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TAHU INBAL<br />
lENIAMINO GIGLI I<br />
1<br />
Rl VISTA DH MDSIC'<br />
Año V - n." <strong>42</strong> - Mar/o 19SM)"- 450<br />
I<br />
.EMPERFR<br />
-•encuentro en ( 1)
PROYECTO C-2:<br />
EL INVENTOR DEL COMPACT DISC CREA DE NUEVO.<br />
ja<br />
•lúe Philips quien revolucionó el mun- ficador, doble platina, reproductor CD, Vídeo Philips o del televisor que pueda<br />
do con el Compoct Disc.*- Y ahora es giradiscos y ecualizador opcional.»* To- Vd. tener. *• Proyecto C-2 de Philips.»><br />
Philips también quien crea el Proyecto C-2: do magistrolmente integrado-** Y hasta Sólo el inventor del Compoct Disc podía<br />
tres sistemas Hi-Fi perfectos pora el Com- 90 W. por canal *• Además, un mando a concebir algo asi. •* ••<br />
poct Disc que realzan aún más localidad distancia que controlo todas los fundo-<br />
de su sonido.*- Con sintonizador, amplí- nes básicas de los sistemas, así como del<br />
PHILIPS<br />
TECNOLOGÍA Y DISEÑO<br />
PHILIPS 1
FáU<br />
SCHERZO EDITORIAL. SA.<br />
O Marques de Mondéjar, lt<br />
28Ü2G Madrid<br />
Tdef. (91] 246 7 fe 22<br />
Fax (91) 256 18 64<br />
Gerardo Queipo de Llano<br />
Director<br />
Anloruo Moral<br />
Director Adjunto<br />
Javier Alfaya<br />
Enrique Martínez Miura<br />
4. c C<br />
Consejo de Redacción<br />
Javier Alfaya. Roberto Andrade Malde, Domingo del<br />
Campo CasteJ, Samugo Martin BermudeJ. Antonio<br />
Moral, José Lms Pztez de Arteaga, Ariuro Reverter, José<br />
Luis Télíez.<br />
Secciones<br />
RedacCKJn en Barcelona Fuger Aber. Redacción en Valencia<br />
1 Blas Cortés. Actualidad. Enrique Martínez Miu<br />
ra y ¡avier Alfaya. Discos" Enrique Péreí Arfnzn Libros<br />
Xosn Manual Car reirá. Alta fidelidad 1 Alfredo Oroz<br />
co. Jazz: Ebbe Tnberg Música contemporánea. Manuai<br />
Rodero, Educación musical. Pliego. Danza: /esús<br />
Castañar.<br />
Colaboran en este número:<br />
|avter Alfaya, Roger Atier. Julio Andrade Malde, Roberto<br />
Andrade Malde, loaquin Arnsu Amo Teresa Berganza,<br />
Alfredo Brotan* Muñoz. Sansón Carrasco. Luis<br />
Fernando Carvajal Blázquez, Jesús Castañar, Miguel An<br />
gel Coria, Blas Cortés, Ffedro Elias, Antonio Fernández<br />
Cid, Fernando Fíaga. F lo rentmai Gracia, Utrillas, Fran<br />
cisco Gutiérrez, Anton>a Hidalgo, Ramón Ingoyen. josé<br />
Antonio Lacárcel, Giacomo Lauri-Volpi, Kenneth<br />
Loveland. Santiago Martin Bermudez. Joaquín Martin<br />
de Sagarminaga. José María Martin Triara, Enrique Martme?<br />
Mrura. Francesc Xavier Mata i Bertrán. Blas Matamoro,<br />
Ángel Fernando Ma/o, Anton-o MoraJ, Luis<br />
Morales dacomin, Worfgang Amadeus Mozart. José<br />
Amonio Nieto de Miguel. Rafael Ortega Baaagoiti. José<br />
Luis R?rez de Arteaga. Enrique Pérez Adrián, Antonio<br />
de Raco, Arturo Reverter. |ordi Ribera i Bergás.<br />
Manuel Rodeno, F'ablo Sorozábal Serrano. Ebbe Traberg.<br />
Erizo Valenti Ferro. Albert VHardell. Francico Jo-<br />
%é ViNalba<br />
Coordirté el Dosier de este número-<br />
Fernando Fraga<br />
Diseño de portada.<br />
Arquetipo.<br />
foto de portada: EM|<br />
Maqueta: Arantza Quintanilla.<br />
Administración:<br />
Cristóbal Andúiar (Contabilidad). Cristina Millet (distribución<br />
y suscripción). Soma Viste '(secretaria)<br />
Doble Espacio<br />
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SCHERZO es una publicación de carácter plural y n o<br />
pertenece nt está adscrita a ningún organismo publico<br />
ni privado. La dirección respeta la libertad de expresión<br />
de sus colaboradores. Los testos firmados son de<br />
la excluwa responsabilidad de los firmantes no sien.<br />
do por Tanto opinión oficial de la revista.<br />
SUMARIO<br />
Año V n.° <strong>42</strong> - MARZO 1990 - 450 ptas.<br />
OPINIÓN • 4<br />
TRIBUNA ABIERTA<br />
— Tras las huellas de Julio Iglesias, Ramón Irigoyen 8<br />
ACTUALIDAD 10<br />
ENTREVISTA<br />
— Ehahu Inbal: el titán reflexivo: José Luis Férez de Arteaga 43<br />
ACTUALIDAD DISCOGRAFICA 51<br />
DISCOS , 52<br />
ESTUDIOS DISCOGRAFICOS<br />
— Vísperas de revoluciones; dulzura de vivir, Pedro Elias 70<br />
— Shostakovich imprescindible, Alfredo Brotóns Muñoz 71<br />
— Giulini: ¿un Brahms insuperable?, Roberto Andrade Malde 72<br />
— Un punto de partida, Roberto Andrade Malde 73<br />
— Voces de antaño, formas de hogaño, Fernando Fraga 74<br />
— Los cuatro temperamentos. F*edro Elias. . . 75<br />
— La maldición del reloj de cuco, Joaquín Arnau Amo 76<br />
— Tippet: una criatura de nuesiro tiempo, Santiago Martín Bermúdez 78<br />
— Horowitz o la apariencia sustancial, Joaquín Arnau Amo 79<br />
— Un Wagner intensamente dramático, Ángel Fernando Mayo 80<br />
LIBROS/VIDEOS 61<br />
LA GUIA 82<br />
DOSIER: Beniamino Gigli 83<br />
— Un catedrático del canto, Roberto Andrade Malde 84<br />
— Mis recuerdos de Gigli, Antonio Fernández-Cid 87<br />
— II tenore assoluto. Blas Matamoro 92<br />
— Cinco miradas sobre Gigli ' 94<br />
— Beniamino Gigli en España, Joaquín Martín de Sagarminaga 95<br />
— Las óperas completas, ¡osé María Martin Triana 98<br />
— Cronología. Fernando Fraga . 101<br />
— Discografía. Fernando Fraga 105<br />
LA OPERA DEL SIGLO XX<br />
— La traducción verista del simbolismo: Die tote Stadt de Cbrngold.<br />
Santiago Martin Bermúdez.<br />
DANZA 112<br />
VOCES DE AYER Y HOY<br />
— Fiorenza Cossotto. el fin de una estirpe, Joaquín Martin de Sagarminaga 114<br />
MÚSICA CONTEMPORÁNEA<br />
— Martínez Fontana: la pasión por el equilibrio. Manel Rodeiro. ... 116<br />
GRANDES INTERPRETES<br />
— Reencuentro con Klemperer en CD, Enrique Pérez Adrián 121<br />
JAZZ<br />
— Episodios, Ebbe Traberg 124<br />
ALTA FIDELIDAD<br />
— ART: Un pura sangre inglés, Francisco Gutiérrez 126<br />
EFEMÉRIDES, Luis Fernando Carvajal Blázquez 130<br />
SCHERZÓ 3
Música para pobres y ricos<br />
Q<br />
ue la oferta musical en España, y más<br />
en concreto, en las grandes ciudades,<br />
ha aumentado considerablemente es<br />
un hecho que nadie puede negar.<br />
Tanto que a veces se puede pensar<br />
—y nosotros hemos reflexionado sobre ellos en<br />
otras ocasiones desde esta misma página<br />
editorial— que la sociedad española no es capaz<br />
de absorber toda esta oferta, debido a las<br />
carencias culturales endémicas que padecemos,<br />
acerca de las cuales empieza a ser aburrido<br />
insistir una vez más.<br />
Paradójicamente, el aumento de la oferta ha ido<br />
acompañado de un curioso efecto que<br />
necesitaría, sin duda, un análisis sociológico<br />
riguroso, pero que es visible para cualquier<br />
observador atento y que consiste en curiosa<br />
estratificación del público musical. En palabras<br />
más corrientes: cada vez hay más música, pero<br />
cada vez es más cara. Y el efecto que eso tiene<br />
sobre el público es el previsible: las economías<br />
más modestas han de conformarse con lo que<br />
les ofrece la programación de las dos orquestas<br />
estatales, la de la RTVE y la ONE, mientras que<br />
el dinero —el gran dinero— se puede permitir<br />
los elevados precios de los festivales o de la<br />
temporada de óperas, que entran en el terreno<br />
de lo prohibido para la mayor parte de los<br />
ciudadanos. Pero las cosas no son tampoco tan<br />
netas. Porque también el precio de las entradas<br />
para las orquestas estatales ha aumentado, con<br />
los efectos conocidos de retracción de una parte<br />
del pública<br />
El resultado es que en España ha aumentado,<br />
como ya indicamos más arriba, la oferta musical,<br />
pero no así la demanda, ya sea por razones<br />
económicas o porque se ha creado una leyenda<br />
de inaccesibilidad que hace que mucha gente<br />
SCHERZO<br />
considere punto menos que inútil acercarse a<br />
una taquilla para comprar una entrada.<br />
Fenómeno éste último también curioso y que tal<br />
vez tenga que ver con la necesidad de montar<br />
algún tipo de campaña que demuestre a un<br />
público potencial que en muchos casos acudir a<br />
un concierto es tan hacedero como ir al cine o<br />
a un partido de fútbol.<br />
volvamos a nuestro tema principal: esa<br />
diferenciación que los precios han impuesto en<br />
el público musical. Resulta que no deja de<br />
producir extrañeza que una sociedad como la<br />
nuestra se democratice en política, pero no en<br />
cultura. Lo que con notable pedantería se llama<br />
alta cultura es cada vez más inaccesible. La<br />
música llamada clásica o seria entra plenamente<br />
en ese pedantesco apartado. Y dentro de él la<br />
línea divisoria entre los espectáculos que se<br />
consideran de calidad pasa progresivamente por<br />
lineamientos de clase. Con un efecto también no<br />
desdeñable y es que el concierto caro y el<br />
verdadero interés por la música casi nunca se<br />
hermanan. Sin temor a equivocarse mucho se<br />
puede decir que cuanto más alto se sitúa en la<br />
escala social un concierto, cuando más es un<br />
acto mundana menos interés partiápativo se<br />
detecta en el pública<br />
Asi las cosas, quizá haya llegado el momento de<br />
plantearse en serio la necesidad de arbitrar los<br />
medios para que ese proceso de alejamiento<br />
entre los consumidores potenciales de cultura y<br />
la música se reduzca. Está claro que la política<br />
de patrocinio —en otro lugar de la revista<br />
hablamos del asunto desde otra óptica— no ha<br />
reportado el beneficio de una auténtica<br />
popularización de lo musical, sino casi al revés.<br />
Habría que preguntarse por qué.
'UNA BROMA MUSICAL<br />
Lo recuerdo perfectamente Tenia<br />
yo once años. Nannerl era ya una<br />
muiercita de buen ver Algún vecino<br />
le tiraba los tejos de ventana en ventara.<br />
Lamento tener que deor que por<br />
aquellas fechas yo era famoso en gran<br />
parte de Europa. Se me disputaban nobles,<br />
aristócratas y la plebe cantaba algunas<br />
de mis melodías. Nannerl<br />
disfrutaba de una cómoda posición. Al<br />
amparo de mis éxitos, le llegaron las<br />
prebendas, los regalos, los conciertos<br />
y hasta algún novio Yo sé que por dentro<br />
rabiaba contra mi. contra nuestro<br />
todopoderoso padre, contra ella misma.<br />
Pero poder disfrutar de las mieles<br />
del triunfo ajeno con beneficio propio,<br />
era como un tráfico de mfluencias a la<br />
austríaca. Entre hermanos, las cosas son<br />
así. se decía Nannerl. Ffero yo, un día<br />
estallé, le planté cara a Leopoldo y le<br />
dye que eso de que mi hermanísima estuviese<br />
siempre a mi lado, tocando sonatas<br />
al socaire de mis aplausos, que<br />
se habia acabado. Que utilizar mi clavecín<br />
y mi despacho en Salzburgo para<br />
ligarse novietes y alumnos, no<br />
volvería a ocurrir. Y la verdad es que<br />
no sucedió nunca más.<br />
El final de la historia, ya lo conocen<br />
Nannerl, poveretta. ha pasado a la historia<br />
sólo como mi hermamta mayor<br />
Pero su vida, a partir de mi plante, fue<br />
sosa, difícil y sobre todo alejada de mi<br />
actividad. Yo la quise a partir de entonces<br />
un poco mas<br />
Y la verdad es que ahora, mientras<br />
busco mi peluca en este caótico desorden<br />
que rema en et pisito que me ha<br />
puesto SCHERZO, no sé por qué les<br />
cuento esta historia, triste, personal e<br />
intransferible. Acaso porque a veces esta<br />
segunda vida que me ha tocado vivir,<br />
no me gusta un pelo. Este puesto<br />
de observador desde la eternidad de<br />
las miserias musicales españolas y europeas,<br />
me pone de muy mal gas. De todas<br />
formas, si a alguien le es útil, me<br />
doy por satisfecha Fbr cierto, me voy<br />
a escuchar una sinfonía de Mahler para<br />
ponerme a tono.<br />
W.A.M.<br />
'EL DISPARATE MUSICAL'<br />
La vida sigue igual<br />
El famoso trovador-castigador Agosto<br />
Catedrales, cantaba aquello de La<br />
vida sigue igual y hacía derretirse a<br />
las qumceañeras de años ha. Hoy día. trova<br />
y trova el trovador, con la innovación<br />
de su irresistible atracción (compartida<br />
con su ex-señora) por los pavimentos cerámicos.<br />
Por el caso es, losetas aparte,<br />
que su famoso lema sigue vigente, porque<br />
la verdad es que uno repasa el patio<br />
y, como decía no sé quién, casi siempre<br />
pasa igual, sucede lo mismo. Luisito Ponecajas.<br />
sin ir más le|os, se resiste a apearse<br />
de esta sección, y proporciona<br />
continuados motivos para convertirse en<br />
estrella de la misma. Incapaz de defenderse<br />
en los medios especializados, su<br />
multinacional recurre a terceros, con frecuencia<br />
anónimos, que rompen lanzas en<br />
favor del pobre Luisilo en los medios más<br />
peregrinos; últimamente, fíjense qué cosas,<br />
en la prensa del hígado. Una desenteresada<br />
y habitual colaboradora me<br />
remitió hace poco un jugoso ejemplo, en<br />
el que se leen cosas tan sorprendentes<br />
como que Luisito ^respeta, ahora más<br />
que nunca, la concepción clásica de las<br />
obras», que das ensambla con precisión<br />
en un amenísimo potpurrís o que «el mérito<br />
indiscutible de popularizar la música<br />
culta no puede negársele con criterios de<br />
exagerado purismo». El anónimo plañidero<br />
acaba llorando, porque «no es justo<br />
que aquí haya quien todavia le niegue el<br />
pan y la sal». Hombre, no se ponga así,<br />
que rápidamente organizamos una colecta.<br />
Digo yo, mi dilecto y llorón plumífero,<br />
que el pan y la sal es |usto lo que no<br />
se le ha negado a Luisito. que se ha puesto<br />
las botas el hombre, y la cosa no tiene<br />
pinta de terminar en que no llegue a<br />
fin de mes. Además, nadie le niega el éxito<br />
comercial. Lo que se le ha negado, y<br />
al menos un servidor le seguirá negando,<br />
es un mérito artístico mínimo, que es distinta<br />
Y ello porque ensamblar con precisión<br />
no requiere talentos privilegiados<br />
venidos del altísimo, y porque el potpurri,<br />
además de ser de amenidad discutible,<br />
no es mérito suyo, sino de Verdi y<br />
sus colegas. Resulta hilarante afirmar. como<br />
hace el innominado panegirista, que<br />
OPINIÓN<br />
Luisito dirige con talento, aunque la sinrazón<br />
de tal aserto palidece al lado de la<br />
del respeto a la concepción clásica, que<br />
provoca carcajadas incontenibles. Algunos<br />
hasta defienden los menús de Luisito, diciendo<br />
que toma lo que hay de aprovechable<br />
en las obras, asi que fíjense lo<br />
mucho que el empalmista está contribuyendo<br />
a apreciar a los clásicos. En resumen,<br />
que seguimos sin entender que no<br />
todo lo que se vende es bueno por ese<br />
hecho, y eso sin entrar en lo que refleja<br />
el tal éxito de ventas, o sea. el elevado<br />
número de sordos potenciales que nos<br />
rodea y el nivel bajo mínimos que está<br />
alcanzando la sensibilidad artística más<br />
elemental.<br />
También sigue igual, o sea. sin querer<br />
dejar esta modesta columna, el agudo<br />
Don Simón, empeñado el hombre en hacernos<br />
creer que el sol no es el sol y que<br />
la reventa no es reventa, sino servicio.<br />
Porfía el tenaz Don Simón, experto en<br />
desliz y confusión, pero no voy a darle<br />
el placer de hacerle otra publicidad que<br />
no sea la de recordar de vez en cuando.<br />
que, quien puede, debería tomar medidas<br />
al respecto. Ftero claro, a ver quién<br />
diablos toma medidas si insistimos —y en<br />
esto también seguimos igual— en pone<br />
al frente de los temas al primero que pasa,<br />
entienda o no. le guste o no, la jorobe<br />
o no.<br />
El público, que de cuando en cuando<br />
también proporciona ejemplares jugosos,<br />
también sigue igual. El otro día. durante<br />
la primera función de La fiamma en el Liceo,<br />
un par de cotorras que confundieron<br />
la peluquería con la ópera, fueron<br />
increpadas por la Caballé, que a pleno<br />
pulmón les dijo: «Hagan el favor de callar,<br />
que así no se puede trabajar». Y eso<br />
que fue bien educada, que si no, lo mismo<br />
se escapa de «Se callen, cono» con<br />
un par de soplamocos, y a vivir, que son<br />
dos días.<br />
Tenía otra cosa divertida de Pavarotti.<br />
pero se me acaba el espacio. Como ven,<br />
todo sigue igual, que diría Don Agosto.<br />
Rafael Ortega<br />
SCHEHZO 5
OPINIÓN<br />
BACHILLERÍAS'<br />
De pauperate<br />
La de músico es una profesión vergonzante,<br />
de un nivel similar a la de men<br />
digo, porque, igual que este, vive de<br />
limosna (por otro nombre llamada subvención<br />
o patrocinio). No hablo, por supuesto,<br />
de tenores, divos, funcionarios y<br />
figurones, porque éstos pertenecen a<br />
otros estamentos, aunque en sus negocios<br />
también utilicen los sonidos como<br />
materia prima Dicho de otra manera, en<br />
el inconsciente colectivo y reflejado en el<br />
comportamiento de los que tienen poder,<br />
la música sigue siendo una actividad<br />
cercana a la mendicidad: quien se dedica<br />
a la música es porque no sabe hacer<br />
nada rnás útil; si toca su música, es porque<br />
le gusta, por vocación, independientemente<br />
de que le paguen o no. La<br />
sociedad, es cierto, sabe que necesita de<br />
la música para entretener ciertos momentos<br />
de ocio, pero ello no hace mejorar<br />
a los músicos en consideración social, porque<br />
también las putas ion necesarias para<br />
cierto ocio y no por ello su estimación<br />
social es superior a la de los mendigos,<br />
incluso es más baja, porque éstos pueden<br />
ser spobres pero honrados».<br />
¿Exagerada la comparación con las putas<br />
y ' DS mendigos? Ni un ápice, y ah¡ van<br />
unos pocos datos, no por sabidos menos<br />
ciertos.<br />
La reforma de la enseñanza musical es<br />
la asignatura pendiente con la que todos<br />
los gobiernos repiten curso Los administradores<br />
opinan que los músicos de las<br />
orquestas son productos perecederos y<br />
lo demuestran pereciendo a la Orquesta<br />
de Valladolid sin que nadie se inmute<br />
lo más mimmo Enchufas TVE I y sale ei<br />
Hermida en toda su pompa y esplendor,<br />
pero pasas a TVE 2 y aparece La tira de<br />
música r|ue mcjur se podía llamar la capia<br />
de música por las estrecheces con las<br />
que está hecha. Paralelo desequilibrio se<br />
observa entre RNE I y RNE 2. etc., etc.<br />
Con un solo ejemplo se puede poner<br />
en cifras el interés por la música. A fines<br />
del fenecido 89 había en el Ministerio de<br />
Cultura 400.fXXD.000 ptas. para adquisición<br />
de obras de arte. El Museo Arqueológico<br />
solicitó 200.000 ptas. para la<br />
compra de un pianoforte de mediados<br />
del S. XIX. Solicitud denegada. Exactamente<br />
estamos por debajo del 0,05% de<br />
interés.<br />
SCHERZO<br />
Sansón Carrasco<br />
ÁNGULOS'<br />
Los dineros del Estado<br />
El Reino Unido es, como se sabe, un<br />
país de instituciones algo arcaicas,<br />
pero en general enormemente eficaces.<br />
No tiene una constitución escrita<br />
pero sin embargo, su sistema es uno<br />
de los más democráticos que existen<br />
en el mundo. El e|emplo es de sobra<br />
conocido pero conviene, recordarlo<br />
porque eso nos ayudará a comprender<br />
algunas cosas. Entre ellas porque resulta<br />
tan acongO|ante que determinadas instituciones<br />
entren en crisis en la vieja Inglaterra.<br />
Asi. hace poco la Poyal Shakespeare<br />
Company, uno de los conjuntos teatrales<br />
más prestigiosos del mundo entero,<br />
ha llegado al fondo de su decadencia<br />
acelerada y su dirección ha tomado una<br />
decisión drástica para evitar el deterioro<br />
completo: durante cuatro meses al<br />
año la RSC cerrará sus puertas. El motivo<br />
inmediato es el formidable déficit<br />
que arrastra. ¿Las razones? Entre otras,<br />
una muy clara: la aleatonedac! del patrocinio,<br />
eso que una generación de<br />
horteras indocumentados con ínfulas<br />
de yuppies llaman la sponsorízaoón.<br />
En efecto, el riesgo de depender única<br />
y exclusivamente del patrocinio privado<br />
es grande. En el Reino Unido el<br />
neoconservadurismo de la Thatcher ha<br />
llevado a una privatización de hecho de<br />
casi toda la vida cultural, que paso a<br />
depender de grandes firmas. El Estado<br />
se inhibe y como diría un neo-liberal<br />
o neo-conservador (los dos nombres<br />
son intercambiables) y nde)a operar a<br />
las fuerzas del mercado». El problema<br />
estriba en que de ese modo la vida cultural<br />
de un país queda al albedrío de<br />
tal o cual grupo económico y necesariamente<br />
refle|a sus fluctuaciones financieras.<br />
Si las cosas van bien se da dinero<br />
CARTAS<br />
Compositores<br />
El pasado 16 de diciembre tuvo lugar en un<br />
aula del Conservatorio de Música de la madrileña<br />
calle de Amaniel, una asamblea de la<br />
Asociación de Compositores Sinfónicos Españoles,<br />
a la cual asistí como asociado<br />
Con tal motivo quiero hacer unas reflexiones<br />
que creo de interés para esa parte importante<br />
de la música que somos los<br />
para la cultura: si no. es el primer sitio<br />
de donde se quita. Y eso sin tener en<br />
cuenta las presiones ideológicas, los<br />
pre|uicios estéticos, etc., que pueden<br />
ejercer una influencia destructiva sobre<br />
cualquier proyecto cultural transformador.<br />
Los artistas de hecho evolucionan<br />
en el sentido de convertirse en cortesanos<br />
de los nuevos poderes que rigen<br />
el mundo.<br />
En este país el régimen de patrocinio<br />
está en mantillas. Por eso no seria<br />
mala cosa que quienes nos gobiernan<br />
frenaran sus entusiasmos neoliberales<br />
y echaran un vistazo a cabezas a|enas.<br />
El deterioro relativo, desde luego, pero<br />
que empieza a ser visible de la vida<br />
cultural británica debía dar que pensar<br />
a quienes sostienen que el Estado debe<br />
ser prácticamente un mero espectador<br />
en estos asuntos. No es sostenible<br />
ni moral ni políticamente que<br />
el Estado retire sus dineros de la cultura<br />
y deje que sean los dineros privados,<br />
si les peta, los que subvencionen<br />
un aspecto fundamental de la vida del<br />
país.<br />
Al menos que se apueste por la barbarie,<br />
es decir, el cruzarse de brazos<br />
ante la galopante trivilización y embrutecimiento<br />
de la vida social, que tiene<br />
cada vez efectos más pavorosos en los<br />
hábitos culturales de la gente. A lo mejor<br />
es así. Sin duda un pueblo ignorante<br />
es más maneiable y manipulable que<br />
otro que no lo es. Si es asi la sociedad<br />
debe defenderse. Lo cual quiere decir<br />
presionar frente a esa viejísima tentación<br />
totalitaria del «pan y circos que<br />
padecen los gobernantes, cualquiera<br />
que sea su signo,<br />
Javier Alfaya<br />
compositores A dicha asamblea asistieran cinco<br />
asociados (hace años que pasa lo mismo<br />
en todas las asambleas que se convocan). Ei<br />
espectáculo era deprimente, ya que de una<br />
asociación de 150 miembros tan sólo estábamos<br />
diez, y de esos la mitad eran miembros<br />
de la directiva, pese a que en los temas a<br />
decidir estaba nada mas y nada menos que<br />
la reforma de los estatutos<br />
Ante estos hechos conviene hacerse las siguientes<br />
preguntas.<br />
1. a ) ¡Es que a los sufridos compositores de<br />
este país no les importa lo mas mínimo algo<br />
que les concierne tan di réntame ni e'<br />
2. J ) ¿Por qué a la inmensa mayoría de los
AL MARGEN<br />
YUds. disimulen la maternal excla-<br />
mación que encabeza este articu-<br />
lo. Pero es que hay que ver cómo<br />
se han puesto: que 51 trafican con<br />
influencias —o. para decirlo en<br />
cristiano, que si comercian con re-<br />
comendaciones, una compraven-<br />
ta de toda la vida, vamos—; que<br />
si se benefician de informaciones<br />
privilegiadas —¿y quién no? ; que<br />
51 malversan, que si prevarican,<br />
que... jAnda. mi madre! Fbr fin es-<br />
tos exploradores de fortuna han<br />
descubierto el Mediterráneo.<br />
Lo peor es que han abierto la ca-<br />
ja de los truenos y tengo para mi<br />
que a más de uno lo va a partir<br />
un mal rayo, porque tirar asi de<br />
la manta no es JUICIOSO: esos brus-<br />
cos e inoportunos destapes sacan<br />
siempre a luz generales vergüen-<br />
zas, cuya vista a nadie beneficia<br />
ni conviene. Pero hete aquí que<br />
los tartufos han dado en abrir, ya<br />
digo, el tarro de las más rancias<br />
esencias de la moralma patria, en-<br />
venenándonos a todos con la he-<br />
dieondez de los humores que<br />
que al menos sobre los papeles figuran como<br />
socios no se preocupan de la Asociación<br />
hasta el punto de llevar años sin pagar la módica<br />
cuota?<br />
3. a ) ¿Será tal vez porque muchos de ellos<br />
pertenecen a las asociaciones de sus respectivas<br />
autonomías?<br />
Las respuestas tendrían que darlas los compositores.<br />
Sin embargo, yo creo que con la<br />
excepción de aquellos que están en situación<br />
privilegiada (muy pocos) el resto debería interesarse<br />
por la Asociación, pagar sus cuotas<br />
y asistir a las asambleas, ya que si no la historia<br />
de la Asociación demuestra que abandonando<br />
a las directivas (cuales quieran que éstas<br />
sean) pueden producirse situaciones de todos<br />
conocidas.<br />
Por lo tanto yo desde estas paginas aconsejo<br />
a rras colegas que paguen sus cuotas y<br />
participen en la administración de la Asociación<br />
Jenufa<br />
¡Nene, caca!<br />
Francisco Cano<br />
(Madrid)<br />
Tras la «súbita aparición cual champiñones<br />
inesperados», del comentario alabativo que<br />
de la Jenufa. grabada en Nueva York, hace<br />
S.M.B. en el n.° 40, y tras haberlo leído con<br />
verdadero interés, me decidí con urgencia a<br />
adquirir una copia de esta fascinante ópera.<br />
encerraban en todo semejantes<br />
a «eso que escurre -como dice<br />
ítalo Calvmo— de las mesas de<br />
marmol del depósito de ca-<br />
da ve res s.<br />
¿Qué a qué viene todo esto?<br />
Pues a que la mala vida musical<br />
española refleja fielmente la rea-<br />
lidad nacional. También entre no-<br />
sotros, en este ruidoso y mefítico<br />
microcosmos, se compran y ven-<br />
den influencias, se logran sustan-<br />
ciosos beneficios merced al uso<br />
indebido de información reserva-<br />
da, se cometen óperas, se perpe-<br />
tran diccionarios, se infligen sin<br />
misericordia las propias ocurren-<br />
cias al respetable...<br />
Pese a todo lo anterior —y más<br />
que por ahora dejo en el<br />
tintero— no faltan varones aten-<br />
tos que recomiendan dejarlo es-<br />
tar, no meneallo. y que cuando<br />
algún indiscreto postula lo contra-<br />
rio invariablemente avisan: jcaca.<br />
nene!<br />
Miguel Ángel Coria<br />
tras un par de atentas audiciones aún no acierto<br />
a comprender el tono caluroso con que<br />
Santiago Martin saluda esta versión. Estoy de<br />
acuerdo con él en que no ha de irse con pre-<br />
|UÍcio5, no tener en mente, la hasta ahora inatacable<br />
versión de Mackerras. pero por mucho<br />
que te olvides no puedes por menos que<br />
echar en falta en la presente grabación algo<br />
tan fundamental y tan connatural a janacek<br />
como es la pasión y el vigor, la sensación de<br />
robustez, expresión de realismo y verdad desnuda,<br />
y que en la versión de Mackerras creo<br />
que viene servida de sobra. Objetivamente.<br />
la lectura de Queler es digna. Para un públi-<br />
OPINIÓN<br />
co americana poco habituado a este repertorio,<br />
puede tratarse de una muy respetable<br />
e impoluta interpretación de Janacek, pero no<br />
basta con una galería de gritos histéricos (Kostelnicka)<br />
o con intervenciones de tenor pucciniano<br />
(Steva). No se nos está dando asi a<br />
|anacek en carne. Sólo se percibe aquí la superficie,<br />
para no dar nunca la sensación emocional,<br />
intensa (como puede ser todo el inicio<br />
del Acto 2°, que se convierte a mano de los<br />
americanos en una simple y desangelada puesta<br />
en música del drama), sin tener en cuenta<br />
nunca la presencia vigorosa, demoledora de<br />
la sección de los metales, tan típica de la orquesta<br />
|anacekiana por no hablar del insulso<br />
coro del Acto l.°. pobre-pobrisima o del acompañamiento<br />
musical realmente asmático en la<br />
escena 7 el Acto l.° (Laca y jenufa). Todos los<br />
grandes avances orquestales y vocales de esta<br />
ópera en relación con las venideras (la timbrica<br />
vocaí de Laca, y sobre todo del Steva<br />
de la escena 3. Acto 2°. en los que casi se<br />
palpa el tono despojado de la casa de los<br />
muertos)jse pierde en estaveraón. Me pregunto<br />
qué intenta hacer Peter Kazaras, altanero,<br />
dibujando un papel verista cualquiera, está en<br />
las antipodas del mundo de janacek en conjunto,<br />
salvo W. Ochman, que hace un muy<br />
buen Laca, pienso que tocios los intérpretes<br />
caen en un exceso de desgarramiento sobrecargando<br />
las tintas, con lo que se pierde el<br />
carácter principal de la obra de janacek: la vocalización<br />
fiel al lenguaje hablado (aquí no tan<br />
exprimido como en El aso Makropulos, pero<br />
si en visible puesta en marcha), La tostelnicka<br />
de Leonie Rysanek, aunque menos<br />
desentonada que Benackova en |enufa, no es<br />
capaz de darnos todos los sutiles rnatices que<br />
si abundaban en la versión de Randova de<br />
Decca, aparte de, en su afán realista, faltarle<br />
el aliento en más de una ocasión Desconozco<br />
la antigua prestación de Benackova para<br />
la versión de jilek, pero lo que aqui nos ofrece<br />
poco tiene que ver con el equilibrio que<br />
señala S.M.B. la gran escena de Jenufa del Acto<br />
2 °. en la que Soderstrom nos seducía con<br />
una gama variadísima de matices y en un lirismo<br />
insostenible, queda en manos de Benackova<br />
como una simple aria donde no existe<br />
el menor énfasis, de forma que el oyente (es<br />
mi experiencia) ni se entera de lo que el personaje<br />
intenta comunicarnos.<br />
Mercedes Valiente<br />
SCHERZO 7
OPINIÓN<br />
8 SCHERZO<br />
TRIBUNA ABIERTA<br />
Tras las huellas de<br />
Julio Iglesias<br />
Con la llegada de los socialistas al poder cundió la fiebre<br />
-según los expertos, necesaria- de la reconversión<br />
laboral propugnada por el ministro Solchaga.<br />
Reconvertirse o morir fue el lema de la época. Queriendo,<br />
pues, participar en aquel recicla|e. me acordé<br />
una noche de que, hacia unos pocos años, había sido poeta<br />
y, en consecuencia, pensé que. si me esforzaba, tenía alguna<br />
posibilidad de reconvertirme de autor de poemas en escritor<br />
de letras de canciones. También por aquellas fechas comenzó<br />
a agudizarse en el pais la fiebre def oro y me puse a escuchar<br />
de rodillas a ]ulio Iglesias, para ver si se me pegaba algo de su<br />
facilidad para amasar fortunas. Empecé también a cuidar mucho<br />
en esta línea el léxico de mi conversación y ya no calificaba<br />
a un espectáculo como fantástico, sino que decía que era oro<br />
molido. A partir del verano del 85 me puse a escuchar vorazmente<br />
miles de canciones y. de una ignorancia crasa en el tema<br />
hasta esa fecha, ascendí al nivel de una cultunlla aceptable, pues<br />
metí muchos cientos de horas de radto. Desayunaba a diario<br />
con Los 40 Principales y me acostaba con las serenas melodías<br />
de Radio 80. Los Rollmg, Lou Reed. Michael Jackson, Pnnce, Patti<br />
Smith, Iggy Fbp, Bruce Springsteen, Kanna. El Dúo Dinámico,<br />
Los Javaloyas. Radio Futura. Mecano, José Luis Perales, Gilbert<br />
Bécaud. Lucio Dalla, y tantos otros cientos de cantantes y grupos<br />
extranjeros y españoles, los escuché con deleite de reconverso<br />
en la más hacinada promiscuidad. Fue, en realidad, la<br />
primera y total borrachera de música en mi vida y ahora siento<br />
la felicidad de. salvo la restrictivamente llamada música clásica,<br />
haber probado de todo. La exclusión de la música clásica, que<br />
desconozco en todos sus compases, fue. en alguna medida, deliberada,<br />
como compensación por et exceso de escritores clasicos<br />
que, comenzando, naturalmente, por los chicos de Hornero<br />
y por los latinos, hay en mi vida. Dulce Safo, dime cuándo tú<br />
vendrás, dime cuándo, cuándo, cuándo...<br />
Ramón Irigoyen
ACTUALIDAD<br />
José García de Paredes<br />
Cada muerte es una mutilación que nos afecta a todos. La de un hombre con<br />
la personalidad humana y profesional de José García de Paredes, doblemente.<br />
Para la música española ha sido una de las peores noticias imaginables, porque<br />
la realización de los mejores trabajos arquitectónicos destinados a ella en los últimos<br />
años han sido obra de este hombre singular. José Garcia de Paredes fue el creador<br />
del Auditorio «Manuel de Falla» de Granada, del Auditorio Nacional de Madrid, del<br />
Palau de la Música valenciana. Cuando muñó estaba trabajando en los proyectos de<br />
los Auditorios de Murcia y Cuenca.<br />
Garcia de Paredes fue un gran arquitecto y además un amante apasionado de la<br />
música. Quizá ésa sea una de las claves que explica la alta calidad de sus trabajos.<br />
Teorizó sobre esa unión de música y espacio arquitectónico en su discurso de ingreso<br />
en la Academia de Bellas Artes.<br />
Un emotivo acto en el Auditorio Nacional fue el primer homenaje al ilustre fallecido.<br />
Un nombre, una obra, que quedará para siempre inextricablemente unido al de<br />
la música española.<br />
Pavarotti: llegar, ver y vencer<br />
La voluminosa humanidad de ese gran<br />
cantante de Módena que se llama Luciano<br />
Pavarotti aterrizó en Madrid en un<br />
avión particular para recibir el homenaje<br />
por todo un record de ventas: el del disco<br />
Tuíto Pavarotti, producido por la firma<br />
Decca. Pavarotti es una especie de<br />
fuerza de la Naturaleza y que en España<br />
ha tenido un éxito que ha bordeado lo<br />
sensacional y lo inesperado: la venta de<br />
su disco ha alcanzado los mas de trescien<br />
tos mil ejemplares, lo cual bate cualquier<br />
marca de difusión en nuestro país en el<br />
campo de la llamada música clásica. Pavarotti<br />
-que dicho sea de paso está a<br />
régimen— llegó, vio y venció. Un acto casi<br />
10 SCHFRZO<br />
multitudinario en un lujoso hotel del centro<br />
de Madrid fue el punto culminante de<br />
una visita a España que llevó a cabo entre<br />
unas vacaciones y un viaje de trabajo<br />
a Asia, a Hong-Kong para ser más exactos.<br />
Pavarotti se mostró simpático y comunicativo<br />
en sus encuentros con la<br />
prensa y aunque no dijo —ni nadie lo<br />
esperaba— cosas sensacionales, mostró<br />
su respeto hacia sus colegas españoles —<br />
Kraus, Carreras. Domingo y sobre todo<br />
Aragall. Recibió su disco de platino, sonrió<br />
y gesticuló ante las cámaras, pero no<br />
cantó. Lo cual, sin duda, habrá defraudado<br />
a algunos de sus incontables admiradores.<br />
La Fijm premiada<br />
El Premio Unesco de la Música ha sido<br />
concedido a la Federación Internacional<br />
de Juventudes Musicales «en reconocimiento<br />
de los eminentes servicios que esta<br />
Federación ha prestado a la vida<br />
musical en todo el mundos. Recogió el<br />
Premio —consistente en una medalla de<br />
oro diseñada por Joan Miró— Jordi Roch,<br />
presidente de la FIJM y de las Juventudes<br />
Musicales de España, que por otra parte<br />
acaba de ser nombrado miembro del Comité<br />
Consultivo de la Música en las Comunidades<br />
Europeas.<br />
Loewe, cursos<br />
y conciertos<br />
La Fundación Loewe ha organizado un<br />
curso de interpretación de Bach y<br />
Schoenberg que correrá a cargo de la<br />
profesora Edith Picht-Axenfeld, notable<br />
pianista y organista, ganadora del Premio<br />
Chopm en 1937 y disdpula de Rudolf Serkin<br />
y Albert Schweitzer. El curso se dará<br />
como complemento al Concurso de Piano<br />
Infanta Cristina y se desarrollará entre<br />
los días 7, 8 y 9 de mayo para Bach<br />
y los cffas 10 y II para Schoenberg en el<br />
Instituto Internacional de España, calle Miguel<br />
Ángel, 8, de Madrid. Al mismo tiempo<br />
la Fundación Loewe ha iniciado un<br />
Primer Encuentro con jóvenes Artistas.<br />
que se inauguró el pasado día 13 de febrero<br />
y concluirá el próximo día 22 de<br />
mayo. Los conciertos irán acompañados<br />
de otras actividades como exposiciones<br />
de pintura y recitales de poetas |Óvenes.<br />
Luitjf),
i<br />
Concurso en Schveningen<br />
SCHEVENINGEN<br />
INTiniiTIONAAl MIJ7IF1 CONCOUHS<br />
INTERNÍTlíNAt MU5ICC0*IPETITI0«<br />
COKCOUflS INTERNflTIONAI. DEHUSIOUE<br />
INTERNATIOIUUH MUS*WCTTBfWERg<br />
rVIOLIN-<br />
Como cada año, intérpretes pvenes<br />
del mundo entero tienen su cita en la<br />
ciudad balneario holandesa de<br />
Schvenmgen, donde se celebra un<br />
concurso musical creado en 1948 por<br />
el fallecido Anthony Adama Zi|lstra.<br />
Este año el concurso —que se celebra<br />
entre los días 25 de marzo y 5 de<br />
abril— estará dedicado al violín: La<br />
cuantía de los premios es de 25.000<br />
florines el primer premio; 15.000 el<br />
segundo; 10.000 el tercero; 5.000 el<br />
cuarto, y 5.000 y 2.500 los dos<br />
premios especiales. El |urado está<br />
formado por una sene de<br />
personalidades de relevancia<br />
internacional, entre las que se cuentan<br />
Wolfgang Schneiderhan. Max Rostal.<br />
Hermán Krebbers, Ida Haendel, etc.<br />
Una noticia y algunos rumores<br />
Un antiguo y estimado conocido nuestro,<br />
ese espléndido director de orquesta<br />
que se llama Peter Maag, vuelve con fuerza<br />
a los estudios de grabación. Ya hace<br />
un tiempo firmó unas cuantas excelentes<br />
grabaciones para el sello Pickwick con su<br />
orquesta actual, la Sinfónica de Berna.<br />
Ahora ha firmado un contrato con la firma<br />
británica Decca para grabar una integral<br />
de los Conciertos para vioiín y<br />
orquesta de Mozart, acompañando ajoshua<br />
Bell. Y seguimos hablando de futuras<br />
grabaciones: la misma multinacional<br />
del disco tiene en cartera un álbum de<br />
música de Falla, en el que al parecer se<br />
incluirían El amor brujo, El sombrero de<br />
tres picos, el Concierto para clave y Noches<br />
en los jardines de España, los intérpretes<br />
serian Charles Dutoit y su<br />
orquesta, la Sinfónica de Montreal, que<br />
visitó España hace unos años. En cuanto<br />
a rumores: se habla de ciertas dificultades<br />
de dos grandes directores al frente<br />
de sus respectivos teatros de la ópera;<br />
seria ése el caso de Bernard Haitmk, ya<br />
definitivamente ale|ado de la que durante<br />
años fue su orquesta, la del Concertgebouw<br />
de Amsterdam, con la Royal<br />
Opera House (Covent Garden), y Riccardo<br />
Muti con la Scala de Milán. Por supuesto<br />
son rumores sin confirmación, pero<br />
Charlea DtilO't<br />
que circulan con insistencia en algunos ambientes.<br />
Lo que se puede decir con segu<br />
ridad es que en Covent Garden se<br />
respiran aires de una cierta crisis, a lo cual<br />
no es ajena, ni mucho menos, la política<br />
cada vez más restrictiva de la célebre<br />
Dama de Hierro, es decir, la divina Margaret<br />
Thatcher, la nnvia mundial de los<br />
ultraconservadores, con su política de<br />
constantes restricciones de subvenciones<br />
estatales para ía cultura.<br />
ACTUALIDAD<br />
Los escrúpulos<br />
de Rostropovich<br />
Hombre pío el gran vio I o nc el lista soviético<br />
ha puesto el grito en el cielo al<br />
contemplar la versión cinematográfica de<br />
la genial ópera de su paisano Modesto<br />
Mussorgsky, Boris Godunov, cuya dirección<br />
musical ha corrido a su cargo. Rostropovich<br />
se ha sentido mortalmente<br />
dolido porque el director de la película,<br />
el polaco Andrzej Zulawski, se ha permitido<br />
ciertas licencias que él considera punto<br />
menos que intolerables. ¿Cuáles? Por<br />
e|emplo, menoscabar el honor del pueblo<br />
ruso —encarnado en la ópera por el<br />
personaje del Inocente— haciéndole<br />
mear en un cubo ante una imagen de la<br />
Virgen María; o presentar a ía hermosa<br />
dama a la que la célebre Galina Vichmeskaia<br />
(esposa, como se sabe, de Rostropovich)<br />
presta su voz en la película,<br />
exhibiendo sus apetecibles carnes y entregándose<br />
a un desenfrenado erotismo.<br />
En fin: un cúmulo de horrores para los<br />
puritanos sentimientos de ruso ortodoxo<br />
de Bostropovich, tan gran artista como<br />
suspicaz ciudadano en las cosas que<br />
atañen a la religión y al sexo. Qué le vamos<br />
a hacer. Llevado a los tribunales el<br />
asunta la primera sala del tribunal de gran<br />
instancia de París ha dictaminado que la<br />
película lleve un texto de advertencia, inserto<br />
entre los títulos de crédito y las primeras<br />
imágenes.<br />
SCHERZO 11
ACTUALIDAD<br />
Odón Alonso<br />
Sinfónica de Madrid:<br />
seis programas<br />
Convocado el tercer premio de Composición<br />
de la Joven Orquesta Nacional<br />
de España, una institución musical que se<br />
ha convertido en una de las más prometedoras<br />
y dinámicas del país. En esta edición<br />
el premio se desdobla en tres<br />
modalidades: Sinfónico, que tendrá como<br />
fecha tope en el plazo de admisión el 28<br />
de marzo de 1990, con una cuantía económica<br />
de un millón de pesetas para el<br />
primer premio y de quinientas mil el accésit;<br />
Sinfónico-Coral, cuyo plazo de presentación<br />
expira el 28 de febrero de 1991<br />
y tiene la misma dotación; y de Opera<br />
de Cámara, que será hasta el 28 de fe<br />
brero del 92 y con una cuantía mayor que<br />
los anteriores: un millón y medio en su<br />
premio único. No existe límite de edad<br />
para los concursantes, aunque el jurado<br />
- citamos textualmente- «podrá establecer<br />
Menciones Especiales para aquellas<br />
obras de compositores que no hayan<br />
sobrepasado la edad de 35 años», Quien<br />
desee más datos sobre el concursa dirigirse<br />
a la JONDE. Auditorio Nacional de<br />
Música. Principe de Vergara. 136, 28002<br />
Madrid. Por otra parte la orquesta tiene<br />
ya en marcha su temporada de conciertos,<br />
con actuaciones en Asturias —bajo<br />
la dirección de Juan de Udaeta— con<br />
obras de Darías, Mahler, Bernstein y Ravel:<br />
por Galicia (en los meses de julio y<br />
12 SCHERZO<br />
Odón Alonso con un programa bastante<br />
extraordinario —una selección de La<br />
verbena de la Paloma de Bretón más la<br />
Sinfonía Lenmgrado de 5hostakovich—<br />
inauguró en el Auditorio Nacional el Ciclo<br />
de conciertos de la Orquesta Sinfónica<br />
de Madrid, futura titular del Teatro de<br />
la Opera. Le seguirán C. Halffter —con<br />
su Fandango para ocho violonchelos, la<br />
Quinta Sinfonía de Tomás Marco y la Primera<br />
de Mahler—. Manuel Galduf —con<br />
obras de Palau, Julio Gómez y Rimsky<br />
Korsakof—, Max Bragado Darman —J, M.<br />
O. Morales y Dante de Enrique<br />
Granados—, José Ramón Encinar —Bretón.<br />
José LUÍS Turina y Liszt— y Rafael<br />
Frühbeck de Burgos, que dirigirá La infancia<br />
de Cristo de Berlioz el día cuatro<br />
de |umo, en un concierto en la Catedral<br />
de San Isidro con el que culminará el cicla<br />
La JONDE: concursos y conciertos<br />
í dirwnd L olorrw ensayando tan te ¡ONDt<br />
agosto), con Edmon Colomer al frente y<br />
obras de Henze. Haydn y Hmdemith: por<br />
Valencia (noviembre) con un programa<br />
que incluye a Martmu, Debussy y Stravmsky.<br />
Por otra parte, la JONDE dará el<br />
concierto inaugural del I Festival Internacional<br />
de Primavera en Canarias, con Colomer,<br />
su titular, y un programa con obras<br />
de Bemaola, Bartok y Beno. Como se ve,<br />
programas que se alejan del gran reper-<br />
En honor<br />
a Mozart<br />
Nueva edición de la Mozartiana<br />
barcelonesa, organizada por las<br />
Joventuts Musicals de Catalunya,<br />
Xavier GüeN, al frente de la orquesta<br />
Solistes de Catalunya tendrá a su<br />
cargo todos los conciertos, que se<br />
celebran entre el 17 de enero y el 4<br />
de junio, con la excepción de uno de<br />
los programas, que dirigirá Choo<br />
Hoey. Como solistas un plantel de<br />
artistas de primera fila como los<br />
pianistas Misha Dichter, Ingríd<br />
Haebler y Carme Vilá, las sopranos<br />
Sumi Jo y Luciana Serra, y el flautista<br />
Jean-Pierre Rampal. Un festival<br />
atractivo por su programación y por<br />
la calidad de los artistas que en él<br />
intervienen.<br />
torio habitual y muestran dos cualidades<br />
nada desdeñables: ambición y espíritu de<br />
innovación. Junto a esas actividades, conciertos<br />
de grupos formados por exmiembros<br />
de la JONDE (Atabal Percusión,<br />
Grupo Manon, etc.). Encuentros, Talleres<br />
(de música escénica, de<br />
Improvisión), conferencias, cursos especiales<br />
(Pedagogía de los instrumentos de<br />
cuerda, Técnica Alexander).
Masur para<br />
presidente<br />
La situación en los países del Este de<br />
Europa evoluciona contradictoriamente<br />
y a ritmo vertiginoso. Los intelectuales,<br />
esos señores que empezaron a dejar<br />
oír su voz en la política europea a<br />
partir del celebérrimo afíaire<br />
Dreyfus, están desempeñando unos<br />
papeles en la vida de sus respectivos<br />
países que rebasan el marco de su<br />
dedicación profesional y van mucho<br />
más allá. Tal es el caso de<br />
Checoslovaquia, donde un conocido<br />
escritor ha asumido la presidencia de<br />
(a recién reinstaurada república. Y<br />
ahora algo similar puede ocurrir en la<br />
RDA. si es que ésta no es simplemente<br />
absorbida por Alemania Occidental.<br />
Ya hemos hablado del papel que un<br />
gran director. Kurt Masur, ha<br />
desempeñado en el proceso de<br />
democratización de Alemania Oriental.<br />
Pues bien, ahora parece que hay una<br />
fuerte corriente de opinión que quiere<br />
llevar al director de la Gewandhaus de<br />
Leipzig a la presidencia de la república<br />
—si es que esa república subsiste,<br />
Siempre<br />
Beethoven<br />
Andrés Ruiz Tarazona dirige el ciclo<br />
Beethoven, genio del arte musical que<br />
con patrocinio de Mare Nostrum se<br />
está celebrando en el Aula que lleva el<br />
nombre de esta firma en el número I<br />
del madrileño Paseo de la Castellana.<br />
En el ciclo se incluyen una serie de<br />
obras camerísticas del compositor<br />
—sonatas para piano, para violín y<br />
piano, para cello y piano, tríos,<br />
cuartetos, las Danzas alemanas, la<br />
Gran Fuga y el Septimino. El primer<br />
concierto estuvo a cargo de Cristina<br />
Bruno y el segundo del violinista<br />
Pedro León y del pianista Julián López<br />
Gimeno. Los siguientes contarán con la<br />
colaboración de Rafael Ramos. |osep<br />
Colom, Víctor Ardelean. Paul<br />
Fnedhoff, Almudena Cano, el<br />
Cuarteto Arcana y el Ensamble de<br />
Madrid. El ciclo concluirá el día 20 de<br />
junio con la actuación de este último<br />
con] unto.<br />
ACTUALIDAD<br />
Veladas con Szymanowski<br />
Echar un vistazo de vez en cuando a los programas del South<br />
Bank Centre londinense siempre nos pone los dientes largos.<br />
Londres sigue siendo la ciudad con la oferta cultural —no sólo<br />
musical— más rica de Europa y posiblemente del mundo entero.<br />
Y lo que le pone los dientes aún más largos a uno es que<br />
no se trata de un problema de fastuosos presupuestos para<br />
montar grandes eventos de cara a la galería, sino que es resultado<br />
de no mucho dinero pero maneado con esos ingredientes<br />
tan poco frecuentes entre nosotros: modestia, eficacia y<br />
sentido común. Hay muchas cosas para resaltar en el último<br />
programa que ha caído en nuestras manos, pero tal vez lo más<br />
destacable, por cuanto se trata de la recuperación plena de un<br />
músico relativamente poco conocido en Europa Occidental, es<br />
la sene de conciertos bajo el nombre de Poland s Last Romantic.<br />
The Inspiration of Karol Szymanowski (excusamos la traducción<br />
porque parece innecesaria). Entre los meses de marzo y<br />
el seis de junio en el Royal Festival Hall, Queen Elisábeth Hall<br />
y la Purcell Room, se celebrarán conciertos sinfónicos y de cámara<br />
de la obra del gran compositor polaco. El ciclo se inaugurará<br />
con la versión de concierto de su maravillosa ópera El rey<br />
Roger, bap la dirección de Andrew Davis, y finalizará con un<br />
Concierto de la Philharmoma, dirigida por el excelente músico<br />
que es el checoslovaco Libor Pesek. que interpretará la Cuarta<br />
Sinfonía para piano y orquesta, con Janina Fialkowska como solista.<br />
Y en medio ciclos de canciones, obras para piano, para<br />
cuarteto de cuerda, sinfonías, conciertos, etc. Si tienen unos<br />
duros de sobra y van a Londres en primavera no se lo pierdan.<br />
SCHERZO 13
ACTUALIDAD<br />
Rabel Kubelik<br />
Un gran compositor contemporáneo.<br />
Hans Werner Henze, ha fundado y dirige<br />
actualmente uno de los festivales musicales<br />
más atractivos que se pueden<br />
encontrar hoy en el panorama europeo:<br />
se trata de la Bienal de Munich, cuya segunda<br />
edición se celebrará este año de<br />
1990. Los organizadores del festival son<br />
el Servicio Cultural de la Ciudad de Munich<br />
y el Spielmotor Múnchen e.v. La Bienal<br />
se celebrará entre el 25 de abril y el<br />
17 de mayo y en ella estarán presentes<br />
compositores de la República Papular<br />
China, Francia, Gran Bretaña, Hungría,<br />
USA. Israel, URSS y la República Federal<br />
Alemana. Presentado como «festival internacional<br />
del nuevo teatro musical»<br />
- cuya primera edición es de 1988—, en<br />
la programación se incluyen cinco grandes<br />
producciones y seis más pequeñas,<br />
amén de cinco conciertos sinfónicos y un<br />
concierto coral. El propósito de la Bienal<br />
—que se sitúa gustosamente en la estela<br />
de los conciertos de Música VIVÍ, creados<br />
por otro gran compositor, Karl-<br />
Amadeus Hartmann. que contribuyeron<br />
de modo decisivo al relanzamiento de la<br />
vanguardia musical alemana tras el<br />
nazismo— es sumamente ambicioso. En<br />
palabras de los organizadores »se trata de<br />
facilitar el camino a los jóvenes poetas y<br />
compositores hacia su manera de expresión<br />
personal con la ayuda del teatro y<br />
ganar para la música contemporánea un<br />
14 SCHERZO<br />
Kubelik vuelve a casa<br />
Rafael Kubelik estaba en Gran Bretaña,<br />
dirigiendo en Glyndebourne Don Giovanm,<br />
cuando se produjo lo que ha sido históricamente<br />
llamado el golpe de Praga.<br />
es decir, la toma del poder por parte del<br />
PC checoeslovaco, que no satisfecho con<br />
haber conseguido en las urnas un 38 por<br />
ciento de los sufragios en las ultimas elecciones<br />
democráticas celebradas en el país,<br />
forzó las cosas, fiel a la política estalmista<br />
de hechos consumados. I4ibelik no volvió<br />
nunca más a su país de origen y se<br />
exilió, primero a los EE.UU.. luego a Holanda,<br />
a Gran Bretaña y a Alemania Occidental,<br />
consiguiendo la reputación<br />
internacional de todos sabida. Retirado<br />
de la dirección de orquesta y dedicado<br />
en su lugar de residencia, Suiza, a la composición,<br />
Kubelik había anunciado últimamente<br />
que realizaría algunos video-disc.<br />
La II Bienal de Munich<br />
Haní Werne' Hemr<br />
público más importante, más consciente<br />
y ávido de novedades. El abanico que se<br />
está constituyendo va desde místenos<br />
hasta opera jazz metropolitana, de tragicomedias<br />
magiares y psicodramas hasta<br />
la comedia social franco-a I emana, del espectáculo<br />
de funámbulos hasta los cuen-<br />
El retorno de la democracia a Checoeslovaquia<br />
después de la experiencia frustrada<br />
por la intervención de las trapas del<br />
Pacto de Varsovia en 1968, y ha servido<br />
para que el veterano y gran director vuelva<br />
a casa con todos los honores. Tanto<br />
es así que en (a próxima edición del internacionalmente<br />
famoso festival de la<br />
Primavera de Praga, que se inaugura<br />
siempre con la actuación de la Filarmónica<br />
Checa interpretando Ma Vlást de Bednch<br />
Smetana. este año el concierto<br />
correrá a cargo de Kubelik. como hace<br />
exactamente cuarenta y cuatro años,<br />
cuando se inició el citado festival. El cual,<br />
por otra parte, se cierra con la interpretación<br />
de la Novena Sinfonía de Beethoven.<br />
que este año correrá a cargo de otro<br />
grande. Nada menos que Leonard<br />
Bernstein.<br />
tos del Extremo Oriente». En los<br />
conciertos sinfónicos participarán, entre<br />
otros, Beño al frente de la Filarmónica de<br />
Munich, con un programa de obras suyas<br />
y de Maderna, y nuestro compatriota<br />
Arturo Tamayo, con la Orquesta<br />
Filarmónica de la Juventud Alemana.
la Puerto de BrandemOurgo en Berlín<br />
Fiesti en<br />
Bernstein en Berlín<br />
Leonard Bernstein es un hombre de<br />
reconocida conciencia cívica. Tanto es<br />
así que durante el maccarthismo la<br />
mquisión senatorial norteamericana<br />
desencadenó contra él sus iras por sus<br />
conocidas posiciones de izquierda.<br />
Bernstein fue amigo, por ejemplo, del<br />
maestro de la novela negra<br />
norteamericana, Dashíell Hammett,<br />
que sufrió un año de cárcel por<br />
negarse a declarar ante el tristemente<br />
célebre Comité de Actividades<br />
Antiamencanas y fue, además, una de<br />
las escasas personas famosas que<br />
asistió al entierro del gran novelista.<br />
Durante la guerra de Vietnam.<br />
Bernstein apostó valientemente por la<br />
retirada de las tropas norteamericanas<br />
de aquel país y por la paz. Un<br />
conmovedor testimonio de su actitud<br />
lo constituye una hermosa grabación<br />
de la Misa m tempore belli de Hydn,<br />
que estuvo en el catálogo de CBS. y<br />
que recogía una grabación en vivo de<br />
un concierto dado por el gran<br />
director en una iglesia neoyorquina<br />
para pedir el fin de la intervención<br />
norteamericana en Vietnam. Ahora<br />
acaba de aparecer un disco con la<br />
Novena Sinfonía de Beethoven.<br />
procedente de otra grabación en vivo<br />
de un concierto para celebrar la caida<br />
del muro de Berlin. Bernstein contó<br />
con un conjunto orquestal excepcional<br />
formado por miembros de la<br />
Staatskapelle Dresden, la Orquesta del<br />
Teatro Kirov de Leningrado, la London<br />
Symphony, la Filarmónica de Nueva<br />
York y la Orquesta de Paris. Los<br />
solistas fueron June Anderson, Sarah<br />
Walker, Klaus Koenmg y Jan-Hendrik<br />
Rootenng. Un bello documento<br />
artístico de un músico extraordinario<br />
que es también un luchador por la<br />
paz.<br />
ACTUALIDAD<br />
Si vas a París<br />
papá...<br />
París sigue siendo Paris, se diga lo que<br />
se diga. Echar un vistazo a su<br />
cartelera de espectáculos sigue siendo<br />
reconfortante... para quienes puedan<br />
permitirse el lujo de hacer una<br />
escapada a la en su día llamada<br />
Ciudad Luz. En París tal vez no tengan<br />
la vida musical de Londres, por<br />
ejemplo, pero no se lo pasan mal del<br />
todo. Si no echen un vistazo a la<br />
cartelera del Chatelet para los<br />
próximos meses. Si buscan ópera se<br />
encontrarán con acontecimientos<br />
como unos Maestros cantores de<br />
Richard Wagner con Lucia Popp y jóse<br />
van Dam. más la Orquesta Filarmónica<br />
de Radio Francia, dirigida por Marek<br />
Janowski. O un Malade Imaginatre<br />
(comedia en la que se mezclan música<br />
y danza, como dice su subtítulo) de<br />
Moliere y Charpentier, con dirección<br />
musical de William Christie. O un<br />
Moses und Aron de Arnold<br />
Schoenberg — ¡qué todavía no se ha<br />
estrenado en Madrid!— donde el<br />
mismo Janowski dirige a Theo Adam y<br />
a Wolfgang Neumann en los papeles<br />
principales. Y dos Mozart<br />
relativamente poco frecuentados<br />
dirigidos por John Eliot Gardmer:<br />
Idomeneo y La demenza di Tito. En<br />
otras manifestaciones pueden escuchar<br />
a fbgorelich, al Cuarteto Alban Berg<br />
interpretando a Smetana, Mozart y<br />
Lutoslawski, al trío formado por Isaac<br />
Stern, Yo Yo Ma y Emanuel Ax con<br />
obras de Brahms, Shostacovich y<br />
Beethoven. al ya citado Janowski que<br />
sigue su ciclo de las Sinfonías de<br />
Bruckner —trufado, por cierta con<br />
obras de Berg y de Schoenberg— y<br />
un ciclo titulado La Europa musical, en<br />
el que intervienen con|untos Como<br />
The Academy of Ancient Music, The<br />
Sixteen, el Concentus Musicus de<br />
Viena, Les Arts Flonssants. la<br />
Orquesta de Cámara Checoeslovaca y<br />
solistas y directores como Kenneth<br />
Gilbert, Hamoncourt. Rílling, Lazar<br />
Berman, Hogwood. etc. ¿No está mal.<br />
verdad?<br />
SCHERZO 15
ACTUALIDAD<br />
VALENCIA<br />
Spivakov, siempre bien recibido<br />
Valencia- Palau de ía Mústca. 4 de febrero de 1990. Gubaidulma Las siete palabras, para vwloncello. bayan<br />
cuerda' Bruten Las Iluminaciones para rerior y cuerda. Op IS. Schuberi Sinfonía n.° 5, en Si bemol mayoi<br />
D. 485. Fnedrich Lips (bayan). Mihail Milrmn (cello). Neil Mackie (ten.). Virtuosos de Moscú. Director" Vladtrrn<br />
Spivakov<br />
Como excelente violinista<br />
y director de sus<br />
Virtuosos, Spivakov se ha<br />
convertido ya en un habitual<br />
para el público valenciano,<br />
que siempre le<br />
ha recibido con gran entusiasmo.<br />
Esta vez en<br />
principio sólo venia como<br />
director, faceta en la<br />
que ha conseguido hacer<br />
de su orquesta un instrumento<br />
tan obediente a él<br />
como acaso sólo pueda<br />
serlo su violin. En tal sentido,<br />
tampoco esta vez<br />
defraudó.<br />
Dicho esto, y como<br />
una cosa no quita la otra,<br />
la verdad es que no nos<br />
gustó su Schubert, mejor<br />
dicho, la concepción de<br />
Schubert que expuso. Si,<br />
como muy bien dice Andrés<br />
Ruiz Tarazona en el<br />
programa de mano citando<br />
a Stefan Kunze. la<br />
Quinta de Schubert es<br />
un «homenaje a Schubert»<br />
o nMozart a la manera<br />
de Schuberu,<br />
cabría lógicamente esperar que se interpretara<br />
un oSchubert a la manera de Mozart».<br />
Pues bien, nada de esto se vio en<br />
la trepidante interpretación de los moscovitas.<br />
Especialmente errónea nos pareció<br />
la elección del tempo en el primer<br />
movimiento, allegro, quizá aún más rápido<br />
que el allegro vivace final, sin dejar<br />
apenas huecos para los acentos y suspiros<br />
prescritos en la partitura. Los aficionados<br />
asiduos aún recordarán la gracia<br />
con que, salvando las diferencias de instrumenta<br />
presentó hace unos pocos años<br />
esta obra Eduardo Cifré al frente de la<br />
Orquesta Municipal.<br />
La música como norte<br />
Fbr lo demás, la orquesta prestó un<br />
acompañamiento exquisito a un tenor<br />
muy en la linea de los cantantes británicos<br />
bnttenistas. subgrupo de los deliciosos,<br />
esto es, lejos de la agresividad con<br />
16 SCHERZO<br />
que afronta esta obra, por ejemplo, Robert<br />
Tear. El concierto se había abierto<br />
con una muestra de arrojo bien entendido<br />
con que. acierte o no, pero siempre<br />
puramente con la música como norte,<br />
aborda Spivakov su trabajo: una obra reciente<br />
(¡982) de una compositora soviética<br />
que anadia a su vanguardismo la<br />
novedad del acordeón cromático ruso.<br />
Propinas<br />
Como propinas, el final de la Sinfonía<br />
n.° 2-? de Mozart. esta vez sí con un rigor<br />
muy oportuno, una muestra frivola,<br />
pero siempre valiosa, del sonido que este<br />
gran intérprete obtiene de su violin,<br />
y finalmente un afarde de cohesión orquestal<br />
en la fblca de Shostakovich. £1 público<br />
aplaudió todo con la generosidad<br />
acostumbrada por estos pagos.<br />
Alfredo Brotóns Muñoz<br />
Beethoven modélico<br />
Vileneii. Palau de la Musita 14-1-90 Beetrioven Ober<br />
i^ita Fidelio'Cuarta Sinfonía Glazunov Conoerlo para<br />
violin y orquesta Ríjussel 1 Suite n ° de ¿tacdrus e\<br />
Anane. Ingolf Turban, v^olin Orquesta Nacional de<br />
Francia Director Lorm Maazel<br />
La Cuarta de Beethoven, de Lorm Maazel.<br />
fue. por su naturalidad y solidez interpretativas,<br />
modélica. Una de las<br />
meiores que recuerdo desde hace tiempo<br />
(y llamo, de paso, la atención hacia la<br />
excelente Cuarta grabada por Hogwood).<br />
La Orquesta Nacional de Francia se mostró<br />
en el Palau de Valencia en espléndido<br />
momento, con homogénea calidad en<br />
todas sus secciones, si exceptuamos algunas<br />
imprecisiones de las trompas en ambas<br />
obras de Beethoven. La Obertura de<br />
Fidelio fue buena sin más. Pero en la<br />
Cuarta Maazel volvió a confirmar su<br />
asombrosa capacidad técnica y su solidez<br />
y elegancia en la exposición. Todo movimiento,<br />
tanto de la batuta como de la<br />
mano izquierda, jamás es gratuito. Hay<br />
una aparente libertad de compás, pero<br />
una imperiosa exigencia manifestada en<br />
los momentos esenciales de cada pasaje,<br />
en los que la Orquesta se pliega a la perfección.<br />
Sobre estos puntos esenciales<br />
despliega Maazel un discurso tenso, sin<br />
efectos espectaculares, contenido y refinado:<br />
vibrato íntimo en el Adagio, cordialidad<br />
en el tercer movimiento, energía<br />
sin estrépito en el Allegro final. Exactamente,<br />
hay en Maazel una inteligencia y<br />
una experiencia enorme (¡qué bien contuvo<br />
a los metales, adecuado a la peculiar<br />
acústica del Palau!). que no necesita<br />
estrépitos en ningún sentido. La importancia<br />
de Maazel, los muchos aciertos de<br />
su amplia discografía son bien conocidos<br />
y, sin embargo, ante el gran público quizá<br />
no tenga esa aureola mística ni el tono<br />
a veces estridente de un Mehta.<br />
La brillantez de la Su/fe de Roussel fue<br />
sutil y de timbres puros, stravinshana en<br />
manos de Maazel, nunca estridente. El<br />
Concierto de Glazunov. aparte de su<br />
agradable melodismo, sólo podía proporcionar<br />
al solista la exhibición de un buen<br />
sonido redondo. Singular resultó la versión<br />
del Preludio de La Artesiana, lejos de<br />
todo aire ma|estuoso o solemne, que habitualmente<br />
lo acompaña. Maazel, con un<br />
tempo rápido y una expresión luminosa<br />
y cortante, pareció ofrecer una declaración,<br />
como un Bizet leido desde el ditirambo<br />
nietzscheano, de exaltación del<br />
Sur.<br />
B.C.
