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SALA DE TOGAS
cubierto después, cuando he vuelto a rememorar/o.
Me recuerdo con una navaja
haciendo cositas, barcos, etc. Creo
que el desarrollo de expresión tanto en
la música como en la escultura ha sido
paralelo. La técnica la he aprendido después,
a partir del afío 65 aproximadamente.
Sigo curioseando en el taller atiborrado
de objetos que me parecen una
cosa y que luego significan otra bien distinta.
Aquí se desarrolla y dispara la rica
imaginación del artista, creando formas,
imágenes, figuras que el ha proyectado
ante un inexpresivo trozo de
madera y que ha dado forma con sus
manos.
Lo que más trabajo es el barro y la
madera. Trabajo tambien el hierro y he
pasado cosas al bronce, primero modeladas,
pero lo que verdaderamente me
entusiasma es el barro y la madera.
Del taller de trabajo, de lo que se está
haciendo, pasamos a la casa, a lo ya
terminado, a la casa museo, a SU CA­
SA, porque muy pocos podrán tener
tantas cosas, suyas, tantas cosas creadas
y trabajadas por él.
La baranda de madera tallada, la
cristalera del ventanal del descanso de
la escalera, la de la puerta de la cocina,
la forja que separa el salón del pasillo
de entrada, la existente al final de la escalera,
llena de signos, el cabecero de su
cama, los cuadros, las figuras que llenan
todos los rincones de su casa, todo
eso es suyo, es su obra, su impresionante
obra.
-¿A qué obedece este interés tuyo,
este placer por el desarrollo de este tipo
de expresión, por la escultura?.
«He hecho un análisis del por qué
de esta actividad, que se justifica por el
hecho de que la escultura ocupa buena
parte de m(tiempo, - no es un hobby
de solo un rato- sino que es todo mi
fin de semana y parte de ella, y he llegado
a la conclusión de que me mueve
una doble compulsión a hacer cosas de
arte. En primer lugar siento la necesidad
de pinchar, de perforar la estructura
de juera de nosotros mismos y pasar
de la inmanecencia hacia la trascendencia;
y en segundo lugar, porque hay
un momento en que empiezas a sentir
dentro de ti, que el mundo de tu entor-
no se te queda pequeño como forma o
camino normal de expresión. Cuando
concurren estos dos aspectos es casi necesario
que surja el arte como camino
de expresión. El arte no es más que la
traducción en signo humano de ese -
llamémosle- resplandor interno que tenemos.
Lo mismo que la palabra es como
el vestido de las ideas, el arte es la
traducción, el vestido de ese resplandor
interno de armonfa y belleza.
Esa llenez luminosa es la que sin la
trascendencia -que acabo de decirtese
le llama la musa. Cuando viene la
musa, la inspiración, la llenez -fijarte
la correlación que hay entre el término
inspirar y llenarse (de aire)- sale el arte.
Pero es un signo doble, no solamente
surge el arte de la llenez, de la paz,
es decir, cuando estoy lleno, inspirado,
que necesito expresar, sino que usando
el medio, el instrumento del arte, alcanzas,
retomas ese punto qe llenez.
Sentado ante el órgano, Manolo se
trasforma, se llena. A partir de este momento,
no solamente habla sino que a
la vez y, con ajustada técnica, interpreta.
Primero, los compases iniciales de
la Salve Cisterciense que compara con
la Tocata y Fuga de Juan Sebastian
Bach y me habla de la similitud entre
ellos y como éste último parece haber
copiado los primeros movimientos de la
Tocata de los iniciales de la Salve.
Toda la expresión profunda del
T
hombre le viene de ser un ser modelado
-a imagen y semejanza de Dios- . Esa
es una teorfa Br'blica, pero no es una teorfa
solo propia de Israel, sino que es una
teoría muy antigua y además recogida
en casi toda la cultura Mesopotámica y
Persa.
Ahora es el Ave María de Schubet
la.que sale de sus manos. Hemos hablado
de la modelación del hombre que hizo
Dios e instintivamente le han venido
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