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El Trabajo Social Comunitario en las actuales condiciones

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UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA<br />

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES<br />

LICENCIATURA DE TRABAJO SOCIAL<br />

PSICOLOGÍA SOCIAL I<br />

Curso 2004<br />

Docum<strong>en</strong>to 20<br />

Nora Aq uín<br />

EL TRABAJO SOCIAL COMUNITARIO<br />

EN LAS ACTUALES CONDICIONES:<br />

FORTALECER LA CIUDADANÍA<br />

La Lic. Nora Aquín es doc<strong>en</strong>te e investigadora<br />

<strong>en</strong> la Escuela de <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong>, Universidad Nacional<br />

de Córdoba, y ha participado reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> un<br />

Seminario <strong>en</strong> nuestra Facultad.<br />

Ha publicado una compilación de textos, bajo el título de<br />

Ensayos sobre la ciudadanía. Reflexiones desde el <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong><br />

(Bu<strong>en</strong>os Aires: Editorial Espacio, 2003).<br />

<strong>El</strong> texto aquí recogido apareció <strong>en</strong> <strong>las</strong> páginas 113 a 125<br />

de dicho texto, cuya lectura integral se recomi<strong>en</strong>da.<br />

Su <strong>en</strong>foque, desde la perspectiva del <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong>, es<br />

congru<strong>en</strong>te y complem<strong>en</strong>tario con <strong>las</strong> ori<strong>en</strong>taciones del curso.<br />

En el capítulo que discute conc epciones de ciudadaní a, hemos señalado que<br />

la mi sma se puede analizar desd e un plano j urídico, desde uno políti co o desde<br />

un o soci ocultural. La s ref l exione s d el pre se nte capítulo se ligan co n el tercer<br />

plano d e análisi s, y abor da aspect os so cioculíural es imbri cados con pr ocesos<br />

de con stitución de ciuda danía <strong>en</strong> espa cios comunitario s.<br />

A tal fin, me propongo pr es<strong>en</strong>t ar, parti<strong>en</strong>do de una c aracteri zación de lo s e spacios<br />

terri toriales <strong>en</strong> l a actuali dad, algunas implicancias de la noción y l a<br />

práct ica de ciudadanía para el Trab ajo Soci al <strong>Comunitario</strong>, para f ormular, finalm<strong>en</strong>te,<br />

algunas pr opuestas <strong>en</strong> el campo de l a int erv<strong>en</strong>ción pr of esional .<br />

1. La actuali dad d e los esp acio s territoriales<br />

Considera ndo l as rel aci one s E stado -sociedad, <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina, al i gual que <strong>en</strong><br />

gran parte d e América Latina, vemo s q ue han mostrado hi stóricame nte un claro<br />

dese quilibrio a f avor d el Estado, y una notable de bilidad por parte de l a<br />

socied ad ci vil . <strong>El</strong>l o porque el Estado arge ntino ha expr esad o históricam<strong>en</strong>te<br />

una m odalidad de relacione s sociales marc ada por un model o de autoridad<br />

paternal- verticatista y cau díllesco, productor de relaciones de f avor <strong>en</strong> detrim<strong>en</strong>to<br />

de relaciones de derec ho, e sc asame nte sujeto a r eg<strong>las</strong>, y con una impronta<br />

cli<strong>en</strong>telar capaz de con sagrar transgr esiones a cambio de ciertas gracias.<br />

Como expresiones evid<strong>en</strong>te s de esta mod alidad de relaci onami<strong>en</strong>to, se ha<br />

producido, por un lado, un estilo de política social más c ercano a una suerte


de estatuto para la minoridad <strong>en</strong> riesgo que un reconocimi<strong>en</strong>to activo de derechos<br />

sociales; y por otro, una sociedad civil altam<strong>en</strong>te dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te que, <strong>en</strong><br />

términos g<strong>en</strong>erales, ha reproducido <strong>en</strong> su interior los patrones de comportami<strong>en</strong>to<br />

verticales y autoritarios ofrecidos por el Estado, lo cual ha jugado<br />

fuertem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el plano de <strong>las</strong> prácticas y repres<strong>en</strong>taciones de sus distintas<br />

asociaciones.<br />

Sin embargo, los últimos quince años han producido ext<strong>en</strong>sas y profundas<br />

modificaciones <strong>en</strong> el modelo sociopolítico vig<strong>en</strong>te, <strong>en</strong>tre <strong>las</strong> cuales nos interesa<br />

destacar aquí la prolongada crisis económica y el virtual derrumbe del<br />

Estado b<strong>en</strong>efactor, a partir de lo cual los mercados autorregulados se han<br />

conv<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> un nuevo y poderoso imaginario que ha afectado los discursos y<br />

comportami<strong>en</strong>tos de grandes capas de la población. Concomitantem<strong>en</strong>te, se<br />

han producido importantes cambios <strong>en</strong> los procesos de reproducción cotidiana<br />

de la exist<strong>en</strong>cia 1 , <strong>en</strong> tanto el Estado ha v<strong>en</strong>ido transfiri<strong>en</strong>do <strong>las</strong> responsabilidades<br />

propias de esos procesos a <strong>las</strong> familias y grupos de b<strong>en</strong>eficiarios. Es<br />

decir que la concepción vig<strong>en</strong>te <strong>en</strong> torno a los procesos de distribución secundaria<br />

del ingreso, además de restringir dicha redistribución, asigna funciones<br />

específicas al sector público, al sector privado, al sector no gubernam<strong>en</strong>tal<br />

y al sector informal (repres<strong>en</strong>tado por relaciones sociales primarias como<br />

la familia, <strong>las</strong> relaciones de par<strong>en</strong>tesco y la vecindad). <strong>El</strong>lo <strong>en</strong> el marco de un<br />

pasaje desde una concepción de distribución secundaria basada <strong>en</strong> la oferta<br />

de servicios sociales, a una con eje <strong>en</strong> la demanda. Este pasaje implica una<br />

transfer<strong>en</strong>cia a la sociedad civil de los gastos considerados "improductivos",<br />