Lección pedagógica<br />
VUenoa. Palau de la Música. 9 II 90 F Boietóieu Ober<br />
lura de La d¡me Minche, Beethovm Concertó para<br />
pierio y orqueste n.° I, Berhoz. 5mfonia Fantástica. Ingnd<br />
Haebler piano Orquesta Municipal de Valencia.<br />
Directar |ean Fournel<br />
Tercer concierto de la Orquesta Municipal<br />
en el presente año. Interesante y<br />
convincente. Más aún si se piensa en una<br />
condición al margen, pero influyente: el<br />
día anterior hablamos vivido la imponente<br />
experiencia del recital de Sviatoslav<br />
Richter. La magnifica mozartiana Ingrid<br />
Haebler ya nos había ofrecida en una anterior<br />
visita a Valencia, un recital de sonatas<br />
de Beethoven, idiomáticas pero<br />
tocadas por la peculiar aura mozartiana<br />
de la pianística. No es casualidad que<br />
Haebler escogiera para este concierto el<br />
Primero para piano de Beethoven. con<br />
su indiscutible referencia mozartiana. La<br />
belleza del sonido, la claridad y el buen<br />
gusto del fraseo de Haebler. siempre presentes,<br />
se complacieron tanto en poner<br />
de relieve la personalidad de la obra de<br />
Beethoven como la gracia mozartiana que<br />
!a recorre. Aqui la fuerza de Beethoven<br />
obedece, como los momentos más dramáticos<br />
y violentos de Mozart, a esa indicación<br />
tan hondamente mozartiana<br />
«con violenza gentile* (un afortunado verso<br />
de Ungaretti). Asi lo entendió la pianista<br />
en el Allegro con brío: siguió con un<br />
impecable Largo, esta vez con una orquesta<br />
contenida y no dormida, y con un<br />
rondó final equilibrado (piano-orquesta),<br />
bajo la dirección de Fburnet.<br />
Sinfonía fantástica<br />
|ean Fournet dio una de esas lecciones<br />
de tono pedagógico en su forma de exponer,<br />
de oficio y experiencia en las obras<br />
francesas. En la obertura de La dame<br />
blanche. pieza en la que. pese al propósito<br />
de independencia del compositor, siguen<br />
asomando gestos rossimanos. Y en<br />
la Sinfonía fantástica, que Fournet logró<br />
extraer de la orquesta con notable naturalidad.<br />
Sin caídas de tono y sin cumbres<br />
excelsas, la obra tuvo unidad, no va por<br />
el conocido tema que la sustenta, sino<br />
por la facihdd con la que fue desarrollada<br />
acorde a las posibilidades de ta Orquesta.<br />
En esta ocasión toda la sección<br />
de viento tuvo control y corrección, los<br />
acordes de los timbales, regulación y algunas<br />
excelentes intervenciones solistas:<br />
•el corno inglés en el Adagio, el oboe, el<br />
fagot y el clarinete.<br />
B.C.<br />
{ACTUALIDAD<br />
Obertura lírica para el 92<br />
La obertura lírica para el 92 consiste en<br />
cinco recitales de canto programados por<br />
el Palau aparte del ciclo habitual de conciertos.<br />
Como su propio nombre indica,<br />
es una promesa de una futura temporada<br />
lírica, por fin. amplia e importante en<br />
esa solemne tierra de promisión del 92.<br />
Tendremos tiempo, pues, de hablar con<br />
detalle del proyecto Las Cuatro Estaciones,<br />
que intentará convertir a Valencia en<br />
el centro musical del fastuoso año. De<br />
momento, la prometida formación de un<br />
taller de ópera parece que ha sido revocada<br />
incomprensiblemente. Por ahora, el<br />
Palau corrige con estos recitales líricos una<br />
carencia desde su inauguración, compensada<br />
por la excelente serie de cantantes<br />
que ha programado la Sociedad Filarmónica<br />
en los últimos años. Los más recientes<br />
han sido los recitales de Lucia Popp<br />
y de Thomas Quasthoff, éste con Wtnterreise.<br />
El ciclo de la Obertura linca lo<br />
abrió |osé Carreras con enorme expectación<br />
y éxito Resumiendo virtudes e insuficiencias<br />
hay que señalar que Carrera;<br />
demostró, tras el forzoso descanso de su<br />
voz, una mayor inteligencia en el manejo<br />
de sus medios, evitando, por una parte,<br />
mantener la tensión en el agudo (que sigue<br />
forzado a partir del paso) y logrando<br />
bellísimas y auténticas medias voces<br />
y pianísimos, matizando más su fraseo de<br />
indiscutible musicalidad. La voz. en principio,<br />
ha perdido mordente, esa luminosidad<br />
tímbrica en el registro central de<br />
antaño, aunque a medida que progresó<br />
el concierto llegó a recuperarlos notablemente.<br />
Me pareció destacado en el Pietá<br />
Stgnore de Stradella, contrastado y<br />
efusivo: en Massenet y en algunas cancio-<br />
nes de Tosti. muy bien matizadas. A partir<br />
del Fblo de Falla la voz tuvo la frescura<br />
que siempre le ha caracterizado y en las<br />
canciones de Puccmi logró momentos excelentes,<br />
sobre todo en Mentí alfavviso.<br />
Segundo recital<br />
El segundo recital, acompañado por la<br />
Orquesta Municipal, dirigida por Manuel<br />
Galduf, ofreció un bello programa operístico<br />
Isabel Rey, la joven soprano valenciana,<br />
confirmó las expectativas que<br />
despierta como futura primera figura,<br />
particularmente en el Caro Nome, en el<br />
dúo de Rigoíetto, ¡Figlia! mío padre y en<br />
el ana de Lakmé, en la que logró precisiones<br />
en el sobreagudo a lo Mado Robín.<br />
El registro agudo ha ganado en fuerza<br />
y tiene una pureza admirable, aunque en<br />
el registro medio, aparte de una solidez<br />
todavía en evolución, le falte un acento<br />
expresivo que seguramente potenciará en<br />
escena. El bajo Miguel Ángel Zapater<br />
abordó arias de La juive, Simón Boceanegra,<br />
I Vespri Siciliani, con voz interesante,<br />
todavía falta de la necesaria proyección<br />
sonora. Juan Fbns, siempre intencionado<br />
en su interpretación, exhibió sólida experiencia,<br />
su timbre no siempre grato, y destacó<br />
en Di Provenza il mar y el dúo de<br />
La Forza, Invano, Alvaro, ti celasti con Antonio<br />
Ordóñez. El tenor sigue despertando<br />
interés por tratarse de un spinto, hoy<br />
raro, con resonancias dramáticas (hubo<br />
momentos en que me recordó a Corelli),<br />
y porque ha refinado su fraseo, con<br />
uso de reguladores y medias voces. Creo<br />
que para su futuro le convendría aiustar<br />
su gama expresiva (dosificar los esfuerzos<br />
extremos, sean medias voces o tensos<br />
agudos de pecho). Cantó muy bien el dúo<br />
de La Forza. La Orquesta no siempre<br />
acompañó a los cantantes, como últimamente<br />
sí lo ha hecho cuando ha actuado<br />
en foso. El tercer recital a cargo de Teresa<br />
Berganza merece un comentario aparte<br />
y más extenso Sólo señalaré que en<br />
esta ocasión, en el Palau de Valencia, la<br />
cantante estuvo en estado de gracia, sobre<br />
todo en las siete propinas del final.<br />
En Pergolesi. Rossini (muy bien en la difícil<br />
cantata Giovanna dArco y perfecta en<br />
Di tanti palpiti), Bizet, Strauss, Rodrigo.<br />
Respighi, Offenbach, Bizet, Falla y en las<br />
piezas de La Gran Vía y La Tempranica,<br />
dio fundamentalmente una lección estilística<br />
Los recitales previstos de Paata<br />
Burchuladze y de Montserrat Caballé cerrarán<br />
este ciclo lírico.<br />
Blas Cortés<br />
SCHERZO 17
ACTUALIDAD<br />
CANARIAS<br />
VI Festival d« Cuianas Tenerife, sala Teobaldo Power<br />
de La Orotava Orquesta Filarmónica Checa Directores<br />
1 V. Neumann y J. Behlolavek Obru de Mahler.<br />
Marco, Tthaikovsky y Janacek. 26 y 27 de enero<br />
Sin duda, los dos conciertos de la Orquesta<br />
Filarmónica Checa se nos presen<br />
taban entre lo más granado de la última<br />
edición del Festival Internacional de Mú<br />
sica de Cananas, que se ha celebrado entre<br />
el 7 de enero y el 4 de febrero en Las<br />
Palmas de Gran Canana y en La Orotava<br />
de Tenerife y cuya inauguración ya fue<br />
comentada en el último número de<br />
SCHERZO. La indudable categoría de una<br />
de las orquestas más reputadas y con mayor<br />
tradición en Europa, la presencia en<br />
uno de sus programas del viejo Neumann<br />
como director en la Tercera de Mahler<br />
y el estreno mundial en el otro de una<br />
nueva sinfonía, la Quinta, del compositor<br />
madrileño Tomás Marco, justificaban con<br />
razón la enorme expectación despertada<br />
entre el público y los diferentes medios<br />
de comunicación canarios<br />
Evidentemente, ninguna de las tres premisas<br />
defraudó al auditorio, aunque descartaría<br />
el descubrimiento de una cuarta<br />
no incluida en un principio, y que de ninguna<br />
manera sería justo no destacar. Se<br />
trata de la buena impresión que nos causó<br />
el ¡oven director checo jin Behlolavek,<br />
en la actualidad titular de la Orquesta Sinfónica<br />
de Praga, la segunda más importante<br />
del país, y a partir de la próxima<br />
temporada máximo responsable de la legendaria<br />
centuria checa en sustitución de<br />
Vaclav Neumann, que se jubila. A sus 44<br />
años, Behlolavek se perfila como un director<br />
sólido, poseedor de una buena técnica<br />
de dirección y excelente musicalidad.<br />
Su versión del Taras Bulba de Janacek fue<br />
sin lugar a dudas lo mejor que se oyó en<br />
esta nueva visita del conjunto checo al festival<br />
canario. Con Behlolavek, la Filarmónica<br />
Checa volvió a sonar con la habitual<br />
plenitud y empaste de siempre, y que sin<br />
embargo en el Mahler del día anterior -<br />
precisamente con Neumann- echamos<br />
un poco de menos. Sólo el adagio final<br />
de la Tercera tuvo carácter de excepción<br />
en manos de ese gran mahlenano que se<br />
llama Vaclav Neumann. El resto, aunque<br />
bien planificado, tuvo una ejecución desigual<br />
por parte de la orquesta, muy insegura<br />
en los metales y las maderas, y una<br />
lectura carente de tensión y contrastes<br />
por parte de Neumann. Muy bien la intervención<br />
de la contralto holandesa Jard<br />
van Ness, que lucio una voz oscura real-<br />
18 SCHERZO<br />
De sorpresa en sorpresa<br />
\foctev Neuinann<br />
mente bella, aunque posiblemente su tesitura<br />
se acomodaria mejor al Urlicht de<br />
la Segunda que al delicado y tierno lied<br />
con texto de Nietzsche que Mahler incluyó<br />
en su Tercera. Tan sólo discreto el<br />
coro femenino de la Filarmónica Checa.<br />
En fin, un Mahler muy por debaio de lo<br />
que otras veces hemos podido degustar<br />
en estos intérpretes, no sólo a través de!<br />
disco, que poseen uno de los mejores y<br />
más interesantes ciclos grabados, sino<br />
también en vivo. No obstante, debe quedar<br />
claro que estuvimos ante un Mahler<br />
de muchos kilates y, en cualquier caso,<br />
muy difícil de escuchar en concierto asi.<br />
Sin embargo, uno de los sucesos más<br />
esperados, no sólo de estos conciertos,<br />
sino de la presente edición del festival, era<br />
el estreno mundial de la primera obra encargo<br />
que realizó el certamen musical canario<br />
a un compositor en activo. Se trata<br />
de la Quinta Sinfonía. «Modelos de Universo»,<br />
de Tomás Marco. La nueva obra,<br />
de poco más de 30 minutos de duración<br />
y escrita en siete movimientos sin solu-<br />
ción de continuidad, comienza allí donde<br />
acaba su Cuarta, en la referencia que<br />
el compositor madrileño hacía a la cabecera<br />
del Zaratustra de Richard Strauss.<br />
Transparente y bien construida timbricamente,<br />
la partitura funciona de principio<br />
a fin sin que se produzcan momentos vacíos<br />
ni excesos gratuitos. Tampoco Marco<br />
busca el lucimiento fácil ni se complica<br />
la vida con formas o contenidos complejos.<br />
Estamos ante una obra clara y directa,<br />
comunicativa y rica en claroscuros e<br />
imágenes. Al igual que ocurriera con Pulsar.<br />
Espacio quebrado o la Cuarta Sinfonía,<br />
la Quinta es una partitura en la que<br />
Marco explora lo que él denomina «Modelos<br />
cosmológicos». Según explicación<br />
del propio compositor, para su composición<br />
ha utilizado vanas teorías sobre el<br />
universo -teoría de Hawking— a la hora<br />
de construir los siete movimientos que<br />
le dan forma y que representan cada una<br />
de las siete islas en sus nombres originales:<br />
«La sinfonia va así de lo universal a<br />
lo canario en una constante dialéctica».<br />
La obra se nos presenta como un gran<br />
ostinato rítmico claramente diferenciado<br />
en siete bloques que están ligados entre<br />
sí mediante una referencia irónica del timbal<br />
a las cuatro primeras notas de la Quinta<br />
de Beethoven. En cada uno de estos<br />
movimientos o bloques sonoros. Marco<br />
utiliza un proceso de tensión-relajación de<br />
la música, a veces impregnado de un ritmo<br />
titánico —quinto movimiento—, otras<br />
algo más complejo —sexto—, de gran lirismo<br />
—cuarto— o danzable —comienzo<br />
del séptimo—. A lo largo de la obra, Tomás<br />
Marco huye de hacer cualquier referencia<br />
al folclore canario. En definitiva,<br />
creo sinceramente que el compositor madrileño<br />
ha realizado uno de sus me(ores<br />
trabajos sinfónicos de los últimos años y<br />
así también lo entendió el público asistente<br />
en la sala Teobaldo Ftawer de La Orotava.<br />
que le dispensó una de las mayores<br />
ovaciones que nunca antes pude oir al<br />
término de un estreno contemporáneo.<br />
Tomás Marco se vio obligado a saludar<br />
en numerosas ocasiones, al igual que Jiri<br />
Behlolavek, el otro gran triunfador de la<br />
noche. El presente programa se completó<br />
con unas rutinarias Variaciones rococó<br />
de Tchaikovsky, servidas de manera<br />
poco convincente por el |oven cellista checo<br />
Daniel Veis.<br />
Antonio Moral
VALLADOUD<br />
Zimerman o la genialidad humanizada<br />
Vallidolid. Teatro Lope de Vega I diciembre 1989. Schubert. 4 Impromptus Op ¡<strong>42</strong> (D. 935). Debussy. 6 Prelu<br />
dios del bbro II. Bacewicz. 5on¿¡¿ II. Asociación Cultural Salzburgo (con el patrocinio de la ¡unta de Castra<br />
y León y la colaboración de El Corte Ingles. Caía Salamanca y Hazen).<br />
Que el aficionado asistente a este recital<br />
iba a ser testigo de un acontecimiento<br />
musical difícilmente repetible, era algo<br />
que se percibía en el ambiente antes de<br />
comenzar el concierto: desde aquella tarde<br />
memorable en el Teatro Real de Madrid,<br />
actuando con la Filarmónica de<br />
Viena y la dirección de Bernstein («vienen<br />
a ver a la Filarmónica pero va a ser<br />
Zimerman quien va a impresionarles», había<br />
dicho el polémico director), cualquier<br />
persona medianamente culta sabe perfectamente<br />
quién es Krystian Zimerman y<br />
la posición que ocupa la genialidad de sus<br />
versiones en la primera línea del panorama<br />
de la interpretación pianística, excepcional,<br />
por otra parte, en estos<br />
momentos en los que brilla por derecho<br />
propio toda una constelación de grandes<br />
nombres. Pero en este panorama excepcional<br />
la genialidad de Zimerman tiene<br />
una dimensión diferente: los parámetros<br />
de humanidad en que se mueve son una<br />
nota tan característica que hace que su<br />
personalidad arrolladora se imponga entre<br />
el auditorio como algo natural, no hiriente,<br />
cercana y cálida. Y el resultado es<br />
sorprendente: la empatia entre público<br />
y artista es al mismo tiempo causa y efec<br />
to de un éxito que se agiganta por la entrega<br />
total de la genialidad de! pianista y<br />
la satisfacción sin limites del auditorio.<br />
Ocupaban la primera parte del programa<br />
los Cuatro Impromptus del Opus 1<strong>42</strong><br />
(935 en el Catálogo Temático de O.E.<br />
Deutsch). Estas cuatro delicias de Schubert.<br />
de cuya dificultad ya se había hecho<br />
eco en su momento el editor Schott<br />
por su brevedad y tonalidades no fáciles,<br />
rezuman una belleza sublime escondida<br />
en los estratos preacústicos y que sólo la<br />
profundidad de estudio de ¡os géneros románticos,<br />
en los que Zimerman es un<br />
auténtico fuera de serie —no hay que olvidar<br />
ni su origen, ni su triunfo clamoroso<br />
en su momento en el Concurso<br />
Chopm, ni su amistad ennquecedora con<br />
Rubmstein, el otro genio polaco conocedor<br />
medular de la obra del romántico por<br />
excelencia—, puede hacer audibles. Y si<br />
versiones como las de Kempff. Tan, Radu<br />
Lupu, Haebler o Badura-Skoda pueden<br />
resultar convincentes, Zimerman descubrió<br />
un Schubert sorprendente e inédito,<br />
cuya humanidad gigantesca conectaba<br />
con el genio del pianista y afloraba apabullante<br />
desde la nostalgia del Primer Im-<br />
promptu en fa menor, hasta la viveza<br />
expresiva y contagiosa del último fen esta<br />
misma tonalidad) en un Allegro Scherzando<br />
difícilmente igual a ble.<br />
No obstante la profundidad de la lectura<br />
y la perfección de la ejecución en<br />
Schubert, fue para muchos asistentes la<br />
segunda parte del recital todo un descubrimiento<br />
de una dimensión del Zimerman<br />
menos conocido y que tuviera el 18<br />
de agosto del 88, en el Festival de Salzburgo,<br />
en el estreno del Concierto para<br />
piano de Lutoslawski —encargo del<br />
Festival— dirigido por el mismo compositor<br />
y compartiendo programa con<br />
Anne-Sophie Mutter, uno de sus momentos<br />
más significativos: una sonata de la<br />
compositora polaca contemporánea<br />
Grazyna Bacewicz, leída en su diseño ac-<br />
ACTUALIDAD<br />
tual sin pruritos de progresismo vanguardista<br />
mane, y, sobre todo. 5eis Preludios<br />
del libro II de Debussy, no sólo rompieron<br />
la idea de un Zimerman insuperable<br />
(aunque insistente) en Chopm. sino que<br />
materialmente levantaron al público de<br />
sus asientos: humor, irania, sensaciones,<br />
impresiones; música de agua en Ondme<br />
y explosión de luz en Feux d artífice; pintura<br />
que se hace música y música que<br />
consigue hacer por unos momentos innecesaria<br />
la pintura...: todo surge de las<br />
manos de Zimerman natural, exacto, con<br />
un virtuosismo que humaniza y hace cálida<br />
la técnica y una genialidad sin estridencias<br />
al servicio de la belleza<br />
humanizada.<br />
Dos Mazurkas de Chopin, fuera de<br />
programa, fueron la última causa del final<br />
apoteósico de este recital difícilmente<br />
olvidable.<br />
j.A. Nieto de Miguel<br />
SCHERZO 19
Día 22 de M a y o de 1 9 9 0<br />
PROGRAMAN.^<br />
Director: JOSÉ RAMÓN ENCINAR<br />
AUDITORIO NACIONAL<br />
Día 27 de M a r z o de 1 9 9 0<br />
PROGRAMAN. 5 3<br />
Director MANUEL GALDUF<br />
I<br />
Escenas andaluzas T.Bmn<br />
Mareta; Sonata<br />
Coocierlo para viobn y orquesta J.LTuma<br />
Soleta: Víctor Marín'<br />
i<br />
Marcha Burlesca M.Paba<br />
SuiteenLa, M. F. 16 J. Gómez<br />
Preludio; intermedio; Canción Popular, FnL Dm<br />
Feslklange (poema sinfónico) S, I F.Usd<br />
II<br />
Shehereíade (ante sinlbnica)<br />
Op.35 N.A.Rñníiiy-KMsakoy<br />
B mar \ h na te de Sentad: H roen» det prócipe Kaknder.<br />
Ojoten principe y h joven princesa Fiesta en Bagdad £1 mar.<br />
U Sin se estittía contri te mas magnéticas<br />
IGLESIA CATEDRAL DE<br />
SAN ISIDRO<br />
(Entrada Libre)<br />
D í a 2 5 d e A b r i l d e 1 9 9 0<br />
PROGRAMAN. 6 4<br />
Director: MAX BRAGADO DARMAN<br />
D f i 4 de J u n i o de 1 9 9 1<br />
PROGRAMAN. 9 6<br />
Director: RAFAEL FRUHBECK DE BURGOS<br />
I<br />
España (obertura) J.M.O.Morate<br />
(Solista a deternÉi»)<br />
Las Bodas de Camacto (Svüe dd balel) J. M. 0. Morales<br />
La infancia de Crista (Trilogía sagrada)<br />
Op.25 H.Berfaz<br />
EJsuet>o
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Dictionary of Music & Musicians<br />
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Musicians.<br />
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rassemhlc....c'csl un chnjx priorilé."<br />
Maurk-c l-'lcurtl. l.f Nuu\fl OhM.Tvaii.-iii<br />
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08028 BARCELONA
ACTUALIDAD<br />
LICEO<br />
La sugestión<br />
de los bises<br />
Barcelona. Gran Teatro del Liceo. 15-1-90 Alfredo<br />
Kraus. tenor Edefmrro Arnaltes. piano. Obras de Mas<br />
sene!, Duparc Bizet. Tosti, Falla. Mompou. Qlaño, Turma<br />
y Obrador.<br />
Un recital del tenor canario siempre<br />
tiene un gran aliciente, máxime cuando<br />
no está prevista su actuación próximamente<br />
en el Liceo a pesar de sus éxitos<br />
recientes. El plantear dicho recital con<br />
canciones tiene la ventaja de poder oir<br />
al artista en otra faceta y, como era lógico,<br />
Kraus volvió a demostrar sus grandes<br />
cualidades, que fueron m crescendo a medida<br />
que transcurría el recital, en cuya primera<br />
parte pudimos oír Elegie y Ouvre<br />
tes yeux bleus de Massenet, L'invitation<br />
au voyage de Duparc y La chanson du fou<br />
y Ouvre ton coeurde Bizet, donde Kraus<br />
corroboró su gran integración con la música<br />
francesa, de la que siempre se ha demostrado<br />
exquisito intérprete. La primera<br />
parte del recital acabó con cuatro canciones<br />
de Tosti: Segreto, lo vogho amarti.<br />
Tormento y L'alba dalia luce alfombra,<br />
fraseadas como sólo él sabe hacerla aunque<br />
quizá les faltó una cierta intensidad<br />
en la emisión.<br />
Punto álgido<br />
La segunda parte la componían autores<br />
españoles, con la brillante Jota de Falla,<br />
la bellísima Pastoral de Mompou, el<br />
Fbema en forma de canciones, para acabar<br />
el programa oficial con tres canciones<br />
de Obradors: Del cabello más sutil,<br />
Con amores la mi madre y Las coplas de<br />
Curro Dulce, cantadas por Kraus con estilo,<br />
fuerza y sutileza.<br />
Pero el punto álgido del recital estuvo<br />
en los bises, que dieron lugar a una tercera<br />
parte no oficial, donde el cantante<br />
se situó ya en su terreno más habitual,<br />
alternando piezas de ópera y canciones,<br />
con un delicado Lamento di Federico de<br />
UArlesiana, de Ciléa. cantada con ese fraseo<br />
desgranado que le ha hecho famoso,<br />
un M'appiri de Martha cantado con<br />
maestría, dos nuevas canciones, así como<br />
dos fragmentos que normalmente incluye<br />
en sus bises, como son la romanza<br />
de La tabernera del puerto de Pablo Sorozábal<br />
y la concidísima La donna á mobile<br />
de Rigoletto.<br />
22 SCHERZO<br />
AM<br />
Agravio escénico<br />
Barcelona. Gran Teatre del Liceu. 5. 8 y 16 de enere de [990. Manon Lemáut de Giacomo Puccirii, Mirella<br />
FrFru. Peler Dvorsky, Enríe Serra, Alfredo Manotti y losé Ffjjiz. Escenografía y vestuario: Maunzio Baló, njeva<br />
producción del Uceo, ion dirección de escena de Lorenzo Marianí Orquesta y Coro del Gran Tealre del Liceu<br />
Dirección del coro: Romano Gandoffi y Vittono Srcuri Oreclor: Silvio Varvisa<br />
Aunque el que suscribe lleva muchos<br />
años asistiendo a espectáculos operísticos,<br />
es la primera vez, en Barcelona, que<br />
asiste a una repulsa unánime a la puesta<br />
en escena, que se materializó el primer<br />
día al saludar los autores de la misma, y<br />
ella en mi opinión, de un modo totalmente<br />
merecido por la falta de respeto<br />
demostrada al argumento y a la partitura.<br />
Ya en el primer acto, la muchedumbre<br />
que se agolpaba, una equilibrista<br />
sobre unos zancos haciendo ruido durante<br />
las arias, y la diligencia rodante visible<br />
antes de entrar y después de irse, anunciaban<br />
una falta de visión operística; en<br />
el segundo acto plantearon una doble escena<br />
dormitorio-jardín que mantenía los<br />
defectos escénicos, que llegaron a su punto<br />
álgido en los últimos actos. En el tercero,<br />
unas re|as se pasaban todo el acto<br />
moviéndose y descomponiendo la escena,<br />
y el cuarto nos mostró un desierto<br />
con buque y otra vez. rejas. Lo que deben<br />
aprender los autores es a amar a la<br />
ópera y a respetar el texto, como hacen<br />
los grandes directores como Strehler Faggiom<br />
con verdaderas creaciones manteniéndose<br />
feles a la obra.<br />
Dentro de la trilogía de obras que este<br />
año nos ha ofrecido Mirella Freni, en<br />
este período de su carrera en que asume<br />
un repertorio más dramático, su Ma-<br />
non tuvo las grandes cualidades<br />
de la cantante, su estilo depurado,<br />
su voz inmaculada, el saber<br />
estar en escena en todo<br />
momento y ese fraseo delicado,<br />
pero a la vez intenso, dentro de<br />
las características de su voz, que<br />
la hacen una intérprete excepcional.<br />
Interesante su primer acto,<br />
en el que aparecía inocente<br />
y juguetona: más hecha en el segundo,<br />
donde cantó de forma<br />
admirable In quelle trine morbide,<br />
para dar la fuerza necesaria<br />
en los postreros actos, rfeter<br />
Dvorsky cantó en el Liceo un<br />
único Edgardo, y los que tuvimos<br />
la suerte de oírlo quedamos<br />
entusiasmados por su bello<br />
y potente timbre vocal; postenrmente,<br />
el tenor ha ido ampliando<br />
su repertorio a obras<br />
más de spinto y a juzgar por lo<br />
oído lo ha hecho sin el suficiente soporte<br />
técnica lo que ha perjudicado a su voz,<br />
restándole segundad, y haciendo que sus<br />
actuaciones no sean regulares; así, el primer<br />
día cantó un primer acto francamente<br />
mal, calando notas, con dificultades en<br />
el paso de la voz, y adaptando la partitura<br />
a sus condiciones, aunque mejoró algo<br />
en posteriores funciones. Completaban<br />
el reparto el siempre eficaz Enric Serra<br />
en Lescaut. hermano de la protagonista,<br />
y José Ruiz como Edmondo. a pesar<br />
de la situación escénka incómoda en que<br />
fue colocada<br />
La presentación de Silvio Varviso era<br />
muy esperada, y su labor fue muy eficiente,<br />
logrando brillantez en la orquesta, con<br />
matizaciones en cuerdas y maderas, dando<br />
una versión muy contrastada, que en<br />
ocasiones se excedía en volumen, y que<br />
tuvo precisamente su punto más débil en<br />
el intermezzo del tercer acta Correcto<br />
el coro en una obra no especialmente difícil<br />
para él.<br />
Albert Vi/ardelt
LICEO<br />
«Cosí fan tutte» o el juego de las parejas<br />
Barcalona. Gran Teatro del Licea Cosí fin ruífe(Moiart). Eudardo Giménez (Ferrando); Verónica ViBarroel (Fiordiligr).<br />
Margarita Zjmrriermann (Dorabella), Dale Duesing (GuglieLmo), Tom Krause {Don Alfonso); Gwendolyn<br />
Bradley (Despina) Coro y Orquesta del Gran Teatro del Liceo Dreccion dpi coro Romano Gandolfi y Vittono<br />
Sicun. Producción del Théátre Rcyal La Monnaie (Munt) de Bruselas}. Escenografía y luces Karl Ern$T Herrmann.<br />
^sluario: Jorge Jara. RealiTactón y dirección escénica Lukas Hemleb. sobre una idea de Luc Bondy.<br />
Uno de los juegos snob que se practica<br />
usualmente en torno a esta deliciosa<br />
ópera de Mozart es el de establecer cuáles<br />
son las parejas que se forman al final<br />
de la obra, ya que Mozart y Da Ponte,<br />
a pesar de su talante mujeriego, no lo especificaron,<br />
sin duda porque sólo concebían<br />
—Antiguo Régimen imperante— un<br />
final: el retorno a las parejas originales,<br />
es decir, que Ferrando debe volver con<br />
DorabeHa y Guglieimo con Fiordiligi.<br />
El montaje de la Monnaie (Munt) de<br />
Bruselas, realizado por Luc Bondy. resuelve<br />
este anecdótico, pero en el fondo ilustrativo<br />
problema con una ambigüedad<br />
que es la que preside el montaje. Ya en<br />
su primer encuentro para despedirse, y<br />
al término de la obra, todos acaban entrelazándose<br />
brazos y abrazos, de modo<br />
que hay que suponer que un inmenso<br />
ménage é quatre será el resultado de la<br />
loca ¡ornada, peor aún que la de las bodas<br />
del señor Fígaro.<br />
Ambigüedad también en las relaciones<br />
entre la criada, muy apropiadamente de<br />
color, ya que lo es la soprano Gwendolyn<br />
Bradley encargada del papel, y sus señoras,<br />
con las que se toma excesivas confianzas,<br />
y en las relaciones de la misma<br />
criada con Don Alfonso, a pesar de la frase<br />
«un vecchio come leí non puó farnu<br />
Has que lo descalifica de entrada en la<br />
obra.<br />
Presentación espectacular<br />
La presentación de la obra resulto espectacular<br />
por el uso de una técnica escenográfica<br />
hoy obsoleta, y realizada con<br />
brillantez por Karl-Ernst Herrmann con<br />
admirable habilidad: un panorama móvil,<br />
formado por una inmensa tela pintada<br />
que después de pasar por el fondo del<br />
escenario a modo de un gigantesco ciclo<br />
rama, se enrolla en unos rodillos situados<br />
a ambos extremos del frente.<br />
Escénico, con lo que. al enrollarse, el<br />
paisaje del decorado se mueve simulando<br />
el traslado de los personajes del escenario.<br />
Con el concurso de unas luces<br />
magistralmente empleadas (aunque en algunos<br />
momentos demasiado brillantes),<br />
el efecto era sugestivo y parecía el últi-<br />
mo grito escenográfico cuando en realidad<br />
era un recurso decimonónico para<br />
presentar, por ejemplo, el paso sin interrupción<br />
del primer al segundo cuadro de<br />
los actos I y III Parsifal. Lástima que el vestuario<br />
no estuviera a la altura del marco.<br />
La dirección escénica, cuidada, respondía<br />
a un concepto poco menos que de movimiento<br />
perpetuo, obligando a los<br />
cantantes-actores a moverse sin cesar durante<br />
sus arias, sobre todo a Guglielmo.<br />
Una hábil distribución del espacio escé<br />
nica, que incluía al foso de orquesta y los<br />
dos primeros palcos de proscenio, completaba<br />
esta labor que no seria posible<br />
sin la admirable versión de Peter Maag.<br />
que adapta los recitativos al lenguaje normal<br />
de unos personajes vivos, en lugar de<br />
desarrollarse, como es la pésima costum<br />
bre anglosajona, a toda prisa. Peter Maag<br />
integra su pensamiento musical en la producción<br />
—como debe ser - el resultado<br />
es muy alto, por lo que a la música se refiere,<br />
incluso aunque los intérpretes no estén<br />
todos a la misma altura.<br />
Prottuioon Barcelonesa del -Coi- tan mué-<br />
Fbr su calidad y cantidad se destaca en<br />
primer lugar el célebre bajo finlandés Tom<br />
Krause, que hizo un Don Alfonso gigantón<br />
y astuto, eminentemente musical y<br />
muy bien representado. Espléndido de<br />
forma y musical hasta el tuétano el Ferrando<br />
de Eduard Giménez, con una voz que,<br />
I ACTUALIDAD<br />
si no es muy bella, es muy homogénea<br />
y precisa en la afinación y en la musicalidad.<br />
La soprano chilena, Verónica Villarroel,<br />
que debutaba en el Liceo, dio al<br />
principio una pésima impresión por sus<br />
desajustes y su desafinación tan patente<br />
que estropeó —con el concurso de su<br />
hermana escénica, el bello trio Soave sia<br />
il vento—. Por fortuna, se centró a partir<br />
del aria Come scoglio y gustó muchísimo<br />
en el resto de la bora.<br />
Un Cosi lento y maduro<br />
No podemos decir lo mismo de Margarita<br />
Zimmermann, una Dorabella discreta<br />
de voz oscura y pesante, tendente<br />
también a calar, aunque también me|oró<br />
al avanzar la representación. Dale Duesing<br />
obligado a sustituir a Stephen Dixon<br />
con pocas horas de antelación, cantó un<br />
Guglielmo agilísimo y simpático, con unos<br />
medios vocales sólo medianos. Menos<br />
que medianos en cuanto a potencia los<br />
de la soprano Gwendolyn Bradley, que interpretó<br />
con gusto el papel de Despma,<br />
lo que la redimió de la pequenez de su<br />
voz.<br />
Fteter Maag dirigió con precisión y acierto,<br />
dándonos un Cosi lento y maduro, para<br />
el que intentó —y logró bastante bien—<br />
sacar bellas sonoridades del conjunto del<br />
Liceo.<br />
Roger Alier<br />
SCHERZO 23
ACTUALIDAD<br />
UCEO<br />
Una «Elektra» de desagravio<br />
Barcelona: Gran Teairo del Liceo. 27 (Je enero de 1990. StrajEs: Elektra. Principales intérpretes Eva Marton,<br />
Sue Paicheil. MignonDunn. Hermann Winkler. John Brocheler Dirección musical UweMund Dirección esc éni<br />
ca. Nuria Espert Estenógrafa Ezio Fngerio Vestuario: Franca Squarcí apiño. Diseño de luces Bruno Boyer<br />
Producción: Ttieátre Royal de La Monnaie. Bruselas<br />
Varios son los motivos que han hecho<br />
de esta versión de Elektra un acontecimiento<br />
importante: el retorno de Eva<br />
Marton al Liceo, la presentación en el mismo<br />
de la importante mezzo norteamericana<br />
Mignon Dunn y el feliz debut<br />
barcelonés de Nuria Espert como directora<br />
de escena... Pero, ante todo, y como<br />
consecuencia de esto último, esta<br />
Elektra significa para nosotros algo asi como<br />
un acto de desagravio, una indemnización<br />
que el Consorcio del teatro nos<br />
ofrece por la horrible puesta en escena<br />
de esta misma ópera hace seis anos.<br />
Traslado de la acción<br />
La ilustre actriz catalana ha trasladado<br />
la acción de la ópera de la época griega<br />
clásica a los tiempos de ia Segunda Guerra<br />
Mundial. El patio del palacio de Micenas<br />
se ha convertido en el de un<br />
vetusto palacio romano de estilo barroco<br />
-admirable escenografía la de Ezio<br />
Frigerio y no menos admirable su realización<br />
técnica— en el que Elektra ha sido<br />
confinada a habitar un automóvil<br />
destartalado y abunda el personal con botas,<br />
gorra, correales y uniforme fascista.<br />
El cambio de época funciona por lo general<br />
bastante bien, y la actitud de la Espert<br />
para con el conflicto entre Elektra<br />
y Klytámestra es altamente sensato: no<br />
intenta dar la razón a nadie (retrocedamos<br />
hasta Sófocles, base del libreto de<br />
Hofmannsthal: Oitemestra y Egisto mataron<br />
a Agamenón, pero, ¿no era éste responsable<br />
del sacrificio de Ifigenia?): con<br />
razón afirma nuestra actriz en el programa<br />
de mano que «Busqué para Elektra<br />
(...) un entorno que desdibujara los perfiles<br />
de buenos y malos, creando así una<br />
confusión enriquecedora». Los gestos y<br />
el movimiento, asi como la claridad de la<br />
acción, han sido también cuidados al máximo.<br />
Dos reparos, en cualquier caso, deberíamos<br />
hacerle: al final de la Escena III,<br />
Strauss describe magistral mente el tumultuoso<br />
cortep de Klytámestra, reemplazado<br />
aquí por la bella, pera discutible<br />
aparición de un jinete montado en un corcel<br />
blanco (¿una victima propiciatoria?); en<br />
24 SCHERZO<br />
la Escena X y última, la protagonista no<br />
sólo debe bailar, sino «conducir la danza»<br />
de los sirvientes, ¿no habria sido posible<br />
este enfoque —que más de un<br />
regista olvida— a pesar del cambio de<br />
época?<br />
Poderosa lectura<br />
Desde el foso, la Espert ha hallado en<br />
Uwe Mund a un óptimo interlocutor mu-<br />
sical, tanto por su poderosa lectura de la<br />
estremecedora y expresionista partitura<br />
de Strauss como por el óptimo rendimiento<br />
de la orquesta del teatro. Y, ya<br />
en el capitulo vocal, destaquemos la magna<br />
y agotadora labor de Eva Marton en<br />
el rol principal; de la totalidad de su cometido<br />
debe deducirse que es una de las<br />
pocas sopranos actuales —¡cuatro o cinco?—<br />
que pueden hacerle justicia a la desdichada<br />
hi|a de Agamenón. Con una voz<br />
imponente sobre todo en los registros<br />
medio y agudo, ha ofrecido, desde el monólogo<br />
de entrada hasta la escena y danza<br />
final, una desgarrada versión de su<br />
personaje, pero con los momentos líricos<br />
vertidos con gran reinamiento: eiempla-<br />
res en ese aspecto han sido el segundo<br />
careo con Chrysothemis (Escena Vil) y la<br />
escena del reconocimiento con Orest (Escena<br />
VIII). La materia vocal, carnosa y recia,<br />
de la Marton, ha contrastado muy<br />
adecuadamente con la más luminosa, de<br />
soprano lírica, de Sue Patchell, notable<br />
Chrysothemis. Mignon Dunn, como<br />
Klytámnestra. ha exibido una potente voz<br />
de mezzo, quizá no de las más ricas en<br />
el aspecto timbrico, pero utilizada con inteligencia.<br />
La suya, afortunadamente, no<br />
es una Klytámestra tremendista, sino sólo<br />
un ser torturado y supersticioso.<br />
Menos interesante ha sido, del capitu-<br />
lo vocal, fa labor de los principales intérpretes<br />
masculinos. John Brócheler ha<br />
dado vida a un Orest falto de misterio,<br />
con una voz algo incolora y no totalmente<br />
a punto; Hermann Winkler ha interpretado<br />
correctamente a Aegisth, es<br />
decir, sin caricaturizarle en exceso, pero<br />
es un tenor de escaso volumen para un<br />
teatro como el nuestro. El rendimiento<br />
de las segundas partes ha vanado de lo<br />
excelente a lo mediocre. En definitiva, ésta<br />
ha sido la Elektra de Marton, Espert y<br />
Mund: una triada de categoría que ha<br />
conseguido dar vida a un espectáculo importante.<br />
jordi Ribera i Bergós
harmonía mundi<br />
harmonía mundi ibérica *vaa Px
ACTUALIDAD<br />
BARCELONA<br />
Sumi-Jo, soprano coreana<br />
Sumi-Jo soprano Orquestra deis Solistes de Catalunya.<br />
Ciclo • Mazartiana». Dirección Xavier Guell-<br />
Mozartiana reabrió sus puertas para el<br />
ciclo de este año con un concierto mixto<br />
en el que participó la soprano Sumi-<br />
)o que antaño ganó un premio Viñas con<br />
otro nombre igualmente difícil de recordar<br />
para nuestra mentalidad occidental:<br />
Myong-Sook-Lee.<br />
Esta diminuta soprano coreana ha llevado<br />
a cabo en pocos años una carrera<br />
muy respetable, con vanos premios en su<br />
haber y el detalle de haber sido llamada<br />
por el anciano patriarca de la Filarmónica<br />
de Berlín, Herbert von Karajan, para<br />
cantar el Osear de Un bailo in maschera<br />
de Verdi y la posterior grabación del rol<br />
para la Deutsche Grammophon.<br />
El concierto incluyó seis anas de Mozart<br />
en las que Sumi-Jo demostró una técnica<br />
de respiración admirable y un gusto<br />
depurada con una voz flexible y ágil. Las<br />
distintas anas que cantó resultaron brillantes<br />
y a pesar de algún leve desajuste que<br />
se produp al principio, la soprano se desenvolvió<br />
con elegancia, especialmente en<br />
la pieza que cerraba la primera parte, Na<br />
che non sei capace. escrita por Mozart<br />
para Aloysia Weber (que, como es sabido,<br />
tenía un instrumento de amplio registro)<br />
en 1783. como lo fue también la<br />
última ana del concierto Ah. se in ael,<br />
benigne stelle de 1788.<br />
Los aplausos dedicados a la joven soprano<br />
cerraron un concierto en el que So-<br />
$umt-)O f O10 ÜC<br />
listes de Catalunya interpretó, además,<br />
dos oberturas de óperas mozartianas: tuco<br />
Silla y El rapio en el serrallo y dos sinfonías<br />
de la etapa juvenil de Mozart. En<br />
todas estas piezas de orquesta sola, el<br />
conjunto, bajo la batuta de Xavier Güell,<br />
evidenció haber entrado por una senda<br />
de decidida seriedad y prafesionalidad,<br />
que mereció al conjunto unos aplausos cálidos<br />
y prolongados.<br />
«La Bohéme»,<br />
un nuevo paso hacia delante<br />
Sibidell. Teatro de la Farándula. U Bohéme. de Gia<br />
fomo Puccini. Inma Egido fMimi). Joan Lloverás (Ro<br />
dolfo), Mana Angels Sarroca (Musetta). Carlos Bergasa<br />
(Marcelki). Manuel Garrido (SthaunanJ). Carlos J. Garcia<br />
(Colime), Ramón Pupl (Beroit y Alcindoro), etc. Coro<br />
de los Amics de 1'Opera de SabadeN. Escenografía<br />
y dirección escénica. Vanni Valenza. Director. )osep Fe<br />
rre. Orttuesta Sinfónica de Sabadell- Director 1 Mauri-<br />
ÍFO Di RobbJO.<br />
El VIII festival de Opera de Sabadell se<br />
inauguró brillantemente con una representación<br />
de La bohéme de Giacomo<br />
Puccini. El Teatro de la Farándula de Sabadell<br />
estaba lleno hasta los topes, ya que<br />
hace mucho tiempo que el Gran Teatro<br />
del Liceo no programa esta ópera y esto,<br />
en parte, fue la causa de que muchos<br />
26 SCHERZO<br />
R.A.<br />
aficionados a la ópera acudiesen puntualmente<br />
a la cita con Puccini.<br />
Esta obra, que contaba con dos elencos<br />
distintos, estuvo encabezada, en la<br />
función inaugural, por el veterano tenor<br />
|oan Lloverás y la soprano Inma Egida de<br />
Salamanca, acompañados por una brillante<br />
y muy eficaz Musetta de María Angels<br />
Sarroca.<br />
Habia una cierta expectación por ver<br />
cómo se habla resuelto el aspecto escenográfico<br />
de la obra, ya que siempre ha<br />
sido uno de los puntos más discutibles de<br />
las diferentes producciones que han pasado<br />
por el Teatro de la Farándula. En es-<br />
ta ocasión la escenografía y la dirección<br />
escénica no han aportado riada nuevo<br />
que no se pudiera hacer en casa; algunas<br />
cosas parecían ideadas en el último momento<br />
y a veces utilizando recursos de<br />
urgencia, como el sistema de luces para<br />
aislar a unos personajes que no tenían<br />
que estar, en principio, aislados en absoluto<br />
y que dicen bien poco en favor del<br />
responsable de la dirección escénica.<br />
Es una lástima que para esto se tuviera<br />
que hacer venir a un profesional de fuera,<br />
cuando, en este aspecto, lo que se<br />
precisa es potenciar a la gente del propio<br />
país.<br />
Una Mimi creíble<br />
En el aspecto vocal se destacó la soprano<br />
Inma Egido, de Salamanca, que hizo<br />
una Mimi creíble. Su voz de un timbre<br />
agradable y con una fuerza suficiente para<br />
cantar el papel, se destacó ya en el conocido<br />
y esperado fragmento Mi<br />
chiamano Mimi, que cantó con el veterano<br />
pero siempre eficaz Joan Lloverás,<br />
quien hizo el papel de Rodolfo con unos<br />
agudos muy brillantes que llenaron de satisfacción<br />
al numeroso público.<br />
Una agradable confirmación del buen<br />
momento que atraviesa Mana Angels Sarroca<br />
lo tuvimos en su papel de Musetta.<br />
que cantó con mucha gracia y gran<br />
profesionalidad. evidenciando que posee<br />
la técnica y los recursos vocales necesarios<br />
para cantar este tipo de papeles y<br />
otros de mayor importancia. Carlos Bergasa,<br />
en su poco vistoso y sacrificado papel<br />
de Marceilo, secundó al trío de<br />
cantantes principales con eficacia. El resto<br />
de personajes, con Manuel Garrido y<br />
Carlos J. García a la cabeza, sacaron sus<br />
papeles con gran dignidad y contribuyeron<br />
con ello a que esta Bohéme sea un<br />
paso adelante dentro de las realizaciones<br />
de Opera a Catalunya y de las iniciativas<br />
de los Amics de I'Opera de Sabadell.<br />
Maunzio Di Pobbio condujo a la Joven<br />
Orquesta del Valles con una gran solvencia,<br />
logrando momentos de notable brillantez:<br />
sin embarga hubo otros pasajes,<br />
como el inicio del tercer acto, que resultaron<br />
más discretos. No obstante, puede<br />
calificarse de muy positiva su dirección<br />
y su labor.<br />
F.X.M.
Monográfico ruso<br />
Barcelona. 29-1 90 Palau de la Música Orquesta Nacional de la URSS Evgem Svetlanov. director Obras de Proko<br />
fiev y Tchaikovsky<br />
Con la visita del gran director ruso Evgeni<br />
Svetlanov y su Orquesta Nacional de<br />
la URSS finalizaba un mes de enero muy<br />
movido en el campo musical de Ibercámera,<br />
durante el cual los melómanos catalanes<br />
han podido ver en acción a tres<br />
prestigiosos directores: Lorin Maazel. Václav<br />
Neumann y Evgeni Svetlanov, con sus<br />
orquestas respectivas —todas ellas de primer<br />
orden y de gran prestigio internacional.<br />
Si la visita, a primeros de enero, de Lo<br />
nn Maazel suscitó una gran expectación,<br />
que se manifestó e incluso aumentó con<br />
la de Václav Neumann y la Orquesta Filarmónica<br />
Checa, esta expectación llegó<br />
a su grado máximo con la llegada por segunda<br />
vez en el ciclo Ibercámera del di-<br />
•e/ir $ve¡l¿nav<br />
rector ruso Evgeni Svetlanov y la<br />
Orquesta Nacional de la URSS.<br />
Continuando en el mismo criterio de<br />
programar un concierto exclusivamente<br />
dedicado a compositores rusos, que tanto<br />
éxito les proporcionó en su concierto<br />
de presentación en este ciclo el 24 de<br />
marzo de 1988 con obras de Balakirev y<br />
Rachmanmov—, el programa que han presentado<br />
en esta ocasión se ha centrado<br />
en dos figuras principales de la música<br />
rusa.<br />
Observar desde nuestro país, tan po<br />
co favorable en materia de formaciones<br />
sinfónicas, una de estas orquestas extranjeras<br />
que funcionan con seme|ante per-<br />
fección. produce una cierta envidia. De<br />
hecha la Orquesta Nacional de la URSS<br />
es una formación compacta, rigurosa y nitida,<br />
que puede pasearse por todo el<br />
mundo con la cabeza bien alta. Es una entidad<br />
que, evidentemente, proviene de un<br />
universo totalmente diferente al nuestro.<br />
Evgeni Svetlanov, que sin lugar a dudas<br />
era la vedette del espectáculo, dirigió a<br />
su formación con una gran maestría, con<br />
una precisión de gestos y una elegancia<br />
digna de la fama que posee, consiguiendo<br />
momentos de gran belleza y elegiaca<br />
penetración en el Vívate de la Sinfonía<br />
núm. 7 de Prokofiev. y en el Allegro con<br />
fuoco de la Sinfonía núm. 3 de Tchaikovsky,<br />
aportando una especial profundidad<br />
a las interpretaciones, sin<br />
entretenerse en aspectos puramente<br />
formales.<br />
El elemento negativo de la noche fue,<br />
sin duda, otra vez. el escenario del Palau.<br />
La numerosa formación rusa hubo de<br />
distribuir a sus familias instrumentales como<br />
pudo —por culpa del iluminado al<br />
que se le ocurrió la genial idea de partir<br />
el escenario, dejándolo inadecuado para<br />
las grandes formaciones sinfónicas—. El<br />
metal tuvo que ser colocado en un lugar<br />
inhabitual y el resultado afectó considerablemente<br />
a la sonoridad del conjunto.<br />
F.X.M.<br />
I ACTUALIDAD<br />
Cherkassky<br />
electrizó al Palau<br />
Barcelona. Palau di la Música Catalana 26-1-90 Orquestra<br />
Ciutat de Barcelona Shura Cherkaísky. piano<br />
Fran; Paul Decker, director Obras de LiíZi. Antón Ru<br />
•instem y Mendelssohn<br />
La Orquesta Ciudad de Barcelona, en<br />
los conciertos especiales que ofrece al público,<br />
nos ha favorecido con la actuación<br />
del extraordinario pianista ucraniano residente<br />
en EE.UU. Shura Cherkassky en<br />
el cuarto de los conciertos para piano de<br />
Antón Rubinstem (1829-1894). el que fue<br />
omnipotente director del conservatorio<br />
de San Rstersburgo y en sus últimos años<br />
compositor oficial de la corte del zar. además<br />
de pianista excepcional. Un concierto<br />
que, aunque no es una obra mayor, es<br />
agradable de escuchar de vez en cuando,<br />
especialmente si la versión que se escucha<br />
es de esta categoría.<br />
Interpretación vital<br />
Excepcional resultó, en efecto, Shura<br />
Cherkassky en este concierta que es muy<br />
de conservatorio, ya que insiste mucho<br />
en pasajes técnicos, escalas, arpegios y<br />
saltos a gran distancia y velocidad, además<br />
de recorrer sin cesar todo el piano.<br />
Cherkassky. que está a punto de cumplir<br />
79 años de edad, dio del concierto una<br />
interpretación vigorosa, vital, estupenda,<br />
casi inimaginable en una persona de su ya<br />
poco menos que provecta edad, combinando<br />
su impecable agilidad, sus veloces,<br />
vertiginosos saltos y sus poderosos acordes<br />
con los pasajes de maravillosa levedad,<br />
con una perfección coronada por un<br />
hálito de exquisito gusto y consumada<br />
musicalidad.<br />
La Orquesta Ciudad de Barcelona<br />
acompañó con corrección —y en el segundo<br />
movimiento incluso con una notable<br />
elegancia—, bajo la batuta de<br />
Franz-Raul Decker. Anteriormente al concierto<br />
de Shura Cherkassky, la OCB ofreció<br />
una correcta interpretación de una<br />
obra muy poco profunda de Listz, De la<br />
cuna al sepulcro, y una mediocre versión<br />
de la Sinfonía n.° 5 «de la Reforma' de<br />
Félix Mendelssohn. en la que parecía que<br />
el director se conformaba con que no hubiera<br />
imprecisiones patentes en la labor<br />
de la orquesta, dejando para otra ocasión<br />
el pulir la interpretación.<br />
R.A.<br />
SCHERZO 27
JOVEN ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />
PRUEBAS DE ADMISIÓN<br />
LQ JOVEN ORQUESTA NACIONALOE ESP AÑA «<br />
una ¡njtiíueión de naluraleio eminaniernenTe<br />
qm al Minstorio de Cubun o irovs dd<br />
Nadanal dt ku Art« Esoankai y de la<br />
, pane d tervibo áe los músicoi «fnñoin<br />
durante la «lapa preña al ejerácio de tu prsfescm<br />
NOMBRE Y APELUDOS<br />
INSTRUMENTO<br />
CAUE/PLA2A<br />
CO0H3OPO5TAI<br />
PROVINCIA<br />
THfFONO ( ) .<br />
ca% «i fin di que puadan pafamonar u> téaiko •*<br />
nunvtal y camplatoriu (ormodón ocodómica Paro<br />
•lodtfptmdt un •qufio ODcanlB »rnójomo nivd<br />
ortWco JÍ padogóaicD ccn «I que daandfa ÜT programo<br />
qut atiendo tanto o la formaban individual<br />
la prócüco dt conjunto.<br />
JOVEN ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />
AUDITORIO NACIONAL DE MÚSICA<br />
28002 MAMO<br />
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Joven Orquesta Nacional<br />
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de España<br />
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JOVBI DtOUtSU MCSONM M UMftt OWPO (X CIUUU DI ItMHH<br />
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MIStSTERHD DE CULTURA<br />
JUKVMOnD<br />
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J3-7/1-6 H*u><br />
Har» SMnnM CgnaMMni<br />
púa obu. 10001^ Mota,<br />
JWKHnWl<br />
JWM PNUECU MCIMlU<br />
Do«Cim«jii vota<br />
HonuMMortlnai<br />
«Fumo VDUnMD
ACTUALIDAD<br />
TEATRO LA ZARZUELA<br />
El placer de la verdadera ópera<br />
Midrid. tossini Itturcom lufa. TeatroLinco Nacional LaZarzuela Madrid, 20 de enero 1990 Dirección musí -<br />
ídl AI be rio Zedda. Dirección de escena Lluis Pasqual-Escenografía Ezio Fngena figurines FraníaSquarciapi'<br />
no Diseño de luces 1 Pascal Merat. Reparto: Selim Willard White: Fionda lella Cuberli Don Geronio £i!o<br />
Dará, Narciso Frank Lopardo. ti Ffeera Alberlo Rinaldn Zaida Susanna Anselmi. Alcázar Juan Laque<br />
Con excelente pie ha comenzado su an<br />
dadura la Temporada de Opera 1990 del<br />
Teatro Lírico Nacional La Zarzuela. Primero<br />
por la elección del título, una obra bellísima,<br />
casi desconocida para el público, en<br />
la que Rossim nos ofrece una vez más una<br />
partitura arrolladora, brillante, exultante de<br />
ingenio, servida por un texto divertido, inteligente,<br />
a veces amargo y, en manos de<br />
Lluis Pasqual, una sátira sobre la condición<br />
humana de sorprendente actualidad. Qué<br />
a|ados resultan los libretos de óperas mucho<br />
más conocidas del romanticismo y no<br />
digamos del insufrible melodramón verísta,<br />
comparados con estas comedias del dieciocho<br />
cínicas, descreídas, criticas, llenas de sana<br />
comprensión para a fragilidad humana,<br />
con estos cantos a la felicidad efímera, hijos<br />
de la razón y el buen sentir, productos<br />
de un mundo en el que las pasiones no pasan<br />
de burla y la belleza se encuentra en<br />
la armonía, no en la desmesura ni en la exageración.<br />
Fngeno y Squarcipino, la extraordinaria<br />
pareja de teatro que ha creado en los últimos<br />
años algunos de los espectáculos mas<br />
bellos que se han visto en los teatros del<br />
mundo, una vez más. con el Turco, han dado<br />
muestra de su talento. Un precioso pa<br />
tío barroco con arcos y paredes pintadas<br />
con una perspectiva del Vesubio y la incomparable<br />
bahía de Ñapóles, Ventanales que<br />
al abrirse nos de|an ver la misma perspectiva<br />
pintada, pero esta vez, tal como es en<br />
realidad. El vestuario de Squarciapmo ex<br />
célente, adaptándose al juego teatral de<br />
anos veinte, principios del dieciocho, fantasía<br />
oriental con extrema sutileza.<br />
Sobre este fondo Lluis Pasqual da una lección<br />
de buen teatro, de excelente teatro.<br />
Lo que ha hecho Pasqual es lo que se debe<br />
hacer con los textos de opera, generalmen<br />
te endebles, aunque en este caso se trate<br />
de un verdadero bombón para un hombre<br />
de su inventiva. La farsa de Romam, basada<br />
en un libreto de Catenno Mazzolá, cobra<br />
vida merced al ingenio de Pasqual con<br />
una vital idd contagiosa<br />
Es un juego teatral en su más alta esencia,<br />
heredero de la Comedia del Arte sin<br />
renunciar a esa dualidad Pirandelliana del Asi<br />
es SÍ asi os parece Nada es gratuito. Que<br />
un grupo de Turistas, quizá de un crucero<br />
de lujo, al ir a almorzar en Ñapóles a la O¡-<br />
30 SCHERZO<br />
teria del Turco se vea inmerso en la acción<br />
de la ópera merced a ía mano inteligente<br />
del creador-poeta, es ingenioso y válido.<br />
Con Pasqual, con Rossmi, el poeta en busca<br />
de una Historia para escribir un libreto<br />
es el verdadero eje de la acción. El propon<br />
cíona las anas a los cantantes, él impulsa la<br />
trama y después la reconduce en un constante<br />
juego de ambigüedades en las que rea<br />
lidad y ficción llegan a confundirse en la única<br />
verdad del arte teatral Sobresaliente el tratamiento<br />
de la gran escena final de Fiorilla.<br />
en la que la soprano, delante del cora m 1<br />
terpreta su lamento canoro como si de un<br />
concierto se tratase. Y es que este aria dramática<br />
es un simple pretexto para el lucimiento<br />
de la soprano, ajeno al discurso de<br />
la ópera y gratuita concesión de Rossim a<br />
la moral de cualquier época y a la diva de<br />
turno. Y como este, tantos otros acuerdos<br />
de virtuosismo teatral y dominio de la es^<br />
cena. Una verdadera exquisitez digna de<br />
cualquier teatro de primera categoría.<br />
El cantante Willard White, que me había<br />
causado rnuy buena impresión como el Osmin<br />
del Rapto del Serrallo mozartiana en<br />
Glyndebourne, posee una voz grande. pero<br />
no es un rossiniano: las agilidades voca-<br />
•• IUUO<br />
les que requiere el personaje de Selim le<br />
resultan dificultosas, su materia sonora no<br />
sabe aligerarse y esto en la música del maestro<br />
de Pesara es capaz de deslucir una interpretación<br />
dfgna, pero insuficiente.<br />
Como Fiorilla. Lella Cuberli. con una voz<br />
a veces inaudible y corta en el aguda supo<br />
manejar, sin embarga con inteligencia el<br />
personaje, y aunque sin entusiasmar, currv<br />
plío su cometido con profesionalidad<br />
Su encarnación de Ftonlla resultó muy<br />
personal. Más que una napolitana de rompe<br />
y rasga fue la suya una Fiorilla a lo jean<br />
Haríow. sofsticada, un personaje extraído<br />
de una comedia de Cine americano de los<br />
años veinte, caprichosa, irresponsable.<br />
En el polo opuesto, el Geronio de Enzo<br />
Dará, ajustado en lo vocal, pero excesivo<br />
aunque eficaz en lo escénico.<br />
Estupendo el Poeta de Alberto Rinaldi,<br />
muy musical y notable actor. Como Zaida.<br />
Susanna Anselmi comenzó muy insegura,<br />
pero fue entonándose poco a poco y consiguió<br />
una apreaable interpretación en conjunto<br />
de su personaje.<br />
Los siempre ingratos papeles de tenor de<br />
Possini estuvieron cumplidamente servidos,<br />
lo que ya es bastante, por Frank Lopardo<br />
como Narciso y por Juan Luque, que dibujó<br />
su única aria, como Albazar.<br />
El maestro Zedda. fue a mi gusto lo me<br />
nos acertado del espectáculo. Ya en la bellísima<br />
Sinfonia con que se inicia la partitura,<br />
la orquesta sufrió numerosos desajustes y<br />
careció de vivacidad. Al resto de la representación<br />
el maestro tampoco le imprimió<br />
esa armonía chispeante que pide la partitura;<br />
estuvo, eso si, atento a les cantantes<br />
y al coro, pero su intervención quedó muy<br />
por debajo de lo que de él se podía esperar.<br />
Con todo, una representación en conjunto<br />
fuera de serie, que para si querrían tantos<br />
teatros de campanillas. Un bravo, sin<br />
condiciones esta vez, al Teatro Lírico Nacional<br />
La Zarzuela y a su dirección.<br />
Francisco]. Villalba
Madrid. Teatro de la Zarzuela, 16 de lebrero de 1990<br />
La Twata de Giijseppe Verdr Mynam Gaua (Violef<br />
ta), Franccsca Roig (Flora), Adriana Diaz Aninar Francisco<br />
Araiza (Alfredo), Wolfgang Brendel (Germont),<br />
Ricardo Muñí; (Gastone|. ffedrn Parres (Duphaul). Mi<br />
guel Sola {D Obigny), Fernando Balboa (doctor Grenville),<br />
Ángel Pascual (Giuseppe). Fernando Martlriez (un<br />
criado), Efrarn Botta (un men$ajero} Saltarín Gabriel<br />
Heredia Coros y orquesta de la Zarzuela dirigidos por<br />
Miguel Angef Gómez Martínez Dirección escénica Nuria<br />
Ésperi. Decorados Enzo Fngeno. VestuarJO 1 Franca<br />
Squarciapmo<br />
¿Una Travista más' Focas razones existen<br />
para exhumar este cachivache de Alexandre<br />
Dumas sublimado por quien es.<br />
quizás, el mayor genio operístico de todos<br />
los tiempos. Si hubiera una soprano<br />
capaz de arrebatar plateas saltando sobre<br />
las dificultades vocales y psicológicas<br />
de la protagonista, un director intimo y<br />
conmovedor, un puestista imaginativo y<br />
conducente que obviara los abusos decorativos<br />
y el culto a lo bonito de Franco<br />
Zeffirelh, tal vez la Traviata justificaría<br />
su reposición. De otra forma, una historia<br />
discografica abundante de aciertos supremos<br />
nos evitaría ciertos deberes o.<br />
por mepr decir, servidumbres a la Diosa<br />
Rutina.<br />
En la función de la Zarzuela se comprometieron<br />
nombres de cierta solidez<br />
profesional. Si el resultado no fue satisfactorio<br />
se debe a que no conjuntaron debidamente<br />
o armonizaron mal sus propuestas,<br />
pero no a ligereza de la entidad<br />
productora. Quizás, en estos casos, convendría<br />
soslayar piezas tan trilladas, confiando<br />
excesivamente en el favor del<br />
pública cuando no se pueden recoger en<br />
el mercado, tan languideciente, de la ópera<br />
actual, los elementos necesarios para<br />
el entusiasmo.<br />
La noche que juzgamos, Diana Soviero.<br />
indispuesta, fue sustituida por Gauci.<br />
Se trata de una cantante digna, de un definido<br />
registro de soprano linca, en principio<br />
adecuado a Violetta. Salva sea,<br />
Da la luz, Flora<br />
como se comprenderá, la incursión en la<br />
coloratura al final del primer acto, los<br />
adornos en el primer dúo con el tenor,<br />
los trinos del último cuadro. Fero, y de<br />
ahí otra dificultad, Violetta, con ser un papel<br />
vocalmente lírico, es teatralmente<br />
muy dramático, a menudo melodramático.<br />
Gauci, con un instrumento bello si no<br />
excepcional, una emisión límpida y |uvenil,<br />
una afinación impecable, pasó con astucia<br />
sobre el pavimento de cristales rotos<br />
del Sempre libera y entró en zonas más<br />
calmas de la partitura.<br />
En ellas, quizá por escasez de empuje<br />
en el órgano (sobre todo en un registro<br />
agudo bien hallado pero blanducho) como<br />
por falta de envergadura dramática,<br />
su Dama de las Camelias se fue desdibulando,<br />
hasta remontar un tanto en el Addio<br />
delpassato, cantado con sensibilidad<br />
y discreto vocalismo. En general, su Violetta<br />
fue anodina y, oculta en las frecuentes<br />
penumbras de la escena, pasó<br />
inadvertida. Grave flojera que se hizo<br />
cruel en la escena con el baritono del segundo<br />
acto, obra maestra que es, ella sola,<br />
toda una ópera.<br />
Araiza es un excelente mozartiano y un<br />
buen intérprete de concierto. En Alfredo<br />
lució su sana emisión, su musicalidad<br />
y un extremo agudo brillante {sobre todo<br />
en la caballetta del segundo acto). Su<br />
timbre mórbido y embotado no es precisamente<br />
verdiano y su actuación pecó<br />
de ausencia y monotonía, salvo en Questa<br />
donna conoscete (tercer acto), cuando<br />
desempacó un empuje que echamos<br />
de menos en el resto de su faena.<br />
Brendel tiene el material y la emisión<br />
ideales para Germont. Su instrumento es<br />
timbrado, imperioso, de volumen y extensión<br />
más que solventes. Lástima fue<br />
que su brusquedad germánica echara al<br />
suelo un fraseo que debió ser verdiano<br />
y no lo fue.<br />
ACTUALIDAD<br />
Entre los comprimarios hubo de todo,<br />
eficacia y deficiencias. En el primer orden<br />
anótense Muñiz, Farrés y Balboa.<br />
La versión flaqueó sobre todo, por falta<br />
de direcciones apropiadas. Gómez Martínez<br />
solfeó demasiado y no cantó casi nada,<br />
salvo en los andantes de los preludios<br />
Su orquesta, a veces, tuvo un volumen<br />
impertinente y los conjuntos (sobremanera,<br />
el del tercer acto), carecieron de<br />
equilibrio. E|emplo: Ah fors'e luí, con un<br />
clarinete machacado sobre la voz de la<br />
so p rana<br />
Pero resultado obtuvo Nuria Espert,<br />
cuya propuesta fue errática y de una profesionalidad<br />
teatral modestísima. Las fiestas<br />
transcurrieron en una penumbra<br />
fúnebre que, en el tercer acto, impidió ver<br />
los decorados corpóreos y un vestuario<br />
bello de cromatismo y fiel de diseño romántico.<br />
Menos mal que se encendieron<br />
las baterías para agradecer los aplausos<br />
y entonces nos pudimos enterar de los<br />
excelentes aportes de Frigeno y Squarciapmo.<br />
Fbr otra parte, un escenario Un poco<br />
profundo, dividido en dos espacios de los<br />
cuales el posterior no se usa apenas, que<br />
da reducido a nada. Para colmo, en el primer<br />
cuadro, una enorme mesa se comió<br />
un buen bocado del proscenio y el cora<br />
tuvo que apelmazarse sin gran posibilidad<br />
de actuación. Rondas evocativas de la sardana<br />
y un brindis cantado por la soprano<br />
sobre la mesa (por suerte, sin vacila)<br />
sembraron el desconcierto en el aterido<br />
personal. Más sopresas sobrevendrían en<br />
casa de Flora, victima de un apagón tenebnsta:<br />
las gitanillas aparecieron con una<br />
peana cargada de claveles y el torero era<br />
un bailarín andaluz, afortunadamente guapo<br />
y habilidoso, que taconeó sobre Verdi<br />
con mucho tronio. Al final, los coristas<br />
marcaron el tres por cuatro como en una<br />
apoteosis de La Latina y entonces todos<br />
aprovechamos para cachondear con la<br />
ayuda de Espert y a pesar de Dumas,<br />
Verdi, Piave, los bacilos de Koch y la mora!<br />
patriarcal que hacia creeer a las damas<br />
de antaño que el sexo no era sublime<br />
y la renunciación sí lo era.<br />
Hacia el final, Violetta, que no puede<br />
vestirse, se pone de pie en la cama y divaga<br />
por un corredor (en pleno febrero<br />
de París) descalza. La miseria se ha llevado<br />
hasta sus pantuflas.<br />
Pero, damas y caballeros, la melodía<br />
verdiana es invulnerable, y el genio dramático<br />
de don Giuseppe. un ejemplo que<br />
se agiganta con el eco de un siglo largo.<br />
No hay directivo desnortado que pueda<br />
con ellos y. al salir a la calle, el maestro<br />
de Busetto sigue a nuestro lado, protegiendo<br />
a su temblorosa Dama.<br />
B.M.<br />
SCHERZO 31
ACTUALIDAD<br />
La música debe ser algo así<br />
Madrid. Auditorio Nacional Orquesta Filarmónica de la Scala de Milán. Drector. Cario Mana Giulini. Obras<br />
de Schumarin. Ravel y Slravmsky 29 de enero de 1990.<br />
La presencia de Cario María Giulmi en<br />
el Auditorio madrileño, dentro del Festival<br />
Italia-España, fue como una bocanada<br />
de aire fresco entre tanta polución<br />
musical que solemos padecer. Conciertos<br />
como el que aquí se reseña suelen ser<br />
generalmente imponderables. No son ni<br />
buenos ni malos, ni tampoco importa demasiado<br />
si el enfoque del director fue<br />
acertado o no. o si la respuesta de la orquesta<br />
tuvo la limpidez y transparencia<br />
necesarias. Este tipo de conciertos, como<br />
éste de Giulmi. o aquéllos de Celibidache.<br />
del pasado mes de octubre, o<br />
aquél otro de Carlos Kleiber. de hace un<br />
par de temporadas, pertenecen a un género<br />
cada vez menos frecuente en estos<br />
tiempos. Y es que, estos conciertos, que<br />
no son ni buenos ni malos, suelen exal<br />
tar el delirio de muchos —esos que nunca<br />
se pierden el acontecimiento<br />
socio-musical—, confunden y provocan a<br />
otros —los snobs— y suelen dejar mudos<br />
a los más sabios, músicos con gusto musical,<br />
melómanos poco intoxicados por el<br />
disco y críticos musicales en sus más exóticas<br />
variedades. El resto, lo poco que<br />
queda, los conciertos de Giulim, Celibidache<br />
o Kleiber. les hacen sonreír, llorar<br />
Í2 SCHERZO<br />
o sencillamente sentir que la música debe<br />
ser algo así.<br />
Y asi debe ser el preludio del último<br />
acto de La traviata, ma mere ¡Oye, El pá-<br />
/aro de fuego o, por qué no, la Renana<br />
de Schumann, aunque para muchos fuera<br />
discutible, no tuviera la temperatura<br />
necesaria o los tempí empleados no fuesen<br />
al gusto de todos... Pero, sobre todo,<br />
Ma mere ¡Oye sí debe ser asi. Como<br />
se la oímos a Giulini: enigmática, misteriosa,<br />
evocadora, extraña, seductora...<br />
mágica. Y fue allí, en el jardín mágico,<br />
cuando el principe despierta a la princesa<br />
con un beso -según cuenta Fferrault—.<br />
cuando Giulmi y las cuerdas de sus filarmónicos<br />
italianos nos abrieron las puertas<br />
de la fantasía, de la inocencia infantil,<br />
del país de las maravillas. Después, tras<br />
el estremecedor final, ya de toda la orquesta,<br />
volvimos de nuevo a la sala, tuvimos<br />
que aplaudir y esperar unos minutos<br />
para que Giulmi y sus filarmónicos italianos<br />
comenzaran otra fábula, aquella que<br />
cuenta las andanzas de un pájaro maravilloso<br />
de oro y fuego. Sólo que esta vez<br />
ya no fue lo mismo.<br />
A.M.<br />
T<br />
Música del norte<br />
Madrid. Teatro Monumental. 9 II 90. Segerstam. Mo<br />
numptirsl thoughts. Sibeliifi. Concierta para vtolín / orqueste<br />
en Re menor; NteKen. Sinfonía n° 2 'Los cuatro<br />
temperamentos' Leónidas Kavados violín Orquesta<br />
de RTVF Director Leit Segerstam.<br />
Este interesante y equilibrado programa<br />
de música escandinava nos presentó<br />
a Leíf Segerstam en sus facetas de creador<br />
y director de orquesta. Se escuchó<br />
una de sus páginas más recientes, escrita<br />
como homenaje a la memoria del gran<br />
bap finlandés Martti Talvela. Monumental<br />
Thoughts es un desgarrado grito de<br />
dolor, cuyas salvajes sonoridades, nacidas<br />
de un acabado dominio de la orquesta,<br />
acaban remansándose antes del final en<br />
una suerte de resignación confiada a la<br />
cuerda. El joven violinista griego Leónidas<br />
Kavakos mostró un sonido algo pequeño<br />
y una afinación muy ajustada. Sus agudos<br />
fueron cristalinos y sus graves muy cálidos.<br />
Se inclinó por una visión romántica<br />
del Concierto de Sibelius, Estuvo especialmente<br />
acertado en la clarificación de<br />
las dobles cuerdas. El acompañamiento<br />
de Segerstam no fue nada tradicional. Se<br />
preocupó por destacar los aspectos modernos<br />
e irónicos de la partitura, alejándose<br />
así de las lecturas convencionales.<br />
Una sinfonía de Nielsen en los atriles de<br />
una orquesta española es de por sí todo<br />
un acontecimiento Aunque la Segunda no<br />
sea totalmente representativa del estilo<br />
de madurez del compositor, es una obra<br />
sólida y atractiva. Segerstam extrajo una<br />
respuesta suficiente del coniunto, señalando<br />
de nuevo las implicaciones hacia el futuro<br />
de esta música. Esto se hizo<br />
especialmente evidente en la manera de<br />
plantear el Andante malincomco. el movimiento<br />
sobre el que pesa más la tradición,<br />
donde el director renunció a<br />
entregarse a un patetismo decimonónico.<br />
Impetuosidad en el collerico, cierta<br />
mordacidad en el flemmatico y decisión<br />
rítmica en el sanguíneo fueron valores innegables<br />
de esta lectura.<br />
c/Hutrlíi, J7 -.Ttl.. «9 29 47<br />
E.M.M.<br />
Todos los días Minie* Cláiic» en dtrftlu<br />
De lunes a jueves y a las 23.30 CICLOS<br />
DE M1SK A CLASICA, dedicados a un<br />
¿muir, a un csiilo o a un periodo de la<br />
HMoria de la Músit»<br />
Viernes, sábados v domingos, dos actuaciones,<br />
a las 20,30 v las 23,30
ILIPS ¿/ff.i)¿rj<br />
t<br />
Riccardo Muti<br />
^^^^^r<br />
i' • ••*.<br />
_ i<br />
GUGUELMOTELL<br />
lllllíJíll'lll;'<br />
flnsnu<br />
RICCARDO<br />
PolyGram
ACTUALIDAD<br />
Temperamento<br />
vasco,<br />
temperamento<br />
ruso<br />
Madrid. Auditorc Nacional. 26 I 90 ONE" Walrer V<br />
ller (director). Obras de Sorozábal y Tchaikovsky.<br />
Durante la presente temporada la ONE<br />
nos ha ofrecido algunas ejecuciones de<br />
bastante interés. Cabe recordar la Cuar<br />
ta de Beethoven con Weller del concier<br />
to inagural, una Primera de Rachmanivox,<br />
una semana después, con el mismo direc<br />
tor y. sobre todo, fetrushka de Stravinsky<br />
con Inbal. En el concierto ahora comentado,<br />
sin embargo, la volvió a enfilar los<br />
derroteros de la rutina, ofreciendo unas<br />
ejecuciones apresuradas y de escasa elaboración.<br />
Con todo, el inicio del concierto no careció<br />
de equilibrio. Fue un obligado homenaje<br />
a Sorozábal la inclusión de sus<br />
Dos Apuntes Vascos, de títulos tan expresivos<br />
como En el monte y Txtstulans,<br />
y atmósfera impresionista bien captada<br />
por Weller. como demostración palpable<br />
de que el impresionismo fue la tentación<br />
irresistible para un buen número de núes<br />
tros músicos, desde Mompou al Padre<br />
Donostia, incluyendo a Sorozábal.<br />
Lo no tan bueno empezó con la comparecencia<br />
del autor ruso y su Concier<br />
to para violin. Weller plegó la orquesta<br />
al volumen relativamente limitado del solista.<br />
Uto Ughi, y la agrupación se tomó<br />
algo parecido a unas intermitentes vacaciones.<br />
Ughi no posee un sonido particularmente<br />
redondo ni hermoso, y en el<br />
primer movimiento mostró algunas rugosidades.<br />
Raro como la técnica es buena<br />
hizo que ésta acabara mandando y durante<br />
todo el Concierto supo encontrar<br />
la manera de ir a más. Al final del primer<br />
movimiento no hubo las habituales palmas<br />
reunidas entre cuatro o cinco distraídos,<br />
sino una ovación cerrada en toda<br />
regla digna del Metropolitan. Ughi se creció<br />
y acabó mostrándose como un virtuoso<br />
notable en lo que restaba de la<br />
obra, En el lento su fraseo pudo en ocasiones<br />
no ser del todo lógico pero jamás<br />
fue lineal o apático. Con todo, es patente<br />
la enorme dificultad de decir algo nuevo<br />
o personal en un concierto tan trillado,<br />
Tchaikovsky tiene tantas ideas que a<br />
menudo se estorban unas a otras. Sus sinfonías<br />
conservan un sabor coreográfico<br />
y sugieren una suerte de sketchs unidos<br />
por una trabazón muchas veces abrupta.<br />
Esta Cuarta comenzó ya con un pési-<br />
34 SCHERZO<br />
Veteranía<br />
Madrid. Auditorio Nacional. A-, 1 -90. Brahm5. Concertó para piano n.' 2'. Andante, donde d¡O<br />
5Trau$s. A$t hablaba Zaralhusta Orquesta Naoonal Ardré Watts, piano. con un convincente<br />
Director Fer-iimand Leitnpr<br />
tono lineo. Aquí Leit-<br />
^^^^^H|^| ner no le siguió total-<br />
•^^^^^^•^ T^P^^BjVfl mente en la medita-<br />
"50W ^*í ••<br />
lüiiiw "£<br />
ümv ÉL<br />
Hl^lwfaSiJLHBI<br />
1 A<br />
•<br />
•rife<br />
!£*<br />
La presencia en el podio del veterano<br />
maestro berlinés Ferdinand Leitner<br />
era el mayor atractivo del concierto de<br />
la ONE que se comenta. Tampoco carecía<br />
de interés la intervención de<br />
Watts, muy asiduo de la vida madrileña<br />
hace unos años, en el Segundo Concierto<br />
de Brahms. Lamentablemente.<br />
pianista y director no parecieron entenderse.<br />
El clima poético del primer tiempo<br />
se quebró desde su mismo comienzo,<br />
con una entrada muy tosca de la<br />
trompa. Watts, siempre con una técnica<br />
impecable pero con una sonoridad<br />
algo dura, estuvo confuso en ciertos<br />
momentos de los dos primeros movimientos.<br />
Se centró mucho más en el<br />
cion < aunque al me-<br />
S^Rwy H n °s la parte del vio-<br />
•flflEkvttttafl loncello solista fue<br />
^HKflH cálidamente expuesj^^^^^^^^H<br />
ta por el profesor de<br />
^j^j^l^l^l^l^H la orquesta. En casi<br />
|^|^|^|^|^|^|^H ningún instante logró<br />
^^H^^^^H el director hacer can-<br />
^^^^^SVAV tar a la cuerda de la<br />
|VflB^I^|Vfl centuria. Lo mejor<br />
^B^^.^/^^H<br />
B^ ^^^^|<br />
del acompañamiento<br />
d e Leitner se concrejV^áH^jrAfAfJ<br />
tó en la ligereza del<br />
PH^^^^^B último movimiento.<br />
^^^J«'«'«W Programar Asi habla-<br />
^^^^|B<br />
i<br />
i<br />
-<br />
-<br />
i<br />
-<br />
ba Zarathustra, obra<br />
escogida también<br />
por Leitner para su<br />
último concierto con<br />
la Orquesta de<br />
RTVE, sin contar con<br />
un órgano en condiciones<br />
es comprometer<br />
gravemente el<br />
resultado sonoro. Fl<br />
Amanecer acabó con<br />
un acorde ridiculo<br />
por mucho que el director se apresurase<br />
a cortarlo. Otro tanto ocurrió en<br />
la explosión sonora en El convaleciente.<br />
La versión careció de fuerza y virtuosismo<br />
orquestal. Ya que no el lado<br />
dramático de la obra, fue mejor dicho<br />
el irónico en La canción del baile, aun<br />
con la deficiente intervención del violin<br />
solista. De manera incomprensible, no<br />
tuvimos el golpe de campana en el paso<br />
de La canción nocturna a La canción<br />
del viajero nocturno. La riqueza orquestal<br />
de Richard Strauss tuvo esta vez una<br />
lectura muy pobre.<br />
E.M.M.<br />
mo ataque de las trompas en la<br />
introducción de la Sinfonía. Mal destino.<br />
Weller intentó poner orden y cuidado en<br />
la ejecución, aunque, en general, no acabó<br />
de dar con el tono de la obra, la cual<br />
no sonó ni occidental ni mucho menos rusa,<br />
como la Tercera del mismo autor escuchada<br />
acto seguido a Svetlanov en otra<br />
concierto. La orquesta no siempre fue a<br />
tempo y en la coda del primer tiempo<br />
remó cierto barullo, lográndose momentos<br />
de autenticidad apenas sólo en el<br />
scherzo, técnicamente mucho más fácil.<br />
J.M.S.
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MARL¿\<br />
CALLAS<br />
«LA DI VI NA»<br />
catálogo Wü
ACTUALIDAD<br />
El gran<br />
ventrílocuo<br />
Madrid. Auditorio Nacional. 7-H90. Ruggero Raimondi<br />
(ba|o). Orquesta del Comervaíono Tchaikowsky de<br />
Moscú. Leonid Nikolaiev (director). Obras de Rimsky,<br />
Glinka. Mussorgs-kr. Borodin. Verdi y Rossini<br />
El arte del bajo Rugger Raimondi se de<br />
fine por su fundamental escisión. Una escisión<br />
triple en la que los diversos factores<br />
no encuentran posible conciliación. Fbr un<br />
lado tenemos el material vocal en si: un<br />
instrumento ni de ba]O auténtico ni de barítono<br />
dramático, por mucho que haya<br />
buscado acomodo indistintamente en<br />
cualquiera de las dos categorías. Después<br />
viene la técnica de emisión; el cantante<br />
ha estudiado con Campogalliani y se vé<br />
que el tema algo le preocupa, pero la fonación<br />
es tan deficiente que los sonidos<br />
emitidos parecen más próximos al cuello<br />
de su camisa que a los centros de resonancia<br />
canónicos. Por último, está la<br />
capacidad expresiva del Raimondi que se<br />
vale de los recursos del buen actor que<br />
incuestionablemente es. Esta, aunque mucho<br />
menos controvertido que los demás<br />
aspectos, se ve también per|udicada por<br />
las rarezas fonatonas y las muecas faciales<br />
que le aseme|an a una especie rara<br />
dentro de los ventrílocuos.<br />
Allí donde la expresión y el gesto mandan,<br />
Raimondi triunfa —el inicio del aria<br />
de Susanm o el monólogo de Felipe II,<br />
más interpretado que cantado—. Su ámbito<br />
natural es el recitativo y sus dominios<br />
se extienden hasta el propio Bons.<br />
Cuando hacen su aparición personajes como<br />
Attila y Silva —de Ernani—, deudores<br />
del mejor belcantismo, el artista<br />
naufraga debido a la ausencia de un control<br />
respiratorio ortodoxo.<br />
Poco o nada significativos los demás integrantes<br />
del festeío. pese al entusiasmo<br />
de más de un instrumentista. El director<br />
de esta orquesta soviética de Conservatorio,<br />
alumno de Luis Cobos —o maestro,<br />
no se sabe bien—, no siempre ayudó<br />
a que pudiera escucharse con auténtica<br />
nitidez la voz del veterano cantante<br />
italiana<br />
J.M.S.<br />
Amistosa combinación,<br />
agradable velada<br />
Madrid. Sala de Cámara del Auditorio Nacional 26 de<br />
enero. Cecilia Gasdra. soprano. Quartetto Della Scala<br />
Leonardo Colorirá, contrabajo Amaga: Cuarteto pa<br />
ra cuerda n.° I en fíe menor Boccherini Stabat Mater<br />
Dentro de las celebraciones musicales<br />
Italia-España este concierto, quizá el me<br />
36 SCHERZO<br />
nos aparatoso o atractivo en principio, ha<br />
reflejado con mejor propiedad el motivo<br />
de la convocatoria: un músico español<br />
(aunque vasco, su obra no posee<br />
carácter regionalista: es universal) tocado<br />
por músicos italianos; un compositor italiano<br />
que trabajó en España y aquí compuso<br />
esa bellísima obra que es su Stabat<br />
Mater, menos frecuentado de lo que la<br />
calidad de la obra merece: Boccherini. La<br />
velada fue redonda, pues. El Quartetto<br />
Della Scala dio a la obra de Amaga toda<br />
la tensión, color y contraste que la página<br />
tiene, con una lectura firme y nítida,<br />
que en el primer movimiento, sin embargo,<br />
careció de cierta redondez en el sonido,<br />
por causa del primer violin, que<br />
sonó despegado del conjunto, algo desarticulado.<br />
Después de su debut operístico con La<br />
Sonnambula (abril de 1986) y de su espantada<br />
de hace unas semanas (no se<br />
presentó al recital Banesto), reaparecía en<br />
Madrid la soprano de Verona Cecilia Gas-<br />
dia. Su voz ha ganado anchura, se ha hecho<br />
algo más oscura, pero sigue sonando<br />
falta de apoyo, en el aire. Cuando canta<br />
forte se destimbra; el agudo suena menos<br />
brillante, el grave es hueco; el fiato,<br />
corto, pero se disimula con astucia o habilidad.<br />
Sin embargo, la Gasdia demostró<br />
dos cosas: que su voz suena perfectamente,<br />
es ideal, para una sala pequeña y que<br />
este repertorio dieciochesco se lo conoce<br />
perfectamente: es en él una maestra,<br />
5u coloratura sonó aguda y clara; los trinos,<br />
si no perfectos, elaborados y atractivos;<br />
las medias voces, los pianístmos,<br />
irresistibles. Estuvo particularmente generosa<br />
en E/a Mater y Virgo virginum, asi<br />
como en el número final Quando corpus,<br />
que bisó como propina (con una Amen,<br />
donde hizo una regulación de voz realmente<br />
notable). Tuvo una gran acogida,<br />
y la joven soprano se la mereció.<br />
Con Verdi llegó el fervor<br />
Madrid Sala Fénit. 14 de febrero Recital de Renato Bruson. barítono Andreas Juffinger, piaña Páginas de Scarlatli,<br />
Gluck. Martmi. Lisít. Scnubert. Mozarí. Donizetti y Verdi.<br />
Después de Kats Ricciarelli e lleana Cotrubas<br />
una voz masculina, la densa y pigmentada<br />
de Bruson, se suma al ciclo<br />
Encuentros con el Bel Canto, que organiza<br />
Banesto a niveles de pais desarrollado<br />
El bartítono de Padua abrió su recital<br />
con dos páginas pretéritas: gia il solé del<br />
Gange de Alessandro Scarlatti (de su ópera<br />
L'honestá degli amanti) y Oh del mío<br />
dolce ardore de París y Elena de Gluck,<br />
cantadas con aplicación, pero ausentes el<br />
estilo y el clima. Algo que luego imperó<br />
en el resto del programa de esa primera<br />
parte, porque, indudablemente, es un terreno<br />
donde el cantante operístico de la<br />
categoría y maneras de bruson es dificil<br />
que encuentre la disciplina adecuada. Asi,<br />
en el manido Plaisir d'amour de Martini<br />
evidenció el barítono problemas en la zona<br />
grave. En los Tres Sonetos de fhtrarca<br />
de Liszt (cantados en su orden habitual<br />
y no en el que se indicaba en el programa)<br />
no encontró Bruson una concentración<br />
apropiada (digamos que hubo<br />
externos que lo impidieron, fuera del escenario).<br />
Sola al finalizar la primera parte,<br />
y en la cantata buffa de Schubert. //<br />
modo di prender moglie, evidenció Bruson<br />
porte y maneras, caldeando el ambiente.<br />
Todo ópera en la segunda parte. Luego<br />
del Catálogo de Leporello de Don<br />
F.F.<br />
Giovanni (de la ópera mozartiana daría<br />
dos bises, desiguales, en sendas partes del<br />
protagonista), donde el barítono contrastó<br />
con el entusiasmo un tanto nervioso<br />
del joven e inexperto pianista, pasó 8ruson<br />
al esperado Donizetti. Con este<br />
compositor consiguió el cantante, tardíamente,<br />
una bien merecida fama. Sin<br />
embargo, aunque hubo estilo y conocimiento<br />
del tema, ahora que Bruson ha<br />
estirada dado mayor volumen a la voz,<br />
los andantes de Donizetti (el del Alfonso<br />
Vien Leonora de La Favorita; el de Camoens<br />
en Don Sebastiano) va le quedan<br />
menos fluidos, más fastidiosos. Rsro llegó<br />
el Cortiggian de Rigoletto y luego la<br />
muerte de Fbsa en Don Cario y a pesar<br />
de algún descuido, Bruson demostró sin<br />
fisuras que es uno de los barítonos verdianos,<br />
hoy día. imprescindibles. Fbr lección<br />
de canto, exhibición vocal<br />
(homogénea, firme, soberana) y talante<br />
dramático. Algo que luego revalidó supremo,<br />
en el neta, rispetto, amore del<br />
Macbeth, Público y artista estaban, entonces,<br />
ya conectados (el cuarto bis. la<br />
meliflua canción de Massenet, sobraba).<br />
La fusión llegó, lamentablemente, tarde.<br />
Pero los tres Verdi le fueron suficientes<br />
a Bruson para ganarse a la sala e instalarse<br />
en los mejores recuerdos.<br />
F.F.
