrenal entre ambos sino al camino espiritual delmisionero en tierras de negros, lejanas. La salida que la novela vea a la problemática socialdel vicio y el pecado se afinca en la búsqueda de Dios.ANÁLISIS DE “LOS OJOS DE ABRIL”La novela Los ojos de abril relata la vida de Gabriel, un joven adolescente, quien huyede su padrastro alcohólico. El joven sufre un desdoblamiento: un sentimiento de suicidio y otrode salvar su vida. Gabriel decide continuar viviendo y se marcha hacia Zarcero. Allí conoce adon Leo y a Lucía De Abril, un 16 de abril, una joven ciega con quien entabla una amistad.Ambos convienen un punto de encuentro, bajo un árbol, cuyo nombre es “Manuelito”. Luego,al pasar el tiempo, se marcha a San José para formarse como docente de español. Al finalizarla novela, el personaje de Gabriel, aunque inseguro y temeroso, es capaz de controlarse yasin la ayuda de “la brisa” (voz imaginaria de la madre fallecida).169


La novela Los ojos de abril enfoca valores tales como la búsqueda de la felicidad, elamor, la fe, el optimismo, la solidaridad, ayuda mutua, principio de colaboración y la caridadhumana versus el alcoholismo y la agresión por parte del padrastro de Gabriel.Un narrador protagonistaMediante la voz narrativa, en primera persona, conocemos los acontecimientos de la novela.Poco menos de tres semanas pasaron desde mi llegada a Las Brisas, cuando un atardecerdespués de mis labores decidí ensayar mis clases de guitarra, aquellas que don Leo mehabía enseñado en cada noche desde el primer día en que llegué al lugar.Ejercicio 2Resuelva el ejercicio que se le presenta a continuación. En la columna A aparecen losnombres de personajes de la novela Los ojos de Abril. En la columna B, se presentancaracterísticas de dichos personajes. Coloque la letra correcta con su respectivacaracterística.COLUMNA ACOLUMNA Ba. Gabriel ( ) Hombre abusador. Convivió con Gabriel.b. Leopoldo Alegría ( ) Empleada de la casa grande.c. Pedro ( ) Viuda pretendiente de don Leo.d. Lucía De Abril ( ) Joven hermosa y ciega, que inspira a Gabriel.e. Noemí (Nonó) ( ) Joven adolescente. Lo ayuda el recuerdo de la madre.f. Merceditas (Mechitas) ( ) Adoptó a Gabriel en su casucha.g. Tío Chillo ( ) Padre de Lucía.h. El padrastro ( ) Realizó una promesa a la Virgen del Carmen.i. Padre Juanito ( ) Motivó a Gabriel para estudiar la carrera de español.Espacios en la novela Los ojos de AbrilEspacio físico: San José, Pérez Zeledón, Zacero, San Carlos, Basílica de Cartago yel Seminario Central de los Misioneros Cambonianos en Sagrada Familia.Espacio psicológico: angustia, soledad, temor y confusión.Espacio religioso: creencia en Dios y en la Virgen María.Espacio ecológico: conciencia planetaria ambiental. Preocupación por la siembra deárboles.Espacio económico: caracterizado por la pobreza y la crisis económica.170


EXPRESIÓN ESCRITALos pronombres y los adverbios constituyen partes de la oración. Los pronombres seclasifican como variables y los adverbios como invariables. Resulta fundamental estudiar sufunción dentro de la expresión escrita para emplearlos adecuadamente en las redacciones.El pronombreLa palabra pronombre significa ‘en vez del nombre’; por lo tanto, posee una condiciónsustantiva. Vamos a estudiar los siguientes pronombres: personales, posesivos, indefinidos,relativos, interrogativos y enclíticos.A continuación, se proporcionará un ejemplo de cada uno. El pronombre se marcará connegrita para reconocerlo.1. Pronombre personalEl ignorar a una mujer mientras ella le habla es una forma de discriminación.Los ojos de Abril2. Pronombre posesivoMi esposa quiso participar en el asunto.Los ojos de Abril3. Pronombre indefinidoEn tanto empecé a hacer un recuento de todo lo inexplicable y cierto…Los ojos de Abril4. Pronombre relativoDon Leo se le acercó al señor y hablaron unos instantes, en los cuales me puse tannervioso que no hallaba qué hacer con mis manos…Los ojos de Abril5. Pronombre interrogativo¿Qué pasó, entonces? –le pregunté ansioso.Los ojos de Abril6. Pronombre enclíticoEl pronombre enclítico es el que se une al verbo precedente para formar una sola palabra.encontrar + la = encontrarla─Y, Lucía, ¿cómo voy a hacer para encontrarla luego? –pregunté con voz temerosa ante larespuesta.Los ojos de Abril171


El adverbioLos adverbios modifican o determinan la significación del verbo. También puedenmodificar adjetivos y otros adverbios.Modifica:Verbo:Adjetivo:Adverbio:Comió tarde.La noche de hoy estuvo bastante lluviosa.El conejo corre muy rápido.Existe un tipo de adverbio formado mediante el sufijo –mente, añadido a un adjetivo.En este caso, si el adjetivo tiene acento ortográfico, este se conserva. Veamos un ejemplo:rápido rápidamente feliz felizmenteLas locuciones adverbiales son expresiones formadas por dos o más palabras quedesempeñan el oficio de adverbio.Veamos algunas:a piede verasa oscurasen blancopor últimoen absolutopor pocopor siempreen adelantede cuando en cuandopoco a pocode par en para vecesa golpesen tantode prontosin dudaa tientas172


Tipos de adverbiosRecuerde: El adverbio se define como una clase de palabra que:Posee significado propioEs invariable, es decir, no admite variación en género y número.Los adverbios son importantes porque nos sirven como conectores textuales,y si los utilizamos correctamente pueden evitarnos distorsiones en la comunicación.Realice los siguientes ejercicios. Construya una oración, para cada caso, en la que haya un adverbio de:Lugar: ____________________________________________________________Modo:_____________________________________________________________Negación:__________________________________________________________Cantidad:__________________________________________________________173


Lea el siguiente texto“Cuando la puerta estaba abierta advertía uno que la casa era muy grande; si no, dabala impresión de un departamento de los que se edifican ahora, apenas para moverse;Irene y yo vivíamos siempre en esta parte de la casa, casi nunca íbamos más allá dela puerta de roble, salvo para hacer la limpieza, pues es increíble cómo se junta tierra enlos muebles. Buenos Aires será una ciudad limpia, pero eso lo debe a sus habitantes y noa otra cosa. Hay demasiada tierra en el aire, apenas sopla una ráfaga se palpa elpolvo en los mármoles de las consolas y entre los rombos de las carpetas de macramé;da trabajo sacarlo bien con plumero, vuela y se suspende en el aire, un momentodespués se deposita de nuevo en los muebles y los pianos.” Anote cinco adverbios del texto que indiquen:Tiempo: ___________________________________________________________ Subraye los adverbios y las frases adverbiales en las oraciones. Anote el tipo de adverbio junto a cada oración.1. Durante la celebración, estábamos muy felices._______________________2. En septiembre llovió demasiado y ocurrieron inundaciones._____________3. Tal vez vaya a conocer a mi tía en Limón.___________________________4. El anciano vivía cerca de una hermosa playa.________________________5. Lo siento, pero últimamente ando un poco distraído.___________________6. Me preguntas si te quiero, y te respondo: “Sí, por supuesto”.____________7. Te agradezco que me hablés tan francamente._______________________8. No podés andar por el mundo contra viento y marea.__________________9. Se levantó temprano para llegar a la estación de trenes.________________10. A menudo pienso que las cosas tenderán a mejorar.___________________ Complete las oraciones con un adverbio o una frase adverbial del tipo solicitado.1. (De tiempo) ________________ anunciaron el resultado por la radio.2. El bebé está (de cantidad)________________ desarrollado para su edad.174


3. Como estaba oscuro, avanzaba (de modo)____________ por el pasillo.4. (De afirmación) ______________ ocurrió (de modo) ________. Lo aseguro.5. Arturo vive (de cantidad) (de lugar) _________ ___________ de aquí.6. Después del accidente, Lorena estaba (de cantidad)__________ asustada.7. Llegué un poco (de tiempo)____________ (de tiempo)_______________.8. Mi sobrino actuó (de cantidad)__________ ingenuamente en esa situación.9. Por lo general, (de negación) __________ como comida con alto contenido de grasa, ni(de negación) _______ tengo vicios de ningún tipo.10. Nuestro equipo (de duda) ___________ gane el partido mañana, y (de duda)________________ (de negación)________________ lo haga. Lea el siguiente texto.Rayo es un perro policíaco, el cual está entrenado para detectar drogas mediantesu olfato. Al percibirlas, ladra al policía que lo conduce. La suya es una narizprivilegiada. ¿Qué pueden hacer los traficantes contra ella? Nada, o casi nada.¿Cuántos ha atrapado? Ya hemos perdido la cuenta, pero pocos han logrado escapársele.Quizás alguien quiera una mascota cuyas habilidades fueran tan especiales. ¿Quiénes lopensaron? Sin embargo, hay mascotas muy diversas; ninguna es igual a la otra. La mía esinteligente, pero no está entrenada. ¿Y la tuya? ¿Podría medirse con Rayo? Identifique los tipos de pronombres estudiados. Anótelos en el espacio correspondiente.Posesivos:________________________________________________________Indefinidos:________________________________________________________Relativos:_________________________________________________________Interrogativos:_____________________________________________________Enclíticos:_________________________________________________________175


Redacte tres oraciones con pronombres posesivos.a.________________________________________________________________b.________________________________________________________________c.________________________________________________________________RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓNEjercicio 11. Lucía apartó su mano de misojos y la miré inclinar su cabezasuavemente pero como forzadapor el peso de una tristeza.Número 12. Las mañanas se aletargaban en el tiempo. Lashoras de espera que antecedían a mis visitasvespertinas y cotidianas a la colina del viejo árbolpara encontrarme con Lucía, se desplazaban muylentamente.Número 33. Era como un cúmulo de arenas plateadassuspendidas en el aire, pero con figurahumana.Número 24. Aquí en Zarcero la gente siempre diceque estamos faltos de profesores deespañol. Muchos años ha sido el padreJuanito quien ha tenido que ocupar elpuesto.Número 4Ejercicio 2COLUMNA ACOLUMNA Ba. Gabriel (h) Hombre abusador. Convivió con Gabriel.b. Leopoldo Alegría (e) Empleada de la casa grande.c. Pedro (f ) Viuda pretendiente de don Leo.d. Lucía De Abril (d) Joven hermosa y ciega, que inspira a Gabriel.e. Noemí (Nonó) (a) Joven adolescente. Lo ayuda el recuerdo de la madre.f. Merceditas (Mechitas) (b) Adoptó a Gabriel en su casucha.g. Tío Chillo (c) Padre de Lucía.h. El padrastro (g) Realizó una promesa a la Virgen del Carmen.i. Padre Juanito (i) Motivó a Gabriel para estudiar la carrera de español. 176


LECCIÓN 14“LA CULPA ES DE LOS TLAXCALTECAS”: CONEXIÓN DE DOS MUNDOSOBJETIVOS1. Reconocer en el texto literario “La culpa es de los tlaxcaltecas”, de Elena GarroNavarro, las características del género literario cuento.2. Analizar el cuento “La culpa es de los tlaxcaltecas”, de Elena Garro Navarro, desde unaperspectiva estructural y de contenido.3. Estudiar los complementos verbales.4. Clasificar las oraciones transitivas e intransitivas.CONTENIDOS Texto literario: “La culpa es de los tlaxcaltecas” Autora: Elena Garro Género literario y características: cuento Complementos verbales. Oraciones transitivas e intransitivas.177


INTRODUCCIÓNEn esta lección estudiaremos el cuento “La culpa es de los tlaxcaltecas” en el queLaura, la protagonista, vive extraviada en dos mundos. Posteriormente, se analizarán lasoraciones transitivas y los complementos verbales a la luz de ejemplos extraídos del textoliterario en cuestión.UBICACIÓN GENERAL DE “LA CULPA ES DE LOS TLAXCALTECAS”Autora Elena Garro NavarroNació en el estado de Puebla, México, en el año 1920. Falleció en 1998.En sus obras están presentes temas tales como marginación de la mujer,la libertad femenina, al libertad política. Se mantuvo exiliada en EstadosUnidos y posteriormente en Francia.La escritora mexicana Elena Garro Navarro obtuvo los siguientes premios:Premio Xavier Villaurrutia (1963), Premio Sor Juan Inés de la Cruz (1996).Premio Grijalbo (1989).Fuente .Género literario: cuentoEjercicio 1A continuación se le presentan características del género literario cuento presentes en “Laculpa es de los tlaxcaltecas”.1. Presenta pocos personajes. 2. Carácter ficticio.3. Escrito en prosa.4. Breve.Estas cuatro características del cuento se aprecian en estos cuatro ejemplos tomados de “Laculpa es de los tlaxcaltecas”. Escriba al lado del ejemplo, en la línea que aparece al final, elnúmero de la característica a la que se refiere:178


1. Nacha oyó que llamaban en lapuerta de la cocina y se quedóquieta.Número _______2. La cocina estaba separada del mundo por unmuro invisible de tristeza, por un compás deespera.Número _____3. La miró con esperanzas.Número _______4. Su respiración se acercó a mis espaldas,luego se puso frente a mí, vi sus pies desnudosdelante de los míos. Tenía un arañazo en larodilla. Levanté los ojos y me hallé bajo lossuyos. Nos quedamos mucho rato sin hablar.Por respeto yo esperaba sus palabras.Número _______LECTURA DEL TEXTO LITERARIOLa culpa es de los tlaxcaltecasElena GarroNacha oyó que llamaban en la puerta de lacocina y se quedó quieta. Cuando volvieron ainsistir abrió con sigilo y miró la noche. Laseñora Laura apareció con un dedo en loslabios en señal de silencio. Todavía llevaba eltraje blanco quemado y sucio de tierra ysangre.—¡Señora!... —suspiró Nacha.La señora Laura entró de puntillas ymiró con ojos interrogantes a la cocinera.Luego, confiada, se sentó junto a la estufa ymiró su cocina como si no la hubiera vistonunca.frío.—Nachita, dame un cafecito... Tengo—Señora, el señor... el señor la va amatar. Nosotros ya la dábamos por muerta.—¿Por muerta?Laura miró con asombro los mosaicosblancos de la cocina, subió las piernas sobre lasilla, se abrazó las rodillas y se quedópensativa. Nacha puso a hervir el agua parahacer el café y miró de reojo a su patrona; nose le ocurrió ni una palabra más. La señorarecargó la cabeza sobre las rodillas, parecíamuy triste.—¿Sabes, Nacha? La culpa es de lostlaxcaltecas.179


Nacha no contestó, prefirió mirar elagua que no hervía.Afuera la noche desdibujaba a las rosasdel jardín y ensombrecía a las higueras. Muyatrás de las ramas brillaban las ventanasiluminadas de las casas vecinas. La cocinaestaba separada del mundo por un muroinvisible de tristeza, por un compás de espera.—¿No estás de acuerdo, Nacha?—Sí, señora...—Yo soy como ellos: traidora... —dijoLaura con melancolía.La cocinera se cruzó de brazos enespera de que el agua soltara sus hervores.—¿Y tú, Nachita, eres traidora?La miró con esperanzas. Si Nachacompartía su calidad traidora, la entendería, yLaura necesitaba que alguien la entendieraesa noche.Nacha reflexionó unos instantes, sevolvió a mirar el agua que empezaba a hervircon estrépito, la sirvió sobre el café y el aromacaliente la hizo sentirse a gusto a cerca de supatrona.—Sí, yo también soy traicionera, señoraLaurita.Contenta, sirvió el café en una tacitablanca, le puso dos cuadritos de azúcar y locolocó en la mesa, frente a la señora. Esta,ensimismada, dio unos sorbitos.—¿Sabes, Nachita? Ahora sé por quétuvimos tantos accidentes en el famoso viaje aGuanajuato. En Mil Cumbres se nos acabó lagasolina. Margarita se asustó porque yaestaba anocheciendo. Un camionero nosregaló una poquita para llegar a Morelia. EnCuitzeo, al cruzar el puente blanco, el coche separó de repente. Margarita se disgustóconmigo, ya sabes que le dan miedo loscaminos vacíos y los ojos de los indios.Cuando pasó un coche lleno de turistas, ella sefue al pueblo a buscar un mecánico y yo mequedé en la mitad del puente blanco, queatraviesa el lago seco con fondo de lajasblancas. La luz era muy blanca y el puente, laslajas y el automóvil empezaron a flotar en ella.Luego la luz se partió en varios pedazos paraconvertirse en miles de puntitos y empezó agirar hasta que se quedó fija como un retrato.El tiempo había dado la vuelta completa, comocuando ves una tarjeta postal y luego lavuelves para ver lo que hay escrito atrás. Asíllegué en el lago de Cuitzeo, hasta la otra niñaque fui. La luz produce esas catástrofes,cuando el sol se vuelve blanco y uno está en elmismo centro de sus rayos. Los pensamientostambién se vuelven mil puntitos, y uno sufrevértigo. Yo, en ese momento, miré el tejido demi vestido blanco y en ese instante oí suspasos. No me asombré. Levanté los ojos y lo vivenir. En ese instante, también recordé lamagnitud de mi traición, tuve miedo y quisehuir. Pero el tiempo se cerró alrededor de mí,se volvió único y perecedero y no pudemoverme del asiento del automóvil. “Algunavez te encontrarás frente a tus accionesconvertidas en piedras irrevocables como ésa”,me dijeron de niña al enseñarme la imagen deun dios, que ahora no recuerdo cuál era. Todose olvida, ¿verdad Nachita?, pero se olvidasólo por un tiempo. En aquel entonces tambiénlas palabras me parecieron de piedra, sólo quede una piedra fluida y cristalina. La piedra sesolidificaba al terminar cada palabra, paraquedar escrita para siempre en el tiempo. ¿Noeran así las palabras de tus mayores?Nacha reflexionó unos instantes, luegoasintió convencida.—Así eran, señora Laurita.—Lo terrible es, lo descubrí en eseinstante, que todo lo increíble es verdadero.Allí venía él, avanzando por la orilla del puente,con la piel ardida por el sol y el peso de laderrota sobre los hombros desnudos. Suspasos sonaban como hojas secas. Traía losojos brillantes. Desde lejos me llegaron suschispas negras y vi ondear sus cabellos negrosen medio de la luz blanquísima del encuentro.Antes de que pudiera evitarlo lo tuve frente amis ojos. Se detuvo, se cogió de la portezueladel coche y me miró. Tenía una cortada en lamano izquierda, los cabellos llenos de polvo, y180


por la herida del hombro le escurría unasangre tan roja, que parecía negra. No me dijonada. Pero yo supe que iba huyendo, vencido.Quiso decirme que yo merecía la muerte, y almismo tiempo me dijo que mi muerteocasionaría la suya. Andaba malherido, enbusca mía.dije.—La culpa es de los tlaxcaltecas —leEl se volvió a mirar al cielo. Despuésrecogió otra vez sus ojos sobre los míos.—¿Qué te haces? —me preguntó consu voz profunda. No pude decirle que mehabía casado, porque estoy casada con él.Hay cosas que no se pueden decir, tú losabes, Nachita.—¿Y los otros? —le pregunté.—Los otros salieron vivos andan en lasmismas trazas que yo —vi que cada palabra lelastimaba la lengua y me callé, pensando en lavergüenza de mi traición.—Ya sabes que tengo miedo y que poreso traiciono...—Ya lo sé —me contestó y agachó lacabeza. Me conoce desde chica, Nacha. Supadre y el mío eran hermanos y nosotrosprimos. Siempre me quiso, al menos eso dijo yasí lo creímos todos. En el puente yo teníavergüenza. La sangre le seguía corriendo porel pecho. Saqué un pañuelito de mi bolso y sinuna palabra, empecé a limpiársela. Tambiényo siempre lo quise, Nachita, porque él es locontrario de mí: no tiene miedo y no es traidor.Me cogió la mano y me la miró.—Está muy desteñida, parece unamano de ellos —me dijo.—Hace tiempo que no me pega el sol—bajó los ojos y me dejó caer la mano.Estuvimos así, en silencio, oyendo correr lasangre sobre su pecho. No me reprochabanada, bien sabe de lo que soy capaz. Pero loshilitos de su sangre escribían sobre su pechoque su corazón seguía guardando mispalabras y mi cuerpo. Allí supe, Nachita, que eltiempo y el amor son uno solo.—¿Y mi casa? —le pregunté.—Vamos a verla —me agarró con sumano caliente, como agarraba a su escudo yme di cuenta de que no lo llevaba. Lo perdióen la huida, me dije, y me dejé llevar. Suspasos sonaban en la luz de Cuitzeo igualesque en la otra luz: sordos y apacibles.Caminamos por la ciudad que ardía en lasorillas del agua. Cerré los ojos. Ya te dije,Nacha, que soy cobarde. O tal vez el humo y elpolvo me sacaron lágrimas. Me senté en unapiedra y me tapé la cara con las manos.—Yo no camino... —le dije.—Ya llegamos —me contestó. Se pusoen cunclillas junto a mí y con la punta de losdedos acarició mi vestido blanco.—Si no quieres ver cómo quedó, no loveas —me dijo quedito.Su pelo negro me hacía sombra. Noestaba enojado, nada más estaba triste. Antesnunca me hubiera atrevido a besarlo, peroahora he aprendido a no tenerle respeto alhombre, y me abracé a su cuello y lo besé enla boca.—Siempre has estado en la alcoba máspreciosa de mi pecho —me dijo. Agachó lacabeza y miró la tierra llena de piedras secas.Con una de ellas dibujó dos rayitas paralelas,que prolongó hasta que se juntaron y sehicieron una sola.—Somos tú y yo —me dijo sin levantarla vista. Yo, Nachita, me quedé sin palabras.—Ya falta poco para que se acabe eltiempo y seamos uno solo... por eso te andababuscando —se me había olvidado, Nacha, quecuando se gaste el tiempo, los dos hemos dequedarnos el uno en el otro, para entrar en eltiempo verdadero convertidos en uno solo.Cuando me dijo eso lo miré a los ojos. Antessólo me atrevía a mirárselos cuando metomaba, pero ahora, como ya te dije, heaprendido a no respetar los ojos del hombre.También es cierto que no quería ver lo quesucedía a mi alrededor... soy muy cobarde.181


Recordé los alaridos y volví a oírlos:estridentes, llameantes en mitad de la mañana.También oí los golpes de las piedras y las vipasar zumbando sobre mi cabeza. El se pusode rodillas frente a mí y cruzó los brazos sobremi cabeza para hacerme un tejadito.—Este es el final del hombre —dije.—Así es —contestó con su voz encimade la mía. Y me vi en sus ojos y en su cuerpo.¿Sería un venado el que me llevaba hasta suladera? ¿O una estrella que me lanzaba aescribir señales en el cielo? Su voz escribiósignos de sangre en mi pecho y mi vestidoblanco quedó rayado con un tigre rojo yblanco.—A la noche vuelvo, espérame... —suspiró. Agarró su escudo y me miró desdemuy arriba.—Nos falta poco para ser uno —agregócon su misma cortesía.Cuando se fue, volví a oír los gritos delcombate y salí corriendo en medio de la lluviade piedras y me perdí hasta el coche paradoen el puente del Lago de Cuitzeo.—¿Qué pasa? ¿Estás herida? —megritó Margarita cuando llegó. Asustada, tocabala sangre de mi vestido blanco y señalaba lasangre que tenía en los labios y la tierra que sehabía metido en mis cabellos. Desde otrocoche, el mecánico de Cuitzeo me miraba consus ojos muertos.—¡Esos indios salvajes!... ¡No se puededejar sola a una señora! —dijo al saltar de suautomóvil, dizque para venir a auxiliarme.Al anochecer llegamos a la ciudad deMéxico. ¡Cómo había cambiado, Nachita, casino pude creerlo! A las doce del día todavíaestaban los guerreros y ahora ya ni huella desu paso. Tampoco quedaban escombros.Pasamos por el Zócalo silencioso y triste; de laotra plaza, no quedaba ¡nada! Margarita mimiraba de reojo. Al llegar a la casa nos abristetú. ¿Te acuerdas?Nacha asintió con la cabeza. Era muycierto que hacía apenas dos meses escasosque la señora Laurita y su suegra habían ido apasear a Guanajuato. La noche en quevolvieron, Josefina la recamarera y ella,Nacha, notaron la sangre en el vestido y losojos ausentes de la señora, pero Margarita, laseñora grande, les hizo señas de que secallaran. Parecía muy preocupada. Más tardeJosefina le contó que en la mesa el señor se lequedó mirando malhumorado a su mujer y ledijo:—¿Por qué no te cambiaste? ¿Tegustas recordar lo malo? La señora Margarita,su mamá, ya le había contado lo sucedido y lehizo una seña como diciéndole: “¡Cállate, tenlelástima!” la señora Laurita no contestó; seacarició los labios y sonrió ladina. Entonces elseñor, volvió a hablar del presidente LópezMateos.—Ya sabes que ese nombre no se lecae de la boca —había comentado Josefina,desdeñosamente.En sus adentros ellas pensaban que laseñora Laurita se aburría oyendo hablarsiempre del señor presidente y de las visitasoficiales.—¡Lo que son las cosas, Nachita, yonunca había notado lo que me aburría conPablo hasta esa noche! —comentó la señoraabrazándose con cariño las rodillas y dándolessúbitamente la razón a Josefina y a Nachita.La cocinera se cruzó de brazos yasintió con la cabeza.—Desde que entré en la casa, losmuebles, los jarrones y los espejos se mevinieron encima y me dejaron más triste de loque venía. ¿Cuántos días, cuántos añostendré que esperar todavía para que mi primovenga a buscarme? Así me dije y me arrepentíde mi traición. Cuando estabamos cenando mefijé en que Pablo no hablaba con palabras sinocon letras. Y me puse a contarlas mientras lemiraba la boca gruesa y el ojo muerto. Depronto se calló. Ya sabes que se le olvida todo.Se quedó con los brazos caídos. “Este maridonuevo no tiene memoria y no sabe más que lascosas de cada día.”182


—Tienes un marido turbio y confuso —me dijo él volviendo a mirar las manchas de mivestido. La pobre de mi suegra se turbó ycomo estábamos tomando el café se levantó aponer un twist.—Para que se animen —nos dijo,dizque sonriendo, porque veía venir el pleito.Nosotros nos quedamos callados. Lacasa se llenó de ruidos. Yo miré a Pablo. ‘Separece a...’ y no me atreví a decir su nombre,por miedo a que me oyeran el pensamiento. Esverdad que se le parece, Nacha. A los dos lesgusta el agua y las casa frescas. Los dosmiran al cielo por las tardes y tienen el pelonegro y los dientes blancos. Pero Pablo hablaa saltitos, se enfurece por nada y pregunta acada instante: ¿En qué piensas? Mi primomarido no hace ni dice nada de eso.—¡Muy cierto! ¡Muy cierto que el señores fregón! —dijo Nacha con disgusto.Laura suspiró y miró a su cocinera conalivio. Menos mal que la tenía de confidente.—Por la noche, mientras Pablo mebesaba, yo me repetía: “¿A qué horas vendrá abuscarme?” Y casi lloraba al recordar la sangrede la herida que tenía en el hombro. Tampocopodía olvidar los brazos cruzados sobre micabeza para hacerme un tejadito. Al mismotiempo tenía miedo de que Pablo notara quemi primo me había besado en la mañana. Perono notó nada y si no hubiera sido por Josefinaque me asustó en la mañana, Pablo nunca lohubiera sabido.Nachita estuvo de acuerdo. EsaJosefina con su gusto por el escándalo tenía laculpa de todo. Ella, Nacha, bien se lo dio:“¡Cállate! ¡Cállate por el amor de Dios, si nooyeron nuestros gritos por algo sería!” Pero,qué esperanzas, Josefina apenas entró a lapieza de los patrones con la bandeja deldesayuno, soltó lo que debería haber callado.—¡Señora, anoche un hombre estuvoespiando por la ventana de su cuarto! ¡Nacha yyo gritamos y gritamos!—No oímos nada... —dijo el señorasombrado.—¡Es él...! —gritó la tonta d ela señora.—¿Quién es él? —preguntó el señormirando a la señora como si la fuera a matar.Al menos eso dijo Josefina después.La señora asustadísima se tapó la bocacon la mano y cuando el señor le volvió ahacer la misma pregunta, cada vez con másenojo, ella contestó:—El indio... el indio que me siguiódesde Cuitzeo hasta la ciudad de México.Así supo Josefina del indio y así se locontó a Nachita.—¡Hay que avisarle inmediatamente ala policía! —gritó el señor.Josefina le enseñó la ventana por laque el desconocido había estado fisgando yPablo la examinó con atención: en el alféizarhabía huellas de sangre casi frescas.—Está herido... —dijo el señor Pablopreocupado. Dio unos pasos por la recámara yse detuvo frente a su mujer.—Era un indio, señor —dijo Josefinacorroborando las palabras de Laura.Pablo vio el traje blanco tirado sobreuna silla y lo cogió con violencia.—¿Puedes explicarme el origen deestas manchas?La señora se quedó sin habla, mirandolas manchas de sangre sobre el pecho de sutraje y el señor golpeó la cómoda con el puñocerrado. Luego se acercó a la señora y le diouna santa bofetada. Eso lo vio y lo oyóJosefina.—Sus gestos son feroces y suconducta es tan incoherente como suspalabras. Yo no tengo la culpa de que aceptarala derrota —dijo Laura con desdén.—Muy cierto —afirmó Nachita.183


