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Scherzo. Núm. 42

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TAHU INBAL<br />

lENIAMINO GIGLI I<br />

1<br />

Rl VISTA DH MDSIC'<br />

Año V - n." <strong>42</strong> - Mar/o 19SM)"- 450<br />

I<br />

.EMPERFR<br />

-•encuentro en ( 1)


PROYECTO C-2:<br />

EL INVENTOR DEL COMPACT DISC CREA DE NUEVO.<br />

ja<br />

•lúe Philips quien revolucionó el mun- ficador, doble platina, reproductor CD, Vídeo Philips o del televisor que pueda<br />

do con el Compoct Disc.*- Y ahora es giradiscos y ecualizador opcional.»* To- Vd. tener. *• Proyecto C-2 de Philips.»><br />

Philips también quien crea el Proyecto C-2: do magistrolmente integrado-** Y hasta Sólo el inventor del Compoct Disc podía<br />

tres sistemas Hi-Fi perfectos pora el Com- 90 W. por canal *• Además, un mando a concebir algo asi. •* ••<br />

poct Disc que realzan aún más localidad distancia que controlo todas los fundo-<br />

de su sonido.*- Con sintonizador, amplí- nes básicas de los sistemas, así como del<br />

PHILIPS<br />

TECNOLOGÍA Y DISEÑO<br />

PHILIPS 1


FáU<br />

SCHERZO EDITORIAL. SA.<br />

O Marques de Mondéjar, lt<br />

28Ü2G Madrid<br />

Tdef. (91] 246 7 fe 22<br />

Fax (91) 256 18 64<br />

Gerardo Queipo de Llano<br />

Director<br />

Anloruo Moral<br />

Director Adjunto<br />

Javier Alfaya<br />

Enrique Martínez Miura<br />

4. c C<br />

Consejo de Redacción<br />

Javier Alfaya. Roberto Andrade Malde, Domingo del<br />

Campo CasteJ, Samugo Martin BermudeJ. Antonio<br />

Moral, José Lms Pztez de Arteaga, Ariuro Reverter, José<br />

Luis Télíez.<br />

Secciones<br />

RedacCKJn en Barcelona Fuger Aber. Redacción en Valencia<br />

1 Blas Cortés. Actualidad. Enrique Martínez Miu<br />

ra y ¡avier Alfaya. Discos" Enrique Péreí Arfnzn Libros<br />

Xosn Manual Car reirá. Alta fidelidad 1 Alfredo Oroz<br />

co. Jazz: Ebbe Tnberg Música contemporánea. Manuai<br />

Rodero, Educación musical. Pliego. Danza: /esús<br />

Castañar.<br />

Colaboran en este número:<br />

|avter Alfaya, Roger Atier. Julio Andrade Malde, Roberto<br />

Andrade Malde, loaquin Arnsu Amo Teresa Berganza,<br />

Alfredo Brotan* Muñoz. Sansón Carrasco. Luis<br />

Fernando Carvajal Blázquez, Jesús Castañar, Miguel An<br />

gel Coria, Blas Cortés, Ffedro Elias, Antonio Fernández<br />

Cid, Fernando Fíaga. F lo rentmai Gracia, Utrillas, Fran<br />

cisco Gutiérrez, Anton>a Hidalgo, Ramón Ingoyen. josé<br />

Antonio Lacárcel, Giacomo Lauri-Volpi, Kenneth<br />

Loveland. Santiago Martin Bermudez. Joaquín Martin<br />

de Sagarminaga. José María Martin Triara, Enrique Martme?<br />

Mrura. Francesc Xavier Mata i Bertrán. Blas Matamoro,<br />

Ángel Fernando Ma/o, Anton-o MoraJ, Luis<br />

Morales dacomin, Worfgang Amadeus Mozart. José<br />

Amonio Nieto de Miguel. Rafael Ortega Baaagoiti. José<br />

Luis R?rez de Arteaga. Enrique Pérez Adrián, Antonio<br />

de Raco, Arturo Reverter. |ordi Ribera i Bergás.<br />

Manuel Rodeno, F'ablo Sorozábal Serrano. Ebbe Traberg.<br />

Erizo Valenti Ferro. Albert VHardell. Francico Jo-<br />

%é ViNalba<br />

Coordirté el Dosier de este número-<br />

Fernando Fraga<br />

Diseño de portada.<br />

Arquetipo.<br />

foto de portada: EM|<br />

Maqueta: Arantza Quintanilla.<br />

Administración:<br />

Cristóbal Andúiar (Contabilidad). Cristina Millet (distribución<br />

y suscripción). Soma Viste '(secretaria)<br />

Doble Espacio<br />

General Yague. 10 • 28020-Madnd<br />

Teléis (91) 555 67 él 597 ll 83<br />

Fax (91) SS6 13 07<br />

imprime MOVlEGRAF. S A.<br />

Teléf. (91) ¿04 95 03<br />

Fotocompos'Ciort Lumimar. SA<br />

Albasanz. 48 50 • 29037 Madr-d.<br />

Teléí. (91) 204 30 01 • Fax (91) 204 9* 46<br />

Depós'to legal M-4IB22 1985<br />

ISSN 0213 4B02<br />

SCHERZO es una publicación de carácter plural y n o<br />

pertenece nt está adscrita a ningún organismo publico<br />

ni privado. La dirección respeta la libertad de expresión<br />

de sus colaboradores. Los testos firmados son de<br />

la excluwa responsabilidad de los firmantes no sien.<br />

do por Tanto opinión oficial de la revista.<br />

SUMARIO<br />

Año V n.° <strong>42</strong> - MARZO 1990 - 450 ptas.<br />

OPINIÓN • 4<br />

TRIBUNA ABIERTA<br />

— Tras las huellas de Julio Iglesias, Ramón Irigoyen 8<br />

ACTUALIDAD 10<br />

ENTREVISTA<br />

— Ehahu Inbal: el titán reflexivo: José Luis Férez de Arteaga 43<br />

ACTUALIDAD DISCOGRAFICA 51<br />

DISCOS , 52<br />

ESTUDIOS DISCOGRAFICOS<br />

— Vísperas de revoluciones; dulzura de vivir, Pedro Elias 70<br />

— Shostakovich imprescindible, Alfredo Brotóns Muñoz 71<br />

— Giulini: ¿un Brahms insuperable?, Roberto Andrade Malde 72<br />

— Un punto de partida, Roberto Andrade Malde 73<br />

— Voces de antaño, formas de hogaño, Fernando Fraga 74<br />

— Los cuatro temperamentos. F*edro Elias. . . 75<br />

— La maldición del reloj de cuco, Joaquín Arnau Amo 76<br />

— Tippet: una criatura de nuesiro tiempo, Santiago Martín Bermúdez 78<br />

— Horowitz o la apariencia sustancial, Joaquín Arnau Amo 79<br />

— Un Wagner intensamente dramático, Ángel Fernando Mayo 80<br />

LIBROS/VIDEOS 61<br />

LA GUIA 82<br />

DOSIER: Beniamino Gigli 83<br />

— Un catedrático del canto, Roberto Andrade Malde 84<br />

— Mis recuerdos de Gigli, Antonio Fernández-Cid 87<br />

— II tenore assoluto. Blas Matamoro 92<br />

— Cinco miradas sobre Gigli ' 94<br />

— Beniamino Gigli en España, Joaquín Martín de Sagarminaga 95<br />

— Las óperas completas, ¡osé María Martin Triana 98<br />

— Cronología. Fernando Fraga . 101<br />

— Discografía. Fernando Fraga 105<br />

LA OPERA DEL SIGLO XX<br />

— La traducción verista del simbolismo: Die tote Stadt de Cbrngold.<br />

Santiago Martin Bermúdez.<br />

DANZA 112<br />

VOCES DE AYER Y HOY<br />

— Fiorenza Cossotto. el fin de una estirpe, Joaquín Martin de Sagarminaga 114<br />

MÚSICA CONTEMPORÁNEA<br />

— Martínez Fontana: la pasión por el equilibrio. Manel Rodeiro. ... 116<br />

GRANDES INTERPRETES<br />

— Reencuentro con Klemperer en CD, Enrique Pérez Adrián 121<br />

JAZZ<br />

— Episodios, Ebbe Traberg 124<br />

ALTA FIDELIDAD<br />

— ART: Un pura sangre inglés, Francisco Gutiérrez 126<br />

EFEMÉRIDES, Luis Fernando Carvajal Blázquez 130<br />

SCHERZÓ 3


Música para pobres y ricos<br />

Q<br />

ue la oferta musical en España, y más<br />

en concreto, en las grandes ciudades,<br />

ha aumentado considerablemente es<br />

un hecho que nadie puede negar.<br />

Tanto que a veces se puede pensar<br />

—y nosotros hemos reflexionado sobre ellos en<br />

otras ocasiones desde esta misma página<br />

editorial— que la sociedad española no es capaz<br />

de absorber toda esta oferta, debido a las<br />

carencias culturales endémicas que padecemos,<br />

acerca de las cuales empieza a ser aburrido<br />

insistir una vez más.<br />

Paradójicamente, el aumento de la oferta ha ido<br />

acompañado de un curioso efecto que<br />

necesitaría, sin duda, un análisis sociológico<br />

riguroso, pero que es visible para cualquier<br />

observador atento y que consiste en curiosa<br />

estratificación del público musical. En palabras<br />

más corrientes: cada vez hay más música, pero<br />

cada vez es más cara. Y el efecto que eso tiene<br />

sobre el público es el previsible: las economías<br />

más modestas han de conformarse con lo que<br />

les ofrece la programación de las dos orquestas<br />

estatales, la de la RTVE y la ONE, mientras que<br />

el dinero —el gran dinero— se puede permitir<br />

los elevados precios de los festivales o de la<br />

temporada de óperas, que entran en el terreno<br />

de lo prohibido para la mayor parte de los<br />

ciudadanos. Pero las cosas no son tampoco tan<br />

netas. Porque también el precio de las entradas<br />

para las orquestas estatales ha aumentado, con<br />

los efectos conocidos de retracción de una parte<br />

del pública<br />

El resultado es que en España ha aumentado,<br />

como ya indicamos más arriba, la oferta musical,<br />

pero no así la demanda, ya sea por razones<br />

económicas o porque se ha creado una leyenda<br />

de inaccesibilidad que hace que mucha gente<br />

SCHERZO<br />

considere punto menos que inútil acercarse a<br />

una taquilla para comprar una entrada.<br />

Fenómeno éste último también curioso y que tal<br />

vez tenga que ver con la necesidad de montar<br />

algún tipo de campaña que demuestre a un<br />

público potencial que en muchos casos acudir a<br />

un concierto es tan hacedero como ir al cine o<br />

a un partido de fútbol.<br />

volvamos a nuestro tema principal: esa<br />

diferenciación que los precios han impuesto en<br />

el público musical. Resulta que no deja de<br />

producir extrañeza que una sociedad como la<br />

nuestra se democratice en política, pero no en<br />

cultura. Lo que con notable pedantería se llama<br />

alta cultura es cada vez más inaccesible. La<br />

música llamada clásica o seria entra plenamente<br />

en ese pedantesco apartado. Y dentro de él la<br />

línea divisoria entre los espectáculos que se<br />

consideran de calidad pasa progresivamente por<br />

lineamientos de clase. Con un efecto también no<br />

desdeñable y es que el concierto caro y el<br />

verdadero interés por la música casi nunca se<br />

hermanan. Sin temor a equivocarse mucho se<br />

puede decir que cuanto más alto se sitúa en la<br />

escala social un concierto, cuando más es un<br />

acto mundana menos interés partiápativo se<br />

detecta en el pública<br />

Asi las cosas, quizá haya llegado el momento de<br />

plantearse en serio la necesidad de arbitrar los<br />

medios para que ese proceso de alejamiento<br />

entre los consumidores potenciales de cultura y<br />

la música se reduzca. Está claro que la política<br />

de patrocinio —en otro lugar de la revista<br />

hablamos del asunto desde otra óptica— no ha<br />

reportado el beneficio de una auténtica<br />

popularización de lo musical, sino casi al revés.<br />

Habría que preguntarse por qué.


'UNA BROMA MUSICAL<br />

Lo recuerdo perfectamente Tenia<br />

yo once años. Nannerl era ya una<br />

muiercita de buen ver Algún vecino<br />

le tiraba los tejos de ventana en ventara.<br />

Lamento tener que deor que por<br />

aquellas fechas yo era famoso en gran<br />

parte de Europa. Se me disputaban nobles,<br />

aristócratas y la plebe cantaba algunas<br />

de mis melodías. Nannerl<br />

disfrutaba de una cómoda posición. Al<br />

amparo de mis éxitos, le llegaron las<br />

prebendas, los regalos, los conciertos<br />

y hasta algún novio Yo sé que por dentro<br />

rabiaba contra mi. contra nuestro<br />

todopoderoso padre, contra ella misma.<br />

Pero poder disfrutar de las mieles<br />

del triunfo ajeno con beneficio propio,<br />

era como un tráfico de mfluencias a la<br />

austríaca. Entre hermanos, las cosas son<br />

así. se decía Nannerl. Ffero yo, un día<br />

estallé, le planté cara a Leopoldo y le<br />

dye que eso de que mi hermanísima estuviese<br />

siempre a mi lado, tocando sonatas<br />

al socaire de mis aplausos, que<br />

se habia acabado. Que utilizar mi clavecín<br />

y mi despacho en Salzburgo para<br />

ligarse novietes y alumnos, no<br />

volvería a ocurrir. Y la verdad es que<br />

no sucedió nunca más.<br />

El final de la historia, ya lo conocen<br />

Nannerl, poveretta. ha pasado a la historia<br />

sólo como mi hermamta mayor<br />

Pero su vida, a partir de mi plante, fue<br />

sosa, difícil y sobre todo alejada de mi<br />

actividad. Yo la quise a partir de entonces<br />

un poco mas<br />

Y la verdad es que ahora, mientras<br />

busco mi peluca en este caótico desorden<br />

que rema en et pisito que me ha<br />

puesto SCHERZO, no sé por qué les<br />

cuento esta historia, triste, personal e<br />

intransferible. Acaso porque a veces esta<br />

segunda vida que me ha tocado vivir,<br />

no me gusta un pelo. Este puesto<br />

de observador desde la eternidad de<br />

las miserias musicales españolas y europeas,<br />

me pone de muy mal gas. De todas<br />

formas, si a alguien le es útil, me<br />

doy por satisfecha Fbr cierto, me voy<br />

a escuchar una sinfonía de Mahler para<br />

ponerme a tono.<br />

W.A.M.<br />

'EL DISPARATE MUSICAL'<br />

La vida sigue igual<br />

El famoso trovador-castigador Agosto<br />

Catedrales, cantaba aquello de La<br />

vida sigue igual y hacía derretirse a<br />

las qumceañeras de años ha. Hoy día. trova<br />

y trova el trovador, con la innovación<br />

de su irresistible atracción (compartida<br />

con su ex-señora) por los pavimentos cerámicos.<br />

Por el caso es, losetas aparte,<br />

que su famoso lema sigue vigente, porque<br />

la verdad es que uno repasa el patio<br />

y, como decía no sé quién, casi siempre<br />

pasa igual, sucede lo mismo. Luisito Ponecajas.<br />

sin ir más le|os, se resiste a apearse<br />

de esta sección, y proporciona<br />

continuados motivos para convertirse en<br />

estrella de la misma. Incapaz de defenderse<br />

en los medios especializados, su<br />

multinacional recurre a terceros, con frecuencia<br />

anónimos, que rompen lanzas en<br />

favor del pobre Luisilo en los medios más<br />

peregrinos; últimamente, fíjense qué cosas,<br />

en la prensa del hígado. Una desenteresada<br />

y habitual colaboradora me<br />

remitió hace poco un jugoso ejemplo, en<br />

el que se leen cosas tan sorprendentes<br />

como que Luisito ^respeta, ahora más<br />

que nunca, la concepción clásica de las<br />

obras», que das ensambla con precisión<br />

en un amenísimo potpurrís o que «el mérito<br />

indiscutible de popularizar la música<br />

culta no puede negársele con criterios de<br />

exagerado purismo». El anónimo plañidero<br />

acaba llorando, porque «no es justo<br />

que aquí haya quien todavia le niegue el<br />

pan y la sal». Hombre, no se ponga así,<br />

que rápidamente organizamos una colecta.<br />

Digo yo, mi dilecto y llorón plumífero,<br />

que el pan y la sal es |usto lo que no<br />

se le ha negado a Luisito. que se ha puesto<br />

las botas el hombre, y la cosa no tiene<br />

pinta de terminar en que no llegue a<br />

fin de mes. Además, nadie le niega el éxito<br />

comercial. Lo que se le ha negado, y<br />

al menos un servidor le seguirá negando,<br />

es un mérito artístico mínimo, que es distinta<br />

Y ello porque ensamblar con precisión<br />

no requiere talentos privilegiados<br />

venidos del altísimo, y porque el potpurri,<br />

además de ser de amenidad discutible,<br />

no es mérito suyo, sino de Verdi y<br />

sus colegas. Resulta hilarante afirmar. como<br />

hace el innominado panegirista, que<br />

OPINIÓN<br />

Luisito dirige con talento, aunque la sinrazón<br />

de tal aserto palidece al lado de la<br />

del respeto a la concepción clásica, que<br />

provoca carcajadas incontenibles. Algunos<br />

hasta defienden los menús de Luisito, diciendo<br />

que toma lo que hay de aprovechable<br />

en las obras, asi que fíjense lo<br />

mucho que el empalmista está contribuyendo<br />

a apreciar a los clásicos. En resumen,<br />

que seguimos sin entender que no<br />

todo lo que se vende es bueno por ese<br />

hecho, y eso sin entrar en lo que refleja<br />

el tal éxito de ventas, o sea. el elevado<br />

número de sordos potenciales que nos<br />

rodea y el nivel bajo mínimos que está<br />

alcanzando la sensibilidad artística más<br />

elemental.<br />

También sigue igual, o sea. sin querer<br />

dejar esta modesta columna, el agudo<br />

Don Simón, empeñado el hombre en hacernos<br />

creer que el sol no es el sol y que<br />

la reventa no es reventa, sino servicio.<br />

Porfía el tenaz Don Simón, experto en<br />

desliz y confusión, pero no voy a darle<br />

el placer de hacerle otra publicidad que<br />

no sea la de recordar de vez en cuando.<br />

que, quien puede, debería tomar medidas<br />

al respecto. Ftero claro, a ver quién<br />

diablos toma medidas si insistimos —y en<br />

esto también seguimos igual— en pone<br />

al frente de los temas al primero que pasa,<br />

entienda o no. le guste o no, la jorobe<br />

o no.<br />

El público, que de cuando en cuando<br />

también proporciona ejemplares jugosos,<br />

también sigue igual. El otro día. durante<br />

la primera función de La fiamma en el Liceo,<br />

un par de cotorras que confundieron<br />

la peluquería con la ópera, fueron<br />

increpadas por la Caballé, que a pleno<br />

pulmón les dijo: «Hagan el favor de callar,<br />

que así no se puede trabajar». Y eso<br />

que fue bien educada, que si no, lo mismo<br />

se escapa de «Se callen, cono» con<br />

un par de soplamocos, y a vivir, que son<br />

dos días.<br />

Tenía otra cosa divertida de Pavarotti.<br />

pero se me acaba el espacio. Como ven,<br />

todo sigue igual, que diría Don Agosto.<br />

Rafael Ortega<br />

SCHEHZO 5


OPINIÓN<br />

BACHILLERÍAS'<br />

De pauperate<br />

La de músico es una profesión vergonzante,<br />

de un nivel similar a la de men<br />

digo, porque, igual que este, vive de<br />

limosna (por otro nombre llamada subvención<br />

o patrocinio). No hablo, por supuesto,<br />

de tenores, divos, funcionarios y<br />

figurones, porque éstos pertenecen a<br />

otros estamentos, aunque en sus negocios<br />

también utilicen los sonidos como<br />

materia prima Dicho de otra manera, en<br />

el inconsciente colectivo y reflejado en el<br />

comportamiento de los que tienen poder,<br />

la música sigue siendo una actividad<br />

cercana a la mendicidad: quien se dedica<br />

a la música es porque no sabe hacer<br />

nada rnás útil; si toca su música, es porque<br />

le gusta, por vocación, independientemente<br />

de que le paguen o no. La<br />

sociedad, es cierto, sabe que necesita de<br />

la música para entretener ciertos momentos<br />

de ocio, pero ello no hace mejorar<br />

a los músicos en consideración social, porque<br />

también las putas ion necesarias para<br />

cierto ocio y no por ello su estimación<br />

social es superior a la de los mendigos,<br />

incluso es más baja, porque éstos pueden<br />

ser spobres pero honrados».<br />

¿Exagerada la comparación con las putas<br />

y ' DS mendigos? Ni un ápice, y ah¡ van<br />

unos pocos datos, no por sabidos menos<br />

ciertos.<br />

La reforma de la enseñanza musical es<br />

la asignatura pendiente con la que todos<br />

los gobiernos repiten curso Los administradores<br />

opinan que los músicos de las<br />

orquestas son productos perecederos y<br />

lo demuestran pereciendo a la Orquesta<br />

de Valladolid sin que nadie se inmute<br />

lo más mimmo Enchufas TVE I y sale ei<br />

Hermida en toda su pompa y esplendor,<br />

pero pasas a TVE 2 y aparece La tira de<br />

música r|ue mcjur se podía llamar la capia<br />

de música por las estrecheces con las<br />

que está hecha. Paralelo desequilibrio se<br />

observa entre RNE I y RNE 2. etc., etc.<br />

Con un solo ejemplo se puede poner<br />

en cifras el interés por la música. A fines<br />

del fenecido 89 había en el Ministerio de<br />

Cultura 400.fXXD.000 ptas. para adquisición<br />

de obras de arte. El Museo Arqueológico<br />

solicitó 200.000 ptas. para la<br />

compra de un pianoforte de mediados<br />

del S. XIX. Solicitud denegada. Exactamente<br />

estamos por debajo del 0,05% de<br />

interés.<br />

SCHERZO<br />

Sansón Carrasco<br />

ÁNGULOS'<br />

Los dineros del Estado<br />

El Reino Unido es, como se sabe, un<br />

país de instituciones algo arcaicas,<br />

pero en general enormemente eficaces.<br />

No tiene una constitución escrita<br />

pero sin embargo, su sistema es uno<br />

de los más democráticos que existen<br />

en el mundo. El e|emplo es de sobra<br />

conocido pero conviene, recordarlo<br />

porque eso nos ayudará a comprender<br />

algunas cosas. Entre ellas porque resulta<br />

tan acongO|ante que determinadas instituciones<br />

entren en crisis en la vieja Inglaterra.<br />

Asi. hace poco la Poyal Shakespeare<br />

Company, uno de los conjuntos teatrales<br />

más prestigiosos del mundo entero,<br />

ha llegado al fondo de su decadencia<br />

acelerada y su dirección ha tomado una<br />

decisión drástica para evitar el deterioro<br />

completo: durante cuatro meses al<br />

año la RSC cerrará sus puertas. El motivo<br />

inmediato es el formidable déficit<br />

que arrastra. ¿Las razones? Entre otras,<br />

una muy clara: la aleatonedac! del patrocinio,<br />

eso que una generación de<br />

horteras indocumentados con ínfulas<br />

de yuppies llaman la sponsorízaoón.<br />

En efecto, el riesgo de depender única<br />

y exclusivamente del patrocinio privado<br />

es grande. En el Reino Unido el<br />

neoconservadurismo de la Thatcher ha<br />

llevado a una privatización de hecho de<br />

casi toda la vida cultural, que paso a<br />

depender de grandes firmas. El Estado<br />

se inhibe y como diría un neo-liberal<br />

o neo-conservador (los dos nombres<br />

son intercambiables) y nde)a operar a<br />

las fuerzas del mercado». El problema<br />

estriba en que de ese modo la vida cultural<br />

de un país queda al albedrío de<br />

tal o cual grupo económico y necesariamente<br />

refle|a sus fluctuaciones financieras.<br />

Si las cosas van bien se da dinero<br />

CARTAS<br />

Compositores<br />

El pasado 16 de diciembre tuvo lugar en un<br />

aula del Conservatorio de Música de la madrileña<br />

calle de Amaniel, una asamblea de la<br />

Asociación de Compositores Sinfónicos Españoles,<br />

a la cual asistí como asociado<br />

Con tal motivo quiero hacer unas reflexiones<br />

que creo de interés para esa parte importante<br />

de la música que somos los<br />

para la cultura: si no. es el primer sitio<br />

de donde se quita. Y eso sin tener en<br />

cuenta las presiones ideológicas, los<br />

pre|uicios estéticos, etc., que pueden<br />

ejercer una influencia destructiva sobre<br />

cualquier proyecto cultural transformador.<br />

Los artistas de hecho evolucionan<br />

en el sentido de convertirse en cortesanos<br />

de los nuevos poderes que rigen<br />

el mundo.<br />

En este país el régimen de patrocinio<br />

está en mantillas. Por eso no seria<br />

mala cosa que quienes nos gobiernan<br />

frenaran sus entusiasmos neoliberales<br />

y echaran un vistazo a cabezas a|enas.<br />

El deterioro relativo, desde luego, pero<br />

que empieza a ser visible de la vida<br />

cultural británica debía dar que pensar<br />

a quienes sostienen que el Estado debe<br />

ser prácticamente un mero espectador<br />

en estos asuntos. No es sostenible<br />

ni moral ni políticamente que<br />

el Estado retire sus dineros de la cultura<br />

y deje que sean los dineros privados,<br />

si les peta, los que subvencionen<br />

un aspecto fundamental de la vida del<br />

país.<br />

Al menos que se apueste por la barbarie,<br />

es decir, el cruzarse de brazos<br />

ante la galopante trivilización y embrutecimiento<br />

de la vida social, que tiene<br />

cada vez efectos más pavorosos en los<br />

hábitos culturales de la gente. A lo mejor<br />

es así. Sin duda un pueblo ignorante<br />

es más maneiable y manipulable que<br />

otro que no lo es. Si es asi la sociedad<br />

debe defenderse. Lo cual quiere decir<br />

presionar frente a esa viejísima tentación<br />

totalitaria del «pan y circos que<br />

padecen los gobernantes, cualquiera<br />

que sea su signo,<br />

Javier Alfaya<br />

compositores A dicha asamblea asistieran cinco<br />

asociados (hace años que pasa lo mismo<br />

en todas las asambleas que se convocan). Ei<br />

espectáculo era deprimente, ya que de una<br />

asociación de 150 miembros tan sólo estábamos<br />

diez, y de esos la mitad eran miembros<br />

de la directiva, pese a que en los temas a<br />

decidir estaba nada mas y nada menos que<br />

la reforma de los estatutos<br />

Ante estos hechos conviene hacerse las siguientes<br />

preguntas.<br />

1. a ) ¡Es que a los sufridos compositores de<br />

este país no les importa lo mas mínimo algo<br />

que les concierne tan di réntame ni e'<br />

2. J ) ¿Por qué a la inmensa mayoría de los


AL MARGEN<br />

YUds. disimulen la maternal excla-<br />

mación que encabeza este articu-<br />

lo. Pero es que hay que ver cómo<br />

se han puesto: que 51 trafican con<br />

influencias —o. para decirlo en<br />

cristiano, que si comercian con re-<br />

comendaciones, una compraven-<br />

ta de toda la vida, vamos—; que<br />

si se benefician de informaciones<br />

privilegiadas —¿y quién no? ; que<br />

51 malversan, que si prevarican,<br />

que... jAnda. mi madre! Fbr fin es-<br />

tos exploradores de fortuna han<br />

descubierto el Mediterráneo.<br />

Lo peor es que han abierto la ca-<br />

ja de los truenos y tengo para mi<br />

que a más de uno lo va a partir<br />

un mal rayo, porque tirar asi de<br />

la manta no es JUICIOSO: esos brus-<br />

cos e inoportunos destapes sacan<br />

siempre a luz generales vergüen-<br />

zas, cuya vista a nadie beneficia<br />

ni conviene. Pero hete aquí que<br />

los tartufos han dado en abrir, ya<br />

digo, el tarro de las más rancias<br />

esencias de la moralma patria, en-<br />

venenándonos a todos con la he-<br />

dieondez de los humores que<br />

que al menos sobre los papeles figuran como<br />

socios no se preocupan de la Asociación<br />

hasta el punto de llevar años sin pagar la módica<br />

cuota?<br />

3. a ) ¿Será tal vez porque muchos de ellos<br />

pertenecen a las asociaciones de sus respectivas<br />

autonomías?<br />

Las respuestas tendrían que darlas los compositores.<br />

Sin embargo, yo creo que con la<br />

excepción de aquellos que están en situación<br />

privilegiada (muy pocos) el resto debería interesarse<br />

por la Asociación, pagar sus cuotas<br />

y asistir a las asambleas, ya que si no la historia<br />

de la Asociación demuestra que abandonando<br />

a las directivas (cuales quieran que éstas<br />

sean) pueden producirse situaciones de todos<br />

conocidas.<br />

Por lo tanto yo desde estas paginas aconsejo<br />

a rras colegas que paguen sus cuotas y<br />

participen en la administración de la Asociación<br />

Jenufa<br />

¡Nene, caca!<br />

Francisco Cano<br />

(Madrid)<br />

Tras la «súbita aparición cual champiñones<br />

inesperados», del comentario alabativo que<br />

de la Jenufa. grabada en Nueva York, hace<br />

S.M.B. en el n.° 40, y tras haberlo leído con<br />

verdadero interés, me decidí con urgencia a<br />

adquirir una copia de esta fascinante ópera.<br />

encerraban en todo semejantes<br />

a «eso que escurre -como dice<br />

ítalo Calvmo— de las mesas de<br />

marmol del depósito de ca-<br />

da ve res s.<br />

¿Qué a qué viene todo esto?<br />

Pues a que la mala vida musical<br />

española refleja fielmente la rea-<br />

lidad nacional. También entre no-<br />

sotros, en este ruidoso y mefítico<br />

microcosmos, se compran y ven-<br />

den influencias, se logran sustan-<br />

ciosos beneficios merced al uso<br />

indebido de información reserva-<br />

da, se cometen óperas, se perpe-<br />

tran diccionarios, se infligen sin<br />

misericordia las propias ocurren-<br />

cias al respetable...<br />

Pese a todo lo anterior —y más<br />

que por ahora dejo en el<br />

tintero— no faltan varones aten-<br />

tos que recomiendan dejarlo es-<br />

tar, no meneallo. y que cuando<br />

algún indiscreto postula lo contra-<br />

rio invariablemente avisan: jcaca.<br />

nene!<br />

Miguel Ángel Coria<br />

tras un par de atentas audiciones aún no acierto<br />

a comprender el tono caluroso con que<br />

Santiago Martin saluda esta versión. Estoy de<br />

acuerdo con él en que no ha de irse con pre-<br />

|UÍcio5, no tener en mente, la hasta ahora inatacable<br />

versión de Mackerras. pero por mucho<br />

que te olvides no puedes por menos que<br />

echar en falta en la presente grabación algo<br />

tan fundamental y tan connatural a janacek<br />

como es la pasión y el vigor, la sensación de<br />

robustez, expresión de realismo y verdad desnuda,<br />

y que en la versión de Mackerras creo<br />

que viene servida de sobra. Objetivamente.<br />

la lectura de Queler es digna. Para un públi-<br />

OPINIÓN<br />

co americana poco habituado a este repertorio,<br />

puede tratarse de una muy respetable<br />

e impoluta interpretación de Janacek, pero no<br />

basta con una galería de gritos histéricos (Kostelnicka)<br />

o con intervenciones de tenor pucciniano<br />

(Steva). No se nos está dando asi a<br />

|anacek en carne. Sólo se percibe aquí la superficie,<br />

para no dar nunca la sensación emocional,<br />

intensa (como puede ser todo el inicio<br />

del Acto 2°, que se convierte a mano de los<br />

americanos en una simple y desangelada puesta<br />

en música del drama), sin tener en cuenta<br />

nunca la presencia vigorosa, demoledora de<br />

la sección de los metales, tan típica de la orquesta<br />

|anacekiana por no hablar del insulso<br />

coro del Acto l.°. pobre-pobrisima o del acompañamiento<br />

musical realmente asmático en la<br />

escena 7 el Acto l.° (Laca y jenufa). Todos los<br />

grandes avances orquestales y vocales de esta<br />

ópera en relación con las venideras (la timbrica<br />

vocaí de Laca, y sobre todo del Steva<br />

de la escena 3. Acto 2°. en los que casi se<br />

palpa el tono despojado de la casa de los<br />

muertos)jse pierde en estaveraón. Me pregunto<br />

qué intenta hacer Peter Kazaras, altanero,<br />

dibujando un papel verista cualquiera, está en<br />

las antipodas del mundo de janacek en conjunto,<br />

salvo W. Ochman, que hace un muy<br />

buen Laca, pienso que tocios los intérpretes<br />

caen en un exceso de desgarramiento sobrecargando<br />

las tintas, con lo que se pierde el<br />

carácter principal de la obra de janacek: la vocalización<br />

fiel al lenguaje hablado (aquí no tan<br />

exprimido como en El aso Makropulos, pero<br />

si en visible puesta en marcha), La tostelnicka<br />

de Leonie Rysanek, aunque menos<br />

desentonada que Benackova en |enufa, no es<br />

capaz de darnos todos los sutiles rnatices que<br />

si abundaban en la versión de Randova de<br />

Decca, aparte de, en su afán realista, faltarle<br />

el aliento en más de una ocasión Desconozco<br />

la antigua prestación de Benackova para<br />

la versión de jilek, pero lo que aqui nos ofrece<br />

poco tiene que ver con el equilibrio que<br />

señala S.M.B. la gran escena de Jenufa del Acto<br />

2 °. en la que Soderstrom nos seducía con<br />

una gama variadísima de matices y en un lirismo<br />

insostenible, queda en manos de Benackova<br />

como una simple aria donde no existe<br />

el menor énfasis, de forma que el oyente (es<br />

mi experiencia) ni se entera de lo que el personaje<br />

intenta comunicarnos.<br />

Mercedes Valiente<br />

SCHERZO 7


OPINIÓN<br />

8 SCHERZO<br />

TRIBUNA ABIERTA<br />

Tras las huellas de<br />

Julio Iglesias<br />

Con la llegada de los socialistas al poder cundió la fiebre<br />

-según los expertos, necesaria- de la reconversión<br />

laboral propugnada por el ministro Solchaga.<br />

Reconvertirse o morir fue el lema de la época. Queriendo,<br />

pues, participar en aquel recicla|e. me acordé<br />

una noche de que, hacia unos pocos años, había sido poeta<br />

y, en consecuencia, pensé que. si me esforzaba, tenía alguna<br />

posibilidad de reconvertirme de autor de poemas en escritor<br />

de letras de canciones. También por aquellas fechas comenzó<br />

a agudizarse en el pais la fiebre def oro y me puse a escuchar<br />

de rodillas a ]ulio Iglesias, para ver si se me pegaba algo de su<br />

facilidad para amasar fortunas. Empecé también a cuidar mucho<br />

en esta línea el léxico de mi conversación y ya no calificaba<br />

a un espectáculo como fantástico, sino que decía que era oro<br />

molido. A partir del verano del 85 me puse a escuchar vorazmente<br />

miles de canciones y. de una ignorancia crasa en el tema<br />

hasta esa fecha, ascendí al nivel de una cultunlla aceptable, pues<br />

metí muchos cientos de horas de radto. Desayunaba a diario<br />

con Los 40 Principales y me acostaba con las serenas melodías<br />

de Radio 80. Los Rollmg, Lou Reed. Michael Jackson, Pnnce, Patti<br />

Smith, Iggy Fbp, Bruce Springsteen, Kanna. El Dúo Dinámico,<br />

Los Javaloyas. Radio Futura. Mecano, José Luis Perales, Gilbert<br />

Bécaud. Lucio Dalla, y tantos otros cientos de cantantes y grupos<br />

extranjeros y españoles, los escuché con deleite de reconverso<br />

en la más hacinada promiscuidad. Fue, en realidad, la<br />

primera y total borrachera de música en mi vida y ahora siento<br />

la felicidad de. salvo la restrictivamente llamada música clásica,<br />

haber probado de todo. La exclusión de la música clásica, que<br />

desconozco en todos sus compases, fue. en alguna medida, deliberada,<br />

como compensación por et exceso de escritores clasicos<br />

que, comenzando, naturalmente, por los chicos de Hornero<br />

y por los latinos, hay en mi vida. Dulce Safo, dime cuándo tú<br />

vendrás, dime cuándo, cuándo, cuándo...<br />

Ramón Irigoyen


ACTUALIDAD<br />

José García de Paredes<br />

Cada muerte es una mutilación que nos afecta a todos. La de un hombre con<br />

la personalidad humana y profesional de José García de Paredes, doblemente.<br />

Para la música española ha sido una de las peores noticias imaginables, porque<br />

la realización de los mejores trabajos arquitectónicos destinados a ella en los últimos<br />

años han sido obra de este hombre singular. José Garcia de Paredes fue el creador<br />

del Auditorio «Manuel de Falla» de Granada, del Auditorio Nacional de Madrid, del<br />

Palau de la Música valenciana. Cuando muñó estaba trabajando en los proyectos de<br />

los Auditorios de Murcia y Cuenca.<br />

Garcia de Paredes fue un gran arquitecto y además un amante apasionado de la<br />

música. Quizá ésa sea una de las claves que explica la alta calidad de sus trabajos.<br />

Teorizó sobre esa unión de música y espacio arquitectónico en su discurso de ingreso<br />

en la Academia de Bellas Artes.<br />

Un emotivo acto en el Auditorio Nacional fue el primer homenaje al ilustre fallecido.<br />

Un nombre, una obra, que quedará para siempre inextricablemente unido al de<br />

la música española.<br />

Pavarotti: llegar, ver y vencer<br />

La voluminosa humanidad de ese gran<br />

cantante de Módena que se llama Luciano<br />

Pavarotti aterrizó en Madrid en un<br />

avión particular para recibir el homenaje<br />

por todo un record de ventas: el del disco<br />

Tuíto Pavarotti, producido por la firma<br />

Decca. Pavarotti es una especie de<br />

fuerza de la Naturaleza y que en España<br />

ha tenido un éxito que ha bordeado lo<br />

sensacional y lo inesperado: la venta de<br />

su disco ha alcanzado los mas de trescien<br />

tos mil ejemplares, lo cual bate cualquier<br />

marca de difusión en nuestro país en el<br />

campo de la llamada música clásica. Pavarotti<br />

-que dicho sea de paso está a<br />

régimen— llegó, vio y venció. Un acto casi<br />

10 SCHFRZO<br />

multitudinario en un lujoso hotel del centro<br />

de Madrid fue el punto culminante de<br />

una visita a España que llevó a cabo entre<br />

unas vacaciones y un viaje de trabajo<br />

a Asia, a Hong-Kong para ser más exactos.<br />

Pavarotti se mostró simpático y comunicativo<br />

en sus encuentros con la<br />

prensa y aunque no dijo —ni nadie lo<br />

esperaba— cosas sensacionales, mostró<br />

su respeto hacia sus colegas españoles —<br />

Kraus, Carreras. Domingo y sobre todo<br />

Aragall. Recibió su disco de platino, sonrió<br />

y gesticuló ante las cámaras, pero no<br />

cantó. Lo cual, sin duda, habrá defraudado<br />

a algunos de sus incontables admiradores.<br />

La Fijm premiada<br />

El Premio Unesco de la Música ha sido<br />

concedido a la Federación Internacional<br />

de Juventudes Musicales «en reconocimiento<br />

de los eminentes servicios que esta<br />

Federación ha prestado a la vida<br />

musical en todo el mundos. Recogió el<br />

Premio —consistente en una medalla de<br />

oro diseñada por Joan Miró— Jordi Roch,<br />

presidente de la FIJM y de las Juventudes<br />

Musicales de España, que por otra parte<br />

acaba de ser nombrado miembro del Comité<br />

Consultivo de la Música en las Comunidades<br />

Europeas.<br />

Loewe, cursos<br />

y conciertos<br />

La Fundación Loewe ha organizado un<br />

curso de interpretación de Bach y<br />

Schoenberg que correrá a cargo de la<br />

profesora Edith Picht-Axenfeld, notable<br />

pianista y organista, ganadora del Premio<br />

Chopm en 1937 y disdpula de Rudolf Serkin<br />

y Albert Schweitzer. El curso se dará<br />

como complemento al Concurso de Piano<br />

Infanta Cristina y se desarrollará entre<br />

los días 7, 8 y 9 de mayo para Bach<br />

y los cffas 10 y II para Schoenberg en el<br />

Instituto Internacional de España, calle Miguel<br />

Ángel, 8, de Madrid. Al mismo tiempo<br />

la Fundación Loewe ha iniciado un<br />

Primer Encuentro con jóvenes Artistas.<br />

que se inauguró el pasado día 13 de febrero<br />

y concluirá el próximo día 22 de<br />

mayo. Los conciertos irán acompañados<br />

de otras actividades como exposiciones<br />

de pintura y recitales de poetas |Óvenes.<br />

Luitjf),


i<br />

Concurso en Schveningen<br />

SCHEVENINGEN<br />

INTiniiTIONAAl MIJ7IF1 CONCOUHS<br />

INTERNÍTlíNAt MU5ICC0*IPETITI0«<br />

COKCOUflS INTERNflTIONAI. DEHUSIOUE<br />

INTERNATIOIUUH MUS*WCTTBfWERg<br />

rVIOLIN-<br />

Como cada año, intérpretes pvenes<br />

del mundo entero tienen su cita en la<br />

ciudad balneario holandesa de<br />

Schvenmgen, donde se celebra un<br />

concurso musical creado en 1948 por<br />

el fallecido Anthony Adama Zi|lstra.<br />

Este año el concurso —que se celebra<br />

entre los días 25 de marzo y 5 de<br />

abril— estará dedicado al violín: La<br />

cuantía de los premios es de 25.000<br />

florines el primer premio; 15.000 el<br />

segundo; 10.000 el tercero; 5.000 el<br />

cuarto, y 5.000 y 2.500 los dos<br />

premios especiales. El |urado está<br />

formado por una sene de<br />

personalidades de relevancia<br />

internacional, entre las que se cuentan<br />

Wolfgang Schneiderhan. Max Rostal.<br />

Hermán Krebbers, Ida Haendel, etc.<br />

Una noticia y algunos rumores<br />

Un antiguo y estimado conocido nuestro,<br />

ese espléndido director de orquesta<br />

que se llama Peter Maag, vuelve con fuerza<br />

a los estudios de grabación. Ya hace<br />

un tiempo firmó unas cuantas excelentes<br />

grabaciones para el sello Pickwick con su<br />

orquesta actual, la Sinfónica de Berna.<br />

Ahora ha firmado un contrato con la firma<br />

británica Decca para grabar una integral<br />

de los Conciertos para vioiín y<br />

orquesta de Mozart, acompañando ajoshua<br />

Bell. Y seguimos hablando de futuras<br />

grabaciones: la misma multinacional<br />

del disco tiene en cartera un álbum de<br />

música de Falla, en el que al parecer se<br />

incluirían El amor brujo, El sombrero de<br />

tres picos, el Concierto para clave y Noches<br />

en los jardines de España, los intérpretes<br />

serian Charles Dutoit y su<br />

orquesta, la Sinfónica de Montreal, que<br />

visitó España hace unos años. En cuanto<br />

a rumores: se habla de ciertas dificultades<br />

de dos grandes directores al frente<br />

de sus respectivos teatros de la ópera;<br />

seria ése el caso de Bernard Haitmk, ya<br />

definitivamente ale|ado de la que durante<br />

años fue su orquesta, la del Concertgebouw<br />

de Amsterdam, con la Royal<br />

Opera House (Covent Garden), y Riccardo<br />

Muti con la Scala de Milán. Por supuesto<br />

son rumores sin confirmación, pero<br />

Charlea DtilO't<br />

que circulan con insistencia en algunos ambientes.<br />

Lo que se puede decir con segu<br />

ridad es que en Covent Garden se<br />

respiran aires de una cierta crisis, a lo cual<br />

no es ajena, ni mucho menos, la política<br />

cada vez más restrictiva de la célebre<br />

Dama de Hierro, es decir, la divina Margaret<br />

Thatcher, la nnvia mundial de los<br />

ultraconservadores, con su política de<br />

constantes restricciones de subvenciones<br />

estatales para ía cultura.<br />

ACTUALIDAD<br />

Los escrúpulos<br />

de Rostropovich<br />

Hombre pío el gran vio I o nc el lista soviético<br />

ha puesto el grito en el cielo al<br />

contemplar la versión cinematográfica de<br />

la genial ópera de su paisano Modesto<br />

Mussorgsky, Boris Godunov, cuya dirección<br />

musical ha corrido a su cargo. Rostropovich<br />

se ha sentido mortalmente<br />

dolido porque el director de la película,<br />

el polaco Andrzej Zulawski, se ha permitido<br />

ciertas licencias que él considera punto<br />

menos que intolerables. ¿Cuáles? Por<br />

e|emplo, menoscabar el honor del pueblo<br />

ruso —encarnado en la ópera por el<br />

personaje del Inocente— haciéndole<br />

mear en un cubo ante una imagen de la<br />

Virgen María; o presentar a ía hermosa<br />

dama a la que la célebre Galina Vichmeskaia<br />

(esposa, como se sabe, de Rostropovich)<br />

presta su voz en la película,<br />

exhibiendo sus apetecibles carnes y entregándose<br />

a un desenfrenado erotismo.<br />

En fin: un cúmulo de horrores para los<br />

puritanos sentimientos de ruso ortodoxo<br />

de Bostropovich, tan gran artista como<br />

suspicaz ciudadano en las cosas que<br />

atañen a la religión y al sexo. Qué le vamos<br />

a hacer. Llevado a los tribunales el<br />

asunta la primera sala del tribunal de gran<br />

instancia de París ha dictaminado que la<br />

película lleve un texto de advertencia, inserto<br />

entre los títulos de crédito y las primeras<br />

imágenes.<br />

SCHERZO 11


ACTUALIDAD<br />

Odón Alonso<br />

Sinfónica de Madrid:<br />

seis programas<br />

Convocado el tercer premio de Composición<br />

de la Joven Orquesta Nacional<br />

de España, una institución musical que se<br />

ha convertido en una de las más prometedoras<br />

y dinámicas del país. En esta edición<br />

el premio se desdobla en tres<br />

modalidades: Sinfónico, que tendrá como<br />

fecha tope en el plazo de admisión el 28<br />

de marzo de 1990, con una cuantía económica<br />

de un millón de pesetas para el<br />

primer premio y de quinientas mil el accésit;<br />

Sinfónico-Coral, cuyo plazo de presentación<br />

expira el 28 de febrero de 1991<br />

y tiene la misma dotación; y de Opera<br />

de Cámara, que será hasta el 28 de fe<br />

brero del 92 y con una cuantía mayor que<br />

los anteriores: un millón y medio en su<br />

premio único. No existe límite de edad<br />

para los concursantes, aunque el jurado<br />

- citamos textualmente- «podrá establecer<br />

Menciones Especiales para aquellas<br />

obras de compositores que no hayan<br />

sobrepasado la edad de 35 años», Quien<br />

desee más datos sobre el concursa dirigirse<br />

a la JONDE. Auditorio Nacional de<br />

Música. Principe de Vergara. 136, 28002<br />

Madrid. Por otra parte la orquesta tiene<br />

ya en marcha su temporada de conciertos,<br />

con actuaciones en Asturias —bajo<br />

la dirección de Juan de Udaeta— con<br />

obras de Darías, Mahler, Bernstein y Ravel:<br />

por Galicia (en los meses de julio y<br />

12 SCHERZO<br />

Odón Alonso con un programa bastante<br />

extraordinario —una selección de La<br />

verbena de la Paloma de Bretón más la<br />

Sinfonía Lenmgrado de 5hostakovich—<br />

inauguró en el Auditorio Nacional el Ciclo<br />

de conciertos de la Orquesta Sinfónica<br />

de Madrid, futura titular del Teatro de<br />

la Opera. Le seguirán C. Halffter —con<br />

su Fandango para ocho violonchelos, la<br />

Quinta Sinfonía de Tomás Marco y la Primera<br />

de Mahler—. Manuel Galduf —con<br />

obras de Palau, Julio Gómez y Rimsky<br />

Korsakof—, Max Bragado Darman —J, M.<br />

O. Morales y Dante de Enrique<br />

Granados—, José Ramón Encinar —Bretón.<br />

José LUÍS Turina y Liszt— y Rafael<br />

Frühbeck de Burgos, que dirigirá La infancia<br />

de Cristo de Berlioz el día cuatro<br />

de |umo, en un concierto en la Catedral<br />

de San Isidro con el que culminará el cicla<br />

La JONDE: concursos y conciertos<br />

í dirwnd L olorrw ensayando tan te ¡ONDt<br />

agosto), con Edmon Colomer al frente y<br />

obras de Henze. Haydn y Hmdemith: por<br />

Valencia (noviembre) con un programa<br />

que incluye a Martmu, Debussy y Stravmsky.<br />

Por otra parte, la JONDE dará el<br />

concierto inaugural del I Festival Internacional<br />

de Primavera en Canarias, con Colomer,<br />

su titular, y un programa con obras<br />

de Bemaola, Bartok y Beno. Como se ve,<br />

programas que se alejan del gran reper-<br />

En honor<br />

a Mozart<br />

Nueva edición de la Mozartiana<br />

barcelonesa, organizada por las<br />

Joventuts Musicals de Catalunya,<br />

Xavier GüeN, al frente de la orquesta<br />

Solistes de Catalunya tendrá a su<br />

cargo todos los conciertos, que se<br />

celebran entre el 17 de enero y el 4<br />

de junio, con la excepción de uno de<br />

los programas, que dirigirá Choo<br />

Hoey. Como solistas un plantel de<br />

artistas de primera fila como los<br />

pianistas Misha Dichter, Ingríd<br />

Haebler y Carme Vilá, las sopranos<br />

Sumi Jo y Luciana Serra, y el flautista<br />

Jean-Pierre Rampal. Un festival<br />

atractivo por su programación y por<br />

la calidad de los artistas que en él<br />

intervienen.<br />

torio habitual y muestran dos cualidades<br />

nada desdeñables: ambición y espíritu de<br />

innovación. Junto a esas actividades, conciertos<br />

de grupos formados por exmiembros<br />

de la JONDE (Atabal Percusión,<br />

Grupo Manon, etc.). Encuentros, Talleres<br />

(de música escénica, de<br />

Improvisión), conferencias, cursos especiales<br />

(Pedagogía de los instrumentos de<br />

cuerda, Técnica Alexander).


Masur para<br />

presidente<br />

La situación en los países del Este de<br />

Europa evoluciona contradictoriamente<br />

y a ritmo vertiginoso. Los intelectuales,<br />

esos señores que empezaron a dejar<br />

oír su voz en la política europea a<br />

partir del celebérrimo afíaire<br />

Dreyfus, están desempeñando unos<br />

papeles en la vida de sus respectivos<br />

países que rebasan el marco de su<br />

dedicación profesional y van mucho<br />

más allá. Tal es el caso de<br />

Checoslovaquia, donde un conocido<br />

escritor ha asumido la presidencia de<br />

(a recién reinstaurada república. Y<br />

ahora algo similar puede ocurrir en la<br />

RDA. si es que ésta no es simplemente<br />

absorbida por Alemania Occidental.<br />

Ya hemos hablado del papel que un<br />

gran director. Kurt Masur, ha<br />

desempeñado en el proceso de<br />

democratización de Alemania Oriental.<br />

Pues bien, ahora parece que hay una<br />

fuerte corriente de opinión que quiere<br />

llevar al director de la Gewandhaus de<br />

Leipzig a la presidencia de la república<br />

—si es que esa república subsiste,<br />

Siempre<br />

Beethoven<br />

Andrés Ruiz Tarazona dirige el ciclo<br />

Beethoven, genio del arte musical que<br />

con patrocinio de Mare Nostrum se<br />

está celebrando en el Aula que lleva el<br />

nombre de esta firma en el número I<br />

del madrileño Paseo de la Castellana.<br />

En el ciclo se incluyen una serie de<br />

obras camerísticas del compositor<br />

—sonatas para piano, para violín y<br />

piano, para cello y piano, tríos,<br />

cuartetos, las Danzas alemanas, la<br />

Gran Fuga y el Septimino. El primer<br />

concierto estuvo a cargo de Cristina<br />

Bruno y el segundo del violinista<br />

Pedro León y del pianista Julián López<br />

Gimeno. Los siguientes contarán con la<br />

colaboración de Rafael Ramos. |osep<br />

Colom, Víctor Ardelean. Paul<br />

Fnedhoff, Almudena Cano, el<br />

Cuarteto Arcana y el Ensamble de<br />

Madrid. El ciclo concluirá el día 20 de<br />

junio con la actuación de este último<br />

con] unto.<br />

ACTUALIDAD<br />

Veladas con Szymanowski<br />

Echar un vistazo de vez en cuando a los programas del South<br />

Bank Centre londinense siempre nos pone los dientes largos.<br />

Londres sigue siendo la ciudad con la oferta cultural —no sólo<br />

musical— más rica de Europa y posiblemente del mundo entero.<br />

Y lo que le pone los dientes aún más largos a uno es que<br />

no se trata de un problema de fastuosos presupuestos para<br />

montar grandes eventos de cara a la galería, sino que es resultado<br />

de no mucho dinero pero maneado con esos ingredientes<br />

tan poco frecuentes entre nosotros: modestia, eficacia y<br />

sentido común. Hay muchas cosas para resaltar en el último<br />

programa que ha caído en nuestras manos, pero tal vez lo más<br />

destacable, por cuanto se trata de la recuperación plena de un<br />

músico relativamente poco conocido en Europa Occidental, es<br />

la sene de conciertos bajo el nombre de Poland s Last Romantic.<br />

The Inspiration of Karol Szymanowski (excusamos la traducción<br />

porque parece innecesaria). Entre los meses de marzo y<br />

el seis de junio en el Royal Festival Hall, Queen Elisábeth Hall<br />

y la Purcell Room, se celebrarán conciertos sinfónicos y de cámara<br />

de la obra del gran compositor polaco. El ciclo se inaugurará<br />

con la versión de concierto de su maravillosa ópera El rey<br />

Roger, bap la dirección de Andrew Davis, y finalizará con un<br />

Concierto de la Philharmoma, dirigida por el excelente músico<br />

que es el checoslovaco Libor Pesek. que interpretará la Cuarta<br />

Sinfonía para piano y orquesta, con Janina Fialkowska como solista.<br />

Y en medio ciclos de canciones, obras para piano, para<br />

cuarteto de cuerda, sinfonías, conciertos, etc. Si tienen unos<br />

duros de sobra y van a Londres en primavera no se lo pierdan.<br />

SCHERZO 13


ACTUALIDAD<br />

Rabel Kubelik<br />

Un gran compositor contemporáneo.<br />

Hans Werner Henze, ha fundado y dirige<br />

actualmente uno de los festivales musicales<br />

más atractivos que se pueden<br />

encontrar hoy en el panorama europeo:<br />

se trata de la Bienal de Munich, cuya segunda<br />

edición se celebrará este año de<br />

1990. Los organizadores del festival son<br />

el Servicio Cultural de la Ciudad de Munich<br />

y el Spielmotor Múnchen e.v. La Bienal<br />

se celebrará entre el 25 de abril y el<br />

17 de mayo y en ella estarán presentes<br />

compositores de la República Papular<br />

China, Francia, Gran Bretaña, Hungría,<br />

USA. Israel, URSS y la República Federal<br />

Alemana. Presentado como «festival internacional<br />

del nuevo teatro musical»<br />

- cuya primera edición es de 1988—, en<br />

la programación se incluyen cinco grandes<br />

producciones y seis más pequeñas,<br />

amén de cinco conciertos sinfónicos y un<br />

concierto coral. El propósito de la Bienal<br />

—que se sitúa gustosamente en la estela<br />

de los conciertos de Música VIVÍ, creados<br />

por otro gran compositor, Karl-<br />

Amadeus Hartmann. que contribuyeron<br />

de modo decisivo al relanzamiento de la<br />

vanguardia musical alemana tras el<br />

nazismo— es sumamente ambicioso. En<br />

palabras de los organizadores »se trata de<br />

facilitar el camino a los jóvenes poetas y<br />

compositores hacia su manera de expresión<br />

personal con la ayuda del teatro y<br />

ganar para la música contemporánea un<br />

14 SCHERZO<br />

Kubelik vuelve a casa<br />

Rafael Kubelik estaba en Gran Bretaña,<br />

dirigiendo en Glyndebourne Don Giovanm,<br />

cuando se produjo lo que ha sido históricamente<br />

llamado el golpe de Praga.<br />

es decir, la toma del poder por parte del<br />

PC checoeslovaco, que no satisfecho con<br />

haber conseguido en las urnas un 38 por<br />

ciento de los sufragios en las ultimas elecciones<br />

democráticas celebradas en el país,<br />

forzó las cosas, fiel a la política estalmista<br />

de hechos consumados. I4ibelik no volvió<br />

nunca más a su país de origen y se<br />

exilió, primero a los EE.UU.. luego a Holanda,<br />

a Gran Bretaña y a Alemania Occidental,<br />

consiguiendo la reputación<br />

internacional de todos sabida. Retirado<br />

de la dirección de orquesta y dedicado<br />

en su lugar de residencia, Suiza, a la composición,<br />

Kubelik había anunciado últimamente<br />

que realizaría algunos video-disc.<br />

La II Bienal de Munich<br />

Haní Werne' Hemr<br />

público más importante, más consciente<br />

y ávido de novedades. El abanico que se<br />

está constituyendo va desde místenos<br />

hasta opera jazz metropolitana, de tragicomedias<br />

magiares y psicodramas hasta<br />

la comedia social franco-a I emana, del espectáculo<br />

de funámbulos hasta los cuen-<br />

El retorno de la democracia a Checoeslovaquia<br />

después de la experiencia frustrada<br />

por la intervención de las trapas del<br />

Pacto de Varsovia en 1968, y ha servido<br />

para que el veterano y gran director vuelva<br />

a casa con todos los honores. Tanto<br />

es así que en (a próxima edición del internacionalmente<br />

famoso festival de la<br />

Primavera de Praga, que se inaugura<br />

siempre con la actuación de la Filarmónica<br />

Checa interpretando Ma Vlást de Bednch<br />

Smetana. este año el concierto<br />

correrá a cargo de Kubelik. como hace<br />

exactamente cuarenta y cuatro años,<br />

cuando se inició el citado festival. El cual,<br />

por otra parte, se cierra con la interpretación<br />

de la Novena Sinfonía de Beethoven.<br />

que este año correrá a cargo de otro<br />

grande. Nada menos que Leonard<br />

Bernstein.<br />

tos del Extremo Oriente». En los<br />

conciertos sinfónicos participarán, entre<br />

otros, Beño al frente de la Filarmónica de<br />

Munich, con un programa de obras suyas<br />

y de Maderna, y nuestro compatriota<br />

Arturo Tamayo, con la Orquesta<br />

Filarmónica de la Juventud Alemana.


la Puerto de BrandemOurgo en Berlín<br />

Fiesti en<br />

Bernstein en Berlín<br />

Leonard Bernstein es un hombre de<br />

reconocida conciencia cívica. Tanto es<br />

así que durante el maccarthismo la<br />

mquisión senatorial norteamericana<br />

desencadenó contra él sus iras por sus<br />

conocidas posiciones de izquierda.<br />

Bernstein fue amigo, por ejemplo, del<br />

maestro de la novela negra<br />

norteamericana, Dashíell Hammett,<br />

que sufrió un año de cárcel por<br />

negarse a declarar ante el tristemente<br />

célebre Comité de Actividades<br />

Antiamencanas y fue, además, una de<br />

las escasas personas famosas que<br />

asistió al entierro del gran novelista.<br />

Durante la guerra de Vietnam.<br />

Bernstein apostó valientemente por la<br />

retirada de las tropas norteamericanas<br />

de aquel país y por la paz. Un<br />

conmovedor testimonio de su actitud<br />

lo constituye una hermosa grabación<br />

de la Misa m tempore belli de Hydn,<br />

que estuvo en el catálogo de CBS. y<br />

que recogía una grabación en vivo de<br />

un concierto dado por el gran<br />

director en una iglesia neoyorquina<br />

para pedir el fin de la intervención<br />

norteamericana en Vietnam. Ahora<br />

acaba de aparecer un disco con la<br />

Novena Sinfonía de Beethoven.<br />

procedente de otra grabación en vivo<br />

de un concierto para celebrar la caida<br />

del muro de Berlin. Bernstein contó<br />

con un conjunto orquestal excepcional<br />

formado por miembros de la<br />

Staatskapelle Dresden, la Orquesta del<br />

Teatro Kirov de Leningrado, la London<br />

Symphony, la Filarmónica de Nueva<br />

York y la Orquesta de Paris. Los<br />

solistas fueron June Anderson, Sarah<br />

Walker, Klaus Koenmg y Jan-Hendrik<br />

Rootenng. Un bello documento<br />

artístico de un músico extraordinario<br />

que es también un luchador por la<br />

paz.<br />

ACTUALIDAD<br />

Si vas a París<br />

papá...<br />

París sigue siendo Paris, se diga lo que<br />

se diga. Echar un vistazo a su<br />

cartelera de espectáculos sigue siendo<br />

reconfortante... para quienes puedan<br />

permitirse el lujo de hacer una<br />

escapada a la en su día llamada<br />

Ciudad Luz. En París tal vez no tengan<br />

la vida musical de Londres, por<br />

ejemplo, pero no se lo pasan mal del<br />

todo. Si no echen un vistazo a la<br />

cartelera del Chatelet para los<br />

próximos meses. Si buscan ópera se<br />

encontrarán con acontecimientos<br />

como unos Maestros cantores de<br />

Richard Wagner con Lucia Popp y jóse<br />

van Dam. más la Orquesta Filarmónica<br />

de Radio Francia, dirigida por Marek<br />

Janowski. O un Malade Imaginatre<br />

(comedia en la que se mezclan música<br />

y danza, como dice su subtítulo) de<br />

Moliere y Charpentier, con dirección<br />

musical de William Christie. O un<br />

Moses und Aron de Arnold<br />

Schoenberg — ¡qué todavía no se ha<br />

estrenado en Madrid!— donde el<br />

mismo Janowski dirige a Theo Adam y<br />

a Wolfgang Neumann en los papeles<br />

principales. Y dos Mozart<br />

relativamente poco frecuentados<br />

dirigidos por John Eliot Gardmer:<br />

Idomeneo y La demenza di Tito. En<br />

otras manifestaciones pueden escuchar<br />

a fbgorelich, al Cuarteto Alban Berg<br />

interpretando a Smetana, Mozart y<br />

Lutoslawski, al trío formado por Isaac<br />

Stern, Yo Yo Ma y Emanuel Ax con<br />

obras de Brahms, Shostacovich y<br />

Beethoven. al ya citado Janowski que<br />

sigue su ciclo de las Sinfonías de<br />

Bruckner —trufado, por cierta con<br />

obras de Berg y de Schoenberg— y<br />

un ciclo titulado La Europa musical, en<br />

el que intervienen con|untos Como<br />

The Academy of Ancient Music, The<br />

Sixteen, el Concentus Musicus de<br />

Viena, Les Arts Flonssants. la<br />

Orquesta de Cámara Checoeslovaca y<br />

solistas y directores como Kenneth<br />

Gilbert, Hamoncourt. Rílling, Lazar<br />

Berman, Hogwood. etc. ¿No está mal.<br />

verdad?<br />

SCHERZO 15


ACTUALIDAD<br />

VALENCIA<br />

Spivakov, siempre bien recibido<br />

Valencia- Palau de ía Mústca. 4 de febrero de 1990. Gubaidulma Las siete palabras, para vwloncello. bayan<br />

cuerda' Bruten Las Iluminaciones para rerior y cuerda. Op IS. Schuberi Sinfonía n.° 5, en Si bemol mayoi<br />

D. 485. Fnedrich Lips (bayan). Mihail Milrmn (cello). Neil Mackie (ten.). Virtuosos de Moscú. Director" Vladtrrn<br />

Spivakov<br />

Como excelente violinista<br />

y director de sus<br />

Virtuosos, Spivakov se ha<br />

convertido ya en un habitual<br />

para el público valenciano,<br />

que siempre le<br />

ha recibido con gran entusiasmo.<br />

Esta vez en<br />

principio sólo venia como<br />

director, faceta en la<br />

que ha conseguido hacer<br />

de su orquesta un instrumento<br />

tan obediente a él<br />

como acaso sólo pueda<br />

serlo su violin. En tal sentido,<br />

tampoco esta vez<br />

defraudó.<br />

Dicho esto, y como<br />

una cosa no quita la otra,<br />

la verdad es que no nos<br />

gustó su Schubert, mejor<br />

dicho, la concepción de<br />

Schubert que expuso. Si,<br />

como muy bien dice Andrés<br />

Ruiz Tarazona en el<br />

programa de mano citando<br />

a Stefan Kunze. la<br />

Quinta de Schubert es<br />

un «homenaje a Schubert»<br />

o nMozart a la manera<br />

de Schuberu,<br />

cabría lógicamente esperar que se interpretara<br />

un oSchubert a la manera de Mozart».<br />

Pues bien, nada de esto se vio en<br />

la trepidante interpretación de los moscovitas.<br />

Especialmente errónea nos pareció<br />

la elección del tempo en el primer<br />

movimiento, allegro, quizá aún más rápido<br />

que el allegro vivace final, sin dejar<br />

apenas huecos para los acentos y suspiros<br />

prescritos en la partitura. Los aficionados<br />

asiduos aún recordarán la gracia<br />

con que, salvando las diferencias de instrumenta<br />

presentó hace unos pocos años<br />

esta obra Eduardo Cifré al frente de la<br />

Orquesta Municipal.<br />

La música como norte<br />

Fbr lo demás, la orquesta prestó un<br />

acompañamiento exquisito a un tenor<br />

muy en la linea de los cantantes británicos<br />

bnttenistas. subgrupo de los deliciosos,<br />

esto es, lejos de la agresividad con<br />

16 SCHERZO<br />

que afronta esta obra, por ejemplo, Robert<br />

Tear. El concierto se había abierto<br />

con una muestra de arrojo bien entendido<br />

con que. acierte o no, pero siempre<br />

puramente con la música como norte,<br />

aborda Spivakov su trabajo: una obra reciente<br />

(¡982) de una compositora soviética<br />

que anadia a su vanguardismo la<br />

novedad del acordeón cromático ruso.<br />

Propinas<br />

Como propinas, el final de la Sinfonía<br />

n.° 2-? de Mozart. esta vez sí con un rigor<br />

muy oportuno, una muestra frivola,<br />

pero siempre valiosa, del sonido que este<br />

gran intérprete obtiene de su violin,<br />

y finalmente un afarde de cohesión orquestal<br />

en la fblca de Shostakovich. £1 público<br />

aplaudió todo con la generosidad<br />

acostumbrada por estos pagos.<br />

Alfredo Brotóns Muñoz<br />

Beethoven modélico<br />

Vileneii. Palau de la Musita 14-1-90 Beetrioven Ober<br />

i^ita Fidelio'Cuarta Sinfonía Glazunov Conoerlo para<br />

violin y orquesta Ríjussel 1 Suite n ° de ¿tacdrus e\<br />

Anane. Ingolf Turban, v^olin Orquesta Nacional de<br />

Francia Director Lorm Maazel<br />

La Cuarta de Beethoven, de Lorm Maazel.<br />

fue. por su naturalidad y solidez interpretativas,<br />

modélica. Una de las<br />

meiores que recuerdo desde hace tiempo<br />

(y llamo, de paso, la atención hacia la<br />

excelente Cuarta grabada por Hogwood).<br />

La Orquesta Nacional de Francia se mostró<br />

en el Palau de Valencia en espléndido<br />

momento, con homogénea calidad en<br />

todas sus secciones, si exceptuamos algunas<br />

imprecisiones de las trompas en ambas<br />

obras de Beethoven. La Obertura de<br />

Fidelio fue buena sin más. Pero en la<br />

Cuarta Maazel volvió a confirmar su<br />

asombrosa capacidad técnica y su solidez<br />

y elegancia en la exposición. Todo movimiento,<br />

tanto de la batuta como de la<br />

mano izquierda, jamás es gratuito. Hay<br />

una aparente libertad de compás, pero<br />

una imperiosa exigencia manifestada en<br />

los momentos esenciales de cada pasaje,<br />

en los que la Orquesta se pliega a la perfección.<br />

Sobre estos puntos esenciales<br />

despliega Maazel un discurso tenso, sin<br />

efectos espectaculares, contenido y refinado:<br />

vibrato íntimo en el Adagio, cordialidad<br />

en el tercer movimiento, energía<br />

sin estrépito en el Allegro final. Exactamente,<br />

hay en Maazel una inteligencia y<br />

una experiencia enorme (¡qué bien contuvo<br />

a los metales, adecuado a la peculiar<br />

acústica del Palau!). que no necesita<br />

estrépitos en ningún sentido. La importancia<br />

de Maazel, los muchos aciertos de<br />

su amplia discografía son bien conocidos<br />

y, sin embargo, ante el gran público quizá<br />

no tenga esa aureola mística ni el tono<br />

a veces estridente de un Mehta.<br />

La brillantez de la Su/fe de Roussel fue<br />

sutil y de timbres puros, stravinshana en<br />

manos de Maazel, nunca estridente. El<br />

Concierto de Glazunov. aparte de su<br />

agradable melodismo, sólo podía proporcionar<br />

al solista la exhibición de un buen<br />

sonido redondo. Singular resultó la versión<br />

del Preludio de La Artesiana, lejos de<br />

todo aire ma|estuoso o solemne, que habitualmente<br />

lo acompaña. Maazel, con un<br />

tempo rápido y una expresión luminosa<br />

y cortante, pareció ofrecer una declaración,<br />

como un Bizet leido desde el ditirambo<br />

nietzscheano, de exaltación del<br />

Sur.<br />

B.C.


Lección pedagógica<br />

VUenoa. Palau de la Música. 9 II 90 F Boietóieu Ober<br />

lura de La d¡me Minche, Beethovm Concertó para<br />

pierio y orqueste n.° I, Berhoz. 5mfonia Fantástica. Ingnd<br />

Haebler piano Orquesta Municipal de Valencia.<br />

Directar |ean Fournel<br />

Tercer concierto de la Orquesta Municipal<br />

en el presente año. Interesante y<br />

convincente. Más aún si se piensa en una<br />

condición al margen, pero influyente: el<br />

día anterior hablamos vivido la imponente<br />

experiencia del recital de Sviatoslav<br />

Richter. La magnifica mozartiana Ingrid<br />

Haebler ya nos había ofrecida en una anterior<br />

visita a Valencia, un recital de sonatas<br />

de Beethoven, idiomáticas pero<br />

tocadas por la peculiar aura mozartiana<br />

de la pianística. No es casualidad que<br />

Haebler escogiera para este concierto el<br />

Primero para piano de Beethoven. con<br />

su indiscutible referencia mozartiana. La<br />

belleza del sonido, la claridad y el buen<br />

gusto del fraseo de Haebler. siempre presentes,<br />

se complacieron tanto en poner<br />

de relieve la personalidad de la obra de<br />

Beethoven como la gracia mozartiana que<br />

!a recorre. Aqui la fuerza de Beethoven<br />

obedece, como los momentos más dramáticos<br />

y violentos de Mozart, a esa indicación<br />

tan hondamente mozartiana<br />

«con violenza gentile* (un afortunado verso<br />

de Ungaretti). Asi lo entendió la pianista<br />

en el Allegro con brío: siguió con un<br />

impecable Largo, esta vez con una orquesta<br />

contenida y no dormida, y con un<br />

rondó final equilibrado (piano-orquesta),<br />

bajo la dirección de Fburnet.<br />

Sinfonía fantástica<br />

|ean Fournet dio una de esas lecciones<br />

de tono pedagógico en su forma de exponer,<br />

de oficio y experiencia en las obras<br />

francesas. En la obertura de La dame<br />

blanche. pieza en la que. pese al propósito<br />

de independencia del compositor, siguen<br />

asomando gestos rossimanos. Y en<br />

la Sinfonía fantástica, que Fournet logró<br />

extraer de la orquesta con notable naturalidad.<br />

Sin caídas de tono y sin cumbres<br />

excelsas, la obra tuvo unidad, no va por<br />

el conocido tema que la sustenta, sino<br />

por la facihdd con la que fue desarrollada<br />

acorde a las posibilidades de ta Orquesta.<br />

En esta ocasión toda la sección<br />

de viento tuvo control y corrección, los<br />

acordes de los timbales, regulación y algunas<br />

excelentes intervenciones solistas:<br />

•el corno inglés en el Adagio, el oboe, el<br />

fagot y el clarinete.<br />

B.C.<br />

{ACTUALIDAD<br />

Obertura lírica para el 92<br />

La obertura lírica para el 92 consiste en<br />

cinco recitales de canto programados por<br />

el Palau aparte del ciclo habitual de conciertos.<br />

Como su propio nombre indica,<br />

es una promesa de una futura temporada<br />

lírica, por fin. amplia e importante en<br />

esa solemne tierra de promisión del 92.<br />

Tendremos tiempo, pues, de hablar con<br />

detalle del proyecto Las Cuatro Estaciones,<br />

que intentará convertir a Valencia en<br />

el centro musical del fastuoso año. De<br />

momento, la prometida formación de un<br />

taller de ópera parece que ha sido revocada<br />

incomprensiblemente. Por ahora, el<br />

Palau corrige con estos recitales líricos una<br />

carencia desde su inauguración, compensada<br />

por la excelente serie de cantantes<br />

que ha programado la Sociedad Filarmónica<br />

en los últimos años. Los más recientes<br />

han sido los recitales de Lucia Popp<br />

y de Thomas Quasthoff, éste con Wtnterreise.<br />

El ciclo de la Obertura linca lo<br />

abrió |osé Carreras con enorme expectación<br />

y éxito Resumiendo virtudes e insuficiencias<br />

hay que señalar que Carrera;<br />

demostró, tras el forzoso descanso de su<br />

voz, una mayor inteligencia en el manejo<br />

de sus medios, evitando, por una parte,<br />

mantener la tensión en el agudo (que sigue<br />

forzado a partir del paso) y logrando<br />

bellísimas y auténticas medias voces<br />

y pianísimos, matizando más su fraseo de<br />

indiscutible musicalidad. La voz. en principio,<br />

ha perdido mordente, esa luminosidad<br />

tímbrica en el registro central de<br />

antaño, aunque a medida que progresó<br />

el concierto llegó a recuperarlos notablemente.<br />

Me pareció destacado en el Pietá<br />

Stgnore de Stradella, contrastado y<br />

efusivo: en Massenet y en algunas cancio-<br />

nes de Tosti. muy bien matizadas. A partir<br />

del Fblo de Falla la voz tuvo la frescura<br />

que siempre le ha caracterizado y en las<br />

canciones de Puccmi logró momentos excelentes,<br />

sobre todo en Mentí alfavviso.<br />

Segundo recital<br />

El segundo recital, acompañado por la<br />

Orquesta Municipal, dirigida por Manuel<br />

Galduf, ofreció un bello programa operístico<br />

Isabel Rey, la joven soprano valenciana,<br />

confirmó las expectativas que<br />

despierta como futura primera figura,<br />

particularmente en el Caro Nome, en el<br />

dúo de Rigoíetto, ¡Figlia! mío padre y en<br />

el ana de Lakmé, en la que logró precisiones<br />

en el sobreagudo a lo Mado Robín.<br />

El registro agudo ha ganado en fuerza<br />

y tiene una pureza admirable, aunque en<br />

el registro medio, aparte de una solidez<br />

todavía en evolución, le falte un acento<br />

expresivo que seguramente potenciará en<br />

escena. El bajo Miguel Ángel Zapater<br />

abordó arias de La juive, Simón Boceanegra,<br />

I Vespri Siciliani, con voz interesante,<br />

todavía falta de la necesaria proyección<br />

sonora. Juan Fbns, siempre intencionado<br />

en su interpretación, exhibió sólida experiencia,<br />

su timbre no siempre grato, y destacó<br />

en Di Provenza il mar y el dúo de<br />

La Forza, Invano, Alvaro, ti celasti con Antonio<br />

Ordóñez. El tenor sigue despertando<br />

interés por tratarse de un spinto, hoy<br />

raro, con resonancias dramáticas (hubo<br />

momentos en que me recordó a Corelli),<br />

y porque ha refinado su fraseo, con<br />

uso de reguladores y medias voces. Creo<br />

que para su futuro le convendría aiustar<br />

su gama expresiva (dosificar los esfuerzos<br />

extremos, sean medias voces o tensos<br />

agudos de pecho). Cantó muy bien el dúo<br />

de La Forza. La Orquesta no siempre<br />

acompañó a los cantantes, como últimamente<br />

sí lo ha hecho cuando ha actuado<br />

en foso. El tercer recital a cargo de Teresa<br />

Berganza merece un comentario aparte<br />

y más extenso Sólo señalaré que en<br />

esta ocasión, en el Palau de Valencia, la<br />

cantante estuvo en estado de gracia, sobre<br />

todo en las siete propinas del final.<br />

En Pergolesi. Rossini (muy bien en la difícil<br />

cantata Giovanna dArco y perfecta en<br />

Di tanti palpiti), Bizet, Strauss, Rodrigo.<br />

Respighi, Offenbach, Bizet, Falla y en las<br />

piezas de La Gran Vía y La Tempranica,<br />

dio fundamentalmente una lección estilística<br />

Los recitales previstos de Paata<br />

Burchuladze y de Montserrat Caballé cerrarán<br />

este ciclo lírico.<br />

Blas Cortés<br />

SCHERZO 17


ACTUALIDAD<br />

CANARIAS<br />

VI Festival d« Cuianas Tenerife, sala Teobaldo Power<br />

de La Orotava Orquesta Filarmónica Checa Directores<br />

1 V. Neumann y J. Behlolavek Obru de Mahler.<br />

Marco, Tthaikovsky y Janacek. 26 y 27 de enero<br />

Sin duda, los dos conciertos de la Orquesta<br />

Filarmónica Checa se nos presen<br />

taban entre lo más granado de la última<br />

edición del Festival Internacional de Mú<br />

sica de Cananas, que se ha celebrado entre<br />

el 7 de enero y el 4 de febrero en Las<br />

Palmas de Gran Canana y en La Orotava<br />

de Tenerife y cuya inauguración ya fue<br />

comentada en el último número de<br />

SCHERZO. La indudable categoría de una<br />

de las orquestas más reputadas y con mayor<br />

tradición en Europa, la presencia en<br />

uno de sus programas del viejo Neumann<br />

como director en la Tercera de Mahler<br />

y el estreno mundial en el otro de una<br />

nueva sinfonía, la Quinta, del compositor<br />

madrileño Tomás Marco, justificaban con<br />

razón la enorme expectación despertada<br />

entre el público y los diferentes medios<br />

de comunicación canarios<br />

Evidentemente, ninguna de las tres premisas<br />

defraudó al auditorio, aunque descartaría<br />

el descubrimiento de una cuarta<br />

no incluida en un principio, y que de ninguna<br />

manera sería justo no destacar. Se<br />

trata de la buena impresión que nos causó<br />

el ¡oven director checo jin Behlolavek,<br />

en la actualidad titular de la Orquesta Sinfónica<br />

de Praga, la segunda más importante<br />

del país, y a partir de la próxima<br />

temporada máximo responsable de la legendaria<br />

centuria checa en sustitución de<br />

Vaclav Neumann, que se jubila. A sus 44<br />

años, Behlolavek se perfila como un director<br />

sólido, poseedor de una buena técnica<br />

de dirección y excelente musicalidad.<br />

Su versión del Taras Bulba de Janacek fue<br />

sin lugar a dudas lo mejor que se oyó en<br />

esta nueva visita del conjunto checo al festival<br />

canario. Con Behlolavek, la Filarmónica<br />

Checa volvió a sonar con la habitual<br />

plenitud y empaste de siempre, y que sin<br />

embargo en el Mahler del día anterior -<br />

precisamente con Neumann- echamos<br />

un poco de menos. Sólo el adagio final<br />

de la Tercera tuvo carácter de excepción<br />

en manos de ese gran mahlenano que se<br />

llama Vaclav Neumann. El resto, aunque<br />

bien planificado, tuvo una ejecución desigual<br />

por parte de la orquesta, muy insegura<br />

en los metales y las maderas, y una<br />

lectura carente de tensión y contrastes<br />

por parte de Neumann. Muy bien la intervención<br />

de la contralto holandesa Jard<br />

van Ness, que lucio una voz oscura real-<br />

18 SCHERZO<br />

De sorpresa en sorpresa<br />

\foctev Neuinann<br />

mente bella, aunque posiblemente su tesitura<br />

se acomodaria mejor al Urlicht de<br />

la Segunda que al delicado y tierno lied<br />

con texto de Nietzsche que Mahler incluyó<br />

en su Tercera. Tan sólo discreto el<br />

coro femenino de la Filarmónica Checa.<br />

En fin, un Mahler muy por debaio de lo<br />

que otras veces hemos podido degustar<br />

en estos intérpretes, no sólo a través de!<br />

disco, que poseen uno de los mejores y<br />

más interesantes ciclos grabados, sino<br />

también en vivo. No obstante, debe quedar<br />

claro que estuvimos ante un Mahler<br />

de muchos kilates y, en cualquier caso,<br />

muy difícil de escuchar en concierto asi.<br />

Sin embargo, uno de los sucesos más<br />

esperados, no sólo de estos conciertos,<br />

sino de la presente edición del festival, era<br />

el estreno mundial de la primera obra encargo<br />

que realizó el certamen musical canario<br />

a un compositor en activo. Se trata<br />

de la Quinta Sinfonía. «Modelos de Universo»,<br />

de Tomás Marco. La nueva obra,<br />

de poco más de 30 minutos de duración<br />

y escrita en siete movimientos sin solu-<br />

ción de continuidad, comienza allí donde<br />

acaba su Cuarta, en la referencia que<br />

el compositor madrileño hacía a la cabecera<br />

del Zaratustra de Richard Strauss.<br />

Transparente y bien construida timbricamente,<br />

la partitura funciona de principio<br />

a fin sin que se produzcan momentos vacíos<br />

ni excesos gratuitos. Tampoco Marco<br />

busca el lucimiento fácil ni se complica<br />

la vida con formas o contenidos complejos.<br />

Estamos ante una obra clara y directa,<br />

comunicativa y rica en claroscuros e<br />

imágenes. Al igual que ocurriera con Pulsar.<br />

Espacio quebrado o la Cuarta Sinfonía,<br />

la Quinta es una partitura en la que<br />

Marco explora lo que él denomina «Modelos<br />

cosmológicos». Según explicación<br />

del propio compositor, para su composición<br />

ha utilizado vanas teorías sobre el<br />

universo -teoría de Hawking— a la hora<br />

de construir los siete movimientos que<br />

le dan forma y que representan cada una<br />

de las siete islas en sus nombres originales:<br />

«La sinfonia va así de lo universal a<br />

lo canario en una constante dialéctica».<br />

La obra se nos presenta como un gran<br />

ostinato rítmico claramente diferenciado<br />

en siete bloques que están ligados entre<br />

sí mediante una referencia irónica del timbal<br />

a las cuatro primeras notas de la Quinta<br />

de Beethoven. En cada uno de estos<br />

movimientos o bloques sonoros. Marco<br />

utiliza un proceso de tensión-relajación de<br />

la música, a veces impregnado de un ritmo<br />

titánico —quinto movimiento—, otras<br />

algo más complejo —sexto—, de gran lirismo<br />

—cuarto— o danzable —comienzo<br />

del séptimo—. A lo largo de la obra, Tomás<br />

Marco huye de hacer cualquier referencia<br />

al folclore canario. En definitiva,<br />

creo sinceramente que el compositor madrileño<br />

ha realizado uno de sus me(ores<br />

trabajos sinfónicos de los últimos años y<br />

así también lo entendió el público asistente<br />

en la sala Teobaldo Ftawer de La Orotava.<br />

que le dispensó una de las mayores<br />

ovaciones que nunca antes pude oir al<br />

término de un estreno contemporáneo.<br />

Tomás Marco se vio obligado a saludar<br />

en numerosas ocasiones, al igual que Jiri<br />

Behlolavek, el otro gran triunfador de la<br />

noche. El presente programa se completó<br />

con unas rutinarias Variaciones rococó<br />

de Tchaikovsky, servidas de manera<br />

poco convincente por el |oven cellista checo<br />

Daniel Veis.<br />

Antonio Moral


VALLADOUD<br />

Zimerman o la genialidad humanizada<br />

Vallidolid. Teatro Lope de Vega I diciembre 1989. Schubert. 4 Impromptus Op ¡<strong>42</strong> (D. 935). Debussy. 6 Prelu<br />

dios del bbro II. Bacewicz. 5on¿¡¿ II. Asociación Cultural Salzburgo (con el patrocinio de la ¡unta de Castra<br />

y León y la colaboración de El Corte Ingles. Caía Salamanca y Hazen).<br />

Que el aficionado asistente a este recital<br />

iba a ser testigo de un acontecimiento<br />

musical difícilmente repetible, era algo<br />

que se percibía en el ambiente antes de<br />

comenzar el concierto: desde aquella tarde<br />

memorable en el Teatro Real de Madrid,<br />

actuando con la Filarmónica de<br />

Viena y la dirección de Bernstein («vienen<br />

a ver a la Filarmónica pero va a ser<br />

Zimerman quien va a impresionarles», había<br />

dicho el polémico director), cualquier<br />

persona medianamente culta sabe perfectamente<br />

quién es Krystian Zimerman y<br />

la posición que ocupa la genialidad de sus<br />

versiones en la primera línea del panorama<br />

de la interpretación pianística, excepcional,<br />

por otra parte, en estos<br />

momentos en los que brilla por derecho<br />

propio toda una constelación de grandes<br />

nombres. Pero en este panorama excepcional<br />

la genialidad de Zimerman tiene<br />

una dimensión diferente: los parámetros<br />

de humanidad en que se mueve son una<br />

nota tan característica que hace que su<br />

personalidad arrolladora se imponga entre<br />

el auditorio como algo natural, no hiriente,<br />

cercana y cálida. Y el resultado es<br />

sorprendente: la empatia entre público<br />

y artista es al mismo tiempo causa y efec<br />

to de un éxito que se agiganta por la entrega<br />

total de la genialidad de! pianista y<br />

la satisfacción sin limites del auditorio.<br />

Ocupaban la primera parte del programa<br />

los Cuatro Impromptus del Opus 1<strong>42</strong><br />

(935 en el Catálogo Temático de O.E.<br />

Deutsch). Estas cuatro delicias de Schubert.<br />

de cuya dificultad ya se había hecho<br />

eco en su momento el editor Schott<br />

por su brevedad y tonalidades no fáciles,<br />

rezuman una belleza sublime escondida<br />

en los estratos preacústicos y que sólo la<br />

profundidad de estudio de ¡os géneros románticos,<br />

en los que Zimerman es un<br />

auténtico fuera de serie —no hay que olvidar<br />

ni su origen, ni su triunfo clamoroso<br />

en su momento en el Concurso<br />

Chopm, ni su amistad ennquecedora con<br />

Rubmstein, el otro genio polaco conocedor<br />

medular de la obra del romántico por<br />

excelencia—, puede hacer audibles. Y si<br />

versiones como las de Kempff. Tan, Radu<br />

Lupu, Haebler o Badura-Skoda pueden<br />

resultar convincentes, Zimerman descubrió<br />

un Schubert sorprendente e inédito,<br />

cuya humanidad gigantesca conectaba<br />

con el genio del pianista y afloraba apabullante<br />

desde la nostalgia del Primer Im-<br />

promptu en fa menor, hasta la viveza<br />

expresiva y contagiosa del último fen esta<br />

misma tonalidad) en un Allegro Scherzando<br />

difícilmente igual a ble.<br />

No obstante la profundidad de la lectura<br />

y la perfección de la ejecución en<br />

Schubert, fue para muchos asistentes la<br />

segunda parte del recital todo un descubrimiento<br />

de una dimensión del Zimerman<br />

menos conocido y que tuviera el 18<br />

de agosto del 88, en el Festival de Salzburgo,<br />

en el estreno del Concierto para<br />

piano de Lutoslawski —encargo del<br />

Festival— dirigido por el mismo compositor<br />

y compartiendo programa con<br />

Anne-Sophie Mutter, uno de sus momentos<br />

más significativos: una sonata de la<br />

compositora polaca contemporánea<br />

Grazyna Bacewicz, leída en su diseño ac-<br />

ACTUALIDAD<br />

tual sin pruritos de progresismo vanguardista<br />

mane, y, sobre todo. 5eis Preludios<br />

del libro II de Debussy, no sólo rompieron<br />

la idea de un Zimerman insuperable<br />

(aunque insistente) en Chopm. sino que<br />

materialmente levantaron al público de<br />

sus asientos: humor, irania, sensaciones,<br />

impresiones; música de agua en Ondme<br />

y explosión de luz en Feux d artífice; pintura<br />

que se hace música y música que<br />

consigue hacer por unos momentos innecesaria<br />

la pintura...: todo surge de las<br />

manos de Zimerman natural, exacto, con<br />

un virtuosismo que humaniza y hace cálida<br />

la técnica y una genialidad sin estridencias<br />

al servicio de la belleza<br />

humanizada.<br />

Dos Mazurkas de Chopin, fuera de<br />

programa, fueron la última causa del final<br />

apoteósico de este recital difícilmente<br />

olvidable.<br />

j.A. Nieto de Miguel<br />

SCHERZO 19


Día 22 de M a y o de 1 9 9 0<br />

PROGRAMAN.^<br />

Director: JOSÉ RAMÓN ENCINAR<br />

AUDITORIO NACIONAL<br />

Día 27 de M a r z o de 1 9 9 0<br />

PROGRAMAN. 5 3<br />

Director MANUEL GALDUF<br />

I<br />

Escenas andaluzas T.Bmn<br />

Mareta; Sonata<br />

Coocierlo para viobn y orquesta J.LTuma<br />

Soleta: Víctor Marín'<br />

i<br />

Marcha Burlesca M.Paba<br />

SuiteenLa, M. F. 16 J. Gómez<br />

Preludio; intermedio; Canción Popular, FnL Dm<br />

Feslklange (poema sinfónico) S, I F.Usd<br />

II<br />

Shehereíade (ante sinlbnica)<br />

Op.35 N.A.Rñníiiy-KMsakoy<br />

B mar \ h na te de Sentad: H roen» det prócipe Kaknder.<br />

Ojoten principe y h joven princesa Fiesta en Bagdad £1 mar.<br />

U Sin se estittía contri te mas magnéticas<br />

IGLESIA CATEDRAL DE<br />

SAN ISIDRO<br />

(Entrada Libre)<br />

D í a 2 5 d e A b r i l d e 1 9 9 0<br />

PROGRAMAN. 6 4<br />

Director: MAX BRAGADO DARMAN<br />

D f i 4 de J u n i o de 1 9 9 1<br />

PROGRAMAN. 9 6<br />

Director: RAFAEL FRUHBECK DE BURGOS<br />

I<br />

España (obertura) J.M.O.Morate<br />

(Solista a deternÉi»)<br />

Las Bodas de Camacto (Svüe dd balel) J. M. 0. Morales<br />

La infancia de Crista (Trilogía sagrada)<br />

Op.25 H.Berfaz<br />

EJsuet>o


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ACTUALIDAD<br />

LICEO<br />

La sugestión<br />

de los bises<br />

Barcelona. Gran Teatro del Liceo. 15-1-90 Alfredo<br />

Kraus. tenor Edefmrro Arnaltes. piano. Obras de Mas<br />

sene!, Duparc Bizet. Tosti, Falla. Mompou. Qlaño, Turma<br />

y Obrador.<br />

Un recital del tenor canario siempre<br />

tiene un gran aliciente, máxime cuando<br />

no está prevista su actuación próximamente<br />

en el Liceo a pesar de sus éxitos<br />

recientes. El plantear dicho recital con<br />

canciones tiene la ventaja de poder oir<br />

al artista en otra faceta y, como era lógico,<br />

Kraus volvió a demostrar sus grandes<br />

cualidades, que fueron m crescendo a medida<br />

que transcurría el recital, en cuya primera<br />

parte pudimos oír Elegie y Ouvre<br />

tes yeux bleus de Massenet, L'invitation<br />

au voyage de Duparc y La chanson du fou<br />

y Ouvre ton coeurde Bizet, donde Kraus<br />

corroboró su gran integración con la música<br />

francesa, de la que siempre se ha demostrado<br />

exquisito intérprete. La primera<br />

parte del recital acabó con cuatro canciones<br />

de Tosti: Segreto, lo vogho amarti.<br />

Tormento y L'alba dalia luce alfombra,<br />

fraseadas como sólo él sabe hacerla aunque<br />

quizá les faltó una cierta intensidad<br />

en la emisión.<br />

Punto álgido<br />

La segunda parte la componían autores<br />

españoles, con la brillante Jota de Falla,<br />

la bellísima Pastoral de Mompou, el<br />

Fbema en forma de canciones, para acabar<br />

el programa oficial con tres canciones<br />

de Obradors: Del cabello más sutil,<br />

Con amores la mi madre y Las coplas de<br />

Curro Dulce, cantadas por Kraus con estilo,<br />

fuerza y sutileza.<br />

Pero el punto álgido del recital estuvo<br />

en los bises, que dieron lugar a una tercera<br />

parte no oficial, donde el cantante<br />

se situó ya en su terreno más habitual,<br />

alternando piezas de ópera y canciones,<br />

con un delicado Lamento di Federico de<br />

UArlesiana, de Ciléa. cantada con ese fraseo<br />

desgranado que le ha hecho famoso,<br />

un M'appiri de Martha cantado con<br />

maestría, dos nuevas canciones, así como<br />

dos fragmentos que normalmente incluye<br />

en sus bises, como son la romanza<br />

de La tabernera del puerto de Pablo Sorozábal<br />

y la concidísima La donna á mobile<br />

de Rigoletto.<br />

22 SCHERZO<br />

AM<br />

Agravio escénico<br />

Barcelona. Gran Teatre del Liceu. 5. 8 y 16 de enere de [990. Manon Lemáut de Giacomo Puccirii, Mirella<br />