<strong>en</strong>tre ellos los relacionados con los servicios sociales. De ahí la transfer<strong>en</strong>cia<br />

de funciones, responsabilidades y recursos financieros a los b<strong>en</strong>eficiarios organizados<br />

<strong>en</strong> una variada gama de asociaciones no gubernam<strong>en</strong>tales. Simultáneam<strong>en</strong>te,<br />

se vi<strong>en</strong>e produci<strong>en</strong>do una resignificación profunda de lo que se<br />

considera estatal y societal, público y privado, individual y colectivo.<br />

Situados <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de la sociedad civil, el mapa vi<strong>en</strong>e pres<strong>en</strong>tando <strong>en</strong> los<br />

últimos veinte años antagonismos, desintegraciones, anomias, exclusiones<br />

múltiples e inclusiones defici<strong>en</strong>tes, discriminación <strong>en</strong>tre iguales, compet<strong>en</strong>cia<br />

e individualismo, que han producido desgarrami<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> los espacios micro,<br />

multiplicando la conflictividad. Sin embargo, y al mismo tiempo que se pres<strong>en</strong>tan<br />

<strong>condiciones</strong> de desintegración, nos <strong>en</strong>contramos fr<strong>en</strong>te a oportunidades<br />

muy ricas de una profunda reorganización de <strong>las</strong> relaciones sociales. Como<br />

sabemos, el proceso de desc<strong>en</strong>tralización de <strong>las</strong> políticas sociales, simultáneo<br />

a la revalorización de la sociedad civil (núcleos constitutivos de <strong>las</strong> prescripciones<br />

del Banco Mundial) ha provocado, además de una creci<strong>en</strong>te dificultad<br />

para acceder a ciertos bi<strong>en</strong>es y servicios, un proceso contradictorio de<br />

ampliación y fortalecimi<strong>en</strong>to de la acción colectiva a nivel comunitario, <strong>en</strong> tanto<br />

sus repres<strong>en</strong>tantes han debido constituirse como interlocutores del Estado<br />

<strong>en</strong> su calidad de otorgante de servicios sociales locales 2 .<br />

Es así que <strong>las</strong> cada vez mayores dificultades para acceder a ciertos bi<strong>en</strong>es y<br />

servicios —sea por escasez <strong>en</strong> el mercado, por escasez <strong>en</strong> los ingresos domésticos,<br />

por insufici<strong>en</strong>cia de los servicios públicos u otras situaciones— han<br />

1 Ent<strong>en</strong>dida como el conjunto de actividades extraproductivas de muy distinto<br />

ord<strong>en</strong>, a través de <strong>las</strong> cuales los individuos, grupos, sectores e instancias<br />

sociales propugnan, int<strong>en</strong>cionalm<strong>en</strong>te o no, mant<strong>en</strong>er o mejorar <strong>las</strong> <strong>condiciones</strong><br />

de vida adquiridas <strong>en</strong> una situación social dada.<br />

2 En los hechos, <strong>las</strong> decisiones de la política pública han quedado conc<strong>en</strong>tradas<br />

<strong>en</strong> la cúspide tecno-burocrática del Estado, cuya pret<strong>en</strong>sión fundam<strong>en</strong>tal<br />

estriba <strong>en</strong> aliviar<strong>las</strong> del control ciudadano y proteger<strong>las</strong> de la presión de <strong>las</strong><br />

demandas de la sociedad. La sociedad civil, por su parte, queda liberada a sí<br />

misma, emancipada de la tutela estatal y con nuevas responsabilidades de<br />

gestión de servicios para los que carece de recursos o que, <strong>en</strong> todo caso,<br />

quedan <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te a merced de <strong>las</strong> reg<strong>las</strong> del mercado.


demostrado ser un importante motor de acciones colectivas y de participación<br />

<strong>en</strong> el ámbito de lo público, particularm<strong>en</strong>te del espacio barrial, <strong>en</strong> el que proliferan<br />

microempr<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>tos productivos, cooperativas de consumo y de producción,<br />

asambleas, organizaciones de desocupados y otras experi<strong>en</strong>cias que<br />

dan cu<strong>en</strong>ta de que, a pesar de la flaqueza del Estado de Bi<strong>en</strong>estar, la población<br />

ha dispuesto tomar <strong>en</strong> sus manos aspectos que afectan a su propia reproducción,<br />

como una de <strong>las</strong> salidas a la t<strong>en</strong>sión <strong>en</strong>tre <strong>las</strong> promesas de la<br />

democracia y los reclamos más urg<strong>en</strong>tes de los sectores empobrecidos, por<br />

un lado, y los resultados concretos obt<strong>en</strong>idos a través del funcionami<strong>en</strong>to del<br />

régim<strong>en</strong> político, por el otro 3 . En esta perspectiva, los espacios territoriales se<br />

han constituido <strong>en</strong> esc<strong>en</strong>arios de demanda de cuestiones que exced<strong>en</strong> <strong>las</strong><br />

luchas por el derecho al espacio 4 , abarcando necesidades ligadas al trabajo y<br />

a estrategias colectivas de sobreviv<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong>tre otras. Efectivam<strong>en</strong>te, como<br />

expresión de f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>os g<strong>en</strong>eralizados de desocupación y de feminización de<br />

la pobreza, se evid<strong>en</strong>cia un conjunto de modificaciones <strong>en</strong> <strong>las</strong> dinámicas familiares<br />

y <strong>en</strong> los roles tradicionales, desplazami<strong>en</strong>tos <strong>en</strong> relación con <strong>las</strong> funciones<br />

habituales, modificaciones <strong>en</strong> la cantidad de tiempo que transcurre <strong>en</strong><br />

el barrio, y demandas por espacios, instituciones y organizaciones locales<br />

que alivian<strong>en</strong> <strong>las</strong> tareas propias de la reproducción doméstica.<br />

2. P<strong>en</strong>sar la ciudadanía <strong>en</strong> <strong>las</strong> nuevas <strong>condiciones</strong> de los espacios territoriales<br />