Se produjo un largo silencio en lacocina. Laura metió la punta del dedo hasta elfondo de la taza, para sacar el pozo negro delcafé que se había quedado asentado, y Nachaal ver esto volvió a servirle un café calientito.—Bébase su café, señora —dijocompadecida de la tristeza de su patrona.¿Después de todo de qué se quejaba elseñor? A leguas se veía que la señora Lauritano era para él.—Yo me enamoré de Pablo en unacarretera, durante un minuto en el cual merecordó a alguien conocido, a quien yo norecordaba. Después, a veces, recuperabaaquel instante en el que parecía que iba aconvertirse en ese otro al cual se parecía. Perono era verdad. Inmediatamente volvía a serabsurdo, sin memoria, y sólo repetía los gestosde todos los hombres d ela ciudad de México.¿Cómo querías que no me diera cuenta delengaño? Cuando se enoja me prohíbe salir. ¡Ati te consta! ¿Cuántas veces arma pelitos enlos cines y en los restaurantes? Tú lo sabes,Nachita. En cambio mi primo marido, nunca,pero nunca, se enoja con la mujer.Nacha sabía que era cierto lo queahora le decía la señora, pro eso aquellamañana en que Josefina entró en la cocinaespantada y gritando: “¡Despierta a la señoraMargarita, que el señor está golpeando a laseñora!”, ella, Nacha, corrió al cuarto de laseñora grande.La presencia de su madre calmó alseñor Pablo. Margarita se quedó muyasombrada al oír lo de indio, porque ella no lohabí visto en el Lago de Cuitzeo, sólo habíavisto la sangre como la que podías ver todos.—Tal vez en el lago tuviste unainsolación, Laura, y te salió sangre por lasnarices. Fíjate, hijo, que llevábamos el cochedescubierto —dijo casi sin saber qué decir.La señora Laura se tendió boca abajoen la cama y se encerró en sus pensamientos,mientras su marido y su suegra discutían.—¿Sabes, Nachita, lo que yo estabapensando esa mañana? ¿Y si me vio anochecuando Pablo me besaba? Y tenía ganas dellorar. En ese momento me acordé de quecuando un hombre y una mujer se aman y notienen hijos están condenados a convertirse enuno solo. Así me lo decía mi otro padre,cuando yo le llevaba el agua y él miraba lapuerta detrás de la que dormíamos mi primomarido y yo. Todo lo que mi otro padre mehabía dicho ahora se estaba haciendo verdad.Desde la almohada oí las palabras de Pablo yde Margarita y no eran sino tonterías. “Lo voy air a buscar”, me dije. “Pero ¿a dónde?” Mástarde cuando tú volviste a mi cuarto apreguntarme qué hacíamos de comida, mevino un pensamiento a la cabeza: “¡Al café deTacuba!” Y ni siquiera conocía ese café,Nachita, sólo lo había oído mentar.Nacha recordó a la señora como si laviera ahora, poniéndose su vestido blancomanchado de sangre, el mismo que traía enese moento en la cocina.—¡Por Dios, Laura, no te pongas esevestido! —le dijo su suegra. Pero ella no hizocaso. Para esconder las manchas, se puso unsuéter blanco encima, se lo abotonó hasta elcuello y se fue a la calle sin decir adiós.Después vino lo peor. No, lo peor no. Lo peoriba a venir ahora en la cocina, si la señoraMargarita se llegaba a despertar.—En el café de Tacuba no había nadie.Es muy triste ese lugar, Nachita. Se me acercóel camarero. “¿Qué le sirvo?” Yo no queríanada, pero tuve que pedir algo. “Una cocada.”Mi primo y yo comíamos cocos de chiquitos...En el café un reloj marcaba el tiempo. “Entodas las ciudades hay relojes que marcan eltiempo, se debe estar gastando a pasitos.Cuando ya no quede sino una capatransparente, llegará él y las dos rayasdibujadas se volverán una sola y yo habitaré laalcoba más preciosa de su pecho.” Así medecía mientras comía la cocada.—¿Qué horas son? —le pregunté alcamarero.—La doce, señorita.A la una llega Pablo, me dije; si le digoa un taxi que me lleve por el periférico, puedo184


esperar todavía un rato. Pero no esperé y mesalí a la calle. El sol estaba plateado, elpensamiento se me hizo un polvo brillante y nohubo presente, pasado ni futuro. en la aceraestaba mi primo, se me puso delante, tenía losojos tristes, me miró largo rato.—¿Qué haces? —me preguntó con vozprofunda.—Te estaba esperando.Se quedó quieto como las panteras. Levi el pelo negro y la herida roja en el hombro.—¿No tenías miedo de estar aquísolita?Las piedras y los gritos volvieron azumbar alrededor nuestro y yo sentí que algoardía a mis espaldas.—No mires —me dijo.Puso una rodilla en tierra y con losdedos apagó mi vestido que empezaba aarder. Le vi los ojos muy afligidos.—¡Sácame de aquí! —le grité con todasmis fuerzas, porque me acordé de que estabafrente a la casa de mi papá, que la casa estabaardiendo y que atrás de mí estaban mis padresy mis hermanitos muertos. Todo lo veíaretratado en sus ojos, mientras él estaba con larodilla hincada en tierra apagando mi vestido.Me dejé caer sobre él, que me recibió en susbrazos. Con su manos caliente me tapó losojos.—Este es el final del hombre —le dijecon los ojos en su manos.—¡No lo veas!Me guardó contra su corazón. Yo lo oísonar como rueda el trueno sobre lasmontañas. ¿Cuánto faltaría para que el tiempose acabara y yo pudiera oírlo siempre? Mislágrimas refrescaron su mano que ardía en elincendio de la ciudad. Los alaridos y laspiedras nos cercaban, pero yo estaba a salvobajo su pecho.—Duerme conmigo... —me dijo en vozmuy baja.—¿Me viste anoche? —le pregunté.—Te vi...Nos dormimos en la luz de la mañana,en el calor del incendio. Cuando recordamos,se levantó y agarró su escudo.—Escóndete hasta el amanecer. Yovendré por ti.Se fue corriendo ligero sobre suspiernas desnudas... Y yo me escapé otra vez,Nachita, porque sola tuve miedo.—Señorita, ¿se siente mal?Una voz igual a la de Pablo se meacercó a media calle.—¡Insolente! ¡Déjeme tranquila!Tomé un taxi que me trajo a la casa porel periférico y llegué...Nacha recordó su llegada: ella misma lehabía abierto la puerta. Y ella fue la que le diola noticia. Josefina bajó después,desbarrancándose por las escaleras.—¡Señora, el señor y la señoraMargarita están en la policía!muda.Laura se quedó mirando asombrada,—¿Dónde anduvo, señora?—Fui al café de Tacuba.—Pero eso fue hace dos días.Josefina traía el Ultimas Noticias. Leyóen voz alta: “La señora Aldama continúadesaparecida. Se cree que el siniestroindividuo de aspecto indígena que la siguiódesde Cuitzeo, sea un sádico. La policíainvestiga en los estado de Michoacán yGuanajuato.”La señora Laurita arrebató el periódicode las manos de Josefina y lo desgarró con ira.Luego se fue a su cuarto. Nacha y Josefina la185


siguieron, era mejor no dejarla sola. La vieronecharse en su cama y soñar con los ojos muyabiertos. Las dos tuvieron el mismopensamiento y así se lo dijeron después en lacocina: “Para mí, la señora Laurita andaenamorada.” Cuando el señor llegó ellasestaban todavía en el cuarto de su patrona.—¡Laura! —gritó. Se precipitó a lacama y tomó a su mujer en sus brazos.—¡Alma de mi alma! —sollozó el señor.La señora Laurita pareció enternecidaunos segundos.—¡Señor! —gritó Josefina—. El vestidode la señora está bien chamuscado.Nacha lo miró desaprobándola. Elseñor revisó el vestido y las piernas de laseñora.—Es verdad... también las suelas desus zapatos están ardidas. Mi amor, ¿quépasó?, ¿dónde estuviste?—En el café Tacuba —contestó laseñora muy tranquila.La señora Margarita se torció lasmanos y se acercó a su nuera.—Ya sabemos que anteayer estuvisteallí y comiste una cocada. ¿Y luego?—Luego tomé un taxi y me vine paraacá pro el periférico.Nacha bajó los ojos, Josefina abrió laboca como para decir algo y la señoraMargarita se mordió los labios. Pablo, encambio, agarró a su mujer por los hombros y lasacudió con fuerza.—¡Déjate de hacer la idiota! ¿En dóndeestuviste dos días?... ¿Por qué traes el vestidoquemado?—¿Quemado? Si él lo apago... —dejóescapar la señora Laura.—¿El?... ¿El indio asqueroso? —Pablola volvió a zarandear con ira.—Me lo encontré a la salida del caféTacuba... —sollozó la señora muerta de miedo.—¡Nunca pensé que fueras tan baja! —dijo el señor y la aventó sobre la cama.—Dinos quién es —preguntó la suegrasuavizando la voz.—¿Verdad, Nachita, que no podíadecirles que era mi marido? —preguntó Laurapidiendo la aprobación de la cocinera.Nacha aplaudió la discreción de supatrona y recordó que aquel mediodía, ella,apenada por la situación de su ama, habíaopinado:brujo.—Tal vez el indio de Cuitzeo es unPero la señora Margarita se habíavuelto a ella con ojos fulgurantes paracontestarle casi a gritos:—¿Un brujo? ¡Dirás un asesino!Después, en muchos días no dejaronsalir a la señora Laurita. El señor ordenó quese vigilaran las puertas y vientanas de la casa.Ellas, las sirvientas, entraban continuamente lacuarto d ela señora para echarle un vistazo.Nacha se negó siempre a exteriorizar suopinión sobre el caso o a decir las anomalíasque sorprendía. Pero, ¿quién podía callar aJosefina?—Señor, al amanecer, el indio estabaotra vez junto a la ventana —anunció al llevarla bandeja con el desayuno.El señor se precipitó a la ventana yencontró otra vez la huella de sangre fresca.La señora se puso a llorar.—¡Pobrecito!... ¡pobrecito!... —dijoentre sollozos.Fue esa tarde cuando el señor llegócon un médico. Después el doctor volvió todoslos atardeceres.186


—Me preguntaba por mi infancia, pormi padre y por madre. Pero, yo, Nachita, nosabía de cuál infancia, ni de cuál padre, ni decuál madre quería saber. Por eso le platicaba dela conquista de México. ¿Tú me entiendesverdad? —preguntó Laura con los ojos puestossobre las cacerolas amarillas.—Sí, señora... —y Nachita, nerviosa,escrutó el jardín a través de los vidrios de laventana. La noche apenas si dejaba ver entresus sombras. Recordó la cara desganada delseñor frente a su cena y la mirada acongojadade su madre.—Mamá, Laura le pidió al doctor laHistoria... de Bernal Díaz del Castillo. dice quees lo único que le interesa.La señora Margarita había dejado caerel tenedor.—¡Pobre hijo mío, tu mujer está loca!—No habla sino de la caída de la GranTenochtitlán —agregó el señor Pablo con airesombrío.Dos días después, el médico, la señoraMargarita y el señor Pablo decidieron que ladepresión de Laura aumentaba con el encierro.Debía tomar contacto con el mundo yenfrentarse con sus responsabilidades. Desdeese día, el señor mandaba el automóvil paraque su mujer saliera a dar paseítos por elBosque de Chapultepec. La señora salíaacompañada de su suegra y el chofer teníaórdenes de vigilarlas estrechamente. Sólo queel aire de los eucaliptos no la mejoraba, puesapenas volvía a su casa, la señora Laurita seencerraba en su cuarto para leer la conquistade México de Bernal Díaz.Una mañana la señora Margaritaregresó del Bosque de Chapultepec sola ydesamparada.—¡Se escapó la loca! —gritó con vozestentórea al entrar en la casa.—Fíjate, Nacha, me senté en la mismabanquita de siempre y me dije: “No me loperdona. Un hombre puede perdonar una, dos,tres, cuatro traiciones, pero la traiciónpermanente, no.” Este pensamiento me dejómuy triste. Hacia calor y Margarita se compróun helado de vainilla; yo no quise, entoncesella se metió al automóvil a comerlo. Me fijéque estaba tan aburrida de mí, como yo deella. A mí no me gusta que me vigilen y tratéde ver otras cosas para no verla comiendo subarquillo mirándome. Vi el heno gris quecolgaba de lo sahuehuetes y no sé por qué, lamañana se volvió tan triste como esos árboles.“Ellos y yo hemos visto las mismascatástrofes”, me dije. Por la calzada vacía, sepaseaban las horas solas. Como las horasestaba yo: sola en una calzada vacía. Mimarido había contempaldo pro la ventana mitraición permanente y me había abandonadoen esa clazad hecha de cosas que no existían.recordé el olor de las hojas de maíz y el rumossosegado de su pasos. “Así caminaba, con elritmo de las hojas secas cuando el vietno defebreo las lleva sobre las piedras. Antes nonecesitaba volver la cabeza para saber qu eélestaba ahí mirándome las espaldas”... Andabaen esos tristes pensamientos, cuando oí correral sol y las hojas secas empezaron a cambiar desitio. Su respiración se acercó a misespaldas, luego se puso frente a mí, vi suspies desnudos delante de los míos. Tenía unarañazo en la rodilla. Levanté los ojos y mehallé bajo los suyos. Nos quedamos muchorato sin hablar. Por respeto yo espraba suspalabras.—¿Qué te haces? —me dijo.Vi que no se movía y que parecía mástriste que antes.—Te estaba esperando —contesté.—Ya va a llegar el último día...Me pareció que su voz salía del fondode los tiempos. Del hombro le seguía brotandosangre. Me llené de vergüenza, bajé los ojos,abrí mi bolso y saqué un pañuelito paralimpiarle el pecho. Luego lo volví a guardar. Elsiguió quieto, observándome.—Vamos a la salida de Tacuba... Haymuchas traiciones.187


Me agarró de la mano y nos fuimoscaminando entre la gente, que gritaba y sequejaba. Había muchos muertos que flotabanen el agua de los canales. Había mujeressentadas en la hierba mirándolos flotar. Detodas partes surgía la pestilencia y los niñoslloraban corriendo de un lado para otro,perdidos de sus padres. Yo miraba todo sinquerer verlo. Las canoas despedazadas nollevaban a nadie, sólo daban tristeza. El maridome sentó debajo de un árbol roto. Puso unarodilla en tierra y miró alerta lo que sucedía anuestro alrededor. El no tenía miedo. Despuésme miró a mí.—Ya sé que eres traidora y que metienes buena voluntad. Lo bueno crece junto alo malo.Los gritos de los niños apenas medejaban oírlo. Venían de lejos, pero eran tanfuertes que rompían la luz del día. Parecía queera la última vez que iban a llorar.—Son las criaturas... —me dijo.—Este es el final del hombre —repetí,porque no se me ocurría otro pensamiento.El me puso las manos sobre los oídos yluego me guardó contra su pecho.—Traidora te conocí y así te quise.—Naciste sin suerte —le dije. Meabracé a él. Mi primo marido cerró los ojos parano dejar correr las lágrimas. Nos acostamossobre las ramas rotas del pirú. Hasta allí nosllegaron los gritos de los guerreros, las piedrasy los llantos de los niños.—El tiempo se está acabando... —suspiró mi marido.Por una grieta se escapaban lasmujeres que no querían morir junto conlafecha. Las filas de hombres caían unadespués de la otra, en cadena como siestuvieran cogidos de la mano y el mismogolpe los derribara a todos. Algunso daban unalarido tan fuerte, que quedaba resonandomucho rato después de su muerte.Faltaba poco para que nos fuéramospara siempre en uno solo cuando mi primo selevantó, me juntó ramas y me hizo una cuevita.—Aquí me esperas.Me miró y se fue a combatir con laesperanza de evitar la derrota. Yo me quedéacurricada. No quise ver a las gentes quehuían, par ano tener la tentación, ni tampocoquise ver a los muertos que flotaban en elagua para no llorar. Me puse a contar losfrutitos que colgaban de las ramas cortadas:estaban secos y cuando los tocaba con losdedos, la cáscara roja se les caía. No séporque me parecieron de mal agüero y preferímirar el cielo, que empezó a oscurecerse.Primero se puso pardok, luego emepzó acoger el color de los ahogados de los canales.Me quedé recordando los colores de otrastardes. pero la tarde siguió amoratándose,hichándose, como si de pronto fuera a reventary supe que se había acabado el tiempo. si miprimo no volvía, ¿qué sería de mí? Tal vez queya estaba muerto en el cambte. No me importósu suerte y me salí de allí a toda carreraperseguida por el miedo. Cuando llegue y mebusque... No tuve tiempo de acabar mipensamiento porque me hallé en el anochecerde México. Margarita ya se debe haberacabado su helado de vainilla y Pablo debe deestar muy enojado ... Un taxi me trajo por elperiférico. ¿Y sabes, Nachita?, los periféricoseran los canales infestados de cadáveres... poreso llegué tan triste... Ahora, Nachita, no lecuentes al señor que me pasé la tarde con mimarido.Nachita se acomodó los brazos sobre lafalda lila.—El señor Pablo hace ya diez días quese fue a Acapulco. Se quedó muy flaco con lassemanas que duró la investigación —explicóNachita satisfecha.alivio.Laura la miró sin sorpresa y suspiró con—La que está arriba es la señoraMargarita —agregó Nacha volviendo los ojoshacia el techo de la cocina.188


Laura se abrazó la rodillas y miró porlos cirstales de la ventana a las rosas borradaspor las sombras nocturnas y a las ventanasvecinas que empezaban a apagarse.Nachita se sirvió sal sobre el dorse dela mano y la comió golosa.—¡Cuánto coyote! ¡Anda muyalborotada la coyotada! —dijo con la voz llenade sal.Laura se quedó escuchando unosinstantes.—Malditos animales, los hubieras vistohoy en la tarde —dijo.—Con tal de que no estorben el pasodel señor, o que le equivoquen el camino —comentó Nachita con miedo.—Si nunca los temió, ¿por qué habíade temerlos esta noche? —preguntó Lauramolesta.Nacha se aproximó a su patrona paraestrechar la intimidad súbita que se habíaestablecido entre ellas.—Son más canijos que los tlaxcaltecas—le dio en voz muy baja.Las dos mujeres se quedaron quietas.Nacha devorando poco a poco otro puñito desal. Laura escuchando preocupada los aullidosde los coyotes que llenaban la noche. FueNacha la que lo vio llegar y le abrió la puerta.—¡Señora!... Ya llegó por usted... —lesusurró en una voz tan baja que sólo Laurapudo oírla.Después, cuando Laura se había idopara siempre con él, Nachita limpió la sangrede la ventana y espantó a los coyotes, queentraon en su siglo que acababa de gastarseen ese instante. Nacha miró con sus ojosviejísimos, para ver si todo estaba en orden:lavó la taza de café, tiró al bote de la basuralas colillas manchadas de rojo de labios,guardó la cafetera en la alacena y apagó la luz.—Yo digo que la señora Laurita no erade este tiempo, ni era para el señor —dijo en lamañnaa cuando le llevó el desayuno a laseñora Margarita.Ya no me hallo en casa de los Aldama.Voy a buscarme otro destino —le confió aJosefina. Y en un descuido de la recamarera,Nacha se fue hasta sin cobANÁLISIS DE “LA CULPA ES DE LOS TLAXCALTECAS”Ejercicio 2Resuelva el ejercicio que se le presenta a continuación. En la columna A aparecen losnombres de personajes del cuento “La culpa es de los tlaxcaltecas”. En la columna B, sepresentan características de dichos personajes. Coloque la letra correcta con su respectivacaracterística.COLUMNA ACOLUMNA Ba. Laura ( ) Suegra de Laura.b. Nachita ( ) Primo-esposo de Laura.c. Pablo ( ) Recamarera indiscreta.d. Josefina ( ) Cocinera y confidente de Laura.e. Margarita ( ) Caracterizado como salvaje.f. El indio ( ) Personaje que vive dos épocas distintas.g. El doctor ( ) Le diagnostica depresión a Laura. 189


El cuento “La culpa es de los tlaxcaltecas” explicita un conflicto que sufre Laura, laprotagonista del relato, quien vive en dos épocas distintas: durante el periodo del gobierno deAdolfo López Mateos y la caída de Tenochtitlán. Laura se extravía y cuando regresa todoparece indicar que fue violada debido a los rastros de sangre que porta en el vestido, aunquelo anterior no se aclara en el relato.Laura se sitúa en entre dos líneas argumentales: se siente culpable por traicionar alprimer esposo, quien es un personaje del siglo XVI, un indígena que pelea en una guerra,mientras que el segundo esposo, se trata de un hombre del siglo XX: Pablo.La mujer de confianza de Laura es Nacha, la cocinera de la casa, quien la apoya y lerecuerda sobre su existencia y la ubica en la realidad. Cuando Laura entra en estado total delocura, Nacha decide partir y ni siquiera cobra su último salario.EXPRESIÓN ESCRITALa oración se compone de sujeto y predicado. Los complementos verbales junto conel verbo constituyen el predicado de la oración.A continuación estudiaremos los complementos verbales.Complemento directo (Tomado de Varela y Sandino, 2004)Responde a la pregunta qué + verbo.Ejemplo: Sirvió el café en una tacita blanca.V CD¿Qué sirvió? = (el café: CD).El CD puede ir introducido por la preposición "a".Ejemplo: El padre llamó a sus hijas.VCD¿Qué llamó? = (a sus hijas: CD).Los pronombres personales: la, las, lo, los (van antes del verbo) funcionan siemprecomo CD. Ejemplo. "Lo vi venir".CDLos pronombres personales reflexivos "me", "te", "se", "nos", "os" pueden ser CD (sino hay otro en la oración) o Cl (si ya existe un CD).Ejemplo: Las piedras se juntaron con la lluvia.CD190


"El joven se tomó otro trago".Cl V CD ¿Qué tomó? = C.D.(como existe CD, el pronombre se clasifica como Cl).Complemento indirecto (CI)Responde a las preguntas ¿a quién(es), para quién(es)? + verbo.introducido por las preposiciones "a" o "para".Siempre vaEjemplo: Ella les regalaba a los niños pobres.CI. V C.l¿a quiénes regalaba? = a los niños pobres (CI).Los pronombres personales "le" y "les" siempre se clasificarán como Cl.Ejemplo: "A veces les contaban cuentos".ClComplementos circunstanciales (CC)Indican una circunstancia de la realización de la acción verbal. Todo adverbio escomplemento circunstancial.CC Lugar (CCL): Responde a la pregunta ¿dónde? + verbo. Puede llevar preposiciones: adónde, en dónde, por dónde...Ejemplo: Al anochecer llegamos a la Ciudad de México.VCCLCC Tiempo (CCT): ¿cuándo? + verbo.Ejemplo: Josefina comió en la mañana.V CCTCC Modo (CCM) ¿cómo? + verbo. Generalmente, los adverbios terminados en -mente sonCCM (excepto los de orden, primeramente, seguidamente, continuamente).Ejemplo: Coman tranquilos.V CCMCC Cantidad (CCC): ¿cuánto? + verbo.Ejemplo:Los muchachos comieron demasiado.VCCC191


CC Compañía (CC Comp): ¿con quién(es)? + verbo.Ejemplo: Laura viene conmigo.V CC Comp.CC Objeto o instrumento: ¿con qué? + verbo.Ejemplo: Laura golpeó con un martillo.VCC ObjetoCC Duda: Corresponde a los adverbios "quizá(s)", "talvez", "acaso".Ejemplo: Quizás llegue.CC Duda VCC Negación: Se compone por los adverbios: no, nunca, jamás.Ejemplo: Nunca llego tarde.CC Neg VCC Afirmación: Lo forman los adverbios: sí, cierto, seguro, verdaderamente.Ejemplo: Juan síCC Afirm.vendrá a la fiesta.VComplemento predicativo: Designa una característica del sujeto. Debe ir junto a "ser" o"estar" conjugados (verbos copulativos).Ejemplo: Laura estaba contenta.V. Cop. C. Pred.Tipos de predicado (Tomado de Varela y Sandino, 2004)Predicado nominalEstá compuesto por un verbo copulativo (ser o estar conjugados) + un complementopredicativo (característica del sujeto). Su núcleo es el sustantivo o adjetivo presente.Tiempo ser estarPresente soy estoyPretérito fui estuveFuturo seré estaré192


Predicado nominalEjemplo:Fiorella / es una mujer inteligente.S.N. V.Cop. C.Pred.1. Primero identifique el verbo = "es" = V. Cop porque está acompañado de un complementopredicativo.2. ¿De quién se habla? = Fiorella = sujeto nominal.3. ¿Qué es? = una mujer inteligente. =C- Predicativo. No es CD porque "es" viene de ser y elcomplemento refleja una característica del sujeto.Predicado verbalEl núcleo lo constituye el verbo transitivo o intransitivo. Se forma de dos maneras:1. VT + CD + (CC) + (Cl)obligatorioEl verbo transitivo necesita obligatoriamente del CDpara completar su significación. Opcionalmente,puede ir acompañado de CC o Cl.El paréntesis ( ) indica que elcomplemento es opcional.Núcleo PVEj. "El hombrecillo / daba saltos diabólicos".SN VT CDa. Verbo = "daba"b. ¿De quién se habla? = “El hombrecillo” = S.N. (porque es un sustantivo)c. ¿qué daba? = saltos diabólicos-= C.D.d. Clasifique el verbo como transitivo (V.T.) porque hay C.D.; el predicado comoverbal (P-V.) pues existe V.T. + C.D.2. Vl + (CC) + (CI):El verbo intransitivo tiene sentido en sí mismo (llora,corre...). Cuando está solo (sin ningún complemento)se le conoce como verbo de predicación completa.193


Ej. "El jaúl / crece rápidamente." Al estar acompañadode un complemento verbalS.N. V.l. CCM se llama de predicación incompleta.Oraciones copulativas y predicativas (Tomado de Varela y Sandino, 2004)Oración copulativaIncluye el verbo (ser o estar conjugados) sirve de cópula o nexo entre el sujeto y elpredicado nominal. Su estructura es la siguiente:-------------------- P.N.--------------------Suj (clasificarlo) / + V. Cop. + C. Pred. + (C.C.) + (C.l.) = O. Cop.obligatorioRecuerde señalar el predicado sobre el verbo o algún complemento, nunca sobre laspalabras que forman el sujeto, pues sujeto y predicado van separados (se representa conuna raya vertical).-----------------P.N.-------------------Ejemplo: Era un concierto de dolor y rocío. = O. Cop.V. Cop. C.Pred.1. Verbo = "era",2. ¿De quién se habla? = "El concierto" = S.E. (el sujeto ha sido citado en oracionesanteriores),3. ¿Qué era? = un concierto de dolor y rocío = C. Pred. (porque el verbo viene de "ser" y elcomplemento. Señala una característica del sujeto).4. Clasifique el verbo = V. copulativo porque está acompañado de un C. Pred.5. Clasifique el predicado = P.N. porque existe V, Cop. + C. Pred.6. Clasifique la oración = O. Cop., pues el verbo es copulativo y tiene P-N.194


Oraciones predicativasOración intransitiva (OI). Su estructura es la siguiente:Suj. (clasificarlo) -+- V.l. + (C.C.) + (C.l.) = 0.I..Nota. El sujeto puede ir al inicio, en el centro o al final de !a oración, aunque el ordenlógico lo ubica al principio de la oración.P.V.Ej. Unas paladas de barro / golpearon en los corazones. = OI.S.N. V.l. C.C.L.a. Verbo = golpearon,b. ¿De quiénes se habla? = "Unas paladas de barro"= S.N. (núcleo es el sustantivo"paladas"'.c. Clasifique el verbo = V.l. porque tiene sentido en sí mismo (no !leva C.D.); esde predicación incompleta al estar acompañado de C.C.L.d. Clasifique el predicado = P.V., hay un verbo intransitivo,e. Clasifique la oración = OI, pues existe un verbo intransitivo.Oración transitiva. Incluye obligatoriamente el CD. Su estructura es la siguiente:Suj----------------PV-------------------------(clasificarlo) + V.T. + C.D. + (C.C.) + (C.l.) = O.T.Se clasifican en:Oración transitiva oblicua (OT Oblicua)El CD no corresponde al sujeto, o el pronombre personal reflexivo no refleja la personarespectiva, es decir no aparece en forma horizontal (yo me), sino diagonal (Ejemplo: yo te).. . ,yo me nosotros nostú te vosotros osél, ella se ellos, ellas seusted se ustedes se195


Observe el cuadro anterior, si el pronombre personal reflexivo (me, te, se. nos, os)corresponde a la persona que indica el pronombre personal la oración es transitiva refleja. Sino corresponde es O.T-oblicua.P.V.Ejs. "Yo / cuento cuentos para enseñarles." O.T. Oblicua.S.Pron. V.T. C.D. C.I.a. Verbo = cuento.b. ¿De quién se habla? = Yo = S.Pron- (porque el núcleo es e! pronombre "yo").c. ¿Qué cuento? = cuentos = CD.d. ¿Para qué? = para enseñarles.e. Clasifique el verbo - V.T. (hay CD).f. Clasifique el predicado = P.V. (hay V.T. + C.D.)g. Clasifique la oración = O.T. Oblicua, porque el complemento no corresponde al sujeto.P.V."me jodistes / vos"C.D. V.T . S.Pron.a. Verbo = jodistes,b- ¿De quién se habla? = vos = S. Pron.c. "Me" = CD porque no existe otro en la oración.d. Clasifique el verbo = V.T. (hay CD).e. Clasifique el predicado = P.V. (hay V.T. + CD).f. Clasifique la oración = O.T. Oblicua, porque el pronombre reflexivo "me" corresponde alpronombre "yo" no a "vos".Oración transitiva refleja (OT Refleja)El pronombre personal reflexivo corresponde al sujeto de la oración. Observe elcuadro anterior, (yo me, tú te, él se...).Recuerde que el pronombre personal reflexivo puede clasificarse como CD (si no hayotro) o CI (si ya existe un CD).P.V,"Los niños se transportaban de tres en tres con una seriedad de santos de SemanaSanta.SE C.D. V.T. CCC CCM.O.T. Refleja196


a. Verbo = transportaban,b, ¿De quiénes se habla?= Los niños= S.E. (sujeto expreso).c. "se" = C.D., porque al no existir otro C.D. el pronombre personal reflexivo funcionacomo C-0.d. Clasifique el verbo = V.T. (hay C.D.).e. Clasifique el predicado = P.V. (hay V.T. + C.D.).f. Clasifique la oración = O.T. Refleja. porque el pronombre personal reflexivo "se" refleja alsujeto (Los niños ellos. El pronombre correspondiente es "se").P.V."El contador / se tomó otro trago",S,N. C.l. V.T. C.D.O.T. Refleja.a. Verbo = tomó.b. ¿De quién se habla? - El contador = S. N. porque su núcleo es un sustantivo;c. ¿qué tomó? = "otro trago" = C.D.d. "se" = C,I. porque existe otro C.D. en la oración.e. Clasifique el verbo = V.T. (hay C.D.)f. Clasifique el predicado = P.V. (hay V.T. + C.D.).g. Clasifique la oración= O.T.Refleja, porque el pronombre personal reflexivo corresponde alsujeto (él se).Oración transitiva recíproca (OT Recíproca)El pronombre personal reflexivo corresponde al sujeto plural (ellos(as) se, nosotros nos,vosotros os) y la acción es mutua (se desarrolla al mismo tiempo).P.V."Torta y el carpintero / se cruzaron una mirada de gran entendimiento".S.N. C-l. V.T. C.D: O.T. Reciprocaa. Verbo = cruzaron,b. ¿De quiénes se habla? = Torta y el carpintero (=S.N.).c. "se" = C.l. (hay otro C.D-).d. Clasifique el verbo == V.T. (hay C.D.).e. Clasifique el predicado = P-V. (existe V.T. + C.D.).f. Clasifique la oración = O.T. Reciproca, porque el sujeto es plural, el pronombrepersonal reflexivo corresponde al sujeto (ellosse) y la acción es mutua.197


1.Don Alejandro trajo la comida_______________Práctica¿En cuál opción aparece el complemento indirecto de la oración anterior?A. para ustedes C. con dedicación y empeñoB. todos los fines de semana D. además los platos y los vasos2.Ana cocina __________Seleccione la opción que completa la oración anterior con un complemento circunstancial delugar.A. Mañana C. en esa casaB. con emoción D. con su hermana3.El viento cantaba en las entrañas del pino su canción metálicaEn la oración anterior, la expresión subrayada cumple la función deA. sujeto C. C.DB. C.I D. C.C4.Angustiábase el viejo con la tardanza de María.¿Cómo debe clasificarse la oración anterior?A. transitiva recíproca C. transitiva reflejaB. transitiva oblicua D. intransitiva5.Ana compró para sus niños helados y galletas¿Cómo debe clasificarse la oración anterior?A. transitiva oblicua C. copulativaB. intransitiva D. transitiva refleja198


6. ¿Cuál es una oración transitiva recíproca?A. Los niños se escupían horriblementeB. Los ancianos se sienten indefensosC. Los pintores utilizan varios pincelesD. Los golpes eléctricos encogen los músculos7.De las piñuelas salían las iguanas¿Cómo debe clasificarse la oración anterior?A. transitiva oblicua C. copulativaB. intransitiva D. transitiva recíproca8.Costa Rica, país maravilloso, brinda un ambiente de armonía a todos loshombres¿Cómo debe clasificarse la oración anterior?A. Transitiva oblicua C. intransitivaB. Transitiva refleja D. Copulativa9.La exposición de pinturas ________Complete el texto anterior con una oración copulativaA. estuvo muy interesanteB. fue visitada por los estudiantesC. será organizada por la Escuela de ArtesD. tendrá lugar en la sala de conferencias del hotel10.El hombre ________ al día siguienteComplete el texto anterior para formar una oración intransitiva.A. vendió el carro C. regresó a su casaB. estaba muy contento D. compró el tiquete de avión199


RESPUESTAS A LOS EJERCICIOS DE AUTOEVALUACIÓNEjercicio 1Nacha oyó que llamaban en lapuerta de la cocina y se quedóquieta.2. La cocina estaba separada del mundo por un muroinvisible de tristeza, por un compás de espera.Número 2Número 1La miró con esperanzas.Número 44. Su respiración se acercó a mis espaldas, luego se pusofrente a mí, vi sus pies desnudos delante de los míos. Teníaun arañazo en la rodilla. Levanté los ojos y me hallé bajo lossuyos. Nos quedamos mucho rato sin hablar. Por respeto yoesperaba sus palabras.Número 3Ejercicio 2COLUMNA ACOLUMNA Ba. Laura (e) Suegra de Laura.b. Nachita (c) Primo-esposo de Laura.c. Pablo (d) Recamarera indiscreta.d. Josefina (b) Cocinera y confidente de Laura.e. Margarita (f) Caracterizado como salvaje.f. El indio (a) Personaje que vive dos épocas distintas.g. El doctor (g) Le diagnostica depresión a Laura.Selección Única. La oración copulativa, transitiva e intransitiva# ítem Opción # ítem Opción # ítem Opción1 A 5 A 9 A2 C 6 A 10 C3 C 7 B4 C 8 A200


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ÚNICA MIRANDO AL MARFernando Contreras Castro (costarricense)Mas por la vieja costumbre que por cualquierprincipio ordenador del mundo, el solcomenzó a salir agarrado del filo de la colina,como en un ultimo esfuerzo de montañistapendiendo sobre el abismo de la nocheanterior.El bostezo imperceptible de las moscasy el estirón de alas de la flota de zopilotes, nosignificaron novedad alguna para los buzos dela madrugada. Entre la llovizna persistente ylos vapores de aquel mar sin devenir, losúltimos camiones, ahora vacíos, se alejabanpara comenzar otro día de recolección. Losbuzos habían extraído varios cargamentosimportantes de las profundidades de su marmuerto y antes de que los del turno del díallegaran a sumar sus brazadas, se apuraban aseleccionar sus presas para la venta en lasdistintas recicladoras de latas, botellas y papel,o en las fundidoras de metales mas pesados.Los buzos diurnos comenzaban adesperezarse, a abrir la puertas de sustugurios edificados en los precarios de lasplayas reventadas del mar de los peces dealuminio reciclable. Los que vivían mas lejos,se preparaban para subir la cuesta de arcillafosilizada que contenía desde hacia ya veinteaños el paradero de la mala conciencia de laciudad.Como fue al principio, y no pararíahasta el apocalíptico instante de su cierre, aeso de las seis de la mañana los lepidópterosgigantes esperaban a sus operarios paracomenzar a amontonar las ochocientastoneladas de basura que la ciudad desechadiariamente; como fue al principio, losoperarios de los tractores se calentabanprimero con un café con leche que servían deuna botella de cocacola envuelta en una bolsade cartón. Después , a bordo de susmaquinas, emprendían la subida.Salvo el descanso del almuerzo y el delcafé de la tarde, todo el día removían yamontonaban basura, como una mareaartificial, de oeste a este, de adelante haciaatrás con la vista fija en las palas, mientras laspoderosas orugas vencían los espolones deplástico de las nuevas cargas que depositabanlos camiones recolectores; de adelante haciaatrás, todo el día, como herederos del castigode Sísifo sin haber ofendido a los dioses conninguna astucia particular.A las ocho de la mañana el sol yaalumbraba precariamente la pudredumbre dealgún octubre ahogado entre los nueve mesesde lluvia anuales de la Suiza Centroamericana.El Bacán, con sus cuatro o cinco años,esperaba sentado sobre los restos mortales deuna cocina, encallados ahí desde hacia tantotiempo que ya era casi inimaginable elbasurero de Río Azul sin ellos. No muy lejos,los buzos trabajaban con el único horarioposible en ese lugar: el flujo y reflujo de loscamiones recolectores.Mujeres de edades indescifrables amenudo, hombres y niños sin edad algunarumiaban lo que la cuidad había dado ya porinservible, en busca de lo que azar tambiénhubiera tirado al basurero.El Bacán esperaba aperezado en sucocina usual vigilando de cuando en cuando auna de las mujeres, tratando de distinguirlaentre las demás compañeras de buceo; cadavez que se percataba, espantaba las moscasde su cara y sus brazos, mientras jugaba conun juguete hallado ahí mismo no hacia muchotiempo, su juguete nuevo.Algo brillo un instante entre lo negro dela basura e hizo que el niño dejara su lugarprivilegiado y se internara un poco entre losdesechos. El niño perdió de vista elresplandor, por lo que tuvo que devolversecaminando hacia atrás hasta encontrarlonuevamente. En ese juego estuvo largo rato,hasta que logro seguir el brillo fugaz que lollevo hasta un objeto medio enterrado en labasura. Lo tomo por donde pudo y tiro de el.


