Estudio de la calidad del agua de los ríos de Gipuzkoa

Estudio Calidad Aguas Ríos Gipuzkoa – 2011
Resumen
De igual forma, se produce una alteración del funcionamiento trófico del río, ya que la
eliminación de la cubierta arbórea ocasiona la interrupción en la entrada de esta materia y
energía, lo que supone de cambio en la fauna y flora acuática. Por último, la vegetación de
ribera actúa como filtro ante aportes de nutrientes al sistema acuático y como trampa de
sedimentos, por ello, la destrucción de la vegetación riparia puede provocar un incremento
en la llegada de nutrientes al agua en zonas agrícolas, lo que puede provocar problemas de
contaminación. Además, se producen cambios en el equilibro del sistema erosión –
transporte – sedimentación lo que puede originar modificaciones en la comunidad acuática,
con desaparición o merma de determinadas especies propias del tramo o aparición de otras
no habituales en el mismo. En definitiva, se produce un empobrecimiento del hábitat fluvial y
una pérdida de biodiversidad, quedando un ecosistema de baja calidad.
Asimismo, la ausencia o escasez de vegetación riparia tiene una influencia directa sobre la
temperatura del agua. La degradación o ausencia del bosque de ribera tiene como
consecuencia un aumento de la radiación solar, lo que deriva en un aumento de la
temperatura del agua. Esto a su vez, está relacionado con la concentración de oxígeno
disuelto en agua, que disminuye a medida que aumenta la temperatura. Además, un
incremento térmico acelera los procesos de eutrofización. Todo ello da lugar unas
deficientes condiciones para la vida de los organismos acuáticos, principalmente a los más
exigentes.
El estado de conservación del hábitat fluvial varía en las distintas cuencas; no obstante, el
grado de afección es bastante elevado en general. Así, las cuencas del Bidasoa, Oiartzun y
Urumea son las que se encuentran en mejor situación, aunque con afecciones importantes.
El río Urumea en su tramo bajo presenta un grado importante de alteración hidromorfológica
con obras y encauzamientos, además se prevé la ejecución de diversas infraestructuras
como el TAV y obras de encauzamiento. Hay que destacar que el tramo bajo del Urumea
tiene gran importancia para las especies migradoras como el salmón y lamprea
(recientemente se ha observado la presencia de esta especie amenazada), ya que se trata
de una zona de paso y aclimatación en la migración ascendente y descendente de dichas
especies. Por su parte, las cuencas del Deba, Oria y Urola se encuentran muy afectadas,
especialmente Deba y Oria. Además existe riesgo de obras con posibles afecciones al
cauce y riberas. Por otro lado, existe una problemática en relación con la presencia de
especies exóticas invasoras (Robinia pseudoacacia, Fallopìa japonica, Buddleja
davidii, Cortaderia selloana principalmente) que alteran el normal funcionamiento
del ecosistema fluvial.
A continuación se realizan las siguientes propuestas con el objetivo de mejorar la situación
en cuanto a la hidromorfología fluvial:
- Se deben conservar los tramos en buen estado tal y como dice la Directiva
Comunitaria de Aguas, ya que se trata de “viveros naturales” que pueden recolonizar
las zonas que se vayan recuperando.
- Las obras futuras deben tener la menor repercusión posible sobre el hábitat fluvial.
Además se deben establecer las medidas protectoras y correctoras necesarias para
que la modificación del hábitat fluvial sea mínima. Los nuevos proyectos deben
conjugar las necesidades hidraúlicas de seguridad con una protección o incluso
mejora del hábitat fluvial.
- Se deben promover actuaciones para recuperar el bosque de ribera original (alisedafresneda)
en la medida de lo posible, lo cual incluye recuperar la continuidad
longitudinal, anchura, composición y estructura de la vegetación.
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