Nuevos actores, nuevos objetos de disputa, nuevas formas organizativas<br />

asoman o se consolidan <strong>en</strong> el espacio público societal, dando lugar a lo que<br />

se vi<strong>en</strong>e d<strong>en</strong>ominando como ciudadanía emerg<strong>en</strong>te 5 que se abre paso <strong>en</strong> <strong>las</strong><br />

<strong>condiciones</strong> que impone la "democratización con ajuste", y cuyo s<strong>en</strong>tido y direccionalidad<br />

se puede considerar opuesto al proceso de “desciudadanización”<br />

6 que marcó la década anterior.<br />

P<strong>en</strong>sar <strong>en</strong> los términos propuestos por el subtítulo, implica reflexionar <strong>en</strong><br />

torno a <strong>las</strong> posibilidades y limitaciones de la ciudadanía como actividad deseable,<br />

direccionada a una profundización de la calidad de la ciudadanía y su<br />

ext<strong>en</strong>sión <strong>en</strong> correspond<strong>en</strong>cia con la calidad y la ext<strong>en</strong>sión de la partición <strong>en</strong><br />

la comunidad de pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia, y con la democracia. Es <strong>en</strong> ella que se pued<strong>en</strong><br />

definir <strong>las</strong> formas de id<strong>en</strong>tidad ciudadana más significativas para la propia<br />

g<strong>en</strong>te, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta que la id<strong>en</strong>tidad ciudadana implica ideas compartidas,<br />

de <strong>las</strong> cuales se sigu<strong>en</strong> instituciones y constituciones 7 .<br />

3 Tomado de Repetto, E: "Política <strong>Social</strong> <strong>en</strong>tre la democracia y el desarrollo",<br />

<strong>en</strong> revista Nueva Sociedad Nº 131, V<strong>en</strong>ezuela, mayo-junio, 1994.<br />

4 Más adelante hacemos una breve refer<strong>en</strong>cia a este concepto acuñado por<br />

Oszlak (1991).<br />

5 Así la d<strong>en</strong>omina <strong>El</strong>izabeth Jelin <strong>en</strong> su artículo "¿Ciudadanía emerg<strong>en</strong>te o<br />

exclusión?". En revista Sociedad NQ 8, Facultad de Ci<strong>en</strong>cias <strong>Social</strong>es, UBA,<br />

abril de 1996.<br />

6 <strong>El</strong> término "desciudadanización" es utilizado por Eduardo Grüner <strong>en</strong> su artículo<br />

"Las fronteras del desord<strong>en</strong>. Apuntes sobre el estado de la sociedad<br />

civil bajo el m<strong>en</strong>emato", <strong>en</strong> el lit <strong>El</strong> M<strong>en</strong>emato. Radiografía de dos años de<br />

gobierno de Carlos M<strong>en</strong>em; Ediciones Letra Bu<strong>en</strong>a,'! Bu<strong>en</strong>os Aires, 1991. Y<br />

define la desciudadanización como la pérdida de id<strong>en</strong>tificación, tanto i»¡<br />

cional como afectiva, con <strong>las</strong> instituciones repres<strong>en</strong>tativas de los derechos<br />

de ciudadanía.<br />

7<br />

Esta idea pert<strong>en</strong>ece a Adam Przeworski, citado por Charles Tilly <strong>en</strong> su artículo<br />

"La democracia es un lago", <strong>en</strong> revista Sociedad Nº 7, Facultad de<br />

Ci<strong>en</strong>cias <strong>Social</strong>es, UBA, octubre de 1995, traducción de Javier Auyero.


Villavic<strong>en</strong>cio y García Raggio 8 <strong>en</strong>fatizan tres dim<strong>en</strong>siones del s<strong>en</strong>tido la ciudadanía:<br />

<strong>en</strong> primer lugar, la ciudadanía se id<strong>en</strong>tifica con los derechos —<br />

civiles, políticos y sociales— cuya dinámica cambiante lleva a una ampliación<br />

o a una restricción de s<strong>en</strong>tido. En segundo lugar, la ciudadanía es pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia<br />

a la comunidad política. Y <strong>en</strong> tercer término, la ciudadanía es participación,<br />

<strong>en</strong> la que derechos significa no sólo su letra legal sino su ejercicio efectivo<br />

y <strong>en</strong> la que pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia es, asimismo, participación <strong>en</strong> la construcción de<br />

una id<strong>en</strong>tidad y de un ord<strong>en</strong> político democrático.<br />

Ent<strong>en</strong>demos que <strong>las</strong> tres dim<strong>en</strong>siones <strong>en</strong>unciadas ti<strong>en</strong><strong>en</strong> resonancia <strong>en</strong> los<br />

espacios locales. De ahí nuestra afirmación <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de que el <strong>Trabajo</strong><br />

<strong>Social</strong> puede aportar a la construcción de ciudadanía trabajando <strong>en</strong> s<strong>en</strong>o de<br />

organizaciones de la sociedad civil, <strong>en</strong> particular <strong>en</strong> el espacio territorial. Un<br />

espacio que <strong>en</strong> la actualidad —particularm<strong>en</strong>te a partir de diciembre de<br />

2001— se pres<strong>en</strong>ta como propicio para la problematización colectiva, producto<br />

<strong>en</strong> gran medida de <strong>las</strong> transformaciones ocurridas <strong>en</strong> el mundo del trabajo,<br />

y que arrojan consecu<strong>en</strong>cias <strong>en</strong> <strong>las</strong> <strong>condiciones</strong> objetivas de vida, <strong>en</strong> <strong>las</strong> percepciones<br />

y <strong>en</strong> la red de solidaridades y pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cias de los sujetos, con evid<strong>en</strong>tes<br />

cambios <strong>en</strong> <strong>las</strong> modalidades tradicionales de asociación, dando lugar a<br />

nuevas lógicas de acción colectiva.<br />

En g<strong>en</strong>eral, los teóricos de la sociedad civil —p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to comunitarista de<br />

sólido arraigo <strong>en</strong> la década de los '80— sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> que ni el mercado ni la participación<br />

política garantizan el desarrollo de una perspectiva democrática,<br />

sino que ella es posible trabajando <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de <strong>las</strong> organizaciones de la<br />

sociedad civil: sindicatos, familias, asociaciones étnicas, cooperativas, grupos<br />

de protección del medio ambi<strong>en</strong>te, asociaciones de vecinos, grupos de apoyo<br />

a <strong>las</strong> mujeres; donde se desarrolla una virtud que es es<strong>en</strong>cial a la democracia:<br />

la virtud del compromiso mutuo, que adquiere un carácter crucial <strong>en</strong> la<br />

constitución de ciudadanos, y como mediación fr<strong>en</strong>te a otros compromisos que<br />

sost<strong>en</strong>emos <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de la acción civil y <strong>en</strong> el conjunto del espacio público<br />