Algo casi redondo salió de entre la basura y sefue pareciendo a una manzana conforme ElBacán lo frotaba contra su camiseta. Era unamanzana dorada, con una inscripción: “Paaaarr-rallla mmmmas belllllla”, “Para la mas bella”leyó el niño comprendiendo a duras penas lafrase.La escondió bajo su ropa y regreso a suligar. Paso un par de horas repitiéndose lafrase en voz alta sin que la belleza comoconcepto acabara de cuajar er su mente.Aquella frase no tenia ningún sentido posiblemás allá de unas cuantas palabras de las queusaba sueltas en su lenguaje cotidiano.El niño se puso de pie guardando elequilibrio sobre sus piernas flacas, se afirmo lomejor que pudo y lanzo la manzana hacia labasura de donde había salido. Como aspiradaen un bostezo de la tierra, la manzana sehundió con su vocación frustrada.La mujer que el niño esperaba, vino delejos la escena y dejo su búsqueda para correrhacia el lugar donde creía haber visto caer elobjeto dorado; pero ni su mejor esfuerzo, ni suvasta experiencia en el buceo de profundidadsirvieron para recuperar la cosa. Voltio la carahacia el niño y lo miro con las cejas y los labiosarqueados, como si aquel hechointrascendente hubiera tensado en su rostro elarco de su desesperanza. El Bacáncorrespondió el gesto añadiéndole un subir ybajar de hombros que termino de aclarar a lamujer que ni tirando al tiempo hacia atrás delos cabellos de la nuca podría saber de que setrataba aquello que el niño habíamenospreciado sin criterio.El niño, de inteligencia precoz, y UnicaOconitrillo maestra agregada, pensionada a lafuerza a sus cuarenta y pico de años, por esacostumbre que tiene la gente de botar lo queaun podría servir largo tiempo, formaban unbinomio indisoluble. Ella le enseño a hablar, yel le imprimió un sentido a su vida.A alturas de sus presumibles cuatroaños, ya Unica le había enseñado a leer, y nole permitió bucear hasta casi sus diez años,cuando se percato de que hacia tiempo ya, ElBacán buceaba a sus espaldas en buscaexclusivamente cualquier cosa que leer, deoctubre en octubre, o de nada en nada, entrelas coorde-nadas de un tiempo, que de puroestar tirado ahí, también se venia pudriendo envida, pasando vertiginosamente despacio, olentamente apresurado, como abstrayendo asus usuarios de la milenaria tradición de sentirque se le va a uno la vida entre las fauces delo irremediable.La luz del mediodía se filtro en laspestañas escasas de un viejo, y una figuradifícil de determinar le dirigía palabras quecomprendía. El viejo se atrevió a abrir mássus ojos para dar cabida a la figura que seagitaba enfrente. Un pedazo de cartón leabanicaba precariamente la cara; unido alcartón, la mano que lo agitaba parecíasostener a la vez que el, que se empeñaba enhacerle sombra y librarlo de las moscas que yase lo disputaban en medio de su alegatoininterrumpible de zumbidos. –Mucho gusto,Única Oconitrillo para servirle.-El hombre se incorporo y miro a lamujer. El tenia esa cara de asombro de quiense ha dado por muerto y de pronto, sin previoaviso, se despierta para comprobar que aun nole había sido dado el beneficio de la muerte.-Llevo por lo menos dos horas aquísentada cuidando que no se lo almuercen lasmoscas ni los zopilotes, señor.-Al hombre aun se le hacia difícilentender las palabras; estaba quemado por elsol y confundía lo humores fétidos del basurerocon un ruido dentro de su cabeza. ÚnicaOconitrillo le ayudo a levantarse y lo codujohasta su tugurio, donde le ayudo también adespojarse de un poco de ropa de más queandaba encima y abajarse poco a poco lafiebre para que sobreviviera en aquel Más Alládonde la muerte, por lo general prematura,acumula todo lo que la ciudad desecha.Varias horas después, el hombre sesentía físicamente mejor. Única lo habíacuidado casi todo el día, descuidando así suslabores de biorrecicladora; pero el hombre aunno hablaba, y no hablo en los dos díassiguientes, en los que se limito a sentarse a lapuerta del tugurio a contemplar losmovimientos del basurero.204


Al tercer día Única se desespero:-O me dice usted por lo menos como sellama, o yo no me hago mas cargo de usted....Logro atacar la mirada del hombre y nopudo evitar un sobrecogimiento al verlo a loslejos.El hombre recordó su nombre y loretuvo en su mente solo un momento. Esenombre ahora era el nombre de otro; sobre elhabía perdido ese nombre todas sus funcionesclasificatorias capaces de distinguirlo de losdemás costarricenses. Su numero de cedulatambién bailo una danza de payasos con elnumero de su calle y el color de su casa, antesde hundirse para siempre en el basurero de sunostalgia.El hombre ya no tenia nombre, y lamujer le estaba exigiendo uno.A cambio de tantas atencionesbrindadas por la mujer buzo, el viejo trabajodurante unos momentos en la fabricación deun nombre nuevo que se ajustara a lo queestaba comenzando a ser. De lo más oscurode su mente, y en analogía evidente con elbasurero, el hombre elaboro un nombreextraño y grotesco para alguien que en otrotiempo se había reconocido en su rubrica, y ensus apellidos había reconocido por lo menosdurante sesenta y seis años su ascendenciafamiliar, pero que a Única Oconotrillo, por elcontrario, no pareció irritar en lo más mínimo.El viejo se incorporo, respiro el omnipresentealiento fétido del basurero y dijo:-Señor, me puede usted llamarMomboñombo Moñagallo, y si le intriga saberque diablos estaba haciendo yo ahí tirado eljueves pasado, también se lo voy a decir.Señora yo estaba ahí tirado entre la basuraporque el jueves pasado, a eso de las siete dela mañana, a la hora que pasa el camiónrecolector, tome la determinación de botarme ala basura. Me levante de madrugada,acomode todo en su lugar, ojee por ultima vezlas viejas fotografías de mi familia, le abrí lapuerta de la jaula al canario, cerré mi casa, y¡listo!, me bote al basurero. Me monte por mispropios pies al camión de la basura, y debíaestar ya tan resuelto a ello que los señoresrecolectores ni me sintieron extraño; metrajeron hasta aquí y supongo que lahediondez del sitio sumada a mi estomago enayunas dieron conmigo en el estadolamentable del que usted tan gentilmente merecogió.-Única Oconitrillo lo miraba largamentecon un gesto bobalicón, sosteniéndose lamitad de la cara en la palma de la mano y alrato un “!jadio!” se le salió solo de la boca.Única comenzó a hablar sola:-¡Eso es lo que yo siempre he dicho,siempre; vea por ejemplo, este hombre estabueno, ¡ah!, pero no, el desperdicio es tal quese tira a la basura cuando todavía se le puedesacar el jugo un buen rato más!...Y siguió moliendo palabras entre susdientes postizos hasta que MomboñomboMoñagallo la interrumpió para preguntarle sitendrá por ahí una taza de café que le pudieraofrecer.Única le contesto lo que contestabasiempre:-Si hay, pero esta sin hacer.-El Bacán había seguido de cerca larecuperación del hombre; realmente se alegrocuando supo su nombre y que hablaba; sealegro sobre todo porque el Oso Carmuco yavenia con los Santos Oleos a la casa de aÚnica.Momboñombo Moñagallo vio en laentrada del tugurio a un hombre vestido desotana púrpura, con la Biblia bajo el brazo yunos frasquitos de vidrio en la mano. Única lotranquilizo; despidió al Oso Carmuco y leexplico a su huésped de quien se trataba. ElOso Carmuco era un buzo más de los deabordo, pero un día se encontró entre losdesperdicios una sotana púrpura en más omenos buen estado. Guardo la prenda en sutugurio hasta el día que se encontró a El bacánleyendo una Biblia que también había ido aparar ahí, y lo interpreto como una señal. Sevistió con la sotana, tomo la Biblia y se ordenosacerdote.205


Ahora Momboñombo era el del gestobobalicón en su cara. Vio como se alejaba elOso Carmuco hacia el mar de las gaviotasnegras y pensó en la ironía de que hasta Diosbotara en aquél sitio lo que ya no le servirá.-Este es el Bacán, mi chiquito-le dijoÚnica. Momboñombo miro al joven y le calculoalrededor de veinte años. Era alto, flaco, detez blanca ennegrecida por el sol y los vaporesdel basurero, de ojos verde oscuro, barbanegra y una mirada a la vez dulce ypreocupante en su gesto. El Bacán no era hijode Única, ella lo había recogido, o más bien,se lo había encontrado ahí en el basurerohacia dieciocho años.-Yo estaba sentada almorzándome unapizza fresquita que llego en el camión de lasonce...Unica guardo la pizza en la bolsa deldelantal que era parte de su indumentaria ycorrió hacia el niño. Andaba solo y con talaspecto de tranquilidad que Única no pudocreer que nadie lo estuviera cuidando. Lotomo en brazos y le pregunto su nombre... elniño no hablaba aun pero le respondió “Bacán,Bacán”; y cuando le pregunto su edad, el lemostró dos deditos de su mano; desdeentonces fue el hijo de Única, su único hijo, elniño que nadie supo como llego al basurero ynadie reclamo nunca.Momboñombo Moñagallo vio que elniño se había convertido inmediatamente en elsentido de la vida de Única Oconotrillo, aquellamujer que fue maestra agregada, es decir, delas que ejercieron sin titulo y que después dejubilada, la vida la llevo poco a poco al granbotadero de basura de la ciudad de San José,ubicado al sur en un barrio que como ironía deldestino, llevaba por nombre Río Azul.Si alguna vez hubo un río en ese lugary si fue azul, de ello solo quedaba el ,marmuerto de mareas provocadas por los dostractores que acomodaban de sol a sol lasochocientas toneladas diarias de basura quedesecha la ciudad.Desde lejos, no tan lejos, se veía lacolina que contenía en sus entrañasdesgarradas a cielo abierto el basurero. Al piede la colina de tierra arcillosa, el acceso albasurero estaba restringido por una mallametálica que lo separaba de las vecindadesrioazuleñas. La escuela del pueblo colindabatambién con la malla que no protegía del hedorfétido del botadero, el cual era la atmósferapegajosa que respiraba el pueblo entero y querespiraría para siempre aun después declausurado el basurero, porque la sopa de loscaldos añejos de toneladas de basuraaplastando a toneladas de basura veniaderramándose por el subsuelo desde el día desu inauguración, igual que una marea negradesbordada entre las grietas del cuerpoulcerado de la tierra.Hacia la noche, algunos buzos serecogían en el ranchito de Única a comer.Cada uno aportaba algo según su costumbre yÚnica lo administraba materialmente.Momboñombo aun tenia dificultadespara comer, pero la convicción de ser ahorauno de ellos lo disciplinó poco a poco a novomitar después de cada bocado.Unica se lo había presentado a lacomunidad de los buzos, en un acto que sehabía celebrado en medio de una granindiferencia. Algunos lo saludaban desdeentonces sin alzar la mirada, mas preocupadospor sus raciones que por el recién llegado.Unos buzos preferían comer con la mano, losdemás comían con cubiertos que Única lesrepartía al inicio de la cena y los recogía alfinal.-Aquí llega de todo, don Momboñombo.Yo sola he ido recogiendo las cucharas, lostenedores, los cuchillos, los platos, todo, todo.-El Bacán interrumpió a Unica con unade sus acostumbradísimos discursos:-La mesa se pone cuando se pone elsol y nosotros ponemos en la mesa lo que lagente dispone de sus casas. ¿Verdad que sedice así, don Momboñombo? Porque yo heleído que se dice deponer, pero yo creo queesta mal, que se debe decir disponer. Unopone algo, y lo dispone cuando lo quita,entonces lo que traen los camiones aquí albasurero es lo que la gente dispone de suscasas; pero si se dice depone, entonces si se


puede decir que nosotros ponemos en la mesalo que la gente depone en sus casas...-Momboñombo Moñagallo escuchaba alniño en silencio, solo asintiendo con un gesto.Eso era lo que hasta entonces le habíaparecido extraño en el. El Bacán era aniñado,uno anaranjado en un pie y otro azul en el otro,los movimientos de sus manos, su miradatierna... ¡El Bacán era un niño!Única le había enseñado a leeraprovechando su precocidad; a sus cuatroaños ya leía y se le desato una pasión por lalectura que muy pronto se volvió incontrolable.El único problema fue que pronto Única nopudo explicarle el significado de los cientos depalabras que aprendía leyendo todo lo quecayera en sus manos, desde los periódicosque la gente desecha apenas las noticias hanalcanzado el nivel de putrefacción de suseditoriales, hasta las revistas porno pasadasde moda, los manuales de loselectrodomésticos, los libros viejos, en fin, todolo legible que cayera al basurero. El léxico deEl Bacán estaba lleno de palabras tanincomprensibles para los buzos como para elmismo, aunque el hiciera un manejo tal deellas que parecía comprenderlas hasta susprofundidades etimológicas; en realidad, notenia ni la más remota idea de lo quesignificaba, pero eso no lo sabían los buzos,quienes lo tenían por algo así como un raroiluminado al que escuchaban con toda la pocaatención a su haber.Única había guardado siempre elsecreto; ella supo desde el principio que suniño algo tenia que no lo dejaba madurar peroeso, lejos de desvelar, parecía agradarle.Después de todo no era ningún problema paraella tener siempre a su lado a un niño de cincoo seis años, con breves atisbados deadolescente que se manifestaban de vez encuando.Después de la comida los buzos seretiraban a sus tugurios. Las noches delbasurero, las que no eran abruptamenteinterrumpidas por la llegada de camionesrecolectores en las temporadas altas de labasura, eran noches silenciosas y oscuras.Del limite del basurero hacia atrás quedaba lavegetación sobreviviente de la colina, donde sealbergaban todos los insectos del mundo achillar para darle al sueño de los buzos latranquilidad de que algo vivo quedaba aun enaquel sitio.Momboñombo Moñagallo, después detres semanas de vivir en el botadero, aun teniadificultades para dormir. El asma inseparablede los buzos lo había afectado. Los tresdormían en dos camas improvisadas dondeÚnica Oconotrillo a veces parecía reventarsede la tos y El Bacán murmuraba enredosprelinguisticos de bebe. El opto por dormirsentado para poder respirar, porque lo quejamás haría una tregua era aquel olor quedespedía la indigestión eterna de la tierraatragantada de basura.Momboñombo Moñagallo era nuevo enmedio de todo aquello, por eso aun podíasentir el olor, pero sentía también como minutotras minuto, el aliento caliente olfativas. Cadadía era más incapaz de discernir entre losmiles de miles de dólares que constituyen elolor de la descomposición.El estaba dispuesto a superar lo que lequedaba de urbanidad y adaptarse a una vidaque, por lo demás, tampoco había elegido. Suidea de botarse a la basura no estaba dirigidaa convertir su vida en la de un buzo; solo habíasido una manera aparatosa de suicidarse. Sinembargo, la familiaridad en los cuidados deÚnica y la ternura con que El Bacán lo trataba,lo convencían poco a poco de que, a pesar detodo, aun era posible imprimir un nuevosentido a su vida. El identicidio habíaresultado mejor que el suicidio.Había matado su identidad, se habíadesecho de su nombre; de la casa donde viviósolo años de años, de su cedula de identidad,de sus recuerdos, de todo; porque el día quese boto a la basura fue el ultimo día que susprestaciones le permitieron simular una vida deciudadano.No cultivo ninguna profesión y noaprendió un oficio.Siempre fue guardia de construccionesy un tiempo lo que en una finca cerca del marhasta que, alrededor de sus cuarenta años,


consiguió que la Biblioteca General contratarasus servicios de “Guachimán”... El vigilante.Desde entonces paso sus noches entrelos anaqueles del edificio, durmiendo de día yleyendo de noche para mantenerse despierto.Leyó todas las noches durante veintiséis añoshasta que denuncio una vez la practica devender libritos a seis colones por toneladas,que la biblioteca estableció junto con laDesishPaper, una fabrica privada de papelhigiénico.A Momboñombo le resultoindignamente que amenazo con denunciarlo alos periódicos.-¡Lo que faltaba, que el papel donde seimprimieron las aspiraciones de la humanidadahora se convierta en papel para escribir conel culo!-Entre los volúmenes destinados a taninnoble labor se fueron ediciones antiguas,perdidas irreparables como registros delCartago de finales de mil setecientos yliteratura universal seleccionada para su ventacon criterios de cura y de barbero.El vigilante denuncio el hecho y perdiósu trabajo. No tenia garantías sociales, por lotanto no se sintió nunca un costarricense. Nolo esperaba una pensión y las prestacionessolo le alcanzaron para un par de meses;después envejeció como para comenzar denuevo.Sesenta y seis años no sondemasiados para necesidades, comenzó aagotar las arcas, a comer menos. Ala manerade una inundación, el hombre vio como una olase llevaba sus cosas de toda la vida a lascompra-ventas, y como aun así resultaba cadavez más difícil conservar el ridículo monto desus prestaciones. Primero vendió el televisor,después el radio, después las dos o trespulseras de oro que le dejo su madre. Losmubles no los vendió porque nadie los habríacomprado de puro inservibles que estaban.Alturas del mes de octubre se declaro enbancarrota; ese mes ya no pudo pagar elalquiler y don Alvaro, el dueño de la pocilgaque había habitado el viejo por más de diezaños, no se lo perdono.Antes de botarse a la basura, duranteesos meses de angustia, el exguardia de laBiblioteca General cómenos a vagar por lacuidad con la lejana esperanza de encontraralgún trabajo. Para ese entonces, ya el habíaleído tanto que hasta se le ocurrió presentarseal reclutamiento del ejercito de maestros delMinisterio de Educación, pero apenas dijo quehabía sido guardia toda su vida, provoco unataque de furia entre los empleados, quieneslo tomaron por un analfabeta y lo echaron a lacalle.-Si, yo habré sido guardia deconstrucciones toda la vida, y guardia de labiblioteca, pero lo que yo he leído, jovencitos,no lo leerían ustedes así los volvieran a partircinco veces...-Ese desmerecimiento lo termino dederrumbar.Cuando llego a su casa el cerdo de donÁlvaro lo estaba esperando en su automóvilverde oliva sin placas.El dueño comenzó a cobrar su tanmerecido dinero, pero Momboñombo, que aunno sabia que llegaría a llamarse así,simplemente ni lo alzo a ver. Venia con elperiódico bajo el brazo y en la mano unapequeña bolsa de alpiste para el canario, laultima ración.Octubre de mil novecientos noventa ydos, año del quinto centenario de la invasiónde América, marco el cierre de lo queMomboñombo había hecho por su vida. Noplanifico botarse a la basura, eso lo decidiómás bien después de agotar todas lasposibilidades de supervivencia de este mundo,cuando se dejo convencer de que ya no serviapara nada.En el basurero regia otro tiempo. Loshorarios estaban determinados por la afluenciade los camiones recolectores, que igual podíanllegar a las seis de la mañana como a medianoche o en la madrugada, de acuerdo con laoferta de basurero de las calles de la cuidad.Pero sustraerse del tiempo aun resultaba difícilpara Momboñombo que estaba acostumbradoa dormir de día y a vigilar de noche, y tuvo queplantearse seriamente su incorporación a las


fuerzas vivas de la comunidad de los buzos,como mecanismo de supervivencia.Lo primero que hizo fue desentrabarsus intestinos porque no podía comenzar sucuarta semana en el basurero sin habersedesocupado de lo poco que lograba comer. Sesentó a darle a su cuerpo la orden deresignarse a cagar de cuclillas en algún sitiomás menos discreto del basurero; cuandosintió los primeros atisbos de lo que seria unacagada de antología, se apresuro a buscarnido: con los pantalones por lo tobillos yrecostado a un montículo de basura,Momboñombo Moñagallo sintió un alivio comopocos en su vida, claro, no del todo discreto niprivado, porque por más que busco un lugardistante, tantos buzos pasaban por ahí y losaludaban con el gesto de aprobación del puñocerrado y el pulgar levantado, que más bienparecía aquello un comité de apoyo.El viejo opto por tomar la cosa a laligera y termino su labor en paz saludandotambién. Uso un papel higiénico “reciclado”.De vuelta en casa se ofreció a salir en buscade agua para preparar el almuerzo, porque,como decía Única, “si había, pero estaba sinhacer”. Para ese efecto, los buzos de lacomunidad compartían una pichinga con.capacidad para varios litros y cada vez quehacia falta, uno de ellos iba en busca de agua,tarea cada día más difícil, por la poca simpatíaque gozaban los buzos entre las comunidadesvecinas, pero “...A nadie le falta Dios”, decía elOso Carmuco cuanto volvería triunfante con lapichinga llena, y ese fue el consejo que le dio aMomboñombo cuando supo que el iría ese díapor el precioso liquido.Tres semanas de barba, la pielpegajosa y ennegrecida del contacto con labasura, el impenetrable de polvo, una ausenciaabsoluta de desodorante y colonia y cuantoartificio urbano para la negación del cuerpohumano, fueron suficientes para hacer de labúsqueda de agua un martirio. En los ojos delas personas era fácil adivinar el aspecto quelucia y la repulsión que provocaba, y no habríaconseguido agua de no haberla tomadoarbitrariamente en una estación de gasolina.-Única, la gente lo ve a uno conasco...!es horrible!--Eso es porque no te has lavado losdientes desde que llegaste...--¡Pero es que no me traje el cepillo dedientes!--Eso no es excusa, ahí esta el cepillode dientes de las visitas y vos sabes quepodes usarlo...Ese día, después de almuerzo,Momboñombo Moñagallo se lavo los dientespor primera vez desde su llegada al basurero;aunque fuera solo por la sugestión, se sintiómejor.Lavarse los dientes fue como unelemento más en su lento ritual de iniciación ala vida de los buzos, no por el hecho en si delavárselos, porque la mayoría de los buzos nolo hacia, si no porque con ello daba unimportante paso más hacia la superación deese acabadísimo producto cultural que es elasco: ese concepto tan variable entre lospueblos, eso que se va unificando conforme seuniforman los modelos de urbanidad y queacaba por ser tan exquisito como el másexquisito de los gustos depurados de uncatador de vinos. “El asco es un lujo”,pensaba Momboñombo mientras urgaba consu lengua en las concavidades de sus muelas;porque no es cualquiera el que se da el lujo desentir asco, conforme aprieta el hambre aflojael asco. Así como hay pueblos que saboreanalgo como un manjar, hay otros que sevomitan por lo mismo, y ahí vamos, de asco enasco, cada uno se retrata en su manera demostrar la repugnancia. No falta quien secontenga en un gesto elegante con un giro deldorso de la mano sobre la boca y la nariz, asícomo más bien sobran los que tuercen loshocicos en una mueca grotesca y los quepasan desapercibida la fuente de tan diversasmuestras de cultura, y no es gratuito tampocoque lo que apesta en una resfrigeradora leabra un buzo el apetito... Por sus ascos losconoceréis, y clasificarlos no seria difícilporque van desde los que regurgitan desdetemprano hasta los que le tienen asco algenero humano...”Momboñombo fue abruptamentearrancado de sus meditaciones por un alborotoen medio del basurero.


Jerarquizar es humano... hasta enpleno basurero regia la ley del más fuerte yalgunos subgrupos se atribuían el derecho aresolver primero entre la basura recién llegada.Única paso para adentro a El Bacán yle explico a Momboñombo que se trataba deuna riña territorial entre unos buzos pocoamistosos.-Como si en el infierno no fuéramos acaber todos...-apunto Momboñombo.-El infierno es aquí... y ya ves, nocabemos todos. El infierno es aquí,Momboñombo, y yo de aquí voy derechito parael cielo... pero no vale la pena ponerse apensar en eso. Más bien, yo le doy gracias aDios de que todavía tenemos donde vivir yalgo para comer, porque hay gente que ni eso.Lo de las peleas por ver quien abre primerouna bolsa son chispas del oficio, ya ves, a mínadie me jode, porque yo trato bien a todo elmundo; yo siempre ando viendo a ver que legusta a cada uno y si me lo encuentro voy y selo doy, aunque sea algo valioso y así, poco apoco la gente va entendiendo que no vale lapena vivir agarrados del moño por cualquiercochinada, que es mejor compartir...-Unica hablaba con una convicciónabsoluta de todas esas políticas decoexistencia pacifica, pero no ignoraba que sufigura maternal le ayudaba no poco asobrevivir en medio del basurero del afecto,donde cada uno era de por si, una pieza mássin lugar en el mundo. Momboñombo aunprefería quedarse en casa en laboresdomesticas antes que ir a bucear; se pasabalas horas tratando de idear un sistema deventilación del tugurio, de modo que entrara elviento que venia del lado contrario al basurero,haciéndolo pasar por una suerte de embudo decartones que instalo en el techo en medio deuna barrera protectora de cartones también,cuya función consistía en repeler la ventiscacaliente que mezclaba el hedor fétido de labasura con el huno del combustible de lostractores que acomodaban los desechos enmontículos.El Bacán se sentaba a verlo trabajar sincomprender muy bien para que demonios elaprendiz de buzo se empeñaba en cambiarleel peinado al tugurio.En el techo de la casita había unaantena de televisor que no cumplía ningunafunción, pero que Unica había puesto ahí paradarle un toque de distinción. El viejo hizoademán de arrancarla pero El Bacán protestoenérgicamente alegando que a Unica no le ibaa gustar no ver ahí la antena a la vuelta deltrabajo. La antena se quedo en su lugar.“Aun no logro entender muy bien a esta gente”,pensaba Momboñombo Moñagallo, “entre másmarginal es su situación, más se aferran a lascostumbres urbanas. Y es que no puede serde otra manera, porque lo contrario seriarenunciar del todo a sentirse parte aunque searemota de la sociedad. Yo lo intente, esa fuemi primera intención al botarme a la basura, loque menos me iba a imaginar era que existíaeste mundo de las profundidades aquí... ¡Aymíseros de nosotros, ay infelices...!, que seriade todos los miserables si renunciaran aldeseo de y parecerse a los dueños de un lugaren el mundo. Yo me quería morir, eso eratodo, pero marión que es uno, en vez detirarmele a un carro o al tren, y claro, los buzosme encontraron me convirtieron en esta suertede ser humano reciclado y hasta me estánreciclando las ganas de vivir con su cariño.Pero ellos, y por increíble que pueda parecerlea la gente que ni se imagina que esto existe yde pronto se entera, para ellos la vida tambiénpuede tener sentido... “hallarle la comba alpalo”, como dice Unica. En realidad, lo quepasa es que yo estoy muy tiernito en estotodavía. Tampoco es culpa mía eso de echarde menos las comodidades de una casa dondeno huela a mierda extraña todo el tiempo, y auna cama suave aunque de esas que traqueantoda la noche, y a agua potable para bañarsetodos los días o lavarse las manos. A vecesme cuesta reconocerme en el espejito queUnica tiene colgado en la pared; me asomo yme asombro, tengo el pelo amelcochado y lapiel costrosa y como me cuesta comer, se meestán poniendo amarillentas las partes blancasde los ojos. A veces pienso que qué pasaría sime enfermara y siento miedo, pero cuandosiento miedo me doy cuenta de que me estoycurando de la enfermedad de las ganas demorirme que


tenia. Aquí uno piensa que falta de todo, peroUnica dice que aquí hay de todo; lo que pasaes que a uno lo acostumbran, lo hacen decierta manera y después cuesta un mundodeshacerse de las mañas, a uno loacostumbran a vivir necesitando cosasinnecesarias, después se las quitan y uno nohalla que hacer.Cuando yo vivía allá arriba me dabamis lujitos de vez en cuando, me tomaba mistraguitos, me compraba ropa nueva, comprabael periódico todos los días, hasta iba al cine ytodo porque ganaba un sueldillo de guarda dela biblioteca. Todo eso es bonito, no puedeuno ser tan hipócrita de decir que a uno no legusta ganarse su platita. Yo tenia un canariode esos que no paran de cantar en todo el díay nos queríamos tanto que se dejaba agarrar yse me paraba en el dedo meñique... quiensabe qué se hizo el pobre desde aquel día quele abrí la jaula porque ya no lo podíamantener...”El viejo tenia la mirada fija en la lejanacúpula de la iglesia de Desamparados, lamano un poco en alto con el dedo meñiqueerguido, como sosteniendo un canario ysilbaba imitando su canto.-Ya debes tener otro dueño, ¿verdad?, otroque te estará alimentando, ¡ojala!, porque vosno sabias como procurarte el alimento... vossolo eras un canario anaranjado como un solen piyamas y te ganabas la vida cantando yhaciéndome compañía. Pasabas el día enteroconmigo hasta que te acostaba a eso de lasseis y media o siete de la tarde. Vos teacostabas a dormir y yo salía para la BibliotecaGeneral. Aunque yo dormía mucho de día, voscantabas y le ponías el fondo musical a missueños.Ahora debes estar en otro patio, situviste suerte... pero es que ¿qué iba a hacercon vos? Yo mismo no sabia ya que hacerconmigo, por eso me bote a la basura, pero avos no, jamás te iba a traer aquí conmigo, tucanción no es de este mundo, aquí solo temarchitarías como todo y no puedo ni pensarque en algún descuido irías a parar a la panzade una rata... prefiero pensar que alguien teasilo en su casa y te disfruta.Pero no te me vas a ir del todo, porquela memoria de alguna manera también es unajaula, solo que sin barrotes, aunque a veceslos recuerdos están más atrapados ahí que siestuvieran en máxima seguridad. Ve, porejemplo, todavía si cierro los ojos y meconcentro, todavía te puedo oír... espero quesiempre pueda, aunque sea de lejos, muydelejitos, como las voces que uno sigueescuchando siempre porque son las voces delos que uno quiso, es decir, quiere...-IIA la cuarta semana de vivir en el botadero deRío Azul, Momboñombo Moñagallo se integroa la s filas de los buzos pero solo en brigadasde buceo de superficie, sin perder de vista lacosta porque lo atemorizaba el mito de que elbasurero de cuando en cuando, se tragaba aalguien, como se decía de la Llorona, una loca,una pobre mujer que hacia varios años habíallegado al botadero con su bebe de mesesalzado, y en un intento de buceo deprofundidad, directamente bajo los camionesrecolectores, no logro hallar a su hijo en el sitiodonde lo había dejado. Fue cuestión desegundos nada más lo puso en un claro entrela basura, fue por una bolsa que prometía y alvolver ya el niño no estaba. Nunca se supoqué paso. La policía realizo un operativo debúsqueda sin resultado alguno y luego de doshoras, dio por perdido al niño. Estuvieron apunto de acusar a la madre de homicidioculposo, pero no fue necesario, ya ella habíaasumido sola toda la culpa y su desgarradoralocura era algo así como el cuerpo del delito.Desde entonces se quedo a vivir en elprecario, la razón perdida, siempre llorando yrevolcando entre la basura por si acasoaparecía el niño. A veces buscaba por lasnoches y su desesperación era peor y su llantoera peor, como para helarle la sangre a losbuzos de la vecindad; entonces UnicaOconotrillo era la única que se levantaba e ibapor ella, la tranquilizaba y la llevaba de vuelta asu casa en la margen del Río Azul.La historia afecto mucho al neófito.-Unica, pero ella ya no llora tanfrecuentemente y nunca por la noche...-Si, desde el día en que yo me encontréese muñeco grande entre la basura. Ellaandaba conmigo y cuando lo vio se me vinoencima dando alaridos, por poco se le salíanlos ojos, me tiro al suelo y se llevo abrazado almuñeco a su casa. Viera lo que costo sacarla


de ahí. Solo pudimos sacar tres días despuésy eso porque estaba tan débil que no se pudodefender; entre don Conce, un buzo que murió,y yo entramos a la casa y la sacamos. Estabasentada en el suelo cantando una cancioncillay amamantando al muñeco. Después, cuandose dio cuenta de que nadie se lo iba a quitar,se atrevió a volver a basurero a trabajar, vieralo que costo convencerla. Y desde entoncesahí anda, como una india, con el muñecoamarrado a la espalda, con un...?como es quese llaman...?, un portabebés que encontró ElBacán por esos días.-Pero Momboñombo Moñagallo sesorprendía de lo bien que la Lloronainteractuaba con los demás buzos. Ellatrabajaba duro como todos, recolectaba sinproblema alguno y discernía perfectamenteentre lo aun utilizable y la autentica basura,esa que a pesar de todo tampoco es undesperdicio, porque es lo que alimenta a loszopilotes y a las ratas y a los gatos y a losperros del lugar.Momboñombo se iba adaptando poco apoco, poco a poco. Lo primero que rescato fueun catre viejo que llego en basura menoscamiones descapotados de los que traen labasura menos cotizada, la de los barrios bajos.Ahí no trepido en peleárselo alegando elderecho entre los buzos de respeto, de quealguien se gana algo si lo ve primero.Pero ese maldito ruido interrumpido delos tractores y camiones era lo que mas trabale ponía a su inserción en el mundo de losbuzos, el ruido era tan molesto como el vahocaliente y pestilente que no cesaba nunca,ambos eran tan concretos como las ganas decagar, aunque a Unica el ruido no le impidieratampoco recoger cuanta botellita de perfumeencontraba entre la basura. Ella las guardabaaparte y después en casa, al final de jornada,vaciaba los sobros de los perfumes en unasola botella grande también de perfume, eigualmente hallada ahí. A la botella grandeiban a dar los restos mortales de cuantoperfume se podía encontrar en las tiendas deSan José y el extranjero, una vez que susdueños los consideran obsoletos. Perfumescaros, perfumes baratos, perfumes carísimos,perfumes infrabaratos, perfumes de hombre,de mujer de niño y hasta uno de perro, quellego un día. Ella los revolvía y lograba unascosechas inmejorables; por la mañana seperfumaba siempre antes de salir a trabajar;los demás buzos de la comunidad ya estabanavisados de entregar inmediatamentecualquier aguaflorida que encontraran.Momboñombo pensó mucho tiempoque aquel era un mundo de locura, que nada ninadie podía estar ya mas abajo que la genteque estaba a ras de los desechos, pero un díaque llego un borracho a la casa y Unica le diounas monedas, el comprendió que elalcohólico que amanecía tirado en las acerasde San José, realmente estaba más abajo quelos buzos.-Ellos ni siquiera tienen horario,simplemente amanecen donde cayeron y lagente se aparta solo para no pasarles porencima, y eso por lo desagradable de lasensación de pisarles un brazo o una pierna,por lo semejante que tienen con los miembrosde los cadáveres, pero nunca es por elborracho en si. Lo que es peor, la gente seindigna realmente cada vez que ve unborracho durmiendo en una acera cualquierhora.Yo antes me quejaba del horario delocura que tenemos aquí, pero no están malo,después de todo es algo que pone orden, y yani siquiera me parece de locos eso de que loscamiones aparezcan en filas interminables acada rato, es más, ya ni siquiera la locura meparece locura, aquí donde todo se vuelve al;revés, donde la gente come basura y se vistecon lo roto. Aquí no es que los locos andensueltos, sencillamente es que no hay locos nicuerdos para compararlos, para decir queestán locos. La Llorona funcionaperfectamente, ella cree que el muñeco es elhijo que perdió y con eso es feliz, el UnicaOconitrillo se pelea lo desodorantes que lleganal botadero y hasta tiene una marca preferida;yo no se de donde eso de que esedesodorante la protege las veinticuatro horasdel día y no mancha su ropa, o que tal cremaembellece sus manos. Pero a fin de cuentas,que importa... ojala todo fuera tan simple comoarreglarse la vida con un muñeco... El Bacáncree que tiene seis años y yo creo que mellamo Momboñombo Moñagallo.


