SER UN BUEN ANFITRIÓN - Tu Mejor iMAGEN

Copyright 2009-11, Margarita Hernández Attolini.
MARGARITA HERNANDEZ ATTOLINI
SER UN BUEN ANFITRIÓN
“El arte de cumplir con los compromisos sociales”
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Copyright 2009-11, Margarita Hernández Attolini.
AUTOR
Mi nombre es Margarita Hernández Attolini. Estudié Administración de
Empresas, y sucesivamente estudié mi maestría en Ciencias de Calidad y
Productividad con enfoque en Competencias Humanas.
Desde el 2009 empecé a escribir en mi blog sobre la imagen integral en las
personas y su impacto tanto en la persona misma como en el entorno en el que
se desarrolla. Así mismo empecé a realizar publicaciones en el periódico “El
Heraldo de Chihuahua”.
Estoy convencida de que imagen es aquello que, inclusive antes de las palabras,
comunica desde el primer momento. Así mismo concuerdo con las frases:
“Como te ven te tratan” y “Buen porte y buenos modales, abren puestas
principales”
Es importante evolucionar y cambiar en nuestra vida, al mismo tiempo
reforzamos y acentuamos lo que nos gusta de nosotros mismos. Lo que deseo
es ayudar a las personas a descubrir y pulir lo que llevan en su interior, esos
pequeños detalles que harán destacar su imagen.
Te invito a descubrir la importancia que tiene saber atender a nuestros invitados,
es la garantía de éxito en cualquier ámbito de nuestra vida.
Sígueme en mi blog www.tumejorimagen.com o bien a través de las redes
sociales Twitter (@MargaritaHA) o Facebook (Tu Mejor Imagen).
“Ser un buen anfitrión, es sin duda el arte de cumplir con los
compromisos sociales.”
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Copyright 2009-11, Margarita Hernández Attolini.
INDICE
INTRODUCCIÓN A EBOOK. ................................................................................ 4
LA ORGANIZACIÓN DEL EVENTO ............................................................................. 5
LOS GUSTOS HOY EN DÍA. ..................................................................................... 6
DECORACIÓN Y LA PUESTA DE LA MESA. ................................................................. 7
CÓMO VESTIR LA MESA. ........................................................................................ 7
El mantel. ....................................................................................................... 8
Manteles Individuales. ................................................................................... 8
Adornos. ........................................................................................................ 8
Vajilla ............................................................................................................. 9
Cubiertos ..................................................................................................... 10
VINOS ............................................................................................................... 12
COPAS Y VASOS................................................................................................. 14
LAS COMBINACIONES IDEALES ............................................................................ 14
RECIBIR Y PRESENTAR ....................................................................................... 15
Llegada de los invitados .............................................................................. 15
Como anfitrión. ............................................................................................ 16
Como invitado. ............................................................................................. 16
Cómo presentar. .......................................................................................... 17
Los Títulos. .................................................................................................. 17
EL APERITIVO Y LAS BOTANAS ............................................................................ 17
A LA MESA. ........................................................................................................ 18
Cómo sentarse. ........................................................................................... 19
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La importancia de saber ser un
buen anfitrión.
Introducción a ebook.
Gran parte del éxito de cualquier reunión o evento depende de la personalidad,
actitud y carisma del anfitrión. Hay personas que tienen el don de gente y de
convocación. Las cualidades que se necesitan son: Ser una persona organizada,
detallista, generosa y amigable.
Comportarse en la mesa, que posiciones y posturas son las correctas ante
nuestros invitados, en la sociedad y en lo familiar, son normas y costumbres
sociales que hacen agradable la convivencia entre los seres humanos. No son
sólo costumbres y protocolos de clases sociales altas, sino que cualquier
persona debe preocuparse por actuar dignamente frente a los demás.
A casi todos nos toca en algún momento oficiar de anfitrión, para las más
diversas ocasiones. En esas oportunidades, es importante seguir algunas reglas
de protocolo y otras que tienen que ver con el éxito de lo que realizamos, y eso
significa que nuestros invitados se sientan cómodos y satisfechos.
