Impactos Socioculturales del Turismo en San Antonio de ... - Vaneduc

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El ámbito del gaucho fue la llanura que se extiende, desde la Patagonia hasta el Estado de Rio
Grande del Sur, en el Brasil. Aquella inmensidad espacial que ha forjado los rasgos esenciales
de nuestra existencia, condiciona al gaucho de dos maneras:
Físicamente: debido a las grandes extensiones, poca población y al hecho de que antiguamente
las tierras no estaban parceladas.
Psicológicamente: concepto de soledad. Deambula libremente convirtiéndose en un gran
conocedor de la geografía.
Casi todas las faenas eran realizadas a caballo, elemento inseparable del gaucho, algo así como
una extensión de sí mismo. Este conocimiento acerca de su fiel compañero lo llevan a ser
hábiles en su manejo. Los distintos juegos de destreza conllevan como fin el mostrar sus
habilidades y su consiguiente búsqueda de contrato laboral por parte de los estancieros que los
observaban.
Estos juegos de destreza son: carrera de sortijas, carreras de cuadrera (velocidad y manejo), el
Pato (juego nacional), enlazar con boleadoras, la yerra, entre otros.
El caballo que acompaña al gaucho de nuestra tierra es el caballo criollo, inventado en el siglo
XX: de baja estatura, fuerte, ágil y veloz. Ejemplar ideal para el trabajo en estas tierras.
Es interesante observar que a principios del siglo pasado, la palabra Gaucho, evocaba al
hombre de campo, pero al margen de la sociedad. Más tarde se fue modificando su sentido,
con el auge de una literatura popular, que lo presentaba como un genuino hijo del país.
Numerosos son los autores literarios que inmortalizaron la obra y vida del gaucho como lo
hizo Güiraldes, entre ellos: Bartomolé Hidalgo, Ascasubi, Del Campo, Hernández, Sarmiento,
Lugones, Borges....
Las descripciones y la diversidad de sentidos que los autores otorgan a la figura del gaucho
son, por una parte, como la presencia eterna, “fuera del tiempo”, que simboliza los saberes y
mandatos de una cultura, por otra, como la figura histórica, con su indumentaria típica y la
mención a las disputas que su reconocimiento genera en las distintas regiones.
En la década del ’80 comienza la domesticación del gaucho, éste se convierte en peón. Pero
como el trabajo no le era algo común se lo va a definir como amigo de los vicios, vago y mal
entretenido.
Las pulperías se convertirán en el lugar de reunión, la cual frecuentarán al termino de la
jornada laboral.
Su transformación en jornalero o mensual asimila a éste elemento étnico casi totalmente a la
población sedentaria.
El fondo étnico de nuestra identidad nacional, reconoce en la estirpe gaucha, su más preciado
caudal, por ello, bajo la advocación de José Hernández y de Ricardo Güiraldes, que cantaron el
uno al gaucho de la frontera, y el otro, al gaucho de las reses, nacen los festejos del día de la
tradición.
A continuación se detalla por qué se elige a San Antonio de Areco como sede de estas fiestas.
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