Sumado ya a las filas de los buzos, elhombre aprendía con rapidez a discernir entrebolsas que valían la pena y las que no; perocomo no hay aprendizaje sin dolor, en más deuna ocasión, el ilustre MomboñomboMoñagallo salía maldiciendo contra cielo ytierra por haber metido la mano en la panza deuna bolsa cuyo único contenido era papelhigiénico. Unica le enseño que eso sesolucionaba restregándose las manos conpolvo de la tierra medio arcillosa del lugar... lamierda que quedaba entre las uñas, o se salíasola, o había que sacarla con un palito.El basureo siempre se llenaba desdebuen temprano, a veces hasta con más dedoscientos buzos a la espera de los camionesque jalan la basura de los barrios caros,porque ahí es donde se bota másindiscriminadamente. Los desperdicios de lasgrandes fiestas y los días corrientes, que sonlos menos, a menudo traían sorpresas. De ahíUnica había completado su vajilla y El Bacánsu biblioteca, que a esas alturas contaba concientos de volúmenes inverosímil, desde losCuentos Petersgurguueses de Gogol, firmadopor un fulano que nunca los leyó, hasta librosde quiromancia y las revistas dominicales delos periódicos nacionales; había también untomo con la segunda parte de El Quijote, queel niño lo tenia haciéndole pareja a un librogordo de cocina y a un diccionario de términosbotánicos del mismo espesor.Sin embargo, muchos de los buzoseran gente que iba y venia sin decidirse aradicar en el precario, eran gente que buceabatambién en las calles de la cuidad, fácil dereconocer por sus atuendos, su caminarquebradizo, su mirada vista cosas aun útilesahí donde la mayoría de la gente solo puedever un montón de basura, y con tacto deobstetra, especializado a fuerza de reconocerlo reciclable sin romper las bolsasbastanteándoles cuidadosamente el vientre.Esa gente estaba familiarizada de algúnmodo con lo del precario, pero no era parte dela familia. A veces pasaba temporadas por ahíalgunos de los tantos amigos del OsoCarmuco; uno de ellos le explico aMomboñombo que el sobrenombre del Osovenia directamente de nombre, pues sellamaba Carmen y caminaba como un oso.Ellos solían llegar con periódicos para ElBacán y con pastas de dientes para Unica, quese las agradecía y ni ojeaba los periódicos quecomenzaron a llegar cargados de noticiasinquietantes por esos días.Momboñombo comentaba con los deabordo que solo se hablaba del botadero deRío Azul, que los vecinos de ahí y los de SanAntonio de Desamparados le estaban alzandoel pelo al gobierno porque ya no soportabanmás la hediondez y que los terrenos de RíoAzul iban a ser anexados a la Zona Protectoradel Cero de la Carpintera, como primer pasopara el cierre. Ahora estaban hablando dehacer un bosque frondoso donde estaba elbasurero, un bosque , nada menos que unbosque, “con tanto árbol que se seguro ni sepodría ver”....-¿Qué es eso de anexado?- preguntoalguien en la concurrencia, y antes de queMomboñombo lo explicara, El Bacán tomo lapalabra y explico que:-Anexar es lo que Unica me enseñohace tiempo, eso significa hacer queGuanacaste no sea más de Nicaragua y quesea de Costa Rica y es algo que se hace todoslos años en julio, lo que yo no sabia era queRío Azul no era de Costa Rica, pero noimporta, porque lo importante es que aquí esdonde Costa Ricas viene a botar la basura...--La verda es que yo no de que sequejan los vecinos de por aquí-, dijo doñaLidiette López, -la gente clavea mucho por elbasurero, pero de aquí sacamos pa’comer ypa’vivir; casi todo lo que tienen mis hijos,Jefrey y Julita, lo hemos sacado de aquí.-Pero las noticias de los diarios denoviembre no hablaban únicamente deldescontento de los vecinos, sino de losbloques que hacían como protesta por eldescuido del gobierno. Uno de los bloques delas vías de acceso al botadero provoco unacumulamiento de basura en las calles de lacapital que también fue noticia en los diarios.–Monta4as de basura-, decían los titulares,acompañados de fotos a colores de la gentebrincándose los montículos de basura, gentetapándose la nariz con la palma de la mano,harta de la tanta inmundicia. Momboñombo le


mostró la foto a Unica y a El Bacán; amboscomprendieron por que había bajado laafluencia de camiones.-¡Menos mal!, yo ya estabaasustada....-, mintió Unica.-Ahora yo lo veo claramente. Antes noporque antes yo era parte de los que se tapanla nariz, pero ahora que lo veo desde aquí, dedoy cuenta de que ya la gente no sabe quehacer con la basura... Unica, esto es unsíntoma, no se de que, pero esto es unsíntoma. La gente produce basura, producedesperdicios e inmundicias, y hoy por hoy,cuando ya le esta llegando al cuello, no sabeque hacer con ella. Siempre ha habidobasura, la basura nace con el hombre...-Unica lo escucha más por cortesía queporque comprendiera gran cosa las palabrasde aquel hombre que ella misma habíareciclado.-Lo que pasa es que ahora a la gente leha crecido la capacidad de producirdesperdicios. Yo me pongo a ver la cantidadde cosas raras que llegan a este basurero,¡Unica, por Dios! No es posible que se botenlas cantidades de basura que bota este paístan pobre... ¡ochocientas toneladas diarias!Una tonelada... ¿qué diablos es unatonelada? La gente nunca piensa en lo queeso significa, tan lo mismo da decir unatonelada como decir cien millones de pesos, odecir que miles de personas se mueren dehambre en Somalia... eso ya no significa nadapara la gente, no forma parte de la vida diaria.Yo mismo nunca pensaba en eso cuando mepasaba las noches en blanco leyendo aDostoievski, en la Biblioteca General. Si noestad viendo la cosa no la entendes, si nosvinieran a tirar aquí a todos los negros que semueren de hambre en esos pises, si nos lopusieran en filas las calles, como paso con labasura durante la huelga, entonces dejarían deser los negros anónimos con las panzashinchadas, pasarían a ser seres humanos ySomalia pasaría a ser algo así como elbotadero de la humanidad, como pasa aquí enRío Azul, donde una tonelada de basuracomienza a ser algo muy concreto cuandollega con toda sui pestilencia y su cortejo demoscas y zopilotes a caernos encima.Yo me pongo a ver que es lo que botala gente. ¡Unica, por Dios!, esas luces queparecen prismas entre la basura, todo eso quebrilla como limadura de sol, como si fuera ungran tesoro lo que hay ahí, todo eso es puroaluminio, el de las latas de cerveza, nacionalesy extranjeras, los paquetes de sopa, lospaquetes de cigarros, todo viene en aluminioahora, y en paquetes en ingles, y todo se botaen bolsas plásticas que no se puedendeshacer, como explica el periódico, porque noson de materiales homogéneos, yo no se queputas es eso exactamente, lo que veo es queno se pueden deshacer y punto , porque esosignifica que ahí se van a quedar per seculaseculorum amén.-Momboñombo había hablado tanto quehabía atontado a Unica y al El Bacán. Elladormía desde hacia rato, el niño luchaba porseguir el hilo del monologo de Moñagallo. Decuando en cuando se quedaba comohipnotizado... repitiendo algunas palabras...“secula seculorum amén... secula seculorumamén...”, “prismas, prismas, prismas”. Lasrepetía para memorizarlas, pero no preguntabasu significado.Al día siguiente, Unica le pidió aMomboñombo que le explicara todo aquelloque había dicho anoche ‘pero en cristiano, demodo que yo entienda,’-Nada, Unica, lo que pasa es que yahay tanta basura en San José, que ya no cabemás aquí y los vecinos de los alrededores yaestán podridos de tanta porquería.--Bueno, pero entre más basura llegue,mejor para nosotros.--De acuerdo, Unica, salvo un pequeñodetalle, que ya no la van a botar más aquí...Eso es lo que han estado diciendo losperiódicos todo el mes de noviembre. Lagente ya esta hasta el cuello de basura;entonces el gobierno decidió cerrar ya elbotadero de aquí, de Río Azul...-214


-¡Jesús, Maria y José! Momboñombo,¿Y adonde lo van a poner?--Esa es la cosa, que en ninguna partecabe, porque, ni tontos que fueran los vecinos,nadie quiere tener un basurero de este tamañoa la vuelta de su casa. Ahora, por ejemplo,dice el periódico que lo iban a poner en LaUruca, ¿y que?, que la gente se paro depestañas, “que por ahí queda el HospitalMéjico, el Parque Nacional de Diversiones”...,todo queda por ahí, entonces el gobiernotodavía no sabe donde poner este mierdero demodo que no le estorbe a nadie. Por otro lado,todos los días sale gente hablando en elperiódico: un baboso salió diciendo que lo quehabía que hacer era evacuar la zona y dejaraquí el basurero, otro salió diciéndole egoístala gente delas comunidades que no quierenque les pongan el basurero encima, pero loque pasa es que les pongan el basureroencima, pero lo que pasa es que eso lo dicecualquiera siempre y cuando no sea su barriodonde lo vayan a poner. Otros dicen que labasura es un problema de ‘externalidadesnegativas’ y una de palabrejas raras, Unica,que lo único que quedaba en claro es que todoesta oscuro.Unica, la gente tiene razón. Perobueno, por ahora el basurero se va a quedaraquí un tiempo más...--¡Gracias a Dios, Momboñombo!, si no,no se qué vamos a hacer nosotros.--¿Qué vamos a hacer nosotros? ¿Quévamos a hacer nosotros?...-La pregunta iba tomando dimensionescada vez más gigantescas en la cabeza deMomboñombo Moñagallo y lo comentaba conlos buzos, sin lograr con ello ni el menorvestigio de preocupación en sus semblantes.El no era un buzo, era un suicida frustrado queestaba aprendiendo a defender la ilusión deque la vida se le puede inventar un nuevosentido aun cuando lo único que parezcasensato sea morirse de un retortijón ¡y ya!Pero los buzos de oficio, los que yallevan la basura incorporada, los que llegaroncon el alma hueca al basurero desde haciavarios años y a esas alturas la tenía tanatiborrada como el botadero mismo, losauténticos buzos estaban acostumbrados avivir al día, a resolver lo inmediato. Losverdaderos buzos no eran ni siquiera comoUnica, para quien no había sido posible, entantos años, desterrar los atavismos urbanos yseguía procurando esquemas familiares en lacomunidad. A los buzos no les molestaba enabsoluto llegar a comer con Unica, ni aporteelementos a la olla común, pero lo hacíanmezclando las reminiscencias de algún arcaicoorden familiar (que les funcionaba ya como aun perro casero le funciona la maña de rascarel suelo con las patas traseras después decagar, como si estuviera enterrando la mierdaUnica quien se tomara la molestia derecalentar o cocinar el pan nuestro de cadadía.Esos buzos de hueso colorado nolograban comprender los develos deMomboñombo.-Son habladas de la gente... Esto no lovan a cerrar nunca, abuelo, no ve que si locierran no van a tener a donde botar toda estabasura.--Bueno, pero... ¿y si lo cierran?--Si lo cierran, nada... nos vamos dondelo pongan.--Y... ¿si no nos dejan entrar? - -Si nosdejan, si nos dejan... siempre dicen lo mismo,que no nos van a dejar entrar, que yo qué sé,pero al final si nos dejan. Y deje usted dejoderse la vida pensando en eso... –Y así morían todos los intentos deMomboñombo, bien por crear conciencia entrelos buzos, bien por exigirles una respuesta asu pregunta desesperada. Todos susesfuerzos se resumían también en lanecesidad apremiante de depositar en sussalvadores la responsabilidad de no estarlosalvando continuamente, porque “sin basurerono habrá más buzos”, creía el, “y sin buzos nohabrá más Momboñombo.”-No le merman los aguaceros-, decíaUnica cuando noviembre no daba tregua.-Lo malo es que hasta la lluvia llega yasucia al basurero-, agregaba Momboñombo.


Había comenzado a llover más omenos desde abril, y la lluvia solo empeorabacon ondas tropicales y corrientes frías queminaban la salud de desecho de los de abordo.El Bacán tosía constantemente y moqueabasiempre en verdeciéndose los bigotes yentiesándose las barbas, porque el agua soloresbalaba sobre el gabán negro aceitoso delos zopilotes y en todas partes se empozabaformando cientos de pequeñas lagunillas,sobre todo ahí donde las bolsas plásticashacían una concavidad entre la basura. Aldarles el mezquino sol de noviembre, laslagunillas, fecundas de larvas de moscas yotros bichos, brillaban primando la luz y hedíanmás bien como si hubieran asesinado al arcoiris y su cadáver se pudiera lentamente entre labasura.Con la lluvia se empapaban los buzospor mas que se forraran en bolsas plásticas.Con la lluvia solían inundarse los tugurios, porlo que el trabajo de los de abordo debíarepartirse entre el buceo y las interminablesreparaciones de su ciudad flotante. Laadversidad, de ingenio fecundado, habíallevado los buzos a confecciona los máscuriosos impermeables, sobre todo con lasbolsas gigantes para basura de jardín, yvestidos todos de gris sintético, con trajes deuna sola pieza, más bien parecían monjes dealgún culto al fin del mundo; sus hábitosplásticos sobre sus lomos siempre encorvadoscompletaban una imagen borrosa de romeríade penitentes bajo la tutela implacable de losiconos motorizados de los tractores.-En verano todo va ser más fácil-, serepetía Momboñombo a veces, mientras debíade pie directo de las ubres de las nubes,desconociendo minuciosamente los efectos delsol de febrero y marzo sobre la pudredumbre yla tierra medio arcillosa del botadero, que eraentonces un torrente de barro que desangrabaminuto a minuto las partes aun vivas de lacolina; lo verde se alejaba cada día, como elbosque que camina, como si hasta los árbolesse estuvieran yendo por sus propios pies deaquel osario de los derechos humanos.El Bacán se entretenía haciendobarquitos de papel que ponía flotar sobre lalagunilla más cercana al tugurio. Los otrosniños de los buzos buceaban al lado de suspadres, o ambos, en los casos más extraños, yurgaban entre la basura con tanta fiere3zacomo los adultos, pero con una expresióndistinta, con un asombro en sus ojos como sien ultima instancia, lo que estuvieranbuscando entre los desechos fuera ni más nimenos que su propia infancia encarroñadobajo las poderosas orugas de los tractores.Con la lluvia persistente, los rellenos del granrelleno se aflojan; después de un rato de estarde pie un mismo sitio, los buzos tenían quetirar con fuerza hacia otro lado porque yatenían los pies hasta los tobillos entre lasarenas movedizas. Más o menos veinte añosde estar enterrando basura habían hecho de lageografía de la colina un esperpento cuyarepresentación cartográfica resultaría algo asícomo el contorno del lomo de un monstruo depesadilla, montículos y montículos por todoslados y tierra removida de aquí para allá, y losríos Damas y Tiribi condenados a beberse loscaldos que se filtraban constantemente; perosolo una parte de ellos, porque el resto iba adar a los mantos acuíferos profundos,inyectándose de manera intravenosa en elcuerpo de la tierra.Los vecinos de Río Azul y San Antoniode Desamparados efectivamente habíanamenazado al gobierno con cerrar el paso alvertedero a eso del treinta y uno de diciembre,luego de varios intentos por impedir el accesode los camiones, frustrados más de una vezpor las brigadas de choque de la policía, quenunca escatimo esfuerzos en eso de abrirbarricadas o espantar a los niños del barrio yvecinos en general de las fauces del basurero,con sus elocuentes bombas lacrimógenas yargumentos análogos; sin embargo, laorganización de la comunidad consiguió por findialogar con el gobierno. El señor Presidentede la Republica los visito y se reunió con losdirigentes quienes, después del café conpromesas, se siguieron entendiendo con elMinistro de la Presidencia.Por un lado estaba el ultimátum deltreinta y uno de diciembre; por otro, la peticióndel Ministro, que consistía en una prorroga devarios meses para resolver lo de la búsquedade un nuevo sitio para tan nobles propósitos yla promesa de que para el veinte de enero delnoventa y tres, a más tardar, el nuevo destinode los desechos del Valle Central estaría


elegido. Para ese entonces, la comunidad deAtenas estaba en alerta permanente por surechazo categórico de la posibilidad de instalaren sus entrañas el nuevo basurero, por másque el gobierno prometía en su lugar un rellenosanitario a la altura de los rellenos modelo deEstrados Unidos, esos donde hasta las ratascomen con tenedor y cuchillo.-Que lo cierran lo cierran...-, se pasadarepitiendo Momboñombo Moñagallo a cuantasbuzos le prestaba un minuto de atención, perono más de un minuto que era el tiempo que alo sumo, lograban fijar la atención en algo queno fuera de interés inmediatoMientras añejaba en su pecho elfantasma del cierre del botadero, el buceabahombro a hombro con Unica y muyocasionalmente, con El Bacán.Unica “lucia como desmejorada”,pensaba el, cuando se distraía mirándolalargamente... El agua de la lluvia le bajaba engoterones por las hilachas de su cabelloentrecano, y resbalaba por la piel de susbrazos hasta los guantes sin dedos que algunavez hallo idóneos para sumarlos a su equipode buceo. Ella lo sorprendía mirándola ysiempre le recomendaba lo mismo:-Ay, Momboñombo, deja de espiarme,que en mi cara no vas a encontrar nada devalor.-Lo decía un poco sonrojada, con unasonrisilla dulzona que al rato se asemejaba unpoco a la pauta que Momboñombo añoraba agritos. Era como si en un segundo lostractores se detuvieran, los humores fétidos sedisiparan, como si escampara... era como unasonrisa cómplice que en un segundo inyectabauna sobredosis de buen animo. Los viejosseguían después en su trabajo, uno al lado delotro “jalando y jalando pa’l mismo lado, comodos bueycitos”, como le recomendaba Unicaque debía hacerse aquel trabajo de estarvivos. Pero después del segundo, otro camiónrecolector atravesaba el espejo y los buzos seamuchaban a su alrededor como gaviotas allado de un pesquero. Las redes llegabangrávidas, y los forzudos marineros de losmares asfaltados de la ciudad las vaciaban enmedio de los chillidos y el batir de alas de lasgaviotas venidas a menos. Una gaviota tomouna presa en su pico y se alejo a todavelocidad, pero fue rápidamente alcanzada porotra más grande; se disputaron el pececillo,ambas cayeron al mar, se revolcaron y latriunfadora finalmente alzo el vuelo con elcapitán daba la orden de levar anclas, echabamarcha atrás y se alejaba hacia nuevospuertos de embarque.El Bacán estaba sentado entre labasura gritando a voz en cuello cuandollegaron Unica y Momboñombo; un buzo pocoamistoso le había arrebatado algo que el nosabia explicar que era ni para que lo quería;Unica se armo de un palo de escoba y fuedirecto al buzo agresor. Su edad y el respetoque extrañamente gozaba entre los buzos lepermitió aleccionar palos a la gaviota grande yvolver ilesa a casa con el teléfono malheridoque El Bacán había hallado entre la basura; ElBacán dejo de llorar.-La próxima vez me lo dejas a mi.-, ledijo Momboñombo a Unica en la noche,cuando ya había pasado el episodio delteléfono. Se lo dijo con una autenticaconvicción de macho, que no por muyautentica resultaba verosímil y menos aunnecesaria para una mujer que llevaba veinteaños aleccionando a palos al destino que haciatiempo se había ensañado con ella. Peroambos fingieron y ella le prometió dejarloactuar si se daba otra situación de esas,porque el huésped ya estaba ya estaba dandoseñas de que había llegado para quedarse yun dejo de hombre de la casa se le empezabaa notar en el semblante.-¿Y si habláramos con los vecinos,Unica?--¿Hablar de que?--¡Como que de que!, pues de que vaser, muchacha, de lo del cierre del basurero...Si nos aliáramos con los vecinos de RíoAzul...--¿Si nos que?--Si nos aliáramos, si hiciéramos unaalianza, es decir, si les ofreciéramos apoyo enla lucha por cerrar el basurero...


-¡Te volviste loco, Momboñombo!, sicierran el basurero ¿qué diablos vamos ahacer?--Pues de eso se trata, mujer, no dequedarnos sin nada que hacer, sino de pedirleayuda al gobierno nosotros también. Mira,nosotros vamos a la próxima reunión que ellostengan con el Ministro y decimos que estamosde acuerdo con que cierren el basurero, peroque no nos podemos quedar sin oficio nibeneficio tampoco, que nosotros necesitamosayuda para encontrar otra cosa que hacer, quetenemos derechos como todo el mundo, queno es que estemos aquí porque nos guste elmal olor o porque no podamos hacer otra cosaque estar revolcando basura. Yo les puedoofrecer mis servicios como guarda de algúnlado, vos como maestra, y los que no sabenhacer nada, ahí algo se les puede enseñar y...Aunque Unica ya se había dormido,como de costumbre, el viejo siguióelucubrando fantasías de progreso sinpercatarse en absoluto de que se trataba dedos problemas diferentes y que unirlos solocomplicaría la situación de los vecinos de RíoAzul y por ahí.El Bacán dormía desde hacia rato, conel teléfono abrazados a modo de osito depeluche.Los vecinos de Río Azul estabantambién hartos de los buzos; incluso, una delas cláusulas del acuerdo con el gobierno eraque, cerrado el basurero no se permitiría elprecarismo, para poder declarar el área‘Reserva forestal’ y recuperar los terrenos.Aunque por decreto bíblico, “a lospobres siempre los tendréis a tu lado”, yanadie por ahí estaba en condiciones de tolerarmás buzos rondando sus casa, y la alianzaque se le había ocurrido a MomboñomboMoñagallo era definitivamente impensable; laalianza resultaría contraproducente para lacomunidad, que luchaba desesperadamentepor quitarse de encima aquella vorágine dedesechos que la gente iba dejando comoprecioso legado a las moscas.Una vez más Momboñombo Moñagallose lavo bien los dientes y bajo la colina enbusca de los dirigentes de la comunidad. Y taly como se lo había anticipado Unica, nisiquiera se molestaron en prestarle atención.El, que no era un buzo de profesión, tenia delaverno de las cosas.-Ni me alzaron a ver... ¿Culpa dequien?, pues culpa mía, porque me loadvirtieron. Sin embargo, y pese a lo feo quees que lo rechacen a uno así, no les guardorencor; ellos tienen razón, y yo seguro habríapensado igual si hubiera sido otra mi suerte.Yo mismo me he dado cuenta de que no todoslos buzos son personas decentes, hay algunosque son una plaga, que tienen costumbresfeas, que roban y les dicen cochinadas a lasmuchachas de la vecindad y claro, despuésellos piensan que todos somos iguales y ahorano nos van a ayudar.- Era domingo pero elviejo no se percato hasta cuando iba derrotadode regreso. Toda la gente estaba en suscasas y en la mayoría sonaba algunaradiograbadora con la transmisión delimperdonables partido de futbol que vino aatinar un gol en los cinco sentidos del viejo.Se detuvo; por un instante se dibujo en sugesto la mirada cómplice con queinstintivamente se identifican entre si losfanáticos, aunque nunca antes se hayanvisto... sonrió... era otro... estaba transfiguradoy un instante antes de dirigirse al hombre queescuchaba para preguntarle por loscontrincantes, la puerta le fue cerrada de malagana... de nuevo había olvidado su condiciónde desahuciado.El desmerecimiento le dolió más que lafrustrada intentona de alianza, porque un NOmás era un eslabón imperceptible en la cadenade negaciones de su vida; pero el no ser dignoni siquiera de que le dijeran quienes sedisputaban un balón en el ámbito de unacancha enzacatada, al margen de la realidad,para producir una manifestación más derealidad, eso si era el colmo. Hasta el fútbol,ese deporte que habían convertido en elamansalocos de los tiempos modernos, leestaban negado; ese deporte dominical capazde hacer olvidar a un pueblo hasta el costo dela vida, le estaban negado. Pero el no lo vioasí, no podía verlo así; el solo se quedopetrificado un momento frente a un de lascasas donde un radio se desgalillaba en ungooooooool sempiterno, y como idénticos a si


mismos, todos los partidos de fútbol a los quehabía asistido religiosamente desde niño, lepasaron en tropel por la memoria... miles dehombres pateando miles de pelotas, miles depersonas rugiendo en montañas de galerías,toneladas de papas fritas crujiendo entre fajoskilométricos de molares, aguaceros de bolsasde orines derramándose sobre las cabezas delos dueños de los asientos baratos, locutorespsicotizados narrando frenéticamente lo mismoque todos estaban presenciando, tropas deárbitros malignos entonando una marchainfernal con sus pitos, desfiles de genteseufóricas por las calles celebrando un golacertando en el extranjero y el Presidente de laRepublica bailoteando por las calles en un díahábil declarado asueto a raíz de una patada, ybosques enteros reducidos a papel periódicocon la vieja historia de David y Goliat, pero conla variante de que Goliat no perdía nadadespués del partido, mientras que a David sela metían sin vaselina con un paquete deimpuestos que no lograría evadir ni con lahonda ni con la piedra. Y Momboñombo enmedio, en el Parque Central llorando dealegría y de hermandad; todos hablábamos enplural , éramos uno solo en el ojo del mundo,ya casi ni se nos notaba lo tercermundistas, losescoceses se querían bajar del mundo porquelos habíamos hecho morder el polvo. ‘¡PutaCarajo, y de taquito pa’ que más les duela!” YMomboñombo en el meollo de los hechos, enel día histórico de la apoteosis del conejo, y...¡y le cerraron la puerta cuando iba a superar laseparatividad social preguntando ¿cómo van,jefe?, ¿quiénes juegan?!Fue demasiado, se desplomo cuanlargo era en medio de la calle y fue llevado enhombros hasta su hogar por un par de buzosque lo hallaron ahí tirado, casi casi como erasu costumbre.A Unica casi le dan un patatús cuandolo vio venir, pálido como el resucitado, enbrazos de dos de los de abordo. Hubo quefriccionarle la nuca con alcohol del de labotella grande de Unica, de ese que losborrachos llamaban ‘guaro de fresa’ porque lohacen rozado para prevenir su ingestión. Leaflojaron el pantalón y los botones de lacamisa para que respirara mejor, le dieronagua de sal a El Bacán para que le pasara elsusto y entre todos volvieron en si al viejo agritos y bofetadas que lo dejaron comoembobado. ¡Buen rato le costo ponerlo todoen orden otra vez en el basurerito de oficina desu cabeza! Una vez recordando el suceso dela negativa por parte de la comunidad, tuvouna laguna con lo de la puerta en su nariz yolvido para siempre que alguna vez le gusto elfútbol.Para el almuerzo hubo olla de carnecon verduras que Unica y El Bacán habíantraído de la feria del Agricultor deDesamparados. Domingo a domingo iban ajuntar de la calle las verduras que los mismosvendedores botaban por demasiado maduras,o por demasiado verdes, o por mayugadas quellegaban de los sembradíos. La carne era unaque Unica conseguía en una carnicería queatendía un viejo que se había negado alprogreso de las sierras eléctricas y aun partíalos huesos con un hacha sobre un tronco demadera. El hombre ni siquiera se planteonunca lo de la carne barata de Unica una vezpor semana, por lo que hizo de ella uno de sus‘clientes’ más fieles de los domingos. El restodel día transcurrió sin novedad en medio delextraño silencio en que algún feriado dejaba albasurero. Los tractores reposaban exánimesal pie de la cuesta y los recolectores en susrespectivas comunidades. Solo el aletearincansable de las moscas y los zopilotessostenía la rutina, dado que los buzos que novivían en el precario, esos días desaparecíandel lugar, quien sabe adonde, a sus casas talvez, o a bucear por las calles de la ciudad, odetenidos en animación suspendida comolarvas descomunales en espera del lunes demadrugada.Momboñombo hasta ese domingo nohabía caído en la cuenta aun de que a vecesdescansaban tanto los recolectores como lostractores. Muchas ocasiones le llevo hacer laobservación, porque ya el ruido estabaincorporado y de no haber sido por el desmayojamás habría descubierto que para sudesgracia, cada tanto, el basurero guardabasilencio; para su desgracia porque entre losintervalos de silencio seguiría percatándose deque a alturas del día anterior, del que tampocoera consciente, ya había olvidado el compásde quietud semanal y entonces cada nuevo díade silencio funcionaba como el primero del


calendario de su nueva vida de ser humanodesechable.Lo comento con Unica, pero en ella eltiempo marchaba de una manera diferente.Tampoco estaba nunca al tanto de la fecha, sinembargo, una suerte de reloj biológico lallevaba los domingos a bucear a la Feria delAgricultor, de donde, invariablemente siempreregresaba con un canasto lleno de verduraspara la sopa. Los meses del año le eranigualmente ajenos, pero por esa época lospasos de animal grande de diciembre ledesasosegaban el alma.-Ya casi es diciembre,Momboñombo....--¿Y vos como sabes...?-¡Ay, no se!, es que siento comohormigas en el culo.-, dijo en medio de unsuspiro.IIIAl principio, al puro puro principio, yo tenia unjardín aquí. Lo había ido haciendo, poco apoco, con siembros que me regalaba la gentede la vencidad cuando todavía no le teníantirria a los buzos, cuando todavía ni siquieranos decían buzos. A mi me decían ‘la señoraque vive en un ranchito allá en el basurero’.Yo tenia sembradas las pudreorejas en la partede atrás del ranchito que también había idohaciendo poco a poco con latas de cinc ypedazos de madera y cartón que meencontraba por ahí, o que la gente meregalaba también. Vos sabes, Momboñombo,un jardincito aquí...Pero después la tierra como que se fuesecando, muriendo, muriendo. Cuando yo hiceel ranchito aquí, el basurero todavía quedabalejos, pero fue creciendo, los tractores ibanenterrando la basura y haciendo huecos cadavez más grandes hasta que esto llego a sercomo vos lo podes ver ahora, pero yo y losotros vecinos que nos vinimos a vivir aquí, donConce, un buzo que ya murió, Doña Hipólita yla familia de los cara de león, y un montón degente, teníamos como más espacio y más airepuro. En las mañanas se podía levantar uno yrespirar hasta reventarse porque como esto esuna colina, entonces el viento pega más fuerte.Y yo tenia un jardín con pudreorejas clavel depoeta y unas begonias y unas gloxinias; rosasno porque aquí no hay manera de que peguen,pero tenia culantrito de coyote que es tanbueno pa’ la sangre. Y ahí donde se ve todopelado eso, ahí zacate de limón y yo teniaunas violetas lindísimas sembradas en unostarros de leche en polvo, y hasta unas guariasmoradas porque en mi casa siempre seacostumbro tener guarias en un palo de guitite.Pero como te digo, la tierra se fue poniendocomo arcillosa; esta tierra no era así, fue quese fue lavando , el polvo comenzó a ponerlotodo de este color como amarillento y las rosasno pegaron nunca. Hasta se me murió unatortuguita que yo tenia en el jardín, a la pobrela encontré tiesa un día y toda llena de polvo.Yo creo que se ahogo la pobre. Y empezarona llegar las cucarachas; yo al principio lasmataba a escobazos, pero con el tiempo me fuiacostumbrando a verlas. Y las moscas queme dice, al principio andaban nada más entrela basura y aquí venias unas cuantas, comodoscientas nada más , uno las podía espantar,pero después empezó a ser como ahora queson miles y miles y no podes hacer nada másque acostumbrarse, porque o te acostumbras ote jodes.Por aquellos años fue que llego ElBacancito...¡Ay, vieras vos que felicidad!, yo quesiempre había querido un hijo, Dios me lomando porque El sabia lo que yo quería un hijoy ahí llego solito... vos sabes que yo siemprehe pensado que fue un milagro eso, que alomejor El Bacán ni siquiera es que fueabandonado aquí, sino que Tatica Dios me lohizo especialmente a mí, para que ya noestuviera tan sola.Yo, como fui maestra, rapidito le fuienseñando a hablar bien, a contar con losdeditos, a rezar, a recitar una recitación muymuy linda que dice así: ‘Cultivo una rosablanca, en junio como en enero, para el amigosincero que me da su mano franca, y para elcruel que me arranca el corazón con que vivo,cardos ni orugas cultivo, cultivo una rosablanca...’, linda, ¿verdad?, yo no se quien laescribió pero debió ser alguien al que legustaba mucho hacer jardines; yo se la enseñe