FrFru. Peler Dvorsky, Enríe Serra, Alfredo Manotti y losé Ffjjiz. Escenografía y vestuario: Maunzio Baló, njeva<br />

producción del Uceo, ion dirección de escena de Lorenzo Marianí Orquesta y Coro del Gran Tealre del Liceu<br />

Dirección del coro: Romano Gandoffi y Vittono Srcuri Oreclor: Silvio Varvisa<br />

Aunque el que suscribe lleva muchos<br />

años asistiendo a espectáculos operísticos,<br />

es la primera vez, en Barcelona, que<br />

asiste a una repulsa unánime a la puesta<br />

en escena, que se materializó el primer<br />

día al saludar los autores de la misma, y<br />

ella en mi opinión, de un modo totalmente<br />

merecido por la falta de respeto<br />

demostrada al argumento y a la partitura.<br />

Ya en el primer acto, la muchedumbre<br />

que se agolpaba, una equilibrista<br />

sobre unos zancos haciendo ruido durante<br />

las arias, y la diligencia rodante visible<br />

antes de entrar y después de irse, anunciaban<br />

una falta de visión operística; en<br />

el segundo acto plantearon una doble escena<br />

dormitorio-jardín que mantenía los<br />

defectos escénicos, que llegaron a su punto<br />

álgido en los últimos actos. En el tercero,<br />

unas re|as se pasaban todo el acto<br />

moviéndose y descomponiendo la escena,<br />

y el cuarto nos mostró un desierto<br />

con buque y otra vez. rejas. Lo que deben<br />

aprender los autores es a amar a la<br />

ópera y a respetar el texto, como hacen<br />

los grandes directores como Strehler Faggiom<br />

con verdaderas creaciones manteniéndose<br />

feles a la obra.<br />

Dentro de la trilogía de obras que este<br />

año nos ha ofrecido Mirella Freni, en<br />

este período de su carrera en que asume<br />

un repertorio más dramático, su Ma-<br />

non tuvo las grandes cualidades<br />

de la cantante, su estilo depurado,<br />

su voz inmaculada, el saber<br />

estar en escena en todo<br />

momento y ese fraseo delicado,<br />

pero a la vez intenso, dentro de<br />

las características de su voz, que<br />

la hacen una intérprete excepcional.<br />

Interesante su primer acto,<br />

en el que aparecía inocente<br />

y juguetona: más hecha en el segundo,<br />

donde cantó de forma<br />

admirable In quelle trine morbide,<br />

para dar la fuerza necesaria<br />

en los postreros actos, rfeter<br />

Dvorsky cantó en el Liceo un<br />

único Edgardo, y los que tuvimos<br />

la suerte de oírlo quedamos<br />

entusiasmados por su bello<br />

y potente timbre vocal; postenrmente,<br />

el tenor ha ido ampliando<br />

su repertorio a obras<br />

más de spinto y a juzgar por lo<br />

oído lo ha hecho sin el suficiente soporte<br />

técnica lo que ha perjudicado a su voz,<br />

restándole segundad, y haciendo que sus<br />

actuaciones no sean regulares; así, el primer<br />

día cantó un primer acto francamente<br />

mal, calando notas, con dificultades en<br />

el paso de la voz, y adaptando la partitura<br />

a sus condiciones, aunque mejoró algo<br />

en posteriores funciones. Completaban<br />

el reparto el siempre eficaz Enric Serra<br />

en Lescaut. hermano de la protagonista,<br />

y José Ruiz como Edmondo. a pesar<br />

de la situación escénka incómoda en que<br />

fue colocada<br />

La presentación de Silvio Varviso era<br />

muy esperada, y su labor fue muy eficiente,<br />

logrando brillantez en la orquesta, con<br />

matizaciones en cuerdas y maderas, dando<br />

una versión muy contrastada, que en<br />

ocasiones se excedía en volumen, y que<br />

tuvo precisamente su punto más débil en<br />

el intermezzo del tercer acta Correcto<br />

el coro en una obra no especialmente difícil<br />

para él.<br />

Albert Vi/ardelt


LICEO<br />

«Cosí fan tutte» o el juego de las parejas<br />

Barcalona. Gran Teatro del Licea Cosí fin ruífe(Moiart). Eudardo Giménez (Ferrando); Verónica ViBarroel (Fiordiligr).<br />

Margarita Zjmrriermann (Dorabella), Dale Duesing (GuglieLmo), Tom Krause {Don Alfonso); Gwendolyn<br />

Bradley (Despina) Coro y Orquesta del Gran Teatro del Liceo Dreccion dpi coro Romano Gandolfi y Vittono<br />

Sicun. Producción del Théátre Rcyal La Monnaie (Munt) de Bruselas}. Escenografía y luces Karl Ern$T Herrmann.<br />

^sluario: Jorge Jara. RealiTactón y dirección escénica Lukas Hemleb. sobre una idea de Luc Bondy.<br />

Uno de los juegos snob que se practica<br />

usualmente en torno a esta deliciosa<br />

ópera de Mozart es el de establecer cuáles<br />

son las parejas que se forman al final<br />

de la obra, ya que Mozart y Da Ponte,<br />

a pesar de su talante mujeriego, no lo especificaron,<br />

sin duda porque sólo concebían<br />

—Antiguo Régimen imperante— un<br />

final: el retorno a las parejas originales,<br />

es decir, que Ferrando debe volver con<br />

DorabeHa y Guglieimo con Fiordiligi.<br />

El montaje de la Monnaie (Munt) de<br />

Bruselas, realizado por Luc Bondy. resuelve<br />

este anecdótico, pero en el fondo ilustrativo<br />

problema con una ambigüedad<br />

que es la que preside el montaje. Ya en<br />

su primer encuentro para despedirse, y<br />

al término de la obra, todos acaban entrelazándose<br />

brazos y abrazos, de modo<br />

que hay que suponer que un inmenso<br />

ménage é quatre será el resultado de la<br />

loca ¡ornada, peor aún que la de las bodas<br />

del señor Fígaro.<br />

Ambigüedad también en las relaciones<br />

entre la criada, muy apropiadamente de<br />

color, ya que lo es la soprano Gwendolyn<br />

Bradley encargada del papel, y sus señoras,<br />

con las que se toma excesivas confianzas,<br />

y en las relaciones de la misma<br />

criada con Don Alfonso, a pesar de la frase<br />

«un vecchio come leí non puó farnu<br />

Has que lo descalifica de entrada en la<br />

obra.<br />

Presentación espectacular<br />

La presentación de la obra resulto espectacular<br />

por el uso de una técnica escenográfica<br />

hoy obsoleta, y realizada con<br />

brillantez por Karl-Ernst Herrmann con<br />

admirable habilidad: un panorama móvil,<br />

formado por una inmensa tela pintada<br />

que después de pasar por el fondo del<br />

escenario a modo de un gigantesco ciclo<br />

rama, se enrolla en unos rodillos situados<br />

a ambos extremos del frente.<br />

Escénico, con lo que. al enrollarse, el<br />

paisaje del decorado se mueve simulando<br />

el traslado de los personajes del escenario.<br />

Con el concurso de unas luces<br />

magistralmente empleadas (aunque en algunos<br />

momentos demasiado brillantes),<br />

el efecto era sugestivo y parecía el últi-<br />

mo grito escenográfico cuando en realidad<br />

era un recurso decimonónico para<br />

presentar, por ejemplo, el paso sin interrupción<br />

del primer al segundo cuadro de<br />

los actos I y III Parsifal. Lástima que el vestuario<br />

no estuviera a la altura del marco.<br />

La dirección escénica, cuidada, respondía<br />

a un concepto poco menos que de movimiento<br />

perpetuo, obligando a los<br />

cantantes-actores a moverse sin cesar durante<br />

sus arias, sobre todo a Guglielmo.<br />

Una hábil distribución del espacio escé<br />

nica, que incluía al foso de orquesta y los<br />

dos primeros palcos de proscenio, completaba<br />

esta labor que no seria posible<br />

sin la admirable versión de Peter Maag.<br />

que adapta los recitativos al lenguaje normal<br />

de unos personajes vivos, en lugar de<br />

desarrollarse, como es la pésima costum<br />

bre anglosajona, a toda prisa. Peter Maag<br />

integra su pensamiento musical en la producción<br />

—como debe ser - el resultado<br />

es muy alto, por lo que a la música se refiere,<br />

incluso aunque los intérpretes no estén<br />

todos a la misma altura.<br />

Prottuioon Barcelonesa del -Coi- tan mué-<br />

Fbr su calidad y cantidad se destaca en<br />

primer lugar el célebre bajo finlandés Tom<br />

Krause, que hizo un Don Alfonso gigantón<br />

y astuto, eminentemente musical y<br />

muy bien representado. Espléndido de<br />

forma y musical hasta el tuétano el Ferrando<br />

de Eduard Giménez, con una voz que,<br />

I ACTUALIDAD<br />

si no es muy bella, es muy homogénea<br />

y precisa en la afinación y en la musicalidad.<br />

La soprano chilena, Verónica Villarroel,<br />

que debutaba en el Liceo, dio al<br />

principio una pésima impresión por sus<br />

desajustes y su desafinación tan patente<br />

que estropeó —con el concurso de su<br />

hermana escénica, el bello trio Soave sia<br />

il vento—. Por fortuna, se centró a partir<br />

del aria Come scoglio y gustó muchísimo<br />

en el resto de la bora.<br />

Un Cosi lento y maduro<br />

No podemos decir lo mismo de Margarita<br />

Zimmermann, una Dorabella discreta<br />

de voz oscura y pesante, tendente<br />

también a calar, aunque también me|oró<br />

al avanzar la representación. Dale Duesing<br />

obligado a sustituir a Stephen Dixon<br />

con pocas horas de antelación, cantó un<br />

Guglielmo agilísimo y simpático, con unos<br />

medios vocales sólo medianos. Menos<br />

que medianos en cuanto a potencia los<br />

de la soprano Gwendolyn Bradley, que interpretó<br />

con gusto el papel de Despma,<br />

lo que la redimió de la pequenez de su<br />

voz.<br />

Fteter Maag dirigió con precisión y acierto,<br />

dándonos un Cosi lento y maduro, para<br />

el que intentó —y logró bastante bien—<br />

sacar bellas sonoridades del conjunto del<br />

Liceo.<br />

Roger Alier<br />

SCHERZO 23


ACTUALIDAD<br />

UCEO<br />

Una «Elektra» de desagravio<br />

Barcelona: Gran Teairo del Liceo. 27 (Je enero de 1990. StrajEs: Elektra. Principales intérpretes Eva Marton,<br />

Sue Paicheil. MignonDunn. Hermann Winkler. John Brocheler Dirección musical UweMund Dirección esc éni<br />

ca. Nuria Espert Estenógrafa Ezio Fngerio Vestuario: Franca Squarcí apiño. Diseño de luces Bruno Boyer<br />

Producción: Ttieátre Royal de La Monnaie. Bruselas<br />

Varios son los motivos que han hecho<br />

de esta versión de Elektra un acontecimiento<br />

importante: el retorno de Eva<br />

Marton al Liceo, la presentación en el mismo<br />

de la importante mezzo norteamericana<br />

Mignon Dunn y el feliz debut<br />

barcelonés de Nuria Espert como directora<br />

de escena... Pero, ante todo, y como<br />

consecuencia de esto último, esta<br />

Elektra significa para nosotros algo asi como<br />

un acto de desagravio, una indemnización<br />

que el Consorcio del teatro nos<br />

ofrece por la horrible puesta en escena<br />

de esta misma ópera hace seis anos.<br />

Traslado de la acción<br />

La ilustre actriz catalana ha trasladado<br />

la acción de la ópera de la época griega<br />

clásica a los tiempos de ia Segunda Guerra<br />

Mundial. El patio del palacio de Micenas<br />

se ha convertido en el de un<br />

vetusto palacio romano de estilo barroco<br />

-admirable escenografía la de Ezio<br />

Frigerio y no menos admirable su realización<br />

técnica— en el que Elektra ha sido<br />

confinada a habitar un automóvil<br />

destartalado y abunda el personal con botas,<br />

gorra, correales y uniforme fascista.<br />

El cambio de época funciona por lo general<br />

bastante bien, y la actitud de la Espert<br />

para con el conflicto entre Elektra<br />

y Klytámestra es altamente sensato: no<br />

intenta dar la razón a nadie (retrocedamos<br />

hasta Sófocles, base del libreto de<br />

Hofmannsthal: Oitemestra y Egisto mataron<br />

a Agamenón, pero, ¿no era éste responsable<br />

del sacrificio de Ifigenia?): con<br />

razón afirma nuestra actriz en el programa<br />

de mano que «Busqué para Elektra<br />

(...) un entorno que desdibujara los perfiles<br />

de buenos y malos, creando así una<br />

confusión enriquecedora». Los gestos y<br />

el movimiento, asi como la claridad de la<br />

acción, han sido también cuidados al máximo.<br />

Dos reparos, en cualquier caso, deberíamos<br />

hacerle: al final de la Escena III,<br />

Strauss describe magistral mente el tumultuoso<br />

cortep de Klytámestra, reemplazado<br />

aquí por la bella, pera discutible<br />

aparición de un jinete montado en un corcel<br />

blanco (¿una victima propiciatoria?); en<br />

24 SCHERZO<br />

la Escena X y última, la protagonista no<br />

sólo debe bailar, sino «conducir la danza»<br />

de los sirvientes, ¿no habria sido posible<br />

este enfoque —que más de un<br />

regista olvida— a pesar del cambio de<br />

época?<br />

Poderosa lectura<br />

Desde el foso, la Espert ha hallado en<br />

Uwe Mund a un óptimo interlocutor mu-<br />

sical, tanto por su poderosa lectura de la<br />

estremecedora y expresionista partitura<br />

de Strauss como por el óptimo rendimiento<br />

de la orquesta del teatro. Y, ya<br />

en el capitulo vocal, destaquemos la magna<br />

y agotadora labor de Eva Marton en<br />

el rol principal; de la totalidad de su cometido<br />

debe deducirse que es una de las<br />

pocas sopranos actuales —¡cuatro o cinco?—<br />

que pueden hacerle justicia a la desdichada<br />

hi|a de Agamenón. Con una voz<br />

imponente sobre todo en los registros<br />

medio y agudo, ha ofrecido, desde el monólogo<br />

de entrada hasta la escena y danza<br />

final, una desgarrada versión de su<br />

personaje, pero con los momentos líricos<br />

vertidos con gran reinamiento: eiempla-<br />

res en ese aspecto han sido el segundo<br />

careo con Chrysothemis (Escena Vil) y la<br />

escena del reconocimiento con Orest (Escena<br />

VIII). La materia vocal, carnosa y recia,<br />

de la Marton, ha contrastado muy<br />

adecuadamente con la más luminosa, de<br />

soprano lírica, de Sue Patchell, notable<br />

Chrysothemis. Mignon Dunn, como<br />

Klytámnestra. ha exibido una potente voz<br />

de mezzo, quizá no de las más ricas en<br />

el aspecto timbrico, pero utilizada con inteligencia.<br />

La suya, afortunadamente, no<br />

es una Klytámestra tremendista, sino sólo<br />

un ser torturado y supersticioso.<br />

Menos interesante ha sido, del capitu-<br />

lo vocal, fa labor de los principales intérpretes<br />

masculinos. John Brócheler ha<br />

dado vida a un Orest falto de misterio,<br />

con una voz algo incolora y no totalmente<br />

a punto; Hermann Winkler ha interpretado<br />

correctamente a Aegisth, es<br />

decir, sin caricaturizarle en exceso, pero<br />

es un tenor de escaso volumen para un<br />

teatro como el nuestro. El rendimiento<br />

de las segundas partes ha vanado de lo<br />

excelente a lo mediocre. En definitiva, ésta<br />

ha sido la Elektra de Marton, Espert y<br />

Mund: una triada de categoría que ha<br />

conseguido dar vida a un espectáculo importante.<br />

jordi Ribera i Bergós


harmonía mundi<br />

harmonía mundi ibérica *vaa Px


ACTUALIDAD<br />

BARCELONA<br />

Sumi-Jo, soprano coreana<br />

Sumi-Jo soprano Orquestra deis Solistes de Catalunya.<br />

Ciclo • Mazartiana». Dirección Xavier Guell-<br />

Mozartiana reabrió sus puertas para el<br />

ciclo de este año con un concierto mixto<br />

en el que participó la soprano Sumi-<br />

)o que antaño ganó un premio Viñas con<br />

otro nombre igualmente difícil de recordar<br />

para nuestra mentalidad occidental:<br />

Myong-Sook-Lee.<br />

Esta diminuta soprano coreana ha llevado<br />

a cabo en pocos años una carrera<br />

muy respetable, con vanos premios en su<br />

haber y el detalle de haber sido llamada<br />

por el anciano patriarca de la Filarmónica<br />

de Berlín, Herbert von Karajan, para<br />

cantar el Osear de Un bailo in maschera<br />

de Verdi y la posterior grabación del rol<br />

para la Deutsche Grammophon.<br />

El concierto incluyó seis anas de Mozart<br />

en las que Sumi-Jo demostró una técnica<br />

de respiración admirable y un gusto<br />

depurada con una voz flexible y ágil. Las<br />

distintas anas que cantó resultaron brillantes<br />

y a pesar de algún leve desajuste que<br />

se produp al principio, la soprano se desenvolvió<br />

con elegancia, especialmente en<br />

la pieza que cerraba la primera parte, Na<br />

che non sei capace. escrita por Mozart<br />

para Aloysia Weber (que, como es sabido,<br />

tenía un instrumento de amplio registro)<br />

en 1783. como lo fue también la<br />

última ana del concierto Ah. se in ael,<br />

benigne stelle de 1788.<br />

Los aplausos dedicados a la joven soprano<br />

cerraron un concierto en el que So-<br />

$umt-)O f O10 ÜC<br />

listes de Catalunya interpretó, además,<br />

dos oberturas de óperas mozartianas: tuco<br />

Silla y El rapio en el serrallo y dos sinfonías<br />

de la etapa juvenil de Mozart. En<br />

todas estas piezas de orquesta sola, el<br />

conjunto, bajo la batuta de Xavier Güell,<br />

evidenció haber entrado por una senda<br />

de decidida seriedad y prafesionalidad,<br />

que mereció al conjunto unos aplausos cálidos<br />

y prolongados.<br />

«La Bohéme»,<br />

un nuevo paso hacia delante<br />

Sibidell. Teatro de la Farándula. U Bohéme. de Gia<br />

fomo Puccini. Inma Egido fMimi). Joan Lloverás (Ro<br />

dolfo), Mana Angels Sarroca (Musetta). Carlos Bergasa<br />

(Marcelki). Manuel Garrido (SthaunanJ). Carlos J. Garcia<br />

(Colime), Ramón Pupl (Beroit y Alcindoro), etc. Coro<br />

de los Amics de 1'Opera de SabadeN. Escenografía<br />

y dirección escénica. Vanni Valenza. Director. )osep Fe<br />

rre. Orttuesta Sinfónica de Sabadell- Director 1 Mauri-<br />

ÍFO Di RobbJO.<br />

El VIII festival de Opera de Sabadell se<br />

inauguró brillantemente con una representación<br />

de La bohéme de Giacomo<br />

Puccini. El Teatro de la Farándula de Sabadell<br />

estaba lleno hasta los topes, ya que<br />

hace mucho tiempo que el Gran Teatro<br />

del Liceo no programa esta ópera y esto,<br />

en parte, fue la causa de que muchos<br />

26 SCHERZO<br />

R.A.<br />

aficionados a la ópera acudiesen puntualmente<br />

a la cita con Puccini.<br />

Esta obra, que contaba con dos elencos<br />

distintos, estuvo encabezada, en la<br />

función inaugural, por el veterano tenor<br />

|oan Lloverás y la soprano Inma Egida de<br />

Salamanca, acompañados por una brillante<br />

y muy eficaz Musetta de María Angels<br />

Sarroca.<br />

Habia una cierta expectación por ver<br />

cómo se habla resuelto el aspecto escenográfico<br />

de la obra, ya que siempre ha<br />

sido uno de los puntos más discutibles de<br />

las diferentes producciones que han pasado<br />

por el Teatro de la Farándula. En es-<br />

ta ocasión la escenografía y la dirección<br />

escénica no han aportado riada nuevo<br />

que no se pudiera hacer en casa; algunas<br />

cosas parecían ideadas en el último momento<br />

y a veces utilizando recursos de<br />

urgencia, como el sistema de luces para<br />

aislar a unos personajes que no tenían<br />

que estar, en principio, aislados en absoluto<br />

y que dicen bien poco en favor del<br />

responsable de la dirección escénica.<br />

Es una lástima que para esto se tuviera<br />

que hacer venir a un profesional de fuera,<br />

cuando, en este aspecto, lo que se<br />

precisa es potenciar a la gente del propio<br />

país.<br />

Una Mimi creíble<br />

En el aspecto vocal se destacó la soprano<br />

Inma Egido, de Salamanca, que hizo<br />

una Mimi creíble. Su voz de un timbre<br />

agradable y con una fuerza suficiente para<br />

cantar el papel, se destacó ya en el conocido<br />

y esperado fragmento Mi<br />

chiamano Mimi, que cantó con el veterano<br />

pero siempre eficaz Joan Lloverás,<br />

quien hizo el papel de Rodolfo con unos<br />

agudos muy brillantes que llenaron de satisfacción<br />

al numeroso público.<br />

Una agradable confirmación del buen<br />

momento que atraviesa Mana Angels Sarroca<br />

lo tuvimos en su papel de Musetta.<br />

que cantó con mucha gracia y gran<br />

profesionalidad. evidenciando que posee<br />

la técnica y los recursos vocales necesarios<br />

para cantar este tipo de papeles y<br />

otros de mayor importancia. Carlos Bergasa,<br />

en su poco vistoso y sacrificado papel<br />

de Marceilo, secundó al trío de<br />

cantantes principales con eficacia. El resto<br />

de personajes, con Manuel Garrido y<br />

Carlos J. García a la cabeza, sacaron sus<br />

papeles con gran dignidad y contribuyeron<br />

con ello a que esta Bohéme sea un<br />

paso adelante dentro de las realizaciones<br />

de Opera a Catalunya y de las iniciativas<br />

de los Amics de I'Opera de Sabadell.<br />

Maunzio Di Pobbio condujo a la Joven<br />

Orquesta del Valles con una gran solvencia,<br />

logrando momentos de notable brillantez:<br />

sin embarga hubo otros pasajes,<br />

como el inicio del tercer acto, que resultaron<br />

más discretos. No obstante, puede<br />

calificarse de muy positiva su dirección<br />

y su labor.<br />

F.X.M.


Monográfico ruso<br />

Barcelona. 29-1 90 Palau de la Música Orquesta Nacional de la URSS Evgem Svetlanov. director Obras de Proko<br />

fiev y Tchaikovsky<br />

Con la visita del gran director ruso Evgeni<br />

Svetlanov y su Orquesta Nacional de<br />

la URSS finalizaba un mes de enero muy<br />

movido en el campo musical de Ibercámera,<br />

durante el cual los melómanos catalanes<br />

han podido ver en acción a tres<br />

prestigiosos directores: Lorin Maazel. Václav<br />

Neumann y Evgeni Svetlanov, con sus<br />

orquestas respectivas —todas ellas de primer<br />

orden y de gran prestigio internacional.<br />

Si la visita, a primeros de enero, de Lo<br />

nn Maazel suscitó una gran expectación,<br />

que se manifestó e incluso aumentó con<br />

la de Václav Neumann y la Orquesta Filarmónica<br />

Checa, esta expectación llegó<br />

a su grado máximo con la llegada por segunda<br />

vez en el ciclo Ibercámera del di-<br />

•e/ir $ve¡l¿nav<br />

rector ruso Evgeni Svetlanov y la<br />

Orquesta Nacional de la URSS.<br />

Continuando en el mismo criterio de<br />

programar un concierto exclusivamente<br />

dedicado a compositores rusos, que tanto<br />

éxito les proporcionó en su concierto<br />

de presentación en este ciclo el 24 de<br />

marzo de 1988 con obras de Balakirev y<br />

Rachmanmov—, el programa que han presentado<br />

en esta ocasión se ha centrado<br />

en dos figuras principales de la música<br />

rusa.<br />

Observar desde nuestro país, tan po<br />

co favorable en materia de formaciones<br />

sinfónicas, una de estas orquestas extranjeras<br />

que funcionan con seme|ante per-<br />

fección. produce una cierta envidia. De<br />

hecha la Orquesta Nacional de la URSS<br />

es una formación compacta, rigurosa y nitida,<br />

que puede pasearse por todo el<br />

mundo con la cabeza bien alta. Es una entidad<br />

que, evidentemente, proviene de un<br />

universo totalmente diferente al nuestro.<br />

Evgeni Svetlanov, que sin lugar a dudas<br />

era la vedette del espectáculo, dirigió a<br />

su formación con una gran maestría, con<br />

una precisión de gestos y una elegancia<br />

digna de la fama que posee, consiguiendo<br />

momentos de gran belleza y elegiaca<br />

penetración en el Vívate de la Sinfonía<br />

núm. 7 de Prokofiev. y en el Allegro con<br />

fuoco de la Sinfonía núm. 3 de Tchaikovsky,<br />

aportando una especial profundidad<br />

a las interpretaciones, sin<br />

entretenerse en aspectos puramente<br />

formales.<br />

El elemento negativo de la noche fue,<br />

sin duda, otra vez. el escenario del Palau.<br />

La numerosa formación rusa hubo de<br />

distribuir a sus familias instrumentales como<br />

pudo —por culpa del iluminado al<br />

que se le ocurrió la genial idea de partir<br />

el escenario, dejándolo inadecuado para<br />

las grandes formaciones sinfónicas—. El<br />

metal tuvo que ser colocado en un lugar<br />

inhabitual y el resultado afectó considerablemente<br />

a la sonoridad del conjunto.<br />

F.X.M.<br />

I ACTUALIDAD<br />

Cherkassky<br />

electrizó al Palau<br />

Barcelona. Palau di la Música Catalana 26-1-90 Orquestra<br />

Ciutat de Barcelona Shura Cherkaísky. piano<br />

Fran; Paul Decker, director Obras de LiíZi. Antón Ru<br />

•instem y Mendelssohn<br />

La Orquesta Ciudad de Barcelona, en<br />

los conciertos especiales que ofrece al público,<br />

nos ha favorecido con la actuación<br />

del extraordinario pianista ucraniano residente<br />

en EE.UU. Shura Cherkassky en<br />

el cuarto de los conciertos para piano de<br />

Antón Rubinstem (1829-1894). el que fue<br />

omnipotente director del conservatorio<br />

de San Rstersburgo y en sus últimos años<br />

compositor oficial de la corte del zar. además<br />

de pianista excepcional. Un concierto<br />

que, aunque no es una obra mayor, es<br />

agradable de escuchar de vez en cuando,<br />

especialmente si la versión que se escucha<br />

es de esta categoría.<br />

Interpretación vital<br />

Excepcional resultó, en efecto, Shura<br />

Cherkassky en este concierta que es muy<br />

de conservatorio, ya que insiste mucho<br />

en pasajes técnicos, escalas, arpegios y<br />

saltos a gran distancia y velocidad, además<br />

de recorrer sin cesar todo el piano.<br />

Cherkassky. que está a punto de cumplir<br />

79 años de edad, dio del concierto una<br />

interpretación vigorosa, vital, estupenda,<br />

casi inimaginable en una persona de su ya<br />

poco menos que provecta edad, combinando<br />

su impecable agilidad, sus veloces,<br />

vertiginosos saltos y sus poderosos acordes<br />

con los pasajes de maravillosa levedad,<br />

con una perfección coronada por un<br />

hálito de exquisito gusto y consumada<br />

musicalidad.<br />

La Orquesta Ciudad de Barcelona<br />

acompañó con corrección —y en el segundo<br />

movimiento incluso con una notable<br />

elegancia—, bajo la batuta de<br />

Franz-Raul Decker. Anteriormente al concierto<br />

de Shura Cherkassky, la OCB ofreció<br />

una correcta interpretación de una<br />

obra muy poco profunda de Listz, De la<br />

cuna al sepulcro, y una mediocre versión<br />

de la Sinfonía n.° 5 «de la Reforma' de<br />

Félix Mendelssohn. en la que parecía que<br />

el director se conformaba con que no hubiera<br />

imprecisiones patentes en la labor<br />

de la orquesta, dejando para otra ocasión<br />

el pulir la interpretación.<br />

R.A.<br />

SCHERZO 27


JOVEN ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />

PRUEBAS DE ADMISIÓN<br />

LQ JOVEN ORQUESTA NACIONALOE ESP AÑA «<br />

una ¡njtiíueión de naluraleio eminaniernenTe<br />

qm al Minstorio de Cubun o irovs dd<br />

Nadanal dt ku Art« Esoankai y de la<br />

, pane d tervibo áe los músicoi «fnñoin<br />

durante la «lapa preña al ejerácio de tu prsfescm<br />

NOMBRE Y APELUDOS<br />

INSTRUMENTO<br />

CAUE/PLA2A<br />

CO0H3OPO5TAI<br />

PROVINCIA<br />

THfFONO ( ) .<br />

ca% «i fin di que puadan pafamonar u> téaiko •*<br />

nunvtal y camplatoriu (ormodón ocodómica Paro<br />

•lodtfptmdt un •qufio ODcanlB »rnójomo nivd<br />

ortWco JÍ padogóaicD ccn «I que daandfa ÜT programo<br />

qut atiendo tanto o la formaban individual<br />

la prócüco dt conjunto.<br />

JOVEN ORQUESTA NACIONAL DE ESPAÑA<br />

AUDITORIO NACIONAL DE MÚSICA<br />

28002 MAMO<br />

N 5<br />

CRIDAD _.._..<br />

MS _...- _<br />

Con el patrocinio de í


Joven Orquesta Nacional<br />

Avance óe<br />

Programación<br />

cenar tmam untan ***» i THO<br />

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««• OMUMU «onm PE EJUJÍI<br />

nitm<br />

tMMKI UMtlt<br />

de España<br />

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JOVBI DtOUtSU MCSONM M UMftt OWPO (X CIUUU DI ItMHH<br />

4OT» ONUH» MCIMUi 01 [SflIU *, » - • • -<br />

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MIStSTERHD DE CULTURA<br />

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J3-7/1-6 H*u><br />

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púa obu. 10001^ Mota,<br />

JWKHnWl<br />

JWM PNUECU MCIMlU<br />

Do«Cim«jii vota<br />

HonuMMortlnai<br />

«Fumo VDUnMD


ACTUALIDAD<br />

TEATRO LA ZARZUELA<br />

El placer de la verdadera ópera<br />

Midrid. tossini Itturcom lufa. TeatroLinco Nacional LaZarzuela Madrid, 20 de enero 1990 Dirección musí -<br />

ídl AI be rio Zedda. Dirección de escena Lluis Pasqual-Escenografía Ezio Fngena figurines FraníaSquarciapi'<br />

no Diseño de luces 1 Pascal Merat. Reparto: Selim Willard White: Fionda lella Cuberli Don Geronio £i!o<br />

Dará, Narciso Frank Lopardo. ti Ffeera Alberlo Rinaldn Zaida Susanna Anselmi. Alcázar Juan Laque<br />

Con excelente pie ha comenzado su an<br />

dadura la Temporada de Opera 1990 del<br />

Teatro Lírico Nacional La Zarzuela. Primero<br />

por la elección del título, una obra bellísima,<br />

casi desconocida para el público, en<br />

la que Rossim nos ofrece una vez más una<br />

partitura arrolladora, brillante, exultante de<br />

ingenio, servida por un texto divertido, inteligente,<br />

a veces amargo y, en manos de<br />

Lluis Pasqual, una sátira sobre la condición<br />

humana de sorprendente actualidad. Qué<br />

a|ados resultan los libretos de óperas mucho<br />

más conocidas del romanticismo y no<br />

digamos del insufrible melodramón verísta,<br />

comparados con estas comedias del dieciocho<br />

cínicas, descreídas, criticas, llenas de sana<br />

comprensión para a fragilidad humana,<br />

con estos cantos a la felicidad efímera, hijos<br />

de la razón y el buen sentir, productos<br />

de un mundo en el que las pasiones no pasan<br />

de burla y la belleza se encuentra en<br />

la armonía, no en la desmesura ni en la exageración.<br />

Fngeno y Squarcipino, la extraordinaria<br />

pareja de teatro que ha creado en los últimos<br />

años algunos de los espectáculos mas<br />

bellos que se han visto en los teatros del<br />

mundo, una vez más. con el Turco, han dado<br />

muestra de su talento. Un precioso pa<br />

tío barroco con arcos y paredes pintadas<br />

con una perspectiva del Vesubio y la incomparable<br />

bahía de Ñapóles, Ventanales que<br />

al abrirse nos de|an ver la misma perspectiva<br />

pintada, pero esta vez, tal como es en<br />

realidad. El vestuario de Squarciapmo ex<br />

célente, adaptándose al juego teatral de<br />

anos veinte, principios del dieciocho, fantasía<br />

oriental con extrema sutileza.<br />

Sobre este fondo Lluis Pasqual da una lección<br />

de buen teatro, de excelente teatro.<br />

Lo que ha hecho Pasqual es lo que se debe<br />

hacer con los textos de opera, generalmen<br />

te endebles, aunque en este caso se trate<br />

de un verdadero bombón para un hombre<br />

de su inventiva. La farsa de Romam, basada<br />

en un libreto de Catenno Mazzolá, cobra<br />

vida merced al ingenio de Pasqual con<br />

una vital idd contagiosa<br />

Es un juego teatral en su más alta esencia,<br />

heredero de la Comedia del Arte sin<br />

renunciar a esa dualidad Pirandelliana del Asi<br />

es SÍ asi os parece Nada es gratuito. Que<br />

un grupo de Turistas, quizá de un crucero<br />

de lujo, al ir a almorzar en Ñapóles a la O¡-<br />

30 SCHERZO<br />

teria del Turco se vea inmerso en la acción<br />

de la ópera merced a ía mano inteligente<br />

del creador-poeta, es ingenioso y válido.<br />

Con Pasqual, con Rossmi, el poeta en busca<br />

de una Historia para escribir un libreto<br />

es el verdadero eje de la acción. El propon<br />

cíona las anas a los cantantes, él impulsa la<br />

trama y después la reconduce en un constante<br />

juego de ambigüedades en las que rea<br />

lidad y ficción llegan a confundirse en la única<br />

verdad del arte teatral Sobresaliente el tratamiento<br />

de la gran escena final de Fiorilla.<br />

en la que la soprano, delante del cora m 1<br />

terpreta su lamento canoro como si de un<br />

concierto se tratase. Y es que este aria dramática<br />

es un simple pretexto para el lucimiento<br />

de la soprano, ajeno al discurso de<br />

la ópera y gratuita concesión de Rossim a<br />

la moral de cualquier época y a la diva de<br />

turno. Y como este, tantos otros acuerdos<br />

de virtuosismo teatral y dominio de la es^<br />

cena. Una verdadera exquisitez digna de<br />

cualquier teatro de primera categoría.<br />

El cantante Willard White, que me había<br />

causado rnuy buena impresión como el Osmin<br />

del Rapto del Serrallo mozartiana en<br />

Glyndebourne, posee una voz grande. pero<br />

no es un rossiniano: las agilidades voca-<br />

•• IUUO<br />

les que requiere el personaje de Selim le<br />

resultan dificultosas, su materia sonora no<br />

sabe aligerarse y esto en la música del maestro<br />

de Pesara es capaz de deslucir una interpretación<br />

dfgna, pero insuficiente.<br />

Como Fiorilla. Lella Cuberli. con una voz<br />

a veces inaudible y corta en el aguda supo<br />

manejar, sin embarga con inteligencia el<br />

personaje, y aunque sin entusiasmar, currv<br />

plío su cometido con profesionalidad<br />

Su encarnación de Ftonlla resultó muy<br />

personal. Más que una napolitana de rompe<br />

y rasga fue la suya una Fiorilla a lo jean<br />

Haríow. sofsticada, un personaje extraído<br />

de una comedia de Cine americano de los<br />

años veinte, caprichosa, irresponsable.<br />

En el polo opuesto, el Geronio de Enzo<br />

Dará, ajustado en lo vocal, pero excesivo<br />

aunque eficaz en lo escénico.<br />

Estupendo el Poeta de Alberto Rinaldi,<br />

muy musical y notable actor. Como Zaida.<br />

Susanna Anselmi comenzó muy insegura,<br />

pero fue entonándose poco a poco y consiguió<br />

una apreaable interpretación en conjunto<br />

de su personaje.<br />

Los siempre ingratos papeles de tenor de<br />

Possini estuvieron cumplidamente servidos,<br />

lo que ya es bastante, por Frank Lopardo<br />

como Narciso y por Juan Luque, que dibujó<br />

su única aria, como Albazar.<br />

El maestro Zedda. fue a mi gusto lo me<br />

nos acertado del espectáculo. Ya en la bellísima<br />

Sinfonia con que se inicia la partitura,<br />

la orquesta sufrió numerosos desajustes y<br />

careció de vivacidad. Al resto de la representación<br />

el maestro tampoco le imprimió<br />

esa armonía chispeante que pide la partitura;<br />

estuvo, eso si, atento a les cantantes<br />

y al coro, pero su intervención quedó muy<br />

por debajo de lo que de él se podía esperar.<br />

Con todo, una representación en conjunto<br />

fuera de serie, que para si querrían tantos<br />

teatros de campanillas. Un bravo, sin<br />

condiciones esta vez, al Teatro Lírico Nacional<br />

La Zarzuela y a su dirección.<br />

Francisco]. Villalba


Madrid. Teatro de la Zarzuela, 16 de lebrero de 1990<br />

La Twata de Giijseppe Verdr Mynam Gaua (Violef<br />

ta), Franccsca Roig (Flora), Adriana Diaz Aninar Francisco<br />

Araiza (Alfredo), Wolfgang Brendel (Germont),<br />

Ricardo Muñí; (Gastone|. ffedrn Parres (Duphaul). Mi<br />

guel Sola {D Obigny), Fernando Balboa (doctor Grenville),<br />

Ángel Pascual (Giuseppe). Fernando Martlriez (un<br />

criado), Efrarn Botta (un men$ajero} Saltarín Gabriel<br />

Heredia Coros y orquesta de la Zarzuela dirigidos por<br />

Miguel Angef Gómez Martínez Dirección escénica Nuria<br />

Ésperi. Decorados Enzo Fngeno. VestuarJO 1 Franca<br />

Squarciapmo<br />

¿Una Travista más' Focas razones existen<br />

para exhumar este cachivache de Alexandre<br />

Dumas sublimado por quien es.<br />

quizás, el mayor genio operístico de todos<br />

los tiempos. Si hubiera una soprano<br />

capaz de arrebatar plateas saltando sobre<br />

las dificultades vocales y psicológicas<br />

de la protagonista, un director intimo y<br />

conmovedor, un puestista imaginativo y<br />

conducente que obviara los abusos decorativos<br />

y el culto a lo bonito de Franco<br />

Zeffirelh, tal vez la Traviata justificaría<br />

su reposición. De otra forma, una historia<br />

discografica abundante de aciertos supremos<br />

nos evitaría ciertos deberes o.<br />

por mepr decir, servidumbres a la Diosa<br />

Rutina.<br />

En la función de la Zarzuela se comprometieron<br />

nombres de cierta solidez<br />

profesional. Si el resultado no fue satisfactorio<br />

se debe a que no conjuntaron debidamente<br />

o armonizaron mal sus propuestas,<br />

pero no a ligereza de la entidad<br />

productora. Quizás, en estos casos, convendría<br />

soslayar piezas tan trilladas, confiando<br />

excesivamente en el favor del<br />

pública cuando no se pueden recoger en<br />

el mercado, tan languideciente, de la ópera<br />

actual, los elementos necesarios para<br />

el entusiasmo.<br />

La noche que juzgamos, Diana Soviero.<br />

indispuesta, fue sustituida por Gauci.<br />

Se trata de una cantante digna, de un definido<br />

registro de soprano linca, en principio<br />

adecuado a Violetta. Salva sea,<br />

Da la luz, Flora<br />

como se comprenderá, la incursión en la<br />

coloratura al final del primer acto, los<br />

adornos en el primer dúo con el tenor,<br />

los trinos del último cuadro. Fero, y de<br />

ahí otra dificultad, Violetta, con ser un papel<br />

vocalmente lírico, es teatralmente<br />

muy dramático, a menudo melodramático.<br />

Gauci, con un instrumento bello si no<br />

excepcional, una emisión límpida y |uvenil,<br />

una afinación impecable, pasó con astucia<br />

sobre el pavimento de cristales rotos<br />

del Sempre libera y entró en zonas más<br />

calmas de la partitura.<br />

En ellas, quizá por escasez de empuje<br />

en el órgano (sobre todo en un registro<br />

agudo bien hallado pero blanducho) como<br />

por falta de envergadura dramática,<br />

su Dama de las Camelias se fue desdibulando,<br />

hasta remontar un tanto en el Addio<br />

delpassato, cantado con sensibilidad<br />

y discreto vocalismo. En general, su Violetta<br />

fue anodina y, oculta en las frecuentes<br />

penumbras de la escena, pasó<br />

inadvertida. Grave flojera que se hizo<br />

cruel en la escena con el baritono del segundo<br />

acto, obra maestra que es, ella sola,<br />

toda una ópera.<br />

Araiza es un excelente mozartiano y un<br />

buen intérprete de concierto. En Alfredo<br />

lució su sana emisión, su musicalidad<br />

y un extremo agudo brillante {sobre todo<br />

en la caballetta del segundo acto). Su<br />

timbre mórbido y embotado no es precisamente<br />

verdiano y su actuación pecó<br />

de ausencia y monotonía, salvo en Questa<br />

donna conoscete (tercer acto), cuando<br />

desempacó un empuje que echamos<br />

de menos en el resto de su faena.<br />

Brendel tiene el material y la emisión<br />

ideales para Germont. Su instrumento es<br />

timbrado, imperioso, de volumen y extensión<br />

más que solventes. Lástima fue<br />

que su brusquedad germánica echara al<br />

suelo un fraseo que debió ser verdiano<br />

y no lo fue.<br />

ACTUALIDAD<br />

Entre los comprimarios hubo de todo,<br />

eficacia y deficiencias. En el primer orden<br />

anótense Muñiz, Farrés y Balboa.<br />

La versión flaqueó sobre todo, por falta<br />

de direcciones apropiadas. Gómez Martínez<br />

solfeó demasiado y no cantó casi nada,<br />

salvo en los andantes de los preludios<br />

Su orquesta, a veces, tuvo un volumen<br />

impertinente y los conjuntos (sobremanera,<br />

el del tercer acto), carecieron de<br />

equilibrio. E|emplo: Ah fors'e luí, con un<br />

clarinete machacado sobre la voz de la<br />

so p rana<br />

Pero resultado obtuvo Nuria Espert,<br />

cuya propuesta fue errática y de una profesionalidad<br />

teatral modestísima. Las fiestas<br />

transcurrieron en una penumbra<br />

fúnebre que, en el tercer acto, impidió ver<br />

los decorados corpóreos y un vestuario<br />

bello de cromatismo y fiel de diseño romántico.<br />

Menos mal que se encendieron<br />

las baterías para agradecer los aplausos<br />

y entonces nos pudimos enterar de los<br />

excelentes aportes de Frigeno y Squarciapmo.<br />

Fbr otra parte, un escenario Un poco<br />

profundo, dividido en dos espacios de los<br />

cuales el posterior no se usa apenas, que<br />

da reducido a nada. Para colmo, en el primer<br />

cuadro, una enorme mesa se comió<br />

un buen bocado del proscenio y el cora<br />

tuvo que apelmazarse sin gran posibilidad<br />

de actuación. Rondas evocativas de la sardana<br />

y un brindis cantado por la soprano<br />

sobre la mesa (por suerte, sin vacila)<br />

sembraron el desconcierto en el aterido<br />

personal. Más sopresas sobrevendrían en<br />

casa de Flora, victima de un apagón tenebnsta:<br />

las gitanillas aparecieron con una<br />

peana cargada de claveles y el torero era<br />

un bailarín andaluz, afortunadamente guapo<br />

y habilidoso, que taconeó sobre Verdi<br />

con mucho tronio. Al final, los coristas<br />

marcaron el tres por cuatro como en una<br />

apoteosis de La Latina y entonces todos<br />

aprovechamos para cachondear con la<br />

ayuda de Espert y a pesar de Dumas,<br />

Verdi, Piave, los bacilos de Koch y la mora!<br />

patriarcal que hacia creeer a las damas<br />

de antaño que el sexo no era sublime<br />

y la renunciación sí lo era.<br />

Hacia el final, Violetta, que no puede<br />

vestirse, se pone de pie en la cama y divaga<br />

por un corredor (en pleno febrero<br />

de París) descalza. La miseria se ha llevado<br />

hasta sus pantuflas.<br />

Pero, damas y caballeros, la melodía<br />

verdiana es invulnerable, y el genio dramático<br />

de don Giuseppe. un ejemplo que<br />

se agiganta con el eco de un siglo largo.<br />

No hay directivo desnortado que pueda<br />

con ellos y. al salir a la calle, el maestro<br />

de Busetto sigue a nuestro lado, protegiendo<br />

a su temblorosa Dama.<br />

B.M.<br />

SCHERZO 31


ACTUALIDAD<br />

La música debe ser algo así<br />

Madrid. Auditorio Nacional Orquesta Filarmónica de la Scala de Milán. Drector. Cario Mana Giulini. Obras<br />

de Schumarin. Ravel y Slravmsky 29 de enero de 1990.<br />

La presencia de Cario María Giulmi en<br />

el Auditorio madrileño, dentro del Festival<br />

Italia-España, fue como una bocanada<br />

de aire fresco entre tanta polución<br />

musical que solemos padecer. Conciertos<br />

como el que aquí se reseña suelen ser<br />

generalmente imponderables. No son ni<br />

buenos ni malos, ni tampoco importa demasiado<br />

si el enfoque del director fue<br />

acertado o no. o si la respuesta de la orquesta<br />

tuvo la limpidez y transparencia<br />

necesarias. Este tipo de conciertos, como<br />

éste de Giulmi. o aquéllos de Celibidache.<br />

del pasado mes de octubre, o<br />

aquél otro de Carlos Kleiber. de hace un<br />

par de temporadas, pertenecen a un género<br />

cada vez menos frecuente en estos<br />

tiempos. Y es que, estos conciertos, que<br />

no son ni buenos ni malos, suelen exal<br />

tar el delirio de muchos —esos que nunca<br />

se pierden el acontecimiento<br />

socio-musical—, confunden y provocan a<br />

otros —los snobs— y suelen dejar mudos<br />

a los más sabios, músicos con gusto musical,<br />

melómanos poco intoxicados por el<br />

disco y críticos musicales en sus más exóticas<br />

variedades. El resto, lo poco que<br />

queda, los conciertos de Giulim, Celibidache<br />

o Kleiber. les hacen sonreír, llorar<br />

Í2 SCHERZO<br />

o sencillamente sentir que la música debe<br />

ser algo así.<br />

Y asi debe ser el preludio del último<br />

acto de La traviata, ma mere ¡Oye, El pá-<br />

/aro de fuego o, por qué no, la Renana<br />

de Schumann, aunque para muchos fuera<br />

discutible, no tuviera la temperatura<br />

necesaria o los tempí empleados no fuesen<br />

al gusto de todos... Pero, sobre todo,<br />

Ma mere ¡Oye sí debe ser asi. Como<br />

se la oímos a Giulini: enigmática, misteriosa,<br />

evocadora, extraña, seductora...<br />

mágica. Y fue allí, en el jardín mágico,<br />

cuando el principe despierta a la princesa<br />

con un beso -según cuenta Fferrault—.<br />

cuando Giulmi y las cuerdas de sus filarmónicos<br />

italianos nos abrieron las puertas<br />

de la fantasía, de la inocencia infantil,<br />

del país de las maravillas. Después, tras<br />

el estremecedor final, ya de toda la orquesta,<br />

volvimos de nuevo a la sala, tuvimos<br />

que aplaudir y esperar unos minutos<br />

para que Giulmi y sus filarmónicos italianos<br />

comenzaran otra fábula, aquella que<br />

cuenta las andanzas de un pájaro maravilloso<br />

de oro y fuego. Sólo que esta vez<br />

ya no fue lo mismo.<br />

A.M.<br />

T<br />

Música del norte<br />

Madrid. Teatro Monumental. 9 II 90. Segerstam. Mo<br />

numptirsl thoughts. Sibeliifi. Concierta para vtolín / orqueste<br />

en Re menor; NteKen. Sinfonía n° 2 'Los cuatro<br />

temperamentos' Leónidas Kavados violín Orquesta<br />

de RTVF Director Leit Segerstam.<br />

Este interesante y equilibrado programa<br />

de música escandinava nos presentó<br />

a Leíf Segerstam en sus facetas de creador<br />

y director de orquesta. Se escuchó<br />

una de sus páginas más recientes, escrita<br />

como homenaje a la memoria del gran<br />

bap finlandés Martti Talvela. Monumental<br />

Thoughts es un desgarrado grito de<br />

dolor, cuyas salvajes sonoridades, nacidas<br />

de un acabado dominio de la orquesta,<br />

acaban remansándose antes del final en<br />

una suerte de resignación confiada a la<br />

cuerda. El joven violinista griego Leónidas<br />

Kavakos mostró un sonido algo pequeño<br />

y una afinación muy ajustada. Sus agudos<br />

fueron cristalinos y sus graves muy cálidos.<br />

Se inclinó por una visión romántica<br />

del Concierto de Sibelius, Estuvo especialmente<br />

acertado en la clarificación de<br />

las dobles cuerdas. El acompañamiento<br />

de Segerstam no fue nada tradicional. Se<br />

preocupó por destacar los aspectos modernos<br />

e irónicos de la partitura, alejándose<br />

así de las lecturas convencionales.<br />

Una sinfonía de Nielsen en los atriles de<br />

una orquesta española es de por sí todo<br />

un acontecimiento Aunque la Segunda no<br />

sea totalmente representativa del estilo<br />

de madurez del compositor, es una obra<br />

sólida y atractiva. Segerstam extrajo una<br />

respuesta suficiente del coniunto, señalando<br />

de nuevo las implicaciones hacia el futuro<br />

de esta música. Esto se hizo<br />

especialmente evidente en la manera de<br />

plantear el Andante malincomco. el movimiento<br />

sobre el que pesa más la tradición,<br />

donde el director renunció a<br />

entregarse a un patetismo decimonónico.<br />

Impetuosidad en el collerico, cierta<br />

mordacidad en el flemmatico y decisión<br />

rítmica en el sanguíneo fueron valores innegables<br />

de esta lectura.<br />

c/Hutrlíi, J7 -.Ttl.. «9 29 47<br />

E.M.M.<br />

Todos los días Minie* Cláiic» en dtrftlu<br />

De lunes a jueves y a las 23.30 CICLOS<br />

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¿muir, a un csiilo o a un periodo de la<br />

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Riccardo Muti<br />

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GUGUELMOTELL<br />

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RICCARDO<br />

PolyGram


ACTUALIDAD<br />

Temperamento<br />

vasco,<br />

temperamento<br />

ruso<br />

Madrid. Auditorc Nacional. 26 I 90 ONE" Walrer V<br />

ller (director). Obras de Sorozábal y Tchaikovsky.<br />

Durante la presente temporada la ONE<br />

nos ha ofrecido algunas ejecuciones de<br />

bastante interés. Cabe recordar la Cuar<br />

ta de Beethoven con Weller del concier<br />

to inagural, una Primera de Rachmanivox,<br />

una semana después, con el mismo direc<br />

tor y. sobre todo, fetrushka de Stravinsky<br />

con Inbal. En el concierto ahora comentado,<br />

sin embargo, la volvió a enfilar los<br />

derroteros de la rutina, ofreciendo unas<br />

ejecuciones apresuradas y de escasa elaboración.<br />

Con todo, el inicio del concierto no careció<br />

de equilibrio. Fue un obligado homenaje<br />

a Sorozábal la inclusión de sus<br />

Dos Apuntes Vascos, de títulos tan expresivos<br />

como En el monte y Txtstulans,<br />

y atmósfera impresionista bien captada<br />

por Weller. como demostración palpable<br />

de que el impresionismo fue la tentación<br />

irresistible para un buen número de núes<br />

tros músicos, desde Mompou al Padre<br />

Donostia, incluyendo a Sorozábal.<br />

Lo no tan bueno empezó con la comparecencia<br />

del autor ruso y su Concier<br />

to para violin. Weller plegó la orquesta<br />

al volumen relativamente limitado del solista.<br />

Uto Ughi, y la agrupación se tomó<br />

algo parecido a unas intermitentes vacaciones.<br />

Ughi no posee un sonido particularmente<br />

redondo ni hermoso, y en el<br />

primer movimiento mostró algunas rugosidades.<br />

Raro como la técnica es buena<br />

hizo que ésta acabara mandando y durante<br />

todo el Concierto supo encontrar<br />

la manera de ir a más. Al final del primer<br />

movimiento no hubo las habituales palmas<br />

reunidas entre cuatro o cinco distraídos,<br />

sino una ovación cerrada en toda<br />

regla digna del Metropolitan. Ughi se creció<br />

y acabó mostrándose como un virtuoso<br />

notable en lo que restaba de la<br />

obra, En el lento su fraseo pudo en ocasiones<br />

no ser del todo lógico pero jamás<br />

fue lineal o apático. Con todo, es patente<br />

la enorme dificultad de decir algo nuevo<br />

o personal en un concierto tan trillado,<br />

Tchaikovsky tiene tantas ideas que a<br />

menudo se estorban unas a otras. Sus sinfonías<br />

conservan un sabor coreográfico<br />

y sugieren una suerte de sketchs unidos<br />

por una trabazón muchas veces abrupta.<br />

Esta Cuarta comenzó ya con un pési-<br />

34 SCHERZO<br />

Veteranía<br />

Madrid. Auditorio Nacional. A-, 1 -90. Brahm5. Concertó para piano n.' 2'. Andante, donde d¡O<br />

5Trau$s. A$t hablaba Zaralhusta Orquesta Naoonal Ardré Watts, piano. con un convincente<br />

Director Fer-iimand Leitnpr<br />

tono lineo. Aquí Leit-<br />

^^^^^H|^| ner no le siguió total-<br />

•^^^^^^•^ T^P^^BjVfl mente en la medita-<br />

"50W ^*í ••<br />

lüiiiw "£<br />

ümv ÉL<br />

Hl^lwfaSiJLHBI<br />

1 A<br />

•<br />

•rife<br />

!£*<br />

La presencia en el podio del veterano<br />

maestro berlinés Ferdinand Leitner<br />

era el mayor atractivo del concierto de<br />

la ONE que se comenta. Tampoco carecía<br />

de interés la intervención de<br />

Watts, muy asiduo de la vida madrileña<br />

hace unos años, en el Segundo Concierto<br />

de Brahms. Lamentablemente.<br />

pianista y director no parecieron entenderse.<br />

El clima poético del primer tiempo<br />

se quebró desde su mismo comienzo,<br />

con una entrada muy tosca de la<br />

trompa. Watts, siempre con una técnica<br />

impecable pero con una sonoridad<br />

algo dura, estuvo confuso en ciertos<br />

momentos de los dos primeros movimientos.<br />

Se centró mucho más en el<br />

cion < aunque al me-<br />

S^Rwy H n °s la parte del vio-<br />

•flflEkvttttafl loncello solista fue<br />

^HKflH cálidamente expuesj^^^^^^^^H<br />

ta por el profesor de<br />

^j^j^l^l^l^l^H la orquesta. En casi<br />

|^|^|^|^|^|^|^H ningún instante logró<br />

^^H^^^^H el director hacer can-<br />

^^^^^SVAV tar a la cuerda de la<br />

|VflB^I^|Vfl centuria. Lo mejor<br />

^B^^.^/^^H<br />

B^ ^^^^|<br />

del acompañamiento<br />

d e Leitner se concrejV^áH^jrAfAfJ<br />

tó en la ligereza del<br />

PH^^^^^B último movimiento.<br />

^^^J«'«'«W Programar Asi habla-<br />

^^^^|B<br />

i<br />

i<br />

-<br />

-<br />

i<br />

-<br />

ba Zarathustra, obra<br />

escogida también<br />

por Leitner para su<br />

último concierto con<br />

la Orquesta de<br />

RTVE, sin contar con<br />

un órgano en condiciones<br />

es comprometer<br />

gravemente el<br />

resultado sonoro. Fl<br />

Amanecer acabó con<br />

un acorde ridiculo<br />

por mucho que el director se apresurase<br />

a cortarlo. Otro tanto ocurrió en<br />

la explosión sonora en El convaleciente.<br />

La versión careció de fuerza y virtuosismo<br />

orquestal. Ya que no el lado<br />

dramático de la obra, fue mejor dicho<br />

el irónico en La canción del baile, aun<br />

con la deficiente intervención del violin<br />

solista. De manera incomprensible, no<br />

tuvimos el golpe de campana en el paso<br />

de La canción nocturna a La canción<br />

del viajero nocturno. La riqueza orquestal<br />

de Richard Strauss tuvo esta vez una<br />

lectura muy pobre.<br />

E.M.M.<br />

mo ataque de las trompas en la<br />

introducción de la Sinfonía. Mal destino.<br />

Weller intentó poner orden y cuidado en<br />

la ejecución, aunque, en general, no acabó<br />

de dar con el tono de la obra, la cual<br />

no sonó ni occidental ni mucho menos rusa,<br />

como la Tercera del mismo autor escuchada<br />

acto seguido a Svetlanov en otra<br />

concierto. La orquesta no siempre fue a<br />

tempo y en la coda del primer tiempo<br />

remó cierto barullo, lográndose momentos<br />

de autenticidad apenas sólo en el<br />

scherzo, técnicamente mucho más fácil.<br />

J.M.S.


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ACTUALIDAD<br />

El gran<br />

ventrílocuo<br />

Madrid. Auditorio Nacional. 7-H90. Ruggero Raimondi<br />

(ba|o). Orquesta del Comervaíono Tchaikowsky de<br />

Moscú. Leonid Nikolaiev (director). Obras de Rimsky,<br />

Glinka. Mussorgs-kr. Borodin. Verdi y Rossini<br />

El arte del bajo Rugger Raimondi se de<br />

fine por su fundamental escisión. Una escisión<br />

triple en la que los diversos factores<br />

no encuentran posible conciliación. Fbr un<br />

lado tenemos el material vocal en si: un<br />

instrumento ni de ba]O auténtico ni de barítono<br />

dramático, por mucho que haya<br />

buscado acomodo indistintamente en<br />

cualquiera de las dos categorías. Después<br />

viene la técnica de emisión; el cantante<br />

ha estudiado con Campogalliani y se vé<br />

que el tema algo le preocupa, pero la fonación<br />

es tan deficiente que los sonidos<br />

emitidos parecen más próximos al cuello<br />

de su camisa que a los centros de resonancia<br />

canónicos. Por último, está la<br />

capacidad expresiva del Raimondi que se<br />

vale de los recursos del buen actor que<br />

incuestionablemente es. Esta, aunque mucho<br />

menos controvertido que los demás<br />

aspectos, se ve también per|udicada por<br />

las rarezas fonatonas y las muecas faciales<br />

que le aseme|an a una especie rara<br />

dentro de los ventrílocuos.<br />

Allí donde la expresión y el gesto mandan,<br />

Raimondi triunfa —el inicio del aria<br />

de Susanm o el monólogo de Felipe II,<br />

más interpretado que cantado—. Su ámbito<br />

natural es el recitativo y sus dominios<br />

se extienden hasta el propio Bons.<br />

Cuando hacen su aparición personajes como<br />

Attila y Silva —de Ernani—, deudores<br />

del mejor belcantismo, el artista<br />

naufraga debido a la ausencia de un control<br />

respiratorio ortodoxo.<br />

Poco o nada significativos los demás integrantes<br />

del festeío. pese al entusiasmo<br />

de más de un instrumentista. El director<br />

de esta orquesta soviética de Conservatorio,<br />

alumno de Luis Cobos —o maestro,<br />

no se sabe bien—, no siempre ayudó<br />

a que pudiera escucharse con auténtica<br />

nitidez la voz del veterano cantante<br />

italiana<br />

J.M.S.<br />

Amistosa combinación,<br />

agradable velada<br />

Madrid. Sala de Cámara del Auditorio Nacional 26 de<br />

enero. Cecilia Gasdra. soprano. Quartetto Della Scala<br />

Leonardo Colorirá, contrabajo Amaga: Cuarteto pa<br />

ra cuerda n.° I en fíe menor Boccherini Stabat Mater<br />

Dentro de las celebraciones musicales<br />

Italia-España este concierto, quizá el me<br />

36 SCHERZO<br />

nos aparatoso o atractivo en principio, ha<br />

reflejado con mejor propiedad el motivo<br />

de la convocatoria: un músico español<br />

(aunque vasco, su obra no posee<br />

carácter regionalista: es universal) tocado<br />

por músicos italianos; un compositor italiano<br />

que trabajó en España y aquí compuso<br />

esa bellísima obra que es su Stabat<br />

Mater, menos frecuentado de lo que la<br />

calidad de la obra merece: Boccherini. La<br />

velada fue redonda, pues. El Quartetto<br />

Della Scala dio a la obra de Amaga toda<br />

la tensión, color y contraste que la página<br />

tiene, con una lectura firme y nítida,<br />

que en el primer movimiento, sin embargo,<br />

careció de cierta redondez en el sonido,<br />

por causa del primer violin, que<br />

sonó despegado del conjunto, algo desarticulado.<br />

Después de su debut operístico con La<br />

Sonnambula (abril de 1986) y de su espantada<br />

de hace unas semanas (no se<br />

presentó al recital Banesto), reaparecía en<br />

Madrid la soprano de Verona Cecilia Gas-<br />

dia. Su voz ha ganado anchura, se ha hecho<br />

algo más oscura, pero sigue sonando<br />

falta de apoyo, en el aire. Cuando canta<br />

forte se destimbra; el agudo suena menos<br />

brillante, el grave es hueco; el fiato,<br />

corto, pero se disimula con astucia o habilidad.<br />

Sin embargo, la Gasdia demostró<br />

dos cosas: que su voz suena perfectamente,<br />

es ideal, para una sala pequeña y que<br />

este repertorio dieciochesco se lo conoce<br />

perfectamente: es en él una maestra,<br />

5u coloratura sonó aguda y clara; los trinos,<br />

si no perfectos, elaborados y atractivos;<br />

las medias voces, los pianístmos,<br />

irresistibles. Estuvo particularmente generosa<br />

en E/a Mater y Virgo virginum, asi<br />

como en el número final Quando corpus,<br />

que bisó como propina (con una Amen,<br />

donde hizo una regulación de voz realmente<br />

notable). Tuvo una gran acogida,<br />

y la joven soprano se la mereció.<br />

Con Verdi llegó el fervor<br />

Madrid Sala Fénit. 14 de febrero Recital de Renato Bruson. barítono Andreas Juffinger, piaña Páginas de Scarlatli,<br />

Gluck. Martmi. Lisít. Scnubert. Mozarí. Donizetti y Verdi.<br />

Después de Kats Ricciarelli e lleana Cotrubas<br />

una voz masculina, la densa y pigmentada<br />

de Bruson, se suma al ciclo<br />

Encuentros con el Bel Canto, que organiza<br />

Banesto a niveles de pais desarrollado<br />

El bartítono de Padua abrió su recital<br />

con dos páginas pretéritas: gia il solé del<br />

Gange de Alessandro Scarlatti (de su ópera<br />

L'honestá degli amanti) y Oh del mío<br />

dolce ardore de París y Elena de Gluck,<br />

cantadas con aplicación, pero ausentes el<br />

estilo y el clima. Algo que luego imperó<br />

en el resto del programa de esa primera<br />

parte, porque, indudablemente, es un terreno<br />

donde el cantante operístico de la<br />

categoría y maneras de bruson es dificil<br />

que encuentre la disciplina adecuada. Asi,<br />

en el manido Plaisir d'amour de Martini<br />

evidenció el barítono problemas en la zona<br />

grave. En los Tres Sonetos de fhtrarca<br />

de Liszt (cantados en su orden habitual<br />

y no en el que se indicaba en el programa)<br />

no encontró Bruson una concentración<br />

apropiada (digamos que hubo<br />

externos que lo impidieron, fuera del escenario).<br />

Sola al finalizar la primera parte,<br />

y en la cantata buffa de Schubert. //<br />

modo di prender moglie, evidenció Bruson<br />

porte y maneras, caldeando el ambiente.<br />

Todo ópera en la segunda parte. Luego<br />

del Catálogo de Leporello de Don<br />

F.F.<br />

Giovanni (de la ópera mozartiana daría<br />

dos bises, desiguales, en sendas partes del<br />

protagonista), donde el barítono contrastó<br />

con el entusiasmo un tanto nervioso<br />

del joven e inexperto pianista, pasó 8ruson<br />

al esperado Donizetti. Con este<br />

compositor consiguió el cantante, tardíamente,<br />

una bien merecida fama. Sin<br />

embargo, aunque hubo estilo y conocimiento<br />

del tema, ahora que Bruson ha<br />

estirada dado mayor volumen a la voz,<br />

los andantes de Donizetti (el del Alfonso<br />

Vien Leonora de La Favorita; el de Camoens<br />

en Don Sebastiano) va le quedan<br />

menos fluidos, más fastidiosos. Rsro llegó<br />

el Cortiggian de Rigoletto y luego la<br />

muerte de Fbsa en Don Cario y a pesar<br />

de algún descuido, Bruson demostró sin<br />

fisuras que es uno de los barítonos verdianos,<br />

hoy día. imprescindibles. Fbr lección<br />

de canto, exhibición vocal<br />

(homogénea, firme, soberana) y talante<br />

dramático. Algo que luego revalidó supremo,<br />

en el neta, rispetto, amore del<br />

Macbeth, Público y artista estaban, entonces,<br />

ya conectados (el cuarto bis. la<br />

meliflua canción de Massenet, sobraba).<br />

La fusión llegó, lamentablemente, tarde.<br />

Pero los tres Verdi le fueron suficientes<br />

a Bruson para ganarse a la sala e instalarse<br />

en los mejores recuerdos.<br />

F.F.


«Demustraciones»<br />

Madrid- Auditorki Nacional: 25 de enero, jorg Demus (piano). Obras de Bach, Mozart, Beelhoven. 5churnann.<br />

Schuberí y Debowy 6 de febrero Nikita Magabff (piano). Obras de Scarlatti. Beethoven. Stravinsky, Chopm<br />

y Schubert.<br />

Por vez primera decir «hasta el año<br />

2.000» suena cercano Fbr ello, es de suponer<br />

que la discusión sobre el uso o no<br />

de instrumentos originales se prolongará<br />

hasta bastante más tarde. En el caso concreto<br />

de Bach. el entrañable Jórg Demus<br />

es uno de los que más vivamente ha insistido<br />

en que el gran compositor fue durante<br />

un tiempo representante de la casa<br />

de pianos Silbermann —como prueba, un<br />

diario de Leipzig de la época—, y esto<br />

autoriza hoy a emplear este instrumento.<br />

Sin embarga no es la elección del instrumento,<br />

como muy pronto pudo<br />

comprobarse, algo que influyera irrevocablemente<br />

en la calidad de los logros.<br />

Su Bach de textura gruesa y sonoridades<br />

amazacotadas por el uso poco prudente<br />

del pedal lo demostró.<br />

Mayor demostración aún. y por vía inversa,<br />

fue su acercamiento a la famosa Sonata<br />

'Claro de luna» de Beethoven. Fue<br />

tocada en un fortepiano, presumiblemente<br />

de la colección del propio Demus, y<br />

rezumaba impotencia por tres de los cuatro<br />

costados al fijarse más el pianista en<br />

lo que Beethoven escribió que en lo que<br />

acertó a entrever. Sin embargo, tampoco<br />

es justo descalificar todas las premisas<br />

de trabajo de Demus, ya que en el<br />

mismo fortepiano acababa de ofrecer minutos<br />

antes una Fantasía de Mozart cinceladísima.<br />

Ningún hábito, pues, hace al<br />

monje. Y mientras se dirima por completo<br />

la cuestión, Bach puede nuevamente<br />

sentarse al clavicordio —por muchas fotocopias<br />

que sigan apareciendo en<br />

Leipzig—. pero al repertorio creado por<br />

Haydn y sus continuadores no le sienta<br />

en absoluto mal ser interpretado en un<br />

piano actual. Lo contrario, además, seria<br />

renunciar a los logros de Richter, Fbllim<br />

y Benedetti-Michel angelí y. sinceramente,<br />

esto es pedirnos demasiado.<br />

Mejor, muchisimo me|or, la Fantasía<br />

Wanderer de Schubert contenida en la<br />

segunda parte. Todo el programa —ahora<br />

ya al piano—, estuvo integrado por diversas<br />

fantasías, una forma musical muy en<br />

consonancia con el talante soñador de<br />

Demus. Su versión fue altamente emotiva,<br />

aunque no siempre los dedos salieran<br />

airosos ante las dificultades de una de<br />

las obras de Schubert más espinosas técnicamente.<br />

Hubiera sido más conveniente<br />

la elección de otras obras de este autor<br />

—Improntus, Momentos Musicales—, con<br />

igual abandono melancólico y menos dificultades<br />

técnicas. En la V&nderer, especialmente,<br />

pesa demasiado sobre el juicio<br />

la interpretación de Fischer, uno de los<br />

maestros que tuvo Demus. Aunque fuera<br />

tocada antes he dejado la Op. 12 de<br />

Schumann para el final por la sencilla razón<br />

de que tue algo antológico. Un ejemplo<br />

de adherencia total entre las<br />

demandas expresivas de un gran compositor<br />

y las virtudes de un intérprete. Fueron<br />

éstas el rubato justo, la elocuencia sin<br />

énfasis, las sonoridades bellas y equilibradas<br />

y el logro expresivo irrepetible.<br />

Forzando algo la comparación, el posterior<br />

recital de Nikita Magaloff puede<br />

considerarse como el reverso de la trama<br />

urdida por Demus. El ruso ofreció un<br />

programa mastodóntico. muy en su línea,<br />

pero en el que casi nadie (como no fuera<br />

Púchter) puede brillar a idéntica altura.<br />

Entre otras cosas tocó la Sonata n.°<br />

30 en Mi mayor de Beethoven, exponiendo<br />

bastante confusamente la compleja<br />

polifonía del primer movimiento, que sonó<br />

poco claro, con escaso rigor en la exposición<br />

de las ideas. En el otro platillo<br />

de la balanza estuvieron las obras de Stravinsky,<br />

más mecánicas, más secas —en especial<br />

el furibundo Cuarto Estudio—, resé<br />

a sus ocultas señas de identidad stravinskianas<br />

estuvieron más cerca del espíritu<br />

de Magaloff.<br />

También los 24 Preludios de Chopm<br />

forman parte de lo más granado de su<br />

repertorio En los de la otra noche tuvo<br />

algunos problemas articulatorios en los<br />

más veloces y cierta falta de compromiso<br />

en otros, aunque sea de justicia reconocer<br />

cierto afán de superación en el<br />

Chopin más spianato. asi como en los últimos<br />

preludios en general. Con todo,<br />

aunque yo venere a los pianistas veteranos,<br />

si todos fueran como Magaloff abogaría<br />

con más entusiasmo aún por el<br />

"frente de juventudes Zimermanrbgorelich-Kissin».<br />

J.M.S.<br />

I ACTUALIDAD<br />

Un brahmsiano<br />

incipiente<br />

Madrid. Auditorio Nacional. 8/2/1990. Brahms: Cuatro<br />

Baladas. Opus 10: Sonáis, Opus t: Variaciones<br />

y fuga sobre un tema de Haendel. Opus 24 Gerhar-ij<br />

Oppitz, piano CKJO «Piano 2000», organizado<br />

por Ibermúsica.<br />

Un programa con obras infrecuentes<br />

de Brahms, a cargo de un pianista prom<br />

o ció nado por Deutsche Grammophon<br />

(su reciente disco con Sonatas de.<br />

Beethoven fue bien recibido por RE. en<br />

el número anterior) y que ha tocado ya<br />

la obra completa del músico hamburgués,<br />

era la atractiva propuesta que<br />

Ibermúsica formulaba el pasado 8 de<br />

febrero.<br />

Al término de las Baladas que abrían<br />

el programa ya había quedado claro<br />

que Oppitz todavía no es un buen<br />

brahmsiano, pese a que en la Cuarta<br />

existieron calidades en lo que se refire<br />

al sonido cálido y delicado, de acuerdo<br />

con la página, y en lo que atañe a<br />

línea y estila Pero la primera pieza de<br />

esa Opus 10 había sido decepcionante,<br />

tanto en su introducción plana y poco<br />

poética (Kempff, maestro de Oppitz,<br />

era ejemplar ahí) como en su climax nada<br />

culminante y de pasión contenida en<br />

exceso. Era de prever que el arrebato<br />

romántico del primer Brahms no iba a<br />

hallar respuesta en la sensibilidad de<br />

Oppitz. Y así fue: la infrecuente y atractiva<br />

Sonata, Opus I resultó también decepcionante,<br />

alicorta, expresiva y<br />

técnicamente, a muchas leguas de distancia<br />

de lo que Katchen o Zimerman<br />

han grabado.<br />

La segunda mitad del concierto comenzó<br />

con mejores auspicios: el pianista<br />

parecía más asentado, y la sonoridad rica<br />

y el entusiasmo con que expuso el<br />

tema haendeliano prometía una acertada<br />

interpretación, que se mantuvo durante<br />

buena parte de la obra. No<br />

obstante, la proximidad de la temible<br />

fuga alteró algo sus nervios y las tres variaciones<br />

(números 23 a 25), que la preceden,<br />

fueron precipitadas e inseguras<br />

y el contrapunto de aquélla resultó plano<br />

y confuso. Oppitz dio fuera de programa<br />

el Cuarto Intermezzo, Opus 116,<br />

también de Brahms. en el que, si bien<br />

le¡os de los modelos citados, hubo calidades<br />

que hicieron arreciar los aplausos.<br />

Roberto Andrade<br />

SCHERZO 37


)**..<br />

>»<br />

. • •?» fi .-»- ><br />

tRQUESTA Y a<br />

¡ORO NACIONALE!<br />

TEMPORADA 1989/19»<br />

2/3/4 MARZO CICLO III CONCIERTO 22<br />

Director: Laopotd Hagar<br />

Solista: María Joao Pires, piano<br />

Menctetesoíin Las Hébridas. Op 26<br />

Moart Conaertt para paño rún. 23 en La maya K 4BS<br />

SeOnoven Sinfonía nüm 3. en Re ma>or. Op. 36<br />

MARZO CICLO IV CONCIERTO 23<br />

Director: Víctor Pablo Pérez<br />

Solista: David Golub, paro<br />

Marca Sintonía núm 4.<br />

Grieg "Sgurd Josalfar. Op 66<br />

Rachmaninw Concierto para piano y orquesta núm 2,<br />

en Do mena Op. 18<br />

' Eüre Oe la ONE<br />

1W7/1S MARZO CICLO II CONCIERTO 24<br />

OiquMtay Coro NadonalMi d» EspaAa<br />

Director WaHsr WWtef<br />

Solistas Lynda Russell. soprano Lynda Finnie<br />

mezzo. Horts Laubenthal. lanor Starrfford Dean,<br />

bata<br />

Beettioven Misa Sdemrus en Re mayor, Op. 123.<br />

23/24/25 MARZO CICLO III CONCIERTO 25<br />

Director: Jan Krwiz<br />

Solista: Oscile OuSSet, piano<br />

Pneto Fandango de Sotet.<br />

Chopin Concertó nüm 2. en Fa menor Op. 21.<br />

Barber Adagio para cuerdas, Op 11.<br />

Roussel. Sinfonía nüm 3, en Sol menor. Op <strong>42</strong>.<br />

3(V31 MA. 1 AR CICLO IV CONCIERTO 26<br />

Director: Han» Vonh<br />

Solista: José Feghali. pana '<br />

Moiarl Concierto para piano y onjuesta núm. 21. en<br />

Do mayor, K 467<br />

Ctiaikovski. Sinfonía núm. 5, en Mi menor, Op 64<br />

Hoailo de Conowtos «mes y sStxá? 1930 h.<br />

Dcmngo- HX h<br />

Con el pairara de WGROUEKO<br />

MINISTERIO DE CULTURA


A<br />

XII CICLO DE<br />

CÁMARA Y POLIFONÍA<br />

TEMPORADA 1989/1990 J<br />

6 HARZO OCIO C CONCIERTO 36 27 MARZO OCIO C CONCIERTO <strong>42</strong><br />

Sntf|ka taakwtc, cía**<br />

Pacheibel Ana Seoaktna<br />

Anonino del Monasterio de la isa * Kr* (Yugoslava)<br />

[S XVIII) Sonata per cémbalo.<br />

Anórwno del Monasterio Francracano de Zagreb<br />

(S. XVM). Sonata per cl»ecin<br />

CPh E Bach 1í^iaoreaiicíeFt*ed£&<br />

pagne<br />

J S Bach Tbccata e-mol<br />

Scartatn Sonala F-dur (K 44) Sonata Adur {K<br />

206). Sonata f-mo« (K 239)<br />

Sote Sonaa g/fnd Sonata d-mol Fandango<br />

• MARZO CICLO B CONCIERTO 37<br />

lamal Strlng Quartat<br />

Amaga. Cuarteto rijm. l Cuarteto nüm 2<br />

Hindamilh Cuarteto nüm a<br />

Mendelssohn Cuarteto en Fa menor, Op 80.<br />

13 MARZO CICLO C CONCIERTO 3a Ctx> "<br />

Joaquin Achucano, piano<br />

Chopm Sonata nüm 3 en Si menor. Op 56<br />

Brahms Tres Intermeza. Op 117<br />

Schumarm. ESuotos Sinfóncos. Op 13<br />

15 MARZO CICLO B CONCIERTO 39<br />

Haw Landon Conaort<br />

Manuacmo Carmina Burana<br />

{Hacia 1300) {Colección tabana de poetó Krca<br />

medieval).<br />

20 MAAZO CICLO A CONCIERTO 40<br />

lito Schubart da Madrid<br />

SctiuDef. Trio para piano, vwéín y violonchelo<br />

núm LenS" bemol. Op. 99. {D 896). Tito para<br />

piano, vx*i y violonchelo, núm. 2. en Mi<br />

bemol. Op 100 (D 929)-<br />

22 MARZO CICLO A CONCIERTO 41<br />

Conjunto Barroco Zarabanda<br />

Manar* Concierto en Mi menor para Rauta<br />

de peo. dos vofcnes y cap continuo<br />

felemann Conoerto di camera en Sol menor.<br />

Naudot Concierto en Sol mayor para flauta<br />

de peo, dos woinee y bafo conanuo<br />

Bach Trio en Do mayor para Rauta de pea<br />

dos vnlmes y bajocontnua BWV 1037<br />

ViVBldi. Conoierto en La menor para flauta de<br />

peo, dos viCÉneS y bajo contmuQ RV 108<br />

Orquaata da Cámara Vita da Madrid<br />

Directora Mircadaí PadlHa<br />

Soleta. Miguel Ángel Colmenero, trompa.<br />

Ros» Sonata para cuerda nüm 3. en Do<br />

mayor<br />

Ucean Concedo para trompa y orquesta en<br />

Mi Bemol mayor K 477<br />

lima La oración del lorero<br />

Falta El amor btujo (tersún ononal. 1915).:<br />

29 MARZO CICLO A CONCIERTO 43<br />

Brtttsn Quartat<br />

Hayan. Cuarteto en Re tnern* Op 76.num.2s<br />

\ferdi Cuarteto en Mi mere* J<br />

Ravel Cuarteto en Fa.<br />

Horario Oe Coxal**» 1930 h<br />

MINISTERIO DE CULTURA


ACTUALIDAD<br />

COVENT GARDEN<br />

Londr


Música en París<br />

F^rii. Salte Pleyí! 18-1-90 OrqueEta deParis. dirigida por Kurt Sanderhng. Concierto parj vtoiin. Opus 77- Solista.<br />

Miriam Fned. Segunda Sinfonía. Opus 71 de Brahms.<br />

Dos conciertos por el programa, atractivo<br />

e inteligente, y además porque se estima<br />

que esta orquesta tiene un óptimo<br />

rendimiento ba|o dos batutas: Giulmi y<br />

Sanderling.<br />

Espero tener la oportunidad de comprobarlo.<br />

Fbr el momento, y a tenor de<br />

lo escuchado, la Orquesta responde a los<br />

requerimientos de Sanderling, que cuida<br />

especialmente dinámica y fraseo, asi como<br />

la adecuada |erarquia de los planos<br />

sonoros, aunque a veces el metal sobresale<br />

en exceso.<br />

Tal vez los cobres parisinos no sean de<br />

una especial calidad tímbrica; sin embargo,<br />

algunas intervenciones aisladas de la<br />

trompa han resultado del mejor efecto<br />

(segundos tiempos de Concierto y Sinfonía).<br />

También me parecieron de buena<br />

calidad las maderas en los pasa|es individualizados,<br />

sobre todo en las texturas del<br />

segundo tiempo del Concierto y en el<br />

tercero de la Sinfonía.<br />

Destacaría sin duda el oboe y el fagot<br />

en el segundo movimiento de ésta. La<br />

cuerda, excelente, con una bella sonoridad<br />

de conjunto y una notable capacidad<br />

para la regulación dinámica.<br />

Sanderling ha debido realizar un extraordinario<br />

trabajo previo con la Orquesta.<br />

Su lectura de Brahms no ha<br />

podido ser más respetuosa y precisa. Bien<br />

es verdad que con maestros de la talla<br />

de Furtwangler, Klemperer o Kleiber el<br />

discípulo forzosamente aprende a descubrir<br />

«todo lo que se halla detrás de las<br />

notas».<br />

Nadie podrá negarle una profesionalidad<br />

admirable; acaso su forma un poco<br />

desmañada de expresión e incluso una<br />

deliberada contención de los ademanes<br />

no contribuyan a establecer ese puente<br />

ideal entre público y orquesta, que es sin<br />

duda una de las más importantes funciones<br />

del director. Hubo aclamaciones, por<br />

supuesto, pero la sala no alcanzó el entusiasmo.<br />

Me gustó la versión de la violinista, a<br />

pesar de que el concierto necesita en muchos<br />

momentos más fuerza en el solista<br />

y que a veces se toma unas libertades con<br />

el tempo que producen leves desajustes;<br />

en el último tiempo, incluso, fueron algo<br />

más leves. Sin embarga la belleza tímbnca,<br />

el refinado frasea el cuidado en el ataque<br />

y resolución, la capacidad para el<br />

cantabile confieren a su Brahms un bello<br />

intimismo.<br />

En cuanto a la Sinfonía, lo mejor fue el<br />

tercer tiempo Teniendo en cuenta su gracia<br />

y su belleza, las sutilezas rítmicas y las<br />

consiguientes transformaciones temáticas,<br />

hay que concluir que Sanderling conoce<br />

muy bien a Brahms y que sabe contárnoslo.<br />

Pequeñas deficiencias (como en la<br />

exposición del segundo tema, en el primer<br />

movimienta un abortado accellerando,<br />

al final del segundo) no empañan la<br />

lectura, en su conjunto. Aunque los tempi<br />

son siempre cuestiones opinables, discrepo<br />

de ja excesiva lentitud del segundo<br />

movimiento del Concierto y, sobre todo,<br />

en el último de la Sinfonía, en el pasaje<br />

marcado como largamente. Apruebo el<br />

ensanchamiento del tempo (¡Furtwángler!),<br />

y repruebo que muchos directores<br />

de gran notoriedad hagan caso omiso a<br />

la indicación; pero es necesario que la dilatación<br />

se produzca en una justa medida<br />

(haciendo un rallentando en el motivo<br />

descendente anterior) para que el pasaje<br />

no resulte descontextualizado.<br />

¡ACTUALIDAD<br />

En suma: dos versiones que en conjunto<br />

me han parecido estimables, pero que<br />

no han llegado a cautivarme Esperaremos<br />

a Giulini.<br />

La Perestroika y la orquesta<br />

del Estado de la URSS<br />

Julio Andrade Malde<br />

El 14 y el 15 de enero estuvo en la Salle Pteyel la Orquesta del Estado de<br />

la URSS, dirigida por Svetlanov. Con tal motiva el diario Le Monde publicó una<br />

crítica en que el titular-no se limitaba a enjuiciar los conciertos, sino que además<br />

se extendía en interesantes consideraciones sobre la situación de la música en<br />

la Unión Soviética.<br />

Respecto de lo primero, destacaba las calidades de la Orquesta añadiendo<br />

una vigorosa descripción de la técnica rectora de Svetlanov, dedicándole los más<br />

attos calificativos. Ftersonalmente, estimo al director ruso como uno de los más<br />

grandes, entre los actualmente vivos. No olvidaré su concierto en La Coruña,<br />

con una asombrosa versión en una Sinfonía de Scnabm que mantuvo al auditorio<br />

en una tensión como pocas veces he podido presenciar en un hecho artística<br />

Pera en cuanto a lo segundo, hay que reconocer que la programación de<br />

dos sinfonías y dos conciertos de Khrenninkov (Primera y Tercera; Segundo para<br />

piano y Concierto para violirí), acompañadas por la Segunda Sinfonía de Rachmaninov<br />

y la Tercera de Tchaikovsky, es por lo menos insólita.<br />

El crítico nos recuerda que Tikhon Khrenninkov permanece como presidente<br />

de la Unión de Compositores Soviéticos desde 1948, que para este puesto<br />

lo nombró Stalin, que tiene hoy setenta y siete años y que hizo todo lo posible<br />

para hundir a Prokofíev y a Shostakovich, cuyas dificultades con el régimen soviético<br />

de entonces —incluida la abjuración de sus desviaciones— son bien conocidas.<br />

Por eso, afirma: «Al parecer el viento reformista no ha conseguido alcanzar<br />

hasa ahora las altas instituciones musicales soviéticas».<br />

Hay que reconocer que todas las transiciones —incluso las musicales— son<br />

difíciles...<br />

J.A.M.<br />

SCHERZO 41


ÍUEVA 5ANCA PUB<br />

r<br />

Esta es la nueva imagen del ICO. Una institución que apoya el esfuerzo y la iniciativa.<br />

Que. desde el presente, apuesta por el futuro. Que, a través de bancos especializados,<br />

da servicio a la empresa, potencia la pesca y la agricultura, apoya a las corporaciones<br />

locales y comunidades autónomas y promueve la vivienda e instalaciones turísticas.<br />

Una nueva banca pública, avanzada y eficaz, para una nueva época.<br />

V»/<br />

Banco o» CMio Agrícola BANCOHPOTKAWO<br />

Banco da Crédito InduMriil Banco da CntdHo Local


Eliahu Inbal,<br />

el titán reflexivo<br />

La conversación que se transcribe tuvo lugar en Madrid, el 9 de diciembre pasada y se realizó con<br />

destino al programa El mundo de la fonografía, cíe Radio 2 de Radio Nacional de España: la<br />

publicación en estas páginas se efectúa mediante acuerdo con la otada emisora de radia<br />

La charla se desarrolló durante las actuaciones de Eliahu Inbal con la Orquesta Nacional de España,<br />

los días 8, 9 y 10 de diciembre, en programa, ya comentado en SCHERZO, que incluía páginas de<br />

Tchaikovsky y Stravinsky. El maestro israeli se mostró muy satisfecho del traba/o llevado a cabo con la<br />

Nacional, cuya buena forma glosó, y admirado de la disciplina observada en los ensayos («He<br />

preguntado a algunos profesores si es que ya no se consideran una orquesta latina'). Visitante asiduo<br />

de nuestro país —Inbal. como se cita en el diálogo, debutó en España, con la misma Orquesta<br />

Nacional, hace dieciocho años—, artista que rehuye el vagabundeo internacional del estrellato —lleva<br />

dieciséis años al frente de la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt. una titularidad que cederá,<br />

al término de esta temporada, al ruso Dimitri Kitaienko, tras despedirse este 25 de mayo del conjunto<br />

con los Gurre-Lieder de Schónberg—, fabuloso traductor de Mahler y recreador de las genuinas<br />

primeras versiones cíe las Sinfonías Brucknenanas, este artista era objeto, en el número de febrero de<br />