«Demustraciones»<br />
Madrid- Auditorki Nacional: 25 de enero, jorg Demus (piano). Obras de Bach, Mozart, Beelhoven. 5churnann.<br />
Schuberí y Debowy 6 de febrero Nikita Magabff (piano). Obras de Scarlatti. Beethoven. Stravinsky, Chopm<br />
y Schubert.<br />
Por vez primera decir «hasta el año<br />
2.000» suena cercano Fbr ello, es de suponer<br />
que la discusión sobre el uso o no<br />
de instrumentos originales se prolongará<br />
hasta bastante más tarde. En el caso concreto<br />
de Bach. el entrañable Jórg Demus<br />
es uno de los que más vivamente ha insistido<br />
en que el gran compositor fue durante<br />
un tiempo representante de la casa<br />
de pianos Silbermann —como prueba, un<br />
diario de Leipzig de la época—, y esto<br />
autoriza hoy a emplear este instrumento.<br />
Sin embarga no es la elección del instrumento,<br />
como muy pronto pudo<br />
comprobarse, algo que influyera irrevocablemente<br />
en la calidad de los logros.<br />
Su Bach de textura gruesa y sonoridades<br />
amazacotadas por el uso poco prudente<br />
del pedal lo demostró.<br />
Mayor demostración aún. y por vía inversa,<br />
fue su acercamiento a la famosa Sonata<br />
'Claro de luna» de Beethoven. Fue<br />
tocada en un fortepiano, presumiblemente<br />
de la colección del propio Demus, y<br />
rezumaba impotencia por tres de los cuatro<br />
costados al fijarse más el pianista en<br />
lo que Beethoven escribió que en lo que<br />
acertó a entrever. Sin embargo, tampoco<br />
es justo descalificar todas las premisas<br />
de trabajo de Demus, ya que en el<br />
mismo fortepiano acababa de ofrecer minutos<br />
antes una Fantasía de Mozart cinceladísima.<br />
Ningún hábito, pues, hace al<br />
monje. Y mientras se dirima por completo<br />
la cuestión, Bach puede nuevamente<br />
sentarse al clavicordio —por muchas fotocopias<br />
que sigan apareciendo en<br />
Leipzig—. pero al repertorio creado por<br />
Haydn y sus continuadores no le sienta<br />
en absoluto mal ser interpretado en un<br />
piano actual. Lo contrario, además, seria<br />
renunciar a los logros de Richter, Fbllim<br />
y Benedetti-Michel angelí y. sinceramente,<br />
esto es pedirnos demasiado.<br />
Mejor, muchisimo me|or, la Fantasía<br />
Wanderer de Schubert contenida en la<br />
segunda parte. Todo el programa —ahora<br />
ya al piano—, estuvo integrado por diversas<br />
fantasías, una forma musical muy en<br />
consonancia con el talante soñador de<br />
Demus. Su versión fue altamente emotiva,<br />
aunque no siempre los dedos salieran<br />
airosos ante las dificultades de una de<br />
las obras de Schubert más espinosas técnicamente.<br />
Hubiera sido más conveniente<br />
la elección de otras obras de este autor<br />
—Improntus, Momentos Musicales—, con<br />
igual abandono melancólico y menos dificultades<br />
técnicas. En la V&nderer, especialmente,<br />
pesa demasiado sobre el juicio<br />
la interpretación de Fischer, uno de los<br />
maestros que tuvo Demus. Aunque fuera<br />
tocada antes he dejado la Op. 12 de<br />
Schumann para el final por la sencilla razón<br />
de que tue algo antológico. Un ejemplo<br />
de adherencia total entre las<br />
demandas expresivas de un gran compositor<br />
y las virtudes de un intérprete. Fueron<br />
éstas el rubato justo, la elocuencia sin<br />
énfasis, las sonoridades bellas y equilibradas<br />
y el logro expresivo irrepetible.<br />
Forzando algo la comparación, el posterior<br />
recital de Nikita Magaloff puede<br />
considerarse como el reverso de la trama<br />
urdida por Demus. El ruso ofreció un<br />
programa mastodóntico. muy en su línea,<br />
pero en el que casi nadie (como no fuera<br />
Púchter) puede brillar a idéntica altura.<br />
Entre otras cosas tocó la Sonata n.°<br />
30 en Mi mayor de Beethoven, exponiendo<br />
bastante confusamente la compleja<br />
polifonía del primer movimiento, que sonó<br />
poco claro, con escaso rigor en la exposición<br />
de las ideas. En el otro platillo<br />
de la balanza estuvieron las obras de Stravinsky,<br />
más mecánicas, más secas —en especial<br />
el furibundo Cuarto Estudio—, resé<br />
a sus ocultas señas de identidad stravinskianas<br />
estuvieron más cerca del espíritu<br />
de Magaloff.<br />
También los 24 Preludios de Chopm<br />
forman parte de lo más granado de su<br />
repertorio En los de la otra noche tuvo<br />
algunos problemas articulatorios en los<br />
más veloces y cierta falta de compromiso<br />
en otros, aunque sea de justicia reconocer<br />
cierto afán de superación en el<br />
Chopin más spianato. asi como en los últimos<br />
preludios en general. Con todo,<br />
aunque yo venere a los pianistas veteranos,<br />
si todos fueran como Magaloff abogaría<br />
con más entusiasmo aún por el<br />
"frente de juventudes Zimermanrbgorelich-Kissin».<br />
J.M.S.<br />
I ACTUALIDAD<br />
Un brahmsiano<br />
incipiente<br />
Madrid. Auditorio Nacional. 8/2/1990. Brahms: Cuatro<br />
Baladas. Opus 10: Sonáis, Opus t: Variaciones<br />
y fuga sobre un tema de Haendel. Opus 24 Gerhar-ij<br />
Oppitz, piano CKJO «Piano 2000», organizado<br />
por Ibermúsica.<br />
Un programa con obras infrecuentes<br />
de Brahms, a cargo de un pianista prom<br />
o ció nado por Deutsche Grammophon<br />
(su reciente disco con Sonatas de.<br />
Beethoven fue bien recibido por RE. en<br />
el número anterior) y que ha tocado ya<br />
la obra completa del músico hamburgués,<br />
era la atractiva propuesta que<br />
Ibermúsica formulaba el pasado 8 de<br />
febrero.<br />
Al término de las Baladas que abrían<br />
el programa ya había quedado claro<br />
que Oppitz todavía no es un buen<br />
brahmsiano, pese a que en la Cuarta<br />
existieron calidades en lo que se refire<br />
al sonido cálido y delicado, de acuerdo<br />
con la página, y en lo que atañe a<br />
línea y estila Pero la primera pieza de<br />
esa Opus 10 había sido decepcionante,<br />
tanto en su introducción plana y poco<br />
poética (Kempff, maestro de Oppitz,<br />
era ejemplar ahí) como en su climax nada<br />
culminante y de pasión contenida en<br />
exceso. Era de prever que el arrebato<br />
romántico del primer Brahms no iba a<br />
hallar respuesta en la sensibilidad de<br />
Oppitz. Y así fue: la infrecuente y atractiva<br />
Sonata, Opus I resultó también decepcionante,<br />
alicorta, expresiva y<br />
técnicamente, a muchas leguas de distancia<br />
de lo que Katchen o Zimerman<br />
han grabado.<br />
La segunda mitad del concierto comenzó<br />
con mejores auspicios: el pianista<br />
parecía más asentado, y la sonoridad rica<br />
y el entusiasmo con que expuso el<br />
tema haendeliano prometía una acertada<br />
interpretación, que se mantuvo durante<br />
buena parte de la obra. No<br />
obstante, la proximidad de la temible<br />
fuga alteró algo sus nervios y las tres variaciones<br />
(números 23 a 25), que la preceden,<br />
fueron precipitadas e inseguras<br />
y el contrapunto de aquélla resultó plano<br />
y confuso. Oppitz dio fuera de programa<br />
el Cuarto Intermezzo, Opus 116,<br />
también de Brahms. en el que, si bien<br />
le¡os de los modelos citados, hubo calidades<br />
que hicieron arreciar los aplausos.<br />
Roberto Andrade<br />
SCHERZO 37
)**..<br />
>»<br />
. • •?» fi .-»- ><br />
tRQUESTA Y a<br />
¡ORO NACIONALE!<br />
TEMPORADA 1989/19»<br />
2/3/4 MARZO CICLO III CONCIERTO 22<br />
Director: Laopotd Hagar<br />
Solista: María Joao Pires, piano<br />
Menctetesoíin Las Hébridas. Op 26<br />
Moart Conaertt para paño rún. 23 en La maya K 4BS<br />
SeOnoven Sinfonía nüm 3. en Re ma>or. Op. 36<br />
MARZO CICLO IV CONCIERTO 23<br />
Director: Víctor Pablo Pérez<br />
Solista: David Golub, paro<br />
Marca Sintonía núm 4.<br />
Grieg "Sgurd Josalfar. Op 66<br />
Rachmaninw Concierto para piano y orquesta núm 2,<br />
en Do mena Op. 18<br />
' Eüre Oe la ONE<br />
1W7/1S MARZO CICLO II CONCIERTO 24<br />
OiquMtay Coro NadonalMi d» EspaAa<br />
Director WaHsr WWtef<br />
Solistas Lynda Russell. soprano Lynda Finnie<br />
mezzo. Horts Laubenthal. lanor Starrfford Dean,<br />
bata<br />
Beettioven Misa Sdemrus en Re mayor, Op. 123.<br />
23/24/25 MARZO CICLO III CONCIERTO 25<br />
Director: Jan Krwiz<br />
Solista: Oscile OuSSet, piano<br />
Pneto Fandango de Sotet.<br />
Chopin Concertó nüm 2. en Fa menor Op. 21.<br />
Barber Adagio para cuerdas, Op 11.<br />
Roussel. Sinfonía nüm 3, en Sol menor. Op <strong>42</strong>.<br />
3(V31 MA. 1 AR CICLO IV CONCIERTO 26<br />
Director: Han» Vonh<br />
Solista: José Feghali. pana '<br />
Moiarl Concierto para piano y onjuesta núm. 21. en<br />
Do mayor, K 467<br />
Ctiaikovski. Sinfonía núm. 5, en Mi menor, Op 64<br />
Hoailo de Conowtos «mes y sStxá? 1930 h.<br />
Dcmngo- HX h<br />
Con el pairara de WGROUEKO<br />
MINISTERIO DE CULTURA
A<br />
XII CICLO DE<br />
CÁMARA Y POLIFONÍA<br />
TEMPORADA 1989/1990 J<br />
6 HARZO OCIO C CONCIERTO 36 27 MARZO OCIO C CONCIERTO <strong>42</strong><br />
Sntf|ka taakwtc, cía**<br />
Pacheibel Ana Seoaktna<br />
Anonino del Monasterio de la isa * Kr* (Yugoslava)<br />
[S XVIII) Sonata per cémbalo.<br />
Anórwno del Monasterio Francracano de Zagreb<br />
(S. XVM). Sonata per cl»ecin<br />
CPh E Bach 1í^iaoreaiicíeFt*ed£&<br />
pagne<br />
J S Bach Tbccata e-mol<br />
Scartatn Sonala F-dur (K 44) Sonata Adur {K<br />
206). Sonata f-mo« (K 239)<br />
Sote Sonaa g/fnd Sonata d-mol Fandango<br />
• MARZO CICLO B CONCIERTO 37<br />
lamal Strlng Quartat<br />
Amaga. Cuarteto rijm. l Cuarteto nüm 2<br />
Hindamilh Cuarteto nüm a<br />
Mendelssohn Cuarteto en Fa menor, Op 80.<br />
13 MARZO CICLO C CONCIERTO 3a Ctx> "<br />
Joaquin Achucano, piano<br />
Chopm Sonata nüm 3 en Si menor. Op 56<br />
Brahms Tres Intermeza. Op 117<br />
Schumarm. ESuotos Sinfóncos. Op 13<br />
15 MARZO CICLO B CONCIERTO 39<br />
Haw Landon Conaort<br />
Manuacmo Carmina Burana<br />
{Hacia 1300) {Colección tabana de poetó Krca<br />
medieval).<br />
20 MAAZO CICLO A CONCIERTO 40<br />
lito Schubart da Madrid<br />
SctiuDef. Trio para piano, vwéín y violonchelo<br />
núm LenS" bemol. Op. 99. {D 896). Tito para<br />
piano, vx*i y violonchelo, núm. 2. en Mi<br />
bemol. Op 100 (D 929)-<br />
22 MARZO CICLO A CONCIERTO 41<br />
Conjunto Barroco Zarabanda<br />
Manar* Concierto en Mi menor para Rauta<br />
de peo. dos vofcnes y cap continuo<br />
felemann Conoerto di camera en Sol menor.<br />
Naudot Concierto en Sol mayor para flauta<br />
de peo, dos woinee y bafo conanuo<br />
Bach Trio en Do mayor para Rauta de pea<br />
dos vnlmes y bajocontnua BWV 1037<br />
ViVBldi. Conoierto en La menor para flauta de<br />
peo, dos viCÉneS y bajo contmuQ RV 108<br />
Orquaata da Cámara Vita da Madrid<br />
Directora Mircadaí PadlHa<br />
Soleta. Miguel Ángel Colmenero, trompa.<br />
Ros» Sonata para cuerda nüm 3. en Do<br />
mayor<br />
Ucean Concedo para trompa y orquesta en<br />
Mi Bemol mayor K 477<br />
lima La oración del lorero<br />
Falta El amor btujo (tersún ononal. 1915).:<br />
29 MARZO CICLO A CONCIERTO 43<br />
Brtttsn Quartat<br />
Hayan. Cuarteto en Re tnern* Op 76.num.2s<br />
\ferdi Cuarteto en Mi mere* J<br />
Ravel Cuarteto en Fa.<br />
Horario Oe Coxal**» 1930 h<br />
MINISTERIO DE CULTURA
ACTUALIDAD<br />
COVENT GARDEN<br />
Londr
Música en París<br />
F^rii. Salte Pleyí! 18-1-90 OrqueEta deParis. dirigida por Kurt Sanderhng. Concierto parj vtoiin. Opus 77- Solista.<br />
Miriam Fned. Segunda Sinfonía. Opus 71 de Brahms.<br />
Dos conciertos por el programa, atractivo<br />
e inteligente, y además porque se estima<br />
que esta orquesta tiene un óptimo<br />
rendimiento ba|o dos batutas: Giulmi y<br />
Sanderling.<br />
Espero tener la oportunidad de comprobarlo.<br />
Fbr el momento, y a tenor de<br />
lo escuchado, la Orquesta responde a los<br />
requerimientos de Sanderling, que cuida<br />
especialmente dinámica y fraseo, asi como<br />
la adecuada |erarquia de los planos<br />
sonoros, aunque a veces el metal sobresale<br />
en exceso.<br />
Tal vez los cobres parisinos no sean de<br />
una especial calidad tímbrica; sin embargo,<br />
algunas intervenciones aisladas de la<br />
trompa han resultado del mejor efecto<br />
(segundos tiempos de Concierto y Sinfonía).<br />
También me parecieron de buena<br />
calidad las maderas en los pasa|es individualizados,<br />
sobre todo en las texturas del<br />
segundo tiempo del Concierto y en el<br />
tercero de la Sinfonía.<br />
Destacaría sin duda el oboe y el fagot<br />
en el segundo movimiento de ésta. La<br />
cuerda, excelente, con una bella sonoridad<br />
de conjunto y una notable capacidad<br />
para la regulación dinámica.<br />
Sanderling ha debido realizar un extraordinario<br />
trabajo previo con la Orquesta.<br />
Su lectura de Brahms no ha<br />
podido ser más respetuosa y precisa. Bien<br />
es verdad que con maestros de la talla<br />
de Furtwangler, Klemperer o Kleiber el<br />
discípulo forzosamente aprende a descubrir<br />
«todo lo que se halla detrás de las<br />
notas».<br />
Nadie podrá negarle una profesionalidad<br />
admirable; acaso su forma un poco<br />
desmañada de expresión e incluso una<br />
deliberada contención de los ademanes<br />
no contribuyan a establecer ese puente<br />
ideal entre público y orquesta, que es sin<br />
duda una de las más importantes funciones<br />
del director. Hubo aclamaciones, por<br />
supuesto, pero la sala no alcanzó el entusiasmo.<br />
Me gustó la versión de la violinista, a<br />
pesar de que el concierto necesita en muchos<br />
momentos más fuerza en el solista<br />
y que a veces se toma unas libertades con<br />
el tempo que producen leves desajustes;<br />
en el último tiempo, incluso, fueron algo<br />
más leves. Sin embarga la belleza tímbnca,<br />
el refinado frasea el cuidado en el ataque<br />
y resolución, la capacidad para el<br />
cantabile confieren a su Brahms un bello<br />
intimismo.<br />
En cuanto a la Sinfonía, lo mejor fue el<br />
tercer tiempo Teniendo en cuenta su gracia<br />
y su belleza, las sutilezas rítmicas y las<br />
consiguientes transformaciones temáticas,<br />
hay que concluir que Sanderling conoce<br />
muy bien a Brahms y que sabe contárnoslo.<br />
Pequeñas deficiencias (como en la<br />
exposición del segundo tema, en el primer<br />
movimienta un abortado accellerando,<br />
al final del segundo) no empañan la<br />
lectura, en su conjunto. Aunque los tempi<br />
son siempre cuestiones opinables, discrepo<br />
de ja excesiva lentitud del segundo<br />
movimiento del Concierto y, sobre todo,<br />
en el último de la Sinfonía, en el pasaje<br />
marcado como largamente. Apruebo el<br />
ensanchamiento del tempo (¡Furtwángler!),<br />
y repruebo que muchos directores<br />
de gran notoriedad hagan caso omiso a<br />
la indicación; pero es necesario que la dilatación<br />
se produzca en una justa medida<br />
(haciendo un rallentando en el motivo<br />
descendente anterior) para que el pasaje<br />
no resulte descontextualizado.<br />
¡ACTUALIDAD<br />
En suma: dos versiones que en conjunto<br />
me han parecido estimables, pero que<br />
no han llegado a cautivarme Esperaremos<br />
a Giulini.<br />
La Perestroika y la orquesta<br />
del Estado de la URSS<br />
Julio Andrade Malde<br />
El 14 y el 15 de enero estuvo en la Salle Pteyel la Orquesta del Estado de<br />
la URSS, dirigida por Svetlanov. Con tal motiva el diario Le Monde publicó una<br />
crítica en que el titular-no se limitaba a enjuiciar los conciertos, sino que además<br />
se extendía en interesantes consideraciones sobre la situación de la música en<br />
la Unión Soviética.<br />
Respecto de lo primero, destacaba las calidades de la Orquesta añadiendo<br />
una vigorosa descripción de la técnica rectora de Svetlanov, dedicándole los más<br />
attos calificativos. Ftersonalmente, estimo al director ruso como uno de los más<br />
grandes, entre los actualmente vivos. No olvidaré su concierto en La Coruña,<br />
con una asombrosa versión en una Sinfonía de Scnabm que mantuvo al auditorio<br />
en una tensión como pocas veces he podido presenciar en un hecho artística<br />
Pera en cuanto a lo segundo, hay que reconocer que la programación de<br />
dos sinfonías y dos conciertos de Khrenninkov (Primera y Tercera; Segundo para<br />
piano y Concierto para violirí), acompañadas por la Segunda Sinfonía de Rachmaninov<br />
y la Tercera de Tchaikovsky, es por lo menos insólita.<br />
El crítico nos recuerda que Tikhon Khrenninkov permanece como presidente<br />
de la Unión de Compositores Soviéticos desde 1948, que para este puesto<br />
lo nombró Stalin, que tiene hoy setenta y siete años y que hizo todo lo posible<br />
para hundir a Prokofíev y a Shostakovich, cuyas dificultades con el régimen soviético<br />
de entonces —incluida la abjuración de sus desviaciones— son bien conocidas.<br />
Por eso, afirma: «Al parecer el viento reformista no ha conseguido alcanzar<br />
hasa ahora las altas instituciones musicales soviéticas».<br />
Hay que reconocer que todas las transiciones —incluso las musicales— son<br />
difíciles...<br />
J.A.M.<br />
SCHERZO 41
ÍUEVA 5ANCA PUB<br />
r<br />
Esta es la nueva imagen del ICO. Una institución que apoya el esfuerzo y la iniciativa.<br />
Que. desde el presente, apuesta por el futuro. Que, a través de bancos especializados,<br />
da servicio a la empresa, potencia la pesca y la agricultura, apoya a las corporaciones<br />
locales y comunidades autónomas y promueve la vivienda e instalaciones turísticas.<br />
Una nueva banca pública, avanzada y eficaz, para una nueva época.<br />
V»/<br />
Banco o» CMio Agrícola BANCOHPOTKAWO<br />
Banco da Crédito InduMriil Banco da CntdHo Local
Eliahu Inbal,<br />
el titán reflexivo<br />
La conversación que se transcribe tuvo lugar en Madrid, el 9 de diciembre pasada y se realizó con<br />
destino al programa El mundo de la fonografía, cíe Radio 2 de Radio Nacional de España: la<br />
publicación en estas páginas se efectúa mediante acuerdo con la otada emisora de radia<br />
La charla se desarrolló durante las actuaciones de Eliahu Inbal con la Orquesta Nacional de España,<br />
los días 8, 9 y 10 de diciembre, en programa, ya comentado en SCHERZO, que incluía páginas de<br />
Tchaikovsky y Stravinsky. El maestro israeli se mostró muy satisfecho del traba/o llevado a cabo con la<br />
Nacional, cuya buena forma glosó, y admirado de la disciplina observada en los ensayos («He<br />
preguntado a algunos profesores si es que ya no se consideran una orquesta latina'). Visitante asiduo<br />
de nuestro país —Inbal. como se cita en el diálogo, debutó en España, con la misma Orquesta<br />
Nacional, hace dieciocho años—, artista que rehuye el vagabundeo internacional del estrellato —lleva<br />
dieciséis años al frente de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt. una titularidad que cederá,<br />
al término de esta temporada, al ruso Dimitri Kitaienko, tras despedirse este 25 de mayo del conjunto<br />
con los Gurre-Lieder de Schónberg—, fabuloso traductor de Mahler y recreador de las genuinas<br />
primeras versiones cíe las Sinfonías Brucknenanas, este artista era objeto, en el número de febrero de<br />
Le Monde de la Musique de un extraño y durísimo ataque personal firmado por el Director Ceneral<br />
de la Música de la primera legislatura Miterrand, Maurice Fleuret (Zhdanov en Frankfurt era el título),<br />
a cuenta de unas supuestas declaraciones conservadoras publicadas en el Frankfurter Allegememe<br />
Zeitung, cinco días después de la entrevista que reproducimos. Reaccionarismo. por otra parte,<br />
totalmente ausente de las manifestaciones madrileñas de este músico tranquilo, inteligente, cuyo reposo<br />
esconde una energía formidable, pues Inbal, como él mismo señala, está entre la meditación y la<br />
lucha.<br />
ENTREVISTA<br />
SCHERZO 43
ENTREVISTA<br />
S<br />
CHERZO:—Si yo le digo la palabra 'Bruckner»,<br />
¿cuál es la primera asociación mental que<br />
usted tiene?<br />
ELIAHU INBAL.-Meditación.<br />
S.—¿Y si le digo la palabra «Mahler»?<br />
E.l.—Mahler... lucha interior.<br />
S —¿Podríamos hablar un poco acerca de estas<br />
dos ideas? Fbr ejemplo, la ¡dea de meditación<br />
en Bruckner.<br />
E.l.—Si, pues verá, me gustaría contarle que<br />
hay músicos a los que yo estimo mucho, grandes músicos, que<br />
no aman la música de Bruckner. que no alcanzan a comprender<br />
a Bruckner; yo he hablado con ellos para tratar de hallar<br />
la razón, y he descubierto que escuchan a Bruckner de manera<br />
poco apropiada, porque tratan de encontrar en él lo mismo<br />
que pueden oír en Beethoven. Schubert o en Mahler. esto es,<br />
la idea de desarrollo (marcando con especial énfasis esta última<br />
palabra). Naturalmente, usted sabe que la base de la música<br />
sinfónico-clásica alemana, asi como de otras naciones, es<br />
la tdea de desarrollo, sobre todo<br />
a través de la forma de sonata,<br />
que es como un drama: tenemos<br />
un tema, tenemos un contratema,<br />
quizá tengamos más de dos, con<br />
un planteamiento diverso entre<br />
ellos, y sobre todo con un desarrollo<br />
en el que se produce la batalla<br />
entre estos temas, batalla<br />
que se resuelve al llegar a la recapitulación.<br />
Es esta una ¡dea totalmente<br />
occidental, ya que estamos<br />
hablando del desarrollo dinámico.<br />
como el que hallamos en la industria<br />
y que perdura después de<br />
trescientos o cuatrocientos años.<br />
y que se basa en un siempre más.<br />
siempre más...<br />
Se da aquí un contraste máximo<br />
con la idea de estabilidad, tal<br />
como la podemos hallar en los<br />
países orientales, digamos el Japón,<br />
o la China, válida y duradera<br />
hasta hace, aproximadamente,<br />
una decena de años, me estoy re<br />
finendo ahora al Japón, que, durante<br />
la última década, ha aprendido en gran parte el sistema<br />
occidental de desarrollo dinámico. Y bien, mientras, en Bruckner,<br />
¿qué encontramos en Bruckner?, hay una presentación de<br />
bloques, en estado de concentración, en estado meditativa fara<br />
entendernos, hay una ¡dea que nos presenta, la termina, hace<br />
una pausa, respira, y nos presenta otra ¡dea; hay excepciones<br />
a esto que digo, claro, pero en la mayor parte de las obras de 1<br />
Bruckner es asi. Y por la interacción, por la relación entre estos<br />
bloques de dimensión altamente espiritual, se crea un movimiento<br />
sinfónica El desarrollo, tal como lo encontramos... por<br />
poner un ejemplo en la gran Sinfonía en Do mayor de Schubert,<br />
celular, basado en células, como... (tararea el tema principal<br />
de la exposición del primer movimiento de la sinfonía<br />
schubertiana) ¿lo ve?, esta célula, como tal, es casi banal... tatán<br />
tatán, titín titin (de nuevo el tema, una parte del mismo),<br />
¡bueno!, la música como tal es poco interesante, no nos engañemos,<br />
pero sólo con esto, Schubert construye un monumento.<br />
Esto no ocurre en Bruckner, esta no es su manera de trabajar,<br />
de componer; ¡sí ocurre en Mahler!; piense usted, por ejemplo,<br />
en el Finale de la Sexta Sinfonía, ¡qué trabajo tan fantástico<br />
de desarrollo!, hasta el mismo Schoenberg estaba tan impre-<br />
44 SCHERZO<br />
sionado que ha llegado a decir «no hay una sola nota en todo<br />
ese Finale que no halle justificación en sí misma». Y bien, uno<br />
de esos músicos de los que antes le hablaba, que no alcanzaba<br />
a comprender la música de Bruckner, me reconocía que siempre<br />
trataba de escuchar a Bruckner como si se tratara de un<br />
compositor clásico de la escuela beethoven i ana, esto es. de los<br />
que practican el desarrollo intelectual a partir de una célula;<br />
bien, como él no podia encontrar eso en Bruckner, estaba decepcionado<br />
Yo le he dicho a este hombre: *Bruckner es la meditación,<br />
pero la meditación no siempre es algo apacible, puede<br />
tratarse de la meditación sobre el fin del munda pero siempre<br />
la meditación: repita no siempre es la meditación estática, puede<br />
ser la meditación diabólica, pera la idea de la meditación<br />
está siempre ahí: es como una roca, es algo totalmente cósmico,<br />
presenta una ¡dea. y luego otra, y luego otra, o sea. que<br />
es necesario emerger de ese estado único para poder comprender<br />
esa música y disfrutarla. De niño, yo tuve la suerte,<br />
a través de la religión, a través de una parte de la religión hebraica<br />
que es la Kábala, y a través de un verdadero santo, una<br />
persona como no he conocido otra ¡gual en mi vida, mi tio.<br />
que era el principal de los rabinos de la Kábala, tuve la suerte,<br />
digo, de tener un contacto duradero e intenso con la meditación;<br />
creo que por eso puedo comprender el mundo bruckneriano<br />
como meditación, como religión, como estado cósmica<br />
Mahler. de otra parte, es la personalidad efervescente, genial,<br />
cargada de contradicciones, de lucha interior, de elementos<br />
que luchan los unos contra los otros, la búsqueda del miedo,<br />
de la banalidad, de Dios, del diablo, de la belleza, ¡todo es efervescencia<br />
en la personalidad fascinante de este compositor!, y<br />
su música es tan personal, tan autobiográfica, como un comentario<br />
a su vida misma, bueno, su vida está ahí en la música, yo<br />
creo que no. puede haber una biografía mejor de Mahler que<br />
sus propias sinfonías jtoda su vida está en ellas! es la biografía<br />
más precisa. Naturalmente, usted me puede preguntar, ¿cómo<br />
es que interpreta usted paralelamente la música de Bruckner,<br />
que es meditativa, y la de Mahler, tan caótica? Yo creo que mi<br />
persona está más cerca de la música de Mahler, esto es el caos<br />
interior, el miedo, la lucha, la esperanza, la búsqueda continua,<br />
esto es, en verdad, mi persona, desde niño, desde la infancia,<br />
pero, como ya le he dicho, conozco ese otro mundo, el mundo
de la meditación, al que también he tenido acceso de niña esto<br />
es. son dos polos que tienen un profundo fundamento en<br />
mi, y por ello yo me encuentro perfectamente a gusto tanto<br />
en la música de Bruckner como en la de Mahler Y lo mismo<br />
me pasa con Ravel, o con Berlioz, y la verdad es que con este<br />
último tengo una relación mu/ especial, porque, fi]ese en Berlioz<br />
hay elementos que también se dan en ese otro compositor,<br />
quiero decir en Bruckner, a modo de anticipo, como es,<br />
por ejemplo, la presentación de las ideas igualmente en bloques,<br />
de partes que son una entidad en sí mismas presentadas<br />
una después de la otra, este es un rasgo característicamente<br />
beriioziana Este mismo rasgo se encuentra también en Honegger,<br />
y, como ya he dicha también en Bruckner, pero también<br />
se puede detectar en Messiaen. e igualmente en Stravmsky; de<br />
otra parte la línea que comienza con Mozart y Haydn, como<br />
padres de ese desarroHo clásica y que halla sus primeras cimas<br />
en Beethoven, esa línea que sigue con Schubert, con Schumann.<br />
con Mendelssohn, con Brahms. y que ciertamente llega hasta<br />
Mahler, esa línea, digo, encuentra, tal como yo lo veo, su cénit<br />
en Mahler, que es un beethoveniano absoluto, puesto que en<br />
él. la expresión, si es romántica al ciento por ciento, pero el<br />
método, es por entero beethoveniano: el color, la orquesta en<br />
conjunto, son de Berlioz, pero el método intelectual en Mahler<br />
proviene de Beethoven.<br />
S.—Ha hecho usted una observación muy interesante, con la<br />
que estoy plenamente de acuerdo, la de que Bruckner está separado<br />
de la tradición occidental del desarrollo sinfónico a la<br />
manera habitual, pero usted ha indicado'una diferenciación entre<br />
Bruckner y Schubert, adscribiendo a este último a esa gran<br />
línea del desarrollo sinfónico clásico romántico; esto me hace<br />
recordar que un gran director de orquesta, actualmente retirado,<br />
Rafael Kbbelik, siempre hacía preceder sus interpretaciones<br />
brucknerianas —no me refiero a las de las sinfonías más<br />
extensas, como la Octava o la Quinta—, de alguna de las sinfonías<br />
de Schubert, y recuerdo que esto tuvo lugar en sus conciertos<br />
de Munich cuando interpretó las sinfonías Cuarta, Tercera<br />
o Novena de Bruckner. ¿Es que no hay una conexión entre estos<br />
dos autores austríacos?<br />
E.I.—Ciertamente que la hay, hay una conexión, una conexión<br />
a través del lenguaje, del lenguaje sonoro, porque ahí está<br />
el Schubert de los üeder. o el de los espacios de ese segundo<br />
movimiento de la Novena Sinfonía que antes le indicaba, hay<br />
ese mismo espacio cósmico, la longitud cósmica de Schubert,<br />
como a veces se dice, ahí se puede decir que hay un parentesco<br />
entre ambos; pero no creo que haya ese mismo parentesco<br />
en el plano intelectual, lo hay en el plano existencial, pero en<br />
lo otro son plenamente diferentes. Eso sí, los dos provienen<br />
de la misma parte del mundo, los dos hablaban la misma lengua,<br />
y en ese caso se puede decir que hay una similitud entre<br />
ambos. Claro es, de Schubert siempre podremos decir que es<br />
el más íntimo, por sus canciones, su música de cámara, aunque<br />
en la misma música de cámara y al final de su música sinfónica<br />
haya una cierta propensión a la monumentalidad, a la grandeza,<br />
grandeza y monu mentalidad que siempre podremos predicar,<br />
desde el comienzo, de Bruckner, que es como una roca,<br />
una verdadera roca (todo esto acompañado de gestos con las<br />
manos, que ha cerrado con fuerza al referirse a la intimidad<br />
de Schubert y que ha abierto, trazando un arco en el aire, al<br />
establecer la diferencia con Bruckner). Todo esto no quiere decir<br />
que en Bruckner no haya momentos de intimidad, claro que<br />
los hay, pero no creo que ahí esté la esencia de Bruckner, veo<br />
a Bruckner más cerca de lo colosal, de lo granítico jes que es<br />
una verdadera montaña de granito! (con gestos no menos expresivos,<br />
triando sobre el aire el perfil de una montaña, y golpeando<br />
fuertemente la mesa, frente a sí, al referirse al granito).<br />
jCon Bruckner partimos hacia las estrellas, hacia el cosmos, es<br />
ELIAHU ÍNñAL<br />
- Para ampliar y reforzar<br />
el equipo junto a<br />
Emmanuel Krivine<br />
La Orquesta<br />
Nacional<br />
de Lyon (FRANCIA)<br />
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UN CLARINETE<br />
(vanos puestos de soliste!<br />
m<br />
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UN COMPOSITOR<br />
RESIDENTE<br />
Poner a pruebo, cotidianamente, el Intento musical<br />
Comprometerse con un proyecto musical ambicioso.<br />
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SCHtRZO 45<br />
•i,<br />
•i<br />
i
ENTREVISTA<br />
como si eleváramos las montañas hacia el cosmos!, creo que<br />
en él no se da exactamente esa escala de lo intimo, la escala<br />
de lo íntimamente humano que si podemos apreciar, casi tocar,<br />
en Schubert. de la escena de lo cotidiana de lo de todos<br />
los días. Ftero déjeme decirle algo todavía, quisera señalarle una<br />
diferencia entre Bruckner y Mahler, que he recordado mientras<br />
hablábamos, y quizá sea la mayor diferencia entre ambos:<br />
quisiera precisar que en Mahler podemos escuchar nítidamente<br />
el proceso de esa lucha interior, de esa batalla, y percibir<br />
igualmente los resultados, mientras que en Bruckner. la lucha<br />
interior —que la hay, ciertamente— se la guarda para si mismo,<br />
y nosotros nos hemos de conformar con los resultados de la<br />
misma; naturalmente, hay excepciones a esto que digo, pero<br />
creo que ésta es la regla del |uego, pero creo que en conjunto<br />
ésta es la diferencia más importante entre uno y otro, entre<br />
Bruckner y Mahler: Mahler nos arrastra a su propia lucha interior,<br />
a su lucha privada, a la vida privada de todos los días, ron<br />
sus problemas, alegrías y tristezas,<br />
nos arrastra a la esfera de lo más<br />
privado de su ser, en tanto que<br />
Bruckner nos mantiene a distancia,<br />
o sea, llega por su cuenta a<br />
una conclusión, a la fe o a la esperanza,<br />
o a lo que sea, y nos lo<br />
presenta.<br />
S.—¿Recuerda usted cuál fue el<br />
primer director brucknenano que<br />
le causó una impresión? Quiero<br />
decir que si consena el recuerdo<br />
de la primera impresión fuerte<br />
que recibiera con la música de<br />
Bruckner, que me imagino sería<br />
a través de la orquesta.<br />
E.I.—Bueno... yo escuché mucho<br />
Bruckner de pequeño, con la<br />
Orquesta Filarmónica de Israel,<br />
que, ciertamente, tenía una tradición<br />
propia en torno al gran sinfonismo<br />
centroeuropeo, pero no<br />
fue en Israel —por el contrario<br />
eso sí me ocurrió en Mahler—<br />
donde yo recibí la primera impresión<br />
decisiva acerca de la música de Bruckner. La primera impresión<br />
realmente decisiva en favor de la música de Bruckner<br />
la tuve al contemplar y estudiar la partitura de la Tercera Sinfonía,<br />
quiero decir la auténtica Ur-fassung, la primera versión de<br />
la obra, a través del propio manuscrito bruckneriano, y es ahí<br />
donde por vez primera yo descubrí a un Bruckner pura, y comprendí,<br />
en aquellos momentos, que la mayor parte de la tradición<br />
interpretativa que me era familiar, no hacía justicia a su<br />
música, tradición que siempre me había presentado a Bruckner<br />
como un producto propio del ultra-romanticismo, con grandes<br />
e infinitas longitudes, con lentitudes insostenibles, con un<br />
sentido permanente del rubato. tradición que acababa por convertir<br />
la mayor parte de las sinfonías de Bruckner en poemas<br />
sinfónicos y no en verdaderas sinfonías, tal como su autor las<br />
concebía. Esto es. el sinfonismo de Bruckner convertido en Tondichtung,<br />
y yo comprendí todo esto a partir del momento en<br />
que estudié esa Ur-fyssung de la Tercera Sinfonía. Así que. no<br />
fue una audición ni un concierto, sino el estudio directo de una<br />
partitura lo que me hizo decir: «¡Dios mío, hay que redescubrir<br />
a este compositor! Lo que hacen con él. quizá sea muy<br />
bonito, ¡pero no es lo que él quería!» (entre risas).<br />
S.—¿Es por esto por lo que interpreta siempre las... no me<br />
atrevo a decir Ur-fassunger, porque hay muchas, quizá las Echt-<br />
Ur-fassungen.<br />
46 SCHERZO<br />
7<br />
El—{Entregrandes risas). ¡Sí, la verdad es que hoy ya da miedo<br />
hablar de Ur-fassung porque pueden salirte hasta ocho! ¡Es<br />
un verdadero caos! Pero sí, creo que habría que hablar de las<br />
primeras Primeras ediciones, o versiones originales genuinas.<br />
Y. sí, es cierto, soy muy fiel a estas primerísimas ediciones, en<br />
el sentido real de la palabras Ur, pero señalando una diferencia<br />
importante, y es que yo creo que esa primerísima versión de<br />
la Tercera Sinfonía, en el caso concreto de esta obra, es la realmente<br />
justa, la perfecta, la mejor, porque las versiones que él<br />
realizó posteriormente, con correcciones un poco azarosas, hechas<br />
deprisa y bajo presión, como esos gestos de cortar una<br />
secuencia y enlazar lo anterior con un trémolo de timbal, o<br />
una nota de trompa a modo de punto y coma, o esa obsesión<br />
por aligerar el segundo movimiento, todo ello no me parece<br />
en absoluto homogéneo, y por todo ello no me gustan las versiones<br />
segunda y tercera, de las tres que en total realizó, de<br />
Mta obra, y sigo pensando que la primera de todas las versio-<br />
nes es la adecuada. Pero en el caso de las Sinfonías Cuarta y<br />
Octava, ahí no mantengo el mismo punto de vista, porque en<br />
estos dos casos yo creo que él, al reconstruir, al recrear estas<br />
obras, que no se limitó meramente a corregir, hizo sinfonías<br />
verdaderamente geniales, hizo otra cosa distinta, y desde luego<br />
lo hizo con un gran sentido de la homogeneidad, as! que<br />
sí pienso que es perfectamente válido interpretar la Cuarta o<br />
la Octava en las versiones corregidas, y yo mismo tengo la intención,<br />
después de haber tocado y grabado las versiones absolutamente<br />
originales, de interpretar también en el futura estas<br />
otras variantes. Por ejemplo, en el caso de la Cuarta, tengo ya<br />
el proyecto de interpretarla en tournée, en la tercera versión<br />
con la Sinfónica de Viena. un proyecto que seguramente llevaremos<br />
también al disco. Asi que. como usted ve, yo no soy hostil<br />
a las segundas y terceras versiones de las obras de Bruckner,<br />
esas que a veces se llaman Ur-Fassungen, pero creo que es a<br />
través de las auténticas versiones originales como descubrí la<br />
sustancia de Bruckner. su aspecto revolucionario, su aspecto casi<br />
diría salvaje, el carácter que lo avecina, de una parte a Stravinsky.<br />
y lo hace, de otra, heredero de Berlioz. y creo que los<br />
intérpretes tradicionales han dado de lado por entero esta faceta,<br />
este aspecto revolucionario de Bruckner que hizo que<br />
Hanslick le llamara, en un cierto momento, renovador peligroso.<br />
¿Por qué?: a causa de esto, de su talante revolucionario, pe-
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Audio Digital
ENTREVISTA<br />
ro no me cabe la menor duda de que si interpretamos a<br />
Bruckner como algunos artistas han pretendido difundirlo, con<br />
esas longitudes y lentitudes que muchas veces le son a|enas ¡corremos<br />
el nesgo de terminar convirtiéndolo en un «renovador<br />
peligroso» por aburrimiento? (riendo).<br />
S.—Una pregunta que muchos melómanos se hacen: ¿Cómo<br />
es posible que Inbal, que se ha mostrado tan estricto a la hora<br />
de interpretarlas genumas primeras versiones, aquellas que no<br />
contienen corrección alguna de otra mano que no sea la de<br />
Bruckner, haya podido grabar con su Orquesta de la Radio de<br />
Frankfurt un Finale de la Novena Sinfonía reconstruido por otros<br />
autores, un Fmale a partir de los bocetos del propio Bruckner?<br />
E.l.—Lo primero de todo es que, como usted sabe bien, ese<br />
Finale no se encuentra en la grabación de la Novena Sinfonía,<br />
sino que va en el álbum de la Quinta. Y soy yo quien ha establecido<br />
esa condición, dado que yo no considero que ese Finale<br />
sea un final de Bruckner, Luego, hay mucho que hablar de<br />
ese Finale, puesto que, usted también lo sabe, hay tres o cuatro<br />
intentos, quizá más, de reconstruir ese manuscrito de Bruckner,<br />
así que yo me aproximé a ese proyecto de Nicholas Amale<br />
y Giuseppe Mazzuka, comparándolo con el manuscrito y con<br />
las otras versiones que conozco a partir del mismo, y consideré<br />
que era el traba|O más fidedigno y meticuloso, es decir, un<br />
traba|o muy seria Ftero, aun así, queda un problema: y es que<br />
el Finale en conjunto no es de Bruckner. Bruckner lo habría<br />
pulido, retocado y cambiado en gran medida, como era su costumbre,<br />
o sea quiero con ello decir que. aunque Amale y Mazzuka<br />
han hecho un trabajo muy serio a lo largo de los años,<br />
a partir de un material casi caótico, con todo se han visto obligados<br />
a componer una parte, y todo eso, evidentemente, no<br />
es de la mano del propio Bruckner, no le pertenece. Pero, en<br />
fin, yo me dije: «de acuerdo, creo que es interesante tocar este<br />
Finale, al menos para mostrar los últimos bocetos, las piezas<br />
finales de Bruckner, no para tocarlo permanentemente, como<br />
una pieza establecida de concierto, sí para interpretarlo dos.<br />
o tres veces, como una base de conocimiento; pero, eso sí,<br />
con la condición de que no vaya a continuación de la Novena<br />
Sinfonia en los discos, como si diéramos a entender que ese<br />
es el verdadero final de la obra, sino como una pieza independiente».<br />
Y así se hizo, y tales son los resultados.<br />
S.—Otra pregunta que muchos melómanos se hacen, y está<br />
relacionada directamente con la anterior, es cómo usted no ha<br />
incluido en su integral de las sinfonías de Mahier para Denon<br />
la «Performance versión», la «Vbrsión ejecutable» de la Sinfonía<br />
n ° 10 realizada por Deryck Cooke que es la página con la<br />
que usted se presentó en España, en el año 72, dirigiendo a<br />
la Orquesta Nacional de España- Por cierto, es la única vez que<br />
la edición de Cook de la Sinfonía se ha tocado entre nosotros.<br />
E.L—¡Es cierto, si, es así! no sabia que no se hubiera vuelto<br />
a tocar. Buena déjeme decirle: yo toqué mucho esa versión<br />
de la Décima de Deryck Cook, la hice en Londres, en Berlin<br />
¡en muchos sitios! Pero me pasó una cosa muy curiosa: a medida<br />
que yo iba tocando, más y más, las otras sinfonías de Mahier,<br />
menos me identificaba con la Décima; porque, lo mismo<br />
que sucede con el Fmale reconstruido de la Novena de Bruckner,<br />
y ai margen de que sea una sinfonía muy interesante y muy<br />
bella, si usted pasa del Adagio inicial, es irrefutable que el resto<br />
de la obra no le pertenece directamente a Mahier. Ese fue el<br />
problema, así que yo me distancié de la pieza. Ftero ocurre otra<br />
cosa: que hace dos años la he vuelto a tocar, la dirigí concretamente<br />
en un concierto con la Unión Europea de Radiodifusión,<br />
que se difundió a través de la radio por muchos países, y yo<br />
en ese concierto hice una cosa muy especial: dirigí en la primera<br />
parte el Adagio, el primer movimiento, en la versión original<br />
de Mahier, y en la segunda toda la Sinfonía en la edición de<br />
Deryck Cook. Fue una experiencia muy interesante, apasionante<br />
48 SCHERZO<br />
y me ha llevado a la decisión de dirigir, finalmente, para el disco<br />
esta Sinfonía, pero, voy a tratar de hacer algo muy parecido<br />
a lo efectuado para la radio, es decir, no quiero que forme parte<br />
del ciclo Mahier, porque entiendo que es otra cosa, es, exactamente,<br />
lo que Deryck Cook anotó una •perfomance versión»,<br />
una «versión ejecutabie» del material dejado por Mahier, y es,<br />
de hecho, una bellísima Sinfonía, un gran trabajo, y en ella hay<br />
verdaderamente música grande, sobre todo en el Finale, con<br />
pasajes extraordinarios, y con un Adagio que es ciertamente<br />
de Mahier, así que, en resumen, yo ahora ya no estoy en contra<br />
de esta reconstrucción, y voy a interpretarla más veces.<br />
S —volviendo al esquema de las primeras preguntas de esta<br />
conversación, ¿cuál sería su primera asociación mental ante la<br />
palabra «Berlioz*?<br />
E.l—En este caso, y de inmediato, una obra, la Sinfonía Fantástica,<br />
porque es ésta la primera obra que yo escuché de Berhoz,<br />
y fue para mí una impresión colosal, porque, mire, cada<br />
uno de nosotros tiene, en su vida, la posibilidad maravillosa de<br />
escuchar una música por primera vez... bueno, después de oírla,<br />
¡ya se ha acabado, es una pena! (suspirando, riendo a continuación).<br />
¡Piense usted lo que es oír por primera vez la Quinta<br />
de Beethoven, o la Tenzera, qué mundos nuevos descubrimos<br />
cuando eso se produce, como cuando se escucha por vez primera<br />
la Cuarta de Brahms, qué experiencia! Lo mismo acerca<br />
de Berlioz, ¡y cómo no, de Mahier, todavía recuerdo la impresión<br />
que me hizo la primera vez que escuché música de Mahier!<br />
Es que estos descubrimientos son algo revolucionario, es<br />
como si se te abriera la puerta de algo que antes no existía<br />
en tu vida; Beethoven y sus sinfonías, Berlioz, Mahier, claro es,<br />
también La Consagración de la Primavera de Stravmsky..., pero<br />
esto no se aplica sólo a la música: todavía me acuerdo lo<br />
que fue la primera vez que pisé la plaza de San Marcos, en Venecia,<br />
fue una impresión colosal, quizá haya otras plazas, más<br />
íntimas, más bellas, pero aquello fue irrepetible... y con Berlioz<br />
también fue extraordinaria la experiencia del descubrimiento,<br />
porque si Beethoven ha abierto la música a todas las razas y<br />
a todas las clases sociales, es decir, ha hecho realmente, verdaderamente<br />
la revolución social de la música, Berlioz ha hecho<br />
otra revolución diferente, la revolución de los medios, qué" se<br />
podría traducir también como la revolución del color, o la revolución<br />
sin límites: quiero decir que Berlioz ha ensanchada<br />
ha llevado mucho más lejos los límites de la expresión personal.<br />
Todo se puede decir, quiero decir que el compositor tiene<br />
el derecho de expresar cualquier idea propia, y es sólo después<br />
de Berlioz que eso ha sido posible, sólo después de Berlioz<br />
hemos podido tener a Listz, a V^tgner, a Bruckner sin duda,<br />
naturalmente Mahier, y sobre toda sobre todo, Stravinsky. Shostakovich.<br />
Penderecki... sin Berlioz todo esto es inimaginable, porque<br />
él ha abierto el mundo musical, él ha abierto el cosmos<br />
musical, de manera increíble, y es bueno recordarlo hoy, porque<br />
creo que Berlioz está algo preterido y es uno de los más<br />
grandes genios de la historia de la música. Fbr eso me he embarcado<br />
en este ciclo Berlioz, que trato de que tenga una calidad<br />
igual o superior a la de mi ciclo Mahier, porque casi siento<br />
este ciclo Beriioz como una misión,<br />
S.—Usted me indicó anteriormente que sus primeras experiencias<br />
con la música de Mahier si habían tenido lugar en Israel<br />
¿puede hablarme de ello?<br />
E.l.—Sí, lo que pasa es que no estoy seguro al cien por ciento,<br />
completamente seguro, de si la primera interpretación que<br />
oí de música de Mahier, naturalmente en Israel, se debió a Rafael<br />
Kubelik o a Horenstein, o ... a un importante director mahleriano,<br />
apenas conocido en el extranjero, que tenemos en Israel,<br />
que es Georg Singher. Stngher, me consta, lo recuerdo, ha interpretado<br />
sinfonías como la Primera, la Quinta o la Cuarta,<br />
pero... bueno, no importa quién dirigiera aquella primera ver-
sión. lo cierto es que la música hizo una impresión sobre mí.<br />
y creo que con Mahler, en general, el intérprete es casi secundaria<br />
y fí|ese que yo he podido escuchar a hombres como Kletzki,<br />
como Ancerl, Bernstein un poco más tarde, o Solti después,<br />
pero la música es lo fundamental, la música de Mahler casi sobrevive<br />
a los intérpretes, incluso a los más malos: no ocurre<br />
así con la de Bruckner, cuando se le intenta añadir esa profundidad<br />
extra, innecesaria, porque la música de Bruckner es profunda<br />
en si misma, o sea, que un intérprete sí puede destruir<br />
¡a impresión que cause la música de Bruckner por un exceso<br />
de lentitud, o de profundidad añadida, lo que yo llamo la profundidad<br />
superficial, la profundidad falsa, de esos que, cuando<br />
hablan, ralentizan todo para simular una hondura inexistente,<br />
y., hablan... así... muy,., lentamente (con un impresionante rubato<br />
verbal sobre cada palabra), y esto mismo se puede aplicar<br />
a la música, usted puede machacar por este sistema<br />
cualquier cosa, incluso la Eme Kleine Nachtmusik de Mozan (tararea<br />
los primeros compases con una lentitud tremenda, como<br />
si fuera un disco de 45 revoluciones tocado a 16), ¿h ve?<br />
(entregrandes risas). Esto es la falsa profundidad, la profundidad<br />
añadida, para dar una impresión de profundidad, que le<br />
sobra a quien conoce la música o la partitura. Y eso es lo que<br />
a veces ocurre con Bruckner, que se le añade una profundidad<br />
basada en la lentitud y en el engolamiento que sobra, que la<br />
música no necestta para nada.<br />
S.—¿Cuál es la primera asociación mental que le sugiere el<br />
nombre «Ravel *?<br />
E.I.—Intimidad, y el cosmos a pequeña escala. Es... como un<br />
reloj suizo, podríamos decir, porque huye de lo colosal, no es<br />
Mahler, no es Bruckner, pero todo está ahi, a escala reducida.<br />
En cierta medida, es como si comparáramos a Webern con<br />
Schónberg: cada nota tiene su por qué. es la intimidad del color,<br />
de los motivos, la intimidad de la construcción; pero luego,<br />
si usted va más lejos y lo mira desde fuera, ahi también está<br />
ELÍAHU INBAL<br />
el cosmos, pero a una escala muy personal, muy pequeña, en<br />
miniatura, miniaturizada —ahí está la palabra—, y bien, esa es<br />
la primera impresión que tuve y que todavía hoy permanece<br />
en mí. Naturalmente, hay excepciones, en todo lo que hemos<br />
hablado hoy se dan excepciones, seguro, y le diré una respecto<br />
de Ravel: La tótee... (Tras unos momentos de silencio) La Valse<br />
es totalmente vienesa, es casi Wiener Schulle, Escuela de Viena,<br />
si Escuela de Viena: esa obra podría haber salido de la pluma<br />
de Alban Berg en un cierto momento de su vida, quizá<br />
podría ser de Schónberg, del primer Schónberg. o de un cierto<br />
Mahler... No es, en absoluto, música típica de Ravel: la manera<br />
de trabajar, a partir de pequeñas células, sí es raveliana,<br />
pero la expresión no es la que encontramos en el resto de su<br />
obra. Y también están los Valses nobles y sentimentales, que<br />
guardan poca distancia en el tiempo, pero que contienen combinaciones<br />
sonoras y armónicas, en ciertos momentos, e instantes<br />
expresivos que... (Dudando un poca como si temiera<br />
hacer la afirmación subsiguiente)... ¡parecen de la Lulu de Alban<br />
Berg, y sé que esto parece increíble! Apenas hay una mínima<br />
distancia de tiempo, y sin embargo... Es decir, que hay una<br />
calidad virtualmente vienesa en la música, con la capacidad de<br />
penetrar en ese mundo ¡y luego salir de él para crear el universo<br />
sonoro que le es propio! Y Ravel ha hecho lo mismo con<br />
la música española, lo mismo, porque ha penetrado en la esencia<br />
misma de la música de España, como ha hecho, por ejemplo,<br />
en la Rapsodia española, con momentos que son alucinantes,<br />
que parecen concentrar toda la mentalidad y el mundo español<br />
en unos compases, con esa combinación asombrosa entre<br />
el erotismo y el temor de la muerte, con esa calidad especial<br />
de tristeza que a veces hallamos en la música española más profunda,<br />
y todo eso está ahi, en su partitura, porque Ravel ha<br />
tenido la capacidad de penetrar en ello.<br />
José Luis Pérez de Arteaga<br />
SCHERZO 49
R O J S [Vi<br />
i IL BARBIERE<br />
I DI SlVIGLIA<br />
Nuce: - BMITÜLI - MATTF.UZZI<br />
F<br />
B(.iK("lli;i.AlV> 'AiUlULL<br />
S¡Rl".ilil«". Si 11.11<br />
NOVEDADES<br />
DE OPERA<br />
| ROSSJNI: IL BARBIERE DI SIVIGUA<br />
VERDI: RIGOLETTO<br />
iiiil<br />
Verdi<br />
DICEP R1GOLETTO<br />
Pavarüttt- Nucci -Andeiíin<br />
Venen • Ghiaurov • Chailly<br />
(IÍII/<br />
i VERDI: SIMÓN BOCCANEGR*<br />
I f-O NUCCI<br />
CECILIA BARTOLI<br />
IE DI SlVIGLIA<br />
NUCCI-luWi- ULAD^E<br />
VERDI: SIMÓN BOCCANEGRA<br />
ROSSINI: IL BARBIERE DI SlVIGLIA<br />
VERDI: RIGOLETTO<br />
SIR GEORG SO<br />
KÍRI TE KANAWÁ"<br />
JAIME ARAG<br />
1 VT"!<br />
LUCIANO PAVAROTTI<br />
[iíNE ANDERSON<br />
RICCARDO CHAILLY
ACTUALIDAD DISCOGRAFICA<br />
La serie<br />
Orfeo D'Or<br />
La firma alemana Orfeo va a<br />
enriquecer próximamente su<br />
;olección titulada Orfeo de Oro<br />
con una serie de grabaciones que<br />
conmemorarán los cuarenta años de<br />
existencia de la Orquesta Sinfónica de<br />
la Radiodifusión Bávara. Los directores<br />
que protagonizarán estos discos son.<br />
entre los más significativos, los<br />
siguientes: Clemens Krauss, Dimítri<br />
Mitropoulos, Ernest Ansermet. Otto<br />
Klemperer. Sir Colín Davis. Eugen<br />
|ochum, Perene Fricsay. Rafael Kubelik,<br />
Eugéne Ormandy y algún que otro<br />
compositor dirigiendo sus propias<br />
obras (Stravmsky, Hindemith). Los<br />
cuatro primeros compactos, que serán<br />
distribuidos en breve por Harmonia<br />
Mundi, estarán compuestos por obras<br />
de Richard Strauss (Sinfonía<br />
doméstica), Haydn (Sinfonía 88) y<br />
Ravel (Rapsodia española) dirigidas por<br />
Clemens Krauss; Stravinsky dirigido<br />
por él mismo (Apollon Musagéte, jeu<br />
de caites); von Einem (Capricho),<br />
Rave! (La valse), Hindemith (Mathis<br />
der Maler) y Roussel (Suite) bajo la<br />
batuta de Eugéne Ormandy y,<br />
finalmente, Hindemith dirigiendo su<br />
Sinfonía en Si bemol, Los Cuatro<br />
Temperamentos (con la inolvidable<br />
Clara Haskil) y el Concierto de<br />
cámara de Alban Berg. Excepcionales<br />
documentos, en definitiva, algunos de<br />
los cuales nos permitirán comprobar<br />
otra vez que hoy no se dirige mejor<br />
ñÁado Domingo<br />
DISCOS<br />
Eugen Jochvm FOTO QG<br />
Plácido Domingo acaba de firmar con<br />
EMI Classics un nuevo contrato que<br />
le obliga a grabar con la firma inglesa<br />
seis registros. El primero, un recital, estará<br />
compuesto por anas de Giulio Cesare<br />
y Ezio de Hándel. La Clemenza di<br />
Tito, La Vestale, Norma, Benvenuto Ce-<br />
Ibni, Rienzi, Attila, Tosca y Nerone, Mientras<br />
tanto, Maunzio Fbllim firmó otro<br />
contrato de larga duración con Deutsche<br />
Grammophon. sello para el que graba<br />
desde 1971. Bach, Beethoven, Chopm,<br />
Schumann, Debussy, Bartók y Stockhausen<br />
serán los compositores elegidos por<br />
el pianista italiano, además de los Conciertos<br />
de Schumann y Schónberg, en los<br />
Contratos<br />
que será acompañado por la Orquesta<br />
Filarmónica de Berlín dirigida por Claudio<br />
Abbado. También Pierre Boulez ha<br />
vuelto a fichar por la etiqueta amarilla<br />
(para la que ya había grabado Rarsifat, Lulu<br />
y diversas obras de Stravinsky); con la Sinfónica<br />
de Chicago grabará la Cantata profana<br />
de Bela Bartók; con la Orquesta de<br />
Cleveland las obras orquestales de Debussy<br />
y algunas de Messiaen (Chronocromie.<br />
La Ville en haut y los Fuémes pour<br />
Mi). También registrará la obra completa<br />
de Webern (esperemos que esta vez con<br />
mejor fortuna que en CBS) y composiciones<br />
propias entre las que destaca una<br />
nueva página para piano y orquesta-<br />
SCHERZO 51
DISCOS<br />
Novedades Polygram<br />
Lo más destacable en Decca es la grabación<br />
¡ritegra del Peer Cynt de Gneg y un<br />
programa Strauss (Sinfonía alpina y Don<br />
Juan) por la Orquesta Sinfónica de San Francisco<br />
y Herbert Blomstedt; la Cuarta de<br />
Bruckner por Chailly al frente de la Orquesta<br />
del Concertgebouw: el Concierto para orquesta<br />
de Bartók y el de Lutoslawski (ambos<br />
en un CD) por la Orquesta de Cleveland y<br />
Chnstoph von Dohnanyi; un programa De<br />
bussy por Dutoit y su Sinfónica de Montreal;<br />
la continuación del nuevo ciclo Beethoven de<br />
Solt¡ (Séptima y Octava). Schiff / Végh prosiguen<br />
su ciclo de los Conciertos de Mozart (K.<br />
271 y 415). Y en ópera se anuncia una nueva<br />
versión de la Opera de tres peniques de Kurt<br />
Weill, con Milva, Lemper. Dernesch y tollo.<br />
En sene económica se reeditarán oratorios<br />
dirigidos por Múnchinger.<br />
Deutsche Grammophon anuncia la Segunda<br />
de Charles Ivés dirigida por Bernstein a la<br />
Filarmónica de Nueva York. Las Sinfonías 25<br />
y 29 de Mozart. también por Bernstein, pero<br />
esta vez a la cabeza de la Filarmónica de<br />
Viena; la Séptima de Bruckner por Karajan y<br />
la Filarmónica de Viena (una de sus últimas<br />
grabaciones); los Cuentos de Hoffmann dirigidos<br />
por Ozawa (Dominga Gruberova, Bacquier,<br />
Christa Ludwig, |ustmo Díaz) y diez<br />
nuevos títulos de la serie «tres D». También<br />
se acaba de publicar la nueva versión que Leo-<br />
Leonird Bemsiem<br />
52 SCHERZO<br />
na rd Bernstein hizo de la Novena de Beethoven<br />
en Berlín el pasado 25 de diciembre<br />
con ocasión del derribo del Muro El disco lleva<br />
por titulo Ode an die Freiheit (Oda a la libertad)<br />
y en el cuarto movimiento de la obra<br />
la palabra Freude (alegría) ha sido cambiada<br />
por Freiheit (libertad), una licenoa que era casi<br />
necesaria.<br />
En Philips: Serenatas y Marchas de Mozart<br />
por Marrmer; la Sinfonía Praga y la obertura<br />
de Las bodas de Fígaro por Srüggen y la Orquesta<br />
del Siglo XVIII: un disco Debussy por<br />
Zoltan tocsis: un recrtal Schumann, Brahms<br />
y Prokofiev por Peter Schreier acompañado<br />
al piano por Wolfgang Sawallisch. Mana Stuarda.<br />
de Donizetti (con Gruberova. Araiza. Baltsa<br />
y la Orquesta de la Radio Bávara dirigida<br />
por el recientemente fallecido Giuseppe Patané).<br />
La Misa en Si menor de Bach por Brúggen.<br />
Una nueva versión de las Variaciones<br />
Diabelli por Atfred Brendel; los Conciertos para<br />
dos y tres pianos de Mozart por las hermanas<br />
Labéque, Semyon Bychkov y la<br />
Filarmónica de Berlín. Cuartetos de Beethoven<br />
por el Guarnen. Sonatas del mismo autor<br />
por Claudio Arrau (que continúa asi su último<br />
ciclo de Sonatas beethovenianas). Un disco<br />
Mozart por Sir Colin Davts al frente de la<br />
Staatskapelle de Dresde (Haffner y Praga). Finalmente,<br />
un compacto con música de cámara<br />
de Fauré por el Beaux Arts (Trio, Op 120 y<br />
Cuarteto. Op. IS con Kim Kashkashian).<br />
roiaoc.<br />
Noticias<br />
EMI publicará en breve Las vísperas<br />
sicilianas, la ópera de Verdi que<br />
inauguró la presente temporada de La<br />
Scala dirigida por Riccardo Muti.<br />
Barenboim ha grabado las Venaciones<br />
Coldberg. de ].S. Bach, en concierto<br />
público en el Teatro Colón de Buenos<br />
Aires, Erato será la firma que<br />
comercializará este registro.<br />
ElianLi Inbal y su Orquesta de la Radío<br />
de Fnankfurt grabarán un nuevo ciclo<br />
Shostakovich para Denon. Bernstein, a<br />
su vez. lo hará para DG con diversas<br />
orquestas,<br />
Arturo Benedetti-Michelangeli ha<br />
dado su consentimiento para que<br />
salga al mercado su CD con dos<br />
conciertos de Mozart: K. 566 y K.<br />
503. Le acompaña la Orquesta de la<br />
NDR y Cord Garben.<br />
Nuova Era, la empresa discográfica de<br />
los conciertos y óperas en vivo, acaba<br />
de publicar una interesantísima<br />
Walküre con Karajan al frente de la<br />
Orquesta del Metropolitan de Nueva<br />
York. Las voces: Nilsson, Vickers,<br />
Talvela, Crespin, Adam... (eran otros<br />
tiempos).<br />
Roger Norrington prosigue su serie<br />
de Conciertos de Beethoven con<br />
Melvyn Tan al pianoforte. Ambos<br />
acaban de grabar el Emperador y la<br />
Fantasía Coral. El director inglés<br />
también ha registrado con sus London<br />
Classical Players la Sinfonía Grande be<br />
Schubert.<br />
André Previn ha grabado un disco de<br />
su propia música para Decca. Con la<br />
Fioyal Philharmonic y Eduardo<br />
Fernández ha registrado su Concierto<br />
de guitarra, y con la misma orquesta<br />
y Vladimir Ashkenazy su Concierto de<br />
piano.<br />
Decca continúa publicando en<br />
compacto su importante legado de<br />
Ben|amin Bntten. Próximamente<br />
aparecerán The tum of the sow,<br />
Death m Venice y Lucretia.<br />
Una nueva versión del Winterreise<br />
se hube ruano será protagonizada<br />
próximamente para EMI por Bngitte<br />
Fassbaender y Aribert Reimann al<br />
piano.<br />
También en EMI se publicarán<br />
próximamente los recitales históricos<br />
de Conchita Supervia y Victoria de los<br />
Angeles, además del celebrado recital<br />
de Schwarzkopf, Fischer-Dieskau y de<br />
los Angeles en el concierto-homenaie<br />
a Gerald Moore.
REFERENCIAS<br />
Comencemos delimitando<br />
la materia. En<br />
esta valoración discográfíca<br />
se impone la prudencia;<br />
excluimos por tanto<br />
las versiones no italianas<br />
de la ópera y las selecciones,<br />
simplificando asi una<br />
tarea ingente, ya que Traviata,<br />
junto a Carmen, Bohéme<br />
y Rigoietto, es el<br />
título más frecuentado por<br />
el disco, sea oficial, sea pirata.<br />
De similar manera,<br />
en las apreciaciones que siguen<br />
se incide con mayor<br />
puntual ización, siempre<br />
brevemente, en aquellas<br />
ediciones que mayor difusión<br />
tienen (o han tenido)<br />
en el mercado.<br />
Los personajes y las voces<br />
Violeta y los Germont,<br />
notas sobre «La Traviata» discográfíca<br />
En Traviata la categoría<br />
vocal deriva espontáneamente<br />
de la psicología de<br />
los personales. Así: Alfredo,<br />
un muchacho provinciano,<br />
sencillo y bueno,<br />
queda fascinado por la<br />
mujer experimentada y<br />
brillante (además, por la<br />
enferma también) que es<br />
Violetta y su amor se define<br />
por melodías largas y ligadas,<br />
donde la voz del<br />
tenor se mueve cómodamente<br />
por su registro media<br />
Es a partir del encuentro<br />
con el padre en el final<br />
de la escena octava del Acto<br />
II y de la frase Ahí elle<br />
alia fasta, cuando Alfredo<br />
comienza a precisar un slantio vocal que<br />
luego en la fiesta de Flora tendrá su mayor<br />
consecuencia: Questa donna conoscete?.<br />
Alfredo, pues, necesita un tenor<br />
lírico que sepa comunicar a la melodía<br />
ductilidad y elegancia por un lado; casi el<br />
registro de un tenor mozartiano. Fbr otra<br />
aunque momentáneamente, un vigor vocal<br />
e impulso dramático, ambos sin fisuras<br />
(toda la escena en casa de Flora).<br />
Germont padre es un personaje, dramáticamente<br />
hablando, monocorde. pero<br />
con una presencia vocal siempre impor-<br />
ÍT Id producción de Visconti dp 1955<br />
tante. Precisa entonces una voz con arrogancia,<br />
de canto persuasivo (tiene dos<br />
andantes de una belleza eiemplar), de<br />
timbre noble y, si es bello. me|or. Prácticamente,<br />
un barítono lírica de canto seguro<br />
y convencional, como el personaje<br />
representada en lineas melódicas ampias<br />
y regulares.<br />
Desde todos los ángulos es Violetta la<br />
figura esencial de la ópera. Se ha dicho<br />
que e) personaje precisa tres tipos de so-<br />
DISCOS<br />
prano. según el acta Esto<br />
es un poco exagerado: en<br />
realidad Violetta es una soprano<br />
lírica con una coloratura<br />
muy elaborada o<br />
trabajada. La soprano conoce,<br />
a lo largo de la obra,<br />
una evolución importante<br />
y esto se halla descrito en<br />
su canto. De este moda<br />
en el primer acto aparece<br />
como una mujer frivola,<br />
mantenida de lujo en un<br />
F^rís bullicioso y magnífico<br />
y, coincidiendo por una<br />
vez bajo el término de ligera<br />
la cantante y la mujer,<br />
la soprano debe reflejar<br />
esa vida alegre y desenfadada<br />
a través de su canto<br />
ornado de vocalizaciones.<br />
Ya desde la primera frase,<br />
Flora, amia. Ftero, a lo largo<br />
de este acto, en el dúo<br />
Un di, felice (segunda estrofa<br />
del tenor; la soprano,<br />
en canon, Non ardan troverete)<br />
comienza Violetta.<br />
tocada por el entusiasmo<br />
de Alfredo, a dar inequívocos<br />
signos de cambio de<br />
carácter. Y de reflexión vital<br />
después, en Ahí fórse<br />
luí, para, repentina y dispuesta,<br />
retornar al clima<br />
anterior con esa endiablada<br />
cabaletta Sempre libera,<br />
que es el terror de<br />
todas las sepranos, que no<br />
sean ligeras, que se encaren<br />
con Traviata. De hecho<br />
suelen bajarla de tono y<br />
omitir el agudo final (que.<br />
por cierto, no está escrito).<br />
Este momento del final<br />
del acto I animó a las sopranos ligeras<br />
a incluir el papel en su oferta, siendo<br />
el personaje, durante cierto periodo de<br />
la historia de! canto, asociado a este tipo<br />
de cantante. Sin embargo, en el resto de<br />
la partitura no precisa Violetta más coloratura<br />
hasta el último acta unos mínimos<br />
compases, cuando ella cree mejorar y se<br />
siente como en el momento en que conoció<br />
a Alfredo (magnífica descripción<br />
musical, utilizando Verdi un recurso tan<br />
sencillo y convencional). Resumiendo: Violetta<br />
es una soprano lírica que puede, en<br />
SCHERZO 53
DISCOS<br />
cierto momento, exhibir una opulenta coloratura.<br />
Una soprano linca, además, de<br />
amplio registro, por arriba y por abajo<br />
ítem: dramáticamente, con amplitud de<br />
modales. Un personaje complejo y riquísimo,<br />
pues, que. correlativamente, demanda<br />
una cantante e intérprete<br />
de agallas. Algo difícil de encontrar<br />
en una misma cantante.<br />
De ahí que la valoración siempre<br />
se haga laboriosa en un personaje<br />
que, por esa misma complejidad,<br />
es un cebo irresistible<br />
para todas las cantantes de cada<br />
generación. Aquí, a continuación,<br />
vamos a intentar la ardua<br />
tarea de valorar lo que el mundo<br />
del disco hasta hoy ha conseguido<br />
con esta obra perpetuar.<br />
Los primeros registros<br />
La primera edición de Traviata<br />
con una difusión internacional<br />
fue la de 1928 y contaba con<br />
una protagonista típica del estilo<br />
del momento en que Violetta<br />
era encomendado a una soprano<br />
ligera: Mercedes Capsir.<br />
La barcelonesa, por esas características,<br />
consigue su mejor empleo<br />
en el acto primero, donde<br />
se la escucha rutilante y precisa,<br />
con un Ah forse luí un tanto<br />
caótico. El resto de la obra,<br />
Capsir, con voz cristalina, emitida con un<br />
squillo especial, da una epidérmica definición<br />
de lo que es Violetta Valery. Una<br />
forma de interpretación que hoy día puede<br />
resultar hasta grotesca, si el oyente<br />
parte de premisas dramático musical es.<br />
(Ftor esas fechas, la Muzio ya había dado<br />
un giro de noventa grados a la interpretación<br />
del papel. Lástima que de la genial<br />
soprano no seto nos queden fragmentos<br />
aislados, aunque uno de ellos sea el<br />
Addio del Passato. una interpretación de<br />
la Muzio aún no superada). Con la Capsir<br />
hallamos a un barítono de extraordinario<br />
calibre, Cario Galeffi, de voz y estilo<br />
verdiano puntuales, que, a pesar de rendir<br />
mejor en personajes de fuerza, su<br />
Germont es de calidad extraordinaria. Alfredo<br />
es un tenor australiano, nada destacable<br />
en una época de oferta infinita<br />
para este papel (piénsese aunque sea sólo<br />
en Schipa), de nombre Lionello Cecil (el<br />
verdadero era Cecil Sherwood), correcto<br />
y seguro, sin más.<br />
La versión dirigida por Sabajrto en 1935<br />
con su habitual solvencia, a falta de mayores<br />
dispendios poéticos, cuenta con un<br />
equipo modesta poco interesante salvo<br />
el bello instrumento de Alessandro Zilia-<br />
54 SCHERZO<br />
ni que además canta con gusto y entusiasma<br />
Anna Rosza pasará a la historia<br />
del canto por haber grabado alguna página<br />
con Pertile y no por esta su Viofetta,<br />
cortita de aliento. Borgonovo tiene<br />
oficio y algo de sinceridad.<br />
Victori» de los Angeles, como ViofeU. en tos inicios de su minera<br />
Rosa Ponielle<br />
De I93S es una versión en vivo del Metropolitan<br />
que es la única obra completa<br />
(hay otras, pero no al alcance de todos)<br />
que se dispone de la mítica y espectacular<br />
Rosa Ponselle. La Violetta de Fbnselle<br />
es, empero, irregular. Su voz es siempre<br />
impresionante (de color, de riqueza, de<br />
extensión), pero el personaje aparece<br />
desdibujado, lleno de exageraciones (como<br />
cuando estropea la intervención del<br />
tenor en Ogm suo aver tan femmina llorando<br />
estentóreamente). Además, los<br />
cantantes se toman, todos, una serie de<br />
licencias y familiaridades para conseguir<br />
el aplauso fácil. Algo en lo que es perito<br />
el barítono Lawrence Tibbett, de voz impresionantemente<br />
varonil y bella. Frederick<br />
Jagel (que cantó a veces bajo el<br />
nombre italianizado de Federico leghelli)<br />
es un buen Alfredo, aunque su mejor territorio<br />
estaba en el de papeles de mayor<br />
envergadura tenoril. Es ésta una<br />
grabación histórica, imprescindible, aunque<br />
las maneras de cantar de la época<br />
y lugar nos hayan permitido esas críticas<br />
formuladas.<br />
Otra edición Uve, con un sonido más<br />
bien malo, del Covent Garden de 1939,<br />
es la que se rescata por la presencia impagable<br />
de Beniamino Gigli, tenor lleno<br />
de efectos discutibles, pero de una atracción<br />
canora por todos conocida, que encuentra<br />
en Alfredo vehículo idóneo<br />
de comentario. Camglia,<br />
que no prodigó obviamente este<br />
papel, está exagerada y despistada,<br />
pero es de agradecer<br />
tanto entusiasmo y afición. Basiola<br />
es un barítono del montón<br />
y Ornara dirige con la rutina como<br />
emblema.<br />
Los años cuarenta<br />
La grabación completa de<br />
1946 está dominada por la presencia<br />
omnipotente de su director,<br />
Arturo Toscanmi. La batuta<br />
es aquí, como acostumbra<br />
quien la detenta, la que mueve<br />
todos los hilos hasta el punto de<br />
llegar a convencernos (algo, naturalmente,<br />
disparatado) de la<br />
secundariedad del equipo canoro<br />
Es decir, que cuando Toscanini<br />
dirige y las voces no son<br />
especialmente brillantes (lo cual<br />
ocurre a menudo en el legado<br />
discográfico de este director), el<br />
oyente está más pendiente de<br />
la orquesta que de la voz. Albanese,<br />
no obstante, aparece<br />
como una Violetta respetuosa, pero un<br />
tanto fuera de estilo (a pesar de la férrea<br />
dirección, que le marca todo), con momentos<br />
destacables en el dúo con Germont.<br />
Jan Fuerce, se sabe, es un excelente<br />
tenor, pero su voz caprina, decididamente<br />
fea, poco se puede asociar con el personaje<br />
de Alfreda Roben Merrill inicia<br />
aquí su ¡arga lista de Germonts y suena<br />
|oven la voz y menos experto el artista<br />
de como le escucharemos años después.<br />
Esta edición es importante por la presencia<br />
del director italiana una de las personalidades<br />
de la dirección operística más<br />
importantes del siglo.<br />
No hace mucho se ha publicado una<br />
edición en vivo del Metropolitan, con un<br />
sonido tirando a sádico, con dirección<br />
muy a lo Toscanmi de Giuseppe Antonicelli<br />
y con un equipo importante. Giuseppe<br />
Di Stefano. a pesar de algunos detalle;<br />
discutibles de un canto siempre demasiado<br />
espontáneo, tiene el timbre ideal para<br />
Alfredo y la voz suena sana, limpia, el<br />
agudo entonces bien emitido. Merrill está<br />
contagiado por el calor del público y<br />
da un personaje más contrastado de lo<br />
que acostumbra. Es injusto que la soprano<br />
Eleanor Steber no conozca mayor glo-
ia por estos lares. La soprano amentaría,<br />
discutible el estila poco disciplinada a veces<br />
la intérprete, es en esta edición de<br />
Travista una cantante espléndida de aliento,<br />
suficiente (incluso generosa) de medios,<br />
sensible y poética. Prepotente y<br />
segura en el acto primera con trinos y<br />
cadencias seguras y brillantes, consigue en<br />
el resto de la obra dar en cada momento<br />
el talante necesario a la heroína. Digamos,<br />
además, que en el último acto<br />
consigue cambiar el color de la voz. Es<br />
más: en el canto de la Steber hay siempre<br />
como algo de vital, de sincera que<br />
el oyente atento y sin prejuicios inmediatamente<br />
acusa.<br />
Callas y Tebaldi<br />
Los años cincuenta contaron con dos<br />
Violetta de excepción, de dispar desarrollo<br />
y alcance: Maria Callas y Renata Tebaldi,<br />
las dos legatarias con el disco de<br />
suficiente y variado refleja La primera dejó<br />
casi la media docena de ejemplos, donde<br />
aparece de diversas maneras<br />
dramáticas. En una primera etapa la Violetta<br />
de Callas (Raí, México) es prepotente<br />
y con cierta agresividad vocal, dentro<br />
flenau Scollo y tucano Pntrctb en I» pmduccion det Coueni G*rdtn de 1965.<br />
de contar ya con un importante estudio<br />
psicológico del personaje, que falta por<br />
pulir globalmente. Es en su encuentro con<br />
Visconti para ia edición de la Scala de<br />
1955 cuando del binomio surge esa escalofriante<br />
Traviata que, felizmente, el disco<br />
live ha perpetuada Aquí es donde se<br />
encuentra el estudio más cabal y profun-<br />
do de ia heroína verd'ana realizado por<br />
Callas, que cuenta, además, con una situación<br />
vocal inmejorable. Luego de esta<br />
edición, la soprano siguió cantando Violetta.<br />
incidienda como consecuencia de<br />
su deterioro vocal paulatina en la fragilidad<br />
(enfermedad) del personaje, y cuya<br />
mejor realización es la del Covent Garden<br />
de 1958. En esta fecha, un 20 de junio,<br />
Callas es, por última vez en disco una<br />
conmovedora Violetta, aun con problemas<br />
vocales notorios (o quizá precisamente<br />
por ellos) como los dos agudos,<br />
el de Sempre libera y el del Addb del passata<br />
pianisima los cuales se quiebran. (Sin<br />
embargo, creemos que esta Traviata por<br />
parte de Callas es superior a la más difundida<br />
de se*s meses atrás con Kraus. lozano<br />
y espléndido, en Lisboa, donde la<br />
soprano, aciertos parciales, no logra calentar<br />
la voz). Pero, se dija es en Milán<br />
en 1955 con Visconti (y habría que sumar<br />
a Giulini), donde Callas da la mejor<br />
estatura a Violetta, con momentos feistas,<br />
sin duda, dictados más por valores<br />
dramáticos que musicales. Destacar momentos<br />
mágicos de esta versión llevaría<br />
tiempo y espacio cj'ie no tenemos. Di<br />
Stefano da una vensta réplica, intentando<br />
destacar al precio que sea (luego aban-<br />
donaría ei equipo por celos profesionales)<br />
y Bastía ni ni es un Germont implacable<br />
por voz, pero parco de expresión.<br />
De los cuatro legados de Tebaldi. todos<br />
entre 1954 y 1957, quizás el más destacable<br />
es el que está en vivo en el<br />
Metropotitan. del último año citado. El<br />
DISCOS<br />
mensaje de Tebaldi es el antitético a Callas:<br />
aquélla persuade por la seducción del<br />
canto, la italianidad del timbre, la calidez<br />
de la extraordinaria voz. Su personaje no<br />
crece demasiada pero tiene cuerpo y garra.<br />
La noche de Met en 1957, arropada<br />
la Tebaldi por el calor del público, hace<br />
un magnífico acto It. a dúo con Warren<br />
y un conmovedor y hasta efica2 acto III,<br />
el de su muerte, donde convence por el<br />
canto más que por el drama. Leonard<br />
Warren es un Germont extraordinario,<br />
medible por parámetros pretéritos, tipo<br />
de Luca. Battistini, el aludido Galeffi.<br />
Campera es Alfredo de digna rutina y<br />
Cleva dirige con su peculiar brío en esta<br />
edición difundida no generosamente, pero<br />
que merece ser tenida muy en cuenta.<br />
Emulas de Tebaldi fueron en los<br />
cincuenta Antonietta Stella y Rosanna<br />
Carten, las cuaies dejaron constancia de<br />
respectivas Violetta. Carteri. elegante y<br />
dúctil, parece superior en canto y línea<br />
a Stella, que resultaba convincente en la<br />
pintura dramática del papel. A Carteri<br />
acompañaban eficaces Cesare Valletti y<br />
el ínclito Warren. A la Stella. dos habituales<br />
de Callas. Di Stefana de nuevo generoso<br />
y descuidada y Gobbi, dueño de<br />
la frase pero con voz para otros repertorios.<br />
Monteux y Serafín dirigieron con<br />
envidiable oficia respectivamente, las versiones.<br />
No nos detenemos en las otras versiones<br />
de la época porque carecen de general<br />
interés y. frente a tas comentadas,<br />
no admiten la más mínima competencia.<br />
Inicia la década ia versión de Victoria<br />
de los Angeles, que hace de Violetta un<br />
ser candoroso, como alguien desbordado<br />
por unos acontecimientos externos<br />
que no puede dominar, refinada la soprano<br />
y con una musicalidad impecable. Falta<br />
de medios Victoria en algunos<br />
momentos (Sempre libera. Amami. Alfredo)<br />
que la grabación en estudio enmascara<br />
(en teatro la cantó poco la exquisita<br />
soprano), su versión, globalmente hablanda<br />
es poco italiana, menos verdiana, pero<br />
nunca nos deja insensibles: éste es el<br />
truco de una gran artista. El resto del<br />
equipa muy modesta<br />
En ese mismo 1960 aparecen dos versiones:<br />
la de Virginia Zeani, esforzada y<br />
cálida, con un equipo de teatro provinciano:<br />
y la de Anna Moffa que era para<br />
ver y menos para escuchar, aunque siempre<br />
la soprano domina el estilo y las razones<br />
del personaje, |unto a un buen<br />
tenor como Richard Tucker, demasiado<br />
heroico para Alfredo, y el siempre hábil<br />
y monocorde Robert Merrill, que fue<br />
Germont para tres generaciones de sopranos.<br />
Previtali es el buen director italiano,<br />
segura conocedor y atenta<br />
La edición DGG de 1962 cuenta con la<br />
SCHERZO
DISCOS<br />
destacable Violetta de Renata Scotto,<br />
quien con su voz de lírico-ligera logra, con<br />
la esforzada disciplina, estirar para acometer<br />
prestaciones onerosas y complicadas,<br />
como ésta que se comenta. La<br />
Scotto siempre suplió sus muchas carencias<br />
con una sensibilidad musical y dramática,<br />
inspirada en Callas, imaginativa y<br />
convincente. Asi en esta edición alcanza<br />
verdaderos momentos de inspiración, como<br />
en el dúo con Germont, y de hondura<br />
psicológica en la escena final. Muy<br />
bien arropada por Votto y con la réplica<br />
impactante de un Bastianini pletórico esta<br />
versión hubiera podido ser importante<br />
si se contara con un tenor medianamente<br />
inspirada Gianni Raimondi en un<br />
Alfredo de una vulgaridad ofensiva, incapaz<br />
del menor matiz, en la mas mínima<br />
noción de línea de canto.<br />
En el 63, con la aparición de la versión<br />
(1. a ) de Sutherland se inicia la plausible<br />
costumbre de grabar completa (con repeticiones,<br />
cabalettas) la ópera verdiana.<br />
Joan Sutherland poseía la tesitura com-<br />
~- pleta de Violetta (con menos comodidad<br />
la grave), pero es difícil aceptarla (a pesar<br />
de la brillantez del acto I) con una dicción,<br />
extravagante y esotérica, como la<br />
que exhibe. Es asi una Violetta ajena a todo<br />
y que no comunica nada, como si cantara<br />
un robot. Algo que está en franca<br />
contradicción con el Alfredo de Cario<br />
Bergonzi, uno de los mejores presentados<br />
por el disco {Bergonzi da. incluso, un<br />
aire nuevo a páginas normalmente descuidadas:<br />
Ah si che fea). Merrill es otra<br />
vez un sólido Germont. Todos dirigidos,<br />
discretamente, por Pntchard.<br />
Varias versiones Uve de la época se comentarán<br />
rápidamente; la del famoso Tasco<br />
de la Freni en la Scala con Cioni, Serení<br />
y la dirección germanizada de Karajan. inicia,<br />
en cierto sentido, la crisis actual de<br />
Violettas. Freni es como la hermana menor<br />
vistiendo un ropaje de la hermana<br />
mayor, que le queda ancho y demasiado<br />
holgado. (Freni, con una voz más llena,<br />
grabó años después, con Bonisolli y Bruscantim,<br />
una versión de estudio, que sólo<br />
tiene interés por el buen oficio del barítono).<br />
Una edición mumquesa con Stratas,<br />
llena de carencias, Wunderlich. el<br />
rescatable, y Prey, poco interesante en este<br />
repertorio, con Votto queriendo poner<br />
algún orden en el maremagnum,<br />
constituye una versión circunstancial de la<br />
obra verdiana.<br />
La de Scotto y Pavarotti en el Covent<br />
Garden tiene el calor de la interpretación<br />
en vivo, aunque es preferible escucharlos<br />
con las facilidades de un registro en estudio<br />
Lo mismo se podría decir de la interpretación<br />
de Dallas de Caballé, con el<br />
torpe Bonisolli. de 1965. Caballé realizó<br />
una edición de estudio en 1967 que cons-<br />
56 SCHERZO<br />
tituye uno de los legados más importantes<br />
de la soprano, amén de ser una de<br />
las versiones más recomendables de los<br />
últimos años. Caballé es un prodigio de<br />
belleza timonea, canto oportuno y facilidad<br />
(o habilidad) de inflexión musical.<br />
Abusa del pianisimo. es verdad, y el personaje<br />
no está profundizado, pero con<br />
aquellas premisas le basta a la cantante<br />
para convencer en su Violetta de encaje<br />
y porcelana. Modélico Alfredo el de Bergonzi<br />
con la voz más hecha (ya cantaba<br />
repertorio pesado). Shenll Milnes es un<br />
buen Germont. de sana y poderosa vocalidad<br />
entonces. Prétre dirige con aliento<br />
y sin genialidad.<br />
La versión 1968 de Decca es un tanto<br />
inútil; Lorengar nunca será una creíble<br />
Violetta. por el timbre gélido, aunque la<br />
cantante es siempre musical y sincera.<br />
Aragall sustituyó al previsto Wunderlich<br />
y presta la bella voz (y nada más) a Alfredo.<br />
Fischer-Dieskau es un gran cantante,<br />
lleno de matices y aciertos, pera aquí<br />
loan Suihertend y Alfreda Kraits en /975.<br />
suena fuera de órbita. Maazel es el director<br />
mconformista de siempre, que logra<br />
descubrir colores nuevos, aunque a veces<br />
no necesarios (el No! en forte a la respuesta<br />
del coro a Alfredo: Questa donna<br />
conoscetef de la escena del insulto a<br />
Violetta).<br />
La década termina (como empezó con<br />
una versión de 1961 sin valor apreciable)<br />
con una edición en cuatro discos, publicada<br />
en fascículos en Italia, con algo rescatable:<br />
la fantástica información que<br />
acompaña a los discos.<br />
Beverly Sills es la antítesis de Caballé.<br />
Su voz es ingrata, el timbre es de soprano<br />
vieja, el vibrato es algo descontrolado<br />
y su mejor disposición se resolvía en<br />
la media voz y en el canto de coloratura.<br />
Pero Sills tenía imaginación y era artista<br />
trabajadora y voluntariosa. Así su Violetta<br />
registrada en 1971 convence a la postre,<br />
a pesar de vulgaridades y cursilerías aquí<br />
y allá. Gedda no tiene voz italiana, pero<br />
canta tan bien (el inicio piano del aria es<br />
magnífico) que puede hacernos olvidar el<br />
color vocal y algunas emisiones feas. Panerai<br />
está un poco viejo y de voz cansada,<br />
pero cumple con solvencia. Aldo<br />
Ceccato está correcto como acompañante.<br />
El disco pirata da a conocer, en estos<br />
años, versiones sobre Violetta que merecían<br />
estar ocultas. Tales como la de<br />
Sass. que parecía prometer un futuro esplendoroso<br />
pero que no fue asi; Mana<br />
Chiara. con medios notables no utilizados<br />
al máximo por una artista poco sutil: Katia<br />
Ricciarelli, la soprano todo terreno, imprudente<br />
y mimada por un público<br />
complaciente, sensible a su bien orquestada<br />
promoción. DGG y Decca terminan<br />
la década ofreciendo sendas grabaciones
discográficas de La Travista. La marca alemana<br />
acude a la rumana lleana Cotrubas,<br />
musical y luminosa voz, pero que en esta<br />
ópera verdiana suena más como Annina<br />
que como VJoletta. Domingo no está<br />
cómodo en un repertorio donde precisa<br />
unas cualidades canoras (legato, portamentó,<br />
medias voces) que nunca tuvo (y<br />
como van las cosas nunca tendrá). Y Mil-<br />
Kleiber es ei valor primordial de su registra<br />
nes repite, en peor condición vocal, su<br />
Germont de años atrás. Carlos Kleiber<br />
es el valor primordial del registro, quizás<br />
demasiado minucioso en el detalle.<br />
La marca inglesa invita de nuevo a Sutherland<br />
a demostrar que su Violetta es<br />
impresentable. La voz ha perdido ahora<br />
aliento y brilla la dicción es más claramente<br />
borrosa y la noción de que la soprano<br />
ignora lo que canta, particularmente apreciable.<br />
Luciano Ravarotti estaría perfecto<br />
en un papel que es el ideal para la voz<br />
si fuera un poco más cálido de acentos<br />
y Manuguerra es un modestísimo Germont<br />
en el plano vocal, aunque sabe<br />
cantar.<br />
Las últimas, los últimos<br />
Alfredo Kraus fue partenaire en algunas<br />
ediciones piratas antes relacionadas.<br />
El tenor canario, junto a Bergonzi. fue el<br />
mejor (habría que aclarar aún es el meior)<br />
Alfredo de los últimos veinticinco<br />
años. En estudio grabó el papel con Muti<br />
en 1982. demostrando una vez más que<br />
su voz pierde cuando entra en un lugar<br />
cerrado e incomunicado del pública Además,<br />
Muti coartó su generosidad con el<br />
aguda lo cual es reprochable. Renata<br />
Scotto, en un estado vocal penosísimo, a<br />
duras penas saca adelante el papel, aclarando<br />
siempre que la cantante es una artista<br />
y consigue frases, períodos, de una<br />
intensidad tocante. Renato Bruson canta.<br />
como buen donizettiano que es. este papel<br />
de Germont, que es para un barítono<br />
lineo, de bellos medios como el<br />
cantante posee. Muy bien dirigida la edición<br />
por Muti. no obstante, no es capaz<br />
de darle un interés como para recomendar<br />
sus resultados.<br />
Ese mismo 1982 se rodó un film sobre<br />
Traviate con Zeffirelli tras la cámara. (Años<br />
antes se rodó con Moffo, Bonisolli, en plan<br />
menos rico). La banda sonora apareció<br />
en disco inmediatamente, lo cual ha sido<br />
un craso error: Stratas. que daba gusto<br />
verla, da horror oírla; Domingo está a su<br />
altura, con la voz mejor, obviamente;<br />
MacNeil. el gran barítono de fuerza, está<br />
aquí sin fuerzas, dados los años y el<br />
abuso vocal.<br />
Hoy día cantan La Travtata sopranos tan<br />
modestitas como Cecilia Gasdia (que en<br />
otro repertorio puede quedar brillante),<br />
Catherina Malfitano. la impertérrita Katia<br />
Ricciarelh. Diana Soviero (que la cantó<br />
este año en Madrid), la Gruberova y<br />
un largo etcétera. Alguna de éstas acabará<br />
grabándola en disco. (Fosalind Plownght<br />
iba a hacerlo con Giulini; el director,<br />
prudente, desistió). De momento quien<br />
ha tenido la suerte de llegar a este medio<br />
ha sido la soprano siciliana Lucia Alíberti.<br />
En vivo en Tokyo. en una gira por<br />
el país oriental, se grabó esta versión de<br />
concierto donde la soprano estuvo rodeada<br />
por Ffeter Dvorsky, tenor de medios<br />
más que notables al servicio de un<br />
profesional desmañado y falto de preparación,<br />
y con el siempre seguro y climático<br />
Renato Bruson. Con una dirección<br />
chata de Roben Paternostro. Lucia Aliberti<br />
conf rmó nuestros miedos: voz desigual,<br />
emisiones discutibles, artista roma y sin<br />
atractivo Malos tiempos para Violetta se<br />
avecinan.<br />
Fernando Fraga<br />
DISCOGRAFIA COMPLETA<br />
(en Italiano)<br />
DISCOS<br />
(VioleEIa Vaiery AtfníOQ Germoni. Gtorgio Germoni<br />
Orquesta y Coro Director. Año de grabación).<br />
- Bev(n*ni. Turnmmello. Badtfii- Scala tle r-Han. Sabir<br />
no (1918).<br />
- Capar. Cecí. Gaieff. Scala * Milán Molar* (I9¡9)<br />
- &Hza. Zriíant. Borgonow Scaia * Mrlan. Sabajno<br />
(1935).<br />
- fonselle. jjgci. Tibbelt Metnjpolilan NI Pinna<br />
(1935)<br />
- Canrglia. G>gk Basiola. Co^riT Gerden Cimara<br />
(1939)<br />
•• Altantit Feerte. Mernll. NBC. ToMamni (IWé)<br />
- Swber.DiStefanaliernl.MeVopobtinNY. Amoniell<br />
(19491.<br />
- Guerr.ni. Inlanrrr». Sdven Opera Roma Bellera<br />
(1950)<br />
- Callas. Villero. Taddei Helias Arles MÍÍÍO De Fa<br />
bnln (1951)<br />
- Noli. Campan. Tagliabue. Opera Rema. Berreteni<br />
(1952).<br />
- CaAu, Albanese. Savarne. Raí de Turin 5anlmi<br />
(1952).<br />
- CalUí, Di Slefcno, Campolongh' Befln Aries Méxitti<br />
Mugnai (rMÍ)<br />
- SchKnwin. R5I4. Monach». Opera Rwna fticci<br />
(1*53)<br />
-- íebaW,, Rsggi. Prolli. Academia Sta Cecilia Moldan.<br />
Pfadelli (I9S4).<br />
- Callas. Di S»feruson Frlarmonia. ArnbtHJan Op<br />
Ch Muli (WÍ)<br />
- SlraUl. Dommga MacNeil Melropolitan N.I. levine<br />
(I9BI).<br />
Alfcei-ti. Dvorskf IVuson Filarmónica Te*m Fu(i-<br />
-ara Op Ch Paiemoitro (1988).<br />
F.F.<br />
SCHERZO 57
DISCOS<br />
RARTÓK: Mikrokosmos, piezas progresivas<br />
para piano en seis cuadernos Cuarenta y cuatro<br />
dúos para dos viohnes. Loránt Szüos y<br />
Komél Zempléni. pianos. Wanda Wilkomirska<br />
y Mihály Siüci. violines. HUNGAROTON.<br />
3 CD ADD. Duración: 7318", 6934' y<br />
5811". resp. (Distribuido por Ferysa).<br />
E stas grabaciones proceden de la<br />
integral de la obra de Bela Bartók<br />
publicada por Hungaroton en los<br />
años setenta, distribuida por Hispavox en<br />
aquel entonces. En muchas ocasiones hemos<br />
alabado aquella iniciativa y su niwl medio Eso<br />
no nos impide que, en determinados casos<br />
concretos, creamos no encontrarnos ante interpretaciones<br />
ideales de las obras propuestas.<br />
Es cierto que Mikrokosmos, mas aún que<br />
los 44 Dúos, son obras muy especiales donde<br />
el factor interpretativo puede ser limitado,<br />
al menos en los cuadernos iniciales. Pero<br />
también es verdad que no se trata tan sólo<br />
de complejidad y progresiva adquisición de virtuosismo,<br />
sino también de propuestas estéticas<br />
concretas. Después de este registro los<br />
propios húngaros aportaron otro de mayor<br />
interés, el protagonizado en solitario por Deszó<br />
Banki. EMI había publicado poco antes una<br />
excelente lectura del también húngaro George<br />
Solchany. Curiosamente, la versión que reseñamos<br />
ahora mejora en los cuadernos<br />
finales y resulta poco convincente en los más<br />
sencillos. Precisamente es Zempléni quien interpreta<br />
los números cinco y seis, mientras<br />
que Szucs brega con menor habilidad e inspiración<br />
con los cuatro primeros.<br />
Tan correctos y poco inspirados como Szücs<br />
aparecen los violinistas que protagonizan los<br />
Dúos, de semeíante intención pedagógica progresiva.<br />
También en este caso habrá que acudir<br />
a otra parte si queremos lo mejor:<br />
Suk-Gertler (Supraphon). Ve$\-Lysf (Astrée).<br />
Supongo que inencontrables, por el momento<br />
Pero, atención, estas versiones de hoy son<br />
válidas y honestas si no es posible acudir a<br />
esas otras alternativas.<br />
S.M.B.<br />
BEETHOVEN: integral de las Sonatas para<br />
vtolonceik) y piano, Variaciones sobre La flauta<br />
mágica WoO 46 y Op 66. Variaciones sobre<br />
un tema de judas Macabeo WoO 45. Evzen<br />
Rattay (cello), Sunislav Bogunia (piano). 1<br />
CDs CALUOPE CAL 9693/4 grabación 1983<br />
ADD. Dirección técnica: Georges Kiaelioff.<br />
64'04"y 65'46". Distribuido por Harmonía<br />
Mundi.<br />
Rattay y Bogunia intentan algo que<br />
no es frecuente en estas Sonatas,<br />
las presentan como si fueran una<br />
especie de taller o de cocina del compositor<br />
(y tal vez lo sean) y enfocan su interpretación<br />
no sobre ia expresión (es un aspecto de la<br />
composición) beethoveniana. sino sobre una<br />
relación histórica: tratan el Opus fi.° S (Sonatas<br />
I y 2) tanto en sus aspectos haydnianos<br />
como en la originalidad formal común a las<br />
primeras obras y que Beethoven utilizará en<br />
sus últimas; en la Sonata Op 102, el dúo<br />
Rattay-Bogunia trata ei fugato como una pre-<br />
58 SCHERZD<br />
Bach-Hurford<br />
Integral de referencia<br />
BACH: La obra para órgano. Peter Hurford,<br />
órgano. DECCA Ovación, Volumen I: <strong>42</strong>1<br />
337-2ADD(3CD)yVolumen2:<strong>42</strong>l 341-2<br />
ADD (3 CD). Duraciones: Volumen I,<br />
7I P ganos históricos (de Silbermann o de Schnitger.<br />
según el carácter de cada obra), lo que<br />
supone un intento de acercamiento histórico<br />
Hurford prescinde en general de las amplias<br />
articulaciones, no siempre fieles, de un Richter<br />
y por tanto de un Bach a través del órgano<br />
romántica Ello no significa que Hurford<br />
prescinda de la plenitud sonora y de una<br />
concepción eminentemente orquestal, con<br />
un notable sentido de la variación del color<br />
y una expresiva emotividad, nada fria por<br />
tanto. He señalado como otro punto de referencia<br />
a Marie-Claire Alain y basta para confirmarlo<br />
la animación y claridad con la que<br />
Hurford interpreta las Soriatas trío y que le<br />
aproximan a la encantadora versión de Alatn.<br />
No es paradójico que el moderno espíritu de<br />
autenticidad en la recuperación barroca, en<br />
el caso de la obra organística de Bach, parta<br />
del auge de la escuela barroca francesa de esta<br />
segunda mitad de siglo y no de la propia tra-<br />
S2", 73S2-; Volumen 2: 64'52", 72'9" dición alemana, mediatizada por el enorme<br />
y 75'38" Grabación: entre 1977 y 1981 en peso del dilatado romanticismo alemán. Bach<br />
los órganos de la capilla del New Collegt de es esencialmente heredero del gótico alemán,<br />
Oxford, capilla del Colegio Knox Grammar pero es también, obviamente, fundamental-<br />
de Sidney, iglesia de Our Lady of Sorrows de mente barroco El fraseo, más aligerado el<br />
Toronto y de la catedral de Ratzeburg. Pro- sentido de la ornamentación y su gracia en<br />
ductor: Chris HazeH. Ingenieros: Míchad Mai* equilibrio con la gran arquitectura, se plasma<br />
les, Simón Eadon. Colin Moorfoort. Andrew en la sensacional segunda integral de Alain,<br />
Pfnder. Sun GoodaH y Davod Marreti. publicada en Erato. en torno a 1980. «La música<br />
trasciende el instrumento y su utilización»<br />
La integral de la obra para órga- declara la propia Alain. Sí pero a partir de<br />
no de Bach fue grabada por Pe- un riguroso estudio musicológlco y de un ester<br />
Hurford entre 1977 y 1982, píritu de aproximación histórica que han per-<br />
habiendo sido ya publicada en 8 álbumes, en mitido diferenciar estilísticamente la riqueza<br />
un total de 25 LP Se trata de una de las más del Barroco. No es aquí lugar para entrar al<br />
completas, pues incluye obras consideradas en trapo del debate sobre versiones históricas<br />
el catálogo bachano como dudosas o espunas. e instrumentos originales, aunque el uso de<br />
Las obras que se recogen en estos dos pri- estos últimos sólo sea un aspecto más de<br />
meros volúmenes se agrupan por series de aquella corriente musical actual arriba seña-<br />
obras contrastadas por su carácter musical lada. Naturalmente, la interpretación del ór-<br />
y no con un criterio cronológico El primer gano de Bach sigue siendo algo apasionante<br />
volumen incluye preludios y fugas, tocatas y y abierto La elección de los registros («Na-<br />
fugas, fantasías y fugas, fantasías, fugas, die como Bach era mejor conocedor de los<br />
trios, !a Passaclagia y fuga 8WV 582, la Tocaregistros.<br />
Ese conocimiento murió con ¿I* seta,<br />
adagio y luga, la Kleines harmonisches gún la famosa declaración de su hijo Carlos<br />
Labynnth y el fedal Exerotium El segundo vo- Felipe Enmanuel), con la importancia del |ue<br />
lumen incluye el tercer libro del Clavierúbung, go de fondos, entre otros aspectos, constitu-<br />
es decir, los 21 Preludios de coral *Kimberyen un inquieto y permanente reto para el<br />
ger* y las seis Sonaras trio (BWV 525-530). intérprete moderno En esta enorme tarea y<br />
Es decir, obras desde 1700 a 1739. Tras este ante músico tan grandioso, sigo consideran-<br />
obligado inventario hay que señalar que la verdo como referencia —a la espera de su tersión<br />
de Hurford se sitúa en lineas generales cera integral en curso— de la citada versión<br />
en una voluntad de equilibrio o en un punto de Marie-Claire Alain. Tras ella, y complemen-<br />
que se aleja de las interpretaciones altiguas taria en algunas obras, esta integral de Hur-<br />
tradicionales a la alemana y se aproxima al ford es la más importante y recomendable.<br />
Bach moderno representado en el estilo de<br />
Marie-Gaire Alain. Se aleja por tanto de la<br />
interpretación tradicional de Helmut Walcha,<br />
La calidad del sonido es, además, magnífica.<br />
ue tiene, con todo, el mérito de recurrir a ór-<br />
B.C.
figuración (la demostración es brillante) de las<br />
grandes fugas: Cuarteto Op 130, que Rattay<br />
conoce bien (es el cello del Cuarteto Talich),<br />
y Sonata Op 106.<br />
La fluidez de los lempos, la interioridad expresiva<br />
(un poco como Piatigorsky-Solomon)<br />
acentúa esta impresión divulgativa: atenerse<br />
a pocos y no todos los aspectos de la obra:<br />
y en esta proposición intelectual mente revé<br />
ladora. la versión comentada no tiene rivales.<br />
Pleeth-Tan (CDs Hypenon con instrumentos<br />
originales) y Perennyi-Kocsis {CDs Hungaroton)<br />
resaltan con más brío el aspecto<br />
rítmico; Dupré-Barenboim. la expresión vital<br />
(carnal). Para quienes buscan la perfección (sin<br />
doctoralismo) existe un dsco sublime que reúne<br />
todos los aspectos y difícil de encontrar:<br />
el de Erhng Blondal Bengtson (chelo) y Anker<br />
Blyme (piano), CDs Danacord.<br />
P.E.<br />
BEETHOVEN: Sonatas para el pianoforte en<br />
Mi mayor Op, 109, en La bemol mayor Op<br />
110, en Do menor Op II. Paul Badura-Skoda<br />
(Hammerflugel de Graf 1824) CD ASTRÉE<br />
Auvidis E 8699 grabación AAD (y excelente)<br />
efectuada en Viera en 1976 y 1980 por<br />
Thomas Gallia y Paul Déry. Productor: Michel<br />
Bernstein. 59'25. Distribuido por Harmonía<br />
Mundi.<br />
Segunda reedición de este volu-<br />
fitf men: aparece hoy como último<br />
número de una integral de las Sonatas<br />
de Beethoven. realizadas con instrumentos<br />
originales (no copias de). No me gustaría<br />
hablar de la necesidad (¡y no la obligación!)<br />
de utilizar los instrumentos adaptados a su<br />
repertorio, como principio (estético • ético)<br />
sino hablar de la coherencia absoluta entre<br />
la interpretación de Baura-Skoda y los diversos<br />
instrumentos seleccionados para esta integral,<br />
desde los frágiles fortepianos para las<br />
primeras Sonatas hasta el Hammerflugel de<br />
Graf para estas últimas obras. Badura-Skoda<br />
no ofrece una música abstracta, abordada des<br />
de arriba, con una técnica trascendental: esta<br />
integral está ba|o el signo de la lucha, y del<br />
esfuerzo: el intérprete da siempre la impresión<br />
de conquistar a duras penas un mundo<br />
sonora paso a paso, y resolver problemas de<br />
toda Índole: parece que su técnica se forja con<br />
las sucesivas obras, apenas resueltos los problemas<br />
técnicos de una Sonata, se enfrenta<br />
a los nuevos problemas que plantea la siguiente<br />
Sonata: siempre abordando la obra con una<br />
técnica inferior y que se foria en el acto pianístico;<br />
la elección de los pianos sigue el mismo<br />
enterra: los instrumentos parecen siempre<br />
al límite de sus posibilidades (el Graf de 1824<br />
hubiera dado otro resultado sonoro en la Patética,<br />
Badura-Skoda ha pretende* y escuchando<br />
la integral se entiende el porqué, el frágil<br />
modelo Walter de 1790). Una tensión constante<br />
domina esta aventura dtscográfica sin<br />
precedentes: el material composic>onal bruto<br />
aparece en todo su resplandor, su violencia,<br />
su sensibilidad...<br />
Todas estas cualidades concurren en es le<br />
último volumen de la integral: nunca las tres<br />
últimas Sonatas han parecido tan inacabadas.<br />
nunca, tampoco la libertad formal de estas<br />
fantasías ha sido reconocida con tanta carga<br />
sorpresiva.<br />
P.E.<br />
BLOCH: Schelomo, rapsodia hebraica para<br />
violonceüo y orquesta. DVORAK: Concierto<br />
parí violoncello y orquesta en Si menor.<br />
Op 104 Mischa Maisky. viotoncello. Orquesta<br />
Filarmónica de Israel. Director: Leonard<br />
Bernstein. DEUTSCHE GRAMMO-<br />
PHON <strong>42</strong>7 347-2 DDD. Duración: 6819"<br />
f43"45" y 24'34", respectivamente).<br />
Obras plenamente integradas en<br />
elrepertono concertante para violoncello<br />
y orquesta, las dos piezas<br />
aquí grabadas constituyen ápices de la especialidad<br />
y han sido grabadas de manera memorable<br />
muy a menuda La versión de Maisky<br />
y Bernstein del Concierto de Dvorak supone<br />
una opción muy especial, la de un lirismo<br />
mayor a fuerza de mantener una lentitud del<br />
tempo llena de tensión poética. No creemos<br />
que esta bella lectura vaya a desbarrar las<br />
DISCOS<br />
grandes referencias de esta afortunada obra<br />
—a las que nos hemos referido repetidas veces<br />
y que tienen a Rostropovrch como protagonista<br />
con Tahch, Kara|an y Ozawa, más a<br />
Casáis con Szell y a Fournier con este mismo<br />
director, aparte de la versión auténticamente<br />
nacionales Sádlo y Neumann— pero puede<br />
situarse por derecho propio como una visión<br />
propia de obra tan conocida. En cualquier<br />
caso, es importante y constituye una hermosa<br />
experiencia el escuchar ese tenso ralenti<br />
del violoncello de Maisky cuando lo hemos<br />
oído siempre de tan distinta manera.<br />
Bernstein ya había grabado Schelomo con<br />
Rostropovich y la Orquesta Nacional de Francia.<br />
Ahora, con la de Israel y con Maisky el<br />
disco se hace mucho más deliberadamente judio<br />
en un gesto de afirmación de buena ley.<br />
La interpretación del Concierto de Dvorak era<br />
implícitamente virtuosistica: no es fácij llenar<br />
de contenido una música tocada más lenta de<br />
lo habitual. Complementariamente, la de<br />
Schelomo es de un virtuosismo manifiesto. En<br />
efecto, pocas veces se hacen tan evidentes las<br />
bel leas y cualidades de esta obra que, en mi<br />
opinión, supera considerablemente al acaso<br />
más famoso Concierto para violln del mismo<br />
El primer Beethoven de Barenboim<br />
obras mayores, como la Hammerklavier, no<br />
nos impide reconocer que hay ciclos históricos<br />
indiscutibles que van más allá de lo conseguido<br />
por Barenboim en sus jóvenes años.<br />
No vamos a abrumar su meritorio nombre<br />
ni la paciencia de los lectores con apellidos ilustres<br />
de ayer, anteayer y ahora mismo. Baste<br />
con decir que el ciclo de Barenboim se encuentra<br />
entre los inmediatamente posteriores<br />
a los grandes y que algunos de estos<br />
pueden ser apartados por algunos aficionados<br />
(como ha sucedido con el de Backhaus,<br />
por ejemplo, y prometo no pronunciar más<br />
nombres) en favor del de este músico integral<br />
de nuestro tiempo. Las características del<br />
BEETHOVEN: Las Sonatas para piano, com- pianismo de Barenbotm están ya aquí: ese fuepletas.<br />
Daniel Barenboim, piano. EMI CZS 7 go especial que a veces es enfático (y que lo<br />
62863 2. 10 CD ADD Duraciones: vid. infra. será más en el segundo ciclo beethoveniano.<br />
Fecha de grabación: 1966-70.<br />
el grabado para Deutsche Grammophon, al<br />
menos en las partes que concaco), ese pri-<br />
El sorprendente nivel medio (te la moroso sentido de la frase que es mis pro-<br />
integral de Sonatas para piano de pio del pianista que del director de orquesta.<br />
Beethoven grabadas por Baren- esa exterioridad que rehuye el misterio y tienboim<br />
entre 1966 y 1970 no nos pilla de nuede siempre a lo explícito, esa delicadeza en<br />
vas. Lo sabíamos, pero no por recuerdos, si- el tacto que nunca pretende ser sutil pero que<br />
no porque, en rigor, nunca habíamos dejado se convierte en magistral sugerencia, eia ex-<br />
de escucharla. Barenboim nació en noviemtraña madurez que le ha permitido a Barenbre<br />
de 19<strong>42</strong>. así que echen ustedes la cuenta boim destacar siempre con obras de enver-<br />
de la edad que tenía el angelito cuando emgadura más que en piezas ligeras (aquí, meprendió<br />
esta empresa, a partir del registra jor en la Op. lil que en las sonatas clásicas;<br />
en noviembre de 1966 (sería para feste|ar sus en el foso, con Tfistán; en la orquesta, con<br />
24 años), de la inevitable tríada, Patética, Cla- Bruckner)... Y así sucesivamente. En resumen:<br />
ro de luna y Appassionata. Ese considerable ni- serie económica y calidad garantizada. Un<br />
vel, que en nuestra opinión se mantiene bas- regala<br />
tante a lo largo de todo el ciclo y que tiene<br />
momentos especialmente logrados en las<br />
S.M.B.<br />
SCHERZO
DiSCOS<br />
Una novena distinta<br />
BEETHOVEN: Sinfonía N° 9en Re menor<br />
Op. 125. Aríeen Auger (sop), Catherine<br />
Robbin (con), Anthony Rolfe Johnson (ten),<br />
Gregory Reinhart (bajo). London<br />
Symphony Chorus. The Academy of Ancient<br />
Music. Director: Christopher Hogwood.<br />
LOISEAU-LYRE <strong>42</strong>5 517-2. CD.<br />
DDD. 63'I7". Grabación: Londres, septiembre.<br />
1966 Productor: Peter Wadhnd.<br />
Ingeniero: John Dunkeriey.<br />
Hogwood y Nornngton parten<br />
de presupuestos similares —salvo<br />
en un punto que veremos<br />
luego— para la interpretación de la Novena<br />
Sinfonía de Beethoven. Ambos siguen las<br />
indicaciones metronómicas del compositor<br />
(abstenerse, por lo tanto, los que piensen<br />
que Beethoven se equivocaba y estén de<br />
acuerdo con la tradición añadida), que se<br />
apartan de lo establecido de manera más<br />
llamativa en los tempi más rápidos de los<br />
compositor. Pocas veces un acto de afirmación<br />
israelita ha llegado a la altura artística de<br />
Schelomo. al margen de determinadas obras<br />
de Schoenberg. Ftacos artistas más adecuados<br />
que los que protagonizan este disco para traducirlo<br />
con su mejor sentido.<br />
S.M.B.<br />
CARMINA BURANA Vols. III y IV. Catherine<br />
Bot (sop.). Miehael George (bar). New<br />
London Consort. Director: Philip Pickett. 2<br />
CD LOISEAU-LYRE <strong>42</strong>5 117-2 DDD.<br />
62*30" y 61*13". Grabación: Londres, enero<br />
1987. Productor: Peter Wadland. Ingeniero:<br />
Stan Goodall.<br />
En su momento, fueron comentados<br />
en SCHERZO los discos precedentes<br />
de la versión de Pickett<br />
de los Carmina Burana. La presente entrega<br />
sigue, como era previsible, la misma línea in-<br />
60 SCHERZO<br />
movimientos I y III y el célebre Alia Marcia<br />
del IV. En general, puede decirse que allí<br />
donde coinciden los dos directores británicos<br />
Norringtoíi consigue una realización más<br />
depurada, seguramente gracias a su me|or<br />
ofcio directorial. Hogwood admite en su<br />
Novena más sonoridades agrias que su colega.<br />
El efecto de trueno del recitativo del<br />
cuarto tiempo es mucho más poderoso en<br />
la lectura de la Academy que en la de los<br />
London Classical Players (EMI, no remitida<br />
para critica). Desde luego. Norrington es más<br />
delicado en su fraseo del Adagio-Andante, llevado<br />
como decíamos a velocidad desacostumbrada,<br />
pero que se impone por su lógica<br />
(además de respetar lo indicado en la par<br />
titura). Los cantantes son mejores en la grabación<br />
EMI, sobre todo por la pobre<br />
intervención de Reinhart frente a la estremecedora<br />
de Salomaa. Sólo Rolfe Johnson<br />
es verdaderamente destacable con Hogwood.<br />
Ambos se muestran contenidos en<br />
la dirección del coro, pero Hogwood usa<br />
uno más numerosa Como alternativa a la<br />
literalidad textual de Norrington. Hogwood<br />
dobla los instrumentos de viento, según la<br />
propuesta, que distribuye solos y tutti de<br />
los instrumentos, del musicólogo Clive<br />
Brown. Para esta solución, se ha basado<br />
Brown en interpretaciones de la época. Se<br />
entra aqui en especulaciones, pues el número<br />
de los músjcos pudo depender en<br />
ocasiones de su calidad. La polémica sigue<br />
abierta en este punto, si bien Norrington<br />
ha demostrado con su versión que la Novena<br />
de Beethoven, sin corregirle la plana<br />
al creador, es perfectamente posible... y sobre<br />
cogederamente bella.<br />
E.M.M.<br />
terpretativa. Aun con el intento de hacerse<br />
con un estilo medieval, la emisión canónica del<br />
canto y la limpia técnica instrumental producen<br />
aqui un efecto contraproducente. Los cantos<br />
goliardicos quedan encerrados dentro de<br />
limites demasiado estrechos. Hablar de frialdad<br />
es sólo establecer una primera aproximación<br />
a la recreación del New London<br />
Consort. Estos Carmina Burana carecen de<br />
la fuerza telúrica que nos descubrió la interpretación<br />
de Rene Clemencic. Pickett los ha<br />
civilizado al eliminar el desgarro en el canto<br />
o el tañido gruesa Se trata, en el fondo de<br />
una opción cultural, pues asi se borran las referencias<br />
a la influencia árabe.<br />
E.M.M.<br />
DONIZETTI: Imelda de Lambertazzí. Fterbna<br />
Sevilla, sop. (Imelda); Diego D'Auria, ten.<br />
(Lamberto): Fausto Tenzí, ten. (Orlando Um-<br />
bertazzi); Andrea Martin, bar. (Bonifacio).<br />
Orquesta y coro de la Radiotelevisión de la<br />
Suíia Italiana. Director: Marc Andreae.<br />
NUOVA ERA 6778/79, álbum de 2 CD.<br />
DDD Duraciones: 6614" y 55'58". Grabación:<br />
Lugano, 1989. Productor: Danilo Prefumo<br />
Ingeniero: Pasquale Soggiu. Distribuido<br />
por Harmonía Mundí.<br />
Dentro del extensísimo catálogo<br />
donizettiano esta ópera es de las<br />
menos representadas desde su<br />
estreno en 1830 y. por consiguiente, de las menos<br />
conocidas Quizás la proximidad compositiva<br />
con Ana Bolena, donde el músico<br />
encuentra en la heroína trágica una inspiración<br />
más personal, modelo que luego repetirá<br />
hasta el hastio.haya dañado a esta Imelda.<br />
que no es una obra maestra obviamente, pero<br />
si posee cualidades suficientes para asegurarle<br />
una presencia más estable en los<br />
escenarios. Lo que llama la atención es el carácter<br />
rossiniano de la partitura, tanto en las<br />
escenas de conjunto (de tipo guerrero evocan<br />
las de esta índole de tancredi) como en<br />
la distribución vocal (el enamorado es voz grave:<br />
un barítono) y en las exigencias de los intérpretes<br />
(el primer tenor. Lamberto, precisa<br />
una octava aguda muy exigente). Por ende, es<br />
la menos donizettiana de las óperas del maestro<br />
de Bérgamo, que a sus treinta y tres años<br />
se debate entre la todopoderosa influencia del<br />
autor de moda y los rígidos, pero sabios consejos<br />
de su maestro Mayr. (De cualquier forma,<br />
para el interesado, el documentado trabajo<br />
que se incluye en el libreto que acompaña a<br />
los discos, exime al critico de entrar en mayor<br />
hondura de detalles a este respecto).<br />
Esta versión, registrada en VÍVQ cuenta con<br />
un plantel de voces italianas jóvenes y fervorosas,<br />
que enmascaran con entusiasmo su<br />
inexperiencia o escasez de medios. Al menos<br />
el color (y el calor) latino está presente, así<br />
como el talante y la lozanía. La parte del león<br />
está, a partes iguales, en el terceto protagonista,<br />
el clásico trio operístico: los enamorados<br />
y el rival (digamos que el tema es el de<br />
Romeo y Julieta, güelfos y gibelinos). De los<br />
tres, la Sevilla es quien consigue mejores momentos,<br />
con base en una voz bonita y afectuosa<br />
que recuerda la de Gasdía. D'Auna, el<br />
malvada llega al agudo con facilidad (a veces<br />
con artimañas) y canta con fluidez, pero está<br />
algo inmaduro Martin, el protagonista, es una<br />
voz fea e indisciplinada, con un registro agudo<br />
insufrible.<br />
El interesado por la ópera italiana en general,<br />
y por Donizetti en particular, puede sentirse<br />
satisfecho por esta publicación de Nueva<br />
Era.<br />
F.F.<br />
GERSHWIN: Naughty baby. Maureen McGovern<br />
sings Gerswhin. Con Jeff Harris. piano<br />
y dirección. Jay Leonhardt. Acoustic Bass.<br />
Grady Tate. percusión. Lou Marini, lengüetas<br />
(maderas). Mark Shercnan, percusión y vibrifonos.<br />
CBS MK 45608. CD. 58: 14 mns.