a El Bacán porque aquí yo tenia unas chinasblancas, porque las chinas, como son tanagradecidas, esas pegan en todo lado yporque nunca he perdido la fe de hacer otrojardín, por eso es que siempre la recito esarecitación, y seguro vos has oído a El Bacánrecitándola también, porque a veces vos la oísy es como si todavía tuviéramos el jardín aquí.Yo la vivo recitando porque yo se que a lomejor el señor que la escribió también querríahacer un jardín donde solo hay basura, porqueyo le digo una cosa, si señor, así como meoye, Momboñombo Moñagallo, para escribiruna recitación así de linda tiene uno quequerer mucho a las rosas y a los amigos.Las chinas se marchitaron, se fueronllenando de un color como ladrillo y despuésno quedo ni una, porque ni las chinas soportanel maltrato. Después la vida fue pasando ypasando y se va uno haciendo viejo. El Bacáncada día más grande, verda, yo le digo que secorte los bigotes porque parece un viejo y el selos corta a veces, pero en seguida no más yalos tiene otra vez largos, y no es por falta denavajillas porque aquí si que no se puede unoquejar de eso, más desde que las hacenplásticas, viera, Momboñombo, la cantidad denavajillas que llegan aquí semana trassemana, de esas que ya vienen pegadas amaquinilla de hacerse la barba; pero a el le dapereza hacerse la barba y no es solo pereza,es que se corta y después le quedancicatrices, pero El Bacán esta hecho todo unviejo... ¡mi chiquito!Al principio yo no lo dejaba bucear, másdespués de lo que paso a la Llorona,¡pobrecita1, verda, y era tan bonita la Llorona,vieras, era una muchachita así menudita, queno hablaba por no ofender y el chiquito lo máslindo, vieras, parecía un muñequito; pero comono hay pa’la desgracia, perdérsele y volverseloca fue una sola, y con razón, porque como ami se me pierda El Bacán, machala, machala,y yo me vuelvo loca también. Pero por dicha eles muy casero, nunca se me va solo. Ahí unao dos veces por semana, vos has visto,hacemos un saco de chunches y los vamos avender a San José, pero el siempre viene conmigo. El me acompaña vender las latas dealuminio, las botellas, los periódicos que ya seha leído, porque eso si, Dios guarde le boteusted un periódico que no haiga leído porquese resiente.¡Ay, Momboñombo!, vos te me quedasviendo y me pones tanta atención que le danganas a uno de seguir hablando y hablandocomo una chachalaca y es que hacia tantotiempo que no hablaba yo así con alguien,sobre todo en las noches después de que todoel mundo se va a dormir...- MomboñomboMoñagallo guardaba largos silenciosescuchando a Unica que parecía comotransmutada con la vista fija en una pared o enalguna rendija de la tabla donde se sentaban ahacer sobremesa.La época de Navidad era prospera a sumanera con el basurero. La gente laaprovecha para descuidarse más que decostumbre con lo que tira a la basura, por loque es frecuente hallar envueltos en las hojasde los tamales todo tipo de cubiertos, caros ybaratos Luego vienen los papeles y las cajasde regalos, que no siempre llegan vacíos albasurero; no falta quien ni se percate de quese le fue un regalo sin abrir a la basura y unavez ahí, la cosa se pierde para siempre, hastaque resucita toda llena de vida en manso de unbuzo que la rescata del basurero de la historiay la recicla en una compra-venta o donde leden algo por ella.La gente se siente rara en diciembre,toda la gente, hasta la ‘desgente’, la que vivede los desechos, los desperdicios, losdespojos, los despilfarros, los descuidos, losdestrozos, los desaciertos... esosdesafortunados a los que MomboñomboMoñagallo había unido sus esfuerzos poraparentar que la vida, después de todo, vale lapena aun cuando se viva en medio de lasdesigualdades.Momboñombo no recordaba cuantotiempo hacia de su incorporación a las filas delos biorrecicladores, en parte porque el tiempoera algo que cada vez le importaba menos,hasta le había regalado su reloj de pulsera a ElBacán , quien no se molestos en lo másmínimo por aprender a leerlo pero se fascinabaviendo las agujas girar y girar sin propósitoalguno. La Navidad comenzó a llegartemprano ese año. Durante los primeros díasde diciembre Río Azul fue declarado Zona


Protectora y las sesenta y cuatro hectáreas delos terrenos del basurero fueron anexadas a lazona del Cerro de la Carpintera, con lo quequedaron declaradas bajo el RégimenForestal.El ultimátum de los vecinos de Río Azuly San Antonio de Desamparados estabasurtiendo efecto, sobre todo en la bolsa de SanNicolás que esta vez se hinchaba nada menosque con la ubicación de un nuevo relleno enalguna parte del país. El gobierno manteníasilencio. Aun no se descartaba oficialmente aLa Uruca como la feliz ganadora de la caja dePandora, pero si se declaro a la Gran ÁreaMetropolitana, la ‘GAM’, inadecuada parasituar el relleno. Se comenzó a elaborar un‘Plan Nacional de Manejo de Desechos’,dirigido por El Organismo de Ayuda Germano,y en la Asamblea Legislativa, aun pese a latrillada y harto bien sabida sentencia de que“un camello es un caballo hecho por unacomisión”, un fulano propuso integrar una queexaminara el problema y un mengano seopuso.El gobierno se devanaba el sesonegociando con las comunidades,ofreciéndoles el ‘mar y las conchas’, obras deinfraestructura, beneficios de todo tipo, ‘Elmilagro de La Uruca’, ‘El milagro de Atenas’,con tal que aceptaran el basurero dentro desus lindas, sin conseguir entusiasmar a nadiecon ello. Hasta el momento, lo único que setenia en claro era que la GAM, por ser unazona de gran expansión urbana conimportantes mantos acuíferos no era apta parala instalación del relleno.Se hablaba de sectores neutros dondese podría eventualmente ubicar el relleno,previo estudio de suelos, intensidad sísmica, eimpacto ambiental, así como laimpermeabilización del fondo con plástico yarcilla y canales para los líquidos de la basuray ductos para la evacuación del gas metano.Se publico un mapita con las zonaselegibles y el país entero quedo en vilo porqueel fantasma del relleno atemorizaba conasentar su residencia prácticamente encualquier parte fuera de la GAM.Ese año, el cumpleaños de el Bacán secelebro en los primeros días de diciembre.Unica lo celebraba cada año en un mesdiferente para que coincidiera con la verdaderafecha algún día .Los preparativos comenzaban díasantes y Unica sacaba tiempo para elaborarsombreritos picudos de papel periódico para lafiesta. Para ese día tenia que haber reservasde comida y guaro para los adultos y ellacontaba sus ahorros para comprar confitespara los pequeños.El cumpleaños de El Bacan era siempreuna sorpresa extraña para todos los niños delprecario , pero Unica solo pero Unica solo loanunciaba el propio día minutos antes decomenzar la celebración. La sorpresa lograbasiempre euforia en el Bacán pero nunca ledespertaba la curiosidad por saber cuantosaños cumplía; eso no era importante y quizássolo las entrañas profundas del basurero losabrían .Par el mes de diciembre llegaba albasurero mas basura, y juguetes cada vez masextraños; llegaban armas de juguetes deplásticos de colores de formas inusuales quelos niños botaban luego de un año deestrenarse con ellas, llegaban autitos“transformes” que tirando de sus piezas seconvertían en robots cuyos brazos terminabanen terribles armas que hacían la delicia de losniños del precario. Momboñombo sepreguntaban como podían aquellos niñoscomprender el manejo de esos aparatos tanalejados de la realidad del vertedero y solo selo lograba explicar confiándoselo al instintoinfantil de la seriedad ante la diversión.Los niños veían esos juguetes en losescaparates de las grandes jugueteríasjosefinas, esas que de paso venden libros, semaravillaban con ellos y deducían sufuncionamiento de los ejemplares que seexhibían a medio armar.Momboñombo había sido avisado delcumpleaños con varios días de anticipación, yentre el y Unica tenían ya regalos suficientesEl Bacán y para los niños que ese día hicierauna pausa para regresar a su infancia un parde oras durante el cumpleaños itinerante, queexigía que ese día los bigotes y las barbas deEl Bacán fueran rasurados, que su cabellorecortado y su piel despercudida con un paste


mojado que Unica preparaba para esosefectos.Ese día, temprano por la mañana,Unica se levanta a calentar agua, mientrastanto, afilaba sus tijeras en un molejón que niella sabia de donde había sacado. Cuando ElBacán despertaba y veía los preparativos,estallaba de alegría porque celebraríainesperadamente su cumpleaños. El pañueloque se ataba a la cabeza era desanudado y losmechones de cabello caían a la frente, luego lequitaba el chaleco y la camisa y comenzaba laprimera parte del baño. En un recipienteaparte, Unica disolvía los residuos de todas lasde jabón que hallaba; acto seguido, mojaba elpaste y comenzaba pacienzudamente arestregar la cabeza entera, a mojar bien el peloy las barbas, a cortar a ojo de buen cuberohasta descubrirle las orejas. Una vezrecortadas las barbas, procedía a rasurar convarias maquinillas que volvía a guardarconforme se iban quedando definitivamente sinfilo. El Bacán lloraba cuando sentía al ardordel jabón en polvo en sus ojos, entoncescomenzaba el eterno pleito:-Deja de llorar, carajo, mira que te estaviendo Momboñombo.-Y Momboñombo se percato en esemomento de que efectivamente estabapresenciando el ritual de acicalamiento de ElBacán; se avergonzó y se disponía amarcharse, pero Unica le rogó que se quedarapara que el niño se portaba bien.El agua jabonosa corría por el pechovelludo del niño mientras la cara le ibaquedando despeja. El Bacán jugaba de hundirel teléfono en el cubo de agua y Unicabatallaba por desennegrecer los brazos, elcuello, detrás de las orejas, las nalgas, laspiernas y cada milímetro del por donde ni la luzpodía.-“...porque la limpieza, dice mi mama,es una belleza y salud nos da...”, cantabaUnica a coro con su hijo cuando llegaban alfinal de la jornada de la jornada y El Bacánquedaba como un recién nacido, rozado porlos raspones del paste. Un par de horas mastarde su piel volvería al color natural de loshabitantes del basurero y dos semanas mastardarían sus barbas en sobrepoblar de nuevossus mejillas.-“Cuuumpleaños feliz, te deseamos a ti,cumpleaños Bacaaan, cumpleaños feliz...”- -Gracias a todos y a mamá Unica por dejarmecumplir años, porque cuando uno cumpleañosse hace más grande y más fuerte. Una vez amí se me olvido cumplir años y entoncestuvimos que hacer dos cumpleaños de un solotiro, si no, no me iba a hacer grande...-Más de uno de los de abordo no sehabía planteado nunca que pasaría si depronto dejara de cumplir años, pero llegaronrápidamente a la conclusión de que hasta losmuertos cumplen años, como don Conce, queya tenia varios años de muerto y Unicasiempre decía, ‘hoy cumple don Conce’, y lepagaba al Oso Carmuco para que dijera unamisma hacia la tarde casi noche. Después,alguno propuso que dejaran ya de hablarmierda y se echaran un trago y la moción fueampliamente respaldada. Por ahí, otro le dio aUnica por donde más le dolía, “Unica, se teesta haciendo grande El Bacán, ahorita vas atener que regalarle una novia para elcumpleaños...”, y ella se enfurecía y alegabaque el chuiquito no sabia nada de eso y quecomo oyera ella a alguien hablándole de eso lomolía a palos... Y el cumpleaños transcurríacomo siempre, sin contratiempos porque porun trago o un confite, estaba más quejustificada la pausa en la labor de escudriñarentre lo que ya nadie había soportado más ensus casas o en sus conciencias.En el basurero los amaneceres erantardíos pero la puertas de sol puntuales.Diciembre se adentraba en las postrimerías delaño y las señoras buzo empezaban a recopilarmateriales para la elaboración del portal delprecario. El Oso Carmuco les ayudaba porquecreía de su competencia cualquier laborrelacionada con la fe y las costumbres. Desdehacia al menos trece años habían llegado albasurero dos maniquíes tamaño natural: unhombre y una mujer, y desde entonces eranusados para la representación, pero el restodel año el Oso Carmuco los guardaba en sucasa. El hombre era altísimo y negro silueta,la mujer rubia, alta también y con todos losatributos femeninos que no gozan lasimágenes de las iglesias, pero le faltaba unojo. A las señoras buzo no les hacia ningunagracia que el Oso Carmuco guardara a los‘santos’ en su casa, porque siempre llegabandesnudos a fin de año y había que volver aconseguirles, las túnicas y los demás atuendosmedievales para que parecían santos de


verdad, -...y es que una sabe como son loshombres, por más curas que sean, hombresson hombres, y a una le da miedo que lavirgencita pase todo el año en la casa de el,porque nunca se sabe y eso es pecado...-,pero el Oso Carmuco era el cura y la autoridadde su trapo púrpura era más o menosincuestionable.Los maniquíes eran colocados en unranchito improvisado. Una cuna vacía secolocaba en medio; a un lado de la cuna iba elbuey, pero como no tenían buey, entoncescolocaban un tigre de plástico que era elemblema de una antigua gasolinera; mulatampoco había, pero se las ingeniabanimprovisarla con unos sacos de gangoche yuna cabeza de caballito de palo de El Bacán.A Niño lo colocaban después delVeinticuatro; ese si era un autentico niñodiosque por ahí había aparecido alguna vez; era deyeso y ya venia ataviado con túnica blanca delmismo material y rubor en las mejillas.Unos buzos llegaron ese año con unciprés bastante grande y apropiado para elárbol de navidad que diva ir plantado a laderecha del portal, según el criterio del OsoCarmuco, y que el Bacán se encargaría deornamentar. El niño se aboco al atareainmediatamente; comenzó a recolectar cuantoadorno podía llevar el árbol, latas de coctail defrutas que alegraban las ramas secas delciprés con sus etiquetas de colores,serpentinas de papel higiénico y tiras de tela,nieve de esterofon del que viene en las cajasde los electrodomésticos, muñequillospequeños, soldaditos de plástico, navesespaciales y bombillos quemados, y listo, laNavidad se dejaba botar al basurero.La época era propicia para el OsoCarmuco. El organizaba los rezos frente alportal, cantaba con las señoras y aporreabanlas panderetas que ellas habían conseguido delos cultos de carpa de circo que se armaban aveces en las plazas de los barrios de la GAM.Unica no tocaba la pandereta ni estabamuy de acuerdo con aquellas practicas...-Porque a mí me inculcaron desdechiquita el deber de asistir a misa y fui siempreque pude, pero esos aspavientos de cantarcon los brazos levantados y sonar panderetas,eso antes no lo veía uno, antes era solo el curaque daba misa, carajo, y se respetaba. Ahoraresulta que cualquiera va y separa adelante yhace payasadas... !oh costumbres las deahora!, de eso es que todo esta tan mal... -.-¡Ay, Unica Oconitrillo!, que voy yo aestar yendo cuando hay cosas más serias enque pensar...Mira, por ejemplo, los vecinos de RíoAzul siguen empeñados encerrar el basurero eltreinta y uno de diciembre si no les arreglan lasituación de una vez por todas, y no están muyconvencidos que digamos de lo de la prorrogahasta el treinta de abril...-Pero la Navidad se imponía y hasta selograron apaciguar los ánimos de la comunidadde Río Azul y las demás porque el gobiernoprometió que el quince de enero daría aconocer el sitio para el nuevo relleno.Días antes habían caído lluviasesporádicas hasta el clima parecía estar hartotambién de tanta lluvia y hacia hasta loimposible por reivindicarse con atardeceresvioleta y naranja y el verde acentuado dedespués de tanta agua. Era como imposibleno dejarse arrastrar por una suerte deoptimismo camuflado que hacia parecer quetodo tendría final feliz, aunque fuera por losefectos embriagantes de un cielosospechosamente azul y una brisa fresca queacallaba la amenaza del gas metanoacumulándose desde hacia veinte años en losarcanos instentinos del basurero, que en la demenos reventaría en del pedo mas aparatosodel que se tuviera memoria en la historia de laindigestiones.Unica aprovechaba los viajes al centrode San José para Llevar A El Bacán recorrerlas vitrinas ornamentadas luego de dejar laslatas de aluminio en recicladoras. Un peso porlata... trecienos por semana, más o menos, lecasaba cada buzo a la sede abrazadas de losjosefinos.El Bacán se hipnotizaba viendo lostrenes eléctricos de los escaparates y losdisparates de las muchachitas vestidas debarbie para que las niñitas se retrataran conella, y todo eso en una misma ventana de lasgrande tiendas vendedoras de juguetes. ElBacán le pedía al; Niño varias pistas de esa endonde los carritos se mueven solos y platillosvoladores de esos que solo le falta unmarciano vivo adentro, y los cientos de armasletales en su acepción infantil, de esas quefamiliarizan al dedo con gatillo. Unica lo tiraba.Del brazo para poder seguir adelante, y....


-¡Como se te ocurre pedirle eso alNiño... chiquillo! ¿No ves que el es muy pobre?Imagínate la congoja en la que lo vas a poner,porque de esos juguetes hay muy poquitos yestán ahí desde hace días que nosotros novenimos; a lo mejor ya los pidieron... Además,el niño se adelanto este año, ¡no ves que allános fue a dejar a Momboñombo para que noshaga compañía!, y bien que te gusta hablarcon el... verdad, y que te cuente cuentos en lanoche, y que te enseñe palabras nuevas,porque es muy sabido el Momboñombo, ahídonde lo ves, el se sabe muchas cosas y a míme gusta que te las enseñe... total, ¿para quequeres vos esos chunches raros?, allá tenestus libritos y tus revistas y el teléfono que elNiño seguro mando para vos, y vos ni graciasle has dicho...-El Bacán se iba no muy convencido detanta bondad, pero al menos lograba un abolsade trocitos de amago con limón y sal de losque vendían los vendedores ambulantes. Alllegar a casa le contaba a Momboñombo loque había visto y las razones del Niñodios parano regalarle una calle de carritos de los que semueven solos.-Un día de estos podes ir con nosotrosa verlos, ¿verdad?- Pero MomboñomboMoñagallo estaba decidido a no salir nuncamás del basurero. Le daba vértigo soloimaginarse caminando por las calles de SanJosé, máxime después de lo que le habíapasado en Río Azul el día que se desmayo.Estaba irreconocible con su barba de casi tresmeses, la mugre de su piel, el cabelloencanecido y el sombrero de lona que loprotegía del sol, pero aun así temíaencontrarse cara con algún antiguo conocido yverse en la embarazosa situación deexplicarse. Temía también pasar por loslugares de toda una vida y hallarlos ajenos ya;sentir que entonces con nada se identificaba,más aun con la rapidez con que cambia SanJosé, derribando el patrimonio histórico cadavez que hace falta un parqueo o una galería detiendas. Pensaba en lo absurdo de ir por lascalles tratando de reconocerse en los cinesque solía visitar, o en los supermercadosdonde compraba cigarros...-¡Por cierto...! Cuanto tiempo tendré deno fumarme un cigarro...pero ni una chinga.-Aun no había aprendido a recibir loscigarros que llegaban en cantidadesindustriales al basurero, como lo hacían sinningún reparo el Oso Carmuco y los demásmuchachos de bordo. El Oso recogía laschingas de cigarros, las estiraba lo más queasentarles el tabaco y finalmente, las ponía asecar al sol sobre una lata de cinc del techo desu casa; después de un rato ya estaban listospara fumarse, manchados hasta el amarillo ycon un sabor agrio que se sentía con solo olerel humo que expelían. Momboñombo nofumaba mucho, pero le gustaba los cigarrosenteros en primer lugar, secos en segundo,nuevos de ser posible, y una serie decalamidades que dieron al traste con la infinitapaciencia del Oso Carmuco que lo amando afumarse a la chinga de tu mama, porque lo quesoy no te vuelvo a ofrecer.-¡Hasta el vicio se le olvida a unocuando se le va entre la basura!Y no fue San José por más que le rogóEl Bacán que los acompañara en los viajesque por la época se hacían más necesariosdebido a que la cantidad de basura de esasfechas era a veces el triple de la de los díascorrientes. Llegaban cientos de botellas, milesde latas de cerveza y objetos extraños quealgo tenían de retribuciones inconscientes dealgunas personas al ciclo de las cosas... ¡unescuche de anteojos, bueno bueno!, ¡Unavasija llena de ropa de hombre! ¡Unpasaporte!... cosas raras, cosas que noestaban destinadas a la basura pero quehabían resbalado en un descuido hasta el paísde los buzos, como decía Unica que se lehabía resbalado a Dios su angelito en undescuido y por suerte había caído ahí.Todo eso había que correr a venderlo aSan José antes de que se pusiera viejo o se locomieran las cucarachas, y siempre si iban ensacos pesados, que no por pesados hacíanque Momboñombo se animara a ayudar allevarlos. Unica tampoco se lo pedía; en partepensaba que el hombre estaría más seguro encasa que expuesto a la tentación de laurbanidad de la superficie a donde, de algunamanera, no dejaba de pertenecer. Pero lanaturaleza doble del viejo se unificaba cadadía más a fuerza de no ejercer su antiguaprofesión de funámbulo sobre la cuerda flojade la normalidad. Solo un golpe muy fuerte loharía salir de ahí, solo un revés más en suhistoria de arrevaso lo pondría de nuevo enlas calles de esa ciudad de donde había salido


en la pompa fúnebre de las cosas que semandan a morir sin cortejo a las profundidadesviscerales del olvido.La actividad era de hormiguero y losbuzos llevaban encima cargas sesenta vecessuperiores a su propio peso, en largas hileraspor la cuesta de la colina, todos segregando elalmizcle que los guiaba sin distracción en sutrabajo sordomudo de desmoronar aquelgigantesco pastel servido en el centro de lamesa... de la meseta central. Indistinguibles einconfundibles, ennegrecidos, con seis patascuando entre tres bajan un estañon de basurade un recolector, entrando y saliendo de losagujeros de sus tugurios, con antenas cuandoel viento les tira los cabellos alargados,revolcándolo todo porque siempre puede haberalgo utilizable, fieros con los extraños peroindiferentes a la vez, inamovibles de sustareas, hábiles para el asalto al lomo de losrecolectores que un no llegan a la cima yescudriñarles las cargas, con ventaja sobre losque esperan arriba. Pero pueriles a ratos,también en Navidad cuando el encanto de unjuguete los sustraía un instante de la cadenaperpetua dela miseria, cuando una gaseosallegaba intacta a sus manos y se la bebían deun sorbo orgulloso de su suerte.El basurero se ponía peligroso por esosdías de transito desenfrando repartido entre losbuzos en propiedad, los viejos en el oficio, ylos interinos, los que llegaban solo por untiempo durante la temporada alta y luego seperdían como por artificio. No cabía ni un almamás porque hasta la metería volátil del almatenia que disputarse su espacio con los flatosdel botadero.Unica había desarrollado un método deprecaución desde la infancia del El Bacán: selo amarraba a la cintura con una cuerda deunos dos metros de largo para poderdistraerse ambos buceando sin el temor deperderse entre la muchedumbre siempreatentos sin embargo, al más mínimo estimulode su cordón umbilical de nylon, un tirón, unenredo entre los pies, el frecuente desaciertode avanzar en direcciones opuestas quesiempre daba con Unica en el suelo arrastradaun par de metros hasta que El Bacán sepercataba de que traía a su madre en tanlamentable posición y se revolcara de la risade ver a la vieja con los brazos cruzadosarrastrando el culo por entre la bausa... era unjuego también.Entre una caja de cartón llego a manosde Momboñombo un queque de navidad deesos con frutas secas, semillas y un ligero olora licor; estaba casi intacto salvo por unmordisco que a juzgar por sus dimensiones,debía ser de perro, “en alguna casa alguienhabría dejado a un inmenso pastor alemánadentro cuidando, sin tomar la precaución deguardar el queque en el horno o en ladespensa”, se imaginaba Momboñombocamino a casa a guardar su delikatessen paradespués de la cena, para sorpresa de Unica ydesilusión del El Bacán, que creyó que setrataba de otro de sus cumpleaños. Laocasión mereció que Unica se tomara lamolestia de bajar hasta la pulpería de Río Azula rebuscarse un litro de rompope paraacompañar el queque, porque....-Un lujillo de vez en cuando no se leniega a nadie y por dicha este mes trabajo noha faltado... mientras uno tenga fuerza pa’lquehacer... Ah, a nadie le falta Dios.-Y hubo cena de navidad en la intimidaddel hogar. El Oso Carmuco dio misa como aeso de las nueve de la noche frente al portal,que hubo de ser trasladado para que no loarroyaran los buzos en estampida quepasaban día y noche en llevando y trayendo.El Oso venia repitiendo su misa de veinticuatroen veinticuatro, hablando siempre del reyHerodes, de la huida a Egipto, de Jesús en eltemplo con los sabios y Maria y José vueltoslocos buscándolo por toda parte...-Porque así es como se pierden loschiquitos, en un descuido y un sátiro se loslleva a un cafetal y después aparecen sinriñones...- -¡Dios guarde, Oso Carmuco, ni digaeso!-, apunto Unica....-Pero es que así pasa doña Unica, esque usted no lee los periódicos porque le damiedo de solo imaginárselo, pero los sátirosahora hacen esas cosas... yo no se para quequieren los riñones de los chiquitos, pero esodecía el periódico.-Después, cada uno se fue por su ladoporque los de abordo no habrían podido cenarcomo de cuando en cuando con tantísimagente rodando el lugar. El Oso Carmuco sefue con sus amigos, quién sabe donde y bajoprotesta de las señoras, porque...


-Esos le consiguen mujeres al padrecitoy es pecado eso y más en esta época...--Si, yo los he visto, se lo llevan conunas sinvergüenzas de esas que andan todaspeladas y para eso si se quita la sotana, ladeja bien guardada y se va en pantalones,como un hombre cualquiera. Y siempre loemborrachan, porque donde lo ven tan buenose aprovechan, por eso a mí no me gusta queel padrecito se vaya con esos, pero como eldice que no hay que juzgar a la gente...--Y no sea que lo traen borracho, es quedespués pasa hasta una semana y quince díasque no se le baja la mica y hay que ir a hacerleoración a la casa para espantarle a Satanásque donde lo ve tan bueno lo quiere echar aperder...-Unas pocas de las de abordo solíanasistir a una de esa tantas iglesias popularesde garaje o de carpa de circo, donde no se lesdaba acceso a la palabra pero las convencíande que lo tenían. Luego las enviaban arespectivas comunidades a propagar la fe y arecoger limosnas para el ‘culto’, por esopululaban las sucursales de los aspirantes allugar de la palabra... un día a la vez... cadauna hablaba un ratito y se iban pasando elchuruco hasta que todos los asistentes habíanpasado al frente a dar testimonio de lo quefuera, pero con toda seguridad, a serescuchados así fuera tres minutos; tresminutos que valían el esfuerzo de la cuota, lalimosna, el donativo, el poquillo de plata quede por si se gasta en cualquier cosa. Y elpastor, cada día más prospero y más bueno,les encomendaba la misión de ir en su nombreal basurero donde vivían a pregonar la obra delSeñor, claro, con centro de operaciones en lacarpa de circo o en el garaje alquilado por ahí.Unica nunca se dejo convencer porquerara ella “un padre era aquel que se vestíacomo padre y vivía como padre, no esos quese confunden con cualquiera y lo único quequieren es palta...Los tres se retiraron a su casa y solo sellevaron a la Llorona con ellos porque la pobreni sabia que era navidad y a Unica le dabalastima que pasara nochebuena sola con sumuñeco en su ranchito. Hicieron cena, comocuando Unica era joven y vivía con su madre,o cuando Momboñombo era joven y vivía consu familia, bueno, casi como en aquelentonces; pero para Momboñombo la cosa eramás lejana aun que para Unica, porque ellahabía seguido celebrando año a año, pero elhabía aprendido a pasarla solo, vigilando enalguna construcción o en la biblioteca, o dondefuera, pues en esas fechas siempre pagabanmejor los servicios de un vigilante. Para el fueun poco extraño eso de celebrar la navidadcomo en familia y ver a El Bacán desenvolverlos regalos reciclados y recibir el un regalotambién “de parte de Unica Oconitrillo paraMomboñombo Moñagallo”, como se lo dijo ellaa falta de tarjeta, y caer en la cuenta de que elno le había buscado nada ella, solo le habíamiserable sin sentimientos, y disculparse de loimperdonable, porque pero que el reclamo queno llego era que Unica auténticamente noesperaba nada a cambio de su regalo... “Elaño próximo, el año próximo sin falta...” se juroMomboñombo.El treinta y uno, igual que la Navidad,fue a dar con sus trecientos sesenta y cincodías encima a la basura.Los años también se botan cuando seponen viejos, no hay de otra, o se botan o nosaplastan. Solo se deja uno unas cuantascosas que lejos de pesarle le aligeren la carga,por eso hay que ir botando el lastre para nozozobrar al final, sino encallar suavemente enalguna playa serena de la muerte.El treinta y uno trajo la esperanza deque el basurero se cerraría ese año del Señorde mil novecientos noventa y tres al llegar alfinal de su vida útil, y como ya no era posibletirarlo a la basura como habría sido lo másoportuno, se hablaba de su clausura comoúnica alternativa posible. Se hallara otro sitio yahí, poco a poco el botadero de Río Azul seiría desintoxicando con el tiempo, asegurabanello, se le daría tratamiento y se iríareforestando el forúnculo rioazuleño aunque nose supiera aun que tipo de árbol estaríadispuesto a crecer sobre aquel terrenomovedizo y putrefacto.-¡ Feliiiiiiiiz año nueeeeevooo!!!!-, sedijeron los buzos sin haber estrenado jamás unaño, sino haber vivido siempre de los haraposdel tiempo con los que cosían la camisa defuerza de sus cotidianidades.Hasta el año nuevo llegaba viejo albasurero, desposeído de cualquierconnotación de novedad que pudiera encenderen los buzos siquiera un agónica perspectivade cambio; nada se había modificado en veinte