Le Monde de la Musique de un extraño y durísimo ataque personal firmado por el Director Ceneral<br />

de la Música de la primera legislatura Miterrand, Maurice Fleuret (Zhdanov en Frankfurt era el título),<br />

a cuenta de unas supuestas declaraciones conservadoras publicadas en el Frankfurter Allegememe<br />

Zeitung, cinco días después de la entrevista que reproducimos. Reaccionarismo. por otra parte,<br />

totalmente ausente de las manifestaciones madrileñas de este músico tranquilo, inteligente, cuyo reposo<br />

esconde una energía formidable, pues Inbal, como él mismo señala, está entre la meditación y la<br />

lucha.<br />

ENTREVISTA<br />

SCHERZO 43


ENTREVISTA<br />

S<br />

CHERZO:—Si yo le digo la palabra 'Bruckner»,<br />

¿cuál es la primera asociación mental que<br />

usted tiene?<br />

ELIAHU INBAL.-Meditación.<br />

S.—¿Y si le digo la palabra «Mahler»?<br />

E.l.—Mahler... lucha interior.<br />

S —¿Podríamos hablar un poco acerca de estas<br />

dos ideas? Fbr ejemplo, la ¡dea de meditación<br />

en Bruckner.<br />

E.l.—Si, pues verá, me gustaría contarle que<br />

hay músicos a los que yo estimo mucho, grandes músicos, que<br />

no aman la música de Bruckner. que no alcanzan a comprender<br />

a Bruckner; yo he hablado con ellos para tratar de hallar<br />

la razón, y he descubierto que escuchan a Bruckner de manera<br />

poco apropiada, porque tratan de encontrar en él lo mismo<br />

que pueden oír en Beethoven. Schubert o en Mahler. esto es,<br />

la idea de desarrollo (marcando con especial énfasis esta última<br />

palabra). Naturalmente, usted sabe que la base de la música<br />

sinfónico-clásica alemana, asi como de otras naciones, es<br />

la tdea de desarrollo, sobre todo<br />

a través de la forma de sonata,<br />

que es como un drama: tenemos<br />

un tema, tenemos un contratema,<br />

quizá tengamos más de dos, con<br />

un planteamiento diverso entre<br />

ellos, y sobre todo con un desarrollo<br />

en el que se produce la batalla<br />

entre estos temas, batalla<br />

que se resuelve al llegar a la recapitulación.<br />

Es esta una ¡dea totalmente<br />

occidental, ya que estamos<br />

hablando del desarrollo dinámico.<br />

como el que hallamos en la industria<br />

y que perdura después de<br />

trescientos o cuatrocientos años.<br />

y que se basa en un siempre más.<br />

siempre más...<br />

Se da aquí un contraste máximo<br />

con la idea de estabilidad, tal<br />

como la podemos hallar en los<br />

países orientales, digamos el Japón,<br />

o la China, válida y duradera<br />

hasta hace, aproximadamente,<br />

una decena de años, me estoy re<br />

finendo ahora al Japón, que, durante<br />

la última década, ha aprendido en gran parte el sistema<br />

occidental de desarrollo dinámico. Y bien, mientras, en Bruckner,<br />

¿qué encontramos en Bruckner?, hay una presentación de<br />

bloques, en estado de concentración, en estado meditativa fara<br />

entendernos, hay una ¡dea que nos presenta, la termina, hace<br />

una pausa, respira, y nos presenta otra ¡dea; hay excepciones<br />

a esto que digo, claro, pero en la mayor parte de las obras de 1<br />

Bruckner es asi. Y por la interacción, por la relación entre estos<br />

bloques de dimensión altamente espiritual, se crea un movimiento<br />

sinfónica El desarrollo, tal como lo encontramos... por<br />

poner un ejemplo en la gran Sinfonía en Do mayor de Schubert,<br />

celular, basado en células, como... (tararea el tema principal<br />

de la exposición del primer movimiento de la sinfonía<br />

schubertiana) ¿lo ve?, esta célula, como tal, es casi banal... tatán<br />

tatán, titín titin (de nuevo el tema, una parte del mismo),<br />

¡bueno!, la música como tal es poco interesante, no nos engañemos,<br />

pero sólo con esto, Schubert construye un monumento.<br />

Esto no ocurre en Bruckner, esta no es su manera de trabajar,<br />

de componer; ¡sí ocurre en Mahler!; piense usted, por ejemplo,<br />

en el Finale de la Sexta Sinfonía, ¡qué trabajo tan fantástico<br />

de desarrollo!, hasta el mismo Schoenberg estaba tan impre-<br />

44 SCHERZO<br />

sionado que ha llegado a decir «no hay una sola nota en todo<br />

ese Finale que no halle justificación en sí misma». Y bien, uno<br />

de esos músicos de los que antes le hablaba, que no alcanzaba<br />

a comprender la música de Bruckner, me reconocía que siempre<br />

trataba de escuchar a Bruckner como si se tratara de un<br />

compositor clásico de la escuela beethoven i ana, esto es. de los<br />

que practican el desarrollo intelectual a partir de una célula;<br />

bien, como él no podia encontrar eso en Bruckner, estaba decepcionado<br />

Yo le he dicho a este hombre: *Bruckner es la meditación,<br />

pero la meditación no siempre es algo apacible, puede<br />

tratarse de la meditación sobre el fin del munda pero siempre<br />

la meditación: repita no siempre es la meditación estática, puede<br />

ser la meditación diabólica, pera la idea de la meditación<br />

está siempre ahí: es como una roca, es algo totalmente cósmico,<br />

presenta una ¡dea. y luego otra, y luego otra, o sea. que<br />

es necesario emerger de ese estado único para poder comprender<br />

esa música y disfrutarla. De niño, yo tuve la suerte,<br />

a través de la religión, a través de una parte de la religión hebraica<br />

que es la Kábala, y a través de un verdadero santo, una<br />

persona como no he conocido otra ¡gual en mi vida, mi tio.<br />

que era el principal de los rabinos de la Kábala, tuve la suerte,<br />

digo, de tener un contacto duradero e intenso con la meditación;<br />

creo que por eso puedo comprender el mundo bruckneriano<br />

como meditación, como religión, como estado cósmica<br />

Mahler. de otra parte, es la personalidad efervescente, genial,<br />

cargada de contradicciones, de lucha interior, de elementos<br />

que luchan los unos contra los otros, la búsqueda del miedo,<br />

de la banalidad, de Dios, del diablo, de la belleza, ¡todo es efervescencia<br />

en la personalidad fascinante de este compositor!, y<br />

su música es tan personal, tan autobiográfica, como un comentario<br />

a su vida misma, bueno, su vida está ahí en la música, yo<br />

creo que no. puede haber una biografía mejor de Mahler que<br />

sus propias sinfonías jtoda su vida está en ellas! es la biografía<br />

más precisa. Naturalmente, usted me puede preguntar, ¿cómo<br />

es que interpreta usted paralelamente la música de Bruckner,<br />

que es meditativa, y la de Mahler, tan caótica? Yo creo que mi<br />

persona está más cerca de la música de Mahler, esto es el caos<br />

interior, el miedo, la lucha, la esperanza, la búsqueda continua,<br />

esto es, en verdad, mi persona, desde niño, desde la infancia,<br />

pero, como ya le he dicho, conozco ese otro mundo, el mundo


de la meditación, al que también he tenido acceso de niña esto<br />

es. son dos polos que tienen un profundo fundamento en<br />

mi, y por ello yo me encuentro perfectamente a gusto tanto<br />

en la música de Bruckner como en la de Mahler Y lo mismo<br />

me pasa con Ravel, o con Berlioz, y la verdad es que con este<br />

último tengo una relación mu/ especial, porque, fi]ese en Berlioz<br />

hay elementos que también se dan en ese otro compositor,<br />

quiero decir en Bruckner, a modo de anticipo, como es,<br />

por ejemplo, la presentación de las ideas igualmente en bloques,<br />

de partes que son una entidad en sí mismas presentadas<br />

una después de la otra, este es un rasgo característicamente<br />

beriioziana Este mismo rasgo se encuentra también en Honegger,<br />

y, como ya he dicha también en Bruckner, pero también<br />

se puede detectar en Messiaen. e igualmente en Stravmsky; de<br />

otra parte la línea que comienza con Mozart y Haydn, como<br />

padres de ese desarroHo clásica y que halla sus primeras cimas<br />

en Beethoven, esa línea que sigue con Schubert, con Schumann.<br />

con Mendelssohn, con Brahms. y que ciertamente llega hasta<br />

Mahler, esa línea, digo, encuentra, tal como yo lo veo, su cénit<br />

en Mahler, que es un beethoveniano absoluto, puesto que en<br />

él. la expresión, si es romántica al ciento por ciento, pero el<br />

método, es por entero beethoveniano: el color, la orquesta en<br />

conjunto, son de Berlioz, pero el método intelectual en Mahler<br />

proviene de Beethoven.<br />

S.—Ha hecho usted una observación muy interesante, con la<br />

que estoy plenamente de acuerdo, la de que Bruckner está separado<br />

de la tradición occidental del desarrollo sinfónico a la<br />

manera habitual, pero usted ha indicado'una diferenciación entre<br />

Bruckner y Schubert, adscribiendo a este último a esa gran<br />

línea del desarrollo sinfónico clásico romántico; esto me hace<br />

recordar que un gran director de orquesta, actualmente retirado,<br />

Rafael Kbbelik, siempre hacía preceder sus interpretaciones<br />

brucknerianas —no me refiero a las de las sinfonías más<br />

extensas, como la Octava o la Quinta—, de alguna de las sinfonías<br />

de Schubert, y recuerdo que esto tuvo lugar en sus conciertos<br />

de Munich cuando interpretó las sinfonías Cuarta, Tercera<br />

o Novena de Bruckner. ¿Es que no hay una conexión entre estos<br />

dos autores austríacos?<br />

E.I.—Ciertamente que la hay, hay una conexión, una conexión<br />

a través del lenguaje, del lenguaje sonoro, porque ahí está<br />

el Schubert de los üeder. o el de los espacios de ese segundo<br />

movimiento de la Novena Sinfonía que antes le indicaba, hay<br />

ese mismo espacio cósmico, la longitud cósmica de Schubert,<br />

como a veces se dice, ahí se puede decir que hay un parentesco<br />

entre ambos; pero no creo que haya ese mismo parentesco<br />

en el plano intelectual, lo hay en el plano existencial, pero en<br />

lo otro son plenamente diferentes. Eso sí, los dos provienen<br />

de la misma parte del mundo, los dos hablaban la misma lengua,<br />

y en ese caso se puede decir que hay una similitud entre<br />

ambos. Claro es, de Schubert siempre podremos decir que es<br />

el más íntimo, por sus canciones, su música de cámara, aunque<br />

en la misma música de cámara y al final de su música sinfónica<br />

haya una cierta propensión a la monumentalidad, a la grandeza,<br />

grandeza y monu mentalidad que siempre podremos predicar,<br />

desde el comienzo, de Bruckner, que es como una roca,<br />

una verdadera roca (todo esto acompañado de gestos con las<br />

manos, que ha cerrado con fuerza al referirse a la intimidad<br />

de Schubert y que ha abierto, trazando un arco en el aire, al<br />

establecer la diferencia con Bruckner). Todo esto no quiere decir<br />

que en Bruckner no haya momentos de intimidad, claro que<br />

los hay, pero no creo que ahí esté la esencia de Bruckner, veo<br />

a Bruckner más cerca de lo colosal, de lo granítico jes que es<br />

una verdadera montaña de granito! (con gestos no menos expresivos,<br />

triando sobre el aire el perfil de una montaña, y golpeando<br />

fuertemente la mesa, frente a sí, al referirse al granito).<br />

jCon Bruckner partimos hacia las estrellas, hacia el cosmos, es<br />

ELIAHU ÍNñAL<br />

- Para ampliar y reforzar<br />

el equipo junto a<br />

Emmanuel Krivine<br />

La Orquesta<br />

Nacional<br />

de Lyon (FRANCIA)<br />

necesita<br />

DOS VIOLINES<br />

UNA VIOLA<br />

UN VIOLONCELO)<br />

UNA FLAUTA<br />

UN FAGOTT<br />

UN CLARINETE<br />

(vanos puestos de soliste!<br />

m<br />

UN DIRECTOR TÉCNICO<br />

UN BIBLIOTECARIO<br />

UN ATRILERO<br />

UN COMPOSITOR<br />

RESIDENTE<br />

Poner a pruebo, cotidianamente, el Intento musical<br />

Comprometerse con un proyecto musical ambicioso.<br />

Defender y confrontar las tradiciones para seguir innovando.<br />

Construir una empresa sinfónica presente en todos<br />

tos frentes de la imagen y del sonido.<br />

Si crees que todo esto es también<br />

hoy una orquesta te esperamos en Lyon.<br />

AUDICIONES:<br />

DEL 19 AL 26 DE MAYO DE 1990<br />

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82, me deBonnet, 69431 LYON Cedex 03, FRANCIA<br />

TeL 78 60 0151, Fax 786013 OS<br />

SCHtRZO 45<br />

•i,<br />

•i<br />

i


ENTREVISTA<br />

como si eleváramos las montañas hacia el cosmos!, creo que<br />

en él no se da exactamente esa escala de lo intimo, la escala<br />

de lo íntimamente humano que si podemos apreciar, casi tocar,<br />

en Schubert. de la escena de lo cotidiana de lo de todos<br />

los días. Ftero déjeme decirle algo todavía, quisera señalarle una<br />

diferencia entre Bruckner y Mahler, que he recordado mientras<br />

hablábamos, y quizá sea la mayor diferencia entre ambos:<br />

quisiera precisar que en Mahler podemos escuchar nítidamente<br />

el proceso de esa lucha interior, de esa batalla, y percibir<br />

igualmente los resultados, mientras que en Bruckner. la lucha<br />

interior —que la hay, ciertamente— se la guarda para si mismo,<br />

y nosotros nos hemos de conformar con los resultados de la<br />

misma; naturalmente, hay excepciones a esto que digo, pero<br />

creo que ésta es la regla del |uego, pero creo que en conjunto<br />

ésta es la diferencia más importante entre uno y otro, entre<br />

Bruckner y Mahler: Mahler nos arrastra a su propia lucha interior,<br />

a su lucha privada, a la vida privada de todos los días, ron<br />

sus problemas, alegrías y tristezas,<br />

nos arrastra a la esfera de lo más<br />

privado de su ser, en tanto que<br />

Bruckner nos mantiene a distancia,<br />

o sea, llega por su cuenta a<br />

una conclusión, a la fe o a la esperanza,<br />

o a lo que sea, y nos lo<br />

presenta.<br />

S.—¿Recuerda usted cuál fue el<br />

primer director brucknenano que<br />

le causó una impresión? Quiero<br />

decir que si consena el recuerdo<br />

de la primera impresión fuerte<br />

que recibiera con la música de<br />

Bruckner, que me imagino sería<br />

a través de la orquesta.<br />

E.I.—Bueno... yo escuché mucho<br />

Bruckner de pequeño, con la<br />

Orquesta Filarmónica de Israel,<br />

que, ciertamente, tenía una tradición<br />

propia en torno al gran sinfonismo<br />

centroeuropeo, pero no<br />

fue en Israel —por el contrario<br />

eso sí me ocurrió en Mahler—<br />

donde yo recibí la primera impresión<br />

decisiva acerca de la música de Bruckner. La primera impresión<br />

realmente decisiva en favor de la música de Bruckner<br />

la tuve al contemplar y estudiar la partitura de la Tercera Sinfonía,<br />

quiero decir la auténtica Ur-fassung, la primera versión de<br />

la obra, a través del propio manuscrito bruckneriano, y es ahí<br />

donde por vez primera yo descubrí a un Bruckner pura, y comprendí,<br />

en aquellos momentos, que la mayor parte de la tradición<br />

interpretativa que me era familiar, no hacía justicia a su<br />

música, tradición que siempre me había presentado a Bruckner<br />

como un producto propio del ultra-romanticismo, con grandes<br />

e infinitas longitudes, con lentitudes insostenibles, con un<br />

sentido permanente del rubato. tradición que acababa por convertir<br />

la mayor parte de las sinfonías de Bruckner en poemas<br />

sinfónicos y no en verdaderas sinfonías, tal como su autor las<br />

concebía. Esto es. el sinfonismo de Bruckner convertido en Tondichtung,<br />

y yo comprendí todo esto a partir del momento en<br />

que estudié esa Ur-fyssung de la Tercera Sinfonía. Así que. no<br />

fue una audición ni un concierto, sino el estudio directo de una<br />

partitura lo que me hizo decir: «¡Dios mío, hay que redescubrir<br />

a este compositor! Lo que hacen con él. quizá sea muy<br />

bonito, ¡pero no es lo que él quería!» (entre risas).<br />

S.—¿Es por esto por lo que interpreta siempre las... no me<br />

atrevo a decir Ur-fassunger, porque hay muchas, quizá las Echt-<br />

Ur-fassungen.<br />

46 SCHERZO<br />

7<br />

El—{Entregrandes risas). ¡Sí, la verdad es que hoy ya da miedo<br />

hablar de Ur-fassung porque pueden salirte hasta ocho! ¡Es<br />

un verdadero caos! Pero sí, creo que habría que hablar de las<br />

primeras Primeras ediciones, o versiones originales genuinas.<br />

Y. sí, es cierto, soy muy fiel a estas primerísimas ediciones, en<br />

el sentido real de la palabras Ur, pero señalando una diferencia<br />

importante, y es que yo creo que esa primerísima versión de<br />

la Tercera Sinfonía, en el caso concreto de esta obra, es la realmente<br />

justa, la perfecta, la mejor, porque las versiones que él<br />

realizó posteriormente, con correcciones un poco azarosas, hechas<br />

deprisa y bajo presión, como esos gestos de cortar una<br />

secuencia y enlazar lo anterior con un trémolo de timbal, o<br />

una nota de trompa a modo de punto y coma, o esa obsesión<br />

por aligerar el segundo movimiento, todo ello no me parece<br />

en absoluto homogéneo, y por todo ello no me gustan las versiones<br />

segunda y tercera, de las tres que en total realizó, de<br />

Mta obra, y sigo pensando que la primera de todas las versio-<br />

nes es la adecuada. Pero en el caso de las Sinfonías Cuarta y<br />

Octava, ahí no mantengo el mismo punto de vista, porque en<br />

estos dos casos yo creo que él, al reconstruir, al recrear estas<br />

obras, que no se limitó meramente a corregir, hizo sinfonías<br />

verdaderamente geniales, hizo otra cosa distinta, y desde luego<br />

lo hizo con un gran sentido de la homogeneidad, as! que<br />

sí pienso que es perfectamente válido interpretar la Cuarta o<br />

la Octava en las versiones corregidas, y yo mismo tengo la intención,<br />

después de haber tocado y grabado las versiones absolutamente<br />

originales, de interpretar también en el futura estas<br />

otras variantes. Por ejemplo, en el caso de la Cuarta, tengo ya<br />

el proyecto de interpretarla en tournée, en la tercera versión<br />

con la Sinfónica de Viena. un proyecto que seguramente llevaremos<br />

también al disco. Asi que. como usted ve, yo no soy hostil<br />

a las segundas y terceras versiones de las obras de Bruckner,<br />

esas que a veces se llaman Ur-Fassungen, pero creo que es a<br />

través de las auténticas versiones originales como descubrí la<br />

sustancia de Bruckner. su aspecto revolucionario, su aspecto casi<br />

diría salvaje, el carácter que lo avecina, de una parte a Stravinsky.<br />

y lo hace, de otra, heredero de Berlioz. y creo que los<br />

intérpretes tradicionales han dado de lado por entero esta faceta,<br />

este aspecto revolucionario de Bruckner que hizo que<br />

Hanslick le llamara, en un cierto momento, renovador peligroso.<br />

¿Por qué?: a causa de esto, de su talante revolucionario, pe-


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Audio Digital


ENTREVISTA<br />

ro no me cabe la menor duda de que si interpretamos a<br />

Bruckner como algunos artistas han pretendido difundirlo, con<br />

esas longitudes y lentitudes que muchas veces le son a|enas ¡corremos<br />

el nesgo de terminar convirtiéndolo en un «renovador<br />

peligroso» por aburrimiento? (riendo).<br />

S.—Una pregunta que muchos melómanos se hacen: ¿Cómo<br />

es posible que Inbal, que se ha mostrado tan estricto a la hora<br />

de interpretarlas genumas primeras versiones, aquellas que no<br />

contienen corrección alguna de otra mano que no sea la de<br />

Bruckner, haya podido grabar con su Orquesta de la Radio de<br />

Frankfurt un Finale de la Novena Sinfonía reconstruido por otros<br />

autores, un Fmale a partir de los bocetos del propio Bruckner?<br />

E.l.—Lo primero de todo es que, como usted sabe bien, ese<br />

Finale no se encuentra en la grabación de la Novena Sinfonía,<br />

sino que va en el álbum de la Quinta. Y soy yo quien ha establecido<br />

esa condición, dado que yo no considero que ese Finale<br />

sea un final de Bruckner, Luego, hay mucho que hablar de<br />

ese Finale, puesto que, usted también lo sabe, hay tres o cuatro<br />

intentos, quizá más, de reconstruir ese manuscrito de Bruckner,<br />

así que yo me aproximé a ese proyecto de Nicholas Amale<br />

y Giuseppe Mazzuka, comparándolo con el manuscrito y con<br />

las otras versiones que conozco a partir del mismo, y consideré<br />

que era el traba|O más fidedigno y meticuloso, es decir, un<br />

traba|o muy seria Ftero, aun así, queda un problema: y es que<br />

el Finale en conjunto no es de Bruckner. Bruckner lo habría<br />

pulido, retocado y cambiado en gran medida, como era su costumbre,<br />

o sea quiero con ello decir que. aunque Amale y Mazzuka<br />

han hecho un trabajo muy serio a lo largo de los años,<br />

a partir de un material casi caótico, con todo se han visto obligados<br />

a componer una parte, y todo eso, evidentemente, no<br />

es de la mano del propio Bruckner, no le pertenece. Pero, en<br />

fin, yo me dije: «de acuerdo, creo que es interesante tocar este<br />

Finale, al menos para mostrar los últimos bocetos, las piezas<br />

finales de Bruckner, no para tocarlo permanentemente, como<br />

una pieza establecida de concierto, sí para interpretarlo dos.<br />

o tres veces, como una base de conocimiento; pero, eso sí,<br />

con la condición de que no vaya a continuación de la Novena<br />

Sinfonia en los discos, como si diéramos a entender que ese<br />

es el verdadero final de la obra, sino como una pieza independiente».<br />

Y así se hizo, y tales son los resultados.<br />

S.—Otra pregunta que muchos melómanos se hacen, y está<br />

relacionada directamente con la anterior, es cómo usted no ha<br />

incluido en su integral de las sinfonías de Mahier para Denon<br />

la «Performance versión», la «Vbrsión ejecutable» de la Sinfonía<br />

n ° 10 realizada por Deryck Cooke que es la página con la<br />

que usted se presentó en España, en el año 72, dirigiendo a<br />

la Orquesta Nacional de España- Por cierto, es la única vez que<br />

la edición de Cook de la Sinfonía se ha tocado entre nosotros.<br />

E.L—¡Es cierto, si, es así! no sabia que no se hubiera vuelto<br />

a tocar. Buena déjeme decirle: yo toqué mucho esa versión<br />

de la Décima de Deryck Cook, la hice en Londres, en Berlin<br />

¡en muchos sitios! Pero me pasó una cosa muy curiosa: a medida<br />

que yo iba tocando, más y más, las otras sinfonías de Mahier,<br />

menos me identificaba con la Décima; porque, lo mismo<br />

que sucede con el Fmale reconstruido de la Novena de Bruckner,<br />

y ai margen de que sea una sinfonía muy interesante y muy<br />

bella, si usted pasa del Adagio inicial, es irrefutable que el resto<br />

de la obra no le pertenece directamente a Mahier. Ese fue el<br />

problema, así que yo me distancié de la pieza. Ftero ocurre otra<br />

cosa: que hace dos años la he vuelto a tocar, la dirigí concretamente<br />

en un concierto con la Unión Europea de Radiodifusión,<br />

que se difundió a través de la radio por muchos países, y yo<br />

en ese concierto hice una cosa muy especial: dirigí en la primera<br />

parte el Adagio, el primer movimiento, en la versión original<br />

de Mahier, y en la segunda toda la Sinfonía en la edición de<br />

Deryck Cook. Fue una experiencia muy interesante, apasionante<br />

48 SCHERZO<br />

y me ha llevado a la decisión de dirigir, finalmente, para el disco<br />

esta Sinfonía, pero, voy a tratar de hacer algo muy parecido<br />

a lo efectuado para la radio, es decir, no quiero que forme parte<br />

del ciclo Mahier, porque entiendo que es otra cosa, es, exactamente,<br />

lo que Deryck Cook anotó una •perfomance versión»,<br />

una «versión ejecutabie» del material dejado por Mahier, y es,<br />

de hecho, una bellísima Sinfonía, un gran trabajo, y en ella hay<br />

verdaderamente música grande, sobre todo en el Finale, con<br />

pasajes extraordinarios, y con un Adagio que es ciertamente<br />

de Mahier, así que, en resumen, yo ahora ya no estoy en contra<br />

de esta reconstrucción, y voy a interpretarla más veces.<br />

S —volviendo al esquema de las primeras preguntas de esta<br />

conversación, ¿cuál sería su primera asociación mental ante la<br />

palabra «Berlioz*?<br />

E.l—En este caso, y de inmediato, una obra, la Sinfonía Fantástica,<br />

porque es ésta la primera obra que yo escuché de Berhoz,<br />

y fue para mí una impresión colosal, porque, mire, cada<br />

uno de nosotros tiene, en su vida, la posibilidad maravillosa de<br />

escuchar una música por primera vez... bueno, después de oírla,<br />

¡ya se ha acabado, es una pena! (suspirando, riendo a continuación).<br />

¡Piense usted lo que es oír por primera vez la Quinta<br />

de Beethoven, o la Tenzera, qué mundos nuevos descubrimos<br />

cuando eso se produce, como cuando se escucha por vez primera<br />

la Cuarta de Brahms, qué experiencia! Lo mismo acerca<br />

de Berlioz, ¡y cómo no, de Mahier, todavía recuerdo la impresión<br />

que me hizo la primera vez que escuché música de Mahier!<br />

Es que estos descubrimientos son algo revolucionario, es<br />

como si se te abriera la puerta de algo que antes no existía<br />

en tu vida; Beethoven y sus sinfonías, Berlioz, Mahier, claro es,<br />

también La Consagración de la Primavera de Stravmsky..., pero<br />

esto no se aplica sólo a la música: todavía me acuerdo lo<br />

que fue la primera vez que pisé la plaza de San Marcos, en Venecia,<br />

fue una impresión colosal, quizá haya otras plazas, más<br />

íntimas, más bellas, pero aquello fue irrepetible... y con Berlioz<br />

también fue extraordinaria la experiencia del descubrimiento,<br />

porque si Beethoven ha abierto la música a todas las razas y<br />

a todas las clases sociales, es decir, ha hecho realmente, verdaderamente<br />

la revolución social de la música, Berlioz ha hecho<br />

otra revolución diferente, la revolución de los medios, qué" se<br />

podría traducir también como la revolución del color, o la revolución<br />

sin límites: quiero decir que Berlioz ha ensanchada<br />

ha llevado mucho más lejos los límites de la expresión personal.<br />

Todo se puede decir, quiero decir que el compositor tiene<br />

el derecho de expresar cualquier idea propia, y es sólo después<br />

de Berlioz que eso ha sido posible, sólo después de Berlioz<br />

hemos podido tener a Listz, a V^tgner, a Bruckner sin duda,<br />

naturalmente Mahier, y sobre toda sobre todo, Stravinsky. Shostakovich.<br />

Penderecki... sin Berlioz todo esto es inimaginable, porque<br />

él ha abierto el mundo musical, él ha abierto el cosmos<br />

musical, de manera increíble, y es bueno recordarlo hoy, porque<br />

creo que Berlioz está algo preterido y es uno de los más<br />

grandes genios de la historia de la música. Fbr eso me he embarcado<br />

en este ciclo Berlioz, que trato de que tenga una calidad<br />

igual o superior a la de mi ciclo Mahier, porque casi siento<br />

este ciclo Beriioz como una misión,<br />

S.—Usted me indicó anteriormente que sus primeras experiencias<br />

con la música de Mahier si habían tenido lugar en Israel<br />

¿puede hablarme de ello?<br />

E.l.—Sí, lo que pasa es que no estoy seguro al cien por ciento,<br />

completamente seguro, de si la primera interpretación que<br />

oí de música de Mahier, naturalmente en Israel, se debió a Rafael<br />

Kubelik o a Horenstein, o ... a un importante director mahleriano,<br />

apenas conocido en el extranjero, que tenemos en Israel,<br />

que es Georg Singher. Stngher, me consta, lo recuerdo, ha interpretado<br />

sinfonías como la Primera, la Quinta o la Cuarta,<br />

pero... bueno, no importa quién dirigiera aquella primera ver-


sión. lo cierto es que la música hizo una impresión sobre mí.<br />

y creo que con Mahler, en general, el intérprete es casi secundaria<br />

y fí|ese que yo he podido escuchar a hombres como Kletzki,<br />

como Ancerl, Bernstein un poco más tarde, o Solti después,<br />

pero la música es lo fundamental, la música de Mahler casi sobrevive<br />

a los intérpretes, incluso a los más malos: no ocurre<br />

así con la de Bruckner, cuando se le intenta añadir esa profundidad<br />

extra, innecesaria, porque la música de Bruckner es profunda<br />

en si misma, o sea, que un intérprete sí puede destruir<br />

¡a impresión que cause la música de Bruckner por un exceso<br />

de lentitud, o de profundidad añadida, lo que yo llamo la profundidad<br />

superficial, la profundidad falsa, de esos que, cuando<br />

hablan, ralentizan todo para simular una hondura inexistente,<br />

y., hablan... así... muy,., lentamente (con un impresionante rubato<br />

verbal sobre cada palabra), y esto mismo se puede aplicar<br />

a la música, usted puede machacar por este sistema<br />

cualquier cosa, incluso la Eme Kleine Nachtmusik de Mozan (tararea<br />

los primeros compases con una lentitud tremenda, como<br />

si fuera un disco de 45 revoluciones tocado a 16), ¿h ve?<br />

(entregrandes risas). Esto es la falsa profundidad, la profundidad<br />

añadida, para dar una impresión de profundidad, que le<br />

sobra a quien conoce la música o la partitura. Y eso es lo que<br />

a veces ocurre con Bruckner, que se le añade una profundidad<br />

basada en la lentitud y en el engolamiento que sobra, que la<br />

música no necestta para nada.<br />

S.—¿Cuál es la primera asociación mental que le sugiere el<br />

nombre «Ravel *?<br />

E.I.—Intimidad, y el cosmos a pequeña escala. Es... como un<br />

reloj suizo, podríamos decir, porque huye de lo colosal, no es<br />

Mahler, no es Bruckner, pero todo está ahi, a escala reducida.<br />

En cierta medida, es como si comparáramos a Webern con<br />

Schónberg: cada nota tiene su por qué. es la intimidad del color,<br />

de los motivos, la intimidad de la construcción; pero luego,<br />

si usted va más lejos y lo mira desde fuera, ahi también está<br />

ELÍAHU INBAL<br />

el cosmos, pero a una escala muy personal, muy pequeña, en<br />

miniatura, miniaturizada —ahí está la palabra—, y bien, esa es<br />

la primera impresión que tuve y que todavía hoy permanece<br />

en mí. Naturalmente, hay excepciones, en todo lo que hemos<br />

hablado hoy se dan excepciones, seguro, y le diré una respecto<br />

de Ravel: La tótee... (Tras unos momentos de silencio) La Valse<br />

es totalmente vienesa, es casi Wiener Schulle, Escuela de Viena,<br />

si Escuela de Viena: esa obra podría haber salido de la pluma<br />

de Alban Berg en un cierto momento de su vida, quizá<br />

podría ser de Schónberg, del primer Schónberg. o de un cierto<br />

Mahler... No es, en absoluto, música típica de Ravel: la manera<br />

de trabajar, a partir de pequeñas células, sí es raveliana,<br />

pero la expresión no es la que encontramos en el resto de su<br />

obra. Y también están los Valses nobles y sentimentales, que<br />

guardan poca distancia en el tiempo, pero que contienen combinaciones<br />

sonoras y armónicas, en ciertos momentos, e instantes<br />

expresivos que... (Dudando un poca como si temiera<br />

hacer la afirmación subsiguiente)... ¡parecen de la Lulu de Alban<br />

Berg, y sé que esto parece increíble! Apenas hay una mínima<br />

distancia de tiempo, y sin embargo... Es decir, que hay una<br />

calidad virtualmente vienesa en la música, con la capacidad de<br />

penetrar en ese mundo ¡y luego salir de él para crear el universo<br />

sonoro que le es propio! Y Ravel ha hecho lo mismo con<br />

la música española, lo mismo, porque ha penetrado en la esencia<br />

misma de la música de España, como ha hecho, por ejemplo,<br />

en la Rapsodia española, con momentos que son alucinantes,<br />

que parecen concentrar toda la mentalidad y el mundo español<br />

en unos compases, con esa combinación asombrosa entre<br />

el erotismo y el temor de la muerte, con esa calidad especial<br />

de tristeza que a veces hallamos en la música española más profunda,<br />

y todo eso está ahi, en su partitura, porque Ravel ha<br />

tenido la capacidad de penetrar en ello.<br />

José Luis Pérez de Arteaga<br />

SCHERZO 49


R O J S [Vi<br />

i IL BARBIERE<br />

I DI SlVIGLIA<br />

Nuce: - BMITÜLI - MATTF.UZZI<br />

F<br />

B(.iK("lli;i.AlV> 'AiUlULL<br />

S¡Rl".ilil«". Si 11.11<br />

NOVEDADES<br />

DE OPERA<br />

| ROSSJNI: IL BARBIERE DI SIVIGUA<br />

VERDI: RIGOLETTO<br />

iiiil<br />

Verdi<br />

DICEP R1GOLETTO<br />

Pavarüttt- Nucci -Andeiíin<br />

Venen • Ghiaurov • Chailly<br />

(IÍII/<br />

i VERDI: SIMÓN BOCCANEGR*<br />

I f-O NUCCI<br />

CECILIA BARTOLI<br />

IE DI SlVIGLIA<br />

NUCCI-luWi- ULAD^E<br />

VERDI: SIMÓN BOCCANEGRA<br />

ROSSINI: IL BARBIERE DI SlVIGLIA<br />

VERDI: RIGOLETTO<br />

SIR GEORG SO<br />

KÍRI TE KANAWÁ"<br />

JAIME ARAG<br />

1 VT"!<br />

LUCIANO PAVAROTTI<br />

[iíNE ANDERSON<br />

RICCARDO CHAILLY


ACTUALIDAD DISCOGRAFICA<br />

La serie<br />

Orfeo D'Or<br />

La firma alemana Orfeo va a<br />

enriquecer próximamente su<br />

;olección titulada Orfeo de Oro<br />

con una serie de grabaciones que<br />

conmemorarán los cuarenta años de<br />

existencia de la Orquesta Sinfónica de<br />

la Radiodifusión Bávara. Los directores<br />

que protagonizarán estos discos son.<br />

entre los más significativos, los<br />

siguientes: Clemens Krauss, Dimítri<br />

Mitropoulos, Ernest Ansermet. Otto<br />

Klemperer. Sir Colín Davis. Eugen<br />

|ochum, Perene Fricsay. Rafael Kubelik,<br />

Eugéne Ormandy y algún que otro<br />

compositor dirigiendo sus propias<br />

obras (Stravmsky, Hindemith). Los<br />

cuatro primeros compactos, que serán<br />

distribuidos en breve por Harmonia<br />

Mundi, estarán compuestos por obras<br />

de Richard Strauss (Sinfonía<br />

doméstica), Haydn (Sinfonía 88) y<br />

Ravel (Rapsodia española) dirigidas por<br />

Clemens Krauss; Stravinsky dirigido<br />

por él mismo (Apollon Musagéte, jeu<br />

de caites); von Einem (Capricho),<br />

Rave! (La valse), Hindemith (Mathis<br />

der Maler) y Roussel (Suite) bajo la<br />

batuta de Eugéne Ormandy y,<br />

finalmente, Hindemith dirigiendo su<br />

Sinfonía en Si bemol, Los Cuatro<br />

Temperamentos (con la inolvidable<br />

Clara Haskil) y el Concierto de<br />

cámara de Alban Berg. Excepcionales<br />

documentos, en definitiva, algunos de<br />

los cuales nos permitirán comprobar<br />

otra vez que hoy no se dirige mejor<br />

ñÁado Domingo<br />

DISCOS<br />

Eugen Jochvm FOTO QG<br />

Plácido Domingo acaba de firmar con<br />

EMI Classics un nuevo contrato que<br />

le obliga a grabar con la firma inglesa<br />

seis registros. El primero, un recital, estará<br />

compuesto por anas de Giulio Cesare<br />

y Ezio de Hándel. La Clemenza di<br />

Tito, La Vestale, Norma, Benvenuto Ce-<br />

Ibni, Rienzi, Attila, Tosca y Nerone, Mientras<br />

tanto, Maunzio Fbllim firmó otro<br />

contrato de larga duración con Deutsche<br />

Grammophon. sello para el que graba<br />

desde 1971. Bach, Beethoven, Chopm,<br />

Schumann, Debussy, Bartók y Stockhausen<br />

serán los compositores elegidos por<br />

el pianista italiano, además de los Conciertos<br />

de Schumann y Schónberg, en los<br />

Contratos<br />

que será acompañado por la Orquesta<br />

Filarmónica de Berlín dirigida por Claudio<br />

Abbado. También Pierre Boulez ha<br />

vuelto a fichar por la etiqueta amarilla<br />

(para la que ya había grabado Rarsifat, Lulu<br />

y diversas obras de Stravinsky); con la Sinfónica<br />

de Chicago grabará la Cantata profana<br />

de Bela Bartók; con la Orquesta de<br />

Cleveland las obras orquestales de Debussy<br />

y algunas de Messiaen (Chronocromie.<br />

La Ville en haut y los Fuémes pour<br />

Mi). También registrará la obra completa<br />

de Webern (esperemos que esta vez con<br />

mejor fortuna que en CBS) y composiciones<br />

propias entre las que destaca una<br />

nueva página para piano y orquesta-<br />

SCHERZO 51


DISCOS<br />

Novedades Polygram<br />

Lo más destacable en Decca es la grabación<br />

¡ritegra del Peer Cynt de Gneg y un<br />

programa Strauss (Sinfonía alpina y Don<br />

Juan) por la Orquesta Sinfónica de San Francisco<br />

y Herbert Blomstedt; la Cuarta de<br />

Bruckner por Chailly al frente de la Orquesta<br />

del Concertgebouw: el Concierto para orquesta<br />

de Bartók y el de Lutoslawski (ambos<br />

en un CD) por la Orquesta de Cleveland y<br />

Chnstoph von Dohnanyi; un programa De<br />

bussy por Dutoit y su Sinfónica de Montreal;<br />

la continuación del nuevo ciclo Beethoven de<br />

Solt¡ (Séptima y Octava). Schiff / Végh prosiguen<br />

su ciclo de los Conciertos de Mozart (K.<br />

271 y 415). Y en ópera se anuncia una nueva<br />

versión de la Opera de tres peniques de Kurt<br />

Weill, con Milva, Lemper. Dernesch y tollo.<br />

En sene económica se reeditarán oratorios<br />

dirigidos por Múnchinger.<br />

Deutsche Grammophon anuncia la Segunda<br />

de Charles Ivés dirigida por Bernstein a la<br />

Filarmónica de Nueva York. Las Sinfonías 25<br />

y 29 de Mozart. también por Bernstein, pero<br />

esta vez a la cabeza de la Filarmónica de<br />

Viena; la Séptima de Bruckner por Karajan y<br />

la Filarmónica de Viena (una de sus últimas<br />

grabaciones); los Cuentos de Hoffmann dirigidos<br />

por Ozawa (Dominga Gruberova, Bacquier,<br />

Christa Ludwig, |ustmo Díaz) y diez<br />

nuevos títulos de la serie «tres D». También<br />

se acaba de publicar la nueva versión que Leo-<br />

Leonird Bemsiem<br />

52 SCHERZO<br />

na rd Bernstein hizo de la Novena de Beethoven<br />

en Berlín el pasado 25 de diciembre<br />

con ocasión del derribo del Muro El disco lleva<br />

por titulo Ode an die Freiheit (Oda a la libertad)<br />

y en el cuarto movimiento de la obra<br />

la palabra Freude (alegría) ha sido cambiada<br />

por Freiheit (libertad), una licenoa que era casi<br />

necesaria.<br />

En Philips: Serenatas y Marchas de Mozart<br />

por Marrmer; la Sinfonía Praga y la obertura<br />

de Las bodas de Fígaro por Srüggen y la Orquesta<br />

del Siglo XVIII: un disco Debussy por<br />

Zoltan tocsis: un recrtal Schumann, Brahms<br />

y Prokofiev por Peter Schreier acompañado<br />

al piano por Wolfgang Sawallisch. Mana Stuarda.<br />

de Donizetti (con Gruberova. Araiza. Baltsa<br />

y la Orquesta de la Radio Bávara dirigida<br />

por el recientemente fallecido Giuseppe Patané).<br />

La Misa en Si menor de Bach por Brúggen.<br />

Una nueva versión de las Variaciones<br />

Diabelli por Atfred Brendel; los Conciertos para<br />

dos y tres pianos de Mozart por las hermanas<br />

Labéque, Semyon Bychkov y la<br />

Filarmónica de Berlín. Cuartetos de Beethoven<br />

por el Guarnen. Sonatas del mismo autor<br />

por Claudio Arrau (que continúa asi su último<br />

ciclo de Sonatas beethovenianas). Un disco<br />

Mozart por Sir Colin Davts al frente de la<br />

Staatskapelle de Dresde (Haffner y Praga). Finalmente,<br />

un compacto con música de cámara<br />

de Fauré por el Beaux Arts (Trio, Op 120 y<br />

Cuarteto. Op. IS con Kim Kashkashian).<br />

roiaoc.<br />

Noticias<br />

EMI publicará en breve Las vísperas<br />

sicilianas, la ópera de Verdi que<br />

inauguró la presente temporada de La<br />

Scala dirigida por Riccardo Muti.<br />

Barenboim ha grabado las Venaciones<br />

Coldberg. de ].S. Bach, en concierto<br />

público en el Teatro Colón de Buenos<br />

Aires, Erato será la firma que<br />

comercializará este registro.<br />

ElianLi Inbal y su Orquesta de la Radío<br />

de Fnankfurt grabarán un nuevo ciclo<br />

Shostakovich para Denon. Bernstein, a<br />

su vez. lo hará para DG con diversas<br />

orquestas,<br />

Arturo Benedetti-Michelangeli ha<br />

dado su consentimiento para que<br />

salga al mercado su CD con dos<br />

conciertos de Mozart: K. 566 y K.<br />

503. Le acompaña la Orquesta de la<br />

NDR y Cord Garben.<br />

Nuova Era, la empresa discográfica de<br />

los conciertos y óperas en vivo, acaba<br />

de publicar una interesantísima<br />

Walküre con Karajan al frente de la<br />

Orquesta del Metropolitan de Nueva<br />

York. Las voces: Nilsson, Vickers,<br />

Talvela, Crespin, Adam... (eran otros<br />

tiempos).<br />

Roger Norrington prosigue su serie<br />

de Conciertos de Beethoven con<br />

Melvyn Tan al pianoforte. Ambos<br />

acaban de grabar el Emperador y la<br />

Fantasía Coral. El director inglés<br />

también ha registrado con sus London<br />

Classical Players la Sinfonía Grande be<br />

Schubert.<br />

André Previn ha grabado un disco de<br />

su propia música para Decca. Con la<br />

Fioyal Philharmonic y Eduardo<br />

Fernández ha registrado su Concierto<br />

de guitarra, y con la misma orquesta<br />

y Vladimir Ashkenazy su Concierto de<br />

piano.<br />

Decca continúa publicando en<br />

compacto su importante legado de<br />

Ben|amin Bntten. Próximamente<br />

aparecerán The tum of the sow,<br />

Death m Venice y Lucretia.<br />

Una nueva versión del Winterreise<br />

se hube ruano será protagonizada<br />

próximamente para EMI por Bngitte<br />

Fassbaender y Aribert Reimann al<br />

piano.<br />

También en EMI se publicarán<br />

próximamente los recitales históricos<br />

de Conchita Supervia y Victoria de los<br />

Angeles, además del celebrado recital<br />

de Schwarzkopf, Fischer-Dieskau y de<br />

los Angeles en el concierto-homenaie<br />

a Gerald Moore.


REFERENCIAS<br />

Comencemos delimitando<br />

la materia. En<br />

esta valoración discográfíca<br />

se impone la prudencia;<br />

excluimos por tanto<br />

las versiones no italianas<br />

de la ópera y las selecciones,<br />

simplificando asi una<br />

tarea ingente, ya que Traviata,<br />

junto a Carmen, Bohéme<br />

y Rigoietto, es el<br />

título más frecuentado por<br />

el disco, sea oficial, sea pirata.<br />

De similar manera,<br />

en las apreciaciones que siguen<br />

se incide con mayor<br />

puntual ización, siempre<br />

brevemente, en aquellas<br />

ediciones que mayor difusión<br />

tienen (o han tenido)<br />

en el mercado.<br />

Los personajes y las voces<br />

Violeta y los Germont,<br />

notas sobre «La Traviata» discográfíca<br />

En Traviata la categoría<br />

vocal deriva espontáneamente<br />

de la psicología de<br />

los personales. Así: Alfredo,<br />

un muchacho provinciano,<br />

sencillo y bueno,<br />

queda fascinado por la<br />

mujer experimentada y<br />

brillante (además, por la<br />

enferma también) que es<br />

Violetta y su amor se define<br />

por melodías largas y ligadas,<br />

donde la voz del<br />

tenor se mueve cómodamente<br />

por su registro media<br />

Es a partir del encuentro<br />

con el padre en el final<br />

de la escena octava del Acto<br />

II y de la frase Ahí elle<br />

alia fasta, cuando Alfredo<br />

comienza a precisar un slantio vocal que<br />

luego en la fiesta de Flora tendrá su mayor<br />

consecuencia: Questa donna conoscete?.<br />

Alfredo, pues, necesita un tenor<br />

lírico que sepa comunicar a la melodía<br />

ductilidad y elegancia por un lado; casi el<br />

registro de un tenor mozartiano. Fbr otra<br />

aunque momentáneamente, un vigor vocal<br />

e impulso dramático, ambos sin fisuras<br />

(toda la escena en casa de Flora).<br />

Germont padre es un personaje, dramáticamente<br />

hablando, monocorde. pero<br />

con una presencia vocal siempre impor-<br />

ÍT Id producción de Visconti dp 1955<br />

tante. Precisa entonces una voz con arrogancia,<br />

de canto persuasivo (tiene dos<br />

andantes de una belleza eiemplar), de<br />

timbre noble y, si es bello. me|or. Prácticamente,<br />

un barítono lírica de canto seguro<br />

y convencional, como el personaje<br />

representada en lineas melódicas ampias<br />

y regulares.<br />

Desde todos los ángulos es Violetta la<br />

figura esencial de la ópera. Se ha dicho<br />

que e) personaje precisa tres tipos de so-<br />

DISCOS<br />

prano. según el acta Esto<br />

es un poco exagerado: en<br />

realidad Violetta es una soprano<br />

lírica con una coloratura<br />

muy elaborada o<br />

trabajada. La soprano conoce,<br />

a lo largo de la obra,<br />

una evolución importante<br />

y esto se halla descrito en<br />

su canto. De este moda<br />

en el primer acto aparece<br />

como una mujer frivola,<br />

mantenida de lujo en un<br />

F^rís bullicioso y magnífico<br />

y, coincidiendo por una<br />

vez bajo el término de ligera<br />

la cantante y la mujer,<br />

la soprano debe reflejar<br />

esa vida alegre y desenfadada<br />

a través de su canto<br />

ornado de vocalizaciones.<br />

Ya desde la primera frase,<br />

Flora, amia. Ftero, a lo largo<br />

de este acto, en el dúo<br />

Un di, felice (segunda estrofa<br />

del tenor; la soprano,<br />

en canon, Non ardan troverete)<br />

comienza Violetta.<br />

tocada por el entusiasmo<br />

de Alfredo, a dar inequívocos<br />

signos de cambio de<br />

carácter. Y de reflexión vital<br />

después, en Ahí fórse<br />

luí, para, repentina y dispuesta,<br />

retornar al clima<br />

anterior con esa endiablada<br />

cabaletta Sempre libera,<br />

que es el terror de<br />

todas las sepranos, que no<br />

sean ligeras, que se encaren<br />

con Traviata. De hecho<br />

suelen bajarla de tono y<br />

omitir el agudo final (que.<br />

por cierto, no está escrito).<br />

Este momento del final<br />

del acto I animó a las sopranos ligeras<br />

a incluir el papel en su oferta, siendo<br />

el personaje, durante cierto periodo de<br />

la historia de! canto, asociado a este tipo<br />

de cantante. Sin embargo, en el resto de<br />

la partitura no precisa Violetta más coloratura<br />

hasta el último acta unos mínimos<br />

compases, cuando ella cree mejorar y se<br />

siente como en el momento en que conoció<br />

a Alfredo (magnífica descripción<br />

musical, utilizando Verdi un recurso tan<br />

sencillo y convencional). Resumiendo: Violetta<br />

es una soprano lírica que puede, en<br />

SCHERZO 53


DISCOS<br />

cierto momento, exhibir una opulenta coloratura.<br />

Una soprano linca, además, de<br />

amplio registro, por arriba y por abajo<br />

ítem: dramáticamente, con amplitud de<br />

modales. Un personaje complejo y riquísimo,<br />

pues, que. correlativamente, demanda<br />

una cantante e intérprete<br />

de agallas. Algo difícil de encontrar<br />

en una misma cantante.<br />

De ahí que la valoración siempre<br />

se haga laboriosa en un personaje<br />

que, por esa misma complejidad,<br />

es un cebo irresistible<br />

para todas las cantantes de cada<br />

generación. Aquí, a continuación,<br />

vamos a intentar la ardua<br />

tarea de valorar lo que el mundo<br />

del disco hasta hoy ha conseguido<br />

con esta obra perpetuar.<br />

Los primeros registros<br />

La primera edición de Traviata<br />

con una difusión internacional<br />

fue la de 1928 y contaba con<br />

una protagonista típica del estilo<br />

del momento en que Violetta<br />

era encomendado a una soprano<br />

ligera: Mercedes Capsir.<br />

La barcelonesa, por esas características,<br />

consigue su mejor empleo<br />

en el acto primero, donde<br />

se la escucha rutilante y precisa,<br />

con un Ah forse luí un tanto<br />

caótico. El resto de la obra,<br />

Capsir, con voz cristalina, emitida con un<br />

squillo especial, da una epidérmica definición<br />

de lo que es Violetta Valery. Una<br />

forma de interpretación que hoy día puede<br />

resultar hasta grotesca, si el oyente<br />

parte de premisas dramático musical es.<br />

(Ftor esas fechas, la Muzio ya había dado<br />

un giro de noventa grados a la interpretación<br />

del papel. Lástima que de la genial<br />

soprano no seto nos queden fragmentos<br />

aislados, aunque uno de ellos sea el<br />

Addio del Passato. una interpretación de<br />

la Muzio aún no superada). Con la Capsir<br />

hallamos a un barítono de extraordinario<br />

calibre, Cario Galeffi, de voz y estilo<br />

verdiano puntuales, que, a pesar de rendir<br />

mejor en personajes de fuerza, su<br />

Germont es de calidad extraordinaria. Alfredo<br />

es un tenor australiano, nada destacable<br />

en una época de oferta infinita<br />

para este papel (piénsese aunque sea sólo<br />

en Schipa), de nombre Lionello Cecil (el<br />

verdadero era Cecil Sherwood), correcto<br />

y seguro, sin más.<br />

La versión dirigida por Sabajrto en 1935<br />

con su habitual solvencia, a falta de mayores<br />

dispendios poéticos, cuenta con un<br />

equipo modesta poco interesante salvo<br />

el bello instrumento de Alessandro Zilia-<br />

54 SCHERZO<br />

ni que además canta con gusto y entusiasma<br />

Anna Rosza pasará a la historia<br />

del canto por haber grabado alguna página<br />

con Pertile y no por esta su Viofetta,<br />

cortita de aliento. Borgonovo tiene<br />

oficio y algo de sinceridad.<br />

Victori» de los Angeles, como ViofeU. en tos inicios de su minera<br />

Rosa Ponielle<br />

De I93S es una versión en vivo del Metropolitan<br />

que es la única obra completa<br />

(hay otras, pero no al alcance de todos)<br />

que se dispone de la mítica y espectacular<br />

Rosa Ponselle. La Violetta de Fbnselle<br />

es, empero, irregular. Su voz es siempre<br />

impresionante (de color, de riqueza, de<br />

extensión), pero el personaje aparece<br />

desdibujado, lleno de exageraciones (como<br />

cuando estropea la intervención del<br />

tenor en Ogm suo aver tan femmina llorando<br />

estentóreamente). Además, los<br />

cantantes se toman, todos, una serie de<br />

licencias y familiaridades para conseguir<br />

el aplauso fácil. Algo en lo que es perito<br />

el barítono Lawrence Tibbett, de voz impresionantemente<br />

varonil y bella. Frederick<br />

Jagel (que cantó a veces bajo el<br />

nombre italianizado de Federico leghelli)<br />

es un buen Alfredo, aunque su mejor territorio<br />

estaba en el de papeles de mayor<br />

envergadura tenoril. Es ésta una<br />

grabación histórica, imprescindible, aunque<br />

las maneras de cantar de la época<br />

y lugar nos hayan permitido esas críticas<br />

formuladas.<br />

Otra edición Uve, con un sonido más<br />

bien malo, del Covent Garden de 1939,<br />

es la que se rescata por la presencia impagable<br />

de Beniamino Gigli, tenor lleno<br />

de efectos discutibles, pero de una atracción<br />

canora por todos conocida, que encuentra<br />

en Alfredo vehículo idóneo<br />

de comentario. Camglia,<br />

que no prodigó obviamente este<br />

papel, está exagerada y despistada,<br />

pero es de agradecer<br />

tanto entusiasmo y afición. Basiola<br />

es un barítono del montón<br />

y Ornara dirige con la rutina como<br />

emblema.<br />

Los años cuarenta<br />

La grabación completa de<br />

1946 está dominada por la presencia<br />

omnipotente de su director,<br />

Arturo Toscanmi. La batuta<br />

es aquí, como acostumbra<br />

quien la detenta, la que mueve<br />

todos los hilos hasta el punto de<br />

llegar a convencernos (algo, naturalmente,<br />

disparatado) de la<br />

secundariedad del equipo canoro<br />

Es decir, que cuando Toscanini<br />

dirige y las voces no son<br />

especialmente brillantes (lo cual<br />

ocurre a menudo en el legado<br />

discográfico de este director), el<br />

oyente está más pendiente de<br />

la orquesta que de la voz. Albanese,<br />

no obstante, aparece<br />

como una Violetta respetuosa, pero un<br />

tanto fuera de estilo (a pesar de la férrea<br />

dirección, que le marca todo), con momentos<br />

destacables en el dúo con Germont.<br />

Jan Fuerce, se sabe, es un excelente<br />

tenor, pero su voz caprina, decididamente<br />

fea, poco se puede asociar con el personaje<br />

de Alfreda Roben Merrill inicia<br />

aquí su ¡arga lista de Germonts y suena<br />

|oven la voz y menos experto el artista<br />

de como le escucharemos años después.<br />

Esta edición es importante por la presencia<br />

del director italiana una de las personalidades<br />

de la dirección operística más<br />

importantes del siglo.<br />

No hace mucho se ha publicado una<br />

edición en vivo del Metropolitan, con un<br />

sonido tirando a sádico, con dirección<br />

muy a lo Toscanmi de Giuseppe Antonicelli<br />

y con un equipo importante. Giuseppe<br />

Di Stefano. a pesar de algunos detalle;<br />

discutibles de un canto siempre demasiado<br />

espontáneo, tiene el timbre ideal para<br />

Alfredo y la voz suena sana, limpia, el<br />

agudo entonces bien emitido. Merrill está<br />

contagiado por el calor del público y<br />

da un personaje más contrastado de lo<br />

que acostumbra. Es injusto que la soprano<br />

Eleanor Steber no conozca mayor glo-


ia por estos lares. La soprano amentaría,<br />

discutible el estila poco disciplinada a veces<br />

la intérprete, es en esta edición de<br />

Travista una cantante espléndida de aliento,<br />

suficiente (incluso generosa) de medios,<br />

sensible y poética. Prepotente y<br />

segura en el acto primera con trinos y<br />

cadencias seguras y brillantes, consigue en<br />

el resto de la obra dar en cada momento<br />

el talante necesario a la heroína. Digamos,<br />

además, que en el último acto<br />

consigue cambiar el color de la voz. Es<br />

más: en el canto de la Steber hay siempre<br />

como algo de vital, de sincera que<br />

el oyente atento y sin prejuicios inmediatamente<br />

acusa.<br />

Callas y Tebaldi<br />

Los años cincuenta contaron con dos<br />

Violetta de excepción, de dispar desarrollo<br />

y alcance: Maria Callas y Renata Tebaldi,<br />

las dos legatarias con el disco de<br />

suficiente y variado refleja La primera dejó<br />

casi la media docena de ejemplos, donde<br />

aparece de diversas maneras<br />

dramáticas. En una primera etapa la Violetta<br />

de Callas (Raí, México) es prepotente<br />

y con cierta agresividad vocal, dentro<br />

flenau Scollo y tucano Pntrctb en I» pmduccion det Coueni G*rdtn de 1965.<br />

de contar ya con un importante estudio<br />

psicológico del personaje, que falta por<br />

pulir globalmente. Es en su encuentro con<br />

Visconti para ia edición de la Scala de<br />

1955 cuando del binomio surge esa escalofriante<br />

Traviata que, felizmente, el disco<br />

live ha perpetuada Aquí es donde se<br />

encuentra el estudio más cabal y profun-<br />

do de ia heroína verd'ana realizado por<br />

Callas, que cuenta, además, con una situación<br />

vocal inmejorable. Luego de esta<br />

edición, la soprano siguió cantando Violetta.<br />

incidienda como consecuencia de<br />

su deterioro vocal paulatina en la fragilidad<br />

(enfermedad) del personaje, y cuya<br />

mejor realización es la del Covent Garden<br />

de 1958. En esta fecha, un 20 de junio,<br />

Callas es, por última vez en disco una<br />

conmovedora Violetta, aun con problemas<br />

vocales notorios (o quizá precisamente<br />

por ellos) como los dos agudos,<br />

el de Sempre libera y el del Addb del passata<br />

pianisima los cuales se quiebran. (Sin<br />

embargo, creemos que esta Traviata por<br />

parte de Callas es superior a la más difundida<br />

de se*s meses atrás con Kraus. lozano<br />

y espléndido, en Lisboa, donde la<br />

soprano, aciertos parciales, no logra calentar<br />

la voz). Pero, se dija es en Milán<br />

en 1955 con Visconti (y habría que sumar<br />

a Giulini), donde Callas da la mejor<br />

estatura a Violetta, con momentos feistas,<br />

sin duda, dictados más por valores<br />

dramáticos que musicales. Destacar momentos<br />

mágicos de esta versión llevaría<br />

tiempo y espacio cj'ie no tenemos. Di<br />

Stefano da una vensta réplica, intentando<br />

destacar al precio que sea (luego aban-<br />

donaría ei equipo por celos profesionales)<br />

y Bastía ni ni es un Germont implacable<br />

por voz, pero parco de expresión.<br />

De los cuatro legados de Tebaldi. todos<br />

entre 1954 y 1957, quizás el más destacable<br />

es el que está en vivo en el<br />

Metropotitan. del último año citado. El<br />

DISCOS<br />

mensaje de Tebaldi es el antitético a Callas:<br />

aquélla persuade por la seducción del<br />

canto, la italianidad del timbre, la calidez<br />

de la extraordinaria voz. Su personaje no<br />

crece demasiada pero tiene cuerpo y garra.<br />

La noche de Met en 1957, arropada<br />

la Tebaldi por el calor del público, hace<br />

un magnífico acto It. a dúo con Warren<br />

y un conmovedor y hasta efica2 acto III,<br />

el de su muerte, donde convence por el<br />

canto más que por el drama. Leonard<br />

Warren es un Germont extraordinario,<br />

medible por parámetros pretéritos, tipo<br />

de Luca. Battistini, el aludido Galeffi.<br />

Campera es Alfredo de digna rutina y<br />

Cleva dirige con su peculiar brío en esta<br />

edición difundida no generosamente, pero<br />

que merece ser tenida muy en cuenta.<br />

Emulas de Tebaldi fueron en los<br />

cincuenta Antonietta Stella y Rosanna<br />

Carten, las cuaies dejaron constancia de<br />

respectivas Violetta. Carteri. elegante y<br />

dúctil, parece superior en canto y línea<br />

a Stella, que resultaba convincente en la<br />

pintura dramática del papel. A Carteri<br />

acompañaban eficaces Cesare Valletti y<br />

el ínclito Warren. A la Stella. dos habituales<br />

de Callas. Di Stefana de nuevo generoso<br />

y descuidada y Gobbi, dueño de<br />

la frase pero con voz para otros repertorios.<br />

Monteux y Serafín dirigieron con<br />

envidiable oficia respectivamente, las versiones.<br />

No nos detenemos en las otras versiones<br />

de la época porque carecen de general<br />

interés y. frente a tas comentadas,<br />

no admiten la más mínima competencia.<br />

Inicia la década ia versión de Victoria<br />

de los Angeles, que hace de Violetta un<br />

ser candoroso, como alguien desbordado<br />

por unos acontecimientos externos<br />

que no puede dominar, refinada la soprano<br />

y con una musicalidad impecable. Falta<br />

de medios Victoria en algunos<br />

momentos (Sempre libera. Amami. Alfredo)<br />

que la grabación en estudio enmascara<br />

(en teatro la cantó poco la exquisita<br />

soprano), su versión, globalmente hablanda<br />

es poco italiana, menos verdiana, pero<br />

nunca nos deja insensibles: éste es el<br />

truco de una gran artista. El resto del<br />

equipa muy modesta<br />

En ese mismo 1960 aparecen dos versiones:<br />

la de Virginia Zeani, esforzada y<br />

cálida, con un equipo de teatro provinciano:<br />

y la de Anna Moffa que era para<br />

ver y menos para escuchar, aunque siempre<br />

la soprano domina el estilo y las razones<br />

del personaje, |unto a un buen<br />

tenor como Richard Tucker, demasiado<br />

heroico para Alfredo, y el siempre hábil<br />

y monocorde Robert Merrill, que fue<br />

Germont para tres generaciones de sopranos.<br />

Previtali es el buen director italiano,<br />

segura conocedor y atenta<br />

La edición DGG de 1962 cuenta con la<br />

SCHERZO


DISCOS<br />

destacable Violetta de Renata Scotto,<br />

quien con su voz de lírico-ligera logra, con<br />

la esforzada disciplina, estirar para acometer<br />

prestaciones onerosas y complicadas,<br />

como ésta que se comenta. La<br />

Scotto siempre suplió sus muchas carencias<br />

con una sensibilidad musical y dramática,<br />

inspirada en Callas, imaginativa y<br />

convincente. Asi en esta edición alcanza<br />

verdaderos momentos de inspiración, como<br />

en el dúo con Germont, y de hondura<br />

psicológica en la escena final. Muy<br />

bien arropada por Votto y con la réplica<br />

impactante de un Bastianini pletórico esta<br />

versión hubiera podido ser importante<br />

si se contara con un tenor medianamente<br />

inspirada Gianni Raimondi en un<br />

Alfredo de una vulgaridad ofensiva, incapaz<br />

del menor matiz, en la mas mínima<br />

noción de línea de canto.<br />

En el 63, con la aparición de la versión<br />

(1. a ) de Sutherland se inicia la plausible<br />

costumbre de grabar completa (con repeticiones,<br />

cabalettas) la ópera verdiana.<br />

Joan Sutherland poseía la tesitura com-<br />

~- pleta de Violetta (con menos comodidad<br />

la grave), pero es difícil aceptarla (a pesar<br />

de la brillantez del acto I) con una dicción,<br />

extravagante y esotérica, como la<br />

que exhibe. Es asi una Violetta ajena a todo<br />

y que no comunica nada, como si cantara<br />

un robot. Algo que está en franca<br />

contradicción con el Alfredo de Cario<br />

Bergonzi, uno de los mejores presentados<br />

por el disco {Bergonzi da. incluso, un<br />

aire nuevo a páginas normalmente descuidadas:<br />

Ah si che fea). Merrill es otra<br />

vez un sólido Germont. Todos dirigidos,<br />

discretamente, por Pntchard.<br />

Varias versiones Uve de la época se comentarán<br />

rápidamente; la del famoso Tasco<br />

de la Freni en la Scala con Cioni, Serení<br />

y la dirección germanizada de Karajan. inicia,<br />

en cierto sentido, la crisis actual de<br />

Violettas. Freni es como la hermana menor<br />

vistiendo un ropaje de la hermana<br />

mayor, que le queda ancho y demasiado<br />

holgado. (Freni, con una voz más llena,<br />

grabó años después, con Bonisolli y Bruscantim,<br />

una versión de estudio, que sólo<br />

tiene interés por el buen oficio del barítono).<br />

Una edición mumquesa con Stratas,<br />

llena de carencias, Wunderlich. el<br />

rescatable, y Prey, poco interesante en este<br />

repertorio, con Votto queriendo poner<br />

algún orden en el maremagnum,<br />

constituye una versión circunstancial de la<br />

obra verdiana.<br />

La de Scotto y Pavarotti en el Covent<br />

Garden tiene el calor de la interpretación<br />

en vivo, aunque es preferible escucharlos<br />

con las facilidades de un registro en estudio<br />

Lo mismo se podría decir de la interpretación<br />

de Dallas de Caballé, con el<br />

torpe Bonisolli. de 1965. Caballé realizó<br />

una edición de estudio en 1967 que cons-<br />

56 SCHERZO<br />

tituye uno de los legados más importantes<br />

de la soprano, amén de ser una de<br />

las versiones más recomendables de los<br />

últimos años. Caballé es un prodigio de<br />

belleza timonea, canto oportuno y facilidad<br />

(o habilidad) de inflexión musical.<br />

Abusa del pianisimo. es verdad, y el personaje<br />

no está profundizado, pero con<br />

aquellas premisas le basta a la cantante<br />

para convencer en su Violetta de encaje<br />

y porcelana. Modélico Alfredo el de Bergonzi<br />

con la voz más hecha (ya cantaba<br />

repertorio pesado). Shenll Milnes es un<br />

buen Germont. de sana y poderosa vocalidad<br />

entonces. Prétre dirige con aliento<br />

y sin genialidad.<br />

La versión 1968 de Decca es un tanto<br />

inútil; Lorengar nunca será una creíble<br />

Violetta. por el timbre gélido, aunque la<br />

cantante es siempre musical y sincera.<br />

Aragall sustituyó al previsto Wunderlich<br />

y presta la bella voz (y nada más) a Alfredo.<br />

Fischer-Dieskau es un gran cantante,<br />

lleno de matices y aciertos, pera aquí<br />

loan Suihertend y Alfreda Kraits en /975.<br />

suena fuera de órbita. Maazel es el director<br />

mconformista de siempre, que logra<br />

descubrir colores nuevos, aunque a veces<br />

no necesarios (el No! en forte a la respuesta<br />

del coro a Alfredo: Questa donna<br />

conoscetef de la escena del insulto a<br />

Violetta).<br />

La década termina (como empezó con<br />

una versión de 1961 sin valor apreciable)<br />

con una edición en cuatro discos, publicada<br />

en fascículos en Italia, con algo rescatable:<br />

la fantástica información que<br />

acompaña a los discos.<br />

Beverly Sills es la antítesis de Caballé.<br />

Su voz es ingrata, el timbre es de soprano<br />

vieja, el vibrato es algo descontrolado<br />

y su mejor disposición se resolvía en<br />

la media voz y en el canto de coloratura.<br />

Pero Sills tenía imaginación y era artista<br />

trabajadora y voluntariosa. Así su Violetta<br />

registrada en 1971 convence a la postre,<br />

a pesar de vulgaridades y cursilerías aquí<br />

y allá. Gedda no tiene voz italiana, pero<br />

canta tan bien (el inicio piano del aria es<br />

magnífico) que puede hacernos olvidar el<br />

color vocal y algunas emisiones feas. Panerai<br />

está un poco viejo y de voz cansada,<br />

pero cumple con solvencia. Aldo<br />

Ceccato está correcto como acompañante.<br />

El disco pirata da a conocer, en estos<br />

años, versiones sobre Violetta que merecían<br />

estar ocultas. Tales como la de<br />

Sass. que parecía prometer un futuro esplendoroso<br />

pero que no fue asi; Mana<br />

Chiara. con medios notables no utilizados<br />

al máximo por una artista poco sutil: Katia<br />

Ricciarelli, la soprano todo terreno, imprudente<br />

y mimada por un público<br />

complaciente, sensible a su bien orquestada<br />

promoción. DGG y Decca terminan<br />

la década ofreciendo sendas grabaciones


discográficas de La Travista. La marca alemana<br />

acude a la rumana lleana Cotrubas,<br />

musical y luminosa voz, pero que en esta<br />

ópera verdiana suena más como Annina<br />

que como VJoletta. Domingo no está<br />

cómodo en un repertorio donde precisa<br />

unas cualidades canoras (legato, portamentó,<br />

medias voces) que nunca tuvo (y<br />

como van las cosas nunca tendrá). Y Mil-<br />

Kleiber es ei valor primordial de su registra<br />

nes repite, en peor condición vocal, su<br />

Germont de años atrás. Carlos Kleiber<br />

es el valor primordial del registro, quizás<br />

demasiado minucioso en el detalle.<br />

La marca inglesa invita de nuevo a Sutherland<br />

a demostrar que su Violetta es<br />

impresentable. La voz ha perdido ahora<br />

aliento y brilla la dicción es más claramente<br />

borrosa y la noción de que la soprano<br />

ignora lo que canta, particularmente apreciable.<br />

Luciano Ravarotti estaría perfecto<br />

en un papel que es el ideal para la voz<br />

si fuera un poco más cálido de acentos<br />

y Manuguerra es un modestísimo Germont<br />

en el plano vocal, aunque sabe<br />

cantar.<br />

Las últimas, los últimos<br />

Alfredo Kraus fue partenaire en algunas<br />

ediciones piratas antes relacionadas.<br />

El tenor canario, junto a Bergonzi. fue el<br />

mejor (habría que aclarar aún es el meior)<br />

Alfredo de los últimos veinticinco<br />

años. En estudio grabó el papel con Muti<br />

en 1982. demostrando una vez más que<br />

su voz pierde cuando entra en un lugar<br />

cerrado e incomunicado del pública Además,<br />

Muti coartó su generosidad con el<br />

aguda lo cual es reprochable. Renata<br />

Scotto, en un estado vocal penosísimo, a<br />

duras penas saca adelante el papel, aclarando<br />

siempre que la cantante es una artista<br />

y consigue frases, períodos, de una<br />

intensidad tocante. Renato Bruson canta.<br />

como buen donizettiano que es. este papel<br />

de Germont, que es para un barítono<br />

lineo, de bellos medios como el<br />

cantante posee. Muy bien dirigida la edición<br />

por Muti. no obstante, no es capaz<br />

de darle un interés como para recomendar<br />

sus resultados.<br />

Ese mismo 1982 se rodó un film sobre<br />

Traviate con Zeffirelli tras la cámara. (Años<br />

antes se rodó con Moffo, Bonisolli, en plan<br />

menos rico). La banda sonora apareció<br />

en disco inmediatamente, lo cual ha sido<br />

un craso error: Stratas. que daba gusto<br />

verla, da horror oírla; Domingo está a su<br />

altura, con la voz mejor, obviamente;<br />

MacNeil. el gran barítono de fuerza, está<br />

aquí sin fuerzas, dados los años y el<br />

abuso vocal.<br />

Hoy día cantan La Travtata sopranos tan<br />

modestitas como Cecilia Gasdia (que en<br />

otro repertorio puede quedar brillante),<br />

Catherina Malfitano. la impertérrita Katia<br />

Ricciarelh. Diana Soviero (que la cantó<br />

este año en Madrid), la Gruberova y<br />

un largo etcétera. Alguna de éstas acabará<br />

grabándola en disco. (Fosalind Plownght<br />

iba a hacerlo con Giulini; el director,<br />

prudente, desistió). De momento quien<br />

ha tenido la suerte de llegar a este medio<br />

ha sido la soprano siciliana Lucia Alíberti.<br />

En vivo en Tokyo. en una gira por<br />

el país oriental, se grabó esta versión de<br />

concierto donde la soprano estuvo rodeada<br />

por Ffeter Dvorsky, tenor de medios<br />

más que notables al servicio de un<br />

profesional desmañado y falto de preparación,<br />

y con el siempre seguro y climático<br />

Renato Bruson. Con una dirección<br />

chata de Roben Paternostro. Lucia Aliberti<br />

conf rmó nuestros miedos: voz desigual,<br />

emisiones discutibles, artista roma y sin<br />

atractivo Malos tiempos para Violetta se<br />

avecinan.<br />

Fernando Fraga<br />

DISCOGRAFIA COMPLETA<br />

(en Italiano)<br />

DISCOS<br />

(VioleEIa Vaiery AtfníOQ Germoni. Gtorgio Germoni<br />

Orquesta y Coro Director. Año de grabación).<br />

- Bev(n*ni. Turnmmello. Badtfii- Scala tle r-Han. Sabir<br />

no (1918).<br />

- Capar. Cecí. Gaieff. Scala * Milán Molar* (I9¡9)<br />

- &Hza. Zriíant. Borgonow Scaia * Mrlan. Sabajno<br />

(1935).<br />

- fonselle. jjgci. Tibbelt Metnjpolilan NI Pinna<br />

(1935)<br />

- Canrglia. G>gk Basiola. Co^riT Gerden Cimara<br />

(1939)<br />

•• Altantit Feerte. Mernll. NBC. ToMamni (IWé)<br />

- Swber.DiStefanaliernl.MeVopobtinNY. Amoniell<br />

(19491.<br />

- Guerr.ni. Inlanrrr». Sdven Opera Roma Bellera<br />

(1950)<br />

- Callas. Villero. Taddei Helias Arles MÍÍÍO De Fa<br />

bnln (1951)<br />

- Noli. Campan. Tagliabue. Opera Rema. Berreteni<br />

(1952).<br />

- CaAu, Albanese. Savarne. Raí de Turin 5anlmi<br />

(1952).<br />

- CalUí, Di Slefcno, Campolongh' Befln Aries Méxitti<br />

Mugnai (rMÍ)<br />

- SchKnwin. R5I4. Monach». Opera Rwna fticci<br />

(1*53)<br />

-- íebaW,, Rsggi. Prolli. Academia Sta Cecilia Moldan.<br />

Pfadelli (I9S4).<br />

- Callas. Di S»feruson Frlarmonia. ArnbtHJan Op<br />

Ch Muli (WÍ)<br />

- SlraUl. Dommga MacNeil Melropolitan N.I. levine<br />

(I9BI).<br />

Alfcei-ti. Dvorskf IVuson Filarmónica Te*m Fu(i-<br />

-ara Op Ch Paiemoitro (1988).<br />

F.F.<br />

SCHERZO 57


DISCOS<br />

RARTÓK: Mikrokosmos, piezas progresivas<br />

para piano en seis cuadernos Cuarenta y cuatro<br />

dúos para dos viohnes. Loránt Szüos y<br />

Komél Zempléni. pianos. Wanda Wilkomirska<br />

y Mihály Siüci. violines. HUNGAROTON.<br />

3 CD ADD. Duración: 7318", 6934' y<br />

5811". resp. (Distribuido por Ferysa).<br />

E stas grabaciones proceden de la<br />

integral de la obra de Bela Bartók<br />

publicada por Hungaroton en los<br />

años setenta, distribuida por Hispavox en<br />

aquel entonces. En muchas ocasiones hemos<br />

alabado aquella iniciativa y su niwl medio Eso<br />

no nos impide que, en determinados casos<br />

concretos, creamos no encontrarnos ante interpretaciones<br />

ideales de las obras propuestas.<br />

Es cierto que Mikrokosmos, mas aún que<br />

los 44 Dúos, son obras muy especiales donde<br />

el factor interpretativo puede ser limitado,<br />

al menos en los cuadernos iniciales. Pero<br />

también es verdad que no se trata tan sólo<br />

de complejidad y progresiva adquisición de virtuosismo,<br />

sino también de propuestas estéticas<br />

concretas. Después de este registro los<br />

propios húngaros aportaron otro de mayor<br />

interés, el protagonizado en solitario por Deszó<br />

Banki. EMI había publicado poco antes una<br />

excelente lectura del también húngaro George<br />

Solchany. Curiosamente, la versión que reseñamos<br />

ahora mejora en los cuadernos<br />

finales y resulta poco convincente en los más<br />

sencillos. Precisamente es Zempléni quien interpreta<br />

los números cinco y seis, mientras<br />

que Szucs brega con menor habilidad e inspiración<br />

con los cuatro primeros.<br />

Tan correctos y poco inspirados como Szücs<br />

aparecen los violinistas que protagonizan los<br />

Dúos, de semeíante intención pedagógica progresiva.<br />

También en este caso habrá que acudir<br />

a otra parte si queremos lo mejor:<br />

Suk-Gertler (Supraphon). Ve$\-Lysf (Astrée).<br />

Supongo que inencontrables, por el momento<br />

Pero, atención, estas versiones de hoy son<br />

válidas y honestas si no es posible acudir a<br />

esas otras alternativas.<br />

S.M.B.<br />

BEETHOVEN: integral de las Sonatas para<br />

vtolonceik) y piano, Variaciones sobre La flauta<br />

mágica WoO 46 y Op 66. Variaciones sobre<br />

un tema de judas Macabeo WoO 45. Evzen<br />

Rattay (cello), Sunislav Bogunia (piano). 1<br />

CDs CALUOPE CAL 9693/4 grabación 1983<br />

ADD. Dirección técnica: Georges Kiaelioff.<br />

64'04"y 65'46". Distribuido por Harmonía<br />

Mundi.<br />

Rattay y Bogunia intentan algo que<br />

no es frecuente en estas Sonatas,<br />

las presentan como si fueran una<br />

especie de taller o de cocina del compositor<br />

(y tal vez lo sean) y enfocan su interpretación<br />

no sobre ia expresión (es un aspecto de la<br />

composición) beethoveniana. sino sobre una<br />

relación histórica: tratan el Opus fi.° S (Sonatas<br />

I y 2) tanto en sus aspectos haydnianos<br />

como en la originalidad formal común a las<br />

primeras obras y que Beethoven utilizará en<br />

sus últimas; en la Sonata Op 102, el dúo<br />

Rattay-Bogunia trata ei fugato como una pre-<br />

58 SCHERZD<br />

Bach-Hurford<br />

Integral de referencia<br />

BACH: La obra para órgano. Peter Hurford,<br />

órgano. DECCA Ovación, Volumen I: <strong>42</strong>1<br />

337-2ADD(3CD)yVolumen2:<strong>42</strong>l 341-2<br />

ADD (3 CD). Duraciones: Volumen I,<br />

7I P ganos históricos (de Silbermann o de Schnitger.<br />

según el carácter de cada obra), lo que<br />

supone un intento de acercamiento histórico<br />

Hurford prescinde en general de las amplias<br />

articulaciones, no siempre fieles, de un Richter<br />

y por tanto de un Bach a través del órgano<br />

romántica Ello no significa que Hurford<br />

prescinda de la plenitud sonora y de una<br />

concepción eminentemente orquestal, con<br />

un notable sentido de la variación del color<br />

y una expresiva emotividad, nada fria por<br />

tanto. He señalado como otro punto de referencia<br />

a Marie-Claire Alain y basta para confirmarlo<br />

la animación y claridad con la que<br />

Hurford interpreta las Soriatas trío y que le<br />

aproximan a la encantadora versión de Alatn.<br />

No es paradójico que el moderno espíritu de<br />

autenticidad en la recuperación barroca, en<br />

el caso de la obra organística de Bach, parta<br />

del auge de la escuela barroca francesa de esta<br />

segunda mitad de siglo y no de la propia tra-<br />

S2", 73S2-; Volumen 2: 64'52", 72'9" dición alemana, mediatizada por el enorme<br />

y 75'38" Grabación: entre 1977 y 1981 en peso del dilatado romanticismo alemán. Bach<br />

los órganos de la capilla del New Collegt de es esencialmente heredero del gótico alemán,<br />

Oxford, capilla del Colegio Knox Grammar pero es también, obviamente, fundamental-<br />

de Sidney, iglesia de Our Lady of Sorrows de mente barroco El fraseo, más aligerado el<br />

Toronto y de la catedral de Ratzeburg. Pro- sentido de la ornamentación y su gracia en<br />

ductor: Chris HazeH. Ingenieros: Míchad Mai* equilibrio con la gran arquitectura, se plasma<br />

les, Simón Eadon. Colin Moorfoort. Andrew en la sensacional segunda integral de Alain,<br />

Pfnder. Sun GoodaH y Davod Marreti. publicada en Erato. en torno a 1980. «La música<br />

trasciende el instrumento y su utilización»<br />

La integral de la obra para órga- declara la propia Alain. Sí pero a partir de<br />

no de Bach fue grabada por Pe- un riguroso estudio musicológlco y de un ester<br />

Hurford entre 1977 y 1982, píritu de aproximación histórica que han per-<br />

habiendo sido ya publicada en 8 álbumes, en mitido diferenciar estilísticamente la riqueza<br />

un total de 25 LP Se trata de una de las más del Barroco. No es aquí lugar para entrar al<br />

completas, pues incluye obras consideradas en trapo del debate sobre versiones históricas<br />

el catálogo bachano como dudosas o espunas. e instrumentos originales, aunque el uso de<br />

Las obras que se recogen en estos dos pri- estos últimos sólo sea un aspecto más de<br />

meros volúmenes se agrupan por series de aquella corriente musical actual arriba seña-<br />

obras contrastadas por su carácter musical lada. Naturalmente, la interpretación del ór-<br />

y no con un criterio cronológico El primer gano de Bach sigue siendo algo apasionante<br />

volumen incluye preludios y fugas, tocatas y y abierto La elección de los registros («Na-<br />

fugas, fantasías y fugas, fantasías, fugas, die como Bach era mejor conocedor de los<br />

trios, !a Passaclagia y fuga 8WV 582, la Tocaregistros.<br />

Ese conocimiento murió con ¿I* seta,<br />

adagio y luga, la Kleines harmonisches gún la famosa declaración de su hijo Carlos<br />

Labynnth y el fedal Exerotium El segundo vo- Felipe Enmanuel), con la importancia del |ue<br />

lumen incluye el tercer libro del Clavierúbung, go de fondos, entre otros aspectos, constitu-<br />

es decir, los 21 Preludios de coral *Kimberyen un inquieto y permanente reto para el<br />

ger* y las seis Sonaras trio (BWV 525-530). intérprete moderno En esta enorme tarea y<br />

Es decir, obras desde 1700 a 1739. Tras este ante músico tan grandioso, sigo consideran-<br />

obligado inventario hay que señalar que la verdo como referencia —a la espera de su tersión<br />

de Hurford se sitúa en lineas generales cera integral en curso— de la citada versión<br />

en una voluntad de equilibrio o en un punto de Marie-Claire Alain. Tras ella, y complemen-<br />

que se aleja de las interpretaciones altiguas taria en algunas obras, esta integral de Hur-<br />

tradicionales a la alemana y se aproxima al ford es la más importante y recomendable.<br />

Bach moderno representado en el estilo de<br />

Marie-Gaire Alain. Se aleja por tanto de la<br />

interpretación tradicional de Helmut Walcha,<br />

La calidad del sonido es, además, magnífica.<br />

ue tiene, con todo, el mérito de recurrir a ór-<br />

B.C.


figuración (la demostración es brillante) de las<br />

grandes fugas: Cuarteto Op 130, que Rattay<br />

conoce bien (es el cello del Cuarteto Talich),<br />

y Sonata Op 106.<br />

La fluidez de los lempos, la interioridad expresiva<br />

(un poco como Piatigorsky-Solomon)<br />

acentúa esta impresión divulgativa: atenerse<br />

a pocos y no todos los aspectos de la obra:<br />

y en esta proposición intelectual mente revé<br />

ladora. la versión comentada no tiene rivales.<br />

Pleeth-Tan (CDs Hypenon con instrumentos<br />

originales) y Perennyi-Kocsis {CDs Hungaroton)<br />

resaltan con más brío el aspecto<br />

rítmico; Dupré-Barenboim. la expresión vital<br />

(carnal). Para quienes buscan la perfección (sin<br />

doctoralismo) existe un dsco sublime que reúne<br />

todos los aspectos y difícil de encontrar:<br />

el de Erhng Blondal Bengtson (chelo) y Anker<br />

Blyme (piano), CDs Danacord.<br />

P.E.<br />

BEETHOVEN: Sonatas para el pianoforte en<br />

Mi mayor Op, 109, en La bemol mayor Op<br />

110, en Do menor Op II. Paul Badura-Skoda<br />

(Hammerflugel de Graf 1824) CD ASTRÉE<br />

Auvidis E 8699 grabación AAD (y excelente)<br />

efectuada en Viera en 1976 y 1980 por<br />

Thomas Gallia y Paul Déry. Productor: Michel<br />

Bernstein. 59'25. Distribuido por Harmonía<br />

Mundi.<br />

Segunda reedición de este volu-<br />

fitf men: aparece hoy como último<br />

número de una integral de las Sonatas<br />

de Beethoven. realizadas con instrumentos<br />

originales (no copias de). No me gustaría<br />

hablar de la necesidad (¡y no la obligación!)<br />

de utilizar los instrumentos adaptados a su<br />

repertorio, como principio (estético • ético)<br />

sino hablar de la coherencia absoluta entre<br />

la interpretación de Baura-Skoda y los diversos<br />

instrumentos seleccionados para esta integral,<br />

desde los frágiles fortepianos para las<br />

primeras Sonatas hasta el Hammerflugel de<br />

Graf para estas últimas obras. Badura-Skoda<br />

no ofrece una música abstracta, abordada des<br />

de arriba, con una técnica trascendental: esta<br />

integral está ba|o el signo de la lucha, y del<br />

esfuerzo: el intérprete da siempre la impresión<br />

de conquistar a duras penas un mundo<br />

sonora paso a paso, y resolver problemas de<br />

toda Índole: parece que su técnica se forja con<br />

las sucesivas obras, apenas resueltos los problemas<br />

técnicos de una Sonata, se enfrenta<br />

a los nuevos problemas que plantea la siguiente<br />

Sonata: siempre abordando la obra con una<br />

técnica inferior y que se foria en el acto pianístico;<br />

la elección de los pianos sigue el mismo<br />

enterra: los instrumentos parecen siempre<br />

al límite de sus posibilidades (el Graf de 1824<br />

hubiera dado otro resultado sonoro en la Patética,<br />

Badura-Skoda ha pretende* y escuchando<br />

la integral se entiende el porqué, el frágil<br />

modelo Walter de 1790). Una tensión constante<br />

domina esta aventura dtscográfica sin<br />

precedentes: el material composic>onal bruto<br />

aparece en todo su resplandor, su violencia,<br />

su sensibilidad...<br />

Todas estas cualidades concurren en es le<br />

último volumen de la integral: nunca las tres<br />

últimas Sonatas han parecido tan inacabadas.<br />

nunca, tampoco la libertad formal de estas<br />

fantasías ha sido reconocida con tanta carga<br />

sorpresiva.<br />

P.E.<br />

BLOCH: Schelomo, rapsodia hebraica para<br />

violonceüo y orquesta. DVORAK: Concierto<br />

parí violoncello y orquesta en Si menor.<br />

Op 104 Mischa Maisky. viotoncello. Orquesta<br />

Filarmónica de Israel. Director: Leonard<br />

Bernstein. DEUTSCHE GRAMMO-<br />

PHON <strong>42</strong>7 347-2 DDD. Duración: 6819"<br />

f43"45" y 24'34", respectivamente).<br />

Obras plenamente integradas en<br />

elrepertono concertante para violoncello<br />

y orquesta, las dos piezas<br />

aquí grabadas constituyen ápices de la especialidad<br />

y han sido grabadas de manera memorable<br />

muy a menuda La versión de Maisky<br />

y Bernstein del Concierto de Dvorak supone<br />

una opción muy especial, la de un lirismo<br />

mayor a fuerza de mantener una lentitud del<br />

tempo llena de tensión poética. No creemos<br />

que esta bella lectura vaya a desbarrar las<br />

DISCOS<br />

grandes referencias de esta afortunada obra<br />

—a las que nos hemos referido repetidas veces<br />

y que tienen a Rostropovrch como protagonista<br />

con Tahch, Kara|an y Ozawa, más a<br />

Casáis con Szell y a Fournier con este mismo<br />

director, aparte de la versión auténticamente<br />

nacionales Sádlo y Neumann— pero puede<br />

situarse por derecho propio como una visión<br />

propia de obra tan conocida. En cualquier<br />

caso, es importante y constituye una hermosa<br />

experiencia el escuchar ese tenso ralenti<br />

del violoncello de Maisky cuando lo hemos<br />

oído siempre de tan distinta manera.<br />

Bernstein ya había grabado Schelomo con<br />

Rostropovich y la Orquesta Nacional de Francia.<br />

Ahora, con la de Israel y con Maisky el<br />

disco se hace mucho más deliberadamente judio<br />

en un gesto de afirmación de buena ley.<br />

La interpretación del Concierto de Dvorak era<br />

implícitamente virtuosistica: no es fácij llenar<br />

de contenido una música tocada más lenta de<br />

lo habitual. Complementariamente, la de<br />

Schelomo es de un virtuosismo manifiesto. En<br />

efecto, pocas veces se hacen tan evidentes las<br />

bel leas y cualidades de esta obra que, en mi<br />

opinión, supera considerablemente al acaso<br />

más famoso Concierto para violln del mismo<br />

El primer Beethoven de Barenboim<br />

obras mayores, como la Hammerklavier, no<br />

nos impide reconocer que hay ciclos históricos<br />

indiscutibles que van más allá de lo conseguido<br />

por Barenboim en sus jóvenes años.<br />

No vamos a abrumar su meritorio nombre<br />

ni la paciencia de los lectores con apellidos ilustres<br />

de ayer, anteayer y ahora mismo. Baste<br />

con decir que el ciclo de Barenboim se encuentra<br />

entre los inmediatamente posteriores<br />

a los grandes y que algunos de estos<br />

pueden ser apartados por algunos aficionados<br />

(como ha sucedido con el de Backhaus,<br />

por ejemplo, y prometo no pronunciar más<br />

nombres) en favor del de este músico integral<br />

de nuestro tiempo. Las características del<br />

BEETHOVEN: Las Sonatas para piano, com- pianismo de Barenbotm están ya aquí: ese fuepletas.<br />

Daniel Barenboim, piano. EMI CZS 7 go especial que a veces es enfático (y que lo<br />

62863 2. 10 CD ADD Duraciones: vid. infra. será más en el segundo ciclo beethoveniano.<br />

Fecha de grabación: 1966-70.<br />

el grabado para Deutsche Grammophon, al<br />

menos en las partes que concaco), ese pri-<br />

El sorprendente nivel medio (te la moroso sentido de la frase que es mis pro-<br />

integral de Sonatas para piano de pio del pianista que del director de orquesta.<br />

Beethoven grabadas por Baren- esa exterioridad que rehuye el misterio y tienboim<br />

entre 1966 y 1970 no nos pilla de nuede siempre a lo explícito, esa delicadeza en<br />

vas. Lo sabíamos, pero no por recuerdos, si- el tacto que nunca pretende ser sutil pero que<br />

no porque, en rigor, nunca habíamos dejado se convierte en magistral sugerencia, eia ex-<br />

de escucharla. Barenboim nació en noviemtraña madurez que le ha permitido a Barenbre<br />

de 19<strong>42</strong>. así que echen ustedes la cuenta boim destacar siempre con obras de enver-<br />

de la edad que tenía el angelito cuando emgadura más que en piezas ligeras (aquí, meprendió<br />

esta empresa, a partir del registra jor en la Op. lil que en las sonatas clásicas;<br />

en noviembre de 1966 (sería para feste|ar sus en el foso, con Tfistán; en la orquesta, con<br />

24 años), de la inevitable tríada, Patética, Cla- Bruckner)... Y así sucesivamente. En resumen:<br />

ro de luna y Appassionata. Ese considerable ni- serie económica y calidad garantizada. Un<br />

vel, que en nuestra opinión se mantiene bas- regala<br />

tante a lo largo de todo el ciclo y que tiene<br />

momentos especialmente logrados en las<br />

S.M.B.<br />

SCHERZO


DiSCOS<br />

Una novena distinta<br />

BEETHOVEN: Sinfonía N° 9en Re menor<br />

Op. 125. Aríeen Auger (sop), Catherine<br />

Robbin (con), Anthony Rolfe Johnson (ten),<br />

Gregory Reinhart (bajo). London<br />

Symphony Chorus. The Academy of Ancient<br />

Music. Director: Christopher Hogwood.<br />

LOISEAU-LYRE <strong>42</strong>5 517-2. CD.<br />

DDD. 63'I7". Grabación: Londres, septiembre.<br />

1966 Productor: Peter Wadhnd.<br />

Ingeniero: John Dunkeriey.<br />

Hogwood y Nornngton parten<br />

de presupuestos similares —salvo<br />

en un punto que veremos<br />

luego— para la interpretación de la Novena<br />

Sinfonía de Beethoven. Ambos siguen las<br />

indicaciones metronómicas del compositor<br />

(abstenerse, por lo tanto, los que piensen<br />

que Beethoven se equivocaba y estén de<br />

acuerdo con la tradición añadida), que se<br />

apartan de lo establecido de manera más<br />

llamativa en los tempi más rápidos de los<br />

compositor. Pocas veces un acto de afirmación<br />

israelita ha llegado a la altura artística de<br />

Schelomo. al margen de determinadas obras<br />

de Schoenberg. Ftacos artistas más adecuados<br />

que los que protagonizan este disco para traducirlo<br />

con su mejor sentido.<br />

S.M.B.<br />

CARMINA BURANA Vols. III y IV. Catherine<br />

Bot (sop.). Miehael George (bar). New<br />

London Consort. Director: Philip Pickett. 2<br />

CD LOISEAU-LYRE <strong>42</strong>5 117-2 DDD.<br />

62*30" y 61*13". Grabación: Londres, enero<br />

1987. Productor: Peter Wadland. Ingeniero:<br />

Stan Goodall.<br />

En su momento, fueron comentados<br />

en SCHERZO los discos precedentes<br />

de la versión de Pickett<br />

de los Carmina Burana. La presente entrega<br />

sigue, como era previsible, la misma línea in-<br />

60 SCHERZO<br />

movimientos I y III y el célebre Alia Marcia<br />

del IV. En general, puede decirse que allí<br />

donde coinciden los dos directores británicos<br />

Norringtoíi consigue una realización más<br />

depurada, seguramente gracias a su me|or<br />

ofcio directorial. Hogwood admite en su<br />

Novena más sonoridades agrias que su colega.<br />

El efecto de trueno del recitativo del<br />

cuarto tiempo es mucho más poderoso en<br />

la lectura de la Academy que en la de los<br />

London Classical Players (EMI, no remitida<br />

para critica). Desde luego. Norrington es más<br />

delicado en su fraseo del Adagio-Andante, llevado<br />

como decíamos a velocidad desacostumbrada,<br />

pero que se impone por su lógica<br />

(además de respetar lo indicado en la par<br />

titura). Los cantantes son mejores en la grabación<br />

EMI, sobre todo por la pobre<br />

intervención de Reinhart frente a la estremecedora<br />

de Salomaa. Sólo Rolfe Johnson<br />

es verdaderamente destacable con Hogwood.<br />

Ambos se muestran contenidos en<br />

la dirección del coro, pero Hogwood usa<br />

uno más numerosa Como alternativa a la<br />

literalidad textual de Norrington. Hogwood<br />

dobla los instrumentos de viento, según la<br />

propuesta, que distribuye solos y tutti de<br />

los instrumentos, del musicólogo Clive<br />

Brown. Para esta solución, se ha basado<br />

Brown en interpretaciones de la época. Se<br />

entra aqui en especulaciones, pues el número<br />

de los músjcos pudo depender en<br />

ocasiones de su calidad. La polémica sigue<br />

abierta en este punto, si bien Norrington<br />

ha demostrado con su versión que la Novena<br />

de Beethoven, sin corregirle la plana<br />

al creador, es perfectamente posible... y sobre<br />

cogederamente bella.<br />

E.M.M.<br />

terpretativa. Aun con el intento de hacerse<br />

con un estilo medieval, la emisión canónica del<br />

canto y la limpia técnica instrumental producen<br />

aqui un efecto contraproducente. Los cantos<br />

goliardicos quedan encerrados dentro de<br />

limites demasiado estrechos. Hablar de frialdad<br />

es sólo establecer una primera aproximación<br />

a la recreación del New London<br />

Consort. Estos Carmina Burana carecen de<br />

la fuerza telúrica que nos descubrió la interpretación<br />

de Rene Clemencic. Pickett los ha<br />

civilizado al eliminar el desgarro en el canto<br />

o el tañido gruesa Se trata, en el fondo de<br />

una opción cultural, pues asi se borran las referencias<br />

a la influencia árabe.<br />

E.M.M.<br />

DONIZETTI: Imelda de Lambertazzí. Fterbna<br />

Sevilla, sop. (Imelda); Diego D'Auria, ten.<br />

(Lamberto): Fausto Tenzí, ten. (Orlando Um-<br />

bertazzi); Andrea Martin, bar. (Bonifacio).<br />

Orquesta y coro de la Radiotelevisión de la<br />

Suíia Italiana. Director: Marc Andreae.<br />

NUOVA ERA 6778/79, álbum de 2 CD.<br />

DDD Duraciones: 6614" y 55'58". Grabación:<br />

Lugano, 1989. Productor: Danilo Prefumo<br />

Ingeniero: Pasquale Soggiu. Distribuido<br />

por Harmonía Mundí.<br />

Dentro del extensísimo catálogo<br />

donizettiano esta ópera es de las<br />

menos representadas desde su<br />

estreno en 1830 y. por consiguiente, de las menos<br />

conocidas Quizás la proximidad compositiva<br />

con Ana Bolena, donde el músico<br />

encuentra en la heroína trágica una inspiración<br />

más personal, modelo que luego repetirá<br />

hasta el hastio.haya dañado a esta Imelda.<br />

que no es una obra maestra obviamente, pero<br />

si posee cualidades suficientes para asegurarle<br />

una presencia más estable en los<br />

escenarios. Lo que llama la atención es el carácter<br />

rossiniano de la partitura, tanto en las<br />

escenas de conjunto (de tipo guerrero evocan<br />

las de esta índole de tancredi) como en<br />

la distribución vocal (el enamorado es voz grave:<br />

un barítono) y en las exigencias de los intérpretes<br />

(el primer tenor. Lamberto, precisa<br />

una octava aguda muy exigente). Por ende, es<br />

la menos donizettiana de las óperas del maestro<br />

de Bérgamo, que a sus treinta y tres años<br />

se debate entre la todopoderosa influencia del<br />

autor de moda y los rígidos, pero sabios consejos<br />

de su maestro Mayr. (De cualquier forma,<br />

para el interesado, el documentado trabajo<br />

que se incluye en el libreto que acompaña a<br />

los discos, exime al critico de entrar en mayor<br />

hondura de detalles a este respecto).<br />

Esta versión, registrada en VÍVQ cuenta con<br />

un plantel de voces italianas jóvenes y fervorosas,<br />

que enmascaran con entusiasmo su<br />

inexperiencia o escasez de medios. Al menos<br />

el color (y el calor) latino está presente, así<br />

como el talante y la lozanía. La parte del león<br />

está, a partes iguales, en el terceto protagonista,<br />

el clásico trio operístico: los enamorados<br />

y el rival (digamos que el tema es el de<br />

Romeo y Julieta, güelfos y gibelinos). De los<br />

tres, la Sevilla es quien consigue mejores momentos,<br />

con base en una voz bonita y afectuosa<br />

que recuerda la de Gasdía. D'Auna, el<br />

malvada llega al agudo con facilidad (a veces<br />

con artimañas) y canta con fluidez, pero está<br />

algo inmaduro Martin, el protagonista, es una<br />

voz fea e indisciplinada, con un registro agudo<br />

insufrible.<br />

El interesado por la ópera italiana en general,<br />

y por Donizetti en particular, puede sentirse<br />

satisfecho por esta publicación de Nueva<br />

Era.<br />

F.F.<br />

GERSHWIN: Naughty baby. Maureen McGovern<br />

sings Gerswhin. Con Jeff Harris. piano<br />

y dirección. Jay Leonhardt. Acoustic Bass.<br />

Grady Tate. percusión. Lou Marini, lengüetas<br />

(maderas). Mark Shercnan, percusión y vibrifonos.<br />

CBS MK 45608. CD. 58: 14 mns.