Se trata de una sesión realizada el<br />
pasado 20 de noviembre de 1988<br />
en los estudios de grabación Clinton,<br />
de Nueva York, para mayor (y merecida)<br />
gloria de la magnifica cantante Maureen<br />
McGovem. con arreglos de canciones de<br />
Gershwin.<br />
Mi admiración por la música de Gershwin<br />
es, mod esta mente, no incondicional. Considero<br />
sus comedias musicales como las de cualquier<br />
otro, como algo difícilmente soportable<br />
en su totalidad. Pero las canciones, fuera de<br />
su contexto, suelen ser magnificas. El mundo<br />
del jazz ha arreglado muy a menudo ese puñado<br />
grande de preciosidades, desde The<br />
man I ¡ove hasta I got rythm, sin olvidar Summertime<br />
(de procedencia más noble, operística)<br />
y Óf Thee I sing, todas ellas, por<br />
supuesto, incluidas en este CD<br />
En el registro que comentamos comprendemos<br />
perfectamente el porqué de ese favor,<br />
y al mismo tiempo entendemos por qué<br />
se dice a menudo que la música comercial norteamericana<br />
es la me|or del mundo. Fbrque<br />
nadie debe llamarse a engaño: este disco contiene<br />
música comercial de la mejor ley: pero.<br />
eso sí, con una interpretación que en realidad<br />
constituye el meollo creativo del registro.<br />
Como decia nuestro colega |osé Ramón<br />
Rubio del |azz, en este caso la interpretación<br />
(o sobre todo ella) es la obra. El amplio registro,<br />
la capacidad de vocalización y agilidades,<br />
el sentido del humor de esta<br />
show-woman consiguen una recreación fascinante<br />
del mundo de Gershwin, Ha sido para<br />
nosotros, humildes comentaristas de música<br />
culta, el descubrimiento de una gran artista<br />
a través de un disco gratificante en lo inmediata<br />
y bastante divertido. Por supuesto; nadie<br />
busque nada parecido a la linea vocal de<br />
Bess o al registro de Sarah Vaughan. por monero<br />
dos maneras gershwimanas. ftero escuchando<br />
el disco uno cree que Maureen<br />
McGovern podria hacerlo como ambas, sin<br />
que aquellas (los dioses del jazz me perdonen<br />
por la parte que le toca a la Vaughan)<br />
puedan acercarse a lo que ella consigue.<br />
S.M.B.<br />
GOUNOD: Mireilte. Andrée Espówto. »p.<br />
(Mireilte); Alain Vanzo. ten. (Vincent); Gabriel<br />
Bacquier, bar. (Ourríasj; Suzanne Darbans,<br />
mei. (Taven). Coros de la RTF y orquesta<br />
Radio-Lyrique. Director: Jules Gressier.<br />
CHANT DU MONDE LDC 27B92I. ADD<br />
Duración: 113'. Grabación: París, 1959. Producción;<br />
Ingeniero: No figuran (Proviene del<br />
archivo de Radio Franee). | Distribuido por<br />
Harmonía Mundi.<br />
Mtreitle ocupa un honroso tercer<br />
puesto dentro de la producción de<br />
Gounod en merecer atención por<br />
parte de la escena linca y la grabación discográfica,<br />
aunque a cierta distancia de las dos<br />
primeras. Fuera de las fronteras francesas es<br />
raro ver programada esta ópera algo nail. de<br />
elegante melodía y eficaz progresión dramática.<br />
Durante algunos años la única versión disponible<br />
que ofrecía el mercado del disco era<br />
la que dinge|André Cluytens.|con un equipo<br />
de cantantes muy idóneos (Vivalda, Gedda.<br />
Gluck según Berlioz<br />
GUJCK: Orphée el turydicc Anne Sofie von<br />
Otter. cont, (Orphée); Barbara Hendricks,<br />
sop. (Eurydice): Brígítte Fournier, sop.<br />
(LÁniour). Coro Monteverdí. Orquesta de la<br />
Opera de Lyon. EMI7 4983-<strong>42</strong>, álbum de dos<br />
disco! DDD. Duraciones: 4I'45" y 46'SI".<br />
Grabación: Lyon. Auditorium Maurice Ravel,<br />
enero-febrero de 1989. Productor: Alain Duchen>in.<br />
ingeniero: Míchel Lepage.<br />
¡Un Oriéo mas!, exclamarán para si muchos<br />
melómanos, e incluso la reducida minoría hispánica<br />
de gluckianos adictos. Sí, pero un Orfeo<br />
distinto, porque nos hallamos ante la<br />
versión de Berlioz sin la consuetudinaria retraducción<br />
al italiano del texto del ibreto por<br />
él usado, es decir, la traducción francesa, debida<br />
a Pierre-Louis Moline —con destino a la<br />
versión parisiense de 1774— del libreto original<br />
italiano de Ranien da Calzabigi. ¡Qué más<br />
hizo Berlioz? Ante todo, reescribió la parte<br />
principal para contralto (destinatana: la gran<br />
Paulme Viardot, para unas representaciones<br />
en el Teatro Lineo de París en 1859). desechando<br />
al tenor muy agudo de la versión francesa<br />
y teniendo presente que el creador<br />
vienes de la obra era un castrado (Gaetano<br />
Guadagni); pero, eso sí, adaptó a la tesitura<br />
de contralto los recitativos y arias nuevas añadidas<br />
por Gluck en París. Asimismo. Berlioz<br />
suprimió los baifets presentes en el epilogo<br />
de dicha versión, y el coro final LAmour<br />
tnomphe, considerado un poco banal y que<br />
fue reemplazado por el de Echo el Narcisse.<br />
Le dieu de Paphos et de Cmde. En fin, escribió<br />
una dificilísima cadencia para el aria de bravura<br />
del protagonista Amour. viens rendre i<br />
mon ame, puesto que, creyendo que era obra<br />
de Ferdmando Bertoni y no de Gluck', consideró<br />
que podía permitirse esta libertad. Colaboraron<br />
en la escritura de la mtsma la propia<br />
Viardot y el joven Camille Saint-Saéns. quien<br />
además se cuidó de rehacer la instrumentación<br />
del aria.<br />
Todo lo dicho anteriormente es necesario<br />
para comprender la contradicción en la que<br />
ha incurrido el director John Eliot Gardiner.<br />
¡Por qué recurrir a la versión de Berlioz. si<br />
DISCOS<br />
él mismo afirma, en su artículo contenido en<br />
el libreto que acompaña al cofrecillo, que
DISCOS<br />
Dens). reunidos previamente para una edición<br />
de los Festivales de Aix-en Provence, origen<br />
teatral del registra Luego vino la edtción de<br />
1979. dirigida por Plasson y su Ca pito le de<br />
Toulouse. a la que. para ciarle alguna promoción<br />
internacional, se sumó en la protagonista<br />
a Mirella Freni junto a un reparto típico y<br />
exclusivamente francés. La edición que ahora<br />
se comenta surge con un pequeño inconveniente;<br />
las limitaciones que imponía el<br />
medio radiado para el que se programó, es<br />
decir, que las retransmisiones tenían un tope<br />
temporal y ello obligaba a efectuar cortes. Los<br />
que aquí se realizan están hechos con mucha<br />
p rafes ionalidad. afectando solamente a partes<br />
recitadas y nunca a los números solistas,<br />
[jera a veces, el cambio de una escena a otra<br />
es de tal brusquedad (no tiene el ritmo propio<br />
impuesto por los silencios o las pausas que<br />
definen el devenir teatral de una ópera) que<br />
pierde esta versión bastante atmósfera dramática.<br />
Se nota demasiado que está cantada,<br />
no actuada. Este es el único inconveniente<br />
a priori a la edición, por el resto, muy equilibrada<br />
en voces, todas de profesionales que<br />
dicen muy bien, cantan con el estilo y la musicalidad<br />
requerida y cuentan con una dirección<br />
que auna brillo e intimidad. Concretando<br />
algo más: es necesario destacar la presencia<br />
siempre interesante de Alain vanzo, Vincent<br />
de inmaculado fraseo, cálido en la mezzavoce.<br />
siempre impecable de línea.<br />
La partitura elegida es la que restituyó Reynaldo<br />
Hahn en 1939, con el final trágico y para<br />
soprano lírica (con lo que el vals Legere<br />
hirondelle brilla por la ausencia).<br />
La presentación de Chant du monde corresponde<br />
al sistema de doble duración, con lo<br />
que los 113 minutos de duración figuran en un<br />
solo CD<br />
F.F.<br />
GRANADOS: Danza española N.° 5. Valses<br />
Poéticos. La Maja de Coya. FALLA: Homena/e<br />
a Debussy. Danza del Corregidor. Canción<br />
del pescador Danza del molinero.<br />
ALBENIZ: Sevilla. Asturias. Tanga Córdoba.<br />
TURINA: Fandanguitlo, Soleares. Ráfaga.<br />
SANGRERAS: El Colibrí. RODRIGO: Fandango<br />
ALBENIZ: Sonata. ANÓNIMOS CA-<br />
TALANES (Arr- Miguel Uobet): El testamen<br />
de Amelia. La nit de nadal. El noy déla mare.<br />
John WMiims, guitarra. Disco compacto<br />
ADD CBS Record*, wrie Maíterworks. MK<br />
44794. Compilación de grabaciones dd 30<br />
th Street Studk> de Nueva York de 1964 y<br />
del Síshopigate I ni t ilute de Londres, año<br />
1969. Producido por Paul Myers. Duración:<br />
74-02".<br />
Este compacto es una reedición<br />
de éxitos de grabación que el célebre<br />
guitarrista australiano realizara<br />
en los años de 1964 y 1969.<br />
No obstante la ve/ez de las versiones, este<br />
compacto hace frente al momento actual sin<br />
pérdida alguna de categoría y entidad.<br />
El neo timbre y el amplio espectro de matices<br />
de este guitarrista, se enseñorea a toda<br />
lo largo del compacto dedicado en su<br />
62 SCHÉRZO<br />
integridad a compositores españoles, con la<br />
sola excepción del argentino |ulio Sagreras,<br />
Naturaímenle, nada de lo que hay aquí<br />
constituye novedad alguna al tratarse de una<br />
compilación de material que apareció anteriormente<br />
siendo ampliamente conocido y difundido.<br />
El compacto tiene precisamente la<br />
finalidad de la celebración del 25 aniversario<br />
de la primera edición, referido naturalmente,<br />
en este caso, a las grabaciones en Nueva<br />
York del año 1964.<br />
La calidad de grabación es óptima y el paso<br />
a disco compacto reafirma y actualiza un<br />
material que es de la más alta calidad interpretativa.<br />
Un compacto muy recomendable, con méritos<br />
sobrados para engrosar las discotecas<br />
más exigentes.<br />
LMG.<br />
HAENDEL fephta. Nigel Robson (ten),<br />
Lynne Dawson (sop.). Anne Sophie von Otter<br />
(con.), Miehel Chinee (contraten). Stephen<br />
Varcoe (bar), Ruth Holton (sop.).<br />
Monteverdf Choir. English Baroque Soloists.<br />
John Eliot Gardiner. 3 CD PHILIPS <strong>42</strong>2<br />
351-2. DDD I5S'2I". Grabación: en directo,<br />
Stadthalle GótUngen, 13-16 junio 1968.<br />
Productor: Wilhelm Hellweg. Ingenieros:<br />
Hein Dekker y Stan Taal.<br />
¡ephta, escrito en 1751, es el último<br />
oratorio compuesto por<br />
Haendel y prácticamente su última<br />
obra de importancia. Puede decirse que<br />
con esta página el músico consigue una maestría<br />
extrema en el tratamiento de un texto<br />
dramática La psicología de los personajes, sobre<br />
todo |ephta y su hi|a Iphis (a la que debe<br />
sacrificar por un voto a la divinidad), nos esdescrita<br />
en transformación por la música, al<br />
irse enfrentando aquéllos con los hechos daves<br />
del drama.<br />
Como en sus otras interpretaciones de oratorios<br />
haendehanos, Gardiner evidencia en esta<br />
lectura un hondo sentido del discurso<br />
Recitativos, arias y coros son integrados en<br />
un todo progresivo. En especial, los coros tienen<br />
una gran fuerza narrativa. El arco de tensión<br />
va siempre en aumento El núcleo trágico<br />
de la obra, escenas tercera y cuarta del Acto<br />
II. se presenta con una extraordinaria cohesión,<br />
donde inflexiblemente suceden los acontecimientos<br />
dictados por el fatum.<br />
Frente a esta opción de Gardiner. sólo otra<br />
versión, también con criterios históricos, resulta<br />
de un nivel comparable, la de Nikolaus<br />
Harnoncourt (Teldec). El director berlinés se<br />
muestra incluso más dramático que el británico,<br />
algo comedido en su pintura de la tragedia.<br />
Harnoncourt crea sonoridades más<br />
acidas con el Concentus Musicus y, en general,<br />
cuenta con mejores contribuciones vocales,<br />
sobre todo por las intervenciones de<br />
VJemer Hollweg (Jephta) y Raúl Esswood. cuyo<br />
color y caracterización lo sttúan muy por<br />
encima de Michael Chance.<br />
E.M.M.<br />
HAYDN: Los tres tríos para violín, viohncello<br />
y piano: núms. 38 en fíe mayor Hob XV.<br />
24: 39 en Sol mayor. Hob XV. 25, y 40 en<br />
Fa sostenido menor. Hob XV. 26. London Fortepiano<br />
Trío: Monica Huggett, violín; Timothv<br />
Masón, violoncello; Linda Nicholson, fortepiano.<br />
HYPERION CDA66297, DDD Duración:<br />
47'74". Grabación: Londres (?). 30<br />
y 31 de enero de 1988. Productor: Cecile<br />
Kelly y Edward Perry. Ingeniero: Antony<br />
Howell Distribuido por Harmonía Mundi.<br />
Valorar este compacto obliga ante<br />
todo a efectuar algunas advertencias<br />
acerca de la potencia y<br />
calidad sonora de los instrumentos utilizados<br />
por los intérpretes. La violinista Momea Huggett<br />
toca una réplica de un Amati realizada<br />
por Rcwland Ross en 1987. Instrumento, pues,<br />
demasiado nuevo como para haber alcanzado<br />
la sonoridad ideal; la afinación no siempre<br />
es impecable, y falta más víbralo y una mayor<br />
tensión en el arca El violoncelista Timothy<br />
Masón usa un instrumento construido por William<br />
Foster en 1766, y de los resultados se<br />
deduce una falta notoria de redondez sonora.<br />
ft>r su parte, la pianista Linda Nicholson<br />
recurre a un fortepiano obra de |ohann<br />
Schantz (Viena, 1797), de menor potencia y<br />
resonancia más amortiguada que un piano actual.<br />
Esta es la opción, respetable, pero no<br />
ideal: quien avisa no es traidor.<br />
Ahora bien, la interpretación de los Tres<br />
Tríos para violin, cello y piano de Haydn —<br />
que. publicados en Londres en I79S. merecen<br />
conceptuarse como la aportación más importante<br />
dentro del capítulo camerístico de<br />
este compositor, hecha la salvedad, naturalmente,<br />
de sus setenta y siete cuartetos— ofrecida<br />
por el London Fortepiano Trio muestra<br />
una serie de cualidades raras de hallar en otras<br />
versiones de obras con instrumentos originales<br />
(¡qué expresión tan inexacta y absurda!),<br />
como por ejemplo la elegancia y buen gusto<br />
en el fraseo y la adecuación al lenguaje del<br />
Clasicismo vienes. Eso se advierte ya en el extenso<br />
Allegro del Trío núm. 38 y también en<br />
el encantador Andante del núm. 38. cuyo Poco<br />
Adagio está por otra parte vertido con todo<br />
el aliento lírico necesario.<br />
jo-R.B.<br />
MONTEVERDI: tespro delta Beata Vérgme.<br />
La CapeHa Rea). Coro dd Centro Música Anüca<br />
di Padovi. Director: Jordi Savall. ASTREE<br />
E 8719 2 CD DDD 95' Grabación: Mantua,<br />
Basílica de Sanu Barbara, noviembre<br />
198B. Productor: Micüel Bemstein. Ingenieros:<br />
María y Michel Bemstein. Distribuido por<br />
Harmonía Mundi.<br />
MONTEVERDI: Vespro delta Beata Vergine.<br />
Monique Zanetti, GuMIlan Fisber (sop.), David<br />
Cordier {contratenor), John Elwes. Wi-<br />
INain Kendall. Nko van der Meei (ten.). Peter<br />
Kooy, Philippe Cantor (bajo). Música Fiata<br />
Kóln. Kammerchor Stuttgart. Choralschola<br />
der Niederaheicher Scholaren. Director:<br />
Frieder Berniui. DEUTSCHE HARMONÍA<br />
MUNDI. RD 77760. 2 CD DDD 92'39".
Gigli, íntimo y original<br />
LEONCAVALLO: Pagttaca. Beniamino Gigli.<br />
ten (Canio); Iva Pacetti, sop. (Nedda): Mario<br />
Bastóla, bar. (Tonio): Leone Pac!, bar. (Silvio).<br />
Orquesta y coro del Teatro alia Scala<br />
de Milán. Director: Franco Ghkme. EMICDH<br />
7633092, I CQ ADD Duración: 7236".<br />
Grabación: Milán, 1934. Productor: Fred<br />
Gasberg. Ingeniero: N.N. Precio económico.<br />
Hace unos meses se publicaba en<br />
CD la Cavallena rusticana sin su<br />
frecuente compañera Payasos,<br />
presentada ahora por EMI en lo que parece<br />
ser, dado que este año es el del centenario<br />
del lenor, el proyecto de incluir en aquel soporte<br />
todas las grabaciones completas de Gigli.<br />
Un plan tan oportuno como plausible.<br />
Estos Payasos, los segundos en el listín discográfico<br />
de microsurco (la primera versión es<br />
de cuatro años atrás, con la Pampanini. Merh<br />
y Galleffi) son destacables no sólo por la presencia<br />
del tenor, que es la estrella indiscutibte<br />
del registro, sino también por el resto del<br />
equipo, homogéneo y muy representativo de<br />
su época. Mario Basiola canta con su slancio<br />
ejemplar el Prólogo, con su voz amplia, a lo<br />
largo y ancho de la gama, de timbre noble<br />
y robusta En el resto de la ópera se echa a<br />
faltar, empero, dada las características del papel<br />
algo de intencionalidad y dramatismo, dentro<br />
siempre de una presencia vocal y desco-<br />
Grabación: iglesia evangélica de Gónnfngen,<br />
enero 1989. Productor: Wolf Eríchson. Ingeniero:<br />
Andrea» Neubronner.<br />
Dos nuevas grabaciones de tas Wsperas<br />
monteverdianas que suponen<br />
aportaciones muy distintas a<br />
la discografia de la obra. Mientras Bernius nos<br />
ofrece una lectura correcta, dentro de estilo<br />
y con aciertos parciales. Savall se ha enfrentado<br />
audazmente al genio de Monteverdi y<br />
lo que ha hecho sólo puede ser definido como<br />
una revolución de nuestro entendimiento<br />
de la pieza. El director catalán ha contado<br />
con unos medios instrumentales y. sobre toda<br />
vocales —extraordinario el coro de<br />
Padua— superiores a los reunidos para el registro<br />
alemán. Pero la diferencia no es sólo<br />
de calidad técnica. Las Vísperas de La Cape-<br />
Ha fieial son las primeras del sonido grabado<br />
llante. La facetti es una de las últimas sopranos<br />
dramáticas italianas que ha dado este siglo.<br />
Más controlada que la Caniglia, cuyo timbre<br />
recuerda, da a Nedda sobre todo temperamenta<br />
destacando del personaje su lado duro<br />
e insolente (en el dúo con Ionio); le falta<br />
acaso algo de lirismo para el aria y un poco<br />
de sensualidad para el dúo con Silvia Pero la<br />
Pacetti arrastra por su timbre resonante y su<br />
entusiasmo controlado (por la batuta, pero<br />
lamben, parece, por el media que la cantante<br />
desconoce. Con Gigli ese coqueteo con el micrófono<br />
es obvio). Nessi canta muy bien su<br />
Serenata de Arlequín, que no acaba con nota<br />
aguda y Pací hace un Silvio cercano a lo correcto,<br />
Gigli cantaba por primera vez completo el<br />
personaje de Cania En escena lo haría ocho<br />
años después. Prudencia e inteligencia son dos<br />
bienes escasos en una carrera canora: hay<br />
ejemplos múltiples de lo contraria Gigli parte<br />
de dos premisas para encarar su Canio. el<br />
color (oscuro y espeso) que imprime a su voz<br />
y la línea de canto que, sin perder perfiles de<br />
ortodoxia, se hace más rígida. El resultado es<br />
un Canio de fuerza patética más que de desgarro<br />
inmediato, un ser que. movido por las<br />
circunstancias, actúa en contra de sí mismo<br />
y de sus deseos. Como movido por una fuerza<br />
extraña. Es curiosa esta lectura que, posiblemente,<br />
se deba tanto a la casualidad como<br />
a la intención del intérprete. Quedan en Gigli<br />
algunos resabios de la época, verbigratia: los<br />
Infamia del postludio orquestal luego de l*sti<br />
la giubba. No empañan para nada a este<br />
Canio de Gigli. intimo y original, uno de los<br />
más excitantes de la historia del disco (el de<br />
Bergonzi, treinta años después, participa de<br />
algunas semejanzas, aunque con mayor elaboración<br />
y menos categoría vocal).<br />
Ghione dirige al equipo escalígero con el<br />
oficio que se conoce y con la suficiente inspiración.<br />
F.F.<br />
verdaderamente mediterráneas. La pasión en<br />
el decir, la sensualidad del sonido instrumental,<br />
presentes en la recreación de SavaJI, son<br />
elementos que se le escapan casi por completo<br />
a Bernius. El Kammerchor de Stuttgart<br />
se muestra además mucho más masivo que<br />
el Coro de Padua. Las partes gregorianas son<br />
más tímidas en esta versión, dando una imagen<br />
más conventual, en tanto que la Schola<br />
Gregoriana que interviene con Savall es oscura<br />
y rocosa, creando un efecto de enorme<br />
belleza. La decisión de los cantantes es también<br />
muy superior en el disco de Astrée. Fijémonos,<br />
por ejemplo, en su expresiva manera<br />
de acometer los melismas. aspecto en el que<br />
se desorientan un tanto los cantantes de Bernius.<br />
En cuanto a la claridad de texturas en<br />
los con|untos, también es mayor en la interpretación<br />
de Savall que en la de éste. Aunque<br />
estemos ante un caso extremo del disco<br />
DISCOS<br />
como fotografía de una realidad sonora —<br />
espacialidad, efectos de estereofonía—, la versión<br />
de jordi Savall de las Vísperas supone una<br />
notable contribución a nuestro conocimiento<br />
y aprecio de la obra.<br />
E.M.M.<br />
MOZART Casación en Sol mayor, KV 63 y<br />
Serenata en Re mayor KV 203 (IB96). J«*n-<br />
Jacques Kantorow (violin). Orquesta de<br />
Auvergne. Director: Leopold Hager. DE-<br />
NON CO-73676 CD Digital. Duración:<br />
6925" Grabación: Iglesia de Sainie-Chapele,<br />
Vk le Comte. mayo de 1988. Director de<br />
grabación: Yoshiharu Kawaguchi. Ingeniero:<br />
Yuko Takahashi. Distribuido por Ferysa.<br />
Sexta entrega de las obras completas<br />
para violín y orquesta de<br />
Mozart, la primera de las obras<br />
aquí reunidas justifica su presencia por el concertante<br />
del quinto movimienta Adagio, y la<br />
segunda por el concierto casi cabal para violín<br />
y orquesta que constituyen sus movimientos<br />
2-4 (Andante, Menuetto y Allegro).<br />
Compuesta en 1769. la Casaoón, en siete movimientos,<br />
cumple los requisitos mínimos de<br />
la serenata austríaca representada en Salzburgo<br />
por Michael Haydn: una marcha de introducción<br />
(o despedida) y uno al menos de los<br />
movimientos lentos concertantes. La Serenata,<br />
fechada en 1774, es la tercera de las mozartianas<br />
en que hay movimientos de concierto,<br />
y fue tal vez una Finalmusik (música compuesta<br />
para celebrar el final de curso de la Universidad)<br />
o bien compuesta para la onomástica de<br />
Colloredo (se la ha llamado Serenata Colhredo).<br />
Aunque compuesta aparte, no hubiera<br />
estado de más que en este caso se hubiese<br />
añadido su correspondiente Marcha KV 237<br />
(189c). siquiera como apéndice ilustrativa Se<br />
echan, asimismo, de menos en esta interpretación<br />
muchas de las repeticiones previstas en<br />
la partitura. En cuanto a la ejecución, la orquesta<br />
suena empastada, con unos tempi muy<br />
bien elegidos por Leopold Hager. de larga experiencia<br />
y reconocido prestigio en estos pentagramas.<br />
Notable en general la intervención<br />
del solista, especialmente cálido en el concertante<br />
de la Casación, y sobresaliente el anónimo<br />
oboe en su diálogo con la orquesta en<br />
el Trio de la Serenata.<br />
A.B.M.<br />
MOZART: Las bodas de Fígaro. Wixe». Norman.<br />
Freni. Ganzarolli, Minton. Casula.<br />
Grant, Tear. Lennox, Vfrtson, Hudson, Palmer,<br />
Clarke. Orquesta Sinfónica y Coro de<br />
la BBC. Director: Sir Colin Davis. PHILIPS<br />
<strong>42</strong>6 195-2 ADD Grabación: abril de I97t,<br />
Londres. 2. 54'40". Precio económico.<br />
En su día esta versión fue colocada<br />
en un digno segundo plano detrás<br />
de las clásicas de Busch<br />
(Tumabout. 1935), Kara|an I (EMI. 1949). Kteiber<br />
(Decca, 1955) o G
DISCOS<br />
día codearw con ellas s¡n hacer ningún ridiculo<br />
y mantenía perfectamente la comparación con<br />
la de Bóhm II (DG. 1968). algo menos notable<br />
que las anteriores, e incluso ¿ventajaba a<br />
lasdeGui(EMI, I95S) y Posbaud (Fathé, 1955).<br />
Y lo hacia con base en una excelente disposición<br />
teatral de todos sus elementos, en un ágil<br />
movimiento escénicn en un general equilibrio<br />
orquesta-voces y en una claridad de reproducción<br />
más que estimable. La dirección de<br />
Davis. llena de verbo y firmeza, es resuelta,<br />
decidida, contundente (en ocasiones, demasiado)<br />
y briosa: prosaica en el mejor de los<br />
sentidos, de sensualidad un tanto gruesa, Queda<br />
falta por ello de sutileza, de gradación en<br />
los matices (planos, reguladores, dinámicas),<br />
de finura. No posee, por eiemplo, el perfume<br />
acendradamente mozartiano de la de<br />
Busch, la elegancia de la de Karajan (ambas<br />
lamentablemente sin recitativo seco), la concisión<br />
y multiplicidad de sentidos fia profundidad,<br />
en una palabra) de la de Kleiber o la<br />
fastuosidad napolitana de la de Giulini. Ni alcanza<br />
el cuidado en las texturas y luminosidad<br />
de la de Muti (EMI, 1986); o la potencia<br />
y transparencia de la de Solti (Decca, 1982);<br />
ni siquiera el valor sugerente de la segunda<br />
de Karajan ¡Decca. 1979). Ni descubre tampoco<br />
nuevos horizontes y atractivas pulsiones<br />
como la de Oestman (LOiseau Lyre, I9B8).<br />
aunque pueda ser más estimulante que la de<br />
Marriner (Philips, 1986), Las dos últimas y la<br />
debida a rtuti fueron examinadas, respectivamente,<br />
en los números 32. 9 y 20 de<br />
SCHERZQ Para que nada falte habria que citar<br />
también la excelente dirección de Haitmk<br />
(EMI, 1988), mas completa que la de Davis,<br />
aunque gobernando un poco más que discreto<br />
equipo de cantantes.<br />
Qué duda cabe que una de las bazas de la<br />
versión ahora reeditada —con muy buen sonido<br />
por cierto— en compacto es. por el contrario,<br />
un sólido reparta con nombres<br />
importantes. A destacar sobre todo la inmejorable<br />
—en lo puramente vocal, porque en<br />
lo expresivo podrían preferirse una Seefried.<br />
una Gúden (más amorosas y sensuales), una<br />
Popp o una Battle (mas traviesas)— prestaciones<br />
de Freni. que hace una Susanna deliciosa<br />
y matizada, fresca y cálida. La Norman,<br />
algo fuera de sitio, brinda su timbre suntuo-<br />
SOi en aquel momento todavía intacto su fraseo<br />
inteligente, su musicalidad y su vanada<br />
acentuación (que la batuta no siempre resalta);<br />
es discutible, no obstante su estilo mozartiano,<br />
y canta en ciertos instantes un poco<br />
a las bravas. Eficaz, aunque con un timbre nada<br />
atractivo y evidentes durezas de emisión,<br />
Ganzarol'i: elegante, con centro interesante,<br />
a lo Dieskau, y agudos abiertos, Wixell. un<br />
Conde de buena factura. Desigual, sin componer<br />
un Cherubino demasiado creíble, la<br />
Minton, bien la Casula y excelente Tear —<br />
por actitud más que por voz—, que construye<br />
un inteligente Basilio,<br />
A.R<br />
MOZART Conciertos para pianos N o><br />
20-27. Malcolm Bilson, fortepiano. The English<br />
Baroque Soloisu. Director: John Eliot<br />
Gartfiner. 4 CD. ARCHIV <strong>42</strong>7 846-2. DDD.<br />
de Jochum (en su álbum de 4 CDs DG) no<br />
haya sido alcanzada (ver comentarte de Rafael<br />
Onega en SCHERZO de diciembre).<br />
Die Crossen Messen es un álbum valtosísimo<br />
(lo escribo sin ironía), ya que cumple con<br />
uno de los deberes de la discografia: atestiguar<br />
la evolución de los estilos interpretativos.<br />
RE.<br />
PONCE: Criaciones y Fuga sobre las Folias.<br />
BROWER; Decamerón negro. TOSAR:<br />
Gandhara. LAMARQUE-PONS: Sonatina<br />
SAVIO: Batucada. Eduardo Fernandez, guitarra.<br />
Disco compacto DDD. DECCA «I<br />
816-2. Henry Wood Hall de Londres, junio<br />
de 1988. Ingeniero de sonido: Sttnley Goodall.<br />
Duración: S6'3I".<br />
Los registros de Eduardo Fernán-<br />
é dez, siempre novedosos, despliegan<br />
aquí una faceta más de su<br />
personalidad, ampliamente compenetrada de<br />
los autores contemporáneos / latinoamericanos.<br />
Se conjugan en este compacto nombres de<br />
compositores ya célebres, caso de ftjnde y<br />
Brower, con otros menos célebres como los<br />
uruguayos Tosar, Lamarque-Fbns Y Savio.<br />
Mención aparte merece Héctor Tosar, el<br />
más grande compositor uruguayo vivo, injustamente<br />
desconocido, o escasamente conocido,<br />
sobre todo en los circuitos europeos.<br />
Representado aquí con su obra Gandhara (diferencias<br />
sobre si bemol-mi), una pieza guitarristica<br />
que dala de 1984, confirma la evidencia<br />
de que estamos frente a un auténtico genio<br />
musical. Identificado con las corrientes más<br />
modernistas. Tosar es, como lo fuera Villa-<br />
Lobos y lo es Brower, un autor de bases<br />
auténticamente latinoamericanas, dueño de<br />
un lenguaje mu/ personal de gran riqueza y<br />
poderío expresivo Aunque no publicada aún,<br />
no pasará mucho tiempo sin que esta obra<br />
maestra de gran envergadura, se constituya<br />
el clásico ineludible del repertorio guitarrlstico<br />
Lamarque-Rxis. compositor uruguayo fallecido<br />
en 1982, pertenece a las corrientes nacionalistas<br />
de fuertes tintes modernistas. En<br />
su producción se conjugan muy efectivamente<br />
elementos del Tango, la Milonga y los ritmos<br />
africanos, con la música europea. Su<br />
Sonatina para guitarra es una pequeña joya<br />
guitarrística merecedora de mayor divulgación,<br />
propuesta inteligentemente por Fernández.<br />
El compacto se cierra con la Batucada de<br />
Isaías Savio, guitarrista, compositor y, sobre<br />
todo, maestro uruguayo, responsable formador<br />
de toda una generación de guitarristas internacionales,<br />
como el relevante caso de<br />
Carlos Barbosa-Lima. Largamente establecido<br />
en Sao Paula Brasil, en cuyo Conservatorio<br />
fundara en 1948 la cátedra de guitarra,<br />
muere en la misma ciudad en 1978. Esta deliciosa<br />
Batucada es la N.° 7 y última de una serie<br />
titulada Senas Brasikiras, basada en ritmos<br />
populares del Brasil, partícipe de una belleza<br />
expresiva fresca y espontánea, indagadora de<br />
la riqueza rítmica y melódica del acervo brasileño,<br />
con tal maestría, que emparenta con<br />
las mejores creaciones de Ginastera.<br />
Un compacto muy jugoso, conformado ade-<br />
PURCELL: The Fairy Queen. Con Njncy Argenta,<br />
Charles Daniels, B«rnard Loonen,<br />
Francote Bazola, Jéróme Correas y otros so<br />
Nstai vocales. Les Ara Floriuants. Director:<br />
William Christie. HARMONÍA MUNDI<br />
FRANCE. 2 CD DDD. HMC 1308.09. Duración:<br />
MHfl" y 63'54". DiitribuWo por<br />
Harmonía Mundi.<br />
Auténtica delicia<br />
Obras como Kmg Arthur. The Indian<br />
Queen o The Fairy Queen<br />
son ejemplos de ese típico género<br />
inglés de los siglos XVII y sobre todo XVIII<br />
en Inglaterra, la maskarade,<br />
fara comprenderlo hay que acudir al género<br />
zarzuela, más que al del Smgspiel.<br />
Y nos referimos a la zarzuela del XIX, no<br />
a la del XVII, que era auténtica ópera a la española.<br />
Se trata de una pieza dramática con<br />
incrustaciones musicales. Esa música es lo que<br />
se registra cuando se nos ofrece una producción<br />
discográfica de una de estas obras, como<br />
en este caso. Algo muy distinto a Dido<br />
y Eneas, que es una ópera continental, aunque<br />
con procedimientos musicales loénticos<br />
más por una memorable interpretación de las<br />
Variaciones y Fuga sobre las Folias de España<br />
de Fbnce y la mas evocadora del Decamerón<br />
Negro de Brcwer. Recomendamos muy especialmente<br />
este registro, símbolo de inteligencia,<br />
musicalidad y maestría,<br />
LMJS.<br />
PUCCINI: Edgar. Renata Scotto, lop. (Fidelia);<br />
Cario Bergonzi. ten. (Edgar): Gwendolyn<br />
KiHebrew. mez. (Tigrana); Vicente Sardinero,<br />
bar. (Frank); Mark Munkittick. baj. (Guakiero).<br />
Orquesta de Opera de Nueva York. Dirección:<br />
E« Queler CBS M2K 79213, álbum<br />
de 2 CD ADD Duraciones: 52'30" y <strong>42</strong>W.<br />
Grabación- Nueva York, 1977. Producción:<br />
Sleven Spxtein y Piul Myers. Ingenieros: Tonkel,<br />
Cherin y RossTrevor<br />
Primera y única, hasta el momento,<br />
grabación completa de esta<br />
ópera puccimana. que hace el nú-<br />
DISCOS<br />
a los de la maskarade. Sólo que las auténticas<br />
maskarades. como The Fairy Queen. surgen<br />
a partir de masques que se intercalan<br />
dentro de la acción, y Dido y Eneas, en su<br />
brevedad, ofrece una continuidad musical<br />
completa, lo cual es una excepción en la obra<br />
escénica de Purcell.<br />
Con esta versión de Les Arts Florissants son<br />
ya tres, si no me equivoca las versiones fonográficas<br />
de The Fairy Queen. Después de<br />
Deller y Gardiner (Harmonía Mundi y Archiv,<br />
respectivamente) nos llega esta versión que<br />
nos hace pensar que vamos de mejor en me-<br />
|or. Lo pensamos, pero no nos atrevemos a<br />
asegurarlo categóricamente. La escucha de<br />
aquéllas es un placer, y la de Les Arts Florissants,<br />
tanto da. es un auténtica delicia. Fbr<br />
su sentido de lo cómico y de lo lírica por su<br />
pequeña teatralidad (que no puede ser plena<br />
en una obra de estas características), por<br />
su musicalidad tan original (quien escuche la<br />
verdión de Gardiner y la que comentamos puede<br />
creer que se encuentra ante obras distintas),<br />
consistente en un endiablado sentido del<br />
tempo, mucho más francés que Gardiner. que<br />
no es necesariamente el más british, y que<br />
a veces se pasa por lo contrario fero también<br />
por la gracia especial de ese plantel de<br />
voces del que nos hemos limitado a reseñar<br />
los primeros nombres de cada cuerda (sopranos,<br />
contraten ores, tenores, barítono —sólo<br />
hay uno— y bajos). Obra que admite la escucha<br />
separada, en números netamente independientes<br />
que acompañen a una versión más<br />
de £1 sueño de una noche de verano del querido<br />
Guillermo, su escucha parcial o continua<br />
garantiza el gozo sonriente de los mayores placeres<br />
del oído, no incompatibles, ni mucho<br />
menos, con los del resto de la carne,<br />
S.M.B.<br />
mero dos de su catálogo fcxrste, no obstante,<br />
una pequeña selección que RCA incluyó<br />
como complemento a su registro de (973 de<br />
Le Villi y que protagonizan Barry Morelt y<br />
Nancy Stokes, edición ya ausente del rriercado<br />
y con un nivel discreto Esta que propone<br />
CBS pertenece al grupo de óperas inusuales<br />
que la marca americana registró en colaboración<br />
con el Carnegie Hall, a finales de los<br />
setenta, tales como Aroldo. Gemma di Vergy<br />
o le Cid. De todas estas grabaciones en vivo<br />
y en sesión de concierto es, sin duda, la más<br />
lograda esta desigual, pero interesante obra<br />
puccmtana. No podía entonces (ni ahora) contare<br />
con una pareja protagonista más idónea<br />
ni característica que la reunida para la presente<br />
edición. Scotto da a Fidelia todo el encanto<br />
y experiencia de una carrera versátil y sugestiva.<br />
La soprano, aún en plena forma, encuentra<br />
en el personaje, tierno y trágica de la<br />
heroína de Puccini un vehículo perfecto para<br />
sus medios de soprano lírica (en un momento,<br />
sin embarga en que la soprano de Savona<br />
estaba embarcada ya en cometidos que<br />
SCHERZO 65
DISCOS<br />
excedían sus posibilidades vocales). Bergonzi.<br />
en una tesitura musical bastante incómo<br />
da para su registro tenoril como es este<br />
personaje de Edgar siempre incidiendo peligrosamente<br />
en el zona de paso al agudo, es<br />
el genial cantante de siempre: impecable de<br />
emisión, cálido de linea, musical y neo en el<br />
fraseo. Una lección. Sardinero da alguna prestancia<br />
sonora a un personaje desdibujado y<br />
con poco material de lucimiento. La Kíllebrew<br />
es intérprete entusiasta con medios desiguales<br />
v dicción imposible de seguir. La Queler<br />
dirige con claridad y brillo, más atenta a la be<br />
Iteza del sonido que al énfasis dramático Técnicamente,<br />
la realización es sobresaliente.<br />
F.F.<br />
RACHMANINOV: Concierto núm. 3 en Re<br />
menor, Op. 30. para piano y orquesta. Rapsodia<br />
sobre un Tema de Pagaron, Op. 43. Vladimir<br />
Feluman, piano. Orquesta Filarmónica<br />
de Israel Director: Zubín Mehta. CBS MAS-<br />
TE RWORKS MK 44761, DDD Duración:<br />
64'54". Grabación: Auditorio Mann efe Tel<br />
Aviv. 1988 jen directo). Productor: Georges<br />
Kadar. Ingeniero: no consignado.<br />
Tras la experiencia de las versiones<br />
grabadas por Ashkenazy/<br />
Ormandy, Ashkenazy/Solti. Vásáry/Ahronovich<br />
y Berman/Abbada uno no<br />
puede deiar de preguntarse acerca del sentido<br />
que pueda tener volver a las andadas con<br />
el celebérrimo Tercer Concierto de Rachmaninov.<br />
como no sea el de utilizarlo como vehículo<br />
de presentación del pianista Vladimir<br />
Feltsman: para tal fin nada mas fácil que instalar<br />
los micros en la sala de conciertos /captar<br />
incluso algunos aplausos'. El resultado es<br />
un disco apañadito que por lo que a la toma<br />
de sonido respecta, distancia a veces demasiado<br />
a la orquesta: típico de las grabaciones<br />
Uve.<br />
Feltsman elige una lectura refinada y casi intimista;<br />
ello se percibe ya en el tratamiento<br />
del largo tema vagante, meditativo y bellísimo<br />
con el que se inicia el primer movimiento<br />
(Allegro ma non tanto), y en su impártante<br />
cadencia, en la que las demostraciones de agilidad<br />
y fuerza sólo se las permite el pianista<br />
en los momentos más estrictamente necesarios.<br />
En el segundo movimiento (Intermezzo:<br />
Adagio), merece destacarse el relieve que Feltsman<br />
sabe dar. con un primoroso sustento<br />
proporcionado por Mehta y sus huestes, al<br />
breve episodio en estilo de vals cadenciado<br />
que Rachmaninov intercala en las variaciones<br />
de aquél. En fin, en el tercer movimiento (Finale:<br />
Alia breve) el solista se muestra debidamente<br />
incisivo ante la fuera rítmica de los<br />
dos temas principales. En conjunto, y a pesar<br />
de lo dicha se echa a faltar en la Filarmónica<br />
de Israel la amplitud sonora de una Orquesta<br />
de Filadelfia o de una Sinfónica de Londres,<br />
pero el trabajo de Mehta para resaltar la riqueza<br />
sonora de la parte sinfónica es ejemplar.<br />
Acompañan al Concierto las casi inevitables<br />
Variaciones Paganini, en una brillante versión<br />
muy bien secundada por Mehta y los músicos<br />
israelitas, quienes —esta vez si— ejecutan<br />
un importante trabajo, especialmente las<br />
maderas.<br />
Jo.R.B.<br />
66 SCHERZO<br />
RESP1GHI: Belfagor. SylviaSa». Giorgio Lamberti.<br />
Lajos MiHer, Liszló Polgír. Klára Tacacz,<br />
Magda Kalmár, Márij Zemptóni. Pal Barany,<br />
Zita Komaraiczky, Marta Lukun, jinos Totn.<br />
Jószef Modvay y Zoltín Damián. Orquesta<br />
y coros de la Radio-Televiíión de Hungría (Ferenc<br />
Sapzon) y Orquesta del Estado Húngaro<br />
(Lamberto Gardelli). HUNGAROTON<br />
HCD 12850-51. Duración: miV. Distribuido<br />
por Ferysa.<br />
La obra operística de Respighi es<br />
poco frecuentada por el disco, casi<br />
tan escasamente como por los escenarios,<br />
Esta es la primera grabación completa<br />
de Belíagor. estrenada en 1920 sobre un<br />
libro de Claudio Guastalla. basado en una comedia<br />
de Ercole Moreselli.<br />
Respighi. fuera de su mundo orquestal descriptivo<br />
v colorista, suele hallarse incómodo<br />
En esta ópera, la incomodidad es evidente, salvo<br />
en los momentos impresionistas, como un<br />
amanecer o la situación orquestal que permite<br />
evocar una plaza aldeana, etc. Allí la<br />
maestría instrumental y secuencial de Respight<br />
brillan con su acostumbrado y seguro resplandor.<br />
BeKagor no tuvo una acogida excesivamente<br />
cálida en su estreno, aunque contó con el protagonismo<br />
del ilustre Mariano Stabile. Luego,<br />
su suerte en ios teatros ha s¡do avara. Contribuye<br />
a esta historia la ineficacia del libreta<br />
reiterativo y literario, con un personaje central<br />
un tanto demoniaco, pero desleída rodeado<br />
de figuras tópicas. Respighi oscila entre<br />
un recitativo pucciniano sin la verba melódica<br />
de Pucdni y una apelación a formas del can<br />
to hablado que recuerdan a Mussorgsky y De<br />
bussy. con todos los inconvenientes que estos<br />
modelos tienen al traducirse al italiano. La obra<br />
es correcta y aburrida, y su exhumación tiene<br />
más de documento que de recreación propiamente<br />
dicha.<br />
La lectura aquí comentada se centra en el<br />
sonido, de una presencia realmente inquietante,<br />
y en la conducción de Gardelli. que domina<br />
el estilo con minucia y limpidez. Los<br />
protagonistas son competentes, aunque suenan,<br />
un tanto como ecos de grandes figuras<br />
del cincuenta. Sass recuerda a Callas. Lambertí<br />
a Del Monaco y Miller (BeHagor) a Gobbi. Fblgar<br />
y Takacs, en roles menos comprometidos,<br />
se parecen a si mismos.<br />
En su afán por rescatar la metadla de la música<br />
y acercarnos a obras inasequibles en vivo,<br />
el comparto está cumpliendo una Urea<br />
de precisión histórica muy encomiable y vaya<br />
este reconocimiento a grabaciones como la<br />
presente.<br />
B.M.<br />
SCHUBEKTi Cuarteto para flauta, viola, guitarra<br />
y violoncello Sonata Arpeggione. Introducción<br />
y variaciones •Trockne Blumeni. Toke<br />
Lund Chrlstiansen, flauta. Eliubeth Wettenholz,<br />
piano. Tutter Gibvskov. violin. Henrik<br />
Obe". viola. Asger Lund Chriitlansen y Nieb<br />
Ulkner. violoncillos. Ingolf Olsen, guitarra.<br />
Nieis Thomjen. clarinete. Per Jacobsen,<br />
trompa. Aiger Svendsen, fagot. KONTRA-<br />
PUNKT 32024. DDD Duración: 7339".<br />
Grabación: octubre de 1988 y febrero de<br />
1989. Ingeniero y productor: Jesper Jorgensen.<br />
Distribuido por Nehuel Records.<br />
Dentro de la considerable cantidad<br />
de obras escritas por Schubert<br />
para conjuntos de cámara,<br />
la mayor parte de ellas son infrecuentes tanto<br />
en concierto como en disca salvanda claro<br />
está, los Quintetos y algunos Cuartetos.<br />
Fbr esta razón, siempre se recibe con agrado<br />
cualquier iniciativa tendente i divulgar las<br />
composiciones schubertianas dentro de este<br />
género. El sello danés Kontrapurikt ha intentado<br />
con este compacto colaborar en esta positiva<br />
divulgación musical. Digo «ha intentado»<br />
porque, de las obras en él contenidas, sólo<br />
una de ellas es totalmente original. Me refiero<br />
al Cuarteto para flauta, viola, guitarra y violoncello.<br />
En el caso de las otras dos —Sonata<br />
Arpeggione e Introducción y variaciones<br />
«Trockne Blument— se trata de una transención<br />
para flauta, en el primer caso, y de una<br />
instrumentación para octeto, en el segundo<br />
Todos estos arreglos han sido realizados por<br />
Toke Lund Chnstiansen. solista de flauta en<br />
todas estas composiciones. Mi pregunta inmediata<br />
es la siguiente: ¡Qué sentido tienen estos<br />
arreglos} Personalmente, pienso que la<br />
única finalidad perseguida con ello es el lucimiento<br />
del propio solista. Esto podría entenderse<br />
en el caso de la transición para flauta<br />
de la Sonata Arpeggione. pero no en el de<br />
la instrumentación para octeto de la Introducción<br />
y variaciones tTrockne Blument, puesto<br />
que esta obra, ya en su origen, está escrita<br />
para flauta y. por consiguiente, tratándose de<br />
la ejecución por el propio solista, carecen de<br />
todo sentido las adiciones instrumentales.<br />
Además, creo que todos estos arreglos y<br />
transcripciones en música, aparte de resultar<br />
innecesarios, son muy discutibles desde el<br />
punto de vista estético y. desde luego, desvirtúan<br />
la idea original de la obra y del propio<br />
compositor.<br />
Para que no todo sea negativo en este comentario,<br />
debo señalar que la interpretación<br />
de las obras es excelente y que Toke Lund<br />
Christiansen realiza una lectura nítida y perfectamente<br />
equilibrada. A pesar de ello, yo,<br />
personalmente, buscaría, a ser posible, las interpretaciones<br />
originales.<br />
FC.U.<br />
SCHUBERT: Sonata para piano en La menor.<br />
Op. <strong>42</strong>, D 845. Sonata para piano en Mi mayor,<br />
D 157, Extractos (12) de los 34 valses sentímenteles.<br />
Op, 50. D 779 y Vals en La bemol<br />
mayor. D 978. Míchel Dalberw. DENON<br />
CD-73787 CD Digital. Duración: 6BI0".<br />
Grabación: Sala de ChStonnyre, Corseaux<br />
(Suiza), febrero de 1989. Director de la grabación:<br />
Yoshtharu Kawaguchi. Ingeniera: Hlrashi<br />
Goto. Distribuido por Ferysa.<br />
Parece mentira, pero es así: a siete<br />
años vista del bicentenario del<br />
nacimiento de Schubert. en muchos<br />
aspectos de su producción sigue siendo<br />
un perfecto desconocida Y ello es, sobre to-
do, verdad referido a la obra para piaña Frente<br />
3 la popularidad de las senes de<br />
Impromptus o de los Momento! musicales,<br />
las Sonatas permanecen aún en la noche del<br />
olvido para el gran público Por eso hay que<br />
celebrar cuantas grabaciones se publiquen con<br />
la intención de rellenar esa grave laguna y<br />
cuantos recitales incluyan alguna de estas<br />
obras. El disco que nos ocupa constituye, además,<br />
la primera entrega de la integral de Sonatas<br />
de Schubert. por lo que justo es que<br />
los fastos de bienvenida se vean redoblados<br />
en número y pompa. Y hay también que felicitar<br />
a los responsables de la edición por empezar<br />
por el principio (más o menos, pues con<br />
Schubert nunca se sabe a ciencia cierta): la<br />
Sonata en La menor D 845 fue la primera en<br />
publicarse (1825-1826) y la Sonata en Mi mayor<br />
D IS7 (inacabada: falta el cuarto movimiento)<br />
la primera en componerse. La,<br />
contrapartida inevitable en este caso es el<br />
marcado contraste en cuanto a contenido que<br />
la distancia en el tiempo comporta: mientras<br />
que la una es un tanteo (serio, pero tanteo<br />
al fin) de las posibilidades de la forma, la otra<br />
refleja la madurez de quien ya está a punto<br />
de abordar la composición, por ejemplo, del<br />
Cuarteto La muerte y la doncel/3 (jcuanias diferencias<br />
y cuántas similitudes en el tema del<br />
segundo movimiento, Andante poco mofo!)<br />
y anuncia el profundo ptanismo de un Brahms.<br />
El valiente ejecutante es el ¡den (35 años) concertista<br />
francés Michel Dalberto, técnicamente<br />
irreprochable, pero más inclinado por una<br />
interpretación ligera que trascendental y por<br />
ello más cómodo en la Sonata juvenil y en la<br />
selección
DISCOS<br />
«La posteridad hizo pagar caro a<br />
é Telemann la insolente victoria que,<br />
en vida, consiguió sobre J.5 Bach.<br />
Este hombre, cu/a música era admirada en<br />
todos los países de Europa, es hoy olvidado,<br />
desdeñado La gente no se molesta siquiera<br />
en conocerle...'. Estas palabras de Ftomain Rclland,<br />
escritas hace más de medio siglo, indican<br />
con claridad la suerte que ha corrido la<br />
música de Telemann durante mucho tiempo.<br />
Telemann fue, posiblemente, el más prolifico de<br />
los compositores alemanes de su época, tocó<br />
todos los géneros y, demostrando poseer<br />
un espíritu totalmente abierto a las nuevas<br />
tendencias, llegó incluso a componer, al final<br />
de su vida, obras en las que abrazaba abiertamente<br />
las últimas conquistas musicales de<br />
la época. A pesar de todo esto y de la excelente<br />
calidad de su música, el compositor pasó<br />
al olvido después de su muerte. A partir<br />
de mediados del presente siglo, aunque de<br />
manera muy lenta, su figura ha sido reivindicada<br />
con (usOcia. A traías del concierto y. sobre<br />
todo, del disco, se han ido conociendo algunas<br />
de sus obras. Este conocimiento sigue siendo<br />
parcial e insuficiente, dada la enorme<br />
extensión de su obra. Seria por ello mu/ encomiable<br />
una mayor dedicación del disco y.<br />
en especial, del concierto, a este autor.<br />
Con la publicación de las Sea Sonatas para<br />
flauta de pico, el sello discográfico danés fontrapunkt<br />
nos ofrece la posibilidad de ampliar<br />
un poco el conocimiento restringido sobre este<br />
músico. Estas páginas, dentro del más pu<br />
ro estilo barroco, son deliciosamente<br />
interpretadas por Vicki Boeckman, acompañada<br />
por la viola da gamba y el clavicémbalo,<br />
a cargo de Finn Hansen y Lars Ulrilc Mortensen.<br />
respectivamente, En algún otro comentario<br />
discográfico ya he hecho referencia a la<br />
excelente musicalidad demostrada por Lars<br />
Ulrik Mortensen. En cuanto a Vicki Boeckman<br />
y Finn Hansen. su nivel interpretativo se encuentra<br />
muy en primera linea, debiendo destacarse<br />
la perfecta labor de coordinación<br />
puesta de relieve por los tres ejecutantes. Los<br />
instrumentos utilizados son copias de modelos<br />
barrocos originales, lo cual influye positivamente<br />
en el sonido. El disco, muy bien<br />
grabado, permite una audición sumamente<br />
grata de estas páginas. Compacto, en definitiva,<br />
muy recomendable.<br />
RECITALES<br />
ñG.U.<br />
ALFONSO X EL SABIO: Cantigas de Santa<br />
María. ALBENIZ: Malagueña. SAINZ DE LA<br />
MAZA: ftítenera para guitarra. Andaluza.<br />
MORENO TDRROBA. Madroños. ALBE-<br />
NIZ: Sonata. PUJOL: Canción de cuna. El<br />
abe/orro ANÓNIMO (Verdón Miguel Uob«):<br />
La filia del Marxant. SOR: Tema con variaciones<br />
Op. 9. MONTSALVATGE:<br />
Habanera. GRANADOS: Danza española N°<br />
5. FALLA: Homenaje a Debussy. Danza del<br />
molinero. RUIZ PIPO: Canción y Danza N."<br />
68 SCHERZO<br />
I. ANÓNIMO; Romance. Narciso Yepes.<br />
Guitarra. Compacto ODD <strong>42</strong>3 699-2.<br />
DEUTSCHE GRAMMOPHON. Duración:<br />
59'IO". Grabación: Hamburgo. enero de<br />
1989. Ingeniero de sonido: Heinz Wíkjhagen.<br />
Con el titulo: «Romance de<br />
Amor», este ya legendario guitarrista,<br />
intenta una visión panorámica<br />
de la de la música española de todos los<br />
tiempos, compuesta para guitarra. En otros<br />
casos se trata de transcripciones, justificadas<br />
plenamente por tratarse de composiciones nacidas<br />
siempre de una inspiración guitarn'stica.<br />
El viejo maestro demuestra en este compacto<br />
que el tiempo madura, asienta y pule.<br />
Sus versiones gozan de serenidad y reposada<br />
madurez, hechos que no siempre constituyeron<br />
su principal característica. El tiempo parece<br />
haberle otorgado un color de tonos más<br />
cálidos y ricos, como si ahora se escuchara<br />
más a sí mismo.<br />
Las Cantigas de Santa María de Alfonso X<br />
el Sabio, aunque discutibles siempre desde un<br />
punto de vista musicológtco, conservan bien<br />
el espíritu de las mismas, en una transcripción<br />
inteligente en lo guitarrístico y musical.<br />
Madroños de Moreno Torraba está plasmada<br />
de manera muy personal, aunque parece<br />
alejarse un punto de la indicación Allegretto<br />
Grazioso det autor. Yepes lo encara algo lento<br />
y reconcentrada pero tiene la particularidad<br />
de convencernos con un |uego inteligente<br />
de matices y densidades.<br />
Un compacto que no aporta novedades pero<br />
que conserva el interés, y que decae con<br />
la inclusión del inmerecidamente célebre Romance<br />
anónimo.<br />
LMG.<br />
RENATO BRUSON: Recital de canciones:<br />
Beethoven, Mozart, Gluck, Alessandro Scaf-tatti.<br />
Schubert, Domzetti, Líszt y Ravel. Marcus<br />
Creed al piano. Producción: Mlchael<br />
Horwath y Christa MüHer Ingeniero: Wailer<br />
MüHer. Grabado en la Opera de Berlín<br />
el 22 de diciembre de 1988. CAPRICCIO-<br />
RIAS digital stereo 10295. Duración: 59'Or".<br />
Distribuido por Feryía.<br />
Bruson es uno de los barítonos<br />
italianos de primera magnitud de<br />
la actualidad (y no sobran), destacando<br />
como verdiano y, en menor grada<br />
como bekantista. Sus medios son calificados,<br />
timbre esmaltado, centro sólida agudo expansiva<br />
sonido roturvdo En la zona alta su instrumento<br />
ha perdido color y robustez, pero<br />
recuerda, aún. tiempos mejores.<br />
El repertorio de cámara no es habitual en<br />
su trabajo, acaso porque la generosidad vocal<br />
no siempre es cómoda en un concierto<br />
con piano y resta intimidad a la interpretación.<br />
También, tal vez, por limitaciones de idioma.<br />
En esta serata hay de todo. Lo mejor es la<br />
zona del programa que se acerca a la expresividad<br />
operística: Mozart (Un bacio di mano)<br />
Gluck (O del mío dolce ardor), Scariatti,<br />
una página italiana de Schubert y tres canciones<br />
de Donizetti en napolitano.<br />
Los Sonetos del Petrarca musicados por<br />
Liszt son un comentario verbal a unas piezas<br />
pianísticas y el canto extrovertido de Bruson<br />
no se adecúa del todo a la propuesta. En las<br />
canciones de Ravel {Don Quijote a Dulcinea)<br />
hay cierto desfase lingüístico y estilístico.<br />
En todas las páginas, la prestación de Creed<br />
es adecuada y solvente,<br />
B.M.<br />
ALFREDO KRAUS: Recitalcon canciones de<br />
Üszt. Donizetti, Mascagni. Respighi y Verdt<br />
Edelmiro Arnaltes al piano. Productores: Michael<br />
Horwath y Christa MüHer Ingeniero:<br />
Hansjórg Saladin. CAPRICCIO-RIAS, digital<br />
stereo 10272. Duración: 67"37". Distribuido<br />
por Ferysa.<br />
Varios incisos señalan a este compacto<br />
como una pieza curiosa: que<br />
Kraus se prodigue poco en las plataformas<br />
de concierto, que aborde cierto repertorio<br />
infrecuente y que (esto con menos<br />
sorpresa) exhiba tal lozanía de medios no obstante<br />
haber cumplido sus primeros sesenta<br />
años.<br />
La voz del tenor canario {excúsese la redundancia<br />
en el canto) está firme, sólida, timbrada,<br />
suficiente de fiato, y le permite mostrar<br />
sus aquilatadas cualidades: nitidez en la emisión,<br />
dicción cristalina, articulación impecable,<br />
afinación indefectible.<br />
El repertorio aquí abordado, italiano en lo<br />
verbal, salvo un par de páginas donizettianas,<br />
contiene algunas rarezas, como Tres Sonetos<br />
de fetrarca de Liszt y tres arietas de Mascagni.<br />
El intérprete destaca, como no podía ser<br />
menos, en las obras del bel canto ochocentista,<br />
zona de su sensibilidad y de su experiencia<br />
cantable en la cual se siente más a gusto<br />
y para la que cuenta con más fuertes bazas.<br />
Su dominio del desarrollo melódico, su acariciante<br />
cantilena, su legato y su señorío sobre<br />
el volumen del instrumento lucen especialmente<br />
en Donizetti, En todo casa Arnaltes<br />
es un acompañante atento y competente.<br />
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DISCOS<br />
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
Vísperas de las revoluciones: dulzura de vivir<br />
I) Proposición<br />
S<br />
i la música inglesa (y británica) moderna<br />
{del principio de siglo) ha encontrada o<br />
se ha encontrado contemporáneamente,<br />
con su público; si el compositor inglés no es<br />
el arista alucinado, maldito o rechazado de<br />
y por la sociedad, como en el resto de la Europa<br />
occidental, tal vez sea. y según la observación<br />
de Elie Faure. por esta razón: el<br />
compositor francés, para olvidar su racionalismo,<br />
sueña con su razón; el compositor germano<br />
actúa (escribe) con su ensoñación;<br />
mientras, el compositor inglés (británico) sueña<br />
con su ensoñación y actúa (escribe) con<br />
su razón.<br />
Cuando el compositor francés (y me adelanto,<br />
hablando de música contemporánea,<br />
quedándome er> los tópicos) construye un edificio<br />
estético (no hablo dé los ffanrfes): cuando<br />
.el compositor germano se realiza dentro<br />
de una intuición panteista; cuando el misticismo<br />
pasional del compositor ibénco (Falla, pero<br />
sobre todo Mompou) se transforma en una<br />
impresión de voluptuosidad física; cuando la<br />
embriaguez eslava vapulea la inteligencia entre<br />
la mcertídumbre del saber y las certezas<br />
del amor; cuando el compositor italiano es<br />
indiferente a todo lo que no es furor (o dolcezza)<br />
de vivir; el compositor inglés (británico)<br />
construye una potente y rígida máquina,<br />
sin mística, depurada de los impulsos del sentimienta<br />
los arrebatos del corazón.<br />
2) Comentario<br />
Lo que distingue al compositor inglés (y cito<br />
otra vez a Elie Faure) tal vez sea que escribe<br />
solamente cuando tiene algo que decir; la<br />
lista de tas músicos fracasados es mucho más<br />
restringida en Gran Bretaña que en el resto<br />
de Europa; y si estas islas tienen menos compositores<br />
que otros países, éstos (los compositores),<br />
quedan por la originalidad de su<br />
pensamiento, por la energía de su lenguaje<br />
La inmensa poesía que encuentran en el gusto<br />
por las cosas, penetra en su música como<br />
un cordial intercambio entre ellas (las cosas)<br />
y el ser humano Fbr encima de una apariencia<br />
a veces ñoña, un gran y fuerte sabor, divertido<br />
o áspero pero siempre recio, circula<br />
sin cesar en las obras, habitadas por el perfume<br />
del mar. de la aventura, de la evasión; poesía<br />
de las vías lácteas, de los espacios helados;<br />
eco del vuelo lineo de Shakespeare hasta Milton:<br />
de Swift a Defoe; de Stevenson a Wells<br />
o a Kipling. La orgia de pasiones, la violencia<br />
sin remordimientos, el egoismo sin culpabilidad,<br />
la brutalidad justificada por la moral, que<br />
caracterizan a la epopeya británica se encuentran<br />
intactas en la música.<br />
Adriana, como las leen agers de su época,<br />
bebía, en los puos cerca de los docks londinenses,<br />
lima con vodka, fumaba Woodbmes<br />
o Players. creo, un tabaco rubio ácido y deli-<br />
70 SOHERZO<br />
cioso en el besa Se mezclaba, en la más pura<br />
tradición de la Segunda de Elgar. con los<br />
cadburys (frutt n'nut) que comia yo. entre pipa<br />
y cervea.<br />
De las fbmpas y Circunstancias, glorificadas<br />
por Elgar, hasta A child ofour time, está todo<br />
el itinerario de un pensamiento, de una<br />
actitud al munda El salto fue previsto por el<br />
mismo Elgar en su Segunda Sintonía: descomposición,<br />
intento de recomposición, agarrarse<br />
(es licuó) a lo que irremediablemente se<br />
va. Drama, drama cultural, drama vital que<br />
nos atañe, drama vivido y fuertemente, ya que<br />
encontramos la misma identificación en las interpretaciones,<br />
al menos las que tengo que<br />
comentar.<br />
Encontramos una primera generación<br />
(Bouli, en este lote de discos) completamente<br />
identificada con la música, pero sin ilusión<br />
ya. (Me gustaría oír unas interpretaciones anteriores<br />
a la de Boult, para el gozo de la glorificación).<br />
Boult conoce la iondon Symphony<br />
de Vaughan Williams, este tierno adiós: y conoce<br />
la Sexta del mismo autor. Identificación,<br />
pues, pero en un segundo grada sin inocencia.<br />
Una segunda generación (interpretativa y<br />
compositiva) formada por los Tippett. Bntten...<br />
pertenece al rechazo político (comunismo,<br />
objeción de conciencia) y durante un<br />
tiempo a Id marginación social (alejamiento<br />
temporal de la vida musical tradicional: las primeras<br />
experiencias musicales obreras de Tippett,<br />
por ejemplo); a la marginación sexual<br />
(Isherwood, Foster han escrito mucho y muy<br />
bien sobre este tema). Estas marginaciones<br />
temporales (muchos obtuvieron el título de<br />
Sir) se traducen en una cierta violencia en las<br />
composiciones contemporáneas de la rebeldía<br />
(A child ofour time) y después, en la interpretación,<br />
en una cierta distancia; Bntten<br />
ama profundamente la música de Elgar (Op<br />
47) como a toda la música inglesa, pero no<br />
quiere (o no puede) acercarse como lo hace<br />
BoulL La música inglesa, sin embarga no ha<br />
cumpltdo con una de sus cualidades culturales<br />
la violencia desenfrenada y creadora que<br />
encontramos en su teatro y poesía contemporáneos,<br />
desde los Angry young men hasta<br />
la Fbesía-Basura de un Orton, y que encontramos<br />
en otra música (Se* Pistols, por<br />
ejemplo),<br />
A la primera integración (recuperación o<br />
aceptación de los nativos marginados) corresponde<br />
la integración de los foráneos. Inglate<br />
rra representa, para el imaginario colectiva<br />
a tal punto el pueblo de la aventura, que fue<br />
la única cultura (o el único país), con la excepción<br />
de la España del Greco, en haber integrado<br />
un extranjero tan lejano como puede<br />
ser un judío polaco (Conrad) en su más car<br />
nal substancias, y hacer de este superviviente<br />
de pogroms un príncipe de la acción y de<br />
la ensoñación identificadas. A este judio polaco<br />
corresponde en la música otra pero húngaro<br />
esta vez: el hoy Sir Georg Solti.<br />
Integración, es cierto, pero con una agresivi-<br />
dad para con su nueva patria que recuerda<br />
la de Jackson ft>llock hacia sus primeros cuadros<br />
figurativos, que violentó hasta llegar a la<br />
abstracción que conocemos. Escuchemos cómo<br />
en la sexta Variación Enigma. Ysobel. Solti<br />
queda totalmente insensible a la ternura<br />
explayada por el viola... ¡Insensible? ¿Qué digo?<br />
Sir Georg. olvidándose de su nueva condición<br />
nobihar o tal vez acordándose de ella,<br />
le escupe literalmente encima.<br />
Pedro Elias<br />
DRl l l EN: Spnng Symphony. Op 44 Jennifer<br />
Vyvyan, Norma Procter, fcter Pears. Orquesta<br />
y Coro de The Royal Opera House,<br />
Covent Garden, Coro de niños de Em anual<br />
School. Britten (director). Cantata Académica.<br />
Op 62. Hym to Sí. Cecilia. Coro y Orquesta<br />
de la Sinfónica de Londres. George<br />
Malcolm. CD LONDON <strong>42</strong>5 153-2 ADD.<br />
1961. 74'30". Precio medio.<br />
ELGAR: Enigma Vánations. Op 36. Sinfónica<br />
de Chicago. Solti. Faktaff, estudio sinfónica<br />
Op 68 Filarmónica de Londres. Sorti. CD<br />
LONDON <strong>42</strong>5 155-2. ADD 1976 y 1980.<br />
64'IO". Precio medio.<br />
GRAINGER (SALUTE TO PERCY). Peter<br />
Pears, John Shirley-Quirk. English Chamber<br />
Orchestra. Ambrosian Singers, Wándsworth<br />
Boys Choir, Linden Singers. Benjamín Britwn.<br />
Sieuan Bedford CD LONDON <strong>42</strong>5<br />
159-2-ADD. 1969 y 1978. 73'IB" Precio<br />
medio.<br />
HOLST. The nanea Filarmónica de Londres,<br />
voces femeninas del Coro de Filarmónica de<br />
Londres. Sir Georg Soki. The Perfect Fool.<br />
Egdon Heath. Filarmónica de Londres. Sir<br />
Adrián Bouk. CD LONDON <strong>42</strong>5 152-2.<br />
ADD 1979 y 1962- 73'32". Precio medio.<br />
TIPPt I I: A child ol our time. Elsie Morrison,<br />
Pameb Bovuden. Richard Lewó, Richard Sunden.<br />
Orquesta y Coro de la Real Filarmónica<br />
de Liverpool. Sir John Pntchard. The<br />
Weeping Babe April Cantello Coro John Alldis.<br />
Sir Colín Davis. ADD 1958 y I96S CD<br />
LONDON <strong>42</strong>5 158-2. 69'2
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
D mitri<br />
Shostakovich<br />
(1906-1975) compuso<br />
esta ópera entre<br />
1930 y 1932 con libreto escrito<br />
en colaboración con<br />
Alexander Preis sobre una<br />
historia del clásico ruso NikolaiLeskov<br />
(1831-1895), y la<br />
estrenó en el Pequeño Teatro<br />
de Opera de Lenmgrado<br />
el 22-1-1934 y dos días<br />
más tarde en el Teatro Stanislavsky<br />
de Moscú, en ambos<br />
casos con gran éxito<br />
Este se prolongó hasta que<br />
un articulo aparecido en<br />
PraVtia el 26-1-1936 (reflejo al<br />
parecer del disgusto que a<br />
un tal José Stalin, presente<br />
en una de las representaciones,<br />
le produjeron tanto la<br />
música como la acción) calificó<br />
la obra de «caos en lugar<br />
de música», «basurero<br />
de ruidos sin rima ni razón»,<br />
y al autor de «formalista<br />
burgués». (Curiosamente,<br />
también en Estados Unidos<br />
conoció esta ópera primero<br />
el triunfo y, antes aún que en<br />
la Unión Soviética, el repudio:<br />
una revista neoyorkina<br />
acuñó para esta obra el término «pornofonía»<br />
en 1935). Lo que a continuación sucedió<br />
es de sobra conocido, el autor abandonó el<br />
proyecto de una especie de Anillo soviético<br />
dedicado a la mujer rusa, en diciembre del<br />
mismo año retiró de los atriles su Cuarta Sinfonía<br />
el dia previo a su anunciado estreno y<br />
presentó la Quina dos anos más tarde con<br />
el curioso subtitulo de «Respuesta de un artista<br />
soviético a una critica justa». Lady Macbetn<br />
no volvió a ver la luz de los escenarios<br />
hasta enero de 1963 en Leningrado, revisada<br />
tanto en su música como en su texto y ahora<br />
titulada Kalenna Ismaitova. De esta versión revisada<br />
hay una grabación sin fecha (3 CD LE<br />
CHANT DU MONDE) debida al elenco del<br />
Teatro del Estado de Kiev bajo la dirección<br />
de Stepan Tourtchak. La que ahora motiva<br />
estas lineas es el paso a digital técnicamente<br />
impecable en CD del homenaje dedicado por<br />
ftostropovich (con su esposa Galina Vishnevskaya<br />
encarnando a la protagonista) a la memoria<br />
de su amistad con el compositor.<br />
De entrada, el álbum de EMI presenta la<br />
venta|a práctica de disponer de una transcnp<br />
ción del texto ruso en caracteres latinos, con<br />
sus correspondientes traducciones al inglés,<br />
alemán y francés, mientras que quien adquiera<br />
el de LE CHANT DU MONDE tendrá que<br />
conformarse con el texto simplemente en<br />
francés. Divididas ambas versiones en cuatro<br />
actos de tres, dos. tres y una escenas respec-<br />
Shostakovich imprescindible<br />
tivamente, con cinco interludios orquestales<br />
entre éstas, el argumento es básicamente el<br />
mismo: Katenna, la insatisfecha esposa de un<br />
neo mercader de provincias (Zinoví) con quien<br />
no consigue tener descendencia se convierte<br />
en amante de un asalariado de su mando (Sergei),<br />
con cuya complicidad mata primero al<br />
tiránico suegro (Bons) y luego al marida crimen<br />
por el que son deportados a Sibena,<br />
donde la protagonista arrastra consigo a la<br />
muerte en las profundidades de un lago a Sonia,<br />
nueva amante de Sergei. Las diferencias<br />
de la segunda versión respecto a la primera<br />
en cuanto a argumento son pocas, pero muy<br />
significativas y en general encaminadas a cambiar<br />
el bovarismo sexual de Katenna por otro<br />
más casto de corte intelectual (el sugerente<br />
diálogo con Sergei sobre las bondades de la<br />
maternidad en la escena tercera, por citar solo<br />
el eiemplo más palmario dada la escasez de<br />
espacio, se convierte en una reflexión sobre<br />
los beneficios de la lectura: de «si fuese capaz<br />
de lener un hi|a.» a «si fuese capaz de<br />
leer un libra..»), en el cual la pasión se ve sustituida<br />
por la intrepidez de los amantes y los<br />
remordimientos a postenori También es de<br />
destacar el guiño de esperanza social (la obra<br />
discurre hacia 1840) con que uno de los campesinos<br />
deportados viene a cerrar la obra formulándoles<br />
a los espectadores u oyentes una<br />
especie de ¿hasta cuándo!<br />
El trabajo estrictamente musical de Shos<br />
DISCOS<br />
takovich es muy relevante en<br />
las dos versiones, con ese<br />
satuo eclecticismo formal característico<br />
Rsra como no<br />
podía ser de otra manera,<br />
en la segunda las tesituras<br />
son menos tensas vocal e<br />
instrumenta I mente, la disonancias<br />
armónicas resultan<br />
menos rudas y en conjunto<br />
todo pierde en emoción.<br />
Ello se refleja en la interpretación:<br />
no es lo mismo<br />
habérselas con un prototipo<br />
femenino universal que con<br />
lo que en ningún caso hubiese<br />
pasado de ser un eslabón<br />
más en la cadena de la ópera<br />
realista rusa. Rostropovitch,<br />
sus solistas, coros y<br />
orquesta están a la altura de<br />
la versión elegida y logran sin<br />
duda una auténtica grabación<br />
de referencia por el vigor<br />
y el entusiasmo con que<br />
se aplican a la transmisión de<br />
los ambientes trágicos, satíricos<br />
o ambas cosas a la vez<br />
(como «tragedia satírica» la<br />
definió su autor) en que se<br />
mueve la acción: Vishneskaya<br />
presenta una VO7 redonda<br />
pero lo suficientemente<br />
flexible para expresar con igual sensibilidad<br />
tanto la fuerza trágica como el lirismo de Ja<br />
protagonista; el Sergey de Gedda es empalagoso<br />
en la justa medida que requiere este personaje<br />
frivola egoísta y mezquino; el Boris de<br />
Petkov es avasallador cuando se muestra cruel,<br />
pero luego sabe matizar muy bien en mezzovoce<br />
la naturaleza de las flaquezas de su personaie,<br />
Zinovi ofrece menos oportunidades<br />
de lucimienta pero Krenn logra con acierto<br />
parecer un tenor (el hijo) que quiere ser un<br />
bajo (el padre): en los números satíricos cabe<br />
destacar como antológica la ductilidad vocal<br />
de Roben Tear como campesino borrachín;<br />
los coros acompañan perfectamente, sufriendo<br />
o participando de la danza según se requiere:<br />
y. por ultima la orquesta consigue<br />
convertirse en un perfecto comentarista de<br />
la acción. En una palabra: imprescindible.<br />
Alfredo Brotóns Muñoz<br />
SHOSTAKOVICH: Lidy Macbeth de Mtsensk<br />
Galina Vishneikaya (iop.), Nikobi Gedda (ten.),<br />
Dmitri Peckov (bajo). Wferner Krenn (ten.). Roben<br />
Tear (ten.). Coros de la Opera Ambrosiana.<br />
Orquesta Filarmónica de Londres. Director:<br />
Mstislav Rostropovich. 7 CD EMI CDS 7 49955<br />
2 ADD. Productor: Suvi Raj Gmbb Ingenieros:<br />
Stuart El Tham y Michad Sheady Grabación original:<br />
Abril de 1978. Estudios Abbey Road de<br />
Londres. Traspaso a digital: 1990 Duración:<br />
77 «" y 7f54".<br />
SCHERZO 71
DISCOS<br />
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
Por f n EM1 ha reeditado el ciclo sinfónico<br />
Brahms que Giulini grabó con la Filarmonía,<br />
en su mayor parte entre 1961 y 1962.<br />
completándolo años más tarde (1968) con la<br />
Cuarta Sinfonía. Su primera edición española<br />
completa tuvo lugar en 1986 y fue comentado<br />
brevemente por EPA en el número 12<br />
de SCHERZO: allí se recogían fragmentos de<br />
una apasionante conversación que Bernard Jacobson<br />
mantuvo con Giulim a propósito de<br />
Brahms y que se publicó en el libro Conductors<br />
on condocting (MacDonald and Janes.<br />
Londres 1979). Remito al lector a estos jugosos<br />
extractos o, mejor aún, a la entrevista<br />
completa, si le es accesible.<br />
En cuanto a la calidad de las versiones. EPA<br />
afirmaba que eran dignas de Furtwángler y<br />
Bruno Walter, opinión que suscribo. Respecto<br />
de la Primera Sinfonía, seguramente también<br />
estarán de acuerdo quienes la hayan visto<br />
dirigida por Giulim. ya fuera de España, ya en<br />
Barcelona con la Filarmónica de Los Angeles<br />
hace años, ya en Madrid con la Orquesta de<br />
La Scala en otoño de 1987. Esta última fue,<br />
para mí, la Primera de Brahms más emocionante<br />
que haya escuchado en concierto, aún<br />
más que cualquiera de las varias oídas a Celíbidache.<br />
y con un grado de perfección constructiva<br />
apenas inferior. Giulini conduce la<br />
obra, al igual que su colega rumano, con pleno<br />
entendimiento de su progresión inexorable<br />
hacia el amplio emotivo y bellísimo Finale.<br />
Este movimiento, que hizo sudar tinta a<br />
Brahms durante 20 años, resuelve las tensiones<br />
musicales y emocionales generadas en el<br />
inicial, que se prolongan, más o menos ocultas,<br />
durante los dos intermedios. Pero a diferencia<br />
de Celibidache. Giulim sabe dar a éstos,<br />
especialmente al tercera el adecuado sabor<br />
agridulce mediante un suave toque pastoral,<br />
casi popular —memorable solo de clarinete—,<br />
tipico de Brahms. Al comentar en el número<br />
24 de SCHERZO los Conciertos para piano<br />
con , Giulini y Arrau ya apuntamos | estas<br />
ideas.<br />
Los tempi son amplios, aunque menos que<br />
en la versión con Los Angeles para DG (1982).<br />
también reeditada en CD de precio medio.<br />
Ftersonalmente prefiero la de EMI, que me parece<br />
una de las más grandes Primeras de<br />
Brahms en disca acaso superada sólo por la<br />
irrepetible de Furtwángler con la Filarmónica<br />
de Berlín (CD DG económico) y digna<br />
compañera de las firmadas por Walter (CBS)<br />
o Sanderling (RCA-Anola). La vigorosa y vibrante<br />
Obertura Trágica es de calidad similar<br />
y constituye referencia absoluta, aun por encima<br />
de Bruno Walter (CBS).<br />
La altísima calidad de la interpretación no<br />
decae en el resto del cicla como tampoco la<br />
soberbia ejecución de la Orquesta Philharmonia,<br />
por aquellos años en forma espléndida,<br />
máxime ba|O una batuta bien conocida y apreciada<br />
por los músicos. La Segunda Sinfonía se<br />
caracteriza por un enfoque simple, directa con<br />
un lirismo fresco y espontáneo y una habili-<br />
72 SCHERZO<br />
Giulini: ¿un Brahms insuperable?<br />
dad especial para que todas las líneas musicales<br />
canten. Se trata, sin duda, de la Sinfonía<br />
más mediterránea de Brahms. en la que los<br />
directores italianos han dado lo mejor de sí.<br />
Giulini no es excepción, por supuesta y resulta<br />
modélico en un asunto siempre crucial<br />
como es la elección de tempi. En el amplio<br />
Allegro inicial, el director ha de establecer un<br />
tempo prácticamente constante que permita<br />
el despliegue clara ordenado y apacible de<br />
la enorme riqueza melódica que encierra. Así<br />
lo hicieron dos de los máximos intérpretes de<br />
esta Optis 73 (Furtwángler aparte). Monteux<br />
(con la Filarmónica de Viena. Decca) y Bruno<br />
Walter. Giulini comparte con ellos ese espíritu<br />
rela|ado y apacible que sabe extender<br />
a los episodios marcados "tranquillo» en el<br />
brillante Final y también a la Coda del primer<br />
movimiento, abierta por un memorable solo<br />
de trompa. Como es habitual, la textura orquestal<br />
es muy dará, con particular relieve para<br />
el tejido de las maderas y para las<br />
intervenciones del metal, siempre nítidas pero<br />
integradas. Giulini concilla de modo ejemplar<br />
claridad y empaste, merced también a<br />
un especial cuidado en la articulación de los<br />
motivos básicos de la obra. En tal sentida su<br />
exposición del tejido orquestal es muy superior<br />
a la de Karajan (en cualquiera de sus tres<br />
integrales para DG). brillante pero demasiado<br />
empastado y amigo en exceso del legato,<br />
que aplica aun donde no debe, como en la<br />
frase del oboe que abre el tercer movimiento:<br />
compárese la precisa ejecución del mordente<br />
en Giulini con el arrastre que tanto<br />
gustaba al maestro de Salzburgo.<br />
La Tercera Sinfonía de Brahms por Giulmi<br />
es un clásico de la historia del fonógrafo De<br />
nueva con la excepción de Furtwángler ¡Filarmónica<br />
de Berlín. EMI). nadie ha rea I liado<br />
tan bien esta Sinfonía, la menos espectacular<br />
de las cuatro, pero también la más personal<br />
y la más difícil de llevar a buen puerta El propio<br />
Furtwángler en 195-4. ya al final de su carrera,<br />
manifestó en cierta ocasión que «creía<br />
por fin haberla comprendido plenamente.. El<br />
número de fiascos en esta obra es elevada<br />
empezando por Karajan, que en ninguna de<br />
sus cuatro versiones ha conseguido resultados<br />
correctos, y siguiendo por Abbada Maazel,<br />
Horenstm y otras grandes batutas. Parte del<br />
secreto de Giulmi consiste en una atinadísima<br />
articulación de las células básicas generadoras<br />
de la obra (el motto Fa - La • Fa que<br />
la abre; el tema que sigue inmediatamente,<br />
etc.), cuyo crecimiento orgánico desemboca<br />
en la construcción de este magno edificio sinfónica<br />
También es vital sintonizar con el mundo<br />
íntima recogido del Brahms de los<br />
Intermezzi que constituyen los dos movimientos<br />
centrales, en particular el tercera el célebre<br />
Ftoco Allegretta Giulim acierta de pleno<br />
en la elección del tempa moderado pero no<br />
lento; en la articulación de los motivos: en la<br />
exposición diáfana y ordenada del tejido orquestal:<br />
en el color delicado pero bien defini-<br />
do con que cada instrumento canta la célebre<br />
melodía.<br />
Idénticas alabanzas cabe aplicar a otra obra<br />
que también parece reflejar las luces del Mediterráneo<br />
que Brahms visitó durante la época<br />
de su composición las Variaciones Opus 56a,<br />
siempre designadas como «sobre un tema de<br />
Haydnt. aunque la investigación haya probado<br />
que la atribución de paternidad es incorrecta.<br />
Giulini, al frente de una Filarmonía<br />
espléndica, sabe conferir a cada episodio su<br />
luí, sus colores, su ambiente e integrarlos en<br />
un todo orgánico y coherente. De nuevo una<br />
versión de referencia junto con las de Monteux.<br />
Walter y Furtwángler.<br />
Dentro de este nivel de excelencia, la Cuarta<br />
Sinfonía señala, en mi opinión, el punto menoc<br />
alto del cicla Entiéndase: se trata de una<br />
versión sobresaliente, en que los dos primeros<br />
movimientos son admirables. El tan difícil<br />
arranque de la obra; el pasaje de suspensión<br />
en que el tiempo parece haberse detenida<br />
justo antes de la Recapitulación; y la apasionada<br />
Coda del Allegro non troppo pertenecen<br />
a la antología de la interpretación<br />
brahmsiana. Otro tanto cabe decir del Andante<br />
moderato. en particular de su sección<br />
central, en que Giulini paladea el tema de los<br />
cellos arropados por cuerdas y fagot, como<br />
si de música de cámara se tratase. También<br />
la Coda es memorable. Pero el Scherza en<br />
el que Giulini emplea 7 minutos largos (poco<br />
más de 6 es lo habitual), queda algo desligado<br />
del resto de la obra, y la Coda de la passacaglia<br />
final contiene unos ritardandos que<br />
no encajan con la indicación «Piú allegros y<br />
que restan energía a la conclusión. No obstante<br />
hay muchísimo que admirar en este movimiento;<br />
citemos tan sólo el solo de flauta<br />
(variación 12). junto con la sección lenta que<br />
sigue, y las poderosas interjecciones de los<br />
trombones en las número 24 y Ib. Apenas<br />
un año postenor a esta Cuarta con la New<br />
Philharmoma es la más perfecta, espléndida,<br />
que Giulmi grabó con la Chicago Symphony.<br />
en la cual buena parte de las reservas formuladas<br />
no son aplicables. Creo que EMI hubiera<br />
hecho mejor publicando esta última,<br />
aunque asi hubiese roto la unidad orquestal<br />
del ciclo.<br />
Roberto Andrade<br />
BRAHMS: Las Cuatro Sinfonías Obertura Trúgic¿Op.B\<br />
Variaciones Haydri. opus 56a. Orquestas<br />
Philarmonia y New Philharmonía<br />
(Sinfonía 4). Director: Cario María Giulini.<br />
Escuche de 3 CD ADD EMI CZS 25.2168.2.<br />
Duraciones: 46 1 45",4l'ir. 3436" y 43 T 02"<br />
(Sinfonías). I8'43" (Op. 56a) y I3'I2"(°P-<br />
81). Grabación: Kingsway Hall. Londres<br />
1961-62, excepto la Cuarta Sinfonía (I96B).<br />
Productoreí: Walter Legge y Christopber Bishop<br />
(Cuarta). Ingenieros de sonido: Douglas<br />
Larter y Alan Stagg (Cuarta).