años, ni el flujo de los camiones ni el reflujo dela gente. Buzos venían y buzos se iban, yunos cuantos, movidos por quien sabe quenecesidades extravagantes como eso de viviren familia, o tener algo a lo cual llamarle ‘micasa’, y cosas así, se habían establecido parasimular un vecindario, para tener un puntoreferencial en la vida e identificarse con losvalores que nos vendieron viejos con precionuevo.La gente de Río Azul, San Antonio deDesamparados y los alrededores del botadero,amaneció el primero de enero con la firmeconvicción de que el basurero se iría por finese año... veinte años de estar soportándolo,viéndolo crecer y viéndolo morir en una agoníainfinita de cadáver palpitante y enfiebrado queles llenaba las casas con sus estertoresnauseabundos obligándolos a vivir con laperenne contaminación de toda índole, com lasventanas cerradas y su autoimagen venida amenos por la irremediable asociación delnombre de su comunidad con el apellido delbasurero planificado para ese primero deenero hasta tanto no se diera con un lugaridóneo para el nuevo relleno, se les hablo delamor al prójimo, del amor a la Patria... ‘nopregunten ¿qué puede hacer la Patria por RíoAzul?, sino Río Azul ¿qué puede hacer por laPatria?’Se ratifico el acuerdo hasta el treinta deabril y el gobierno siguió adelante en busca deun hogar para el relleno, pese a que cadanuevo objetivo pronunciaba un No categórico.Cualquier cosa podía andar huérfanapor ahí, pero un relleno sanitario no. Eraimpensable que siquiera una semana se pasansin tener un olvidadero de lo inservible, ymenos aun cuando se trataba de losfantasmas putrescibles de las cosas.IVSeria por la brisa fresca de esa noche, aquellaventisca que le refresco al aliento deindigestión milenaria al basurero, o tal vez porla lata de calamares probablementeencomendada al descuido, que Unica encontróen una de las bolsas más cotizadas por losbuzos, lo que sobrecogió a la pareja casianciana. Momboñombo Moñagallo, quesiempre le había andado al amor por losruedos, y Unica Oconitrillo, que lo habíacircunscrito a su manifestación materna desdeque se hallo con El Bacán, esa noche noperfumada sino menos apestosa, se miraron alos ojos largo rato, callados, bajo la luz de lalámpara de canfín, que cuando había canfínles alumbraba sus soledades compartidas. Semiraron hasta que Momboñombo le paso elbrazo por los hombros y la arrimo a su pecho yella se quedo quietecita, como sintiendo unafecto que ya había descartado desde añosatrás, como para sentirlo solo unos segundosmientras se le terminaba. MomboñomboMoñagallo le dijo algo que ella le pareció muybonito:-Unica, si yo hubiera sabido que habíanbotado una familia tan linda al basurero paraque yo me la encontrara, hace tiempo mehabría venido para acá, en vez de estar allásolo esperando morirme de un patatús.-Para ella fue la confirmación de unaesperanza que no había perdido del todo. Si elbasurero había sido prodigo con ella al darleun hijo, ¿por qué no habría ahora decompletarle familia?Los casi ancianos se miraron otra vez,y se les hizo el milagro del amor recicladocuando encontraron en sus labios los besosque en toda una vida nadie ni estreno nunca niboto para ellos. El Bacán se aproximaba enesos momentos, pero como aconsejado por suzopilote guardián, se alejo sin hacer ruido y sefue a dormir a casa del Oso Carmuco.-Oso, hoy duermo aquí. Yo creo quemama Unica y Momboñombo están haciendocosas de gente grande.-El Oso Carmuco entendió. Le esponjóuna buena caja de cartón y le presto unacobija; lo dejo acostado, busco su Biblia y sefue a leer a la luz de una candela.Unica y Momboñombo entraronabrazados directamente al catre dondeazuzaron a sus cuerpos a embestir el amor o amorir en el intento... y ambos salieron airososdel esfuerzo.-¡Ay, Momboñombo!, yo nunca tuve anadie hasta que Dios me deparo a El Bacán, yestas alturas de mi vida le juro que ya noesperaba esto.-Unica había visto aproximarse a ElBacán y vio también cuando se devolvió acasa del Oso Carmuco, solo por eso estuvotranquila en una pausa de madre que no se


había dado desde el día que el apareció:“Bacán, Bacán”.Momboñombo reconoció que eltampoco le pedía tanto a la vida y que seguropor eso se le había hecho. Pero como estardel todo al margen de las morales heredadases imposible, el viejo no tardo en proponerle aUnica matrimonio... “pa’ que nadie tenga nadaque decir...”-A los viejos no nos luce perder eltiempo-, dijo Unica, completamente decidida allevar aquello hasta las ultimas consecuencias,-yo le hablo mañana mismo al Oso Carmucopara que nos case aquí en la vencidad.-Momboñombo Moñagallo jamás pensóque un buzo llegaría a unirlo en sagradomatrimonio, pero la sola idea se le hizosimpática en el acto. Eso era lo masconsecuente que podía hacer alguien que sehabía precipitado al basurero por su propiavoluntad. Nada debían ellos a nadie y si anadie le parecía indecente que tantaspersonas vivieran sus vidas entre losdesperdicios de los demás, menos debíaimportarle a ellos lo que los de la superficiepudieran decir. En eso estaba cuando tambiénrecordó que su remota consideración eraabsurda de cabo a rabo, ya que aquello que leestaba dando nuevo sentido a su vida pasaríairremediablemente desapercibió más allá delos lindes del mar de los olvidados.Amaneció sin novedad, pero la parejase quedo un rato más de los acostumbradosen la cama; después de todo esa seria –conmucho- toda la luna de miel a la que podíaaspirar el futuro matrimonio Moñagallo. ElBacán llego a tiempo para el desayuno, entroen el Oso Carmuco y ambos miraron conmalicia a l apareja.Unica Oconitrillo solo soltó unacarcajada que dejo ver en detalle elmecanismo alambrado de su dentadurapostiza y le dijo al Oso que llegaba como caídodel cielo...-Así es doña Unica, como ya no serviaen el cielo, me botaron aquí.-El Oso Carmuco escucho atentamentela solicitud de matrimonio de los ancianos untanto rejuvenecido esa mañana.Entre todos le explicaron a El Bacán loque aquello significaba y el se fue a sentardirectamente a los regazos de Momboñombo,lo abrazo y lo beso con todo y sus barbasmojadas en el café de procedencias múltiplesde Unica. Ella se unió al abrazo.El Oso Carmuco prometió un hermososermón sin disimular la emoción que sentía porla primera boda que iba realizar en su vida;apuro su café y salió a prepararse.Hacia la tarde todo el basurero estabaenterado de la boda, desde los buzospioneros, hasta los más recientes, másrecientes algunos que el mismo MomboñomboMoñagallo, como los llamados “los novios”,una parejita joven, muy joven que frecuentabael basurero desde hacia un par de semanas.Entre todos los llamaron los novios porque esoparecían. Se vestían ambos con unascamisetas rosadas sin mangas, que quiensabe donde las habían sacado de puroidénticas que eran, con el mismo defecto defabrica sobre las costuras derechas y el mismocorazoncitos rojo del lado del autenticocorazón rojo; idéntico blue jeans desteñido yagujereado a la moda, e idénticos zapatosblancos de goma. También fueron invitadoslos conductores y los recolectores mismo, asímismo, fueron invitados los vigilantes de laentrada del basurero y los cobradores de lasdiferentes cuotas por pagar de acuerdo con lacalidad y cantidad de la basura.La boda se fijo para el lunes de lasemana siguiente para tener tiempo deorganizar la celebración, y el resto de los díassolo se hablo de eso en el botadero de RíoAzul. Todos los vecinos del precarioparticiparon del evento Unica saco su únicovestido más o menos entero. Momboñombosintió de pronto el impulso de ir a la superficiea recoger de lo que había sido su casa sutraje entero y sus zapatos negros de cuero,pero fue solo un impulso...-¡Volver!... ¿y para que diablos voy y yoa volver?, como si necesitara algo de allá,como si no fuera suficiente con lo que heencontrado aquí, mujer e hijo, techo, amigos ycariño de sobra. De todos modos, aunquevolviera, ya nada allá arriba tendría sentido,con toda seguridad ya mi casa fue abierta ymis cosas tiradas a la basura; en la de menoshasta me vienen a buscar aquí mis cuatrochunches, porque a don Álvaro como que leurgía que yo me largara de ahí, como si elcerdo ese no tuviera suficiente plata como parano poder dar unos días por el alquiler de una


pocilga. Y aun si todo estuviera allá tal y comoyo lo deje ¿qué?, ¿cómo podría volver yo? Desolo pensarlo me dan nauseas...Volver, buscar con que abrir la puerta,mirar todo lo que ya me extraño, revisar denuevo todo para ver que nos sirve aquí, y loque no nos sirve tirarlo a la basura, es decir,traérmelo también... ¡que absurdo!¿Y si me diera nostalgia por todoaquello? Pero eso es imposible, yo ya no soyde allá. ¿Cómo podría yo reintegrarme a todolo que deje, vivir tranquilo ahora que heconocido a esta gente maravillosa? ¿Cómopodría yo volver a tirar algo a la basura?, creoque trabajaría solo para mandarles cosas porel correo de los camiones, esto para El Bacán:todos mis libros, esto para Unica: todos losperfumes y desodorantes que pudiera comprarcon un mísero sueldo, esto para el OsoCarmuco: todo lo necesario para su ministerio,esto para la Llorona: un muñeco de esonuevos que cualquiera confundiría con unbebe de verdad, plata para los novios, paraque ahorren y se casen algún día... ¿Y comopodría yo volver a tirar un desecho a labasura?, tirar por ejemplo los papeles delexcusado con su raya de mierda, si son de loque más apesta aquí en el basurero, porquenada es más hediondo que lo que el mismocuerpo bota porque ya ni el se lo aguanta. Nopuedo ni pensar tampoco en lo que haría conlos desperdicios de comida porque, como dicesiempre Unica, lo que aquí llega no es que nosirva, no, no es eso, es que la gente ya se haacostumbrando a tirarlo todo por la mitad y poreso es que ella siempre tiene desodorantes,pasta, cepillos de dientes, perfumes, toallasfemeninas, café, polvillo para hacer fresco... ycomo ella todo lo recoge y lo guarda en un solofrasco, los frescos son siempre de varioscolores y sabores.La gente, y yo lo se porque yo fui gentealguna vez, no sabe lo que bota cuando botaalgo; es como un acto mecánico, nada más veque algo ya esta por acabarse, lo agarra y lotira al basurero, todo revuelto, y tantas tantasveces se van cosas valiosas y se pierden,como aquel reloj que se encontró don Serlindola semana pasada y vendió en veinte milpesos. Y eso es por la costumbre esa detirarlo todo al basurero; es como digo yo, lafrente tira algo a la basura y en ese mismísimoinstante lo olvida para siempre, por eso es que,a veces, hasta es medicinal tirar algo a labasura, sobre todo si es algo que ha hechodaño, pero igualmente, todo viene a dar aquí,todos los ríos dan al mar, y tantas veces hastalas penas se reciclan solo para que la gentelas vuelva usar... Si yo volviera solo me traeríamis libros para regalárselos a El Bacán.-Entre unos buzos y unos guardassocarrones del lugar armaron a martillazos unasuerte de altar desde don de el Oso Carmucodiría su sermón. Las esposas de losrecolectores recolectaron cuotas para regalarlea la feliz pareja lo que más necesitara que fue,por supuesto, un saco de arroz. Entre lasmismas mujeres del basurero convencieron aEl Bacán de que se dejara rasurar sus barbasy bigotes y cortarse el cabello, por lo querecobro como por magia el aspecto de niño desu ultimo cumpleaños. Un vecino de Río Azulque se entero de la cosa, le envió aMomboñombo un traje viejo con corbata ytodo; le quedaba un tanto estrecho, pero fueimportante para darle ese toque de solemnidadque la ocasión requería. Todos aportaroncomida y alistaron los restos de licor que veniaen las botellas condenadas.-Guaro si que no va a faltar-, les dijoUnica a los buzos, -porque si hay gente quetraga guaro, esos son los ticos.-A El Bacán le pusieron un traje enteroque lograron reunir entre varios, con zapatosblancos y pantalones cortos que dejaban ver elpeluzal de las piernas del niño.La boda estaba listas para el lunes porla mañanita, pero hubo que postergarla para elmartes a la misma hora porque al OsoCarmuco le vino una fiebre de la emoción, loque lo tumbo contra su voluntad todo el día ensu cartón.Pero el martes, aun contra la sentenciapopular de que ni te caes ni te embarques, nide tu casa te apartes, en la colina del botaderode basura de Río Azul, entre la comitiva dezopilotes y el desfile de las moscas, larecolección de basura de la capital se viointerrumpida por el cierre de los portones y elcese del vaivén de los tractores. Como porartes de magia, la boda coincidió con la granhuelga de los recolectores de basura quedurante una semana tendría a San José apunto de asfixiarse en su propia porquería.Los trabajadores del servicio derecolección de basura de la Municipalidad de


San José suspendieron sus labores el cuatrode enero y demandaron la compra inmediatade diez unidades recolectoras más que alparecer, les habían ofrecido desde febrero delnoventa y uno.En el botadero, con vista hacia SanJosé por el noroeste, a Desamparados por elsur, hacia el verde sobreviviente de la colinapor el este, la congregación de buzossuspendió su trabajo para presenciar el actosolemne de la unión en matrimonio de UnicaOconitrillo y Momboñombo Moñagallo.El Oso Carmuco estuvo en pie a eso delas cuatro y media de la madrugada; temblabade frío y de emoción Desde feliz día en quehabía hallado aquel largo vestido púrpura, laBiblia, y había decidido colgarse los hábitosencima, había esperado algo asíansiosamente. Había realizado confesiones yabsoluciones entre los mismos buzos y habíaoficiado la misa de gallo, pero nunca habíacasado a nadie. Tampoco había asistido amisa desde su lejana niñez, por lo querecordaba muy vagamente el ritual.A Unica, la flamante novia, la entregoDon Retana, un hombre muy muy anciano quevivía cerca del precario, a quien Unica visitabade vez en cuando porque vivía solo.Momboñombo ya esperaba de pie en el altar.Don Retana, pese a que había sidomarinero y lo había visto todo en este mundo,tuvo que disimular el asombro y una risilladesdentada ver al Oso Carmuco tancaracterizado en su uniforme.-Hermanos, estamos aquí reunidospara unir a este hombre y a esta mujer ensagrado matrimonio. Ellos han decididocontinuar sus vidas en buceando a cuatromanos...--¿Qué es bucear a cuatro manos?-,interrumpió El Bacán.-Bucear a cuatro manos es remendar ados agujas.--¿Y remendar a dos agujas?--Pujar como uno solo.-¡Ah...!-Poneos de pie.-El Bacán llevaba un platito con losanillos que don Retana había donado a lacausa; habían sido de su propia boda y losguardaba entre sus cosas desde el día de suviudez.Los buzos aplaudían y silbaban cadavez que el Oso decía algo pero ello, lejos demolestar al cura, lo hacia sentirse orgulloso.-Hermanos, estamos aquí reunidosporque vivimos aquí y somos vecinos de Unicay Momboñombo.-El Oso Carmuco tenia un leve recuerdode que en las ceremonias se leían pasajes dela Biblia y luego se comentaban, por lo quecomenzó a leer el Antiguo Testamento.Después de diez minutos de lectura no muyfluida, El Bacán interrumpió para pedir permisopara sentarse.-Podéis sentaros en paz...-Cerro la Biblia y prosiguió: -Comohabéis visto, hermanos, Dios echo a Adán y aEva del paraíso porque algo sucio habíantirado por ahí; se comieron las manzanasprohibidas y dejaron el paraíso lleno decáscaras y de semillas; pero Dios envió a unángel con una escoba y los obligo a limpiartodo y a largarse, pero se tuvieron que llevar labasura con ellos. Después, Dios les dijo quese tenían que ganar la comida con el sudor dela frente, por eso siempre buscando entre labasura, por si les había quedado algo quecomer. Así paso que cuando murieron dejaronla basura a sus descendientes y la basura fuepasando de esa forma de mano en mano,hasta que llego a este basurero y esa fue laprimera basura que hubo aquí, por eso es quenosotros buscamos la comida aquí.Estaba en medio de su comentario,cuando un par de buzos adolescentes sepasaron detrás de el y le levantaron la sotanahasta la cintura dejando sus vergüenzas alviento, lo que provoco una carcajada general.Todos estaban contentos, y celebraron labroma gritándole al Oso “...mucha ropa, mucharopa..” El continuo su comentario, pero levolvieron a alzar la sotana, entoncesaprovecho lo que estaba aguantando desdehacia rato y les soltó un sonoro pedo en la caraa los bromistas. La congregación se revolcóde la risa un buen rato, a Unica hasta laslagrimas se le salieron de las carcajadas peroluego ella misma apelo a la calma y ordeno atodos que se portaran bien, “porque aquello yaparecía una fiesta de asnos”; lo decía sinpoder dejar de reír.El Oso Carmuco deliro un buen ratomás sin que nadie se percatara excepto donRetana y Momboñombo que pasaron viéndose


con mirada cómplice toda la ceremonia.Finalmente llego a lo que todo el mundo sabe,y dijo:-Señor Momboñombo Moñagallo,¿tomas a esta mujer como tu esposa, paraprotegerla, honrarla y quererla para siemprehasta que la muerte los recoja en su camiónrecolector?...--Si-, -¿En serio te quieres casar conesa vieja tan fea?...-Si-, y Unica le arrebato la panderetaque el había tenido en la mano toda ceremoniay le dio con ella en la cabeza.Todos volvieron a reír y ella alzo losbrazos en señal de triunfo, a la manera de losboxeadores.-Y tu, doña Unica Oconitrillo, ¿tomas aeste hombre igual de feo para lo mismo?--Si.-Momboñombo le dio otro golpe con lapandereta.-Bueeeeeno, tal parece que este par deviejos se quieren casar... ¡ja, ja, ja, ahora esque no los caso, ahora es que no los caso!-, sepuso a cantar el Oso Carmuco,acompañándose con la pandereta y brincando,pero todos empezaron a silbarle y tirarlecochinadas del suelo.Por fin volvió a su lugar y dijoseriamente:Si así lo hicieres, El os ayude, si no, Ely la Patria os lo demande..., ya podes coger ala novia.- Y todos aplaudieron, gritaron, tiraronporquerías para arriba y corrieron a abrazar alos novios y a echarles basura encima.Una vez terminada la ceremonia, elOso Carmuco saco devencijada guitarra queguardaba desde antaño y se puso a cantar unaranchera en honor de los novios:-“Dos cooooorazooones se dierooooon,se dan, se darán la manó...”-Momboñombo estuvo a punto de dejarviuda a Unica del ataque de risa que tuvoluego, en la embriaguez de la fiesta. Losbuzos comieron y bebieron y cantaron yfolgaron, porque, porque mañana, de seguroayunarían. El Oso canto todo el día entre elzumbido de las moscas y el lindo sermón de laboda.El Bacán jugo con otros niños, corrióentre los invitados, espanto a los zopilotes apedradas y lloro cuando fue reprendido por sumadre por maltratar a los animales. Unicaestuvo emocionada, igual que su esposo,durante la ceremonia; de cuando en cuando lebajaba un par de lagrimas por entre los zurcosde la edad. Entre suspiros y agarrada de lamano de Momboñombo, repaso su vida en losintervalos de seriedad de la ceremonia y pensóen su madre, Doña Tena, la del dienteprominente que sobresalía por su labio inferior,a la que cuido con su risible sueldo de maestraagregada todo el tiempo que le duro. Trato derecordar a su padre pero no pudo. Recordósus días de niña en zona rural y recordócuando abandono el campo hacia más decruenta años, cuando la trasladaron aDesamparados a terminar ahí su serviciodocente. Su madre ya había muerto y novolvió a ver a nadie de su familia nunca más.Definitivamente ese fue el segundo díamás feliz de su vida porque a pesar de todo,nada se podría comparar al día en que se hallocon El Bacán y empezó a ser madre... Ahoratenia completa a la familia.La ceremonia estuvo a punto de serinterrumpida por un grupo de policías que llegoa averiguar por que estaba cerrado el botaderoa esas horas de la mañana; creían los policíasque se trataba de un nuevo bloqueo por partede los recolectores o los vecinos, por lapresencia ya insostenible del basurero en esazona, o por el enredo de lo de la compra de lasdiez unidades, pero, al menos esta vez nohubo necesidad de romper barricadas ni dedispersar por la fuerza a los niños de laescuela del barrio ni a las amas de casa quesolían amenazar con agredirlos a escobazos.Los portones se dejaron abrir sin ningunaresistencia porque nada tenían que ver con lahuelga de los recolectores; si no llegaban loscamiones atiborrados de basura, tan lo mismodaba que hubiera o no acceso al botadero.Durante la semana de la huelga,muchos buzos decidieron lanzarse a las callesde la ciudad dado que los camiones y labasura, como si de repente un marabandonara sus playas, se habían ido, y elsustento había que ir a buscarlo dondeestuviera. Pero un buzo en las calles de SanJosé es un marinero en tierra: andaban todosmareados.Las lineales aceras y las callesirremediablemente rectas les daban a losbuzos una sensación de infinitud que losdescompensaba. Una acera o la del frente no


le decía lo mismo a los buzos que a losciudadanos; para ellos la red de calles noimplicaba ningún principio de orden, a vecesse pasaban hasta una hora girando en torno ala misma cuadra sin percatarse, a pesar deque conocían bien la ciudad, Cruzabancientos de veces la misma calle, de una aceraa otra, de una acera a otra, sin mayorpreocupación por los vehículos que loslapidaban a bocinazos; se metían a losestablecimientos para nada, daban una vueltadentro y, o salían por sus propios pies, o losechaban a empujones, porque sus esquemasde circulación estaban programados sin callesni aceras, ni semáforos, ni gentes de lasuperficie. Al caminar en un espacio abierto,los buzos reproducían los limites del basureroy los pasos que allá debían dar para revolcarvarias veces en el mismo sitio. Cruzaban lascalles, caminaban en círculos con la maníacomo de gallina, de remover el suelo con lospies; varias veces caminaban veinticincometros y se devolvían, chocaban con lagente... Eran un desastre y ni siquiera sepercataban de que estaban borrachos odrogados, o locos en el mejor de los casos;pero no había nada de otras coordenadas, suvista estaba especializada y su oído atrofiado.Su mareo de tierra lo provoca el pavimentoinamovible, su mirada extraviada de animalsalvaje puesto de pronto en la ciudad laprovoca la búsqueda de objetivos que, comopintados con los transeúntes que se losbrincan, los esquivan, los detestan... pero nolos ven, y los buzos llegan a formar una unidadindisoluble con el bote de basura para el quelos ve comiendo directamente de la boca de unestañón de basura; los buzos son eso con loque nadie desea tropezar.Al cuarto día de la huelga de losrecolectores, la Municipalidad de San Joséinicio gestiones ante otros concejos y elMinisterio de Obras Publicas y Transportespara echar a andar un plan de emergenciapara recoger la basura de las calles de laciudad. Se calculaban en dos mil lastoneladas métricas de basura que ya estabanevocando al fantasma de la peste, y losvecinos de la GAM seguían sacando la basurade sus casas a las aceras donde los buzos, losperros y otras plagas la atacaban. Muchosdueños de establecimientos comercialesoptaron por alquilar servicios privados derecolección para deshacerse de su basura. Eloperativo tuvo éxito... salvo el pequeño detallede que nunca se supo que hicieron con labasura recolectada. La municipalidad adquirióvehículos y trabajadores prestados quienes,bajo la custodia de la Fuerza Publica,recogieron esa noche unas cuantas toneladasy el viernes ocho de enero llego a feliz terminola huelga de recolectores, cuyo pliego depeticiones fue aprobado.Un segundo después de recogido elultimo montículo d basura ya nadie recordabani la huelga ni las calles atiborradas ni loshumores de los desperdicios, todo eso habíasido enviado a Río Azul, al gran botadero, parael solaz y la salud de los ciudadanos.El regreso de los camiones fue recibidocon alegría en el basurero. Todo había vueltoa la normalidad justo cuando se comenzaban aagotar las reservas de los de abordo.En los periódicos atrasados llegotambién la noticia de que el gobierno estabaestudiando catorce sitios “ofrecidos porparticulares y otras entidades” para laubicación del nuevo relleno.De las catorce finalistas, la comunidadde Orotina fue la primera en ser llamada ydesfilo en traje de gases lacrimógenos cuandola policía antimotines enfrento a unos milquinientos vecinos que bloquearon, en señalde protesta, algunos puntos de la carreteracostanera que conduce a Quepos. Desde elsábado por la madrugada, los vecinoscolocaron camiones en Cuatro Esquinas y enPozon de Coyolar. Nadie se hacia a la idea deun relleno a la vuelta de su casa, ni a eso deque la basura viajaría kilómetros en tren hastael nuevo lugar de su descanso eterno. Losgases lacrimógenos obligaron a los vecinos arefugiarse en un salón a orillas de la carretera;luego se llego a un acuerdo pacifico entrellorones y policías. El sacerdote, presidentedel comité cívico contra la instalación delRelleno se quejo ante la prensa de haberrecibido gases a cambio de los refrescos quelos vecinos le habían ofrecido a los policías yaseguro que se estaban tomando medidas porsi el gobierno insistía en colocar hay elbasurero. A pesar de las imágenes de niños,mujeres y ancianos, además de los hombres,afectados todos por los gases y alguno queotro empujón por parte de la fuerzaantimotines,! Orotina estaba en pie de guerra!


El gobierno dijo no entender la actitudde los vecinos de Orotina, pues solo se habíael nombre como posible ganador, nada oficialaun... y suya en el misterio el mutismo quetenia en vilo al país. Nada se decía, nada dehumo blanco... Des ves en cuando algunapronunciación a favor de transporta la basurapor vía férrea. El ministro de salud aseguroque el basurero seria instalado en unacomunidad de la que nunca se había hablado,por eso “nadie se podía quejar porque lapropiedad no tenia caseríos cercanos, aceptola casa de un peón”, (claro que quedo en elmisterio lo que habría dicho, si se hubieratratado de la casa de un millonario).Las finalistas pasaron una semanaentera con el alma en un hilo. La Uruca,Orotina, la preferida del jurado Turrucares,Turrubares, Atenas, pero no fue sino hasta elquince que Esparza fue la que quedo con laboca abierta cuando por decreto fue electaMiss Nuevo Relleno Sanitario.Los vecinos de Orotina gritaron ylloraron –llanto natural, esta vez-, y secongregaron en el templo para presenciar portelevisión el discurso del ministro en el cual, seles confirmo la exoneración de sus terrenoscomo depositarios de lo que nadie quiere ensus casas. El padre puso orden y dirigió unacto religioso de acción de gracias porintervención divina en los asuntos delgobierno.A eso de la siete de la noche unos milquinientos vecinos de Esparza estaban en lacarretera interamericana protagonizando unbloqueo, pero la fuerza la publica ya estabaochocientos policías antimotines y esperabanigual numero de efectivos. El gobierno noestaba dispuesto a permitir la interrupción delpaso de esta carretera. Por su parte, losnoticiarios no dejaban instar a los pobladoresde Esparza a colaborar, a “se poner su actitudegoísta” pero el lugar había sido elegidocriterio más aya de lo lejano, un par deKilómetros, de las oblaciones cercanas. Elestudio de impacto ambiental no se habíahecho. El presidente dijo, como quien noquiere la cosa, el estudio un no se habíarealizado pero que sus resultados serianpositivos...-¡Vez!-, le dijo Unica Oconitrillo aMomboñombo Moñagallo cuando el leía lasnoticias, -...si hay estudio, pero esta sinhacer....-Los diarios del diecisiete de eneroamanecieron con grandes titulares, pues laviolencia había estañado en Esparza. Lafuerza de seguridad lanzaron contra losvecinos granadas de gas lacrimógeno, e hizosu aparición un tanque-bomba de agua, queseis meses atrás aun dormía el seño de losjustos en un rincón del aeropuertointernacional. Veinticinco metros de alturadesde su punto más elevado llenaron depaniquico a los vecinos que bloqueaban lascalles. El tanque había venido de EstadosUnidos (¡quien lo diría!) hacia cosa de veinteaños, presto servicios de urgencia diez añosen el departamento de bomberos delaeropuerto Juan Santamaría y fue dado debaja. Pero fue descubierto por oficiales depolicía inspirados en los programas detelevisión, y el gobierno le dijo: “!tanque,levántate y anda!”, además de una inversiónde dieciséis millones de pesos en sureparación, en la reconstrucción de su motordiesel de ocho cilindros, la caja automática yreparaciones en la cabina para disparar aguadesde ahí, a través de una manguera muygruesa, a cuatrocientas libras de presión.Cuando el tanque entra en acción lo acompañaun vehículo cisterna que lo abastece con dosmil litros de agua. Los gases y el duodinamicode los carros de agua despejaron el área encuestión en ocho minutos los vecinos huyeronheridos, mojados, humillados y ofendidos, eintoxicados por los gases al punto que fueronnecesarias cuatro unidades de las cruz rojapara atenderlos. Entre los perjudicados secontaba tres recién nacidos aseguraron losdiarios. Un reportero que había venidocubriendo los acontecimientos desde díasatrás, aderezando la sin informaciones concriterios personales no muy autorizados, fuealcanzado durante el enfrentamiento por unproyectil contra su cabeza, y le removieron lasangre junto con sus apreciacionespersonales.Todo se lo leía en vos altaMomboñombo a Unica y ella hacia un esfuerzosobre humano sobre humano para compartir lapreocupación con su maridos sin lograrlo deltodo, en parte porque ya se le había pegado el‘carpe diem’ buzos desde hacia muchosaños...


-El señor preverá, Momboñombo, no tepongas así. Vos sabes que así es todo eneste país, un pleito, un agarronazo y despuéstodo sigue como si nada hubiera pasado.--Deacuerdo. Unica, pero la diferenciaes que hasta ahora nunca habíamos visto quela policía utilizara esos métodos para dispersara la gente, ¿no oíste?, no eran criminales losque estaban protestando, eran los propiosvecinos del lugar y habían mujeres, niños yancianos como voz y como yo, y los fumigarona todos porque de un día para otro les avisanque el nuevo basurero lo van a tener en sucomunidad, en Cabezas de Esparza, comoquien dice, Unica, en sus cabezas. Yo te loestado diciendo, nos van a echar de aquí y nova ver para donde irse. Pero aquí nadie mehace caso, todo el mundo esta ahí esperandoque pase los nublados del día y nadie sepreocupa...-Eso de los nublados del día se debe alnuevo frente frío que amenaza al país...-,apunto El Bacán quien leía sin entender mayorcosa de un diario de esos días.-Lo peor de todo es que en este enredode lo de la basura, todo el mundo tiene razón ytodos están equivocados. Mira, Unica, losvecinos de por aquí de Río Azul San Antonio,Tirases y todos esos, tienen razón llevanveinte años soportando esta barbaridad sitregua...--¡Ay!, no sea ingrato Momboñombo nole digas barbaridad ¿no vez que aquí vivimos?-, protesto Unica.-Tregua... tregua...tregua...-, se repetíafascinado El Bacán.-Si que lo digo barbaridad, porque si no,decime ¿cómo se le puede llamar a eso devivir entre la basura?, y no me digas que es yono soy un buzo profesional y que todo eso esporque todavía no me he acostumbrado...Pero bueno... Después, por otro lado,, cadadía hay más basura y no hay donde botarla yla gente le exige al gobierno una solucióninmediata y el gobierno dice que no hay platacomo reciclar la basura que seria lo máslógico...--Lógico..lógico...lógico...--... Pero si hay plata para hacer untanque-bomba del tamaño de un dinosaurio...Si si, Bacán, ya se,“Dinosaurio...Dinosaurio...Dinosaurio”.-Y ahí siguió el viejo con su cháchara,hablándole a El Bacán porque Unica ya sehabía hastiado de escucharlo y se había ido asus quehaceres. Tenían que reorganizarsedespués de lo de la huelga de los recolectores,que además de lograr su objetivo, habíadejado que toda la basura de una semana sepudiera en las calles de San José y, aunqueparecía un chiste de mal gusto, su hedor eradesagradable aun en el basurero.Momboñombo Moñagallo se estabaobsesionando con el tema del basurero;andaba malhumor esos días y comía menosante los ojos preocupados de Unica, que optopor esconderle los diarios, pero llegaban tantosejemplares cada día, que era casi imposibleque no los leyera.-¡Es que así son todos los hombres..entre más viejos más necios!...--¡Te oí, Unica, te estoy oyendo!, pero eldía que nos vengan a sacar de aquí y nospongan en media calle sin techo y sin sustento,vas a ver, y vas a tener que decir...‘Momboñombo tenia razón’; pero como unoaquí es como un muñeco pintado color dehormiga; por un lado, el gobierno no da elbrazo a torcer: que reciclar costaría un ojo dela cara, por otro, el Ministro de Seguridadpromete mano firme, por otro, los vecinos deEsparza dicen que van a seguir metiendocabeza hasta lograr algo, por otro, el resto delos ticos se pasa el problema por el culo, porotro, todos dicen que el Presidente metió lapata, por otro, todos el mundo esta hasta elcuello con la basura, por otro, todas lascomunidades zafan el lomo cuando les hablandel relleno, finalmente, todos dicen quetendrán que pasar sobre sus cadáveres paraponerles el basurero en su vencidario, ynosotros estamos hasta la nariz de porquería...Como ves, Unica, no se ha quedado quien notenga involucrada alguna parte del cuerpo enel problema.--¡Momboñombooooo, callaaaaate, yano te agauntooooo!- Y el viejo se levanto ysalió del tugurio refunfuñando y pensando quetal vez era cierto que aun no se habíaconvertido en un buzo autentico, que todavía lequedaba un gramo de conciencia paradetenerse a pensar que lo del relleno enEsparza era una locura, que le saldría carísimoal país, que aquello iba aparar en un montónde pequeños rioazules por todo San José en