Se trata de una sesión realizada el<br />

pasado 20 de noviembre de 1988<br />

en los estudios de grabación Clinton,<br />

de Nueva York, para mayor (y merecida)<br />

gloria de la magnifica cantante Maureen<br />

McGovem. con arreglos de canciones de<br />

Gershwin.<br />

Mi admiración por la música de Gershwin<br />

es, mod esta mente, no incondicional. Considero<br />

sus comedias musicales como las de cualquier<br />

otro, como algo difícilmente soportable<br />

en su totalidad. Pero las canciones, fuera de<br />

su contexto, suelen ser magnificas. El mundo<br />

del jazz ha arreglado muy a menudo ese puñado<br />

grande de preciosidades, desde The<br />

man I ¡ove hasta I got rythm, sin olvidar Summertime<br />

(de procedencia más noble, operística)<br />

y Óf Thee I sing, todas ellas, por<br />

supuesto, incluidas en este CD<br />

En el registro que comentamos comprendemos<br />

perfectamente el porqué de ese favor,<br />

y al mismo tiempo entendemos por qué<br />

se dice a menudo que la música comercial norteamericana<br />

es la me|or del mundo. Fbrque<br />

nadie debe llamarse a engaño: este disco contiene<br />

música comercial de la mejor ley: pero.<br />

eso sí, con una interpretación que en realidad<br />

constituye el meollo creativo del registro.<br />

Como decia nuestro colega |osé Ramón<br />

Rubio del |azz, en este caso la interpretación<br />

(o sobre todo ella) es la obra. El amplio registro,<br />

la capacidad de vocalización y agilidades,<br />

el sentido del humor de esta<br />

show-woman consiguen una recreación fascinante<br />

del mundo de Gershwin, Ha sido para<br />

nosotros, humildes comentaristas de música<br />

culta, el descubrimiento de una gran artista<br />

a través de un disco gratificante en lo inmediata<br />

y bastante divertido. Por supuesto; nadie<br />

busque nada parecido a la linea vocal de<br />

Bess o al registro de Sarah Vaughan. por monero<br />

dos maneras gershwimanas. ftero escuchando<br />

el disco uno cree que Maureen<br />

McGovern podria hacerlo como ambas, sin<br />

que aquellas (los dioses del jazz me perdonen<br />

por la parte que le toca a la Vaughan)<br />

puedan acercarse a lo que ella consigue.<br />

S.M.B.<br />

GOUNOD: Mireilte. Andrée Espówto. »p.<br />

(Mireilte); Alain Vanzo. ten. (Vincent); Gabriel<br />

Bacquier, bar. (Ourríasj; Suzanne Darbans,<br />

mei. (Taven). Coros de la RTF y orquesta<br />

Radio-Lyrique. Director: Jules Gressier.<br />

CHANT DU MONDE LDC 27B92I. ADD<br />

Duración: 113'. Grabación: París, 1959. Producción;<br />

Ingeniero: No figuran (Proviene del<br />

archivo de Radio Franee). | Distribuido por<br />

Harmonía Mundi.<br />

Mtreitle ocupa un honroso tercer<br />

puesto dentro de la producción de<br />

Gounod en merecer atención por<br />

parte de la escena linca y la grabación discográfica,<br />

aunque a cierta distancia de las dos<br />

primeras. Fuera de las fronteras francesas es<br />

raro ver programada esta ópera algo nail. de<br />

elegante melodía y eficaz progresión dramática.<br />

Durante algunos años la única versión disponible<br />

que ofrecía el mercado del disco era<br />

la que dinge|André Cluytens.|con un equipo<br />

de cantantes muy idóneos (Vivalda, Gedda.<br />

Gluck según Berlioz<br />

GUJCK: Orphée el turydicc Anne Sofie von<br />

Otter. cont, (Orphée); Barbara Hendricks,<br />

sop. (Eurydice): Brígítte Fournier, sop.<br />

(LÁniour). Coro Monteverdí. Orquesta de la<br />

Opera de Lyon. EMI7 4983-<strong>42</strong>, álbum de dos<br />

disco! DDD. Duraciones: 4I'45" y 46'SI".<br />

Grabación: Lyon. Auditorium Maurice Ravel,<br />

enero-febrero de 1989. Productor: Alain Duchen>in.<br />

ingeniero: Míchel Lepage.<br />

¡Un Oriéo mas!, exclamarán para si muchos<br />

melómanos, e incluso la reducida minoría hispánica<br />

de gluckianos adictos. Sí, pero un Orfeo<br />

distinto, porque nos hallamos ante la<br />

versión de Berlioz sin la consuetudinaria retraducción<br />

al italiano del texto del ibreto por<br />

él usado, es decir, la traducción francesa, debida<br />

a Pierre-Louis Moline —con destino a la<br />

versión parisiense de 1774— del libreto original<br />

italiano de Ranien da Calzabigi. ¡Qué más<br />

hizo Berlioz? Ante todo, reescribió la parte<br />

principal para contralto (destinatana: la gran<br />

Paulme Viardot, para unas representaciones<br />

en el Teatro Lineo de París en 1859). desechando<br />

al tenor muy agudo de la versión francesa<br />

y teniendo presente que el creador<br />

vienes de la obra era un castrado (Gaetano<br />

Guadagni); pero, eso sí, adaptó a la tesitura<br />

de contralto los recitativos y arias nuevas añadidas<br />

por Gluck en París. Asimismo. Berlioz<br />

suprimió los baifets presentes en el epilogo<br />

de dicha versión, y el coro final LAmour<br />

tnomphe, considerado un poco banal y que<br />

fue reemplazado por el de Echo el Narcisse.<br />

Le dieu de Paphos et de Cmde. En fin, escribió<br />

una dificilísima cadencia para el aria de bravura<br />

del protagonista Amour. viens rendre i<br />

mon ame, puesto que, creyendo que era obra<br />

de Ferdmando Bertoni y no de Gluck', consideró<br />

que podía permitirse esta libertad. Colaboraron<br />

en la escritura de la mtsma la propia<br />

Viardot y el joven Camille Saint-Saéns. quien<br />

además se cuidó de rehacer la instrumentación<br />

del aria.<br />

Todo lo dicho anteriormente es necesario<br />

para comprender la contradicción en la que<br />

ha incurrido el director John Eliot Gardiner.<br />

¡Por qué recurrir a la versión de Berlioz. si<br />

DISCOS<br />

él mismo afirma, en su artículo contenido en<br />

el libreto que acompaña al cofrecillo, que


DISCOS<br />

Dens). reunidos previamente para una edición<br />

de los Festivales de Aix-en Provence, origen<br />

teatral del registra Luego vino la edtción de<br />

1979. dirigida por Plasson y su Ca pito le de<br />

Toulouse. a la que. para ciarle alguna promoción<br />

internacional, se sumó en la protagonista<br />

a Mirella Freni junto a un reparto típico y<br />

exclusivamente francés. La edición que ahora<br />

se comenta surge con un pequeño inconveniente;<br />

las limitaciones que imponía el<br />

medio radiado para el que se programó, es<br />

decir, que las retransmisiones tenían un tope<br />

temporal y ello obligaba a efectuar cortes. Los<br />

que aquí se realizan están hechos con mucha<br />

p rafes ionalidad. afectando solamente a partes<br />

recitadas y nunca a los números solistas,<br />

[jera a veces, el cambio de una escena a otra<br />

es de tal brusquedad (no tiene el ritmo propio<br />

impuesto por los silencios o las pausas que<br />

definen el devenir teatral de una ópera) que<br />

pierde esta versión bastante atmósfera dramática.<br />

Se nota demasiado que está cantada,<br />

no actuada. Este es el único inconveniente<br />

a priori a la edición, por el resto, muy equilibrada<br />

en voces, todas de profesionales que<br />

dicen muy bien, cantan con el estilo y la musicalidad<br />

requerida y cuentan con una dirección<br />

que auna brillo e intimidad. Concretando<br />

algo más: es necesario destacar la presencia<br />

siempre interesante de Alain vanzo, Vincent<br />

de inmaculado fraseo, cálido en la mezzavoce.<br />

siempre impecable de línea.<br />

La partitura elegida es la que restituyó Reynaldo<br />

Hahn en 1939, con el final trágico y para<br />

soprano lírica (con lo que el vals Legere<br />

hirondelle brilla por la ausencia).<br />

La presentación de Chant du monde corresponde<br />

al sistema de doble duración, con lo<br />

que los 113 minutos de duración figuran en un<br />

solo CD<br />

F.F.<br />

GRANADOS: Danza española N.° 5. Valses<br />

Poéticos. La Maja de Coya. FALLA: Homena/e<br />

a Debussy. Danza del Corregidor. Canción<br />

del pescador Danza del molinero.<br />

ALBENIZ: Sevilla. Asturias. Tanga Córdoba.<br />

TURINA: Fandanguitlo, Soleares. Ráfaga.<br />

SANGRERAS: El Colibrí. RODRIGO: Fandango<br />

ALBENIZ: Sonata. ANÓNIMOS CA-<br />

TALANES (Arr- Miguel Uobet): El testamen<br />

de Amelia. La nit de nadal. El noy déla mare.<br />

John WMiims, guitarra. Disco compacto<br />

ADD CBS Record*, wrie Maíterworks. MK<br />

44794. Compilación de grabaciones dd 30<br />

th Street Studk> de Nueva York de 1964 y<br />

del Síshopigate I ni t ilute de Londres, año<br />

1969. Producido por Paul Myers. Duración:<br />

74-02".<br />

Este compacto es una reedición<br />

de éxitos de grabación que el célebre<br />

guitarrista australiano realizara<br />

en los años de 1964 y 1969.<br />

No obstante la ve/ez de las versiones, este<br />

compacto hace frente al momento actual sin<br />

pérdida alguna de categoría y entidad.<br />

El neo timbre y el amplio espectro de matices<br />

de este guitarrista, se enseñorea a toda<br />

lo largo del compacto dedicado en su<br />

62 SCHÉRZO<br />

integridad a compositores españoles, con la<br />

sola excepción del argentino |ulio Sagreras,<br />

Naturaímenle, nada de lo que hay aquí<br />

constituye novedad alguna al tratarse de una<br />

compilación de material que apareció anteriormente<br />

siendo ampliamente conocido y difundido.<br />

El compacto tiene precisamente la<br />

finalidad de la celebración del 25 aniversario<br />

de la primera edición, referido naturalmente,<br />

en este caso, a las grabaciones en Nueva<br />

York del año 1964.<br />

La calidad de grabación es óptima y el paso<br />

a disco compacto reafirma y actualiza un<br />

material que es de la más alta calidad interpretativa.<br />

Un compacto muy recomendable, con méritos<br />

sobrados para engrosar las discotecas<br />

más exigentes.<br />

LMG.<br />

HAENDEL fephta. Nigel Robson (ten),<br />

Lynne Dawson (sop.). Anne Sophie von Otter<br />

(con.), Miehel Chinee (contraten). Stephen<br />

Varcoe (bar), Ruth Holton (sop.).<br />

Monteverdf Choir. English Baroque Soloists.<br />

John Eliot Gardiner. 3 CD PHILIPS <strong>42</strong>2<br />

351-2. DDD I5S'2I". Grabación: en directo,<br />

Stadthalle GótUngen, 13-16 junio 1968.<br />

Productor: Wilhelm Hellweg. Ingenieros:<br />

Hein Dekker y Stan Taal.<br />

¡ephta, escrito en 1751, es el último<br />

oratorio compuesto por<br />

Haendel y prácticamente su última<br />

obra de importancia. Puede decirse que<br />

con esta página el músico consigue una maestría<br />

extrema en el tratamiento de un texto<br />

dramática La psicología de los personajes, sobre<br />

todo |ephta y su hi|a Iphis (a la que debe<br />

sacrificar por un voto a la divinidad), nos esdescrita<br />

en transformación por la música, al<br />

irse enfrentando aquéllos con los hechos daves<br />

del drama.<br />

Como en sus otras interpretaciones de oratorios<br />

haendehanos, Gardiner evidencia en esta<br />

lectura un hondo sentido del discurso<br />

Recitativos, arias y coros son integrados en<br />

un todo progresivo. En especial, los coros tienen<br />

una gran fuerza narrativa. El arco de tensión<br />

va siempre en aumento El núcleo trágico<br />

de la obra, escenas tercera y cuarta del Acto<br />

II. se presenta con una extraordinaria cohesión,<br />

donde inflexiblemente suceden los acontecimientos<br />

dictados por el fatum.<br />

Frente a esta opción de Gardiner. sólo otra<br />

versión, también con criterios históricos, resulta<br />

de un nivel comparable, la de Nikolaus<br />

Harnoncourt (Teldec). El director berlinés se<br />

muestra incluso más dramático que el británico,<br />

algo comedido en su pintura de la tragedia.<br />

Harnoncourt crea sonoridades más<br />

acidas con el Concentus Musicus y, en general,<br />

cuenta con mejores contribuciones vocales,<br />

sobre todo por las intervenciones de<br />

VJemer Hollweg (Jephta) y Raúl Esswood. cuyo<br />

color y caracterización lo sttúan muy por<br />

encima de Michael Chance.<br />

E.M.M.<br />

HAYDN: Los tres tríos para violín, viohncello<br />

y piano: núms. 38 en fíe mayor Hob XV.<br />

24: 39 en Sol mayor. Hob XV. 25, y 40 en<br />

Fa sostenido menor. Hob XV. 26. London Fortepiano<br />

Trío: Monica Huggett, violín; Timothv<br />

Masón, violoncello; Linda Nicholson, fortepiano.<br />

HYPERION CDA66297, DDD Duración:<br />

47'74". Grabación: Londres (?). 30<br />

y 31 de enero de 1988. Productor: Cecile<br />

Kelly y Edward Perry. Ingeniero: Antony<br />

Howell Distribuido por Harmonía Mundi.<br />

Valorar este compacto obliga ante<br />

todo a efectuar algunas advertencias<br />

acerca de la potencia y<br />

calidad sonora de los instrumentos utilizados<br />

por los intérpretes. La violinista Momea Huggett<br />

toca una réplica de un Amati realizada<br />

por Rcwland Ross en 1987. Instrumento, pues,<br />

demasiado nuevo como para haber alcanzado<br />

la sonoridad ideal; la afinación no siempre<br />

es impecable, y falta más víbralo y una mayor<br />

tensión en el arca El violoncelista Timothy<br />

Masón usa un instrumento construido por William<br />

Foster en 1766, y de los resultados se<br />

deduce una falta notoria de redondez sonora.<br />

ft>r su parte, la pianista Linda Nicholson<br />

recurre a un fortepiano obra de |ohann<br />

Schantz (Viena, 1797), de menor potencia y<br />

resonancia más amortiguada que un piano actual.<br />

Esta es la opción, respetable, pero no<br />

ideal: quien avisa no es traidor.<br />

Ahora bien, la interpretación de los Tres<br />

Tríos para violin, cello y piano de Haydn —<br />

que. publicados en Londres en I79S. merecen<br />

conceptuarse como la aportación más importante<br />

dentro del capítulo camerístico de<br />

este compositor, hecha la salvedad, naturalmente,<br />

de sus setenta y siete cuartetos— ofrecida<br />

por el London Fortepiano Trio muestra<br />

una serie de cualidades raras de hallar en otras<br />

versiones de obras con instrumentos originales<br />

(¡qué expresión tan inexacta y absurda!),<br />

como por ejemplo la elegancia y buen gusto<br />

en el fraseo y la adecuación al lenguaje del<br />

Clasicismo vienes. Eso se advierte ya en el extenso<br />

Allegro del Trío núm. 38 y también en<br />

el encantador Andante del núm. 38. cuyo Poco<br />

Adagio está por otra parte vertido con todo<br />

el aliento lírico necesario.<br />

jo-R.B.<br />

MONTEVERDI: tespro delta Beata Vérgme.<br />

La CapeHa Rea). Coro dd Centro Música Anüca<br />

di Padovi. Director: Jordi Savall. ASTREE<br />

E 8719 2 CD DDD 95' Grabación: Mantua,<br />

Basílica de Sanu Barbara, noviembre<br />

198B. Productor: Micüel Bemstein. Ingenieros:<br />

María y Michel Bemstein. Distribuido por<br />

Harmonía Mundi.<br />

MONTEVERDI: Vespro delta Beata Vergine.<br />

Monique Zanetti, GuMIlan Fisber (sop.), David<br />

Cordier {contratenor), John Elwes. Wi-<br />

INain Kendall. Nko van der Meei (ten.). Peter<br />

Kooy, Philippe Cantor (bajo). Música Fiata<br />

Kóln. Kammerchor Stuttgart. Choralschola<br />

der Niederaheicher Scholaren. Director:<br />

Frieder Berniui. DEUTSCHE HARMONÍA<br />

MUNDI. RD 77760. 2 CD DDD 92'39".


Gigli, íntimo y original<br />

LEONCAVALLO: Pagttaca. Beniamino Gigli.<br />

ten (Canio); Iva Pacetti, sop. (Nedda): Mario<br />

Bastóla, bar. (Tonio): Leone Pac!, bar. (Silvio).<br />

Orquesta y coro del Teatro alia Scala<br />

de Milán. Director: Franco Ghkme. EMICDH<br />

7633092, I CQ ADD Duración: 7236".<br />

Grabación: Milán, 1934. Productor: Fred<br />

Gasberg. Ingeniero: N.N. Precio económico.<br />

Hace unos meses se publicaba en<br />

CD la Cavallena rusticana sin su<br />

frecuente compañera Payasos,<br />

presentada ahora por EMI en lo que parece<br />

ser, dado que este año es el del centenario<br />

del lenor, el proyecto de incluir en aquel soporte<br />

todas las grabaciones completas de Gigli.<br />

Un plan tan oportuno como plausible.<br />

Estos Payasos, los segundos en el listín discográfico<br />

de microsurco (la primera versión es<br />

de cuatro años atrás, con la Pampanini. Merh<br />

y Galleffi) son destacables no sólo por la presencia<br />

del tenor, que es la estrella indiscutibte<br />

del registro, sino también por el resto del<br />

equipo, homogéneo y muy representativo de<br />

su época. Mario Basiola canta con su slancio<br />

ejemplar el Prólogo, con su voz amplia, a lo<br />

largo y ancho de la gama, de timbre noble<br />

y robusta En el resto de la ópera se echa a<br />

faltar, empero, dada las características del papel<br />

algo de intencionalidad y dramatismo, dentro<br />

siempre de una presencia vocal y desco-<br />

Grabación: iglesia evangélica de Gónnfngen,<br />

enero 1989. Productor: Wolf Eríchson. Ingeniero:<br />

Andrea» Neubronner.<br />

Dos nuevas grabaciones de tas Wsperas<br />

monteverdianas que suponen<br />

aportaciones muy distintas a<br />

la discografia de la obra. Mientras Bernius nos<br />

ofrece una lectura correcta, dentro de estilo<br />

y con aciertos parciales. Savall se ha enfrentado<br />

audazmente al genio de Monteverdi y<br />

lo que ha hecho sólo puede ser definido como<br />

una revolución de nuestro entendimiento<br />

de la pieza. El director catalán ha contado<br />

con unos medios instrumentales y. sobre toda<br />

vocales —extraordinario el coro de<br />

Padua— superiores a los reunidos para el registro<br />

alemán. Pero la diferencia no es sólo<br />

de calidad técnica. Las Vísperas de La Cape-<br />

Ha fieial son las primeras del sonido grabado<br />

llante. La facetti es una de las últimas sopranos<br />

dramáticas italianas que ha dado este siglo.<br />

Más controlada que la Caniglia, cuyo timbre<br />

recuerda, da a Nedda sobre todo temperamenta<br />

destacando del personaje su lado duro<br />

e insolente (en el dúo con Ionio); le falta<br />

acaso algo de lirismo para el aria y un poco<br />

de sensualidad para el dúo con Silvia Pero la<br />

Pacetti arrastra por su timbre resonante y su<br />

entusiasmo controlado (por la batuta, pero<br />

lamben, parece, por el media que la cantante<br />

desconoce. Con Gigli ese coqueteo con el micrófono<br />

es obvio). Nessi canta muy bien su<br />

Serenata de Arlequín, que no acaba con nota<br />

aguda y Pací hace un Silvio cercano a lo correcto,<br />

Gigli cantaba por primera vez completo el<br />

personaje de Cania En escena lo haría ocho<br />

años después. Prudencia e inteligencia son dos<br />

bienes escasos en una carrera canora: hay<br />

ejemplos múltiples de lo contraria Gigli parte<br />

de dos premisas para encarar su Canio. el<br />

color (oscuro y espeso) que imprime a su voz<br />

y la línea de canto que, sin perder perfiles de<br />

ortodoxia, se hace más rígida. El resultado es<br />

un Canio de fuerza patética más que de desgarro<br />

inmediato, un ser que. movido por las<br />

circunstancias, actúa en contra de sí mismo<br />

y de sus deseos. Como movido por una fuerza<br />

extraña. Es curiosa esta lectura que, posiblemente,<br />

se deba tanto a la casualidad como<br />

a la intención del intérprete. Quedan en Gigli<br />

algunos resabios de la época, verbigratia: los<br />

Infamia del postludio orquestal luego de l*sti<br />

la giubba. No empañan para nada a este<br />

Canio de Gigli. intimo y original, uno de los<br />

más excitantes de la historia del disco (el de<br />

Bergonzi, treinta años después, participa de<br />

algunas semejanzas, aunque con mayor elaboración<br />

y menos categoría vocal).<br />

Ghione dirige al equipo escalígero con el<br />

oficio que se conoce y con la suficiente inspiración.<br />

F.F.<br />

verdaderamente mediterráneas. La pasión en<br />

el decir, la sensualidad del sonido instrumental,<br />

presentes en la recreación de SavaJI, son<br />

elementos que se le escapan casi por completo<br />

a Bernius. El Kammerchor de Stuttgart<br />

se muestra además mucho más masivo que<br />

el Coro de Padua. Las partes gregorianas son<br />

más tímidas en esta versión, dando una imagen<br />

más conventual, en tanto que la Schola<br />

Gregoriana que interviene con Savall es oscura<br />

y rocosa, creando un efecto de enorme<br />

belleza. La decisión de los cantantes es también<br />

muy superior en el disco de Astrée. Fijémonos,<br />

por ejemplo, en su expresiva manera<br />

de acometer los melismas. aspecto en el que<br />

se desorientan un tanto los cantantes de Bernius.<br />

En cuanto a la claridad de texturas en<br />

los con|untos, también es mayor en la interpretación<br />

de Savall que en la de éste. Aunque<br />

estemos ante un caso extremo del disco<br />

DISCOS<br />

como fotografía de una realidad sonora —<br />

espacialidad, efectos de estereofonía—, la versión<br />

de jordi Savall de las Vísperas supone una<br />

notable contribución a nuestro conocimiento<br />

y aprecio de la obra.<br />

E.M.M.<br />

MOZART Casación en Sol mayor, KV 63 y<br />

Serenata en Re mayor KV 203 (IB96). J«*n-<br />

Jacques Kantorow (violin). Orquesta de<br />

Auvergne. Director: Leopold Hager. DE-<br />

NON CO-73676 CD Digital. Duración:<br />

6925" Grabación: Iglesia de Sainie-Chapele,<br />

Vk le Comte. mayo de 1988. Director de<br />

grabación: Yoshiharu Kawaguchi. Ingeniero:<br />

Yuko Takahashi. Distribuido por Ferysa.<br />

Sexta entrega de las obras completas<br />

para violín y orquesta de<br />

Mozart, la primera de las obras<br />

aquí reunidas justifica su presencia por el concertante<br />

del quinto movimienta Adagio, y la<br />

segunda por el concierto casi cabal para violín<br />

y orquesta que constituyen sus movimientos<br />

2-4 (Andante, Menuetto y Allegro).<br />

Compuesta en 1769. la Casaoón, en siete movimientos,<br />

cumple los requisitos mínimos de<br />

la serenata austríaca representada en Salzburgo<br />

por Michael Haydn: una marcha de introducción<br />

(o despedida) y uno al menos de los<br />

movimientos lentos concertantes. La Serenata,<br />

fechada en 1774, es la tercera de las mozartianas<br />

en que hay movimientos de concierto,<br />

y fue tal vez una Finalmusik (música compuesta<br />

para celebrar el final de curso de la Universidad)<br />

o bien compuesta para la onomástica de<br />

Colloredo (se la ha llamado Serenata Colhredo).<br />

Aunque compuesta aparte, no hubiera<br />

estado de más que en este caso se hubiese<br />

añadido su correspondiente Marcha KV 237<br />

(189c). siquiera como apéndice ilustrativa Se<br />

echan, asimismo, de menos en esta interpretación<br />

muchas de las repeticiones previstas en<br />

la partitura. En cuanto a la ejecución, la orquesta<br />

suena empastada, con unos tempi muy<br />

bien elegidos por Leopold Hager. de larga experiencia<br />

y reconocido prestigio en estos pentagramas.<br />

Notable en general la intervención<br />

del solista, especialmente cálido en el concertante<br />

de la Casación, y sobresaliente el anónimo<br />

oboe en su diálogo con la orquesta en<br />

el Trio de la Serenata.<br />

A.B.M.<br />

MOZART: Las bodas de Fígaro. Wixe». Norman.<br />

Freni. Ganzarolli, Minton. Casula.<br />

Grant, Tear. Lennox, Vfrtson, Hudson, Palmer,<br />

Clarke. Orquesta Sinfónica y Coro de<br />

la BBC. Director: Sir Colin Davis. PHILIPS<br />

<strong>42</strong>6 195-2 ADD Grabación: abril de I97t,<br />

Londres. 2. 54'40". Precio económico.<br />

En su día esta versión fue colocada<br />

en un digno segundo plano detrás<br />

de las clásicas de Busch<br />

(Tumabout. 1935), Kara|an I (EMI. 1949). Kteiber<br />

(Decca, 1955) o G


DISCOS<br />

día codearw con ellas s¡n hacer ningún ridiculo<br />

y mantenía perfectamente la comparación con<br />

la de Bóhm II (DG. 1968). algo menos notable<br />

que las anteriores, e incluso ¿ventajaba a<br />

lasdeGui(EMI, I95S) y Posbaud (Fathé, 1955).<br />

Y lo hacia con base en una excelente disposición<br />

teatral de todos sus elementos, en un ágil<br />

movimiento escénicn en un general equilibrio<br />

orquesta-voces y en una claridad de reproducción<br />

más que estimable. La dirección de<br />

Davis. llena de verbo y firmeza, es resuelta,<br />

decidida, contundente (en ocasiones, demasiado)<br />

y briosa: prosaica en el mejor de los<br />

sentidos, de sensualidad un tanto gruesa, Queda<br />

falta por ello de sutileza, de gradación en<br />

los matices (planos, reguladores, dinámicas),<br />

de finura. No posee, por eiemplo, el perfume<br />

acendradamente mozartiano de la de<br />

Busch, la elegancia de la de Karajan (ambas<br />

lamentablemente sin recitativo seco), la concisión<br />

y multiplicidad de sentidos fia profundidad,<br />

en una palabra) de la de Kleiber o la<br />

fastuosidad napolitana de la de Giulini. Ni alcanza<br />

el cuidado en las texturas y luminosidad<br />

de la de Muti (EMI, 1986); o la potencia<br />

y transparencia de la de Solti (Decca, 1982);<br />

ni siquiera el valor sugerente de la segunda<br />

de Karajan ¡Decca. 1979). Ni descubre tampoco<br />

nuevos horizontes y atractivas pulsiones<br />

como la de Oestman (LOiseau Lyre, I9B8).<br />

aunque pueda ser más estimulante que la de<br />

Marriner (Philips, 1986), Las dos últimas y la<br />

debida a rtuti fueron examinadas, respectivamente,<br />

en los números 32. 9 y 20 de<br />

SCHERZQ Para que nada falte habria que citar<br />

también la excelente dirección de Haitmk<br />

(EMI, 1988), mas completa que la de Davis,<br />

aunque gobernando un poco más que discreto<br />

equipo de cantantes.<br />

Qué duda cabe que una de las bazas de la<br />

versión ahora reeditada —con muy buen sonido<br />

por cierto— en compacto es. por el contrario,<br />

un sólido reparta con nombres<br />

importantes. A destacar sobre todo la inmejorable<br />

—en lo puramente vocal, porque en<br />

lo expresivo podrían preferirse una Seefried.<br />

una Gúden (más amorosas y sensuales), una<br />

Popp o una Battle (mas traviesas)— prestaciones<br />

de Freni. que hace una Susanna deliciosa<br />

y matizada, fresca y cálida. La Norman,<br />

algo fuera de sitio, brinda su timbre suntuo-<br />

SOi en aquel momento todavía intacto su fraseo<br />

inteligente, su musicalidad y su vanada<br />

acentuación (que la batuta no siempre resalta);<br />

es discutible, no obstante su estilo mozartiano,<br />

y canta en ciertos instantes un poco<br />

a las bravas. Eficaz, aunque con un timbre nada<br />

atractivo y evidentes durezas de emisión,<br />

Ganzarol'i: elegante, con centro interesante,<br />

a lo Dieskau, y agudos abiertos, Wixell. un<br />

Conde de buena factura. Desigual, sin componer<br />

un Cherubino demasiado creíble, la<br />

Minton, bien la Casula y excelente Tear —<br />

por actitud más que por voz—, que construye<br />

un inteligente Basilio,<br />

A.R<br />

MOZART Conciertos para pianos N o><br />

20-27. Malcolm Bilson, fortepiano. The English<br />

Baroque Soloisu. Director: John Eliot<br />

Gartfiner. 4 CD. ARCHIV <strong>42</strong>7 846-2. DDD.<br />


de Jochum (en su álbum de 4 CDs DG) no<br />

haya sido alcanzada (ver comentarte de Rafael<br />

Onega en SCHERZO de diciembre).<br />

Die Crossen Messen es un álbum valtosísimo<br />

(lo escribo sin ironía), ya que cumple con<br />

uno de los deberes de la discografia: atestiguar<br />

la evolución de los estilos interpretativos.<br />

RE.<br />

PONCE: Criaciones y Fuga sobre las Folias.<br />

BROWER; Decamerón negro. TOSAR:<br />

Gandhara. LAMARQUE-PONS: Sonatina<br />

SAVIO: Batucada. Eduardo Fernandez, guitarra.<br />

Disco compacto DDD. DECCA «I<br />

816-2. Henry Wood Hall de Londres, junio<br />

de 1988. Ingeniero de sonido: Sttnley Goodall.<br />

Duración: S6'3I".<br />

Los registros de Eduardo Fernán-<br />

é dez, siempre novedosos, despliegan<br />

aquí una faceta más de su<br />

personalidad, ampliamente compenetrada de<br />

los autores contemporáneos / latinoamericanos.<br />

Se conjugan en este compacto nombres de<br />

compositores ya célebres, caso de ftjnde y<br />

Brower, con otros menos célebres como los<br />

uruguayos Tosar, Lamarque-Fbns Y Savio.<br />

Mención aparte merece Héctor Tosar, el<br />

más grande compositor uruguayo vivo, injustamente<br />

desconocido, o escasamente conocido,<br />

sobre todo en los circuitos europeos.<br />

Representado aquí con su obra Gandhara (diferencias<br />

sobre si bemol-mi), una pieza guitarristica<br />

que dala de 1984, confirma la evidencia<br />

de que estamos frente a un auténtico genio<br />

musical. Identificado con las corrientes más<br />

modernistas. Tosar es, como lo fuera Villa-<br />

Lobos y lo es Brower, un autor de bases<br />

auténticamente latinoamericanas, dueño de<br />

un lenguaje mu/ personal de gran riqueza y<br />

poderío expresivo Aunque no publicada aún,<br />

no pasará mucho tiempo sin que esta obra<br />

maestra de gran envergadura, se constituya<br />

el clásico ineludible del repertorio guitarrlstico<br />

Lamarque-Rxis. compositor uruguayo fallecido<br />

en 1982, pertenece a las corrientes nacionalistas<br />

de fuertes tintes modernistas. En<br />

su producción se conjugan muy efectivamente<br />

elementos del Tango, la Milonga y los ritmos<br />

africanos, con la música europea. Su<br />

Sonatina para guitarra es una pequeña joya<br />

guitarrística merecedora de mayor divulgación,<br />

propuesta inteligentemente por Fernández.<br />

El compacto se cierra con la Batucada de<br />

Isaías Savio, guitarrista, compositor y, sobre<br />

todo, maestro uruguayo, responsable formador<br />

de toda una generación de guitarristas internacionales,<br />

como el relevante caso de<br />

Carlos Barbosa-Lima. Largamente establecido<br />

en Sao Paula Brasil, en cuyo Conservatorio<br />

fundara en 1948 la cátedra de guitarra,<br />

muere en la misma ciudad en 1978. Esta deliciosa<br />

Batucada es la N.° 7 y última de una serie<br />

titulada Senas Brasikiras, basada en ritmos<br />

populares del Brasil, partícipe de una belleza<br />

expresiva fresca y espontánea, indagadora de<br />

la riqueza rítmica y melódica del acervo brasileño,<br />

con tal maestría, que emparenta con<br />

las mejores creaciones de Ginastera.<br />

Un compacto muy jugoso, conformado ade-<br />

PURCELL: The Fairy Queen. Con Njncy Argenta,<br />

Charles Daniels, B«rnard Loonen,<br />

Francote Bazola, Jéróme Correas y otros so<br />

Nstai vocales. Les Ara Floriuants. Director:<br />

William Christie. HARMONÍA MUNDI<br />

FRANCE. 2 CD DDD. HMC 1308.09. Duración:<br />

MHfl" y 63'54". DiitribuWo por<br />

Harmonía Mundi.<br />

Auténtica delicia<br />

Obras como Kmg Arthur. The Indian<br />

Queen o The Fairy Queen<br />

son ejemplos de ese típico género<br />

inglés de los siglos XVII y sobre todo XVIII<br />

en Inglaterra, la maskarade,<br />

fara comprenderlo hay que acudir al género<br />

zarzuela, más que al del Smgspiel.<br />

Y nos referimos a la zarzuela del XIX, no<br />

a la del XVII, que era auténtica ópera a la española.<br />

Se trata de una pieza dramática con<br />

incrustaciones musicales. Esa música es lo que<br />

se registra cuando se nos ofrece una producción<br />

discográfica de una de estas obras, como<br />

en este caso. Algo muy distinto a Dido<br />

y Eneas, que es una ópera continental, aunque<br />

con procedimientos musicales loénticos<br />

más por una memorable interpretación de las<br />

Variaciones y Fuga sobre las Folias de España<br />

de Fbnce y la mas evocadora del Decamerón<br />

Negro de Brcwer. Recomendamos muy especialmente<br />

este registro, símbolo de inteligencia,<br />

musicalidad y maestría,<br />

LMJS.<br />

PUCCINI: Edgar. Renata Scotto, lop. (Fidelia);<br />

Cario Bergonzi. ten. (Edgar): Gwendolyn<br />

KiHebrew. mez. (Tigrana); Vicente Sardinero,<br />

bar. (Frank); Mark Munkittick. baj. (Guakiero).<br />

Orquesta de Opera de Nueva York. Dirección:<br />

E« Queler CBS M2K 79213, álbum<br />

de 2 CD ADD Duraciones: 52'30" y <strong>42</strong>W.<br />

Grabación- Nueva York, 1977. Producción:<br />

Sleven Spxtein y Piul Myers. Ingenieros: Tonkel,<br />

Cherin y RossTrevor<br />

Primera y única, hasta el momento,<br />

grabación completa de esta<br />

ópera puccimana. que hace el nú-<br />

DISCOS<br />

a los de la maskarade. Sólo que las auténticas<br />

maskarades. como The Fairy Queen. surgen<br />

a partir de masques que se intercalan<br />

dentro de la acción, y Dido y Eneas, en su<br />

brevedad, ofrece una continuidad musical<br />

completa, lo cual es una excepción en la obra<br />

escénica de Purcell.<br />

Con esta versión de Les Arts Florissants son<br />

ya tres, si no me equivoca las versiones fonográficas<br />

de The Fairy Queen. Después de<br />

Deller y Gardiner (Harmonía Mundi y Archiv,<br />

respectivamente) nos llega esta versión que<br />

nos hace pensar que vamos de mejor en me-<br />

|or. Lo pensamos, pero no nos atrevemos a<br />

asegurarlo categóricamente. La escucha de<br />

aquéllas es un placer, y la de Les Arts Florissants,<br />

tanto da. es un auténtica delicia. Fbr<br />

su sentido de lo cómico y de lo lírica por su<br />

pequeña teatralidad (que no puede ser plena<br />

en una obra de estas características), por<br />

su musicalidad tan original (quien escuche la<br />

verdión de Gardiner y la que comentamos puede<br />

creer que se encuentra ante obras distintas),<br />

consistente en un endiablado sentido del<br />

tempo, mucho más francés que Gardiner. que<br />

no es necesariamente el más british, y que<br />

a veces se pasa por lo contrario fero también<br />

por la gracia especial de ese plantel de<br />

voces del que nos hemos limitado a reseñar<br />

los primeros nombres de cada cuerda (sopranos,<br />

contraten ores, tenores, barítono —sólo<br />

hay uno— y bajos). Obra que admite la escucha<br />

separada, en números netamente independientes<br />

que acompañen a una versión más<br />

de £1 sueño de una noche de verano del querido<br />

Guillermo, su escucha parcial o continua<br />

garantiza el gozo sonriente de los mayores placeres<br />

del oído, no incompatibles, ni mucho<br />

menos, con los del resto de la carne,<br />

S.M.B.<br />

mero dos de su catálogo fcxrste, no obstante,<br />

una pequeña selección que RCA incluyó<br />

como complemento a su registro de (973 de<br />

Le Villi y que protagonizan Barry Morelt y<br />

Nancy Stokes, edición ya ausente del rriercado<br />

y con un nivel discreto Esta que propone<br />

CBS pertenece al grupo de óperas inusuales<br />

que la marca americana registró en colaboración<br />

con el Carnegie Hall, a finales de los<br />

setenta, tales como Aroldo. Gemma di Vergy<br />

o le Cid. De todas estas grabaciones en vivo<br />

y en sesión de concierto es, sin duda, la más<br />

lograda esta desigual, pero interesante obra<br />

puccmtana. No podía entonces (ni ahora) contare<br />

con una pareja protagonista más idónea<br />

ni característica que la reunida para la presente<br />

edición. Scotto da a Fidelia todo el encanto<br />

y experiencia de una carrera versátil y sugestiva.<br />

La soprano, aún en plena forma, encuentra<br />

en el personaje, tierno y trágica de la<br />

heroína de Puccini un vehículo perfecto para<br />

sus medios de soprano lírica (en un momento,<br />

sin embarga en que la soprano de Savona<br />

estaba embarcada ya en cometidos que<br />

SCHERZO 65


DISCOS<br />

excedían sus posibilidades vocales). Bergonzi.<br />

en una tesitura musical bastante incómo<br />

da para su registro tenoril como es este<br />

personaje de Edgar siempre incidiendo peligrosamente<br />

en el zona de paso al agudo, es<br />

el genial cantante de siempre: impecable de<br />

emisión, cálido de linea, musical y neo en el<br />

fraseo. Una lección. Sardinero da alguna prestancia<br />

sonora a un personaje desdibujado y<br />

con poco material de lucimiento. La Kíllebrew<br />

es intérprete entusiasta con medios desiguales<br />

v dicción imposible de seguir. La Queler<br />

dirige con claridad y brillo, más atenta a la be<br />

Iteza del sonido que al énfasis dramático Técnicamente,<br />

la realización es sobresaliente.<br />

F.F.<br />

RACHMANINOV: Concierto núm. 3 en Re<br />

menor, Op. 30. para piano y orquesta. Rapsodia<br />

sobre un Tema de Pagaron, Op. 43. Vladimir<br />

Feluman, piano. Orquesta Filarmónica<br />

de Israel Director: Zubín Mehta. CBS MAS-<br />

TE RWORKS MK 44761, DDD Duración:<br />

64'54". Grabación: Auditorio Mann efe Tel<br />

Aviv. 1988 jen directo). Productor: Georges<br />

Kadar. Ingeniero: no consignado.<br />

Tras la experiencia de las versiones<br />

grabadas por Ashkenazy/<br />

Ormandy, Ashkenazy/Solti. Vásáry/Ahronovich<br />

y Berman/Abbada uno no<br />

puede deiar de preguntarse acerca del sentido<br />

que pueda tener volver a las andadas con<br />

el celebérrimo Tercer Concierto de Rachmaninov.<br />

como no sea el de utilizarlo como vehículo<br />

de presentación del pianista Vladimir<br />

Feltsman: para tal fin nada mas fácil que instalar<br />

los micros en la sala de conciertos /captar<br />

incluso algunos aplausos'. El resultado es<br />

un disco apañadito que por lo que a la toma<br />

de sonido respecta, distancia a veces demasiado<br />

a la orquesta: típico de las grabaciones<br />

Uve.<br />

Feltsman elige una lectura refinada y casi intimista;<br />

ello se percibe ya en el tratamiento<br />

del largo tema vagante, meditativo y bellísimo<br />

con el que se inicia el primer movimiento<br />

(Allegro ma non tanto), y en su impártante<br />

cadencia, en la que las demostraciones de agilidad<br />

y fuerza sólo se las permite el pianista<br />

en los momentos más estrictamente necesarios.<br />

En el segundo movimiento (Intermezzo:<br />

Adagio), merece destacarse el relieve que Feltsman<br />

sabe dar. con un primoroso sustento<br />

proporcionado por Mehta y sus huestes, al<br />

breve episodio en estilo de vals cadenciado<br />

que Rachmaninov intercala en las variaciones<br />

de aquél. En fin, en el tercer movimiento (Finale:<br />

Alia breve) el solista se muestra debidamente<br />

incisivo ante la fuera rítmica de los<br />

dos temas principales. En conjunto, y a pesar<br />

de lo dicha se echa a faltar en la Filarmónica<br />

de Israel la amplitud sonora de una Orquesta<br />

de Filadelfia o de una Sinfónica de Londres,<br />

pero el trabajo de Mehta para resaltar la riqueza<br />

sonora de la parte sinfónica es ejemplar.<br />

Acompañan al Concierto las casi inevitables<br />

Variaciones Paganini, en una brillante versión<br />

muy bien secundada por Mehta y los músicos<br />

israelitas, quienes —esta vez si— ejecutan<br />

un importante trabajo, especialmente las<br />

maderas.<br />

Jo.R.B.<br />

66 SCHERZO<br />

RESP1GHI: Belfagor. SylviaSa». Giorgio Lamberti.<br />

Lajos MiHer, Liszló Polgír. Klára Tacacz,<br />

Magda Kalmár, Márij Zemptóni. Pal Barany,<br />

Zita Komaraiczky, Marta Lukun, jinos Totn.<br />

Jószef Modvay y Zoltín Damián. Orquesta<br />

y coros de la Radio-Televiíión de Hungría (Ferenc<br />

Sapzon) y Orquesta del Estado Húngaro<br />

(Lamberto Gardelli). HUNGAROTON<br />

HCD 12850-51. Duración: miV. Distribuido<br />

por Ferysa.<br />

La obra operística de Respighi es<br />

poco frecuentada por el disco, casi<br />

tan escasamente como por los escenarios,<br />

Esta es la primera grabación completa<br />

de Belíagor. estrenada en 1920 sobre un<br />

libro de Claudio Guastalla. basado en una comedia<br />

de Ercole Moreselli.<br />

Respighi. fuera de su mundo orquestal descriptivo<br />

v colorista, suele hallarse incómodo<br />

En esta ópera, la incomodidad es evidente, salvo<br />

en los momentos impresionistas, como un<br />

amanecer o la situación orquestal que permite<br />

evocar una plaza aldeana, etc. Allí la<br />

maestría instrumental y secuencial de Respight<br />

brillan con su acostumbrado y seguro resplandor.<br />

BeKagor no tuvo una acogida excesivamente<br />

cálida en su estreno, aunque contó con el protagonismo<br />

del ilustre Mariano Stabile. Luego,<br />

su suerte en ios teatros ha s¡do avara. Contribuye<br />

a esta historia la ineficacia del libreta<br />

reiterativo y literario, con un personaje central<br />

un tanto demoniaco, pero desleída rodeado<br />

de figuras tópicas. Respighi oscila entre<br />

un recitativo pucciniano sin la verba melódica<br />

de Pucdni y una apelación a formas del can<br />

to hablado que recuerdan a Mussorgsky y De<br />

bussy. con todos los inconvenientes que estos<br />

modelos tienen al traducirse al italiano. La obra<br />

es correcta y aburrida, y su exhumación tiene<br />

más de documento que de recreación propiamente<br />

dicha.<br />

La lectura aquí comentada se centra en el<br />

sonido, de una presencia realmente inquietante,<br />

y en la conducción de Gardelli. que domina<br />

el estilo con minucia y limpidez. Los<br />

protagonistas son competentes, aunque suenan,<br />

un tanto como ecos de grandes figuras<br />

del cincuenta. Sass recuerda a Callas. Lambertí<br />

a Del Monaco y Miller (BeHagor) a Gobbi. Fblgar<br />

y Takacs, en roles menos comprometidos,<br />

se parecen a si mismos.<br />

En su afán por rescatar la metadla de la música<br />

y acercarnos a obras inasequibles en vivo,<br />

el comparto está cumpliendo una Urea<br />

de precisión histórica muy encomiable y vaya<br />

este reconocimiento a grabaciones como la<br />

presente.<br />

B.M.<br />

SCHUBEKTi Cuarteto para flauta, viola, guitarra<br />

y violoncello Sonata Arpeggione. Introducción<br />

y variaciones •Trockne Blumeni. Toke<br />

Lund Chrlstiansen, flauta. Eliubeth Wettenholz,<br />

piano. Tutter Gibvskov. violin. Henrik<br />

Obe". viola. Asger Lund Chriitlansen y Nieb<br />

Ulkner. violoncillos. Ingolf Olsen, guitarra.<br />

Nieis Thomjen. clarinete. Per Jacobsen,<br />

trompa. Aiger Svendsen, fagot. KONTRA-<br />

PUNKT 32024. DDD Duración: 7339".<br />

Grabación: octubre de 1988 y febrero de<br />

1989. Ingeniero y productor: Jesper Jorgensen.<br />

Distribuido por Nehuel Records.<br />

Dentro de la considerable cantidad<br />

de obras escritas por Schubert<br />

para conjuntos de cámara,<br />

la mayor parte de ellas son infrecuentes tanto<br />

en concierto como en disca salvanda claro<br />

está, los Quintetos y algunos Cuartetos.<br />

Fbr esta razón, siempre se recibe con agrado<br />

cualquier iniciativa tendente i divulgar las<br />

composiciones schubertianas dentro de este<br />

género. El sello danés Kontrapurikt ha intentado<br />

con este compacto colaborar en esta positiva<br />

divulgación musical. Digo «ha intentado»<br />

porque, de las obras en él contenidas, sólo<br />

una de ellas es totalmente original. Me refiero<br />

al Cuarteto para flauta, viola, guitarra y violoncello.<br />

En el caso de las otras dos —Sonata<br />

Arpeggione e Introducción y variaciones<br />

«Trockne Blument— se trata de una transención<br />

para flauta, en el primer caso, y de una<br />

instrumentación para octeto, en el segundo<br />

Todos estos arreglos han sido realizados por<br />

Toke Lund Chnstiansen. solista de flauta en<br />

todas estas composiciones. Mi pregunta inmediata<br />

es la siguiente: ¡Qué sentido tienen estos<br />

arreglos} Personalmente, pienso que la<br />

única finalidad perseguida con ello es el lucimiento<br />

del propio solista. Esto podría entenderse<br />

en el caso de la transición para flauta<br />

de la Sonata Arpeggione. pero no en el de<br />

la instrumentación para octeto de la Introducción<br />

y variaciones tTrockne Blument, puesto<br />

que esta obra, ya en su origen, está escrita<br />

para flauta y. por consiguiente, tratándose de<br />

la ejecución por el propio solista, carecen de<br />

todo sentido las adiciones instrumentales.<br />

Además, creo que todos estos arreglos y<br />

transcripciones en música, aparte de resultar<br />

innecesarios, son muy discutibles desde el<br />

punto de vista estético y. desde luego, desvirtúan<br />

la idea original de la obra y del propio<br />

compositor.<br />

Para que no todo sea negativo en este comentario,<br />

debo señalar que la interpretación<br />

de las obras es excelente y que Toke Lund<br />

Christiansen realiza una lectura nítida y perfectamente<br />

equilibrada. A pesar de ello, yo,<br />

personalmente, buscaría, a ser posible, las interpretaciones<br />

originales.<br />

FC.U.<br />

SCHUBERT: Sonata para piano en La menor.<br />

Op. <strong>42</strong>, D 845. Sonata para piano en Mi mayor,<br />

D 157, Extractos (12) de los 34 valses sentímenteles.<br />

Op, 50. D 779 y Vals en La bemol<br />

mayor. D 978. Míchel Dalberw. DENON<br />

CD-73787 CD Digital. Duración: 6BI0".<br />

Grabación: Sala de ChStonnyre, Corseaux<br />

(Suiza), febrero de 1989. Director de la grabación:<br />

Yoshtharu Kawaguchi. Ingeniera: Hlrashi<br />

Goto. Distribuido por Ferysa.<br />

Parece mentira, pero es así: a siete<br />

años vista del bicentenario del<br />

nacimiento de Schubert. en muchos<br />

aspectos de su producción sigue siendo<br />

un perfecto desconocida Y ello es, sobre to-


do, verdad referido a la obra para piaña Frente<br />

3 la popularidad de las senes de<br />

Impromptus o de los Momento! musicales,<br />

las Sonatas permanecen aún en la noche del<br />

olvido para el gran público Por eso hay que<br />

celebrar cuantas grabaciones se publiquen con<br />

la intención de rellenar esa grave laguna y<br />

cuantos recitales incluyan alguna de estas<br />

obras. El disco que nos ocupa constituye, además,<br />

la primera entrega de la integral de Sonatas<br />

de Schubert. por lo que justo es que<br />

los fastos de bienvenida se vean redoblados<br />

en número y pompa. Y hay también que felicitar<br />

a los responsables de la edición por empezar<br />

por el principio (más o menos, pues con<br />

Schubert nunca se sabe a ciencia cierta): la<br />

Sonata en La menor D 845 fue la primera en<br />

publicarse (1825-1826) y la Sonata en Mi mayor<br />

D IS7 (inacabada: falta el cuarto movimiento)<br />

la primera en componerse. La,<br />

contrapartida inevitable en este caso es el<br />

marcado contraste en cuanto a contenido que<br />

la distancia en el tiempo comporta: mientras<br />

que la una es un tanteo (serio, pero tanteo<br />

al fin) de las posibilidades de la forma, la otra<br />

refleja la madurez de quien ya está a punto<br />

de abordar la composición, por ejemplo, del<br />

Cuarteto La muerte y la doncel/3 (jcuanias diferencias<br />

y cuántas similitudes en el tema del<br />

segundo movimiento, Andante poco mofo!)<br />

y anuncia el profundo ptanismo de un Brahms.<br />

El valiente ejecutante es el ¡den (35 años) concertista<br />

francés Michel Dalberto, técnicamente<br />

irreprochable, pero más inclinado por una<br />

interpretación ligera que trascendental y por<br />

ello más cómodo en la Sonata juvenil y en la<br />

selección


DISCOS<br />

«La posteridad hizo pagar caro a<br />

é Telemann la insolente victoria que,<br />

en vida, consiguió sobre J.5 Bach.<br />

Este hombre, cu/a música era admirada en<br />

todos los países de Europa, es hoy olvidado,<br />

desdeñado La gente no se molesta siquiera<br />

en conocerle...'. Estas palabras de Ftomain Rclland,<br />

escritas hace más de medio siglo, indican<br />

con claridad la suerte que ha corrido la<br />

música de Telemann durante mucho tiempo.<br />

Telemann fue, posiblemente, el más prolifico de<br />

los compositores alemanes de su época, tocó<br />

todos los géneros y, demostrando poseer<br />

un espíritu totalmente abierto a las nuevas<br />

tendencias, llegó incluso a componer, al final<br />

de su vida, obras en las que abrazaba abiertamente<br />

las últimas conquistas musicales de<br />

la época. A pesar de todo esto y de la excelente<br />

calidad de su música, el compositor pasó<br />

al olvido después de su muerte. A partir<br />

de mediados del presente siglo, aunque de<br />

manera muy lenta, su figura ha sido reivindicada<br />

con (usOcia. A traías del concierto y. sobre<br />

todo, del disco, se han ido conociendo algunas<br />

de sus obras. Este conocimiento sigue siendo<br />

parcial e insuficiente, dada la enorme<br />

extensión de su obra. Seria por ello mu/ encomiable<br />

una mayor dedicación del disco y.<br />

en especial, del concierto, a este autor.<br />

Con la publicación de las Sea Sonatas para<br />

flauta de pico, el sello discográfico danés fontrapunkt<br />

nos ofrece la posibilidad de ampliar<br />

un poco el conocimiento restringido sobre este<br />

músico. Estas páginas, dentro del más pu<br />

ro estilo barroco, son deliciosamente<br />

interpretadas por Vicki Boeckman, acompañada<br />

por la viola da gamba y el clavicémbalo,<br />

a cargo de Finn Hansen y Lars Ulrilc Mortensen.<br />

respectivamente, En algún otro comentario<br />

discográfico ya he hecho referencia a la<br />

excelente musicalidad demostrada por Lars<br />

Ulrik Mortensen. En cuanto a Vicki Boeckman<br />

y Finn Hansen. su nivel interpretativo se encuentra<br />

muy en primera linea, debiendo destacarse<br />

la perfecta labor de coordinación<br />

puesta de relieve por los tres ejecutantes. Los<br />

instrumentos utilizados son copias de modelos<br />

barrocos originales, lo cual influye positivamente<br />

en el sonido. El disco, muy bien<br />

grabado, permite una audición sumamente<br />

grata de estas páginas. Compacto, en definitiva,<br />

muy recomendable.<br />

RECITALES<br />

ñG.U.<br />

ALFONSO X EL SABIO: Cantigas de Santa<br />

María. ALBENIZ: Malagueña. SAINZ DE LA<br />

MAZA: ftítenera para guitarra. Andaluza.<br />

MORENO TDRROBA. Madroños. ALBE-<br />

NIZ: Sonata. PUJOL: Canción de cuna. El<br />

abe/orro ANÓNIMO (Verdón Miguel Uob«):<br />

La filia del Marxant. SOR: Tema con variaciones<br />

Op. 9. MONTSALVATGE:<br />

Habanera. GRANADOS: Danza española N°<br />

5. FALLA: Homenaje a Debussy. Danza del<br />

molinero. RUIZ PIPO: Canción y Danza N."<br />

68 SCHERZO<br />

I. ANÓNIMO; Romance. Narciso Yepes.<br />

Guitarra. Compacto ODD <strong>42</strong>3 699-2.<br />

DEUTSCHE GRAMMOPHON. Duración:<br />

59'IO". Grabación: Hamburgo. enero de<br />

1989. Ingeniero de sonido: Heinz Wíkjhagen.<br />

Con el titulo: «Romance de<br />

Amor», este ya legendario guitarrista,<br />

intenta una visión panorámica<br />

de la de la música española de todos los<br />

tiempos, compuesta para guitarra. En otros<br />

casos se trata de transcripciones, justificadas<br />

plenamente por tratarse de composiciones nacidas<br />

siempre de una inspiración guitarn'stica.<br />

El viejo maestro demuestra en este compacto<br />

que el tiempo madura, asienta y pule.<br />

Sus versiones gozan de serenidad y reposada<br />

madurez, hechos que no siempre constituyeron<br />

su principal característica. El tiempo parece<br />

haberle otorgado un color de tonos más<br />

cálidos y ricos, como si ahora se escuchara<br />

más a sí mismo.<br />

Las Cantigas de Santa María de Alfonso X<br />

el Sabio, aunque discutibles siempre desde un<br />

punto de vista musicológtco, conservan bien<br />

el espíritu de las mismas, en una transcripción<br />

inteligente en lo guitarrístico y musical.<br />

Madroños de Moreno Torraba está plasmada<br />

de manera muy personal, aunque parece<br />

alejarse un punto de la indicación Allegretto<br />

Grazioso det autor. Yepes lo encara algo lento<br />

y reconcentrada pero tiene la particularidad<br />

de convencernos con un |uego inteligente<br />

de matices y densidades.<br />

Un compacto que no aporta novedades pero<br />

que conserva el interés, y que decae con<br />

la inclusión del inmerecidamente célebre Romance<br />

anónimo.<br />

LMG.<br />

RENATO BRUSON: Recital de canciones:<br />

Beethoven, Mozart, Gluck, Alessandro Scaf-tatti.<br />

Schubert, Domzetti, Líszt y Ravel. Marcus<br />

Creed al piano. Producción: Mlchael<br />

Horwath y Christa MüHer Ingeniero: Wailer<br />

MüHer. Grabado en la Opera de Berlín<br />

el 22 de diciembre de 1988. CAPRICCIO-<br />

RIAS digital stereo 10295. Duración: 59'Or".<br />

Distribuido por Feryía.<br />

Bruson es uno de los barítonos<br />

italianos de primera magnitud de<br />

la actualidad (y no sobran), destacando<br />

como verdiano y, en menor grada<br />

como bekantista. Sus medios son calificados,<br />

timbre esmaltado, centro sólida agudo expansiva<br />

sonido roturvdo En la zona alta su instrumento<br />

ha perdido color y robustez, pero<br />

recuerda, aún. tiempos mejores.<br />

El repertorio de cámara no es habitual en<br />

su trabajo, acaso porque la generosidad vocal<br />

no siempre es cómoda en un concierto<br />

con piano y resta intimidad a la interpretación.<br />

También, tal vez, por limitaciones de idioma.<br />

En esta serata hay de todo. Lo mejor es la<br />

zona del programa que se acerca a la expresividad<br />

operística: Mozart (Un bacio di mano)<br />

Gluck (O del mío dolce ardor), Scariatti,<br />

una página italiana de Schubert y tres canciones<br />

de Donizetti en napolitano.<br />

Los Sonetos del Petrarca musicados por<br />

Liszt son un comentario verbal a unas piezas<br />

pianísticas y el canto extrovertido de Bruson<br />

no se adecúa del todo a la propuesta. En las<br />

canciones de Ravel {Don Quijote a Dulcinea)<br />

hay cierto desfase lingüístico y estilístico.<br />

En todas las páginas, la prestación de Creed<br />

es adecuada y solvente,<br />

B.M.<br />

ALFREDO KRAUS: Recitalcon canciones de<br />

Üszt. Donizetti, Mascagni. Respighi y Verdt<br />

Edelmiro Arnaltes al piano. Productores: Michael<br />

Horwath y Christa MüHer Ingeniero:<br />

Hansjórg Saladin. CAPRICCIO-RIAS, digital<br />

stereo 10272. Duración: 67"37". Distribuido<br />

por Ferysa.<br />

Varios incisos señalan a este compacto<br />

como una pieza curiosa: que<br />

Kraus se prodigue poco en las plataformas<br />

de concierto, que aborde cierto repertorio<br />

infrecuente y que (esto con menos<br />

sorpresa) exhiba tal lozanía de medios no obstante<br />

haber cumplido sus primeros sesenta<br />

años.<br />

La voz del tenor canario {excúsese la redundancia<br />

en el canto) está firme, sólida, timbrada,<br />

suficiente de fiato, y le permite mostrar<br />

sus aquilatadas cualidades: nitidez en la emisión,<br />

dicción cristalina, articulación impecable,<br />

afinación indefectible.<br />

El repertorio aquí abordado, italiano en lo<br />

verbal, salvo un par de páginas donizettianas,<br />

contiene algunas rarezas, como Tres Sonetos<br />

de fetrarca de Liszt y tres arietas de Mascagni.<br />

El intérprete destaca, como no podía ser<br />

menos, en las obras del bel canto ochocentista,<br />

zona de su sensibilidad y de su experiencia<br />

cantable en la cual se siente más a gusto<br />

y para la que cuenta con más fuertes bazas.<br />

Su dominio del desarrollo melódico, su acariciante<br />

cantilena, su legato y su señorío sobre<br />

el volumen del instrumento lucen especialmente<br />

en Donizetti, En todo casa Arnaltes<br />

es un acompañante atento y competente.<br />

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DISCOS<br />

ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

Vísperas de las revoluciones: dulzura de vivir<br />

I) Proposición<br />

S<br />

i la música inglesa (y británica) moderna<br />

{del principio de siglo) ha encontrada o<br />

se ha encontrado contemporáneamente,<br />

con su público; si el compositor inglés no es<br />

el arista alucinado, maldito o rechazado de<br />

y por la sociedad, como en el resto de la Europa<br />

occidental, tal vez sea. y según la observación<br />

de Elie Faure. por esta razón: el<br />

compositor francés, para olvidar su racionalismo,<br />

sueña con su razón; el compositor germano<br />

actúa (escribe) con su ensoñación;<br />

mientras, el compositor inglés (británico) sueña<br />

con su ensoñación y actúa (escribe) con<br />

su razón.<br />

Cuando el compositor francés (y me adelanto,<br />

hablando de música contemporánea,<br />

quedándome er> los tópicos) construye un edificio<br />

estético (no hablo dé los ffanrfes): cuando<br />

.el compositor germano se realiza dentro<br />

de una intuición panteista; cuando el misticismo<br />

pasional del compositor ibénco (Falla, pero<br />

sobre todo Mompou) se transforma en una<br />

impresión de voluptuosidad física; cuando la<br />

embriaguez eslava vapulea la inteligencia entre<br />

la mcertídumbre del saber y las certezas<br />

del amor; cuando el compositor italiano es<br />

indiferente a todo lo que no es furor (o dolcezza)<br />

de vivir; el compositor inglés (británico)<br />

construye una potente y rígida máquina,<br />

sin mística, depurada de los impulsos del sentimienta<br />

los arrebatos del corazón.<br />

2) Comentario<br />

Lo que distingue al compositor inglés (y cito<br />

otra vez a Elie Faure) tal vez sea que escribe<br />

solamente cuando tiene algo que decir; la<br />

lista de tas músicos fracasados es mucho más<br />

restringida en Gran Bretaña que en el resto<br />

de Europa; y si estas islas tienen menos compositores<br />

que otros países, éstos (los compositores),<br />

quedan por la originalidad de su<br />

pensamiento, por la energía de su lenguaje<br />

La inmensa poesía que encuentran en el gusto<br />

por las cosas, penetra en su música como<br />

un cordial intercambio entre ellas (las cosas)<br />

y el ser humano Fbr encima de una apariencia<br />

a veces ñoña, un gran y fuerte sabor, divertido<br />

o áspero pero siempre recio, circula<br />

sin cesar en las obras, habitadas por el perfume<br />

del mar. de la aventura, de la evasión; poesía<br />

de las vías lácteas, de los espacios helados;<br />

eco del vuelo lineo de Shakespeare hasta Milton:<br />

de Swift a Defoe; de Stevenson a Wells<br />

o a Kipling. La orgia de pasiones, la violencia<br />

sin remordimientos, el egoismo sin culpabilidad,<br />

la brutalidad justificada por la moral, que<br />

caracterizan a la epopeya británica se encuentran<br />

intactas en la música.<br />

Adriana, como las leen agers de su época,<br />

bebía, en los puos cerca de los docks londinenses,<br />

lima con vodka, fumaba Woodbmes<br />

o Players. creo, un tabaco rubio ácido y deli-<br />

70 SOHERZO<br />

cioso en el besa Se mezclaba, en la más pura<br />

tradición de la Segunda de Elgar. con los<br />

cadburys (frutt n'nut) que comia yo. entre pipa<br />

y cervea.<br />

De las fbmpas y Circunstancias, glorificadas<br />

por Elgar, hasta A child ofour time, está todo<br />

el itinerario de un pensamiento, de una<br />

actitud al munda El salto fue previsto por el<br />

mismo Elgar en su Segunda Sintonía: descomposición,<br />

intento de recomposición, agarrarse<br />

(es licuó) a lo que irremediablemente se<br />

va. Drama, drama cultural, drama vital que<br />

nos atañe, drama vivido y fuertemente, ya que<br />

encontramos la misma identificación en las interpretaciones,<br />

al menos las que tengo que<br />

comentar.<br />

Encontramos una primera generación<br />

(Bouli, en este lote de discos) completamente<br />

identificada con la música, pero sin ilusión<br />

ya. (Me gustaría oír unas interpretaciones anteriores<br />

a la de Boult, para el gozo de la glorificación).<br />

Boult conoce la iondon Symphony<br />

de Vaughan Williams, este tierno adiós: y conoce<br />

la Sexta del mismo autor. Identificación,<br />

pues, pero en un segundo grada sin inocencia.<br />

Una segunda generación (interpretativa y<br />

compositiva) formada por los Tippett. Bntten...<br />

pertenece al rechazo político (comunismo,<br />

objeción de conciencia) y durante un<br />

tiempo a Id marginación social (alejamiento<br />

temporal de la vida musical tradicional: las primeras<br />

experiencias musicales obreras de Tippett,<br />

por ejemplo); a la marginación sexual<br />

(Isherwood, Foster han escrito mucho y muy<br />

bien sobre este tema). Estas marginaciones<br />

temporales (muchos obtuvieron el título de<br />

Sir) se traducen en una cierta violencia en las<br />

composiciones contemporáneas de la rebeldía<br />

(A child ofour time) y después, en la interpretación,<br />

en una cierta distancia; Bntten<br />

ama profundamente la música de Elgar (Op<br />

47) como a toda la música inglesa, pero no<br />

quiere (o no puede) acercarse como lo hace<br />

BoulL La música inglesa, sin embarga no ha<br />

cumpltdo con una de sus cualidades culturales<br />

la violencia desenfrenada y creadora que<br />

encontramos en su teatro y poesía contemporáneos,<br />

desde los Angry young men hasta<br />

la Fbesía-Basura de un Orton, y que encontramos<br />

en otra música (Se* Pistols, por<br />

ejemplo),<br />

A la primera integración (recuperación o<br />

aceptación de los nativos marginados) corresponde<br />

la integración de los foráneos. Inglate<br />

rra representa, para el imaginario colectiva<br />

a tal punto el pueblo de la aventura, que fue<br />

la única cultura (o el único país), con la excepción<br />

de la España del Greco, en haber integrado<br />

un extranjero tan lejano como puede<br />

ser un judío polaco (Conrad) en su más car<br />

nal substancias, y hacer de este superviviente<br />

de pogroms un príncipe de la acción y de<br />

la ensoñación identificadas. A este judio polaco<br />

corresponde en la música otra pero húngaro<br />

esta vez: el hoy Sir Georg Solti.<br />

Integración, es cierto, pero con una agresivi-<br />

dad para con su nueva patria que recuerda<br />

la de Jackson ft>llock hacia sus primeros cuadros<br />

figurativos, que violentó hasta llegar a la<br />

abstracción que conocemos. Escuchemos cómo<br />

en la sexta Variación Enigma. Ysobel. Solti<br />

queda totalmente insensible a la ternura<br />

explayada por el viola... ¡Insensible? ¿Qué digo?<br />

Sir Georg. olvidándose de su nueva condición<br />

nobihar o tal vez acordándose de ella,<br />

le escupe literalmente encima.<br />

Pedro Elias<br />

DRl l l EN: Spnng Symphony. Op 44 Jennifer<br />

Vyvyan, Norma Procter, fcter Pears. Orquesta<br />

y Coro de The Royal Opera House,<br />

Covent Garden, Coro de niños de Em anual<br />

School. Britten (director). Cantata Académica.<br />

Op 62. Hym to Sí. Cecilia. Coro y Orquesta<br />

de la Sinfónica de Londres. George<br />

Malcolm. CD LONDON <strong>42</strong>5 153-2 ADD.<br />

1961. 74'30". Precio medio.<br />

ELGAR: Enigma Vánations. Op 36. Sinfónica<br />

de Chicago. Solti. Faktaff, estudio sinfónica<br />

Op 68 Filarmónica de Londres. Sorti. CD<br />

LONDON <strong>42</strong>5 155-2. ADD 1976 y 1980.<br />

64'IO". Precio medio.<br />

GRAINGER (SALUTE TO PERCY). Peter<br />

Pears, John Shirley-Quirk. English Chamber<br />

Orchestra. Ambrosian Singers, Wándsworth<br />

Boys Choir, Linden Singers. Benjamín Britwn.<br />

Sieuan Bedford CD LONDON <strong>42</strong>5<br />

159-2-ADD. 1969 y 1978. 73'IB" Precio<br />

medio.<br />

HOLST. The nanea Filarmónica de Londres,<br />

voces femeninas del Coro de Filarmónica de<br />

Londres. Sir Georg Soki. The Perfect Fool.<br />

Egdon Heath. Filarmónica de Londres. Sir<br />

Adrián Bouk. CD LONDON <strong>42</strong>5 152-2.<br />

ADD 1979 y 1962- 73'32". Precio medio.<br />

TIPPt I I: A child ol our time. Elsie Morrison,<br />

Pameb Bovuden. Richard Lewó, Richard Sunden.<br />

Orquesta y Coro de la Real Filarmónica<br />

de Liverpool. Sir John Pntchard. The<br />

Weeping Babe April Cantello Coro John Alldis.<br />

Sir Colín Davis. ADD 1958 y I96S CD<br />

LONDON <strong>42</strong>5 158-2. 69'2


ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

D mitri<br />

Shostakovich<br />

(1906-1975) compuso<br />

esta ópera entre<br />

1930 y 1932 con libreto escrito<br />

en colaboración con<br />

Alexander Preis sobre una<br />

historia del clásico ruso NikolaiLeskov<br />

(1831-1895), y la<br />

estrenó en el Pequeño Teatro<br />

de Opera de Lenmgrado<br />

el 22-1-1934 y dos días<br />

más tarde en el Teatro Stanislavsky<br />

de Moscú, en ambos<br />

casos con gran éxito<br />

Este se prolongó hasta que<br />

un articulo aparecido en<br />

PraVtia el 26-1-1936 (reflejo al<br />

parecer del disgusto que a<br />

un tal José Stalin, presente<br />

en una de las representaciones,<br />

le produjeron tanto la<br />

música como la acción) calificó<br />

la obra de «caos en lugar<br />

de música», «basurero<br />

de ruidos sin rima ni razón»,<br />

y al autor de «formalista<br />

burgués». (Curiosamente,<br />

también en Estados Unidos<br />

conoció esta ópera primero<br />

el triunfo y, antes aún que en<br />

la Unión Soviética, el repudio:<br />

una revista neoyorkina<br />

acuñó para esta obra el término «pornofonía»<br />

en 1935). Lo que a continuación sucedió<br />

es de sobra conocido, el autor abandonó el<br />

proyecto de una especie de Anillo soviético<br />

dedicado a la mujer rusa, en diciembre del<br />

mismo año retiró de los atriles su Cuarta Sinfonía<br />

el dia previo a su anunciado estreno y<br />

presentó la Quina dos anos más tarde con<br />

el curioso subtitulo de «Respuesta de un artista<br />

soviético a una critica justa». Lady Macbetn<br />

no volvió a ver la luz de los escenarios<br />

hasta enero de 1963 en Leningrado, revisada<br />

tanto en su música como en su texto y ahora<br />

titulada Kalenna Ismaitova. De esta versión revisada<br />

hay una grabación sin fecha (3 CD LE<br />

CHANT DU MONDE) debida al elenco del<br />

Teatro del Estado de Kiev bajo la dirección<br />

de Stepan Tourtchak. La que ahora motiva<br />

estas lineas es el paso a digital técnicamente<br />

impecable en CD del homenaje dedicado por<br />

ftostropovich (con su esposa Galina Vishnevskaya<br />

encarnando a la protagonista) a la memoria<br />

de su amistad con el compositor.<br />

De entrada, el álbum de EMI presenta la<br />

venta|a práctica de disponer de una transcnp<br />

ción del texto ruso en caracteres latinos, con<br />

sus correspondientes traducciones al inglés,<br />

alemán y francés, mientras que quien adquiera<br />

el de LE CHANT DU MONDE tendrá que<br />

conformarse con el texto simplemente en<br />

francés. Divididas ambas versiones en cuatro<br />

actos de tres, dos. tres y una escenas respec-<br />

Shostakovich imprescindible<br />

tivamente, con cinco interludios orquestales<br />

entre éstas, el argumento es básicamente el<br />

mismo: Katenna, la insatisfecha esposa de un<br />

neo mercader de provincias (Zinoví) con quien<br />

no consigue tener descendencia se convierte<br />

en amante de un asalariado de su mando (Sergei),<br />

con cuya complicidad mata primero al<br />

tiránico suegro (Bons) y luego al marida crimen<br />

por el que son deportados a Sibena,<br />

donde la protagonista arrastra consigo a la<br />

muerte en las profundidades de un lago a Sonia,<br />

nueva amante de Sergei. Las diferencias<br />

de la segunda versión respecto a la primera<br />

en cuanto a argumento son pocas, pero muy<br />

significativas y en general encaminadas a cambiar<br />

el bovarismo sexual de Katenna por otro<br />

más casto de corte intelectual (el sugerente<br />

diálogo con Sergei sobre las bondades de la<br />

maternidad en la escena tercera, por citar solo<br />

el eiemplo más palmario dada la escasez de<br />

espacio, se convierte en una reflexión sobre<br />

los beneficios de la lectura: de «si fuese capaz<br />

de lener un hi|a.» a «si fuese capaz de<br />

leer un libra..»), en el cual la pasión se ve sustituida<br />

por la intrepidez de los amantes y los<br />

remordimientos a postenori También es de<br />

destacar el guiño de esperanza social (la obra<br />

discurre hacia 1840) con que uno de los campesinos<br />

deportados viene a cerrar la obra formulándoles<br />

a los espectadores u oyentes una<br />

especie de ¿hasta cuándo!<br />

El trabajo estrictamente musical de Shos<br />

DISCOS<br />

takovich es muy relevante en<br />

las dos versiones, con ese<br />

satuo eclecticismo formal característico<br />

Rsra como no<br />

podía ser de otra manera,<br />

en la segunda las tesituras<br />

son menos tensas vocal e<br />

instrumenta I mente, la disonancias<br />

armónicas resultan<br />

menos rudas y en conjunto<br />

todo pierde en emoción.<br />

Ello se refleja en la interpretación:<br />

no es lo mismo<br />

habérselas con un prototipo<br />

femenino universal que con<br />

lo que en ningún caso hubiese<br />

pasado de ser un eslabón<br />

más en la cadena de la ópera<br />

realista rusa. Rostropovitch,<br />

sus solistas, coros y<br />

orquesta están a la altura de<br />

la versión elegida y logran sin<br />

duda una auténtica grabación<br />

de referencia por el vigor<br />

y el entusiasmo con que<br />

se aplican a la transmisión de<br />

los ambientes trágicos, satíricos<br />

o ambas cosas a la vez<br />

(como «tragedia satírica» la<br />

definió su autor) en que se<br />

mueve la acción: Vishneskaya<br />

presenta una VO7 redonda<br />

pero lo suficientemente<br />

flexible para expresar con igual sensibilidad<br />

tanto la fuerza trágica como el lirismo de Ja<br />

protagonista; el Sergey de Gedda es empalagoso<br />

en la justa medida que requiere este personaje<br />

frivola egoísta y mezquino; el Boris de<br />

Petkov es avasallador cuando se muestra cruel,<br />

pero luego sabe matizar muy bien en mezzovoce<br />

la naturaleza de las flaquezas de su personaie,<br />

Zinovi ofrece menos oportunidades<br />

de lucimienta pero Krenn logra con acierto<br />

parecer un tenor (el hijo) que quiere ser un<br />

bajo (el padre): en los números satíricos cabe<br />

destacar como antológica la ductilidad vocal<br />

de Roben Tear como campesino borrachín;<br />

los coros acompañan perfectamente, sufriendo<br />

o participando de la danza según se requiere:<br />

y. por ultima la orquesta consigue<br />

convertirse en un perfecto comentarista de<br />

la acción. En una palabra: imprescindible.<br />

Alfredo Brotóns Muñoz<br />

SHOSTAKOVICH: Lidy Macbeth de Mtsensk<br />

Galina Vishneikaya (iop.), Nikobi Gedda (ten.),<br />

Dmitri Peckov (bajo). Wferner Krenn (ten.). Roben<br />

Tear (ten.). Coros de la Opera Ambrosiana.<br />

Orquesta Filarmónica de Londres. Director:<br />

Mstislav Rostropovich. 7 CD EMI CDS 7 49955<br />

2 ADD. Productor: Suvi Raj Gmbb Ingenieros:<br />

Stuart El Tham y Michad Sheady Grabación original:<br />

Abril de 1978. Estudios Abbey Road de<br />

Londres. Traspaso a digital: 1990 Duración:<br />

77 «" y 7f54".<br />

SCHERZO 71


DISCOS<br />

ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

Por f n EM1 ha reeditado el ciclo sinfónico<br />

Brahms que Giulini grabó con la Filarmonía,<br />

en su mayor parte entre 1961 y 1962.<br />

completándolo años más tarde (1968) con la<br />

Cuarta Sinfonía. Su primera edición española<br />

completa tuvo lugar en 1986 y fue comentado<br />

brevemente por EPA en el número 12<br />

de SCHERZO: allí se recogían fragmentos de<br />

una apasionante conversación que Bernard Jacobson<br />

mantuvo con Giulim a propósito de<br />

Brahms y que se publicó en el libro Conductors<br />

on condocting (MacDonald and Janes.<br />

Londres 1979). Remito al lector a estos jugosos<br />

extractos o, mejor aún, a la entrevista<br />

completa, si le es accesible.<br />

En cuanto a la calidad de las versiones. EPA<br />

afirmaba que eran dignas de Furtwángler y<br />

Bruno Walter, opinión que suscribo. Respecto<br />

de la Primera Sinfonía, seguramente también<br />

estarán de acuerdo quienes la hayan visto<br />

dirigida por Giulim. ya fuera de España, ya en<br />

Barcelona con la Filarmónica de Los Angeles<br />

hace años, ya en Madrid con la Orquesta de<br />

La Scala en otoño de 1987. Esta última fue,<br />

para mí, la Primera de Brahms más emocionante<br />

que haya escuchado en concierto, aún<br />

más que cualquiera de las varias oídas a Celíbidache.<br />

y con un grado de perfección constructiva<br />

apenas inferior. Giulini conduce la<br />

obra, al igual que su colega rumano, con pleno<br />

entendimiento de su progresión inexorable<br />

hacia el amplio emotivo y bellísimo Finale.<br />

Este movimiento, que hizo sudar tinta a<br />

Brahms durante 20 años, resuelve las tensiones<br />

musicales y emocionales generadas en el<br />

inicial, que se prolongan, más o menos ocultas,<br />

durante los dos intermedios. Pero a diferencia<br />

de Celibidache. Giulim sabe dar a éstos,<br />

especialmente al tercera el adecuado sabor<br />

agridulce mediante un suave toque pastoral,<br />

casi popular —memorable solo de clarinete—,<br />

tipico de Brahms. Al comentar en el número<br />

24 de SCHERZO los Conciertos para piano<br />

con , Giulini y Arrau ya apuntamos | estas<br />

ideas.<br />

Los tempi son amplios, aunque menos que<br />

en la versión con Los Angeles para DG (1982).<br />

también reeditada en CD de precio medio.<br />

Ftersonalmente prefiero la de EMI, que me parece<br />

una de las más grandes Primeras de<br />

Brahms en disca acaso superada sólo por la<br />

irrepetible de Furtwángler con la Filarmónica<br />

de Berlín (CD DG económico) y digna<br />

compañera de las firmadas por Walter (CBS)<br />

o Sanderling (RCA-Anola). La vigorosa y vibrante<br />

Obertura Trágica es de calidad similar<br />

y constituye referencia absoluta, aun por encima<br />

de Bruno Walter (CBS).<br />

La altísima calidad de la interpretación no<br />

decae en el resto del cicla como tampoco la<br />

soberbia ejecución de la Orquesta Philharmonia,<br />

por aquellos años en forma espléndida,<br />

máxime ba|O una batuta bien conocida y apreciada<br />

por los músicos. La Segunda Sinfonía se<br />

caracteriza por un enfoque simple, directa con<br />

un lirismo fresco y espontáneo y una habili-<br />

72 SCHERZO<br />

Giulini: ¿un Brahms insuperable?<br />

dad especial para que todas las líneas musicales<br />

canten. Se trata, sin duda, de la Sinfonía<br />

más mediterránea de Brahms. en la que los<br />

directores italianos han dado lo mejor de sí.<br />

Giulini no es excepción, por supuesta y resulta<br />

modélico en un asunto siempre crucial<br />

como es la elección de tempi. En el amplio<br />

Allegro inicial, el director ha de establecer un<br />

tempo prácticamente constante que permita<br />

el despliegue clara ordenado y apacible de<br />

la enorme riqueza melódica que encierra. Así<br />

lo hicieron dos de los máximos intérpretes de<br />

esta Optis 73 (Furtwángler aparte). Monteux<br />

(con la Filarmónica de Viena. Decca) y Bruno<br />

Walter. Giulini comparte con ellos ese espíritu<br />

rela|ado y apacible que sabe extender<br />

a los episodios marcados "tranquillo» en el<br />

brillante Final y también a la Coda del primer<br />

movimiento, abierta por un memorable solo<br />

de trompa. Como es habitual, la textura orquestal<br />

es muy dará, con particular relieve para<br />

el tejido de las maderas y para las<br />

intervenciones del metal, siempre nítidas pero<br />

integradas. Giulini concilla de modo ejemplar<br />

claridad y empaste, merced también a<br />

un especial cuidado en la articulación de los<br />

motivos básicos de la obra. En tal sentida su<br />

exposición del tejido orquestal es muy superior<br />

a la de Karajan (en cualquiera de sus tres<br />

integrales para DG). brillante pero demasiado<br />

empastado y amigo en exceso del legato,<br />

que aplica aun donde no debe, como en la<br />

frase del oboe que abre el tercer movimiento:<br />

compárese la precisa ejecución del mordente<br />

en Giulini con el arrastre que tanto<br />

gustaba al maestro de Salzburgo.<br />

La Tercera Sinfonía de Brahms por Giulmi<br />

es un clásico de la historia del fonógrafo De<br />

nueva con la excepción de Furtwángler ¡Filarmónica<br />

de Berlín. EMI). nadie ha rea I liado<br />

tan bien esta Sinfonía, la menos espectacular<br />

de las cuatro, pero también la más personal<br />

y la más difícil de llevar a buen puerta El propio<br />

Furtwángler en 195-4. ya al final de su carrera,<br />

manifestó en cierta ocasión que «creía<br />

por fin haberla comprendido plenamente.. El<br />

número de fiascos en esta obra es elevada<br />

empezando por Karajan, que en ninguna de<br />

sus cuatro versiones ha conseguido resultados<br />

correctos, y siguiendo por Abbada Maazel,<br />

Horenstm y otras grandes batutas. Parte del<br />

secreto de Giulmi consiste en una atinadísima<br />

articulación de las células básicas generadoras<br />

de la obra (el motto Fa - La • Fa que<br />

la abre; el tema que sigue inmediatamente,<br />

etc.), cuyo crecimiento orgánico desemboca<br />

en la construcción de este magno edificio sinfónica<br />

También es vital sintonizar con el mundo<br />

íntima recogido del Brahms de los<br />

Intermezzi que constituyen los dos movimientos<br />

centrales, en particular el tercera el célebre<br />

Ftoco Allegretta Giulim acierta de pleno<br />

en la elección del tempa moderado pero no<br />

lento; en la articulación de los motivos: en la<br />

exposición diáfana y ordenada del tejido orquestal:<br />

en el color delicado pero bien defini-<br />

do con que cada instrumento canta la célebre<br />

melodía.<br />

Idénticas alabanzas cabe aplicar a otra obra<br />

que también parece reflejar las luces del Mediterráneo<br />

que Brahms visitó durante la época<br />

de su composición las Variaciones Opus 56a,<br />

siempre designadas como «sobre un tema de<br />

Haydnt. aunque la investigación haya probado<br />

que la atribución de paternidad es incorrecta.<br />

Giulini, al frente de una Filarmonía<br />

espléndica, sabe conferir a cada episodio su<br />

luí, sus colores, su ambiente e integrarlos en<br />

un todo orgánico y coherente. De nuevo una<br />

versión de referencia junto con las de Monteux.<br />

Walter y Furtwángler.<br />

Dentro de este nivel de excelencia, la Cuarta<br />

Sinfonía señala, en mi opinión, el punto menoc<br />

alto del cicla Entiéndase: se trata de una<br />

versión sobresaliente, en que los dos primeros<br />

movimientos son admirables. El tan difícil<br />

arranque de la obra; el pasaje de suspensión<br />

en que el tiempo parece haberse detenida<br />

justo antes de la Recapitulación; y la apasionada<br />

Coda del Allegro non troppo pertenecen<br />

a la antología de la interpretación<br />

brahmsiana. Otro tanto cabe decir del Andante<br />

moderato. en particular de su sección<br />

central, en que Giulini paladea el tema de los<br />

cellos arropados por cuerdas y fagot, como<br />

si de música de cámara se tratase. También<br />

la Coda es memorable. Pero el Scherza en<br />

el que Giulini emplea 7 minutos largos (poco<br />

más de 6 es lo habitual), queda algo desligado<br />

del resto de la obra, y la Coda de la passacaglia<br />

final contiene unos ritardandos que<br />

no encajan con la indicación «Piú allegros y<br />

que restan energía a la conclusión. No obstante<br />

hay muchísimo que admirar en este movimiento;<br />

citemos tan sólo el solo de flauta<br />

(variación 12). junto con la sección lenta que<br />

sigue, y las poderosas interjecciones de los<br />

trombones en las número 24 y Ib. Apenas<br />

un año postenor a esta Cuarta con la New<br />

Philharmoma es la más perfecta, espléndida,<br />

que Giulmi grabó con la Chicago Symphony.<br />

en la cual buena parte de las reservas formuladas<br />

no son aplicables. Creo que EMI hubiera<br />

hecho mejor publicando esta última,<br />

aunque asi hubiese roto la unidad orquestal<br />

del ciclo.<br />

Roberto Andrade<br />

BRAHMS: Las Cuatro Sinfonías Obertura Trúgic¿Op.B\<br />

Variaciones Haydri. opus 56a. Orquestas<br />

Philarmonia y New Philharmonía<br />

(Sinfonía 4). Director: Cario María Giulini.<br />

Escuche de 3 CD ADD EMI CZS 25.2168.2.<br />

Duraciones: 46 1 45",4l'ir. 3436" y 43 T 02"<br />

(Sinfonías). I8'43" (Op. 56a) y I3'I2"(°P-<br />

81). Grabación: Kingsway Hall. Londres<br />

1961-62, excepto la Cuarta Sinfonía (I96B).<br />

Productoreí: Walter Legge y Christopber Bishop<br />

(Cuarta). Ingenieros de sonido: Douglas<br />

Larter y Alan Stagg (Cuarta).