Para ser un buen anfitrión, es necesario saber acoger a las personas con calidez
y simpatía, planear al detalle todo lo relacionado al evento, cena o reunión, estar
bien dispuesto y de buen humor, más allá de eventuales problemas y
contratiempos y, finalmente, mantener entretenidos a los invitados, de manera
que éstos se sientan a gusto desde que llegan hasta que se van.
Las normas sociales no son unos puntos que solo deban saber personas de alta
posición social. Son maneras que hacen más virtuoso al hombre. No es un
tópico que persiga el “quedar bien”, sino que son costumbres que hacen más
agradable la convivencia.
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La comida el centro de reunión
La organización del evento
Preparar y servir alimentos
puede ser tan fácil o difícil como lo
decidamos. Es importante que
definamos con anticipación el esfuerzo
económico y el tiempo que estaremos
dispuestos a invertir. Cabe decir que
nos podemos lucir sin gastar
demasiado.
Pensemos siempre que el evento va a
ser un éxito. Es importante relajarnos y
disfrutar desde el principio.
A partir de que los invitados nos
confirmen sus asistencias, debemos
planear la lista de lo que necesitamos:
si requerimos contratar servicio de
banquete o alguien que nos ayude en
la cocina; el tipo de menú que ofreceremos; el lugar en donde haremos las compras
(consideremos que los ingredientes sean de temporada); en fin, hay que pensar en todo
lo que requeriremos, desde el mesero, si es el caso, hasta la vajilla, el hielo, los
manteles; después, ¡manos a la obra!
Un día antes revisemos la lista de pendientes. De este modo evitaremos cualquier
olvido. Y lo más importante, no estaremos agobiados.
La lista, según el caso, puede incluir:
Vinos
Ceniceros
Manteles y servilletas
Refrescos
Velas (si es de noche)
Agua
Comida y platones
Botanas y donde
servirlas
Vasos
Cubiertos para comer
Suficientes sillas
Meseros
Tarjetas (si es formal)
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Lugar y ganchos para
colgar los abrigos
Flores
Alcohol
Arreglar bien el baño de
visitas
Pan
Limones
Hielo
Cubiertos para servir
Servilletas para las
bebidas
Copas
Charolas
Selección de música
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Si la cena en muy formal y contratamos meseros, o nos ayudan nuestros hijos a pasar
los platos o el servicio de la casa, es muy importante repasar con ellos lo que va a
suceder cuando se sirva la mesa. Cada uno debe saber lo que se espera de él o de ella,
como: ofrecer
y presentar la
comida por el
lado
izquierdo,
retirar los
platos por el
lado derecho,
servir el agua
o el vino por
el lado
derecho; estar
pendientes de
retirar el plato
en cuanto
cada uno
termine. Todo
eso debe de
hacerse en
forma tan discreta que apenas se sienta.
Un buen postre salva cualquier situación, ya que además es el último sabor con el que
nos quedamos en la boca y, aunque siempre estamos a dieta, es importante. Por
supuesto que los invitados agradecerán que sea ligero, sobre todo si es de noche o lo
servimos después de una comida abundante.
Si la comida es en un jardín y hace mucho calor, un gran platón de fruta variada y
vistosa o nieve queda muy bien como postre y se antoja.
Los gustos hoy en día.
Cada día estamos más consecuentes de lo que comemos, de estar en forma y de
comer lo más sano posible. Hace unas décadas no era aceptable una cena sin carne,
pollo o pescado, hoy existen muchos menús donde una buena pasta los sustituye.
Siempre debemos tener presente el tipo de invitados al realizar el menú. Si vienen
personas mayores, por ejemplo, no es conveniente ofrecer carne o lácteos, ya que por
lo general les caen pesados.
Si tenemos a un extranjero de visita, no le demos platos muy mexicanos o comida
exótica como: huitlacoche, caracoles o algún tipo de víscera extraña.
Si somos los invitados y estamos llevando una dieta especial, procuremos informárselos
al anfitrión con anticipación. Me refiero a alergias, comida vegetariana, una dieta muy
estricta, etcétera. Si no lo hicimos y se trata de amigos cercanos, lo mejor será que
llevamos nuestra propia comida o que declinemos la invitación hasta que acabemos la
dieta. Quien nos invita se sentirá muy mal si no comemos nada.
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Decoración y la puesta de la mesa.
De la vista nace el amor. Por eso, en nuestras reuniones hay que decorar las mesas
con flores o frutas; esto halaga los sentidos y dará muestra del esmero que pusimos en
atender a los invitados.
