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PR 11, NUM.1: 10-16 (2010)
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ARTÍCULOS DE REVISIÓN
Wohlfartosis ocular
“raboteo”, lesiones evidentes,
depresión, etc.). El directo se basa en
la observación de larvas en los focos
de miasis, seguido de una extracción
y posterior identificación de éstas
(Chirosa y Ruíz-Martínez, 1997). El
diagnóstico indirecto, en la actualidad,
puede considerarse de poca utilidad
(Farkas et al, 1998).
TRATAMIENTO DE LA WOHLFAHRTIOSIS
Debe centrarse en la supresión, o en
su caso reducción, de la población de
moscas. Si no se consigue controlar a
los adultos, hay que prevenir la infestación
mediante el empleo de repelentes,
y si fallamos, debemos aplicar un tratamiento
específico contra las larvas.
Para ello habrá que efectuar una
limpieza mecánica del foco, la retirada
de sus larvas, la eliminación del resto
mediante el empleo de insecticidas
tópicos y/o sistémicos (lactonas
macrocíclicas), antibioterapia, cirugía
si fuera preciso, activar la cicatrización
y proteger el foco con repelentes para
evitar reinfestaciones. Todo ello requiere
tiempo, dedicación y constancia; supone
mucho y duro trabajo en pleno estío y,
de no ser así, las pérdidas económicas
se multiplican (Habela et al, 2001; Ruíz-
Martínez et al, 1997).
Entre los productos disponibles en
el mercado para tratar la wohlfartiosis
cabe citar los endectocidas de aplicación
parenteral (lactonas macrocíclicas,
con eficacia limitada en algunas y
otras como la moxidectina con escaso
efecto). Insecticidas de aplicación
local: Organofosforados (Diazinon,
Triclorfon, Coumaphos, Propetamphos,
Phoxim, etc.), Formamidinas (Amitraz)
y Piretrinas (Cipermetrina, Deltametrina
y Flumetrina). Hongos y
bacterias entomopatógenos, todavía en
experimentación.
PREVENCIÓN DE LA WOHLFAHRTIOSIS
La profilaxis la basaremos en informar
adecuadamente al ganadero sobre el
parásito, manejo del ganado y herramientas
terapéuticas disponibles; en la
implantación de un sistema de vigilancia
periódica del rebaño, la realización
de diagnósticos precoces acompañados
de los pertinentes tratamientos; la aplicación
de unas correctas medidas de
Wohlfartosis prepucial
manejo evitando ciertas prácticas en la
época de mayor riesgo de infestación
(caudotomía, señalizaciones, vacunaciones,
etc.); fomentar el uso del baño
después del esquileo y/o la inyección
de determinadas lactonas macrocíclicas
con objeto de controlar otras parasitosis.
Esto ayuda a reducir las incidencias.
Los inhibidores del crecimiento
de insectos (IGRs) o reguladores del
desarrollo de insectos (Cyromazina,
Diciclanyl, Diflubenzuron, etc.), de
inminente incorporación al mercado y
con un futuro prometedor, han venido
a proporcionar un nuevo concepto en la
lucha y prevención. La reciente aparición
en el mercado nacional del Diciclanyl
nos permite un control prolongado
de hasta 4 meses. Este fármaco ha
sido ensayado con éxito en Australia,
Nueva Zelanda y en países europeos
para combatir las miasis por Lucilia
cuprina y L. sericata respectivamente, al
igual que en la isla griega de Creta para
prevenir las miasis producidas por W.
magnifica, proporcionando en este caso
una protección superior a los 4 meses,
que señala el laboratorio propietario de
la patente (Sotiraki et al, 2005 a,b).
La forma de actuar este IGR es
inhibiendo la síntesis de la quitina en el
paso de larva 1 a larva 2, por tanto estas
larvas que en realidad son las menos
patógenas por su reducido tamaño
(3mm), mueren al verse imposibilitadas
para mudar. El producto se presenta con
tecnología usada en cosmética humana,
lo que le permite quedar fijado a la fibra