ESTUDIO DÍSCOGRAFICO<br />

Afirma certeramente PhilipGossett, director<br />

de la edición completa de las<br />

obras de Vferdi, que publican Ricordi. de<br />

Milán, y The University of Chicago Press, que<br />

la edición critica de Rigalelto utilizada en es.<br />

te registro no es sino un punto de partida para<br />

que los ejecutantes puedan recrear lo que \fec<br />

di imaginó Para Muti, en cambio, el texto parece<br />

tener las características de las Tablas<br />

mosaicas, ni una coma debe ser alterada; ni<br />

una sola nota ha de añadirse a las escritas. Y<br />

asi nos vemos privados de los numerosos agudos<br />

y sobreagudos que la tradición de casi siglo<br />

y medio fue acumulando en los papeles<br />

de Rigoletto y Gilda (f nal del Parí siamo y del<br />

Caro nome; final de los Actos 2 y 3...)- Hasta<br />

ahi, la pérdida no es grande e incluso se agradece<br />

que la conclusión del maravilloso Cuarteto<br />

sea la original en vez del horrendo Re<br />

bemol 5 que el matrimonio Sut herían d-<br />

Bonynge nos propinó en dos registros Decca.<br />

fi;ro que el tenor omita las fermatas de<br />

sus romanzas de los Actos I / 3 va contra las<br />

leyes del bel canta que todavía operan, parcialmente<br />

al menos, en Rigoletto. En una aria<br />

bipartita como las citadas, el remate de la segunda<br />

estrofa debe adornarse con alguna cadencia<br />

que dé variedad a la repetición y brillo<br />

al final. En tal sentido, la que habitualmente<br />

corona La donns é tnobile, con Si i<br />

incluido, es correcta filológicamente y teatralmente<br />

necesaria. Todo esto. Muti debe saberlo;<br />

pero sigue en sus trece.<br />

Y, a la postre, uno daría por bien perdidas<br />

cadencias, adornos y sobreagudos si los cantantes<br />

respetasen de verdad los numerosos<br />

signos de expresión que figuran en la partitura,<br />

ya en la edición de siempre, ya en la crítica,<br />

que a la postre no diferen en nada<br />

sustancial. Rsro no es así. y Vincenzo La Seola<br />

carece de la calidad vocal, no digo del Pavarotti<br />

de los años 60 y 80, sino de la de su<br />

maestro Bergonzi. a cuya estupenda voz siem<br />

pre se le han puesto reparos. Además, el joven<br />

tenor es incapaz de una emisión correcta,<br />

especialmente en la zona de paso, en que los<br />

Fa y Fa sostenido 3 varían entre lo regular y<br />

lo peor (el recitativo anterior a É ¡I sol detíanima<br />

es penoso): y tampoco acierta a matizar<br />

las muchas facetas de un personaie brillante,<br />

sensual, cínico o romántico, según los casos.<br />

Tan sólo oimos un relativo Ímpetu |uvenil y<br />

un registro agudo que, pese a todo, parece<br />

estar ahi. Parte de la culpa en todo esto corresponde<br />

a Muti. quien, por ejemplo en<br />

Questa o quella, da un curso de rigor metronómico<br />

apenas alterado por un rubato mecánico<br />

que en nada ayuda al cantante. En<br />

suma, este Duque de Mantua es bien poco<br />

fiel a Verdi.<br />

Los papeles Oe los hermanos siniestros —<br />

en los que la tradición no quitó ni puso— no<br />

propician los alardes. Empero, cantantes eminentes<br />

como Siepi y Simionato (con Erede,<br />

Decca 1954} les dieron el relieve previsto por<br />

Verdi. Aqui. Burchuladze hace extempóreas<br />

exhibiciones de susurros y torrentes de voz.<br />

Un punto de partida<br />

y Martha Senn no es la Cossotto con que Kubelik<br />

contó en 1964 (DG) Pero, al menos, la<br />

parte de mezzo en el Cuarteto, esencial rítmicamente,<br />

es audible con nitidez. Repartamos<br />

el mérito por tercios entre la Senn. Mut<br />

y los técnicos de sonido.<br />

En disco, la voz de Dámela Dessi no acaba<br />

de resultar del todo grata ni uniforme, y sin<br />

embargo uno piensa que tiene calidades timbncas<br />

que en teatro, o con otra toma de sonido,<br />

pueden dar buen juego Aparte de ella<br />

canta una Gilda más que correcta, bien dicha,<br />

matizada y sentida, que encuentro muy atractiva.<br />

Giorgio Zancanaro es. en conjunto, el meior<br />

del reparto y alcanza aqui su contribución<br />

fonográfica más importante hasta la fecha. La<br />

voz. de barítono lírico, bien ernitida e impostada<br />

—sobre todo en centro y agudo— es ca-<br />

paz de matizar y exhibe un legato sólo<br />

ocasionalmente empañado por alguna hache<br />

intercalada (Pan siamo, por ejemplo). Este<br />

conjunto de cualidades lo convierten en una<br />

especie de Straccian de la hora actual, con<br />

un Cappuccilli en lógico declive tras 30 años<br />

largos de carrera y un Bruson vocalmente<br />

agostado. Es lamentable que Zancanaro economice<br />

unos pianos que Verdi pide (dúos con<br />

Gilda) y que. fatigosos en teatro, en estudio<br />

debiera prodigar más. Con las Vísperas sicilianas,<br />

que Radio 2 transmitió desde La Scala<br />

el pasado 7 de diciembre. Muti revalidó cum<br />

laude su título de catedrático verdiano. No<br />

puede sorprender que, pese a algunas rigideces<br />

o violencias excesivas, su actuación sea la<br />

mejor de este registro y su razón de ser Páginas<br />

como el Preludio, la gran escena del barítono<br />

en el Acto 2 (fulminante el Cortigiam),<br />

el cuarteto o la tormenta resultan antológicas,<br />

Pero también es sensible a la vena lírica,<br />

lo que nos da tres dúos padre-hija directos<br />

pero elocuentes Por eso es lástima que la rigidez<br />

conceptual desluzca a veces una contribución<br />

de altísima categoría. Muy bien en<br />

conjunto la Orquesta de la Scala. aunque metal<br />

y madera están por debajo de la cuerda,<br />

como se pudo comprobar en el reciente concierto<br />

que dio en Madrid con Giultni. Bien el<br />

coro y aceptables los secundarios.<br />

DISCOS<br />

La toma de sonido es clara y eficaz y resulta<br />

cómodo el acceso a los puntos clave de cada<br />

acto. La ópera se ofrece completa, pero,<br />

como ya se ha dicho, sin añadidos. El texto<br />

figura en italiano y traducido a tres idiomas<br />

(español excluido), al igual que los excelentes<br />

ensayos de Julián Budden y Philip Gossett.<br />

En conjunto, una versión de interés pero<br />

menos lograda que la de Kubelik y La Scala<br />

(DG 1964) con Dieskau. Scotto. Cossotto y<br />

Bergonzi. De otras cabe destacar la perfección<br />

instrumental de la Sutherland, que. combinada<br />

con la dicción y la intensidad de Callas,<br />

formarían una Gilda perfecta, parcialmente<br />

materializada en Scotto o Gencer (Buenos<br />

Aires. 1961). Entre los tenores, Pavarotti y<br />

Kraus (3 registros oficiales y al menos otros<br />

tantos piratas) son los Duques por excelen-<br />

cía junto al otado Bergonzi. En cuanto a los<br />

barítonos, el esplendor vocal y artístico de<br />

los Amato, de Luca. Danise. Galeffi, Ruffo y<br />

Stracciari en el primer cuarto de este siglo no<br />

se ha vuelto a repetir. Tras ellos hay que situar<br />

los primeros registros de MacNeil (con<br />

Sanzogno para Decca: y en Buenos Aires, 1961.<br />

para Melodram) y la contribución algo exótica<br />

pero admirable de Fischer-Dieskau con Kubelik<br />

para DG. Renato Bruson. en el registro<br />

dirigido por Sinopoli (Philips. 1985), exhibe óptimas<br />

cualidades artísticas que una voz discreta<br />

impide desarrollar plenamente.<br />

Roberto Andrade<br />

VEROl: Rigoletto Giorgio Zancanaro, bar<br />

(Rigoletto); Daniels Dessí. sop. (Gilda); Martha<br />

Senn, mezzo (Maddalena); Víncenzo La<br />

Scola, ten. (Duque); Paau Burchuladie, ba-<br />

|O (Sparafucile}. Coro y Orquesta del Teatro<br />

alia Scala, Milán. Director: Riccardo Muti. 2<br />

CD EMI DDD CDS 7.49605.2 Grabado en<br />

La Scala. Milán, 6 y 10/1968. Productor: David<br />

Grovei. Ingeniero de sonido: Michael<br />

Sheady. Duraciones: Acto 1, 54'3é"; Acco<br />

2, 3007"; Acto 3, 31W.<br />

SCHERZO 73


DISCOS<br />

ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

Una aplicación de lectura por láser a grabaciones<br />

históricas parece estar imponiéndose.<br />

Luego de las entregas, sistemáticas<br />

y variadas, de La Voz de su Amo<br />

en su serie Ñéférences, ahora la marca inglesa<br />

Nimbus continúa aquella iniciativa con la<br />

publicación de cinco discos, en los que se recogen<br />

grabaciones de voces representativas<br />

del primer tercio de la lírica de este siglo, La<br />

colección no puede llevar mejor nombre que<br />

el de Prima Voce.<br />

El alarde técnico es sobresaliente. De cualquier<br />

forma, ya en las últimas reediciones en<br />

vmilo los resultados se notaban en calidad sonora.<br />

Las voces se escuchan con una presencia<br />

sorprendente, suenan con una riqueza y<br />

brillo casi milagrosas. Hay quienes opinan que<br />

con tanto mane|o y filtro pierden armónicos<br />

los instrumentos. Es otra manera de enfocar<br />

la disputa (innecesaria) entre el vi ni lo y el CD<br />

A la postre, lo que importa es que este esfuerzo<br />

en presentar tales voces únicas, en unas<br />

condiciones que la técnica, en principio, pretende<br />

mejorar, en el caso que ocupa son mas<br />

los éxitos que los fracasos. El ruido de fondo<br />

(en general, pues las tomas originales no son<br />

uniformes) continúa aunque menguado, pero<br />

esto mantiene la atmósfera propia de los<br />

registros, algo que un habitué agradece. Esta<br />

entrega de Nimbus. que esperamos tenga<br />

continuación, va destinada exclusivamente al<br />

que se interese por la voz humana y por la<br />

historia del canto Los demás, que busquen<br />

a la cantante mona de moda o al tenor simpático<br />

de turno (y los que rastreen las tres<br />

DDD mágicas), deben abstenerse de adquirir<br />

cualquiera de estos cinco monumentos líricos,<br />

tres dedicados a sendos cantantes en<br />

solitario: los otros dos, una miscelánea de ios<br />

cuarenta primeros años de este siglo.<br />

£1 disco de Ennco Caruso presenta ínter<br />

prefaciones del tenor napolitano de 1904 a<br />

1920, ofreciendo asi una perspectiva completa<br />

de lo que fue su evolución vocal. La belleza<br />

de la voz del joven Caruso aparece con una<br />

nitidez palpitante en las tomas, por ejemplo<br />

de L'eltsir o Manon de 1904. La fascinación de<br />

su canto está presente en Magische note de<br />

La reina de Saba de Goldmark (1909), mientras<br />

que el dramatismo y el vigor vocal se manifiestan<br />

evidentemente en Payasos (1907-190)<br />

o La /udia (1920). donde Caruso parece un<br />

barítono con esplendorosos agudos de tenor.<br />

Todo este disco es como una electrizante excursión<br />

a tos orígenes y presupuestos del canto<br />

impostada<br />

Si el sonido carustano puede evocar el de<br />

la trompeta (en el_ recitativo del Celeste Aída<br />

está patente), la voz de Martinelli nos sugiere<br />

el del clarin. El tenor de Padua poseía un instrumento<br />

contundente (bastante nasal, en La<br />

maschera), con agudos squtllanti y emisión fácil<br />

que corría fluida y segura. El disco Nimbus<br />

presenta registros realizados entre 1915 y 1928.<br />

74 SCHERZO<br />

Voces de antaño, formas de hogaño<br />

en pleno apogeo del tenor, que dilató demasiado<br />

su carrera, trabajando un repertorio amplio<br />

y variopinta Esta diversidad de estilos y<br />

ropajes aparece en el disco donde Martinetli<br />

pasa del tenor lineo que precisa Alfredo en<br />

La Traviata (1917) o Lensky en Eugenio Onegin<br />

(1921), donde evidentemente el cantante<br />

sólo pone el juego su persuasión vocal, a los<br />

arrebatos heroicos de Guillermo Té", Payasos<br />

o Trovatore. Martmelíi es en todas las versiones<br />

el genuino tenor italiano de fuerza, que<br />

hace primar siempre la insolencia del acento<br />

al abandono lírico (Es interesante comparar<br />

las versiones de Celeste Aída, ambas incluidas<br />

en los discos respectivos; la de Caruso<br />

de 1911. noble y serena: la de Martinelli. de<br />

1926. autoritaria y tajante).<br />

La soprano de sopranos. Rosa Ronselle. está<br />

representada en su disco exclusivo por las<br />

grabaciones ya difundidas y habituales: Norma<br />

(1928-1929), La Vésfa/e (1926). Ernani con<br />

el mítico trino de su insuperada cabaletta<br />

(1924), La forza del destino con Ezio Pinza<br />

(1928). Menos conocidas, están presentes en<br />

el disco cinco canciones de repertorio internacional.<br />

Todas las tomas son de su período<br />

áurea de 1923 a 1929. salvo dos de aquellas<br />

canciones que llevan fecha de 1939, grabadas<br />

luego de su (prematuro retiro. La Ponselle lo<br />

tenía todo: graveí, centro carnoso y exuberante,<br />

agudo lumínico e incisivo (no obstante,<br />

su talón de Aquiles por el tríe que la<br />

consumió). Emisión justa, talento desbordante,<br />

figura atractiva y moderna: era la soprano que<br />

todos soñamos. Cincuenta años después, su<br />

arte continúa inmarcesible. No hay duda de<br />

que si la personalidad más influyente de este<br />

sigla en terreno sopranil. fue la Callas, como<br />

material vocal y disposición canora para la<br />

ópera Italiana, la Fbnselle fue la más importante<br />

que ha dado la centuria. (Además, se<br />

puede comprobar la estela que ha dejado en<br />

Callas. Escúchese Norma, sobre todo el recitativo<br />

cortada y La éstate, del disco comentado).<br />

Los dos discos-miscelánea se intitulan Divas<br />

y Grandes Cantantes. El primero comprende<br />

grabaciones de 1906 a 1935. Se inicia con<br />

la Tetrazzini (Luisa) cantando el Saper vorreste<br />

de Osear en Un bailo m maschera (1911). con<br />

un alarde de trinos, cadencias y exhibición de<br />

Tato que es un auténtico espectáculo, aparte<br />

de reflejar una concepción del canto que se<br />

ha perdida Esta ostentación de Tetrazzmi contrasta<br />

con la intensidad que la Muzio despliega<br />

en el aria de Margarita de Metistofele de<br />

Boito (1935). También debe hablarse de espectáculo,<br />

desde cualquier óptica que se mire,<br />

la versión de Fneda Hempel de la segunda<br />

ana de la Rema de la Noche de Die Zauberflóte<br />

(1911). con unos agudos gratuitos y capaces<br />

de cortar el aliento (al oyente, a ella<br />

obviamente no). A su vez, la Galli-Cura da<br />

su versión sopranil y de virtuosa a la ños i na<br />

de El Barbero de Sevilla, espléndida de sonido<br />

y agilidad (1917). Eva Turner en el Ritorna.<br />

vinotor de Aída (1928) convence menos que<br />

en su Turandot, donde es particularmente célebre.<br />

Adelina Patti, con sesenta y tres años<br />

canta en español La Calesera de Yradier<br />

(1906), que es un prodigio del disparate naíf.<br />

Lotte Lehmann cual Leonora del Fidelio es la<br />

voz que probablemente todos asociamos con<br />

dicho papel. Menos impactantes que las señaladas,<br />

el resto de las voces presentes en el<br />

disca siempre sólidas y ejemplares cantantes,<br />

son: Eide Norena. delicada Juliette de corte<br />

lineo más que ligera que canta el popular vals<br />

de Gounod (1928): Mana Nemeth, como correcta<br />

(en términos de la época, lo cual es mucho<br />

decir) Leonora de II Trovatore (1927) en<br />

la primera intervención solista de la ópera: Nellie<br />

Melba canta un fragmento de Mimi en Bohéme<br />

(1909). con la seguridad y aliento que<br />

se conoce, pero que la hubiéramos preferido<br />

en otra intervención más adecuada en lugar<br />

de esta pucciniana. La rusa Nina Koshetz<br />

canta dos fragmentos de obras de su tierra<br />

con voz rara y atrayente. fbnsdie es ahora una<br />

Butterfly (1919) opulenta.<br />

En el segundo de los discos en grupo de esta<br />

colección Nimbus hay también bastante que<br />

puntualizar, aunque se haga a vuela pluma. El<br />

Brindis de Lucrezia Borgia de Donizetti no tiene<br />

desperdicio en la excepcional voz de Ernestina<br />

Schumann-Heinck (el registro es de<br />

1909): citemos los formidables trinos que,<br />

morfológicamente, parecen imposibles para<br />

una voz de contralto como la suya, y la agilidad,<br />

asimismo John McCormack canta II mío<br />

tesoro del Octavio de Don Ciovanni. en la<br />

que resulta quizás una de las mejores y más<br />

viriles versiones que existen en disco (1916).<br />

Dos baritonos diversos, en mecanismos y alcance.<br />

Ricardo Straccian y Lawrence Tibbett,<br />

están representados respectivamente como<br />

Fígaro (del Barbero) y Renato (del Bailo), imaginativo<br />

y clásico el primero; generoso y menos<br />

formal el segundo (1917 y 1929).<br />

El canto disciplinado, laborioso (en esta edición<br />

de 1928). siempre intrépido de Giacomo<br />

Lauri-Volpi en A te, o cara de Puntam es<br />

diverso del estilo concentrado y distendido<br />

que Beniamino Gigli derrocha en el racconto<br />

tenoril de Bohéme (I93t): dos mondos igualmente<br />

valiosos.<br />

Tetrazzini y Galli-Curcí, de nueva representan<br />

a las fulgurantes sopranos ligeras del período<br />

las dos en cometidos bel límanos:<br />

Sonnambula la primera, de 1911; Puntani. la<br />

segunda de 1923.<br />

Eva Turner es ahora la Turandot de In questa<br />

reggia, que la coloca en cabeza de las mejores<br />

intérpretes de este endemoniado papel.<br />

Dos voces graves, opuestas en color y pretensiones,<br />

son las de Marian Anderson, representada<br />

por una educada e impecable<br />

(musicalmente) Dalila de Saint-Saens, que can-


ta en inglés con esa su voz de terciopelo umbroso:<br />

y la de Conchita Supervla. que a falta<br />

de Resina o Isabella, está suficientemente representada<br />

por su Habanera de Carmen<br />

(1930). llena de vida y penetración psicológica<br />

del persona|e. Tito Schipa y Mafalda Favero<br />

cantan el Dúo de las Cerezas de LAtnico<br />

Fritz de Mascagni. donde la lección canora del<br />

tenor (la frase Tullo tace es de éxtasis) adquiere<br />

oportuna réplica en el arte, cálido y<br />

estimulante, de la soprano (1937). Se cierra<br />

la recopilación con Richard Tauber, impecable<br />

lamino en Dies Buldnis de La Flauta mágica,<br />

de voz no muy bella, pero llena de<br />

sugerencias que ya se conoce Anteriormente,<br />

Caruso y Ponselle vuelven a cantar las páginas<br />

de ft^asos y Norma que figuran en sus<br />

recitales en solitario, lo cual no es muy generoso<br />

ni inteligente por parte de Nimbus (para<br />

el/la que quiera adquirir los cinco discos).<br />

Claudia MUZIO figura aquí cantando la sosita<br />

Ombra di nube del igualmente sosito Refice:<br />

se precisaba algo más excitante,<br />

Moraleja: Totalmente recomendables Es como<br />

un aire puro y saludable para la discoteca,<br />

en un momento en que se editan tantas<br />

cosas sin interés, caracterizadas por la ordinariez<br />

y la falta de preparación.<br />

ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

Los cuatro temperamentos<br />

Allegro cómodo e fiemmatico y Allegro sanguíneo.<br />

En el articulo Vísperas de revolución, dulzura<br />

de vivir (en este mismo número)<br />

apunté, para la música británica, una posible<br />

presentación de los estilos interpretativos<br />

de los directores también británicos: la<br />

identificación (Boult); el rechazo, o al menos<br />

un cierto distanciamiento (Britten): la integración<br />

(Solti): eran los directores que me tocó<br />

comentar, y hoy dos directores, de generación<br />

posterior, Bryden Thompson y Vernon<br />

Handley. cierran un circula elevando a otra<br />

potencia los criterios de sus predecesores.<br />

DISCOS<br />

Los Conciertos de Stanford están servidos<br />

por una solista de primer plano, y quienes no<br />

se molesten por el clima semi-Brahms semi-<br />

Raimamnov del Segundo Concierto se dejarán<br />

seducir por el brío y sucumbirán en la frenética<br />

danza final.<br />

Los Nonetos de Parry y de Stanford. escritos<br />

en 1877 y 1905. por encima de sus referencias<br />

un poco convencionales (Brahms.<br />

Schumann y ¡Wagnerí). poseen una innegable<br />

originalidad: la estructura de la recapitulación<br />

(Parry) y la superposición de fraseo, de métrica<br />

y de tempi (Standford). Si el grupo Capricorn<br />

es menos conocido que el Orpheus,<br />

por ejemplo, se debe únicamente a criterios<br />

extramusi cales.<br />

Vernon Handley continúa el estilo de Boult.<br />

cruzándolo con el de Solti: encontramos la<br />

misma energía, pulsión vital, no solamente en<br />

los clásicos, sino en los compositores que<br />

Fernando Fraga (redescubrimos; Stanford, Bax. Brian... el mismo<br />

amor, la misma rudeza (Boult), el mismo<br />

ENRICO CARUSO: Arias de Manon, Tos- sentido del tempo (Solti), Interpretación imca,<br />

L'elisir d'amore. II Trovatore, (¿africana, Paplicada<br />

en primer grado; es nuestro Allegro<br />

gliacó, Don Sebastiana Rigoletta La Reina de sanguíneo.<br />

Saba, La lorza del destina Aída, Un bailo m Bryden Thompson, al contrario, sigue por<br />

Leighton murió hace dos años, y su obra<br />

dentro de la tradición británica no demuestra,<br />

en un primer contacto, un deseo de originalidad:<br />

a través de los filtros introducidos<br />

por el compositor se puede reconocer, o intuir,<br />

una elaboración personal entre los lenguajes<br />

de Walton y de Dallapiccolla.<br />

La riqueza de las interpretaciones y de las<br />

obras son una muestra más del envidiable ni-<br />

maschera. Lo Schiavo, Manon Lescaut, II Du- una parte las huellas de Britten, se distancia vel musical británico.<br />

ca d'Alba, La /uive. NIM8US NI 7803. Dura- más que Handley; y por otra parte coincide<br />

ción: 7S'02'\<br />

con algunos directores que no son ni nativos,<br />

GIOVANNI MARTINELLI: Canta páginas ni lo intentan, como Smopoli, por ejemplo Es-<br />

de Cavallena rusticana, Ernán, Iris, La Traviacoge unos tempí muy anchos que le permita.<br />

Eugene Onegm, Cuglielmo Tell, Aída, Feten una reflexión sobre el objeto sonoro, ver<br />

dora, Andrea Chenier, La forza del destino, las obras a través del recuerdo Es la interpre-<br />

Pagliaco, II trovatore- Con de Luca, Pinza, Pontación<br />

más ambigua (que ya hemos aplaudiselle.<br />

Anthony. NIMBUS NI 7804. Duración:<br />

do en otras reseñas): interior y exterior a los<br />

mundos musicales evocados. Se trata de un<br />

76'3 2".<br />

inmenso director, modernísima tanto en el<br />

ROSA PONSELLE: Canta La Gioconda.<br />

repertorto nacional como en el foráneo (su<br />

Otello, Aída, Ernani, La Vestale, La forza del<br />

Bruckner. por ejemplo).<br />

destina Norma Cinco canciones. Con Ma-<br />

Pedro Elias<br />

BAX: Obras corales. Enchanted Summer.<br />

Walshinghane. Fatherland. Anne Wllliams-<br />

King, Lynore McWhirter (sop.). Martyn Hill<br />

(ten). Brighton Festival Chorus. Royal Philharmonic.<br />

Vernon Handley. DDD Londres<br />

1988. CD CHANDOS CHAN 8635 SrS9".<br />

LEIGHTON: Concierto para cello y orquesrión<br />

Telva. NIMBUS NI 780S. Duración:<br />

76'<strong>42</strong>".<br />

ta. Sinfonía n." 3. Raphael Wallfisch (cello).<br />

Orquesta Nacional de Escocia- Bryden<br />

DIVAS 1906-1935: Tetraizini. Melba, Pat- Allegro collerico y Andante malinconico Thompson. DDD. Glasgow 1989. CD<br />

t¡, Hempel. Galli-Curci. Ponselie, Lotee Leh- e invi dioso<br />

CHANDOS CHAN 8741. S9<br />

mann. Turner, Koshetz. N oren a. Nemeih y<br />

Muzio cantan fragmentos de Un bailo in mas- Envidia produce tanto el nivel de las interenera.<br />

Rigoletta Mignon, La Bohéme, L3 flauta pretaciones como el del repertorio No con-<br />

mágica. Don Cesar de Bazan, El barbero de tentos con las excelentes versiones de los<br />

Sevilla, Madama Butterfly, Fidelio, Aída, Sad- compositores de nuestra Edad de Ora las<br />

ko, El principe Igor. II Trovatore, Mefistofele. músicos británicos están grabando más o me-<br />

Canciones. NIMBUS NI 7802. Duración: nos todo su repertorio, la integral de las trein-<br />

7702"<br />

ta y pico sinfonías de Brian está en marcha,<br />

GREATSINGERS 1909-1938: Luisa Terra- las de Standford y de Bax acabadas. Una vez<br />

zini (La Sonnabula), Enrico Caruso (Payasos), realtzada esta labor, se empiezan a editar las<br />

Schumann-Heink (Lucrezia Borgia), McCor- obras menos conocidas de estos compositomack<br />

(Don Giovanm). Galli-Curci (I Puntam), res: el disco consagrado a Bax ofrece obras<br />

Riccardo Stracciarí (El Barbero de Sevilla), Rosa<br />

Ponselle (Norma), Evi Turner (Turandol),<br />

L. Tibbett (Un bailo m maschera), Conchita<br />

corales, pero (es el colmo) no Mater ora filium,<br />

quizá su obra maestra, sino Fatheriand.<br />

Walsmghame y Enchanted Summer (esta úl-<br />

Supervia (Carmen), Beniamino Gigli (La Botima, novedosa estamos en 1910—}. Las<br />

héme), Marian Anderson (Samson el Dalila), obras son indispensables para profundizar en<br />

Tito Schipa y Mafalda Favero (Cárnico Fntz), el conocimiento de su autor, anuncian Tinta-<br />

Claudia Muzio (Ombra di nubbe) y Richard gel y su Sexta Sinfonía, y recuerdan algunas<br />

Tauber (La flauta mágica). NIMBUS NI 7801. obras contemporáneas (Flos Campí de Vaug-<br />

Duración: 7S"I2".<br />

han Williams).<br />

1 36".<br />

PARRY: Noneto para flauta, corno inglés, fagots,<br />

trompas.<br />

STANDFORD: Noneto para flauta, dármete,<br />

fagot, trompa, violmes. viola, cello y contrabata<br />

Capricom. DDD 1987 Londres.<br />

Productor: M. Brown. Ingeniero: A. Howell.<br />

CD HYPERION CD A66291. 53*16".<br />

STANDFORD: Concierto para piano y orquesta<br />

n" 2 Variaciones concertantes sobre<br />

un tema inglés. Margaret Fingerhut (piano).<br />

Ubter Orchestra. Vemon Handley. DDD Belfast<br />

1989 CD CHANDOS CHAN 8736.<br />

Para los discos Chandes: Productor: Brtan<br />

Couzens. Ingeniero: Ralph Comeos.<br />

SCHERZO 75


DISCOS<br />

ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

Cuando Orson Welles, tritagonista de El<br />

tercer hombre, formulaba la odiosa<br />

comparación entre la cruel Italia de los<br />

Borgia. floreciente de arte, y la apacible Suiza<br />

democrática, productora del reloj de cuco,<br />

emitia probablemente un juicio temerario<br />

—el genio suele serlo—. Sin embargo, sea por<br />

su redondez, sea por la credencial de su autor,<br />

el malentendido estaba destinado a prosperar.<br />

El lote de II CDs que la firma Claves —<br />

Suiza— lanza al mercado, tiende con bazas seguras<br />

a desmantelar aquel malentendida Pero<br />

vayamos por partes: porque el lote<br />

comprende, al menos, cuatro categorías de<br />

producciones, que analizaremos con más comodidad<br />

por separado, a saber: una primera<br />

de clásicos, sin más, que entra en<br />

competencia con la flor y nata del gran mercado,<br />

con cuatro autores —Vivaldi. Emanuel<br />

Bach. Mozart y Chopm—. y medio —Albinoni,<br />

en fugaz asomo—, en cuatro CDs: una segunda,<br />

de 2 CDs monográficos de dos notables<br />

compositores suizos poco conocidos —<br />

Othmar Schoeck, I8B6/I9S7. y ¡ulien-Francois<br />

Zbinden, nacido en 1917—. servidos por mensajeros<br />

de tanto lujo como Dietrich Fischer-<br />

Dieskau (los años no perjudican al mito) y la<br />

Orquesta de Cámara de Lausanne; una tercera<br />

de versiones inusuales —Johann Strauss<br />

al teclado a cuatro manos— por el Dúo Crommelynck.<br />

de transcripciones y arreglos para<br />

el violin de Ingolf Turban, y otro tanto para<br />

los dos violoncellos de los hermanos Derrienga<br />

—suizos—. en 3 CDs: y una cuarta de 2<br />

CDs conteniendo sendas especies de curiosidades<br />

y habilidades, las de la trompa alpina,<br />

por un lado, y las de varios instrumentos<br />

mecánicos —organillos, cajas de música, pájaros<br />

mecánicos, relojes musicales (dése a Orson<br />

Welles su parte de razón) y el mismísimo<br />

fonógrafo de Edison—, por otro.<br />

Redentora perfección<br />

Musiche Véneziane es el título del CD dedicado<br />

a Vivaldi —3 Conciertos per arcbi e<br />

cémbalo, 2 Sinfonía per archi, 1 Conaertopara<br />

2 trompas y I Concierto para 2<br />

trompetas— y a Albmoni —3 Conciertos per<br />

archi e cémbalo y uno recuerda lo que se<br />

dice que dijo Dallapiccola de Vivaldi: no cientos<br />

de conciertos, sino cientos de veces el mismo<br />

concierto. Por supuesto, esto no es<br />

verdad. Pera para evidenciar la malicia de Dallapiccola<br />

es menester algo más que corrección<br />

y dignidad. Son notables los trompetas<br />

Gerd y Zapf y Miroslav y Kejmar, y tiene buen<br />

temple el violoncello Heinrich Klug, pero el<br />

conjunto introvierte a este par de músicos generosos<br />

si los hubo e incurre en monotonías<br />

de fraseo fuera de tono —donde Vivaldi escribe<br />

«allegro ma poco», tales caballeros leen<br />

«poquísimo»—. De todo ello redime la perfección,<br />

guste o no guste; pero no es el caso.<br />

76 SCHERZO<br />

La maldición del reloj de cuco<br />

Aunque la toma de sonido es buena. »quae<br />

natura non dat...».<br />

Incomparables, en cambia los amorosísimos<br />

triosonaten —cuatro— del joven Emanuel<br />

Bach, no desprendido aún. pero despegado<br />

ya. de la tutela paterna, con 17 a 20 años, y<br />

revisados más tarde. El oboe de Ingo Gontzki<br />

sustituye sin menoscabo al presunto violín<br />

y la flauta de Renate Greiss suena ardorosa,<br />

como debe ser. Acaso el trio —violoncello y<br />

contrabajo más clave— que articula el continuo,<br />

en trance de desalojo en la obra de Bach<br />

|r. abusa la disciplina del puro oficio de<br />

ground. Es una opción legítima, en todo caso,<br />

que acentúa la sombra del viejo y se atiene<br />

a la cronología, sin aventurar anticipaciones.<br />

Pero la joya de la colección, tanto en esta<br />

sección como en el conjunto que comento,<br />

es. con mucho, el CD consagrado a los seis<br />

Cuartetos milaneses de Mozart, admirablemente<br />

revividos por el Cuarteto Sonare, don-<br />

__ '""•'ZBtNDEN<br />

Contarte poarorttimn gp. 67<br />

Conctnepotr!*uttiointcintitt6iiatn*i op.56<br />

Ontabu ctanampsu>iMAaMr*iilicA(i7iAf>


o y ama el contrapunto Es moderno, sin<br />

neura de modernidad. Y acredita que, en la<br />

segunda mitad de nuestro sigla se viene produciendo<br />

un retorno a la saludable práctica<br />

del arte por encargo. A ella obedecen los tres<br />

conciertos —amén del citado, uno para oboe<br />

y otro para orquesta, ambos de finales de los<br />

70— / el poético Divertissement para contrabajo.<br />

Opus 10. del año 51. Una muestra,<br />

pues, adecuada para conocer a un músico de<br />

nuestros dias que, no lo duden, merece ser<br />

conocido<br />

Tres CDs corresponden al apartado tercera<br />

que he descrito en cabeza de este comentario.<br />

Patnck Crommelynck — Bruselas/Mos-<br />

CÚ/Viena— y Taeko Kuwata —Tokio/Viena—<br />

unen sus cuatro manos al teclado, bien conjugadas,<br />

para un Johann Strauss de gabinete,<br />

cerca de nuestras abuelas y lejos del florido<br />

Neüe/ahreskoraert. En la premura inevitablemente<br />

histérica de esos valses reducidos del<br />

gran salón a la alcoba, se apercibe un filón freudiano<br />

que obliga a una elección sociológica y<br />

no musical. Táchese lo que no proceda —por<br />

descontada la técnica, ingeniería incluida, es<br />

impecable—.<br />

Igolf Turban —vioün bávaro—. con Jean-<br />

Jacques Dünki —piano suizo—. se divierte y<br />

nos divierte, si aceptamos el juega con 20 golosinas<br />

—éste sí que es Año Nuevo— al hilo<br />

de la nostalgia, que titula el CD Las más sor<br />

transcripciones: cruces, a la vez inocentes y<br />

perversos, tales corno Albéniz/Kreisler. Valle<br />

de faz/Heifetz, Moszkowski/Sarásate o Fauré/Casals,<br />

El jazz comparece vía Martinu y el<br />

Dios salve a la Reina, vía Paganini. Otras piezas<br />

son originales y poco comunes, amén de<br />

golosas: el no tan quietoso Andantino quietoso<br />

de Franck, La Caprideuse de Elgar, el<br />

Capricao-Valse de Wieniawski o la Pantomima<br />

de Schntttke. Una atmósfera como de Biedermeier<br />

recorre todo este CD que se<br />

empieza oyendo a saltos y se acaba oyendo<br />

entero. Y paladeándolo —la calidad de sonido<br />

nada deja que desear—.<br />

Transcripciones<br />

Patríele y Thomas Derrienga, cellistas ambos,<br />

suizos ambos, formados cerca de primeras<br />

espadas —|anigro, Rostropovich— y<br />

partenaires de otros primeras espadas —<br />

Kremer. Holliger— navegan con fortuna el<br />

controvertido mar. asimismo, de las transcripciones,<br />

siendo ellos sus propios transcriptores.<br />

Sospecho que Falla aprobaría de buen<br />

grado su Danza ritual del fuego y si Paganini<br />

no lo hiciera con sus Variaciones sobre un tema<br />

de Rossini —el inspirado tema procede del<br />

Mosé—. peor para Paganini. En uno y otro caso,<br />

el dúo da la óptima medida de su etérea<br />

ligereza y de su pathos profunda levedad y<br />

gravidez maravillosamente equilibradas. En el<br />

resto del recital, junto a títulos originales de<br />

Barriere —1705-47—. Popper -1843-1913- y<br />

Furrer-Münch. inscriben una creación de su<br />

propia cosecha, del 54, no ajena al hipersensible<br />

universo pos-weberniano. Interesantes el<br />

fondo y la factura y competente la grabación.<br />

A la gloria de la trompa de los Alpes es la<br />

divisa grabada en la medalla conmemorativa<br />

de la primera Fiesta de los pastores alpinos<br />

WIENERWALZER<br />

DÚO CROMMELYNC<br />

Klavierzii4H<br />

SCHOECK<br />

DIETRICH rTSCHER-DieSKAU<br />

KAKTT1UT HÓLL. KLAV1EK<br />

en 1805. Trátase de un cuerno de madera, cuya<br />

longitud sobrepasa la estatura de un pastor<br />

suizo. Como trompa natural que es —sin<br />

llaves, por supuesto—, la gama de sonidos que<br />

se obtiene de ella es reducida y la razón de<br />

su encanta Derivaciones u otras variedades<br />

son el Búcheí. cuyo pabellón se pliega como<br />

el de una trompeta, la Tibí cónica y de hierro,<br />

y la trompeta de vidria Este CD reúne<br />

muestras de todas ellas, al aire libre, con sus<br />

ecos, y en concierto, con el aliño, inclusa de<br />

un coro o de un armomum de iglesiuca —<br />

simbiosis deliciosa de naturaleza y misterio—,<br />

Brahms le ha rendido tributo al comienzo del<br />

movimiento final de su Primera Sinfonía y<br />

Mahler le ha rondado en el postillón de su<br />

Tercera,<br />

Artilugio* musicales<br />

De la vendetta de Rigoletto/Gilda a los cazadores<br />

del Freischütz, todo cabe en una ca-<br />

|ita de música. A ella, al organillo en sus<br />

especies vanas —de carrusel, de mendiga de<br />

salón, de reloj (el inevitable reloi suizo da a<br />

Orson Welles su parte de razón)—, a la 7/3batiére<br />

o caja de pájaros mecánicos, a la citara<br />

Orpheo —especie de pianola— y otros<br />

artilugios semejantes da cabida este CD variopinto<br />

que nos recuerda que Haydn y Mozart<br />

no tuvieron a menos componer para<br />

ellos. Sus nombres son tan diversos como sus<br />

paternidades, a veces oscuras: Sennette. Herophon.<br />

Aristón. Orchestrion. Órgano de Berbería<br />

son algunos de ellos. Y funcionan con<br />

DISCOS<br />

incisiones en discos, en cartón plegado o en<br />

cilindros. El via|e concluye con el fonógrafo de<br />

Edison y es un ref nado placer oir rematadamente<br />

bien lo rematadamente mal que suena<br />

el adán de tales cachivaches.<br />

Joaquín Arnau Amo<br />

MUS1CHE VENEZIANE. VIVALDI: Concierto<br />

para dos trompas en Fa mayor. Concierto para dos<br />

trompetas en Do mayor, 3 Conciertos para arcos<br />

y cémbalo, en La, fíe y Sol mayor. Sinfonía en Si menor<br />

para arcos. ALBINO NI: Conciertos Opus 7/1<br />

y 4, en Re y Sol mayor y Opus 10/1 en Si belmol<br />

mayor. Klamand y O. Schmfti —trompas—. G. Zaol<br />

1 M. Ke|mar — trompeta»—. JE. Dahler<br />

—cémbalo—. Accademií Initrumentalis Ctaudto<br />

Monteverdi. Director: H.L. Hirsch. CLAVES CD<br />

50-601 ADD 6255". Grabación: Munich IM97S.<br />

Producción Claves. Ingeniero: Alfons Seúl.<br />

C.PE. BACU: Sonatas en trio en Sol mayor WQ<br />

144. Re menor WQ 145. Do mayor WQ 147 y Re<br />

mayor WQ 151. Merlin Ensemble. CLAVES CD<br />

50-6902 DOD 54'27". Grabación: Radío Bramen<br />

1989. Coproducción Radio Bremen y Claves. Ingeniero:<br />

Klaus Schumann.<br />

MOZART Cuartetos milaneses K. 155 a 160. Sonare<br />

Quartett. CLAVES CD 50-A9I6 DDD 6627".<br />

Grabación: Dannnadt 7/1989. Producción Clavel.<br />

Ingeniero. Remund Grimm.<br />

CHOP1N: Conciertos para piano n.° I en Mi menor<br />

Opus II y n° 2 en Fa menor, Opus 2t. Eugen<br />

Indjic —piano—. Orquesta Filarmónica de Varsovia.<br />

Director Kiwnierc Kord. CLAVES CD 50-8911<br />

DDD 7O'I7". Grabación: Varsovia 4ÍI9B9. Producción<br />

Claves. Ingeniero: Tci)e van Getst<br />

SCHOECK: Das stille Leuchten. Ciclo de 28 Lieder.<br />

Dletrich Ftscher Dieskau —barítono— y Hartmut<br />

Hall -piano-. CLAVES CD 50-8910 DDD<br />

5I'O6". Grabación: Beríin 2/I9B8. Producción Claves.<br />

Ingeniero: Teije *an Geest.<br />

ZBINDEN: Di&rt&sement, para contrabap y orquesta,<br />

Opus 10. Conciertos tOrnhalau* para orquesta<br />

de cámara, Opus 38, para oboe, Opus 56<br />

y para orquesta. Opus 57. B. Schenkei —oboe—.<br />

F. Petracchi —contrabajo—. Orquesta de Cámara<br />

de Lausanne. Director: Arnwi Jordán. CLAVES CD<br />

S0-89I9 ADD 59'03". Grabación: Radio Suiue Romande.<br />

Coproducción Suisse Romande/Claves. Ingeniero:<br />

Phílippe Rosiel<br />

STRAUSS: tóíses de Viena. Dúo Crommelynck<br />

—piano a cuatro manos—, CLAVES CD 50-8915<br />

DDD 58'5I" Grabación: Thun 1989. Producción<br />

Claves. Ingeniero: Jakob Siimpfli.<br />

VERACINI/SIBELIUS/SCHUBEfiT/POLDINI/PA-<br />

GANINI/MARTINU/KREISLER.'PARADIS/CO-<br />

LLE T/ FRANCK.'S A R ASAT E / E LG A R/ST RAWINS-<br />

KI/ALBENIZíVALLE DE PAZ/KORNGOLD/WIE-<br />

Nl AW5K1/MOS2K.OWS KlíFAURE/SCHNITTKE.<br />

Piezas originales y transcripciones para violm Ingolf<br />

Turban —violin— y fean-Jacques Dünkl —piano—.<br />

CLAVES CD 50-B9I7 DDD 6I 1 49". Grabación:<br />

Londres 8/1989. Producción Claves. Ingeniero:<br />

Georg-Albrecht Eckte.<br />

BARRIERE/PAGANNINI/FURREB-MUNCH/FA.<br />

LLA/DEMENGA/POPPER: Piezas originales y transcripciones<br />

para dos violoncelos Patnck y Thomas<br />

Oemenga. CLAVES CD 5O-B9O9 DDD 62'52" Igleitade<br />

Blumemtein. 3/1989. Producción Claves. Ingeniero.<br />

Tei^e van Geest.<br />

ANONIMOS/L. MOZART/VON WARTEN-<br />

SEE/ISOZ A la gloria de la trompa de los alpes.<br />

CLAVES CD 50-500 ADD 4011". Grabación. Thun<br />

y otros lugares 1974/75. Producción Claves Ingeniero:<br />

jakob Stámp/Ii.<br />

Caías de Música y Órganos Mecánicos. 32 muestras<br />

en diversos instrumento». CLAVES CD 50-815<br />

ADD 47'I3". Grabación Thun. Producción Clavel.<br />

Ingeniero: Jakob Siimpfli.<br />

SCHERZO 77


DISCOS<br />

ESTUDIO DISCOGRAFICO<br />

Tippett: una criatura de nuestro tiempo<br />

La sinfonía, desde Beethcven, se convirtió en<br />

ámbito sonoro en que ponderar cuestiones<br />

humanas. Desde Ivés —tardiamente reconocido—<br />

fue reflejo e incluso residencia-del acontecer<br />

aparentemente caótico de nuestro tiem<br />

po y de las detenciones del movimiento que<br />

conducen a la soledad introspectiva. Desde Mahler<br />

era ámbito de lucha, a veces de precario sostenimiento,<br />

a menudo de caída. Las formulaciones<br />

clásicas del siglo XX no terminan con las ma-<br />

Idientes tendencias humarustas de la sinfonía, como<br />

demuestra el caso de Sir Mrchael Tippet; al<br />

contrario, la lección de Stravmsto. contra la propia<br />

premisa, permite un lenguaie que refuerza<br />

la tendencia. De ahí que junto a compositores<br />

como Messiaen o Lutoslawski. Tippett se constituya<br />

en traductor musical {sea en música pura<br />

o impura, sea sinfonía o sea drama) de profundas<br />

cuestiones humanas tratadas mediante la dialéctica<br />

abstracción-referencia que tanto enriquece<br />

a ese aspecto sonoro estéticamente controlado<br />

que llamamos música, en una síntesis que ofusca<br />

a los partidarios del pentagrama, la nota pura,<br />

las cuartas y las terceras, la forma sonata o<br />

su ausencia, la tonalidad o su suspensión, y que<br />

en lo demás sólo ven —a veces no les falta ratón,<br />

desde luego—, puro camelo. El excelente<br />

y amplio estudio de nuestro compañero Francisco<br />

Ramos (En tos 85 años de Michael Tippett.<br />

SCHERZO núm. 41, p. 98-105). síntesis del itinerario<br />

creativo de nuestro compositor, nos permite<br />

acceder a estas sinfonías con amplio<br />

conocimiento de causa. Remitimos a él nuestros<br />

lectores y lo damos por leido.<br />

No hay metimientos especialmente lirkos en el<br />

Tippett sinfonista. La clave es lo dramárco En<br />

su evolución estética las cuatro sinfonías se presentan<br />

alrededor de otras tantas óperas de composición<br />

inmediata, con cu/o sentido se<br />

empare|an (ver cuadro). Por lo tanto, es lógico<br />

adjudicarles a las primeras ufas intenciones dramáticas<br />

cuando menos latentes. El enfrentamiento<br />

se da entre acción y reflexión (alteración y<br />

Primera Sinfonía<br />

Segunda Sinfonía<br />

Tercera Sinfonía<br />

Cuarta Sinfonía<br />

TiPPeTT<br />

IHK SYMmONlES<br />

—a esas alturas— un heterodoxo respetuoso. Final<br />

del primero de los cuatro actos: testo se llama<br />

sinfonía, pero yo estoy francamente inquieto»<br />

(y. si no, escuchemos el final, esa terrible fuga<br />

abatida a hachazos por una brutal percusión).<br />

Si The mídsummer marnage es trasunto de<br />

la Primera Sinfonía. Kmg Priam lo es de la Segunda<br />

(o al contrario). De nuevo nos encontramos<br />

ante una dialéctica dasfásmo-renojación. que<br />

no es compromiso ni síntesis, sino algo previo<br />

a esta última: en rigor, enfrentamiento y yuxtaposición<br />

activa de elementos de estilo y de contenidos<br />

de discurso. El concertó barroco, !a<br />

sinfonía beethoveniana y la más violenta de las<br />

composiciones neoclásicas stravinsloanas —la Sinfonía<br />

en tres movimientos— parece estar presente<br />

aqüi. \femos que la forma sonata (Allegro<br />

vigoroso inicial) le sirve a Tippett. sobre toda<br />

para plantear la lucha, para sugerir las fuerzas<br />

en presencia. El implacable tema nervioso principal<br />

con protagonismo del metal y la constancia<br />

del bajo ostmato aportan una agilidad<br />

fundamental al movimiento En profundo contraste,<br />

el segundo movimiento. Adagio, es un típico<br />

tempo lento del compositor, sin especial lirismo,<br />

con una sensación inquietante que viene no<br />

sólo del recreado clima de misterio, sino<br />

Fechasde<br />

las cuatro sinfonías yde<br />

lis cintro óperas de Tippecc<br />

1944-1945<br />

1956-1957<br />

1970-1972<br />

1976-1977<br />

ensimismamiento, en terminologia orteguiana).<br />

entre despliegue y repliegue, entre expresión e<br />

introspección-, y esto es lo característico dd sinfomsmo<br />

de Tippett. lo que es preciso advertir<br />

para empezar a comprenderle. Ése planteamiento<br />

lleva al perfecto equilibrio formal, y por ello<br />

espiritual de la Primera Sinfonía. ¡Qué se advierte<br />

ya? Que no se suspende sine die la tonalidad,<br />

sino que se la respeta; que se han asimilado las<br />

lecciones politonales de los últimos treinta años<br />

(ver fecha); que es un discurso original, sin concesiones<br />

al sentimentalismo: que debe a los neoclásicos<br />

tanto como a la propia tradición sinfónica<br />

romántica, que si no conoce a (ves no tiene importancia,<br />

que cualquier elemento expresivo pue<br />

de ser adecuado para el discurso sinfónico, que<br />

se trata de un músico que parece pretenderse<br />

78 SCHERZO<br />

The midsummer marnage<br />

King Priam<br />

The Knot Garden<br />

The Ice Break<br />

1946-1952<br />

19581961<br />

1966-1969<br />

1973-1976<br />

también de que las frases sean esbozadas y<br />

nunca concluidas: un movimiento bellísimo, una<br />

dolo rosa ensoñación a cuyo alrededor se plantea<br />

el discurso sinfónica pero que transcurre fuera<br />

de él. La novedad rítmica del Presio («una<br />

especie de scherzo en forma de espep>) no impide<br />

la ortodoxia formal: en su brevedad tenemos<br />

una estructura tripartita de sonoridades<br />

stravinskianas. con una culminación a manera de<br />

trio, e implacable secuencia. El clima del Allegro<br />

regresa en el Finóle, con seme|ante carácter<br />

decisivo del bajo ostmato y del enfrentamiento<br />

de temas (que. además, lo es de tonalidades).<br />

Pero tienen lugar claras evocaciones del clima del<br />

Adagio Finalmente: ni Apolo ni Dionisos: nada<br />

de dioses, héroes si acaso, como Orfeo o Heracles.<br />

Drama, tragedia inclusa pero con una de<br />

las máximas de Delfos: nada en exceso: la otra<br />

—conócete a ti mismo— es precisamente el argumento<br />

de las cuatro sinfonías, las cuatro óperas,<br />

y las demás obras de Tippett. Una difícil<br />

síntesis esta Segunda Sinfonía, permitida por una<br />

forma venerable, rigurosamente respetada, la sin-<br />

'onia; de igual modo que otra leyenda también<br />

venerable permite algo muy pareado en la ópera<br />

Kmg Priam.<br />

Con el privilegio de nuestra perspectiva podemos<br />

aventurar que las tendencias ya señaladas<br />

—que se desarrollan mas explícitamente en<br />

las obras de carácter dramático—alcanzan su amplia<br />

expresión en la Tercera Sinfonía. Con los conceptos<br />

de Arrest («energia comprimida») y<br />

Movement («explosión de energia») formula el<br />

propio Tippett la dialéctica presente en el primer<br />

movimiento un doble Allegro (Anest = non<br />

troppo e pesante, Movement: molto e con grande<br />

energía). Este primer movimiento encabeza<br />

el tríptico de la llamada primera parte de la Sinfonía.<br />

El segundo es otro típico Adagio sobrecogedor,<br />

amplisimo. sugerente. cuya aparente<br />

morosidad está cargada de tensión. Como los<br />

de las dos anteriores sinfonías, y en mayor medida,<br />

es una música que evoca nocturnidades,<br />

desolación, un dolor oculto, no explícito, expresado<br />

en sutiles sonoridades donde la percusión<br />

afinada tiene mucho que hacer —sobre todo,<br />

timbricamente— y las gamas dinámicas se mantienen<br />

casi siempre bajas, en un acecho en el que<br />

no existen ternas, sino sólo ideas que se transforman,<br />

creceny se desmienten en un continuo<br />

que les da sentido.<br />

La segunda parte se divide en otros dos movimientos,<br />

el primero de los cuales es un breve<br />

Scherza oposición al mundo sonoro del Adagio<br />

en su vivacidad, alegría, multiplicación de efectivos,<br />

valores mínimos en rápida carrera... El amplio<br />

Finale introduce diversos elementos<br />

procedentes del blues (no hemos quendo sobrecargar<br />

las anteriores referencias sinfónicas con el<br />

amor de Tippett hacia las citas, lo hace mejor<br />

que nosotros Francisco Ramos en el articulo citado).<br />

Curiosamente, el tránsito del <strong>Scherzo</strong> al<br />

primer blues. un blues lento, se realiza mediante<br />

una cita de la Novena de Beethoven. rápida<br />

Tiente desmentida por el clima del primero de<br />

los cuatro poemas cantados en la Sinfonía. Era<br />

lógico que en esta obra decisiva introdujera Tippett<br />

la palabra. Se trata de poemas del propio<br />

compositor. El sentido de los mismos —<br />

provisionalmente, y pidiendo disculpas: el estupor<br />

ante el dolor transmitido en el amor de los<br />

padres, el doloroso itinerario de nuestro cuerpo,<br />

la comprensión y también el olvido del dolor<br />

ajeno, la alucinante visión de un mundo en<br />

que el amor y el mal se desarrollan en medio del<br />

dolor— constituye un discurso contrario al de<br />

Beethoven-SchiIler. y por eso la Novena es citada<br />

en varias ocasiones. Vivimos tiempos menos<br />

optimistas, más desengañados e informados, y<br />

el discurso se hace menos utópico y más universal,<br />

mas concreto y menos ideológico Y a Beethoven<br />

se opone el blues. música de raices negras,<br />

modos extraeuropeos. La voz de la soprano<br />

- -veintitantos minutos de música— continúa, en<br />

rigor, el discurso emprendido en el Allegro de


la primera parte y se constituye en personaje<br />

dramático-lineo óe un cuadro que recuerda King<br />

Priam. fero estamos mas bien en cuanto al conjunto<br />

de la Sinfonía, en la complejidad y el sentido<br />

de la medida de The Knot Garden. Como<br />

en la Segunda, un inicio y un frnale se reparten<br />

el discurso, aunque no la totalidad de su sentido.<br />

La Cuarta Sinfonía se desarrolla en un solo movimtento<br />

de una media riora de duración: forma<br />

sonata con intermedios fpor llamarlos asi),<br />

según el siguiente esquema: tema-intermedio Ilento-intermedio<br />

II scherzo-Ínter medio IIIreex<br />

posición. Fbse a la continuidad del discurso,<br />

las siete partes están plenamente diferenciadas.<br />

Los intermedios son un tributo a la tradición inglesa<br />

que culminará en Purcell y en ellos no dejará<br />

Tippett de realizar nuevas citas. Al margen<br />

de los elementos formales, o sustentándolos tal<br />

vez. la Cuarta Sinfonía es el original ¡simo De 'a<br />

cuna a la tumba de Tippett. una biografía abstracta<br />

sin concesiones al descnptivismo. un nuevo<br />

drama donde lo secuencia I se impone a lo<br />

dialéctico (la oposición se da en cada una de las<br />

siete partes). Insistiremos en algo que acaso nos<br />

atrae como una debilidad- hay otro bellísimo movimiento<br />

lento —la más amplia de las siete<br />

partes— de estremecedora sugerencia. Pero<br />

frente a él. se destapa la súbita violencia del Intermedio<br />

II.<br />

Como complemento al registro de las cuatro<br />

sinfonías de Tippet. se incluye también la Suite<br />

en Re mayor, como en el elepé original de 1982<br />

dirigido por Solti. Se trata de una obra de estricto<br />

clasicismo, compuesta con motivo del nacimiento<br />

del principe Carlos en 1948.<br />

Las interpretaciones, al no haber comparación<br />

posible, no podemos considerarlas simplemente<br />

de referencia, pero desde luego si creemos<br />

que son de garantía. No se puede hablar de una<br />

integral por la diferencia de intérpretes, pero al<br />

fin y al cabo esa cuarta en discordia está puesta<br />

en sonido por la orquesta y el director que la<br />

encargaron y estrenaron. Como, por otra parte,<br />

la Tercera (incluida la inigualable Heather Harper.<br />

en un movimiento de bravura que es toda<br />

una prueba de recursos interpretativos). Junto<br />

a la solitaria aportación de Solti. las tres primeras<br />

sinfonías suenan en manos de Colín Davis de<br />

acuerdo con esas premisas dramáticas que también<br />

ha defendido en el foso (recordemos sus<br />

grabaciones de The mídsummer marriage y The<br />

Knot Garden para Philips, sello del que. por otra<br />

parte, proceden los registros de las grabaciones<br />

de las Sinfonías I y 3 incluidas en este álbum de<br />

Decca). En cualquier caso, esa garantía la deducimos<br />

de un magnifico despliegue sonoro que<br />

ha permitido, al reeditarse en un álbum de tres<br />

CD. nuestra modesta aproximación i las sinfonías<br />

de Sr. Michael Tippett.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

TIPPETT: Las Cuatro Sinfonías. Suite en Re mayor.<br />

Orquesta Sinfónica de Londres (I, 2 y 3).<br />

Orqueaa Sinfónica de Chicago (4 y Suite). Heather<br />

Harper, Soprano (3). Dirección: Sin Colín<br />

Dwii(l. 2y 3); SirGeorgSolti (4 y Suite). Grabaciones-<br />

1975(1), 1967(2). 1973(3), 1979(4).<br />

1981 (Suite). Productores: V. Negri (I y 3), Jamei<br />

Malltraon (4 y Suite). Ingeniero*: K. Witteveen<br />

(I y 3). Jantes Look (4 y Suite).<br />

Ingenieros: K. Witteveen (I y 3). James Look<br />

(4 y Suite). 3 CD ADD (I. 2 y 3) DDD (4 y<br />

Suite). DECCA <strong>42</strong>S 646-2. Libreto explicativo<br />

en inglés, francés, alemán e italiano. Poema de<br />

la Tercera Sinfonía, sólo en versión original inglesa.<br />

Duraciones: J6'3I" (I). JJ34" (2).<br />

S505 1 (3). 30'37" (4), I4'46" (Suite).<br />

Horowitz<br />

o la apariencia sustancial<br />

Se ha dicho —y es verdad— que todo<br />

arte es esencialmente moderna Lo es<br />

por su acuse de recibo: ló es porque,<br />

antiguo o no. de origen, su destino es siempre<br />

nueva y, por ese destino, acredita su |uventud<br />

renovada.<br />

Pongo pues, a Vladimir Horowitz por testigo<br />

de que esto es así. Lo de menos es que<br />

el álbum triple de la EMI que reúne grabacines<br />

de Horowitz a lo largo de 21 años<br />

—1930/1951—rememore al joven y primerizo<br />

genio del piano en su edad virginal. Lo<br />

que importa —nos importa ahora— es que<br />

su hacer de aquellos años no ha envejecido:<br />

no envejece, a condición, tan sola de<br />

que le abramos el oído (oven. La virginidad<br />

del arte y su paraíso difieren de sus paralelos<br />

naturales y terrenales, ponqué una y otro<br />

son recuperables y no irremisiblemente perdidos.<br />

Para el arte auténtico —Horowitz es<br />

la prueba— todas las veces son primeras<br />

veces.<br />

Lo que ocurre —acontece, más bien—<br />

cuando Horcwttz encuentra en el piano —él<br />

puede decir, como Picasso, que no busca:<br />

halla— a Bach, a Scarlatti, a Haydn, a Chopin,<br />

a Beetnoven, a Schumann. a Listz. a<br />

Rachmaninoff. a Rimski. a Stravmski o a Pro-<br />

Itofiev, ocurre por primera vez: es música<br />

virgen. Y lo es, porque la suya no es la verdad<br />

abstracta de un conocimiento dado de<br />

una vez por todas, ni la verdad lógica de una<br />

partitura escrita, rigurosa en su hibernación<br />

impresa, con carácter indeleble.<br />

La verdad de Horowitz es la verdad del<br />

arte, que no es tal —como advirtió Aristóteles<br />

en su tiempo—, sino verosimilitud, es<br />

decir, semejanza de verdad —algo que escandaliza<br />

al espíritu lógico, de suyo farisaico<br />

y escandalizare—.<br />

Sehilter llama tapariencia sustancial! a<br />

esa verosimilitud que es la verdad del arte,<br />

una verdad que el lógico —Hegel, por<br />

ejemplo— considera disminuida y que, no<br />

obstante, podemos entender con más menta<br />

realizada. Verosimilitud es. en efecto semejanza<br />

de verdad y su semblante<br />

—semblante es semejanza—: la verosimiíitud<br />

es, en suma, el rostro de la verdad, o<br />

uno de los rostros, porque —y esa es la revelación<br />

del arte verdadero, el be Horcwitz.<br />

por ejemplo— la verdad dispone de muchos<br />

rostros.<br />

Una interpretación —recreación, en<br />

rigor— de Horcwitz es el hallazgo de un rostro<br />

—uno: irrepetibte— para la verdad de<br />

un pensamiento cifrado en una partitura.<br />

Tamo da que la partitura sea prolija o simple,<br />

farragosa o tenue: Horowitz aprehende<br />

en ella un rostro y lo describe vivo, con<br />

sus señas de identidad olvidadas tras la apariencia<br />

sustancial del gesto hic et nunc. Fbrque<br />

una obra de arte —una Sonata de<br />

Scarlatti. por ejempla o un Estudio de<br />

Chopin— no posee un carnet, sino infinitos<br />

Escuchar, por eso, a Horowttz, aun sobre<br />

DISCOS<br />

la cuerda floja de unas grabaciones remotas,<br />

anticuadas, supone et encuentro con las<br />

criaturas de Chopin, de Debussy, de Schumann,<br />

de Listz, bajo especies y semblantes<br />

no registrados en archivo histórico alguno.<br />

Y de sus dedos demoniacamente ágiles no<br />

se habla, cuando el milagro se hace natural,<br />

segunda naturaleza o quién sabe si primera.<br />

Todo gran pianista hace milagros:<br />

pero Horowitz los hace sin que se tome en<br />

cuenta de ellos, porque el asunto es otro<br />

y transciende el milagro. Si los hubo —que<br />

los hubo— Horowitz nos los hace olvidar.<br />

Puestos a destacar —menester arduo<br />

cuando de criaturas vivas y de rostros singulares<br />

^p. trata—, cabe decir que la Sonata<br />

de Listz vale con creces todo el álbum. Si<br />

en todo es diferente y único, en Listz Horowitz<br />

despeja y barre sus posibles alrededores<br />

y se queda solo. Le cree, lo crea y.<br />

más que creible, lo hace evidente: porque<br />

lo toma en el lugar adonde él vino a parar:<br />

el tierno y tremendo instrumento llamado<br />

piaña<br />

Se ha dicho que, para Horowitz, el piano<br />

fue un fin en sí misma Su Listz, por el contraria<br />

revela que acaso lo fue para el mismo<br />

Listz. no para Horowitz: para éste, es,<br />

más bien, el principia La omega de Listz<br />

coincide con el alfa de Horowitz. Y la tradición<br />

se perpetúa.<br />

Tan sólo una advertencia final. Cuando el<br />

autor — Rachmaninoff— reverencia al intérprete<br />

—Horowitz— está de más la más ligera<br />

reserva.<br />

No obstante, los limites de una técnica<br />

rudimentaria son tanto más sensibles cuanto<br />

es más complejo el aparato instrumental.<br />

De ahí que la fruición del Tercer<br />

Concierto —compacto tercero— no iguale<br />

su interés. Y en todo caso, el melómano debe<br />

saber que habrá de proveerse el oportuno<br />

filtro —no es asunto físico, sino<br />

psicológico— para acercarse a la plena fruición<br />

de este Horowitz de leyenda.<br />

Joaquín Arnau Amo<br />

BACH/BUSONI: Coral BWV/734 SCARLATTI. So<br />

Os K. 87,l2i/l8S,'i22. HAYDN: HAYDN Sonaa Mob<br />

XVI Sí CHOP»! Estudia Opus W4-Í-81 Opm 25/3<br />

Impromptu n.° í. Nocturno Opus 72/> MBZWZÍS Opus<br />

711. *ti2 y 5Of3 Sc>*rm-.°3.Oi>ljs51 DEBUSSY: £iajdhn.'lltpourlBtrpégeicoinposett<br />

POuLENC<br />

FistourrUe y Toccia n° 2. MÍTHOVÍN: 32 Vtruciane¡<br />

en Da menor WOO SO SCHUMANN: Anaeme.<br />

Opus 18. Tbc&a en Do mayor. Opus 7 Trjumeswrren.<br />

Opus 12/7 Fruí original de t¡ Sanan n" 2. Opus 22<br />

UCTZ: furiente! (Htnrwtts poetices / /rtyfioat. n.°<br />

7). So» en S menor RACHMANINOFF: Centeno<br />

pin puna n°3enfte "tenor. Opus JO Prelud>o en Sol<br />

menor Opus 23/5 ftACHMANINOFF Concierto pin<br />

atino n" 3 en fíe menor Opus 30 Preludia en Sal me<br />

nor.Opus23/S KJMSKI-KORSAKOV (vn(k> Rxhmintoofl):<br />

II vuelo del moscirtkx, STRAVtJSKI Peinjchía<br />

Dina &s* PKOKOFIEV TÓÍÍJU Optra u Vluímir<br />

Honrma — piano- OrquBa Snlónici de Ujn*tt O<br />

rector AltwrtCoiui 3 CD ADO EMI 76J5362 CD<br />

Gntuciow, Londrtl 1*30-1*51 y B*rl(n Monu'[>|>.<br />

ttl npnxendo. lng*n*eros ót tocMo dvtconocidoi.<br />

SCHERZO 79


DISCOS<br />

ESTUDIO DISCOCRAFICO<br />

Un Wagner intensamente dramático<br />

Un desaforado romanticismo baña esta<br />

ópera de la primera madurez wagneriana.<br />

romanticismo heredado — y ya<br />

transformado— de una tradición en la que bebieron<br />

Mozart o Weber y que impulsó la corriente<br />

surcada también por los Hoffmann.<br />

Spohr, Lortzmg, Marschner o Nicolat. El tema<br />

legendario, el paisaje brumoso, el entorno<br />

fantasmagórico era lógico que pudieran<br />

tentar todavía al joven Wagner. que venia de<br />

tratar la grande opera y, antes, de bucear en<br />

sujetos mágicos y maravillosos siempre caros<br />

a los creadores centroeuropeos y que, a la<br />

postre, determinarían el hallazgo de la mitología<br />

en la que descansan algunas de sus obras<br />

mejores. Este Holandés, conocido asimismo<br />

con el titulo de El buque fantasma, es una<br />

composición irregular, con largos instantes tediosos,<br />

repeticiones y pasajes en los que faltan<br />

tanto la sustancia escénica como el genio<br />

musical; pero hay en ella una potencia de escritura,<br />

un halo de nervioso y trascendente<br />

dramatismo, una fuerza de expresión y una<br />

sabiduría narrativa tan grandes que aquellas<br />

zonas de sombra —peligrosamente cercanas<br />

a la rutina— aparecen frecuentemente iluminadas<br />

e integradas en una acción que discurre<br />

ante nuestros ojos y oídos con unidad<br />

temporal y casi espacial con ritmo y celeridad<br />

cinematografieos, que. a la postre, alimentan<br />

la llama en la que se consume el amor<br />

de la vidente Senta y del sufriente Holandés<br />

y otorgan sentida ya en esta ópera, a uno de<br />

los temas recurrentes del autor cual es el de<br />

la redención por el amor.<br />

Entre las cosas positivas de esta versión en<br />

estudio de Klemperer. felizmente reeditada<br />

en compacto —que mantiene el excedente sonido<br />

original—, figura, precisamente, la de, sin<br />

perder una coherencia y rigor musicales muy<br />

propios de su batuta, saber alcanzar paulatinamente,<br />

con pulso magistral, esa culminación<br />

sobrenatural, construyendo paso a paso, nota<br />

a nota, el largo proceso psicológico de los<br />

dos personales. Además, el gran director alemán,<br />

siempre amigo de las cosas bien hechas<br />

y bien pensadas, articula de mano maestra las<br />

transiciones, flexibiliza elegantemente los tempi<br />

—dentro de un discurso sin fisuras—, planifica<br />

adecuadamente los contrastes y hace<br />

y deja cantar a las voces, que se mueven a<br />

sus anchas a pesar de lo férreo de la rectoría,<br />

llegando incluso a establecer sin proble<br />

mas los lazos que la obra mantiene en tal<br />

sentido con las formas italianas, de las que<br />

Wagner fue siempre, de uno u otro modo,<br />

deudor. Y no hay más que escuchar, por ejemplo,<br />

la manera en la que la orquesta prepara<br />

el terreno a Theo Adam para que. a despecho<br />

de sus indudables limitaciones, inicie como<br />

en un susurro y dentro de una línea de<br />

canto bastante canónica el mágico Wie aus<br />

der Femé; o la tranquila y muelle forma en<br />

la que es expuesta la doméstica cantilena dei<br />

prosaico Daland: o la medida expresividad<br />

que anima la balada de Senta..<br />

SO SCHERZO<br />

Hay, sin duda, muchas bellezas en la partitura.<br />

Y Ktemperer las extrae con sabia paciencia.<br />

Nadie como él ha dado sentido y<br />

trascendencia, sin caer en la pedantería, a las<br />

intervenciones de los marineros e impulsado<br />

sus cantos y danzas con tanto vigor y amplitud<br />

hasta el punto de convertir, y de qué convincente<br />

manera, en un siniestro y solemne<br />

baile, que preconiza el fatal desenlace, lo que<br />

normalmente no es sino un saltarín y alegre<br />

motivo. Apoyado en una espléndida y majestuosa<br />

Phi¡harmonía (en su etapa con el New<br />

delante), la batuta, precisa y elocuente, morosa<br />

y contundente, intensamente dramática<br />

(un dramatismo de corte más trágico que propiamente<br />

romántico: más olimpico que humano;<br />

más sereno que desgarrado, todo ello<br />

con muchos entrecomillados) del maestro de<br />

Breslau consigue un fraseo y unos efectos tímbricos<br />

sensacionales, una coloración oscura y<br />

densa que otorgan un valor y sentido muy<br />

particulares a su interpretación, cargada de<br />

significados y de una solidez musical extraordinaria.<br />

Es así que. como contrapartida (y no<br />

es demérito), otras características, también<br />

definitorias de la obra, no aparecen o no se<br />

destacan en primer plano, sobre todo por el<br />

hecho de que el romanticismo que la sustenta<br />

se nos muestra a veces un tanto congelada<br />

Claro es que este matiz no podría venir<br />

casi nunca explícito en las voces de los solistas<br />

elegidos, valiosos pero lejos de la perfección<br />

o al menos de la idoneidad en algún casa<br />

Como Anja Silja. instrumento agresiva en<br />

punta, que echa bastante carne en el asador,<br />

vigorosa y valiente, pero con un canto plagado<br />

de incorrecciones, un agudo poderoso pero<br />

estridente y un temperamento caliente<br />

pero ayuno de lirismo; o como Martti Talveia.<br />

que no acaba de encontrar, pese a su enorme<br />

y recia voz de bajo, su sitio en una parte<br />

que le exige escaladas ingratas a lo alto y frasear<br />

en zonas incómodas; o como Ernst KDzub.<br />

timbrada homogéneo potente y extenso<br />

instrumento de tenor spmto. fácil arriba (cosa<br />

más bien rara en los que suelen cantar Wagner).<br />

pero escaso de legato y de delicadeza<br />

en el decir. Fbr su parte Adam incorpora un<br />

convincente Dutschmann. bien visto dramá-<br />

ticamente, ayudado por su característica voz<br />

de bajo barítono, oscura y amplia, aunque pobremente<br />

timbrada: es relativamente expresivo<br />

y resulta, como es habitual en él. poco<br />

variado en su canto. Cortito Unger y pasable<br />

la Burmeister, Un 10 para el coro.<br />

La versión hasta aquí comentada que, como<br />

se deduce de lo dicho, atesora grandes<br />

valores, es claramente aventajada en lo teatral,<br />

como es lógico, por otras que tienen su<br />

origen en representaciones y que en algún supuesto<br />

provienen directamente del viva Entre<br />

ellas convendría destacar, por encima de<br />

la de Nefsson (Bayreuth. 1986; Philips) o la de<br />

Karajan (1985; EMI), la de Bóhm (Bayreuth,<br />

1972; DG). no muy bien cantada pero excitante.<br />

Mirando hacia atrás, con mucho peor<br />

sonido, naturalmente, son más importantes<br />

que aquéllas, y que las posteriores de estudio<br />

—Dorati (1962, Decca), con espléndidos<br />

London y Rysanek, y Solti (¡977, Decca igualmente)—,<br />

la de Keilberth, arrebatada y nerviosa,<br />

quizá demasiado (Decca), y la de<br />

Knappertsbusch. de muy sereno y transido<br />

dramatismo (Cetra), ambas, tan distintas entre<br />

sí, provenientes del Festival de Bayreuth<br />

del 55 e incorporando prácticamente los mismos<br />

cantantes, con ventaja para la segunda<br />

de contar con el Enk de Wmdgassen. Las dos<br />

emplean, además de a una Varnay algo fuera<br />

de sitia al alucinado Holandés de Hermann<br />

Uhde, que nos comunica todo el patetismo<br />

y lancinante humanidad del personaje a pesar<br />

de su canto algo tosco y de su cortedad<br />

en la zona aguda. Más atrás en el tiempo encontramos<br />

una versión, adquirible hoy en el<br />

sello Acanta, de notable interés, que recoge<br />

una representación de la Opera de Munich<br />

de 1944 Vale la pena hacerse con ella, sin reparar<br />

en la pobre calidad sonora, porque agrupa,<br />

al lado de la experta y magnífica batuta<br />

de Clemens Krauss, a un equipo de cantantes<br />

de relieve: la Ursuleac (un tanto insegura<br />

de afinación), Hann, gran Daland; Ostertag.<br />

digno Enk. y, por y sobre todos. Hans Hotter,<br />

completísimo protagonista, el mejor de<br />

los grabados con diferencia (incluso superando<br />

a London en arte de canto y en matización).<br />

Arturo Reverter<br />

WAGNER: Der fliegende Hollánder (El holandés<br />

errante). Adam, Silja, Talvela. Koiub,<br />

Unger, Burmeister. Coras de la BBC. Orquesta<br />

New Philharmonia. Director: Oteo<br />

Ktemperer, EMI CMS 7 63344 2. 3 CD ADD<br />

grabados en 1989 recogiendo las tomas realizadas<br />

en febrero y marzo de 1968 en los<br />

estudios Abbey Road de Londres Productor:<br />

Peter Andry. Ingenieros de sonido: Alien Stag<br />

'y Roben Gooch. 2. 31"54".


