Madeira

Habíamos oído maravillas de esta isla pero, una vez más, la realidad ha superado
con creces nuestras expectativas. Aún nos cuesta creer que una superficie
tan relativamente pequeña pueda concentrar tal cantidad de rincones
encantadores. La diversidad de entornos y la riqueza paisajística confieren al
destino un ambiente único difícil de encontrar en estas latitudes.
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VIAJES
Si por algo es conocida la isla es por su popularidad entre los senderistas,
que no dudan en acercarse hasta este edén flotante para disfrutar de las muchas
posibilidades que ofrece: cascadas, paisajes volcánicos, levadas, cimas
imposibles, bosque de Laurisilva… Para conocer realmente un lugar como
éste hay que recorrer sus caminos, adentrarse en sus bosques, subir a lo alto
de sus montañas y dejarse sorprender por paisajes que cortan la respiración.
Sólo así se puede llegar a sentir el alma de la isla. Cómo lo hagamos dependerá
de las preferencias de cada uno. Podemos hacerlo a pie, en bicicleta, en
4x4, a caballo… Facilidades hay para todos los gustos, así que no importa
el modo. La cuestión es llegar hasta las entrañas de la isla para saborear y
conocer su verdadera esencia.
São Vicente