—tanto societal como estatal—, promovi<strong>en</strong>do una actuación transversal.<br />

Históricam<strong>en</strong>te, el <strong>en</strong>clave territorial de los sectores de pobreza ha sido esc<strong>en</strong>ario<br />

de luchas por el derecho al espacio 9 ligado a externalidades propias de<br />

la localización de la vivi<strong>en</strong>da, tales como la educación, la recreación, la fu<strong>en</strong>te<br />

de trabajo, la salud, el transporte y otros servicios. En los últimos tiempos,<br />

se habla de la territorialización de la conflictiva social, al calor de la pérdida<br />

de d<strong>en</strong>sidad de la fábrica como espacio de expresión de demandas, y de los<br />

procesos impuestos de desc<strong>en</strong>tralización 10 , lo que produce una revitalización<br />

de la condición de vecino como atributo de id<strong>en</strong>tidad.<br />

Trabajar <strong>en</strong> los espacios comunitarios <strong>en</strong> la perspectiva de la ciudadanía, requiere<br />

una expresa difer<strong>en</strong>ciación al m<strong>en</strong>os con dos posiciones vig<strong>en</strong>tes; por<br />

una parte, con aquella que, <strong>en</strong> base a cálculos de costo-b<strong>en</strong>eficio y político­<br />

8 "Nuevas cuestiones <strong>en</strong> tomo a la ciudadanía", <strong>en</strong> revista Sociedad Nº 7,<br />

Facultad de Ci<strong>en</strong>cias <strong>Social</strong>es, UBA, octubre de 1995.<br />

9 En este aspecto, Oscar Oszlak, <strong>en</strong> su libro Merecer la ciudad. Los pobres y<br />

el derecho al espacio urbano (Estudios CEDES-Humanitas, Bu<strong>en</strong>os Aires,<br />

1991), define: "...el derecho al espacio debe <strong>en</strong>t<strong>en</strong>derse... como un derecho<br />

al goce de <strong>las</strong> oportunidades sociales y económicas asociadas a la localización<br />

de la vivi<strong>en</strong>da o actividad. Perder o sufrir la restricción de ese derecho<br />

puede suponer, además del ev<strong>en</strong>tual desarraigo físico, el deterioro de <strong>las</strong><br />

<strong>condiciones</strong> de vida material <strong>en</strong> cada uno de los planos <strong>en</strong> que existían externalidades<br />

vinculadas con la localización espacial. Esto marca, <strong>en</strong>tonces,<br />

una segunda distinción: el derecho al espacio se ejerce sobre bi<strong>en</strong>es desigualm<strong>en</strong>te<br />

situados respecto del acceso a oportunidades económicas o a la<br />

satisfacción de necesidades de la vida material (pág. 24).<br />

10 Desc<strong>en</strong>tralización que además de impuesta es asimétrica, <strong>en</strong> tanto se<br />

transfier<strong>en</strong> <strong>en</strong> gran medida problemas, y <strong>en</strong> pequeña medida recursos y decisiones.


electorales, sosti<strong>en</strong><strong>en</strong> la conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>cia de la inserción <strong>en</strong> estos espacios,<br />

apuntando a la efici<strong>en</strong>cia y control social de la pobreza, <strong>en</strong> el marco de lo que<br />

Bustelo y Minujin 11 d<strong>en</strong>ominan ciudadanía asistida.<br />

Por otra parte, también nos difer<strong>en</strong>ciamos de qui<strong>en</strong>es pregonan la acción social<br />

basada <strong>en</strong> deberes morales, <strong>en</strong> el ejercicio de virtudes y <strong>en</strong> s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos<br />

de piedad, como pued<strong>en</strong> ser <strong>las</strong> <strong>actuales</strong> propuestas del voluntariado. Por el<br />

contrario, nos inscribimos <strong>en</strong> la línea que sosti<strong>en</strong>e la importancia de profundizar<br />

y expandir la ciudadanía <strong>en</strong> el trabajo comunitario, <strong>en</strong> tanto pot<strong>en</strong>cia la<br />

realización de los valores de solidaridad, justicia, igualdad y libertad. En esta<br />

perspectiva —que inauguró el mismo Marshall—, seguimos p<strong>en</strong>sando <strong>en</strong> los<br />

derechos ciudadanos como habilitaciones para su ejercicio, como desarrollo<br />

de capacidades, abiertos a la posibilidad de su conquista, y que por lo tanto<br />

presupon<strong>en</strong> la constitución de actores que "gan<strong>en</strong>" el espacio político que<br />

posibilite su implem<strong>en</strong>tación efectiva.<br />

3. <strong>El</strong> <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong> <strong>Comunitario</strong> que proponemos<br />