los llamados ‘centros de transferencia’ comoexplica el periódico, es desde donde cadacomunidad va a empaquetar la basura paraenviarla ala Estación del Pacifico dondenuestro desvencijado ferrocarril la llevara apasear por todo lado hasta llegar a Esparza,donde... ¡Como no se venga otro terremoto yreviente el relleno y quede todo el mar lleno deporquería... ,o no se vuelque el tren...!, y...Elviejo alzo la vista en ese momento. Era yatarde noche y había luna. Una luz pálidasimulada las fosforescencias de las olas delmar conforme la luna cruzaba el basurero enuna lenta consumida de brazadas impasibles,que clarifican la turbulencia y daba laimpresión de que se le podía ver el fondo alestanque de las ilusiones vanas, al paso deSelene desnuda. Momboñombo se quedocomo hipnotizado viendo el paisaje nocturnoen la quietud de una de esas noches sincamiones recolectores ni la ubiquidad de losbuzos. Silencioso y sin luz artificial, hasta elbasurero adquiría cierto encanto apocalípticodonde miles de luciérnagas sin intermitencia,igual una lata de gaseosa o la envoltura de loscigarrillos, o una moneda, o el tesorosumergido de un galeón, recolector fantasmade las basuras de los tiempos, navegando solopara que la historia tu tuviera donde botar loque le estorbaba.Todo brillaba diafanamenteatravesando con su luz el hedor, como con unfilo sin daga.El viejo contemplaba de cuclillas, luegoavanzo un poco hasta uno de esos troncos deplaya desde donde se mira al mar, un estañónhundido a lo largo a lo largo hasta la mitad. Sesentó y se le apaciguo el espíritu. En esosintió el abrazo de Unica, que había salido abuscarlo envuelta en su cobija.Antes de abrazarlo lo había observadoun rato. Se envolvieron ambos en la cobija yse quedaron mirando lo que parecía ser unpesquero en línea del horizonte. Ella seagacho a alcanzar una lata de coctail de frutasque flotaba por ahí y se llevo al oído, despuésse la puso a Momboñombo en su oreja paraque escuchara dentro el eco de las olas...-Dicen...,- le dijo Unica, -que si uno sepone un tarro en la oreja puede oír el ruido delos tractores.-El tiro lejos el tarro y se besaronsalobremente, como saben las bocas de losque se besan en el mar.Los Moñagallo regresaron reconciliadoscon el mundo a su catre matrimonial a tratar dedormir el resto de la madrugada para reponerfuerzas que serian necesarias en la india deldía siguiente.Los días se pasaban hasta de tres entres sin que hubiera forma alguna de enfilarlosen el mecanismo rígido de la semana, sobrelos rieles de los meses, en la ruta de los años.Momboñombo siguió leyendo los diarios, perotrato de hablar menos de la cosa,, sobre todocon Unica porque no quería hacerla sufrir, nocon el problema, pues nadie sufre lo que novive y, definitivamente, Unica estaba tan almargen de la información que lo que el le leíale parecía como si se tratara de otro basurero,en otro país y en otro planeta. Pero enero nose fue invicto... los vecinos de Esparzaanunciaron que el documento legal recurso deamparo en la Sala IV; también amenazaroncon tomar fuertes medidas si el gobierno nodeponía el decreto.Por su parte, el gobierno habíaadjudicado la construcción del relleno a unacompañía extranjera, y a esas alturas ya seestaban iniciando los tramites para empezar loestudios de viabilidad del proyecto, con unainversión inicial de entre cuatro y cincomillones de dólares, para una virtual vida útilde treinta años del relleno, y para beneficio delos trece cantones de San José y cuatro deCartago; pero a costo de la imagen y losproblemas ambientales, por añadidura, de lacomunidad de Esparza.Para un bando la cuestión se reducía aque algo había que hacer con la basura; parael otro, que fuera lo que fuera no podía ser ennuestra comunidad, porque además... ¿Acuenta de que tenemos los esparzanos quetragarnos la basura de San José y Cartago?, siya tenemos suficiente con el mar, que lo tienenhecho un basurero al pobre...”VLE daba miedo... A veces le daba muchomiedo. Sobre todo cuando se le ocurrían esascosas mientras estaba buceando. También ledaba mucho miedo cuando se descubría a simismo después de un par de horas de buceo yse encontraba con un extraño que había


uceado automáticamente, mecánicamente,como se debe bucear, porque como buceabantodo ahí, o casi todos, o algunos, porque comodicen que ‘cada cabeza es un mundo’ tampocopodía el asegurar que nadie pensara en algopor simple que fuera mientras buceaba. Peroel los veía a todos y en todo veía esa mismaexpansión en la mirada, todos, todos, desde suUnica Oconitrillo, hasta el buzo que leresultaba más desconocido.Ahora podía distinguir entre un mendigoy un buzo sentados uno al lado del otro en susharapos: el mendigo alza automáticamente lamano con la palma hacia arriba. El buzo labaja con la palma hacia abajo y los dedoscomo independientes, listos para agarrar. Lamirada del buzo esta conectada a su mano; ladel mendigo esta dirigida hacia aquel a quienapunta su suplica. Pero en apariencia, los dosson idénticos, y como ambos son floraintestinal en el digestivo de la sociedad quepoco ha ido perfilado como su cometido elfagocitarlo todo para después hacerlo mierda,el mendigo es una parásita que esperapaciente la savia, mientras que el buzo es unaplanta carnívora despidiendo el aroma queatrae a las moscas, tomando sin pedir lo que lagente desecha...Pero a Momboñombo Moñagallo ledaba mucho miedo porque lograba intuir queestaba elucubrando sus últimas ocurrencias,que poco a poco se le iría incorporando más ymás comportamientos de los buzos, y el másalarmante era ese... el de bucear horas dehoras con la mente en blanco, con los cincosentidos, uno en cada dedo, aguzados pensarcon la mano que revolcaba entre la basura. Lamano había aprendido a ver con ojos de rata, aoler con percepción de zopilote, a degustar conlengua de mosca, mientras allá arriba en sucabeza, el oído se cerraba con la ignición delmotor de los tractores, el olfato había muertohacia varios meses, los ojos dormían abiertosuna suerte de vigilia de zombie de la que cadavez resultaba más difícil salirse. Se estabavolviendo cómodamente autista durante lasjornadas laborales y solo de tarde, casi noche,le empezaba a interactuar con su familia. Lellegaban destellos de conciencia y seestremecía del mido de haber muerto ya hacíacinco meses y llevar ese tiempo de huéspeddel infierno; pero algo lo hacía desechar suteoría: en el infierno no podía haber tantaternura hirsuta, ni cariño en bruto de parte desu esposa y su hijo ni la amistad que leprodigan los pocos de abordo, ni la indiferenciade los muchos de los de paso.-Unica, me esta empezando a picar elculo... Vamonos de aquí antes de que nosechen, porque que nos echan nos echan.-Pero ella siempre lo consolaba diciéndole queno empezara otra vez con eso, que no los ibana echar, que ¿adonde irían?, que eso era elúnico hogar que El Bacán había conocido entoda su vida, que ahí se quedaría la Llorona ynadie la iba a cuidar...-El Oso Carmuco la va a cuidar... ¿O note has dado cuenta como la cuida a veces ensu casa...?-¡Ay, que Momboñombo este más malpensado!, el lo que cuenta es que la confiesa ya ella le gusta...--¡Por favor, doña Unica Oconiitrillo!, nome decepciones... ¿Acaso no te has dadocuenta de que la confiesa do o tres veces porsemana?--¿Y eso que tiene de malo?--De malo no tiene nada, lo que a ella legusta es la penitencia.--Cállese, Momboñombo, que lo va acastigar Dios por hablar así.. Además, ellaesta loca y favor que le hace si hace eso queestas diciendo.-Y Momboñombo se mordió la lengua.La clausura del botadero estabavolviendo a ser noticia pero esta vez paracomenzar la marcha de su demora.El Presidente se había comprometido aque el nuevo relleno comenzaría a funcionar elprimero de junio y los vecinos de Río Azul acerrar el viejo basurero el treinta de abril; perolas reparaciones en la vía férrea, en el tren, enel terreno de la finca en Cabezas de Esparza,y un sin numero de detalles y millones depesos, hacían previsible la imposibilidad de sucierre para esa fecha.Por eso entonces de su segundo frentefrío al país a menos de quince días deconcluido el anterior que registro temperaturasde hasta trece grados centígrados en el ValleCentral y, de nuevo, El Bacán se quería volveral revés de los ataques de tos. El frío leafectaba y le debilitaba sus ya de por si débilespulmones. Unica se pasaba la noche en vigiliafriccionándolo con los ungüentos rancios y los


álsamos añejos que recogía, pero El Bacánsolo lograba dormir si le calentaban el pechocon agua casi hirviendo en una bolsa de hulepara ese efecto, que llego sin su tapa albasurero.Unica se las ingeniaba para taparla conun tapón de corcho envuelto en un pedazo deplástico asegurando con ligas, pero una vez eltapón había cedido y a eso debía la cicatriz dequemada sobre el hombro derecho del niño,desde entonces había que esperar a queestuviera muy cansado ya para ponérsela sinque se negara.A Unica también le afectaba el frío,pero en sus piernas, y a veces hasta pasabarenca durante todo un frente frío sin dejar porello de bucear a diario.-Hasta el frío nos jode en estelugar...!Quien lo diría, que en el mero infiernoíbamos a tener que calentar agua para unresfrió...!Pero la responsabilidad de cuidar a lafamilia inyectaba nuevas fuerzas en elaprendiz de buzo. Era como si eso lo sacaradel letargo en el que caía los más de los días,idénticos a si mismos como latas comprimidas.E año había empezado frío, como conganas de seguir en las mismas del anterior;pero durante febrero, el tema del basurero ibadejando de ser febril. Se hablaba más de lasposibilidades de reciclaje, pero solo a un nivelmeramente teórico, con esas cifras que nadiepuede entender, como eso de que en CostaRica se desperdicien tres millones de botellasplásticas por mes... ¡Treinta y seis millones debotellas plásticas al año... coño! Eso quien loentiende, porque nadie las puede ver todasjuntas. También se hablaba de la cloaca acielo abierto en lo que se habría convertido lasredes hidrográficas de la GAM, y de los ríosMaria Aguilar, Virilla, Torres, Tiribi, Segundo,Grande, Ocloro y Tarcoles, así como lasquebradas Lantisco, Negritos, Bermúdez yRivera, que cruzan Alajuela, Heredia y SanJosé, que sencillamente estaban agonizando.Todo tipo de desechos iban a parar a ellos sinreparo alguno: llantas de autos, la mierda detodos, las mieles del café de las industriascafetaleras que significan el sesenta por cientode la contaminación fluvial, los desechosquímicos, los casi mil galones de bunker, queen un accidente fueron a parar a la quebradaRivera y provocaron un incendio.... ¡se nosquemo un río!... Todo ello hacia pensar aMomboñombo que cualquier parte del país adonde huyera con su familia seria igual queestar en casa, porque al fin y al cabo, todo elpaís se estaba convirtiendo en un basurero yno había ya ni un solo habitante que pudierajactarse de no tener algo de buzo aun en lomás intimo de su corazoncito, porque todos,absolutamente todos, nos vemos obligados abucear en las profundidades del humo de losescapes en busca de un poco de aire pararespirar; todos, absolutamente todos, nosvemos a bucear en las profundidades de lasaguas contaminadas en busca de algo beber;todos, absolutamente todos, nos vemosobligados a bucear entre la basura quehablaban los políticos en busca de una actitudsincera que reflexione auténticamente. Peroya estaba llegando el momento en queMomboñombo Moñagallo olvidaba casiinmediatamente las ideas que le venían a lacabeza; a menudo le sucedía que en instantemismo en que se le enmarañaba en la lenguay terminaba por no decir nada más que unenredo de murmullos que se callaban cuandoUnica se desesperaba y le gruñían un “deja dehablar con el diablo, carajo.”, y surtía el efectode un exorcismo porque el viejo como quereaccionaba y se le ordenaban un poco lasideas.-¡Cada día me vuelvo más bruto...!--Mejor, así se sufre menos...-Pero mal consuelo era atisbar que yano llegaría a encontrar entre el basurero de laspalabras, la poesía reciclable de decirsimplemente que no estaba de acuerdo enreducir todo, naturaleza y todo, a la mínimaexpresión del desecho irretornable.Momboñombo Moñagallo se propusohacer algo antes de que el gran botadero setragara también su conciencia; se propuso salirde ahí, sacar a su familia, dar la lucha,erradicar el buceo... en fin, se estaba poniendosenil.No escatimo esfuerzos por explicar lasituación a los buzos de la manera más claraposible. Sin embargo, y por más que todosinsistieran en que si comprendían la cosa, algoen sus caras, o más bien en sus ojos nodejaba de preocuparlo. Ellos no estabanentendiendo lo grave de los acontecimientos;para ellos la cosa se limitaba a una rabietamás de la comunidad de Río Azul y como


siempre, la policía llegaría a poner todo enorden y ya, todo en el basurero volvería a suinmundo cauce.Momboñombo decidió dejar de hablar ycomenzar a escribir. El nunca le había escritouna carta a nadie ni la había recibido de nadie.Había leído, eso si, la correspondenciaescogida de Hesse, alguna que otra carta queescribiera o recibiera Neruda y una carta porahí y otra por allá de las que circularon entrelos literatos, por lo que tenia en alta estima elarte de la correspondencia, pero el nuncahabía escrito ni siquiera un telegrama, lo cualno fue óbice para que tomara algo del dineroreunido en esos días y se dirigiera a lapulpería. Volvió con un cuadernillo escolar deveinte hojas de caligrafía, porque no habíaotro, y un lapicero azul; se acomodo en casadel Oso Carmuco porque ahí no llegaría ElBacán a interrumpir ni a demandar atención yporque el Oso Carmuco había rescatado haciatiempo un escritorio de madera de esos queusaban antes en las escuelas y que ahora soncotizadas o por los coleccionistas deantigüedades, o por los recolectores debasura. Se sentó cómodamente en una sillaimprovisada y escribió algo así después de lafecha:“Estimado Señor Presidente de laRepublica: Muy respetuosamente le mandoesta carta para ponerlo al tanto de ungravísimo problema que usted ya conoce.Mi nombre es MomboñomboMoñagallo, o mejor dicho, mi nuevo nombre,pues lo uso desde el día en que me vine a viviraquí al precario de Río Azul entre lacomunidad de los buzos.Nunca antes había escrito una carta, niuna carta ni gran cosa. La ortografía va dememoria, eso si todavía no me falla, y lasoraciones ahí van, como Dios quiera.Por lo que he estado leyendo losúltimos meses de la clausura del basurero, meveo en la necesidad de hablar en nombre delos que conformamos la comunidad de losbuzos. Como usted ya sabe, habemos cientosde personas que vivimos de lo que la gentebota a la basura y aunque como dice doñaUnica, mi mujer, que más de la mitad de lo quel agente bota no es basura, sea como sea, laverdad es que nosotros vivimos de eso.No es que nos opongamos al cierre delbasurero, no estamos ni a favor ni en contra,sino todo lo contrario.Nosotros estamos de acuerdo con losvecinos de Río Azul y San Antonio deDesamparados, ya aquí no se puede vivir de lahediondez y el mosquero. Pasamos enfermostodo el tiempo, El Bacán, mi hijo adoptivo,padece de un asma que ni para que le cuento,a veces no nos deja dormir de los ataques quele dan, y eso es por vivir aquí en el precarioporque nunca hay aire puro para que corra yjuegue. Mire, Señor Presidente, yo nuncahabía padecido de nada, solo una vez tuve unagravedad pero eso fue hace muchos años y yani me acuerdo de que fue, pero apenas mevine a vivir aquí padezco de los bronquios quees un gusto y me salen salpullidos por todaspartes y eso es porque aquí el aire esmalsano.Entonces, para que usted vea, soy dela opinión de que el basurero hay que cerrarlo,pero es que no es ese el problema, elproblema es que, y no se si usted ya se hapuesto a pensar en eso, el problema es que¿qué vamos a hacer nosotros? ¿de que vamosa vivir cundo el basurero la cierren?, porqueseria muy fácil decir que es que nos vamos acambiar de casa, que ahora vamos a vivir enEsparza o en Puntarenas, o donde pongan elbasurero, pero como usted sabe, porque lodicen los periódicos todos los días, elbasurero va a ser privado, o sea que lo máspublico del mundo que es la basura, ahoraresulta que va a ser privada y dicen que no nosvan a dejar ni vivir ahí, que seria mucho mejorque aquí porque el mar esta cerca y el aire delmar es bueno para los bronquios, ni nos van adejar ir a bucear allá, y es que no es ese elproblema, el problema es que si existiera otracosa que nosotros pudiéramos hacer paraganarnos el pan, pero mucha gente aquí nosabe ni leer ni escribir ni hacer otra cosa querebuscarse una platilla con lo que seencuentran en el basurero. Yo le escribió estacartas porque aunque usted dice que elbasurero de Río Azul esta tan solo a cincoKilómetros de Casa Presidencial y que ahí noha pasado nada, tal vez usted no sepa lo difícilque es para nosotros ganarnos el pan. Losque vivimos aquí tenemos que aguantarnos elmal olor y las cochinadas de los zopilotes, lasmoscas y las cucarachas que son peores,


porque por lo menos las moscas duermen,pero las cucarachas trabajan jornada continuay hay de noche y de día. Y los que buceanpor las calles de San José, no solo se tienenque aguantar que de todo lado los corranporque riegan la basura, sino que tambiénviven respirando el humo de los carros y esaes otra porquería que enferma al agente.Mire, Señor Presidente de la Republica,el caso es que no esta bien que hayamospersonas que tengamos que vivir entre labasura, pero tampoco es el caso de que atodos va a estar en manos de la empresaprivada. Yo he oído eso de que la empresaprivada produce libertad y no estaría nada malque nos liberaran de vivir aquí como presos,porque nuestra única falta es hacer nacidopobres, pero tampoco se puede decir que unoes libre si se esta muriendo de hambre. Yo heleído muchas veces eso que dijo San Guinetide que donde hay un costarricense, estedonde este, hay libertad, y será que yo no soymuy religioso que digamos pero yo a ese santono lo conozco y por eso me atrevo acontradecirlo, porque aquí habemos muchoscostarricenses y ninguno es libre, todospasamos más penurias que los que están en lapeni y todos somos más esclavos de lo queusted se imagina, es como si estuviéramosamarrados de pies y manos a este basurero yahora que los periódicos dicen que lo van acerrar, imagínese usted, es como si de prontoDios mandara a decir que va a cerrar el mundoy que lo va a pasar para Marte, imagíneseusted, que haríamos nosotros. Usted mepodría decir que ya hay cohetes para ir aMarte, pero y si el mundo que va a abrir alláfuera privado, ¿qué? Porque nosotros tambiéntenemos pies como para ir caminando hasta elnuevo basurero, la cosa es que si no n os vana dejar entrar ¿para que nos sirven?Yo soy un caso aparte, yo me vine avivir aquí en parte porque me dio la gana, yome bote a la basura, pero aquí hay tantagente, como El Bacán, por ejemplo, que nacióaquí y este es el único mundo que conoce.¿Qué va hacer El Bacán?, lo único que el sabehacer es leer, ¿de que va a vivir cuando lefaltemos Unica y yo? Y así hay tanta genteque sólo vive de los que los demás botan nose si me entienden, yo les digo que tal vezhablando con usted algo se pueda hacer, yoles digo que yo hasta conocí a su papa, que talvez usted me quiera escuchar porque aunqueestemos tan cerca de la casa presidencial yose que hay cosas que no ven si uno no afina elojo y cosas que no se huelen si uno no afina lanariz.Tal vez lo que nosotros necesitamostambién sea una de esas famosas movilidadeslaborales de las que tanto hablan los diarios,para que nos pongan a trabajar en otra cosa ynos den garantías sociales, porque por aquí nose arrima nunca un medico ni un trabajadorsocial, aquí no se arriman ni siquiera esospanderetas que andan en los buseshablándole ala gente de la perdición de susalmas, mientras hay aquí cientos de almas quese están muriendo pero de hambre y de asma.Tal vez si usted nos consiguiera trabajo en otraparte donde nos enseñen a hacer algo útil,claro, y mientras nuestros niños pueden ir a laescuela, y que nos den una casita humildepero por lo menos mejor que los cartones y laslatas de cinc en las que vivimos, y entonces siquieren privatizar la porquería que laprivaticen, pero sin dejarnos sin sustento atodas las personas que vivimos aquí.Usted podría pensar que qué nos va aponer a hacer, si no sabemos hacer nada yque como nos van a dar casitas a nosotros quetodo lo destrozamos para venderlo; peropiense primero que nada de eso lo hemoshecho los pobres por malos que somos o pormal agradecidos, no cuando un pobre haceeso con la casa que le regalaron, essencillamente porque no sabe hacer otra cosa,eso lo hace como por un instinto pero nonatural sino aprendió, yo se que no hayinstintos aprendidos, pero le pongo el ejemploporque yo creo que así es como funciona lacosa, como un instinto aprendido. Pero siusted nos consiguiera buenas condicionespara que no tuviéramos que hacer esas cosas,yo le garantizó que algo bueno podría salir detodo esto, sobre todo porque esta gente deaquí es gente que si se adaptaron a vivir entrela basura, ya no hay a que no se puedanadaptar y es solo un poquito de educación loque necesitan. Yo que ya llevo varios mesesviviendo entre ellos le podría ayudar, conmucho gusto, a ver por donde comenzamos aeducar a esta gente, porque son buenaspersona, lo malo es que se visten muy feo y nose bañan y huelen muy mal, aunque ya a mi nome huelen a nada, pero eso no es culpa de


nosotros porque aquí ni agua hay, pero siusted los conociera vería que yo tengo razón yque no es justo que hayan gentes que tenganque vivir así. Lo demás me gustaría decírselopersonalmente, por lo que espero que uste nosconteste pronto esta carta y nos escuche.En espera de su amable atención sedespide.Momboñombo Moñagallo.”El viejo salió tan contento de lo del OsoCarmuco que apenas se aguantaba las ganasde decirle a toda la comunidad que ya estabaresuelto el problema.Se envalento, tomo un poco más de menudo ysalió sin decir nada a nadie,; eso si, se lavo losdientes antes de partir.Bajo la cuesta, paso el puesto devigilancia de la entrada, saludo a los guardias,camino pasando la mano por la malla del patiode la escuela y llego por fin a la parada del busde San Francisco-Río Azul; espero cuarenta ycinco minutos y lleno de emoción tomo elautobús sin percatarse de las miradas derepudio de la gente.El viejo iba sentado en el primer asientoy sentía de pronto como pequeños mareos depuro desacostumbrado que estaba a eso deandar en bus. Escucho atentamente un barulloque se le coló por el embudo de los oídos...¡era música! No escuchaba música desde eldía de su llegada al precario; se emociono másaun: -¡Un bolerazo de mis tiempos!...-El viejo hasta el centro de SanFrancisco de Dos Ríos se le hizo eterno de lapremura. Se bajo, cruzo la calle y espero otramedia hora el autobús de la periférica que lollevo a trompada de loco hasta Zapote, dondese bajo y comenzó a caminar hacia CasaPresidencial.Una vez enfrente de los grandesportones negros, Momboñombo pidió a losguardias que lo dejaran entrar porque teniauna carta muy importante para el Presidente.Pero los guardias solo vieron a un viejo enharapos, maloliente y desaliñado, con unmugriento cuadernillo en la mano. Les hizogracia, pero solo le dijeron que no era posibleporque el Señor Presidente estaba muyocupado, que volviera otro día. Sin embargo,ante la insistencia de Momboñombo, losguardias aceptaron entregarle personalmentela carta al Presidente y el viejo lo agradeció enel alma.Regreso a pie; el precio de los pasajesera exorbitante para un buzo. A la vueltaencontró a Unica desconsolada llorandoporque Momboñombo se había ido parasiempre, pero apenas lo vio comenzó...-¡Vos lo que queres es volverme loca!,a ver, ¿adonde diablos andabas?, todo el díaquien sabe donde y uno aquí preocupadapensando lo peor....-Pero el viejo venia de tan increíble buenhumor que ni se impaciento con la regañadade que estaba siendo objeto; se sentó ycomenzó a contarle a la concurrencia suocurrencia, y como esperaba respuesta a sucarta muy pronto, apenas la leyera el SeñorPresidente.Para todos, aquello sonaba pocomenos que estrambótico, más aun, sin pies nicabeza; hasta ellos que se mantenían a unadistancia prudente de lo socialmenteaceptable, consideraron una demasía del viejolo de la carta, pero no dejaban de sentirorgullosos de que Momboñombo quisieradefenderlos en caso de un eventual ataquecontra el basurero, como lo entendieron ellos,sin llegar a percatarse siquiera de queMomboñombo estaba totalmente de acuerdocon el cierre y la desaparición de este. Eso nohabía quedado claro. La parte de la propuestade un cambio de vida para los buzos nisiquiera la escucharon; pero las actitudes deapoyo le levantaron el animo al viejo hasta elpunto de sentirse redentor de aquella estirpeparalela a la humana.Unica le propuso un trato, o una pruebade fuego más bien...-Ahora que mandaste la carta,Momboñombo, prométeme que te vas asosegar, que vas a dejar de andar por ahí concara de bobo pensando solo en desgracias yque vas a trabajar con gusto porque el trabajoes sagrado...- 241


Y el acepto: se aguanto los colores demarzo sin decir nada y extraño las lluvias deoctubre y noviembre, mientras veía con nuevapreocupación que no habría de ser necesariala clausura del basurero de contaminar el climaasí, simplemente este se evaporaría unmediodía cualquiera en un flato amarillentoque oscurecía la luz del sol un instantemientras terminara de atomizarse. Extraño lasolas frías de enero y febrero mientras buceabaa pleno sol de la mañana porque de no ser porsu sombrero de lona, ya se le habría derretidoel seso, le decía a Unica, recordando a alguienque fingió haber creído lo mismo un día que sele derritieron unos requesones que en bromahabían puesto en su yelmo.El calor secaba y reventaba la tierra delbasurero dejándola hecha una red de grietaspor donde se escapaban a veces pocos de gasatrapado en el subsuelo. Lo derretían todo,alborotaba los humores fétidos de las cosas enproceso de descomposición, multiplicaba alinfinito el numero de moscas que revoloteabandesde siempre por ahí, rechinaba la piel de losbuzos y secaba la argamasa de polvo, sudor ymugre que los curtía; alborotaba la sedtambién y hacia tan evidente la ausencia desombras en el basurero, que los buzos habíanllegado a elaborar una suerte de tiendas decampaña con sus sabanas y los trapos quehallaban, de modo que cada cierto tiempo seiban a meter ahí para evitar la insolación.Hasta el Oso Carmuco se desembarazada desu trapo púrpura por esos días para sobreviviral calor y volvía a sus harapos de civil, con lacerteza de que todo el mundo comprendería.Para su tranquilidad, Momboñombo,durante el mes de marzo no encontraba mayorinformación en los diarios; el tema del basurerose había calmado bajo el entendido de que eltreinta de abril estaría cerrado para siempre,por lo que las esperanzas del viejo lo llevabana ocupar su mente volátil en las ocupacionesfuturas de los buzos una vez que se hubieraoperado el milagro de la multiplicación de lajusticia y su reisercion social.El pensaba que El Bacán aprenderíarápidamente en la escuela... bueno, ya estabaun poquito crecido para la escuela, pero enuna de esas que funcionan de noche... eso,claro, si Unica lo permitía, que era lo queestaba difícil. También se llegó a imaginar queel Seminario haría maravillas en la formacióndel Oso Carmuco.-¡Te imaginas, Unica!, vos y yo en unacasita propia, con jardín y de todo... porquetodavía podemos trabajar mucho tiempo. Todoes cuestión de que el gobierno nos de unempujón y...-¿De que estas hablando,Momboñombo?--¡Pues de la carta!, ¿de que otra cosaiba a ser...?-Pero marzo, perecedero ybiodegradable, cumplió el promedio de vidanormal de un mes cualquiera y murióheredándolo a abril sus tareas inconclusas...La respuesta no llego, como eraabsolutamente previsible, y Momboñombo nodejaba de atribuírselo a la negligencia de losguardas.-Tuvieron que ser ellos, porque si elPresidente la hubiera leído, nos habríacontestado hace tiempo. Pero ellos no se ladieron, Unica, fue culpa de ellos...--¿Y no seria que no te lavaste losdientes ese día, antes de ir a hablar con ellos?-¡Pero claro que me los lave, y dosveces!, Lo que pasa es que me lo ven a unopobre, entonces no le dan importancia...--¿Y no seria que pusiste algunagrosería en la carta y el Presidente se resintiócon vos?--No, no nada de eso. Si vieras lo queme costo acordarme de las palabras dedomingo para que me quedara bien bonita. Loque pasa es eso, que antes uno podía ir abuscar al Presidente y hablar con el porque telo encontrabas en pleno San José discutiendocon los ciudadanos las cosas del país...--¡Ay, Momboñombo!, pero vos estashablando del año del pedo, ¿Cuánto hace deeso?, ¿de cual presidente estas hablando?-242


-De cualquiera, Unica, la cosa es queantes si se podía pero ahora, si uno no tieneplata no es nada...--Eso si que no, no es hora, eso ha sidoasí siempre desde que el mundo es mundo ylasa cosas no van a cambiar solo porque a vosse te ocurre.--¿Pero, que le cuesta?, Unica, ¿qué lecuesta venir un día a hablar con los pobres, nocon los vecinos de Río Azul nada más, sinotambién con nosotros? Tal vez si viniera sedaría cuenta no solo del problema de quenosotros tengamos que vivir aquí, sino tambiénde que son cientos de familias las que vivenmal. Debe ser que el nunca las ha visto,porque yo estoy seguro de que si las viera sele oprimiría el corazón y algo trataría dehacer...--Bueno, pero, y ¿si si leyó tu carta ysencillamente no te quiso contestar?, porquevos no te has puesto a pensar en eso, solo leechas la culpa a los guardias y tal vez lospobres hasta se la fueron a dejarinmediatamente. O tal vez que no ha tenidotiempo de leerla, pero ya la tiene entre lascosas que va a leer... ¿Por qué no le das mástiempo, otro mes?--Ya se acabo el tiempo, Unica, y nopara el tiene todo el tiempo del mundo. Eltiempo se acabo para nosotros... Todo estaconsumado, el relleno se cerrara el treinta deabril así vos lo creas o no, porque ya no setrata de un acto de fe. Los vecinos ya nopueden aguantar más, se les enferman loschiquillos, todo se les ensucia y se lescontamina, y eso que ellos no viven aquídirectamente, ahora imagínate como debemosandar nosotros por dentro... ¡te imaginas si nossacaran una radiografía...!, seguro saldríanpuros zopilotes todo encandilados con losrayos x.E tiempo se nos acabo, la mierda ya lellego a la nariz a todo el mundo. Los vecinosde Río Azul tienen razón, los de San Antoniode Desamparados también y los de Esparza nise diga, porque allá la cosa apenas va acomenzar y nadie sabe como va a ser. Ahoralo que sigue es el ‘dime que te diré’ entre elgobierno y los vecinos de Esparza, porque,como ellos dicen, “si el relleno sanitario va aser tan moderno y no le va a causar molestiasa nadie, entonces ¿por qué no lo ponen enSan José y con eso no tienen ni que gastar entransporte?”, ah, pero no, ahí hay gatoencerrado, Unica, por Dios, por algo no loponen aquí en ‘Chepe’, porque si no, cual seriael inconveniente, si da lo mismo que este enEsparza que en la sabana, si total, no va amolestar a nadie... Eso es lo que la gente notermina de entender. Además de eso, claro,esta la cosa de que ¿a cuenta de que tienenellos que aguantarse la basura ajena?, porquees como cuando, no se si vos te acordas, losgringos querían venir a botar su basura aquí aCosta Rica, y eso si era cosa seria, Unica, eraun barco del tamaño de San José que iba avenir hasta la mierda de basura... y ¿qué?, quela gente se paro de pestañas y nadie acepto...bueno, hasta donde se sabe, porque aquí llegatantísima basura en ingles que a lo mejor siaceptamos sin darnos cuenta.--Ah, Momboñombo, a veces te oigohablar y me parece que estoy oyendo auncomunista...--¡Que comunista ni que mi agüela!, nosabes vos que hasta los rusos se tiraron a labasura y ahora lo que tienen es un viejo gordoque lo único rojo que tiene son los cachetes,que cambiaron a la mama por un burro... pero¿qué vas a saber de esas cosas....?Yo lo único que vengo diciendo desdehace tiempos es que en este problema no hayquien no tenga algo de razón, ni quien no esteequivocado, y si me volves a decir que lo quepasa es que yo todavía no soy un aunque yaparezco el papa de todos los buzos. Lo quepasa es que ahora que asumí laresponsabilidad de una familia, no la quierocriar aquí entre la basura.--Lo que más me gusta de vos es quehablas como si tuviéramos veinte años yestuviéramos empezando... cuando decís esascosas ¡te quiero tanto...!-Bueno, de alguna manera estamosempezando... si nos vamos de aquí a vivir unavida más decente seria como si estuviéramosempezando y seria muy bonito. Yo no secomo has hecho vos para quedarte veinte


