Maestro-Artesano
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124 NORBERTO OROPESA<br />
En el año 70 me casé, y el 71 nos fuimos a vivir a nuestra primera casa,<br />
para Recoleta, en la calle Rawson. Esa casa me la ofreció un compañero<br />
en la universidad, que estudiaba en el día, me dijo: “Oye, tengo<br />
esa casa de mi mamá en esa parte, te arriendo la mitad”, se dividió<br />
por la mitad. Ahí formé mi primer taller, todo a mano, si lo mío es<br />
a pura mano. Con don Gustavo Guzmán habíamos hecho moldes en<br />
la escuela, entonces aprendí como hacer los moldes de 2 caras y yo<br />
los hacía lisitos. Para hacer la matriz, con la greda se hace una figura<br />
primero, tiene que estar dura para que no se hunda y se hace una<br />
cama”de yeso alrededor y después se saca. Después, se llenan las dos<br />
caras, pero huecas, cóncavas, se unen y sale la pieza lista. Los moldes<br />
son de yeso porque tienen que absorber humedad. Yo siempre trabajé<br />
solo, con mi pura señora, que trabajó de joven conmigo. Ella ha sido<br />
muy importante en mi desarrollo como maestro y por eso quisiera que<br />
este libro sirva de reconocimiento para ella también.<br />
Mi primer horno fue un tarro forrado con ladrillos, ¡si uno se las ingeniaba<br />
como podía! Y antes, cuando salí de la Escuela 1 en Los Andes y<br />
quería meterme en la cerámica, me acuerdo que a otro compañero le<br />
conté que quería hacer un horno. El amigo me ayudó, fue a conseguirse<br />
un tarro, le colocamos un alambre, pusimos los trabajos encima y<br />
yo le metí leña. Y mientras estaban cociéndose las cosas, se reventaron<br />
todas. Claro, porque era el primer horno que hacía. Yo hago todo tipo<br />
de hornos, manejo los tiempos, las humedades, la leña, todo.<br />
A comienzos de los años 70 no era como ahora, que las familias ayudan<br />
a los niños cuando salen de la universidad. Estaba la palabra<br />
“te las arreglái como podái”. Eso lo encuentro muy bonito, siempre<br />
se los estoy poniendo como modelo a mis nietos, porque cuando<br />
vienen mis hijas el fin de semana están con el cuento de “Que este<br />
niño acá, que este niño allá”. Entonces yo voy y les digo: “Mira, esto<br />
es así y asá. Yo nací así y asá en esa época. Ahora tú tenís de todo y<br />
¿qué haces? Pasas metido en ese computador jugando, pero no. Las<br />
personas que triunfan empiezan ahora, ahora tienen que empezar”.<br />
Una vez le dije a un niño en la escuela: “Esto es como un pelotón<br />
de carreristas: tú te sentai a descansar y ahí quedaste botado en el<br />
camino”. Entonces siempre estoy tratando de darle esos ejemplos,<br />
para que ellos entiendan.