ESTUDIO DÍSCOGRAFICO<br />
Afirma certeramente PhilipGossett, director<br />
de la edición completa de las<br />
obras de Vferdi, que publican Ricordi. de<br />
Milán, y The University of Chicago Press, que<br />
la edición critica de Rigalelto utilizada en es.<br />
te registro no es sino un punto de partida para<br />
que los ejecutantes puedan recrear lo que \fec<br />
di imaginó Para Muti, en cambio, el texto parece<br />
tener las características de las Tablas<br />
mosaicas, ni una coma debe ser alterada; ni<br />
una sola nota ha de añadirse a las escritas. Y<br />
asi nos vemos privados de los numerosos agudos<br />
y sobreagudos que la tradición de casi siglo<br />
y medio fue acumulando en los papeles<br />
de Rigoletto y Gilda (f nal del Parí siamo y del<br />
Caro nome; final de los Actos 2 y 3...)- Hasta<br />
ahi, la pérdida no es grande e incluso se agradece<br />
que la conclusión del maravilloso Cuarteto<br />
sea la original en vez del horrendo Re<br />
bemol 5 que el matrimonio Sut herían d-<br />
Bonynge nos propinó en dos registros Decca.<br />
fi;ro que el tenor omita las fermatas de<br />
sus romanzas de los Actos I / 3 va contra las<br />
leyes del bel canta que todavía operan, parcialmente<br />
al menos, en Rigoletto. En una aria<br />
bipartita como las citadas, el remate de la segunda<br />
estrofa debe adornarse con alguna cadencia<br />
que dé variedad a la repetición y brillo<br />
al final. En tal sentido, la que habitualmente<br />
corona La donns é tnobile, con Si i<br />
incluido, es correcta filológicamente y teatralmente<br />
necesaria. Todo esto. Muti debe saberlo;<br />
pero sigue en sus trece.<br />
Y, a la postre, uno daría por bien perdidas<br />
cadencias, adornos y sobreagudos si los cantantes<br />
respetasen de verdad los numerosos<br />
signos de expresión que figuran en la partitura,<br />
ya en la edición de siempre, ya en la crítica,<br />
que a la postre no diferen en nada<br />
sustancial. Rsro no es así. y Vincenzo La Seola<br />
carece de la calidad vocal, no digo del Pavarotti<br />
de los años 60 y 80, sino de la de su<br />
maestro Bergonzi. a cuya estupenda voz siem<br />
pre se le han puesto reparos. Además, el joven<br />
tenor es incapaz de una emisión correcta,<br />
especialmente en la zona de paso, en que los<br />
Fa y Fa sostenido 3 varían entre lo regular y<br />
lo peor (el recitativo anterior a É ¡I sol detíanima<br />
es penoso): y tampoco acierta a matizar<br />
las muchas facetas de un personaie brillante,<br />
sensual, cínico o romántico, según los casos.<br />
Tan sólo oimos un relativo Ímpetu |uvenil y<br />
un registro agudo que, pese a todo, parece<br />
estar ahi. Parte de la culpa en todo esto corresponde<br />
a Muti. quien, por ejemplo en<br />
Questa o quella, da un curso de rigor metronómico<br />
apenas alterado por un rubato mecánico<br />
que en nada ayuda al cantante. En<br />
suma, este Duque de Mantua es bien poco<br />
fiel a Verdi.<br />
Los papeles Oe los hermanos siniestros —<br />
en los que la tradición no quitó ni puso— no<br />
propician los alardes. Empero, cantantes eminentes<br />
como Siepi y Simionato (con Erede,<br />
Decca 1954} les dieron el relieve previsto por<br />
Verdi. Aqui. Burchuladze hace extempóreas<br />
exhibiciones de susurros y torrentes de voz.<br />
Un punto de partida<br />
y Martha Senn no es la Cossotto con que Kubelik<br />
contó en 1964 (DG) Pero, al menos, la<br />
parte de mezzo en el Cuarteto, esencial rítmicamente,<br />
es audible con nitidez. Repartamos<br />
el mérito por tercios entre la Senn. Mut<br />
y los técnicos de sonido.<br />
En disco, la voz de Dámela Dessi no acaba<br />
de resultar del todo grata ni uniforme, y sin<br />
embargo uno piensa que tiene calidades timbncas<br />
que en teatro, o con otra toma de sonido,<br />
pueden dar buen juego Aparte de ella<br />
canta una Gilda más que correcta, bien dicha,<br />
matizada y sentida, que encuentro muy atractiva.<br />
Giorgio Zancanaro es. en conjunto, el meior<br />
del reparto y alcanza aqui su contribución<br />
fonográfica más importante hasta la fecha. La<br />
voz. de barítono lírico, bien ernitida e impostada<br />
—sobre todo en centro y agudo— es ca-<br />
paz de matizar y exhibe un legato sólo<br />
ocasionalmente empañado por alguna hache<br />
intercalada (Pan siamo, por ejemplo). Este<br />
conjunto de cualidades lo convierten en una<br />
especie de Straccian de la hora actual, con<br />
un Cappuccilli en lógico declive tras 30 años<br />
largos de carrera y un Bruson vocalmente<br />
agostado. Es lamentable que Zancanaro economice<br />
unos pianos que Verdi pide (dúos con<br />
Gilda) y que. fatigosos en teatro, en estudio<br />
debiera prodigar más. Con las Vísperas sicilianas,<br />
que Radio 2 transmitió desde La Scala<br />
el pasado 7 de diciembre. Muti revalidó cum<br />
laude su título de catedrático verdiano. No<br />
puede sorprender que, pese a algunas rigideces<br />
o violencias excesivas, su actuación sea la<br />
mejor de este registro y su razón de ser Páginas<br />
como el Preludio, la gran escena del barítono<br />
en el Acto 2 (fulminante el Cortigiam),<br />
el cuarteto o la tormenta resultan antológicas,<br />
Pero también es sensible a la vena lírica,<br />
lo que nos da tres dúos padre-hija directos<br />
pero elocuentes Por eso es lástima que la rigidez<br />
conceptual desluzca a veces una contribución<br />
de altísima categoría. Muy bien en<br />
conjunto la Orquesta de la Scala. aunque metal<br />
y madera están por debajo de la cuerda,<br />
como se pudo comprobar en el reciente concierto<br />
que dio en Madrid con Giultni. Bien el<br />
coro y aceptables los secundarios.<br />
DISCOS<br />
La toma de sonido es clara y eficaz y resulta<br />
cómodo el acceso a los puntos clave de cada<br />
acto. La ópera se ofrece completa, pero,<br />
como ya se ha dicho, sin añadidos. El texto<br />
figura en italiano y traducido a tres idiomas<br />
(español excluido), al igual que los excelentes<br />
ensayos de Julián Budden y Philip Gossett.<br />
En conjunto, una versión de interés pero<br />
menos lograda que la de Kubelik y La Scala<br />
(DG 1964) con Dieskau. Scotto. Cossotto y<br />
Bergonzi. De otras cabe destacar la perfección<br />
instrumental de la Sutherland, que. combinada<br />
con la dicción y la intensidad de Callas,<br />
formarían una Gilda perfecta, parcialmente<br />
materializada en Scotto o Gencer (Buenos<br />
Aires. 1961). Entre los tenores, Pavarotti y<br />
Kraus (3 registros oficiales y al menos otros<br />
tantos piratas) son los Duques por excelen-<br />
cía junto al otado Bergonzi. En cuanto a los<br />
barítonos, el esplendor vocal y artístico de<br />
los Amato, de Luca. Danise. Galeffi, Ruffo y<br />
Stracciari en el primer cuarto de este siglo no<br />
se ha vuelto a repetir. Tras ellos hay que situar<br />
los primeros registros de MacNeil (con<br />
Sanzogno para Decca: y en Buenos Aires, 1961.<br />
para Melodram) y la contribución algo exótica<br />
pero admirable de Fischer-Dieskau con Kubelik<br />
para DG. Renato Bruson. en el registro<br />
dirigido por Sinopoli (Philips. 1985), exhibe óptimas<br />
cualidades artísticas que una voz discreta<br />
impide desarrollar plenamente.<br />
Roberto Andrade<br />
VEROl: Rigoletto Giorgio Zancanaro, bar<br />
(Rigoletto); Daniels Dessí. sop. (Gilda); Martha<br />
Senn, mezzo (Maddalena); Víncenzo La<br />
Scola, ten. (Duque); Paau Burchuladie, ba-<br />
|O (Sparafucile}. Coro y Orquesta del Teatro<br />
alia Scala, Milán. Director: Riccardo Muti. 2<br />
CD EMI DDD CDS 7.49605.2 Grabado en<br />
La Scala. Milán, 6 y 10/1968. Productor: David<br />
Grovei. Ingeniero de sonido: Michael<br />
Sheady. Duraciones: Acto 1, 54'3é"; Acco<br />
2, 3007"; Acto 3, 31W.<br />
SCHERZO 73
DISCOS<br />
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
Una aplicación de lectura por láser a grabaciones<br />
históricas parece estar imponiéndose.<br />
Luego de las entregas, sistemáticas<br />
y variadas, de La Voz de su Amo<br />
en su serie Ñéférences, ahora la marca inglesa<br />
Nimbus continúa aquella iniciativa con la<br />
publicación de cinco discos, en los que se recogen<br />
grabaciones de voces representativas<br />
del primer tercio de la lírica de este siglo, La<br />
colección no puede llevar mejor nombre que<br />
el de Prima Voce.<br />
El alarde técnico es sobresaliente. De cualquier<br />
forma, ya en las últimas reediciones en<br />
vmilo los resultados se notaban en calidad sonora.<br />
Las voces se escuchan con una presencia<br />
sorprendente, suenan con una riqueza y<br />
brillo casi milagrosas. Hay quienes opinan que<br />
con tanto mane|o y filtro pierden armónicos<br />
los instrumentos. Es otra manera de enfocar<br />
la disputa (innecesaria) entre el vi ni lo y el CD<br />
A la postre, lo que importa es que este esfuerzo<br />
en presentar tales voces únicas, en unas<br />
condiciones que la técnica, en principio, pretende<br />
mejorar, en el caso que ocupa son mas<br />
los éxitos que los fracasos. El ruido de fondo<br />
(en general, pues las tomas originales no son<br />
uniformes) continúa aunque menguado, pero<br />
esto mantiene la atmósfera propia de los<br />
registros, algo que un habitué agradece. Esta<br />
entrega de Nimbus. que esperamos tenga<br />
continuación, va destinada exclusivamente al<br />
que se interese por la voz humana y por la<br />
historia del canto Los demás, que busquen<br />
a la cantante mona de moda o al tenor simpático<br />
de turno (y los que rastreen las tres<br />
DDD mágicas), deben abstenerse de adquirir<br />
cualquiera de estos cinco monumentos líricos,<br />
tres dedicados a sendos cantantes en<br />
solitario: los otros dos, una miscelánea de ios<br />
cuarenta primeros años de este siglo.<br />
£1 disco de Ennco Caruso presenta ínter<br />
prefaciones del tenor napolitano de 1904 a<br />
1920, ofreciendo asi una perspectiva completa<br />
de lo que fue su evolución vocal. La belleza<br />
de la voz del joven Caruso aparece con una<br />
nitidez palpitante en las tomas, por ejemplo<br />
de L'eltsir o Manon de 1904. La fascinación de<br />
su canto está presente en Magische note de<br />
La reina de Saba de Goldmark (1909), mientras<br />
que el dramatismo y el vigor vocal se manifiestan<br />
evidentemente en Payasos (1907-190)<br />
o La /udia (1920). donde Caruso parece un<br />
barítono con esplendorosos agudos de tenor.<br />
Todo este disco es como una electrizante excursión<br />
a tos orígenes y presupuestos del canto<br />
impostada<br />
Si el sonido carustano puede evocar el de<br />
la trompeta (en el_ recitativo del Celeste Aída<br />
está patente), la voz de Martinelli nos sugiere<br />
el del clarin. El tenor de Padua poseía un instrumento<br />
contundente (bastante nasal, en La<br />
maschera), con agudos squtllanti y emisión fácil<br />
que corría fluida y segura. El disco Nimbus<br />
presenta registros realizados entre 1915 y 1928.<br />
74 SCHERZO<br />
Voces de antaño, formas de hogaño<br />
en pleno apogeo del tenor, que dilató demasiado<br />
su carrera, trabajando un repertorio amplio<br />
y variopinta Esta diversidad de estilos y<br />
ropajes aparece en el disco donde Martinetli<br />
pasa del tenor lineo que precisa Alfredo en<br />
La Traviata (1917) o Lensky en Eugenio Onegin<br />
(1921), donde evidentemente el cantante<br />
sólo pone el juego su persuasión vocal, a los<br />
arrebatos heroicos de Guillermo Té", Payasos<br />
o Trovatore. Martmelíi es en todas las versiones<br />
el genuino tenor italiano de fuerza, que<br />
hace primar siempre la insolencia del acento<br />
al abandono lírico (Es interesante comparar<br />
las versiones de Celeste Aída, ambas incluidas<br />
en los discos respectivos; la de Caruso<br />
de 1911. noble y serena: la de Martinelli. de<br />
1926. autoritaria y tajante).<br />
La soprano de sopranos. Rosa Ronselle. está<br />
representada en su disco exclusivo por las<br />
grabaciones ya difundidas y habituales: Norma<br />
(1928-1929), La Vésfa/e (1926). Ernani con<br />
el mítico trino de su insuperada cabaletta<br />
(1924), La forza del destino con Ezio Pinza<br />
(1928). Menos conocidas, están presentes en<br />
el disco cinco canciones de repertorio internacional.<br />
Todas las tomas son de su período<br />
áurea de 1923 a 1929. salvo dos de aquellas<br />
canciones que llevan fecha de 1939, grabadas<br />
luego de su (prematuro retiro. La Ponselle lo<br />
tenía todo: graveí, centro carnoso y exuberante,<br />
agudo lumínico e incisivo (no obstante,<br />
su talón de Aquiles por el tríe que la<br />
consumió). Emisión justa, talento desbordante,<br />
figura atractiva y moderna: era la soprano que<br />
todos soñamos. Cincuenta años después, su<br />
arte continúa inmarcesible. No hay duda de<br />
que si la personalidad más influyente de este<br />
sigla en terreno sopranil. fue la Callas, como<br />
material vocal y disposición canora para la<br />
ópera Italiana, la Fbnselle fue la más importante<br />
que ha dado la centuria. (Además, se<br />
puede comprobar la estela que ha dejado en<br />
Callas. Escúchese Norma, sobre todo el recitativo<br />
cortada y La éstate, del disco comentado).<br />
Los dos discos-miscelánea se intitulan Divas<br />
y Grandes Cantantes. El primero comprende<br />
grabaciones de 1906 a 1935. Se inicia con<br />
la Tetrazzini (Luisa) cantando el Saper vorreste<br />
de Osear en Un bailo m maschera (1911). con<br />
un alarde de trinos, cadencias y exhibición de<br />
Tato que es un auténtico espectáculo, aparte<br />
de reflejar una concepción del canto que se<br />
ha perdida Esta ostentación de Tetrazzmi contrasta<br />
con la intensidad que la Muzio despliega<br />
en el aria de Margarita de Metistofele de<br />
Boito (1935). También debe hablarse de espectáculo,<br />
desde cualquier óptica que se mire,<br />
la versión de Fneda Hempel de la segunda<br />
ana de la Rema de la Noche de Die Zauberflóte<br />
(1911). con unos agudos gratuitos y capaces<br />
de cortar el aliento (al oyente, a ella<br />
obviamente no). A su vez, la Galli-Cura da<br />
su versión sopranil y de virtuosa a la ños i na<br />
de El Barbero de Sevilla, espléndida de sonido<br />
y agilidad (1917). Eva Turner en el Ritorna.<br />
vinotor de Aída (1928) convence menos que<br />
en su Turandot, donde es particularmente célebre.<br />
Adelina Patti, con sesenta y tres años<br />
canta en español La Calesera de Yradier<br />
(1906), que es un prodigio del disparate naíf.<br />
Lotte Lehmann cual Leonora del Fidelio es la<br />
voz que probablemente todos asociamos con<br />
dicho papel. Menos impactantes que las señaladas,<br />
el resto de las voces presentes en el<br />
disca siempre sólidas y ejemplares cantantes,<br />
son: Eide Norena. delicada Juliette de corte<br />
lineo más que ligera que canta el popular vals<br />
de Gounod (1928): Mana Nemeth, como correcta<br />
(en términos de la época, lo cual es mucho<br />
decir) Leonora de II Trovatore (1927) en<br />
la primera intervención solista de la ópera: Nellie<br />
Melba canta un fragmento de Mimi en Bohéme<br />
(1909). con la seguridad y aliento que<br />
se conoce, pero que la hubiéramos preferido<br />
en otra intervención más adecuada en lugar<br />
de esta pucciniana. La rusa Nina Koshetz<br />
canta dos fragmentos de obras de su tierra<br />
con voz rara y atrayente. fbnsdie es ahora una<br />
Butterfly (1919) opulenta.<br />
En el segundo de los discos en grupo de esta<br />
colección Nimbus hay también bastante que<br />
puntualizar, aunque se haga a vuela pluma. El<br />
Brindis de Lucrezia Borgia de Donizetti no tiene<br />
desperdicio en la excepcional voz de Ernestina<br />
Schumann-Heinck (el registro es de<br />
1909): citemos los formidables trinos que,<br />
morfológicamente, parecen imposibles para<br />
una voz de contralto como la suya, y la agilidad,<br />
asimismo John McCormack canta II mío<br />
tesoro del Octavio de Don Ciovanni. en la<br />
que resulta quizás una de las mejores y más<br />
viriles versiones que existen en disco (1916).<br />
Dos baritonos diversos, en mecanismos y alcance.<br />
Ricardo Straccian y Lawrence Tibbett,<br />
están representados respectivamente como<br />
Fígaro (del Barbero) y Renato (del Bailo), imaginativo<br />
y clásico el primero; generoso y menos<br />
formal el segundo (1917 y 1929).<br />
El canto disciplinado, laborioso (en esta edición<br />
de 1928). siempre intrépido de Giacomo<br />
Lauri-Volpi en A te, o cara de Puntam es<br />
diverso del estilo concentrado y distendido<br />
que Beniamino Gigli derrocha en el racconto<br />
tenoril de Bohéme (I93t): dos mondos igualmente<br />
valiosos.<br />
Tetrazzini y Galli-Curcí, de nueva representan<br />
a las fulgurantes sopranos ligeras del período<br />
las dos en cometidos bel límanos:<br />
Sonnambula la primera, de 1911; Puntani. la<br />
segunda de 1923.<br />
Eva Turner es ahora la Turandot de In questa<br />
reggia, que la coloca en cabeza de las mejores<br />
intérpretes de este endemoniado papel.<br />
Dos voces graves, opuestas en color y pretensiones,<br />
son las de Marian Anderson, representada<br />
por una educada e impecable<br />
(musicalmente) Dalila de Saint-Saens, que can-
ta en inglés con esa su voz de terciopelo umbroso:<br />
y la de Conchita Supervla. que a falta<br />
de Resina o Isabella, está suficientemente representada<br />
por su Habanera de Carmen<br />
(1930). llena de vida y penetración psicológica<br />
del persona|e. Tito Schipa y Mafalda Favero<br />
cantan el Dúo de las Cerezas de LAtnico<br />
Fritz de Mascagni. donde la lección canora del<br />
tenor (la frase Tullo tace es de éxtasis) adquiere<br />
oportuna réplica en el arte, cálido y<br />
estimulante, de la soprano (1937). Se cierra<br />
la recopilación con Richard Tauber, impecable<br />
lamino en Dies Buldnis de La Flauta mágica,<br />
de voz no muy bella, pero llena de<br />
sugerencias que ya se conoce Anteriormente,<br />
Caruso y Ponselle vuelven a cantar las páginas<br />
de ft^asos y Norma que figuran en sus<br />
recitales en solitario, lo cual no es muy generoso<br />
ni inteligente por parte de Nimbus (para<br />
el/la que quiera adquirir los cinco discos).<br />
Claudia MUZIO figura aquí cantando la sosita<br />
Ombra di nube del igualmente sosito Refice:<br />
se precisaba algo más excitante,<br />
Moraleja: Totalmente recomendables Es como<br />
un aire puro y saludable para la discoteca,<br />
en un momento en que se editan tantas<br />
cosas sin interés, caracterizadas por la ordinariez<br />
y la falta de preparación.<br />
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
Los cuatro temperamentos<br />
Allegro cómodo e fiemmatico y Allegro sanguíneo.<br />
En el articulo Vísperas de revolución, dulzura<br />
de vivir (en este mismo número)<br />
apunté, para la música británica, una posible<br />
presentación de los estilos interpretativos<br />
de los directores también británicos: la<br />
identificación (Boult); el rechazo, o al menos<br />
un cierto distanciamiento (Britten): la integración<br />
(Solti): eran los directores que me tocó<br />
comentar, y hoy dos directores, de generación<br />
posterior, Bryden Thompson y Vernon<br />
Handley. cierran un circula elevando a otra<br />
potencia los criterios de sus predecesores.<br />
DISCOS<br />
Los Conciertos de Stanford están servidos<br />
por una solista de primer plano, y quienes no<br />
se molesten por el clima semi-Brahms semi-<br />
Raimamnov del Segundo Concierto se dejarán<br />
seducir por el brío y sucumbirán en la frenética<br />
danza final.<br />
Los Nonetos de Parry y de Stanford. escritos<br />
en 1877 y 1905. por encima de sus referencias<br />
un poco convencionales (Brahms.<br />
Schumann y ¡Wagnerí). poseen una innegable<br />
originalidad: la estructura de la recapitulación<br />
(Parry) y la superposición de fraseo, de métrica<br />
y de tempi (Standford). Si el grupo Capricorn<br />
es menos conocido que el Orpheus,<br />
por ejemplo, se debe únicamente a criterios<br />
extramusi cales.<br />
Vernon Handley continúa el estilo de Boult.<br />
cruzándolo con el de Solti: encontramos la<br />
misma energía, pulsión vital, no solamente en<br />
los clásicos, sino en los compositores que<br />
Fernando Fraga (redescubrimos; Stanford, Bax. Brian... el mismo<br />
amor, la misma rudeza (Boult), el mismo<br />
ENRICO CARUSO: Arias de Manon, Tos- sentido del tempo (Solti), Interpretación imca,<br />
L'elisir d'amore. II Trovatore, (¿africana, Paplicada<br />
en primer grado; es nuestro Allegro<br />
gliacó, Don Sebastiana Rigoletta La Reina de sanguíneo.<br />
Saba, La lorza del destina Aída, Un bailo m Bryden Thompson, al contrario, sigue por<br />
Leighton murió hace dos años, y su obra<br />
dentro de la tradición británica no demuestra,<br />
en un primer contacto, un deseo de originalidad:<br />
a través de los filtros introducidos<br />
por el compositor se puede reconocer, o intuir,<br />
una elaboración personal entre los lenguajes<br />
de Walton y de Dallapiccolla.<br />
La riqueza de las interpretaciones y de las<br />
obras son una muestra más del envidiable ni-<br />
maschera. Lo Schiavo, Manon Lescaut, II Du- una parte las huellas de Britten, se distancia vel musical británico.<br />
ca d'Alba, La /uive. NIM8US NI 7803. Dura- más que Handley; y por otra parte coincide<br />
ción: 7S'02'\<br />
con algunos directores que no son ni nativos,<br />
GIOVANNI MARTINELLI: Canta páginas ni lo intentan, como Smopoli, por ejemplo Es-<br />
de Cavallena rusticana, Ernán, Iris, La Traviacoge unos tempí muy anchos que le permita.<br />
Eugene Onegm, Cuglielmo Tell, Aída, Feten una reflexión sobre el objeto sonoro, ver<br />
dora, Andrea Chenier, La forza del destino, las obras a través del recuerdo Es la interpre-<br />
Pagliaco, II trovatore- Con de Luca, Pinza, Pontación<br />
más ambigua (que ya hemos aplaudiselle.<br />
Anthony. NIMBUS NI 7804. Duración:<br />
do en otras reseñas): interior y exterior a los<br />
mundos musicales evocados. Se trata de un<br />
76'3 2".<br />
inmenso director, modernísima tanto en el<br />
ROSA PONSELLE: Canta La Gioconda.<br />
repertorto nacional como en el foráneo (su<br />
Otello, Aída, Ernani, La Vestale, La forza del<br />
Bruckner. por ejemplo).<br />
destina Norma Cinco canciones. Con Ma-<br />
Pedro Elias<br />
BAX: Obras corales. Enchanted Summer.<br />
Walshinghane. Fatherland. Anne Wllliams-<br />
King, Lynore McWhirter (sop.). Martyn Hill<br />
(ten). Brighton Festival Chorus. Royal Philharmonic.<br />
Vernon Handley. DDD Londres<br />
1988. CD CHANDOS CHAN 8635 SrS9".<br />
LEIGHTON: Concierto para cello y orquesrión<br />
Telva. NIMBUS NI 780S. Duración:<br />
76'<strong>42</strong>".<br />
ta. Sinfonía n." 3. Raphael Wallfisch (cello).<br />
Orquesta Nacional de Escocia- Bryden<br />
DIVAS 1906-1935: Tetraizini. Melba, Pat- Allegro collerico y Andante malinconico Thompson. DDD. Glasgow 1989. CD<br />
t¡, Hempel. Galli-Curci. Ponselie, Lotee Leh- e invi dioso<br />
CHANDOS CHAN 8741. S9<br />
mann. Turner, Koshetz. N oren a. Nemeih y<br />
Muzio cantan fragmentos de Un bailo in mas- Envidia produce tanto el nivel de las interenera.<br />
Rigoletta Mignon, La Bohéme, L3 flauta pretaciones como el del repertorio No con-<br />
mágica. Don Cesar de Bazan, El barbero de tentos con las excelentes versiones de los<br />
Sevilla, Madama Butterfly, Fidelio, Aída, Sad- compositores de nuestra Edad de Ora las<br />
ko, El principe Igor. II Trovatore, Mefistofele. músicos británicos están grabando más o me-<br />
Canciones. NIMBUS NI 7802. Duración: nos todo su repertorio, la integral de las trein-<br />
7702"<br />
ta y pico sinfonías de Brian está en marcha,<br />
GREATSINGERS 1909-1938: Luisa Terra- las de Standford y de Bax acabadas. Una vez<br />
zini (La Sonnabula), Enrico Caruso (Payasos), realtzada esta labor, se empiezan a editar las<br />
Schumann-Heink (Lucrezia Borgia), McCor- obras menos conocidas de estos compositomack<br />
(Don Giovanm). Galli-Curci (I Puntam), res: el disco consagrado a Bax ofrece obras<br />
Riccardo Stracciarí (El Barbero de Sevilla), Rosa<br />
Ponselle (Norma), Evi Turner (Turandol),<br />
L. Tibbett (Un bailo m maschera), Conchita<br />
corales, pero (es el colmo) no Mater ora filium,<br />
quizá su obra maestra, sino Fatheriand.<br />
Walsmghame y Enchanted Summer (esta úl-<br />
Supervia (Carmen), Beniamino Gigli (La Botima, novedosa estamos en 1910—}. Las<br />
héme), Marian Anderson (Samson el Dalila), obras son indispensables para profundizar en<br />
Tito Schipa y Mafalda Favero (Cárnico Fntz), el conocimiento de su autor, anuncian Tinta-<br />
Claudia Muzio (Ombra di nubbe) y Richard gel y su Sexta Sinfonía, y recuerdan algunas<br />
Tauber (La flauta mágica). NIMBUS NI 7801. obras contemporáneas (Flos Campí de Vaug-<br />
Duración: 7S"I2".<br />
han Williams).<br />
1 36".<br />
PARRY: Noneto para flauta, corno inglés, fagots,<br />
trompas.<br />
STANDFORD: Noneto para flauta, dármete,<br />
fagot, trompa, violmes. viola, cello y contrabata<br />
Capricom. DDD 1987 Londres.<br />
Productor: M. Brown. Ingeniero: A. Howell.<br />
CD HYPERION CD A66291. 53*16".<br />
STANDFORD: Concierto para piano y orquesta<br />
n" 2 Variaciones concertantes sobre<br />
un tema inglés. Margaret Fingerhut (piano).<br />
Ubter Orchestra. Vemon Handley. DDD Belfast<br />
1989 CD CHANDOS CHAN 8736.<br />
Para los discos Chandes: Productor: Brtan<br />
Couzens. Ingeniero: Ralph Comeos.<br />
SCHERZO 75
DISCOS<br />
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
Cuando Orson Welles, tritagonista de El<br />
tercer hombre, formulaba la odiosa<br />
comparación entre la cruel Italia de los<br />
Borgia. floreciente de arte, y la apacible Suiza<br />
democrática, productora del reloj de cuco,<br />
emitia probablemente un juicio temerario<br />
—el genio suele serlo—. Sin embargo, sea por<br />
su redondez, sea por la credencial de su autor,<br />
el malentendido estaba destinado a prosperar.<br />
El lote de II CDs que la firma Claves —<br />
Suiza— lanza al mercado, tiende con bazas seguras<br />
a desmantelar aquel malentendida Pero<br />
vayamos por partes: porque el lote<br />
comprende, al menos, cuatro categorías de<br />
producciones, que analizaremos con más comodidad<br />
por separado, a saber: una primera<br />
de clásicos, sin más, que entra en<br />
competencia con la flor y nata del gran mercado,<br />
con cuatro autores —Vivaldi. Emanuel<br />
Bach. Mozart y Chopm—. y medio —Albinoni,<br />
en fugaz asomo—, en cuatro CDs: una segunda,<br />
de 2 CDs monográficos de dos notables<br />
compositores suizos poco conocidos —<br />
Othmar Schoeck, I8B6/I9S7. y ¡ulien-Francois<br />
Zbinden, nacido en 1917—. servidos por mensajeros<br />
de tanto lujo como Dietrich Fischer-<br />
Dieskau (los años no perjudican al mito) y la<br />
Orquesta de Cámara de Lausanne; una tercera<br />
de versiones inusuales —Johann Strauss<br />
al teclado a cuatro manos— por el Dúo Crommelynck.<br />
de transcripciones y arreglos para<br />
el violin de Ingolf Turban, y otro tanto para<br />
los dos violoncellos de los hermanos Derrienga<br />
—suizos—. en 3 CDs: y una cuarta de 2<br />
CDs conteniendo sendas especies de curiosidades<br />
y habilidades, las de la trompa alpina,<br />
por un lado, y las de varios instrumentos<br />
mecánicos —organillos, cajas de música, pájaros<br />
mecánicos, relojes musicales (dése a Orson<br />
Welles su parte de razón) y el mismísimo<br />
fonógrafo de Edison—, por otro.<br />
Redentora perfección<br />
Musiche Véneziane es el título del CD dedicado<br />
a Vivaldi —3 Conciertos per arcbi e<br />
cémbalo, 2 Sinfonía per archi, 1 Conaertopara<br />
2 trompas y I Concierto para 2<br />
trompetas— y a Albmoni —3 Conciertos per<br />
archi e cémbalo y uno recuerda lo que se<br />
dice que dijo Dallapiccola de Vivaldi: no cientos<br />
de conciertos, sino cientos de veces el mismo<br />
concierto. Por supuesto, esto no es<br />
verdad. Pera para evidenciar la malicia de Dallapiccola<br />
es menester algo más que corrección<br />
y dignidad. Son notables los trompetas<br />
Gerd y Zapf y Miroslav y Kejmar, y tiene buen<br />
temple el violoncello Heinrich Klug, pero el<br />
conjunto introvierte a este par de músicos generosos<br />
si los hubo e incurre en monotonías<br />
de fraseo fuera de tono —donde Vivaldi escribe<br />
«allegro ma poco», tales caballeros leen<br />
«poquísimo»—. De todo ello redime la perfección,<br />
guste o no guste; pero no es el caso.<br />
76 SCHERZO<br />
La maldición del reloj de cuco<br />
Aunque la toma de sonido es buena. »quae<br />
natura non dat...».<br />
Incomparables, en cambia los amorosísimos<br />
triosonaten —cuatro— del joven Emanuel<br />
Bach, no desprendido aún. pero despegado<br />
ya. de la tutela paterna, con 17 a 20 años, y<br />
revisados más tarde. El oboe de Ingo Gontzki<br />
sustituye sin menoscabo al presunto violín<br />
y la flauta de Renate Greiss suena ardorosa,<br />
como debe ser. Acaso el trio —violoncello y<br />
contrabajo más clave— que articula el continuo,<br />
en trance de desalojo en la obra de Bach<br />
|r. abusa la disciplina del puro oficio de<br />
ground. Es una opción legítima, en todo caso,<br />
que acentúa la sombra del viejo y se atiene<br />
a la cronología, sin aventurar anticipaciones.<br />
Pero la joya de la colección, tanto en esta<br />
sección como en el conjunto que comento,<br />
es. con mucho, el CD consagrado a los seis<br />
Cuartetos milaneses de Mozart, admirablemente<br />
revividos por el Cuarteto Sonare, don-<br />
__ '""•'ZBtNDEN<br />
Contarte poarorttimn gp. 67<br />
Conctnepotr!*uttiointcintitt6iiatn*i op.56<br />
Ontabu ctanampsu>iMAaMr*iilicA(i7iAf>
o y ama el contrapunto Es moderno, sin<br />
neura de modernidad. Y acredita que, en la<br />
segunda mitad de nuestro sigla se viene produciendo<br />
un retorno a la saludable práctica<br />
del arte por encargo. A ella obedecen los tres<br />
conciertos —amén del citado, uno para oboe<br />
y otro para orquesta, ambos de finales de los<br />
70— / el poético Divertissement para contrabajo.<br />
Opus 10. del año 51. Una muestra,<br />
pues, adecuada para conocer a un músico de<br />
nuestros dias que, no lo duden, merece ser<br />
conocido<br />
Tres CDs corresponden al apartado tercera<br />
que he descrito en cabeza de este comentario.<br />
Patnck Crommelynck — Bruselas/Mos-<br />
CÚ/Viena— y Taeko Kuwata —Tokio/Viena—<br />
unen sus cuatro manos al teclado, bien conjugadas,<br />
para un Johann Strauss de gabinete,<br />
cerca de nuestras abuelas y lejos del florido<br />
Neüe/ahreskoraert. En la premura inevitablemente<br />
histérica de esos valses reducidos del<br />
gran salón a la alcoba, se apercibe un filón freudiano<br />
que obliga a una elección sociológica y<br />
no musical. Táchese lo que no proceda —por<br />
descontada la técnica, ingeniería incluida, es<br />
impecable—.<br />
Igolf Turban —vioün bávaro—. con Jean-<br />
Jacques Dünki —piano suizo—. se divierte y<br />
nos divierte, si aceptamos el juega con 20 golosinas<br />
—éste sí que es Año Nuevo— al hilo<br />
de la nostalgia, que titula el CD Las más sor<br />
transcripciones: cruces, a la vez inocentes y<br />
perversos, tales corno Albéniz/Kreisler. Valle<br />
de faz/Heifetz, Moszkowski/Sarásate o Fauré/Casals,<br />
El jazz comparece vía Martinu y el<br />
Dios salve a la Reina, vía Paganini. Otras piezas<br />
son originales y poco comunes, amén de<br />
golosas: el no tan quietoso Andantino quietoso<br />
de Franck, La Caprideuse de Elgar, el<br />
Capricao-Valse de Wieniawski o la Pantomima<br />
de Schntttke. Una atmósfera como de Biedermeier<br />
recorre todo este CD que se<br />
empieza oyendo a saltos y se acaba oyendo<br />
entero. Y paladeándolo —la calidad de sonido<br />
nada deja que desear—.<br />
Transcripciones<br />
Patríele y Thomas Derrienga, cellistas ambos,<br />
suizos ambos, formados cerca de primeras<br />
espadas —|anigro, Rostropovich— y<br />
partenaires de otros primeras espadas —<br />
Kremer. Holliger— navegan con fortuna el<br />
controvertido mar. asimismo, de las transcripciones,<br />
siendo ellos sus propios transcriptores.<br />
Sospecho que Falla aprobaría de buen<br />
grado su Danza ritual del fuego y si Paganini<br />
no lo hiciera con sus Variaciones sobre un tema<br />
de Rossini —el inspirado tema procede del<br />
Mosé—. peor para Paganini. En uno y otro caso,<br />
el dúo da la óptima medida de su etérea<br />
ligereza y de su pathos profunda levedad y<br />
gravidez maravillosamente equilibradas. En el<br />
resto del recital, junto a títulos originales de<br />
Barriere —1705-47—. Popper -1843-1913- y<br />
Furrer-Münch. inscriben una creación de su<br />
propia cosecha, del 54, no ajena al hipersensible<br />
universo pos-weberniano. Interesantes el<br />
fondo y la factura y competente la grabación.<br />
A la gloria de la trompa de los Alpes es la<br />
divisa grabada en la medalla conmemorativa<br />
de la primera Fiesta de los pastores alpinos<br />
WIENERWALZER<br />
DÚO CROMMELYNC<br />
Klavierzii4H<br />
SCHOECK<br />
DIETRICH rTSCHER-DieSKAU<br />
KAKTT1UT HÓLL. KLAV1EK<br />
en 1805. Trátase de un cuerno de madera, cuya<br />
longitud sobrepasa la estatura de un pastor<br />
suizo. Como trompa natural que es —sin<br />
llaves, por supuesto—, la gama de sonidos que<br />
se obtiene de ella es reducida y la razón de<br />
su encanta Derivaciones u otras variedades<br />
son el Búcheí. cuyo pabellón se pliega como<br />
el de una trompeta, la Tibí cónica y de hierro,<br />
y la trompeta de vidria Este CD reúne<br />
muestras de todas ellas, al aire libre, con sus<br />
ecos, y en concierto, con el aliño, inclusa de<br />
un coro o de un armomum de iglesiuca —<br />
simbiosis deliciosa de naturaleza y misterio—,<br />
Brahms le ha rendido tributo al comienzo del<br />
movimiento final de su Primera Sinfonía y<br />
Mahler le ha rondado en el postillón de su<br />
Tercera,<br />
Artilugio* musicales<br />
De la vendetta de Rigoletto/Gilda a los cazadores<br />
del Freischütz, todo cabe en una ca-<br />
|ita de música. A ella, al organillo en sus<br />
especies vanas —de carrusel, de mendiga de<br />
salón, de reloj (el inevitable reloi suizo da a<br />
Orson Welles su parte de razón)—, a la 7/3batiére<br />
o caja de pájaros mecánicos, a la citara<br />
Orpheo —especie de pianola— y otros<br />
artilugios semejantes da cabida este CD variopinto<br />
que nos recuerda que Haydn y Mozart<br />
no tuvieron a menos componer para<br />
ellos. Sus nombres son tan diversos como sus<br />
paternidades, a veces oscuras: Sennette. Herophon.<br />
Aristón. Orchestrion. Órgano de Berbería<br />
son algunos de ellos. Y funcionan con<br />
DISCOS<br />
incisiones en discos, en cartón plegado o en<br />
cilindros. El via|e concluye con el fonógrafo de<br />
Edison y es un ref nado placer oir rematadamente<br />
bien lo rematadamente mal que suena<br />
el adán de tales cachivaches.<br />
Joaquín Arnau Amo<br />
MUS1CHE VENEZIANE. VIVALDI: Concierto<br />
para dos trompas en Fa mayor. Concierto para dos<br />
trompetas en Do mayor, 3 Conciertos para arcos<br />
y cémbalo, en La, fíe y Sol mayor. Sinfonía en Si menor<br />
para arcos. ALBINO NI: Conciertos Opus 7/1<br />
y 4, en Re y Sol mayor y Opus 10/1 en Si belmol<br />
mayor. Klamand y O. Schmfti —trompas—. G. Zaol<br />
1 M. Ke|mar — trompeta»—. JE. Dahler<br />
—cémbalo—. Accademií Initrumentalis Ctaudto<br />
Monteverdi. Director: H.L. Hirsch. CLAVES CD<br />
50-601 ADD 6255". Grabación: Munich IM97S.<br />
Producción Claves. Ingeniero: Alfons Seúl.<br />
C.PE. BACU: Sonatas en trio en Sol mayor WQ<br />
144. Re menor WQ 145. Do mayor WQ 147 y Re<br />
mayor WQ 151. Merlin Ensemble. CLAVES CD<br />
50-6902 DOD 54'27". Grabación: Radío Bramen<br />
1989. Coproducción Radio Bremen y Claves. Ingeniero:<br />
Klaus Schumann.<br />
MOZART Cuartetos milaneses K. 155 a 160. Sonare<br />
Quartett. CLAVES CD 50-A9I6 DDD 6627".<br />
Grabación: Dannnadt 7/1989. Producción Clavel.<br />
Ingeniero. Remund Grimm.<br />
CHOP1N: Conciertos para piano n.° I en Mi menor<br />
Opus II y n° 2 en Fa menor, Opus 2t. Eugen<br />
Indjic —piano—. Orquesta Filarmónica de Varsovia.<br />
Director Kiwnierc Kord. CLAVES CD 50-8911<br />
DDD 7O'I7". Grabación: Varsovia 4ÍI9B9. Producción<br />
Claves. Ingeniero: Tci)e van Getst<br />
SCHOECK: Das stille Leuchten. Ciclo de 28 Lieder.<br />
Dletrich Ftscher Dieskau —barítono— y Hartmut<br />
Hall -piano-. CLAVES CD 50-8910 DDD<br />
5I'O6". Grabación: Beríin 2/I9B8. Producción Claves.<br />
Ingeniero: Teije *an Geest.<br />
ZBINDEN: Di&rt&sement, para contrabap y orquesta,<br />
Opus 10. Conciertos tOrnhalau* para orquesta<br />
de cámara, Opus 38, para oboe, Opus 56<br />
y para orquesta. Opus 57. B. Schenkei —oboe—.<br />
F. Petracchi —contrabajo—. Orquesta de Cámara<br />
de Lausanne. Director: Arnwi Jordán. CLAVES CD<br />
S0-89I9 ADD 59'03". Grabación: Radio Suiue Romande.<br />
Coproducción Suisse Romande/Claves. Ingeniero:<br />
Phílippe Rosiel<br />
STRAUSS: tóíses de Viena. Dúo Crommelynck<br />
—piano a cuatro manos—, CLAVES CD 50-8915<br />
DDD 58'5I" Grabación: Thun 1989. Producción<br />
Claves. Ingeniero: Jakob Siimpfli.<br />
VERACINI/SIBELIUS/SCHUBEfiT/POLDINI/PA-<br />
GANINI/MARTINU/KREISLER.'PARADIS/CO-<br />
LLE T/ FRANCK.'S A R ASAT E / E LG A R/ST RAWINS-<br />
KI/ALBENIZíVALLE DE PAZ/KORNGOLD/WIE-<br />
Nl AW5K1/MOS2K.OWS KlíFAURE/SCHNITTKE.<br />
Piezas originales y transcripciones para violm Ingolf<br />
Turban —violin— y fean-Jacques Dünkl —piano—.<br />
CLAVES CD 50-B9I7 DDD 6I 1 49". Grabación:<br />
Londres 8/1989. Producción Claves. Ingeniero:<br />
Georg-Albrecht Eckte.<br />
BARRIERE/PAGANNINI/FURREB-MUNCH/FA.<br />
LLA/DEMENGA/POPPER: Piezas originales y transcripciones<br />
para dos violoncelos Patnck y Thomas<br />
Oemenga. CLAVES CD 5O-B9O9 DDD 62'52" Igleitade<br />
Blumemtein. 3/1989. Producción Claves. Ingeniero.<br />
Tei^e van Geest.<br />
ANONIMOS/L. MOZART/VON WARTEN-<br />
SEE/ISOZ A la gloria de la trompa de los alpes.<br />
CLAVES CD 50-500 ADD 4011". Grabación. Thun<br />
y otros lugares 1974/75. Producción Claves Ingeniero:<br />
jakob Stámp/Ii.<br />
Caías de Música y Órganos Mecánicos. 32 muestras<br />
en diversos instrumento». CLAVES CD 50-815<br />
ADD 47'I3". Grabación Thun. Producción Clavel.<br />
Ingeniero: Jakob Siimpfli.<br />
SCHERZO 77
DISCOS<br />
ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />
Tippett: una criatura de nuestro tiempo<br />
La sinfonía, desde Beethcven, se convirtió en<br />
ámbito sonoro en que ponderar cuestiones<br />
humanas. Desde Ivés —tardiamente reconocido—<br />
fue reflejo e incluso residencia-del acontecer<br />
aparentemente caótico de nuestro tiem<br />
po y de las detenciones del movimiento que<br />
conducen a la soledad introspectiva. Desde Mahler<br />
era ámbito de lucha, a veces de precario sostenimiento,<br />
a menudo de caída. Las formulaciones<br />
clásicas del siglo XX no terminan con las ma-<br />
Idientes tendencias humarustas de la sinfonía, como<br />
demuestra el caso de Sir Mrchael Tippet; al<br />
contrario, la lección de Stravmsto. contra la propia<br />
premisa, permite un lenguaie que refuerza<br />
la tendencia. De ahí que junto a compositores<br />
como Messiaen o Lutoslawski. Tippett se constituya<br />
en traductor musical {sea en música pura<br />
o impura, sea sinfonía o sea drama) de profundas<br />
cuestiones humanas tratadas mediante la dialéctica<br />
abstracción-referencia que tanto enriquece<br />
a ese aspecto sonoro estéticamente controlado<br />
que llamamos música, en una síntesis que ofusca<br />
a los partidarios del pentagrama, la nota pura,<br />
las cuartas y las terceras, la forma sonata o<br />
su ausencia, la tonalidad o su suspensión, y que<br />
en lo demás sólo ven —a veces no les falta ratón,<br />
desde luego—, puro camelo. El excelente<br />
y amplio estudio de nuestro compañero Francisco<br />
Ramos (En tos 85 años de Michael Tippett.<br />
SCHERZO núm. 41, p. 98-105). síntesis del itinerario<br />
creativo de nuestro compositor, nos permite<br />
acceder a estas sinfonías con amplio<br />
conocimiento de causa. Remitimos a él nuestros<br />
lectores y lo damos por leido.<br />
No hay metimientos especialmente lirkos en el<br />
Tippett sinfonista. La clave es lo dramárco En<br />
su evolución estética las cuatro sinfonías se presentan<br />
alrededor de otras tantas óperas de composición<br />
inmediata, con cu/o sentido se<br />
empare|an (ver cuadro). Por lo tanto, es lógico<br />
adjudicarles a las primeras ufas intenciones dramáticas<br />
cuando menos latentes. El enfrentamiento<br />
se da entre acción y reflexión (alteración y<br />
Primera Sinfonía<br />
Segunda Sinfonía<br />
Tercera Sinfonía<br />
Cuarta Sinfonía<br />
TiPPeTT<br />
IHK SYMmONlES<br />
—a esas alturas— un heterodoxo respetuoso. Final<br />
del primero de los cuatro actos: testo se llama<br />
sinfonía, pero yo estoy francamente inquieto»<br />
(y. si no, escuchemos el final, esa terrible fuga<br />
abatida a hachazos por una brutal percusión).<br />
Si The mídsummer marnage es trasunto de<br />
la Primera Sinfonía. Kmg Priam lo es de la Segunda<br />
(o al contrario). De nuevo nos encontramos<br />
ante una dialéctica dasfásmo-renojación. que<br />
no es compromiso ni síntesis, sino algo previo<br />
a esta última: en rigor, enfrentamiento y yuxtaposición<br />
activa de elementos de estilo y de contenidos<br />
de discurso. El concertó barroco, !a<br />
sinfonía beethoveniana y la más violenta de las<br />
composiciones neoclásicas stravinsloanas —la Sinfonía<br />
en tres movimientos— parece estar presente<br />
aqüi. \femos que la forma sonata (Allegro<br />
vigoroso inicial) le sirve a Tippett. sobre toda<br />
para plantear la lucha, para sugerir las fuerzas<br />
en presencia. El implacable tema nervioso principal<br />
con protagonismo del metal y la constancia<br />
del bajo ostmato aportan una agilidad<br />
fundamental al movimiento En profundo contraste,<br />
el segundo movimiento. Adagio, es un típico<br />
tempo lento del compositor, sin especial lirismo,<br />
con una sensación inquietante que viene no<br />
sólo del recreado clima de misterio, sino<br />
Fechasde<br />
las cuatro sinfonías yde<br />
lis cintro óperas de Tippecc<br />
1944-1945<br />
1956-1957<br />
1970-1972<br />
1976-1977<br />
ensimismamiento, en terminologia orteguiana).<br />
entre despliegue y repliegue, entre expresión e<br />
introspección-, y esto es lo característico dd sinfomsmo<br />
de Tippett. lo que es preciso advertir<br />
para empezar a comprenderle. Ése planteamiento<br />
lleva al perfecto equilibrio formal, y por ello<br />
espiritual de la Primera Sinfonía. ¡Qué se advierte<br />
ya? Que no se suspende sine die la tonalidad,<br />
sino que se la respeta; que se han asimilado las<br />
lecciones politonales de los últimos treinta años<br />
(ver fecha); que es un discurso original, sin concesiones<br />
al sentimentalismo: que debe a los neoclásicos<br />
tanto como a la propia tradición sinfónica<br />
romántica, que si no conoce a (ves no tiene importancia,<br />
que cualquier elemento expresivo pue<br />
de ser adecuado para el discurso sinfónico, que<br />
se trata de un músico que parece pretenderse<br />
78 SCHERZO<br />
The midsummer marnage<br />
King Priam<br />
The Knot Garden<br />
The Ice Break<br />
1946-1952<br />
19581961<br />
1966-1969<br />
1973-1976<br />
también de que las frases sean esbozadas y<br />
nunca concluidas: un movimiento bellísimo, una<br />
dolo rosa ensoñación a cuyo alrededor se plantea<br />
el discurso sinfónica pero que transcurre fuera<br />
de él. La novedad rítmica del Presio («una<br />
especie de scherzo en forma de espep>) no impide<br />
la ortodoxia formal: en su brevedad tenemos<br />
una estructura tripartita de sonoridades<br />
stravinskianas. con una culminación a manera de<br />
trio, e implacable secuencia. El clima del Allegro<br />
regresa en el Finóle, con seme|ante carácter<br />
decisivo del bajo ostmato y del enfrentamiento<br />
de temas (que. además, lo es de tonalidades).<br />
Pero tienen lugar claras evocaciones del clima del<br />
Adagio Finalmente: ni Apolo ni Dionisos: nada<br />
de dioses, héroes si acaso, como Orfeo o Heracles.<br />
Drama, tragedia inclusa pero con una de<br />
las máximas de Delfos: nada en exceso: la otra<br />
—conócete a ti mismo— es precisamente el argumento<br />
de las cuatro sinfonías, las cuatro óperas,<br />
y las demás obras de Tippett. Una difícil<br />
síntesis esta Segunda Sinfonía, permitida por una<br />
forma venerable, rigurosamente respetada, la sin-<br />
'onia; de igual modo que otra leyenda también<br />
venerable permite algo muy pareado en la ópera<br />
Kmg Priam.<br />
Con el privilegio de nuestra perspectiva podemos<br />
aventurar que las tendencias ya señaladas<br />
—que se desarrollan mas explícitamente en<br />
las obras de carácter dramático—alcanzan su amplia<br />
expresión en la Tercera Sinfonía. Con los conceptos<br />
de Arrest («energia comprimida») y<br />
Movement («explosión de energia») formula el<br />
propio Tippett la dialéctica presente en el primer<br />
movimiento un doble Allegro (Anest = non<br />
troppo e pesante, Movement: molto e con grande<br />
energía). Este primer movimiento encabeza<br />
el tríptico de la llamada primera parte de la Sinfonía.<br />
El segundo es otro típico Adagio sobrecogedor,<br />
amplisimo. sugerente. cuya aparente<br />
morosidad está cargada de tensión. Como los<br />
de las dos anteriores sinfonías, y en mayor medida,<br />
es una música que evoca nocturnidades,<br />
desolación, un dolor oculto, no explícito, expresado<br />
en sutiles sonoridades donde la percusión<br />
afinada tiene mucho que hacer —sobre todo,<br />
timbricamente— y las gamas dinámicas se mantienen<br />
casi siempre bajas, en un acecho en el que<br />
no existen ternas, sino sólo ideas que se transforman,<br />
creceny se desmienten en un continuo<br />
que les da sentido.<br />
La segunda parte se divide en otros dos movimientos,<br />
el primero de los cuales es un breve<br />
Scherza oposición al mundo sonoro del Adagio<br />
en su vivacidad, alegría, multiplicación de efectivos,<br />
valores mínimos en rápida carrera... El amplio<br />
Finale introduce diversos elementos<br />
procedentes del blues (no hemos quendo sobrecargar<br />
las anteriores referencias sinfónicas con el<br />
amor de Tippett hacia las citas, lo hace mejor<br />
que nosotros Francisco Ramos en el articulo citado).<br />
Curiosamente, el tránsito del <strong>Scherzo</strong> al<br />
primer blues. un blues lento, se realiza mediante<br />
una cita de la Novena de Beethoven. rápida<br />
Tiente desmentida por el clima del primero de<br />
los cuatro poemas cantados en la Sinfonía. Era<br />
lógico que en esta obra decisiva introdujera Tippett<br />
la palabra. Se trata de poemas del propio<br />
compositor. El sentido de los mismos —<br />
provisionalmente, y pidiendo disculpas: el estupor<br />
ante el dolor transmitido en el amor de los<br />
padres, el doloroso itinerario de nuestro cuerpo,<br />
la comprensión y también el olvido del dolor<br />
ajeno, la alucinante visión de un mundo en<br />
que el amor y el mal se desarrollan en medio del<br />
dolor— constituye un discurso contrario al de<br />
Beethoven-SchiIler. y por eso la Novena es citada<br />
en varias ocasiones. Vivimos tiempos menos<br />
optimistas, más desengañados e informados, y<br />
el discurso se hace menos utópico y más universal,<br />
mas concreto y menos ideológico Y a Beethoven<br />
se opone el blues. música de raices negras,<br />
modos extraeuropeos. La voz de la soprano<br />
- -veintitantos minutos de música— continúa, en<br />
rigor, el discurso emprendido en el Allegro de
la primera parte y se constituye en personaje<br />
dramático-lineo óe un cuadro que recuerda King<br />
Priam. fero estamos mas bien en cuanto al conjunto<br />
de la Sinfonía, en la complejidad y el sentido<br />
de la medida de The Knot Garden. Como<br />
en la Segunda, un inicio y un frnale se reparten<br />
el discurso, aunque no la totalidad de su sentido.<br />
La Cuarta Sinfonía se desarrolla en un solo movimtento<br />
de una media riora de duración: forma<br />
sonata con intermedios fpor llamarlos asi),<br />
según el siguiente esquema: tema-intermedio Ilento-intermedio<br />
II scherzo-Ínter medio IIIreex<br />
posición. Fbse a la continuidad del discurso,<br />
las siete partes están plenamente diferenciadas.<br />
Los intermedios son un tributo a la tradición inglesa<br />
que culminará en Purcell y en ellos no dejará<br />
Tippett de realizar nuevas citas. Al margen<br />
de los elementos formales, o sustentándolos tal<br />
vez. la Cuarta Sinfonía es el original ¡simo De 'a<br />
cuna a la tumba de Tippett. una biografía abstracta<br />
sin concesiones al descnptivismo. un nuevo<br />
drama donde lo secuencia I se impone a lo<br />
dialéctico (la oposición se da en cada una de las<br />
siete partes). Insistiremos en algo que acaso nos<br />
atrae como una debilidad- hay otro bellísimo movimiento<br />
lento —la más amplia de las siete<br />
partes— de estremecedora sugerencia. Pero<br />
frente a él. se destapa la súbita violencia del Intermedio<br />
II.<br />
Como complemento al registro de las cuatro<br />
sinfonías de Tippet. se incluye también la Suite<br />
en Re mayor, como en el elepé original de 1982<br />
dirigido por Solti. Se trata de una obra de estricto<br />
clasicismo, compuesta con motivo del nacimiento<br />
del principe Carlos en 1948.<br />
Las interpretaciones, al no haber comparación<br />
posible, no podemos considerarlas simplemente<br />
de referencia, pero desde luego si creemos<br />
que son de garantía. No se puede hablar de una<br />
integral por la diferencia de intérpretes, pero al<br />
fin y al cabo esa cuarta en discordia está puesta<br />
en sonido por la orquesta y el director que la<br />
encargaron y estrenaron. Como, por otra parte,<br />
la Tercera (incluida la inigualable Heather Harper.<br />
en un movimiento de bravura que es toda<br />
una prueba de recursos interpretativos). Junto<br />
a la solitaria aportación de Solti. las tres primeras<br />
sinfonías suenan en manos de Colín Davis de<br />
acuerdo con esas premisas dramáticas que también<br />
ha defendido en el foso (recordemos sus<br />
grabaciones de The mídsummer marriage y The<br />
Knot Garden para Philips, sello del que. por otra<br />
parte, proceden los registros de las grabaciones<br />
de las Sinfonías I y 3 incluidas en este álbum de<br />
Decca). En cualquier caso, esa garantía la deducimos<br />
de un magnifico despliegue sonoro que<br />
ha permitido, al reeditarse en un álbum de tres<br />
CD. nuestra modesta aproximación i las sinfonías<br />
de Sr. Michael Tippett.<br />
Santiago Martín Bermúdez<br />
TIPPETT: Las Cuatro Sinfonías. Suite en Re mayor.<br />
Orquesta Sinfónica de Londres (I, 2 y 3).<br />
Orqueaa Sinfónica de Chicago (4 y Suite). Heather<br />
Harper, Soprano (3). Dirección: Sin Colín<br />
Dwii(l. 2y 3); SirGeorgSolti (4 y Suite). Grabaciones-<br />
1975(1), 1967(2). 1973(3), 1979(4).<br />
1981 (Suite). Productores: V. Negri (I y 3), Jamei<br />
Malltraon (4 y Suite). Ingeniero*: K. Witteveen<br />
(I y 3). Jantes Look (4 y Suite).<br />
Ingenieros: K. Witteveen (I y 3). James Look<br />
(4 y Suite). 3 CD ADD (I. 2 y 3) DDD (4 y<br />
Suite). DECCA <strong>42</strong>S 646-2. Libreto explicativo<br />
en inglés, francés, alemán e italiano. Poema de<br />
la Tercera Sinfonía, sólo en versión original inglesa.<br />
Duraciones: J6'3I" (I). JJ34" (2).<br />
S505 1 (3). 30'37" (4), I4'46" (Suite).<br />
Horowitz<br />
o la apariencia sustancial<br />
Se ha dicho —y es verdad— que todo<br />
arte es esencialmente moderna Lo es<br />
por su acuse de recibo: ló es porque,<br />
antiguo o no. de origen, su destino es siempre<br />
nueva y, por ese destino, acredita su |uventud<br />
renovada.<br />
Pongo pues, a Vladimir Horowitz por testigo<br />
de que esto es así. Lo de menos es que<br />
el álbum triple de la EMI que reúne grabacines<br />
de Horowitz a lo largo de 21 años<br />
—1930/1951—rememore al joven y primerizo<br />
genio del piano en su edad virginal. Lo<br />
que importa —nos importa ahora— es que<br />
su hacer de aquellos años no ha envejecido:<br />
no envejece, a condición, tan sola de<br />
que le abramos el oído (oven. La virginidad<br />
del arte y su paraíso difieren de sus paralelos<br />
naturales y terrenales, ponqué una y otro<br />
son recuperables y no irremisiblemente perdidos.<br />
Para el arte auténtico —Horowitz es<br />
la prueba— todas las veces son primeras<br />
veces.<br />
Lo que ocurre —acontece, más bien—<br />
cuando Horcwttz encuentra en el piano —él<br />
puede decir, como Picasso, que no busca:<br />
halla— a Bach, a Scarlatti, a Haydn, a Chopin,<br />
a Beetnoven, a Schumann. a Listz. a<br />
Rachmaninoff. a Rimski. a Stravmski o a Pro-<br />
Itofiev, ocurre por primera vez: es música<br />
virgen. Y lo es, porque la suya no es la verdad<br />
abstracta de un conocimiento dado de<br />
una vez por todas, ni la verdad lógica de una<br />
partitura escrita, rigurosa en su hibernación<br />
impresa, con carácter indeleble.<br />
La verdad de Horowitz es la verdad del<br />
arte, que no es tal —como advirtió Aristóteles<br />
en su tiempo—, sino verosimilitud, es<br />
decir, semejanza de verdad —algo que escandaliza<br />
al espíritu lógico, de suyo farisaico<br />
y escandalizare—.<br />
Sehilter llama tapariencia sustancial! a<br />
esa verosimilitud que es la verdad del arte,<br />
una verdad que el lógico —Hegel, por<br />
ejemplo— considera disminuida y que, no<br />
obstante, podemos entender con más menta<br />
realizada. Verosimilitud es. en efecto semejanza<br />
de verdad y su semblante<br />
—semblante es semejanza—: la verosimiíitud<br />
es, en suma, el rostro de la verdad, o<br />
uno de los rostros, porque —y esa es la revelación<br />
del arte verdadero, el be Horcwitz.<br />
por ejemplo— la verdad dispone de muchos<br />
rostros.<br />
Una interpretación —recreación, en<br />
rigor— de Horcwitz es el hallazgo de un rostro<br />
—uno: irrepetibte— para la verdad de<br />
un pensamiento cifrado en una partitura.<br />
Tamo da que la partitura sea prolija o simple,<br />
farragosa o tenue: Horowitz aprehende<br />
en ella un rostro y lo describe vivo, con<br />
sus señas de identidad olvidadas tras la apariencia<br />
sustancial del gesto hic et nunc. Fbrque<br />
una obra de arte —una Sonata de<br />
Scarlatti. por ejempla o un Estudio de<br />
Chopin— no posee un carnet, sino infinitos<br />
Escuchar, por eso, a Horowttz, aun sobre<br />
DISCOS<br />
la cuerda floja de unas grabaciones remotas,<br />
anticuadas, supone et encuentro con las<br />
criaturas de Chopin, de Debussy, de Schumann,<br />
de Listz, bajo especies y semblantes<br />
no registrados en archivo histórico alguno.<br />
Y de sus dedos demoniacamente ágiles no<br />
se habla, cuando el milagro se hace natural,<br />
segunda naturaleza o quién sabe si primera.<br />
Todo gran pianista hace milagros:<br />
pero Horowitz los hace sin que se tome en<br />
cuenta de ellos, porque el asunto es otro<br />
y transciende el milagro. Si los hubo —que<br />
los hubo— Horowitz nos los hace olvidar.<br />
Puestos a destacar —menester arduo<br />
cuando de criaturas vivas y de rostros singulares<br />
^p. trata—, cabe decir que la Sonata<br />
de Listz vale con creces todo el álbum. Si<br />
en todo es diferente y único, en Listz Horowitz<br />
despeja y barre sus posibles alrededores<br />
y se queda solo. Le cree, lo crea y.<br />
más que creible, lo hace evidente: porque<br />
lo toma en el lugar adonde él vino a parar:<br />
el tierno y tremendo instrumento llamado<br />
piaña<br />
Se ha dicho que, para Horowitz, el piano<br />
fue un fin en sí misma Su Listz, por el contraria<br />
revela que acaso lo fue para el mismo<br />
Listz. no para Horowitz: para éste, es,<br />
más bien, el principia La omega de Listz<br />
coincide con el alfa de Horowitz. Y la tradición<br />
se perpetúa.<br />
Tan sólo una advertencia final. Cuando el<br />
autor — Rachmaninoff— reverencia al intérprete<br />
—Horowitz— está de más la más ligera<br />
reserva.<br />
No obstante, los limites de una técnica<br />
rudimentaria son tanto más sensibles cuanto<br />
es más complejo el aparato instrumental.<br />
De ahí que la fruición del Tercer<br />
Concierto —compacto tercero— no iguale<br />
su interés. Y en todo caso, el melómano debe<br />
saber que habrá de proveerse el oportuno<br />
filtro —no es asunto físico, sino<br />
psicológico— para acercarse a la plena fruición<br />
de este Horowitz de leyenda.<br />
Joaquín Arnau Amo<br />
BACH/BUSONI: Coral BWV/734 SCARLATTI. So<br />
Os K. 87,l2i/l8S,'i22. HAYDN: HAYDN Sonaa Mob<br />
XVI Sí CHOP»! Estudia Opus W4-Í-81 Opm 25/3<br />
Impromptu n.° í. Nocturno Opus 72/> MBZWZÍS Opus<br />
711. *ti2 y 5Of3 Sc>*rm-.°3.Oi>ljs51 DEBUSSY: £iajdhn.'lltpourlBtrpégeicoinposett<br />
POuLENC<br />
FistourrUe y Toccia n° 2. MÍTHOVÍN: 32 Vtruciane¡<br />
en Da menor WOO SO SCHUMANN: Anaeme.<br />
Opus 18. Tbc&a en Do mayor. Opus 7 Trjumeswrren.<br />
Opus 12/7 Fruí original de t¡ Sanan n" 2. Opus 22<br />
UCTZ: furiente! (Htnrwtts poetices / /rtyfioat. n.°<br />
7). So» en S menor RACHMANINOFF: Centeno<br />
pin puna n°3enfte "tenor. Opus JO Prelud>o en Sol<br />
menor Opus 23/5 ftACHMANINOFF Concierto pin<br />
atino n" 3 en fíe menor Opus 30 Preludia en Sal me<br />
nor.Opus23/S KJMSKI-KORSAKOV (vn(k> Rxhmintoofl):<br />
II vuelo del moscirtkx, STRAVtJSKI Peinjchía<br />
Dina &s* PKOKOFIEV TÓÍÍJU Optra u Vluímir<br />
Honrma — piano- OrquBa Snlónici de Ujn*tt O<br />
rector AltwrtCoiui 3 CD ADO EMI 76J5362 CD<br />
Gntuciow, Londrtl 1*30-1*51 y B*rl(n Monu'[>|>.<br />
ttl npnxendo. lng*n*eros ót tocMo dvtconocidoi.<br />
SCHERZO 79
DISCOS<br />
ESTUDIO DISCOCRAFICO<br />
Un Wagner intensamente dramático<br />
Un desaforado romanticismo baña esta<br />
ópera de la primera madurez wagneriana.<br />
romanticismo heredado — y ya<br />
transformado— de una tradición en la que bebieron<br />
Mozart o Weber y que impulsó la corriente<br />
surcada también por los Hoffmann.<br />
Spohr, Lortzmg, Marschner o Nicolat. El tema<br />
legendario, el paisaje brumoso, el entorno<br />
fantasmagórico era lógico que pudieran<br />
tentar todavía al joven Wagner. que venia de<br />
tratar la grande opera y, antes, de bucear en<br />
sujetos mágicos y maravillosos siempre caros<br />
a los creadores centroeuropeos y que, a la<br />
postre, determinarían el hallazgo de la mitología<br />
en la que descansan algunas de sus obras<br />
mejores. Este Holandés, conocido asimismo<br />
con el titulo de El buque fantasma, es una<br />
composición irregular, con largos instantes tediosos,<br />
repeticiones y pasajes en los que faltan<br />
tanto la sustancia escénica como el genio<br />
musical; pero hay en ella una potencia de escritura,<br />
un halo de nervioso y trascendente<br />
dramatismo, una fuerza de expresión y una<br />
sabiduría narrativa tan grandes que aquellas<br />
zonas de sombra —peligrosamente cercanas<br />
a la rutina— aparecen frecuentemente iluminadas<br />
e integradas en una acción que discurre<br />
ante nuestros ojos y oídos con unidad<br />
temporal y casi espacial con ritmo y celeridad<br />
cinematografieos, que. a la postre, alimentan<br />
la llama en la que se consume el amor<br />
de la vidente Senta y del sufriente Holandés<br />
y otorgan sentida ya en esta ópera, a uno de<br />
los temas recurrentes del autor cual es el de<br />
la redención por el amor.<br />
Entre las cosas positivas de esta versión en<br />
estudio de Klemperer. felizmente reeditada<br />
en compacto —que mantiene el excedente sonido<br />
original—, figura, precisamente, la de, sin<br />
perder una coherencia y rigor musicales muy<br />
propios de su batuta, saber alcanzar paulatinamente,<br />
con pulso magistral, esa culminación<br />
sobrenatural, construyendo paso a paso, nota<br />
a nota, el largo proceso psicológico de los<br />
dos personales. Además, el gran director alemán,<br />
siempre amigo de las cosas bien hechas<br />
y bien pensadas, articula de mano maestra las<br />
transiciones, flexibiliza elegantemente los tempi<br />
—dentro de un discurso sin fisuras—, planifica<br />
adecuadamente los contrastes y hace<br />
y deja cantar a las voces, que se mueven a<br />
sus anchas a pesar de lo férreo de la rectoría,<br />
llegando incluso a establecer sin proble<br />
mas los lazos que la obra mantiene en tal<br />
sentido con las formas italianas, de las que<br />
Wagner fue siempre, de uno u otro modo,<br />
deudor. Y no hay más que escuchar, por ejemplo,<br />
la manera en la que la orquesta prepara<br />
el terreno a Theo Adam para que. a despecho<br />
de sus indudables limitaciones, inicie como<br />
en un susurro y dentro de una línea de<br />
canto bastante canónica el mágico Wie aus<br />
der Femé; o la tranquila y muelle forma en<br />
la que es expuesta la doméstica cantilena dei<br />
prosaico Daland: o la medida expresividad<br />
que anima la balada de Senta..<br />
SO SCHERZO<br />
Hay, sin duda, muchas bellezas en la partitura.<br />
Y Ktemperer las extrae con sabia paciencia.<br />
Nadie como él ha dado sentido y<br />
trascendencia, sin caer en la pedantería, a las<br />
intervenciones de los marineros e impulsado<br />
sus cantos y danzas con tanto vigor y amplitud<br />
hasta el punto de convertir, y de qué convincente<br />
manera, en un siniestro y solemne<br />
baile, que preconiza el fatal desenlace, lo que<br />
normalmente no es sino un saltarín y alegre<br />
motivo. Apoyado en una espléndida y majestuosa<br />
Phi¡harmonía (en su etapa con el New<br />
delante), la batuta, precisa y elocuente, morosa<br />
y contundente, intensamente dramática<br />
(un dramatismo de corte más trágico que propiamente<br />
romántico: más olimpico que humano;<br />
más sereno que desgarrado, todo ello<br />
con muchos entrecomillados) del maestro de<br />
Breslau consigue un fraseo y unos efectos tímbricos<br />
sensacionales, una coloración oscura y<br />
densa que otorgan un valor y sentido muy<br />
particulares a su interpretación, cargada de<br />
significados y de una solidez musical extraordinaria.<br />
Es así que. como contrapartida (y no<br />
es demérito), otras características, también<br />
definitorias de la obra, no aparecen o no se<br />
destacan en primer plano, sobre todo por el<br />
hecho de que el romanticismo que la sustenta<br />
se nos muestra a veces un tanto congelada<br />
Claro es que este matiz no podría venir<br />
casi nunca explícito en las voces de los solistas<br />
elegidos, valiosos pero lejos de la perfección<br />
o al menos de la idoneidad en algún casa<br />
Como Anja Silja. instrumento agresiva en<br />
punta, que echa bastante carne en el asador,<br />
vigorosa y valiente, pero con un canto plagado<br />
de incorrecciones, un agudo poderoso pero<br />
estridente y un temperamento caliente<br />
pero ayuno de lirismo; o como Martti Talveia.<br />
que no acaba de encontrar, pese a su enorme<br />
y recia voz de bajo, su sitio en una parte<br />
que le exige escaladas ingratas a lo alto y frasear<br />
en zonas incómodas; o como Ernst KDzub.<br />
timbrada homogéneo potente y extenso<br />
instrumento de tenor spmto. fácil arriba (cosa<br />
más bien rara en los que suelen cantar Wagner).<br />
pero escaso de legato y de delicadeza<br />
en el decir. Fbr su parte Adam incorpora un<br />
convincente Dutschmann. bien visto dramá-<br />
ticamente, ayudado por su característica voz<br />
de bajo barítono, oscura y amplia, aunque pobremente<br />
timbrada: es relativamente expresivo<br />
y resulta, como es habitual en él. poco<br />
variado en su canto. Cortito Unger y pasable<br />
la Burmeister, Un 10 para el coro.<br />
La versión hasta aquí comentada que, como<br />
se deduce de lo dicho, atesora grandes<br />
valores, es claramente aventajada en lo teatral,<br />
como es lógico, por otras que tienen su<br />
origen en representaciones y que en algún supuesto<br />
provienen directamente del viva Entre<br />
ellas convendría destacar, por encima de<br />
la de Nefsson (Bayreuth. 1986; Philips) o la de<br />
Karajan (1985; EMI), la de Bóhm (Bayreuth,<br />
1972; DG). no muy bien cantada pero excitante.<br />
Mirando hacia atrás, con mucho peor<br />
sonido, naturalmente, son más importantes<br />
que aquéllas, y que las posteriores de estudio<br />
—Dorati (1962, Decca), con espléndidos<br />
London y Rysanek, y Solti (¡977, Decca igualmente)—,<br />
la de Keilberth, arrebatada y nerviosa,<br />
quizá demasiado (Decca), y la de<br />
Knappertsbusch. de muy sereno y transido<br />
dramatismo (Cetra), ambas, tan distintas entre<br />
sí, provenientes del Festival de Bayreuth<br />
del 55 e incorporando prácticamente los mismos<br />
cantantes, con ventaja para la segunda<br />
de contar con el Enk de Wmdgassen. Las dos<br />
emplean, además de a una Varnay algo fuera<br />
de sitia al alucinado Holandés de Hermann<br />
Uhde, que nos comunica todo el patetismo<br />
y lancinante humanidad del personaje a pesar<br />
de su canto algo tosco y de su cortedad<br />
en la zona aguda. Más atrás en el tiempo encontramos<br />
una versión, adquirible hoy en el<br />
sello Acanta, de notable interés, que recoge<br />
una representación de la Opera de Munich<br />
de 1944 Vale la pena hacerse con ella, sin reparar<br />
en la pobre calidad sonora, porque agrupa,<br />
al lado de la experta y magnífica batuta<br />
de Clemens Krauss, a un equipo de cantantes<br />
de relieve: la Ursuleac (un tanto insegura<br />
de afinación), Hann, gran Daland; Ostertag.<br />
digno Enk. y, por y sobre todos. Hans Hotter,<br />
completísimo protagonista, el mejor de<br />
los grabados con diferencia (incluso superando<br />
a London en arte de canto y en matización).<br />
Arturo Reverter<br />
WAGNER: Der fliegende Hollánder (El holandés<br />
errante). Adam, Silja, Talvela. Koiub,<br />
Unger, Burmeister. Coras de la BBC. Orquesta<br />
New Philharmonia. Director: Oteo<br />
Ktemperer, EMI CMS 7 63344 2. 3 CD ADD<br />
grabados en 1989 recogiendo las tomas realizadas<br />
en febrero y marzo de 1968 en los<br />
estudios Abbey Road de Londres Productor:<br />
Peter Andry. Ingenieros de sonido: Alien Stag<br />
'y Roben Gooch. 2. 31"54".