años aquí, si, si, yo se que la necesidad tienecara de cabello, pero ya no es justo y no setrata de que uno sea un malagradecido con lavida, lo que pasa es que hay que preocuparseuna vida mejor.--Eso esta muy bien, lo que yo no se escomo lo vamos a hacer si de veras nos cierranel chinamo, como vos decís.-Lo van a cerrar, tarde o temprano lovan a cerrar y algún día se van a dar cuenta deque lo único que se puede hacer con la basuraes reciclarla, como dice la gente que escribeen lo periódicos. Yo sinceramente, no se muybien que es eso del reciclaje, pero parece quese trata de volver a hacer que la basura sirvapara algo, no solo para alimentar buzos, ratasy zopilotes, ni para que gente como notros vivaigual que esos bichos indeseables...VIMarzo fue tirado a la basura con todos loshonores; a su sepelio acudió la multitud debuzos de siempre y un cortejo de más de ciencarrozas recolectoras, y su heredero hizo unaentrada triunfal con un titular de espanto: “RIOAZUL CERRARA EL RELLENO EL TREINTADE ABRIL.”-¿Te lo dije, Unica, o no te lo dije?-Los vecinos de Río Azul y San Antonioaseguraron que cerrarían el acceso a loscamiones recolectores ese día para siempre yque no era de su responsabilidad lo quesucediera, aunque aun no hubiera donde ir adeponer las ochocientas toneladas diarias queregurgita la GAM.Los dirigentes comunales dijeron que elcierre se daría conforme a lo acordado con elgobierno, en el convenio firmado el veintidósde diciembre del año pasado.El documento había sido firmado por elPresidente, los Ministros de la Presidencia, deRecursos Naturales, Energía y Minas, ySeguridad, y establecía que “el incumplimientode cualquiera de los puntos aquí estipuladosserá motivo para la anulación de esteconvenio, quedando la parte afectadaexonerada de responsabilidad”... Pero, comodecía Merulo, no todo lo que peda es culo: unMinistro de la Presidencia salió diciendo por elperiódico que las autoridades del gobiernoestudiarían el convenio que el y tres ministrosmás habían firmado el veintidós de diciembrejunto al Presidente, tres meses atrás.Conforme se acercaban la fecha delvencimiento del plazo comprometido por elgobierno, en la comunidad de Río Azul se vivíauna tensión insoportable, sobre todo porqueera harto bien sabido que el gobierno el rellenode Esparza antes de esa fecha.“El gobierno solo se burla de nosotros”,explicaban los vecinos de Río Azul, “Nosotrosno somos responsables de que la basura no sesiga depositando aquí, ni de los problemas quese deriven. Independientemente de lasmediadas que tome el gobierno, y encumplimiento de un convenio firmado entre el ynosotros, hemos determinado poner uncandado al basurero el treinta de abril.”El Ministro de Seguridad dijo que”...amenos que la comunidad lesione los derechospúblicos, como la libertad de transito, nointervendrá la Fuerza Publica”, pero a losvecinos no les quedo claro de cual libertadestaba hablando el Ministro, si se refería talvez, a la libertad de transito de los camionesrecolectares por la avenida del basurero. Porsu parte, el gobierno lo único que podíaasegurar era que antes de la fecha convenida,el contrato con la compañía metalurgia queconstruiría el nuevo relleno, estaría firmado,pero la compañía esperaba la rehabilitación decien Kilómetros de vía férrea y la construcciónde un ramal de esta hacia el lugar donde seriainstalado el basurero.El seis de abril se anuncio que lacompañía metalúrgica había concluido ya losestudios imparciales de impacto ambiental conun resultado favorable: nada que temer, ellugar era tan propio para un basurero que nose explicaban como no había surgido ahí unonatural desde el principio de los siglos.Mientras, los científicos de la universidad, quetambién realizaron estudios, desaconsejabanla zona como se de del relleno.-¡Ahí fue donde la mula boto a Jenaro!-La elección arbitraria del sitio para elrelleno había sido salida política, no científica.Costaría una millonada de pesos al país. Elrelleno estaría ubicado tan lejos de la ciudadcomo no lo intereses turísticos de lacomunidad, aumentaría sensiblemente el costode recolección pagado por los ciudadanos.Pero el gobierno insistía encarecidamente en


que no había ya alternativas, sencillamente nohabía donde ir a botar la basura, y punto.Momboñombo Moñagallo no lo pudoresistir más. Hablo con casi todos loscuatrocientos y pico de buzos del precario ycomenzó a organizar una marcha pacificahacia Casa Presidencial.-Solamente le vamos a ir a plantear alseñor Presidente nuestra situación, nadie va atirar piedras ni a portarse mal...-Los buzos nunca en sus vidas habíanasistido a una manifestación de ningunaíndole, por lo que asumieron la cosa como unpaseo al que iban a ir a acompañar aMomboñmobo. Unica estuvo de acuerdo, perocon la condición de que todos se lavaran losdientes porque si no, no iban a escuchar anadie.El Oso Carmuco volvió a vestir suharapo púrpura porque según el, con un trapode ese color era más fácil hablar con elPresidente.Momboñombo andaba esos días comodecía Unica, con hormigas en el culo, de unlado para otro, hablando con la gente, tratandohasta el hastió de motivar a los buzos, tratandode convencerlos de que valía la pena caminarun par de Kilómetros hasta Casa Presidencialcon tal de que les ofrecieran una oportunidad.Andaba con un montón de recortes deperiódicos para convencer a todo el mundo deque la recolección de basura iba a ser privada,de que el basurero iba a ser privado, de quetodo iba a ser privado, excepto el hombre,porque esa siempre había sido publica.Los buzos lo veían ya como a un serextraño... ¡Se le metió el agua aMomboñombo, vieron!”, y más bien les serviade diversión, lo tiraban de los brazos y lepreguntaban que cuando era que los iban aechar de ahí, y cuando el comenzaba aexplicar, todos soltaban la risa. El seguíaadelante porque ya se había acostumbrado alas bromas de los de abordo.Una tarde pasaba por entre losmontículos de basura y descubrió a El Bacánrecostado a uno de ellos: se hacia la pajafruidamente. El fingió haberlo visto, pero ElBacán lo saludo de lejos. Al rato lo alcanzo.-¡Ya!-, le dijo aliviado.-¿Ya que?, Bacán.--Ya termine.--¡Bueno!-, dijo Momboñombo, -algo hasmadurado, después de todo,- pero ya El Bacániba bailoteando al lado cantando –“Cuandoesta la luna sobre el horizonte, muchosenanitos juegan en el monte...” ¿Verda que amí también me vas a llevar a la casa delPresidente...--Claro que si, Bacán, si no con quien teíbamos a dejar.-Y más en broma que en serio, llego eldía d e la marcha.Los buzos que decidieron acompañar alos Moñagallo sumaban unos cincuenta yestaban listos con sus mejores galas. Laprocesión parecía la del día del juicio, perotodos iban alegres brincando por las calles. ElBacán iba de la mano de Unica, saludando a lagente a su paso. No llevaban pancartas, nialtavoces, ni mantas, ni iban gritandoconsignas,; solo interrumpiendo el transito, yrevolcando cuanto basurero se les aparecía decamino. El Oso Carmuco se puso a bailarcomo la giganta de los payasos, dando vueltascon los brazos sueltos y la cabeza hacia unlado. La Llorona iba con ellos con su bebe enbrazos, y todos juntos parecían una manchacaminando por las calles detrás deMomboñombo. Todos comenzaron a cantar laconocidísima canción “La mar estaba serena,serena estaba la mar, la mar estaba serena,serena estaba la mar... con a, la mar astabasarana, sarana, astaba la mar, la mar astabasaraana, sarana astaba la mar, con e, le merestebe serene, serene estebe le mer, le merestebe sereene, serene estebe le mer, con i, limir istibi sirini, sirini istibi li mir. Li miristibi sirini,sirini istibi li mir, como, lo morostobo soronosorono ostobo lo mor, lo mor ostobo soroono,sorono ostobo lo mor, con u, lu mur ustubusurunu, surunu ustubu lu mur, lu mur ustubusuruunu, surunu ustubu lu mur, con a...”La gente lo veía pasar con la únicacanción que entonaron durante toda lacaminata. No habia quien que detuviera averlos pasar sin entender un carajo de lo queestaba pasando. Algunos dueños deestablecimientos comerciales comenzaron acerrar a su paso, porque los buzos se metíanpor todo lado y volvían a salir sin ningúnpropósito, o eran echados a empujones.La marcha de la mancha llego a SanAntonio de Desamparados. Los niños semetían a los jardines a robar de agua de los


grifos desprevenidos y entraban a las casetillasde los teléfonos públicos a jugar; pero ElBacán iba absolutamente al margen tomado dela mano con su madre, adelante, al lado deMomboñombo Moñagallo, cantando ‘La mar...’.Mientras, algunos buzos que venían decamino, luego de fijarse con mucha atención,los reconocían y se les unían.A alturas de San Antonio de Dos Ríos,una patrulla de la policía se intereso por elfenómeno y se adelanto hasta la cabeza de lamarcha; preguntaron los policías de que setrataba aquello y obtuvieron una detalladaexplicación por parte de Momboñombo; tanclara y cuantiosa que su instinto los llevo aavisar de inmediato a Casa Presidencial lo queestaba pasando y en un abril y cerrar deportones la Fuerza Publica estaba acordandoel objetivo.Los buzos iban cantando por lacarretera entre San Francisco y Zapote, con unembotellamiento de autos a sus espaldas, consus conductores enfurecidos vociferando por elretraso y por la hediondez que se desprendíade aquella marcha de zorrillos apestosos.Pero eran más de cincuenta ya, y dispersarlosen media calle se hacia difícil.La Fuerza Publica no tardo en idear lamejor estrategia para devolver a los buzossanos y salvos al averno de su origen, y luegode mantenerlos a una distancia prudenteexplicándoles además que no podían hablarcon el Presidente, el dinosaurio hizo suaparición. Veinticinco metros desde su puntomás elevado, el tanque-bomba aparecióacompañado de su inseparable camióncisterna; ambos con sus panzas llenas deagua, hicieron que todos los buzos quedaranboquiabiertos, petrificados, mirando como auna distancia de ochenta metros aquel animalantediluviano comenzaba a lanzar agua desdela eyaculacion de su manguera y los de abordoquedaban empapados aun antes de quepudieran siquiera imaginarse por que. ElBacán se asusto y comenzó a pegar gritos,pero se calmo cuando vio a todos los buzostomar la cosa a la ligera y bailotear debajo delaguacero de artificio que se les estabaviniendo encima.Los buzos solo gritaban y brincabanempapados de pies a cabeza; tan tan mojadosya que hasta se les estaba destiñendo el colorgrisáceo mugre de sus caras y sus brazos. Laropa se les estaba cayendo en tiras y cuandola manguera apuntaba más directamente, másde uno caía sentado en el pavimento, muertode la risa y con algún pedazo menos de suindumentaria.Unica fue alcanzada por una ráfaga deagua y se levanto directamente hacia el cordónde policías no menos mojados, se puso deespaldas y les ‘tomo una foto’: se levanto lafalda y les pelo el culo, lo cual fueinfinitivamente celebrado por los buzos enmedio de unas carcajadas contagiantes; hastalos policías tuvieron que reír. Otra ráfagaalcanzo a El Bacán y lo revolcó por la calle; denuevo volvió a pegar gritos y a llorar hasta queMomboñombo lo levanto y lo puso a salvo,pero estaba tan empapado y gratando tantoque se le enronquecía la voz y se le irritabanlos ojos.Y en eso estuvieron hasta terminar contoda el agua del tanque y del camión, que nofue reabastecido por considerarloabsolutamente innecesario. Ya todos losalrededores de Casa Presidencial, incluyendosus jardines y el puesto de vigilancia, estabanempapados, así como las casas vecinas, lasaceras y cuanto auto atino un buen rato endispersar al carnaval de la miseria. Una vezagotada la ultima gota de agua, los buzoscomenzaron a protestar y a pedir más, pero lapolicía les explico que ya no habia, que era undesperdicio y que ya se habia terminado lafiesta, que se tenían que marchar; cosa quehicieron no muy convencidos.Emprendieron la marcha mojados hastael tuétano y ya entrada la tarde. La visitahabia sido todo un fracaso, pero soloMomboñombo Moñagallo estaba consciente deello. No pudo hablar con el Presidente, no lepudo decir que habia conocido a su padre, nipresentarle a su familia ni explicarle elproblema. Iba derrotado directo a la basura,igual que seis meses atrás; pero los demásiban contentos con un ataque de asmapreocupante. Llevaba sus ropas destilando elcaldo café de sus mugres acumuladas, suscabellos, largos de nuevo, pegados a la nuca ysus barbas habían tragado agua comoesponjas; iba tosiendo y tiritando de fiebrecuando llegaron a casa ya de noche. Sehabían secado de camino y estaban tanagotados todos que llegaron directamente adormir.


A la mañana siguiente el Oso Carmucollego a ver como seguía El Bacán, y encontró aUnica y a Momboñombo con orejas por lasrodillas. Toda la noche en vela friccionando alniño, tratando de calentarlo, ayudándole aincorporarse para que pudiera respirar mejor.Solo lograba dormir conforme calentaba lamañana.Dejaron a El Bacán dormido y fueron apreparar el desayuno. Tortillas calientes y cafénegro desayunaron los Moñagallo y el Oso.-Fue la mojada lo que lo pusoenfermo...pobrecito mi chiquito, con esa asmaque padece...-Unica se lamentaba de no haber sidomás precavida y Momboñombo se sentíaculpable porque...-Nadie me tenia pensando que nos ibana escuchar, Unica, por Dios, todo fue culpamía...-Deja de decir tonteras, como ibas vos asaber que nos iban a bañar con esa cosa, solopor ir a hablar con ese señor ni siquiera nosconoce...--Era de suponerse, Unica, solo a mi seme ocurre. ¡Ay, Unica, si algo le pasa a ElBacán...!--¡Callate, hombre!1, que estasdiciendo... El solo esta resfriado, vas a ver queahorita esta bueno...-Pero paso un día y paso otro y ElBacán no dejaba de toser hasta el vomito y lafiebre no le bajaba. Momboñombo estabadecidido a llevarlo al hospital, pero Unica nopermitía por miedo a que se lo quitaron aldarse cuenta de que no tenia documentos quedemostraran que era suyo.El Oso Carmuco recogió una cuotaentre la gente y compro una gallina parafriccionar al niño con enjundia y paraprepararle un buen caldo que debió a sordos, acucharaditas porque se estaba quedando sinfuerza.Todo el precario estaba tanto de laenfermedad de El Bacán y todoscompadecían. Momboñombo salía de cuandoen cuando a despejarse y a hablar con lagente de su culpa en el asunto, y no lograbaentender lo que le decían, “que nadie seimagino lo del agua”, “que quien iba a pensarque de puro gusto los iban a bañar de esaforma”, “que habia más de un niño enfermo,claro, ninguno como El Bacán, pero que hastalos grandes andaban moqueando desde esedía”.Unica ya estaba en el hueso de velaren el lecho de El Bacán y no habia manera deque comiera lo que Momboñombo preparaba.El tampoco comía gran cosa y los días sepasaban sin mejoría, sin que nadie saliera abucear, agotando las arcas, y viviendo de loque el Oso Carmuco, la Llorona y algunasvecinas les llevaban.Unica no se despegaba del niño, lecontaba los cuentos de siempre, le cantaba lascanciones de siempre y le recitaba ‘cultivo unarosa blanca’, pero El Bacán no daba señas deestarse recuperando, ni se recuperaría.A mediados del mes de abril, lasituación se agravo pese a los mejoresesfuerzos de Unica y Momboñombo, se agravohasta tal punto que el salió en busca de unmedico que, obviamente, no encontró. El viejovolvió dos horas más tarde en medio de ladesesperación de no haberle parecido losuficientemente serio a ningún medico de losque llamo por el teléfono publico de Río Azul,ni a ninguno de los que fue a buscarpersonalmente a San Francisco de Dos Ríos...No habia una sola barca entre tanto río y elnaufragio parecía inevitable. Cuando losmédicos preguntaban la direcciones y el viejoles decía que el niño se encontraba en elprecario del basurero, ellos ni siquiera sereían; realmente lo tomaban como un chiste demal gusto.El Bacán estaba delirando de fiebrecuando Momboñombo llego a casa; cantandocanciones antiguas y recitaba la recitación deljardín. De pronto llamaba a Unica, aMomboñombo, o al Oso, pero era claro que nose estaba dando cuenta de lo que pasaba.Unica estaba hincada al pie de la camacon un rosario en la mano ofreciendo novenasa las Animas Benditas y limosna para lospobres; las señoras vecinas la acompañabanen su plegaria, en su ultimo esfuerzo. El Osorezaba también y la Llorona no decía nadapero lloraba en silencio. Momboñombo llorabamordiendo una vieja almohada, con todas lasesperanzas perdidas, mientras el rostro deUnica iba adquiriendo un tono amarillentocomo de escultura hecha en raíz de café...Estaba delgada, enjuta, con la ropa pegaba alcuerpo, mojada en su sudor y el de su hijo, conuna mirada incrédula que se perdía segundo a


segundo en una nebulosa de resignacióndemencial; no parpadeaba ni lagrimaba,porque ya sus ojos estaban secos y se les veíael fondo plano y opaco, carente de cualquiermisterio.Y en medio del naufragio del generohumano, El Bacán murió entre su tos y lamirada petrificada de sus padres. Tosio fuerte,respiro profundo, grito ‘ush’, y se fue.Momboñombo lloraba como una hienay se rasguñaba la cara, pero Unica estabainmóvil, ajena a los llantos de los amigos... –No hay justicia, Unica, por Dios, no hayjusticia...-, gritaba Momboñombo.-Si hay...-, fue lo ultimo que murmuroUnica, -...pero esta sin hacer...-Y luego de una noche en vela, hacia elamanecer, muy temprano aun, llevaron elcuerpo de El Bacán al centro del basurero y lotendieron ahí, siguiendo las indicaciones queUnica daba sin hablar. Todos juntos alrededorrezaron por el alma del niño dirigidos por elOso Carmuco quien, a duras penas, alcanzo aconfortarlo con los Santos Sacramentos.Rezaron y rezaron y lloraron y callaron con lavista fija en el cuerpo, cuya cara habia sidorasurada y sonrosada con colorete. Con lavista fija en el cuerpo del niño, todos vieron sinasombro como el basurero se lo habiaempezado a tragar. El cadáver se hundíasuavemente entre la tierra y la basura como enarena movediza. Poco a poco se ibacubriendo solo, hasta que quedo fueraúnicamente un mechón de cabello... unosinstantes, y desapareció luego entre las faucesde la tierra.Los zopilotes volaban alrededor enrígida formación.Para cuando llegaron los operarios delos tractores y los camiones recolectores, yatodo habia pasado y Unica volvía a casaguiada por Momboñombo. En menos dequince días habían envejecido años ycaminaban con dificultad.Momboñombollorabadesconsoladamente pero en silencio, solo lascopiosas lagrimas lo delataban. Pero a Unicase le habia petrificado el corazón y el rostro...toda ella, y callaba. Sin lagrimas ni llanto, se leescurrían los días por el caño de su dolor; solobebió agua de azúcar que su esposo lepreparaba temeroso de que muriera también, yentonces, esta vez el no tendría más basurerodonde precipitarse, no habia basurero para elbasurero, y esta vez no seria maricon yacabaría con todo de una sola vez...-Sin hacerle daño a nadie...-No volvió a leer los diarios y no seentero de que la comunidad de Río Azulextendió el plazo ocho meses más para dartiempo a la construcción del relleno deEsparza. No se volvió a enterar de nada, solopasaban los días cuidando a Unica, dándolecucharaditas de caldo cuando ella dabaseñales de aceptarlo. No se entero de unfolletito cuyo borrador llego al basurero en elelegante camión celeste en el que laUniversidad aportar su cuota. No supo quetrataba del informe de Impacto Ambientalelaborado por los científicos de la U., donde sedemostraba cuan errónea habia sido laelección de la finca Medina como sede delnuevo relleno, cuan política y no científicahabia sido la coronación de Cabezas deEsparza como nueva Reina de la Basura.Momboñombo Moñagallo no leyó el informe y,muy probablemente no lo habría entendidotampoco, dado su alto nivel técnico ycientífico; pero como no hay que ser científicopara comprender ciertas cosas, seguramenteel viejo habría entendido perfectamente que setrataba de un lugar que distaba mucho de ser‘olla’ que el gobierno aseguraba que era;porque eso de llamar ‘olla’ al punto dondeentran en contacto las aguas de marinassuperficiales que penetran por el estero Mero,con las aguas subterráneas, y las aguasrecolectadas por el sistema de drenaje de laquebrada Barbudal... ¡coño!, eso comoconfundir el perol del arroz con la bacinilla.Pero nada de eso decía el informecientífico de la compañía metalúrgica que seganaría unos cuantos pesos por construir elnuevo relleno en esa finca; así como tampocodecía nada de la virtual contaminación delestero Mero y la consecuente perdida de UNMILLON DE METROS CUADRADOS DEBOSQUE DE MANGLAR, pese a que la leyindica claramente que “los manglares obosques salados que existen en los litoralescontinentales o insulares y esteros de4lterritorio nacional, y que forman parte de lazona publica en las zonas marítimoterrestre,constituyen Reserva Forestal, y estánafectados a la Ley Forestal y a todas lasdisposiciones de ese decreto”. Ni


mencionaban tampoco de la naturalezapermeable del suelo, ni del pequeño detalle deque cavando un metro, comenzara ya sentirsela presencia de las aguas subterráneas, ni queel suelo mismo era agrietado, comopreludiando ya la ulcera que significa unrelleno en el.Pero, lo malo del informe de laUniversidad era su difícil compresión ; puesmuy difícil había de ser su lectura para que nose le considerara, aun advirtiendo queremplazar el relleno en la finca Medina, “losdistintos afluentes líquidos que salieran de el,arrastrados por las aguas dulces de laquebrada Barbudal situada en la parte traserade este, seguirían por el estero Mero y el ríoBarranca para seguir luego, los compuestoscontaminantes, distribuyéndose por la corrientede deriva litoral hacia el Golfo de Nicoya”...cagandose en todo a su paso, en las playas dePuntarenas, en la vida marina interior delgolfo... en todo, en todo. Y, por si fuera poco,se hacia caso omiso también de lasrepercusiones del traslado de la basura por lafía férrea, por atravesar esta ríos y quebradas,algunos con cauces de dimensionesconsiderables como el del Río Virilla y elGrande de Tarcoles, y por carecerse del todode mecanismo emergentes en casos decrecidas de agua que socavaran las bases delos puentes, o en caso de sismos fuertes...Se menospreciaba también el hecho deque la Estación del Pacifico se fuera aconvertir en un basurero, por ser el futuropuerto de embarque y la bodega de desechos,a apenas setecientos metros del centro de lacapital y a ciento cincuenta metros de laMaternidad Carit, donde nacen los josefinos. Ytodo ello a la par de un sin fin deinconvenientes... El viejo no se enteraríatampoco de los logros de la resistenciaespartana, ni de las amenazas, de parte delgobierno, de dejar el problema en manos delas municipalidades.Pasado un tiempo, MomboñomboMoñagallo comenzó a salir a bucear de nuevoporque alguien debía procurar el alimento alhogar; pero siempre volvía a encontrar a Unicainamovible en su duelo. El le hablaba siempre,aunque fuera como hablar con la pared porqueella no contestaba, no le dirigía la mirada, nose movía, no se rascaba la piel, que era elmovimiento mínimo de un buzo...-¡No haces nada, Unica no haces nadapor salir de ahí!, y ahora me doy cuenta de quetodo, todo era falso, tus mentiras eran lo únicoque te sostenían en pie. Te mentiste duranteveinte años de tu vida para no morir detristeza, te trajiste todo para acá, la tradiciónfamiliar, las buenas costumbres, la maternidad,el horario de las comidas, todo, todo, solo parano volverte loca. Pero ¿qué locura era esa?,¡Unica, por Dios!, ¿qué locura era esa decocinar en tu fogón para ese montón de buzosque la mayoría de las veces ni traían nada masque una puta hambre de Dios Padre y SeñorNuestro...? ¿Qué locura era esa?, ¡Unica, porDios!, que te hacia celebrar las navidades, losquinces de septiembre, los doces de octubre...Todo era de mentirillas, Unica, era como jugarde casita mientras la realidad era que teestaba llevando puta de la tristeza de vertereducida a buzo después de haber sidomaestra tantos años y haber vivido con lasmaestras la ilusión de enseñar a los niños aleer, y de creer firmemente que somosindependientes y que Colon nos trajo lasalvación y todo el cuento de hadas que esnuestra historia, mientras te desechaban porno tener un titulo y te daban una pensión demierda que te llevo a la miseria...-Momboñombo hablaba y hablaba entreun llanto seco que le alborotaba el asma.Hablaba con toda su propia biografíaatravesada en la garganta, como si mas bien,estuviera contando la historia de la resignaciónuniversal de los pobres. Mientras, Unica,como una muñequita de trapo del folclorurbano, de cuando en cuando suspiraba porinercia y seguía sumida en el autismo delabsurdo.Alguien empujo la puerta y la luz delmedio día lo cegó un instante. Poco a poco,Momboñombo fue reconociendo en la siluetade la entrada a Don Retana, que con susochenta y cinco años a cuestas había hechoun esfuerzo sobrehumano por subir la cuestade la colina. El supo tardíamente lo de ElBacán, porque si no era Unica quien lovisitaba, el no tenia otro contacto con losbuzos. Entro arrastrando los pies y seaproximo a Unica. Le acaricio la cara y elcabello, la observo largo rato sin decir nada,suspiro y se sentó al lado de Moboñombo. Ensilencio, un viejo al lado del otro.


-Lo siento en el alma, Momboñombo.Lo supe ayer y supe que ya hace casi un mesde la tragedia, pero uno que es un viejo nopuede subir tan rápido esa cuesta... Ya nadaes como antes, como cuando yo eramarinero... estos brazos que usted ve ahoratodos caídos, eran así de gruesos y el pechohasta que daba gusto... pero véame ahora...--Ni me diga, Don Retana..., yo se queusted hubiera venido.-Momboñombo comenzó de nuevo ahablar de los sofisticados mecanismos deUnica, de los hilos de marioneta con los quelograba sostener la aparición de una vidabasaba en modelos aburguesados en mediodel mierdero más ingrato del país: la olla decarne de los domingos, cuya carne se regalabacon algún otro desperdicio y que ella llegabajurando que los había comprado, que habíahecho fila hasta el buenazo del carnicero ledaba l abolsa de desechos de carne por lapuerta trasera del negocio, y que las verdurasque ahogaba en el caldo de los huesos, lasjuntaba de los caños de la calle de la Feria delAgricultor... y casi con todo, con la malditacostumbre de perfumarse con aquélla aguapodrida que revolvía en su botella, que expelíaun olor tan fuerte que hasta ahí en el basurerose sentía.-Pero ella creía que se estabaperfumando, Momboñombo...-, interrumpió donRetana, -...y, francamente eso era lo único queimportaba.Cuando yo me retire de la mar, vine conplatilla, hice mi casa, crié a mi familia, despuésenviude; pero mientras tuve los brazos firmesanduve con camisetas de tirantes para quetodo el mundo me viera los tatuajes y supieranque yo era marinero, aunque hacia años yaque no era más que un marino retirado quetenia que ganarse la vida haciendo trabajitosen las casas de la gente, allá en San Franciscode Dos Ríos. Donde las señoras que metenían lastima me ponían a limpiarles el jardín,a destaquearles las canoas, a pintar el cinc... alo que fuera, y yo, como siempre fui mediosordo ni me enteraba de nada, solo trabajaba ytrabajaba. Después, se me murió Mary, y...¡yo no se para que le cuento este cuento,Momboñombo! La cosa es que yo conocí adoña Unica desde que empezó a venir aquí.Ella era una señora muy hablantina queentraba por la puerta de atrás y se sentabaconmigo en el bus y así fue como nos hicimosamigos. Después, cuando se vino a vivir aquídefinitivamente, yo mismo le ayude a levantareste ranchito, siempre le ayudábamos miesposa y yo y comentábamos en la casa quela señora esta era admirable, que no daba elbrazo a torcer, siempre lo más arregladitaposible, siempre como aparentando que nopasaba nada, que aquello era por un tiempo.Pero ya ves, aquí se quedo.Y más cuando se encontró al El Bacán...-Don Retana hablaba sin saber que leestaba despedazando el corazón aMomboñombo. El viejito contó la historia delos últimos veinte años y Momboñombo se diocuenta de que no difería en nada de la de losúltimos seis meses. Unica había logradoencerrar al tiempo en una de sus botellas y nolo dejaba pasar. En el basurero tal vezsucedían muchas cosas, tal vez no, pero en lavida de Unica no pasaba nunca nada... ElBacán celebraba cumpleaños pero no cumplíaamos. Don Conce se había muerto, peroUnica seguía hablando de el como si estuvieravivo, aunque le rezaba cada vez que calculabaque ya había pasado un año más de sumuerte. Unica había congelado el tiempo parapoder vivir... se había inventado la vida misma.Había arriesgado el pellejo encaramándose enel techo del ranchito solo colocar una inútilantena de televisión de las que veía en lascasas de los barrios. Había organizado lasollas comunes para imaginarse una familiagrande... Y así funcionaba y funciono bien.Pero ahora había muerto El Bacán, y ella quelogro sobrevivir al desmoronamiento de sumundo y tuvo fuerzas para inventárselo denuevo, ahora, ante el absurdo doloroso de ladesaparición de su hijo, había quedado inermecomo para levantar el mundo una vez más. Yjusto ahora que el gran basurero hasta le habíaprodigado al príncipe azul y ya se estabahaciendo a la idea de comer perdices; justo enese momento le explotaba en pedazos laesfera herrumbrada y abollada de su mundo;ahí cuando la mosca rompió la telaraña de unaaraña añeja que ya no podía remendarla denuevo.Momboñombo decidió que los días debasurero habían terminado; junto todos losahorros de Unica con los suyos y aviso que seiban.


El Oso Carmuco les dio sus ahorros yde nuevo recogió una suma entre los vecinospara la causa de los viejos.Dejaron la casa abierta. El soloempaco algunas cosas, convencido de quemás que servirles estorbarían, pero no tuvocorazón para deshacerse de los librospreferidos de El Bacán, ni de algunos de susjuguetes, más unas cuantas cosas parasobrevivir, unas cobijas raidas, un comal, unperol, la gran botella de perfumes de Unicapara perfumarla todos los días como habíavenido haciendo, todos los cepillos de dientesy las tripas de dentrificos, el tapiz de los perrosjugando billar y algunos corotos más, lamayoría de ellos inservibles.El Oso Carmuco los acompaño hasta laestación del autobús de Puntarenas, pago lospasajes con lo recaudado, los dejo sentadosen sus asientos y los abrazo largo rato; beso aUnica y le dijo que ella también había sido unamadre para el... y para todos, y se alejo comollorando.Cuando el encargado recogía losboletos, reparo en la extraña pareja pero comohabían pagado sus pasajes no dijo nada.Unica iba sentada en el asiento de laventana pero no iba viendo nada; tampocopregunto a donde se dirigían, solo se dejollevar, enjuta y temblorosa como un pajarito,con la vista fija y el alma raida.Ni el verdor del camino, ni el calor, ni elazul arrepentido del mar de Puntarenaspenetraron el muro que envolvían a Unica.Ella se bajo del bus igual que cuando loabordo, sin expresar ni siquiera un síntoma deque se daba cuenta de lo que sucedía.Momboñombo la abrazo, alzo elenvoltorio con las cosas, y comenzó a guiarlahacia el mar. Caminado bajo un sol que Unicano distinguía de su penumbra interior, hastallegar al Paseo de los Turistas donde hallaronun poyo donde sentarse a mirar al mar. Eramedio día y no almorzaron, solo miraban almar; a la noche, el saco las cobijas, o masbien, saco las cosas de las cobijas con las quehabía improvisado una valija y se cubrió juntocon ella, pero siguieron viendo al mar.Temprano por la mañana,Momboñombo despertó y sintió un ligero aliviosin saber por que; pero Unica no daba muestrade haber dormido, así como tampoco de habertrasnochado, simplemente seguía ahí, con labreve variante de que había dirigido su miradaal mar.El viejo recogió las cobijas, acomodo elmotete al lado de Unica y fue por algo paradesayunar, con lo que volvió más tarde paraencontrar a su esposa exactamente igual quecomo la había dejado. Pero el no habíadejado de hablarle en ningún momento...-Ve que rico lo que traje para eldesayuno, Unica, unos bollitos de pan del quete gusta a vos, con jalea de guayaba...-Y le unte el pan con jalea y se lo llevo asu boca, en pedacitos pequeños que ellaaceptaba maquinalmente.Los ahorros alcanzarían a lo sumo parauna semana.Ellos, sentados de cara al mar pasaronel día y hacia la tarde comieron de nuevo pancon mantequilla derretida del calor, que eltambién había comprado para la sorpresa de lacena.A la mañana siguiente se retiro lomismo, esta vez con carácter de ritual, pero devuelta, Momboñombo acertó a robarse unarosa de un jardín y después del desayuno se lapuso a Unica en las manos, la llevo a la orilladel mar y le enseña a deshojar para tirar lospétalos al agua... despacito, poco a poco, deuno en uno, sin tirar el otro antes de que elanterior no hubiera desaparecido entre lasolas, hasta que solo quedara el botón desnudocon el tallo que también había que arrojar.Luego, de vuelta al poyo a sentar a Unica amirar al mar.Agotadas las arcas, Momboñombo, quepara ese entonces ya era un buzo tanautentico como cualquier buzo, dejaba a Unicamirando al mar y se iba a recoger cuanta cosareciclable hallara por la playa, en especiallatas, porque había tantas que bien se ganabacon ellas lo suficiente como para no dejar decomer a deshojar la rosa robada a las olas dela orilla y juntas veían como el mar se tragabacada pétalo, cada pétalo... cada pétalo.La experiencia acumulada llevo aMomboñombo a bucear también por las callesy por el mercado, de donde conseguía nopocas cosas que comer o reciclar que lasvendría luego en un puestito que improvisabacon una de sus cobijas, sobre la cual sesentaba con su trajecito gris y su sombrero delona blanco mugre, a exhibir su mercancía:recipientes plásticos que el lavaba y pulía con


arena y agua de mar, sandalias izquierdas queno coincidían con las derechas, vasosplásticos de las ofertas de las compañías degaseosas, trapos viejos, ropa vieja, infinidad dechunches de los que botan los turistas...La playa estaba atiborrada de basura,pero solo el ojo clínico de un buzo sabiasacarle provecho al desperdicio, y día a díaMomboñombo trabajaba duro para que nadales faltara, especialmente a Unica y, abajoninguna circunstancia su rosa robada, que elladeshojaba como en un tributo al mar quequizás le devolviera a su alma su naturalezade celofán y a sus ojos un atisbo de mirada.Pero cuanto tiempo tendrá que pasarantes de que a golpe de pétalos sobre las olas,Unica comenzara a intentar una sonrisa, o algoque se le apareciera y no fuera más que elalegron de burro que se llevaba Momboñombocuando la veía y el juraba haber visto unachispa de vida en el gesto que al cabo de unrato, se le comenzaba a desdibujar, a írsele,como una ola de la playa de sus dientespostizos.FIN252

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