Círculo Mix-Up - Circulo Mixup

“No es que haya ido a cenar con Arcade Fire anoche, pero sí estuve platicando con ellos hace dos semanas”.
Aunque la tecnología gobierna de modo tirano sobre la música electrónica bailable,
existen rebeldes dentro de sus filas como los canadienses de Holy Fuck, quienes
hacen música ruidosamente bailable con juguetes, teclados descompuestos y
verdadera basura que encuentran en tiendas de segunda y tiraderos.
Próximo a su visita a la ciudad de México, Brian Borcherdt platicó con nosotros… Y
curiosamente no dijo ni una grosería.
¿Cómo resisten la tentación de sólo hacer
ruido en vez de ritmos y canciones con sus
métodos?
Conforme vamos creciendo y
expandiéndonos, queremos hacer grandes
discos y pienso que hemos logrado lo que
nos habíamos propuesto con nuestros
lanzamientos previos. Queríamos saltarnos
el lado consciente de tener influencias y usar
instrumentos muy limitados que pudieran
hacer solo una o dos cosas, aunque no fueran
muy musicales. Ya hicimos discos bajo ese
concepto y ahora podríamos hacer lo que
queramos, pero nos divertimos tanto en
nuestro modo de operar que así seguiremos.
¿Se sienten parte de la escena canadiense
que está teniendo tanto éxito?
Sí, somos parte de ella, y me da orgullo que
sea tan vasta y multifacética que no pueda
resumirse de manera simple. Somos unidos
pero no nos vemos todos los días; no es que
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haya ido a cenar con Arcade Fire anoche,
pero sí estuve platicando con ellos hace dos
semanas. Definitivamente hay algo que está
sucediendo y somos parte de eso, por lo
cual estoy agradecido. Siempre he querido
ser parte de algo y ayudar a la gente de mi
alrededor, y eso sigue sucediendo.
¿De donde se les ocurrió el nombre de Latin
para su último disco?
Hay dos cosas que nos vinieron a la mente:
Como sabes, nos gusta visitar las tiendas
de empeño y tiraderos para conseguir
juguetes y equipo para hacer nuestra
música; nos gusta cómo suenan las cajas
de ritmos que traen, y generalmente las
que nos gustan se llaman “latin”. Qué
tan cercano a un ritmo latino sea, no lo
sé… Seguramente es lo que piensan en
la fábrica china donde las hacen. Por eso
los títulos provisionales de las canciones
terminaron siendo “Latin 1” o “Latin rock”.
Holy Fuck
Latin
XL Recordings,
2010.
La internacionalización
de Holy
Fuck llegó
de sorpresa
en el 2007,
con su
álbum llamado LP, el cual gustó por su
uso de elementos ruidosos en ritmos
sabrosones. Cuatro años después, llega
su secuela y el modo de operar no ha
cambiado, aunque los sonidos han
sido refinados un poco, con la música
y melodías mejor desarrolladas y más
amables a los oídos.
Latin invita a la fiesta desde el momento
en que empieza y hasta que termina,
algo que probablemente los hará subir
de categoría, de “grupo curioso” a fuerza
respetable en la música contemporánea.