Algunas personas arreglan sus mesas de forma tan original y atractiva que parecen
salidas de una pintura. Es muy agradable sentarse a comer en una mesa así.
No importa que la comida sea la más sencilla del mundo, siempre que este bien
preparada y sazonada. La gente saldrá tan feliz o más que si brindamos platos
sofisticados y caros.
Cuando mandamos a hacer la comida, por lo general nos la traen en platones de
aluminio. Jamás los presentamos así en la mesa. Es indispensable que pasemos la
comida a charolas o platones que sean de la casa. Por supuesto, nunca llevemos la
comida en la misma olla en que se cocinó, a menos de que se trate de paella o sean
platones de barro, que estén en un buen estado. Tampoco en recipientes de plástico a
menos de que sea acrílico.
Cómo vestir la mesa.
Cuando invitemos a alguien a compartir
nuestra cena es importante que hagamos un
verdadero esfuerzo para que la mesa se vea
bonita, atractiva y completa. Las mesas
redondas pueden ser más prácticas que las
rectangulares, ya que facilitan la
conversación entre todos; en las mesas
largas el ambiente suele dividirse.
Nuestros invitados se sentirán consentidos si
los recibimos con una mesa puesta con
cuidad, gusto y atención. También vale la
pena invertir poco a poco en platos bonitos,
buenos cubiertos, copas y manteles. Pero, si
no contamos con los elementos que
creemos necesarios para organizar una
cena o un evento especial, pidámoslos
prestados a una amiga, a nuestra mamá o a la abuelita, incluso pensemos en rentarlos.
Existen negocios dedicados a rentar todo lo necesario para vestir una mesa, que
cuentan con piezas muy bonitas y para cualquier tipo de ocasión. Para que todo quede
perfecto la regla básica es respetar un estilo y un tipo de ambiente.
La vajilla que utilizaremos debe llevarse bien con el mantel: no pongamos un mantel
oaxaqueño con una vajilla inglesa, o colores que no combinen entre si. Lo mismo pasa
con los vasos: usemos la lógica, los vasos de vidrio soplado no concuerdan con una
vajilla muy fina, aunque si se ven lindos cuando toda nuestra mesa es mexicana o
étnica.
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El mantel.
Antes de poner en el mantel debemos pensar en poner algo grueso abajo, como fieltro
blanco, para evitar que se escuchen los ruidos que se producen por los platos y
cubiertos. El mantel va encima de este fieltro y tiene que proporcionar un toque especial
a nuestra mesa: alegre, elegante, mexicana…
Manteles Individuales.
En una cena o comida formal si la mesa es de granito o de cristal podemos utilizar
manteles individuales muy finos de lino o deshilados. En una comida informal podemos
recurrir a los manteles individuales de paja, tela o de algodón. Las servilletas van de
acuerdo al color del mantel y su tamaño es de 65 x 65 centímetros, se puede colocar
sobre el plato o a la izquierda del tenedor dobladas a la mitad. No es recomendable
usar servilletas de papel a no ser que se trate de un evento informal al que asista
únicamente la familia.
Adornos.
Las flores y las velas en la mesa
son necesarias y se ven muy
bonitas, la altura de un centro de
mesa no debe pasar 25
centímetros para permitir que los
invitados se vean.
Los centros de mesa pueden ser
de flores naturales o de frutas
secas. Existen flores que son
especiales para mesas chicas y se
ven muy bien. Debemos de evitar
las flores artificiales.
Las velas son indispensables sólo
en una cena, dan una luz muy
calida que favorece mucho, se pueden poner en el centro de la mesa o a los lados
siempre y cuando no estorben. También se pueden poner en cualquier parte de la casa
como en la sala, el baño de visitas o en el mueble del comedor.
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Vajilla
Diferentes tamaños de platos y en qué se usan:
PLATO BASE: una mesa bien puesta lleva plato base debajo de los platos de cada
lugar, este plato es de diseño y material deferente al resto de la vajilla, puede ser de
pweter, paja o cerámica, no importa, y permanecerán en la mesa desde el principio de
la comida hasta que se retire el plato extendido. El plato postre se coloca a
directamente sobre el mantel.
