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IMFarmacias_43P
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monográfico<br />
Para poder atender con profesionalidad las consultas sobre dermocosmética<br />
que llegan a la oficina de farmacia, el farmacéutico debe estar<br />
atento a las nuevas investigaciones y desarrollos que la ciencia y la<br />
industria van realizando en este terreno, y seleccionar los productos por<br />
su eficacia y seguridad documentadas, y sus propiedades específicas<br />
en relación con las características de la piel de cada cliente.<br />
Hidratantes<br />
La sequedad extrema que las calefacciones imponen a la piel, la menor<br />
ingesta de líquidos y el impacto directo que el frío y el vestuario de<br />
abrigo tienen sobre los mecanismos fisiológicos cutáneos son una<br />
suma de factores que año tras año compromete y/o altera el equilibrio<br />
hídrico de la piel. Se considera una piel deshidratada aquella que no<br />
alcanza un 10% de contenido hídrico en el estrato córneo. Por esta<br />
razón, esta piel refleja aspereza y falta de extensibilidad. Con la edad, no<br />
sólo desciende la capacidad de retención de agua en el estrato córneo<br />
sino que también disminuye el contenido acuoso en la capa dérmica.<br />
La hidratación es la base fundamental de todo tratamiento cosmético.<br />
En el mercado actual, muchos cosméticos atribuyen propiedades<br />
hidratantes a sus funciones: un 21,8% en faciales, un 19% en los corporales,<br />
un 11,2 % en las cremas antiedad y un 10,2% en limpiadores y<br />
desmaquillantes. En los tratamientos corporales, las emulsiones son la<br />
forma cosmética más idónea ya que aportan agua y lípidos, además de<br />
formar una ligera capa más o menos oclusiva sobre la piel. Hoy día, la<br />
forma cosmética más aceptada es la emulsión fluida, llamada comúnmente<br />
leche corporal, porque presenta una buena extensibilidad y así<br />
favorece su aplicación en la superficie corporal.<br />
Las emulsiones más formuladas en hidratantes corporales son las de<br />
fase externa acuosa (O/W), por sus mejores características sensoriales.<br />
Las emulsiones de fase externa oleosa (W/O) forman una película sobre<br />
el estrato córneo que retrasa la pérdida de agua transepidérmica.<br />
Están indicadas en pieles muy secas. También se han desarrollado<br />
cosméticos corporales en gel, muy refrescantes a la vez que cómodos<br />
por su rápida absorción.<br />
LAS BAJAS TEMPERATURAS<br />
PRODUCEN UNA DISMINUCIÓN<br />
DEL FLUJO SANGUÍNEO Y, COMO<br />
CONSECUENCIA, UNA PEOR<br />
OXIGENACIÓN Y NUTRICIÓN<br />
DE LAS CÉLULAS EPITELIALES<br />
Exfoliantes<br />
Con la aplicación de las técnicas de exfoliación se pretende la desestructuración<br />
(limitada y controlada) y posterior remoción de las células<br />
muertas de la capa córnea. Pero además se consiguen otros beneficios<br />
como son: eliminar en profundidad los restos de suciedad, estimular la<br />
microcirculación local, oxigenar las células epidérmicas y favorecer la<br />
penetración de cualquier otro tratamiento cosmético que se aplique<br />
con posterioridad sobre la zona.<br />
Los agentes exfoliantes pueden basar su efecto en una acción de tipo<br />
químico o físico. Los primeros actúan interfiriendo en los mecanismos<br />
de unión intercelular de los queratinocitos, disminuyendo su integridad<br />
estructural y favoreciendo la descamación y/o la renovación celular.<br />
Los exfoliantes físicos son partículas sólidas abrasivas de naturaleza<br />
diversa que proporcionan un efecto similar a base de fricción y arrastre<br />
mecánico. Los preparados exfoliantes han evolucionado enormemente<br />
en las últimas décadas, dando paso a una amplia gama de texturas,<br />
formas galénicas, de aplicación y presentación y, por supuesto, de<br />
ingredientes que son capaces de conferir al preparado exfoliante una<br />
gran efectividad y funciones complementarias a las que le son propias<br />
(hidratación, nutrición, reducción, antiaging...).<br />
Como ejemplo, cabe destacar la incorporación de las tierras de diatomeas<br />
o el polvo de perla como alternativa a los clásicos exfoliantes de<br />
origen animal. También se están utilizando el corindón, el polvo de<br />
oro, la sal marina, así como diversos complejos salinos procedentes<br />
de aguas marinas o mineromedicinales, en lugar de los tradicionales<br />
exfoliantes físicos de naturaleza inorgánica (bentonita, caolín, talco,<br />
sílice, carbonato de calcio). Sin embargo, son los exfoliantes físicos de<br />
origen vegetal, el grupo que presenta una mayor renovación: bambú,<br />
copos de avena, fibras de lino, semillas de amapola, perlas de jojoba<br />
o azúcares vegetales sustituyen cada vez con mayor frecuencia los<br />
endocarpios de semillas de almendra, albaricoque, nuez o melocotón.<br />
EN LOS TRATAMIENTOS<br />
CORPORALES, LAS EMULSIONES<br />
SON LA FORMA COSMÉTICA<br />
MÁS IDÓNEA YA QUE APORTAN<br />
AGUA Y LÍPIDOS<br />
Desodorantes<br />
Los desodorantes son productos cosméticos destinados a impedir,<br />
atenuar, enmascarar o eliminar el mal olor corporal resultante de la<br />
descomposición bacteriana del sudor. Íntimamente relacionados<br />
con estos últimos, se encuentran los productos antitranspirantes,<br />
formulados principalmente con sales de aluminio. Estos productos<br />
persiguen una inhibición en la producción del sudor por parte de las<br />
glándulas sudoríparas.<br />
A los productos de esta familia se les exige: tener un efecto de larga<br />
duración (control del olor corporal no inferior a 12 horas), poseer una<br />
buena compatibilidad cutánea, facilidad y comodidad en su aplicación,<br />
proporcionar sensación de frescor y limpieza y además no manchar ni<br />
la piel ni la ropa tras su aplicación.<br />
En lo que respecta a su mecanismo de acción, los productos desodorantes<br />
suelen obtener el resultado esperado mediante la combinación<br />
de varios efectos:<br />
- Impedir/ralentizar el crecimiento bacteriano.<br />
- Inhibir las enzimas bacterianas causantes de la descomposición del<br />
sudor.<br />
- Absorber y/o neutralizar los compuestos volátiles malolientes.<br />
- Controlar la producción sudoral.<br />
- Enmascarar la sensación olorosa desagradable.<br />
Como en la mayoría de las áreas del mercado cosmético, el usuario<br />
puede elegir entre una amplia gama de formulaciones desodorantes en<br />
función de sus características particulares, necesidades y preferencias.<br />
En lo que respecta a sus formas de presentación, las más habituales son:<br />
roll-on o aplicador de bola, cremas y geles, presentaciones aerosolizadas<br />
(con o sin propelente), barras (stick) o polvos de aplicación local.