VIDEOS<br />

PUCCINI: La Bohéme. Mirella Freni (Mimí).<br />

Luciano Pavarotti (Rodolfo). Gino Quilico<br />

(Marcello). Sandra Pacetci (Musetia). Nicolai<br />

Ghiaurov (Colime). Stephen Dickson<br />

(Schaunard). ítalo Tajo (Benoit, Alcindoro).<br />

Coro y Orquesta de la Opera de San Francisco.<br />

Director: Tiziano Severini. Decorados:<br />

David Mitchell Vestuario: Jeanne Button y Peter<br />

J. Hall. Producción: San Francisco. 1989.<br />

Realización para TV: Brian Large. Duración;<br />

160*. Distribuida por VISUAL (26 VM).<br />

Recentísima producción que reúne,<br />

después de algunos años, a<br />

una pareja célebre en esta obra<br />

pucciniana: Freni y Pavarotti Soprano y tenor<br />

acusan el paso de los años y, en especial,<br />

el cambio de repertorio, lo cual repercute negativamente<br />

en la adecuación a los personaíes<br />

Aquella frescura y lozanía de las voces que<br />

cuadraban a la perfección con sus respectivos<br />

papeles se suple ahora con mayor intensidad<br />

dramática, pero también por medio de<br />

trucos y exageraciones. Sin embargo, la pareja<br />

sigue funcionando musicalmente, transmiten<br />

en la pantalla mucho encanto y<br />

sugestión. Esto hace que se olviden los defectos<br />

de fraseo, los excesos expresivos. La<br />

puesta en escena, convencional y poco brillante,<br />

cuenta con una movilidad escénica bastante<br />

lograda en los momentos cómicos de<br />

los actos I y IV asi como el problemático acto<br />

II, que queda bastante bien resuelto (y como<br />

era de esperar de la veterania de Large.<br />

muy bien fotografiado)<br />

A la pareja protagónica, que es el reclamo<br />

de la edición, acompaña un equipo discreta<br />

donde destaca ítalo Taja en los dos papeles<br />

de viejo burlado. Este animal de teatro roba<br />

pantalla (y escena) cuando él aparece, con sus<br />

setenta y cuatro años. Gino Quilico da muy<br />

bien la talla de Marcello por físico y ademanes,<br />

no tanto por voz, que es más bien modesta<br />

desde cualquier ángulo que se tome La<br />

Musetta de (a Pacetti es chillona y cortita como<br />

casi todas las que circulan por ahi, pero<br />

simpatiquísima de ver Ghiaurov es una sombra<br />

vocal de si mismo, además de aparecer<br />

cansado y poco divertido. El Schaunard de<br />

Dickson es flojisimo. desafina, solfea mal. es<br />

aún muy |Oven. parece. Como el director. Sevenni.<br />

a quien le queda camino por recorrer,<br />

aunque su labor general es meritoria, propia<br />

del que conoce y gusta de la obra. Recomendable<br />

el video si musicalmente uno no es demasiado<br />

exigente. (Viene con libreta bilingüe,<br />

y con detallada información).<br />

F.F-<br />

VERDI: I lombardi Ghena Dimitrova (Giselda).<br />

José Carreras (Oronte). Silvano Carroli<br />

(Pagano). Luigi Roni {Pirro}, etc. Orquesta y<br />

Coros del Teatro La Scala, Milán. Gianandrea<br />

Gavazzeni (director). Dirección de escena: G.<br />

Agostinucci. Producción: Milán 19B4. Dirección<br />

para TV: Brian Large. VHS-Beta (compatible).<br />

Distribución: VISUAL.<br />

V<br />

Los vídeos de ópera comienzan su<br />

incursión —por ahora algo límida—<br />

en las parcelas menos frecuentes<br />

del gran repertorio En este sentido<br />

la difusión de estos iombardi verdianos es un<br />

acierta Fbr lo demás, la escenografía de Agostmucci<br />

es extremadamente funcional Alterna<br />

colores mortecinos con rojos vivos, sin<br />

detenerse demasiado en objetos o señales<br />

que puedan definir la época de las Cruzadas,<br />

por lo demás muy vagamente sugerida. Gavazzem<br />

—que fue protagonista de la mítica<br />

versión de la RAÍ del año 69. con Pavarotti<br />

y Scotto—, las riendas de la orquesta con relativa<br />

apatia, sin la garra ni el slancio que pone<br />

Riccardo Muti en el 'Vferdi de |uventud.<br />

Digamos que se trata de una dirección tan funcional<br />

como la misma puesta en escena. En<br />

cambio, no ocurre lo mismo con los coros<br />

—supervisados por Bertola—. cuya participación<br />

es tan fundamental en las obras del primer<br />

periodo verdiano. Música y dirección son<br />

de estimable calidad, llevándose, sin embargo,<br />

el gran abucheo de La Scala. cuyo muy<br />

singular público parece protestarlo todo.<br />

Ghena Dimttrova no está a la altura de su<br />

fama. Esto se ve. sobre toda en la tosquedad<br />

de los filados, en los que el sonido está<br />

mal apurado, sin un verdadero control de la<br />

respiración. En los pasajes de bravura van notándose<br />

los años y sus antaño famosos cañonazos<br />

son ahora mucho menos incendiarios;<br />

cte lodas formas. Dimitrova es una soprano<br />

que siempre gana algo con la segunda audición.<br />

Carreras adapta su bella voz a la adecuada<br />

y central tesitura de Oronte y omite<br />

algunos agudos que ha impuesto la tradición.<br />

Pero nuestro tenor suele cantar casi siempre<br />

fuerte, con múltiples durezas y acentos ásperos<br />

que desequilibran la compostura belcantista<br />

de su personaje. Finalmente, Carroli hace<br />

lo que puede con su buena voz bantonal. que<br />

suena algo agarrotada en muchos momentos,<br />

por ser el estilo de / Lombardi de signo muy<br />

diverso al de las Cava/lenas y Fanciul/as que<br />

le han dado alguna notoriedad. No merece<br />

la pena hablar de los demás, en general bastante<br />

flojos.<br />

LIBROS<br />

J.M.S.<br />

WALTER KOLNEDER: Guia de Vivaldi. Traducción<br />

de Carmen Bas Alvarez. Alianza Editorial.<br />

Madrid, 1989. 132 páginas.<br />

Como en la anterior Guía de Mozart. debida<br />

a Ench Valentín, editada por Alianza, este h<br />

bro consagrado a Vrvaldi reúne una abundante<br />

información sobre Vivaldi bajo la forma de un<br />

diccionario. Las entradas hacen referencia a los<br />

títulos de las obras, los géneros practicados<br />

por el maestro y otras materias relacionadas<br />

con el músico durante su vida o en la posteridad.<br />

Evidentemente, el libro nos ofrece una<br />

buena cantidad de datos y por ello su utilidad<br />

no puede negarse. Con todo, algunas de<br />

las decisiones del autor son cuando menos curiosas.<br />

Concede entradas a fecha de nacimien-<br />

VIDEOS / LIBROS<br />

to y Fecha de muerte, cuando el libro se inicia<br />

con una breve exposición bibliográfica, por lo<br />

que es difícil creer que el lector vaya a buscar<br />

esos datos por esas entradas. Otros temas<br />

tratados son también poco comentes:<br />

Autor proliTica Proceso creador, \fenta. Se<br />

echa, en cambia en falta un aspecto fundamental,<br />

el de la interpretación vivaldiana. Kblneder<br />

ha omitido su historia y problemas<br />

actuales, así como las menciones a los intérpretes<br />

vivaldianos. En esta linea, el autor tampoco<br />

ha recogido ninguna indicación<br />

discográfica. Finalmente, el Catálogo resulta<br />

poco útil. Se detiene en las obras con número<br />

de opus. pero no detalla los cientos de<br />

composiciones que están fuera de esta categoría.<br />

En vanos casos, se remite a la entrada<br />

que se dedica a cada uno de los géneros.<br />

EM.M.<br />

PAOLO FABBRI: Monteverdi. Traducción de<br />

Carlos Alonso. Turner Música. Madrid, 1989.<br />

596 páginas.<br />

Disponemos de una bibliografía musical en<br />

castellano que, cuando se ocupa de figuras concretas<br />

de compositores, raramente va más atrás<br />

del clasicismo Bach sería, tal vez, la excepción.<br />

pero la falta de traducción del clásico Spitta<br />

o del estudio actualizado de Basso dejan el<br />

panorama muy incompleto. El libro de Hogwood<br />

sobre Haendel, siguiendo con el barroca<br />

no es totalmente satisfactorio (y tiene una<br />

traducción poco cuidada). Mozart y Beethoven<br />

(ambos en Turner) de los Massin son posiblemente<br />

las monografias más completas<br />

sobre creadores musicales ahora disponibles<br />

en las librerias españolas. Se une ahora este<br />

Mortteverdi de la misma editorial, que es el<br />

me|or estudio aparecido en español sobre un<br />

compositor barroca Fruto de la moderna musicología<br />

italiana, el libro sigue las coordenadas<br />

de estos estudios del país cercano: es<br />

decir, ubica con total claridad el producto musical<br />

en la sociedad y el momento histórico<br />

en que nació. Fabt>ri detalla las relaciones de<br />

Monteverdi con sus clientes de la nobleza o<br />

la Iglesia y nos pinta con claridad los ambientes<br />

ciudadanos conocidos por el músico Mantua,<br />

\fenecia. Hasta donde es posible siguiendo<br />

las fuentes de que disponemos, la biografía<br />

del hombre Monteverdi es reconstruida también<br />

en este texto El trabajo del musicólogo<br />

italiano se apoya en una columna fundamental,<br />

el numeroso aporte documental. Las circunstancias<br />

que dieron pie a las obras, los<br />

propósitos de los dos estilos, las disputas, las<br />

remuneraciones económicas y muchos otros<br />

aspectos son asi dados a la luz en el marco<br />

de este vasto propósito. Como es lógico, el<br />

autor se detiene a analizar los dos grandes<br />

bloques de la creación monteverdiana. madrigales<br />

y óperas, estudiados con gran rigor.<br />

Se ofrece, finalmente, un catálogo exhaustivo<br />

de las obras del compositor, con indicación<br />

de las ediciones históricas, antiguas y<br />

modernas, que han conocida La bibliografía<br />

recogida por Fabbn es también completísima.<br />

E.M.M.<br />

5CHERZO 81


LA GUIA DE SCHERZO<br />

OPERAS<br />

BARCELONA<br />

Gran T*jtro dd Litio<br />

I PURITANI (Bellmi) Sagi. Llons,<br />

Blake Con. Echeverría 2h<br />

5. B. II. II de mino.<br />

BORIS GODUNOV (Mus<br />

íorgsk)') Kulka. Ghnurov. Randova,<br />

Donati. R>til, Hiestermanri.<br />

Stutzman. Wirnberger.<br />

EgeP. Rubio. Boldnni 14, 17,<br />

19 de mano. I, 4. 7 de abril.<br />

LAS PALMAS<br />

XXII Fenlval de Opw?<br />

AÍDA (\*?rd¡l Rut Zefinaro<br />

Chiara. Martinucci, Cosotlo<br />

Manuguerra 7, 10 de mano.<br />

SUOR ANGÉLICA. GIANNI<br />

SCHICHI (Puccim) Rubio. Rodrigiíez<br />

Aragón. D'AnHccO'Balda.<br />

Herrera, ftjos. Ruiz. 22,<br />

24 de marzo.<br />

NORMA (Bdlini) |jr¡. Hayashi,<br />

Dupuy. Lindroos, Graold. 30<br />

de mano, I de abril.<br />

MADRID<br />

léairo de la Zarzuela<br />

EL VIAJERO INDISCRETO (De<br />

Pablo) Entinar. Suárez. Cid. Tarrés.<br />

\fergara. Gómez. Alvares.<br />

II, 14. 16. IS. 10 de marzo.<br />

BOLONIA<br />

Teatro Comurule<br />

'SIEGFRIED (Wagr*r| Schneider.<br />

Allí. Behrens, Brcht. Pampudv<br />

Rytdl. lerjsalem. 3. 6. 9,<br />

11. 17 de mano.<br />

BRUSELAS<br />

Teatro de la Moneda<br />

DIE ENTHFUERUNG AUS<br />

DEM SERAIL (Mozart| Zender.<br />

Herrmarm. Winska. Streil,<br />

Sznytka. Korn, Triatt 3, 6, 8,<br />

II de nana.<br />

LONDRES<br />

Enjliih National Opera<br />

THE MIKADO (Gilbert y Sullivan)<br />

Bfcwn. Cunnmham. Garrett.<br />

felly. Banks. Nieoll.<br />

Angas, Wjlker. «n Alian 2, 7.<br />

8. 10. 13. lé. 22, 24. IB, 30<br />

de mano. '<br />

Covent Gardan<br />

ELEKTaA (Strauss) Solti. Scha<br />

vernoch. friedricr.. Bainbrrdge,<br />

Marton, Lipovsek. Tear. 3. 7,<br />

12. I*. 20. 23 de marzo.<br />

CTELLOfverdi) Downes. Moschmsky.<br />

Leggate, GilleT. uan<br />

Alien, Caproni 5. 9. 14. 19 de<br />

mana,<br />

MILÁN<br />

alia Scala<br />

DIE MEISTERSINGER VON<br />

NÜRNBERG (Wagnet) Sawall«ch.<br />

lehnhoff Gustafson,<br />

Runfcel, Davies, Rootermg,<br />

Weikl. Prey. Caizaniga 3. 4.<br />

10. 14. 17 de mano.<br />

LA O.EMENZA Di TITO (Mo<br />

zart) Muti. Romans. Winberg.<br />

Menlier, Murray. Sluder, Sur<br />

82 SCHERZO<br />

ian 9. II. 13. 15, le. 18. 20.<br />

24 de marzo<br />

NUEVA YORK<br />

Metropolion Opera<br />

MANON LESCAUT (Puccn¡|<br />

Fulíon. Menotti. Freni,<br />

Dvorsky. Taja 1,6. 13. 17.23<br />

de mano.<br />

DIE ENTHFUERUNG AUS<br />

DEM SERAIL (Mozart) Levine.<br />

Denler Deva, Kildútt, Winbergh,<br />

Magnusson. 2. 8. IS.<br />

21. 24. 27. 30 de mano.<br />

OTELLO (\*rd¡) Klerber. ZeffireHi.<br />

Ricciarelli, Domingo,<br />

McCauly. Díaz. S. 9. 12. I i. H<br />

de mano.<br />

PARÍS<br />

Opera de la Bastilla<br />

LES TROYENS (Berlioz)<br />

Oiung. PIZII Bkimbry, ^rrett,<br />

Louga;. CourtB. 17, 20. 21,<br />

24, 26. 27. 28. 29. 31 de<br />

mano.<br />

Pilak Garnler<br />

ORFEO (Manlevertti) Herremeghe.<br />

Banditelli Elwes. Mellon.<br />

Boucriot. Paya, Fagotto. 9<br />

de mano.<br />

Chacaiei<br />

LE MALADE I MAGÍN Al RE<br />

(Charpentier) Chrislie. Viilegier.<br />

Les Arts Florissanis. Zanetti.<br />

Brua. Rime, Crook.<br />

Vise 17, 20.21.22. 23. 24.<br />

27. 28. 39. 30. 31 de nuno.<br />

ROMA<br />

Teatro de la Opera<br />

WERTHER (Massenet) Rescig<br />

no. Fa«¡ni. Kraus, Bruscantini.<br />

Senn 10. 13. 17.21. IS.27de<br />

mano.<br />

VFENA<br />

Staaciopera<br />

LUISA MILLER (verdi) García<br />

Navarra Onenthal Burriiuladze,<br />

CiannelLa, Hinlermeier,<br />

Rydl. Brendel Ghazanan. 17,<br />

2, 24, 27 de marzo.<br />

DIE MEISTERSINGER VON<br />

NÜRNBERG (Wagner) Stein<br />

Schenk. Adam. Rydl. Hornk,<br />

Donslh. |ahn. 18. 22. 25 de<br />

marzo.<br />

CONCIERTOS<br />

Barcelona<br />

Ib* re amera<br />

2 de marzo: Pinchas Zuker-<br />

no. Schuben<br />

I* St. Paul Chamber Orchestra<br />

of Nert York. Christopher<br />

Hogwood. Ada/ns. Mozart.<br />

Slravinsk/. Haydrir<br />

lé: Sinfónica de Londres. Gennadi<br />

Rfthzdestvflnsky. Schubert.<br />

Dvorak. Brahms<br />

Síhoenfterg.<br />

14: Rafael Orozca p«ana Schu<br />

bert. Albéni?. Ravel.<br />

Orquesta Oufad de Barcelona<br />

1 JF 4 de marzo: |o«ph &lwentem.<br />

Haydn, Mozart, Ivés<br />

9: Franz-Paul Deíter. Slrauss,<br />

MahEer.<br />

I?. 18; FrsnzPaul Decker<br />

Korngold, Rachmanmov, Oohnanyi.<br />

Strau»<br />

23 h 24, 25: Franz Paul Decker.<br />

Nigel Kennedy, vusUn, Hmdemith.<br />

Elgar. DebuBy,<br />

30: Franz-Paul Decker. Pai^<br />

Tortelier, violoncillo. Scnoen<br />

berg. TorTelieT. Haydn, Slran$$.<br />

Orquesta del Teatre LHw-E<br />

29. \. 5. SdeibríL Orquesta<br />

Juvenil del Conservatorio de<br />

BadaJona. Coro Infantil dej<br />

Are Britten Et arca de Noé<br />

Fundación Caja de Pensiones<br />

7 de marzo: Cuarteto de I*raef.<br />

Gertiard, RaveL Brahms<br />

14: Trevor Pmnock. clave<br />

Bach.<br />

21: Bracha Edén, Aloander<br />

Tamir. prarKíS. Brahíns, Stra<br />

vinsk/,<br />

28: New American Chamber<br />

Haydn, janacek, CerveHó.<br />

Fundadón Joan Miró<br />

IS de mano: Caries Santos,<br />

piano.<br />

Teatro del Liceo<br />

30 de mano: Orquesta, del<br />

Teatro, ton Maim june Ande<br />

rson<br />

BILBAO<br />

Sinfónica de Euskadt<br />

b de marzo: Édmon Colomer,<br />

ügane, Mozart,<br />

LAS PALMAS<br />

Filarmónica<br />

I de mario; Pinchas Zkikermann,<br />

violin: Mark Neikrug,<br />

violin. Bwthoven.<br />

13: Cuarteto Alexander. Enríe<br />

Lluna, clarinete. Mozart.<br />

MADRID<br />

Ibermúska<br />

6 de marzo: Orquesta Gulbenkian<br />

Muhai Tang. Mana joao<br />

Pires, piano Beethoven. Me^delssohn.<br />

13' St. Paul Chamber Orches<br />

tra Chriítopher Hogwood<br />

Adams, Moiart. Slravmsky,<br />

17: Filarmónica de Londres.<br />

Gennadi Roihdestvcrisk/-<br />

Schubert. Dvorak. Branms-<br />

Schoenberg.<br />

nano 2000<br />

10 de mano: Mana |cao Pir«<br />

Schubert.<br />

16: Dinitri Bashkirov. Weber,<br />

Schurnann. Proltofiev. Debusíy<br />

Ciclo de la U^vercídid<br />

Autónoma<br />

13. 14 de marzo: Orquesta df<br />

Cámara de Viena, Phikp^ £n<br />

tremont. Mozart.<br />

IB: Orquesta Fílarmón-ca Oá-<br />

^ica de Bonn. Heribert Beissel.<br />

Schuberi, Mozart.<br />

31; Niñoí Cantores de Viena.<br />

Orquesta Nacional<br />

2, X 4 de mano: Leopold Ha<br />

ger. Marra Joao Pir«, piaña<br />

Mendehsohn, Mozart, BeetTid'<br />

ven<br />

9, IO> II: Víctor Pablo Pérez.<br />

Jorge Bolet, piano Mata<br />

Gneg, Rachmaninov<br />

16. 17. IB: Coro Nacional<br />

Vfyiter V^ller. Beethoven, Misa<br />

sofemne<br />

23, 244 25: jan Kreuz.<br />

30.31, ldeabrf:Hans Vbnk.<br />

José Feghali, piaña Moíart.<br />

Tchaikovslty.<br />

Ciclo de Cimara y Polifonía<br />

B d* marzo: Cuarteto de Israel<br />

5


Como Jufddu en Cavallerw Rust'Cána<br />

Beniamino Gigli:<br />

Una voz, un siglo<br />

V<br />

oz de oro, sentimentalidad, lirismo, valentía, sollozos y<br />

terciopelo: ¿Ecos de un siglo de oro que quizás no vuelva a<br />

repetirse? Los homenajes a los grandes del pasado son, a la<br />

vez, un encuentro con los modelos y un ejercicio de melancolía,<br />

Reescucharlos. compararlos, disfrutarlos y discutirlos significa<br />

revivirlos. Gigli puede aceptarse o cuestionarse, pero sin dejar de<br />

mantener elevada la visión, a la altura de las cumbres. Partiendo de<br />

estas premisas, SCHERZO propone a sus lectores este informe.<br />

DOSIER<br />

SCHERZO 83


DOSIER<br />

La sucesión de Caruso<br />

Un catedrático del canto<br />

Beniamino Gigli fue uno de los tenores que, durante<br />

los veinte o treinta años postenores a la prematura<br />

muerte (1921) del gran Ennco Caruso, aspiraron a sucederle<br />

o. más bien, fueron saludados por el público<br />

como posibles herederos de la fama y dominio de la<br />

escena que caracterizaron al tenor napolitano. En Estados Unidos,<br />

y durante los años 20. Gigli y Martmelli se repartieron más<br />

o menos equitativamente la mayor parte del amplio repertorio<br />

en el que Caruso había sido rey y señor. Para aquél, Elisir,<br />

Africana. Tosca y Marta; para éste, Verdi en especial, |unto con<br />

Carmen, Sansón, La ¡uive y Payasos. El tiempo acabó por señalar<br />

a Gigli como el heredero más legítimo, por lo menos en<br />

lo que atañe a afecto del público fno en balde se llamaba benlaminj<br />

y a la copiosa fonografía que ya en aquella época era<br />

base de la popularidad. En este pleito por la herencia de Caruso<br />

participaron, entonces y después, numerosos contendientes<br />

que Laun-Volpi designa en Voces paralelas como sus<br />

epígonos. Visto deste hoy, el litigio tiene tan escaso sentido como<br />

la rivalidad Callas-Tebaldi de los años 50 o la actual de Domingo<br />

y Pavarotti. La realidad es que un cantante grande tiene<br />

admiradores numerosos, unos cuantos imitadores y ningún sucesor.<br />

Asi sucedió con Caruso y Gigli. con Schipa y Tauber, con<br />

Melchior y Rosvaenge; y. para nuestra desgracia, tal parece que<br />

vaya a ocurrir con Kraus y Pavarotti.<br />

Voces paralelas: Gigli y Caruso<br />

Exagerando, dinamos que lo fueron plenamente, por carecer<br />

de punto común alguno. Es cierto que en sus primeros registros<br />

(Milán 1918-19), Gigli recuerda ocasionalmente al Caruso de<br />

los comienzos (Milán 1902-04) por la espontaneidad de la emisión,<br />

por el brillo de su timbre y por la facilidad en el agudo.<br />

Pero la evolución de una y otra voz limitó los puntos de contacto<br />

a uno bien poco relevante; el uso del sollozo como recurso<br />

expresivo. El paso de unos pocos años reveló que Caruso<br />

era, ya en origen, una voz más sensual, robusta y broncínea.<br />

más squtllante. con más metal que la de Gigli y, por tanto, más<br />

proclive al estilo y al repertorio heroico (Verdi). para el que<br />

Gigli fue inadecuado. La voz de éste reflejo siempre sus origenes<br />

como niño cantor durante los que consolidó una técnica<br />

segurísima que no renunciaba al uso de la voz de cabeza, ni<br />

a los sonidos mixtos, m al íalsetón reforzado, como Lauri-Volpi<br />

se complacía en señalar. Por supuesto, esta técnica excepcional,<br />

que Gigli jamás olvido ni aun al abordar al verismo—.<br />

que le permitía descansar mientras cantaba y que le garantizó<br />

una asombrosa longevidad vocal, era contradictoria con la visceral<br />

idad de un animal de escena como Caruso que, entregándose<br />

sin reservas, agotó pronto su capital Fbr el contrario, Gigli<br />

solía decir que siempre cantaba con los intereses haciendo valer<br />

su timbre delicado y suave, rico en irisaciones y matices.<br />

La voz de Gigli<br />

Vjomo es norma, el examen detenido del legado discográfico<br />

del cantante que el lector hallará en otra parte de este<br />

84 SCHÉRZO<br />

dosier— permite, mediante comparaciones, observar la evolución<br />

de su voz y de su estilo y aquilatar virtudes y defectos,<br />

capacidades y limitaciones. Escuchando los primeros discos de<br />

Gigli es patente la perfecta impostación, desde el límite grave<br />

del registro de tenor (Re 2. más o menos) al agudo, que en<br />

el primer Gigli no sobrepasaba el Si 3. En toda esa gama la<br />

voz es igual, homogénea, suave y cálida; la facilidad de emisión<br />

es asombrosa e inmejorable la precisión de los ataques, tanto<br />

en forte como en piano. Así se aprecia, por e|emplo, en uno<br />

de sus primeros registros, un memorable Dai campi. dai prati<br />

de Mefistófeles. Como en todos los tenores de técnica sobresaliente,<br />

referirse a la zona de paso es ocioso, pues el oído es<br />

prácticamente incapaz de hallar la menor discontinuidad timbrica<br />

entre centro y agudo. Atribuir todas estas capacidades<br />

tnr/co Ciruso, colegí de Gigli.<br />

a la naturaleza —que, a no dudarla fue generosísima con Gigli—<br />

supone, omitir buena parte de la verdad. Las enseñanzas de<br />

Antonio Cotogni y la inteligencia, disciplina y tesón del joven<br />

Gigli fueron artífices directos de ese milagro vocal que, a los<br />

24 años, deslumbró al jurado del Concurso en Parma, que concluyó<br />

asi su evaluación: «Hemos encontrado al tenor».<br />

Mediante la emisión ortodoxa y el control perfecto de la respiración<br />

(rara vez se le oye tomar flato a destiempo) Gigli adquirió<br />

una excepcional capacidad para regular el sonido (eso<br />

que los teóricos llamaban messa di voce), del forte al piano<br />

y viceversa, en todas las alturas. Un sonido que podía ir desde<br />

el corpóreo y poderoso, pero nunca abierto o forzado, de que<br />

hace gala en Paghacci (1934), hasta los limites mismos del falsete<br />

que usa en su registro del aria de Nadir (Pescadores de ferias),<br />

pasando por la media voz paradisiaca como la llama<br />

Celletti— de sus anas de Mefistófeles o el célebre Sueño de


Des Gneux (1931). cantado a flor de labios con modulaciones<br />

que recordaron a muchos al legendario Masini.<br />

El repertorio<br />

&ENIAMINO GÍGLl<br />

En su dilatada carrera escénica, de 191-4 a 1955, Gigii nunca<br />

abandonó los personajes que le dieron fama en sus años jóvenes:<br />

Enzo, con el que se presentó en Rovigo, Cavaradossi, Lionel<br />

(Marta), el Fausto de Boito, Des Gneux. Rsro Gigli (legó<br />

a alternarlos, avanzada ya su actividad, con Canio, Turiddu y<br />

Chenier —su rol favorito— de los que nos ha dejado excelentes<br />

y completos testimonios discográficos. Y es bien sabido que<br />

todas estas criaturas no pueden convivir bajo el mismo techo<br />

sin quebrantar los cimientos de la organización vocal del artista,<br />

salvo si ésta es solidísima y su repertorio sabe espaciar con<br />

prudencia los papeles más dramáticos, como hizo Gigli, que<br />

hasta bien rebasados los 50 años no cantó en escena Payasos.<br />

Bellmi y Domzetti no fueron autores especialmente frecuentes<br />

en sus actuaciones, a excepción de Lucia y Elisir. No obstante<br />

Gigli cantó Norma y Pirata —a cuya exhumación contribuyó—<br />

y también Favorita, Lucrezia y fbliuto. De Verdi, las óperas más<br />

idóneas fueron Rigoletto y Traviata, aunque en su madurez abordó<br />

también Trovatore, Forza, Bailo y Aída; de estas dos Últimas<br />

poseemos grabación completa. Del repertorio francés tuvo<br />

especial afinidad con Romeo y Julieta y Mignon. De Puccini conservamos<br />

registros completos de Bohéme, Butterfíy y Tosca,<br />

aunque también cantó La roadme. Y el verismo, triunfante en<br />

Italia durante los primeros treinta años del siglo, fue parte esencial<br />

de su carrera: Adriana, Fedora. Cbenier, Zaza, Payasos, Cavallena.<br />

Lodoletta, Fritz. Iris... Anotemos aún la presencia<br />

esporádica de la más italiana de las óperas de Wagner: Lohengrin.<br />

ftrtiie (1885-1952) como Edgardo en Luoá de Lunmermoor<br />

SCHERZO 8}


DOSIER<br />

El estilo<br />

uo Ldurt \&*p> zoma<br />

Al reconsiderar el repertorio de Gigli llama la atención que<br />

en él esté casi ausente el bel canto cuando el tenor poseía todos<br />

los recursos técnicos y vocales precisos para sentar cátedra<br />

en la materia. Pero Gigli nunca fue un hombre especialmente<br />

preocupado por los problemas de estilo, y así su Rossmi es casi<br />

inexistente y su Mozart (dos anas de Donjuán), defectuoso.<br />

Entre 19-17 y 1949. grabó una docena de arias de los primitivos<br />

operistas italianos: Monteverdi. Cesti, Carissimi. Caldara y Ales-<br />

Sandro Scarlatti, con resultados poco o nada satisfactorios si<br />

los juzgamos con criterios actuales. No obstante, es meritorio<br />

el simple hecho de haber conocido y cantado estas anas, aun<br />

en las ediciones espurias de Pansottt. Por supuesto, las batutas<br />

acompañantes, segundonas y con escasos conocimientos estilísticos,<br />

poco contribuyen al éxito de la empresa cuyo único<br />

mérito se debe a Gigli, pues aunque se le pueda tildar de lagrimoso<br />

y blando, pone en |uego una calidad vocal, un dominio<br />

técnico y una dicción excepcionales. Estos factores, en todo o<br />

en parte, faltan en los llamados especialistas de la hora actual.<br />

muchísimo más cultos que Gigli pero, a menudo, semianalfabe<br />

tos en materia canora y en la leguna del Dante.<br />

Es de lamentar que ira estos registros - y. en general, durante<br />

toda su carrer. -, Gigli no contase con la colaboración<br />

de un productor de categoría (como lo fue Walter Legge en<br />

el repertorio alemán), que hubiera encauzado me|or el innegable<br />

talento interpretativo de Gigli. pulido su estilo y evitado las<br />

frencuentes aspiraciones (o haches) intercaladas en los melismas.<br />

que vician un legato por lo demás ejemplar, tanto más<br />

admirable cuanto que en 1947 Gigli se acercaba ya a los sesenta<br />

años de edad. En este aspecto, en el uso del sollozo como<br />

recurso expresivo y en la exhibición de un pathos de dudoso<br />

86 SCHERZO<br />

gusto, casi siempre cercano al sentimentalismo. Gigli fue hijo de<br />

su tiempo. La importantísima presencia del verismo en su repertorio<br />

nos lo ha confirmado ya. y también el entusiasmo con<br />

que grabó mil y una canciones de salón (Tosti y otros), napolitanas<br />

o melodras populares de la época. Justo es decir que tanto<br />

Caruso como los coetáneos Fleta. Laun-Volpi. Schipa o Tauber<br />

también lo hicieron. Pero en este repertorio, Gigli no tuvo el<br />

temperamento de Caruso o Fleta, ni la suprema elegancia de<br />

Tauber, ni la inteligencia penetrante y la capacidad evocadora<br />

de Schipa. Gigli se de|ó arrastrar demasiado por la comerciahdad,<br />

por el gusto popular y cayó ocasionalmente en efectos demagógicos<br />

muy del favor de sus seguidores, que siempre<br />

esperaban, ya en sus conciertos o tras la Furtiva lagrima, que<br />

Gigh la repitiese y ofreciera como bis Mamma o, acaso. Fumculi,<br />

funiculá.<br />

Estas limitaciones estilísticas se vieron favorecidas en parte<br />

por el dudoso gusto de ciertos ambientes musicales en que Gigli<br />

se movió durante los años 20 (EE.UU) y 30 (la Italia fascista).<br />

Frente a ellas, en cualquier grabación del tenor hallamos no sólo<br />

a un óptimo cantante sino también a un intérprete capaz de<br />

caracterizar vocalmente a su persona|e. Asi, el Rodolfo de Gigli<br />

es una criatura entusiasta, juvenil, vital y apasionada, como<br />

también lo es su Pinkerton. A Chenier, sabe imprimirle el adecuado<br />

énfasis y el justo punto demagógico para que sus intervenciones<br />

en casa de Magdalena o ante el tribunal popular<br />

cobren sentido; y en el Bel di di maggio, no cabe duda de que<br />

quien nos habla es un poeta. También, su Canio es patético,<br />

sincero e inspira lástima sin resultar lacrimógeno ni recurrir a<br />

violencias innecesarias. Naturalmente, las caracterizaciones de<br />

Gigli son siempre más acabadas en las Óperas completas (y con<br />

mayor razón aún, lo eran en teatro) que en las arias sueltas.<br />

Aun asi, se deben mencionar entre sus registros primeros (Milán,<br />

1918-19) las anas de Mefistófeles y un vibrante Cielo e mar.<br />

que Gigli no superaría en ocasiones posteriores.<br />

Conclusión<br />

En suma, Gigli poseyó una de las mejores voces de tenor en<br />

este siglo (para John Steane. autor de The granó tradition, probablemente<br />

la más bella) por calidad intrínseca y, sobre todo,<br />

por perfección técnica, que le aseguró una larga carrera cuyo<br />

declive afectó sólo a unos pocos años finales, cuando el tenor<br />

había rebasado los 60 de edad. Su técnica magistral y la sabia<br />

administración de recursos le permitieron abordar un amplísimo<br />

repertorio —en el que figuraron óperas más dramáticas de<br />

las que. en origen, correspondían a su voz— sin renunciar a<br />

los presupuestos básicos de la correcta emisión.<br />

Gigli fue una cátedra de canto permanente aplicada a una<br />

voz muy hermosa. ¿Qué la faltó, entonces, para ser no sólo<br />

el heredero de Caruso. sino el tenor italiano más destacado<br />

de nuestro siglo? Un mayor rigor estilístico, como tuvieron Schipa<br />

o Pertile, unido a una más amplia cultura musical y a una selección<br />

de repertorio más cuidadosa, evitando concesiones al (mal)<br />

gusto de épocas y ambientes en que desarrolló su carrera. Como<br />

siempre, es digna de meditación la paradoja formulada hace<br />

vanos siglos: «las voces se dividen en bellas y buenas».<br />

Aceptando esta simplificación. Gigli perteneceria al primer grupo<br />

y Schipa o Pertile al segundo.<br />

Con todo, el nombre de Beniamino Gigh figura para siempre<br />

en lugar privilegiado dentro de la historia de la linca y su discografia,<br />

aunque a menudo anticuada estilísticamente, es fuente<br />

perenne de enseñanza sobre cómo aplicar el arte del canto a<br />

la ópera italiana.<br />

Roberto Andrade


Allá por 1929 compró mi padre un gramófono. Trajo<br />

con él unos discos y entre ellos varios de ópera: tres<br />

o cuatro del Tnstán wagnenano; los del dúo y la<br />

muerte; algunos de Aida. bastantes con romanzas<br />

del Titta Ruffo y el final de Lucia de Lammermoor,<br />

cantada por Bemamino Gigli. Es de entonces el conocimiento<br />

de la voz húmeda, cálida, dulcísima del gran tenor. Su Alma<br />

innamorata fue regalo de horas juveniles y de primeras etapas<br />

en el fervor lineo.<br />

Un año después de iniciada mi actividad critica, en 1944, una<br />

información de agencia daba cuenta del fallecimiento de Beniammo<br />

Gigli. En la calle, cada encuentra dio margen para un cambio<br />

de impresiones, precedido por la escueta frase: «Ha muerto<br />

Gigli». Casi puedo asegurar que la apostilla resultó invariable:<br />

«Hemos perdido al mejor tenor del mundo. ¡Y sin conocerlo<br />

en Madrid!». Hablé con aficionados puros, insobornables a toda<br />

tentación superflua. Después, con operófilos impenitentes<br />

más preocupados del intérprete que de la música, del divo que<br />

de la obra. Dos mundos muy distintos, opuestos, incluso, que<br />

convergían para, identificados, lamentar la desaparición del artista.<br />

Luego, antes de cualquier otra reacción, sugerí a los amigos<br />

el homenaje: «¿Queréis? Vamos a escuchar algunos discos<br />

impresionados por Gigli. Así nuestro recuerdo se elevará hacia<br />

él conducido por el mejor vehículo: su propia vozn.<br />

Veinticuatro horas más tarde la información fue desmentida.<br />

Gigli no sólo vivia, sino que continuaba dispuesto a persistir en<br />

su labor artística con bríos y afanes, parejos a los derrochados<br />

hasta entonces, en plena actividad y a rendimiento pleno, premiado<br />

con triunfos invariables. El comentario, entonces, fue otro:<br />

«¿Será posible que Madrid continúe sin oír su voz inigualable?».<br />

Quedaban excluidos, claro, los aficionados antiguos, los veteranos<br />

de la filia operística y. en general, cuantos habían tenido<br />

la fortuna de presenciar sus actuaciones sensacionales fuera de<br />

España,<br />

La emoción que despierta un disco, una retransmisión radiofónica,<br />

no puede compararse a la sentida cuando se asiste al<br />

recital o a la representación en que interviene el artista. Son<br />

pocos, muy pocos los nombres que perduran con intensidad<br />

en nuestra memoria 51 no hemos podido ser testigos directos<br />

de su valía. Los de verdad excepcionales: Toscanini, Horowitz,<br />

Heifetz. Gigli... La relación no seria muy amplia ciertamente.<br />

Gigli vencía hasta la prueba de la distancia, de la reproducción<br />

mecánica. Cuando en esa reunión mortuoria, por fortuna inmotivada,<br />

seguiamos silenciosamente el curso de su interpretación,<br />

la melodía que la voz de Gigli desgranaba, pensábamos<br />

en los comentarios admirados de tantas ocasiones, en la romanza<br />

repetida una y otra vez. en la película, cuya proyección<br />

se vuelve a contemplar quizás sólo para disfrutar de nuevo el<br />

aria, el lied, la canción determinada.<br />

Dos años más tarde, allá por junio de 1946 y en ocasión memorable,<br />

se cumplieron nuestros anhelos. Vino Gigli a Madrid.<br />

Actuó en un recital, en dos representaciones de ópera. Pudimos<br />

escucharlo directamente. Y pude también conocer al hombre,<br />

establecer con él una relación profesional de mteviuvador<br />

y entrevistado, que desembocó pronto en un afecto reciproco,<br />

en una comprensión inmediata, sostenida pese a la distancia,<br />

alimentada en cada nueva excursión suya por nuestro país. Gigli.<br />

conocedor del acontecimiento familiar que se avecinaba para<br />

el nuevo amigo que meses más tarde cambiaba de estado, no<br />

dudó en ofrecer el máximo regalo, condicionado sólo a la posibilidad<br />

material de cumplirlo: cantar unos motetes en la<br />

Mis recuerdos de Gigli<br />

Foto de G'gli dedicada 3 Antonio Fernández Gd.<br />

BENIAMÍNO GIGU<br />

moma nupcial. Algo facilitaba las cosas: que en octubre pensaba<br />

estar en España. Algo, en cambio, lo impidió: que en la misma<br />

fecha cantaba Aída, en Zaragoza, Guardo su telegrama: «Riña<br />

ed 10 siamogli vicmi con cuore. Dovendo cantare cui Aída urnañámente<br />

imposibilítalo presenziare cenmonia. Tutto il nostro<br />

affetto copia felice.—Riña Beniamino Gigli.t<br />

Si: no fue un conocimiento más. una relación cordial entre<br />

tantas la que me unió a Gigli, a su hija Riña. En el momento<br />

de elegir una figura linca que represente a las no españolas que<br />

se adentraron en mi afecto no vacilo en la selección. Trataré<br />

de reflejar los sentimientos y recuerdos que el gran artista suscita<br />

en mí.<br />

Sobre la configuración humana del divo se ha escrito mucho<br />

Se habla de sus exigencias e irascibilidades, de sus desplantes<br />

y nervios injustificados, de sus peregrinas reacciones y, sobre<br />

todo, del aire petulante, del gesto olímpico, del pretencioso ademán,<br />

del tono de superioridad que mortifica y ofende.<br />

Yo deseaba conocer a Bemamino Gigli, recoger las impresiones<br />

de sus primeras horas madrileñas. Y sentí un cierto nerviosismo<br />

justificado. ¿Cuál sería su recepción 7 ¡Hasta qué punto<br />

cordial su acogida? Siempre ha/ algo molesto en las vecindades<br />

de toda estrella, cualquiera que sea la especialidad: sus guardaespaldas,<br />

sus parientes, secretarios o servidores que, en parte<br />

por la previa consigna, en parte porque se exceden al cumplir<br />

las órdenes recibidas, hacen del todo intransitable el acceso.<br />

SCHERZO 87


DOSIER<br />

La primera sorpresa es que nadie puso trabas a mi acercamiento<br />

Y menos que nadie, el propio Gigli. Transcribo la entrevista que<br />

publiqué entonces con las impresiones del momento.<br />

«Pase usted, siéntese, por favor. Estoy a su disposición. Sin<br />

prisas. No se preocupe. Hablaremos cuanto quieras.<br />

Frente a mi un hombre sencillo, cordial. La mirada serena.<br />

La palabra fácil, reposada. El gesto sonriente, esbozado apenas<br />

un tinte de melancolía. El aspecto bondadoso. La corrección<br />

exquisita Nada recuerda —¡qué molesto ese recuerdo hecho<br />

de frialdades y despotismo!— que Gigli es un cantante excepcional:<br />

que en su torno se te|en estos días las ilusiones máximas<br />

del Madrid operístico.<br />

—Estoy muy satisfecho. Al fin vuelvo a Fspaña, luego de una<br />

ausencia prolongada en exceso. ¿Habría nacido usted? En todo<br />

caso no puede acordarse. Fue por 1917. En el Real. Canté Mefístófeies.<br />

Desde entonces me ha sido imposible venir de nuevo.<br />

Yo actuaba, turnándome. en Norte y Suraménca. Sólo me<br />

concedía un descanso de cuatro meses, coincidente con el calor.<br />

No se celebraban aquí funciones. Ahora llego muy<br />

contento...<br />

—Si; tengo un gran respeto a los maravillosos cantante? que<br />

un dia llevaron triunfal por el mundo el nombre de España. Su<br />

tierra ha sido cuna de las mejores sopranos ligeras del orbe,<br />

de tenores admirables. ¿Cómo olvidar a la Galvany, a María Barnentos.<br />

a Gayarre. Viñas, Lázaro. Fleta, Cortis? Además, yo<br />

me siento embajador del arte italiano, me creo digno representante<br />

de mi país y le encuentro con el suyo grandes afinidades<br />

en lengua, arte y carácter. ¡Lástima grande que el viaje haya<br />

de ser tan rápido!<br />

—Fiero podremos oírle más de una vez...<br />

—Sí: en el concierto, en Aída y además —ahora mismo acaba<br />

de concertarse— en el Mario Cavaradossi. de Tosca.<br />

—La impaciencia de nuestro público no es para descrita. (Cuál<br />

es su impresión sobre nuestros aficionados?<br />

—¡Oh! Usted puede interrogarme sobre lo que quiera. Pero<br />

mire, querido; primero yo he de cantar: luego, podríamos hablar<br />

del público. ¡Es el juez supremo! Yo lo miro con respeto<br />

y simpatía.<br />

A nuestro lado Ercole Casali, en funciones de empresario,<br />

se irrita por teléfono. Gigli, antiguo amigo suyo, sonrie afectuoso,<br />

guiña un poco el ojo izquierdo y tatarea:<br />

—Paríate d'amore, caro.<br />

Ustedes habrán oido hablar de la reserva y el mutismo a que<br />

se someten los cantantes cuando se encuentran próximas sus<br />

actuaciones. Yo. desde este momento, negó. Gigli no regatea<br />

las palabras que salpica con impresionantes apoyaturas líricas.<br />

Su repertorio es muy amplio, casi tanto como el que domina<br />

escénicamente. En el transcurso de la conversación me habla<br />

de que ha vivido sesenta y dos óperas; de que sus programas<br />

de conciertos son numerosos. Pero no queda ahi la cosa. Se<br />

permite ciertas escapadas a lo frivolo.<br />

—Esta noche en el ensayo— dice alguien.<br />

—aEsta noche me emborracho bien...»— completa él.<br />

Luego, ya recobrada la seriedad:<br />

Me han llamado el cantor del pueblo. Y me gusta el titulo.<br />

Las napolitanas son mi debilidad —señala su figura nada<br />

esbelta—, Y no se olvide el —a plena voz entonada—: Te quiero,<br />

morena...<br />

Gigli rubrica la frase con uno de sus guiños peculiares. Yo asien<br />

to con malicia. Me corta rápido:<br />

—¡Hablo de la música, amigo!<br />

Restablezco la gravedad perdida.<br />

—¿Le importaría hablarme de su hija?<br />

—En absoluto. De Riña Gigli como artista y enviciada con<br />

espintu artístico no hubiese querido contestar. De mi hija, si.<br />

88 SCHERZO<br />

Interroga usted al padre, que responde con todo su corazón.<br />

No quiero que se produzca jamás la impresión de que con mi<br />

prestigio intento sostenerla en el terreno musical. Fui del todo<br />

contrario a sus deseos artísticos hasta 1943. Después hube de<br />

ceder. La admirable Ftosina Storchio, fallecida hace apenas un<br />

año, y el gran director Tulho Serafín, me hicieron ver la responsabilidad<br />

en que incurria de oponerme. Captaban cualidades<br />

artísticas excepcionales y la Storchio redondeó con las últimas<br />

pinceladas la formación de Riña... Tuve que ceder, pero no sin<br />

exponerla a la prueba más difícil: cantar La Travtata ante el público<br />

de Parma, tildado de intelectual e intransigente. Yo fui el<br />

Alfredo. Habla que sostener a la pobre Violeta. Pero me sentía<br />

más emocionado que ella,<br />

—¿Y triunfó?<br />

—Sí, si. ¡Triunfó! Tiene una linea de canto...! Pero, excúseme.<br />

¡Ya la escucharán! Son ustedes los que deben opinar, no yo. Le<br />

regalo una fotografía en la que padre e hija nos miramos amorosos.<br />

Es del famoso debut en Parma. Riña compone una Violeta<br />

convincente. Yo un Alfredo que parece retratado después<br />

de comer...<br />

Un coro de sonrisas abiertas apoyadas en la sencillez de Gigh<br />

acogen su frase. Cuando se apagan, ya en pie, ruego:<br />

—¿Caemos en la anécdota? ¡Es un tópico tan sabroso!<br />

—Llegué a una ciudad italiana. Dos muchachos me abordaron<br />

a la puerta del hotel, Su padre, gravemente enfermo, quería<br />

verme. Le habian amputado las piernas días antes. Fui. Me<br />

captó su simpatía. Sufrí ante sus deseos de ir al teatro aquella<br />

noche. Y para obtener la renuncia a su propósito temerario<br />

canté para él un Spirto gentil emocionado. Esto es todo. Me<br />

pide una anécdota y prefiero el recuerdo que todavía me impresiona.<br />

Es el propio cantante quien rompe el silencio. Desvia nuestros<br />

pensamientos hacia un ángulo más risueño:<br />

-Cuando estuve en España la otra vez me regaló «El Gallo»<br />

una oreja. La tomé sin saber qué hacer con ella. La tuve vanas<br />

horas. Luego el aroma me obligó a prescindir de su compañía.<br />

Pero los toros, ¡qué bella fiesta! España, ¡qué hermosa es!<br />

Inicio unas corteses palabras de despedida. Apenas me deja;<br />

—Yo soy el reconocido. Mil gracias. Hasta mañana. No faltará<br />

al concierto ¿verdad?<br />

Y yo protesto en mi interior: «¡Hasta ahi podían llegar las<br />

bromas!».<br />

He preferido transcribir, con todos los inconvenientes del trabajo<br />

urgente de actualidad, la entrevista que estableció mi relación<br />

inicial con Gigli, Se cumplía el deseo de conocer en<br />

persona a uno de los artistas mundiales a quienes más admiraba.<br />

Gigli —recordemos ahora con brevedad su historia— nació<br />

en Recanati el 20 de marzo de 1890. Desde niño, cuando comenzó<br />

a cantar en el coro de la Iglesia de su pequeña ciudad,<br />

sorprendió la voz. Realizó trabajos en el negocio paterno y luego<br />

con un fotógrafo, en busca de medios con los que pagar sus<br />

lecciones de canto. Es ya en 1911 cuando se ve admitido en el<br />

Conservatorio de Santa Cecilia, y tres años más tarde, en 1914,<br />

cuando alcanza el primer decisivo triunfo: el premio, entre ciento<br />

cinco aspirantes, del Concurso Internacional de Parma. Premio<br />

de importancia, que liga su nombre al de una ciudad temible<br />

para los cantantes que saben hasta qué punto en las actuaciones<br />

pueden ser victimas, ya no sólo del silencio, de las protestas<br />

o siseos de los oyentes, sino también de sus frases oportunas,<br />

agudas, que pulverizan y destrozan los nervios del más templado.<br />

Es el propio Gigh quien me contaba la situación de aquel<br />

barítono de voz endeble, con sólo dos notas brillantes, calidad<br />

y musicalidad nula y gran ftato, que cifraba su éxito en la intensidad<br />

y prolongación de la frase de Amonasro en Aída, en la<br />

que confiesa que es Suo patre. Al parecer, el interesado aguardaba<br />

el momento con verdadera impaciencia, y cuando llegó.


situado en el fondo de la escena como si se tratase de la popular<br />

vendetta del Rigoletto, aspiró con fuerza, y lenta, despaciosamente,<br />

comenzó a moverse hacia las candilejas mientras<br />

prolongaba hasta lo inverosímil la intervención: Suo paaaatre.<br />

Lo malo es que no bien concluyó de hacerlo, un típico parmesano<br />

en la ferocidad lirica, le preguntó a voz en grito: ¿qui?.<br />

Claro es que apenas pudo concluir el acto entre risas, cuchufletas<br />

y coméntanos jocosos.<br />

Parma. pues, punto de partida. Uno de los jurados se produce<br />

categórico:


DOSIER<br />

lechera. ¡Qué divertida su versión adornada, con efectos instrumentales<br />

y de ambiente'.<br />

Pero Gigli era todo menos un frivolo, un payaso superficial<br />

e inconsciente. El explicaba muy bien su posición.<br />

—Ha llegado el momento en que yo no debo preocuparme.<br />

Sé que me queda «X» tiempo, ya no mucho, de voz. Puedo<br />

permitirme el lujo de ofrecerla sin reservas... hasta que dure.<br />

Mire usted: yo antes cantaba con el interés: ahora ya canto con<br />

el capital. Cuando se agoten las existencias, a casita, y en paz.<br />

Antes elegía las obras cómodas, las que no me cansasen, para<br />

resistir más tiempo. Ahora lo canto todo. No hay problema,<br />

¿Qué desean oírme en una misma noche: Cavalleria y Payasos!"<br />

Y, ¿por qué no darles tal gusto a los aficioandos. si en el fondo<br />

me gusta a mi la prueba y el temperamento me pide esa entrega<br />

dramática, mucho tiempo vedada?<br />

Puede ser que eso lo aclare todo.<br />

En cierta oportunidad, y no sin un íntimo rubor, sin un malestar<br />

grande por el atrevimiento, llegué a pedirle que se asomase<br />

a uno de mis programas de Radio Nacional, a la Revista<br />

de Música qut entonces dirigía. Se trataba de rogarle unas palabras,<br />

unas declaraciones, puesto que era figura de actualidad.<br />

Ya me parecía demasiado, tratándose de un tan gran artista,<br />

no joven, al que podía suponérsele deseoso de reservar fuerzas<br />

para la actuación misma. La sorpresa no es para descrita.<br />

—De acuerdo. Yo iré a Radio Nacional con usted, pero sólo<br />

si me permite cantar,<br />

—Ya somos demasiado famosos como cretinos los tenores,<br />

ya tenemos demasiada fama de estúpidos, como para que nos<br />

resistan si no damos lo único bueno que se espera de nosotros:<br />

la voz. Lo dicho: o canta o no voy con usted.<br />

¡No queria creerlo! Cuando llegó la hora en los muy reducidos<br />

estudios de Martínez de la Rosa que entonces empleábamos,<br />

se habían congregado más de un centenar de aspirantes<br />

al placer de oír tan de cerca al gran divo. Mis intentos de que<br />

el local fuese desalojado, bien rubricados por las órdenes del<br />

Jefe de Emisiones, resultaban estériles. Para colmo alguien distraia<br />

la espera fumando. La atmósfera, densa por momentos,<br />

se hacía irrespirable. Cuanto más dispuesto me sentía a plantear<br />

con rigor la orden general de abandono, llegó Gigli. Faltaban<br />

treinta minutos para el comienza Intenté disculparme,<br />

prometer que todo se remediaría en unos instantes, que ventilaríamos<br />

el estudio. No me dejó seguir.<br />

—¿Para qué? —dijo—. No se preocupe. A mi voz ya no le<br />

afectan estas cosas. Que se queden sin quieren. Que fumen.<br />

¿Qué más da? Eso era cuando no me encontraba fuerte. Ahora,<br />

¡soy un coloso!<br />

Y para demostrarlo envió al aire, con cualquier melodía improvisada,<br />

en tesitura muy aguda, mi propio nombre, sosteniendo<br />

la última nota: Antonio Fernandez-Ciiiiid.<br />

Cantó Gigli la romanza de Werther y Core ingrato, una canción<br />

napolitana que nadie |amás ha dicho ni dirá con la emoción,<br />

la gracia, la belleza de timbre, la expresividad y carácter<br />

que él sabía darle. Departió con unos y otros.<br />

—Ahora, vamonos a cenar unos ¡paguetti. ¡Ayudan a conservar<br />

la buena salud!<br />

La suya, a prueba de concentraciones y de pastas italianas,<br />

se mantenía sólida. Como la calidad. Nadie que haya escuchado<br />

a Gigli podrá olvidar muchas de sus versiones. Un ejemplo,<br />

que pude conocer en audición privada: las anas del Don Juan<br />

mozartiano. El, después de ofrecérmelas, explicó:<br />

—Siempre que he podido evité cantar en público Don Juan.<br />

representar la ópera. El personaje de Don Octavio me parece<br />

un verdadera cretino que trenza el rigodón, muy cogidito de<br />

la mano de Doña Ana y Doña Elvira, mientras Don Juan se dispone<br />

a bírlale la novia. ¡Ah!. pero, ¡qué maravilla de música 1 Cantarla<br />

en conciertos si es un placer grande, porque Mozart quiso<br />

90 SCHERZO<br />

compensar al pobre tenor de las estupideces del libreto.<br />

II mío tesoro, el Lamento di Federico, el comienzo del Spirto<br />

gentil, el Amor ti vieta. Una furtiva lágrima... ¿Quién podría<br />

superar, igualar su dicción? Al borde, si. del sentimentalismo,<br />

en el punto justo que desemboca en la cursilería, con una voz<br />

bañada en lágrimas, timbrada, suavísima. ¡Qué delicia! Eso. y<br />

tantas frases, inadvertidas con otros, a las que él daba realce<br />

singular.<br />

Gigli tenia el afán, aun a pesar de lo poco beneficiado que<br />

se veía por su fisico de relativa estatura y línea ventruda, de<br />

servir a los personajes con la mayor autenticidad posible. £1,<br />

que filaba con rara facilidad, se negaba, por ejemplo, a utilizar<br />

este recurso con el Adiós a la vida.<br />

—Quien se despide para siempre de este mundo no está para<br />

fiorituras y delicadezas. Yo canto el fragmento a voz, con<br />

dramatismo e intensidad. Otra cosa es en el bis. Si me exigen<br />

la repetición, interrumpida ya la escena, no cuenta sino la música.<br />

Y entonces puedo conceder al público lo que busca.<br />

En los últimos años, aunque la voz se conservaba con brillo<br />

y calidad milagrosa, el diafragma, el fíalo ya no respondían de<br />

manera perfecta. Incluso algún período agudo le preocupaba,<br />

sin que él mismo quisiese confesárselo. Por otra parte, su sentido<br />

de la responsabilidad, su propia estimación, su deseo de<br />

responder al prestigio y la cotización, le hacían pasar ratos Incómodos.<br />

Cuando en Madrid cantó en tres memorables actuaciones,<br />

una. Lucia, con Marimí del Pozo, de magnífica protagonista: una,<br />

Manon, y una Bohéme, con Victoria de los Angeles, que se presentaba,<br />

el triunfo extraordinario de nuestra compatriota en<br />

la obra de Massenet. llegó a excitarle demasiado, sin que ni aun<br />

su afán de ensalzar los méritos de la joven diva pudiese impedir<br />

el reflejo del malestar. ¡No era envidia, no! Era una última<br />

voluntad de mantener un cetro que no dejaba escapar: de probar<br />

que Gigli en escena de ninguna forma podía ser eclipsado<br />

por nadie, ni aun con voz maravillosa.<br />

Algo recuerdo todavía más significativa En esos últimos años<br />

Gigli cantaba, un día sí y otro no, obras tan distintas como las<br />

de Mascagni y Leoncavallo en el mismo programa; la de Puccim,<br />

que acabamos de citar, en el sucesivo. Esperaba la reacción<br />

del público afanosa con tanto interés y nerviosismo como un<br />

novel que todo se lo juega en el debut. Por eso, a pocos días<br />

vista, podíamos verle completamente cambiado en la versión<br />

de la misma obra. Fui testigo directo de la experiencia. Había<br />

cantado en la Quincena Donostiarra La Bohéme. El éxito resultó<br />

sensacional. Con esos antecedentes la repetición madrileña<br />

en el Fontalba se anunciaba de apoteosis. Ftero el público<br />

acudió al teatro a juzgar al superdivo sin considerandos. Hasta<br />

la romanza, sus frases fueron aceptadas como de simple trámite.<br />

Se mascaba en la atmósfera la exigencia expectante. Los más<br />

rigurosos no se lo perdonaron. A los tibios aplausos se mezclaron<br />

algunos muy audibles siseos. Y Gigli se derrumbó, literalmente.<br />

Continuó en toda la obra de forma no brillante, apagado<br />

el timbre como la expresión, muy lejos de resaltar los contrastes<br />

en que abunda. Y la reata fue para los espectadores un<br />

motivo cierto de clara desilusión. Para él, de franco disgusto...<br />

Pocos, sm embargo, podriamos registrar en su carrera. Desde<br />

1914 a 1956, cuarenta y dos años de ininterrumpidos triunfos<br />

conseguidos con el talismán de su arte, de su voz, de su<br />

rara simpatía, suponen bagaje más que suficiente para que los<br />

meses de pasividad, antes del definitivo adiós, se viesen colmados<br />

por gratos recuerdos. El personal quiso exaltar como<br />

se merece la estampa del gran tenor que supo, al tiempo, ser<br />

un hombre lleno de calidades, hasta esa, tan rara en la familia<br />

musical de que formaba parte, que es la sencillez.<br />

Antonio Fernández-Cid


Jorge Fernández Guerra<br />

Armando Blanquer<br />

Carmelo Bernaola<br />

Alejandro Yagüe<br />

Orquesta Sinfónica<br />

y Coro de RTVE<br />

Marzo<br />

Concierto extraordinario<br />

de Música Española actual<br />

T A Jueves, 22<br />

I /I Viernes, 23<br />

Viernes, 9 de Marzo de 1990 - 20,00 h.<br />

Los ojos verdes<br />

Concierto para cuatro trompas y orquesta<br />

Solistas: Luis Morató, José V. Puertos, Enrique Asensi<br />

y Miguel Guerra<br />

Nostálgico para piano y orquesta<br />

Solista: Joaquín Soriano<br />

Sinfonía núm. 2. «Gadea»<br />

Director: Árpád Joó<br />

De Pablo: Senderos del aire<br />

R. Strauss: Don Quijote<br />

Sofista: Arturo Muruzábal (violonchelo)<br />

Director: Árpád Joó<br />

29 Grieg: Peer Gynt (música incidental completa)<br />

Solistas: Marianna Hirsti (soprano)<br />

15Jueves,<br />

Per Vallestad (barítono)<br />

Coro de RTVE<br />

Horario de los conciertos<br />

Jueves, a las 20 horas<br />

Viernes, a las 20 horas<br />

Director: Per Dreier<br />

Teatro Monumental<br />

MADRID<br />

Los conciertos impares corresponden al Abono A<br />

Los conciertos pares corresponden al Abono B<br />

Ensayo general<br />

Jueves, a las 11,00 horas


DOSIER<br />

La voz de tenor, tal como la conocemos hoy en dia, es<br />

una adquisición relativamente tardía en la historia del<br />

canto, Sólo en el romanticismo, a partir de Manuel Garda,<br />

se desenvuelve el registro tenonl completo, equivalente,<br />

en escritura, al de la soprano, pero que resuena<br />

una octava más grave que aquélla. El desarrollo de una técnica<br />

de resonadores nasales y craneanos amplia la extensión de la<br />

voz aguda varonil y la empareja con la de quien, hasta ese momento,<br />

había sido la protagonista del espectáculo vocal: la<br />

soprano.<br />

La misma etimología de soprano sugiere, a partir del adverbio<br />

sopra (arriba) que luce más quien llega más alto en la escalera<br />

imaginaria de la voz. la escala. Los tenores románticos,<br />

servidos por las partituras condignas de Rossim, Bellini y Donizetti,<br />

escalaron posiciones hasta ponerse igualmente sopra que<br />

las sopranos. Desde ese momento, el protagonismo vocal de<br />

la ópera es compartido por las voces agudas, las dos eminencias<br />

de la población cantante.<br />

Una especialización creciente hace que las sopranos se inclinen<br />

a lo dramático o ligero, lo lírico o lo spinto, y algo similar<br />

ocurre con los tenores: los habrá heroicos, líricos, de gracia,<br />

de medio carácter, etc. Cada uno llevará al extremo el perfil<br />

de sus caracteres vocales. Un tenor de gracia será galante y<br />

espiritual, acariciante pero no penetrante, servirá para evocar<br />

a los principes azules que turban los sueños de las muchachas<br />

pero sin dejarse tocar por ellas. Un héroe predador y combativo<br />

será mejor servido por tenores dramáticos. Un galán algo<br />

alocado y con entusiasmos de diverso talante será la presa del<br />

tenor lírico. Y asi sucesivamente.<br />

Cuando Beniamino Gigh aparece en la palestra operística el<br />

rodaje de la voz de tenor tiene, en ese sentido moderno, unos<br />

cien años. Período, como se ve, más que generoso para hacer<br />

un balance. Y para algo más: para repartirse la herencia de Ennco<br />

Caruso.<br />

En efecto, por razones intrínsecas (su extraordinaria y anómala<br />

valía como voz y como canto) y extrínsecas (su promoción<br />

en el mercado norteamericano) Caruso se convierte en<br />

el gran mito tenonl de la época. Lo curioso del asunto resulta<br />

que Caruso es, como fisiología de tenor, una gloriosa anormalidad.<br />

Los laringólogos (recuerdo ahora mismo al doctor De Luca,<br />

que oteó las gargantas de la ópera durante medio siglo en<br />

el teatro Colón de Buenos Aires), observaron que sus cuerdas<br />

vocales eran blancas como las de un barítono, y no sonrosadas<br />

como las de un tenor. Escuchando al gran napolitano se advierte<br />

que su centro es de una solidez y, a veces, de una sonora<br />

pastosidad baritonal. Recuérdense sus grabaciones del<br />

prólogo de I pagliacci. en tesitura de barítono, y sus dúos con<br />

Titta Ruffo, en los cuales, a veces, produce perplejidad la confusión<br />

de los timbres.<br />

La herencia de Caruso se divide según especialidades y caracteres<br />

de vocalidad y repertorio. En esos tiempos, en la década<br />

de los veinte, el panorama operístico italiano está<br />

dominado por el verismo, no sólo porque están en activo sus<br />

principales compositores, sino porque el criterio de interpretación<br />

hegemónico apela a nociones como verdad, naturalidad,<br />

autenticidad, etc, propias de un enfoque n atura lista- ven sta del<br />

teatro musical. Ni éxtasis wagnenano. ni pasión verdiana, ni sublirne<br />

lirismo virtuoso del bel canto, ni serenidad clásica: verdad,<br />

desgarrada y entrañable verdad.<br />

92 SCHERZO<br />

II tenore assoluto<br />

D05 p&sonáfes de G>gl> Arnbs (orno<br />

Guóltier en «El Piralá* de Bellini. ába¡o<br />

como Efvmo en *La Sonámbula» tembien<br />

de Seto


Arriba como Nemorvio •LBhsM d'Amore* de Dorntetti. ibsjo como Alfredo<br />

en «¿j Travista* de Verdi<br />

Giovanm Martinelli hereda el heroísmo vocal carusiano. destacando<br />

en los papeles de tenor dramático o, por mepr decir,<br />

spinto. siendo que, rigurosamente, tal vez sólo el Fbllione de<br />

Norma y el verdiano Ótelo son, en la ópera italiana, partes<br />

heroicas. Aureliano Ffertile es el tenor vensta por antonoma<br />

sia. cuidadoso del decir, la intencionalidad y el fraseo exigido<br />

por la situación dramática. Giacomo LaunA/blpi es, con una tesitura<br />

amplia y poco definida. el tenor como el dominador escénico,<br />

preocupado por la eficacia y pregnancia de sus agudos.<br />

Tito Schipa. en la línea de Garbín y Anselmi. restaura el canto<br />

&ENIAMÍNO GIGLI<br />

de gracia, confidencial y sedante, privilegiando la elegancia del<br />

decir sobre la expresividad, entendida como volcado hace afuera<br />

de la vivencia musical.<br />

¿Dónde queda Gigli en este panorama esplendoroso de la<br />

historia tenoril? Curiosamente, en un periodo donde los tenores<br />

dominaron el mercado operístico, desplazando a las sopranos,<br />

es decir, en un tiempo que exigía perfilarse y especializarse,<br />

Gigli tendió a no hacerlo, es decir a describir el mito del tenor<br />

absoluto, que es todos los tenores a la vez y ninguno en particular.<br />

Fbr otra parte, su carrera fue tan extensa que pudo asistir<br />

a un nuevo renacimiento sopranil en la década del cincuenta<br />

(la del tándem Callas-Tebaldi). sin sospechar que el divismo pasaría<br />

a los directores de orquesta en la década del sesenta (con<br />

Karajan como modelo) y que hoy estaríamos sometidos al Olimpo<br />

de los directores de escena, con su constelación de técnicas<br />

escenográficas y lumínicas de mágica perfección.<br />

Gigh (otros los explicarán mepr en este informe) era un tenor<br />

esencialmente lírico, pero ello debido a que la cuerda tenoril<br />

italiana, salvo las excepciones apuntadas, lo es. A partir<br />

de su lirismo, asentado en un centro vocal a la vez ancho y aterciopelado,<br />

de una maestría de emisión que iba del sonido abierto<br />

y de amplio vibrato a la voz mixta que une la emisión franca<br />

con el falsete, Gigli irradiaba sobre repertorios muy generosos.<br />

Pero en ninguno penetraba como especialista, lo cual le habilitó<br />

para superar las limitaciones expresivas del verismo, que tornan<br />

un tanto anticuadas las prestaciones de algunos ilustres<br />

colegas suyos.<br />

Gigli era apasionado en Verdi, pero era romántico en los veristas,<br />

daba vibración contemporánea a los héroes donizettianos<br />

y evocaba a los clásicos con delectación ochocentista. No<br />

era un estilista perfilado, pero matizaba su central sentimentalidad<br />

y su linsmo acariciante según se lo exigieran las diversas<br />

partituras.<br />

Su Andrea Chénier (¿su mejor encarnación como personaje?)<br />

es un cantor cegado por el lirismo. Su Radamés es un soldado<br />

perdido por la fe en su propio heroísmo. Su Ricardo en<br />

Un bailo in mascbera es un seductor seducido por sus propias<br />

artes irresistibles, algo ambiguo en su acercamiento al pa|e y<br />

al amigo que es el mando de su amada. Su payaso es un rufián<br />

envejecido y quejoso, al cual una muchacha cachonda y desaprensiva<br />

obliga al crimen. Su Tunddu es un chico atolondrado<br />

que, de última, sabe asumir su responsabilidad y hacerse castigar<br />

en un acto de primitiva caballerosidad. El arrebato de su<br />

Des Gneux y su Don |osé pertenecen al ejercicio más vasto<br />

y compiejo de la maquinaria melodramática.<br />

Y aqui llegamos, tal vez, al meollo del arte interpretativo gigliano:<br />

Beniammo fue el mayor de los artistas de melodrama<br />

y de los pocos que entendió la ópera como definitivamente<br />

melodramática, en el sentido de drama articulado en situaciones<br />

contrapuestas y peraltado por la mediación enfatizante de<br />

la música. Gigli entiende que el tenor operístico ha de transmitir<br />

sus confidencias con la exterioridad suficiente como para que<br />

acaricien el oido de quien está en el paraíso del teatro. Se trata,<br />

justamente, de elevar el dolor y la ufanía del cantante a las<br />

alturas del Paraíso.<br />

El tenor absoluto es. evidentemente, un mito. Psro basta con<br />

creer en él para que empiece a tener existencia real. Gigh despachó<br />

papeles pesados con eiemplar gallardía (los ya citados<br />

más don Alvaro, por ejemplo), pero empezó y terminó en pleno<br />

medio lineo: Enzo Grimaldo y Nemonno, pasando como<br />

sobre ascuas por el reatado vensta y el arrebato cantable del<br />

Lons Ipanov de fedora. Todo con maestría incomparable y calidad<br />

vocal inconfundible, fatto alia Gigli, convirtiendo su tarea<br />

en un universo.<br />

Blas Macamoro<br />

SCHERZO 93


DOSIER<br />

Cinco miradas sobre Gigli<br />

Recogemos aquí, en este aparcado, impresiones y juicios sobre Beniamino<br />

Gigli formulados por ilustres personalidades: Teresa Berganza, Giacomo<br />

Laurí-Volpi, el pianista Antonio de Raco, el musicólogo Enzo Valenti<br />

Ferro y el músico y escritor Pablo Sorozábal Serrano.<br />

m j,cuché a Ggli en el teatro Colón de Buenos Aires, a po-<br />

A-f co de terminar la Segunda Guerra Mundial. Fbr supues-<br />

* J to, conocía y reconocía su voz, tantas veces registrada por<br />

el disco y oída en emisiones de radia pero me encontraba con<br />

Cigli «en vivo y en directo" por primera vez.<br />

El tenor había cantado en numerosas temporadas porteñas.<br />

La sala estaba expectante. Largamente cincuentón, tal vez sus<br />

medios estuvieran disminuidos. Fbr otra parte, sus simpatías<br />

fascistas tenían descontento a un sector del público. Otros pensaban<br />

que su arte estaba más allá o más acá de sus posiciones<br />

políticas.<br />

Salió Cigh como Radamés y, a los pocos compases, atacó la<br />

Celeste Aída. Le bastó una romanza para unificar la opinión<br />

de la sala. Su voz. si no especialmente grande, tenía una vibración<br />

constante que recordaba la capacidad del mercurio de ligarse<br />

con todas las materias y meterse en todos los huecos.<br />

Era una voz dorada, acariciante aún en el forte, de registros<br />

generosos, poderosa de presencia hasta en el pianissimo, y que<br />

conservaba toda su lozanía timbnca.<br />

En el cartel siguió Tosca. Tras E lucevan le stelle estalló una<br />

ovación de veinte minutos. Entre bambalinas, se consultó al director<br />

del teatro para que autorizara el bis. prohibido severamente<br />

en el Colón y la excepción histórica tuvo lugar.<br />

Gigli es el más grande tenor que yo haya oído. Si Tito Schipa<br />

resultaba insuperable en la media voz y en su elegante expresividad<br />

di grazia. Beniammo lo excedía en registra y en calidad<br />

de medios.<br />

M<br />

Antonio de Raco<br />

ientras en la voz de Caruso bajos, centros y agudos<br />

constituían una metálica y varonil urdimbre, en la de<br />

Gigli quedaban escindidos, por emisión y color, acentuando<br />

el carácter melifluo de los sonidos, que es una peculiaridad<br />

del tenor de Recanati. Este, de }ovencito, frecuentaba la<br />

Schola Cantorum de la Santa Casa de Loreto. donde había ejercitado<br />

su voz blanca de falsetón reforzado, que un dia sabría<br />

utilizar de maravilla.<br />

No podía, pues llamarse heredero de Caruso quien segura<br />

un método completamente distinto y se proponía una finalidad<br />

artística completamente distinta. Aunque en Loreto la candida<br />

voz ignoraba la técnica del smgbiozzo (sollozo), que más<br />

tarde, ya adulta y célebre, la tendría, a veces, deformada y mortificada.<br />

El sollozo, como recurso, logra dos objetivos: produce<br />

la ilusión de un sentimiento profundo en quien escucha y la sensación,<br />

a quien lo utiliza, de asegurar el ataque de la nota. Es.<br />

en suma, un golpe de glotis exagerado y, al mismo tiempo, una<br />

forma engañosa de efusión lírica. El canto no es un juego de<br />

recovecos y de artificios pour épater les bourgeois. De todo<br />

lo cual el recanatés era perfectamente consciente para no abusar.<br />

94 SCHERZO<br />

A Gigli se le reconoce la prioridad en la introducción del falsete<br />

como método de fonación en la escuela italiana, convalidándolo<br />

al nivel del misto clásico y de la media-voz, peculiares<br />

de la vieja escuela, practicada en el 800, después de la aparición<br />

de la voz viril de tenor en Duprez, vencedor del híbrido<br />

Nournt, que. no obstante, sólo en los agudos y sobreagudos<br />

se servia del mal gusto de los sonidos indeferenciados.<br />

Giacomo Lauri-Volpí


L<br />

.acorto PüCCift<br />

a mediatización ha invadido también -por<br />

desgracia— el mundo de la linca y particularmente<br />

el mundo del canta La valorización<br />

de nuestro arte se encuenta siempre ba|O peligro<br />

inminente de alud informativo. Voces buenas<br />

y voces malas utilizan la relación pública y de prensa<br />

para realizar un comercio, innoble la mayoría<br />

de las veces. A este fenómeno no es ajena la personalidad<br />

de Beniamino Gigli.<br />

Como tantos otros en su época. Gigli llegó a<br />

la escena bajo la sombra aplastante de Enrico Caruso<br />

y buscó liberarse a toda costa de la inevitable<br />

comparación. Fue un industrial de la voz y un<br />

especialista de la publicidad, trazando un camino<br />

que después ha sido seguido lastimosamente por<br />

muchos otros tenores, en especial los contemporáneos. Yo siempre<br />

ha creído que las voces buenas se acreditan por si mismas<br />

y no tienen por qué descender a la arena comercial. La voz<br />

de Gigli, guardada en numerosas grabaciones y que yo pude<br />

todavía escuchar una vez en mi |uventud. era óptima. Tenía color<br />

cálido, maravilloso en el registro central pero siempre justo y<br />

equilibrado en los extremos; su timbre probablemente irrepetible<br />

en la semejanza, sorprende por la exquisita musicalidad<br />

que lo reviste y acompaña. Una sola recomendación: deleitarse<br />

en su interpretación de La Gioconda de Fbnchieli. Nadie le<br />

ha superado todavía.<br />

Teresa Berganza<br />

Tenía yo doce años cuando dos gozosos privilegios me fueron<br />

concedidos: conocer Buenos Aires {ciudad mágica,<br />

fascinante) y ver. por vez primera en mi vida, una ópera,<br />

Aída, protagonizada por Benammo Gigli, en el Teatro Colón.<br />

Vi la representación desde un palco semisótano. El escenario<br />

se divisaba en escorzo, pero la acústica era excelente.<br />

Aquella tarde sufrí tres terribles coups de foudre: me enamoré<br />

perdidamente de una bailarina que salía semidesnuda,<br />

me enamoré de Gigli y me enamoré de Verdi. Gigli era un viejo<br />

tripón y calvo, pero cantaba como Dios. Su voz, muy lírica,<br />

muy redonda, de timbre dulce, conservaba, pese a la edad,<br />

potencia y un vibrato perfectamente controlado.<br />

La manejaba con maestría, pero ésta quedaba en un segun-<br />

BENÍAMINO GIGU<br />

do plano, ocupado el primero por la expresividad<br />

dramática y por una sobria y precisa musicalidad,<br />

parecida a la de nuestro genial Pavarotti. En el dúo<br />

final creí morirme yo también (María Canigha daba<br />

una espléndida réplica a Gigli). Aquella música<br />

estremecedoramente bella, la del citado dúo, me<br />

hacia morir. De puro placer. Sí, no veo razón para<br />

no decir que aquella tarde morí. ¿Fbr qué no iba<br />

a morir?<br />

Pablo Sorozábal Serrano<br />

j Qué era Gigli? ¿Sólo una voz? ¿Una voz y una técnica? ¿Un intérprete?<br />

Si, una voz bellísima, extensa ¡aunque no sin alguna limitación),<br />

homogénea, tersa; una técnica de primer orden que la experiencia<br />

—y en su momento la necesidad— fueron enriqueciendo<br />

gradualmente con recursos ad-hoc, y un intérprete vocal (no<br />

podemos adjudicarle cualidades de actor que de ningún modo poseía)<br />

musical y sensible que sabía aplicar a cada frase la inflexión<br />

vocal y el color más adecuado, del mismo modo que el gran violinista<br />

maneja el vibrato de acuerdo con el tipo de expresión que<br />

requiere el carácter de determinado pasaje. Si. Gigli era ciertamente<br />

eso y aún más: era un estilo de canto. Un estilo que le era absolutamente<br />

propio, inconfundible e intransferible y una actitud permanente<br />

de apasionada entrega. Un canto mórbida palpitante que<br />

se adornaba con cautivantes modulaciones expresivas. El uso de<br />

la media voz fue uno de los grandes atractivos de su canta aunque<br />

a veces se tratara de genuinos falsetes magistral mente enmascarados,<br />

así como la colocación nasal de algunos sonidos y el uso<br />

frecuente del stnghiozzo como recurso expresivo, pusieron alguna<br />

mácula en el misma Toscanini sostenía que Gigli tenía una voz «con<br />

el sollozo a flor de piel» y ésta fue la causa por la cual lo descartó<br />

como probable intérprete del rol de Calaf en el estreno de Tíirandot.<br />

que confió a Fleta. Por otra parte, es bien sabido que Gigli<br />

no era un tenor agudo F^ro era tal el cúmulo de virtudes que atesoraba<br />

esa magnífica gola, que nada podía empequeñecer su<br />

grandeza.<br />

Enzo Vahntí Ferro<br />

SCHERZO 93


DOSIER<br />

Beniamino Gigli en España<br />

Beniammo Gigli debuta en España el 17 de marzo de 1917.<br />

En el Teatro Real de Madrid canta Mefistófeles, lo que<br />

supone su primera actuación fuera de Italia. De ahi pasa<br />

a la temporada de Volpini, en el Liceo de Barcelona, donde<br />

canta La Gioconda el 7 de abril al lado del barítono José Segura<br />

Tallién y la soprano (ulIien-Ventunni, quien sustituye a la indispuesta<br />

Fbli-Randaao. El Diario de Barcelona hablaba del tenor<br />

en los siguientes términos: «el Sr. Giglt lució una voz bonita y<br />

bien timbrada, especialmente en las notas que no se apartan<br />

del registro central. Fraseo con gran claridad y obtuvo un franco<br />

éxitos. Por su parte, La Vanguardia señalaba: sla novedad<br />

fue el |oven tenor Gigli, artista discreto, pero excelente cantante,<br />

de voz segura y timbrada, que causó una excelente impresión».<br />

El II de abril canta de nuevo Meftstófeles al lado de Ofelia<br />

Nieto y Luigi Nicoletti. El Diario de Barcelona tributa grandes<br />

honores al tenor y a la soprano, y es La Vanguardia quien en<br />

esta ocasión muestra su dureza con los |óvenes cantantes: «el<br />

Sr. Gigli y la Srta. Nieto tienen bonitas voces, pero insuficientes<br />

para despertar entusiasma Gigli tiene la suya hermosamente<br />

timbrada y canta con afinación; sin embargo, no la mantiene<br />

igual en todos los registros y desmerece en los graves. Es, además,<br />

artista de escasos recursos». Firma la critica el muy severo<br />

Antonio Massisimo, pero José María Barcena rompe una lanza<br />

a favor del tenor, afirmando que fue el artista requerido en mayor<br />

número de funciones. Y añade: «cantó tres veces La Gioconda<br />

y cinco Mefistófeles. Las dos últimas de Mefistófeles. ante<br />

el enorme éxito obtenido, se ofrecieron desplazando a las previstas<br />

de Roberto Devereux».<br />

Beniamino Gigli tardó veintinueve años en regresar a nuestro<br />

pais, un hecho harto incomprensible. Francisco Gutiérrez<br />

Llano (I), experto en temas relacionados con el canto, sugiere<br />

la posibilidad de que el triunfo sostenido del tenor durante los<br />

años veinte y treinta hizo a Gigli olvidar completamente nuestro<br />

país y no volver a caer en la cuenta de su existencia hasta<br />

después de la II Guerra Mundial, en que el cierre de muchos<br />

teatros italianos y la caída del fascismo de Mussolini bien pudieron<br />

refrescarle la memoria.<br />

El I de ¡unió de 1946 redebutó Gigli en el Teatro Albéniz de<br />

Madrid, acompañado por su hija Rma, con la que cantó un dúo<br />

de LAmico Fntz supuestamente memorable. Dirigió la orquesta<br />

Ataúlfo Argenta, un acompañante de excepción, quien acompañó<br />

a Gigli al piano en las populares napolitanas ofrecidas en<br />

calidad de propinas. Para Regmo Sainz de la Maza, que escribía<br />

entonces en ABC. Gigli era el más esperado de todos los tenores:<br />

«tenía esa naturaleza fabulosa —dice—, esa calidad de<br />

vibración que enriquece la melodía con inflexiones y acentos<br />

purísimos, lo que pudo comprobarse en páginas como Amanlli.<br />

Nina o ei Vestí la Ciubba, que fue obligado a bisar.<br />

Dos dias después canta Tosca, al lado de Caniglia y Bechi,<br />

e inaugura aquella gloriosa temporada de ópera del Albéniz.<br />

Fue un triunfo colosal, en toda regla, y según las crónicas de<br />

la época superó su propia marca en el E lucevan le stella, prodigando<br />

toda suerte de filigranas. El dia 4 canta una Aída junto<br />

a Caniglia, Stignani. Bechi. Neri y Ataúlfo Argenta, según todos<br />

los testimonios, histórica. El reparto habla por s! solo. El crítico<br />

Antonio Fernández Cid refiere una anécdota ocurrida el dia del<br />

estreno que pone de relieve la gran preparación musical de Argenta.<br />

«El maestro dirigirá en única demostración al frente de<br />

una compañía de ópera, a todo el conjunto de superdivos del<br />

Real de Roma, que cantan Aída por él gobernados: la Caniglia,<br />

la Stignam. Beniamino Gigli. Gmo Bechi y Giulio Nen (2). Las<br />

96 SCHERZO<br />

dificultades se hacen abrumadoras para todos cuando un apagón<br />

inoportuno deja casi en sombras, con resplandores tenues<br />

escenario y foso del Albéniz y Argenta dirige a impulsos de su<br />

enorme decisión y titánica voluntad el difícil cuadro de la apoteosis<br />

de Radamé5». En la siguiente función no estuvo tampoco<br />

ausente el lado pintoresco. Ante la súbita indisposición de<br />

Gigli fue encargado de sustituirle a última hora el baritono Eduardo<br />

Ordóñez, a quien su maestro Luis Arnedillo habia encauzado<br />

hacia los cometidos de tenor, más adecuados a sus<br />

características vocales. Además de tenor. Ordóñez era abogado,<br />

centrocampista del Atlético de Madrid, profesor de canto<br />

y, más tarde, entrenador del equipo de fútbol de La Habana,<br />

El Diario ABC recoge en sus páginas dedicadas a espectáculos<br />

un pintoresco anuncio de esta función: «Domingo, 9 de junio.<br />

Extraordinaria y última Aída, por los eminentes divos Mana Caníglia.<br />

Ebe Stignani y Gino Bechi. y los ¡lustres Eduardo Ordóñez<br />

y Giulio Nen. Butaca 100 pesetas». En verdad, resulta<br />

curioso el matiz diferenciador que convierte a unos en eminentes<br />

y a los demás simplemente en ¡lustres.<br />

Gtgli preparándose para cantar La Bonéme con ÍU htp Rtns<br />

El 29 de agosto debuta Gigli en el Teatro Amaga de Bilbao,<br />

con Manon. Para el crítico de El Correo Español, la actuación<br />

de Gigli fue un éxito, pero se esperaba más calor y brillantez<br />

en los agudos de quien venia precedido por la fama de ser el<br />

mejor tener del mundo. El día 31 encabeza Gigli un memorable<br />

reparto de Bobéme. al lado de Favero. Torrentó y Raimundo<br />

Torres. El critico de El Correo dice que meioró su actuación<br />

de Manon y bisó con fortuna la romanza, pero persiste en su<br />

obsesión por la falta de brillantez en los agudos El critico se<br />

referia en términos más entusiastas a la Cavallena y los Payasos<br />

cantados por el tenor el 3 de septiembre: «por fin en Bilbao<br />

se oyó el Gigli esperado, se prodigó sin tasa y bisó las arias*.<br />

Él 5 de septiembre canta La Bonéme en Santander y vuelve<br />

a bisar la romanza. El 7 del mismo mes, ahora en San Sebastián,<br />

canta Manon, el 10 Tosca y el 12 Cavallena y Payasos, en


Como Mario en Tosa efe Pucant.<br />

la que además de los bises correspondientes cantó también el<br />

interno de Arlequín. El 16 volverá a los atriles La Bohéme, el<br />

18 el Réquiem de Verdi con el Orfeón Donostiarra y el 22 ofrecerá<br />

un concierto acompañado por Mafalda Favero.<br />

Vuelve el divo a Madrid a primeros de octubre para ofrecer<br />

un recital en el Palacio de la Música y vanas óperas en el Teatro<br />

Fontalba. En Manon, que abria la serie, el público puesto en<br />

pie y aplaudiendo frenéticamente le obligó a repetir el Sueño<br />

y el ana de San Sulpicio. En La Bohéme que vino después su<br />

actuación global no fue tan brillante, pero de la nueva Manonque<br />

cantó el día 14 en el Tivoli con el teatro repleto, el critico<br />

de La Vanguardia U.F. Zanm dirá entusiasmado: «el aumento<br />

de precio de las localidades quedó justificado, ya que el tenor<br />

convenció plenamente. Las aclamaciones tras el Sueño le llevaron<br />

al bis y en la escena de San Sulpicio remató con un re» (sic.)<br />

En los últimos días de octubre cantó también en Zaragoza,<br />

en Valencia y de nuevo en Barcelona, en el Palau, y todos coinciden<br />

al subrayar la fibra de uno de los pocos cantantes capaces<br />

de alternar brillantemente las obras dramáticas con las más<br />

lincas. LDS ovetenses, quienes micialmente tenían intención de<br />

contratarlo durante estas fechas, perdieron la oportunidad de<br />

escuchar a Gigli a causa de las reformas efectuadas por entonces<br />

en el Teatro Campoamor (3).<br />

La última visita<br />

Ijigli no canto demasiado en España, esa es la verdad. A las<br />

razones aludidas al comienzo de este trabajo viene a añadirse<br />

el hecho de que el gran tenor nos visitó seguramente un poco<br />

pronto la primera vez y un poco tarde las otras dos. El Gigli<br />

en apogeo, el vocalista inmenso de los años veinte, treinta e<br />

incluso principios de los cuarenta, estuvo ausente de nuestros<br />

BENIAMÍNO GIGU<br />

escenarios, En realidad. Gigh era un divo en el más absoluto<br />

sentido de la palabra, sabia perfectamente dónde le convenia<br />

cantar y no dejaba mucho espacio al altruismo. La famosa soprano<br />

Gma Cigna solia decir que Gigli tenia vocación de primadonna<br />

y que era capaz de hacer cualquier jugarreta a un<br />

compañero de reparto a fin de que no sobresaliera por encima<br />

de él. Oportunamente, unas lineas más abajo, la propia Victona<br />

de los Angeles nos dará su versión a este respecto (4).<br />

La última visita española de Bemamino Gigli se inició con un<br />

recital en el Teatro Calderón de Madrid, que tuvo lugar el 22<br />

de marzo de 1947. Fue el preludio de su debut en el Teatro<br />

de la Zarzuela, donde el 25 cantó Manon, unos días más tarde<br />

Lucia di Lammermoor —con Marimi del Pozo— y finalmente<br />

La Bohéme. Además de la presencia de Giglí. lo que hace históricas<br />

a las funciones de Manon y Bohéme es nada menos que<br />

el debut operístico de la joven soprano catalana Victoria de<br />

los Angeles al frente de un espléndido reparto que completaban<br />

el barítono Giuseppe Manacchim y el bajo Chano Gonzalo.<br />

El testimonio de la propia Victoria de los Angeles es un<br />

manifiesto elocuente del modo en que han vanado los métodos<br />

si comparamos la época de Gigli con la nuestra. La soprano<br />

afirma que conoció a Beniammo Gigii en el momento en<br />

que se alzó el telón y dio comienzo la Manon. En las funciones<br />

que cantó con Gíglí jamás cruzaron palabra que merezca la pena<br />

ser recordada, lo que en la actualidad, aunque el divismo<br />

no haya muerto del todo, nos resulta cuando menos insólito.<br />

Las instrucciones escénicas las transmitía Gigli a la compañía<br />

por conducto del Maestro Zamboni, director de la orquesta,<br />

lo que evitaba al gran divo tener que acudir a los ensayos.<br />

Todo ello explica los monumentales celos de Beniammo al<br />

comprobar que la crítica habló casi más de la |Oven debutante<br />

que del todopoderoso tenor, Efectivamente, en su critica del<br />

día siguiente paraíASCRegmo Samzde la Maza consagra la mayor<br />

parte del espacio a la glosa del debut de la soprano catalana,<br />

mientras que Antonio Fernández Cid. por su parte, en su<br />

sección dedicada a la figura del dia, se refiere también a Victoria<br />

y no a Giglr. Él pasado y el presente eran de Gigli, pero Fernández<br />

Cid. con buen ojo, se dio cuenta de que el futuro pertenecia<br />

a artistas como Victoria de los Angeles, capaces de<br />

conectar íntimamente el mensaje estético con los medios<br />

sonoros.<br />

Unos dias después las tres óperas se ofrecieron en Sevilla,<br />

el 5. 7 y 9 de abril concretamente. Los humos de Gigli no parecían<br />

haberse disipado. Cuando Victoria se disponía a entrar en<br />

el teatro para la función de Manon, acompañada por su hermana,<br />

apareció Gigli y dando un empellón a Victoria franqueó<br />

antes que ella la entrada del recinto. He aquí casi el último recuerdo<br />

de las visitas de Gigli a España.<br />

NOTAS:<br />

Joaquín Martín de Sagarmínaga<br />

CI > En todo cuanto hace referencia a fechas, repanos y reseñas criticas han srdo<br />

de gran utilidad para mi los apuntes de un libro actualmente en prepararon sobre<br />

Gigh y España, al que he tenido acceso. Su autor. Francisco Gutiérrez Llano, se ha<br />

apoyado para su confección en unos apuntes sobre el tema cedidos por la viuda<br />

de fosé María Barcena, a quien se alude también en este articulo<br />

(2^ La otra función lúe dirigida por el maestro Napoleone Anovazzi<br />

[~í) El ex-cantante y maestro de canto Miguel Barrosa afirma que. en el curso<br />

del año 46. y ante La súbita indisposición de Gigli. su concurso inmediato llevo a que<br />

lo pudiera sustituir sin previo aviso al Tenor vasco Cristóbal AITube Refiere Barrosa<br />

que el barítono Afro Ftalf y él fueron a buscar a Altube a su hotel y para evitar su<br />

nefasta costumbre de vocalizar una hora entera tumbado sobre la alfombra le obligaron<br />

a entrar en un ia>< en pijama. Afirma que AITube tanto la mejor función de<br />

su vida al no tener la voz fatigada pe aquellas vocalizaciones, pero no puede recordar<br />

nn el mulo de la opera ni la 'echa exacta<br />

(4) r>se a todo son muchos los que afirman que Ggli poseía una naturaleza franca<br />

y simpática Vitalizaba cantando Tengo una vaca lechera, se servia de las anchoas<br />

como remedio eficaz contra las flemas y cullivaba la imagen de lenore del popoh.<br />

fórmula que hoy ensayan con mayor o menor fortuna los Pavarotti. Domingo etc.<br />