PLATO HONDO O SOPERO: de 22 a 23 centímetros de diámetro aproximadamente,
para servir las sopas. Se sirven también en una especie de tazas o soperitas, sopas
ligeras y consomés, pero sólo en cenas.
PLATO TENDIDO TRINCHE: de 22 a 23 centímetros aproximadamente, para servir
sopas secas, aves, carnes platillos o verduras.
PLATO PARA ENTRADA: de 20 centímetros de diámetro aproximadamente, para
servir cualquier clase de entradas y pescados.
PLATO PARA ENSALADA, FRUTA O PASTEL: de 18 centímetros de diámetro
aproximadamente, para servir toda clase de ensaladas, frutas y pasteles.
PLATO PARA POSTRE: de 14 centímetros de diámetro aproximadamente, para servir
postres y helados, éstos también se sirven en platitos hondos de cristal, conchitas o
copas.
PLATO DE MANTEQUILLA Y PAN: de 10 centímetros de diámetro aproximadamente.
JUEGO PARA CAFÉ: las tacitas con capacidad de 3 onzas y el platito de 12
centímetros de diámetro.
Estas medidas de los
platos son
aproximadas, pues hay
vajillas que los tiene
más grandes y otras
más chicas, pero todas
en proporción.
Para servir se
necesitan soperas,
platones redondos,
ovalada para pescado,
refractario para sopas
secas, ensaladas,
platones para postre y
platos de cristal para
pasteles.
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Cubiertos
CUCHARAS:
Cucharas sopera
Cucharita para postre
Cucharita para café
Cucharita para té
Cucharita redonda para helado
Cucharita honda y de mando largo para refrescos con frutas
JUEGOS DE TENEDOR Y CUCHILLO:
CUCHILLOS:
Tenedor y cuchillo grandes para carnes
Tenedor y cuchillo para pescado
Tenedor y cuchillo para lunch
Cuchillo chico para frutas, de hoja inoxidable
Cuchillo o pala para mantequilla
Tenedor para ostras
Pinzas para espárrago
PARA EL SERVICIO:
Cucharón para sopa
Cuchara grande
Cuchara grande para cortar carne
Tenedor grande para servir carne
Pala para servir pescado
Cucharón chico para las salsas
Tenedor y cuchara de madera para servir ensaladas
Tenedor para aceitunas y pickles
Cuchillo para cortar pastel
Palita para servir pastel
Tenazas para azúcar
Cuchara para hielo.
CRISTALERÍA:
Copas de 1 onza para licor
Copas de 3 onzas para vinos dulces
Copas de 4 onzas para vino rojo
Copas de 4 onzas para vino blanco
Copas de 4 onzas para cocktails
Copas de 6 onzas para sidra o champagne
Copas de 8 onzas para agua.
Vasos para agua
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Vasos para high-balls
Vasos para cerveza
Vasos para refresco
PARA EL SERVICIO:
Cocteleras
Jarras de cristal para bebidas
Botellones para agua
Licoreras para licores
Tubitos de cristal con figuras para adornar los cocktails
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Vinos
MANERA DE SERVIR LOS VINOS:
Servir vino es un placer, no una responsabilidad.
El servicio de los vinos es sencillo, sólo hay que
procurar tres cosas:
1. que los vinos sean de buena calidad.
2. servirlos a su debida temperatura.
3. en copas adecuadas.
Los vinos se dividen en 5 grupos:
VINOS APERITIVOS
Como el vermouth, el jerez y los diferentes
cocktails que se hacen con combinación de estos vinos y otros fuertes o dulces, y que
se sirven antes de comer.
VINOS BLANCOS
Deben servirse helados.
VINOS ROJOS
Tinto; estos vinos rojos deben servirse a la temperatura de la habitación en que se
toman.
VINOS DULCES
Oporto, Málaga, Jerez dulce, Mascatel, Marsala, Madera; se sirven también a la
temperatura de la habitación.
VINOS ESPUMOSOS
Los principales son el Burdeos, espumoso, la sidra y la champaña que deben servirse
bien helados.
LICORES
Los licores, cognac, Chartreusse, Benedictino, Creme de Cacao, Anisete, Cherry,
Brandy, etc., se sirven también a la temperatura de la habitación.
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ALGUNAS REGLAS PARA SERVIR LOS VINOS.
