Impactos Socioculturales del Turismo en San Antonio de ... - Vaneduc

2. Pago de Matanza, en Merlo
3. Pago de la Costa
4. Pago de Luján, en Luján
5. Pago de Areco, en San Antonio
6. Pago de Arrecifes, en Baradero
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Si bien la aprobación definitiva de la creación de la Parroquia del Pago de Areco por parte de
la autoridad civil se verificó por Cédula Real del 19 de diciembre de 1731, la fecha del 23 de
octubre de 1730, por la trascendencia en lo que significa el reconocimiento de un núcleo
estable de vecinos de San Antonio de Areco, es la que se tiene en cuenta como referencia para
establecer la fundación del pueblo.” 5
Don José Ruiz de Arrellano, descendiente de Sancho V, rey de Navarra, llegó al Virreinato del
Río de la Plata en el año 1662.
No se tienen datos de los primeros pasos, de las primeras ocupaciones, de quien luego fuera el
fundador de San Antonio de Areco, al llegar a estas comarcas. Se sabe que era pobre, pues él
mismo lo manifiesta en su testamento, cuando dice: “Declaro que al tiempo de contraer mi
matrimonio (el primero), yo no entré a él con caudal ninguno, más que la decencia de mi
persona, por cuya razón no hice capital, porque no tenía de qué hacerlo”.
Fue casado en primeras nupcias el 26 de mayo de 1699 con Doña María Rosa de Giles y
Saavedra Monsalve, y en segundas (al fallecimiento de su esposa), con Doña María Teodora
de Suero y Giles Remón de Saavedra, sobrina de la primera, el 29 de septiembre de 1737.
En una carta con fecha 20 de febrero de 1736, en Buenos Aires, con firma de Joseph Ruiz de
Arellano, éste testimonia:
“...Por atender el alivio en lo espiritual de los estancieros de Areco y sus contornos, que no
tenían Capilla alguna, fundé a mi costa, en mi estancia, la que hoy sirve de Vice Parroquia...”
El 17 de julio de 1750, Don José Ruiz de Arellano, documentó la donación de 1.000 varas de
frente sobre el río por 9.000 varas de fondo para que con la venta de sitios, solares y cuartos de
solares atendiera a la extensión del Santuario. Esta donación la hizo mediante poder otorgado
al entonces tercer Capellán de la Capilla, Don Cristóbal de Giles, su sobrino.
La venta de estas subdivisiones, denominadas “Los terrenos del Santo”, se efectuó a través de
los sacerdotes que estuvieron a cargo de la Capilla y dio lugar a la extensión del poblado.
En los terrenos vendidos en virtud de tal autorización figuran entre los primeros compradores:
Valeria Cuello, Francisco Muñoz, Francisco Javier de Lima, Sebastián de Castro, Francisco
Álvarez, Miguel Laballen, Pascual Martinez, Agustín Salazar, Pedro A. Martinez, Francisco
Genes, Miguel Moyano, Francisco Vieytes y el Dr. Agüero. Es así como comienzan a
diagramarse lentamente las calles del pueblo.
Con el correr del tiempo, el pueblo, al extenderse paulatinamente, salió de los límites que le
destinó su fundador. Esto se comprende fácilmente, ya que un terreno de 1.000 varas de frente
(866 metros) es sumamente angosto para dar cabida a una población de mediano desarrollo, y
es por eso que la necesidad obligó a invadir las tierras linderas a uno y otro lado.
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Fagnani, “San Antonio de Areco: Pago, pueblo, ciudad. 264 años de vida Institucional”, año 1994 pág 24
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