A Escondidas - Patrick D
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Y no es una cuestión racional, el pacto lo haces con el subconsciente<br />
de los oyentes, no con ellos mismos. Tu timbre de voz penetra en la parte<br />
más profunda de sus pensamientos. Luego, cuando vas a la panadería, como<br />
por arte de magia, te reconocen. Nunca te han visto, pero saben que<br />
eres tú, ni siquiera lo dudan. Titubean porque no entienden cómo es posible<br />
que puedan estar tan seguros de sí mismos, pero no dudan de que seas<br />
tú, sino que se sorprenden de sí mismos por haberte reconocido sólo<br />
por la voz. Tú, como profesional, hay momentos en que ni te esfuerzas en<br />
negarlo. ¿Por qué? Para ellos, quizá para ti también, es una feliz coincidencia.<br />
Debemos pensar que ese oyente que te ha reconocido por fin, después<br />
de mucho tiempo, ha completado un puzzle en su cabeza, un puzzle<br />
que empezó con tu voz y terminó con tu rostro. Nunca te imaginan cómo<br />
eres realmente. Las personas imaginan y construyen imágenes a partir de<br />
lo que han visto y por eso casi nunca aciertan. Dependiendo de qué locutor,<br />
a veces puede resultar una decepción... Yo me imaginaba a <strong>Patrick</strong> D.<br />
Frutos con la cara de un tipo que vi en un anuncio de un periódico una<br />
vez. Le puse esa cara, no sé por qué. Tenía muchas entradas, la frente<br />
arrugada y una boca muy grande. Suele pasar que caricaturizamos la imagen<br />
que nos formamos de nuestros locutores favoritos. Los imaginamos<br />
con una gran frente, con con una gran nariz, o excesivamente guapos, o<br />
excesivamente barbudos... Años más tarde, muchos años después, ya con<br />
Internet de la mano, pude ver una foto de <strong>Patrick</strong> D. Frutos... y fue una<br />
grata sorpresa. A veces decimos que la voz que habíamos oído no le pega<br />
a esa persona, pero en el caso de <strong>Patrick</strong> no podía ser de otra manera. Me<br />
encantó poder ponerle cara por fin al locutor que inspiró parte de mi carrera<br />
profesional.<br />
xii