• Debe ponerse el vino únicamente hasta la mitad de la copa.
• Se sirve primero un vino seco y después un dulce.
• El vino blanco debe de ser servido antes del rojo.
• Primero se sirve un vino ligero y después el fuerte.
• Nunca se ponen trozos de hielo en las copas.
• Los vinos que se sirven helados se ponen a helar en el refrigerador o en cubas
de metal con hielo picado.
• Las botellas de vino tinto, se colocan en posición vertical cuatro horas antes de
ser servidas, las partículas de tanino que se encuentren en el líquido, se
depositan en el fondo de la botella.
• Si sólo se sirve un vino en la comida, se escoge un vino ligero, se procura que
armonice con los platillos que se van a servir.
• Los vinos nunca se ponen sobre la mesa.
• Los licores se sirven en bonitas licoreras de cristal.
• Los vinos se sirven por el lado derecho del invitado, para servirlos se envuelve la
botella en una servilleta doblada.
• Los vinos se pueden depositar en los decantadores esto ayudara a que se
oxigene el vino, dándole esto un mejor sabor.
• Deben los meseros vigilar continuamente que no le falte a ninguno invitado el
agua, el vino y el pan.
• Al terminar la comida y antes de servir los postres, el mesero debe retirar las
copas dejando solo la del agua y la de sidra; igualmente se quitan los saleros y
con un cepillo o servilleta se recogen sobre una charola las migajas de pan y se
colocan los platos y cucharitas para el postre.
• Terminando el servicio de postre se quita todo lo que ha quedado en la mesa,
únicamente se dejan las flores; se colocan las tazas de café y las copas para
cognac o licor. Se sirve el café o el licor.
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Copas y vasos
Solo deben colocarse las que se van a utilizar.
Tipos de vasos:
vaso o copa de agua (el mas grande)
vaso o copa de vino rojo o rosado (el mediano)
vaso o copa de vino blanco (el pequeño)
copa de champán (tipo flauta o muy ancha y abierta)
copa de cognac (chaparra y ancha)
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El agua puede estar servida
cuando los invitados se
sientan a la mesa. No usemos
hielos porque provocara
goteos incómodos. No
llevemos a la mesa el vaso de
cuba, whisky o tequila que
estemos tomando antes de
cenar.
Las Combinaciones
Ideales
No cabe duda que cocinar bien es todo un arte. Hay quien tiene ese don en forma
natural, y no sólo me refiero al sazón y al sabor, que sin duda son importantes, sino a
las presentación, a las texturas y a los colores que deben combinar.
El equilibrio en el menú es importante. Hay que tener cuidado con la mezcla de sabores,
no combinemos un plato muy condimentado con otro de tenue sabor, porque a la gente
le va a saber desabrido el segundo. Si su plato principal es ligero, un postre fuerte a
bien y viceversa.
Un error muy común es hacer menús pesados, una crema de queso, lomo de puerco en
mole con frijoles, arroz y pastel de chocolate. Ofrezcamos mejor platillos ligeros y
digeribles. Nuestros invitados nos lo van a agradecer, sobretodo si es de noche, ya que
la digestión es mucha más difícil cuando uno esta inactivo y durmiendo. Evitemos en la
noche la clásica cocina española o árabe pues, aunque son deliciosas, son más
apropiadas para el día.
Es importante combinar el colorido de nuestros platillos. Por ejemplo, si hacemos sopa
de fideo, no sigamos con arroz rojo; si abrimos con una sopa de calabaza, no
rematemos con un pollo de perejil. Tampoco es afortunada la combinación de crema se
elote, con un pescado al vapor con arroz blanco y helado de coco. Parte de lo que hace
que se nos antoje un platillo es la “estética” y la presentación visual del mismo.
Procuremos entonces que la combinación de guisados resalte el color y el sabor de
todos los platillos.
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Algunos tips:
no mezclar en un mismo menú los siguientes platillos: arroz, pasta,
lentejas, habas y papas.
No cocinar dos platillos que tengan crema o vino blanco, o hierbas muy
aromáticas como el romero o el estragón.
Tampoco utilicemos dos salsas en una misma sentada.
Si damos sopa, es mejor no ofrecer pasta después.