Para el <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong>, un eje <strong>en</strong> relación al cual se posicionan <strong>las</strong> distintas<br />

perspectivas está delineado por la concepción de la "cuestión social" 12 y de<br />

los sujetos que la sufr<strong>en</strong>, de lo que ella es y de sus oríg<strong>en</strong>es y consecu<strong>en</strong>cias<br />

sociales. He sost<strong>en</strong>ido 13 que nuestro campo, particularm<strong>en</strong>te la segunda mitad<br />

de la década de los '90, ha sido impactado por la reestructuración neoliberal<br />

de <strong>las</strong> relaciones Estado-sociedad, afectando nuestras teorías, nuestra inserción<br />

laboral, nuestras <strong>condiciones</strong> de trabajo, y viol<strong>en</strong>tando <strong>las</strong> bases funcionales<br />

y simbólicas de nuestro oficio, produci<strong>en</strong>do una t<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia que hemos<br />

d<strong>en</strong>ominado reconceptualización conservadora 14 , tributaria de una concepción<br />

neofilantrópica del <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong>, que se conforma con evitar lo peor, que<br />

psicologiza la cuestión social, que interacciona con el otro como víctima, que<br />

promueve la instalación de la acción social voluntaria <strong>en</strong> base a s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>tos<br />

de piedad, y que apela al p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to tecnocrático que transforma los pro­<br />

11 En su trabajo d<strong>en</strong>ominado "La política social esquiva", que fuera pres<strong>en</strong>tado<br />

<strong>en</strong> el Primer Congreso del C<strong>en</strong>tro Interamericano para el Desarrollo, <strong>en</strong><br />

Río de Janeiro, los autores contrapon<strong>en</strong> dos paradigmas de ciudadanía: la<br />

asistida y la emancipada; atribuy<strong>en</strong> a la primera la predominancia del hombre<br />

económico y la maximización del b<strong>en</strong>eficio personal, negando el interés<br />

público, y por lo tanto, la solidaridad. La segunda ti<strong>en</strong>e como ejes la constitución<br />

de actores sociales y la construcción de la igualdad social, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida<br />

como equidad y como justicia distributiva.<br />

12 Ent<strong>en</strong>dida <strong>en</strong> los términos de Castel, como la aporía fundam<strong>en</strong>tal a través<br />

de la cual una sociedad experim<strong>en</strong>ta el <strong>en</strong>igma de su cohesión y trata de<br />

conjurar el riesgo de su fractura, y como el desafío que interroga, que pone<br />

<strong>en</strong> tela de juicio la capacidad de una sociedad de existir como un conjunto<br />

ligado por relaciones de interdep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia. En Castel, R. (1995): La metamorfosis<br />

de la cuestión social. Una crónica del salariado. Paidós, Bu<strong>en</strong>os<br />

Aires.<br />

13 En Aquín, N.: "¿Hacia una reconceptualización conservadora del <strong>Trabajo</strong><br />

<strong>Social</strong>?". Revista Conci<strong>en</strong>cia <strong>Social</strong> Nº 1, publicación de la Escuela de <strong>Trabajo</strong><br />

<strong>Social</strong> de la Universidad Nacional de Córdoba, diciembre de 2001. Esta<br />

publicación vio la luz pocos días antes del 19 de diciembre.<br />

14 Para difer<strong>en</strong>ciarla de la contund<strong>en</strong>cia del Movimi<strong>en</strong>to de Reconceptualización<br />

de los años 70, que expresó una ruptura epistemológica, ideológica y<br />

política con los postulados anteriores, acorde con la promesa de la utopía<br />

socialista y al calor del auge de los movimi<strong>en</strong>tos de masas <strong>en</strong> la América<br />

dep<strong>en</strong>di<strong>en</strong>te.


lemas sociales <strong>en</strong> problemas técnicos de costo-b<strong>en</strong>eficio, acotando su horizonte<br />

a la administración del statu quo, consinti<strong>en</strong>do que la destreza suplante<br />

a la conci<strong>en</strong>cia y la voluntad colectiva.<br />

La reconceptualización conservadora <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o del <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong> <strong>en</strong>contró<br />

sus <strong>condiciones</strong> de exist<strong>en</strong>cia y de posibilidad <strong>en</strong> el neoconservadurismo y el<br />

neoliberalismo de <strong>las</strong> transformaciones ocurridas, reconfirmando que el s<strong>en</strong>tido<br />

y direccionalidad de <strong>las</strong> profesiones no se define sólo por cont<strong>en</strong>idos discursivos,<br />

y mucho m<strong>en</strong>os por la sola voluntad de los ag<strong>en</strong>tes profesionales,<br />

sino que se define por su inserción <strong>en</strong> la dinámica social como una práctica<br />

social específica, condicionada por determinaciones objetivas y por la correlación<br />

de fuerzas vig<strong>en</strong>te. Y si de determinaciones objetivas y de correlación<br />

de fuerzas se trata, se plantea la paradoja de una situación a la vez muy difícil<br />

y de una <strong>en</strong>orme riqueza para el <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong>. En efecto, diciembre de<br />

2001 hizo visible con mayor fuerza procesos sociales que se v<strong>en</strong>ían desarrollando<br />

<strong>en</strong> nuestra sociedad y que justifican un prud<strong>en</strong>te optimismo desde el<br />

cual mirar a la Arg<strong>en</strong>tina, particularm<strong>en</strong>te si establecemos una comparación<br />

con la década anterior 15 . Prud<strong>en</strong>te de manera de no promover la evasión a<br />

través de una utopía prometeica, y a la vez optimista para int<strong>en</strong>tar aquilatar<br />

<strong>en</strong> su real dim<strong>en</strong>sión este mom<strong>en</strong>to transformador, y sus implicancias para el<br />

<strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong>, particularm<strong>en</strong>te el comunitario.<br />

Sost<strong>en</strong>emos 16 que el <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong>, como toda práctica social, está estructurado<br />

por una situación macrosocial estructurante, y que implica una interv<strong>en</strong>ción<br />

social con el propósito de transformar o estabilizar cierto aspecto de<br />

la realidad social. En este marco, el <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong> participa al mismo tiempo<br />

de <strong>las</strong> características de una práctica distributiva —como distribución de valores<br />

de uso <strong>en</strong>tre individuos y grupos, cuyo objetivo es lograr una distribución<br />

deseada— y al mismo tiempo de aspectos propios de la práctica cultural —<br />

<strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida como constelación de símbolos y formas culturales sobre <strong>las</strong> que se<br />

forman <strong>las</strong> líneas de solidaridad y fragm<strong>en</strong>tación <strong>en</strong>tre grupos, y su propósito<br />

es la transformación o reproducción de estas herrami<strong>en</strong>tas del discurso—.<br />