VIDEOS<br />
PUCCINI: La Bohéme. Mirella Freni (Mimí).<br />
Luciano Pavarotti (Rodolfo). Gino Quilico<br />
(Marcello). Sandra Pacetci (Musetia). Nicolai<br />
Ghiaurov (Colime). Stephen Dickson<br />
(Schaunard). ítalo Tajo (Benoit, Alcindoro).<br />
Coro y Orquesta de la Opera de San Francisco.<br />
Director: Tiziano Severini. Decorados:<br />
David Mitchell Vestuario: Jeanne Button y Peter<br />
J. Hall. Producción: San Francisco. 1989.<br />
Realización para TV: Brian Large. Duración;<br />
160*. Distribuida por VISUAL (26 VM).<br />
Recentísima producción que reúne,<br />
después de algunos años, a<br />
una pareja célebre en esta obra<br />
pucciniana: Freni y Pavarotti Soprano y tenor<br />
acusan el paso de los años y, en especial,<br />
el cambio de repertorio, lo cual repercute negativamente<br />
en la adecuación a los personaíes<br />
Aquella frescura y lozanía de las voces que<br />
cuadraban a la perfección con sus respectivos<br />
papeles se suple ahora con mayor intensidad<br />
dramática, pero también por medio de<br />
trucos y exageraciones. Sin embargo, la pareja<br />
sigue funcionando musicalmente, transmiten<br />
en la pantalla mucho encanto y<br />
sugestión. Esto hace que se olviden los defectos<br />
de fraseo, los excesos expresivos. La<br />
puesta en escena, convencional y poco brillante,<br />
cuenta con una movilidad escénica bastante<br />
lograda en los momentos cómicos de<br />
los actos I y IV asi como el problemático acto<br />
II, que queda bastante bien resuelto (y como<br />
era de esperar de la veterania de Large.<br />
muy bien fotografiado)<br />
A la pareja protagónica, que es el reclamo<br />
de la edición, acompaña un equipo discreta<br />
donde destaca ítalo Taja en los dos papeles<br />
de viejo burlado. Este animal de teatro roba<br />
pantalla (y escena) cuando él aparece, con sus<br />
setenta y cuatro años. Gino Quilico da muy<br />
bien la talla de Marcello por físico y ademanes,<br />
no tanto por voz, que es más bien modesta<br />
desde cualquier ángulo que se tome La<br />
Musetta de (a Pacetti es chillona y cortita como<br />
casi todas las que circulan por ahi, pero<br />
simpatiquísima de ver Ghiaurov es una sombra<br />
vocal de si mismo, además de aparecer<br />
cansado y poco divertido. El Schaunard de<br />
Dickson es flojisimo. desafina, solfea mal. es<br />
aún muy |Oven. parece. Como el director. Sevenni.<br />
a quien le queda camino por recorrer,<br />
aunque su labor general es meritoria, propia<br />
del que conoce y gusta de la obra. Recomendable<br />
el video si musicalmente uno no es demasiado<br />
exigente. (Viene con libreta bilingüe,<br />
y con detallada información).<br />
F.F-<br />
VERDI: I lombardi Ghena Dimitrova (Giselda).<br />
José Carreras (Oronte). Silvano Carroli<br />
(Pagano). Luigi Roni {Pirro}, etc. Orquesta y<br />
Coros del Teatro La Scala, Milán. Gianandrea<br />
Gavazzeni (director). Dirección de escena: G.<br />
Agostinucci. Producción: Milán 19B4. Dirección<br />
para TV: Brian Large. VHS-Beta (compatible).<br />
Distribución: VISUAL.<br />
V<br />
Los vídeos de ópera comienzan su<br />
incursión —por ahora algo límida—<br />
en las parcelas menos frecuentes<br />
del gran repertorio En este sentido<br />
la difusión de estos iombardi verdianos es un<br />
acierta Fbr lo demás, la escenografía de Agostmucci<br />
es extremadamente funcional Alterna<br />
colores mortecinos con rojos vivos, sin<br />
detenerse demasiado en objetos o señales<br />
que puedan definir la época de las Cruzadas,<br />
por lo demás muy vagamente sugerida. Gavazzem<br />
—que fue protagonista de la mítica<br />
versión de la RAÍ del año 69. con Pavarotti<br />
y Scotto—, las riendas de la orquesta con relativa<br />
apatia, sin la garra ni el slancio que pone<br />
Riccardo Muti en el 'Vferdi de |uventud.<br />
Digamos que se trata de una dirección tan funcional<br />
como la misma puesta en escena. En<br />
cambio, no ocurre lo mismo con los coros<br />
—supervisados por Bertola—. cuya participación<br />
es tan fundamental en las obras del primer<br />
periodo verdiano. Música y dirección son<br />
de estimable calidad, llevándose, sin embargo,<br />
el gran abucheo de La Scala. cuyo muy<br />
singular público parece protestarlo todo.<br />
Ghena Dimttrova no está a la altura de su<br />
fama. Esto se ve. sobre toda en la tosquedad<br />
de los filados, en los que el sonido está<br />
mal apurado, sin un verdadero control de la<br />
respiración. En los pasajes de bravura van notándose<br />
los años y sus antaño famosos cañonazos<br />
son ahora mucho menos incendiarios;<br />
cte lodas formas. Dimitrova es una soprano<br />
que siempre gana algo con la segunda audición.<br />
Carreras adapta su bella voz a la adecuada<br />
y central tesitura de Oronte y omite<br />
algunos agudos que ha impuesto la tradición.<br />
Pero nuestro tenor suele cantar casi siempre<br />
fuerte, con múltiples durezas y acentos ásperos<br />
que desequilibran la compostura belcantista<br />
de su personaje. Finalmente, Carroli hace<br />
lo que puede con su buena voz bantonal. que<br />
suena algo agarrotada en muchos momentos,<br />
por ser el estilo de / Lombardi de signo muy<br />
diverso al de las Cava/lenas y Fanciul/as que<br />
le han dado alguna notoriedad. No merece<br />
la pena hablar de los demás, en general bastante<br />
flojos.<br />
LIBROS<br />
J.M.S.<br />
WALTER KOLNEDER: Guia de Vivaldi. Traducción<br />
de Carmen Bas Alvarez. Alianza Editorial.<br />
Madrid, 1989. 132 páginas.<br />
Como en la anterior Guía de Mozart. debida<br />
a Ench Valentín, editada por Alianza, este h<br />
bro consagrado a Vrvaldi reúne una abundante<br />
información sobre Vivaldi bajo la forma de un<br />
diccionario. Las entradas hacen referencia a los<br />
títulos de las obras, los géneros practicados<br />
por el maestro y otras materias relacionadas<br />
con el músico durante su vida o en la posteridad.<br />
Evidentemente, el libro nos ofrece una<br />
buena cantidad de datos y por ello su utilidad<br />
no puede negarse. Con todo, algunas de<br />
las decisiones del autor son cuando menos curiosas.<br />
Concede entradas a fecha de nacimien-<br />
VIDEOS / LIBROS<br />
to y Fecha de muerte, cuando el libro se inicia<br />
con una breve exposición bibliográfica, por lo<br />
que es difícil creer que el lector vaya a buscar<br />
esos datos por esas entradas. Otros temas<br />
tratados son también poco comentes:<br />
Autor proliTica Proceso creador, \fenta. Se<br />
echa, en cambia en falta un aspecto fundamental,<br />
el de la interpretación vivaldiana. Kblneder<br />
ha omitido su historia y problemas<br />
actuales, así como las menciones a los intérpretes<br />
vivaldianos. En esta linea, el autor tampoco<br />
ha recogido ninguna indicación<br />
discográfica. Finalmente, el Catálogo resulta<br />
poco útil. Se detiene en las obras con número<br />
de opus. pero no detalla los cientos de<br />
composiciones que están fuera de esta categoría.<br />
En vanos casos, se remite a la entrada<br />
que se dedica a cada uno de los géneros.<br />
EM.M.<br />
PAOLO FABBRI: Monteverdi. Traducción de<br />
Carlos Alonso. Turner Música. Madrid, 1989.<br />
596 páginas.<br />
Disponemos de una bibliografía musical en<br />
castellano que, cuando se ocupa de figuras concretas<br />
de compositores, raramente va más atrás<br />
del clasicismo Bach sería, tal vez, la excepción.<br />
pero la falta de traducción del clásico Spitta<br />
o del estudio actualizado de Basso dejan el<br />
panorama muy incompleto. El libro de Hogwood<br />
sobre Haendel, siguiendo con el barroca<br />
no es totalmente satisfactorio (y tiene una<br />
traducción poco cuidada). Mozart y Beethoven<br />
(ambos en Turner) de los Massin son posiblemente<br />
las monografias más completas<br />
sobre creadores musicales ahora disponibles<br />
en las librerias españolas. Se une ahora este<br />
Mortteverdi de la misma editorial, que es el<br />
me|or estudio aparecido en español sobre un<br />
compositor barroca Fruto de la moderna musicología<br />
italiana, el libro sigue las coordenadas<br />
de estos estudios del país cercano: es<br />
decir, ubica con total claridad el producto musical<br />
en la sociedad y el momento histórico<br />
en que nació. Fabt>ri detalla las relaciones de<br />
Monteverdi con sus clientes de la nobleza o<br />
la Iglesia y nos pinta con claridad los ambientes<br />
ciudadanos conocidos por el músico Mantua,<br />
\fenecia. Hasta donde es posible siguiendo<br />
las fuentes de que disponemos, la biografía<br />
del hombre Monteverdi es reconstruida también<br />
en este texto El trabajo del musicólogo<br />
italiano se apoya en una columna fundamental,<br />
el numeroso aporte documental. Las circunstancias<br />
que dieron pie a las obras, los<br />
propósitos de los dos estilos, las disputas, las<br />
remuneraciones económicas y muchos otros<br />
aspectos son asi dados a la luz en el marco<br />
de este vasto propósito. Como es lógico, el<br />
autor se detiene a analizar los dos grandes<br />
bloques de la creación monteverdiana. madrigales<br />
y óperas, estudiados con gran rigor.<br />
Se ofrece, finalmente, un catálogo exhaustivo<br />
de las obras del compositor, con indicación<br />
de las ediciones históricas, antiguas y<br />
modernas, que han conocida La bibliografía<br />
recogida por Fabbn es también completísima.<br />
E.M.M.<br />
5CHERZO 81
LA GUIA DE SCHERZO<br />
OPERAS<br />
BARCELONA<br />
Gran T*jtro dd Litio<br />
I PURITANI (Bellmi) Sagi. Llons,<br />
Blake Con. Echeverría 2h<br />
5. B. II. II de mino.<br />
BORIS GODUNOV (Mus<br />
íorgsk)') Kulka. Ghnurov. Randova,<br />
Donati. R>til, Hiestermanri.<br />
Stutzman. Wirnberger.<br />
EgeP. Rubio. Boldnni 14, 17,<br />
19 de mano. I, 4. 7 de abril.<br />
LAS PALMAS<br />
XXII Fenlval de Opw?<br />
AÍDA (\*?rd¡l Rut Zefinaro<br />
Chiara. Martinucci, Cosotlo<br />
Manuguerra 7, 10 de mano.<br />
SUOR ANGÉLICA. GIANNI<br />
SCHICHI (Puccim) Rubio. Rodrigiíez<br />
Aragón. D'AnHccO'Balda.<br />
Herrera, ftjos. Ruiz. 22,<br />
24 de marzo.<br />
NORMA (Bdlini) |jr¡. Hayashi,<br />
Dupuy. Lindroos, Graold. 30<br />
de mano, I de abril.<br />
MADRID<br />
léairo de la Zarzuela<br />
EL VIAJERO INDISCRETO (De<br />
Pablo) Entinar. Suárez. Cid. Tarrés.<br />
\fergara. Gómez. Alvares.<br />
II, 14. 16. IS. 10 de marzo.<br />
BOLONIA<br />
Teatro Comurule<br />
'SIEGFRIED (Wagr*r| Schneider.<br />
Allí. Behrens, Brcht. Pampudv<br />
Rytdl. lerjsalem. 3. 6. 9,<br />
11. 17 de mano.<br />
BRUSELAS<br />
Teatro de la Moneda<br />
DIE ENTHFUERUNG AUS<br />
DEM SERAIL (Mozart| Zender.<br />
Herrmarm. Winska. Streil,<br />
Sznytka. Korn, Triatt 3, 6, 8,<br />
II de nana.<br />
LONDRES<br />
Enjliih National Opera<br />
THE MIKADO (Gilbert y Sullivan)<br />
Bfcwn. Cunnmham. Garrett.<br />
felly. Banks. Nieoll.<br />
Angas, Wjlker. «n Alian 2, 7.<br />
8. 10. 13. lé. 22, 24. IB, 30<br />
de mano. '<br />
Covent Gardan<br />
ELEKTaA (Strauss) Solti. Scha<br />
vernoch. friedricr.. Bainbrrdge,<br />
Marton, Lipovsek. Tear. 3. 7,<br />
12. I*. 20. 23 de marzo.<br />
CTELLOfverdi) Downes. Moschmsky.<br />
Leggate, GilleT. uan<br />
Alien, Caproni 5. 9. 14. 19 de<br />
mana,<br />
MILÁN<br />
alia Scala<br />
DIE MEISTERSINGER VON<br />
NÜRNBERG (Wagnet) Sawall«ch.<br />
lehnhoff Gustafson,<br />
Runfcel, Davies, Rootermg,<br />
Weikl. Prey. Caizaniga 3. 4.<br />
10. 14. 17 de mano.<br />
LA O.EMENZA Di TITO (Mo<br />
zart) Muti. Romans. Winberg.<br />
Menlier, Murray. Sluder, Sur<br />
82 SCHERZO<br />
ian 9. II. 13. 15, le. 18. 20.<br />
24 de marzo<br />
NUEVA YORK<br />
Metropolion Opera<br />
MANON LESCAUT (Puccn¡|<br />
Fulíon. Menotti. Freni,<br />
Dvorsky. Taja 1,6. 13. 17.23<br />
de mano.<br />
DIE ENTHFUERUNG AUS<br />
DEM SERAIL (Mozart) Levine.<br />
Denler Deva, Kildútt, Winbergh,<br />
Magnusson. 2. 8. IS.<br />
21. 24. 27. 30 de mano.<br />
OTELLO (\*rd¡) Klerber. ZeffireHi.<br />
Ricciarelli, Domingo,<br />
McCauly. Díaz. S. 9. 12. I i. H<br />
de mano.<br />
PARÍS<br />
Opera de la Bastilla<br />
LES TROYENS (Berlioz)<br />
Oiung. PIZII Bkimbry, ^rrett,<br />
Louga;. CourtB. 17, 20. 21,<br />
24, 26. 27. 28. 29. 31 de<br />
mano.<br />
Pilak Garnler<br />
ORFEO (Manlevertti) Herremeghe.<br />
Banditelli Elwes. Mellon.<br />
Boucriot. Paya, Fagotto. 9<br />
de mano.<br />
Chacaiei<br />
LE MALADE I MAGÍN Al RE<br />
(Charpentier) Chrislie. Viilegier.<br />
Les Arts Florissanis. Zanetti.<br />
Brua. Rime, Crook.<br />
Vise 17, 20.21.22. 23. 24.<br />
27. 28. 39. 30. 31 de nuno.<br />
ROMA<br />
Teatro de la Opera<br />
WERTHER (Massenet) Rescig<br />
no. Fa«¡ni. Kraus, Bruscantini.<br />
Senn 10. 13. 17.21. IS.27de<br />
mano.<br />
VFENA<br />
Staaciopera<br />
LUISA MILLER (verdi) García<br />
Navarra Onenthal Burriiuladze,<br />
CiannelLa, Hinlermeier,<br />
Rydl. Brendel Ghazanan. 17,<br />
2, 24, 27 de marzo.<br />
DIE MEISTERSINGER VON<br />
NÜRNBERG (Wagner) Stein<br />
Schenk. Adam. Rydl. Hornk,<br />
Donslh. |ahn. 18. 22. 25 de<br />
marzo.<br />
CONCIERTOS<br />
Barcelona<br />
Ib* re amera<br />
2 de marzo: Pinchas Zuker-<br />
no. Schuben<br />
I* St. Paul Chamber Orchestra<br />
of Nert York. Christopher<br />
Hogwood. Ada/ns. Mozart.<br />
Slravinsk/. Haydrir<br />
lé: Sinfónica de Londres. Gennadi<br />
Rfthzdestvflnsky. Schubert.<br />
Dvorak. Brahms<br />
Síhoenfterg.<br />
14: Rafael Orozca p«ana Schu<br />
bert. Albéni?. Ravel.<br />
Orquesta Oufad de Barcelona<br />
1 JF 4 de marzo: |o«ph &lwentem.<br />
Haydn, Mozart, Ivés<br />
9: Franz-Paul Deíter. Slrauss,<br />
MahEer.<br />
I?. 18; FrsnzPaul Decker<br />
Korngold, Rachmanmov, Oohnanyi.<br />
Strau»<br />
23 h 24, 25: Franz Paul Decker.<br />
Nigel Kennedy, vusUn, Hmdemith.<br />
Elgar. DebuBy,<br />
30: Franz-Paul Decker. Pai^<br />
Tortelier, violoncillo. Scnoen<br />
berg. TorTelieT. Haydn, Slran$$.<br />
Orquesta del Teatre LHw-E<br />
29. \. 5. SdeibríL Orquesta<br />
Juvenil del Conservatorio de<br />
BadaJona. Coro Infantil dej<br />
Are Britten Et arca de Noé<br />
Fundación Caja de Pensiones<br />
7 de marzo: Cuarteto de I*raef.<br />
Gertiard, RaveL Brahms<br />
14: Trevor Pmnock. clave<br />
Bach.<br />
21: Bracha Edén, Aloander<br />
Tamir. prarKíS. Brahíns, Stra<br />
vinsk/,<br />
28: New American Chamber<br />
Haydn, janacek, CerveHó.<br />
Fundadón Joan Miró<br />
IS de mano: Caries Santos,<br />
piano.<br />
Teatro del Liceo<br />
30 de mano: Orquesta, del<br />
Teatro, ton Maim june Ande<br />
rson<br />
BILBAO<br />
Sinfónica de Euskadt<br />
b de marzo: Édmon Colomer,<br />
ügane, Mozart,<br />
LAS PALMAS<br />
Filarmónica<br />
I de mario; Pinchas Zkikermann,<br />
violin: Mark Neikrug,<br />
violin. Bwthoven.<br />
13: Cuarteto Alexander. Enríe<br />
Lluna, clarinete. Mozart.<br />
MADRID<br />
Ibermúska<br />
6 de marzo: Orquesta Gulbenkian<br />
Muhai Tang. Mana joao<br />
Pires, piano Beethoven. Me^delssohn.<br />
13' St. Paul Chamber Orches<br />
tra Chriítopher Hogwood<br />
Adams, Moiart. Slravmsky,<br />
17: Filarmónica de Londres.<br />
Gennadi Roihdestvcrisk/-<br />
Schubert. Dvorak. Branms-<br />
Schoenberg.<br />
nano 2000<br />
10 de mano: Mana |cao Pir«<br />
Schubert.<br />
16: Dinitri Bashkirov. Weber,<br />
Schurnann. Proltofiev. Debusíy<br />
Ciclo de la U^vercídid<br />
Autónoma<br />
13. 14 de marzo: Orquesta df<br />
Cámara de Viena, Phikp^ £n<br />
tremont. Mozart.<br />
IB: Orquesta Fílarmón-ca Oá-<br />
^ica de Bonn. Heribert Beissel.<br />
Schuberi, Mozart.<br />
31; Niñoí Cantores de Viena.<br />
Orquesta Nacional<br />
2, X 4 de mano: Leopold Ha<br />
ger. Marra Joao Pir«, piaña<br />
Mendehsohn, Mozart, BeetTid'<br />
ven<br />
9, IO> II: Víctor Pablo Pérez.<br />
Jorge Bolet, piano Mata<br />
Gneg, Rachmaninov<br />
16. 17. IB: Coro Nacional<br />
Vfyiter V^ller. Beethoven, Misa<br />
sofemne<br />
23, 244 25: jan Kreuz.<br />
30.31, ldeabrf:Hans Vbnk.<br />
José Feghali, piaña Moíart.<br />
Tchaikovslty.<br />
Ciclo de Cimara y Polifonía<br />
B d* marzo: Cuarteto de Israel<br />
5
Como Jufddu en Cavallerw Rust'Cána<br />
Beniamino Gigli:<br />
Una voz, un siglo<br />
V<br />
oz de oro, sentimentalidad, lirismo, valentía, sollozos y<br />
terciopelo: ¿Ecos de un siglo de oro que quizás no vuelva a<br />
repetirse? Los homenajes a los grandes del pasado son, a la<br />
vez, un encuentro con los modelos y un ejercicio de melancolía,<br />
Reescucharlos. compararlos, disfrutarlos y discutirlos significa<br />
revivirlos. Gigli puede aceptarse o cuestionarse, pero sin dejar de<br />
mantener elevada la visión, a la altura de las cumbres. Partiendo de<br />
estas premisas, SCHERZO propone a sus lectores este informe.<br />
DOSIER<br />
SCHERZO 83
DOSIER<br />
La sucesión de Caruso<br />
Un catedrático del canto<br />
Beniamino Gigli fue uno de los tenores que, durante<br />
los veinte o treinta años postenores a la prematura<br />
muerte (1921) del gran Ennco Caruso, aspiraron a sucederle<br />
o. más bien, fueron saludados por el público<br />
como posibles herederos de la fama y dominio de la<br />
escena que caracterizaron al tenor napolitano. En Estados Unidos,<br />
y durante los años 20. Gigli y Martmelli se repartieron más<br />
o menos equitativamente la mayor parte del amplio repertorio<br />
en el que Caruso había sido rey y señor. Para aquél, Elisir,<br />
Africana. Tosca y Marta; para éste, Verdi en especial, |unto con<br />
Carmen, Sansón, La ¡uive y Payasos. El tiempo acabó por señalar<br />
a Gigli como el heredero más legítimo, por lo menos en<br />
lo que atañe a afecto del público fno en balde se llamaba benlaminj<br />
y a la copiosa fonografía que ya en aquella época era<br />
base de la popularidad. En este pleito por la herencia de Caruso<br />
participaron, entonces y después, numerosos contendientes<br />
que Laun-Volpi designa en Voces paralelas como sus<br />
epígonos. Visto deste hoy, el litigio tiene tan escaso sentido como<br />
la rivalidad Callas-Tebaldi de los años 50 o la actual de Domingo<br />
y Pavarotti. La realidad es que un cantante grande tiene<br />
admiradores numerosos, unos cuantos imitadores y ningún sucesor.<br />
Asi sucedió con Caruso y Gigli. con Schipa y Tauber, con<br />
Melchior y Rosvaenge; y. para nuestra desgracia, tal parece que<br />
vaya a ocurrir con Kraus y Pavarotti.<br />
Voces paralelas: Gigli y Caruso<br />
Exagerando, dinamos que lo fueron plenamente, por carecer<br />
de punto común alguno. Es cierto que en sus primeros registros<br />
(Milán 1918-19), Gigli recuerda ocasionalmente al Caruso de<br />
los comienzos (Milán 1902-04) por la espontaneidad de la emisión,<br />
por el brillo de su timbre y por la facilidad en el agudo.<br />
Pero la evolución de una y otra voz limitó los puntos de contacto<br />
a uno bien poco relevante; el uso del sollozo como recurso<br />
expresivo. El paso de unos pocos años reveló que Caruso<br />
era, ya en origen, una voz más sensual, robusta y broncínea.<br />
más squtllante. con más metal que la de Gigli y, por tanto, más<br />
proclive al estilo y al repertorio heroico (Verdi). para el que<br />
Gigli fue inadecuado. La voz de éste reflejo siempre sus origenes<br />
como niño cantor durante los que consolidó una técnica<br />
segurísima que no renunciaba al uso de la voz de cabeza, ni<br />
a los sonidos mixtos, m al íalsetón reforzado, como Lauri-Volpi<br />
se complacía en señalar. Por supuesto, esta técnica excepcional,<br />
que Gigli jamás olvido ni aun al abordar al verismo—.<br />
que le permitía descansar mientras cantaba y que le garantizó<br />
una asombrosa longevidad vocal, era contradictoria con la visceral<br />
idad de un animal de escena como Caruso que, entregándose<br />
sin reservas, agotó pronto su capital Fbr el contrario, Gigli<br />
solía decir que siempre cantaba con los intereses haciendo valer<br />
su timbre delicado y suave, rico en irisaciones y matices.<br />
La voz de Gigli<br />
Vjomo es norma, el examen detenido del legado discográfico<br />
del cantante que el lector hallará en otra parte de este<br />
84 SCHÉRZO<br />
dosier— permite, mediante comparaciones, observar la evolución<br />
de su voz y de su estilo y aquilatar virtudes y defectos,<br />
capacidades y limitaciones. Escuchando los primeros discos de<br />
Gigli es patente la perfecta impostación, desde el límite grave<br />
del registro de tenor (Re 2. más o menos) al agudo, que en<br />
el primer Gigli no sobrepasaba el Si 3. En toda esa gama la<br />
voz es igual, homogénea, suave y cálida; la facilidad de emisión<br />
es asombrosa e inmejorable la precisión de los ataques, tanto<br />
en forte como en piano. Así se aprecia, por e|emplo, en uno<br />
de sus primeros registros, un memorable Dai campi. dai prati<br />
de Mefistófeles. Como en todos los tenores de técnica sobresaliente,<br />
referirse a la zona de paso es ocioso, pues el oído es<br />
prácticamente incapaz de hallar la menor discontinuidad timbrica<br />
entre centro y agudo. Atribuir todas estas capacidades<br />
tnr/co Ciruso, colegí de Gigli.<br />
a la naturaleza —que, a no dudarla fue generosísima con Gigli—<br />
supone, omitir buena parte de la verdad. Las enseñanzas de<br />
Antonio Cotogni y la inteligencia, disciplina y tesón del joven<br />
Gigli fueron artífices directos de ese milagro vocal que, a los<br />
24 años, deslumbró al jurado del Concurso en Parma, que concluyó<br />
asi su evaluación: «Hemos encontrado al tenor».<br />
Mediante la emisión ortodoxa y el control perfecto de la respiración<br />
(rara vez se le oye tomar flato a destiempo) Gigli adquirió<br />
una excepcional capacidad para regular el sonido (eso<br />
que los teóricos llamaban messa di voce), del forte al piano<br />
y viceversa, en todas las alturas. Un sonido que podía ir desde<br />
el corpóreo y poderoso, pero nunca abierto o forzado, de que<br />
hace gala en Paghacci (1934), hasta los limites mismos del falsete<br />
que usa en su registro del aria de Nadir (Pescadores de ferias),<br />
pasando por la media voz paradisiaca como la llama<br />
Celletti— de sus anas de Mefistófeles o el célebre Sueño de
Des Gneux (1931). cantado a flor de labios con modulaciones<br />
que recordaron a muchos al legendario Masini.<br />
El repertorio<br />
&ENIAMINO GÍGLl<br />
En su dilatada carrera escénica, de 191-4 a 1955, Gigii nunca<br />
abandonó los personajes que le dieron fama en sus años jóvenes:<br />
Enzo, con el que se presentó en Rovigo, Cavaradossi, Lionel<br />
(Marta), el Fausto de Boito, Des Gneux. Rsro Gigli (legó<br />
a alternarlos, avanzada ya su actividad, con Canio, Turiddu y<br />
Chenier —su rol favorito— de los que nos ha dejado excelentes<br />
y completos testimonios discográficos. Y es bien sabido que<br />
todas estas criaturas no pueden convivir bajo el mismo techo<br />
sin quebrantar los cimientos de la organización vocal del artista,<br />
salvo si ésta es solidísima y su repertorio sabe espaciar con<br />
prudencia los papeles más dramáticos, como hizo Gigli, que<br />
hasta bien rebasados los 50 años no cantó en escena Payasos.<br />
Bellmi y Domzetti no fueron autores especialmente frecuentes<br />
en sus actuaciones, a excepción de Lucia y Elisir. No obstante<br />
Gigli cantó Norma y Pirata —a cuya exhumación contribuyó—<br />
y también Favorita, Lucrezia y fbliuto. De Verdi, las óperas más<br />
idóneas fueron Rigoletto y Traviata, aunque en su madurez abordó<br />
también Trovatore, Forza, Bailo y Aída; de estas dos Últimas<br />
poseemos grabación completa. Del repertorio francés tuvo<br />
especial afinidad con Romeo y Julieta y Mignon. De Puccini conservamos<br />
registros completos de Bohéme, Butterfíy y Tosca,<br />
aunque también cantó La roadme. Y el verismo, triunfante en<br />
Italia durante los primeros treinta años del siglo, fue parte esencial<br />
de su carrera: Adriana, Fedora. Cbenier, Zaza, Payasos, Cavallena.<br />
Lodoletta, Fritz. Iris... Anotemos aún la presencia<br />
esporádica de la más italiana de las óperas de Wagner: Lohengrin.<br />
ftrtiie (1885-1952) como Edgardo en Luoá de Lunmermoor<br />
SCHERZO 8}
DOSIER<br />
El estilo<br />
uo Ldurt \&*p> zoma<br />
Al reconsiderar el repertorio de Gigli llama la atención que<br />
en él esté casi ausente el bel canto cuando el tenor poseía todos<br />
los recursos técnicos y vocales precisos para sentar cátedra<br />
en la materia. Pero Gigli nunca fue un hombre especialmente<br />
preocupado por los problemas de estilo, y así su Rossmi es casi<br />
inexistente y su Mozart (dos anas de Donjuán), defectuoso.<br />
Entre 19-17 y 1949. grabó una docena de arias de los primitivos<br />
operistas italianos: Monteverdi. Cesti, Carissimi. Caldara y Ales-<br />
Sandro Scarlatti, con resultados poco o nada satisfactorios si<br />
los juzgamos con criterios actuales. No obstante, es meritorio<br />
el simple hecho de haber conocido y cantado estas anas, aun<br />
en las ediciones espurias de Pansottt. Por supuesto, las batutas<br />
acompañantes, segundonas y con escasos conocimientos estilísticos,<br />
poco contribuyen al éxito de la empresa cuyo único<br />
mérito se debe a Gigli, pues aunque se le pueda tildar de lagrimoso<br />
y blando, pone en |uego una calidad vocal, un dominio<br />
técnico y una dicción excepcionales. Estos factores, en todo o<br />
en parte, faltan en los llamados especialistas de la hora actual.<br />
muchísimo más cultos que Gigli pero, a menudo, semianalfabe<br />
tos en materia canora y en la leguna del Dante.<br />
Es de lamentar que ira estos registros - y. en general, durante<br />
toda su carrer. -, Gigli no contase con la colaboración<br />
de un productor de categoría (como lo fue Walter Legge en<br />
el repertorio alemán), que hubiera encauzado me|or el innegable<br />
talento interpretativo de Gigli. pulido su estilo y evitado las<br />
frencuentes aspiraciones (o haches) intercaladas en los melismas.<br />
que vician un legato por lo demás ejemplar, tanto más<br />
admirable cuanto que en 1947 Gigli se acercaba ya a los sesenta<br />
años de edad. En este aspecto, en el uso del sollozo como<br />
recurso expresivo y en la exhibición de un pathos de dudoso<br />
86 SCHERZO<br />
gusto, casi siempre cercano al sentimentalismo. Gigli fue hijo de<br />
su tiempo. La importantísima presencia del verismo en su repertorio<br />
nos lo ha confirmado ya. y también el entusiasmo con<br />
que grabó mil y una canciones de salón (Tosti y otros), napolitanas<br />
o melodras populares de la época. Justo es decir que tanto<br />
Caruso como los coetáneos Fleta. Laun-Volpi. Schipa o Tauber<br />
también lo hicieron. Pero en este repertorio, Gigli no tuvo el<br />
temperamento de Caruso o Fleta, ni la suprema elegancia de<br />
Tauber, ni la inteligencia penetrante y la capacidad evocadora<br />
de Schipa. Gigli se de|ó arrastrar demasiado por la comerciahdad,<br />
por el gusto popular y cayó ocasionalmente en efectos demagógicos<br />
muy del favor de sus seguidores, que siempre<br />
esperaban, ya en sus conciertos o tras la Furtiva lagrima, que<br />
Gigh la repitiese y ofreciera como bis Mamma o, acaso. Fumculi,<br />
funiculá.<br />
Estas limitaciones estilísticas se vieron favorecidas en parte<br />
por el dudoso gusto de ciertos ambientes musicales en que Gigli<br />
se movió durante los años 20 (EE.UU) y 30 (la Italia fascista).<br />
Frente a ellas, en cualquier grabación del tenor hallamos no sólo<br />
a un óptimo cantante sino también a un intérprete capaz de<br />
caracterizar vocalmente a su persona|e. Asi, el Rodolfo de Gigli<br />
es una criatura entusiasta, juvenil, vital y apasionada, como<br />
también lo es su Pinkerton. A Chenier, sabe imprimirle el adecuado<br />
énfasis y el justo punto demagógico para que sus intervenciones<br />
en casa de Magdalena o ante el tribunal popular<br />
cobren sentido; y en el Bel di di maggio, no cabe duda de que<br />
quien nos habla es un poeta. También, su Canio es patético,<br />
sincero e inspira lástima sin resultar lacrimógeno ni recurrir a<br />
violencias innecesarias. Naturalmente, las caracterizaciones de<br />
Gigli son siempre más acabadas en las Óperas completas (y con<br />
mayor razón aún, lo eran en teatro) que en las arias sueltas.<br />
Aun asi, se deben mencionar entre sus registros primeros (Milán,<br />
1918-19) las anas de Mefistófeles y un vibrante Cielo e mar.<br />
que Gigli no superaría en ocasiones posteriores.<br />
Conclusión<br />
En suma, Gigli poseyó una de las mejores voces de tenor en<br />
este siglo (para John Steane. autor de The granó tradition, probablemente<br />
la más bella) por calidad intrínseca y, sobre todo,<br />
por perfección técnica, que le aseguró una larga carrera cuyo<br />
declive afectó sólo a unos pocos años finales, cuando el tenor<br />
había rebasado los 60 de edad. Su técnica magistral y la sabia<br />
administración de recursos le permitieron abordar un amplísimo<br />
repertorio —en el que figuraron óperas más dramáticas de<br />
las que. en origen, correspondían a su voz— sin renunciar a<br />
los presupuestos básicos de la correcta emisión.<br />
Gigli fue una cátedra de canto permanente aplicada a una<br />
voz muy hermosa. ¿Qué la faltó, entonces, para ser no sólo<br />
el heredero de Caruso. sino el tenor italiano más destacado<br />
de nuestro siglo? Un mayor rigor estilístico, como tuvieron Schipa<br />
o Pertile, unido a una más amplia cultura musical y a una selección<br />
de repertorio más cuidadosa, evitando concesiones al (mal)<br />
gusto de épocas y ambientes en que desarrolló su carrera. Como<br />
siempre, es digna de meditación la paradoja formulada hace<br />
vanos siglos: «las voces se dividen en bellas y buenas».<br />
Aceptando esta simplificación. Gigli perteneceria al primer grupo<br />
y Schipa o Pertile al segundo.<br />
Con todo, el nombre de Beniamino Gigh figura para siempre<br />
en lugar privilegiado dentro de la historia de la linca y su discografia,<br />
aunque a menudo anticuada estilísticamente, es fuente<br />
perenne de enseñanza sobre cómo aplicar el arte del canto a<br />
la ópera italiana.<br />
Roberto Andrade
Allá por 1929 compró mi padre un gramófono. Trajo<br />
con él unos discos y entre ellos varios de ópera: tres<br />
o cuatro del Tnstán wagnenano; los del dúo y la<br />
muerte; algunos de Aida. bastantes con romanzas<br />
del Titta Ruffo y el final de Lucia de Lammermoor,<br />
cantada por Bemamino Gigli. Es de entonces el conocimiento<br />
de la voz húmeda, cálida, dulcísima del gran tenor. Su Alma<br />
innamorata fue regalo de horas juveniles y de primeras etapas<br />
en el fervor lineo.<br />
Un año después de iniciada mi actividad critica, en 1944, una<br />
información de agencia daba cuenta del fallecimiento de Beniammo<br />
Gigli. En la calle, cada encuentra dio margen para un cambio<br />
de impresiones, precedido por la escueta frase: «Ha muerto<br />
Gigli». Casi puedo asegurar que la apostilla resultó invariable:<br />
«Hemos perdido al mejor tenor del mundo. ¡Y sin conocerlo<br />
en Madrid!». Hablé con aficionados puros, insobornables a toda<br />
tentación superflua. Después, con operófilos impenitentes<br />
más preocupados del intérprete que de la música, del divo que<br />
de la obra. Dos mundos muy distintos, opuestos, incluso, que<br />
convergían para, identificados, lamentar la desaparición del artista.<br />
Luego, antes de cualquier otra reacción, sugerí a los amigos<br />
el homenaje: «¿Queréis? Vamos a escuchar algunos discos<br />
impresionados por Gigli. Así nuestro recuerdo se elevará hacia<br />
él conducido por el mejor vehículo: su propia vozn.<br />
Veinticuatro horas más tarde la información fue desmentida.<br />
Gigli no sólo vivia, sino que continuaba dispuesto a persistir en<br />
su labor artística con bríos y afanes, parejos a los derrochados<br />
hasta entonces, en plena actividad y a rendimiento pleno, premiado<br />
con triunfos invariables. El comentario, entonces, fue otro:<br />
«¿Será posible que Madrid continúe sin oír su voz inigualable?».<br />
Quedaban excluidos, claro, los aficionados antiguos, los veteranos<br />
de la filia operística y. en general, cuantos habían tenido<br />
la fortuna de presenciar sus actuaciones sensacionales fuera de<br />
España,<br />
La emoción que despierta un disco, una retransmisión radiofónica,<br />
no puede compararse a la sentida cuando se asiste al<br />
recital o a la representación en que interviene el artista. Son<br />
pocos, muy pocos los nombres que perduran con intensidad<br />
en nuestra memoria 51 no hemos podido ser testigos directos<br />
de su valía. Los de verdad excepcionales: Toscanini, Horowitz,<br />
Heifetz. Gigli... La relación no seria muy amplia ciertamente.<br />
Gigli vencía hasta la prueba de la distancia, de la reproducción<br />
mecánica. Cuando en esa reunión mortuoria, por fortuna inmotivada,<br />
seguiamos silenciosamente el curso de su interpretación,<br />
la melodía que la voz de Gigli desgranaba, pensábamos<br />
en los comentarios admirados de tantas ocasiones, en la romanza<br />
repetida una y otra vez. en la película, cuya proyección<br />
se vuelve a contemplar quizás sólo para disfrutar de nuevo el<br />
aria, el lied, la canción determinada.<br />
Dos años más tarde, allá por junio de 1946 y en ocasión memorable,<br />
se cumplieron nuestros anhelos. Vino Gigli a Madrid.<br />
Actuó en un recital, en dos representaciones de ópera. Pudimos<br />
escucharlo directamente. Y pude también conocer al hombre,<br />
establecer con él una relación profesional de mteviuvador<br />
y entrevistado, que desembocó pronto en un afecto reciproco,<br />
en una comprensión inmediata, sostenida pese a la distancia,<br />
alimentada en cada nueva excursión suya por nuestro país. Gigli.<br />
conocedor del acontecimiento familiar que se avecinaba para<br />
el nuevo amigo que meses más tarde cambiaba de estado, no<br />
dudó en ofrecer el máximo regalo, condicionado sólo a la posibilidad<br />
material de cumplirlo: cantar unos motetes en la<br />
Mis recuerdos de Gigli<br />
Foto de G'gli dedicada 3 Antonio Fernández Gd.<br />
BENIAMÍNO GIGU<br />
moma nupcial. Algo facilitaba las cosas: que en octubre pensaba<br />
estar en España. Algo, en cambio, lo impidió: que en la misma<br />
fecha cantaba Aída, en Zaragoza, Guardo su telegrama: «Riña<br />
ed 10 siamogli vicmi con cuore. Dovendo cantare cui Aída urnañámente<br />
imposibilítalo presenziare cenmonia. Tutto il nostro<br />
affetto copia felice.—Riña Beniamino Gigli.t<br />
Si: no fue un conocimiento más. una relación cordial entre<br />
tantas la que me unió a Gigli, a su hija Riña. En el momento<br />
de elegir una figura linca que represente a las no españolas que<br />
se adentraron en mi afecto no vacilo en la selección. Trataré<br />
de reflejar los sentimientos y recuerdos que el gran artista suscita<br />
en mí.<br />
Sobre la configuración humana del divo se ha escrito mucho<br />
Se habla de sus exigencias e irascibilidades, de sus desplantes<br />
y nervios injustificados, de sus peregrinas reacciones y, sobre<br />
todo, del aire petulante, del gesto olímpico, del pretencioso ademán,<br />
del tono de superioridad que mortifica y ofende.<br />
Yo deseaba conocer a Bemamino Gigli, recoger las impresiones<br />
de sus primeras horas madrileñas. Y sentí un cierto nerviosismo<br />
justificado. ¿Cuál sería su recepción 7 ¡Hasta qué punto<br />
cordial su acogida? Siempre ha/ algo molesto en las vecindades<br />
de toda estrella, cualquiera que sea la especialidad: sus guardaespaldas,<br />
sus parientes, secretarios o servidores que, en parte<br />
por la previa consigna, en parte porque se exceden al cumplir<br />
las órdenes recibidas, hacen del todo intransitable el acceso.<br />
SCHERZO 87
DOSIER<br />
La primera sorpresa es que nadie puso trabas a mi acercamiento<br />
Y menos que nadie, el propio Gigli. Transcribo la entrevista que<br />
publiqué entonces con las impresiones del momento.<br />
«Pase usted, siéntese, por favor. Estoy a su disposición. Sin<br />
prisas. No se preocupe. Hablaremos cuanto quieras.<br />
Frente a mi un hombre sencillo, cordial. La mirada serena.<br />
La palabra fácil, reposada. El gesto sonriente, esbozado apenas<br />
un tinte de melancolía. El aspecto bondadoso. La corrección<br />
exquisita Nada recuerda —¡qué molesto ese recuerdo hecho<br />
de frialdades y despotismo!— que Gigli es un cantante excepcional:<br />
que en su torno se te|en estos días las ilusiones máximas<br />
del Madrid operístico.<br />
—Estoy muy satisfecho. Al fin vuelvo a Fspaña, luego de una<br />
ausencia prolongada en exceso. ¿Habría nacido usted? En todo<br />
caso no puede acordarse. Fue por 1917. En el Real. Canté Mefístófeies.<br />
Desde entonces me ha sido imposible venir de nuevo.<br />
Yo actuaba, turnándome. en Norte y Suraménca. Sólo me<br />
concedía un descanso de cuatro meses, coincidente con el calor.<br />
No se celebraban aquí funciones. Ahora llego muy<br />
contento...<br />
—Si; tengo un gran respeto a los maravillosos cantante? que<br />
un dia llevaron triunfal por el mundo el nombre de España. Su<br />
tierra ha sido cuna de las mejores sopranos ligeras del orbe,<br />
de tenores admirables. ¿Cómo olvidar a la Galvany, a María Barnentos.<br />
a Gayarre. Viñas, Lázaro. Fleta, Cortis? Además, yo<br />
me siento embajador del arte italiano, me creo digno representante<br />
de mi país y le encuentro con el suyo grandes afinidades<br />
en lengua, arte y carácter. ¡Lástima grande que el viaje haya<br />
de ser tan rápido!<br />
—Fiero podremos oírle más de una vez...<br />
—Sí: en el concierto, en Aída y además —ahora mismo acaba<br />
de concertarse— en el Mario Cavaradossi. de Tosca.<br />
—La impaciencia de nuestro público no es para descrita. (Cuál<br />
es su impresión sobre nuestros aficionados?<br />
—¡Oh! Usted puede interrogarme sobre lo que quiera. Pero<br />
mire, querido; primero yo he de cantar: luego, podríamos hablar<br />
del público. ¡Es el juez supremo! Yo lo miro con respeto<br />
y simpatía.<br />
A nuestro lado Ercole Casali, en funciones de empresario,<br />
se irrita por teléfono. Gigli, antiguo amigo suyo, sonrie afectuoso,<br />
guiña un poco el ojo izquierdo y tatarea:<br />
—Paríate d'amore, caro.<br />
Ustedes habrán oido hablar de la reserva y el mutismo a que<br />
se someten los cantantes cuando se encuentran próximas sus<br />
actuaciones. Yo. desde este momento, negó. Gigli no regatea<br />
las palabras que salpica con impresionantes apoyaturas líricas.<br />
Su repertorio es muy amplio, casi tanto como el que domina<br />
escénicamente. En el transcurso de la conversación me habla<br />
de que ha vivido sesenta y dos óperas; de que sus programas<br />
de conciertos son numerosos. Pero no queda ahi la cosa. Se<br />
permite ciertas escapadas a lo frivolo.<br />
—Esta noche en el ensayo— dice alguien.<br />
—aEsta noche me emborracho bien...»— completa él.<br />
Luego, ya recobrada la seriedad:<br />
Me han llamado el cantor del pueblo. Y me gusta el titulo.<br />
Las napolitanas son mi debilidad —señala su figura nada<br />
esbelta—, Y no se olvide el —a plena voz entonada—: Te quiero,<br />
morena...<br />
Gigli rubrica la frase con uno de sus guiños peculiares. Yo asien<br />
to con malicia. Me corta rápido:<br />
—¡Hablo de la música, amigo!<br />
Restablezco la gravedad perdida.<br />
—¿Le importaría hablarme de su hija?<br />
—En absoluto. De Riña Gigli como artista y enviciada con<br />
espintu artístico no hubiese querido contestar. De mi hija, si.<br />
88 SCHERZO<br />
Interroga usted al padre, que responde con todo su corazón.<br />
No quiero que se produzca jamás la impresión de que con mi<br />
prestigio intento sostenerla en el terreno musical. Fui del todo<br />
contrario a sus deseos artísticos hasta 1943. Después hube de<br />
ceder. La admirable Ftosina Storchio, fallecida hace apenas un<br />
año, y el gran director Tulho Serafín, me hicieron ver la responsabilidad<br />
en que incurria de oponerme. Captaban cualidades<br />
artísticas excepcionales y la Storchio redondeó con las últimas<br />
pinceladas la formación de Riña... Tuve que ceder, pero no sin<br />
exponerla a la prueba más difícil: cantar La Travtata ante el público<br />
de Parma, tildado de intelectual e intransigente. Yo fui el<br />
Alfredo. Habla que sostener a la pobre Violeta. Pero me sentía<br />
más emocionado que ella,<br />
—¿Y triunfó?<br />
—Sí, si. ¡Triunfó! Tiene una linea de canto...! Pero, excúseme.<br />
¡Ya la escucharán! Son ustedes los que deben opinar, no yo. Le<br />
regalo una fotografía en la que padre e hija nos miramos amorosos.<br />
Es del famoso debut en Parma. Riña compone una Violeta<br />
convincente. Yo un Alfredo que parece retratado después<br />
de comer...<br />
Un coro de sonrisas abiertas apoyadas en la sencillez de Gigh<br />
acogen su frase. Cuando se apagan, ya en pie, ruego:<br />
—¿Caemos en la anécdota? ¡Es un tópico tan sabroso!<br />
—Llegué a una ciudad italiana. Dos muchachos me abordaron<br />
a la puerta del hotel, Su padre, gravemente enfermo, quería<br />
verme. Le habian amputado las piernas días antes. Fui. Me<br />
captó su simpatía. Sufrí ante sus deseos de ir al teatro aquella<br />
noche. Y para obtener la renuncia a su propósito temerario<br />
canté para él un Spirto gentil emocionado. Esto es todo. Me<br />
pide una anécdota y prefiero el recuerdo que todavía me impresiona.<br />
Es el propio cantante quien rompe el silencio. Desvia nuestros<br />
pensamientos hacia un ángulo más risueño:<br />
-Cuando estuve en España la otra vez me regaló «El Gallo»<br />
una oreja. La tomé sin saber qué hacer con ella. La tuve vanas<br />
horas. Luego el aroma me obligó a prescindir de su compañía.<br />
Pero los toros, ¡qué bella fiesta! España, ¡qué hermosa es!<br />
Inicio unas corteses palabras de despedida. Apenas me deja;<br />
—Yo soy el reconocido. Mil gracias. Hasta mañana. No faltará<br />
al concierto ¿verdad?<br />
Y yo protesto en mi interior: «¡Hasta ahi podían llegar las<br />
bromas!».<br />
He preferido transcribir, con todos los inconvenientes del trabajo<br />
urgente de actualidad, la entrevista que estableció mi relación<br />
inicial con Gigli, Se cumplía el deseo de conocer en<br />
persona a uno de los artistas mundiales a quienes más admiraba.<br />
Gigli —recordemos ahora con brevedad su historia— nació<br />
en Recanati el 20 de marzo de 1890. Desde niño, cuando comenzó<br />
a cantar en el coro de la Iglesia de su pequeña ciudad,<br />
sorprendió la voz. Realizó trabajos en el negocio paterno y luego<br />
con un fotógrafo, en busca de medios con los que pagar sus<br />
lecciones de canto. Es ya en 1911 cuando se ve admitido en el<br />
Conservatorio de Santa Cecilia, y tres años más tarde, en 1914,<br />
cuando alcanza el primer decisivo triunfo: el premio, entre ciento<br />
cinco aspirantes, del Concurso Internacional de Parma. Premio<br />
de importancia, que liga su nombre al de una ciudad temible<br />
para los cantantes que saben hasta qué punto en las actuaciones<br />
pueden ser victimas, ya no sólo del silencio, de las protestas<br />
o siseos de los oyentes, sino también de sus frases oportunas,<br />
agudas, que pulverizan y destrozan los nervios del más templado.<br />
Es el propio Gigh quien me contaba la situación de aquel<br />
barítono de voz endeble, con sólo dos notas brillantes, calidad<br />
y musicalidad nula y gran ftato, que cifraba su éxito en la intensidad<br />
y prolongación de la frase de Amonasro en Aída, en la<br />
que confiesa que es Suo patre. Al parecer, el interesado aguardaba<br />
el momento con verdadera impaciencia, y cuando llegó.
situado en el fondo de la escena como si se tratase de la popular<br />
vendetta del Rigoletto, aspiró con fuerza, y lenta, despaciosamente,<br />
comenzó a moverse hacia las candilejas mientras<br />
prolongaba hasta lo inverosímil la intervención: Suo paaaatre.<br />
Lo malo es que no bien concluyó de hacerlo, un típico parmesano<br />
en la ferocidad lirica, le preguntó a voz en grito: ¿qui?.<br />
Claro es que apenas pudo concluir el acto entre risas, cuchufletas<br />
y coméntanos jocosos.<br />
Parma. pues, punto de partida. Uno de los jurados se produce<br />
categórico:
DOSIER<br />
lechera. ¡Qué divertida su versión adornada, con efectos instrumentales<br />
y de ambiente'.<br />
Pero Gigli era todo menos un frivolo, un payaso superficial<br />
e inconsciente. El explicaba muy bien su posición.<br />
—Ha llegado el momento en que yo no debo preocuparme.<br />
Sé que me queda «X» tiempo, ya no mucho, de voz. Puedo<br />
permitirme el lujo de ofrecerla sin reservas... hasta que dure.<br />
Mire usted: yo antes cantaba con el interés: ahora ya canto con<br />
el capital. Cuando se agoten las existencias, a casita, y en paz.<br />
Antes elegía las obras cómodas, las que no me cansasen, para<br />
resistir más tiempo. Ahora lo canto todo. No hay problema,<br />
¿Qué desean oírme en una misma noche: Cavalleria y Payasos!"<br />
Y, ¿por qué no darles tal gusto a los aficioandos. si en el fondo<br />
me gusta a mi la prueba y el temperamento me pide esa entrega<br />
dramática, mucho tiempo vedada?<br />
Puede ser que eso lo aclare todo.<br />
En cierta oportunidad, y no sin un íntimo rubor, sin un malestar<br />
grande por el atrevimiento, llegué a pedirle que se asomase<br />
a uno de mis programas de Radio Nacional, a la Revista<br />
de Música qut entonces dirigía. Se trataba de rogarle unas palabras,<br />
unas declaraciones, puesto que era figura de actualidad.<br />
Ya me parecía demasiado, tratándose de un tan gran artista,<br />
no joven, al que podía suponérsele deseoso de reservar fuerzas<br />
para la actuación misma. La sorpresa no es para descrita.<br />
—De acuerdo. Yo iré a Radio Nacional con usted, pero sólo<br />
si me permite cantar,<br />
—Ya somos demasiado famosos como cretinos los tenores,<br />
ya tenemos demasiada fama de estúpidos, como para que nos<br />
resistan si no damos lo único bueno que se espera de nosotros:<br />
la voz. Lo dicho: o canta o no voy con usted.<br />
¡No queria creerlo! Cuando llegó la hora en los muy reducidos<br />
estudios de Martínez de la Rosa que entonces empleábamos,<br />
se habían congregado más de un centenar de aspirantes<br />
al placer de oír tan de cerca al gran divo. Mis intentos de que<br />
el local fuese desalojado, bien rubricados por las órdenes del<br />
Jefe de Emisiones, resultaban estériles. Para colmo alguien distraia<br />
la espera fumando. La atmósfera, densa por momentos,<br />
se hacía irrespirable. Cuanto más dispuesto me sentía a plantear<br />
con rigor la orden general de abandono, llegó Gigli. Faltaban<br />
treinta minutos para el comienza Intenté disculparme,<br />
prometer que todo se remediaría en unos instantes, que ventilaríamos<br />
el estudio. No me dejó seguir.<br />
—¿Para qué? —dijo—. No se preocupe. A mi voz ya no le<br />
afectan estas cosas. Que se queden sin quieren. Que fumen.<br />
¿Qué más da? Eso era cuando no me encontraba fuerte. Ahora,<br />
¡soy un coloso!<br />
Y para demostrarlo envió al aire, con cualquier melodía improvisada,<br />
en tesitura muy aguda, mi propio nombre, sosteniendo<br />
la última nota: Antonio Fernandez-Ciiiiid.<br />
Cantó Gigli la romanza de Werther y Core ingrato, una canción<br />
napolitana que nadie |amás ha dicho ni dirá con la emoción,<br />
la gracia, la belleza de timbre, la expresividad y carácter<br />
que él sabía darle. Departió con unos y otros.<br />
—Ahora, vamonos a cenar unos ¡paguetti. ¡Ayudan a conservar<br />
la buena salud!<br />
La suya, a prueba de concentraciones y de pastas italianas,<br />
se mantenía sólida. Como la calidad. Nadie que haya escuchado<br />
a Gigli podrá olvidar muchas de sus versiones. Un ejemplo,<br />
que pude conocer en audición privada: las anas del Don Juan<br />
mozartiano. El, después de ofrecérmelas, explicó:<br />
—Siempre que he podido evité cantar en público Don Juan.<br />
representar la ópera. El personaje de Don Octavio me parece<br />
un verdadera cretino que trenza el rigodón, muy cogidito de<br />
la mano de Doña Ana y Doña Elvira, mientras Don Juan se dispone<br />
a bírlale la novia. ¡Ah!. pero, ¡qué maravilla de música 1 Cantarla<br />
en conciertos si es un placer grande, porque Mozart quiso<br />
90 SCHERZO<br />
compensar al pobre tenor de las estupideces del libreto.<br />
II mío tesoro, el Lamento di Federico, el comienzo del Spirto<br />
gentil, el Amor ti vieta. Una furtiva lágrima... ¿Quién podría<br />
superar, igualar su dicción? Al borde, si. del sentimentalismo,<br />
en el punto justo que desemboca en la cursilería, con una voz<br />
bañada en lágrimas, timbrada, suavísima. ¡Qué delicia! Eso. y<br />
tantas frases, inadvertidas con otros, a las que él daba realce<br />
singular.<br />
Gigli tenia el afán, aun a pesar de lo poco beneficiado que<br />
se veía por su fisico de relativa estatura y línea ventruda, de<br />
servir a los personajes con la mayor autenticidad posible. £1,<br />
que filaba con rara facilidad, se negaba, por ejemplo, a utilizar<br />
este recurso con el Adiós a la vida.<br />
—Quien se despide para siempre de este mundo no está para<br />
fiorituras y delicadezas. Yo canto el fragmento a voz, con<br />
dramatismo e intensidad. Otra cosa es en el bis. Si me exigen<br />
la repetición, interrumpida ya la escena, no cuenta sino la música.<br />
Y entonces puedo conceder al público lo que busca.<br />
En los últimos años, aunque la voz se conservaba con brillo<br />
y calidad milagrosa, el diafragma, el fíalo ya no respondían de<br />
manera perfecta. Incluso algún período agudo le preocupaba,<br />
sin que él mismo quisiese confesárselo. Por otra parte, su sentido<br />
de la responsabilidad, su propia estimación, su deseo de<br />
responder al prestigio y la cotización, le hacían pasar ratos Incómodos.<br />
Cuando en Madrid cantó en tres memorables actuaciones,<br />
una. Lucia, con Marimí del Pozo, de magnífica protagonista: una,<br />
Manon, y una Bohéme, con Victoria de los Angeles, que se presentaba,<br />
el triunfo extraordinario de nuestra compatriota en<br />
la obra de Massenet. llegó a excitarle demasiado, sin que ni aun<br />
su afán de ensalzar los méritos de la joven diva pudiese impedir<br />
el reflejo del malestar. ¡No era envidia, no! Era una última<br />
voluntad de mantener un cetro que no dejaba escapar: de probar<br />
que Gigli en escena de ninguna forma podía ser eclipsado<br />
por nadie, ni aun con voz maravillosa.<br />
Algo recuerdo todavía más significativa En esos últimos años<br />
Gigli cantaba, un día sí y otro no, obras tan distintas como las<br />
de Mascagni y Leoncavallo en el mismo programa; la de Puccim,<br />
que acabamos de citar, en el sucesivo. Esperaba la reacción<br />
del público afanosa con tanto interés y nerviosismo como un<br />
novel que todo se lo juega en el debut. Por eso, a pocos días<br />
vista, podíamos verle completamente cambiado en la versión<br />
de la misma obra. Fui testigo directo de la experiencia. Había<br />
cantado en la Quincena Donostiarra La Bohéme. El éxito resultó<br />
sensacional. Con esos antecedentes la repetición madrileña<br />
en el Fontalba se anunciaba de apoteosis. Ftero el público<br />
acudió al teatro a juzgar al superdivo sin considerandos. Hasta<br />
la romanza, sus frases fueron aceptadas como de simple trámite.<br />
Se mascaba en la atmósfera la exigencia expectante. Los más<br />
rigurosos no se lo perdonaron. A los tibios aplausos se mezclaron<br />
algunos muy audibles siseos. Y Gigli se derrumbó, literalmente.<br />
Continuó en toda la obra de forma no brillante, apagado<br />
el timbre como la expresión, muy lejos de resaltar los contrastes<br />
en que abunda. Y la reata fue para los espectadores un<br />
motivo cierto de clara desilusión. Para él, de franco disgusto...<br />
Pocos, sm embargo, podriamos registrar en su carrera. Desde<br />
1914 a 1956, cuarenta y dos años de ininterrumpidos triunfos<br />
conseguidos con el talismán de su arte, de su voz, de su<br />
rara simpatía, suponen bagaje más que suficiente para que los<br />
meses de pasividad, antes del definitivo adiós, se viesen colmados<br />
por gratos recuerdos. El personal quiso exaltar como<br />
se merece la estampa del gran tenor que supo, al tiempo, ser<br />
un hombre lleno de calidades, hasta esa, tan rara en la familia<br />
musical de que formaba parte, que es la sencillez.<br />
Antonio Fernández-Cid
Jorge Fernández Guerra<br />
Armando Blanquer<br />
Carmelo Bernaola<br />
Alejandro Yagüe<br />
Orquesta Sinfónica<br />
y Coro de RTVE<br />
Marzo<br />
Concierto extraordinario<br />
de Música Española actual<br />
T A Jueves, 22<br />
I /I Viernes, 23<br />
Viernes, 9 de Marzo de 1990 - 20,00 h.<br />
Los ojos verdes<br />
Concierto para cuatro trompas y orquesta<br />
Solistas: Luis Morató, José V. Puertos, Enrique Asensi<br />
y Miguel Guerra<br />
Nostálgico para piano y orquesta<br />
Solista: Joaquín Soriano<br />
Sinfonía núm. 2. «Gadea»<br />
Director: Árpád Joó<br />
De Pablo: Senderos del aire<br />
R. Strauss: Don Quijote<br />
Sofista: Arturo Muruzábal (violonchelo)<br />
Director: Árpád Joó<br />
29 Grieg: Peer Gynt (música incidental completa)<br />
Solistas: Marianna Hirsti (soprano)<br />
15Jueves,<br />
Per Vallestad (barítono)<br />
Coro de RTVE<br />
Horario de los conciertos<br />
Jueves, a las 20 horas<br />
Viernes, a las 20 horas<br />
Director: Per Dreier<br />
Teatro Monumental<br />
MADRID<br />
Los conciertos impares corresponden al Abono A<br />
Los conciertos pares corresponden al Abono B<br />
Ensayo general<br />
Jueves, a las 11,00 horas
DOSIER<br />
La voz de tenor, tal como la conocemos hoy en dia, es<br />
una adquisición relativamente tardía en la historia del<br />
canto, Sólo en el romanticismo, a partir de Manuel Garda,<br />
se desenvuelve el registro tenonl completo, equivalente,<br />
en escritura, al de la soprano, pero que resuena<br />
una octava más grave que aquélla. El desarrollo de una técnica<br />
de resonadores nasales y craneanos amplia la extensión de la<br />
voz aguda varonil y la empareja con la de quien, hasta ese momento,<br />
había sido la protagonista del espectáculo vocal: la<br />
soprano.<br />
La misma etimología de soprano sugiere, a partir del adverbio<br />
sopra (arriba) que luce más quien llega más alto en la escalera<br />
imaginaria de la voz. la escala. Los tenores románticos,<br />
servidos por las partituras condignas de Rossim, Bellini y Donizetti,<br />
escalaron posiciones hasta ponerse igualmente sopra que<br />
las sopranos. Desde ese momento, el protagonismo vocal de<br />
la ópera es compartido por las voces agudas, las dos eminencias<br />
de la población cantante.<br />
Una especialización creciente hace que las sopranos se inclinen<br />
a lo dramático o ligero, lo lírico o lo spinto, y algo similar<br />
ocurre con los tenores: los habrá heroicos, líricos, de gracia,<br />
de medio carácter, etc. Cada uno llevará al extremo el perfil<br />
de sus caracteres vocales. Un tenor de gracia será galante y<br />
espiritual, acariciante pero no penetrante, servirá para evocar<br />
a los principes azules que turban los sueños de las muchachas<br />
pero sin dejarse tocar por ellas. Un héroe predador y combativo<br />
será mejor servido por tenores dramáticos. Un galán algo<br />
alocado y con entusiasmos de diverso talante será la presa del<br />
tenor lírico. Y asi sucesivamente.<br />
Cuando Beniamino Gigh aparece en la palestra operística el<br />
rodaje de la voz de tenor tiene, en ese sentido moderno, unos<br />
cien años. Período, como se ve, más que generoso para hacer<br />
un balance. Y para algo más: para repartirse la herencia de Ennco<br />
Caruso.<br />
En efecto, por razones intrínsecas (su extraordinaria y anómala<br />
valía como voz y como canto) y extrínsecas (su promoción<br />
en el mercado norteamericano) Caruso se convierte en<br />
el gran mito tenonl de la época. Lo curioso del asunto resulta<br />
que Caruso es, como fisiología de tenor, una gloriosa anormalidad.<br />
Los laringólogos (recuerdo ahora mismo al doctor De Luca,<br />
que oteó las gargantas de la ópera durante medio siglo en<br />
el teatro Colón de Buenos Aires), observaron que sus cuerdas<br />
vocales eran blancas como las de un barítono, y no sonrosadas<br />
como las de un tenor. Escuchando al gran napolitano se advierte<br />
que su centro es de una solidez y, a veces, de una sonora<br />
pastosidad baritonal. Recuérdense sus grabaciones del<br />
prólogo de I pagliacci. en tesitura de barítono, y sus dúos con<br />
Titta Ruffo, en los cuales, a veces, produce perplejidad la confusión<br />
de los timbres.<br />
La herencia de Caruso se divide según especialidades y caracteres<br />
de vocalidad y repertorio. En esos tiempos, en la década<br />
de los veinte, el panorama operístico italiano está<br />
dominado por el verismo, no sólo porque están en activo sus<br />
principales compositores, sino porque el criterio de interpretación<br />
hegemónico apela a nociones como verdad, naturalidad,<br />
autenticidad, etc, propias de un enfoque n atura lista- ven sta del<br />
teatro musical. Ni éxtasis wagnenano. ni pasión verdiana, ni sublirne<br />
lirismo virtuoso del bel canto, ni serenidad clásica: verdad,<br />
desgarrada y entrañable verdad.<br />
92 SCHERZO<br />
II tenore assoluto<br />
D05 p&sonáfes de G>gl> Arnbs (orno<br />
Guóltier en «El Piralá* de Bellini. ába¡o<br />
como Efvmo en *La Sonámbula» tembien<br />
de Seto
Arriba como Nemorvio •LBhsM d'Amore* de Dorntetti. ibsjo como Alfredo<br />
en «¿j Travista* de Verdi<br />
Giovanm Martinelli hereda el heroísmo vocal carusiano. destacando<br />
en los papeles de tenor dramático o, por mepr decir,<br />
spinto. siendo que, rigurosamente, tal vez sólo el Fbllione de<br />
Norma y el verdiano Ótelo son, en la ópera italiana, partes<br />
heroicas. Aureliano Ffertile es el tenor vensta por antonoma<br />
sia. cuidadoso del decir, la intencionalidad y el fraseo exigido<br />
por la situación dramática. Giacomo LaunA/blpi es, con una tesitura<br />
amplia y poco definida. el tenor como el dominador escénico,<br />
preocupado por la eficacia y pregnancia de sus agudos.<br />
Tito Schipa. en la línea de Garbín y Anselmi. restaura el canto<br />
&ENIAMÍNO GIGLI<br />
de gracia, confidencial y sedante, privilegiando la elegancia del<br />
decir sobre la expresividad, entendida como volcado hace afuera<br />
de la vivencia musical.<br />
¿Dónde queda Gigli en este panorama esplendoroso de la<br />
historia tenoril? Curiosamente, en un periodo donde los tenores<br />
dominaron el mercado operístico, desplazando a las sopranos,<br />
es decir, en un tiempo que exigía perfilarse y especializarse,<br />
Gigli tendió a no hacerlo, es decir a describir el mito del tenor<br />
absoluto, que es todos los tenores a la vez y ninguno en particular.<br />
Fbr otra parte, su carrera fue tan extensa que pudo asistir<br />
a un nuevo renacimiento sopranil en la década del cincuenta<br />
(la del tándem Callas-Tebaldi). sin sospechar que el divismo pasaría<br />
a los directores de orquesta en la década del sesenta (con<br />
Karajan como modelo) y que hoy estaríamos sometidos al Olimpo<br />
de los directores de escena, con su constelación de técnicas<br />
escenográficas y lumínicas de mágica perfección.<br />
Gigh (otros los explicarán mepr en este informe) era un tenor<br />
esencialmente lírico, pero ello debido a que la cuerda tenoril<br />
italiana, salvo las excepciones apuntadas, lo es. A partir<br />
de su lirismo, asentado en un centro vocal a la vez ancho y aterciopelado,<br />
de una maestría de emisión que iba del sonido abierto<br />
y de amplio vibrato a la voz mixta que une la emisión franca<br />
con el falsete, Gigli irradiaba sobre repertorios muy generosos.<br />
Pero en ninguno penetraba como especialista, lo cual le habilitó<br />
para superar las limitaciones expresivas del verismo, que tornan<br />
un tanto anticuadas las prestaciones de algunos ilustres<br />
colegas suyos.<br />
Gigli era apasionado en Verdi, pero era romántico en los veristas,<br />
daba vibración contemporánea a los héroes donizettianos<br />
y evocaba a los clásicos con delectación ochocentista. No<br />
era un estilista perfilado, pero matizaba su central sentimentalidad<br />
y su linsmo acariciante según se lo exigieran las diversas<br />
partituras.<br />
Su Andrea Chénier (¿su mejor encarnación como personaje?)<br />
es un cantor cegado por el lirismo. Su Radamés es un soldado<br />
perdido por la fe en su propio heroísmo. Su Ricardo en<br />
Un bailo in mascbera es un seductor seducido por sus propias<br />
artes irresistibles, algo ambiguo en su acercamiento al pa|e y<br />
al amigo que es el mando de su amada. Su payaso es un rufián<br />
envejecido y quejoso, al cual una muchacha cachonda y desaprensiva<br />
obliga al crimen. Su Tunddu es un chico atolondrado<br />
que, de última, sabe asumir su responsabilidad y hacerse castigar<br />
en un acto de primitiva caballerosidad. El arrebato de su<br />
Des Gneux y su Don |osé pertenecen al ejercicio más vasto<br />
y compiejo de la maquinaria melodramática.<br />
Y aqui llegamos, tal vez, al meollo del arte interpretativo gigliano:<br />
Beniammo fue el mayor de los artistas de melodrama<br />
y de los pocos que entendió la ópera como definitivamente<br />
melodramática, en el sentido de drama articulado en situaciones<br />
contrapuestas y peraltado por la mediación enfatizante de<br />
la música. Gigli entiende que el tenor operístico ha de transmitir<br />
sus confidencias con la exterioridad suficiente como para que<br />
acaricien el oido de quien está en el paraíso del teatro. Se trata,<br />
justamente, de elevar el dolor y la ufanía del cantante a las<br />
alturas del Paraíso.<br />
El tenor absoluto es. evidentemente, un mito. Psro basta con<br />
creer en él para que empiece a tener existencia real. Gigh despachó<br />
papeles pesados con eiemplar gallardía (los ya citados<br />
más don Alvaro, por ejemplo), pero empezó y terminó en pleno<br />
medio lineo: Enzo Grimaldo y Nemonno, pasando como<br />
sobre ascuas por el reatado vensta y el arrebato cantable del<br />
Lons Ipanov de fedora. Todo con maestría incomparable y calidad<br />
vocal inconfundible, fatto alia Gigli, convirtiendo su tarea<br />
en un universo.<br />
Blas Macamoro<br />
SCHERZO 93
DOSIER<br />
Cinco miradas sobre Gigli<br />
Recogemos aquí, en este aparcado, impresiones y juicios sobre Beniamino<br />
Gigli formulados por ilustres personalidades: Teresa Berganza, Giacomo<br />
Laurí-Volpi, el pianista Antonio de Raco, el musicólogo Enzo Valenti<br />
Ferro y el músico y escritor Pablo Sorozábal Serrano.<br />
m j,cuché a Ggli en el teatro Colón de Buenos Aires, a po-<br />
A-f co de terminar la Segunda Guerra Mundial. Fbr supues-<br />
* J to, conocía y reconocía su voz, tantas veces registrada por<br />
el disco y oída en emisiones de radia pero me encontraba con<br />
Cigli «en vivo y en directo" por primera vez.<br />
El tenor había cantado en numerosas temporadas porteñas.<br />
La sala estaba expectante. Largamente cincuentón, tal vez sus<br />
medios estuvieran disminuidos. Fbr otra parte, sus simpatías<br />
fascistas tenían descontento a un sector del público. Otros pensaban<br />
que su arte estaba más allá o más acá de sus posiciones<br />
políticas.<br />
Salió Cigh como Radamés y, a los pocos compases, atacó la<br />
Celeste Aída. Le bastó una romanza para unificar la opinión<br />
de la sala. Su voz. si no especialmente grande, tenía una vibración<br />
constante que recordaba la capacidad del mercurio de ligarse<br />
con todas las materias y meterse en todos los huecos.<br />
Era una voz dorada, acariciante aún en el forte, de registros<br />
generosos, poderosa de presencia hasta en el pianissimo, y que<br />
conservaba toda su lozanía timbnca.<br />
En el cartel siguió Tosca. Tras E lucevan le stelle estalló una<br />
ovación de veinte minutos. Entre bambalinas, se consultó al director<br />
del teatro para que autorizara el bis. prohibido severamente<br />
en el Colón y la excepción histórica tuvo lugar.<br />
Gigli es el más grande tenor que yo haya oído. Si Tito Schipa<br />
resultaba insuperable en la media voz y en su elegante expresividad<br />
di grazia. Beniammo lo excedía en registra y en calidad<br />
de medios.<br />
M<br />
Antonio de Raco<br />
ientras en la voz de Caruso bajos, centros y agudos<br />
constituían una metálica y varonil urdimbre, en la de<br />
Gigli quedaban escindidos, por emisión y color, acentuando<br />
el carácter melifluo de los sonidos, que es una peculiaridad<br />
del tenor de Recanati. Este, de }ovencito, frecuentaba la<br />
Schola Cantorum de la Santa Casa de Loreto. donde había ejercitado<br />
su voz blanca de falsetón reforzado, que un dia sabría<br />
utilizar de maravilla.<br />
No podía, pues llamarse heredero de Caruso quien segura<br />
un método completamente distinto y se proponía una finalidad<br />
artística completamente distinta. Aunque en Loreto la candida<br />
voz ignoraba la técnica del smgbiozzo (sollozo), que más<br />
tarde, ya adulta y célebre, la tendría, a veces, deformada y mortificada.<br />
El sollozo, como recurso, logra dos objetivos: produce<br />
la ilusión de un sentimiento profundo en quien escucha y la sensación,<br />
a quien lo utiliza, de asegurar el ataque de la nota. Es.<br />
en suma, un golpe de glotis exagerado y, al mismo tiempo, una<br />
forma engañosa de efusión lírica. El canto no es un juego de<br />
recovecos y de artificios pour épater les bourgeois. De todo<br />
lo cual el recanatés era perfectamente consciente para no abusar.<br />
94 SCHERZO<br />
A Gigli se le reconoce la prioridad en la introducción del falsete<br />
como método de fonación en la escuela italiana, convalidándolo<br />
al nivel del misto clásico y de la media-voz, peculiares<br />
de la vieja escuela, practicada en el 800, después de la aparición<br />
de la voz viril de tenor en Duprez, vencedor del híbrido<br />
Nournt, que. no obstante, sólo en los agudos y sobreagudos<br />
se servia del mal gusto de los sonidos indeferenciados.<br />
Giacomo Lauri-Volpí
L<br />
.acorto PüCCift<br />
a mediatización ha invadido también -por<br />
desgracia— el mundo de la linca y particularmente<br />
el mundo del canta La valorización<br />
de nuestro arte se encuenta siempre ba|O peligro<br />
inminente de alud informativo. Voces buenas<br />
y voces malas utilizan la relación pública y de prensa<br />
para realizar un comercio, innoble la mayoría<br />
de las veces. A este fenómeno no es ajena la personalidad<br />
de Beniamino Gigli.<br />
Como tantos otros en su época. Gigli llegó a<br />
la escena bajo la sombra aplastante de Enrico Caruso<br />
y buscó liberarse a toda costa de la inevitable<br />
comparación. Fue un industrial de la voz y un<br />
especialista de la publicidad, trazando un camino<br />
que después ha sido seguido lastimosamente por<br />
muchos otros tenores, en especial los contemporáneos. Yo siempre<br />
ha creído que las voces buenas se acreditan por si mismas<br />
y no tienen por qué descender a la arena comercial. La voz<br />
de Gigli, guardada en numerosas grabaciones y que yo pude<br />
todavía escuchar una vez en mi |uventud. era óptima. Tenía color<br />
cálido, maravilloso en el registro central pero siempre justo y<br />
equilibrado en los extremos; su timbre probablemente irrepetible<br />
en la semejanza, sorprende por la exquisita musicalidad<br />
que lo reviste y acompaña. Una sola recomendación: deleitarse<br />
en su interpretación de La Gioconda de Fbnchieli. Nadie le<br />
ha superado todavía.<br />
Teresa Berganza<br />
Tenía yo doce años cuando dos gozosos privilegios me fueron<br />
concedidos: conocer Buenos Aires {ciudad mágica,<br />
fascinante) y ver. por vez primera en mi vida, una ópera,<br />
Aída, protagonizada por Benammo Gigli, en el Teatro Colón.<br />
Vi la representación desde un palco semisótano. El escenario<br />
se divisaba en escorzo, pero la acústica era excelente.<br />
Aquella tarde sufrí tres terribles coups de foudre: me enamoré<br />
perdidamente de una bailarina que salía semidesnuda,<br />
me enamoré de Gigli y me enamoré de Verdi. Gigli era un viejo<br />
tripón y calvo, pero cantaba como Dios. Su voz, muy lírica,<br />
muy redonda, de timbre dulce, conservaba, pese a la edad,<br />
potencia y un vibrato perfectamente controlado.<br />
La manejaba con maestría, pero ésta quedaba en un segun-<br />
BENÍAMINO GIGU<br />
do plano, ocupado el primero por la expresividad<br />
dramática y por una sobria y precisa musicalidad,<br />
parecida a la de nuestro genial Pavarotti. En el dúo<br />
final creí morirme yo también (María Canigha daba<br />
una espléndida réplica a Gigli). Aquella música<br />
estremecedoramente bella, la del citado dúo, me<br />
hacia morir. De puro placer. Sí, no veo razón para<br />
no decir que aquella tarde morí. ¿Fbr qué no iba<br />
a morir?<br />
Pablo Sorozábal Serrano<br />
j Qué era Gigli? ¿Sólo una voz? ¿Una voz y una técnica? ¿Un intérprete?<br />
Si, una voz bellísima, extensa ¡aunque no sin alguna limitación),<br />
homogénea, tersa; una técnica de primer orden que la experiencia<br />
—y en su momento la necesidad— fueron enriqueciendo<br />
gradualmente con recursos ad-hoc, y un intérprete vocal (no<br />
podemos adjudicarle cualidades de actor que de ningún modo poseía)<br />
musical y sensible que sabía aplicar a cada frase la inflexión<br />
vocal y el color más adecuado, del mismo modo que el gran violinista<br />
maneja el vibrato de acuerdo con el tipo de expresión que<br />
requiere el carácter de determinado pasaje. Si. Gigli era ciertamente<br />
eso y aún más: era un estilo de canto. Un estilo que le era absolutamente<br />
propio, inconfundible e intransferible y una actitud permanente<br />
de apasionada entrega. Un canto mórbida palpitante que<br />
se adornaba con cautivantes modulaciones expresivas. El uso de<br />
la media voz fue uno de los grandes atractivos de su canta aunque<br />
a veces se tratara de genuinos falsetes magistral mente enmascarados,<br />
así como la colocación nasal de algunos sonidos y el uso<br />
frecuente del stnghiozzo como recurso expresivo, pusieron alguna<br />
mácula en el misma Toscanini sostenía que Gigli tenía una voz «con<br />
el sollozo a flor de piel» y ésta fue la causa por la cual lo descartó<br />
como probable intérprete del rol de Calaf en el estreno de Tíirandot.<br />
que confió a Fleta. Por otra parte, es bien sabido que Gigli<br />
no era un tenor agudo F^ro era tal el cúmulo de virtudes que atesoraba<br />
esa magnífica gola, que nada podía empequeñecer su<br />
grandeza.<br />
Enzo Vahntí Ferro<br />
SCHERZO 93
DOSIER<br />
Beniamino Gigli en España<br />
Beniammo Gigli debuta en España el 17 de marzo de 1917.<br />
En el Teatro Real de Madrid canta Mefistófeles, lo que<br />
supone su primera actuación fuera de Italia. De ahi pasa<br />
a la temporada de Volpini, en el Liceo de Barcelona, donde<br />
canta La Gioconda el 7 de abril al lado del barítono José Segura<br />
Tallién y la soprano (ulIien-Ventunni, quien sustituye a la indispuesta<br />
Fbli-Randaao. El Diario de Barcelona hablaba del tenor<br />
en los siguientes términos: «el Sr. Giglt lució una voz bonita y<br />
bien timbrada, especialmente en las notas que no se apartan<br />
del registro central. Fraseo con gran claridad y obtuvo un franco<br />
éxitos. Por su parte, La Vanguardia señalaba: sla novedad<br />
fue el |oven tenor Gigli, artista discreto, pero excelente cantante,<br />
de voz segura y timbrada, que causó una excelente impresión».<br />
El II de abril canta de nuevo Meftstófeles al lado de Ofelia<br />
Nieto y Luigi Nicoletti. El Diario de Barcelona tributa grandes<br />
honores al tenor y a la soprano, y es La Vanguardia quien en<br />
esta ocasión muestra su dureza con los |óvenes cantantes: «el<br />
Sr. Gigli y la Srta. Nieto tienen bonitas voces, pero insuficientes<br />
para despertar entusiasma Gigli tiene la suya hermosamente<br />
timbrada y canta con afinación; sin embargo, no la mantiene<br />
igual en todos los registros y desmerece en los graves. Es, además,<br />
artista de escasos recursos». Firma la critica el muy severo<br />
Antonio Massisimo, pero José María Barcena rompe una lanza<br />
a favor del tenor, afirmando que fue el artista requerido en mayor<br />
número de funciones. Y añade: «cantó tres veces La Gioconda<br />
y cinco Mefistófeles. Las dos últimas de Mefistófeles. ante<br />
el enorme éxito obtenido, se ofrecieron desplazando a las previstas<br />
de Roberto Devereux».<br />
Beniamino Gigli tardó veintinueve años en regresar a nuestro<br />
pais, un hecho harto incomprensible. Francisco Gutiérrez<br />
Llano (I), experto en temas relacionados con el canto, sugiere<br />
la posibilidad de que el triunfo sostenido del tenor durante los<br />
años veinte y treinta hizo a Gigli olvidar completamente nuestro<br />
país y no volver a caer en la cuenta de su existencia hasta<br />
después de la II Guerra Mundial, en que el cierre de muchos<br />
teatros italianos y la caída del fascismo de Mussolini bien pudieron<br />
refrescarle la memoria.<br />
El I de ¡unió de 1946 redebutó Gigli en el Teatro Albéniz de<br />
Madrid, acompañado por su hija Rma, con la que cantó un dúo<br />
de LAmico Fntz supuestamente memorable. Dirigió la orquesta<br />
Ataúlfo Argenta, un acompañante de excepción, quien acompañó<br />
a Gigli al piano en las populares napolitanas ofrecidas en<br />
calidad de propinas. Para Regmo Sainz de la Maza, que escribía<br />
entonces en ABC. Gigli era el más esperado de todos los tenores:<br />
«tenía esa naturaleza fabulosa —dice—, esa calidad de<br />
vibración que enriquece la melodía con inflexiones y acentos<br />
purísimos, lo que pudo comprobarse en páginas como Amanlli.<br />
Nina o ei Vestí la Ciubba, que fue obligado a bisar.<br />
Dos dias después canta Tosca, al lado de Caniglia y Bechi,<br />
e inaugura aquella gloriosa temporada de ópera del Albéniz.<br />
Fue un triunfo colosal, en toda regla, y según las crónicas de<br />
la época superó su propia marca en el E lucevan le stella, prodigando<br />
toda suerte de filigranas. El dia 4 canta una Aída junto<br />
a Caniglia, Stignani. Bechi. Neri y Ataúlfo Argenta, según todos<br />
los testimonios, histórica. El reparto habla por s! solo. El crítico<br />
Antonio Fernández Cid refiere una anécdota ocurrida el dia del<br />
estreno que pone de relieve la gran preparación musical de Argenta.<br />
«El maestro dirigirá en única demostración al frente de<br />
una compañía de ópera, a todo el conjunto de superdivos del<br />
Real de Roma, que cantan Aída por él gobernados: la Caniglia,<br />
la Stignam. Beniamino Gigli. Gmo Bechi y Giulio Nen (2). Las<br />
96 SCHERZO<br />
dificultades se hacen abrumadoras para todos cuando un apagón<br />
inoportuno deja casi en sombras, con resplandores tenues<br />
escenario y foso del Albéniz y Argenta dirige a impulsos de su<br />
enorme decisión y titánica voluntad el difícil cuadro de la apoteosis<br />
de Radamé5». En la siguiente función no estuvo tampoco<br />
ausente el lado pintoresco. Ante la súbita indisposición de<br />
Gigli fue encargado de sustituirle a última hora el baritono Eduardo<br />
Ordóñez, a quien su maestro Luis Arnedillo habia encauzado<br />
hacia los cometidos de tenor, más adecuados a sus<br />
características vocales. Además de tenor. Ordóñez era abogado,<br />
centrocampista del Atlético de Madrid, profesor de canto<br />
y, más tarde, entrenador del equipo de fútbol de La Habana,<br />
El Diario ABC recoge en sus páginas dedicadas a espectáculos<br />
un pintoresco anuncio de esta función: «Domingo, 9 de junio.<br />
Extraordinaria y última Aída, por los eminentes divos Mana Caníglia.<br />
Ebe Stignani y Gino Bechi. y los ¡lustres Eduardo Ordóñez<br />
y Giulio Nen. Butaca 100 pesetas». En verdad, resulta<br />
curioso el matiz diferenciador que convierte a unos en eminentes<br />
y a los demás simplemente en ¡lustres.<br />
Gtgli preparándose para cantar La Bonéme con ÍU htp Rtns<br />
El 29 de agosto debuta Gigli en el Teatro Amaga de Bilbao,<br />
con Manon. Para el crítico de El Correo Español, la actuación<br />
de Gigli fue un éxito, pero se esperaba más calor y brillantez<br />
en los agudos de quien venia precedido por la fama de ser el<br />
mejor tener del mundo. El día 31 encabeza Gigli un memorable<br />
reparto de Bobéme. al lado de Favero. Torrentó y Raimundo<br />
Torres. El critico de El Correo dice que meioró su actuación<br />
de Manon y bisó con fortuna la romanza, pero persiste en su<br />
obsesión por la falta de brillantez en los agudos El critico se<br />
referia en términos más entusiastas a la Cavallena y los Payasos<br />
cantados por el tenor el 3 de septiembre: «por fin en Bilbao<br />
se oyó el Gigli esperado, se prodigó sin tasa y bisó las arias*.<br />
Él 5 de septiembre canta La Bonéme en Santander y vuelve<br />
a bisar la romanza. El 7 del mismo mes, ahora en San Sebastián,<br />
canta Manon, el 10 Tosca y el 12 Cavallena y Payasos, en
Como Mario en Tosa efe Pucant.<br />
la que además de los bises correspondientes cantó también el<br />
interno de Arlequín. El 16 volverá a los atriles La Bohéme, el<br />
18 el Réquiem de Verdi con el Orfeón Donostiarra y el 22 ofrecerá<br />
un concierto acompañado por Mafalda Favero.<br />
Vuelve el divo a Madrid a primeros de octubre para ofrecer<br />
un recital en el Palacio de la Música y vanas óperas en el Teatro<br />
Fontalba. En Manon, que abria la serie, el público puesto en<br />
pie y aplaudiendo frenéticamente le obligó a repetir el Sueño<br />
y el ana de San Sulpicio. En La Bohéme que vino después su<br />
actuación global no fue tan brillante, pero de la nueva Manonque<br />
cantó el día 14 en el Tivoli con el teatro repleto, el critico<br />
de La Vanguardia U.F. Zanm dirá entusiasmado: «el aumento<br />
de precio de las localidades quedó justificado, ya que el tenor<br />
convenció plenamente. Las aclamaciones tras el Sueño le llevaron<br />
al bis y en la escena de San Sulpicio remató con un re» (sic.)<br />
En los últimos días de octubre cantó también en Zaragoza,<br />
en Valencia y de nuevo en Barcelona, en el Palau, y todos coinciden<br />
al subrayar la fibra de uno de los pocos cantantes capaces<br />
de alternar brillantemente las obras dramáticas con las más<br />
lincas. LDS ovetenses, quienes micialmente tenían intención de<br />
contratarlo durante estas fechas, perdieron la oportunidad de<br />
escuchar a Gigli a causa de las reformas efectuadas por entonces<br />
en el Teatro Campoamor (3).<br />
La última visita<br />
Ijigli no canto demasiado en España, esa es la verdad. A las<br />
razones aludidas al comienzo de este trabajo viene a añadirse<br />
el hecho de que el gran tenor nos visitó seguramente un poco<br />
pronto la primera vez y un poco tarde las otras dos. El Gigli<br />
en apogeo, el vocalista inmenso de los años veinte, treinta e<br />
incluso principios de los cuarenta, estuvo ausente de nuestros<br />
BENIAMÍNO GIGU<br />
escenarios, En realidad. Gigh era un divo en el más absoluto<br />
sentido de la palabra, sabia perfectamente dónde le convenia<br />
cantar y no dejaba mucho espacio al altruismo. La famosa soprano<br />
Gma Cigna solia decir que Gigli tenia vocación de primadonna<br />
y que era capaz de hacer cualquier jugarreta a un<br />
compañero de reparto a fin de que no sobresaliera por encima<br />
de él. Oportunamente, unas lineas más abajo, la propia Victona<br />
de los Angeles nos dará su versión a este respecto (4).<br />
La última visita española de Bemamino Gigli se inició con un<br />
recital en el Teatro Calderón de Madrid, que tuvo lugar el 22<br />
de marzo de 1947. Fue el preludio de su debut en el Teatro<br />
de la Zarzuela, donde el 25 cantó Manon, unos días más tarde<br />
Lucia di Lammermoor —con Marimi del Pozo— y finalmente<br />
La Bohéme. Además de la presencia de Giglí. lo que hace históricas<br />
a las funciones de Manon y Bohéme es nada menos que<br />
el debut operístico de la joven soprano catalana Victoria de<br />
los Angeles al frente de un espléndido reparto que completaban<br />
el barítono Giuseppe Manacchim y el bajo Chano Gonzalo.<br />
El testimonio de la propia Victoria de los Angeles es un<br />
manifiesto elocuente del modo en que han vanado los métodos<br />
si comparamos la época de Gigli con la nuestra. La soprano<br />
afirma que conoció a Beniammo Gigii en el momento en<br />
que se alzó el telón y dio comienzo la Manon. En las funciones<br />
que cantó con Gíglí jamás cruzaron palabra que merezca la pena<br />
ser recordada, lo que en la actualidad, aunque el divismo<br />
no haya muerto del todo, nos resulta cuando menos insólito.<br />
Las instrucciones escénicas las transmitía Gigli a la compañía<br />
por conducto del Maestro Zamboni, director de la orquesta,<br />
lo que evitaba al gran divo tener que acudir a los ensayos.<br />
Todo ello explica los monumentales celos de Beniammo al<br />
comprobar que la crítica habló casi más de la |Oven debutante<br />
que del todopoderoso tenor, Efectivamente, en su critica del<br />
día siguiente paraíASCRegmo Samzde la Maza consagra la mayor<br />
parte del espacio a la glosa del debut de la soprano catalana,<br />
mientras que Antonio Fernández Cid. por su parte, en su<br />
sección dedicada a la figura del dia, se refiere también a Victoria<br />
y no a Giglr. Él pasado y el presente eran de Gigli, pero Fernández<br />
Cid. con buen ojo, se dio cuenta de que el futuro pertenecia<br />
a artistas como Victoria de los Angeles, capaces de<br />
conectar íntimamente el mensaje estético con los medios<br />
sonoros.<br />
Unos dias después las tres óperas se ofrecieron en Sevilla,<br />
el 5. 7 y 9 de abril concretamente. Los humos de Gigli no parecían<br />
haberse disipado. Cuando Victoria se disponía a entrar en<br />
el teatro para la función de Manon, acompañada por su hermana,<br />
apareció Gigli y dando un empellón a Victoria franqueó<br />
antes que ella la entrada del recinto. He aquí casi el último recuerdo<br />
de las visitas de Gigli a España.<br />
NOTAS:<br />
Joaquín Martín de Sagarmínaga<br />
CI > En todo cuanto hace referencia a fechas, repanos y reseñas criticas han srdo<br />
de gran utilidad para mi los apuntes de un libro actualmente en prepararon sobre<br />
Gigh y España, al que he tenido acceso. Su autor. Francisco Gutiérrez Llano, se ha<br />
apoyado para su confección en unos apuntes sobre el tema cedidos por la viuda<br />
de fosé María Barcena, a quien se alude también en este articulo<br />
(2^ La otra función lúe dirigida por el maestro Napoleone Anovazzi<br />
[~í) El ex-cantante y maestro de canto Miguel Barrosa afirma que. en el curso<br />
del año 46. y ante La súbita indisposición de Gigli. su concurso inmediato llevo a que<br />
lo pudiera sustituir sin previo aviso al Tenor vasco Cristóbal AITube Refiere Barrosa<br />
que el barítono Afro Ftalf y él fueron a buscar a Altube a su hotel y para evitar su<br />
nefasta costumbre de vocalizar una hora entera tumbado sobre la alfombra le obligaron<br />
a entrar en un ia>< en pijama. Afirma que AITube tanto la mejor función de<br />
su vida al no tener la voz fatigada pe aquellas vocalizaciones, pero no puede recordar<br />
nn el mulo de la opera ni la 'echa exacta<br />
(4) r>se a todo son muchos los que afirman que Ggli poseía una naturaleza franca<br />
y simpática Vitalizaba cantando Tengo una vaca lechera, se servia de las anchoas<br />
como remedio eficaz contra las flemas y cullivaba la imagen de lenore del popoh.<br />
fórmula que hoy ensayan con mayor o menor fortuna los Pavarotti. Domingo etc.<br />
SCHERZO 97
DOSIER<br />
Las óperas completas<br />
Cuando en 1934 La \toce del Padrone ofreció a Beniamino<br />
Gigli la oportunidad de grabar en su totalidad<br />
una ópera —en este caso, Payasos, de Leoncavallo—,<br />
el tenor llevaba ya veinte años cantando, había conquistado<br />
Europa y América desde Argentina a los<br />
Estados Unidos —de donde había regresado tras no aceptar<br />
una reducción de su fabuloso salario con el Metropolitan neoyorquino,<br />
debido a la crisis económica que asolaba al poderoso<br />
pais septentrional—, y era el tenor favorito no sólo de Benito<br />
Mussolim, sino de Italia entera, con cuya vena popular había<br />
sabido conectar corno sólo Caruso lo hiciera antes que él.<br />
(Antes de seguir conviene decir que para el que escribe estas<br />
líneas, Gigli presenta dos problemas insuperables: su falta<br />
de calidad como actor, hecho que sólo le puede perdonar debido<br />
a su rutilante, cálida y áurea vor. y su indiferencia hacia<br />
las indicaciones de expresión y dinámica incluidas por los compositores<br />
en sus partituras).<br />
Con estos Payasos se inicia la colaboración más fructífera y<br />
pródiga en títulos -nada menos que ocho óperas completas<br />
en el espacio de doce años (no es cierta la afirmación hecha<br />
por Laun-Volpi en su libra Voces paralelas de que Gigli registró<br />
decenas de obras lincas en su integridad— registrados por un<br />
cantante en la época anterior a la invención del LR hecho sin<br />
posible parangón dentro de la historia del disco ni en Italia ni<br />
en ningún otro pais europeo o americano. Salvando las distancias,<br />
se puede decir que Gigli se anticipó —dentro de unas coordenadas<br />
más lógicas que las que en la actualidad rigen a la pauta,<br />
cada vez más en boga a partir de la década de 1950, de repertorios<br />
casi completos grabados por un mismo artista o equipo<br />
de intérpretes, ya que en el caso del tenor de Recanati. éste<br />
también se vio rodeado por un grupo de cantantes que. una<br />
y otra vez, le acompañaran en sus labores discográficas, principalmente<br />
en las últimas (Mana Canigha. Gmo Bechi).<br />
Del Payasos de 1934, dirigido por Franco Ghione<br />
recientemente reeditado en discos compactos (al igual que casi<br />
todas sus óperas completas) por EMI y a un precio muy<br />
asequible—, sólo se puede decir que es la grabación más perfecta<br />
de Gigli. A pesar de los gemidos y sollozos a que tan proclive<br />
era, no sólo para ocultar su mediocre fibra de actor, sino<br />
porque también la estética de la época, sobre todo en Italia,<br />
así lo pedía —y en este defecto incurrieron todos los tenores<br />
del momento, llámense Laun-Volpi, Pertile o Merli, con la única<br />
excepción de Schipa—, su convencional caracterización de<br />
Canio tiene, por lo menos, la honradez de la sinceridad popular.<br />
En el plano netamente vocal, Rodolfo Celleti, con muchos<br />
más conocimientos y experiencia que el autor de estos párrafos,<br />
afirma que es el cénit de la carrera de Gigli, aserto que<br />
hay que suscribir sin posible duda.<br />
Casi a su altura. Mario Basiola da también una lección de Verismo<br />
—con todos sus defectos y virtudes— bien cantado. No<br />
así la soprano, Iva Pacetti, que no supera la medianía.<br />
Cuatro años más tade. Gigli graba dos de sus óperas predilectas:<br />
La Bohéme y Tosca, En la primera, dirigido por Umberto<br />
Berrettom, el tenor, sin profundizar para nada en el lado<br />
poético de Rodolfo, vuelve a enamorar por la belleza de la voz,<br />
un' fraseo no muy ref nado que se diga, pero lleno de espontaneidad,<br />
una dicción cristalina, un ataque perfecto y una proyección<br />
de la voz realmente antológicos. asi como por la<br />
concepción eminentemente popular del personaje que, por un<br />
98 SCHERZO<br />
milagro de su asombrosa técnica, suena aún como un hombre<br />
joven, a pesar de tener 40 años el tenor (también todo ello<br />
puede deberse a ese raro fenómeno que nadie sabe cómo se<br />
da y que sólo acontece muy de vez en cuando: el de los micrófonos<br />
enamorados de una voz). A su lado, Licia Albanese nos<br />
da una Mimi refinada y bastante alejada de la concepción calle-<br />
¡era de su amante. Oliviero de Fabritus dirige Tosca y en ella<br />
aparece por vez primera la que seria compañera obligada de<br />
Gigli en sus últimas grabaciones de óperas completas. Mana Caniglia.<br />
Si bien el acto I es un derroche de simpatía, incluso de<br />
frescura, por parte del tenor, en los II y III no hay limites para<br />
sus sollozos, gemidos y suspiros, pero siempre, por encima de<br />
todos estos defectos, brillan sin posible crítica sus virtudes vocales:<br />
musicalidad, timbre aterciopelado, un falsete que casi parece<br />
innato —no en vano LauriAtolpí decía que éste había llegado<br />
a ser la segunda naturaleza de Gigli— y una emisión espontánea<br />
(¡ojalá que en la actualidad hubiera un solo tenor al que<br />
la voz le corriese la mitad de bien que al creador de Lodoletta!).<br />
Al año siguiente, le toca el turno a Madamma Butterfly también<br />
dirigida por de Fabritns y cuya principal importancia no<br />
radica en la caracterización descarada de Gigli, sino por comprender<br />
una de las primeras personificaciones mediante la voz.<br />
lo que se podría llamar un retrato fonográfico, de toda la historia<br />
del sonido grabado: la Cío-san de Totí dal Monte, la que.<br />
sin contar con los medios ideales para el papel, ha dejado un<br />
recuerdo indeleble contra la cual hay que comparar a todas<br />
las intérpretes de la desgraciada japonesita, a pesar de la im-<br />
L
Arriba. Una Bruna-Rasa es Santuiza en IA edición del cincuentenario<br />
del estreno de CavaNena Rusticana, dirigida por el rnúíiox<br />
Maná Canigbá es Maddalena de Co/gny en Andrea Chenier.<br />
pronta verista que resuena en sus momentos más<br />
dramáticos. La contribución del tenor no puede<br />
ser más desacertada, a pesar de volver a deslumbrarnos<br />
en ella con todas las calidades ya apuntadas:<br />
su Pmkerton es, como ya he anticipado,<br />
descarado, gimoteante, insoportablemente machista<br />
y cargado de amaneramientos. Sin embargo,<br />
el cantante supo otorgarle a algunas frases del<br />
Dúo de amor una sensualidad irresistible que se<br />
repite en la mente mucho tiempo después de haber<br />
dejado de escuchar los discos, por ejemplo:<br />
nimba dagli occhi plient di malla..., matriz que sólo<br />
tenores poseedores de un buen gusto innato<br />
(léase Jussi Bjórling, Cario Bergonzi), han sido capaces<br />
de igualar, pero no superar.<br />
En 1940 —y siempre bajo contrato con La Voce<br />
del Padrone—, Gigh graba otra de sus grandes<br />
interpretaciones. La de Turiddu en Cavallena Rusticana,<br />
dirigida en esta ocasión por el propio Pietro<br />
Mascagm en homena|e al cincuentenario del<br />
estreno de la opera. Acompañado por Lina Bru-<br />
bENIAMINO GIGLÍ<br />
na Rasa —al borde de su jubilación de los escenarios cuando<br />
sólo contaba 33 años debido a problemas vocales— y Gmo Bechi<br />
—en plena juventud—, Gigli, como bien dice Celletti, «desilusiona<br />
en la Siciliana, con frecuencia emite sonidos robustos,<br />
aunque menos squillanti que en el pasado. En la acentuación<br />
se echa en falta acometividad, lo que da pie a un Tunddu más<br />
flexible y sentimental que dramático». A pesar de esta mínima<br />
disminución de sus facultades, ésta es la mejor interpretación<br />
que Gigli nos ha dejado en discos. |unto a la de Payasos. Ftor<br />
otra parte, hay que afirmar que esta versión de la madre del<br />
Verismo es una de las dos o tres grabaciones realmente antológicas<br />
que la misma ha recibido.<br />
Un año más tarde, se registra otro de los papeles favoritos<br />
y más cantados por el tenor que, para su época, fue el único<br />
digno sucesor de Caruso: Andrea Chenier de Giordano, bajo<br />
la dirección de Oliviero de Fabritiis. En este registro ya aparece<br />
constituido el equipo que flanquearía a Gigli en sus últimas grabaciones<br />
completas, formado —como ya he señalado— por la<br />
desigual y a veces forzada Camglia que, en este caso, nos ofrece<br />
su mejor interpretación en discos, y por el barítono Fino<br />
Bechi. El tenor, con 51 años ya cumplidos, nos da el más vivo<br />
retrato del poeta revolucionario, en el que quizá se eche de<br />
menos una mayor aristocracia y sutileza, compensada por su<br />
sentido popular, detalle que dentro del contexto de la obra le<br />
sienta muy bien al personaje. Sus versiones de Come un bel<br />
di di maggio y de muchos otros momentos, sobre todo del ac-<br />
SCHÉRZO 99
DOSIER<br />
to II, no se han visto todavía igualados, según<br />
Celletti. Fbr otra parte, a su Un diall'azurro spazio<br />
le falta poesía e inspiración sublime, lo que<br />
le despo|a de su carácter de improvisación. Con<br />
esta interpretación, casi a la misma altura que<br />
sus aportaciones a Payasos y Cavallena rusticana,<br />
se cierra el triángulo de ora de las óperas<br />
completas grabadas por Gigh.<br />
En plena conflagración mundial (1943). se graba<br />
el primer Bailo m Maschera completo de la historia<br />
del disco, dirigido por Tullio Serafín y encabezado<br />
por el triunvirato ya señalado, versión<br />
que a todas luces es testimonio de la traición<br />
infligida al estilo de Verdi no sólo desde la primera<br />
década del siglo, sino hasta nuestros propios<br />
días, y caracterizada por un enfoque vensta.<br />
histérico y superficial del llamado canto espressivo<br />
del maestro de Le Roncóle. Aunque muy<br />
considerable desde el punto de vista de salud<br />
meramente vocal del tenor y el barítono, este<br />
Bailo, sobre todo cuando interviene Gigli, alcanza<br />
sus más altas cumbres en aquellos momentos<br />
caracterizados por un sabor popular, por<br />
ejemplo, el cuadro II del acto I (hecho lógico)<br />
en manos de unos intérpretes servidores de la<br />
escuela más populachera, el Verismo), y se hunde<br />
sin remedio en otros en los que predominan<br />
los sentimientos Íntimos, nobles,<br />
aristocráticos de los protagonistas (cuadro II del<br />
acto III). no obstante el buen canto presente en<br />
todo instante. A este respecto merece leerse<br />
el comentario irónico, sutil, pero cargado de verdad,<br />
hecho por Celletti en su libro // teatro<br />
d"opera in disco.<br />
Con la grabación de Aída en 1946, bajo la dirección<br />
de Serafín y con un Radamés de nada<br />
menos que 56 años, se cierra la discografía de<br />
óperas completas de Gigh. acompañado, como<br />
en otras ocasiones, por Camglia y Bechi. y con<br />
la presencia extraordinaria de Ebe Stignani. Las<br />
palabras ya dichas respecto al aspecto estilístico empleado en<br />
Un bailo son también aplicables en este caso, agravadas por<br />
el hecho de que el soldado egipcio iamás fue una de las grandes<br />
creaciones del tenor, cuya voz. sin haber perdido todavía<br />
sus verdaderos oros, a pesar de carrera tan larga y activa, ya<br />
suena demasiado madura para el papel, y no muestra ningún<br />
respeto para las muchas indicaciones de dinámica con que Verdi<br />
matizó al personaie, hecho, por otra parte, también presente<br />
en Un bailo y en Id grabación completa del Réquiem de Verdi,<br />
realizada en 1939. bajo la misma batuta de Serafín, con Caníglia,<br />
Stignani y el verdadero protagonista de este registro, el magnifico<br />
e insuperado Ezio Pinza<br />
Queda bien claro a partir de los juicios emitidos en este breve<br />
ensayo discográfico que Gigh fue un excelente cantante cultivador<br />
del \Asnsmo más a flor de piel, al que otorgó sus mayores<br />
interpretaciones, interpretaciones que. sin embargo, en la música<br />
del más fino seguidor --sólo parcialmente— de esta escuela.<br />
Puccim. ya se resienten por su falta de matizaciones dramáticas<br />
y su ausencia de refinamiento en la delineación de los personajes,<br />
defectos que llegan a adquirir grandes dimensiones —casi<br />
gigantescas se podría decir - al acometer otro estilo de canto<br />
(el de Verdi) que exige todavía mucho más del actor que todo<br />
buen cantante debería llevar dentro y del estitista que casi nunca<br />
100 SCHERZO<br />
es Carmen frente a! Don losé de Gigli<br />
se da acoplado a una gran voz y a una deslumbrante técnica.<br />
Gigh, que no sólo registró ocho óperas completas {en esta<br />
evaluación no se ha tenido en cuenta la grabación de La Traviata,<br />
procedente del Covent Garden londinense, anterior a la Segunda<br />
Guerra Mundial, con Caniglia y Basiola, bajo la dirección<br />
de Pietro Ornara, debido a la paupérrima calidad sonora, que<br />
casi no permite calibrar las voces), sino que, además, interpretó<br />
multitud de películas en la Italia Fascista y grabó cientos de<br />
piezas de todo tipo —arias, canciones napolitanas, sacras, populares,<br />
etc.—. fue, como acertadamente ha señalado Lauri-<br />
Volpí, «en una época industrial y comercial, el más grande industrial<br />
de la voz y la publicidad», encarnado en la garganta<br />
más resplandeciente y seductora de toda la historia del canto<br />
italiano, con la excepción de la de Caruso.<br />
(De la que iba a ser la banda sonora de una película, realizada<br />
en 1949, editada por EMI, y con Gigh, padre e hi|a, Stignani<br />
y Bechi, sólo se puede decir que su carácter italianizante y la<br />
madurez del tenor confirman su disposición antiestilistica como<br />
intérprete de Don José. Teniendo en cuenta, por supuesto,<br />
las ya mencionadas, en juicios anteriores, cualidades intrínsecas<br />
de su canto, en una voz que muestra ya signos inequívocos<br />
de cierto cansancio).<br />
José María Martin Triaría
1890. Nace Gigfi en Recanati, provincia<br />
de Macerata. el 20 de marzo. Su padre<br />
era zapatero y su madre hi|a de un maestra<br />
rural. Era el hip menor de seis, cuatro<br />
varones y dos hembras.<br />
(896. El padre es nombrado campanero<br />
de la Catedral de Recanati. Primeros<br />
contactos con la música religiosa del niño<br />
Beniammo.<br />
1897. El organista de la Catedral. Lazzanm,<br />
invita a 8emamino a formar parte<br />
de la Schola Cantorum. Con el maestro<br />
Lazzarini aprende los rudimentos de la<br />
música y el canto.<br />
1902. Después de barajarse posibles oficios<br />
para el niño Gigli, es empleado como<br />
ayudante en la farmacia de Recanati.<br />
Beniamino pasará cinco años así. cantando<br />
en sus ratos de ocio, hasta que conoce<br />
a Zerri un cocinero melómano que<br />
le guiará, aunque imprecisamente en sus<br />
primeros pasos de estudios senos del<br />
canto. También entretanto actúa como saxofomsta<br />
en una banda de música local,<br />
dirigida por un tal Battelli. Contactos primeros,<br />
pues, con partituras operisticas,<br />
que la banda interpretaba en oportunos<br />
arreglos: Como la voz aún no la tenia formada,<br />
con quince años, en 1905 debuta<br />
como Angélica en una opereta italiana<br />
muy popular entonces.<br />
1907. Conoce a Giovanni Zerri, que había<br />
trabajado para Alessandro Bonci, que<br />
lo anima a trasladarse a Roma para estudiar<br />
canto. A finales de año se va a la<br />
capital.<br />
1908. Es rechazado como cantante en<br />
el coro de la Capilla Sixtma, por superar<br />
la edad límite, obviamente. Pietro da Stefanni<br />
lo acepta como alumno de canto.<br />
Será sólo por dos meses. Luego acudirá<br />
a las clases de Agnese Bonucci. quien, dada<br />
la situación económica del alumno, le<br />
concederá crédito. Con ella aprende Gigli<br />
los fundamentos de la emisión vocal.<br />
1909. Es llamado a filas, pero consigue<br />
un destino en la capital italiana lo cual le<br />
permite continuar sus estudios. Es nombrado<br />
telefonista del Comando Territorial,<br />
un puesto cómodo y con tiempo<br />
libre. Gigli cumple dos años de servicio<br />
militar obligatoria<br />
1911. Flirtea con una joven de prometedor<br />
nombre para un estudiante de canto:<br />
Aida. Se libra por los pelos, y en<br />
circunstancias no muy claras, casi milagrosas,<br />
de ser embarcado en Ñapóles para<br />
Cronología de la vida de Gigli<br />
la conquista de Libia. Conoce a Constanza<br />
Cerroni.<br />
1912. Licenciado, intenta, sin éxito, entrar<br />
en la administración municipal. Su antiguo<br />
amigo del ejército, el coronel<br />
Delfmo, le aconse|a acuda al Liceo Santa<br />
Cecilia de la ciudad romana. Gana una<br />
beca, cantando arias de Marta. Luisa Miller<br />
y Mefistófeies. Estudia con el barlto<br />
no Antonio Cotogni en e! Liceo, pues<br />
consigue la beca, a pesar de no tener nociones<br />
de piano (que se exigían). Luego<br />
se pasa a la clase de Ennco Rosarn. Este<br />
de fíecaum. prcwtnoa de Macerara.<br />
excelente profesor completó la formación<br />
de Gigli y le preparó para su debut.<br />
1914. Gana el primer puesto en los exámenes<br />
de fin de curso en el Liceo, en el<br />
grupo de tenores, con O Paradiso de<br />
VAfncana. Se presenta a un concurso de<br />
canto en Parma, compitiendo con más de<br />
cien concursantes, de los que treinta y dos<br />
eran tenores. Gigli canta tres páginas: una<br />
de Sigurd de Reyer, un fragmento de 77aviata<br />
y de nuevo O Paradiso. Ganó Gigli<br />
el concurso, y se dijo que era una auténtica<br />
revelación. El 15 de octubre debuta<br />
en Povigo, como Erizo de La Gioconda.<br />
con Tina Poli-Randaccío. José Segura Taillén<br />
y Aída Zizolfi. Después del éxito, del<br />
que es testigo Tullio Serafín, es invitado<br />
por el director a cantar en Genova Manon<br />
de Massenet. Problemas de compañerismo<br />
con Rosina Storchio, la<br />
protagonista.<br />
1915. Canta por primera vez una ópera<br />
pucciniana, Tosca, en febrera en Pa-<br />
BENÍAMINO GIGU<br />
lermo, con Blanca Lenzi y Giacomo<br />
Rímini, Se casa con Constanza en Roma<br />
el 9 de mayo. El 23 de mayo Italia entra<br />
en la guerra. Debut en Bolonia con Mefistófeles<br />
de Boito en octubre y en diciembre<br />
en Ñapóles con Cavalleria rusticana,<br />
dirigida por el compositor, Mascagm.<br />
1916. Nace su hija Esther, luego conocida<br />
como Riña, que hizo una corta carrera<br />
de soprano a la sombra del famoso<br />
padre. Debut en el teatro Bellim de Nápoles<br />
como Fernando en La Favorita.<br />
Canta por vez primera Edgardo de Lucia<br />
di Lammermoor en el Teatro Ristori de<br />
Verona, Sucesivas actuaciones en Bérgamo,<br />
Brescia. y Turin. En Roma, en diciembre<br />
y en el Teatro Costanzi canta Fausto<br />
de Mefistófeies.<br />
1917. En marzo viaia por vez primera<br />
al extranjero: a España, en Madrid y Barcelona,<br />
en una compañía organizada por<br />
Serafín. Incorpora a su repertorio dos<br />
óperas de Mascagm: Ins. y Lodoletta, ésta<br />
en estreno de Livorno con Blanca<br />
Bellincioni-Stagno y Giuseppe Nota<br />
1918. Es contratado por Emma Carelli.<br />
antigua soprano, para una temporada en<br />
Roma. Gigli incorpora dos papeles nuevos:<br />
Ruggiero de La Rondine de Puccini,<br />
estrenada el anterior ano, y Maunzio de<br />
Adriana Lecouvreur de Cilea. Con Lodoletta<br />
se presenta de nuevo en Ñapóles,<br />
Genova, Turín, Bérgamo y. por vez primera,<br />
en Milán, no en la Scala aún, sino<br />
en su Teatro Linca Se habla de Gigli ya<br />
SCHERZO 101
DOSIER<br />
como el tenor nuevo que esperaba Ita<br />
lia. En octubre y noviembre, de la mano<br />
de Fred Gaisberg, graba sus primeros registros<br />
para La voz de su amo. Participa<br />
en el Scala en la función-homenaje a Boito,<br />
fallecido en junio, en diciembre en Mefistófeles,<br />
con Linda Cannetti Nazzareno<br />
de Angelis, dirigidos por Toscanini.<br />
1919. Loris de Fedora de Giordano por<br />
vez primera para el San Cario de Nápoles.<br />
En marzo, para el teatro de la ópera<br />
de Montecarlo, canta dos obra? nuevas:<br />
La Bohéme y La Traviata, encontrándose<br />
con dos famosos colegas: Lucrezia Bori<br />
y el maduro Mattia Battistmi. En mayo se<br />
embarca en Ñapóles para una gira de cinco<br />
meses en Buenos Aires.<br />
En Buenos Aires debuta como Cavaradossi<br />
en Tosca y canta un nuevo papel,<br />
luego escasamente frecuentado, Gennaro<br />
de Lucrezia Borgia, junto a Esther Mazzolem.<br />
En la capital porteña se ve con su<br />
hermano Edigio, emigrado al pais unos<br />
años atrás. En junio, Constanza da a luz<br />
a un niño, llamado Enzo, en honor al personaje<br />
de La Gioconda.<br />
1920. Siguen las actuaciones peninsulares,<br />
después de un viaie a Munich y luego<br />
a Montecarlo: Trieste, Milán, Turín,<br />
Ñapóles y Florencia. Amistad con Giordano.<br />
En junio emprende una segunda gira<br />
por Sudamérica: Rio de Janeiro donde<br />
canta Lohengnn y Loreley, dos primicias<br />
en su haber con poco futuro, y Sao Paolo,<br />
que conoce su primica de Francesco<br />
en Francesco de Rimmi de Zandonai. En<br />
Buenos Aires, en el Teatro Coliseo y no<br />
en el Colón, incorpora a su oferta Pmkerton<br />
de Madame Butter/ly, A punto de<br />
regresar a Italia recibe una suculenta oferta<br />
de Gatti-Casazza. empresario del Metropolitan.<br />
Gigli desembarca en Nueva<br />
York pocas semanas después: permanecerá<br />
doce años afecto al teatro americano.<br />
Debuta en Nueva York el 20 de noviembre<br />
con Mefístófeles con Adamo Didur<br />
y Francés Alda, la mujer del empresario.<br />
En diciembre cania Bohéme con Alda<br />
y Scotti. Días después Tosca con Destmn<br />
y Scotti. Sustituye a Caruso enfermo<br />
de muerte.<br />
1921. El I de enero canta por vez primera<br />
en el Met y en su carrera el rol de<br />
Avito de L'amore dei tre re de Montemezzi.<br />
El 27 de enero fallece su padre en<br />
Recatani. noticia que recibe mientras cantaba<br />
Mefístófeles. Con un grupo de cantantes<br />
del Metropolitan visita a Caruso<br />
enfermo. Con MUZIO como Magadalena<br />
de Coigny debuta como Chenier en la<br />
ópera de Giordano, con un éxito apoteósico<br />
(esa obra estaba programada para<br />
Caruso). Renovación de contrato con el<br />
Met. Nueva temporada por Sudamérica,<br />
102 SCHERZO<br />
Río. San Paolo y Buenos Aires, donde en<br />
el Coliseo hace II piccolo Marat de Mascagni<br />
por primera vez. De regreso a Nueva<br />
York se instala en un piso de lujo de<br />
la calle 57 del West Side. número 140, con<br />
su familia llegada de Italia, cerca del Carnegie<br />
Hall. Caruso había muerto en Sorrento<br />
el 2 de agosto: campañas de<br />
prensa donde se barajan varios nombres<br />
como sucesor del tenor napolitano, entre<br />
ellos el de Gigli, con gran malestar suyo,<br />
parece. Difícil adaptación de la familia<br />
a la vida cotidiana americana. Participa Gigh<br />
en un homenaje en memoria de Caruso<br />
en el Metropolitan, junto a Alda,<br />
Galli-Curci, Farrar, Martinelli, De Luca y<br />
Mardones. el bajo valenciano. En diciembre<br />
canta por primera oportunidad con<br />
Rosa Fbnselle en Cavaliena, y con Maria<br />
jentza en Tosca, con quien tendrá Gigli<br />
incompatibilidades de hecho en posteriores<br />
encuentros profesionales, debido a su<br />
difícil carácter.<br />
1922. Un nuevo papel para el Met: de<br />
Le rol d'Ys de Lalo, con Alda, fbnselle<br />
(Margared), Danize y Rothier, Participa en<br />
la despedida de escena de Geraldine Farrar.<br />
En marzo incorpora a su catálogo<br />
el Des Grieux de la Manon Lescaut puccmiana.<br />
Tournés, luego en sucesivos años<br />
habituales, por ciudades americanas con<br />
la compañía del Met: Baltimore. Atlanta,<br />
Cleveland. En verano, descanso de la familia<br />
Gigli en Italia. Conoce en las fuentes<br />
termales de Agnano a Ernesto de<br />
Curtís, autor de conocidas canciones como<br />
Torna a Surnento. Canta para sus<br />
conciudadanos en Recanati. al aire libre.<br />
Contrato de tres años con Nueva York.<br />
Tiene dificultades (menores) de salud y<br />
le aconsejan que haga deporte. Canta<br />
Mefístófeles. en una memorable función<br />
neoyorkma junto a Cnaliapin, Canta el Romero<br />
de Gounod por vez primera con<br />
Lucrezia Bori. Canta en Sing-Sing para los<br />
presos el día de Acción de Gracias (el último<br />
jueves de noviembre). Es nombrado<br />
Capitán Honorario de la Fblicia de<br />
Nueva York.<br />
1923. Hace su presentación como Vasco<br />
de Gama de LAfricana, junto a Fbnselle.<br />
La temporada habitual en el Met<br />
compatibiliza Gigli con recitales en ciudades<br />
americanas y grabaciones discográfica5<br />
(ver, si interesa, lista de grabaciones<br />
de esta época). En verano a Italia otra<br />
vez, pero no de total vacación, puesto<br />
que el tenor actúa de vez en cuando. En<br />
septiembre inaugura la nueva temporada<br />
de San Francisco, que impulsaba el director<br />
de orquesta Gaetano Merola. En<br />
el fern conoce a una jovencita italiana que<br />
canta ópera: se llamaba Lina Pagliughi,<br />
que luego cantarla con Gigli en Italia. Canta<br />
Lyonel por vez primera de Marta de<br />
Flotow con Alda y de Luca. Participa en<br />
el estreno americano de / Compagnaca<br />
de Primo Riccitelli, discípulo predilecto de<br />
Mascagm, con Rethberg, Didur y Bada.<br />
1924. Debut en Berlín en el varano como<br />
Rodolfo en La Bohéme; luego canta<br />
Tosca y Rigoletto (el duque de Mantua estaba<br />
en su haber desde 1921). Recital en<br />
Copenhague. Gigli canta en un homenaje<br />
a Puccim, fallecido el 29 de noviembre,<br />
donde cantó un aria de Manon Lescaut<br />
y el dúo del acto I de Tosca con la jentza.<br />
Recibe anónimos, que nunca tuvieron<br />
aclaración.<br />
1925. Canta Fenton de Falstaf junto a<br />
Scotti y Tibbett, que canta Ford, iniciando<br />
así su prodigiosa carrera baritonal.<br />
Canta en la Casa Blanca, ante el presidente<br />
de la nación. En febrero añade a su repertorio<br />
el papel de tenor del Réquiem<br />
verdiano. Dos meses de actuaciones por<br />
Alemania y los Países Nórdicos. El I de<br />
julio es recibido en audiencia privada por<br />
el papa, por la mañana: por la tarde, por<br />
Mussolmi. De nuevo en Buenos Aires,<br />
canta con la Muzio (antigua conocida de<br />
Tosca y Andrea Chenier) y aprende un<br />
nuevo rol: Giannetto de La cene delie beffe<br />
de Giordano. Nuevo aniversario de celebración<br />
en Nueva York: centenario de<br />
la introducción de la ópera italiana en la<br />
ciudad. Canta en radio por vez primera,<br />
el 27 de diciembre.<br />
1926. Veinticinco aniversario del fallecimiento<br />
de Verdi: Gigli canta el Réquiem<br />
en el Met. Debut en La Habana. Canta<br />
en la boda de la hija del presidente Machado.<br />
Un año más de recitales americanos,<br />
descansos europeos y actuaciones<br />
aisladas en ciudades europeas,<br />
1927. Un nuevo papel para el Metropolitan:<br />
Wilhelm Meister en Mignon de<br />
Thomas. Ese verano Gigli se multiplica actuando<br />
en su patria; recitales de beneficiencia.<br />
conmemoraciones (ex-alumnos<br />
del Liceo Santa Cecilia). Organiza una representación<br />
de Bohéme en su pueblo<br />
natal. Ese mismo verano el tenor ve concluida<br />
su casa de verano (un auténtico palacio)<br />
en Recanati, de sesenta habitaciones<br />
y veintitrés cuartos de baño.<br />
1928. El 24 de febrero canta Gigli por<br />
vez primera en una transmisión de radio<br />
de una ópera completa: La Traviata, |unto<br />
a Lucrezia Bori y Giuseppe de Luca.<br />
Estreno en Nueva York de La Rondme,<br />
con Bori. Fleischer y Tokatyan. En la visita<br />
al Colón del año Gigli hace dos nuevas<br />
adquisiciones canoras: Riccardo de Un<br />
bailo in maschera y Nemormo de L'etisir<br />
d'amore.<br />
1929. Giras por Europa: Zurich. Budapest.<br />
Praga. Viena. Crisis de Wall Street<br />
que no afectó a la economía del tenor.