SCHERZO 97


DOSIER<br />

Las óperas completas<br />

Cuando en 1934 La \toce del Padrone ofreció a Beniamino<br />

Gigli la oportunidad de grabar en su totalidad<br />

una ópera —en este caso, Payasos, de Leoncavallo—,<br />

el tenor llevaba ya veinte años cantando, había conquistado<br />

Europa y América desde Argentina a los<br />

Estados Unidos —de donde había regresado tras no aceptar<br />

una reducción de su fabuloso salario con el Metropolitan neoyorquino,<br />

debido a la crisis económica que asolaba al poderoso<br />

pais septentrional—, y era el tenor favorito no sólo de Benito<br />

Mussolim, sino de Italia entera, con cuya vena popular había<br />

sabido conectar corno sólo Caruso lo hiciera antes que él.<br />

(Antes de seguir conviene decir que para el que escribe estas<br />

líneas, Gigli presenta dos problemas insuperables: su falta<br />

de calidad como actor, hecho que sólo le puede perdonar debido<br />

a su rutilante, cálida y áurea vor. y su indiferencia hacia<br />

las indicaciones de expresión y dinámica incluidas por los compositores<br />

en sus partituras).<br />

Con estos Payasos se inicia la colaboración más fructífera y<br />

pródiga en títulos -nada menos que ocho óperas completas<br />

en el espacio de doce años (no es cierta la afirmación hecha<br />

por Laun-Volpi en su libra Voces paralelas de que Gigli registró<br />

decenas de obras lincas en su integridad— registrados por un<br />

cantante en la época anterior a la invención del LR hecho sin<br />

posible parangón dentro de la historia del disco ni en Italia ni<br />

en ningún otro pais europeo o americano. Salvando las distancias,<br />

se puede decir que Gigli se anticipó —dentro de unas coordenadas<br />

más lógicas que las que en la actualidad rigen a la pauta,<br />

cada vez más en boga a partir de la década de 1950, de repertorios<br />

casi completos grabados por un mismo artista o equipo<br />

de intérpretes, ya que en el caso del tenor de Recanati. éste<br />

también se vio rodeado por un grupo de cantantes que. una<br />

y otra vez, le acompañaran en sus labores discográficas, principalmente<br />

en las últimas (Mana Canigha. Gmo Bechi).<br />

Del Payasos de 1934, dirigido por Franco Ghione<br />

recientemente reeditado en discos compactos (al igual que casi<br />

todas sus óperas completas) por EMI y a un precio muy<br />

asequible—, sólo se puede decir que es la grabación más perfecta<br />

de Gigli. A pesar de los gemidos y sollozos a que tan proclive<br />

era, no sólo para ocultar su mediocre fibra de actor, sino<br />

porque también la estética de la época, sobre todo en Italia,<br />

así lo pedía —y en este defecto incurrieron todos los tenores<br />

del momento, llámense Laun-Volpi, Pertile o Merli, con la única<br />

excepción de Schipa—, su convencional caracterización de<br />

Canio tiene, por lo menos, la honradez de la sinceridad popular.<br />

En el plano netamente vocal, Rodolfo Celleti, con muchos<br />

más conocimientos y experiencia que el autor de estos párrafos,<br />

afirma que es el cénit de la carrera de Gigli, aserto que<br />

hay que suscribir sin posible duda.<br />

Casi a su altura. Mario Basiola da también una lección de Verismo<br />

—con todos sus defectos y virtudes— bien cantado. No<br />

así la soprano, Iva Pacetti, que no supera la medianía.<br />

Cuatro años más tade. Gigli graba dos de sus óperas predilectas:<br />

La Bohéme y Tosca, En la primera, dirigido por Umberto<br />

Berrettom, el tenor, sin profundizar para nada en el lado<br />

poético de Rodolfo, vuelve a enamorar por la belleza de la voz,<br />

un' fraseo no muy ref nado que se diga, pero lleno de espontaneidad,<br />

una dicción cristalina, un ataque perfecto y una proyección<br />

de la voz realmente antológicos. asi como por la<br />

concepción eminentemente popular del personaje que, por un<br />

98 SCHERZO<br />

milagro de su asombrosa técnica, suena aún como un hombre<br />

joven, a pesar de tener 40 años el tenor (también todo ello<br />

puede deberse a ese raro fenómeno que nadie sabe cómo se<br />

da y que sólo acontece muy de vez en cuando: el de los micrófonos<br />

enamorados de una voz). A su lado, Licia Albanese nos<br />

da una Mimi refinada y bastante alejada de la concepción calle-<br />

¡era de su amante. Oliviero de Fabritus dirige Tosca y en ella<br />

aparece por vez primera la que seria compañera obligada de<br />

Gigli en sus últimas grabaciones de óperas completas. Mana Caniglia.<br />

Si bien el acto I es un derroche de simpatía, incluso de<br />

frescura, por parte del tenor, en los II y III no hay limites para<br />

sus sollozos, gemidos y suspiros, pero siempre, por encima de<br />

todos estos defectos, brillan sin posible crítica sus virtudes vocales:<br />

musicalidad, timbre aterciopelado, un falsete que casi parece<br />

innato —no en vano LauriAtolpí decía que éste había llegado<br />

a ser la segunda naturaleza de Gigli— y una emisión espontánea<br />

(¡ojalá que en la actualidad hubiera un solo tenor al que<br />

la voz le corriese la mitad de bien que al creador de Lodoletta!).<br />

Al año siguiente, le toca el turno a Madamma Butterfly también<br />

dirigida por de Fabritns y cuya principal importancia no<br />

radica en la caracterización descarada de Gigli, sino por comprender<br />

una de las primeras personificaciones mediante la voz.<br />

lo que se podría llamar un retrato fonográfico, de toda la historia<br />

del sonido grabado: la Cío-san de Totí dal Monte, la que.<br />

sin contar con los medios ideales para el papel, ha dejado un<br />

recuerdo indeleble contra la cual hay que comparar a todas<br />

las intérpretes de la desgraciada japonesita, a pesar de la im-<br />

L


Arriba. Una Bruna-Rasa es Santuiza en IA edición del cincuentenario<br />

del estreno de CavaNena Rusticana, dirigida por el rnúíiox<br />

Maná Canigbá es Maddalena de Co/gny en Andrea Chenier.<br />

pronta verista que resuena en sus momentos más<br />

dramáticos. La contribución del tenor no puede<br />

ser más desacertada, a pesar de volver a deslumbrarnos<br />

en ella con todas las calidades ya apuntadas:<br />

su Pmkerton es, como ya he anticipado,<br />

descarado, gimoteante, insoportablemente machista<br />

y cargado de amaneramientos. Sin embargo,<br />

el cantante supo otorgarle a algunas frases del<br />

Dúo de amor una sensualidad irresistible que se<br />

repite en la mente mucho tiempo después de haber<br />

dejado de escuchar los discos, por ejemplo:<br />

nimba dagli occhi plient di malla..., matriz que sólo<br />

tenores poseedores de un buen gusto innato<br />

(léase Jussi Bjórling, Cario Bergonzi), han sido capaces<br />

de igualar, pero no superar.<br />

En 1940 —y siempre bajo contrato con La Voce<br />

del Padrone—, Gigh graba otra de sus grandes<br />

interpretaciones. La de Turiddu en Cavallena Rusticana,<br />

dirigida en esta ocasión por el propio Pietro<br />

Mascagm en homena|e al cincuentenario del<br />

estreno de la opera. Acompañado por Lina Bru-<br />

bENIAMINO GIGLÍ<br />

na Rasa —al borde de su jubilación de los escenarios cuando<br />

sólo contaba 33 años debido a problemas vocales— y Gmo Bechi<br />

—en plena juventud—, Gigli, como bien dice Celletti, «desilusiona<br />

en la Siciliana, con frecuencia emite sonidos robustos,<br />

aunque menos squillanti que en el pasado. En la acentuación<br />

se echa en falta acometividad, lo que da pie a un Tunddu más<br />

flexible y sentimental que dramático». A pesar de esta mínima<br />

disminución de sus facultades, ésta es la mejor interpretación<br />

que Gigli nos ha dejado en discos. |unto a la de Payasos. Ftor<br />

otra parte, hay que afirmar que esta versión de la madre del<br />

Verismo es una de las dos o tres grabaciones realmente antológicas<br />

que la misma ha recibido.<br />

Un año más tarde, se registra otro de los papeles favoritos<br />

y más cantados por el tenor que, para su época, fue el único<br />

digno sucesor de Caruso: Andrea Chenier de Giordano, bajo<br />

la dirección de Oliviero de Fabritiis. En este registro ya aparece<br />

constituido el equipo que flanquearía a Gigli en sus últimas grabaciones<br />

completas, formado —como ya he señalado— por la<br />

desigual y a veces forzada Camglia que, en este caso, nos ofrece<br />

su mejor interpretación en discos, y por el barítono Fino<br />

Bechi. El tenor, con 51 años ya cumplidos, nos da el más vivo<br />

retrato del poeta revolucionario, en el que quizá se eche de<br />

menos una mayor aristocracia y sutileza, compensada por su<br />

sentido popular, detalle que dentro del contexto de la obra le<br />

sienta muy bien al personaje. Sus versiones de Come un bel<br />

di di maggio y de muchos otros momentos, sobre todo del ac-<br />

SCHÉRZO 99


DOSIER<br />

to II, no se han visto todavía igualados, según<br />

Celletti. Fbr otra parte, a su Un diall'azurro spazio<br />

le falta poesía e inspiración sublime, lo que<br />

le despo|a de su carácter de improvisación. Con<br />

esta interpretación, casi a la misma altura que<br />

sus aportaciones a Payasos y Cavallena rusticana,<br />

se cierra el triángulo de ora de las óperas<br />

completas grabadas por Gigh.<br />

En plena conflagración mundial (1943). se graba<br />

el primer Bailo m Maschera completo de la historia<br />

del disco, dirigido por Tullio Serafín y encabezado<br />

por el triunvirato ya señalado, versión<br />

que a todas luces es testimonio de la traición<br />

infligida al estilo de Verdi no sólo desde la primera<br />

década del siglo, sino hasta nuestros propios<br />

días, y caracterizada por un enfoque vensta.<br />

histérico y superficial del llamado canto espressivo<br />

del maestro de Le Roncóle. Aunque muy<br />

considerable desde el punto de vista de salud<br />

meramente vocal del tenor y el barítono, este<br />

Bailo, sobre todo cuando interviene Gigli, alcanza<br />

sus más altas cumbres en aquellos momentos<br />

caracterizados por un sabor popular, por<br />

ejemplo, el cuadro II del acto I (hecho lógico)<br />

en manos de unos intérpretes servidores de la<br />

escuela más populachera, el Verismo), y se hunde<br />

sin remedio en otros en los que predominan<br />

los sentimientos Íntimos, nobles,<br />

aristocráticos de los protagonistas (cuadro II del<br />

acto III). no obstante el buen canto presente en<br />

todo instante. A este respecto merece leerse<br />

el comentario irónico, sutil, pero cargado de verdad,<br />

hecho por Celletti en su libro // teatro<br />

d"opera in disco.<br />

Con la grabación de Aída en 1946, bajo la dirección<br />

de Serafín y con un Radamés de nada<br />

menos que 56 años, se cierra la discografía de<br />

óperas completas de Gigh. acompañado, como<br />

en otras ocasiones, por Camglia y Bechi. y con<br />

la presencia extraordinaria de Ebe Stignani. Las<br />

palabras ya dichas respecto al aspecto estilístico empleado en<br />

Un bailo son también aplicables en este caso, agravadas por<br />

el hecho de que el soldado egipcio iamás fue una de las grandes<br />

creaciones del tenor, cuya voz. sin haber perdido todavía<br />

sus verdaderos oros, a pesar de carrera tan larga y activa, ya<br />

suena demasiado madura para el papel, y no muestra ningún<br />

respeto para las muchas indicaciones de dinámica con que Verdi<br />

matizó al personaie, hecho, por otra parte, también presente<br />

en Un bailo y en Id grabación completa del Réquiem de Verdi,<br />

realizada en 1939. bajo la misma batuta de Serafín, con Caníglia,<br />

Stignani y el verdadero protagonista de este registro, el magnifico<br />

e insuperado Ezio Pinza<br />

Queda bien claro a partir de los juicios emitidos en este breve<br />

ensayo discográfico que Gigh fue un excelente cantante cultivador<br />

del \Asnsmo más a flor de piel, al que otorgó sus mayores<br />

interpretaciones, interpretaciones que. sin embargo, en la música<br />

del más fino seguidor --sólo parcialmente— de esta escuela.<br />

Puccim. ya se resienten por su falta de matizaciones dramáticas<br />

y su ausencia de refinamiento en la delineación de los personajes,<br />

defectos que llegan a adquirir grandes dimensiones —casi<br />

gigantescas se podría decir - al acometer otro estilo de canto<br />

(el de Verdi) que exige todavía mucho más del actor que todo<br />

buen cantante debería llevar dentro y del estitista que casi nunca<br />

100 SCHERZO<br />

es Carmen frente a! Don losé de Gigli<br />

se da acoplado a una gran voz y a una deslumbrante técnica.<br />

Gigh, que no sólo registró ocho óperas completas {en esta<br />

evaluación no se ha tenido en cuenta la grabación de La Traviata,<br />

procedente del Covent Garden londinense, anterior a la Segunda<br />

Guerra Mundial, con Caniglia y Basiola, bajo la dirección<br />

de Pietro Ornara, debido a la paupérrima calidad sonora, que<br />

casi no permite calibrar las voces), sino que, además, interpretó<br />

multitud de películas en la Italia Fascista y grabó cientos de<br />

piezas de todo tipo —arias, canciones napolitanas, sacras, populares,<br />

etc.—. fue, como acertadamente ha señalado Lauri-<br />

Volpí, «en una época industrial y comercial, el más grande industrial<br />

de la voz y la publicidad», encarnado en la garganta<br />

más resplandeciente y seductora de toda la historia del canto<br />

italiano, con la excepción de la de Caruso.<br />

(De la que iba a ser la banda sonora de una película, realizada<br />

en 1949, editada por EMI, y con Gigh, padre e hi|a, Stignani<br />

y Bechi, sólo se puede decir que su carácter italianizante y la<br />

madurez del tenor confirman su disposición antiestilistica como<br />

intérprete de Don José. Teniendo en cuenta, por supuesto,<br />

las ya mencionadas, en juicios anteriores, cualidades intrínsecas<br />

de su canto, en una voz que muestra ya signos inequívocos<br />

de cierto cansancio).<br />

José María Martin Triaría


1890. Nace Gigfi en Recanati, provincia<br />

de Macerata. el 20 de marzo. Su padre<br />

era zapatero y su madre hi|a de un maestra<br />

rural. Era el hip menor de seis, cuatro<br />

varones y dos hembras.<br />

(896. El padre es nombrado campanero<br />

de la Catedral de Recanati. Primeros<br />

contactos con la música religiosa del niño<br />

Beniammo.<br />

1897. El organista de la Catedral. Lazzanm,<br />

invita a 8emamino a formar parte<br />

de la Schola Cantorum. Con el maestro<br />

Lazzarini aprende los rudimentos de la<br />

música y el canto.<br />

1902. Después de barajarse posibles oficios<br />

para el niño Gigli, es empleado como<br />

ayudante en la farmacia de Recanati.<br />

Beniamino pasará cinco años así. cantando<br />

en sus ratos de ocio, hasta que conoce<br />

a Zerri un cocinero melómano que<br />

le guiará, aunque imprecisamente en sus<br />

primeros pasos de estudios senos del<br />

canto. También entretanto actúa como saxofomsta<br />

en una banda de música local,<br />

dirigida por un tal Battelli. Contactos primeros,<br />

pues, con partituras operisticas,<br />

que la banda interpretaba en oportunos<br />

arreglos: Como la voz aún no la tenia formada,<br />

con quince años, en 1905 debuta<br />

como Angélica en una opereta italiana<br />

muy popular entonces.<br />

1907. Conoce a Giovanni Zerri, que había<br />

trabajado para Alessandro Bonci, que<br />

lo anima a trasladarse a Roma para estudiar<br />

canto. A finales de año se va a la<br />

capital.<br />

1908. Es rechazado como cantante en<br />

el coro de la Capilla Sixtma, por superar<br />

la edad límite, obviamente. Pietro da Stefanni<br />

lo acepta como alumno de canto.<br />

Será sólo por dos meses. Luego acudirá<br />

a las clases de Agnese Bonucci. quien, dada<br />

la situación económica del alumno, le<br />

concederá crédito. Con ella aprende Gigli<br />

los fundamentos de la emisión vocal.<br />

1909. Es llamado a filas, pero consigue<br />

un destino en la capital italiana lo cual le<br />

permite continuar sus estudios. Es nombrado<br />

telefonista del Comando Territorial,<br />

un puesto cómodo y con tiempo<br />

libre. Gigli cumple dos años de servicio<br />

militar obligatoria<br />

1911. Flirtea con una joven de prometedor<br />

nombre para un estudiante de canto:<br />

Aida. Se libra por los pelos, y en<br />

circunstancias no muy claras, casi milagrosas,<br />

de ser embarcado en Ñapóles para<br />

Cronología de la vida de Gigli<br />

la conquista de Libia. Conoce a Constanza<br />

Cerroni.<br />

1912. Licenciado, intenta, sin éxito, entrar<br />

en la administración municipal. Su antiguo<br />

amigo del ejército, el coronel<br />

Delfmo, le aconse|a acuda al Liceo Santa<br />

Cecilia de la ciudad romana. Gana una<br />

beca, cantando arias de Marta. Luisa Miller<br />

y Mefistófeies. Estudia con el barlto<br />

no Antonio Cotogni en e! Liceo, pues<br />

consigue la beca, a pesar de no tener nociones<br />

de piano (que se exigían). Luego<br />

se pasa a la clase de Ennco Rosarn. Este<br />

de fíecaum. prcwtnoa de Macerara.<br />

excelente profesor completó la formación<br />

de Gigli y le preparó para su debut.<br />

1914. Gana el primer puesto en los exámenes<br />

de fin de curso en el Liceo, en el<br />

grupo de tenores, con O Paradiso de<br />

VAfncana. Se presenta a un concurso de<br />

canto en Parma, compitiendo con más de<br />

cien concursantes, de los que treinta y dos<br />

eran tenores. Gigli canta tres páginas: una<br />

de Sigurd de Reyer, un fragmento de 77aviata<br />

y de nuevo O Paradiso. Ganó Gigli<br />

el concurso, y se dijo que era una auténtica<br />

revelación. El 15 de octubre debuta<br />

en Povigo, como Erizo de La Gioconda.<br />

con Tina Poli-Randaccío. José Segura Taillén<br />

y Aída Zizolfi. Después del éxito, del<br />

que es testigo Tullio Serafín, es invitado<br />

por el director a cantar en Genova Manon<br />

de Massenet. Problemas de compañerismo<br />

con Rosina Storchio, la<br />

protagonista.<br />

1915. Canta por primera vez una ópera<br />

pucciniana, Tosca, en febrera en Pa-<br />

BENÍAMINO GIGU<br />

lermo, con Blanca Lenzi y Giacomo<br />

Rímini, Se casa con Constanza en Roma<br />

el 9 de mayo. El 23 de mayo Italia entra<br />

en la guerra. Debut en Bolonia con Mefistófeles<br />

de Boito en octubre y en diciembre<br />

en Ñapóles con Cavalleria rusticana,<br />

dirigida por el compositor, Mascagm.<br />

1916. Nace su hija Esther, luego conocida<br />

como Riña, que hizo una corta carrera<br />

de soprano a la sombra del famoso<br />

padre. Debut en el teatro Bellim de Nápoles<br />

como Fernando en La Favorita.<br />

Canta por vez primera Edgardo de Lucia<br />

di Lammermoor en el Teatro Ristori de<br />

Verona, Sucesivas actuaciones en Bérgamo,<br />

Brescia. y Turin. En Roma, en diciembre<br />

y en el Teatro Costanzi canta Fausto<br />

de Mefistófeies.<br />

1917. En marzo viaia por vez primera<br />

al extranjero: a España, en Madrid y Barcelona,<br />

en una compañía organizada por<br />

Serafín. Incorpora a su repertorio dos<br />

óperas de Mascagm: Ins. y Lodoletta, ésta<br />

en estreno de Livorno con Blanca<br />

Bellincioni-Stagno y Giuseppe Nota<br />

1918. Es contratado por Emma Carelli.<br />

antigua soprano, para una temporada en<br />

Roma. Gigli incorpora dos papeles nuevos:<br />

Ruggiero de La Rondine de Puccini,<br />

estrenada el anterior ano, y Maunzio de<br />

Adriana Lecouvreur de Cilea. Con Lodoletta<br />

se presenta de nuevo en Ñapóles,<br />

Genova, Turín, Bérgamo y. por vez primera,<br />

en Milán, no en la Scala aún, sino<br />

en su Teatro Linca Se habla de Gigli ya<br />

SCHERZO 101


DOSIER<br />

como el tenor nuevo que esperaba Ita<br />

lia. En octubre y noviembre, de la mano<br />

de Fred Gaisberg, graba sus primeros registros<br />

para La voz de su amo. Participa<br />

en el Scala en la función-homenaje a Boito,<br />

fallecido en junio, en diciembre en Mefistófeles,<br />

con Linda Cannetti Nazzareno<br />

de Angelis, dirigidos por Toscanini.<br />

1919. Loris de Fedora de Giordano por<br />

vez primera para el San Cario de Nápoles.<br />

En marzo, para el teatro de la ópera<br />

de Montecarlo, canta dos obra? nuevas:<br />

La Bohéme y La Traviata, encontrándose<br />

con dos famosos colegas: Lucrezia Bori<br />

y el maduro Mattia Battistmi. En mayo se<br />

embarca en Ñapóles para una gira de cinco<br />

meses en Buenos Aires.<br />

En Buenos Aires debuta como Cavaradossi<br />

en Tosca y canta un nuevo papel,<br />

luego escasamente frecuentado, Gennaro<br />

de Lucrezia Borgia, junto a Esther Mazzolem.<br />

En la capital porteña se ve con su<br />

hermano Edigio, emigrado al pais unos<br />

años atrás. En junio, Constanza da a luz<br />

a un niño, llamado Enzo, en honor al personaje<br />

de La Gioconda.<br />

1920. Siguen las actuaciones peninsulares,<br />

después de un viaie a Munich y luego<br />

a Montecarlo: Trieste, Milán, Turín,<br />

Ñapóles y Florencia. Amistad con Giordano.<br />

En junio emprende una segunda gira<br />

por Sudamérica: Rio de Janeiro donde<br />

canta Lohengnn y Loreley, dos primicias<br />

en su haber con poco futuro, y Sao Paolo,<br />

que conoce su primica de Francesco<br />

en Francesco de Rimmi de Zandonai. En<br />

Buenos Aires, en el Teatro Coliseo y no<br />

en el Colón, incorpora a su oferta Pmkerton<br />

de Madame Butter/ly, A punto de<br />

regresar a Italia recibe una suculenta oferta<br />

de Gatti-Casazza. empresario del Metropolitan.<br />

Gigli desembarca en Nueva<br />

York pocas semanas después: permanecerá<br />

doce años afecto al teatro americano.<br />

Debuta en Nueva York el 20 de noviembre<br />

con Mefístófeles con Adamo Didur<br />

y Francés Alda, la mujer del empresario.<br />

En diciembre cania Bohéme con Alda<br />

y Scotti. Días después Tosca con Destmn<br />

y Scotti. Sustituye a Caruso enfermo<br />

de muerte.<br />

1921. El I de enero canta por vez primera<br />

en el Met y en su carrera el rol de<br />

Avito de L'amore dei tre re de Montemezzi.<br />

El 27 de enero fallece su padre en<br />

Recatani. noticia que recibe mientras cantaba<br />

Mefístófeles. Con un grupo de cantantes<br />

del Metropolitan visita a Caruso<br />

enfermo. Con MUZIO como Magadalena<br />

de Coigny debuta como Chenier en la<br />

ópera de Giordano, con un éxito apoteósico<br />

(esa obra estaba programada para<br />

Caruso). Renovación de contrato con el<br />

Met. Nueva temporada por Sudamérica,<br />

102 SCHERZO<br />

Río. San Paolo y Buenos Aires, donde en<br />

el Coliseo hace II piccolo Marat de Mascagni<br />

por primera vez. De regreso a Nueva<br />

York se instala en un piso de lujo de<br />

la calle 57 del West Side. número 140, con<br />

su familia llegada de Italia, cerca del Carnegie<br />

Hall. Caruso había muerto en Sorrento<br />

el 2 de agosto: campañas de<br />

prensa donde se barajan varios nombres<br />

como sucesor del tenor napolitano, entre<br />

ellos el de Gigli, con gran malestar suyo,<br />

parece. Difícil adaptación de la familia<br />

a la vida cotidiana americana. Participa Gigh<br />

en un homenaje en memoria de Caruso<br />

en el Metropolitan, junto a Alda,<br />

Galli-Curci, Farrar, Martinelli, De Luca y<br />

Mardones. el bajo valenciano. En diciembre<br />

canta por primera oportunidad con<br />

Rosa Fbnselle en Cavaliena, y con Maria<br />

jentza en Tosca, con quien tendrá Gigli<br />

incompatibilidades de hecho en posteriores<br />

encuentros profesionales, debido a su<br />

difícil carácter.<br />

1922. Un nuevo papel para el Met: de<br />

Le rol d'Ys de Lalo, con Alda, fbnselle<br />

(Margared), Danize y Rothier, Participa en<br />

la despedida de escena de Geraldine Farrar.<br />

En marzo incorpora a su catálogo<br />

el Des Grieux de la Manon Lescaut puccmiana.<br />

Tournés, luego en sucesivos años<br />

habituales, por ciudades americanas con<br />

la compañía del Met: Baltimore. Atlanta,<br />

Cleveland. En verano, descanso de la familia<br />

Gigli en Italia. Conoce en las fuentes<br />

termales de Agnano a Ernesto de<br />

Curtís, autor de conocidas canciones como<br />

Torna a Surnento. Canta para sus<br />

conciudadanos en Recanati. al aire libre.<br />

Contrato de tres años con Nueva York.<br />

Tiene dificultades (menores) de salud y<br />

le aconsejan que haga deporte. Canta<br />

Mefístófeles. en una memorable función<br />

neoyorkma junto a Cnaliapin, Canta el Romero<br />

de Gounod por vez primera con<br />

Lucrezia Bori. Canta en Sing-Sing para los<br />

presos el día de Acción de Gracias (el último<br />

jueves de noviembre). Es nombrado<br />

Capitán Honorario de la Fblicia de<br />

Nueva York.<br />

1923. Hace su presentación como Vasco<br />

de Gama de LAfricana, junto a Fbnselle.<br />

La temporada habitual en el Met<br />

compatibiliza Gigli con recitales en ciudades<br />

americanas y grabaciones discográfica5<br />

(ver, si interesa, lista de grabaciones<br />

de esta época). En verano a Italia otra<br />

vez, pero no de total vacación, puesto<br />

que el tenor actúa de vez en cuando. En<br />

septiembre inaugura la nueva temporada<br />

de San Francisco, que impulsaba el director<br />

de orquesta Gaetano Merola. En<br />

el fern conoce a una jovencita italiana que<br />

canta ópera: se llamaba Lina Pagliughi,<br />

que luego cantarla con Gigli en Italia. Canta<br />

Lyonel por vez primera de Marta de<br />

Flotow con Alda y de Luca. Participa en<br />

el estreno americano de / Compagnaca<br />

de Primo Riccitelli, discípulo predilecto de<br />

Mascagm, con Rethberg, Didur y Bada.<br />

1924. Debut en Berlín en el varano como<br />

Rodolfo en La Bohéme; luego canta<br />

Tosca y Rigoletto (el duque de Mantua estaba<br />

en su haber desde 1921). Recital en<br />

Copenhague. Gigli canta en un homenaje<br />

a Puccim, fallecido el 29 de noviembre,<br />

donde cantó un aria de Manon Lescaut<br />

y el dúo del acto I de Tosca con la jentza.<br />

Recibe anónimos, que nunca tuvieron<br />

aclaración.<br />

1925. Canta Fenton de Falstaf junto a<br />

Scotti y Tibbett, que canta Ford, iniciando<br />

así su prodigiosa carrera baritonal.<br />

Canta en la Casa Blanca, ante el presidente<br />

de la nación. En febrero añade a su repertorio<br />

el papel de tenor del Réquiem<br />

verdiano. Dos meses de actuaciones por<br />

Alemania y los Países Nórdicos. El I de<br />

julio es recibido en audiencia privada por<br />

el papa, por la mañana: por la tarde, por<br />

Mussolmi. De nuevo en Buenos Aires,<br />

canta con la Muzio (antigua conocida de<br />

Tosca y Andrea Chenier) y aprende un<br />

nuevo rol: Giannetto de La cene delie beffe<br />

de Giordano. Nuevo aniversario de celebración<br />

en Nueva York: centenario de<br />

la introducción de la ópera italiana en la<br />

ciudad. Canta en radio por vez primera,<br />

el 27 de diciembre.<br />

1926. Veinticinco aniversario del fallecimiento<br />

de Verdi: Gigli canta el Réquiem<br />

en el Met. Debut en La Habana. Canta<br />

en la boda de la hija del presidente Machado.<br />

Un año más de recitales americanos,<br />

descansos europeos y actuaciones<br />

aisladas en ciudades europeas,<br />

1927. Un nuevo papel para el Metropolitan:<br />

Wilhelm Meister en Mignon de<br />

Thomas. Ese verano Gigli se multiplica actuando<br />

en su patria; recitales de beneficiencia.<br />

conmemoraciones (ex-alumnos<br />

del Liceo Santa Cecilia). Organiza una representación<br />

de Bohéme en su pueblo<br />

natal. Ese mismo verano el tenor ve concluida<br />

su casa de verano (un auténtico palacio)<br />

en Recanati, de sesenta habitaciones<br />

y veintitrés cuartos de baño.<br />

1928. El 24 de febrero canta Gigli por<br />

vez primera en una transmisión de radio<br />

de una ópera completa: La Traviata, |unto<br />

a Lucrezia Bori y Giuseppe de Luca.<br />

Estreno en Nueva York de La Rondme,<br />

con Bori. Fleischer y Tokatyan. En la visita<br />

al Colón del año Gigli hace dos nuevas<br />

adquisiciones canoras: Riccardo de Un<br />

bailo in maschera y Nemormo de L'etisir<br />

d'amore.<br />

1929. Giras por Europa: Zurich. Budapest.<br />

Praga. Viena. Crisis de Wall Street<br />

que no afectó a la economía del tenor.


que tenía todo su dinero a buen recaudo.<br />

En noviembre canta (sin éxito) el Octavio<br />

del Don Ciovanni mozartiano<br />

Participa en el adiós de Francés Alda con<br />

Manon Lescaut. Gran tourné de Canadá<br />

a Méjico, recitales.<br />

1930. Tardia presentación parisina, en<br />

la Sala Pleyel. en un recital de modesta<br />

acogida. Debut en Covent Garden de<br />

Londres con Andrés Chenier, al lado de<br />

Margarte Shendan. Muere su madre en<br />

septiembre. Comienza a sentirse la crisis<br />

financiera en el Metropolitan.<br />

1937. Gigli canta en el debut americano<br />

de Lily Pons, Lucia di Lammermoor<br />

Luego en el de Grace Moore en Manon.<br />

Vuelve a Londres y Paris, donde ai Tin consigue<br />

rendir al público francés. De nuevo<br />

en el Metropolitan. Gigli se da cuenta de<br />

la crisis económica que amenaza el porvenir<br />

del teatro.<br />

1932. En marzo canta por primera vez<br />

Elvmo en La sonnambula con Lily Pons.<br />

La crisis no pudo ocultarse: el teatro pasaba<br />

por senas dificultades de financiación.<br />

Gigli decide romper su contrato y<br />

regresar a Italia. Muy criticado por esta<br />

actitud. El I de abril abandonó Nueva<br />

York: estrenando antes una ópera apalabrada<br />

ya, Evangelme de Marcacci.<br />

Comienza una intensa actividad por Italia:<br />

Livorno, Torre del Lago (el festival pucciniano),<br />

Parma, Verona. Boma. Una gira<br />

por Alemania. Holanda, Dinamarca y Suiza<br />

le ocupa todo el otoño. En Roma, al<br />

acabar el año, conoce al compositor Lo<br />

renzo Perossi, a quien Gtgli reverenciaba.<br />

Canto para Víctor Manuel y Elena, los reyes<br />

de Italia en su Villa Saboya. Vuelta a<br />

La Scala. tras catorce años de ausencia,<br />

con Andrea Chenier.<br />

1933. Quince veces en La Scala en tres<br />

trnzo, Consigna, Riña y<br />

Beniammo en ¡921 en Nueva<br />

York<br />

Toda la compaña en la primera<br />

gira d Sudamenca en 1933.<br />

títulos, aparte de Chenier. Rigoletto, Manon<br />

y Tosca. Luego Roma y Turin. Más<br />

recitales. Nuevo viaje a Sudaménca. Función<br />

de la gala por el cincuentenario de<br />

Colón. El 5 de julio canta un nuevo papel:<br />

Don Alvaro en La forza del destino.<br />

En octubre, con la compañía de La Scala.<br />

va a Berlin. Entre los asistentes a las representaciones<br />

están Hitler, Goebbels y<br />

Hess. Vuelve a Londres, donde sus fans<br />

le organizan un recibimiento apoteósico<br />

en la Victoria Station. En el ensayo general<br />

de Lucrezia Borgia, que Gigli canta en<br />

Roma con Gionnma Arandi-Lombardi, está<br />

presente Mussolini con su cohorte: El<br />

tenor de Recanati es una gloria nacional.<br />

1934. De enero a mayo Gigli cumple<br />

por algunas ciudades de Italia un contrato<br />

con el Gobierno que le obligaba a dar<br />

representaciones fi|as de óperas al mes.<br />

Un buen contrato, económicamente hablando.<br />

En Paris logra reunir a diez mil<br />

personas en el velódromo de invierno.<br />

Actividad febril del cantante. Graba su primera<br />

ópera completa, Payasos. Octubre<br />

y noviembre los dedica Gigli a cantar por<br />

Inglaterra.<br />

1935. Canta // Pirata por el centenario<br />

de Sellim. En mayo hace su primera película,<br />

dirigida por Augusto Genma, con<br />

Marta Schneider (la madre de la luego fa-<br />

bENÍAMINO GIGU<br />

mosa Romy): No me olvides. Conoce a<br />

Richard Strauss y Franz Lehar,<br />

1936. El tenor, se siente italiano y decide<br />

no cantar en Inglaterra, luego de la<br />

conquista de Abismia y las sanciones. FSrticipa<br />

en un homenaje a Cilea en La Scala.<br />

Debut de su hi|a Rma, en un recital<br />

benéfico en Roma. Filma dos películas<br />

más durante abril y mayo. Canta La serva<br />

padrona de Pergolesi.<br />

1937. Canta por primera vez Radamés<br />

de Aída en la Opera de Roma con Caniglia<br />

y Serafín. Otro nuevo papel es el de<br />

Rery de li Guaran/ de Gomes, en abril.<br />

Otra visita a Alemania, donde es escuchado<br />

por los jerarcas nazis, que lo consideran<br />

la gloria de la música italiana. Con<br />

Totí dal Monte inaugura los festivales de<br />

las Termas de Caracalla. con Lucia di Lammermoor,<br />

el I de agosto. Organiza una<br />

temporada propia en Porto Recanati.<br />

Con Licia Albanese estrena otro papel:<br />

Kobus de LAmico Fntz. Canta música de<br />

Perossi en una emisión de Radio Vaticana<br />

1938. Canta (debut) Clona de Cilea el<br />

5 de enero en Roma, junto a Caniglia y<br />

Tito Gobbi, quien iniciaba una gran carrera.<br />

Visita de Hitler a Roma. Canta Gigli<br />

en espectáculo en su honor. Vuelve a<br />

Covent Garden, ya no tiene el tenor problemas<br />

de patriotismo. Grabación completa<br />

de Bonéme. Luego se graba Tosca,<br />

de nuevo con Canígha, que sustituyó a<br />

Mafalda Favera por indisposición. Regreso<br />

en otoño a Estados Unidos. Recitales<br />

de costa a costa, de norte a sur de USA.<br />

1939. De nuevo en el Met, Gigli canta<br />

Aída, con Rethberg, Castagna y Tagliabue,<br />

con Pamzza en la batuta. Interviene en las<br />

temporadas de Londres y las Termas de<br />

Caracalla. Celebra las bodas de plata como<br />

cantante en Rovigo, con Luoa di Lammermoor<br />

y no Gioconda como el tenor,<br />

SCHERZO 103


DOSIER<br />

lógicamente, quería. Debut como Manrique<br />

en // Trovatore para la Opera de Poma,<br />

con Caniglia, Stignani. Bechi y Tajo,<br />

dirigidos por Oliviero de Fabritiis.<br />

1940. La guerra le impide cantar en el<br />

extranjero: giras por toda Italia. En Nápoles<br />

vuelve a cantar su único papel wagneriano:<br />

Lohengrin. En la Scala presenta<br />

dos nuevos cometidos: Dufresne en Zaza<br />

de Leoncavallo con la Favero y Giovanni<br />

de Marístella de Pietn. En Florencia,<br />

con Mascagni a la batuta, conmemora el<br />

cincuenta aniversario del estreno de Cavaltena<br />

rusticana, con Lina Bruna Rasa y<br />

Cario Tagliabue. Italia entra en guerra en<br />

el mes de jumo. Inaugura la temporada<br />

de La Scala. 26 de diciemre (ahora, como<br />

se sabe, la función inaugural es el día<br />

7 del mismo mes. dia de San Ambrosio.<br />

el patrono), con Püliuto de Donizetti.<br />

Vistd de fa wlla de<br />

1941. Nuevo papel incorporado: Federico<br />

de LArlesiana de Cilea, para Roma,<br />

con Gianna Ftederzini y Tito Gobbi, personaje<br />

que preparó musicalmente con el<br />

compositor. Viaja a Berlin, donde actúa<br />

en recitales y en la temporada del teatro<br />

de ópera de Charlottenburg, y luego<br />

vuelve a intervenir en el maggio Músicale<br />

Florentino, donde, entre otras óperas,<br />

canta Donjuán de Manara de Franco Alfano.<br />

En el mes de |unio va a la Croacia<br />

a cantar Alda en Zagreb y Traviata en<br />

Ljuvlíana. Filma en Roma otra película, la<br />

sexta (?)• En Roma canta por primera vez<br />

la parte de tenor en el Réquiem de Mozart,<br />

en la iglesia de Santa María de los<br />

Angeles. Debut como Don José de Carmen,<br />

Roma 23 de diciembre.<br />

19<strong>42</strong>. En febrero canta por vez primera<br />

en escena Canio de Payasos, que ha-<br />

104 SCHERZO<br />

bia grabado ocho años atrás. En mayo<br />

canta la parte de tenor en la Fétitte Mese<br />

Solennelle de Rossini, Siguen las representaciones<br />

operísticas y recitales por<br />

toda Italia.<br />

1943. Desembarco aliado en Italia. Cae<br />

Mussolmi. El armisticio... etc. Interviene<br />

Gigli en la temporada romana que, curiosamente,<br />

tiene un impropio esplendor. Al<br />

acabar el 3 de junio de 1944 la representación<br />

de Un bailo m mascnera comenzó<br />

la retirada de las tropas alemanas. Gigli<br />

es investigado por los aliados y rechazado<br />

por sus compatriotas acusado de haber<br />

cantado para los nazis.<br />

1945. El 2 de marzo vuelve Gigli a cantar,<br />

superados los problemas políticos: recital<br />

en el Teatro Adriano de Roma .en<br />

favor de los refugiados. En mayo canta La<br />

forza del destino en la Opera de Roma<br />

y el papel de tenor en el Stabat Mater<br />

(debut) de Rossini. en la Academia Santa<br />

Cecilia. Luego Ñapóles, Cerdeña, Caglian.<br />

En Catania. en el Teatro Bellim, añade un<br />

nuevo papel a su repertorio; Fbllione de<br />

Norma, |unto a Caniglia.<br />

1946. En mayo canta en el San Cario de<br />

Lisboa; en junio en Madrid. Después, en<br />

Suiza, un mes de recitales y algunas funciones<br />

de ópera. En el Teatro Lauri Rossi<br />

de Macerata canta después de 41 años:<br />

allí había debutado, en un papel femenino,<br />

siendo un adolescente, en una opereta<br />

italiana Nueve semanas de<br />

actuaciones en España, con su hija Riña:<br />

Bilbao, Santander, San Sebastián, Madrid,<br />

Zaragoza, Valencia y Barcelona. En noviembre<br />

en Covent Garden con Bohéme.<br />

Luego gira inglesa con Riña.<br />

1947. Retorno a La Scala de Milán, en<br />

enero, con Lucia y Chenler. De nuevo en<br />

Lisboa: Oporto donde debuta con un recital.<br />

Vuelve a Madrid, debuta en Sevilla,<br />

recitales en Cádiz y Gibraltar. Turné de<br />

cinco meses por América del Sur. De regreso<br />

a Europa, finaliza el año con una<br />

gira por Suiza, Inglaterra y Bélgica.<br />

1948. Otra vez a Lisboa y después a Sudamérica.<br />

Participa, al regreso, en dos homenajes<br />

postumos: Giordano y Mascagni.<br />

1949. Siguen los recitales incansables,<br />

por parte de Europa, así como las representaciones<br />

(en menor medida) operísticas.<br />

Marsella, Monte cari o. Estocolmo,<br />

Oslo, Copenhague, como ciudades de las<br />

que Gigli estuvo ausente largo tiempo o,<br />

simplemente, realiza en ellas su debut.<br />

1950. Gigli faltaba ser escuchado en<br />

África. Así en febrero y marzo llena este<br />

vacío debutando en El Cairo y Alejandría.<br />

Vuelve al norte europeo y regresa a un<br />

Berlín destrozado. Continúan sin tregua<br />

los viajes y las funciones y recitales. El tenor<br />

no muestra el menor desfallecimiento,<br />

a pesar de tener ya sesenta años.<br />

1951. Es en febrera y en Ñapóles, cantando<br />

LAmico Frítz. cuando Gigli acusa<br />

la larga e incansable actividad: sufre un colapso<br />

en escena. Seis semanas hospitalizado,<br />

A finales de marzo canta en<br />

Sudáfrica. De ahi va a Ciudad del Cabo<br />

y Pretoria. Luego otra gira hispanoamericana,<br />

será su última visita a América del<br />

Sur. Cierra el año con una extensa gira<br />

por Alemania.<br />

1955. De 1952 a 1955 continúa nuestro<br />

tenor prodigándose por escenarios y salas<br />

de concierto. En el 53 estrénase en la<br />

parte de tenor de un oratorio de Canssimi<br />

Ezechia. En el 55. en el Carnegie Hall<br />

de Nueva York, dio dos recitales de despedida,<br />

días 17 y 24 de abril, Unos meses<br />

antes, en diciembre de 1954, canta en<br />

los conciertos radiados Martmi Rossi, |unto<br />

a Maria Callas. Continúa luego con recitales<br />

de despedida por USA y Canadá.<br />

En Washington, el 25 de mayo, hace su<br />

despedida definitiva. Su carrera, pues,<br />

comprendió cuarenta y un años de actividad.<br />

Se retiró a su lujosísima casa de Recatani.<br />

1957, Bemamino Gigli fallece repentinamente<br />

en Roma el 30 de noviembre. En<br />

sus funerales. Giacomo Lauri-Volpi, como<br />

él mismo relata, cantó el Pañis Angelicus<br />

de Cesar Franck y Salve Regina de Mercadante.<br />

Fernando Fraga


Discografía<br />

T ¡ñas observaciones' La BBC radió una interpretación de Florencia de L'elisir d'amore<br />

I / con Cigli y Carosio. Han pasado los años y, al no publicarse este documento, hace<br />

KS pensar que haya sufrido cualquier tipo de pérdida. Algo que también puede extenderse<br />

a ejecuciones del tenor para la radio italiana, como son, las que a continuación se<br />

relatan: Lehsir d'amore con Pagliught. Roma 1937: Adriana Lecouvreur. con Olivero (publicada<br />

un aria hasta la fecha) de 1939: Manon Lescaut con Pampanmi y La Forza del destino<br />

con Pednni de 1940: II Trovatore con Caniglia y Lodoletta con Dal Monte: Gloria de Olea<br />

con Guernni. 1943. Son expectativas que quizá algún día puedan ampliar la oferta de grabaciones<br />

completas del tenor.<br />

Los registros realizados entre 19/8 y 1924 son acústicos. A partir de 1925, eléctricos.<br />

Las letras que preceden a las fechas de grabación corresponden a las ciudades donde se<br />

realizaron, asi. M. es Milán; NX. Nueva York: B.. Berlín; L, Londres; R.J., Rio de Janeiro:<br />

R., Roma: S.R., San Rema<br />

Operas completas<br />

BIZET: Carmen ¡Don José). Con R.<br />

Gigli. Stignaní, Bechi. Opera Roma.<br />

Bellezza (Roma. 1949).<br />

G1ORDANO: Andrea Chenier<br />

(Chenier). Con Canigha, Bechi Sea<br />

la. Fabritus (Milán, 1941)<br />

LEONCAVALLO: Pagliaccio (Ca<br />

nio). Con Pacetti, Basida. Scala. Ghione<br />

(Milán. 1934).<br />

MASCAGNI. Cavalleria rusticana<br />

(Turiddu). Con Rasa. Bechi. Scala.<br />

Mascagm (Milán. 1940).<br />

PUCCINI: La Bohéme (Rodolfo).<br />

Con Albanese, fienotti, Poli. Scala.<br />

Berretoni (Milán. 1938). Madama Butlerfly<br />

(Pinkerton). Con Dal ftonte,<br />

Ba;iola. Opera Coma. Fabntis (Roma,<br />

1939). Tosca (Cavaradossi). Con Caniglia,<br />

Borgiok Opera Roma. Fabritus<br />

(Roma. 1938).<br />

VERDI: Aída (Radamés). Con Ca<br />

niglia, Stignam, Bechi. Opera Roma.<br />

Serafín (Roma. 1946). Un bailo in maschera<br />

(Riccardo) Con Canigha. Bar<br />

bien, Bechi. Opera Roma. Serafn<br />

(Roma 1943). La Traviata (Alfredo).<br />

Con Caniglia. Basiola. Covent Garden.<br />

Ornara (Londres, 1939). En vivo.<br />

Messa da Réquiem. Con Caniglia.<br />

Stignam. Pinza. Opera Roma. Serafín<br />

(Poma, 1939).<br />

Fragmentos operísticos<br />

ALFANO: Don Juan de Manara. Tu vedi<br />

in bel creí (L. 1948)<br />

BALFE: The bohemian girl: When other<br />

lips (L., 1954).<br />

BELLINI- I Puriuni: A te, o cara (1934)<br />

(cortada y con pal abras locutor).<br />

BIZET Carmen: I fior che averi a me tu<br />

dato (M . 1935) Dúo con Micaela (con R.<br />

Gigli) (M.. 19<strong>42</strong>). I pescaroti di perle: Del<br />

cempio al limitar (con A Pacim) (ML 1919)<br />

Id (condeLuca)(N.Y.. 1927). Mi par dudir<br />

ancora (N.Y., 1929). Id. (L., 1931). Non hai<br />

7'/<br />

compresso (con R. Gigli) (M.. 1951)<br />

BOITO Meñstofele: Dai campi, dai pra-ti(M,<br />

1918, NY. 1921; N.Y.. 1927). Se tu mi<br />

doni un'ora di riposo (con C. Scatola) (M.,<br />

1918). Lontano, lontano (con G. Bosim) (M..<br />

1918) Id. (con R. Gpgli) (M., 1951). Giumo<br />

sull'passo stremo (M., 1918). Id. (N.Y, 1921).<br />

Id. (N.Y.. 1927).<br />

BONONCINI: Griselda: Per la glona<br />

d'adorarvi (L . 1949).<br />

CATALANI Loreley: Nei verde maggio<br />

(N.Y.. 1923).<br />

. bENIAMíNO GIGLt<br />

CESTI; Orontea: In torno ali'idol mió (L.,<br />

1947).<br />

CILEA: Adriana Lecouvreur Le dolcissime<br />

efiggie (con Olivero) (R.. 1939), LArle-<br />

«ana: E la sólita storia (B., 1936: M.. 1941;<br />

S.R.. 19547.<br />

DONIZETTI; Lfclisir d'amore: Quante é<br />

bella (NY, 1925; L. 1949)7 Chiede al rio<br />

(con R. Gigli) (M.. 1951). Una furtiva lagrima<br />

(N.Y. 1929, L, 1933). La Favorita: Spirto<br />

Gentil (M.. 1918; N.Y, 1921). Addio, fuggir<br />

mi lascia (con E. Casazza) (M.. 19187. Lucia<br />

di Lammermoor: Lucia, perdona (con M<br />

Talley) (1927). Sexteto (con GalliCurci,<br />

Homer. De Luca, Pinza, Bada)<br />

(N.Y, 1927). TombedegTav¡m¡ei(NY.<br />

1925; N.Y. 1927). Giusto cielo (con<br />

Pinza){N.Y, 1927). Tuche a Dio (N.Y.<br />

1925: N.Y. 1927).<br />

FLOTOW Martha: M'appari tutto<br />

amor (NY, 1923 I y II. N.Y. 1929).<br />

GIORDANO: Andrea Chenier: Un<br />

di all'azzurro spazio (NY, 1922; M..<br />

1941: S.R.. 1954). Si, fui soldara (M..<br />

1933). Come un bel di di maggio (NY,<br />

1922). Fedora: Selección, con Nicolai,<br />

Fortas. Municipal Sanzogno (R.J..<br />

1951). En vivo Amor ti vieta (M.. 1919.<br />

M., 1940). Vedi io piango (M. 1919).<br />

Marcella: lo conosco un giardino (L.<br />

1949).<br />

GLUCK: Paride ed Elena: O del<br />

mió dolce ardore (M.. 1935).<br />

GODARD Jocelyn: Caches dans<br />

cet asile (L. 1947).<br />

GOMES. Lo schiavo: Quando nacestitu(R.J.,<br />

1951; N.Y. 1955). H Guaran/:<br />

Vanto io pur (R.J., 1951).<br />

GOUNOD: Faust: Salve dimora<br />

(M.. 1918; N.Y. 1921: L. 1931). Dúo<br />

con Margarita (con M. Zamboni) (M.,<br />

1919). Romeo y Julieta: Ah leve toi.<br />

soleil(N.Y, 1923) Ange adorable (con<br />

L Bon) (N.Y, 1923). Ah ne fuis pas<br />

> . encoré (con L. Bon) (N.Y. 1923).<br />

HAENDEL: Serse: Ombra mai fu<br />

(L. 1933; N.Y. 1951). Atlanta: Care<br />

selve (L.. 1949).<br />

HALEVY: La Juive: Rachel. quand du Seigneur<br />

(L.. 1946).<br />

HERBERT. Naughty Marietta: Ah sweet<br />

mystery of life (L . 1947).<br />

LALO Le roí d'Ys: Vainement. ma bien<br />

aimée (NY. 1922; L. 1946).<br />

LEONCAVALLO- Pagliacci: Vesti la giubba(NY.<br />

19227. Prólogo (B. 1943). O Colombina<br />

(con Pacetti) (M.. 1934). No.<br />

Pagliaccio non son (L., 1933).<br />

MASCAGNI LAmico Friti: Suiel, buon<br />

di y Tutto tace (con N. Baldisern) (M.. 1919).<br />

O amore, o bella luce (L. 1948). Ah! Ditela<br />

per me! (con R Gigh) (M., I9SI7. Cavaheria<br />

rusticana: O. Lola (L., 1947). Dúo con<br />

SCHER2O 105


DOSIER<br />

Santuzza (con D Giannini) (M.r 1932). Viva<br />

il vino spumeggiante (N.Y., 1928). Mamma.<br />

quel vino (M . 1919; M., 1933). Iris: Apri la<br />

tuafinestra (M., 1918, N.Y., 1921). Isabeau:<br />

Non Colombelle y E passera la viva creatura<br />

(M.. 1941) Lodoletta: Ah ritrovarla nella<br />

sua capanna (M . 1918; M.. 1941).<br />

MASSENET: Manon' O dolce incanto (L.<br />

1931; N.Y.. 1955). Ah dispar visión (L. 1946)<br />

Werther Ah non mi ridestar (L, 1946; S.R.,<br />

[954: NY, 1955)<br />

MEYERBEER LAfricana: O paradiso<br />

(N.Y.. 1923; N.Y.. 1928; S.R., 1954; N.Y..<br />

1955)<br />

MOZART Don Giovanni; II mío tesoro<br />

(L. 1939). Dalla sua pace (L. 1939; NY.<br />

1955).<br />

PIETRI: Maristella: lo conosco un giardino<br />

(M., 1940; L., 1953).<br />

PONCHIELLI: La Gioconda: En zo Grimaldo<br />

(con C. Zani)(M.. 1918). Id."(con Ruf<br />

ROSSlNI: Stabat mater: Cuius animam<br />

(M., 1932).<br />

SELVAGGI La Maggiolata Veneziana:<br />

Maggio sereno il cor y Bal I ata (L. 1954).<br />

THOMAS; Mignon: Ah. non credevi tu<br />

y Adcüo. Mignon (N.Y., ¡928).<br />

VERD1' Aida; Celeste Aída (L, 1937). Attila:<br />

Terceto Tu sol quest'anima (con ftethberg<br />

y Pinza) (N.Y., 1930). La forza del<br />

destino: La vita é inferno (M.. 1941). Solennein<br />

quest' ora ¡con Ruffo)(NY, 1926) Id.<br />

(con de Luca) (N.Y, 1927). I Lombardi: Qual<br />

volucta trascorrerá (con Rethberg y Pinza)<br />

(N.Y., 1930). Otello; Gia nella notte !con R<br />

Gigli) (M., 1951). Rigoletto: La donna é mobile<br />

(M.. 1934). Cuarteto (con Gallí-Gurci.<br />

Homer y de Luca) (N.Y. 1927). La Traviata:<br />

Un di felice y Parigi. o cara (con Canigiía)<br />

(L, 1939). Demieivolentispiriti(NY., 1928).<br />

II Trovatore: Di quella pira (M., 1940). Ai<br />

nostri monti (con Elmo) (M.. 1940).<br />

La Hondine en Nueva York lácreos Hrf- Hemamino l,/p. Aimjnd Tokalyart y Edithi Fleischer<br />

fo) (N.Y, 1926). Id. (Con de Luca) (N.Y.<br />

1927). Cielo e mar (M.. 1918; N.Y, 1921; N.Y.<br />

1929). Laggiu nelle nebbie (con Casazza) (M.,<br />

19187.<br />

PUCCINI: La Bohéme: Che gélida manina<br />

(L., 1931). O soava fanciulia (con Zam<br />

boni)(M.. 1919). Id. (conCamgl¡a)(L, ¡937).<br />

O Mimi, tu piú non torni (con RuHo) (N.Y.,<br />

1926). Id. (con de Luca) (N.Y, 1927). La fanciulla<br />

del West: Ch'ella mi creda (N.Y, 1955).<br />

Manon Lescaut: Selección con Guernni, Bo<br />

mello (Raí. 1950). Donna non vid) mai (N.Y.<br />

1926). Ah, Manon mi tradisceíM.. ¡941) No.<br />

pazzo son (M., 1940). Tosca: Recóndita armonia<br />

(M , 1918; N.Y, ¡921, N.Y, 1926). O<br />

dolci mani (N.Y, 1922). E lucevan le stelle<br />

(M . 1918; N.Y. 1921; M.. 1934; N.Y. 19551.<br />

RIMSKY-KORSAKOV. Sadko. Canción hindú<br />

(N.Y., 1932).<br />

106 SCHERZO<br />

WAGNER. Lohengrin: Cigno gentil (N.Y.<br />

1955).<br />

Canciones (populares, sacras)<br />

ALBENlZ: Quisiera olvidar tus ojos (N.Y,<br />

1932).<br />

ANÓNIMO; Adestes fidelesfL, 1947). A<br />

casinha pequeninna (R.J.. 1951).<br />

BACH-GOUNOD. Ave Maria (B., 1936)<br />

BASSANI: Pósate, dormite (L, 1949).<br />

BtCCE. Tu sei la mia vita (B., 1936).<br />

BIXIO Solo perce Lucia (M.. 1934) Ninna<br />

Nanna della vita (M., 1938). Desiderio<br />

•;M.. 1938;. Mamma (M., 1940; NY, 1955).<br />

Se vuoi goder la vita (M , 1940). Cinefollia<br />

•R.. 1943). Dimmi tu primavera (R , I943V<br />

Sema pié serénate (M.. I9S0).<br />

BIZET: Agnus Dei (B.. 1936).<br />

BLANC: Giovineiia M., 1937).<br />

BONESSI: Notte e mare (L.. 1952).<br />

BRAHE. Bless this house (L., 1947).<br />

BRAHMS. Nun dir gehort mein hertí<br />

(M . 1938). Wiegenlied(ri., 1938, L , I9S4).<br />

BUCHARDO Canción del carretero (L.<br />

1947).<br />

BUZZI-PECCIA: Paquita (N.Y. 1923). ft>vera<br />

Puicinella (N.Y. 1924). Torna amore<br />

(N.Y, 1926). Lolita (M.. 1940).<br />

CACCINI. Amanlli(L., 1939; N.Y, 1955).<br />

CALDARA. Come raggio di sol ÍL, 1947).<br />

Selve amiche (L . 1947). Sebben crudele (L,<br />

1949).<br />

CAMPAN1NO: Luntananza (M.. 1950).<br />

Notte do'core (L , 19531.<br />

CAMPESE. Canario cantatore (L, 1953).<br />

CANNIO 1 O surdato inamurato (M..<br />

1918).<br />

DICAPUA Maria, Mari (N.Y. 1923: N.Y,<br />

1925). O solé mió (M.. 1934, N.Y. 1955).<br />

CARABELLA; Ninna Nanna. Ninna oh<br />

(L. 1954).<br />

CARDILLO. Coremgrato (L, 1946).<br />

CARLINI: Questo foulard (L. 1955).<br />

CARNEVALl Come love with me {N.Y,<br />

1925, N.Y, 1955). Ave María (L, 1949).<br />

CASLAR: Con la pioggia o con la luna<br />

(M., 1950). Qtta silente (M., 1950)<br />

CASTALDON Música proibita N.Y,<br />

1930).<br />

CÉCCONI: Barcala triste (L . 1949). Tre<br />

parole (L, 19537. Ave Maria (L, 1953). Marión<br />

(L.. 1954).<br />

CINQUE.Mattinataveneiiana(M., 1938).<br />

CIOFFI: Tre rose (M.. 19<strong>42</strong>). Nostalgia<br />

d'amore (L., 1947). Quando I'amore nasce<br />

(L. 1949) Alia danza (L. 1949). Canzone<br />

senza parole (L , 1952). Nostalgia riccordo<br />

(L. 1952). Serenau española (L. 1952). E<br />

sempre notte (L.. 1953). Nisciuno (L.. ¡954).<br />

CITTADINI: Ninna, nanna(L, 1947) Nostalgia<br />

d'amore (L., 1947). Nostalgia d'amore<br />

(L., 1947). Quando l'amore nasce (L.,<br />

1949) Alia danza (L, 1949) Canzone senza<br />

parole (L., 1952). Nosulgia riccordo (L.,<br />

1952). Serenata española (L , 1952). E sempre<br />

notte (L. 1953). Nisciuno (L, 1954).<br />

COSTA. Luna nuova (I. . 1953).<br />

COTTRAU. Addio a Napoli (N.Y, 1927).<br />

Santa Lucia (L. 1933; L, 1949).<br />

DI CRESCENZO: Quando a femmena vo<br />

(N.Y. 1925). Rondine al nido (NY. 1926;<br />

N.Y, 1955). Triste maggio (N.Y. 1932) Notte<br />

d'amore ÍL, 1939).<br />

CURCt Notte a Venezia(B., 1936; N.Y.,<br />

1955).<br />

CURRAN. Life (N.Y. 1955).<br />

DE CURTÍS. TU sola (N.Y, 1921). Sentinella<br />

(N.Y. 1925). Sco'pezando a Maria (N.Y.<br />

1925). Good-bye, Mary (NY, 1925) Voce<br />

e notte (N.Y, 1928) Canta peme (NY,<br />

1928). Carmela (N.Y, I930Í Lucia Luci (M.,<br />

1932). A canzone a Napule (M.. ¡932). Torna<br />

a Surriento (M .


sei per me la vita (M.. 1940).<br />

SonachitarrafL. 1949). Paese<br />

ch'encantena {L.. 1949).<br />

Autunno (L . 1953). Ultima<br />

speme (L. 1954).<br />

DE CHIABA. La spagnola<br />

(L. 1939).<br />

CHIPOLLONI; Rosi, R051<br />

(L. 1954).<br />

CHOPIN. Reviens. mon<br />

amourlL.. 1947. N.Y., 1955).<br />

Omaggio a Bellini (L, 1949).<br />

Inno alia patria (L, 1949).<br />

DENZA Funiculi, funicula<br />

(NY, 1924; L, 1949). Se(NY.<br />

1929). Occhi turchini (NY..<br />

1930). Occh.difata(L, 1938).<br />

DODA. Notte lunare (N.Y.,<br />

1929).<br />

DONAUOY O bei nidi<br />

d'amore (N.Y, 1927). O del<br />

mió amato ben (M., 1939;<br />

NY, 1955)<br />

DRIGO: Notturdo d'amore<br />

(I y II, NY, 1922, NY.<br />

1926).<br />

DURANTE: Vergin turto<br />

amor (L . 1947.<br />

• 'ESPOSITO; Anima e<br />

cuore (L , 1952).<br />

FALVO: Dicintencello vuie<br />

(L. 1946)<br />

FASO LO Cangia, cangia<br />

tue voglie (L, 1949).<br />

FEDRI Ninna, nanna (L.<br />

1952). Bambina bruna (L .<br />

1953). lo t'ho cercato (L<br />

I9S4). donnaMile


OPERA DEL SIGLO XX<br />

A<br />

fínales del año pasado publicaba<br />

Valdemar Ediciones una nueva traducción<br />

de la novela Brujas, la<br />

muerta de Georges Rodenbach, vertida<br />

por Agustín Izquierdo Sánchez. Al mismo<br />

tiempo. RCA publicaba en toda Europa,<br />

y también en España, la reedición en<br />

soporte CD de La ciudad muerta, ópera<br />

de Erich Wolfgang Korngold, en la lectura<br />

de Ench Leinsdorf, reseñada al final de<br />

estas lineas. Esta coincidencia puede ser<br />

disculpa más o menos apropiada para detenernos<br />

a hablar de esta obra de un<br />

compositor realmente singular.<br />

Rodenbach: simbolismo y ensueño<br />

El poeta belga Georges Rodenbach<br />

(1855-1898), uno de los muchos intelectuales<br />

y artistas de su pais con clarísima vocación<br />

francesa, es tal vez uno de los<br />

muchos nombres casi olvidados del movimiento<br />

que él fue pionero en dar a conocer<br />

con sus obras, el Simbolismo.<br />

Significativo de ese olvtdo es. por ejemplo,<br />

el silencio que pesa sobre su nombre<br />

en obras especializadas como la por<br />

otra parte interesante & movimiento simbolista<br />

de Anna Balakian (Guadarrama.<br />

Madrid, 1969). Se trata de un movimiento<br />

que se opone al naturalismo entonces<br />

de moda y pretende, mediante un constante<br />

viaje interior, la reutilización de las<br />

palabras en inusitadas evocaciones y la reminiscencia<br />

de elementos del clasicismo<br />

en tanto que símbolos, una renovación<br />

de la escritura poética y dramática. Para<br />

situar a Rodenbach hay que advertir que<br />

florece en el París de Mallarmé, cuya obra<br />

permite que exista el simbolismo, pero<br />

que por su parte no es un poeta simbolista<br />

en sentido estricto. Rodenbach compuso<br />

sus libros más importantes en la<br />

última década de su breve existencia. Su<br />

poesía es refinada, sugerente. mesuradi<br />

sima, interiorizada, melancólica, nostálgica,<br />

de ensueña.. Y su novela Brutas, la<br />

muerta, publicada en 1892, es en realidad<br />

un relato donde se sugiere constantemente<br />

el ensueño, la ilusión, la creación<br />

de la realidad a partir de la bruma interior<br />

del protagonista, donde la ciudad.<br />

Bru|as, parece un pretexto. Menos sugerente,<br />

pero con mayor claridad, el drama<br />

Le mirage (estrenado después de ia<br />

muerte del autor), adaptación de la novela,<br />

explícita ese ensueño como tal, sin<br />

ambigüedad especial. Y de esa manera<br />

108 SCHERZO<br />

La traducción verista del simbolismo<br />

Die tote stadt de Korngold<br />

desarrolla su libreto el Dr. ]ulius Korngold<br />

y su hijo, el |ovencísimo compositor Ench<br />

Wolfgang... Pero ha pasado demasiado<br />

tiempo desde la publicación de Brujas, la<br />

muerta o el estreno de Le mirage y la premiére<br />

de Die tote Stadt a finales de 1920.<br />

Entre otras cosas, la primera gran guerra.<br />

Pero, además, el olvido del Simbolismo.<br />

En música, o al rnenos en el terreno del<br />

teatro lírico, se ha producido un auge, que<br />

empieza a remitir, de un imposible, al verismo.<br />

Pero al verismo, que parecía pretender<br />

una traducción del realismo<br />

naturalista a la escena operística, es algo<br />

que se compadece muy poco con las ensoñadoras<br />

visiones simbolistas. Al menos,<br />

eso es lo que en principio se podría creer<br />

con sólo hacer caso de los postulados de<br />

ambos movimientos,<br />

Ya hemos adelantado que el Simbolismo<br />

tiene como ámbitos preferentes de<br />

creación la poesía y el teatro. Será un movimiento<br />

decisivo para la primera, y al<br />

Simbolismo hay que acudir para comprender<br />

la lírica más significativa del siglo<br />

XX. aunque hay una serie de grandes<br />

nombres franceses que le preceden en este<br />

sentido: Baudelaire, Rimbaud. Mallarmé.<br />

Pero su huella no fue importante en<br />

el teatro, y para comprenderlo basta con<br />

que pensemos en el destino actual de su<br />

Enth Woitgang Karngotd. en los J/IOÍ<br />

dramaturgo acaso más ilustre, Maunce<br />

Maeterlink, también belga y premio Nobel<br />

en 1911. Y en donde no aportó prácticamente<br />

nada fue en narrativa. Sin<br />

embargo, Rodenbach sigue siendo leído<br />

aún hoy por su novela Brutas, la muerta.<br />

Hugues Viane, el protagonista, ha perdido<br />

hace tiempo a su mujer, pero no la<br />

puede olvidar. Mantiene su recuerdo en<br />

una especie de santuario dedicado a ella<br />

en su propia casa, retirado en la fantasmal<br />

ciudad de Bru)as. El conocimiento de<br />

una mujer exactamente igual a la fallecida<br />

le lleva a romper su clausura y su fidelidad.<br />

El desengaño vendrá de la muy<br />

diferente naturaleza de la doble. No podrá<br />

soportarlo más el día en que la ligera<br />

y alegre Jane se empeñe en adornarse<br />

con la larga trenza de la muerta, que el<br />

mórbido Viane conserva en su mausoleo.<br />

El protagonista da muerte a la doble con<br />

esa misma trenza. Alrededor de la acción,<br />

evocada por la enfermiza obsesión de<br />

Víane, está siempre presente la ciudad de<br />

Brujas, con sus canales, campanarios, iglesias,<br />

con su carga de pasado, de misterio,<br />

con su sugerencia de pretérito<br />

embalsamado.<br />

El drama Le mirage tuvo durante años<br />

un éxito equiparable al de la novela original,<br />

pero, como ya hemos advertido, la


Carol Neblett como M¿r>ew¿ en ü producción de la New York O¡y Opera<br />

ambigüedad cede en este caso. Brujas, la<br />

muerta, admite en principio una lectura<br />

literal: por una u otra razón. Viane cree<br />

haber encontrado a la doble de su mu-<br />

|er y termina estrangulándola una vez que<br />

aquella inquieta y vivaz personita defrauda<br />

al ensueño, la idealidad forjada, la huida<br />

de la realidad enfermiza y paulatinamente<br />

construida durante años. En el drama<br />

el equivoco del protagonista dura muy<br />

poco en el tiempo El ensueño se ha desplazado.<br />

Al referirnos a Die tote Stadt lo<br />

veremos.<br />

En cualquier caso. Brujas, la muerta,<br />

permanece como uno de los raros casos<br />

de narrativa simbolista. Én España ha habido<br />

constantemente traducciones y reediciones<br />

de esta obra, siempre leída,<br />

aunque nunca haya constituido un auténtico<br />

éxito de masas. Es una novela de cierta<br />

belleza, que basa su encanto en la<br />

evocación de un permanente estado<br />

mórbido, cuya lectura puede resultar hoy<br />

lejana, algo pasada..., pero mucho menos<br />

que. por eiemplo ese curioso género llamado<br />

novela gótica, que. en mi opinión,<br />

está mucho más lejos, mas pasado y más<br />

muerto, y aún sigue mereciendo reediciones<br />

y lectores.<br />

Korngold: de Europa Central<br />

a Hollywood<br />

Ench Wolfgang Korngold nació en pleno<br />

Imperio Austro-Húngaro, en Brunn, es<br />

decir, en Brno. capital de Moravia. uno<br />

de los dos países checos. Es uno de los<br />

muchos austriacos nacidos en tierras eslavas,<br />

como Mahler, como Kafka, como<br />

Rilke. como Werfel. Hijo del crítico musical<br />

Julius Korngold. empezó a componer<br />

con increíble precodidad en un estilo plenamente<br />

adulto. La Opera de Viena estrenó<br />

su ballet Schneemann en 1907,<br />

cuando Ench Wolfgang tenía sólo trece<br />

años. Esta afición a lo dramático será permanente,<br />

hasta después de la segunda<br />

guerra mundial. En 1916. a los diecinueve<br />

años, estrenó su breve ópera Violanta. En<br />

1921 se produjo el éxito clamoroso de Die<br />

tote Stadt, estrenada en diciembre del<br />

año anterior en Hamburgo y Colonia. En<br />

los años veinte se dedicó a la enseñanza<br />

de música dramática en la Academia de<br />

Viena. En esa década y hasta 1934, en que<br />

se va a Hollywood con Max Remhardt.<br />

sin saber que va a permanecer allí tanto<br />

tiempo, compone obras como su primer<br />

Cuarteto de cuerda, el Concierto de piano<br />

para la mano izquierda y la ópera Das<br />

Wunder der Heliane.<br />

Fue a Hollywood en calidad de arreglista,<br />

puesto que como tal habia trabajado<br />

con Remhardt Pero los<br />

acontecimientos políticos se precipitaron<br />

en el viejo continente y se quedó en California.<br />

No es exagerado decir que la presencia<br />

y labor de Korngold en el mundo<br />

del cine fue decisiva para la creación de<br />

un estilo, de una manera de composición<br />

musical cinematográfica, de un mundo sonoro<br />

que hoy reconocemos como propio<br />

del cine, una fórmula que creó él y<br />

KORNGOLD<br />

que no ha desaparecido por completo en<br />

nuestros días. Sin embargo, Korngold no<br />

fue nunca político a la hora de entregar<br />

partituras al cine, al contrario que sus contemporáneos<br />

Max Stemer, Alfred Newman.<br />

Dimitri Tiomkm o Victor Young (los<br />

dos primeros fueron también pioneros,<br />

|unto con Korngold. incluso grandes aportadores,<br />

pero en nuestra opinión el sello,<br />

la esencia, la aportación esencial es la<br />

de nuestro austríaco de hoy).<br />

Nada más llegar a Hollywood en 1934,<br />

Korngold adaptó la música mendelssohniana<br />

de El sueño de una noche de verano,<br />

dirigida por William Dieterle y Max<br />

Remhardt. con un reparto de lujo encabezado<br />

por James Cagney. |ean Muir, Olivia<br />

de Haviland y Dick Powell. En once<br />

años pondría música original a diecinueve<br />

películas, entre Captam Blood (1935)<br />

y Escape me never (1946). con títulos tan<br />

conocidos como Las aventuras de Robín<br />

Hood (1938) o The sea hawk (1940). Tan<br />

sólo volverla al cine en 1954, tres años<br />

antes de su muerte, con arreglos wagnerianos<br />

para Magic fire. En sus últimos años<br />

se dedicó a la música orquestal y de cámara,<br />

con obras como sus Conciertos para<br />

violín o para violonchelo, la Sinfonía en<br />

fa mayor, el Tercer cuarteto de cuerda...<br />

Su estilo postro man tico, más declarada<br />

y decididamente vuelto o más bien anclado<br />

en el pasado que el de su<br />

compatriota Zemlinsky. que fue su maestro,<br />

ha sido tal vez causa del olvido en<br />

que ha permanecido su obra a pesar dela<br />

resonancia de sus éxitos operísticos y<br />

a pesar también (aunque, en este caso,<br />

tal vez a causa de ello), de sus éxitos cinematográficos,<br />

que le valieron el Osear<br />

en un par de ocasiones. La recuperación<br />

de Die tote Stadt, en cualquier caso, supuso<br />

en la segunda mitad de los 70 y primera<br />

de los 80 el reencuentro con una<br />

obra singular que ha sido muy del agrado<br />

del público, pero que no deberíamos<br />

sobrevalorar. El éxito neoyorquino de<br />

1975 permitió el registro fonográfico de<br />

esta obra, dirigida por Leinsdorf para<br />

RCA.<br />

Una encendida teatralidad<br />

La opera Die tote Stadt se divide en<br />

tres actos. En rigor, sólo uno de ellos es<br />

acción real, el primero, aunque esto se<br />

supone que lo sabemos sólo al final de<br />

la pieza. El contenido de los actos segundo<br />

y tercero, excepto los últimos minutos<br />

de este última están constituidos por<br />

el ensueño del protagonista.<br />

De los dos actos, sólo el segundo se<br />

desarrolla en un exterior, en la ciudad a<br />

la que alude el titulo, fantasmagórica en<br />

su realidad y en la recreación subjetiva<br />

SCHERZO 109


OPERA DEL SIGLO XX<br />

que realmente es el desarrollo de la acción.<br />

No es sencillo traspasar lo subjetivo<br />

de la narrativa a uno de los medios<br />

dramáticos. La objetividad de la presencia<br />

humana o de la imagen fílmJca es algo<br />

esencial por lo tangible, por lo explícito<br />

y evidente, como para jugar con las ambigüedades<br />

que permite un texto narrativo.<br />

Por eso. al pasar de la novela al<br />

drama ha habido un cambio decisivo en<br />

la trama: en la novela Huguer Viane mantenia<br />

el punto de vista, a pesar de estar<br />

narrada la historw en tercera persona; en<br />

la pieza teatral, hay una corporeidad objetiva<br />

insoslayable, pero a partir del mismo<br />

inicio del acto segundo se configura<br />

lo real como aparente, lo físico como imaginado,<br />

lo circundante como percibida<br />

£ricfl Lemsdart ensayando con la Orquesta de l¿ /tacto de Munich<br />

Para ello se ha producido una transición<br />

dramatúrgica y sonora que pretende trasladarnos<br />

del mundo de la acción real (primer<br />

acto: Paul ha conocido una mujer,<br />

Manetta. que ve como doble de su mujer.<br />

Mane, y pretende recomponer el presente<br />

a la manera del pasado) al mundo<br />

del ensueño (segundo acto: la imagen de<br />

Mane, presente en un entorno, se aparece<br />

a Paul y le sugiere que continué adelante,<br />

para ver las consecuencias a que le<br />

llevarán sus actos; tercer acto: tras la terrible<br />

escena de la procesión, traspasada<br />

de ta novela al teatro y de éste a la<br />

Ópera con gran aparato y considerable<br />

chirrido, la escena de la trenza y la muerte<br />

de Manetta). Pero el ensueño es desmentido<br />

de nuevo por la acción real: tras la<br />

muerte de Manetta, Paul queda tendido<br />

en el suelo, pero al despertar ve que la<br />

trenza sigue en su sitio, que no hay cadáver<br />

alguno por allí, todo ha sido imagí-<br />

110 SCHERZO<br />

nado; la persomta que le ha inspirado<br />

todo esto vuelve, porque se le ha olvidado<br />

algo: estamos en la estricta continuación<br />

del acto primero. Paul se irá de<br />

Brujas, se dejará de fantasmagorías, de<br />

conservar su museo de los recuerdos, de<br />

morbidez, de sombras, de muerte, de recuerdos<br />

estancados. El ensueño, podríamos<br />

decir, ha sido la gran terapia para la<br />

neurosis de Paul. Conclusión tal vez libérrima,<br />

pero no descartable en la infinita<br />

polisemia de las obras de arte. En cualquier<br />

caso, algo muy poco simbolista, en<br />

verdad. Salvo que caigamos en la pedantería<br />

de señalar el Simbolismo como patología...<br />

Si empezamos así. podemos ir<br />

demasiado lejos y hospitalizar o encerrar<br />

a la mayoría de los poetas.<br />

D/e tote Stadt es obra de dos personajes,<br />

o mejor dicho, de dos cantantes,<br />

porque los personajes serían tres: soprano<br />

{que tiene a su cargo los cometidos<br />

de Manetta, la bailarina de Lille que<br />

irrumpe en la vida del protagonista, y Mane,<br />

la anterior esposa, la fallecida) y Tenor<br />

(Paul). El peso de canto y acción en<br />

ambos es abrumador, prácticamente exclusivo.<br />

En casi todas las escenas aparecen<br />

ellos. Hay, es cierto, una escena inicial<br />

que cumple la función de introducirnos<br />

en el planteamiento, entre el ama de llaves<br />

y el amigo intimo de Paul. Brigitta y<br />

Franck. Estos personajes no aparecerán<br />

después más que episódicamente. Los<br />

amigos de Manetta. gentes del teatro, juegan<br />

tan sólo un importante cometido en<br />

una escena, la visión de Paul ante un muelle<br />

de Brujas, cuando miman junto con<br />

Marietta la escena de la resurrección de<br />

Pobert le dable.<br />

A tal dramaturgia responde una encendida<br />

puesta en música, una constante tensión<br />

en lo sonoro que se mueve entre un<br />

amplio porcentaje de escenas turbulentas<br />

y una pequeña serie de situaciones lincas:<br />

las primeras corresponden a la<br />

relación con Manetta en el ensueño (es<br />

decir, en el desarrollo de lo que podría<br />

ser una consecuencia de su intento de resucitar<br />

a Mane a través de ella), y las segundas<br />

se dan cuando el espectro, la<br />

imagen, la figura de Mane sale del cuadro<br />

en que fue retratada para siempre y<br />

se dirige a Paul. Aunque toda (a obra es,<br />

como sabemos, una ensoñación, el ámbito<br />

sonora es sobre todo crispado, una<br />

especie de compromiso entre los mundos<br />

dispares, pero hijos ambos del mismo<br />

padre, de Elektra y El caballero de<br />

la rosa.<br />

Porque, en efecto, un aspecto esencial<br />

de Die tote Stadt es que no existiría si<br />

no existiera antes Richard Strauss. El mimetismo<br />

hacia Strauss y Puccini es evidente.<br />

En cuanto ai italiano, diáfano en<br />

determinados momentos de la linea vocal<br />

de la soprano protagonista.<br />

Los preludios orquestales (en el acto segundo,<br />

antes del tercera, y en la procesión<br />

de este último), son realmente<br />

espectaculares, de luiuriosa orquestación.<br />

La orquesta es, desde luego, un personaje<br />

más, algo que era así desde Wagner, que<br />

fue quien introdujo la orquesta sinfónica<br />

en el foso teatral y la convirtió en uno de<br />

los protagonistas del drama. La instrumentación<br />

es riquísima: importante cometido<br />

evocador de tubas o trombones.<br />

uso del piano dentro de la orquesta, punteo<br />

de las maderas..., toda una sene de<br />

pautas que son antecedente de lo que será<br />

habitual en la mejor música cinematográfica.<br />

Romanticismo tardío<br />

La música de Die tote Stadt es tardoromántica,<br />

efectista, y desde luego muy<br />

eficaz. Fue este tipo de música lo que llevó<br />

a Korngold al cine, como ya hemos dicho.<br />

Lo que en una ópera como la que<br />

tratamos es efectista, exagerado e incluso<br />

insuficiente, en un mundo que echaba<br />

a andar como el cine se convirtió en el<br />

más exigente de los idiomas musicales posibles.<br />

Pero en la ópera hay un habitual desajuste<br />

entre la acción y la música, entre las<br />

palabras y el acompañamiento, entre el<br />

significado de la situación y su traducción<br />

sonora. Veamos, por ejemplo, el tercer<br />

acto, que es un largo enfrenta miento entre<br />

ambos protagonistas, Manetta y Paul:<br />

el enfrentamiento es excesivo, es épico:<br />

la danza de Manetta no es el coqueteo


urlón con que pretende el personaje dar<br />

muerte a la imagen de la fallecida, es más<br />

bien la danza de una bacante; la procesión<br />

no la hubiera soñado mejor ni siquiera<br />

Rubén Darío, ni el mismísimo Verdi de<br />

La (orza, es un chirrido amplio, tensísimo.<br />

Es cierto que se supone que todo es imaginado,<br />

como sabemos inmediatamente<br />

después. Pera ¿no es excesivo ad|udicar<br />

esa constante pulsión a la secuencia dramática<br />

del ensueño?<br />

Boceto ctf< -?Í ro<br />

En resumen, Die tote Stadt es una ópera<br />

bella, seductora, estupefaciente incluso,<br />

pero... Ese pero es la ausencia de un<br />

idioma musical adecuado al drama, y de<br />

un drama excesivamente mórbida Valoremos<br />

la obra en lo que vale y no pretendamos<br />

resucitar nada en vano, como<br />

su protagonista. Korngold, además, nunca<br />

estuvo muerto, por eso no debemos<br />

volvernos hacia esta obra como si se tratara<br />

de un tesoro oculto por el paso y<br />

el poso del tiempo. Es una de las mayores<br />

muestras de aplicado aprendizaje de<br />

una caligrafía sonora tan sorprendente<br />

que puede recordar a los maestros, pero<br />

en ningún momento superados ni decir<br />

nada que ellos no hubieran dicho ya.<br />

Es muy probable que 51 Debussy hubiera<br />

adaptado la novela y la pieza teatral<br />

de Rodenbach el resultado hubiera sido<br />

más adecuado. Sabemos de sobra que<br />

habria sido distinto. Debussy estaba en<br />

ese mundo, supo tratarlo musicalmente<br />

y trascenderlo. Hoy hemos olvidado casi<br />

a Maeterlink. pero recordamos Peiléas el<br />

Me//s¿nde gracias a aquél. En cambia recordamos<br />

tanto a Debussy como a Maliarme,<br />

cada uno de los cuales nos dio su<br />

fauno Korngold desconoce el simbolo y<br />

aplica recetas tomadas del realismo a lo<br />

Richard Strauss. Este compositor tomó<br />

como libretista a un supuesto simbolista,<br />

Hofmannsthal. que en realidad demostró<br />

ser un neoclásico refinado, Korngold. con<br />

la lección constante de Strauss y Puccini.<br />

Le gusta una maniera realista, a pesar del<br />

mantenimiento de punto de vista.<br />

Una versión discográfica<br />

Esta ópera, tan comprometida para los<br />

protagonistas, fue grabada en 1976 por<br />

RCA, ba|0 la batuta de Ench Lemsdorf y<br />

el concurso solista de Carol Neblett y Pené<br />

Kollo. Continuando con un reparto de<br />

luja los papeles secundarios estaban confiado<br />

a Benjamín Luxon. Rose Wagemann<br />

y Hermann Prey. El Coro de la Radio de<br />

Bavíera y el Coro infantil de Tólz ayudaban<br />

a definir el clima fantasmagórico de<br />

la trama. La contundente envoltura sonora<br />

era debida a la Orquesta de la Radio<br />

de Munich.<br />

Creo que hay aquí tres protagonistas:<br />

Lemsdorf, que hace uno de los meiores<br />

discos de su carrera: Kollo, que en per-<br />

I KORNGOLD<br />

sonaje tan comprometido —que le hace<br />

sudar tinta y le lleva a tesituras agudas<br />

realmente diabólicas, en constante<br />

tensión— aun podía responder más o<br />

menos adecuadamente, pese a puntos<br />

débiles inmediatamente reconocibles;<br />

Neblett. cuya breve aparición en el mundo<br />

de la alta linca tendrá ese registro como<br />

testimonio de lo que era capaz de<br />

hacer, en un desdoblamiento espléndido,<br />

con una versatilidad encomiabie: no sólo<br />

señalaríamos la famosa canción con laúd<br />

del primer acto, sino en especial sus largos<br />

parlamentos, desde la frivola intimidada<br />

de la primera aparición, la desafiante<br />

seductora del segundo y la ligera e irresponsable<br />

tentadora del última Se trata<br />

de una grabación ampliamente recomendable<br />

que en su momento pudo hacernos<br />

creer que iba a haber una<br />

espectacular resurrección de la música de<br />

Korngold. Poco después CBS grabó Vioíanta,<br />

pero la tendencia no ha continuado.<br />

Pero, ante los vaivenes del público y<br />

la inexistencia de política por parte de las<br />

empresas fonográficas (que, probablemente,<br />

no tienen por qué tenerla, puesto<br />

que sus objetivos y limites están en<br />

otro ámbito), nunca podremos saber lo<br />

que puede suceder con este repertorio<br />

que se encuentra entre dos fronteras del<br />

tiempo.<br />

Santiago Martín Bermúdez<br />

SCHERZO 111


DANZA<br />

Romeo y Julieta huyen del estereotipo<br />

Compañía: Aterballeto Pieza: Romeoy¡ulteta. Coreografía<br />

Amadeo Amodio Música 1 Berlioz. Escenografía<br />

1 Marto Ceroíi. Escritura Vocal Gabnella Bartolomei.<br />

Ardua empresa la de redactar coreográficamente<br />

hoy dia Romeo y Julieta<br />

teniendo como antecedentes<br />

a jacobson. Lavrosky, Grigorovich. Asthon,<br />

Cranko, Me Millan y Nureyev. Todos<br />

ellos con éxito en su momento, tomando<br />

ideas unos de otros y sobre todo<br />

usando un nexo común: la partitura de<br />

Prokofiev.<br />

La obra de Aterballetto huye valerosamente<br />

del tópico —lugar común referencia<br />

conocidos y ofrece algo<br />

artísticamente comprometido y que no<br />

huele a refrito. Amadeo Amodio no se<br />

esclaviza literalmente al texto shakespe<br />

nano y prefiere organizar una secuencia<br />

de escenas que responden a una intención<br />

dramática sin de|ar atrás el hilo conductor<br />

de la obra, desarrollando y<br />

profundizando en dos personajes: Julieta<br />

y Mercuzío.<br />

La escenografía de Mari Ceroli tiene un<br />

papel activo; unas logias asociadas a fachadas<br />

renacentistas realizadas en madera<br />

sin barnizar que guardan una adecuada<br />

proporción entre su tamaño y el de los<br />

bailarines, y según palabras del coreógrafo:<br />

«Es una plaza que respira». De hecho<br />

tiene una respuesta a la acción del baile<br />

en su movimiento frontal.<br />

Ehsabetta Terabust interpreta una Julieta<br />

plena de madurez y sensibilidad, con potencia<br />

en su danza, bordando su papel lleno<br />

de dificultades tanto en la parte<br />

técnica como en la de carácter. Vladimir<br />

Derevianko brilló con luz propia, hacien-<br />

112 SCHERZO<br />

do gala de unas extensiones y pies virtuo<br />

sos, su Mercuzío está muy bien dibujado,<br />

pasando de la comicidad a la femineidad<br />

o a la potencia y alegría que sólo un gran<br />

histrión como él puede interpretar.<br />

La narración de Gabnella Bartolomei<br />

se alterna equilibradamente con la música<br />

de Berlioz y su voz pasa del llanto al<br />

La operación de Estado<br />

goce, de la risa al gemido o al sonido onomatopéyico<br />

en una acertada elección de<br />

los textos llenos del sentimiento que quizá<br />

el lenguaje corporal no puede transmitir.<br />

En definitiva, un trabajo muy bien elaborado<br />

y cuidado por parte de todos<br />

muy agradable de contemplar.<br />

J.C.<br />

Madrid. Tealro Español. ¡9. 20, 21-1-90. Gala de Danza de lulia Participantes. Luciana Savrgnano. Marco P?err<br />

ni. Toni Candeloro, Má^a Grazia Galante. Mauricio Bellezza. Renaia Caldenm, Marzía Fakoa Luig< Bonino.<br />

Barbara Griggi. Giorgio Mancim y otros Proyecto" Alberto Teíta y Paola Calvett,.<br />

perrener;enre di *Apoto MusageM"<br />

D<br />

entro de una gran operación de<br />

intercambio cultural entre Italia<br />

y España, las tres noches de Ballet<br />

en el Teatro Español inauguraban el<br />

evento de una manera refinada, pero<br />

con un programa que estuvo lleno de<br />

dificultades técnicas poco achacables a<br />

la organización italiana. Los que más sufrieron<br />

estos desa|ustes fueron, como<br />

siempre, los artistas,<br />

Ftero. con todo, fue la oportunidad de<br />

acercarse a algunos grandes intérpretes<br />

de danza, como la Savignano. aun espléndida<br />

y llena de carácter, a Bonmo,<br />

con sus detalles de fuerza y gestualidad<br />

latina; y al descubrimiento para la escena<br />

española de otros valores jóvenes.<br />

como Candeloro y Gnggi.<br />

Toní Candeloro. que actualmente desarrolla<br />

su carrera en Suiza dentro del<br />

Ballet de la Opera de Zunch, es un pequeño<br />

gran virtuoso que tiene mucho<br />

ángel y sabe usar sus recursos con sabia<br />

espontaneidad. Interpreta los pasos<br />

con una poesía rara en los |óvenes de<br />

hoy. mucho más preocupados por el<br />

salto y la pirueta, que Candeloro también<br />

realiza admirable y perfectamente.<br />

La Gríggí es una joven que se<br />

sobrepone a su físico y sobre sus casi<br />

rudas puntas exhibe unos pies potentes<br />

y hermosos, siendo una artista que<br />

se entrega totalmente en escena.<br />

Fue interesante ver la pieza de Roland<br />

Petit {El/oven y la muerte) bailada por<br />

Bonnino y Savignano. Es esta obra una<br />

de las joyas del baile premoderno francés<br />

y quizá una de las mas inspiradas de<br />

su creador<br />

Las galas estuvieron concebidas como<br />

una recuperación panorámica del<br />

quehacer de los artistas italianos por el<br />

mundo, idea de Testa brillante en sí misma<br />

y arropada por una escenografía hecha<br />

para la ocasión que reproducía un<br />

frontal del Teatro Olímpico de Palladio.<br />

Jesús Castañar


Comunidad de<br />

Madrid<br />

Consejería de Educación<br />

DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN<br />

ENSEÑANZA PROFESIONAL DE LA MÚSICA<br />

IV CICLO DE CURSOS SOBRE<br />

Dirigido a profesores de Conservatorios y centros de enseñanzas musicales, asi como alumnos de últimos cursos de las<br />

diversas especialidades.<br />

INTERPRETACIÓN Y PEDAGOGÍA DE LA<br />

VIOLA<br />

Profesor: Jean Philippe Vasseur<br />

Fecha: Del 26 al 31 de marzo<br />

GUITARRA Y ESTILOS MUSICALES<br />

Profesor: Gerardo Amaga<br />

Fecha: Del 2 al 6 de abril<br />

TÉCNICA ALEXANDER<br />

Profesora: Barbara Hamüton<br />

Fecha: Del 19 al 21 de abril<br />

PROGRAMA<br />

- INTRODUCCIÓN A LA INFORMÁTICA Y<br />

ELECTRÓNICA MUSICAL<br />

(En colaboración con el Centro de Música Contemporánea)<br />

Profesor: Adolfo Núñez<br />

Fecha: De! 23 al 27 de abril<br />

- INTERPRETACIÓN Y TÉCNICA PIANÍSTICA<br />

Profesor: Josep Colom<br />

Fecha: Del 7 al 11 de mayo<br />

Información e inscripciones: Conservatorio de Música de la Comunidad de Madrid (Calle Ferraz. 62; 28008 Madrid.<br />

Teléfono Í<strong>42</strong> 81 21 y 541 49 25), de lunes a viernes, de 10 a 13.30 horas).<br />

ASOCIACIÓN AMANA DE AMIGOS DE LA OPERA<br />

convoca el<br />

I CONCURSO DE CANTO CIUDAD DE OVIEDO<br />

Premio Femenino Premio Masculino<br />

1.000.000 ptas. 1.000.000 ptas.<br />

Contratación parapersonaje o rol a determinar en el XLTV Festival de Opera de Oviedo<br />

Recital durante el XLIII Festival de Opera de Oviedo<br />

Fecha limite de inscripción: a las 24 horas del día 10 de mayo de 1990<br />

JURADO<br />

Dmo.Jír. D. Antonio Masip Hidalgo<br />

io. Ayuntamiento de Oviedo<br />

Mdme. Ileana Cotrubas<br />

Cantante<br />

Maestro Alberto Zedda<br />

D.<br />

Sobreintendente<br />

José Antonio<br />

del<br />

Campos<br />

Teatro<br />

Lírico Nacional de la<br />

~<br />

Zarzuela<br />

Mr. Brian Me Master<br />

Director General de la Welsh<br />

National Opera<br />

**"• ^W*FRossini de Pesaro D. Carlos Caballé<br />

D. José Ramón Gutiérrez Arias Director del Festival Internacional<br />

:n(e de la Asociación de Amigos de la Opera de Música de Perelada<br />

Pianista Oficial<br />

Mx. Al&old Bossman. Maestro del Teatro Comunal de Bolonia<br />

Todas las pruebas de selección serán abiertas al público, y tendrán<br />

lugar en el Teatro Campoamor de Oríedo entre los días 13 al 15 de junio de 1990<br />

• K • ]l '\nn\ riASFSE INSCRIPCIONES<br />

, -sociacion Asturiana de Amigos de la Opera<br />

Melquíades Alvarez 20 1." 33003 OVIEDO. ESPAÑA<br />

— Tetf.: (985) 21 17 05 Fax: (985) 21 24 02'


VOCES DE AYER Y HOY<br />

Cosiolto como Amnens. en l¡ producción de Alda de la Arena de Wrona de 1986.<br />