La esfera comunitaria de nuestra interv<strong>en</strong>ción aborda específicam<strong>en</strong>te los<br />

obstáculos que ciertos sectores pres<strong>en</strong>tan para reproducir su exist<strong>en</strong>cia, particularm<strong>en</strong>te<br />

<strong>en</strong> la dim<strong>en</strong>sión pública de la reproducción cotidiana 17 . La impo­<br />

15 En un capítulo publicado durante el año 2002, titulado "Continuidades y<br />

rupturas de <strong>las</strong> formas de interv<strong>en</strong>ción con grupos y comunidades. ¿Una<br />

nueva reconceptualización?", sost<strong>en</strong>ía: "Es paradójico y a ia vez doloroso<br />

reconocer un optimismo <strong>en</strong>raizado <strong>en</strong> <strong>las</strong> <strong>condiciones</strong> mismas de miseria del<br />

pres<strong>en</strong>te: sin embargo la demanda actual —por cierto que sincrética y confusa—<br />

de un cambio, expresada por distintos sectores de ia sociedad, se<br />

<strong>en</strong>raiza precisam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> esas <strong>condiciones</strong>. Y decimos prud<strong>en</strong>te optimismo,<br />

porque como diría Feyerab<strong>en</strong>d, el punto de partida de la utopía no es una<br />

<strong>en</strong>soñación cualquiera, pues de este modo siempre se corre el peligro de<br />

fuga y escape de la realidad hacia un idealismo que evada el mom<strong>en</strong>to trans<br />

formador; la utopía fructífera se nutre, por el contrario, del reconocimi<strong>en</strong>to<br />

tanto de la profunda desdicha del ahora, como de que <strong>las</strong> sociedades finalm<strong>en</strong>te<br />

siempre son dueñas de su propio destino". En Netto. P., et al (2002):<br />

Nuevos esc<strong>en</strong>arios y práctica profesional. Una mirada crítica desde el <strong>Trabajo</strong><br />

<strong>Social</strong>: Espacio Editorial, Bu<strong>en</strong>os Aires.<br />

16 Aquín, N. "Las implicancias de la categoría <strong>en</strong> la interv<strong>en</strong>ción profesional".<br />

En revista Prospectiva Nº 4, publicación de la Escuela de <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong> y<br />

Desarrollo Humano de la Facultad de Humanidades, Universidad del Valle,<br />

Cali. Colombia, diciembre de 2000. También se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> Aquín. N,: "La<br />

categoría y la condición de ciudadanos <strong>en</strong> el campo problemático del <strong>Trabajo</strong><br />

<strong>Social</strong>"; <strong>en</strong> revista Miradas N" 1, publicación del Colegio Profesional de Trabajadores<br />

<strong>Social</strong>es de la Provincia de Santa Fe, noviembre de 2000.<br />

17 Ent<strong>en</strong>demos por reproducción el conjunto de actividades extraproductivas<br />

que individuos, grupos e instancias sociales desarrollan para mant<strong>en</strong>er o<br />

mejorar <strong>las</strong> <strong>condiciones</strong> de vida alcanzadas. La idea de reproducción cotidia­


sibilidad de resolución individual de ciertas necesidades, determina la creación<br />

de un espacio social donde <strong>las</strong> dim<strong>en</strong>siones de lo público, lo privado y lo<br />

estatal se <strong>en</strong>trecruzan de distintos modos y con distintos grados de formalización,<br />

al interior del espacio público societal.<br />

Esta dim<strong>en</strong>sión pública de los procesos reproductivos implica la lucha por el<br />

derecho al espacio 18 y se expresa <strong>en</strong> el ord<strong>en</strong> material por demandas de vivi<strong>en</strong>da,<br />

infraestructura y servicios —que g<strong>en</strong>éricam<strong>en</strong>te se reconoc<strong>en</strong> como<br />

derechos sociales de ciudadanía—, y <strong>en</strong> el ord<strong>en</strong> no material exige concomitantem<strong>en</strong>te<br />

procesos de capacitación y organización que permitan a los sujetos<br />

hacer fr<strong>en</strong>te a tales necesidades. Con lo cual estamos reconoci<strong>en</strong>do, <strong>en</strong><br />

este nivel de abordaje, tres dim<strong>en</strong>siones: resolutiva, educativa y organizativa.<br />

Así, los sujetos del <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong> <strong>Comunitario</strong> son organizaciones de distinto<br />

tipo, de diverso grado de formalización y de distinta normatividad, que expresan<br />

la manera específica que los sectores sociales asum<strong>en</strong> para <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tar sus<br />

necesidades, y que ti<strong>en</strong><strong>en</strong> un <strong>en</strong>clave territorial. Pero, además, un elem<strong>en</strong>to<br />

c<strong>en</strong>tral a t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> la definición y concepción del espacio poblacional<br />

reside <strong>en</strong> considerar la exist<strong>en</strong>cia de una estrecha relación <strong>en</strong>tre espacio<br />

territorial y posición social; los dispositivos territoriales expresan de manera<br />

contradictoria los procesos fundam<strong>en</strong>tales que acontec<strong>en</strong> <strong>en</strong> el conjunto social.<br />

De ello se deriva, <strong>en</strong> relación a la ciudadanía, que los sujetos del <strong>Trabajo</strong><br />

<strong>Social</strong> comunitario son, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, ciudadanos nominales 19 .<br />

T<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta estas afirmaciones y <strong>las</strong> caracterizaciones anteriores:<br />

¿qué <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong> <strong>Comunitario</strong> proponemos?<br />

• Una interv<strong>en</strong>ción que parti<strong>en</strong>do de la acción, colabore <strong>en</strong> la constitución<br />

de ciudadanos.<br />

En distintos capítulos de este libro queda expresada la ligazón estrecha <strong>en</strong>tre<br />

<strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong> y derechos sociales de ciudadanía, y ello es sin dudas válido<br />

para el nivel de abordaje comunitario, <strong>en</strong> tanto ar<strong>en</strong>a de intersección <strong>en</strong>tre el<br />

espacio público estatal y el espacio público societal. También ha quedado<br />

expresado que tanto la ampliación como la restricción de los servicios sociales<br />

son a la vez expresión de y contribución a la vig<strong>en</strong>cia de la democracia<br />

política y social.<br />

Por otra parte, hemos sost<strong>en</strong>ido que la sociedad civil se ha poblado de demandas<br />

y principios de acción que ya no son at<strong>en</strong>didos por la institucionalidad<br />

estatal, al mismo tiempo que se han "fugado" del reino de lo privado para<br />

instalarse <strong>en</strong> esta dim<strong>en</strong>sión de la esfera pública. De ahí la eficacia de la noción<br />

de ciudadano de la sociedad civil, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida como conjunto de derechos<br />

y prácticas participativas que se ejercitan y operan tanto a nivel del Estado<br />

como de la sociedad civil20. Esta afirmación supone la exploración de todas<br />

<strong>las</strong> vías posibles de desarrollo societario de la iniciativa y la participación de<br />

na se deriva de la propuesta de Jelin, qui<strong>en</strong> la difer<strong>en</strong>cia de la reproducción<br />

biológica y la social, y a su vez considera <strong>en</strong> su s<strong>en</strong>o dos dim<strong>en</strong>siones: la<br />

doméstica y la pública.<br />

18 Oszlak, op. cit.<br />

19 A partir del análisis de la t<strong>en</strong>sión <strong>en</strong>tre igualdad política y desigualdad<br />

social, Hugo Quiroga designa como ciudadanos nominales o incompletos a<br />

aquellos que no pued<strong>en</strong> ejercer pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te los atributos correspondi<strong>en</strong>tes a<br />

su condición. "Democracia, ciudadanía y el sueño del ord<strong>en</strong> justo", <strong>en</strong> Quiroga,<br />

H., et al (2001): Filosofías de la ciudadanía. Homo Sapi<strong>en</strong>s Ediciones,<br />

Santa Fe.<br />

20 Quiroga, H., op. cit., pág. 198.


aquellos sujetos que, abandonados por el Estado, por un lado, y exigidos a<br />

trasc<strong>en</strong>der su particularidad, por el otro, se reún<strong>en</strong> <strong>en</strong> el horizonte de establecer<br />

vínculos solidarios.<br />

Sin embargo, no estamos p<strong>en</strong>sando <strong>en</strong> una sustitución de la ciudadanía como<br />

relación específica de los individuos fr<strong>en</strong>te al Estado, sino <strong>en</strong> una construcción<br />

de ciudadanos a cabalidad, que lo son tanto de cara al Estado como a la<br />

sociedad civil. En este s<strong>en</strong>tido, también resulta fructífero desarrollar interv<strong>en</strong>ciones<br />

transversales que trasci<strong>en</strong>dan la particularidad de cada una de <strong>las</strong> comunidades,<br />

para que éstas logr<strong>en</strong> articularse <strong>en</strong>tre sí y a la vez colocar sus<br />

demandas <strong>en</strong> el espacio público más amplio.<br />

• Una interv<strong>en</strong>ción que afirme los valores de igualdad, justicia, libertad<br />

y solidaridad<br />

La propuesta de formación <strong>en</strong> valores parte del reconocimi<strong>en</strong>to de que el<br />

comportami<strong>en</strong>to cotidiano se rige por una heterog<strong>en</strong>eidad de valores, niveles<br />

y cont<strong>en</strong>idos, de modo que cuando se habla de estructura de valores se habla<br />

al mismo tiempo de articulación de diversidades. Por otra parte, la formación<br />

de valores no sólo implica la transmisión, como actitud int<strong>en</strong>cional de formar<br />

<strong>en</strong> ciertos y determinados valores que ti<strong>en</strong>e como resultado la aceptación de<br />

éstos, sino que también supone la elección e internalización de <strong>las</strong> refer<strong>en</strong>cias<br />

axiológicas que se articulan <strong>en</strong> <strong>las</strong> difer<strong>en</strong>tes esferas de relación <strong>en</strong> <strong>las</strong><br />

que participa un individuo, <strong>en</strong> una realidad condicionada y desde determinadas<br />

posiciones de sujeto.<br />

La construcción de ciudadanía implica el desarrollo de valores y cre<strong>en</strong>cias<br />

compartidas, lo cual es tan importante para la acción colectiva como la organización<br />

de los sujetos. Creemos que la constitución de ciudadanos de la sociedad<br />

civil y ciudadanos del Estado desde los espacios comunitarios, exige<br />

interv<strong>en</strong>ciones que, <strong>en</strong> la dim<strong>en</strong>sión cultural de nuestra práctica, desarroll<strong>en</strong><br />

valores:<br />

Libertad, <strong>en</strong> tres dim<strong>en</strong>siones: <strong>en</strong> primer lugar, la posibilidad consci<strong>en</strong>te de<br />

los ciudadanos de hacer valer sus garantías contra la arbitrariedad política o<br />

fr<strong>en</strong>te a la fuerza y la coacción organizada estatalm<strong>en</strong>te 21 . En segundo lugar,<br />

el reconocimi<strong>en</strong>to del derecho a la participación <strong>en</strong> los distintos niveles que<br />

conforman la institucionalidad socio-política —partidos, organizaciones vecinales,<br />

cooperativas, sindicato y otros— de manera de desarrollar capacidad<br />

política <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de la sociedad civil. Y <strong>en</strong> tercer lugar, libertad de demanda<br />

de aquellos bi<strong>en</strong>es que, como la educación, la justicia, seguridad y la sust<strong>en</strong>tabilidad<br />

ambi<strong>en</strong>tal, aseguran la posibilidad de igualación de oportunidades <strong>en</strong><br />

relación a la calidad de vida.<br />

Igualdad <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>tido de igualdad de oportunidades, apoyando a los más<br />

débiles para que particip<strong>en</strong> igualitariam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> la vida social. Esta posición<br />

reconoce que la igualdad debe ser promovida activam<strong>en</strong>te, a la vez reconoce<br />

que hay presupuestos para la participación igualitaria <strong>en</strong> la vida social que<br />

deb<strong>en</strong> ser aportados desde interv<strong>en</strong>ciones que no dep<strong>en</strong>dan de la dotación<br />

inicial de recursos de los ag<strong>en</strong>tes 22 . Además, pret<strong>en</strong>de forjar la conci<strong>en</strong>cia de<br />

equidad, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida como proporcionalidad <strong>en</strong> el acceso al b<strong>en</strong>eficios y costos<br />

del desarrollo, y justicia distributiva con base <strong>en</strong> la solidaridad colectiva 23 .<br />