que tenía todo su dinero a buen recaudo.<br />
En noviembre canta (sin éxito) el Octavio<br />
del Don Ciovanni mozartiano<br />
Participa en el adiós de Francés Alda con<br />
Manon Lescaut. Gran tourné de Canadá<br />
a Méjico, recitales.<br />
1930. Tardia presentación parisina, en<br />
la Sala Pleyel. en un recital de modesta<br />
acogida. Debut en Covent Garden de<br />
Londres con Andrés Chenier, al lado de<br />
Margarte Shendan. Muere su madre en<br />
septiembre. Comienza a sentirse la crisis<br />
financiera en el Metropolitan.<br />
1937. Gigli canta en el debut americano<br />
de Lily Pons, Lucia di Lammermoor<br />
Luego en el de Grace Moore en Manon.<br />
Vuelve a Londres y Paris, donde ai Tin consigue<br />
rendir al público francés. De nuevo<br />
en el Metropolitan. Gigli se da cuenta de<br />
la crisis económica que amenaza el porvenir<br />
del teatro.<br />
1932. En marzo canta por primera vez<br />
Elvmo en La sonnambula con Lily Pons.<br />
La crisis no pudo ocultarse: el teatro pasaba<br />
por senas dificultades de financiación.<br />
Gigli decide romper su contrato y<br />
regresar a Italia. Muy criticado por esta<br />
actitud. El I de abril abandonó Nueva<br />
York: estrenando antes una ópera apalabrada<br />
ya, Evangelme de Marcacci.<br />
Comienza una intensa actividad por Italia:<br />
Livorno, Torre del Lago (el festival pucciniano),<br />
Parma, Verona. Boma. Una gira<br />
por Alemania. Holanda, Dinamarca y Suiza<br />
le ocupa todo el otoño. En Roma, al<br />
acabar el año, conoce al compositor Lo<br />
renzo Perossi, a quien Gtgli reverenciaba.<br />
Canto para Víctor Manuel y Elena, los reyes<br />
de Italia en su Villa Saboya. Vuelta a<br />
La Scala. tras catorce años de ausencia,<br />
con Andrea Chenier.<br />
1933. Quince veces en La Scala en tres<br />
trnzo, Consigna, Riña y<br />
Beniammo en ¡921 en Nueva<br />
York<br />
Toda la compaña en la primera<br />
gira d Sudamenca en 1933.<br />
títulos, aparte de Chenier. Rigoletto, Manon<br />
y Tosca. Luego Roma y Turin. Más<br />
recitales. Nuevo viaje a Sudaménca. Función<br />
de la gala por el cincuentenario de<br />
Colón. El 5 de julio canta un nuevo papel:<br />
Don Alvaro en La forza del destino.<br />
En octubre, con la compañía de La Scala.<br />
va a Berlin. Entre los asistentes a las representaciones<br />
están Hitler, Goebbels y<br />
Hess. Vuelve a Londres, donde sus fans<br />
le organizan un recibimiento apoteósico<br />
en la Victoria Station. En el ensayo general<br />
de Lucrezia Borgia, que Gigli canta en<br />
Roma con Gionnma Arandi-Lombardi, está<br />
presente Mussolini con su cohorte: El<br />
tenor de Recanati es una gloria nacional.<br />
1934. De enero a mayo Gigli cumple<br />
por algunas ciudades de Italia un contrato<br />
con el Gobierno que le obligaba a dar<br />
representaciones fi|as de óperas al mes.<br />
Un buen contrato, económicamente hablando.<br />
En Paris logra reunir a diez mil<br />
personas en el velódromo de invierno.<br />
Actividad febril del cantante. Graba su primera<br />
ópera completa, Payasos. Octubre<br />
y noviembre los dedica Gigli a cantar por<br />
Inglaterra.<br />
1935. Canta // Pirata por el centenario<br />
de Sellim. En mayo hace su primera película,<br />
dirigida por Augusto Genma, con<br />
Marta Schneider (la madre de la luego fa-<br />
bENÍAMINO GIGU<br />
mosa Romy): No me olvides. Conoce a<br />
Richard Strauss y Franz Lehar,<br />
1936. El tenor, se siente italiano y decide<br />
no cantar en Inglaterra, luego de la<br />
conquista de Abismia y las sanciones. FSrticipa<br />
en un homenaje a Cilea en La Scala.<br />
Debut de su hi|a Rma, en un recital<br />
benéfico en Roma. Filma dos películas<br />
más durante abril y mayo. Canta La serva<br />
padrona de Pergolesi.<br />
1937. Canta por primera vez Radamés<br />
de Aída en la Opera de Roma con Caniglia<br />
y Serafín. Otro nuevo papel es el de<br />
Rery de li Guaran/ de Gomes, en abril.<br />
Otra visita a Alemania, donde es escuchado<br />
por los jerarcas nazis, que lo consideran<br />
la gloria de la música italiana. Con<br />
Totí dal Monte inaugura los festivales de<br />
las Termas de Caracalla. con Lucia di Lammermoor,<br />
el I de agosto. Organiza una<br />
temporada propia en Porto Recanati.<br />
Con Licia Albanese estrena otro papel:<br />
Kobus de LAmico Fntz. Canta música de<br />
Perossi en una emisión de Radio Vaticana<br />
1938. Canta (debut) Clona de Cilea el<br />
5 de enero en Roma, junto a Caniglia y<br />
Tito Gobbi, quien iniciaba una gran carrera.<br />
Visita de Hitler a Roma. Canta Gigli<br />
en espectáculo en su honor. Vuelve a<br />
Covent Garden, ya no tiene el tenor problemas<br />
de patriotismo. Grabación completa<br />
de Bonéme. Luego se graba Tosca,<br />
de nuevo con Canígha, que sustituyó a<br />
Mafalda Favera por indisposición. Regreso<br />
en otoño a Estados Unidos. Recitales<br />
de costa a costa, de norte a sur de USA.<br />
1939. De nuevo en el Met, Gigli canta<br />
Aída, con Rethberg, Castagna y Tagliabue,<br />
con Pamzza en la batuta. Interviene en las<br />
temporadas de Londres y las Termas de<br />
Caracalla. Celebra las bodas de plata como<br />
cantante en Rovigo, con Luoa di Lammermoor<br />
y no Gioconda como el tenor,<br />
SCHERZO 103
DOSIER<br />
lógicamente, quería. Debut como Manrique<br />
en // Trovatore para la Opera de Poma,<br />
con Caniglia, Stignani. Bechi y Tajo,<br />
dirigidos por Oliviero de Fabritiis.<br />
1940. La guerra le impide cantar en el<br />
extranjero: giras por toda Italia. En Nápoles<br />
vuelve a cantar su único papel wagneriano:<br />
Lohengrin. En la Scala presenta<br />
dos nuevos cometidos: Dufresne en Zaza<br />
de Leoncavallo con la Favero y Giovanni<br />
de Marístella de Pietn. En Florencia,<br />
con Mascagni a la batuta, conmemora el<br />
cincuenta aniversario del estreno de Cavaltena<br />
rusticana, con Lina Bruna Rasa y<br />
Cario Tagliabue. Italia entra en guerra en<br />
el mes de jumo. Inaugura la temporada<br />
de La Scala. 26 de diciemre (ahora, como<br />
se sabe, la función inaugural es el día<br />
7 del mismo mes. dia de San Ambrosio.<br />
el patrono), con Püliuto de Donizetti.<br />
Vistd de fa wlla de<br />
1941. Nuevo papel incorporado: Federico<br />
de LArlesiana de Cilea, para Roma,<br />
con Gianna Ftederzini y Tito Gobbi, personaje<br />
que preparó musicalmente con el<br />
compositor. Viaja a Berlin, donde actúa<br />
en recitales y en la temporada del teatro<br />
de ópera de Charlottenburg, y luego<br />
vuelve a intervenir en el maggio Músicale<br />
Florentino, donde, entre otras óperas,<br />
canta Donjuán de Manara de Franco Alfano.<br />
En el mes de |unio va a la Croacia<br />
a cantar Alda en Zagreb y Traviata en<br />
Ljuvlíana. Filma en Roma otra película, la<br />
sexta (?)• En Roma canta por primera vez<br />
la parte de tenor en el Réquiem de Mozart,<br />
en la iglesia de Santa María de los<br />
Angeles. Debut como Don José de Carmen,<br />
Roma 23 de diciembre.<br />
19<strong>42</strong>. En febrero canta por vez primera<br />
en escena Canio de Payasos, que ha-<br />
104 SCHERZO<br />
bia grabado ocho años atrás. En mayo<br />
canta la parte de tenor en la Fétitte Mese<br />
Solennelle de Rossini, Siguen las representaciones<br />
operísticas y recitales por<br />
toda Italia.<br />
1943. Desembarco aliado en Italia. Cae<br />
Mussolmi. El armisticio... etc. Interviene<br />
Gigli en la temporada romana que, curiosamente,<br />
tiene un impropio esplendor. Al<br />
acabar el 3 de junio de 1944 la representación<br />
de Un bailo m mascnera comenzó<br />
la retirada de las tropas alemanas. Gigli<br />
es investigado por los aliados y rechazado<br />
por sus compatriotas acusado de haber<br />
cantado para los nazis.<br />
1945. El 2 de marzo vuelve Gigli a cantar,<br />
superados los problemas políticos: recital<br />
en el Teatro Adriano de Roma .en<br />
favor de los refugiados. En mayo canta La<br />
forza del destino en la Opera de Roma<br />
y el papel de tenor en el Stabat Mater<br />
(debut) de Rossini. en la Academia Santa<br />
Cecilia. Luego Ñapóles, Cerdeña, Caglian.<br />
En Catania. en el Teatro Bellim, añade un<br />
nuevo papel a su repertorio; Fbllione de<br />
Norma, |unto a Caniglia.<br />
1946. En mayo canta en el San Cario de<br />
Lisboa; en junio en Madrid. Después, en<br />
Suiza, un mes de recitales y algunas funciones<br />
de ópera. En el Teatro Lauri Rossi<br />
de Macerata canta después de 41 años:<br />
allí había debutado, en un papel femenino,<br />
siendo un adolescente, en una opereta<br />
italiana Nueve semanas de<br />
actuaciones en España, con su hija Riña:<br />
Bilbao, Santander, San Sebastián, Madrid,<br />
Zaragoza, Valencia y Barcelona. En noviembre<br />
en Covent Garden con Bohéme.<br />
Luego gira inglesa con Riña.<br />
1947. Retorno a La Scala de Milán, en<br />
enero, con Lucia y Chenler. De nuevo en<br />
Lisboa: Oporto donde debuta con un recital.<br />
Vuelve a Madrid, debuta en Sevilla,<br />
recitales en Cádiz y Gibraltar. Turné de<br />
cinco meses por América del Sur. De regreso<br />
a Europa, finaliza el año con una<br />
gira por Suiza, Inglaterra y Bélgica.<br />
1948. Otra vez a Lisboa y después a Sudamérica.<br />
Participa, al regreso, en dos homenajes<br />
postumos: Giordano y Mascagni.<br />
1949. Siguen los recitales incansables,<br />
por parte de Europa, así como las representaciones<br />
(en menor medida) operísticas.<br />
Marsella, Monte cari o. Estocolmo,<br />
Oslo, Copenhague, como ciudades de las<br />
que Gigli estuvo ausente largo tiempo o,<br />
simplemente, realiza en ellas su debut.<br />
1950. Gigli faltaba ser escuchado en<br />
África. Así en febrero y marzo llena este<br />
vacío debutando en El Cairo y Alejandría.<br />
Vuelve al norte europeo y regresa a un<br />
Berlín destrozado. Continúan sin tregua<br />
los viajes y las funciones y recitales. El tenor<br />
no muestra el menor desfallecimiento,<br />
a pesar de tener ya sesenta años.<br />
1951. Es en febrera y en Ñapóles, cantando<br />
LAmico Frítz. cuando Gigli acusa<br />
la larga e incansable actividad: sufre un colapso<br />
en escena. Seis semanas hospitalizado,<br />
A finales de marzo canta en<br />
Sudáfrica. De ahi va a Ciudad del Cabo<br />
y Pretoria. Luego otra gira hispanoamericana,<br />
será su última visita a América del<br />
Sur. Cierra el año con una extensa gira<br />
por Alemania.<br />
1955. De 1952 a 1955 continúa nuestro<br />
tenor prodigándose por escenarios y salas<br />
de concierto. En el 53 estrénase en la<br />
parte de tenor de un oratorio de Canssimi<br />
Ezechia. En el 55. en el Carnegie Hall<br />
de Nueva York, dio dos recitales de despedida,<br />
días 17 y 24 de abril, Unos meses<br />
antes, en diciembre de 1954, canta en<br />
los conciertos radiados Martmi Rossi, |unto<br />
a Maria Callas. Continúa luego con recitales<br />
de despedida por USA y Canadá.<br />
En Washington, el 25 de mayo, hace su<br />
despedida definitiva. Su carrera, pues,<br />
comprendió cuarenta y un años de actividad.<br />
Se retiró a su lujosísima casa de Recatani.<br />
1957, Bemamino Gigli fallece repentinamente<br />
en Roma el 30 de noviembre. En<br />
sus funerales. Giacomo Lauri-Volpi, como<br />
él mismo relata, cantó el Pañis Angelicus<br />
de Cesar Franck y Salve Regina de Mercadante.<br />
Fernando Fraga
Discografía<br />
T ¡ñas observaciones' La BBC radió una interpretación de Florencia de L'elisir d'amore<br />
I / con Cigli y Carosio. Han pasado los años y, al no publicarse este documento, hace<br />
KS pensar que haya sufrido cualquier tipo de pérdida. Algo que también puede extenderse<br />
a ejecuciones del tenor para la radio italiana, como son, las que a continuación se<br />
relatan: Lehsir d'amore con Pagliught. Roma 1937: Adriana Lecouvreur. con Olivero (publicada<br />
un aria hasta la fecha) de 1939: Manon Lescaut con Pampanmi y La Forza del destino<br />
con Pednni de 1940: II Trovatore con Caniglia y Lodoletta con Dal Monte: Gloria de Olea<br />
con Guernni. 1943. Son expectativas que quizá algún día puedan ampliar la oferta de grabaciones<br />
completas del tenor.<br />
Los registros realizados entre 19/8 y 1924 son acústicos. A partir de 1925, eléctricos.<br />
Las letras que preceden a las fechas de grabación corresponden a las ciudades donde se<br />
realizaron, asi. M. es Milán; NX. Nueva York: B.. Berlín; L, Londres; R.J., Rio de Janeiro:<br />
R., Roma: S.R., San Rema<br />
Operas completas<br />
BIZET: Carmen ¡Don José). Con R.<br />
Gigli. Stignaní, Bechi. Opera Roma.<br />
Bellezza (Roma. 1949).<br />
G1ORDANO: Andrea Chenier<br />
(Chenier). Con Canigha, Bechi Sea<br />
la. Fabritus (Milán, 1941)<br />
LEONCAVALLO: Pagliaccio (Ca<br />
nio). Con Pacetti, Basida. Scala. Ghione<br />
(Milán. 1934).<br />
MASCAGNI. Cavalleria rusticana<br />
(Turiddu). Con Rasa. Bechi. Scala.<br />
Mascagm (Milán. 1940).<br />
PUCCINI: La Bohéme (Rodolfo).<br />
Con Albanese, fienotti, Poli. Scala.<br />
Berretoni (Milán. 1938). Madama Butlerfly<br />
(Pinkerton). Con Dal ftonte,<br />
Ba;iola. Opera Coma. Fabntis (Roma,<br />
1939). Tosca (Cavaradossi). Con Caniglia,<br />
Borgiok Opera Roma. Fabritus<br />
(Roma. 1938).<br />
VERDI: Aída (Radamés). Con Ca<br />
niglia, Stignam, Bechi. Opera Roma.<br />
Serafín (Roma. 1946). Un bailo in maschera<br />
(Riccardo) Con Canigha. Bar<br />
bien, Bechi. Opera Roma. Serafn<br />
(Roma 1943). La Traviata (Alfredo).<br />
Con Caniglia. Basiola. Covent Garden.<br />
Ornara (Londres, 1939). En vivo.<br />
Messa da Réquiem. Con Caniglia.<br />
Stignam. Pinza. Opera Roma. Serafín<br />
(Poma, 1939).<br />
Fragmentos operísticos<br />
ALFANO: Don Juan de Manara. Tu vedi<br />
in bel creí (L. 1948)<br />
BALFE: The bohemian girl: When other<br />
lips (L., 1954).<br />
BELLINI- I Puriuni: A te, o cara (1934)<br />
(cortada y con pal abras locutor).<br />
BIZET Carmen: I fior che averi a me tu<br />
dato (M . 1935) Dúo con Micaela (con R.<br />
Gigli) (M.. 19<strong>42</strong>). I pescaroti di perle: Del<br />
cempio al limitar (con A Pacim) (ML 1919)<br />
Id (condeLuca)(N.Y.. 1927). Mi par dudir<br />
ancora (N.Y., 1929). Id. (L., 1931). Non hai<br />
7'/<br />
compresso (con R. Gigli) (M.. 1951)<br />
BOITO Meñstofele: Dai campi, dai pra-ti(M,<br />
1918, NY. 1921; N.Y.. 1927). Se tu mi<br />
doni un'ora di riposo (con C. Scatola) (M.,<br />
1918). Lontano, lontano (con G. Bosim) (M..<br />
1918) Id. (con R. Gpgli) (M., 1951). Giumo<br />
sull'passo stremo (M., 1918). Id. (N.Y, 1921).<br />
Id. (N.Y.. 1927).<br />
BONONCINI: Griselda: Per la glona<br />
d'adorarvi (L . 1949).<br />
CATALANI Loreley: Nei verde maggio<br />
(N.Y.. 1923).<br />
. bENIAMíNO GIGLt<br />
CESTI; Orontea: In torno ali'idol mió (L.,<br />
1947).<br />
CILEA: Adriana Lecouvreur Le dolcissime<br />
efiggie (con Olivero) (R.. 1939), LArle-<br />
«ana: E la sólita storia (B., 1936: M.. 1941;<br />
S.R.. 19547.<br />
DONIZETTI; Lfclisir d'amore: Quante é<br />
bella (NY, 1925; L. 1949)7 Chiede al rio<br />
(con R. Gigli) (M.. 1951). Una furtiva lagrima<br />
(N.Y. 1929, L, 1933). La Favorita: Spirto<br />
Gentil (M.. 1918; N.Y, 1921). Addio, fuggir<br />
mi lascia (con E. Casazza) (M.. 19187. Lucia<br />
di Lammermoor: Lucia, perdona (con M<br />
Talley) (1927). Sexteto (con GalliCurci,<br />
Homer. De Luca, Pinza, Bada)<br />
(N.Y, 1927). TombedegTav¡m¡ei(NY.<br />
1925; N.Y. 1927). Giusto cielo (con<br />
Pinza){N.Y, 1927). Tuche a Dio (N.Y.<br />
1925: N.Y. 1927).<br />
FLOTOW Martha: M'appari tutto<br />
amor (NY, 1923 I y II. N.Y. 1929).<br />
GIORDANO: Andrea Chenier: Un<br />
di all'azzurro spazio (NY, 1922; M..<br />
1941: S.R.. 1954). Si, fui soldara (M..<br />
1933). Come un bel di di maggio (NY,<br />
1922). Fedora: Selección, con Nicolai,<br />
Fortas. Municipal Sanzogno (R.J..<br />
1951). En vivo Amor ti vieta (M.. 1919.<br />
M., 1940). Vedi io piango (M. 1919).<br />
Marcella: lo conosco un giardino (L.<br />
1949).<br />
GLUCK: Paride ed Elena: O del<br />
mió dolce ardore (M.. 1935).<br />
GODARD Jocelyn: Caches dans<br />
cet asile (L. 1947).<br />
GOMES. Lo schiavo: Quando nacestitu(R.J.,<br />
1951; N.Y. 1955). H Guaran/:<br />
Vanto io pur (R.J., 1951).<br />
GOUNOD: Faust: Salve dimora<br />
(M.. 1918; N.Y. 1921: L. 1931). Dúo<br />
con Margarita (con M. Zamboni) (M.,<br />
1919). Romeo y Julieta: Ah leve toi.<br />
soleil(N.Y, 1923) Ange adorable (con<br />
L Bon) (N.Y, 1923). Ah ne fuis pas<br />
> . encoré (con L. Bon) (N.Y. 1923).<br />
HAENDEL: Serse: Ombra mai fu<br />
(L. 1933; N.Y. 1951). Atlanta: Care<br />
selve (L.. 1949).<br />
HALEVY: La Juive: Rachel. quand du Seigneur<br />
(L.. 1946).<br />
HERBERT. Naughty Marietta: Ah sweet<br />
mystery of life (L . 1947).<br />
LALO Le roí d'Ys: Vainement. ma bien<br />
aimée (NY. 1922; L. 1946).<br />
LEONCAVALLO- Pagliacci: Vesti la giubba(NY.<br />
19227. Prólogo (B. 1943). O Colombina<br />
(con Pacetti) (M.. 1934). No.<br />
Pagliaccio non son (L., 1933).<br />
MASCAGNI LAmico Friti: Suiel, buon<br />
di y Tutto tace (con N. Baldisern) (M.. 1919).<br />
O amore, o bella luce (L. 1948). Ah! Ditela<br />
per me! (con R Gigh) (M., I9SI7. Cavaheria<br />
rusticana: O. Lola (L., 1947). Dúo con<br />
SCHER2O 105
DOSIER<br />
Santuzza (con D Giannini) (M.r 1932). Viva<br />
il vino spumeggiante (N.Y., 1928). Mamma.<br />
quel vino (M . 1919; M., 1933). Iris: Apri la<br />
tuafinestra (M., 1918, N.Y., 1921). Isabeau:<br />
Non Colombelle y E passera la viva creatura<br />
(M.. 1941) Lodoletta: Ah ritrovarla nella<br />
sua capanna (M . 1918; M.. 1941).<br />
MASSENET: Manon' O dolce incanto (L.<br />
1931; N.Y.. 1955). Ah dispar visión (L. 1946)<br />
Werther Ah non mi ridestar (L, 1946; S.R.,<br />
[954: NY, 1955)<br />
MEYERBEER LAfricana: O paradiso<br />
(N.Y.. 1923; N.Y.. 1928; S.R., 1954; N.Y..<br />
1955)<br />
MOZART Don Giovanni; II mío tesoro<br />
(L. 1939). Dalla sua pace (L. 1939; NY.<br />
1955).<br />
PIETRI: Maristella: lo conosco un giardino<br />
(M., 1940; L., 1953).<br />
PONCHIELLI: La Gioconda: En zo Grimaldo<br />
(con C. Zani)(M.. 1918). Id."(con Ruf<br />
ROSSlNI: Stabat mater: Cuius animam<br />
(M., 1932).<br />
SELVAGGI La Maggiolata Veneziana:<br />
Maggio sereno il cor y Bal I ata (L. 1954).<br />
THOMAS; Mignon: Ah. non credevi tu<br />
y Adcüo. Mignon (N.Y., ¡928).<br />
VERD1' Aida; Celeste Aída (L, 1937). Attila:<br />
Terceto Tu sol quest'anima (con ftethberg<br />
y Pinza) (N.Y., 1930). La forza del<br />
destino: La vita é inferno (M.. 1941). Solennein<br />
quest' ora ¡con Ruffo)(NY, 1926) Id.<br />
(con de Luca) (N.Y, 1927). I Lombardi: Qual<br />
volucta trascorrerá (con Rethberg y Pinza)<br />
(N.Y., 1930). Otello; Gia nella notte !con R<br />
Gigli) (M., 1951). Rigoletto: La donna é mobile<br />
(M.. 1934). Cuarteto (con Gallí-Gurci.<br />
Homer y de Luca) (N.Y. 1927). La Traviata:<br />
Un di felice y Parigi. o cara (con Canigiía)<br />
(L, 1939). Demieivolentispiriti(NY., 1928).<br />
II Trovatore: Di quella pira (M., 1940). Ai<br />
nostri monti (con Elmo) (M.. 1940).<br />
La Hondine en Nueva York lácreos Hrf- Hemamino l,/p. Aimjnd Tokalyart y Edithi Fleischer<br />
fo) (N.Y, 1926). Id. (Con de Luca) (N.Y.<br />
1927). Cielo e mar (M.. 1918; N.Y, 1921; N.Y.<br />
1929). Laggiu nelle nebbie (con Casazza) (M.,<br />
19187.<br />
PUCCINI: La Bohéme: Che gélida manina<br />
(L., 1931). O soava fanciulia (con Zam<br />
boni)(M.. 1919). Id. (conCamgl¡a)(L, ¡937).<br />
O Mimi, tu piú non torni (con RuHo) (N.Y.,<br />
1926). Id. (con de Luca) (N.Y, 1927). La fanciulla<br />
del West: Ch'ella mi creda (N.Y, 1955).<br />
Manon Lescaut: Selección con Guernni, Bo<br />
mello (Raí. 1950). Donna non vid) mai (N.Y.<br />
1926). Ah, Manon mi tradisceíM.. ¡941) No.<br />
pazzo son (M., 1940). Tosca: Recóndita armonia<br />
(M , 1918; N.Y, ¡921, N.Y, 1926). O<br />
dolci mani (N.Y, 1922). E lucevan le stelle<br />
(M . 1918; N.Y. 1921; M.. 1934; N.Y. 19551.<br />
RIMSKY-KORSAKOV. Sadko. Canción hindú<br />
(N.Y., 1932).<br />
106 SCHERZO<br />
WAGNER. Lohengrin: Cigno gentil (N.Y.<br />
1955).<br />
Canciones (populares, sacras)<br />
ALBENlZ: Quisiera olvidar tus ojos (N.Y,<br />
1932).<br />
ANÓNIMO; Adestes fidelesfL, 1947). A<br />
casinha pequeninna (R.J.. 1951).<br />
BACH-GOUNOD. Ave Maria (B., 1936)<br />
BASSANI: Pósate, dormite (L, 1949).<br />
BtCCE. Tu sei la mia vita (B., 1936).<br />
BIXIO Solo perce Lucia (M.. 1934) Ninna<br />
Nanna della vita (M., 1938). Desiderio<br />
•;M.. 1938;. Mamma (M., 1940; NY, 1955).<br />
Se vuoi goder la vita (M , 1940). Cinefollia<br />
•R.. 1943). Dimmi tu primavera (R , I943V<br />
Sema pié serénate (M.. I9S0).<br />
BIZET: Agnus Dei (B.. 1936).<br />
BLANC: Giovineiia M., 1937).<br />
BONESSI: Notte e mare (L.. 1952).<br />
BRAHE. Bless this house (L., 1947).<br />
BRAHMS. Nun dir gehort mein hertí<br />
(M . 1938). Wiegenlied(ri., 1938, L , I9S4).<br />
BUCHARDO Canción del carretero (L.<br />
1947).<br />
BUZZI-PECCIA: Paquita (N.Y. 1923). ft>vera<br />
Puicinella (N.Y. 1924). Torna amore<br />
(N.Y, 1926). Lolita (M.. 1940).<br />
CACCINI. Amanlli(L., 1939; N.Y, 1955).<br />
CALDARA. Come raggio di sol ÍL, 1947).<br />
Selve amiche (L . 1947). Sebben crudele (L,<br />
1949).<br />
CAMPAN1NO: Luntananza (M.. 1950).<br />
Notte do'core (L , 19531.<br />
CAMPESE. Canario cantatore (L, 1953).<br />
CANNIO 1 O surdato inamurato (M..<br />
1918).<br />
DICAPUA Maria, Mari (N.Y. 1923: N.Y,<br />
1925). O solé mió (M.. 1934, N.Y. 1955).<br />
CARABELLA; Ninna Nanna. Ninna oh<br />
(L. 1954).<br />
CARDILLO. Coremgrato (L, 1946).<br />
CARLINI: Questo foulard (L. 1955).<br />
CARNEVALl Come love with me {N.Y,<br />
1925, N.Y, 1955). Ave María (L, 1949).<br />
CASLAR: Con la pioggia o con la luna<br />
(M., 1950). Qtta silente (M., 1950)<br />
CASTALDON Música proibita N.Y,<br />
1930).<br />
CÉCCONI: Barcala triste (L . 1949). Tre<br />
parole (L, 19537. Ave Maria (L, 1953). Marión<br />
(L.. 1954).<br />
CINQUE.Mattinataveneiiana(M., 1938).<br />
CIOFFI: Tre rose (M.. 19<strong>42</strong>). Nostalgia<br />
d'amore (L., 1947). Quando I'amore nasce<br />
(L. 1949) Alia danza (L. 1949). Canzone<br />
senza parole (L , 1952). Nostalgia riccordo<br />
(L. 1952). Serenau española (L. 1952). E<br />
sempre notte (L.. 1953). Nisciuno (L.. ¡954).<br />
CITTADINI: Ninna, nanna(L, 1947) Nostalgia<br />
d'amore (L., 1947). Nostalgia d'amore<br />
(L., 1947). Quando l'amore nasce (L.,<br />
1949) Alia danza (L, 1949) Canzone senza<br />
parole (L., 1952). Nosulgia riccordo (L.,<br />
1952). Serenata española (L , 1952). E sempre<br />
notte (L. 1953). Nisciuno (L, 1954).<br />
COSTA. Luna nuova (I. . 1953).<br />
COTTRAU. Addio a Napoli (N.Y, 1927).<br />
Santa Lucia (L. 1933; L, 1949).<br />
DI CRESCENZO: Quando a femmena vo<br />
(N.Y. 1925). Rondine al nido (NY. 1926;<br />
N.Y, 1955). Triste maggio (N.Y. 1932) Notte<br />
d'amore ÍL, 1939).<br />
CURCt Notte a Venezia(B., 1936; N.Y.,<br />
1955).<br />
CURRAN. Life (N.Y. 1955).<br />
DE CURTÍS. TU sola (N.Y, 1921). Sentinella<br />
(N.Y. 1925). Sco'pezando a Maria (N.Y.<br />
1925). Good-bye, Mary (NY, 1925) Voce<br />
e notte (N.Y, 1928) Canta peme (NY,<br />
1928). Carmela (N.Y, I930Í Lucia Luci (M.,<br />
1932). A canzone a Napule (M.. ¡932). Torna<br />
a Surriento (M .
sei per me la vita (M.. 1940).<br />
SonachitarrafL. 1949). Paese<br />
ch'encantena {L.. 1949).<br />
Autunno (L . 1953). Ultima<br />
speme (L. 1954).<br />
DE CHIABA. La spagnola<br />
(L. 1939).<br />
CHIPOLLONI; Rosi, R051<br />
(L. 1954).<br />
CHOPIN. Reviens. mon<br />
amourlL.. 1947. N.Y., 1955).<br />
Omaggio a Bellini (L, 1949).<br />
Inno alia patria (L, 1949).<br />
DENZA Funiculi, funicula<br />
(NY, 1924; L, 1949). Se(NY.<br />
1929). Occhi turchini (NY..<br />
1930). Occh.difata(L, 1938).<br />
DODA. Notte lunare (N.Y.,<br />
1929).<br />
DONAUOY O bei nidi<br />
d'amore (N.Y, 1927). O del<br />
mió amato ben (M., 1939;<br />
NY, 1955)<br />
DRIGO: Notturdo d'amore<br />
(I y II, NY, 1922, NY.<br />
1926).<br />
DURANTE: Vergin turto<br />
amor (L . 1947.<br />
• 'ESPOSITO; Anima e<br />
cuore (L , 1952).<br />
FALVO: Dicintencello vuie<br />
(L. 1946)<br />
FASO LO Cangia, cangia<br />
tue voglie (L, 1949).<br />
FEDRI Ninna, nanna (L.<br />
1952). Bambina bruna (L .<br />
1953). lo t'ho cercato (L<br />
I9S4). donnaMile
OPERA DEL SIGLO XX<br />
A<br />
fínales del año pasado publicaba<br />
Valdemar Ediciones una nueva traducción<br />
de la novela Brujas, la<br />
muerta de Georges Rodenbach, vertida<br />
por Agustín Izquierdo Sánchez. Al mismo<br />
tiempo. RCA publicaba en toda Europa,<br />
y también en España, la reedición en<br />
soporte CD de La ciudad muerta, ópera<br />
de Erich Wolfgang Korngold, en la lectura<br />
de Ench Leinsdorf, reseñada al final de<br />
estas lineas. Esta coincidencia puede ser<br />
disculpa más o menos apropiada para detenernos<br />
a hablar de esta obra de un<br />
compositor realmente singular.<br />
Rodenbach: simbolismo y ensueño<br />
El poeta belga Georges Rodenbach<br />
(1855-1898), uno de los muchos intelectuales<br />
y artistas de su pais con clarísima vocación<br />
francesa, es tal vez uno de los<br />
muchos nombres casi olvidados del movimiento<br />
que él fue pionero en dar a conocer<br />
con sus obras, el Simbolismo.<br />
Significativo de ese olvtdo es. por ejemplo,<br />
el silencio que pesa sobre su nombre<br />
en obras especializadas como la por<br />
otra parte interesante & movimiento simbolista<br />
de Anna Balakian (Guadarrama.<br />
Madrid, 1969). Se trata de un movimiento<br />
que se opone al naturalismo entonces<br />
de moda y pretende, mediante un constante<br />
viaje interior, la reutilización de las<br />
palabras en inusitadas evocaciones y la reminiscencia<br />
de elementos del clasicismo<br />
en tanto que símbolos, una renovación<br />
de la escritura poética y dramática. Para<br />
situar a Rodenbach hay que advertir que<br />
florece en el París de Mallarmé, cuya obra<br />
permite que exista el simbolismo, pero<br />
que por su parte no es un poeta simbolista<br />
en sentido estricto. Rodenbach compuso<br />
sus libros más importantes en la<br />
última década de su breve existencia. Su<br />
poesía es refinada, sugerente. mesuradi<br />
sima, interiorizada, melancólica, nostálgica,<br />
de ensueña.. Y su novela Brutas, la<br />
muerta, publicada en 1892, es en realidad<br />
un relato donde se sugiere constantemente<br />
el ensueño, la ilusión, la creación<br />
de la realidad a partir de la bruma interior<br />
del protagonista, donde la ciudad.<br />
Bru|as, parece un pretexto. Menos sugerente,<br />
pero con mayor claridad, el drama<br />
Le mirage (estrenado después de ia<br />
muerte del autor), adaptación de la novela,<br />
explícita ese ensueño como tal, sin<br />
ambigüedad especial. Y de esa manera<br />
108 SCHERZO<br />
La traducción verista del simbolismo<br />
Die tote stadt de Korngold<br />
desarrolla su libreto el Dr. ]ulius Korngold<br />
y su hijo, el |ovencísimo compositor Ench<br />
Wolfgang... Pero ha pasado demasiado<br />
tiempo desde la publicación de Brujas, la<br />
muerta o el estreno de Le mirage y la premiére<br />
de Die tote Stadt a finales de 1920.<br />
Entre otras cosas, la primera gran guerra.<br />
Pero, además, el olvido del Simbolismo.<br />
En música, o al rnenos en el terreno del<br />
teatro lírico, se ha producido un auge, que<br />
empieza a remitir, de un imposible, al verismo.<br />
Pero al verismo, que parecía pretender<br />
una traducción del realismo<br />
naturalista a la escena operística, es algo<br />
que se compadece muy poco con las ensoñadoras<br />
visiones simbolistas. Al menos,<br />
eso es lo que en principio se podría creer<br />
con sólo hacer caso de los postulados de<br />
ambos movimientos,<br />
Ya hemos adelantado que el Simbolismo<br />
tiene como ámbitos preferentes de<br />
creación la poesía y el teatro. Será un movimiento<br />
decisivo para la primera, y al<br />
Simbolismo hay que acudir para comprender<br />
la lírica más significativa del siglo<br />
XX. aunque hay una serie de grandes<br />
nombres franceses que le preceden en este<br />
sentido: Baudelaire, Rimbaud. Mallarmé.<br />
Pero su huella no fue importante en<br />
el teatro, y para comprenderlo basta con<br />
que pensemos en el destino actual de su<br />
Enth Woitgang Karngotd. en los J/IOÍ<br />
dramaturgo acaso más ilustre, Maunce<br />
Maeterlink, también belga y premio Nobel<br />
en 1911. Y en donde no aportó prácticamente<br />
nada fue en narrativa. Sin<br />
embargo, Rodenbach sigue siendo leído<br />
aún hoy por su novela Brutas, la muerta.<br />
Hugues Viane, el protagonista, ha perdido<br />
hace tiempo a su mujer, pero no la<br />
puede olvidar. Mantiene su recuerdo en<br />
una especie de santuario dedicado a ella<br />
en su propia casa, retirado en la fantasmal<br />
ciudad de Bru)as. El conocimiento de<br />
una mujer exactamente igual a la fallecida<br />
le lleva a romper su clausura y su fidelidad.<br />
El desengaño vendrá de la muy<br />
diferente naturaleza de la doble. No podrá<br />
soportarlo más el día en que la ligera<br />
y alegre Jane se empeñe en adornarse<br />
con la larga trenza de la muerta, que el<br />
mórbido Viane conserva en su mausoleo.<br />
El protagonista da muerte a la doble con<br />
esa misma trenza. Alrededor de la acción,<br />
evocada por la enfermiza obsesión de<br />
Víane, está siempre presente la ciudad de<br />
Brujas, con sus canales, campanarios, iglesias,<br />
con su carga de pasado, de misterio,<br />
con su sugerencia de pretérito<br />
embalsamado.<br />
El drama Le mirage tuvo durante años<br />
un éxito equiparable al de la novela original,<br />
pero, como ya hemos advertido, la
Carol Neblett como M¿r>ew¿ en ü producción de la New York O¡y Opera<br />
ambigüedad cede en este caso. Brujas, la<br />
muerta, admite en principio una lectura<br />
literal: por una u otra razón. Viane cree<br />
haber encontrado a la doble de su mu-<br />
|er y termina estrangulándola una vez que<br />
aquella inquieta y vivaz personita defrauda<br />
al ensueño, la idealidad forjada, la huida<br />
de la realidad enfermiza y paulatinamente<br />
construida durante años. En el drama<br />
el equivoco del protagonista dura muy<br />
poco en el tiempo El ensueño se ha desplazado.<br />
Al referirnos a Die tote Stadt lo<br />
veremos.<br />
En cualquier caso. Brujas, la muerta,<br />
permanece como uno de los raros casos<br />
de narrativa simbolista. Én España ha habido<br />
constantemente traducciones y reediciones<br />
de esta obra, siempre leída,<br />
aunque nunca haya constituido un auténtico<br />
éxito de masas. Es una novela de cierta<br />
belleza, que basa su encanto en la<br />
evocación de un permanente estado<br />
mórbido, cuya lectura puede resultar hoy<br />
lejana, algo pasada..., pero mucho menos<br />
que. por eiemplo ese curioso género llamado<br />
novela gótica, que. en mi opinión,<br />
está mucho más lejos, mas pasado y más<br />
muerto, y aún sigue mereciendo reediciones<br />
y lectores.<br />
Korngold: de Europa Central<br />
a Hollywood<br />
Ench Wolfgang Korngold nació en pleno<br />
Imperio Austro-Húngaro, en Brunn, es<br />
decir, en Brno. capital de Moravia. uno<br />
de los dos países checos. Es uno de los<br />
muchos austriacos nacidos en tierras eslavas,<br />
como Mahler, como Kafka, como<br />
Rilke. como Werfel. Hijo del crítico musical<br />
Julius Korngold. empezó a componer<br />
con increíble precodidad en un estilo plenamente<br />
adulto. La Opera de Viena estrenó<br />
su ballet Schneemann en 1907,<br />
cuando Ench Wolfgang tenía sólo trece<br />
años. Esta afición a lo dramático será permanente,<br />
hasta después de la segunda<br />
guerra mundial. En 1916. a los diecinueve<br />
años, estrenó su breve ópera Violanta. En<br />
1921 se produjo el éxito clamoroso de Die<br />
tote Stadt, estrenada en diciembre del<br />
año anterior en Hamburgo y Colonia. En<br />
los años veinte se dedicó a la enseñanza<br />
de música dramática en la Academia de<br />
Viena. En esa década y hasta 1934, en que<br />
se va a Hollywood con Max Remhardt.<br />
sin saber que va a permanecer allí tanto<br />
tiempo, compone obras como su primer<br />
Cuarteto de cuerda, el Concierto de piano<br />
para la mano izquierda y la ópera Das<br />
Wunder der Heliane.<br />
Fue a Hollywood en calidad de arreglista,<br />
puesto que como tal habia trabajado<br />
con Remhardt Pero los<br />
acontecimientos políticos se precipitaron<br />
en el viejo continente y se quedó en California.<br />
No es exagerado decir que la presencia<br />
y labor de Korngold en el mundo<br />
del cine fue decisiva para la creación de<br />
un estilo, de una manera de composición<br />
musical cinematográfica, de un mundo sonoro<br />
que hoy reconocemos como propio<br />
del cine, una fórmula que creó él y<br />
KORNGOLD<br />
que no ha desaparecido por completo en<br />
nuestros días. Sin embargo, Korngold no<br />
fue nunca político a la hora de entregar<br />
partituras al cine, al contrario que sus contemporáneos<br />
Max Stemer, Alfred Newman.<br />
Dimitri Tiomkm o Victor Young (los<br />
dos primeros fueron también pioneros,<br />
|unto con Korngold. incluso grandes aportadores,<br />
pero en nuestra opinión el sello,<br />
la esencia, la aportación esencial es la<br />
de nuestro austríaco de hoy).<br />
Nada más llegar a Hollywood en 1934,<br />
Korngold adaptó la música mendelssohniana<br />
de El sueño de una noche de verano,<br />
dirigida por William Dieterle y Max<br />
Remhardt. con un reparto de lujo encabezado<br />
por James Cagney. |ean Muir, Olivia<br />
de Haviland y Dick Powell. En once<br />
años pondría música original a diecinueve<br />
películas, entre Captam Blood (1935)<br />
y Escape me never (1946). con títulos tan<br />
conocidos como Las aventuras de Robín<br />
Hood (1938) o The sea hawk (1940). Tan<br />
sólo volverla al cine en 1954, tres años<br />
antes de su muerte, con arreglos wagnerianos<br />
para Magic fire. En sus últimos años<br />
se dedicó a la música orquestal y de cámara,<br />
con obras como sus Conciertos para<br />
violín o para violonchelo, la Sinfonía en<br />
fa mayor, el Tercer cuarteto de cuerda...<br />
Su estilo postro man tico, más declarada<br />
y decididamente vuelto o más bien anclado<br />
en el pasado que el de su<br />
compatriota Zemlinsky. que fue su maestro,<br />
ha sido tal vez causa del olvido en<br />
que ha permanecido su obra a pesar dela<br />
resonancia de sus éxitos operísticos y<br />
a pesar también (aunque, en este caso,<br />
tal vez a causa de ello), de sus éxitos cinematográficos,<br />
que le valieron el Osear<br />
en un par de ocasiones. La recuperación<br />
de Die tote Stadt, en cualquier caso, supuso<br />
en la segunda mitad de los 70 y primera<br />
de los 80 el reencuentro con una<br />
obra singular que ha sido muy del agrado<br />
del público, pero que no deberíamos<br />
sobrevalorar. El éxito neoyorquino de<br />
1975 permitió el registro fonográfico de<br />
esta obra, dirigida por Leinsdorf para<br />
RCA.<br />
Una encendida teatralidad<br />
La opera Die tote Stadt se divide en<br />
tres actos. En rigor, sólo uno de ellos es<br />
acción real, el primero, aunque esto se<br />
supone que lo sabemos sólo al final de<br />
la pieza. El contenido de los actos segundo<br />
y tercero, excepto los últimos minutos<br />
de este última están constituidos por<br />
el ensueño del protagonista.<br />
De los dos actos, sólo el segundo se<br />
desarrolla en un exterior, en la ciudad a<br />
la que alude el titulo, fantasmagórica en<br />
su realidad y en la recreación subjetiva<br />
SCHERZO 109
OPERA DEL SIGLO XX<br />
que realmente es el desarrollo de la acción.<br />
No es sencillo traspasar lo subjetivo<br />
de la narrativa a uno de los medios<br />
dramáticos. La objetividad de la presencia<br />
humana o de la imagen fílmJca es algo<br />
esencial por lo tangible, por lo explícito<br />
y evidente, como para jugar con las ambigüedades<br />
que permite un texto narrativo.<br />
Por eso. al pasar de la novela al<br />
drama ha habido un cambio decisivo en<br />
la trama: en la novela Huguer Viane mantenia<br />
el punto de vista, a pesar de estar<br />
narrada la historw en tercera persona; en<br />
la pieza teatral, hay una corporeidad objetiva<br />
insoslayable, pero a partir del mismo<br />
inicio del acto segundo se configura<br />
lo real como aparente, lo físico como imaginado,<br />
lo circundante como percibida<br />
£ricfl Lemsdart ensayando con la Orquesta de l¿ /tacto de Munich<br />
Para ello se ha producido una transición<br />
dramatúrgica y sonora que pretende trasladarnos<br />
del mundo de la acción real (primer<br />
acto: Paul ha conocido una mujer,<br />
Manetta. que ve como doble de su mujer.<br />
Mane, y pretende recomponer el presente<br />
a la manera del pasado) al mundo<br />
del ensueño (segundo acto: la imagen de<br />
Mane, presente en un entorno, se aparece<br />
a Paul y le sugiere que continué adelante,<br />
para ver las consecuencias a que le<br />
llevarán sus actos; tercer acto: tras la terrible<br />
escena de la procesión, traspasada<br />
de ta novela al teatro y de éste a la<br />
Ópera con gran aparato y considerable<br />
chirrido, la escena de la trenza y la muerte<br />
de Manetta). Pero el ensueño es desmentido<br />
de nuevo por la acción real: tras la<br />
muerte de Manetta, Paul queda tendido<br />
en el suelo, pero al despertar ve que la<br />
trenza sigue en su sitio, que no hay cadáver<br />
alguno por allí, todo ha sido imagí-<br />
110 SCHERZO<br />
nado; la persomta que le ha inspirado<br />
todo esto vuelve, porque se le ha olvidado<br />
algo: estamos en la estricta continuación<br />
del acto primero. Paul se irá de<br />
Brujas, se dejará de fantasmagorías, de<br />
conservar su museo de los recuerdos, de<br />
morbidez, de sombras, de muerte, de recuerdos<br />
estancados. El ensueño, podríamos<br />
decir, ha sido la gran terapia para la<br />
neurosis de Paul. Conclusión tal vez libérrima,<br />
pero no descartable en la infinita<br />
polisemia de las obras de arte. En cualquier<br />
caso, algo muy poco simbolista, en<br />
verdad. Salvo que caigamos en la pedantería<br />
de señalar el Simbolismo como patología...<br />
Si empezamos así. podemos ir<br />
demasiado lejos y hospitalizar o encerrar<br />
a la mayoría de los poetas.<br />
D/e tote Stadt es obra de dos personajes,<br />
o mejor dicho, de dos cantantes,<br />
porque los personajes serían tres: soprano<br />
{que tiene a su cargo los cometidos<br />
de Manetta, la bailarina de Lille que<br />
irrumpe en la vida del protagonista, y Mane,<br />
la anterior esposa, la fallecida) y Tenor<br />
(Paul). El peso de canto y acción en<br />
ambos es abrumador, prácticamente exclusivo.<br />
En casi todas las escenas aparecen<br />
ellos. Hay, es cierto, una escena inicial<br />
que cumple la función de introducirnos<br />
en el planteamiento, entre el ama de llaves<br />
y el amigo intimo de Paul. Brigitta y<br />
Franck. Estos personajes no aparecerán<br />
después más que episódicamente. Los<br />
amigos de Manetta. gentes del teatro, juegan<br />
tan sólo un importante cometido en<br />
una escena, la visión de Paul ante un muelle<br />
de Brujas, cuando miman junto con<br />
Marietta la escena de la resurrección de<br />
Pobert le dable.<br />
A tal dramaturgia responde una encendida<br />
puesta en música, una constante tensión<br />
en lo sonoro que se mueve entre un<br />
amplio porcentaje de escenas turbulentas<br />
y una pequeña serie de situaciones lincas:<br />
las primeras corresponden a la<br />
relación con Manetta en el ensueño (es<br />
decir, en el desarrollo de lo que podría<br />
ser una consecuencia de su intento de resucitar<br />
a Mane a través de ella), y las segundas<br />
se dan cuando el espectro, la<br />
imagen, la figura de Mane sale del cuadro<br />
en que fue retratada para siempre y<br />
se dirige a Paul. Aunque toda (a obra es,<br />
como sabemos, una ensoñación, el ámbito<br />
sonora es sobre todo crispado, una<br />
especie de compromiso entre los mundos<br />
dispares, pero hijos ambos del mismo<br />
padre, de Elektra y El caballero de<br />
la rosa.<br />
Porque, en efecto, un aspecto esencial<br />
de Die tote Stadt es que no existiría si<br />
no existiera antes Richard Strauss. El mimetismo<br />
hacia Strauss y Puccini es evidente.<br />
En cuanto ai italiano, diáfano en<br />
determinados momentos de la linea vocal<br />
de la soprano protagonista.<br />
Los preludios orquestales (en el acto segundo,<br />
antes del tercera, y en la procesión<br />
de este último), son realmente<br />
espectaculares, de luiuriosa orquestación.<br />
La orquesta es, desde luego, un personaje<br />
más, algo que era así desde Wagner, que<br />
fue quien introdujo la orquesta sinfónica<br />
en el foso teatral y la convirtió en uno de<br />
los protagonistas del drama. La instrumentación<br />
es riquísima: importante cometido<br />
evocador de tubas o trombones.<br />
uso del piano dentro de la orquesta, punteo<br />
de las maderas..., toda una sene de<br />
pautas que son antecedente de lo que será<br />
habitual en la mejor música cinematográfica.<br />
Romanticismo tardío<br />
La música de Die tote Stadt es tardoromántica,<br />
efectista, y desde luego muy<br />
eficaz. Fue este tipo de música lo que llevó<br />
a Korngold al cine, como ya hemos dicho.<br />
Lo que en una ópera como la que<br />
tratamos es efectista, exagerado e incluso<br />
insuficiente, en un mundo que echaba<br />
a andar como el cine se convirtió en el<br />
más exigente de los idiomas musicales posibles.<br />
Pero en la ópera hay un habitual desajuste<br />
entre la acción y la música, entre las<br />
palabras y el acompañamiento, entre el<br />
significado de la situación y su traducción<br />
sonora. Veamos, por ejemplo, el tercer<br />
acto, que es un largo enfrenta miento entre<br />
ambos protagonistas, Manetta y Paul:<br />
el enfrentamiento es excesivo, es épico:<br />
la danza de Manetta no es el coqueteo
urlón con que pretende el personaje dar<br />
muerte a la imagen de la fallecida, es más<br />
bien la danza de una bacante; la procesión<br />
no la hubiera soñado mejor ni siquiera<br />
Rubén Darío, ni el mismísimo Verdi de<br />
La (orza, es un chirrido amplio, tensísimo.<br />
Es cierto que se supone que todo es imaginado,<br />
como sabemos inmediatamente<br />
después. Pera ¿no es excesivo ad|udicar<br />
esa constante pulsión a la secuencia dramática<br />
del ensueño?<br />
Boceto ctf< -?Í ro<br />
En resumen, Die tote Stadt es una ópera<br />
bella, seductora, estupefaciente incluso,<br />
pero... Ese pero es la ausencia de un<br />
idioma musical adecuado al drama, y de<br />
un drama excesivamente mórbida Valoremos<br />
la obra en lo que vale y no pretendamos<br />
resucitar nada en vano, como<br />
su protagonista. Korngold, además, nunca<br />
estuvo muerto, por eso no debemos<br />
volvernos hacia esta obra como si se tratara<br />
de un tesoro oculto por el paso y<br />
el poso del tiempo. Es una de las mayores<br />
muestras de aplicado aprendizaje de<br />
una caligrafía sonora tan sorprendente<br />
que puede recordar a los maestros, pero<br />
en ningún momento superados ni decir<br />
nada que ellos no hubieran dicho ya.<br />
Es muy probable que 51 Debussy hubiera<br />
adaptado la novela y la pieza teatral<br />
de Rodenbach el resultado hubiera sido<br />
más adecuado. Sabemos de sobra que<br />
habria sido distinto. Debussy estaba en<br />
ese mundo, supo tratarlo musicalmente<br />
y trascenderlo. Hoy hemos olvidado casi<br />
a Maeterlink. pero recordamos Peiléas el<br />
Me//s¿nde gracias a aquél. En cambia recordamos<br />
tanto a Debussy como a Maliarme,<br />
cada uno de los cuales nos dio su<br />
fauno Korngold desconoce el simbolo y<br />
aplica recetas tomadas del realismo a lo<br />
Richard Strauss. Este compositor tomó<br />
como libretista a un supuesto simbolista,<br />
Hofmannsthal. que en realidad demostró<br />
ser un neoclásico refinado, Korngold. con<br />
la lección constante de Strauss y Puccini.<br />
Le gusta una maniera realista, a pesar del<br />
mantenimiento de punto de vista.<br />
Una versión discográfica<br />
Esta ópera, tan comprometida para los<br />
protagonistas, fue grabada en 1976 por<br />
RCA, ba|0 la batuta de Ench Lemsdorf y<br />
el concurso solista de Carol Neblett y Pené<br />
Kollo. Continuando con un reparto de<br />
luja los papeles secundarios estaban confiado<br />
a Benjamín Luxon. Rose Wagemann<br />
y Hermann Prey. El Coro de la Radio de<br />
Bavíera y el Coro infantil de Tólz ayudaban<br />
a definir el clima fantasmagórico de<br />
la trama. La contundente envoltura sonora<br />
era debida a la Orquesta de la Radio<br />
de Munich.<br />
Creo que hay aquí tres protagonistas:<br />
Lemsdorf, que hace uno de los meiores<br />
discos de su carrera: Kollo, que en per-<br />
I KORNGOLD<br />
sonaje tan comprometido —que le hace<br />
sudar tinta y le lleva a tesituras agudas<br />
realmente diabólicas, en constante<br />
tensión— aun podía responder más o<br />
menos adecuadamente, pese a puntos<br />
débiles inmediatamente reconocibles;<br />
Neblett. cuya breve aparición en el mundo<br />
de la alta linca tendrá ese registro como<br />
testimonio de lo que era capaz de<br />
hacer, en un desdoblamiento espléndido,<br />
con una versatilidad encomiabie: no sólo<br />
señalaríamos la famosa canción con laúd<br />
del primer acto, sino en especial sus largos<br />
parlamentos, desde la frivola intimidada<br />
de la primera aparición, la desafiante<br />
seductora del segundo y la ligera e irresponsable<br />
tentadora del última Se trata<br />
de una grabación ampliamente recomendable<br />
que en su momento pudo hacernos<br />
creer que iba a haber una<br />
espectacular resurrección de la música de<br />
Korngold. Poco después CBS grabó Vioíanta,<br />
pero la tendencia no ha continuado.<br />
Pero, ante los vaivenes del público y<br />
la inexistencia de política por parte de las<br />
empresas fonográficas (que, probablemente,<br />
no tienen por qué tenerla, puesto<br />
que sus objetivos y limites están en<br />
otro ámbito), nunca podremos saber lo<br />
que puede suceder con este repertorio<br />
que se encuentra entre dos fronteras del<br />
tiempo.<br />
Santiago Martín Bermúdez<br />
SCHERZO 111
DANZA<br />
Romeo y Julieta huyen del estereotipo<br />
Compañía: Aterballeto Pieza: Romeoy¡ulteta. Coreografía<br />
Amadeo Amodio Música 1 Berlioz. Escenografía<br />
1 Marto Ceroíi. Escritura Vocal Gabnella Bartolomei.<br />
Ardua empresa la de redactar coreográficamente<br />
hoy dia Romeo y Julieta<br />
teniendo como antecedentes<br />
a jacobson. Lavrosky, Grigorovich. Asthon,<br />
Cranko, Me Millan y Nureyev. Todos<br />
ellos con éxito en su momento, tomando<br />
ideas unos de otros y sobre todo<br />
usando un nexo común: la partitura de<br />
Prokofiev.<br />
La obra de Aterballetto huye valerosamente<br />
del tópico —lugar común referencia<br />
conocidos y ofrece algo<br />
artísticamente comprometido y que no<br />
huele a refrito. Amadeo Amodio no se<br />
esclaviza literalmente al texto shakespe<br />
nano y prefiere organizar una secuencia<br />
de escenas que responden a una intención<br />
dramática sin de|ar atrás el hilo conductor<br />
de la obra, desarrollando y<br />
profundizando en dos personajes: Julieta<br />
y Mercuzío.<br />
La escenografía de Mari Ceroli tiene un<br />
papel activo; unas logias asociadas a fachadas<br />
renacentistas realizadas en madera<br />
sin barnizar que guardan una adecuada<br />
proporción entre su tamaño y el de los<br />
bailarines, y según palabras del coreógrafo:<br />
«Es una plaza que respira». De hecho<br />
tiene una respuesta a la acción del baile<br />
en su movimiento frontal.<br />
Ehsabetta Terabust interpreta una Julieta<br />
plena de madurez y sensibilidad, con potencia<br />
en su danza, bordando su papel lleno<br />
de dificultades tanto en la parte<br />
técnica como en la de carácter. Vladimir<br />
Derevianko brilló con luz propia, hacien-<br />
112 SCHERZO<br />
do gala de unas extensiones y pies virtuo<br />
sos, su Mercuzío está muy bien dibujado,<br />
pasando de la comicidad a la femineidad<br />
o a la potencia y alegría que sólo un gran<br />
histrión como él puede interpretar.<br />
La narración de Gabnella Bartolomei<br />
se alterna equilibradamente con la música<br />
de Berlioz y su voz pasa del llanto al<br />
La operación de Estado<br />
goce, de la risa al gemido o al sonido onomatopéyico<br />
en una acertada elección de<br />
los textos llenos del sentimiento que quizá<br />
el lenguaje corporal no puede transmitir.<br />
En definitiva, un trabajo muy bien elaborado<br />
y cuidado por parte de todos<br />
muy agradable de contemplar.<br />
J.C.<br />
Madrid. Tealro Español. ¡9. 20, 21-1-90. Gala de Danza de lulia Participantes. Luciana Savrgnano. Marco P?err<br />
ni. Toni Candeloro, Má^a Grazia Galante. Mauricio Bellezza. Renaia Caldenm, Marzía Fakoa Luig< Bonino.<br />
Barbara Griggi. Giorgio Mancim y otros Proyecto" Alberto Teíta y Paola Calvett,.<br />
perrener;enre di *Apoto MusageM"<br />
D<br />
entro de una gran operación de<br />
intercambio cultural entre Italia<br />
y España, las tres noches de Ballet<br />
en el Teatro Español inauguraban el<br />
evento de una manera refinada, pero<br />
con un programa que estuvo lleno de<br />
dificultades técnicas poco achacables a<br />
la organización italiana. Los que más sufrieron<br />
estos desa|ustes fueron, como<br />
siempre, los artistas,<br />
Ftero. con todo, fue la oportunidad de<br />
acercarse a algunos grandes intérpretes<br />
de danza, como la Savignano. aun espléndida<br />
y llena de carácter, a Bonmo,<br />
con sus detalles de fuerza y gestualidad<br />
latina; y al descubrimiento para la escena<br />
española de otros valores jóvenes.<br />
como Candeloro y Gnggi.<br />
Toní Candeloro. que actualmente desarrolla<br />
su carrera en Suiza dentro del<br />
Ballet de la Opera de Zunch, es un pequeño<br />
gran virtuoso que tiene mucho<br />
ángel y sabe usar sus recursos con sabia<br />
espontaneidad. Interpreta los pasos<br />
con una poesía rara en los |óvenes de<br />
hoy. mucho más preocupados por el<br />
salto y la pirueta, que Candeloro también<br />
realiza admirable y perfectamente.<br />
La Gríggí es una joven que se<br />
sobrepone a su físico y sobre sus casi<br />
rudas puntas exhibe unos pies potentes<br />
y hermosos, siendo una artista que<br />
se entrega totalmente en escena.<br />
Fue interesante ver la pieza de Roland<br />
Petit {El/oven y la muerte) bailada por<br />
Bonnino y Savignano. Es esta obra una<br />
de las joyas del baile premoderno francés<br />
y quizá una de las mas inspiradas de<br />
su creador<br />
Las galas estuvieron concebidas como<br />
una recuperación panorámica del<br />
quehacer de los artistas italianos por el<br />
mundo, idea de Testa brillante en sí misma<br />
y arropada por una escenografía hecha<br />
para la ocasión que reproducía un<br />
frontal del Teatro Olímpico de Palladio.<br />
Jesús Castañar
Comunidad de<br />
Madrid<br />
Consejería de Educación<br />
DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN<br />
ENSEÑANZA PROFESIONAL DE LA MÚSICA<br />
IV CICLO DE CURSOS SOBRE<br />
Dirigido a profesores de Conservatorios y centros de enseñanzas musicales, asi como alumnos de últimos cursos de las<br />
diversas especialidades.<br />
INTERPRETACIÓN Y PEDAGOGÍA DE LA<br />
VIOLA<br />
Profesor: Jean Philippe Vasseur<br />
Fecha: Del 26 al 31 de marzo<br />
GUITARRA Y ESTILOS MUSICALES<br />
Profesor: Gerardo Amaga<br />
Fecha: Del 2 al 6 de abril<br />
TÉCNICA ALEXANDER<br />
Profesora: Barbara Hamüton<br />
Fecha: Del 19 al 21 de abril<br />
PROGRAMA<br />
- INTRODUCCIÓN A LA INFORMÁTICA Y<br />
ELECTRÓNICA MUSICAL<br />
(En colaboración con el Centro de Música Contemporánea)<br />
Profesor: Adolfo Núñez<br />
Fecha: De! 23 al 27 de abril<br />
- INTERPRETACIÓN Y TÉCNICA PIANÍSTICA<br />
Profesor: Josep Colom<br />
Fecha: Del 7 al 11 de mayo<br />
Información e inscripciones: Conservatorio de Música de la Comunidad de Madrid (Calle Ferraz. 62; 28008 Madrid.<br />
Teléfono Í<strong>42</strong> 81 21 y 541 49 25), de lunes a viernes, de 10 a 13.30 horas).<br />
ASOCIACIÓN AMANA DE AMIGOS DE LA OPERA<br />
convoca el<br />
I CONCURSO DE CANTO CIUDAD DE OVIEDO<br />
Premio Femenino Premio Masculino<br />
1.000.000 ptas. 1.000.000 ptas.<br />
Contratación parapersonaje o rol a determinar en el XLTV Festival de Opera de Oviedo<br />
Recital durante el XLIII Festival de Opera de Oviedo<br />
Fecha limite de inscripción: a las 24 horas del día 10 de mayo de 1990<br />
JURADO<br />
Dmo.Jír. D. Antonio Masip Hidalgo<br />
io. Ayuntamiento de Oviedo<br />
Mdme. Ileana Cotrubas<br />
Cantante<br />
Maestro Alberto Zedda<br />
D.<br />
Sobreintendente<br />
José Antonio<br />
del<br />
Campos<br />
Teatro<br />
Lírico Nacional de la<br />
~<br />
Zarzuela<br />
Mr. Brian Me Master<br />
Director General de la Welsh<br />
National Opera<br />
**"• ^W*FRossini de Pesaro D. Carlos Caballé<br />
D. José Ramón Gutiérrez Arias Director del Festival Internacional<br />
:n(e de la Asociación de Amigos de la Opera de Música de Perelada<br />
Pianista Oficial<br />
Mx. Al&old Bossman. Maestro del Teatro Comunal de Bolonia<br />
Todas las pruebas de selección serán abiertas al público, y tendrán<br />
lugar en el Teatro Campoamor de Oríedo entre los días 13 al 15 de junio de 1990<br />
• K • ]l '\nn\ riASFSE INSCRIPCIONES<br />
, -sociacion Asturiana de Amigos de la Opera<br />
Melquíades Alvarez 20 1." 33003 OVIEDO. ESPAÑA<br />
— Tetf.: (985) 21 17 05 Fax: (985) 21 24 02'
VOCES DE AYER Y HOY<br />
Cosiolto como Amnens. en l¡ producción de Alda de la Arena de Wrona de 1986.<br />
Fiorenza Cossoto, el fin de una estirpe<br />
Fiorenza Cossotto saltó a la fama en 1962 al tener que sustituir<br />
a la Simionato sin previo aviso en una Favorita de la Scala. Durante<br />
muchos años ha sido la mezzo italiana por excelencia, alternando casi<br />
desde sus inicios el belcantismo de Donizetti y Bellini con los más fogosos<br />
personajes verdianos, el verismo y los grandes roles del repertorio<br />
francés.<br />
La trayectoria artística<br />
La gran mezzosoprano Fiorenza Cossotto<br />
nació en Crescentino (Piamonte)<br />
en 1935. Su maestra de canto en<br />
el Conservatorio de esta ciudad fue Paola<br />
della Torre. Posteriormente amplió estudios<br />
en Milán con el famoso Ettore<br />
Campogalliam. Su debut en un papel importante<br />
se produjo en 1957 en el Teatro<br />
de la Scala con la Sor Matilde de los<br />
Diálogos de Carmelitas de Fbulenc. Anteriormente<br />
había encarnado una peque-<br />
114 5CHERZO<br />
ña parte en la ópera de Prokofiev El Ángel<br />
de Fuego, también en la Scala.<br />
El Covent Garden solicita sus servicios<br />
en 1959 para cantar Medea |unto a la Callas,<br />
mientras la Piccola Scala le ofrece el<br />
papel de dance en 1.a pietra del paragone<br />
de Rossmi. En esta época la joven<br />
mezzo contrae matrimonio con el bajo<br />
italiano Ivo Vinco.<br />
Pero el año clave en la trayectoria artística<br />
de la Cossotto es 1962. El 4 de enero<br />
de este año fue llamada desde la Scala<br />
con sólo hora y media de antelación para<br />
sustituir nada menos que a Giulietta<br />
Simionato en La Favorita, con (a que alcanzó<br />
un éxito apoteósico. Lo refrendó<br />
en la misma temporada cantando el Paje<br />
de Los hugonotes en una milagrosa representación<br />
al lado de Corelli, Simionato y<br />
Sutherland, algo análogo a lo que le sucedió<br />
a su compañera de cuerda Gianna<br />
Pederzmí en otros Hugonotes de 1933,<br />
donde esta ¡oven mezzo triunfó al lado<br />
de los míticos LaunAfolpí, Raisa y Pasero.<br />
Desarrollo pleno<br />
A partir de aquí la carrera de la Cossotto<br />
conoce un desarrollo pleno, Se<br />
afianza en Favorita y va incorporando, junto<br />
a Carmen y Sansón y Dahla. los grandes<br />
roles verdianos que la consagran en<br />
todo el mundo como la primera mezzo<br />
italiana de la generación post-Simionato:<br />
Azucena, Eboli y Amneris. No hay que<br />
olvidar tampoco otros caballos de bata-
lia como Norma —donde coincidirá con<br />
ía Callas en la Opera de París con motivo<br />
de sus últimas intervenciones<br />
operísticas—. Adriana Lecouvreur o su<br />
gran creación en el terreno de los roles<br />
de soprano: Santuzza.<br />
En todos los lugares se la aplaude con<br />
entusiasmo, y algunos teatros se convierten<br />
pronto en sus feudos: la Arena de Verana,<br />
la Scala de Milán o el Liceo de<br />
Barcelona.<br />
Hoy la Cossotto sigue cantando con garra,<br />
con valentía, fiel a sí misma, pero ha<br />
comenzado a insinuarse una oscilación en<br />
su voz que suele ser ave de mal agüero<br />
en las voces veteranas. Quizá ahora comienzan<br />
a pesarle los treinta años largos<br />
de una carrera en la que ha alternado los<br />
más vanados estilos y la presencia constante<br />
en representaciones al aire libre<br />
—siempre arriesgadas—, en coliseos como<br />
la Arena de Verona.<br />
Voz, técnica e interpretación<br />
Heredera de la gran escuela de las Besanzoni.<br />
Elmo. Stignani (especialmente),<br />
Barbieri (menos), y Simionato, el critico<br />
Enrico Stinchelli la define como «una vozinstrumento<br />
de precioso esmalte tímbnco.<br />
vibrante e incisiva en el registra agudo,<br />
delicada en la mezzavoce. apasionada<br />
en el fraseo y en los recitativos». Rodolfo<br />
Celletti —siempre más hipercrítico—.<br />
señala algunas limitaciones en el piano de<br />
la expresión, pero acaba también rindiéndose<br />
ante el luminoso instrumento de la<br />
cantante piamontesa.<br />
La voz de la Cossotto es muy extensa,<br />
ella misma afirma encontrarse muy cómoda<br />
al cantar papeles de soprano y ya hemos<br />
dicho que ha obtenido un gran éxito<br />
con su encamación de Santuzza. La tesitura<br />
media de una mezzosoprano es de<br />
dos octavas, y abarca aproximadamente<br />
desde el La2 al La4 —Es claro que hablamos<br />
siempre de sonidos emitidos cómoda<br />
y no forzadamente—. Pues bien, la<br />
Cossotto sobrepasa con creces esta predeterminación<br />
en lo que respecta al registro<br />
agudo. Para comprobarlo basta<br />
escuchar el impresionante si bemol 4 con<br />
el que remata a placer la cabaletta de La<br />
Favorita de 1967, que cantó junto a Kraus<br />
en el Colón de Buenos Aires.<br />
Los graves impresionan más por la bravura<br />
con que son mantenidos que por la<br />
extensión del registro en si misma. Sobrecoge<br />
especialmente en el I_a2 con que finaliza<br />
la frase dnzzarsi ancor,<br />
perteneciente a un dúo del Acto II de El<br />
Trovador, lo cual es venficable cada vez<br />
que lo canta en directo.<br />
Sin embargo, la emisión de las notas<br />
graves no es del todo canónica. El sonido<br />
está reforzado pectoralmente y la nota<br />
emerge ancha y poderosa, pero a cambio<br />
de alterar la homogeneidad del color<br />
vocal. No quiero exagerar la<br />
importancia de este detalle: emitir una<br />
nota grave impecablemente enmascarada,<br />
sin alterar el color y manteniendo alta<br />
la resonancia, es distintivo de muy<br />
pocas mezzosopranos. Pero la Besanzoni<br />
lo hacía y la Simionato también, lo que<br />
es comprobable en el caso de la segunda<br />
oyéndole el citado pasaje de Trovador.<br />
Al margen de otras consideraciones, la<br />
raracteristica más sorprendente de la voz<br />
de la Cossota la que hace a su instrumen-<br />
SELECCIÓN<br />
D15COGRAFICA<br />
— Puccini: Madame Butterfly. Con<br />
Tebaldi, Bergonzi. Serafín. DECCA.<br />
(1958).<br />
— Ponchielli: La Gioconda. Con Callas,<br />
Miranda Ferraro, Cappuccilli. \fota<br />
EMI. (1959).<br />
— Mozart: Las bodas de Fígaro, Con<br />
Taddei, Wáchter. Schwarzkopf, Moffo.<br />
Giuiíni. EMI. (1960),<br />
— verdi: Don Carlos, Con Labó Ste-<br />
11a. Bastianíni. Chnstoff, Vinca Santini.<br />
DG. (1961).<br />
— Verdi 1 Rigoletto. Con Bastianini.<br />
Scotto Kraus, Vinco Gavazzeni. Ricordi.<br />
(1961).<br />
— Verdi: El Trovador. Con Bergonz\,<br />
Stella, Bastan. Serafín. DG. (1962).<br />
— Verdi: Rigoletto. Con F.-Dieskau,<br />
Scotto. Bergonzi. Kubelik. DG. (1963).<br />
— Mascagni: Cavallena Rusticana.<br />
Con Bergonzi. Guelfi. Karajan. DG,<br />
(1965).<br />
— Bellini: Norma. Con Suhotis, Del<br />
Monaco. Varviso. DECCA. (1967).<br />
— Cherubim: Mecha. Con Jones, Lorengar.<br />
Prevedi. Gardelli. DECCA.<br />
(1967).<br />
— Verdi: El Trovador. Con Domingo.<br />
Pnce, Mi Inés, Giaiotti. Me lita. RCA.<br />
¡1969).<br />
— Bellini: Norma. Con Caballé, Domingo.<br />
Raimondi. Gllario RCA. (1973).<br />
— Puccini. Sor Angélica. Con Ricciarelli.<br />
Bartoletti. RCA. (1973).<br />
— Verdi: Un giorno di regno. Con<br />
Carreras, Norman, Wixell, Ganzaroilt,<br />
Sardinero. Gardelli. Philips. (1974).<br />
— \ferdi: Aída Con Caballé. Dominga<br />
Cappuccilh, Ghiaurov. Muti. EMI.<br />
(1974),<br />
— Verdi Un bailo in mascbera. Con<br />
Arroya Domingo. CappucciHi, Grist.<br />
Muti. (1975).<br />
— Donizetti; La Favorita. Con Pavarotfi.<br />
Bacquier. Chiaurov. Bonynge.<br />
DECCA (1974).<br />
— Verdi: Macbeth. Con Milnes. Raimondi,<br />
Carreras Muti. EMI. (1976).<br />
FIORENZA COSSOTO<br />
to tan peculiar e mconfudible. es una cierta<br />
calidad blanca del timbre, que le ha<br />
llevado, por ejemplo, a grabar unas Bodas<br />
de Fígaro con Giulini donde es perfecta<br />
la simulación de una voz adolescente.<br />
Pero no es sólo aquí donde se obser<br />
van estas calidades vocales, lo insólito es<br />
que, sin perder sus caracterizaciones un<br />
ápice de dramatismo, el timbre continúa<br />
siendo claro en buena parte de la gama<br />
vocal también cuando interpreta a Azucena<br />
y Amneris.<br />
Mas si algunas voces disidentes se han<br />
alzado diciendo que la Cossotto no es<br />
una verdadera mezzo. el mera repaso de<br />
la nómina integrada por sus colegas<br />
(Bumbry, yjrrett, Ludwig, 8erganza, etc.).<br />
demuestra que su color ha sido el más<br />
puro y legítimo de todos, lo cual queda<br />
avalado por el hecho de que muchas de<br />
ellas hayan terminado cantando definitivamente<br />
como sopranos.<br />
La mujer y la diva<br />
1964. Se representa El barbero de Sevilla<br />
en la Scala. Fígaro, una vez más, es<br />
el irrepetible Bruscantim. Para ambientar<br />
la escena en que la Cossotto canta el ana<br />
Una voce poco fa hay dispuesta en el escenario<br />
una jaula con ocho periquitos,<br />
que al ponerse a alborotar a lo loco están<br />
a punto de dar al traste con la afinación<br />
de la mezzosoprano en tan difícil<br />
página. Este poco afortunado detalle de<br />
realismo propició un enfado antológico<br />
por parte de la Cossotto, y una anta pirata<br />
de la representación da fe de la<br />
autenticidad de la anécdota.<br />
Ciertamente, quienes la conocen bien<br />
aseguran que nuestra cantante es una mujer<br />
exigentísima en todo cuanto concierne<br />
a su profesión. Fbsee plena conciencia<br />
de haber sido la mejor mezzo italiana de<br />
su generación y la última representante<br />
de una gloriosa estirpe, cuyos secretos<br />
•ortodoxa técnica de emisión, plasticidad<br />
del fraseo, etc.— posiblemente morirán<br />
con ella tras su retirada de los<br />
escenarios.<br />
Detrás de esta artista a la que, consiguientemente,<br />
el papel de diva ofrece innumerables<br />
tentaciones, hay sin embargo,<br />
una mu|er arrolladura y simpática, que<br />
ocupa buena parte de su escaso tiempo<br />
libre en coleccionar objetos de arte y antigüedades.<br />
Además de esto es una incomparable<br />
profesional, cuya condición de astro del<br />
canto no la exime de ser puntualísima en<br />
todos los ensayos, que repasa al piano toda<br />
su parte —por estudiada que esté—,<br />
y busca una y otra vez sacar a la luz detalles<br />
que enriquezcan su visión de los vanados<br />
personales a los que da vida.<br />
Joaquín Martín de Sagarmínaga<br />
SCHERZO ¡13
MÚSICA CONTEMPORÁNEA<br />
Se confiesa vanidoso y dice componer<br />
porque no soporta el desorden, «Cada<br />
vez que veo un desequilibrio tengo<br />
la necesidad de arreglarlo». Con este<br />
ánimo compensatorio y un enorme deseo<br />
de reordenar el mundo, |uan Carlos<br />
Martinez Fontana consiguió ser el gran<br />
triunfador de la pasada edición del Festival<br />
de Alicante, en lo que al apartado de<br />
encargos se refere. Su obra para dos violines,<br />
Ze/el •?, entusiasmó a la critica y a<br />
la audiencia por la concisión formal y la<br />
riqueza de los acontecimientos. Próximamente<br />
esta obra se volverá a interpretar<br />
en las IX Xornadas de Música Contemporánea<br />
de Santiago de Compostela, y<br />
su Pieza para Orquesta, estrenada el pasado<br />
verano en Ginebra como encargo<br />
del Festival Eté Espagnol se reinterpretará<br />
en Madrid por una orquesta japonesa.<br />
Además su inclusión en el concierto<br />
de percusión En torno a Francisco Guerrero<br />
le confirman como uno de los nombres<br />
más interesantes del panorama de<br />
la joven música contemporánea española.<br />
Juan Carlos Martinez Fontana se inició<br />
en el mundo de la composición de una<br />
forma autodidacta hasta que se encontró<br />
con Francisco Guerrero, un compositor<br />
que ha formado muchos de los<br />
pvenes nombres que aparecen ya regularmente<br />
en los programas de los festivales<br />
de música contemporánea,<br />
mostrando un rigor compositivo del que<br />
suelen carecer la media de compositores<br />
formados en los conservatorios o con<br />
otros maestros. Juan Carlos Martínez<br />
Fontana opina: «Pero esto no es sólo evidente<br />
respecto a la media normal de<br />
compositores en España, sino que podríamos<br />
ir más lejos, quiero decir que la formación<br />
que se adquiere trabajando con<br />
Guerrero es comparable con muy pocas<br />
cosas. Incluso a mi me parece prodigioso<br />
que haya personas capaces de conseguir<br />
que la música funcione con los<br />
precarios medios técnicos de que disponen.<br />
Para mi el mayor lastre técnico de<br />
la mayoría de la gente joven que compo<br />
ne es que piensan la música nota a nota<br />
y lo que suena no se oye de esa forma.<br />
Se da un desequilibrio técnico muy importante».<br />
Pese a reconocerse como un guerrenano<br />
de pro, no se siente muy atraído por<br />
el pensamiento científico y matemático<br />
para la formulación de estructuras musicales.<br />
«A mí la ciencia no es algo que me<br />
haga mucho tilín, yo soy más literario, pa-<br />
116 SCHERZO<br />
Martínez Fontana,<br />
la pasión por el equilibrio<br />
ra ser exactos soy quevediano y poquitas<br />
cosas más». Piensa que la literatura<br />
también puede ser una fuente de inspiración<br />
para la música, a pesar de que en<br />
un sentido técnico se haya más lejos. «La<br />
literatura también puede ser un arte abstracta<br />
lo que ocurre es que normalmente<br />
nos pendemos en lo que se dice y nos ol-<br />
fuan Carlos Martínez Fontená-<br />
vidamos de cómo se juega con la métrica<br />
y de cómo se relacionan las ideas. En<br />
esto la literatura es tan abstracta como<br />
la música si se quiere. Quevedo quizá sea<br />
el literato más abstracto del que yo tenga<br />
noticia. Con esta óptica se puede mirar<br />
cualquier cosa, el tronco de un<br />
árbol..., y el resultado será parecido».<br />
Cuando ya hemos comenzado la última<br />
década del siglo XX se tiende a hacer<br />
conjeturas y a jugar un poco a<br />
visionarios, tratando de resolver cuál es<br />
la gran encrucijada en la que está envuelta<br />
la música hoy en día. J.C. Martínez Fontana<br />
opina. «Para mí el problema en la<br />
conducción de tensiones y en la noción<br />
de causa efecto. Las grandes curvas de la<br />
tensión romántica que sobrevivieron hasta<br />
los maestros de la postguerra, se han<br />
disuelto lentamente. Ahora esas curvas se<br />
sienten, pero ya no se oyen. Los jóvenes<br />
intentamos fundamentar la tensión y la secuencia<br />
de acontecimientos en la mterrelación,<br />
superposición y entrechocar de las<br />
ideas. Ahora la tensión es un producto<br />
de la forma y no su causa».<br />
J.C. Martinez Fontana considera que su<br />
estética musical se haya muy próxima a<br />
la de Francisco Guerrero, debido a su juventud<br />
y a la gran influencia que genera<br />
la enorme personalidad del compositor<br />
andaluz. Aun así. cada día tiende a personalizar<br />
más su técnica, siendo Zéjel 4<br />
y Pieza para orquesta las dos obras que<br />
participan de preocupaciones algo más<br />
distantes de las que caracterizaron sus<br />
composiciones de la etapa de aprendizaje.<br />
"Ahora estoy inmerso en el trabajo con<br />
planos individuales que tienen una vida<br />
interna, pero que no son continuos —<br />
van rotos y entrelazados con otros planos<br />
y así se va consiguiendo que la tensión<br />
de la música sea un resultado del<br />
cruce de ideas, porque cada una es independiente<br />
de las demás». J,C. Martinez<br />
Fontana no cree que la ínterrelación de<br />
ideas en las que fundamenta, su discurso<br />
obedezca plenamente a la noción de desarrolla<br />
«si algo tiene de desarrollo el tratamiento<br />
de los planas es porque el grado<br />
de similitud de muchos de ellos y su composición<br />
interna, que es complicada y está<br />
hecha también con planos, implica una variedad.<br />
Además, al descomponer una<br />
idea que aparece bap diferentes formas,<br />
ves cómo esas formas en las que ha aparecido<br />
originalmente la idea se van entrelazando<br />
y relacionando con ideas que al<br />
principio no parecían ser comunes y luego<br />
resulta que sí lo son. Por lo tanto, el
juego en la relación de ideas acaba siendo<br />
muy complejo y es lo que dota a la<br />
música de cierto interés en ese juego de<br />
implicaciones de unas cosas con otras».<br />
Ante la cuestión de si existe un nombre<br />
que haya abierto de alguna forma una<br />
via hacia el tipo de discurso que él persigue<br />
se muestra algo escéptico. «No hay<br />
un músico que haya apuntado por ahí. Para<br />
mí sólo hay obras, como grandes pasajes<br />
del Canto de los Adolescentes,<br />
donde la tensión es completamente quebrada,<br />
asi como algunas obras de Schoenberg.<br />
donde la emoción no es de tipo<br />
romántico y por supuesto Várese Más<br />
adelante Luigi Nono, algo Xenakis y naturalmente<br />
Guerrero».<br />
J.C. Martínez Fontana ha realizado hasta<br />
el momento actual casi una docena de<br />
obras, de las que un concierto para seis<br />
bombos y orquesta es la última. En su estética<br />
cobran vida cierto sentimiento caótico<br />
que a él le gusta definir como<br />
equilibrio inestable junto al máximo rigor<br />
estructural, que poco a poco van configurando<br />
un lenguaje personalizado y coherente.<br />
Su fe en la obra de arte bien<br />
\ MÚSICA CONTEMPORÁNEA<br />
realizada y su carácter extrovertido se<br />
aunan para la creación
MÚSICA CONTEMPORÁNEA<br />
Un feliz cumpleaños<br />
Madrid: Auditorio Nacional de Música. Miércoles 31 de enero de 1990. Luis de Pabkx Dé¡ame hablar Cristóbal<br />
Halffter: Mizar Luis de Pablo: A modo de concierta Cristóbal Haflffter 1 Rxjrquoi' Concierto homenaje 60 aniversario<br />
Orquesta de támara Peina Sofía. Rsdro Estevan. percusión. María Antonia Rodríguez, flauta: Rafael<br />
Bewert, flauta. Jdse Ramón Entinar, director.<br />
El concierto homenaje a Luis de Pablo<br />
y Cristóbal Halffter constituyó uno de los<br />
mejores del ciclo organizado por el Centro<br />
para la Difusión de la Música Contemporánea.<br />
Al valor intrínseco de las obras<br />
ejecutadas debemos sumar el buen hacer<br />
de la Orquesta de Cámara Reina Sofia<br />
y de José Ramón Encinar que se<br />
confirma como uno de los grandes directores<br />
españoles.<br />
Tomás Marco indica en las notas al programa<br />
del concierto, que sin Luis de Pablo<br />
y Cristóbal Hatffter la música española<br />
y la propia generación compositiva hubiera<br />
sido muy distinta y mucho más pobre.<br />
Probablemente esto revista su verdad, ya<br />
que hay que tener en cuenta que entre<br />
Luis de Pablo y Cristóbal Halffter y el resto<br />
de compositores de su generación el<br />
abismo es increíble. Ftero sin embargo, resulta<br />
sintomático que en relación a sus<br />
equivalentes generacionales en el resto de<br />
Europa, presentan cierta recesión en el<br />
lenguaje y renuncian a la búsqueda tanto<br />
formal como expresiva que caracterizó<br />
sus primeras obras. Déjame hablar de<br />
Luis de Fablo fue la obra con la que dio<br />
comienzo el concierto. Originalmente escrita<br />
para once instrumentos de cuerda,<br />
fue compuesta en 1974 y su estreno tuvo<br />
lugar en Royan el 27 de marzo de<br />
1975. La obra presenta una gran homogeneidad<br />
desde el punto de vista formal,<br />
apoyándose su estructura sobre recurrendas<br />
del material sonora Aquí también<br />
emplea Luis de Pablo un recurso muy habitual<br />
en su producción como es el empleo<br />
de ciertas notas a modo de fónicas<br />
que funcionan como referencia auditiva.<br />
A continuación pudimos oir Mizar de<br />
Cristóbal Halffter, para con|unto instrumental,<br />
dúo de flautas y tres percusionistas.<br />
Aunque la plantilla instrumental haga<br />
pensar en un papel solista de las flautas,<br />
éstas no se limitan a un rol concertante<br />
e integran su propio devenir en la estructura<br />
general de la obra. Mizar se muestra<br />
muy rica por la diversidad de los<br />
acontecimientos sonoros, que dotan a la<br />
obra de cierto carácter descriptivo, aunque<br />
el autor se pierde momentáneamente<br />
en la fascinación sonora del discurso<br />
alargando demasiado los acontecimientos.<br />
La segunda parte del concierto se inició<br />
con A modo de concierto de Luis de<br />
Pablo, una especie de concierto para percusión<br />
solista en donde Ffedro Estevan hi-<br />
118 SCHERZO<br />
Cristóbal<br />
zo alarde de una gran técnica y<br />
maravillosa sonoridad al percutir manualmente<br />
los toms y bongos de la cadencia<br />
de la obra. A modo de concierto participa<br />
del intenso colorido y el tono relajado<br />
habitual de la estética de Luis de F^blo,<br />
recurriendo también a un lenguaje repetitivo<br />
muy marcado por las influencias de<br />
músicas no occidentales que otorgan a la<br />
obra singular interés.<br />
El concierto se cerró con Fuurquoi? de<br />
Cristóbal Halffter, una obra que intenta<br />
la comunión entre dos sonoridades en<br />
principio enfrentadas, como son la consonancia<br />
perfecta y un espectro sonoro<br />
que participa de todas las posibilidades<br />
que pueden ofrecer los instrumentos tradicionales.<br />
Cristóbal Halffter pasa de un<br />
universo a otro sirviéndose de agregaciones<br />
y disminuciones dentro de la densidad<br />
de la masa sonora. Pese a tratarse<br />
de una obra realizada entre 1974 y 1975<br />
Pourquoi? ya presenta innumerables elementos<br />
estéticos que identifican al Halffter<br />
actual.<br />
Prieto: El éxito a cualquier precio<br />
Midrid: Teatro Monumental 22 de enero de 1990. Presentación pública de la grabación dtstográfica de<br />
los Tríos de Claudio Prieto. Trío en Sol (1986-1989), Glnlo ilpoela de los sonidos (1986 1989) Canto-Danza-<br />
Canción. Trío Mompou de Madnd Luciano G. Sarmiento, piano. Joan Luis Jordá. violín, Mariano Melguizo.<br />
uioloncello.<br />
M.R.<br />
Claudio Prieto obtuvo un clamoroso éxito en la presentación del disco compacto<br />
que incluye la grabación de sus Tríos. El público congregado en la sala asimiló<br />
sin dificultades un lenguaje fácil que busca ante todo la comunicación<br />
inmediata.<br />
El programa estaba constituido por dos obras, el Trío en Sol y el Canto al<br />
Poeta de los Sonidos, una especie de recreación sobre la estética de Mompou.<br />
El Trío en Sol aunque no está escrito en la tonalidad funcional constituida sobre<br />
dicho acorde, recurre a polarizaciones y gestos interválicos relacionados con dicha<br />
tonalidad. A pesar de que Claudio Prieto procura evitar toda jerarquizaron<br />
en las relaciones de los sonidos, este tratamiento desemboca a menudo en camuflados<br />
gestos típicamente tonales, que situados fuera de su contexto contribuyen<br />
a crear un lenguaje conflictivo y de poca autenticidad desde un punto de<br />
vista estético.<br />
En la obra de Claudio Prieto el empleo a ultranza de consonancias restringe<br />
el campo de posibilidades tanto armónicas como melódicas, encerrándonos en<br />
un mundo vulgar y trillado, que nos lleva por momentos a situaciones de una<br />
ingenuidad tal, que el tratamiento del piano recordaba cierta música ligera.<br />
El Trío en sol adolece también de un defecto muy extendido en la última<br />
producción del compositor palentino, como es la simpleza formal: la falta de ingenio<br />
para conseguir relaciones complejas y ricas. La obra está estructurada en<br />
seis secciones, confiando la 2. a . la 4. a y la 6. a a los instrumentos a solo que generalmente<br />
desarrollan un material de naturaleza lírica, en busca de una supuesta<br />
belleza romántica y trasnochada. Las secciones de tutti están desarrolladas sobre<br />
determinados tipos de intervalos o de ritmos que no vienen a liberar la monotonía<br />
de las otras secciones. El Canto al poeta de los sonidos se estructura<br />
en tres partes muy diferenciadas, utilizando en la última un tema extraído de<br />
la Tercera Canción de Mompou basada en la popular melodía catalana El noi<br />
de la mare.<br />
MR.