Fiorenza Cossoto, el fin de una estirpe<br />

Fiorenza Cossotto saltó a la fama en 1962 al tener que sustituir<br />

a la Simionato sin previo aviso en una Favorita de la Scala. Durante<br />

muchos años ha sido la mezzo italiana por excelencia, alternando casi<br />

desde sus inicios el belcantismo de Donizetti y Bellini con los más fogosos<br />

personajes verdianos, el verismo y los grandes roles del repertorio<br />

francés.<br />

La trayectoria artística<br />

La gran mezzosoprano Fiorenza Cossotto<br />

nació en Crescentino (Piamonte)<br />

en 1935. Su maestra de canto en<br />

el Conservatorio de esta ciudad fue Paola<br />

della Torre. Posteriormente amplió estudios<br />

en Milán con el famoso Ettore<br />

Campogalliam. Su debut en un papel importante<br />

se produjo en 1957 en el Teatro<br />

de la Scala con la Sor Matilde de los<br />

Diálogos de Carmelitas de Fbulenc. Anteriormente<br />

había encarnado una peque-<br />

114 5CHERZO<br />

ña parte en la ópera de Prokofiev El Ángel<br />

de Fuego, también en la Scala.<br />

El Covent Garden solicita sus servicios<br />

en 1959 para cantar Medea |unto a la Callas,<br />

mientras la Piccola Scala le ofrece el<br />

papel de dance en 1.a pietra del paragone<br />

de Rossmi. En esta época la joven<br />

mezzo contrae matrimonio con el bajo<br />

italiano Ivo Vinco.<br />

Pero el año clave en la trayectoria artística<br />

de la Cossotto es 1962. El 4 de enero<br />

de este año fue llamada desde la Scala<br />

con sólo hora y media de antelación para<br />

sustituir nada menos que a Giulietta<br />

Simionato en La Favorita, con (a que alcanzó<br />

un éxito apoteósico. Lo refrendó<br />

en la misma temporada cantando el Paje<br />

de Los hugonotes en una milagrosa representación<br />

al lado de Corelli, Simionato y<br />

Sutherland, algo análogo a lo que le sucedió<br />

a su compañera de cuerda Gianna<br />

Pederzmí en otros Hugonotes de 1933,<br />

donde esta ¡oven mezzo triunfó al lado<br />

de los míticos LaunAfolpí, Raisa y Pasero.<br />

Desarrollo pleno<br />

A partir de aquí la carrera de la Cossotto<br />

conoce un desarrollo pleno, Se<br />

afianza en Favorita y va incorporando, junto<br />

a Carmen y Sansón y Dahla. los grandes<br />

roles verdianos que la consagran en<br />

todo el mundo como la primera mezzo<br />

italiana de la generación post-Simionato:<br />

Azucena, Eboli y Amneris. No hay que<br />

olvidar tampoco otros caballos de bata-


lia como Norma —donde coincidirá con<br />

ía Callas en la Opera de París con motivo<br />

de sus últimas intervenciones<br />

operísticas—. Adriana Lecouvreur o su<br />

gran creación en el terreno de los roles<br />

de soprano: Santuzza.<br />

En todos los lugares se la aplaude con<br />

entusiasmo, y algunos teatros se convierten<br />

pronto en sus feudos: la Arena de Verana,<br />

la Scala de Milán o el Liceo de<br />

Barcelona.<br />

Hoy la Cossotto sigue cantando con garra,<br />

con valentía, fiel a sí misma, pero ha<br />

comenzado a insinuarse una oscilación en<br />

su voz que suele ser ave de mal agüero<br />

en las voces veteranas. Quizá ahora comienzan<br />

a pesarle los treinta años largos<br />

de una carrera en la que ha alternado los<br />

más vanados estilos y la presencia constante<br />

en representaciones al aire libre<br />

—siempre arriesgadas—, en coliseos como<br />

la Arena de Verona.<br />

Voz, técnica e interpretación<br />

Heredera de la gran escuela de las Besanzoni.<br />

Elmo. Stignani (especialmente),<br />

Barbieri (menos), y Simionato, el critico<br />

Enrico Stinchelli la define como «una vozinstrumento<br />

de precioso esmalte tímbnco.<br />

vibrante e incisiva en el registra agudo,<br />

delicada en la mezzavoce. apasionada<br />

en el fraseo y en los recitativos». Rodolfo<br />

Celletti —siempre más hipercrítico—.<br />

señala algunas limitaciones en el piano de<br />

la expresión, pero acaba también rindiéndose<br />

ante el luminoso instrumento de la<br />

cantante piamontesa.<br />

La voz de la Cossotto es muy extensa,<br />

ella misma afirma encontrarse muy cómoda<br />

al cantar papeles de soprano y ya hemos<br />

dicho que ha obtenido un gran éxito<br />

con su encamación de Santuzza. La tesitura<br />

media de una mezzosoprano es de<br />

dos octavas, y abarca aproximadamente<br />

desde el La2 al La4 —Es claro que hablamos<br />

siempre de sonidos emitidos cómoda<br />

y no forzadamente—. Pues bien, la<br />

Cossotto sobrepasa con creces esta predeterminación<br />

en lo que respecta al registro<br />

agudo. Para comprobarlo basta<br />

escuchar el impresionante si bemol 4 con<br />

el que remata a placer la cabaletta de La<br />

Favorita de 1967, que cantó junto a Kraus<br />

en el Colón de Buenos Aires.<br />

Los graves impresionan más por la bravura<br />

con que son mantenidos que por la<br />

extensión del registro en si misma. Sobrecoge<br />

especialmente en el I_a2 con que finaliza<br />

la frase dnzzarsi ancor,<br />

perteneciente a un dúo del Acto II de El<br />

Trovador, lo cual es venficable cada vez<br />

que lo canta en directo.<br />

Sin embargo, la emisión de las notas<br />

graves no es del todo canónica. El sonido<br />

está reforzado pectoralmente y la nota<br />

emerge ancha y poderosa, pero a cambio<br />

de alterar la homogeneidad del color<br />

vocal. No quiero exagerar la<br />

importancia de este detalle: emitir una<br />

nota grave impecablemente enmascarada,<br />

sin alterar el color y manteniendo alta<br />

la resonancia, es distintivo de muy<br />

pocas mezzosopranos. Pero la Besanzoni<br />

lo hacía y la Simionato también, lo que<br />

es comprobable en el caso de la segunda<br />

oyéndole el citado pasaje de Trovador.<br />

Al margen de otras consideraciones, la<br />

raracteristica más sorprendente de la voz<br />

de la Cossota la que hace a su instrumen-<br />

SELECCIÓN<br />

D15COGRAFICA<br />

— Puccini: Madame Butterfly. Con<br />

Tebaldi, Bergonzi. Serafín. DECCA.<br />

(1958).<br />

— Ponchielli: La Gioconda. Con Callas,<br />

Miranda Ferraro, Cappuccilli. \fota<br />

EMI. (1959).<br />

— Mozart: Las bodas de Fígaro, Con<br />

Taddei, Wáchter. Schwarzkopf, Moffo.<br />

Giuiíni. EMI. (1960),<br />

— verdi: Don Carlos, Con Labó Ste-<br />

11a. Bastianíni. Chnstoff, Vinca Santini.<br />

DG. (1961).<br />

— Verdi 1 Rigoletto. Con Bastianini.<br />

Scotto Kraus, Vinco Gavazzeni. Ricordi.<br />

(1961).<br />

— Verdi: El Trovador. Con Bergonz\,<br />

Stella, Bastan. Serafín. DG. (1962).<br />

— Verdi: Rigoletto. Con F.-Dieskau,<br />

Scotto. Bergonzi. Kubelik. DG. (1963).<br />

— Mascagni: Cavallena Rusticana.<br />

Con Bergonzi. Guelfi. Karajan. DG,<br />

(1965).<br />

— Bellini: Norma. Con Suhotis, Del<br />

Monaco. Varviso. DECCA. (1967).<br />

— Cherubim: Mecha. Con Jones, Lorengar.<br />

Prevedi. Gardelli. DECCA.<br />

(1967).<br />

— Verdi: El Trovador. Con Domingo.<br />

Pnce, Mi Inés, Giaiotti. Me lita. RCA.<br />

¡1969).<br />

— Bellini: Norma. Con Caballé, Domingo.<br />

Raimondi. Gllario RCA. (1973).<br />

— Puccini. Sor Angélica. Con Ricciarelli.<br />

Bartoletti. RCA. (1973).<br />

— Verdi: Un giorno di regno. Con<br />

Carreras, Norman, Wixell, Ganzaroilt,<br />

Sardinero. Gardelli. Philips. (1974).<br />

— \ferdi: Aída Con Caballé. Dominga<br />

Cappuccilh, Ghiaurov. Muti. EMI.<br />

(1974),<br />

— Verdi Un bailo in mascbera. Con<br />

Arroya Domingo. CappucciHi, Grist.<br />

Muti. (1975).<br />

— Donizetti; La Favorita. Con Pavarotfi.<br />

Bacquier. Chiaurov. Bonynge.<br />

DECCA (1974).<br />

— Verdi: Macbeth. Con Milnes. Raimondi,<br />

Carreras Muti. EMI. (1976).<br />

FIORENZA COSSOTO<br />

to tan peculiar e mconfudible. es una cierta<br />

calidad blanca del timbre, que le ha<br />

llevado, por ejemplo, a grabar unas Bodas<br />

de Fígaro con Giulini donde es perfecta<br />

la simulación de una voz adolescente.<br />

Pero no es sólo aquí donde se obser<br />

van estas calidades vocales, lo insólito es<br />

que, sin perder sus caracterizaciones un<br />

ápice de dramatismo, el timbre continúa<br />

siendo claro en buena parte de la gama<br />

vocal también cuando interpreta a Azucena<br />

y Amneris.<br />

Mas si algunas voces disidentes se han<br />

alzado diciendo que la Cossotto no es<br />

una verdadera mezzo. el mera repaso de<br />

la nómina integrada por sus colegas<br />

(Bumbry, yjrrett, Ludwig, 8erganza, etc.).<br />

demuestra que su color ha sido el más<br />

puro y legítimo de todos, lo cual queda<br />

avalado por el hecho de que muchas de<br />

ellas hayan terminado cantando definitivamente<br />

como sopranos.<br />

La mujer y la diva<br />

1964. Se representa El barbero de Sevilla<br />

en la Scala. Fígaro, una vez más, es<br />

el irrepetible Bruscantim. Para ambientar<br />

la escena en que la Cossotto canta el ana<br />

Una voce poco fa hay dispuesta en el escenario<br />

una jaula con ocho periquitos,<br />

que al ponerse a alborotar a lo loco están<br />

a punto de dar al traste con la afinación<br />

de la mezzosoprano en tan difícil<br />

página. Este poco afortunado detalle de<br />

realismo propició un enfado antológico<br />

por parte de la Cossotto, y una anta pirata<br />

de la representación da fe de la<br />

autenticidad de la anécdota.<br />

Ciertamente, quienes la conocen bien<br />

aseguran que nuestra cantante es una mujer<br />

exigentísima en todo cuanto concierne<br />

a su profesión. Fbsee plena conciencia<br />

de haber sido la mejor mezzo italiana de<br />

su generación y la última representante<br />

de una gloriosa estirpe, cuyos secretos<br />

•ortodoxa técnica de emisión, plasticidad<br />

del fraseo, etc.— posiblemente morirán<br />

con ella tras su retirada de los<br />

escenarios.<br />

Detrás de esta artista a la que, consiguientemente,<br />

el papel de diva ofrece innumerables<br />

tentaciones, hay sin embargo,<br />

una mu|er arrolladura y simpática, que<br />

ocupa buena parte de su escaso tiempo<br />

libre en coleccionar objetos de arte y antigüedades.<br />

Además de esto es una incomparable<br />

profesional, cuya condición de astro del<br />

canto no la exime de ser puntualísima en<br />

todos los ensayos, que repasa al piano toda<br />

su parte —por estudiada que esté—,<br />

y busca una y otra vez sacar a la luz detalles<br />

que enriquezcan su visión de los vanados<br />

personales a los que da vida.<br />

Joaquín Martín de Sagarmínaga<br />

SCHERZO ¡13


MÚSICA CONTEMPORÁNEA<br />

Se confiesa vanidoso y dice componer<br />

porque no soporta el desorden, «Cada<br />

vez que veo un desequilibrio tengo<br />

la necesidad de arreglarlo». Con este<br />

ánimo compensatorio y un enorme deseo<br />

de reordenar el mundo, |uan Carlos<br />

Martinez Fontana consiguió ser el gran<br />

triunfador de la pasada edición del Festival<br />

de Alicante, en lo que al apartado de<br />

encargos se refere. Su obra para dos violines,<br />

Ze/el •?, entusiasmó a la critica y a<br />

la audiencia por la concisión formal y la<br />

riqueza de los acontecimientos. Próximamente<br />

esta obra se volverá a interpretar<br />

en las IX Xornadas de Música Contemporánea<br />

de Santiago de Compostela, y<br />

su Pieza para Orquesta, estrenada el pasado<br />

verano en Ginebra como encargo<br />

del Festival Eté Espagnol se reinterpretará<br />

en Madrid por una orquesta japonesa.<br />

Además su inclusión en el concierto<br />

de percusión En torno a Francisco Guerrero<br />

le confirman como uno de los nombres<br />

más interesantes del panorama de<br />

la joven música contemporánea española.<br />

Juan Carlos Martinez Fontana se inició<br />

en el mundo de la composición de una<br />

forma autodidacta hasta que se encontró<br />

con Francisco Guerrero, un compositor<br />

que ha formado muchos de los<br />

pvenes nombres que aparecen ya regularmente<br />

en los programas de los festivales<br />

de música contemporánea,<br />

mostrando un rigor compositivo del que<br />

suelen carecer la media de compositores<br />

formados en los conservatorios o con<br />

otros maestros. Juan Carlos Martínez<br />

Fontana opina: «Pero esto no es sólo evidente<br />

respecto a la media normal de<br />

compositores en España, sino que podríamos<br />

ir más lejos, quiero decir que la formación<br />

que se adquiere trabajando con<br />

Guerrero es comparable con muy pocas<br />

cosas. Incluso a mi me parece prodigioso<br />

que haya personas capaces de conseguir<br />

que la música funcione con los<br />

precarios medios técnicos de que disponen.<br />

Para mi el mayor lastre técnico de<br />

la mayoría de la gente joven que compo<br />

ne es que piensan la música nota a nota<br />

y lo que suena no se oye de esa forma.<br />

Se da un desequilibrio técnico muy importante».<br />

Pese a reconocerse como un guerrenano<br />

de pro, no se siente muy atraído por<br />

el pensamiento científico y matemático<br />

para la formulación de estructuras musicales.<br />

«A mí la ciencia no es algo que me<br />

haga mucho tilín, yo soy más literario, pa-<br />

116 SCHERZO<br />

Martínez Fontana,<br />

la pasión por el equilibrio<br />

ra ser exactos soy quevediano y poquitas<br />

cosas más». Piensa que la literatura<br />

también puede ser una fuente de inspiración<br />

para la música, a pesar de que en<br />

un sentido técnico se haya más lejos. «La<br />

literatura también puede ser un arte abstracta<br />

lo que ocurre es que normalmente<br />

nos pendemos en lo que se dice y nos ol-<br />

fuan Carlos Martínez Fontená-<br />

vidamos de cómo se juega con la métrica<br />

y de cómo se relacionan las ideas. En<br />

esto la literatura es tan abstracta como<br />

la música si se quiere. Quevedo quizá sea<br />

el literato más abstracto del que yo tenga<br />

noticia. Con esta óptica se puede mirar<br />

cualquier cosa, el tronco de un<br />

árbol..., y el resultado será parecido».<br />

Cuando ya hemos comenzado la última<br />

década del siglo XX se tiende a hacer<br />

conjeturas y a jugar un poco a<br />

visionarios, tratando de resolver cuál es<br />

la gran encrucijada en la que está envuelta<br />

la música hoy en día. J.C. Martínez Fontana<br />

opina. «Para mí el problema en la<br />

conducción de tensiones y en la noción<br />

de causa efecto. Las grandes curvas de la<br />

tensión romántica que sobrevivieron hasta<br />

los maestros de la postguerra, se han<br />

disuelto lentamente. Ahora esas curvas se<br />

sienten, pero ya no se oyen. Los jóvenes<br />

intentamos fundamentar la tensión y la secuencia<br />

de acontecimientos en la mterrelación,<br />

superposición y entrechocar de las<br />

ideas. Ahora la tensión es un producto<br />

de la forma y no su causa».<br />

J.C. Martinez Fontana considera que su<br />

estética musical se haya muy próxima a<br />

la de Francisco Guerrero, debido a su juventud<br />

y a la gran influencia que genera<br />

la enorme personalidad del compositor<br />

andaluz. Aun así. cada día tiende a personalizar<br />

más su técnica, siendo Zéjel 4<br />

y Pieza para orquesta las dos obras que<br />

participan de preocupaciones algo más<br />

distantes de las que caracterizaron sus<br />

composiciones de la etapa de aprendizaje.<br />

"Ahora estoy inmerso en el trabajo con<br />

planos individuales que tienen una vida<br />

interna, pero que no son continuos —<br />

van rotos y entrelazados con otros planos<br />

y así se va consiguiendo que la tensión<br />

de la música sea un resultado del<br />

cruce de ideas, porque cada una es independiente<br />

de las demás». J,C. Martinez<br />

Fontana no cree que la ínterrelación de<br />

ideas en las que fundamenta, su discurso<br />

obedezca plenamente a la noción de desarrolla<br />

«si algo tiene de desarrollo el tratamiento<br />

de los planas es porque el grado<br />

de similitud de muchos de ellos y su composición<br />

interna, que es complicada y está<br />

hecha también con planos, implica una variedad.<br />

Además, al descomponer una<br />

idea que aparece bap diferentes formas,<br />

ves cómo esas formas en las que ha aparecido<br />

originalmente la idea se van entrelazando<br />

y relacionando con ideas que al<br />

principio no parecían ser comunes y luego<br />

resulta que sí lo son. Por lo tanto, el


juego en la relación de ideas acaba siendo<br />

muy complejo y es lo que dota a la<br />

música de cierto interés en ese juego de<br />

implicaciones de unas cosas con otras».<br />

Ante la cuestión de si existe un nombre<br />

que haya abierto de alguna forma una<br />

via hacia el tipo de discurso que él persigue<br />

se muestra algo escéptico. «No hay<br />

un músico que haya apuntado por ahí. Para<br />

mí sólo hay obras, como grandes pasajes<br />

del Canto de los Adolescentes,<br />

donde la tensión es completamente quebrada,<br />

asi como algunas obras de Schoenberg.<br />

donde la emoción no es de tipo<br />

romántico y por supuesto Várese Más<br />

adelante Luigi Nono, algo Xenakis y naturalmente<br />

Guerrero».<br />

J.C. Martínez Fontana ha realizado hasta<br />

el momento actual casi una docena de<br />

obras, de las que un concierto para seis<br />

bombos y orquesta es la última. En su estética<br />

cobran vida cierto sentimiento caótico<br />

que a él le gusta definir como<br />

equilibrio inestable junto al máximo rigor<br />

estructural, que poco a poco van configurando<br />

un lenguaje personalizado y coherente.<br />

Su fe en la obra de arte bien<br />

\ MÚSICA CONTEMPORÁNEA<br />

realizada y su carácter extrovertido se<br />

aunan para la creación


MÚSICA CONTEMPORÁNEA<br />

Un feliz cumpleaños<br />

Madrid: Auditorio Nacional de Música. Miércoles 31 de enero de 1990. Luis de Pabkx Dé¡ame hablar Cristóbal<br />

Halffter: Mizar Luis de Pablo: A modo de concierta Cristóbal Haflffter 1 Rxjrquoi' Concierto homenaje 60 aniversario<br />

Orquesta de támara Peina Sofía. Rsdro Estevan. percusión. María Antonia Rodríguez, flauta: Rafael<br />

Bewert, flauta. Jdse Ramón Entinar, director.<br />

El concierto homenaje a Luis de Pablo<br />

y Cristóbal Halffter constituyó uno de los<br />

mejores del ciclo organizado por el Centro<br />

para la Difusión de la Música Contemporánea.<br />

Al valor intrínseco de las obras<br />

ejecutadas debemos sumar el buen hacer<br />

de la Orquesta de Cámara Reina Sofia<br />

y de José Ramón Encinar que se<br />

confirma como uno de los grandes directores<br />

españoles.<br />

Tomás Marco indica en las notas al programa<br />

del concierto, que sin Luis de Pablo<br />

y Cristóbal Hatffter la música española<br />

y la propia generación compositiva hubiera<br />

sido muy distinta y mucho más pobre.<br />

Probablemente esto revista su verdad, ya<br />

que hay que tener en cuenta que entre<br />

Luis de Pablo y Cristóbal Halffter y el resto<br />

de compositores de su generación el<br />

abismo es increíble. Ftero sin embargo, resulta<br />

sintomático que en relación a sus<br />

equivalentes generacionales en el resto de<br />

Europa, presentan cierta recesión en el<br />

lenguaje y renuncian a la búsqueda tanto<br />

formal como expresiva que caracterizó<br />

sus primeras obras. Déjame hablar de<br />

Luis de Fablo fue la obra con la que dio<br />

comienzo el concierto. Originalmente escrita<br />

para once instrumentos de cuerda,<br />

fue compuesta en 1974 y su estreno tuvo<br />

lugar en Royan el 27 de marzo de<br />

1975. La obra presenta una gran homogeneidad<br />

desde el punto de vista formal,<br />

apoyándose su estructura sobre recurrendas<br />

del material sonora Aquí también<br />

emplea Luis de Pablo un recurso muy habitual<br />

en su producción como es el empleo<br />

de ciertas notas a modo de fónicas<br />

que funcionan como referencia auditiva.<br />

A continuación pudimos oir Mizar de<br />

Cristóbal Halffter, para con|unto instrumental,<br />

dúo de flautas y tres percusionistas.<br />

Aunque la plantilla instrumental haga<br />

pensar en un papel solista de las flautas,<br />

éstas no se limitan a un rol concertante<br />

e integran su propio devenir en la estructura<br />

general de la obra. Mizar se muestra<br />

muy rica por la diversidad de los<br />

acontecimientos sonoros, que dotan a la<br />

obra de cierto carácter descriptivo, aunque<br />

el autor se pierde momentáneamente<br />

en la fascinación sonora del discurso<br />

alargando demasiado los acontecimientos.<br />

La segunda parte del concierto se inició<br />

con A modo de concierto de Luis de<br />

Pablo, una especie de concierto para percusión<br />

solista en donde Ffedro Estevan hi-<br />

118 SCHERZO<br />

Cristóbal<br />

zo alarde de una gran técnica y<br />

maravillosa sonoridad al percutir manualmente<br />

los toms y bongos de la cadencia<br />

de la obra. A modo de concierto participa<br />

del intenso colorido y el tono relajado<br />

habitual de la estética de Luis de F^blo,<br />

recurriendo también a un lenguaje repetitivo<br />

muy marcado por las influencias de<br />

músicas no occidentales que otorgan a la<br />

obra singular interés.<br />

El concierto se cerró con Fuurquoi? de<br />

Cristóbal Halffter, una obra que intenta<br />

la comunión entre dos sonoridades en<br />

principio enfrentadas, como son la consonancia<br />

perfecta y un espectro sonoro<br />

que participa de todas las posibilidades<br />

que pueden ofrecer los instrumentos tradicionales.<br />

Cristóbal Halffter pasa de un<br />

universo a otro sirviéndose de agregaciones<br />

y disminuciones dentro de la densidad<br />

de la masa sonora. Pese a tratarse<br />

de una obra realizada entre 1974 y 1975<br />

Pourquoi? ya presenta innumerables elementos<br />

estéticos que identifican al Halffter<br />

actual.<br />

Prieto: El éxito a cualquier precio<br />

Midrid: Teatro Monumental 22 de enero de 1990. Presentación pública de la grabación dtstográfica de<br />

los Tríos de Claudio Prieto. Trío en Sol (1986-1989), Glnlo ilpoela de los sonidos (1986 1989) Canto-Danza-<br />

Canción. Trío Mompou de Madnd Luciano G. Sarmiento, piano. Joan Luis Jordá. violín, Mariano Melguizo.<br />

uioloncello.<br />

M.R.<br />

Claudio Prieto obtuvo un clamoroso éxito en la presentación del disco compacto<br />

que incluye la grabación de sus Tríos. El público congregado en la sala asimiló<br />

sin dificultades un lenguaje fácil que busca ante todo la comunicación<br />

inmediata.<br />

El programa estaba constituido por dos obras, el Trío en Sol y el Canto al<br />

Poeta de los Sonidos, una especie de recreación sobre la estética de Mompou.<br />

El Trío en Sol aunque no está escrito en la tonalidad funcional constituida sobre<br />

dicho acorde, recurre a polarizaciones y gestos interválicos relacionados con dicha<br />

tonalidad. A pesar de que Claudio Prieto procura evitar toda jerarquizaron<br />

en las relaciones de los sonidos, este tratamiento desemboca a menudo en camuflados<br />

gestos típicamente tonales, que situados fuera de su contexto contribuyen<br />

a crear un lenguaje conflictivo y de poca autenticidad desde un punto de<br />

vista estético.<br />

En la obra de Claudio Prieto el empleo a ultranza de consonancias restringe<br />

el campo de posibilidades tanto armónicas como melódicas, encerrándonos en<br />

un mundo vulgar y trillado, que nos lleva por momentos a situaciones de una<br />

ingenuidad tal, que el tratamiento del piano recordaba cierta música ligera.<br />

El Trío en sol adolece también de un defecto muy extendido en la última<br />

producción del compositor palentino, como es la simpleza formal: la falta de ingenio<br />

para conseguir relaciones complejas y ricas. La obra está estructurada en<br />

seis secciones, confiando la 2. a . la 4. a y la 6. a a los instrumentos a solo que generalmente<br />

desarrollan un material de naturaleza lírica, en busca de una supuesta<br />

belleza romántica y trasnochada. Las secciones de tutti están desarrolladas sobre<br />

determinados tipos de intervalos o de ritmos que no vienen a liberar la monotonía<br />

de las otras secciones. El Canto al poeta de los sonidos se estructura<br />

en tres partes muy diferenciadas, utilizando en la última un tema extraído de<br />

la Tercera Canción de Mompou basada en la popular melodía catalana El noi<br />

de la mare.<br />

MR.


Vil muestra<br />

MÚSICA<br />

ANTIQJJA<br />

SEVILLA, 1 AL 9 De MARZO 1990<br />

jr<br />

ALCÁZAR». TEATRO LOPE DE VEGA<br />

I DlMMZO<br />

GUIDHALL STRING ENSEMBLE<br />

Tuno Lan DI<br />

1 DI MA1W<br />

TIES SAGBUTTS AND CORNETTS<br />

RMUS AicAuMt<br />

1 M MAUO<br />

ST. jAMES'S BAROQUE PLAYERS<br />

TEATRO LOFE DE VBCA<br />

THE HILLIARD ENSBMBLE<br />

. RJALEÍ ALCÁZARES<br />

RQUESTA BARROCA DE LA COMUNIDAD EUROPEA<br />

DTOR.: ROY GOODMAN<br />

TtATUo LOPE DE VEGA<br />

7 DI Umio<br />

TALLER ZIRYAB<br />

REALES ALCÁZARES \>-<br />

I H MA*IO<br />

THE SIXTEEN<br />

.: HARRT CHRISTOPMERS<br />

TEATRO LOPE DE VEGA' .<br />

9DIMAMD<br />

THE PARLEY OF INSTRUMENTS<br />

REAUÍ ALCAZMK<br />

í<br />

DE SitILLA. Al& DE CULTUU<br />

N UNIVIUAL SEVUA 1991<br />

JUNTA DI ANDALUCÍA. CONSEJE»!* DE CULTURA<br />

LA Cmuí DIL CAMPO S. A-<br />

. , , hatomo. ImiruMim-os MUMCALU


Normas Generales<br />

III Concurso Internacional de Canto<br />

Julián Gayarre<br />

27 agosto - 2 septiembre 1990<br />

Presidente: José Carreras<br />

A. EL PREMIO INTERNACIONAL DE CANTO «JU-<br />

LIÁN GAYARRE- se otorgará cada dos años. Su III edición<br />

tendrá lugar en los Festivales de Navarra de 1990, entre<br />

los días 27 de agosto y 2 de septiembre.<br />

B. EL PREMIO INTERNACIONAL DE CANTO -JU-<br />

LIÁN GAYARRE- está abierto a la participación de cantantes<br />

de todas las nacionalidades. La edad de los concursantes,<br />

en la fecha del concurso, deberá »ei: entre 20 y 35<br />

años para las voces masculinas y entre 18 y 32 años para las<br />

voces femeninas.<br />

C. EL PREMIO INTERNACIONAL DE CANTO -JU-<br />

LIÁN GAYARRE" está dotado con los premios siguientes:<br />

• Primer Premio de l.OOO.OOOde ptas.<br />

• Segundo Premio de 500.000 ptas.<br />

• Tercer Premio de 250.000 ptas.<br />

• Premio Especial «jof¿ Carreras» de 250.000 ptas. a<br />

mejor voz de tenor. La dotación de este Premio Especial<br />

podrá ser. acumula ble a los otros.<br />

El jurado podrí dejar desiertos el premio o los premios<br />

que estime oportuno,<br />

D. Los premiados participarán en un condeno en los<br />

• Festivales de Navarra- correspondiente al año siguiente al<br />

de la celebración del concurso.<br />

E. La Organización del Concurso se hará cargo de los<br />

gwtos que ocasionan a los finalistas su estancia en Pamplona<br />

a los efectos de participar en el Concurso.<br />

F. El Consejero de Educación y Cultura del Gobierno de<br />

Navarja designará un jurado de siete miembros, formado<br />

por personalidades eminentes en el campo de la música y la<br />

interpretado'n vocal.<br />

Uno de los miembros del jurado realiiará, por elección de<br />

sus compaña©!, las funciones de secretario del mismo.<br />

Procedimiento<br />

1. Inscripción<br />

1.1. Los aspirantes a participar en el concurso PREMIO<br />

INTERNACIONAL DE CANTO «JULIÁN GAYARRE.<br />

presentarán en el Registro üeneral del Gobierno de Navarra,<br />

Carlos III 2, 31002, Pamplona; o remitirán al mismo,<br />

por Correo certificado, antes del día 31 mayo de 1990, lo»<br />

datos siguientes:<br />

a) Nombre, apellidos, nacionalidad, domicilio, teléfono y<br />

edad, esta última documentación acreditada.<br />

b) Curriculum artístico con referencia expresa a estudios<br />

cursados, títulos, premios, becas, etc., yjustificado documenta<br />

Itnente.<br />

c) Repertorio mínimo de 6 piezas vocales (4 arias de ópera<br />

y 2 canciones de autores clásicos), de una duración no<br />

inferior a 30 minutos.<br />

1.2. El jurado se reserva el derecho de seleccionar los<br />

concursantes inscritos que hayan de participar en las pruebas<br />

eliminatorias.<br />

i Gobierno<br />

i<br />

2. Pruebas<br />

2.1. El concurso PREMIO INTERNACIONAL DE<br />

CANTO «JULIÁN GAYARRE" se resolverá en tres etapas<br />

eliminatorias.<br />

El orden de intervención en cada una de ellas se realizará<br />

mediante sorteo.<br />

2.2. El Jurado comunicatá, por escrito, a los concursantes<br />

inscrito* o seleccionados, antes del 30 de junio de 1990, el<br />

lugar, día y hora en que tendrá lugar el sorteo que corresponda<br />

a la primera prueba eliminatoria.<br />

2.3. Todo concunante tendrá derecho a participar en<br />

las pruebas con su propio acompañante. En otro caso, la organización<br />

pondrá a disposición de cada concursante, una<br />

vez realizado el sorteo, un plantara acompañante para ensayar<br />

durante 30 minutos antes de cada prueba, y establecerá<br />

el orden de los ensayos. ^ F<br />

Todas las pruebas serán públicas.<br />

3. Primen prueba eliminatoria<br />

3.1. F3 Concursante elegirá, para la prtanera prueba, una<br />

canción clásica y un aria de ópera del repertorio ^>or él previsto.<br />

Según Is duración de esta prueba, el jurado se reserva el<br />

derecho a suprimir una de las obras.<br />

JJ. AL finalizar la última sesión, el lecretario del jurado<br />

dará a conocer el resultado de esta primera prueba y nai<<br />

público d día, hora, lugar y orden de actuación de los seleccionados<br />

para la siguiente prueba eliminatoria, previo el correspondiente<br />

sorteo.<br />

4. Segunda prueba eliminatoria<br />

4.1- El concursante elegirá, para la segunda prueba eliminatoria,<br />

una canción clásica y dos aria! de ópera del repertorio<br />

por él previsto y que no hayan st


En el n.° 40 de SCHERZO. pág. 81.<br />

comenzamos a reseñar las formidables<br />

grabaciones de Otto Klemperer<br />

para EMI en la nueva modalidad de<br />

disco compacto. Hablábamos entonces<br />

de un singular Mozart y de un Mahler trágica<br />

angustioso y solemne que fue, sin duda,<br />

uno de los pilares de toda la<br />

discografía (citemos otra vez su Novena<br />

o La cancón de la tierra). Ahora, la empresa<br />

británica prosigue editando en soporte<br />

de disco compacto el imponente<br />

legado fonográfico de este importantísimo<br />

Maestro, publicando grabaciones de<br />

Johann Sebastian Bach, Beethoven,<br />

Bruckner, otra vez Mozart y, finalmente,<br />

Richard Strauss (aparte del célebre Holandés<br />

errante wagnenano que Arturo<br />

Reverter hace en comentario aparte dentro<br />

de estas mismas páginas). Y vayamos<br />

ya. sin más dilación, con la primera de las<br />

grabaciones de Klemperer: la obra más<br />

vigorosa y grandiosa deJ.S. Bach. su Misa<br />

en Si menor.<br />

En el n.° 36 de nuestra revista, pág. 52.<br />

recomendábamos calurosamente la versión<br />

de Klemperer de La festón según San<br />

Mateo, diciendo que su dirección era un<br />

impresionante con|unto de claridad, disección,<br />

tensión interna y con un claro<br />

predominio del contenido espiritual de la<br />

música por encima de la<br />

sensualidad sonora. Otro<br />

tanto cabria predicar de<br />

esta versión de la Misa en<br />

Si menor, para quien esto<br />

escribe la cima interpretativa<br />

absoluta en lo que a<br />

esta partitura se refiere<br />

(dejemos aparte la cuestión,<br />

un tanto manida, de<br />

los instrumentos originales).<br />

La obra, además, no<br />

posee esa unidad que es la<br />

característica más bella de<br />

La Pasión según San Mateo<br />

(por eiemplo. existe una<br />

evidente desproporción<br />

entre el Chnste ele/son escrito<br />

para dúo y el primer<br />

y último Kyrie eleison para<br />

coro); sin embargo, y<br />

gracias al peculiar sentido<br />

de los ternpi de Klemperer,<br />

todos esos fragmentos<br />

quedan perfectamente engarzados.<br />

Digamos tam- otto<br />

Klemperer, reencuentro en CD<br />

bien que en esta grabación han sido cuidadas<br />

de forma ejemplar las intervenciones<br />

corales y las texturas de la orquesta,<br />

como siempre uno de los puntos más<br />

atractivos en los registros de este Maestro.<br />

Espléndido plantel de solistas, tanto<br />

vocales como instrumentales y. finalmente,<br />

digamos una vez más que. con los medios<br />

de reproducción de que disponemos,<br />

el disco compacto gana una vez<br />

más en claridad y fidelidad, bastante por<br />

encima de la grabación analógica en LR<br />

Contra corriente<br />

Y pasemos ahora a una de las versiones<br />

más hermosas del Fidelio de Beethoven.<br />

Si Furtwángler abordaba la única<br />

ópera beethoveniana con actitud de visionario<br />

genial (fuertes contrastes dinámicos,<br />

enérgicos sforzati y acentos<br />

agudos que irrumpen violentamente en<br />

la uniformidad musical, creando tensiones<br />

de energía que llevaban el pulso vital<br />

al más alto grado de intensidad).<br />

Klemperer lo hizo como arquitecto con<br />

procedimientos propios. Una vez más se<br />

pone de manifiesto la característica primordial<br />

de este director: resaltar lo estructural<br />

por encima de lo emotivo, no<br />

dejándose llevar nunca por la corriente<br />

GRANDES INTERPRETES<br />

musical. Los puntos claves de esta interpretación:<br />

racionalidad, claridad, lucidez,<br />

carácter dramático incisivo y certa distancia<br />

(que no frialdad) en determinadas<br />

escenas; los matices dinámicos están muy<br />

diferenciados y las acotaciones agógicas<br />

fielmente respetadas. En cuanto al equipo<br />

de cantantes, digamos una vez más<br />

que hoy no se podría encontrar otro<br />

igual: |on Vickers, de voz poderosa y flexible<br />

a la vez, hace una inteligente aproximación<br />

a Florestán: Christa Ludwig,<br />

algo apurada por razones obvias, encarna<br />

a una Leonora dramáticamente impecable<br />

y correctamente cantada, aunque,<br />

en opinión del abap firmante, no consiga<br />

alcanzar a la sentida y sufriente Leonora<br />

de Martha Módl o a la imponente<br />

de Kirsten Flagstad (ambas con Furtwángler);<br />

excelentes los tres bajos del registro:<br />

Frick, Berry y Crass, lo mismo que<br />

la pareja formada por Hallstein y Unger.<br />

Modélico el coro preparado por el irrepetible<br />

Wilhelm Pitz y magistral respuesta<br />

orquestal de la Philharmonia. En<br />

definitiva, otra diana del tándem Legge-<br />

Klemperer, lo cual implica que hay que<br />

hacerse necesariamente con esta grabación,<br />

que, como todas las aquí comentadas,<br />

ha ganado en el nuevo sistema de<br />

lectura por láser.<br />

fOTO- M*C DOMNIC<br />

SCHERZO 121


CRÁNDES INTERPRETES<br />

«Sehe jeder, wie er's treibe» (Que<br />

cada uno decida cómo hacerlas)<br />

Esta ata de Goethe nos viene como<br />

anillo al dedo para el espinoso y nunca<br />

def nitivamente resuelto tema de cómo<br />

aproximarse al mundo sinfónico de Beethoven;<br />

de hecho hay tantas recreaciones<br />

de Sinfonías como directores de las mismas<br />

han existido o existen. Recordemos<br />

a Furtwángler, a Vi&lter, a Schuricht, a<br />

Szell. Ench Kleiber. Carlos Kleiber, Toscanini,<br />

Karajan I y II {III y IV mepr olvi-<br />

darse), Kubelik, Fricsay, Giulini, e incluso<br />

Celitodache, de quien se anuncia un nuevo<br />

ciclo para Decca en modalidad de<br />

Video-Disc (ya veremos, pues sabido es<br />

que el maestro rumano ha caldo vanas<br />

veces en la tentación de grabar alguna<br />

que otra obra, pera a la hora de escuchar<br />

las cintas del registra nunca quedaba<br />

satisfecho). Hemos mencionado las<br />

versiones que, a nuestro JUICIO, han sentado<br />

cátedra en Beethoven (también podríamos<br />

añadir a Stokowski, Sanderhng.<br />

Kempe. Jochum o Bemstem II). Natural-<br />

122 SCHERZO<br />

mente. el ciclo de Otto tClemperer con<br />

la Philharmonia {otra producción de VJa\ter<br />

Legge) se inscribe por derecho propio<br />

entre los anco o seis imprescindibles<br />

a pesar de sus aparentes singularidades<br />

interpretativas. Lo primero que llama la<br />

atención, los tempi elegidos para algunas<br />

sinfonías, impresionantemente lentos, sólo<br />

superados por algunos de Furtwángler,<br />

si bien los de éste son más vanados. Según<br />

Zurletti (I), en la Séptima encontramos<br />

en Klemperer los siguientes datos<br />

metronómicos:<br />

I 66, 69, 96. íl 54, 60. 66, 76, 60, 63.<br />

66. III 108, 60, 56, 56, 116. IV 63. 69, 63.<br />

«Confrontemos estos datos metronómicos<br />

con los de otras versiones. Ftor<br />

ejemplo, Erich Kleiber:<br />

I 69, 69, 100. II 66, 72, 69. 69, 76. 80.<br />

76, III 120. 50. 58, 56, 126. IV 66, 76, 72.<br />

Carlos Kleiber:<br />

I 66, 63, 100. II 72. 72, 69. 69, 72. 72.<br />

69. III 132. 63. 63, 63, 138. IV 72. 76, 76.<br />

Karajan:<br />

166,63, 104.1169. 72. 69. 69, 72. 72,<br />

69. III 120, 69. 56, 60, 120. IV 80, 80, 80.<br />

Furtwángler:<br />

I 54, 54. 96. II 56, 52, 56, 60. 63. 60,<br />

58. III 120, 44, 40. 46, 128. IV 69. 76, 69.<br />

Las diferencias son muy curiosas. La<br />

duración del primer movimiento es. en<br />

consecuencia: 12' en Klemperer, IO'45"<br />

en Erich Kleiber, H'25" en Carlos Kleiber<br />

(descontando el ntornello. que es el<br />

único en hacerlo), II'I8" en Kara|an y<br />

I2'52" en Furtwángler. Las duraciones<br />

del segundo movimiento son: 910" en<br />

Klemperer, 635" en Ench Kleiber, 8'02"<br />

en Carlos Kleiber, 7'58" en Karajan y<br />

IO'2I" en Furtwángler. Desgraciadamente<br />

no podemos determinar las diferencias<br />

de densidad sonora, que sobrepasarían<br />

incluso las de Furtwángler y<br />

pondrían de manifiesto el carácter particularmente<br />

pesante de la ejecución de<br />

Klemperer. También las fluctuaciones internas<br />

aparecen menos amplias que en<br />

los otros, casi arraigadas a un plano narrativo<br />

fundamental. Al final de la Séptima,<br />

como al final de la Heroica, tenemos<br />

la sensación de haber cumplido un itinerario<br />

de densidad única. La adopción de<br />

tempi generalmente uniformes, la extremada<br />

parsimonia en el uso de medios expresivos,<br />

la renuncia al ennoblecimiento,<br />

dan en Klemperer una particular idea de<br />

objetivismo, son una expresión de aquella<br />

objetividad que constituyó para muchos<br />

músicos de los años 30 el principal imperativo<br />

categórico.» (2)<br />

Todas las Sinfonías beethovenianas son<br />

en manos de Klemperer ejecuciones<br />

arrolladuras, interpretaciones para ser<br />

degustadas reposada y serenamente, que<br />

reflejan la personalidad decididamente<br />

dialéctica de este Maestro único. Así<br />

pues, ciclo imprescindible |unto a los de<br />

Furtwángler. Szell, Schuricht y las versiones<br />

sueltas de Ench Kleiber. Anotemos<br />

también el excelente sonido y la excelencia<br />

interpretativa de las obras que sirven<br />

de relleno (no cabe aqui sentido peyorativo)<br />

a las Sinfonías, sobre todo la intensa<br />

y monumental Gran Fuga.<br />

Un músico de 24 años y otro de 82<br />

La historia de la grabación de los Conciertos<br />

para piano y orquesta de Beelhoven<br />

por Daniel Barenboim y Otto<br />

Klemperer es bien conocida. De todas<br />

formas, y al coincidir básicamente con los<br />

juicios vertidos por el productor de estos<br />

registros, Suvi Ra| Grubb, en el libreto<br />

que acompaña al álbum, nos permitimos<br />

traducirlos en extracto para dar al<br />

lector una somera idea de la importancia<br />

de los mismos.<br />

«Cuando Klemperer grabó el Concierto<br />

de violín de Beethoven con Menuhin


en 1966. ya habia grabado la mayor parte<br />

de la música orquestal de Beethoven,<br />

exceptuados los Conciertos de piano.<br />

Siempre habla deseado grabar estas<br />

obras, y durante los años en los que colaboramos<br />

juntos habia hecho vanos proyectos<br />

que por una razón u otra no habia<br />

llevado a la práctica. Todavia no había<br />

aparecido el colaborador ideal de Klemperer<br />

para estos Conciertos. A la edad<br />

de 24 años. Daniel Barenboim habia alcanzado<br />

ya una gran reputación como<br />

músico de gran sensibilidad y poderosa<br />

imaginación en sus interpretaciones. En<br />

1966 firmó un contrato en exclusiva con<br />

EMI, realizando la primera grabación con<br />

nosotros en el mes de septiembre del<br />

mismo año. Este registro incluia tres de<br />

las Sonatas más populares de Beethoven,<br />

demostrando que era un intérprete excepcional<br />

de la música de este Maestro<br />

y un pianista cuyo talento musical igualaba<br />

al de Klemperer, ya que poseia la misma<br />

espontaneidad e igual sentido de la<br />

aventura con las que Klemperer se acercaba<br />

a una obra familiar, de modo que<br />

el oyente podía pensar que escuchaba la<br />

obra por primera vez.<br />

Klemperer habia oido hablar de la reputación<br />

de Barenboim, y cuando se encontraron<br />

se estableció en seguida entre<br />

ellos una importante compenetración. A<br />

principios de 1967, grabaron el Concierto<br />

K, 503 de Mozart, y poco después el<br />

mismo Klemperer insistia en preparar la<br />

grabación de los Conciertos de Beethoven.<br />

Los conciertos se grabaron en 9 sesiones<br />

y en orden inverso. Se grababan<br />

generalmente movimientos enteros, pues<br />

Klemperer, al igual que Barenboim, detestaba<br />

ser interrumpido y prefería corregir<br />

los errores realizando una nueva<br />

toma del movimiento completa Sólo el<br />

hecho de que el primer registro del Emperador,<br />

con todos sus pasajes particularmente<br />

difíciles, no sufriese repetición<br />

alguna nos da ¡dea de la unidad de visión<br />

de ambos artistas. Este director de<br />

82 años y este pianista, que no tenía ni<br />

siquiera la tercera parte de esa edad, estaban<br />

unidos por una obsesión común:<br />

encontrar el sentido profundo y la verdad<br />

de esta música tan querida a su<br />

corazón.»<br />

Digamos para finalizar este apartado<br />

que Barenboim y Klemperer lograron su<br />

sueño, y estas versiones han pasado a la<br />

historia como modelos representativos<br />

de una tradición Complemento idónea<br />

creemos que imprescindible, a las revolucionarias<br />

recreaciones de Gilels y Szell<br />

también para la empresa británica (próximamente<br />

serán reeditadas en compacto).<br />

Mozart, Bruckner y Richard Strauss<br />

El disco con Serenatas para instrumentos<br />

de viento del salzburgués es un impresionante<br />

estudio de claridad, hasta el<br />

punto de que se pueden diferenciar cada<br />

uno de los trece instrumentos en la<br />

Serenata K. 361 (sugerimos seguir con<br />

partitura esta audición). Otra vez hay que<br />

admitir la prioridad del sonido del compacto,<br />

comparado obviamente con el de<br />

un equipo normal de calidad standard.<br />

La Sexta de Bruckner siempre fue versión<br />

de referencia, o sea que poco tenemos<br />

que añadir, a no ser la recomendación<br />

calurosa del registro. En cuanto<br />

al disco Richard Strauss, ácido y expresionista,<br />

es otra de las lecciones magistrales<br />

de Klemperer, Tres grabaciones<br />

impresionantes que completan este espectacular<br />

lanzamiento. Esperamos próximas<br />

reediciones (Don Ciovanm,<br />

Séptima de Mahler. oberturas de Beethoven.<br />

etc.).<br />

Enrique Pérez Adrián<br />

Referencias de los discos comentados<br />

- J.S. BACH: Misa en Si menor. BWV.<br />

232. Agnes Giebel (sop. I), Janet Baker<br />

(sop. II. con.), Nicolai Gedda<br />

(ten.). Hermano Prey (bar.), Franí<br />

Crass (bajo). Coros de la BBC. Orquesta<br />

Nueva Filarmonía. Director:<br />

Otto Klemperer. EMI 7 63364 2. álbum<br />

de 2 discos ADD. Duraciones:<br />

67'29" y 68*11". Grabación: Kingsway<br />

Hall, Londres, octubre y noviembre<br />

de 1967. Productor: Suvi<br />

Raj Grubb. Ingeniero: Roben<br />

Gooch. Precio medio.<br />

- BEETHOVEN: ios 5 Conciertos para<br />

piano y orquesta. Fantasía para<br />

piano coro y orquesta. Daniel Barenboim<br />

(piano). Coro John Alldis. Orquesta<br />

Nueva Filarmonía. Director:<br />

Otto Klemperer. EMI 7 63360 2, álbum<br />

de 3 discos ADD. Duraciones:<br />

6T22". 77*17** y 64'11". Grabaciones:<br />

Abbey Road Studios. Londres,<br />

octubre-noviembre de 1967 y ¡unió<br />

de 1968. Productor: Suvj Raj Grubb.<br />

Ingeniero: Robert Gooch. Precio<br />

medio.<br />

- BEETHOVEN: Las 9 Sinfonías. Gran<br />

fuga. Op. 133. Música de escena de<br />

Egmont. Obertura de Prometeo. Aase<br />

Normo Lovberg (sop.}, Christa<br />

Ludwig (mei), Waldemar Kmentt<br />

(ten.), Hans Hotter (bajo). Coro y<br />

Orquesta Nueva Filarmonía. Direc-<br />

KLEMPERER<br />

tor: Otto Klemperer. EMI 63354/59<br />

2, 6 discos ADD. Duraciones:<br />

70'45". 73*21". 69*57", 67*32",<br />

68'56" y 71*57". Grabaciones realizadas<br />

en la Kingsway Hall y en los<br />

estudios Abbey Road, Londres, entre<br />

1957 y 1969, Productor: Walter<br />

Legge (Suvi Raj Grubb para la obertura<br />

Prometeo). Ingeniero: Douglas<br />

Larter. Precio medio.<br />

BEETHOVEN: Fidelio. Christa Ludwig,<br />

mez. (Leonora); John Vickers,<br />

ten (Florestán): Gottlob Frfck, bajo<br />

(Rocco); Walter Berry, bajo (Don<br />

Pizarro); Franz Crass. bajo (Don Fernando);<br />

Ingeborg Hallstein, sop.<br />

(Marrelline); Gertiard Unger, ten. (Jaquino).<br />

Coro y Orquesta Filarmonía.<br />

Director: Otto Klemperer. EMI 7<br />

69324 2, álbum de 2 discos ADD.<br />

Duraciones: 56'39" y 71*32". Grabación:<br />

Kingsway Hall, Londres, febrero<br />

y mano de 1962. Productor:<br />

Walter Legge. Ingeniero: Douglas<br />

Larter. Precio medio.<br />

BRUCKNER: Sinfonía n° 6 en La<br />

mayor Orquesta Nueva Filarmonía.<br />

Director: Otto Klemperer. EMI 7<br />

63351 2. ADD. Duración: 54"54".<br />

Grabación: Kingsway Hall. Londres,<br />

noviembre de 1964. Productor; Peter<br />

Andry, Ingeniero: Robert Gooch.<br />

Precio medio.<br />

MOZART Serenatas para instrumentos<br />

de viento, K. 361 y K. 375. Conjunto<br />

de Viento de Londres.<br />

Conjunto de Viento de la Orquesta<br />

Nueva Filarmonía. Director: Otto<br />

Klemperer. EMI 7 63349 2, ADD.<br />

Duración: 75"29". Grabaciones: Estudios<br />

Abbey Road, Londres, diciembre<br />

de 1963 y noviembre de 1971.<br />

Productores; Ronald Kinloch Anderson<br />

y Suvi Raj Grubb. Ingenieros:<br />

Douglas Larter y Michael Gray. Precio<br />

medio.<br />

R. STRAUSS: Don Juan, Op. 20.<br />

Muerte y transfiguración. Op. 24. Salome.<br />

Op. 54 (Danza de los siete velos).<br />

Metamorfosis para 23 instrumentos<br />

de cuerda. Orquesta Filarmonía,<br />

Director: Otto Klemperer.<br />

EMI 7 63350 2, ADD. Duración:<br />

76'46", Grabaciones: Kingsway Hall,<br />

Londres, entre 1960 y 1961. Productores:<br />

Walter Legge y Walter Jellinek.<br />

Ingenieros: Douglas Larter y<br />

Neville Boyling. Precio medio.<br />

(I) Michetangelo Zurletti. La dirtzione d'Orchestra,<br />

Flwenea. 1985. pigi. 190-191.<br />

12) Zurleui. Id., pígs. 191 y 191.<br />

SCHERZO 123


JAZZ<br />

Las encuestas suelen engañar Cualquiera<br />

que sea su contenido o su ob-<br />

|etivo, no son casi nunca de fiar. La<br />

que Down Seat —una de las revistas especializadas<br />

que goza de más prestigio e<br />

influencia entre la gente del |azz a pesar<br />

de su disminuida seriedad— organiza cada<br />

año entre sus lectores, no es ninguna<br />

excepción. No es que su Readers Fbll<br />

mienta descaradamente, pera de manera<br />

casi inevitable entrega los primeros<br />

puestos a músicos y productos discográficos<br />

altamente sospechosos. Los ganadores<br />

de cada categoría son normalmente<br />

individuos que, convertidos en figuras, se<br />

empeñan en hacer concesiones que dañan<br />

su valor artístico. Y si no. se encargarán<br />

de ello los promotores en su afán de<br />

aumentar constantemente la venta produciendo<br />

una música que. en muchos casos,<br />

resulta una caricatura de lo que es<br />

o debiera ser el |azz. ba}o el siempre discutible<br />

pretexto de seguir una supuesta<br />

exigencia masiva,<br />

De este modo se ven condenados a la<br />

segunda o tercera fila una larga serie de<br />

jazzmen que forman la vanguardia sin la<br />

cual no puede progresar la música. Les<br />

cuesta salir de esta sombra, y la mayoría<br />

no lo consigue nunca, Rsro sobreviven y<br />

tienen el apoyo de un público tan fiel como<br />

minoritario que afortunadamente parece<br />

aumentar paulatinamente.<br />

Bien es verdad que consuela ver la orquesta<br />

del pianista Sun Ra en el primer<br />

puesto del último Fbll publicado hace escasas<br />

semanas. Su álbum más reciente,<br />

grabado en diciembre de 1988, fi'ue Delight<br />

(A&M CD 5260). es todo un acontecimiento<br />

A la banda de Sun Ra le siguen<br />

a gran distancia las formaciones obsoletas<br />

de tres líderes ya fallecidos (Count Basie.<br />

Mel Lewis y Gil Evans), y la lista no<br />

incluye novedad alguna. Lo mismo ocurre<br />

con la casi totalidad de secciones, y<br />

es lamentable ver. por ejemplo, un ya desprestigiado<br />

Osear Fteterson como vencedor<br />

entre los pianistas, con tantos votos<br />

que los nuevos talentos Marcus Poberts.<br />

Gen Alien, Mulgrew Miller, Don Pullen y<br />

Kenny Kirkland suman entre ellos.<br />

Muchos nombres de enorme peso para<br />

el af donado europeo no parecen existir<br />

para los lectores de la mencionada<br />

revista americana. Tal es el caso del grupo<br />

Quest y sus cuatro componentes: el<br />

saxofonista David Liebman, el pianista Richard<br />

Beirach, el contrabajista Ron<br />

McCIure y el batería Billy Hart. Ninguno<br />

de ellos figura entre los diez primeros<br />

puestos de sus respectivas categorias. Y,<br />

124 SCHERZO<br />

Episodios<br />

sin embargo, es aquí, y en otras formaciones<br />

similares, donde se cuece el jazz<br />

más interesante, en el umbral de la nueva<br />

década. Buena prueba de ello tuvimos<br />

hace un par de meses cuando Quest nos<br />

visitó ofreciendo un concierto tan memorable<br />

como aquel que dio en el madrileño<br />

Club San Juan Evangelista el año<br />

anterior.<br />

Esta importante formación lleva ya diez<br />

años funcionando como una cooperativa<br />

donde no hay un músico que destaque<br />

sobre otro Sus miembros han tenido<br />

un desarrollo musical y personal bastante<br />

similar. De allí vienen la fuerza y la frescura<br />

de la música que producen, libre de<br />

los clichés que abundan en el jazz de la<br />

actualidad, basada en un vocabulario co-<br />

D Liebrmn. R McCIure. R Beirsch y B Htrt forman Quest.<br />

mún y un nivel muy alto de comunicación.<br />

Los cuatro norteamericanos participaron<br />

en el IX Seminario Internacional de<br />

jazz que en el mes de noviembre organizó<br />

el Taller de Músicos, en El Escorial. Allí<br />

mostraron sus dotes pedagógicas ante<br />

unos setenta alumnos, y tuvimos la ocasión<br />

de charlar con ellos. Dejemos a los<br />

dos fundadores del grupo, Liebman y Beirach,<br />

explicar el origen de su formación<br />

y el carácter de la música que crea.<br />

Beirach: Quesí es realmente la continuación<br />

de un dúo que Dave y yo mantuvimos<br />

durante aproximadamente veinte<br />

años. Empezamos a tocar juntos en el año<br />

1969 en su loft (buhardilla) de Nueva York<br />

(en aquella época existía lo que se llamaba<br />

loft/azz) y tocábamos sin cesar hasta<br />

que finalmente lanzamos nuestro primer<br />

álbum en dúo, en el año 1975, paca el sello<br />

Honzon. Se titulaba Forgotten Fanta-<br />

sies. Quest siempre se ha movido en un<br />

ambiente musical que es como una prologactón<br />

de los conceptos de un dúo,<br />

puesto que hemos tocado juntos, y el dúo<br />

en sí va un poco más allá en cuanto a lo<br />

conceptual. En el transcurso de tres o<br />

cuatro años esa música y esos conceptos<br />

se han inclinado hacia un cuarteto. Quest<br />

ha atravesado dos o tres encarnaciones<br />

diferentes. La primera de ellas fue con el<br />

bajista George Mraz y el batería Al Foster.<br />

Luego Eddie Gómez tocó con nosotros<br />

durante una época hasta que Mraz<br />

se voh/ió a integrar. Billy Hart se unió al<br />

grupo después de Foster, y finalmente<br />

Ron McCIure sucedió a Mraz en el año<br />

1984. Desde esa fecha hemos seguido<br />

siendo los mismos...<br />

Liebman: la filosofía de nuestro grupo<br />

es que todos somos iguales, que todos<br />

procedemos de la misma generación,<br />

que todos disfrutamos de las mismas influencias,<br />

respetamos la misma música y<br />

tenemos unos valores muy similares, parecidos<br />

a los valores que tendrían hombres<br />

de nuestro mismo grupo de edad.<br />

Esa es la fuerza de Quest, es decir, es más<br />

bien un grupo de personas iguales que un<br />

grupo donde existe un personaje más importante<br />

que los demás, y músicos de<br />

menor edad que le acompañan, teniendo<br />

mucha capacidad de trabajo pero menos<br />

experiencia. Todos nosotros somos<br />

la experiencia de este grupo, y todos intentamos<br />

mantener viva esa tradición de<br />

jazz. De ahí precisamente viene la palabra<br />

Quest, que es buscar, investigar, averiguar...<br />

Cada vez que se toca, se crea una<br />

nueva experiencia. No tenemos un show,


a decir verdad tenemos muy poca música<br />

programada, sólo el 10% de ella se escribe<br />

o se compone, se especifica, e<br />

incluso está música cambia de una vez a<br />

otra. Fbr lo tanto, es un grupo en la tradición<br />

que nos encanta, es decir: jazz basado<br />

en la improvisación.<br />

Beirach: La mayoría del jazz de los años<br />

60 era como éste. Es decir, el que tocaba<br />

Miles Davis o John Coltrane o Bill<br />

Evans o Thelonious Monk u Omette Coleman,<br />

y que casi siempre era la inversa<br />

de la música que normalmente se buscaba.<br />

Ellos buscaban elementos nuevos, pero<br />

poco a poco se volvieron más<br />

conservadores, y ahora nosotros somos<br />

la excepción.<br />

Para estos dos magníficos instrumentistas<br />

no hubo durante los años de juventud<br />

y aprendizaje mejor cosa que hacer<br />

en este mundo que calcar a sus respectivos<br />

maestras —John Coltrane por un lado,<br />

y por otro Bill Evans y Paul Bley, sobre<br />

todo. Ambos lo reconocen con toda sinceridad.<br />

Liebman: Todos sabemos lo difícil que<br />

resulta encontrar su propio camino y desarrollar<br />

una personalidad. Yo. al menos,<br />

confieso que Coltrane fue mi gran influencia<br />

y que le imité. Muchos no admiten esto.<br />

Pero he de decir también que creo<br />

haber podido apartarme de su sombra<br />

durante los últimos diez años. He aprendido<br />

su música enteramente, de arriba a<br />

abajo, justamente para encontrar mi propia<br />

expresión que creo que es el proceso<br />

correcto, artísticamente hablando, ya<br />

que a la larga consigues una gran base fundamental<br />

para actuar. En Coltrane había<br />

algo espiritual, un valor que va más allá<br />

de las palabras, un cometido a la música,<br />

una sinceridad, una profundidad, una seriedad<br />

que he valorado por encima de<br />

toda Realmente fue la fuerza de empuje<br />

que me indujo a tocar tanto de forma<br />

emocional como de inspiración. En él la<br />

energía estaba enfocada de manera increíble,<br />

y me gusta mantenerlo asi. Sigue<br />

siendo un ideal para mí.<br />

Beirach; Todos somos una suma de<br />

aprendizajes, y no hay nada malo en ella<br />

Estamos influidos por todo lo que hemos<br />

hecho, visto y oído en nuestras vidas.<br />

Cuando estudias la música, estudias el<br />

punto de partida de la misma. Yo toqué<br />

música clásica desde los seis hasta los trece<br />

años. ¡Ni siquiera había oído hablar de<br />

jazz hasta que cumplí los trece años! Muchas<br />

de mis influencias —Webern, Hindemith.<br />

Satie, Paul Bley. Lennie Tristano...—<br />

son oscuras en comparación con la importancia<br />

que John Coltrane ha tenido<br />

para todos nosotros. Con Tristano estudié<br />

durante seis meses durante mi adolescencia,<br />

y fue una experiencia muy dura.<br />

El era la primera persona que me dijo que<br />

yo realmente no podía tocar, que no tenia<br />

idea de lo que estaba hacienda El era<br />

el primero que me criticó severamente,<br />

y fue algo absolutamente necesario para<br />

mí. Me hizo cantar los solos de Lester<br />

Young, las canciones de Billie Holiday y<br />

Frank Sinatra. Dave también estudió con<br />

Tristano. y estará sin duda de acuerdo<br />

conmigo en que éramos demasiado jóvenes<br />

e inmaduros. Su sentido del tiempo<br />

era, por ejemplo, muy sofisticado, muy<br />

parecido a Charlie Parker que básicamente<br />

era el único que respetaba. La forma<br />

en que usó la mano derecha sigue teniendo<br />

una influencia en mí hoy en día... Pero<br />

no sólo estudié con Tristano o con la<br />

música de Parker, sino que empecé con<br />

Bach, incluso con la época previa a Bach,<br />

Orlando Lassus y Orlando Gibbons, por<br />

ejemplo, para luego progresar hasta<br />

Stockhausen.<br />

Hace un par de años. David Liebman<br />

publicó un fascinante libra (Self-portrait<br />

of a ¡azz-artist, Advanee Music 1988) que.<br />

aparte de describir su carrera, incluye sus<br />

pensamientos acerca del desarrollo del<br />

jazz. Su lectura nos ayuda a conocer mejor<br />

a este gran músico, pero más importante<br />

aún es naturalmente escuchar sus<br />

numerosas grabaciones. Cada una de ellas<br />

revela un singular artista rabiosamente entregado<br />

a su música. Son obras impregnadas<br />

de una pulida dicción y una<br />

impresionante coherencia, llenas de ritmos<br />

complejos, cambios bruscos y significativos<br />

silencios. Su sonido en el saxo<br />

soprano es claro y directo, a menudo intensamente<br />

lírico, con una notable preferencia<br />

por los agudos, mientras que su<br />

estilo en el tenor suele ser mucho más<br />

vehemente rozando a veces lo angustiosamente<br />

rabiosa<br />

En Beirach volvemos a descubrir la riqueza<br />

armónica y el delicado fraseo de<br />

Bill Evans, unidos a un gusto evidente por<br />

la libertad tonal muy a la manera de Paul<br />

Bley. Saxo y piano logran crear un ambiente<br />

denso, junto con sus dos compañeros<br />

que les apoyan con inteligencia y<br />

flexibilidad —Ron McCIure con su amplio<br />

sonido al contrabajo y Billy Hart con su<br />

fraseo percusivo y su juego sutil o potente,<br />

según el material elegida<br />

Los cuatro miembros de Quest, todos<br />

ellos técnicamente impecables, se muestran<br />

siempre capaces de adaptarse al contexto<br />

y de mantener intacta su aportación<br />

creativa. Escucharles en un club de Nueva<br />

York, donde el cuarteto toca con mayor<br />

concentración, si cabe, que en<br />

Europa, y con frecuencia se convierte en<br />

quinteto o incluso sexteto resulta una experiencia<br />

maravillosa que se recomienda<br />

a todo buen aficionada<br />

Ebbe Traberg<br />

Discografía<br />

seleccionada<br />

E-JAZZ<br />

DAVID LIEBMAN<br />

(nacido el 4 de septiembre de 19-46. en<br />

Brooklyn, Nueva York)<br />

First Visit. West 54-8012 (1973)<br />

Lookout Farm. ECM 1039 (1973)"<br />

Open Sky Trio: Sptrit In The Sky, P.M. PMR<br />

003 (1973)<br />

forgotlen íanüsies. A4M Monzón SP 709<br />

(1975)'<br />

Pendulum, Artist s House AH 8 (1978)<br />

Dedkations. CMP 9 (1979)<br />

Dom't It Agam. Timeless 101-10 (1979)<br />

'The Opal Heirt. En(a 3065 (1979)<br />

If They Only Knew, Timeless 151 (1980)<br />

Quest. Palo Alto 8061 (1981)*<br />

Mentones. Dreams, Refíections, RM. PMR<br />

022 (1981)<br />

Double Edhe. Storyville SLP 4091 (1985)"<br />

ñcture Show RM. PMR 023 (1985)"<br />

The Duo Uve, Advance Music 86101 (1985)"<br />

The Lonelmess Ofi Long Distance Runner<br />

CMP 24 (1985)<br />

Quesr II, Storyville 4132 (1986)-<br />

Homage To/ohn Coltrane, OWL046(1987)<br />

A Tribute To/ohn Coltrane, Paddie Wheel<br />

K28P-6473 (1987)*<br />

Quest/Midpoint. Storyvílle SLP 4121 (1987)*<br />

Quest/NY.Nites. PAN Music PM-IIOi (1988)*<br />

Tno+One. OWL 051 (I9B8)<br />

(': con Richard Beirach)<br />

con ELVIN JONES-<br />

Genestó, Blue Note 84369 (1971)<br />

Merry Go Round, Blue Note 84414 (1971)<br />

Mr. yones, Blue Note LA II0-F (1972)<br />

Uve At The Ltfythouse. Blue Note LA OIS-G<br />

(1972)<br />

The Mam forcé. Vanguard 79372 (1976)<br />

Earth jones, Paolo Alto 8016 (1981]<br />

con MILES DAVIS:<br />

On The Comer, Columbia KC 31906 (1972)<br />

Geí Up With It. Columbra PG 33236 (1974)<br />

con MIELS-HENNING ORSTED PE-<br />

DERSEN:<br />

Dancing On The Tibies, SteepleChase SCS<br />

1125 (1979)<br />

con TEO MACERO:<br />

Impreííions Of Charles Mingus, Palo Alto<br />

8065 (1981)<br />

con KIP HANRAHAN:<br />

Coupe De Tete. American Clavé 007 (1987)<br />

con TOLVAN BIG BAND:<br />

Guided Dream. Dragón 120 (1985)<br />

con BILLY HAPT:<br />

Rab, Gramavision 18-8802 (1987)<br />

RICHARD BEIRACH<br />

(nacido el 23 de mayo de 1947. en Nueva<br />

York)<br />

fon. ECM 1179 (1980)<br />

Elegy For Bill Evans. Palo Alto 8065 (1981)<br />

Breathmg Of Statues. Magenta MA-O2O2<br />

(1983)<br />

Antárctica. Patríinder (1986)<br />

con JOHN SCOFIELD:<br />

Uve. Enja 3013 (1977)<br />

con ¡OHN ABERCROMBIE<br />

Abercrombie Quartet, ECM 1164 (1979)<br />

M. ECM 1191 (1980)<br />

SCHERZO 125


ALTA FIDELIDAD<br />

Ecualizador Ecler<br />

Los aficionados a este género de objetos<br />

disponen de una novedad importante,<br />

el modelo QEM 16-2 de 16 bandas de<br />

octava por canal según la norma ISO, que<br />

permite un margen de amplificaciónatenuación<br />

de 12 dB en cada una de ellas.<br />

Las principales características de este<br />

nuevo ecuahzador son. potenciómetros<br />

de ganancia de cada banda, conmutadores<br />

bypass con indicadores luminiscentes,<br />

LED indicador de clip a +17 decibelios,<br />

entradas y salidas balanceadas con conectores<br />

XLR 3, filtro subsónico conmutable<br />

y sistema de Q constante.<br />

El nuevo ecualizador se presenta en<br />

módulo rack de 19 pulgadas de anchura.<br />

CL> 40<br />

Amplificador wegr


Nuevo sistema Dolby<br />

El llamado sistema S vendrá a ser la versión doméstica del<br />

sistema SR (Spectral recordmg System). Dolby preconiza<br />

que con este sistema de reducción de ruidos las pletinas a<br />

cassette van a igualar e incluso superar al resto de las<br />

fuentes de sonido de tipo analógico. Este método es el<br />

resultado de vanos años de minuciosa investigación en los<br />

Laboratorios que Dolby tiene instalados en San Francisco.<br />

Del nuevo sistema se predica que va a mejorar los<br />

resultados obtenidos por el va consagrado Dolby C, y<br />

comprende varias de las técnicas utilizadas en el sistema SR<br />

y muy en particular el procedimiento Spectral Skewmg, un<br />

sistema complementario record/play que se centra en las<br />

ba|as y altas frecuencias básicamente. Otra faceta del<br />

invento es denominada Antisaturatton. Viene a consistir en<br />

que en las altas frecuencias, que- es donde el ruido se hace<br />

más patente y molesto se van a emplear bandas de<br />

reducción fijas y deslizantes, mientras que en las bajas<br />

frecuencias, donde el ruido se hace menos patente se va a<br />

emplear una sola banda fija de reducción.<br />

Se dice del nuevo invento que se va a traducir en menores<br />

niveles de distorsión y una reproducción ambiental de<br />

mejor calidad que lo hasta ahora oído. En lo que concierne<br />

a cifras, el sistema S podrá conseguir un nivel de reducción<br />

de 10 dB en bajas frecuencias y de 24 dB en el nivel de<br />

agudos. Los prototipos que incorporan el sistema de<br />

reducción Dolby S han sido ya presentados en la CES de<br />

Las Vegas, celebrada en los primeros días de enero.<br />

CD Video 195 di<br />

La denominación Laser-Disc (LC), con<br />

la que se conoce un sistema de audio y<br />

video en disco óptico, ha pasado a ser<br />

de dominio público por voluntad de la<br />

empresa creadora de ese sistema: Pioneer<br />

Electronic Co. Esta firma únicamente<br />

quedará como propietaria exclusiva del<br />

logotipo de LD, mientras que el término<br />

podrá ser utilizado por cualquier fabricante<br />

de este formato sin tener que abonar<br />

regalías. Como se sabe. Pioneer ha puesto<br />

en el mercado un reproductor univer-<br />

Láser CD<br />

sal de discos compactos con lectura láser<br />

que comprende los formatos Compact-<br />

Disc (CD), Compact-Disc-Video (CDV) y<br />

Laser-Disc (LD).<br />

Fbr otro lado, la firma Philips ha lanzado<br />

el CDV 495, en el que se aunan las<br />

calidades del audio con el video, en una<br />

fórmula que está teniendo una amplia<br />

acogida en el mundo entero. El CDV 495,<br />

por sus características, es un reproductor<br />

que ofrece al público novedades<br />

auténticamente interesantes.<br />

ALTA FIDELIDAD<br />

Pjpt¿lt¿¡ OHM MR I6O1<br />

OHM: pantallas acústicas<br />

Se trata de las pantallas acústicas MR-I6O1. Estas pantallas<br />

de tan solo 28x19x18. y con un peso de 2,5 kg., soportan<br />

potencias hasta 50 vatios. Su impedancia es de 16 Ohms y<br />

su respuesta de frecuencia se sitúa entre los 110 Hz y los<br />

20 KHz. Al decir de su fabricante debido a su respuesta de<br />

frecuencia muy plana, estas pantallas pueden utilizarse sin<br />

ecualizador. Dice también su fabricante que su uso resulta<br />

muy adecuado para divulgar la señal procedente de un<br />

micrófono. La firma OHM está representada en España por<br />

ECLER-<br />

Así. entre sus funciones se cuenta la de<br />

selección de pistas favoritas (FTS), mediante<br />

la cual el reproductor asigna un número<br />

de identificación al disco favorito.<br />

Cuando se quiera escuchar o contemplar<br />

éste basta con introducir el disco, ya sea<br />

CD o CDV, y el aparato reproducirá las<br />

pistas seleccionadas. Otra de las prestaciones<br />

es la reproducción aleatoria (RAN-<br />

DOM), mediante la cual se pueden reproducir<br />

en una secuencia aleatoria las pistas<br />

de los discos CD y CDV. Existen también<br />

las posiciones prefijadas, en un total<br />

de 10. que se utilizan para la programación<br />

de prestaciones específicas, activadas<br />

automáticamente por el reproductor.<br />

Cada posición se prefija a voluntad mediante<br />

el mando a distancia y el display<br />

visualizador en pantalla.<br />

El CDV 495 está dotado del nuevo Sistema<br />

Láser CDM-10, cuya clave es el procesador<br />

de señales de video TEA 7650H.<br />

en cuyos 19 mm' están almacenados<br />

unos 2.000 componentes individuales, es<br />

decir, con una densidad de almacenamiento<br />

tres veces superior a la normal.<br />

El TEA 750H utiliza un suministro de 5V<br />

y la temperatura de funcionamiento está<br />

por debajo de 100 C. También incorpora<br />

el sistema de compensación perpetua<br />

MTF (Función de Transferencia de Modulación),<br />

que permite que se mantenga<br />

constante el equilibrio de imagen.<br />

SCHERZO 127


ALTA FIDELIDAD<br />

ART: Un pura sangre inglés<br />

Sólo hay una cosa válrda en arle lo que no se puede<br />

explicar. (Braque)<br />

Como si de un regalo de Navidad<br />

se tratara, los aficionados a la Hifi,<br />

especialmente a las válvulas, vemos<br />

estos días ampliada la ya extensa familia<br />

asentada en España, con una nueva aportación,<br />

la firma inglesa ART. Empresa artesanal.<br />

como resulta frecuente en el<br />

Reino Unido, produce dos previos y tres<br />

etapas de potencia.<br />

El presente artículo se centra exclusivamente<br />

en el modelo pequeño de las<br />

etapas de potencia, 25 Vatios por canal,<br />

¿para qué más? Hubiera sido mi intención<br />

realizar el análisis del conjunto previoetapa,<br />

mas un imprevisto de última hora<br />

no ha permitido que esto fuera asi. Informar,<br />

no obstante, en cuanto al previo<br />

se refiere que éste ha sido analizado por<br />

un afortunado poseedor de un Audio Research<br />

SP II (rey entre reyes), informándome<br />

sobre la bondad del presente<br />

diseño en términos absolutos; todo una<br />

confesión entre audiófilos no encadenados<br />

a ideas prefijadas.<br />

Construcción y características técnicas<br />

No puede hablarse sino de un magnífico<br />

acabado, manufacturado con sumo<br />

cuidado en todos y cada uno de sus detalles.<br />

Los transformadores perfectamente<br />

blindados, el chasis con la robustez precisa<br />

a fin de soportar las temperaturas<br />

pertinentes. El interior revela asimismo,<br />

componentes de máxima calidad. Todo<br />

ello, nos induce a suponer un buen sonido<br />

al tiempo que una larga vida para el<br />

ingenio. Insistir que las etapas de válvulas<br />

están sometidas a temperaturas elevadas,<br />

con lo cual sufren más que cualquier otro<br />

componente de la cadena, la exigencia de<br />

una robusta construcción es imperiosa.<br />

El diseño posee una estructura doble<br />

mono, a fin de conseguir una óptima imagen<br />

estéreo y una adecuada separación<br />

entre canales. Los transformadores, perfectamente<br />

blindados, como se dijo, son<br />

ultralmeales; los mejores, sin duda, al<br />

tiempo que los más costosos en fabricación,<br />

en tanto que su desarrollo es más<br />

exigente en los entrehierros y los bobinados,<br />

obviamente más elevados en precio<br />

también, pero en definitiva superiores<br />

en prestaciones.<br />

Las válvulas reguladoras de comente lo<br />

constituyen dos ECC82 y dos ECC83,<br />

cuatro EL34 las encargadas de suministrar<br />

la potencia en sí. Todas ellas encontrables<br />

con facilidad en cualquier comercio especializado,<br />

a fin de reponerlas cuando con<br />

128 SCHERZO<br />

los años hayan agotado su vida, y sin ningún<br />

problemas de ceses de fabricación.<br />

Sobre el tema de la potencia cabe detenerse.<br />

Dos EL34 por canal, son capaces<br />

per se de suministrar una potencia entre<br />

38 y 50 vatios; sin embarga la etapa ART.<br />

trabajando en ultralmeal suministra solamente<br />

25 vatios en pura clase A y si se<br />

opta por la fórmula triodo ésta se reduce<br />

aún más hasta los 15 vatios. El fabricante<br />

aconseja el uso de esta última<br />

opción, a través de un conmutador posterior,<br />

si se pretende acceder a la máxima<br />

calidad. Parece ser que el triodo<br />

constituye la fórmula ideal conocida de<br />

amplificación. abandonada en cierto modo<br />

en base a conseguir mayores potencias<br />

con los mismos elementos: si<br />

pensamos, asimismo, que la EL34 goza de<br />

la fama de constituir la más musical de<br />

las válvulas, suponer, a pnon. encontrarnos<br />

ante el sistema más perfecto de amplificación<br />

disponible no resulta atrevido.<br />

Ror último, para aquellos que se sientan<br />

alarmados con la modesta cifra de 15 vatios<br />

debemos asegurar rotundamente la<br />

capacidad de producir presencias sonoras<br />

importantes desplazando un poco<br />

más el volumen del previo. El trauma del<br />

buscador de vatios (kilovatios en ocasiones)<br />

resulta obsesivo, merecería la pena<br />

profundizar desde estas lineas en el tema,<br />

a fin de aclarar muchos conceptos<br />

desfigurados.<br />

El conjunto, para terminar, se remata<br />

con una estupenda placa con el nombre<br />

y modelo, lo cual le imprime una elegancia<br />

de la cual, en ocasiones, se hallan distantes<br />

los modelos ingleses.<br />

Musicalidad<br />

Afirmar de entrada que nos encontramos<br />

ante un pura sangre inglés. Se advierte<br />

inmediatamente la dulzura tan agradable<br />

al oido del llamado sonido inglés;<br />

sobre el tema existen lógicamente controversias;<br />

Alemania produce su sonido.<br />

1 también Francia. Estados Unidos e Inglaterra<br />

poseen igualmente el suyo propio<br />

(Cuál es el ideal?, cada cual siente más afinidad<br />

por cada uno sobre la base de su<br />

propia personalidad; he observado, no<br />

obstante, sin sentar cátedra, que los<br />

amantes de la llamada música clásica sienten<br />

más inclinación por las fórmulas inglesas<br />

en términos generales; confieso<br />

hallarme entre estos últimos.<br />

Se trata, asimismo, de un sonido puro<br />

de válvulas. La polémica válvula-transistor,<br />

con sus defensores y sus detractores se<br />

suscita de nuevo. Existen fórmulas de válvulas<br />

muy controladas, manipuladas de modo<br />

que se aproximen bastante al sonido<br />

transistor, inclusive, existen fórmulas de<br />

tecnología híbrida que pretenden gozar<br />

de ambas virtudes simultáneamente. La<br />

etapa ART posee el sonido puro de válvula<br />

por el que confieso poseer más afinidad<br />

y predilección, aun reconociendo<br />

sus VICIOS y defectos, que los tiene lógicamente.<br />

Como en todo, hay que tomar<br />

partido, ya que el instrumento perfecto<br />

no existe.<br />

Goza la presente etapa de un sonido<br />

muy natural, con una Imeahdad destacable,<br />

recorre la gama de frecuencias desde<br />

el extremo grave al alto agudo de<br />

modo totalmente ejemplar. Su capacidad<br />

de ofrecernos los sonidos más graves, llegando<br />

hasta las octavas más bajas hace<br />

preciso disponer de un buen sistema de<br />

cajas, capaz de controlarle suficientemen-


te. Asismismo, su recorrido por la gama<br />

de frencuencias se produce de un modo<br />

totalmente suelto, no apelmazando ni<br />

tampoco discontinuo como acostumbran<br />

numerosos transistores.<br />

Existen virtudes que llevadas a exceso<br />

se convierten en defectos de ultracorrección.<br />

tal es el caso de la transparencia y<br />

la eficacia. La música, no cabe duda, posee<br />

una gran transparencia, sin embargo<br />

al tiempo es entretelada y compacta,<br />

¿dónde se halla el punto óptimo? En cierto<br />

modo, el abuso de estas cualidades acaban<br />

por deshumanizar la música, ya que<br />

como humana que es debe ser imperfecta,<br />

incurre en frialdad y el oído, en última<br />

instancia acaba por detectarla. La<br />

etapa objeto de este estudio no goza de<br />

gran transparencia pera confieso que me<br />

he aproximado más a la música que con<br />

otras muchas fórmulas analizadas, Tampoco<br />

puede hablarse de un sonido apelmazado<br />

ni perezoso, ni mucho menos,<br />

simplemente ¡en su punto!<br />

Destaca el ambiente generado, la sensación<br />

de volumen que envuelve, el efecto<br />

estéreo conseguido es soberbio.<br />

Cualidad que aunada con la anteriormente<br />

comentada nos puede permitir una escucha<br />

prolongada, sin fatiga.<br />

En definitiva, el equilibrio logrado es encomiable.<br />

todos aquellos que buscamos<br />

una fórmula real, sin ficciones ni exceso<br />

podemos hallarnos ante una opción.<br />

Pruebas realizadas<br />

Resulta curioso casar los componentes<br />

de unas firmas con otras a fin de constatar<br />

las diferentes identidades del conjunto.<br />

Como plato he empleado tres: Un<br />

Thorens 521 Super con brazo SME 3012.<br />

un Linn Sondek LPI2 con brazo Itokk y<br />

un Pink Triangle con brazo SME Serie V:<br />

confieso mi debilidad por la fórmula Thorens.<br />

aun a sabiendas de ir contra corrien-<br />

te de opinión; la dulzura, suavidad y<br />

realismo ofrecido por éste me resultan<br />

gratas en extrema mas la superioridad del<br />

Pink Tnangle aplastó (existe proyecto de<br />

elaborar un dosier sobre esta joya tan poco<br />

conocida en España).<br />

Las cápsulas examinadas han sido la excelente<br />

Denon 103, antigua pero insustituible,<br />

que cierra la fórmula Thorens de<br />

un modo absolutamente fantástica y una<br />

Van den Hull Me one montada en el Lmn<br />

y en el Pink. Con la etapa analizada ha resultado<br />

más de mi gusto ésta última (quizá<br />

más debido a la combinación cápsula<br />

plato que a la • combinación i cápsulaetapa).<br />

He combinado, asismismo, ia etapa presente<br />

de este estudio con un previo<br />

Counterpoint SA 7, un Conrad Jhonson<br />

Pv5 y un Croft Mega Micro: con el primero<br />

he obtentdo resultados satisfactorios<br />

con música más ligera, mas con gran<br />

orquesta y ópera se han desenvuelto mejor<br />

los dos últimos; globalmente el Croft<br />

me resulta más equilibrado y agradable,<br />

con una naturalidad pastosa.<br />

Fbr último, las cajas han sido los modelos<br />

SPI y SIDO, ambas de la firma Spendor<br />

y ambas fantásticas.<br />

Globalmente, cualquiera de las combinaciones<br />

han gozado de su atractivo. En<br />

ningún momento la etapa ART ha mostrado<br />

inferioridad en relación con el resto<br />

de los componentes.<br />

Resumiendo, hay que dar la bienvenida<br />

a una tecnología totalmente equilibrada<br />

y homogénea en todas sus partes, con<br />

un precio, todo hay que decirla 180.000<br />

pts, simplemente sin rival a la vista del resto<br />

de componentes ofrecidos en España;.<br />

una relación cal i dad-precio sin precedente.<br />

Buenos augurios para tan excelente<br />

producto del cual podremos disfrutar en<br />

el futuro.<br />

Relación de discos con los cuales han sido realizadas las pruebas.<br />

BACH.<br />

MAHLER ..<br />

MOZART<br />

jOSQUIN<br />

PURCELL<br />

RAMEAU<br />

STRAUSS<br />

TELEMANN<br />

PROKOFIEV<br />

VERDI<br />

WAGNER<br />

Francisco Gutiérrez<br />

Conciertos clave y orquesta. Trevor Pinnock. ARCHIV. Conciertos<br />

para violín. Alice Harnoncourt. TELDEC, Obra para órgano. Peter<br />

Huríord. DECCA.<br />

Sinfonía N.° 9, Giulini. DG.<br />

Divertimentos para cuerda. Octeto de viena. DECCA.<br />

Misas Tallis Scholars. GIMMELL.<br />

Oda para la Reina Mary. Gardiner. ERAÍQ<br />

Obra para cámbala Kenneth Gilberi. ARCHIV.<br />

Una vida de héroe Karajan D.G.<br />

Oberturas DarmstArdt Harnoncourt. TELDEC<br />

Alexander Nevsky. Atibado D.G.<br />

Réquiem. Solti. RCA Don Cario Solti. DECCA.<br />

Tratan e ¡¡oída. Carlos Kleiber DG<br />

Los discos señalados, todos lógicamente en vmila si se quieren probar las bondades<br />

de los aparatos reseñados. Constituyen, a mi |uicio, un ejemplo donde se hallan<br />

aunados calidad interpretativa con pura calidad técnica; jSiempre la técnica al servicio<br />

del Arte!<br />

ALTA FIDELIDAD<br />

MUSICAL*<br />

HFIDEUTY<br />

El B1 no se parece en<br />

nada a su homólogo el<br />

bombardero, excepto en<br />

una cosa: vuela a mayor<br />

altura que los otros.<br />

"Al juzgar los resultados<br />

después de dos horas de<br />

escucha. MUSICAL FIDELITY<br />

tiene un "CAMPEÓN"<br />

Hi-FI-News y Record Review,<br />

septiembre 1989.<br />

MUSICAL FIDELITY B1<br />

"Best budget amplifier<br />

awards."<br />

What Hifi. Awards 1989.<br />

Distribuidor exclusivo para<br />

España<br />

SARTE-AUDIO-ELITE<br />

Padre Joffre, 22 b<br />

Teléfono 351 07 98<br />

46007 VALENCIA


EFEMÉRIDES<br />

MARZO<br />

I/III/I980: Estreno en el Teatro Real de<br />

Madrid del Concierto para piano y orquesta<br />

n.° I de Luis de Pablo.<br />

2/III/I920: Nace en Madrid el musicólogo<br />

y critico musical Ennque Franco.<br />

3/111/1860: joseph Joachim dirige en Hanover<br />

la primera audición pública de la<br />

Serenata para orquesta n.° I, en re mayor,<br />

op. II de J. Brahms.<br />

4/IM/I947: Fallece en Roma el compositor<br />

y pianista Alfredo Casella.<br />

S/lll/1868: Arngo Boito dirige en el Teatro<br />

de la Scala de Milán la primera representación<br />

de su ópera Mefistófele. Esta<br />

obra conoció varias versiones: Bolonia,<br />

1875; Venecia, 1876 y, de nuevo, en Milán<br />

en 1881, donde se ofreció la versión<br />

definitiva.<br />

6/III/19I0: Sergei Prokofiev interpreta en<br />

Moscú el estreno de su Sonata para piano<br />

n,° I, en fa menor, op. I.<br />

7/111/1897: Ba|O la dirección de Hans Richter<br />

se celebra un concierto en homenaje<br />

a (ohannes Brahms. Fue la última vez en<br />

la que el compositor hamburgués asistió<br />

a un programa integrado por sus propias<br />

obras.<br />

8/III/I7I4: Nace en Weimar el compositor<br />

Cari Philipp Emanuel Bach, segundo<br />

de los hi|os de johann Sebastian. Fue apadrinado<br />

en su bautizo por Georg F. Telema<br />

nn.<br />

9/HI/I960: Fallece en Berna el director de<br />

orquesta rumano Otto Ackermann.<br />

10/111/1749: Nace en Ceneda (actual Vittono<br />

Véneto) el poeta y libretista italiano<br />

Lorenzo Da Ponte (seudónimo de<br />

Emanuele Conegliano). Autor de medio<br />

centenar de libretos entre los que destacan<br />

los destinados a las óperas de W.A.<br />

Mozart: Las bodas de Fígaro (1786), Don<br />

Giovanm (1787) y Cosi fan tutte (1790). Es<br />

también autor de los libretos de // ricco<br />

d'ungiomo de A. Salien (1784) y de Una<br />

cosa rara (1786), ópera del compositor valenciano<br />

Vicente Martin y Soler que obtuvo<br />

tal éxito que llegó a eclipsar al Fígaro<br />

de Mozart. En 1805 se establece en los<br />

Estados Unidos, donde alterna vanas actividades:<br />

catedrático de italiano en el Columbia<br />

College, empresario teatral en el<br />

Italian Opera House y editor. Falleció en<br />

Nueva York en 1838.<br />

11/111/1886: Max Erdmannsdórfer dirige<br />

en Moscú la primera audición de Manfredo,<br />

op. 68. poema sinfónico de Rl. Tchaikovsky<br />

basado en la obra homónima de<br />

Lord Byron.<br />

12/111/1710: Nace en Londres el compositor<br />

Thomas Augustm Arne. De su extensa<br />

producción para la escena destaca<br />

Rule britannia (del ballet Masque Alfred<br />

de 1740), página que ha llegado a consi-<br />

130 SCHERZO<br />

derarlo como el segundo himno nacional<br />

inglés.<br />

13/111/1860: Nace en Windischgraz. Estiria.<br />

el compositor austriaco Hugo Wolf.<br />

La mayor parte de su producción está<br />

destinada al lied, Sus canciones, que se<br />

aproximan a las quinientas, están agrupadas<br />

en varios ciclos, la mayor parte de los<br />

cuales están inspirados en textos de los<br />

grandes dramaturgos y poetas (entre<br />

otros Schiller, Goethe y Moerike). Utilizó<br />

también autores españoles en sus Spa-<br />

Hugo Wolt por Carmelo<br />

nuches Liederbuch (colección de 44<br />

canciones sobre poesía española) y de Pedro<br />

Antonio de Alarcón adaptó El sombrero<br />

de tres picos para transformarlo en<br />

Der Corregidor, ópera de 1896. En 1897<br />

comenzó a escribir otra ópera basada en<br />

Manuel Venegas, también de Alarcón, pero<br />

un ataque de locura, complicado con<br />

otras graves enfermedades, le apartaron<br />

definitivamente de cualquier actividad<br />

hasta su fallecimiento (Viena, 1903).<br />

14/111/1930: En el Teatro Calderón de Madrid<br />

tiene lugar el estreno de La rosa del<br />

azafrán, zarzuela en dos actos del maestro<br />

Jacinto Guerrera, libreto de Federico<br />

Romero y Guillermo Fernández Shaw.<br />

15/111/1835: Nace en Viena el compositor<br />

y director de orquesta Eduard Strauss.<br />

Tercero de los hijos de Johann Strauss.<br />

fundador de la célebre dinastía. Aunque<br />

su producción supera las trescientas<br />

obras, fue en su actividad como director<br />

donde consiguió mayores éxitos. Al frente<br />

de la Orquesta Strauss recorrió toda<br />

Europa y Estados Unidos. En 1902, después<br />

de un concierto celebrado en Nueva<br />

York, disuelve la orquesta que su padre<br />

habla creado ochenta años atrás. Falleció<br />

en su ciudad natal en 1916.<br />

16/111/1935: Nace en Madrid la mezzosoprano<br />

Teresa Berganza.<br />

17/111/1736: Fallece en Pozzuoli el compo-<br />

sitor italiano Giovanm Battista Pergolesi.<br />

18/111/1870: Fallece en Madrid el compositor<br />

y director de orquesta Joaquín Romualdo<br />

Gaztambide y Garbayo.<br />

19/111/1913: Arturo Toscanim dirige en<br />

Nueva York la primera interpretación integra<br />

de Sons Godunov, ópera de M.<br />

Musorgsski. Estrenada en 1874 en San Ftetersburgo,<br />

conoció toda suerte de cortes<br />

y cambios a manos de la censura de<br />

la época. Rimski-fcbrsakov efectuó una revisión<br />

de la obra nada afortunada.<br />

20/111/1820: En la catedral de Colonia se<br />

celebra la entronización del archiduque<br />

Rodolfo de Austria como arzobispo de<br />

Olmütz (Moravia). Para esta ocasión<br />

Beethoven tenia previsto presentar su<br />

Missa Solemnis. op. 123, pero el compositor,<br />

por su precario estado de salud, no<br />

pudo completarla a tiempo. La Missa está<br />

dedicada al Archiduque, discípulo y<br />

amigo de Beethoven. al que también están<br />

dedicadas otras obras: Conciertos para<br />

piano Cuarto y Quinto, la Gran Fuga,<br />

Trio Archiduque y la última Sonara para<br />

violin. La Misa Solemnis fue estrenada<br />

cuatro años después en San Petersburgo<br />

(26 de marzo de 1824).<br />

21/111/1928: El Gobierno francés otorga a<br />

Manuel de Falla la Legión de Honor.<br />

22/111/1839: Félix Mendelssohn dirige en<br />

Leipzig la primera audición de la Sinfonía<br />

n." 9 (denominada «La Grande») de Franz<br />

Schubert. Esta Sinfonía, que data de 1828,<br />

fue ofrecida por el compositor a la Sociedad<br />

de Amigos de la Música de Viena.<br />

que por su «extensión y dificultad»,<br />

rechazaron interpretarla.<br />

23/111/1905: Estreno en el Teatro Apolo<br />

de Madrid de Sangre Pop, zarzuela en<br />

un acto de Amadeo Vives con libreto de<br />

Linares Rivas.<br />

24/111/1903: Gustav Mahler dirige en Viena<br />

la primera representación de Louise,<br />

ópera del compositor francés Gustave<br />

Charpentier.<br />

25/111/1967: Nace en Parma el legendario<br />

director de orquesta italiano Arturo<br />

Toscanmi.<br />

26/111/1930: Nace, en Madnd el compositor<br />

y director de orquesta Cristóbal<br />

Halffter.<br />

27/111/1945: Dirigida por Ignaz Assmayer<br />

se estrena en Viena la Misa en re mayor<br />

de OUo Nicotai.<br />

28/111/1837: Matrimonio de Félix Mendelssohn<br />

con Cecile Jeanrenaud.<br />

29/111/1982: Fallece en Munich el compositor<br />

Cari Orff.<br />

30/111/1510: Fecha aproximada del nacimiento<br />

en Castnllo de Mata|ud¡os, Burgos,<br />

del compositor y organista Félix<br />

Antonio de Cabezón.<br />

31/111/1887: Nace en San Sebastián el<br />

compositor José Maria de Usan dizaga.<br />

L.F.C.B.


• i<br />

opivios<br />

sonido europeo


AL SERVICIO (RM) DE LA MÚSICA<br />

REAL MUSICAL<br />

CARLOS III, 1<br />

(Frente al Teatro Real)<br />

Tels.: 241 30 09 - 241 31 06<br />

28013 MADRID

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