21 Lo que se conoce como libertades negativas, de gran relevancia <strong>en</strong> sociedades <strong>en</strong><br />

<strong>las</strong> que, como <strong>en</strong> Arg<strong>en</strong>tina, es evid<strong>en</strong>te la arbitrariedad de los aparatos estatales<br />

fr<strong>en</strong>te a los derechos individuales, atravesada por indudables discriminaciones c<strong>las</strong>istas.<br />

22 Tomado de Aquín, N., et al : Vig<strong>en</strong>cia de valores de ciudadanía <strong>en</strong> la sociedad cor­<br />

dobesa : informes finales 1999 y 2001.<br />

23 Bustelo y Minujin, op. cit.


Solidaridad, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida estrictam<strong>en</strong>te como "operar colectivam<strong>en</strong>te, junto a<br />

otros, para resolver problemas" 24 , y decimos estrictam<strong>en</strong>te con la pret<strong>en</strong>sión<br />

de difer<strong>en</strong>ciar nuestro planteo fr<strong>en</strong>te a la moda de la solidaridad empar<strong>en</strong>tada<br />

con el deber moral, que ti<strong>en</strong>de a instalarse <strong>en</strong> el imaginario social como la<br />

piedad con el que m<strong>en</strong>os ti<strong>en</strong>e. En nuestra perspectiva, el valor de la solidaridad<br />

cu<strong>en</strong>ta con un aspecto muy específico que d<strong>en</strong>ota la disposición a la acción<br />

colectiva; se empar<strong>en</strong>ta <strong>en</strong>tonces con la cooperación, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dida como<br />

"operar conjuntam<strong>en</strong>te con otros".<br />

• Una interv<strong>en</strong>ción que desarrollando la participación social se dirija<br />

hacia la participación ciudadana.<br />

Ent<strong>en</strong>demos que la complejización de los espacios territoriales propia de<br />

nuestra época, ofrece valiosas oportunidades para la construcción de la participación<br />

ciudadana a partir de la participación social. Es mi interés difer<strong>en</strong>ciar<br />

estos dos tipos de participación, señalando que la participación ciudadana<br />

trasci<strong>en</strong>de a la social <strong>en</strong> tanto ti<strong>en</strong>e <strong>en</strong> su horizonte ya no sólo el espacio público<br />

societal, sino también el público estatal, y se propone incidir <strong>en</strong> la formación<br />

de políticas públicas, int<strong>en</strong>tando ingresar <strong>en</strong> la ag<strong>en</strong>da política aquellos<br />

temas que afectan a la g<strong>en</strong>te <strong>en</strong> sus espacios micro. Podría decirse, <strong>en</strong><br />

este s<strong>en</strong>tido, que prop<strong>en</strong>der a la ciudadanía desde el <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong> <strong>Comunitario</strong><br />

exige el esfuerzo de la constitución de participación ciudadana a partir<br />

de la participación social, transformando <strong>en</strong> públicas y colectivas demandas<br />

que probablem<strong>en</strong>te se inician como grupales o sectoriales. Este proceso, sin<br />

ser estrictam<strong>en</strong>te político, <strong>en</strong>t<strong>en</strong>demos que prefigura nuevas y más ricas <strong>condiciones</strong><br />

para la acción política, <strong>en</strong> tanto facilitaría el ingreso de cuestiones<br />

del debate político a la esfera cotidiana, a la vez que impulsaría la politización<br />

de <strong>las</strong> cuestiones que se reivindican <strong>en</strong> dicha esfera.<br />

En síntesis, y para finalizar, estamos proponi<strong>en</strong>do un abordaje comunitario<br />

desde el <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong>, que contemple estrategias de mejorami<strong>en</strong>to de <strong>las</strong><br />

capacidades de repres<strong>en</strong>tación real de intereses agregados, y de interlocución<br />

a partir de esos intereses fr<strong>en</strong>te al Estado y otras instituciones del espacio<br />

público. Un <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong> <strong>Comunitario</strong> comprometido <strong>en</strong> la constitución<br />

de sujetos, cuya dim<strong>en</strong>sión ciudadana no es un dato a priori sino un proceso<br />

de construcción. Un <strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong> <strong>Comunitario</strong> que interacciona con los sujetos<br />

como ciudadanos <strong>actuales</strong> y pot<strong>en</strong>ciales, y no como víctimas de una catástrofe<br />

natural, lo cual exige, <strong>en</strong> primer lugar, el reconocimi<strong>en</strong>to de su pert<strong>en</strong><strong>en</strong>cia<br />

al espacio público común, propiciando a la vez derechos y responsabilidades<br />

fr<strong>en</strong>te a tal espacio, <strong>en</strong> la perspectiva de que los sujetos se emancip<strong>en</strong><br />

de <strong>las</strong> limitaciones básicas que su condición impone a su disposición. Un<br />

<strong>Trabajo</strong> <strong>Social</strong> <strong>Comunitario</strong>, <strong>en</strong> fin, consci<strong>en</strong>te de su dim<strong>en</strong>sión distributiva,<br />

pero al mismo tiempo <strong>en</strong>caminado a un proceso de constitución de id<strong>en</strong>tidad<br />

ciudadana que repres<strong>en</strong>te un "nosotros", a partir de prácticas y proyectos específicos<br />

que se propongan el reconocimi<strong>en</strong>to público y el compromiso de participación<br />

<strong>en</strong> la construcción de lo público.<br />

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