Vil muestra<br />
MÚSICA<br />
ANTIQJJA<br />
SEVILLA, 1 AL 9 De MARZO 1990<br />
jr<br />
ALCÁZAR». TEATRO LOPE DE VEGA<br />
I DlMMZO<br />
GUIDHALL STRING ENSEMBLE<br />
Tuno Lan DI<br />
1 DI MA1W<br />
TIES SAGBUTTS AND CORNETTS<br />
RMUS AicAuMt<br />
1 M MAUO<br />
ST. jAMES'S BAROQUE PLAYERS<br />
TEATRO LOFE DE VBCA<br />
THE HILLIARD ENSBMBLE<br />
. RJALEÍ ALCÁZARES<br />
RQUESTA BARROCA DE LA COMUNIDAD EUROPEA<br />
DTOR.: ROY GOODMAN<br />
TtATUo LOPE DE VEGA<br />
7 DI Umio<br />
TALLER ZIRYAB<br />
REALES ALCÁZARES \>-<br />
I H MA*IO<br />
THE SIXTEEN<br />
.: HARRT CHRISTOPMERS<br />
TEATRO LOPE DE VEGA' .<br />
9DIMAMD<br />
THE PARLEY OF INSTRUMENTS<br />
REAUÍ ALCAZMK<br />
í<br />
DE SitILLA. Al& DE CULTUU<br />
N UNIVIUAL SEVUA 1991<br />
JUNTA DI ANDALUCÍA. CONSEJE»!* DE CULTURA<br />
LA Cmuí DIL CAMPO S. A-<br />
. , , hatomo. ImiruMim-os MUMCALU
Normas Generales<br />
III Concurso Internacional de Canto<br />
Julián Gayarre<br />
27 agosto - 2 septiembre 1990<br />
Presidente: José Carreras<br />
A. EL PREMIO INTERNACIONAL DE CANTO «JU-<br />
LIÁN GAYARRE- se otorgará cada dos años. Su III edición<br />
tendrá lugar en los Festivales de Navarra de 1990, entre<br />
los días 27 de agosto y 2 de septiembre.<br />
B. EL PREMIO INTERNACIONAL DE CANTO -JU-<br />
LIÁN GAYARRE- está abierto a la participación de cantantes<br />
de todas las nacionalidades. La edad de los concursantes,<br />
en la fecha del concurso, deberá »ei: entre 20 y 35<br />
años para las voces masculinas y entre 18 y 32 años para las<br />
voces femeninas.<br />
C. EL PREMIO INTERNACIONAL DE CANTO -JU-<br />
LIÁN GAYARRE" está dotado con los premios siguientes:<br />
• Primer Premio de l.OOO.OOOde ptas.<br />
• Segundo Premio de 500.000 ptas.<br />
• Tercer Premio de 250.000 ptas.<br />
• Premio Especial «jof¿ Carreras» de 250.000 ptas. a<br />
mejor voz de tenor. La dotación de este Premio Especial<br />
podrá ser. acumula ble a los otros.<br />
El jurado podrí dejar desiertos el premio o los premios<br />
que estime oportuno,<br />
D. Los premiados participarán en un condeno en los<br />
• Festivales de Navarra- correspondiente al año siguiente al<br />
de la celebración del concurso.<br />
E. La Organización del Concurso se hará cargo de los<br />
gwtos que ocasionan a los finalistas su estancia en Pamplona<br />
a los efectos de participar en el Concurso.<br />
F. El Consejero de Educación y Cultura del Gobierno de<br />
Navarja designará un jurado de siete miembros, formado<br />
por personalidades eminentes en el campo de la música y la<br />
interpretado'n vocal.<br />
Uno de los miembros del jurado realiiará, por elección de<br />
sus compaña©!, las funciones de secretario del mismo.<br />
Procedimiento<br />
1. Inscripción<br />
1.1. Los aspirantes a participar en el concurso PREMIO<br />
INTERNACIONAL DE CANTO «JULIÁN GAYARRE.<br />
presentarán en el Registro üeneral del Gobierno de Navarra,<br />
Carlos III 2, 31002, Pamplona; o remitirán al mismo,<br />
por Correo certificado, antes del día 31 mayo de 1990, lo»<br />
datos siguientes:<br />
a) Nombre, apellidos, nacionalidad, domicilio, teléfono y<br />
edad, esta última documentación acreditada.<br />
b) Curriculum artístico con referencia expresa a estudios<br />
cursados, títulos, premios, becas, etc., yjustificado documenta<br />
Itnente.<br />
c) Repertorio mínimo de 6 piezas vocales (4 arias de ópera<br />
y 2 canciones de autores clásicos), de una duración no<br />
inferior a 30 minutos.<br />
1.2. El jurado se reserva el derecho de seleccionar los<br />
concursantes inscritos que hayan de participar en las pruebas<br />
eliminatorias.<br />
i Gobierno<br />
i<br />
2. Pruebas<br />
2.1. El concurso PREMIO INTERNACIONAL DE<br />
CANTO «JULIÁN GAYARRE" se resolverá en tres etapas<br />
eliminatorias.<br />
El orden de intervención en cada una de ellas se realizará<br />
mediante sorteo.<br />
2.2. El Jurado comunicatá, por escrito, a los concursantes<br />
inscrito* o seleccionados, antes del 30 de junio de 1990, el<br />
lugar, día y hora en que tendrá lugar el sorteo que corresponda<br />
a la primera prueba eliminatoria.<br />
2.3. Todo concunante tendrá derecho a participar en<br />
las pruebas con su propio acompañante. En otro caso, la organización<br />
pondrá a disposición de cada concursante, una<br />
vez realizado el sorteo, un plantara acompañante para ensayar<br />
durante 30 minutos antes de cada prueba, y establecerá<br />
el orden de los ensayos. ^ F<br />
Todas las pruebas serán públicas.<br />
3. Primen prueba eliminatoria<br />
3.1. F3 Concursante elegirá, para la prtanera prueba, una<br />
canción clásica y un aria de ópera del repertorio ^>or él previsto.<br />
Según Is duración de esta prueba, el jurado se reserva el<br />
derecho a suprimir una de las obras.<br />
JJ. AL finalizar la última sesión, el lecretario del jurado<br />
dará a conocer el resultado de esta primera prueba y nai<<br />
público d día, hora, lugar y orden de actuación de los seleccionados<br />
para la siguiente prueba eliminatoria, previo el correspondiente<br />
sorteo.<br />
4. Segunda prueba eliminatoria<br />
4.1- El concursante elegirá, para la segunda prueba eliminatoria,<br />
una canción clásica y dos aria! de ópera del repertorio<br />
por él previsto y que no hayan st
En el n.° 40 de SCHERZO. pág. 81.<br />
comenzamos a reseñar las formidables<br />
grabaciones de Otto Klemperer<br />
para EMI en la nueva modalidad de<br />
disco compacto. Hablábamos entonces<br />
de un singular Mozart y de un Mahler trágica<br />
angustioso y solemne que fue, sin duda,<br />
uno de los pilares de toda la<br />
discografía (citemos otra vez su Novena<br />
o La cancón de la tierra). Ahora, la empresa<br />
británica prosigue editando en soporte<br />
de disco compacto el imponente<br />
legado fonográfico de este importantísimo<br />
Maestro, publicando grabaciones de<br />
Johann Sebastian Bach, Beethoven,<br />
Bruckner, otra vez Mozart y, finalmente,<br />
Richard Strauss (aparte del célebre Holandés<br />
errante wagnenano que Arturo<br />
Reverter hace en comentario aparte dentro<br />
de estas mismas páginas). Y vayamos<br />
ya. sin más dilación, con la primera de las<br />
grabaciones de Klemperer: la obra más<br />
vigorosa y grandiosa deJ.S. Bach. su Misa<br />
en Si menor.<br />
En el n.° 36 de nuestra revista, pág. 52.<br />
recomendábamos calurosamente la versión<br />
de Klemperer de La festón según San<br />
Mateo, diciendo que su dirección era un<br />
impresionante con|unto de claridad, disección,<br />
tensión interna y con un claro<br />
predominio del contenido espiritual de la<br />
música por encima de la<br />
sensualidad sonora. Otro<br />
tanto cabria predicar de<br />
esta versión de la Misa en<br />
Si menor, para quien esto<br />
escribe la cima interpretativa<br />
absoluta en lo que a<br />
esta partitura se refiere<br />
(dejemos aparte la cuestión,<br />
un tanto manida, de<br />
los instrumentos originales).<br />
La obra, además, no<br />
posee esa unidad que es la<br />
característica más bella de<br />
La Pasión según San Mateo<br />
(por eiemplo. existe una<br />
evidente desproporción<br />
entre el Chnste ele/son escrito<br />
para dúo y el primer<br />
y último Kyrie eleison para<br />
coro); sin embargo, y<br />
gracias al peculiar sentido<br />
de los ternpi de Klemperer,<br />
todos esos fragmentos<br />
quedan perfectamente engarzados.<br />
Digamos tam- otto<br />
Klemperer, reencuentro en CD<br />
bien que en esta grabación han sido cuidadas<br />
de forma ejemplar las intervenciones<br />
corales y las texturas de la orquesta,<br />
como siempre uno de los puntos más<br />
atractivos en los registros de este Maestro.<br />
Espléndido plantel de solistas, tanto<br />
vocales como instrumentales y. finalmente,<br />
digamos una vez más que. con los medios<br />
de reproducción de que disponemos,<br />
el disco compacto gana una vez<br />
más en claridad y fidelidad, bastante por<br />
encima de la grabación analógica en LR<br />
Contra corriente<br />
Y pasemos ahora a una de las versiones<br />
más hermosas del Fidelio de Beethoven.<br />
Si Furtwángler abordaba la única<br />
ópera beethoveniana con actitud de visionario<br />
genial (fuertes contrastes dinámicos,<br />
enérgicos sforzati y acentos<br />
agudos que irrumpen violentamente en<br />
la uniformidad musical, creando tensiones<br />
de energía que llevaban el pulso vital<br />
al más alto grado de intensidad).<br />
Klemperer lo hizo como arquitecto con<br />
procedimientos propios. Una vez más se<br />
pone de manifiesto la característica primordial<br />
de este director: resaltar lo estructural<br />
por encima de lo emotivo, no<br />
dejándose llevar nunca por la corriente<br />
GRANDES INTERPRETES<br />
musical. Los puntos claves de esta interpretación:<br />
racionalidad, claridad, lucidez,<br />
carácter dramático incisivo y certa distancia<br />
(que no frialdad) en determinadas<br />
escenas; los matices dinámicos están muy<br />
diferenciados y las acotaciones agógicas<br />
fielmente respetadas. En cuanto al equipo<br />
de cantantes, digamos una vez más<br />
que hoy no se podría encontrar otro<br />
igual: |on Vickers, de voz poderosa y flexible<br />
a la vez, hace una inteligente aproximación<br />
a Florestán: Christa Ludwig,<br />
algo apurada por razones obvias, encarna<br />
a una Leonora dramáticamente impecable<br />
y correctamente cantada, aunque,<br />
en opinión del abap firmante, no consiga<br />
alcanzar a la sentida y sufriente Leonora<br />
de Martha Módl o a la imponente<br />
de Kirsten Flagstad (ambas con Furtwángler);<br />
excelentes los tres bajos del registro:<br />
Frick, Berry y Crass, lo mismo que<br />
la pareja formada por Hallstein y Unger.<br />
Modélico el coro preparado por el irrepetible<br />
Wilhelm Pitz y magistral respuesta<br />
orquestal de la Philharmonia. En<br />
definitiva, otra diana del tándem Legge-<br />
Klemperer, lo cual implica que hay que<br />
hacerse necesariamente con esta grabación,<br />
que, como todas las aquí comentadas,<br />
ha ganado en el nuevo sistema de<br />
lectura por láser.<br />
fOTO- M*C DOMNIC<br />
SCHERZO 121
CRÁNDES INTERPRETES<br />
«Sehe jeder, wie er's treibe» (Que<br />
cada uno decida cómo hacerlas)<br />
Esta ata de Goethe nos viene como<br />
anillo al dedo para el espinoso y nunca<br />
def nitivamente resuelto tema de cómo<br />
aproximarse al mundo sinfónico de Beethoven;<br />
de hecho hay tantas recreaciones<br />
de Sinfonías como directores de las mismas<br />
han existido o existen. Recordemos<br />
a Furtwángler, a Vi<er, a Schuricht, a<br />
Szell. Ench Kleiber. Carlos Kleiber, Toscanini,<br />
Karajan I y II {III y IV mepr olvi-<br />
darse), Kubelik, Fricsay, Giulini, e incluso<br />
Celitodache, de quien se anuncia un nuevo<br />
ciclo para Decca en modalidad de<br />
Video-Disc (ya veremos, pues sabido es<br />
que el maestro rumano ha caldo vanas<br />
veces en la tentación de grabar alguna<br />
que otra obra, pera a la hora de escuchar<br />
las cintas del registra nunca quedaba<br />
satisfecho). Hemos mencionado las<br />
versiones que, a nuestro JUICIO, han sentado<br />
cátedra en Beethoven (también podríamos<br />
añadir a Stokowski, Sanderhng.<br />
Kempe. Jochum o Bemstem II). Natural-<br />
122 SCHERZO<br />
mente. el ciclo de Otto tClemperer con<br />
la Philharmonia {otra producción de VJa\ter<br />
Legge) se inscribe por derecho propio<br />
entre los anco o seis imprescindibles<br />
a pesar de sus aparentes singularidades<br />
interpretativas. Lo primero que llama la<br />
atención, los tempi elegidos para algunas<br />
sinfonías, impresionantemente lentos, sólo<br />
superados por algunos de Furtwángler,<br />
si bien los de éste son más vanados. Según<br />
Zurletti (I), en la Séptima encontramos<br />
en Klemperer los siguientes datos<br />
metronómicos:<br />
I 66, 69, 96. íl 54, 60. 66, 76, 60, 63.<br />
66. III 108, 60, 56, 56, 116. IV 63. 69, 63.<br />
«Confrontemos estos datos metronómicos<br />
con los de otras versiones. Ftor<br />
ejemplo, Erich Kleiber:<br />
I 69, 69, 100. II 66, 72, 69. 69, 76. 80.<br />
76, III 120. 50. 58, 56, 126. IV 66, 76, 72.<br />
Carlos Kleiber:<br />
I 66, 63, 100. II 72. 72, 69. 69, 72. 72.<br />
69. III 132. 63. 63, 63, 138. IV 72. 76, 76.<br />
Karajan:<br />
166,63, 104.1169. 72. 69. 69, 72. 72,<br />
69. III 120, 69. 56, 60, 120. IV 80, 80, 80.<br />
Furtwángler:<br />
I 54, 54. 96. II 56, 52, 56, 60. 63. 60,<br />
58. III 120, 44, 40. 46, 128. IV 69. 76, 69.<br />
Las diferencias son muy curiosas. La<br />
duración del primer movimiento es. en<br />
consecuencia: 12' en Klemperer, IO'45"<br />
en Erich Kleiber, H'25" en Carlos Kleiber<br />
(descontando el ntornello. que es el<br />
único en hacerlo), II'I8" en Kara|an y<br />
I2'52" en Furtwángler. Las duraciones<br />
del segundo movimiento son: 910" en<br />
Klemperer, 635" en Ench Kleiber, 8'02"<br />
en Carlos Kleiber, 7'58" en Karajan y<br />
IO'2I" en Furtwángler. Desgraciadamente<br />
no podemos determinar las diferencias<br />
de densidad sonora, que sobrepasarían<br />
incluso las de Furtwángler y<br />
pondrían de manifiesto el carácter particularmente<br />
pesante de la ejecución de<br />
Klemperer. También las fluctuaciones internas<br />
aparecen menos amplias que en<br />
los otros, casi arraigadas a un plano narrativo<br />
fundamental. Al final de la Séptima,<br />
como al final de la Heroica, tenemos<br />
la sensación de haber cumplido un itinerario<br />
de densidad única. La adopción de<br />
tempi generalmente uniformes, la extremada<br />
parsimonia en el uso de medios expresivos,<br />
la renuncia al ennoblecimiento,<br />
dan en Klemperer una particular idea de<br />
objetivismo, son una expresión de aquella<br />
objetividad que constituyó para muchos<br />
músicos de los años 30 el principal imperativo<br />
categórico.» (2)<br />
Todas las Sinfonías beethovenianas son<br />
en manos de Klemperer ejecuciones<br />
arrolladuras, interpretaciones para ser<br />
degustadas reposada y serenamente, que<br />
reflejan la personalidad decididamente<br />
dialéctica de este Maestro único. Así<br />
pues, ciclo imprescindible |unto a los de<br />
Furtwángler. Szell, Schuricht y las versiones<br />
sueltas de Ench Kleiber. Anotemos<br />
también el excelente sonido y la excelencia<br />
interpretativa de las obras que sirven<br />
de relleno (no cabe aqui sentido peyorativo)<br />
a las Sinfonías, sobre todo la intensa<br />
y monumental Gran Fuga.<br />
Un músico de 24 años y otro de 82<br />
La historia de la grabación de los Conciertos<br />
para piano y orquesta de Beelhoven<br />
por Daniel Barenboim y Otto<br />
Klemperer es bien conocida. De todas<br />
formas, y al coincidir básicamente con los<br />
juicios vertidos por el productor de estos<br />
registros, Suvi Ra| Grubb, en el libreto<br />
que acompaña al álbum, nos permitimos<br />
traducirlos en extracto para dar al<br />
lector una somera idea de la importancia<br />
de los mismos.<br />
«Cuando Klemperer grabó el Concierto<br />
de violín de Beethoven con Menuhin
en 1966. ya habia grabado la mayor parte<br />
de la música orquestal de Beethoven,<br />
exceptuados los Conciertos de piano.<br />
Siempre habla deseado grabar estas<br />
obras, y durante los años en los que colaboramos<br />
juntos habia hecho vanos proyectos<br />
que por una razón u otra no habia<br />
llevado a la práctica. Todavia no había<br />
aparecido el colaborador ideal de Klemperer<br />
para estos Conciertos. A la edad<br />
de 24 años. Daniel Barenboim habia alcanzado<br />
ya una gran reputación como<br />
músico de gran sensibilidad y poderosa<br />
imaginación en sus interpretaciones. En<br />
1966 firmó un contrato en exclusiva con<br />
EMI, realizando la primera grabación con<br />
nosotros en el mes de septiembre del<br />
mismo año. Este registro incluia tres de<br />
las Sonatas más populares de Beethoven,<br />
demostrando que era un intérprete excepcional<br />
de la música de este Maestro<br />
y un pianista cuyo talento musical igualaba<br />
al de Klemperer, ya que poseia la misma<br />
espontaneidad e igual sentido de la<br />
aventura con las que Klemperer se acercaba<br />
a una obra familiar, de modo que<br />
el oyente podía pensar que escuchaba la<br />
obra por primera vez.<br />
Klemperer habia oido hablar de la reputación<br />
de Barenboim, y cuando se encontraron<br />
se estableció en seguida entre<br />
ellos una importante compenetración. A<br />
principios de 1967, grabaron el Concierto<br />
K, 503 de Mozart, y poco después el<br />
mismo Klemperer insistia en preparar la<br />
grabación de los Conciertos de Beethoven.<br />
Los conciertos se grabaron en 9 sesiones<br />
y en orden inverso. Se grababan<br />
generalmente movimientos enteros, pues<br />
Klemperer, al igual que Barenboim, detestaba<br />
ser interrumpido y prefería corregir<br />
los errores realizando una nueva<br />
toma del movimiento completa Sólo el<br />
hecho de que el primer registro del Emperador,<br />
con todos sus pasajes particularmente<br />
difíciles, no sufriese repetición<br />
alguna nos da ¡dea de la unidad de visión<br />
de ambos artistas. Este director de<br />
82 años y este pianista, que no tenía ni<br />
siquiera la tercera parte de esa edad, estaban<br />
unidos por una obsesión común:<br />
encontrar el sentido profundo y la verdad<br />
de esta música tan querida a su<br />
corazón.»<br />
Digamos para finalizar este apartado<br />
que Barenboim y Klemperer lograron su<br />
sueño, y estas versiones han pasado a la<br />
historia como modelos representativos<br />
de una tradición Complemento idónea<br />
creemos que imprescindible, a las revolucionarias<br />
recreaciones de Gilels y Szell<br />
también para la empresa británica (próximamente<br />
serán reeditadas en compacto).<br />
Mozart, Bruckner y Richard Strauss<br />
El disco con Serenatas para instrumentos<br />
de viento del salzburgués es un impresionante<br />
estudio de claridad, hasta el<br />
punto de que se pueden diferenciar cada<br />
uno de los trece instrumentos en la<br />
Serenata K. 361 (sugerimos seguir con<br />
partitura esta audición). Otra vez hay que<br />
admitir la prioridad del sonido del compacto,<br />
comparado obviamente con el de<br />
un equipo normal de calidad standard.<br />
La Sexta de Bruckner siempre fue versión<br />
de referencia, o sea que poco tenemos<br />
que añadir, a no ser la recomendación<br />
calurosa del registro. En cuanto<br />
al disco Richard Strauss, ácido y expresionista,<br />
es otra de las lecciones magistrales<br />
de Klemperer, Tres grabaciones<br />
impresionantes que completan este espectacular<br />
lanzamiento. Esperamos próximas<br />
reediciones (Don Ciovanm,<br />
Séptima de Mahler. oberturas de Beethoven.<br />
etc.).<br />
Enrique Pérez Adrián<br />
Referencias de los discos comentados<br />
- J.S. BACH: Misa en Si menor. BWV.<br />
232. Agnes Giebel (sop. I), Janet Baker<br />
(sop. II. con.), Nicolai Gedda<br />
(ten.). Hermano Prey (bar.), Franí<br />
Crass (bajo). Coros de la BBC. Orquesta<br />
Nueva Filarmonía. Director:<br />
Otto Klemperer. EMI 7 63364 2. álbum<br />
de 2 discos ADD. Duraciones:<br />
67'29" y 68*11". Grabación: Kingsway<br />
Hall, Londres, octubre y noviembre<br />
de 1967. Productor: Suvi<br />
Raj Grubb. Ingeniero: Roben<br />
Gooch. Precio medio.<br />
- BEETHOVEN: ios 5 Conciertos para<br />
piano y orquesta. Fantasía para<br />
piano coro y orquesta. Daniel Barenboim<br />
(piano). Coro John Alldis. Orquesta<br />
Nueva Filarmonía. Director:<br />
Otto Klemperer. EMI 7 63360 2, álbum<br />
de 3 discos ADD. Duraciones:<br />
6T22". 77*17** y 64'11". Grabaciones:<br />
Abbey Road Studios. Londres,<br />
octubre-noviembre de 1967 y ¡unió<br />
de 1968. Productor: Suvj Raj Grubb.<br />
Ingeniero: Robert Gooch. Precio<br />
medio.<br />
- BEETHOVEN: Las 9 Sinfonías. Gran<br />
fuga. Op. 133. Música de escena de<br />
Egmont. Obertura de Prometeo. Aase<br />
Normo Lovberg (sop.}, Christa<br />
Ludwig (mei), Waldemar Kmentt<br />
(ten.), Hans Hotter (bajo). Coro y<br />
Orquesta Nueva Filarmonía. Direc-<br />
KLEMPERER<br />
tor: Otto Klemperer. EMI 63354/59<br />
2, 6 discos ADD. Duraciones:<br />
70'45". 73*21". 69*57", 67*32",<br />
68'56" y 71*57". Grabaciones realizadas<br />
en la Kingsway Hall y en los<br />
estudios Abbey Road, Londres, entre<br />
1957 y 1969, Productor: Walter<br />
Legge (Suvi Raj Grubb para la obertura<br />
Prometeo). Ingeniero: Douglas<br />
Larter. Precio medio.<br />
BEETHOVEN: Fidelio. Christa Ludwig,<br />
mez. (Leonora); John Vickers,<br />
ten (Florestán): Gottlob Frfck, bajo<br />
(Rocco); Walter Berry, bajo (Don<br />
Pizarro); Franz Crass. bajo (Don Fernando);<br />
Ingeborg Hallstein, sop.<br />
(Marrelline); Gertiard Unger, ten. (Jaquino).<br />
Coro y Orquesta Filarmonía.<br />
Director: Otto Klemperer. EMI 7<br />
69324 2, álbum de 2 discos ADD.<br />
Duraciones: 56'39" y 71*32". Grabación:<br />
Kingsway Hall, Londres, febrero<br />
y mano de 1962. Productor:<br />
Walter Legge. Ingeniero: Douglas<br />
Larter. Precio medio.<br />
BRUCKNER: Sinfonía n° 6 en La<br />
mayor Orquesta Nueva Filarmonía.<br />
Director: Otto Klemperer. EMI 7<br />
63351 2. ADD. Duración: 54"54".<br />
Grabación: Kingsway Hall. Londres,<br />
noviembre de 1964. Productor; Peter<br />
Andry, Ingeniero: Robert Gooch.<br />
Precio medio.<br />
MOZART Serenatas para instrumentos<br />
de viento, K. 361 y K. 375. Conjunto<br />
de Viento de Londres.<br />
Conjunto de Viento de la Orquesta<br />
Nueva Filarmonía. Director: Otto<br />
Klemperer. EMI 7 63349 2, ADD.<br />
Duración: 75"29". Grabaciones: Estudios<br />
Abbey Road, Londres, diciembre<br />
de 1963 y noviembre de 1971.<br />
Productores; Ronald Kinloch Anderson<br />
y Suvi Raj Grubb. Ingenieros:<br />
Douglas Larter y Michael Gray. Precio<br />
medio.<br />
R. STRAUSS: Don Juan, Op. 20.<br />
Muerte y transfiguración. Op. 24. Salome.<br />
Op. 54 (Danza de los siete velos).<br />
Metamorfosis para 23 instrumentos<br />
de cuerda. Orquesta Filarmonía,<br />
Director: Otto Klemperer.<br />
EMI 7 63350 2, ADD. Duración:<br />
76'46", Grabaciones: Kingsway Hall,<br />
Londres, entre 1960 y 1961. Productores:<br />
Walter Legge y Walter Jellinek.<br />
Ingenieros: Douglas Larter y<br />
Neville Boyling. Precio medio.<br />
(I) Michetangelo Zurletti. La dirtzione d'Orchestra,<br />
Flwenea. 1985. pigi. 190-191.<br />
12) Zurleui. Id., pígs. 191 y 191.<br />
SCHERZO 123
JAZZ<br />
Las encuestas suelen engañar Cualquiera<br />
que sea su contenido o su ob-<br />
|etivo, no son casi nunca de fiar. La<br />
que Down Seat —una de las revistas especializadas<br />
que goza de más prestigio e<br />
influencia entre la gente del |azz a pesar<br />
de su disminuida seriedad— organiza cada<br />
año entre sus lectores, no es ninguna<br />
excepción. No es que su Readers Fbll<br />
mienta descaradamente, pera de manera<br />
casi inevitable entrega los primeros<br />
puestos a músicos y productos discográficos<br />
altamente sospechosos. Los ganadores<br />
de cada categoría son normalmente<br />
individuos que, convertidos en figuras, se<br />
empeñan en hacer concesiones que dañan<br />
su valor artístico. Y si no. se encargarán<br />
de ello los promotores en su afán de<br />
aumentar constantemente la venta produciendo<br />
una música que. en muchos casos,<br />
resulta una caricatura de lo que es<br />
o debiera ser el |azz. ba}o el siempre discutible<br />
pretexto de seguir una supuesta<br />
exigencia masiva,<br />
De este modo se ven condenados a la<br />
segunda o tercera fila una larga serie de<br />
jazzmen que forman la vanguardia sin la<br />
cual no puede progresar la música. Les<br />
cuesta salir de esta sombra, y la mayoría<br />
no lo consigue nunca, Rsro sobreviven y<br />
tienen el apoyo de un público tan fiel como<br />
minoritario que afortunadamente parece<br />
aumentar paulatinamente.<br />
Bien es verdad que consuela ver la orquesta<br />
del pianista Sun Ra en el primer<br />
puesto del último Fbll publicado hace escasas<br />
semanas. Su álbum más reciente,<br />
grabado en diciembre de 1988, fi'ue Delight<br />
(A&M CD 5260). es todo un acontecimiento<br />
A la banda de Sun Ra le siguen<br />
a gran distancia las formaciones obsoletas<br />
de tres líderes ya fallecidos (Count Basie.<br />
Mel Lewis y Gil Evans), y la lista no<br />
incluye novedad alguna. Lo mismo ocurre<br />
con la casi totalidad de secciones, y<br />
es lamentable ver. por ejemplo, un ya desprestigiado<br />
Osear Fteterson como vencedor<br />
entre los pianistas, con tantos votos<br />
que los nuevos talentos Marcus Poberts.<br />
Gen Alien, Mulgrew Miller, Don Pullen y<br />
Kenny Kirkland suman entre ellos.<br />
Muchos nombres de enorme peso para<br />
el af donado europeo no parecen existir<br />
para los lectores de la mencionada<br />
revista americana. Tal es el caso del grupo<br />
Quest y sus cuatro componentes: el<br />
saxofonista David Liebman, el pianista Richard<br />
Beirach, el contrabajista Ron<br />
McCIure y el batería Billy Hart. Ninguno<br />
de ellos figura entre los diez primeros<br />
puestos de sus respectivas categorias. Y,<br />
124 SCHERZO<br />
Episodios<br />
sin embargo, es aquí, y en otras formaciones<br />
similares, donde se cuece el jazz<br />
más interesante, en el umbral de la nueva<br />
década. Buena prueba de ello tuvimos<br />
hace un par de meses cuando Quest nos<br />
visitó ofreciendo un concierto tan memorable<br />
como aquel que dio en el madrileño<br />
Club San Juan Evangelista el año<br />
anterior.<br />
Esta importante formación lleva ya diez<br />
años funcionando como una cooperativa<br />
donde no hay un músico que destaque<br />
sobre otro Sus miembros han tenido<br />
un desarrollo musical y personal bastante<br />
similar. De allí vienen la fuerza y la frescura<br />
de la música que producen, libre de<br />
los clichés que abundan en el jazz de la<br />
actualidad, basada en un vocabulario co-<br />
D Liebrmn. R McCIure. R Beirsch y B Htrt forman Quest.<br />
mún y un nivel muy alto de comunicación.<br />
Los cuatro norteamericanos participaron<br />
en el IX Seminario Internacional de<br />
jazz que en el mes de noviembre organizó<br />
el Taller de Músicos, en El Escorial. Allí<br />
mostraron sus dotes pedagógicas ante<br />
unos setenta alumnos, y tuvimos la ocasión<br />
de charlar con ellos. Dejemos a los<br />
dos fundadores del grupo, Liebman y Beirach,<br />
explicar el origen de su formación<br />
y el carácter de la música que crea.<br />
Beirach: Quesí es realmente la continuación<br />
de un dúo que Dave y yo mantuvimos<br />
durante aproximadamente veinte<br />
años. Empezamos a tocar juntos en el año<br />
1969 en su loft (buhardilla) de Nueva York<br />
(en aquella época existía lo que se llamaba<br />
loft/azz) y tocábamos sin cesar hasta<br />
que finalmente lanzamos nuestro primer<br />
álbum en dúo, en el año 1975, paca el sello<br />
Honzon. Se titulaba Forgotten Fanta-<br />
sies. Quest siempre se ha movido en un<br />
ambiente musical que es como una prologactón<br />
de los conceptos de un dúo,<br />
puesto que hemos tocado juntos, y el dúo<br />
en sí va un poco más allá en cuanto a lo<br />
conceptual. En el transcurso de tres o<br />
cuatro años esa música y esos conceptos<br />
se han inclinado hacia un cuarteto. Quest<br />
ha atravesado dos o tres encarnaciones<br />
diferentes. La primera de ellas fue con el<br />
bajista George Mraz y el batería Al Foster.<br />
Luego Eddie Gómez tocó con nosotros<br />
durante una época hasta que Mraz<br />
se voh/ió a integrar. Billy Hart se unió al<br />
grupo después de Foster, y finalmente<br />
Ron McCIure sucedió a Mraz en el año<br />
1984. Desde esa fecha hemos seguido<br />
siendo los mismos...<br />
Liebman: la filosofía de nuestro grupo<br />
es que todos somos iguales, que todos<br />
procedemos de la misma generación,<br />
que todos disfrutamos de las mismas influencias,<br />
respetamos la misma música y<br />
tenemos unos valores muy similares, parecidos<br />
a los valores que tendrían hombres<br />
de nuestro mismo grupo de edad.<br />
Esa es la fuerza de Quest, es decir, es más<br />
bien un grupo de personas iguales que un<br />
grupo donde existe un personaje más importante<br />
que los demás, y músicos de<br />
menor edad que le acompañan, teniendo<br />
mucha capacidad de trabajo pero menos<br />
experiencia. Todos nosotros somos<br />
la experiencia de este grupo, y todos intentamos<br />
mantener viva esa tradición de<br />
jazz. De ahí precisamente viene la palabra<br />
Quest, que es buscar, investigar, averiguar...<br />
Cada vez que se toca, se crea una<br />
nueva experiencia. No tenemos un show,
a decir verdad tenemos muy poca música<br />
programada, sólo el 10% de ella se escribe<br />
o se compone, se especifica, e<br />
incluso está música cambia de una vez a<br />
otra. Fbr lo tanto, es un grupo en la tradición<br />
que nos encanta, es decir: jazz basado<br />
en la improvisación.<br />
Beirach: La mayoría del jazz de los años<br />
60 era como éste. Es decir, el que tocaba<br />
Miles Davis o John Coltrane o Bill<br />
Evans o Thelonious Monk u Omette Coleman,<br />
y que casi siempre era la inversa<br />
de la música que normalmente se buscaba.<br />
Ellos buscaban elementos nuevos, pero<br />
poco a poco se volvieron más<br />
conservadores, y ahora nosotros somos<br />
la excepción.<br />
Para estos dos magníficos instrumentistas<br />
no hubo durante los años de juventud<br />
y aprendizaje mejor cosa que hacer<br />
en este mundo que calcar a sus respectivos<br />
maestras —John Coltrane por un lado,<br />
y por otro Bill Evans y Paul Bley, sobre<br />
todo. Ambos lo reconocen con toda sinceridad.<br />
Liebman: Todos sabemos lo difícil que<br />
resulta encontrar su propio camino y desarrollar<br />
una personalidad. Yo. al menos,<br />
confieso que Coltrane fue mi gran influencia<br />
y que le imité. Muchos no admiten esto.<br />
Pero he de decir también que creo<br />
haber podido apartarme de su sombra<br />
durante los últimos diez años. He aprendido<br />
su música enteramente, de arriba a<br />
abajo, justamente para encontrar mi propia<br />
expresión que creo que es el proceso<br />
correcto, artísticamente hablando, ya<br />
que a la larga consigues una gran base fundamental<br />
para actuar. En Coltrane había<br />
algo espiritual, un valor que va más allá<br />
de las palabras, un cometido a la música,<br />
una sinceridad, una profundidad, una seriedad<br />
que he valorado por encima de<br />
toda Realmente fue la fuerza de empuje<br />
que me indujo a tocar tanto de forma<br />
emocional como de inspiración. En él la<br />
energía estaba enfocada de manera increíble,<br />
y me gusta mantenerlo asi. Sigue<br />
siendo un ideal para mí.<br />
Beirach; Todos somos una suma de<br />
aprendizajes, y no hay nada malo en ella<br />
Estamos influidos por todo lo que hemos<br />
hecho, visto y oído en nuestras vidas.<br />
Cuando estudias la música, estudias el<br />
punto de partida de la misma. Yo toqué<br />
música clásica desde los seis hasta los trece<br />
años. ¡Ni siquiera había oído hablar de<br />
jazz hasta que cumplí los trece años! Muchas<br />
de mis influencias —Webern, Hindemith.<br />
Satie, Paul Bley. Lennie Tristano...—<br />
son oscuras en comparación con la importancia<br />
que John Coltrane ha tenido<br />
para todos nosotros. Con Tristano estudié<br />
durante seis meses durante mi adolescencia,<br />
y fue una experiencia muy dura.<br />
El era la primera persona que me dijo que<br />
yo realmente no podía tocar, que no tenia<br />
idea de lo que estaba hacienda El era<br />
el primero que me criticó severamente,<br />
y fue algo absolutamente necesario para<br />
mí. Me hizo cantar los solos de Lester<br />
Young, las canciones de Billie Holiday y<br />
Frank Sinatra. Dave también estudió con<br />
Tristano. y estará sin duda de acuerdo<br />
conmigo en que éramos demasiado jóvenes<br />
e inmaduros. Su sentido del tiempo<br />
era, por ejemplo, muy sofisticado, muy<br />
parecido a Charlie Parker que básicamente<br />
era el único que respetaba. La forma<br />
en que usó la mano derecha sigue teniendo<br />
una influencia en mí hoy en día... Pero<br />
no sólo estudié con Tristano o con la<br />
música de Parker, sino que empecé con<br />
Bach, incluso con la época previa a Bach,<br />
Orlando Lassus y Orlando Gibbons, por<br />
ejemplo, para luego progresar hasta<br />
Stockhausen.<br />
Hace un par de años. David Liebman<br />
publicó un fascinante libra (Self-portrait<br />
of a ¡azz-artist, Advanee Music 1988) que.<br />
aparte de describir su carrera, incluye sus<br />
pensamientos acerca del desarrollo del<br />
jazz. Su lectura nos ayuda a conocer mejor<br />
a este gran músico, pero más importante<br />
aún es naturalmente escuchar sus<br />
numerosas grabaciones. Cada una de ellas<br />
revela un singular artista rabiosamente entregado<br />
a su música. Son obras impregnadas<br />
de una pulida dicción y una<br />
impresionante coherencia, llenas de ritmos<br />
complejos, cambios bruscos y significativos<br />
silencios. Su sonido en el saxo<br />
soprano es claro y directo, a menudo intensamente<br />
lírico, con una notable preferencia<br />
por los agudos, mientras que su<br />
estilo en el tenor suele ser mucho más<br />
vehemente rozando a veces lo angustiosamente<br />
rabiosa<br />
En Beirach volvemos a descubrir la riqueza<br />
armónica y el delicado fraseo de<br />
Bill Evans, unidos a un gusto evidente por<br />
la libertad tonal muy a la manera de Paul<br />
Bley. Saxo y piano logran crear un ambiente<br />
denso, junto con sus dos compañeros<br />
que les apoyan con inteligencia y<br />
flexibilidad —Ron McCIure con su amplio<br />
sonido al contrabajo y Billy Hart con su<br />
fraseo percusivo y su juego sutil o potente,<br />
según el material elegida<br />
Los cuatro miembros de Quest, todos<br />
ellos técnicamente impecables, se muestran<br />
siempre capaces de adaptarse al contexto<br />
y de mantener intacta su aportación<br />
creativa. Escucharles en un club de Nueva<br />
York, donde el cuarteto toca con mayor<br />
concentración, si cabe, que en<br />
Europa, y con frecuencia se convierte en<br />
quinteto o incluso sexteto resulta una experiencia<br />
maravillosa que se recomienda<br />
a todo buen aficionada<br />
Ebbe Traberg<br />
Discografía<br />
seleccionada<br />
E-JAZZ<br />
DAVID LIEBMAN<br />
(nacido el 4 de septiembre de 19-46. en<br />
Brooklyn, Nueva York)<br />
First Visit. West 54-8012 (1973)<br />
Lookout Farm. ECM 1039 (1973)"<br />
Open Sky Trio: Sptrit In The Sky, P.M. PMR<br />
003 (1973)<br />
forgotlen íanüsies. A4M Monzón SP 709<br />
(1975)'<br />
Pendulum, Artist s House AH 8 (1978)<br />
Dedkations. CMP 9 (1979)<br />
Dom't It Agam. Timeless 101-10 (1979)<br />
'The Opal Heirt. En(a 3065 (1979)<br />
If They Only Knew, Timeless 151 (1980)<br />
Quest. Palo Alto 8061 (1981)*<br />
Mentones. Dreams, Refíections, RM. PMR<br />
022 (1981)<br />
Double Edhe. Storyville SLP 4091 (1985)"<br />
ñcture Show RM. PMR 023 (1985)"<br />
The Duo Uve, Advance Music 86101 (1985)"<br />
The Lonelmess Ofi Long Distance Runner<br />
CMP 24 (1985)<br />
Quesr II, Storyville 4132 (1986)-<br />
Homage To/ohn Coltrane, OWL046(1987)<br />
A Tribute To/ohn Coltrane, Paddie Wheel<br />
K28P-6473 (1987)*<br />
Quest/Midpoint. Storyvílle SLP 4121 (1987)*<br />
Quest/NY.Nites. PAN Music PM-IIOi (1988)*<br />
Tno+One. OWL 051 (I9B8)<br />
(': con Richard Beirach)<br />
con ELVIN JONES-<br />
Genestó, Blue Note 84369 (1971)<br />
Merry Go Round, Blue Note 84414 (1971)<br />
Mr. yones, Blue Note LA II0-F (1972)<br />
Uve At The Ltfythouse. Blue Note LA OIS-G<br />
(1972)<br />
The Mam forcé. Vanguard 79372 (1976)<br />
Earth jones, Paolo Alto 8016 (1981]<br />
con MILES DAVIS:<br />
On The Comer, Columbia KC 31906 (1972)<br />
Geí Up With It. Columbra PG 33236 (1974)<br />
con MIELS-HENNING ORSTED PE-<br />
DERSEN:<br />
Dancing On The Tibies, SteepleChase SCS<br />
1125 (1979)<br />
con TEO MACERO:<br />
Impreííions Of Charles Mingus, Palo Alto<br />
8065 (1981)<br />
con KIP HANRAHAN:<br />
Coupe De Tete. American Clavé 007 (1987)<br />
con TOLVAN BIG BAND:<br />
Guided Dream. Dragón 120 (1985)<br />
con BILLY HAPT:<br />
Rab, Gramavision 18-8802 (1987)<br />
RICHARD BEIRACH<br />
(nacido el 23 de mayo de 1947. en Nueva<br />
York)<br />
fon. ECM 1179 (1980)<br />
Elegy For Bill Evans. Palo Alto 8065 (1981)<br />
Breathmg Of Statues. Magenta MA-O2O2<br />
(1983)<br />
Antárctica. Patríinder (1986)<br />
con JOHN SCOFIELD:<br />
Uve. Enja 3013 (1977)<br />
con ¡OHN ABERCROMBIE<br />
Abercrombie Quartet, ECM 1164 (1979)<br />
M. ECM 1191 (1980)<br />
SCHERZO 125
ALTA FIDELIDAD<br />
Ecualizador Ecler<br />
Los aficionados a este género de objetos<br />
disponen de una novedad importante,<br />
el modelo QEM 16-2 de 16 bandas de<br />
octava por canal según la norma ISO, que<br />
permite un margen de amplificaciónatenuación<br />
de 12 dB en cada una de ellas.<br />
Las principales características de este<br />
nuevo ecuahzador son. potenciómetros<br />
de ganancia de cada banda, conmutadores<br />
bypass con indicadores luminiscentes,<br />
LED indicador de clip a +17 decibelios,<br />
entradas y salidas balanceadas con conectores<br />
XLR 3, filtro subsónico conmutable<br />
y sistema de Q constante.<br />
El nuevo ecualizador se presenta en<br />
módulo rack de 19 pulgadas de anchura.<br />
CL> 40<br />
Amplificador wegr
Nuevo sistema Dolby<br />
El llamado sistema S vendrá a ser la versión doméstica del<br />
sistema SR (Spectral recordmg System). Dolby preconiza<br />
que con este sistema de reducción de ruidos las pletinas a<br />
cassette van a igualar e incluso superar al resto de las<br />
fuentes de sonido de tipo analógico. Este método es el<br />
resultado de vanos años de minuciosa investigación en los<br />
Laboratorios que Dolby tiene instalados en San Francisco.<br />
Del nuevo sistema se predica que va a mejorar los<br />
resultados obtenidos por el va consagrado Dolby C, y<br />
comprende varias de las técnicas utilizadas en el sistema SR<br />
y muy en particular el procedimiento Spectral Skewmg, un<br />
sistema complementario record/play que se centra en las<br />
ba|as y altas frecuencias básicamente. Otra faceta del<br />
invento es denominada Antisaturatton. Viene a consistir en<br />
que en las altas frecuencias, que- es donde el ruido se hace<br />
más patente y molesto se van a emplear bandas de<br />
reducción fijas y deslizantes, mientras que en las bajas<br />
frecuencias, donde el ruido se hace menos patente se va a<br />
emplear una sola banda fija de reducción.<br />
Se dice del nuevo invento que se va a traducir en menores<br />
niveles de distorsión y una reproducción ambiental de<br />
mejor calidad que lo hasta ahora oído. En lo que concierne<br />
a cifras, el sistema S podrá conseguir un nivel de reducción<br />
de 10 dB en bajas frecuencias y de 24 dB en el nivel de<br />
agudos. Los prototipos que incorporan el sistema de<br />
reducción Dolby S han sido ya presentados en la CES de<br />
Las Vegas, celebrada en los primeros días de enero.<br />
CD Video 195 di<br />
La denominación Laser-Disc (LC), con<br />
la que se conoce un sistema de audio y<br />
video en disco óptico, ha pasado a ser<br />
de dominio público por voluntad de la<br />
empresa creadora de ese sistema: Pioneer<br />
Electronic Co. Esta firma únicamente<br />
quedará como propietaria exclusiva del<br />
logotipo de LD, mientras que el término<br />
podrá ser utilizado por cualquier fabricante<br />
de este formato sin tener que abonar<br />
regalías. Como se sabe. Pioneer ha puesto<br />
en el mercado un reproductor univer-<br />
Láser CD<br />
sal de discos compactos con lectura láser<br />
que comprende los formatos Compact-<br />
Disc (CD), Compact-Disc-Video (CDV) y<br />
Laser-Disc (LD).<br />
Fbr otro lado, la firma Philips ha lanzado<br />
el CDV 495, en el que se aunan las<br />
calidades del audio con el video, en una<br />
fórmula que está teniendo una amplia<br />
acogida en el mundo entero. El CDV 495,<br />
por sus características, es un reproductor<br />
que ofrece al público novedades<br />
auténticamente interesantes.<br />
ALTA FIDELIDAD<br />
Pjpt¿lt¿¡ OHM MR I6O1<br />
OHM: pantallas acústicas<br />
Se trata de las pantallas acústicas MR-I6O1. Estas pantallas<br />
de tan solo 28x19x18. y con un peso de 2,5 kg., soportan<br />
potencias hasta 50 vatios. Su impedancia es de 16 Ohms y<br />
su respuesta de frecuencia se sitúa entre los 110 Hz y los<br />
20 KHz. Al decir de su fabricante debido a su respuesta de<br />
frecuencia muy plana, estas pantallas pueden utilizarse sin<br />
ecualizador. Dice también su fabricante que su uso resulta<br />
muy adecuado para divulgar la señal procedente de un<br />
micrófono. La firma OHM está representada en España por<br />
ECLER-<br />
Así. entre sus funciones se cuenta la de<br />
selección de pistas favoritas (FTS), mediante<br />
la cual el reproductor asigna un número<br />
de identificación al disco favorito.<br />
Cuando se quiera escuchar o contemplar<br />
éste basta con introducir el disco, ya sea<br />
CD o CDV, y el aparato reproducirá las<br />
pistas seleccionadas. Otra de las prestaciones<br />
es la reproducción aleatoria (RAN-<br />
DOM), mediante la cual se pueden reproducir<br />
en una secuencia aleatoria las pistas<br />
de los discos CD y CDV. Existen también<br />
las posiciones prefijadas, en un total<br />
de 10. que se utilizan para la programación<br />
de prestaciones específicas, activadas<br />
automáticamente por el reproductor.<br />
Cada posición se prefija a voluntad mediante<br />
el mando a distancia y el display<br />
visualizador en pantalla.<br />
El CDV 495 está dotado del nuevo Sistema<br />
Láser CDM-10, cuya clave es el procesador<br />
de señales de video TEA 7650H.<br />
en cuyos 19 mm' están almacenados<br />
unos 2.000 componentes individuales, es<br />
decir, con una densidad de almacenamiento<br />
tres veces superior a la normal.<br />
El TEA 750H utiliza un suministro de 5V<br />
y la temperatura de funcionamiento está<br />
por debajo de 100 C. También incorpora<br />
el sistema de compensación perpetua<br />
MTF (Función de Transferencia de Modulación),<br />
que permite que se mantenga<br />
constante el equilibrio de imagen.<br />
SCHERZO 127
ALTA FIDELIDAD<br />
ART: Un pura sangre inglés<br />
Sólo hay una cosa válrda en arle lo que no se puede<br />
explicar. (Braque)<br />
Como si de un regalo de Navidad<br />
se tratara, los aficionados a la Hifi,<br />
especialmente a las válvulas, vemos<br />
estos días ampliada la ya extensa familia<br />
asentada en España, con una nueva aportación,<br />
la firma inglesa ART. Empresa artesanal.<br />
como resulta frecuente en el<br />
Reino Unido, produce dos previos y tres<br />
etapas de potencia.<br />
El presente artículo se centra exclusivamente<br />
en el modelo pequeño de las<br />
etapas de potencia, 25 Vatios por canal,<br />
¿para qué más? Hubiera sido mi intención<br />
realizar el análisis del conjunto previoetapa,<br />
mas un imprevisto de última hora<br />
no ha permitido que esto fuera asi. Informar,<br />
no obstante, en cuanto al previo<br />
se refiere que éste ha sido analizado por<br />
un afortunado poseedor de un Audio Research<br />
SP II (rey entre reyes), informándome<br />
sobre la bondad del presente<br />
diseño en términos absolutos; todo una<br />
confesión entre audiófilos no encadenados<br />
a ideas prefijadas.<br />
Construcción y características técnicas<br />
No puede hablarse sino de un magnífico<br />
acabado, manufacturado con sumo<br />
cuidado en todos y cada uno de sus detalles.<br />
Los transformadores perfectamente<br />
blindados, el chasis con la robustez precisa<br />
a fin de soportar las temperaturas<br />
pertinentes. El interior revela asimismo,<br />
componentes de máxima calidad. Todo<br />
ello, nos induce a suponer un buen sonido<br />
al tiempo que una larga vida para el<br />
ingenio. Insistir que las etapas de válvulas<br />
están sometidas a temperaturas elevadas,<br />
con lo cual sufren más que cualquier otro<br />
componente de la cadena, la exigencia de<br />
una robusta construcción es imperiosa.<br />
El diseño posee una estructura doble<br />
mono, a fin de conseguir una óptima imagen<br />
estéreo y una adecuada separación<br />
entre canales. Los transformadores, perfectamente<br />
blindados, como se dijo, son<br />
ultralmeales; los mejores, sin duda, al<br />
tiempo que los más costosos en fabricación,<br />
en tanto que su desarrollo es más<br />
exigente en los entrehierros y los bobinados,<br />
obviamente más elevados en precio<br />
también, pero en definitiva superiores<br />
en prestaciones.<br />
Las válvulas reguladoras de comente lo<br />
constituyen dos ECC82 y dos ECC83,<br />
cuatro EL34 las encargadas de suministrar<br />
la potencia en sí. Todas ellas encontrables<br />
con facilidad en cualquier comercio especializado,<br />
a fin de reponerlas cuando con<br />
128 SCHERZO<br />
los años hayan agotado su vida, y sin ningún<br />
problemas de ceses de fabricación.<br />
Sobre el tema de la potencia cabe detenerse.<br />
Dos EL34 por canal, son capaces<br />
per se de suministrar una potencia entre<br />
38 y 50 vatios; sin embarga la etapa ART.<br />
trabajando en ultralmeal suministra solamente<br />
25 vatios en pura clase A y si se<br />
opta por la fórmula triodo ésta se reduce<br />
aún más hasta los 15 vatios. El fabricante<br />
aconseja el uso de esta última<br />
opción, a través de un conmutador posterior,<br />
si se pretende acceder a la máxima<br />
calidad. Parece ser que el triodo<br />
constituye la fórmula ideal conocida de<br />
amplificación. abandonada en cierto modo<br />
en base a conseguir mayores potencias<br />
con los mismos elementos: si<br />
pensamos, asimismo, que la EL34 goza de<br />
la fama de constituir la más musical de<br />
las válvulas, suponer, a pnon. encontrarnos<br />
ante el sistema más perfecto de amplificación<br />
disponible no resulta atrevido.<br />
Ror último, para aquellos que se sientan<br />
alarmados con la modesta cifra de 15 vatios<br />
debemos asegurar rotundamente la<br />
capacidad de producir presencias sonoras<br />
importantes desplazando un poco<br />
más el volumen del previo. El trauma del<br />
buscador de vatios (kilovatios en ocasiones)<br />
resulta obsesivo, merecería la pena<br />
profundizar desde estas lineas en el tema,<br />
a fin de aclarar muchos conceptos<br />
desfigurados.<br />
El conjunto, para terminar, se remata<br />
con una estupenda placa con el nombre<br />
y modelo, lo cual le imprime una elegancia<br />
de la cual, en ocasiones, se hallan distantes<br />
los modelos ingleses.<br />
Musicalidad<br />
Afirmar de entrada que nos encontramos<br />
ante un pura sangre inglés. Se advierte<br />
inmediatamente la dulzura tan agradable<br />
al oido del llamado sonido inglés;<br />
sobre el tema existen lógicamente controversias;<br />
Alemania produce su sonido.<br />
1 también Francia. Estados Unidos e Inglaterra<br />
poseen igualmente el suyo propio<br />
(Cuál es el ideal?, cada cual siente más afinidad<br />
por cada uno sobre la base de su<br />
propia personalidad; he observado, no<br />
obstante, sin sentar cátedra, que los<br />
amantes de la llamada música clásica sienten<br />
más inclinación por las fórmulas inglesas<br />
en términos generales; confieso<br />
hallarme entre estos últimos.<br />
Se trata, asimismo, de un sonido puro<br />
de válvulas. La polémica válvula-transistor,<br />
con sus defensores y sus detractores se<br />
suscita de nuevo. Existen fórmulas de válvulas<br />
muy controladas, manipuladas de modo<br />
que se aproximen bastante al sonido<br />
transistor, inclusive, existen fórmulas de<br />
tecnología híbrida que pretenden gozar<br />
de ambas virtudes simultáneamente. La<br />
etapa ART posee el sonido puro de válvula<br />
por el que confieso poseer más afinidad<br />
y predilección, aun reconociendo<br />
sus VICIOS y defectos, que los tiene lógicamente.<br />
Como en todo, hay que tomar<br />
partido, ya que el instrumento perfecto<br />
no existe.<br />
Goza la presente etapa de un sonido<br />
muy natural, con una Imeahdad destacable,<br />
recorre la gama de frecuencias desde<br />
el extremo grave al alto agudo de<br />
modo totalmente ejemplar. Su capacidad<br />
de ofrecernos los sonidos más graves, llegando<br />
hasta las octavas más bajas hace<br />
preciso disponer de un buen sistema de<br />
cajas, capaz de controlarle suficientemen-
te. Asismismo, su recorrido por la gama<br />
de frencuencias se produce de un modo<br />
totalmente suelto, no apelmazando ni<br />
tampoco discontinuo como acostumbran<br />
numerosos transistores.<br />
Existen virtudes que llevadas a exceso<br />
se convierten en defectos de ultracorrección.<br />
tal es el caso de la transparencia y<br />
la eficacia. La música, no cabe duda, posee<br />
una gran transparencia, sin embargo<br />
al tiempo es entretelada y compacta,<br />
¿dónde se halla el punto óptimo? En cierto<br />
modo, el abuso de estas cualidades acaban<br />
por deshumanizar la música, ya que<br />
como humana que es debe ser imperfecta,<br />
incurre en frialdad y el oído, en última<br />
instancia acaba por detectarla. La<br />
etapa objeto de este estudio no goza de<br />
gran transparencia pera confieso que me<br />
he aproximado más a la música que con<br />
otras muchas fórmulas analizadas, Tampoco<br />
puede hablarse de un sonido apelmazado<br />
ni perezoso, ni mucho menos,<br />
simplemente ¡en su punto!<br />
Destaca el ambiente generado, la sensación<br />
de volumen que envuelve, el efecto<br />
estéreo conseguido es soberbio.<br />
Cualidad que aunada con la anteriormente<br />
comentada nos puede permitir una escucha<br />
prolongada, sin fatiga.<br />
En definitiva, el equilibrio logrado es encomiable.<br />
todos aquellos que buscamos<br />
una fórmula real, sin ficciones ni exceso<br />
podemos hallarnos ante una opción.<br />
Pruebas realizadas<br />
Resulta curioso casar los componentes<br />
de unas firmas con otras a fin de constatar<br />
las diferentes identidades del conjunto.<br />
Como plato he empleado tres: Un<br />
Thorens 521 Super con brazo SME 3012.<br />
un Linn Sondek LPI2 con brazo Itokk y<br />
un Pink Triangle con brazo SME Serie V:<br />
confieso mi debilidad por la fórmula Thorens.<br />
aun a sabiendas de ir contra corrien-<br />
te de opinión; la dulzura, suavidad y<br />
realismo ofrecido por éste me resultan<br />
gratas en extrema mas la superioridad del<br />
Pink Tnangle aplastó (existe proyecto de<br />
elaborar un dosier sobre esta joya tan poco<br />
conocida en España).<br />
Las cápsulas examinadas han sido la excelente<br />
Denon 103, antigua pero insustituible,<br />
que cierra la fórmula Thorens de<br />
un modo absolutamente fantástica y una<br />
Van den Hull Me one montada en el Lmn<br />
y en el Pink. Con la etapa analizada ha resultado<br />
más de mi gusto ésta última (quizá<br />
más debido a la combinación cápsula<br />
plato que a la • combinación i cápsulaetapa).<br />
He combinado, asismismo, ia etapa presente<br />
de este estudio con un previo<br />
Counterpoint SA 7, un Conrad Jhonson<br />
Pv5 y un Croft Mega Micro: con el primero<br />
he obtentdo resultados satisfactorios<br />
con música más ligera, mas con gran<br />
orquesta y ópera se han desenvuelto mejor<br />
los dos últimos; globalmente el Croft<br />
me resulta más equilibrado y agradable,<br />
con una naturalidad pastosa.<br />
Fbr último, las cajas han sido los modelos<br />
SPI y SIDO, ambas de la firma Spendor<br />
y ambas fantásticas.<br />
Globalmente, cualquiera de las combinaciones<br />
han gozado de su atractivo. En<br />
ningún momento la etapa ART ha mostrado<br />
inferioridad en relación con el resto<br />
de los componentes.<br />
Resumiendo, hay que dar la bienvenida<br />
a una tecnología totalmente equilibrada<br />
y homogénea en todas sus partes, con<br />
un precio, todo hay que decirla 180.000<br />
pts, simplemente sin rival a la vista del resto<br />
de componentes ofrecidos en España;.<br />
una relación cal i dad-precio sin precedente.<br />
Buenos augurios para tan excelente<br />
producto del cual podremos disfrutar en<br />
el futuro.<br />
Relación de discos con los cuales han sido realizadas las pruebas.<br />
BACH.<br />
MAHLER ..<br />
MOZART<br />
jOSQUIN<br />
PURCELL<br />
RAMEAU<br />
STRAUSS<br />
TELEMANN<br />
PROKOFIEV<br />
VERDI<br />
WAGNER<br />
Francisco Gutiérrez<br />
Conciertos clave y orquesta. Trevor Pinnock. ARCHIV. Conciertos<br />
para violín. Alice Harnoncourt. TELDEC, Obra para órgano. Peter<br />
Huríord. DECCA.<br />
Sinfonía N.° 9, Giulini. DG.<br />
Divertimentos para cuerda. Octeto de viena. DECCA.<br />
Misas Tallis Scholars. GIMMELL.<br />
Oda para la Reina Mary. Gardiner. ERAÍQ<br />
Obra para cámbala Kenneth Gilberi. ARCHIV.<br />
Una vida de héroe Karajan D.G.<br />
Oberturas DarmstArdt Harnoncourt. TELDEC<br />
Alexander Nevsky. Atibado D.G.<br />
Réquiem. Solti. RCA Don Cario Solti. DECCA.<br />
Tratan e ¡¡oída. Carlos Kleiber DG<br />
Los discos señalados, todos lógicamente en vmila si se quieren probar las bondades<br />
de los aparatos reseñados. Constituyen, a mi |uicio, un ejemplo donde se hallan<br />
aunados calidad interpretativa con pura calidad técnica; jSiempre la técnica al servicio<br />
del Arte!<br />
ALTA FIDELIDAD<br />
MUSICAL*<br />
HFIDEUTY<br />
El B1 no se parece en<br />
nada a su homólogo el<br />
bombardero, excepto en<br />
una cosa: vuela a mayor<br />
altura que los otros.<br />
"Al juzgar los resultados<br />
después de dos horas de<br />
escucha. MUSICAL FIDELITY<br />
tiene un "CAMPEÓN"<br />
Hi-FI-News y Record Review,<br />
septiembre 1989.<br />
MUSICAL FIDELITY B1<br />
"Best budget amplifier<br />
awards."<br />
What Hifi. Awards 1989.<br />
Distribuidor exclusivo para<br />
España<br />
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Padre Joffre, 22 b<br />
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46007 VALENCIA
EFEMÉRIDES<br />
MARZO<br />
I/III/I980: Estreno en el Teatro Real de<br />
Madrid del Concierto para piano y orquesta<br />
n.° I de Luis de Pablo.<br />
2/III/I920: Nace en Madrid el musicólogo<br />
y critico musical Ennque Franco.<br />
3/111/1860: joseph Joachim dirige en Hanover<br />
la primera audición pública de la<br />
Serenata para orquesta n.° I, en re mayor,<br />
op. II de J. Brahms.<br />
4/IM/I947: Fallece en Roma el compositor<br />
y pianista Alfredo Casella.<br />
S/lll/1868: Arngo Boito dirige en el Teatro<br />
de la Scala de Milán la primera representación<br />
de su ópera Mefistófele. Esta<br />
obra conoció varias versiones: Bolonia,<br />
1875; Venecia, 1876 y, de nuevo, en Milán<br />
en 1881, donde se ofreció la versión<br />
definitiva.<br />
6/III/19I0: Sergei Prokofiev interpreta en<br />
Moscú el estreno de su Sonata para piano<br />
n,° I, en fa menor, op. I.<br />
7/111/1897: Ba|O la dirección de Hans Richter<br />
se celebra un concierto en homenaje<br />
a (ohannes Brahms. Fue la última vez en<br />
la que el compositor hamburgués asistió<br />
a un programa integrado por sus propias<br />
obras.<br />
8/III/I7I4: Nace en Weimar el compositor<br />
Cari Philipp Emanuel Bach, segundo<br />
de los hi|os de johann Sebastian. Fue apadrinado<br />
en su bautizo por Georg F. Telema<br />
nn.<br />
9/HI/I960: Fallece en Berna el director de<br />
orquesta rumano Otto Ackermann.<br />
10/111/1749: Nace en Ceneda (actual Vittono<br />
Véneto) el poeta y libretista italiano<br />
Lorenzo Da Ponte (seudónimo de<br />
Emanuele Conegliano). Autor de medio<br />
centenar de libretos entre los que destacan<br />
los destinados a las óperas de W.A.<br />
Mozart: Las bodas de Fígaro (1786), Don<br />
Giovanm (1787) y Cosi fan tutte (1790). Es<br />
también autor de los libretos de // ricco<br />
d'ungiomo de A. Salien (1784) y de Una<br />
cosa rara (1786), ópera del compositor valenciano<br />
Vicente Martin y Soler que obtuvo<br />
tal éxito que llegó a eclipsar al Fígaro<br />
de Mozart. En 1805 se establece en los<br />
Estados Unidos, donde alterna vanas actividades:<br />
catedrático de italiano en el Columbia<br />
College, empresario teatral en el<br />
Italian Opera House y editor. Falleció en<br />
Nueva York en 1838.<br />
11/111/1886: Max Erdmannsdórfer dirige<br />
en Moscú la primera audición de Manfredo,<br />
op. 68. poema sinfónico de Rl. Tchaikovsky<br />
basado en la obra homónima de<br />
Lord Byron.<br />
12/111/1710: Nace en Londres el compositor<br />
Thomas Augustm Arne. De su extensa<br />
producción para la escena destaca<br />
Rule britannia (del ballet Masque Alfred<br />
de 1740), página que ha llegado a consi-<br />
130 SCHERZO<br />
derarlo como el segundo himno nacional<br />
inglés.<br />
13/111/1860: Nace en Windischgraz. Estiria.<br />
el compositor austriaco Hugo Wolf.<br />
La mayor parte de su producción está<br />
destinada al lied, Sus canciones, que se<br />
aproximan a las quinientas, están agrupadas<br />
en varios ciclos, la mayor parte de los<br />
cuales están inspirados en textos de los<br />
grandes dramaturgos y poetas (entre<br />
otros Schiller, Goethe y Moerike). Utilizó<br />
también autores españoles en sus Spa-<br />
Hugo Wolt por Carmelo<br />
nuches Liederbuch (colección de 44<br />
canciones sobre poesía española) y de Pedro<br />
Antonio de Alarcón adaptó El sombrero<br />
de tres picos para transformarlo en<br />
Der Corregidor, ópera de 1896. En 1897<br />
comenzó a escribir otra ópera basada en<br />
Manuel Venegas, también de Alarcón, pero<br />
un ataque de locura, complicado con<br />
otras graves enfermedades, le apartaron<br />
definitivamente de cualquier actividad<br />
hasta su fallecimiento (Viena, 1903).<br />
14/111/1930: En el Teatro Calderón de Madrid<br />
tiene lugar el estreno de La rosa del<br />
azafrán, zarzuela en dos actos del maestro<br />
Jacinto Guerrera, libreto de Federico<br />
Romero y Guillermo Fernández Shaw.<br />
15/111/1835: Nace en Viena el compositor<br />
y director de orquesta Eduard Strauss.<br />
Tercero de los hijos de Johann Strauss.<br />
fundador de la célebre dinastía. Aunque<br />
su producción supera las trescientas<br />
obras, fue en su actividad como director<br />
donde consiguió mayores éxitos. Al frente<br />
de la Orquesta Strauss recorrió toda<br />
Europa y Estados Unidos. En 1902, después<br />
de un concierto celebrado en Nueva<br />
York, disuelve la orquesta que su padre<br />
habla creado ochenta años atrás. Falleció<br />
en su ciudad natal en 1916.<br />
16/111/1935: Nace en Madrid la mezzosoprano<br />
Teresa Berganza.<br />
17/111/1736: Fallece en Pozzuoli el compo-<br />
sitor italiano Giovanm Battista Pergolesi.<br />
18/111/1870: Fallece en Madrid el compositor<br />
y director de orquesta Joaquín Romualdo<br />
Gaztambide y Garbayo.<br />
19/111/1913: Arturo Toscanim dirige en<br />
Nueva York la primera interpretación integra<br />
de Sons Godunov, ópera de M.<br />
Musorgsski. Estrenada en 1874 en San Ftetersburgo,<br />
conoció toda suerte de cortes<br />
y cambios a manos de la censura de<br />
la época. Rimski-fcbrsakov efectuó una revisión<br />
de la obra nada afortunada.<br />
20/111/1820: En la catedral de Colonia se<br />
celebra la entronización del archiduque<br />
Rodolfo de Austria como arzobispo de<br />
Olmütz (Moravia). Para esta ocasión<br />
Beethoven tenia previsto presentar su<br />
Missa Solemnis. op. 123, pero el compositor,<br />
por su precario estado de salud, no<br />
pudo completarla a tiempo. La Missa está<br />
dedicada al Archiduque, discípulo y<br />
amigo de Beethoven. al que también están<br />
dedicadas otras obras: Conciertos para<br />
piano Cuarto y Quinto, la Gran Fuga,<br />
Trio Archiduque y la última Sonara para<br />
violin. La Misa Solemnis fue estrenada<br />
cuatro años después en San Petersburgo<br />
(26 de marzo de 1824).<br />
21/111/1928: El Gobierno francés otorga a<br />
Manuel de Falla la Legión de Honor.<br />
22/111/1839: Félix Mendelssohn dirige en<br />
Leipzig la primera audición de la Sinfonía<br />
n." 9 (denominada «La Grande») de Franz<br />
Schubert. Esta Sinfonía, que data de 1828,<br />
fue ofrecida por el compositor a la Sociedad<br />
de Amigos de la Música de Viena.<br />
que por su «extensión y dificultad»,<br />
rechazaron interpretarla.<br />
23/111/1905: Estreno en el Teatro Apolo<br />
de Madrid de Sangre Pop, zarzuela en<br />
un acto de Amadeo Vives con libreto de<br />
Linares Rivas.<br />
24/111/1903: Gustav Mahler dirige en Viena<br />
la primera representación de Louise,<br />
ópera del compositor francés Gustave<br />
Charpentier.<br />
25/111/1967: Nace en Parma el legendario<br />
director de orquesta italiano Arturo<br />
Toscanmi.<br />
26/111/1930: Nace, en Madnd el compositor<br />
y director de orquesta Cristóbal<br />
Halffter.<br />
27/111/1945: Dirigida por Ignaz Assmayer<br />
se estrena en Viena la Misa en re mayor<br />
de OUo Nicotai.<br />
28/111/1837: Matrimonio de Félix Mendelssohn<br />
con Cecile Jeanrenaud.<br />
29/111/1982: Fallece en Munich el compositor<br />
Cari Orff.<br />
30/111/1510: Fecha aproximada del nacimiento<br />
en Castnllo de Mata|ud¡os, Burgos,<br />
del compositor y organista Félix<br />
Antonio de Cabezón.<br />
31/111/1887: Nace en San Sebastián el<br />
compositor José Maria de Usan dizaga.<br />
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