Precauciones:
Evitar usar muy grandes cantidades de ajo en los platillos, sobre todo en
las cenas. A muchas personas le cae mal en la noche y genera un aliento
nada grato.
Recibir y presentar
Llegada de los invitados
Copyright 2009-11, Margarita Hernández Attolini.
La puntualidad es un punto que muchas
veces desatendemos y es muy importante.
Estamos tan acostumbrados a la
impuntualidad, que en México citamos
temprano porque sabemos que los invitados
llegaran tarde.
A todos nos ha pasado que organizamos
una cena y dan las diez de la noche y no ha
llegado nadie, uno empieza a pensar mil
cosas angustiantes: ¿vendrán?, vamos a
cenar tardísimo, se va a secar la carne, nos
vamos a desvelar…
Una de las razones por las que llegamos
tarde es que nos da temor ser los primeros
en llegar. Pensamos que nuestros anfitriones
van a pensar que en nuestro único evento
del año y, aunque así fuera, ¿por qué actuar
de esta manera?
Por otro lado, hay una regla no escrita que dice que si la cita es a las 8:30 no debemos
llegar en punto porque es una imprudencia. La señora no se ha acabado de arreglar, la
botana todavía no esta lista, ni las velas prendidas y el señor todavía no se pone la
corbata, etc.
El tráfico de hoy es un buen pretexto para justificar nuestra tardanza. En las grandes
ciudades todos sabemos cuándo, dónde y a qué hora lo hay. Sin embargo, no debemos
buscar excusas sino hacer lo correcto y, en este caso, lo más prudente es llegar unos
15 o 30 minutos máximos después de la hora citada.
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Claro que sólo funciona para nuestro país, pues si un ingles lee esto, se infartaría. Si
por alguna razón específica, sabemos que vamos a llegar tarde, procuremos hablar por
teléfono y avisar.
En los anfitriones no cabe la impuntualidad, pues tener todo listo a tiempo es iniciar con
el pie derecho. Hay que estar vestidos y arreglados, con todo el orden y en su sitio,
antes de que lleguen los invitados: el hielo, los vasos, el alcohol, las servilletas, el limón,
la sal, el vino o cerveza ya en el refrigerador, las flores, etc.
Como anfitrión.
Un buen detalle es estar en la puerta para recibirlos y ayudarles a quitarse el abrigo, o
lo que traigan. Si contamos con ayuda – la muchacha o mesero – debe de estar
pendiente para recogerlos y llevarlos a guardar.
Lo primero que hacemos es decirles: “gracias por venir”, “que gusto recibirlos” o “que
bueno que vinieron”, cualquier frase amable que los haga sentir acogidos.
Si traen flores, ponerlas a la vista, aunque nos tome tiempo. Otra cosa que debemos
evitar es halar y decir: “puedo llevar a mis hijos?”. Si desde un principio no los invitaron,
es claro que llevarlos será una imprudencia. No hay peor cosa que a una reunión de
adultos llegue alguien con la familia completa.
Como invitado.
No pasemos por alto llevar un detalle a nuestro anfitrión por habernos invitado. Debe
ser algo que sepamos que le va a gustar como: un CD, una foto enmarca que le
hayamos tomado, un libro, o lo clásico: vino, flores o galletas.
Al saludar tengamos el cuidado
de:
• No triturar la mano del
otro.
• No darla de pescado
(resbalosa).
• No bombear agua
(sudorosa).
• No mantenerla por
mucho tiempo.
El beso transmite una chispa del
alma y, como dicen, “en la mejilla
es bondad, en los ojos es ilusión,
en la frente majestad y en los
labios, pasión”.
Copyright 2009-11, Margarita Hernández Attolini.
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Cómo presentar.
Es muy importante que nos aprendamos los nombres de nuestros invitados de
antemano y saludar a cada uno por su nombre. Sólo hay que hacer un pequeño
esfuerzo.
Una vez que hemos presentado bien a una pareja con otra, tenemos la oportunidad de
separarnos y estar pendiente de que todos estén platicando con alguien más.
Cuando estamos al aire libre y nos presentan a alguien, tengamos la delicadeza de
quitarnos los lentes oscuros para que nos conozcan bien. Cuando no le vemos los ojos
a una persona, no es fácil que podamos comunicarnos y damos la impresión de “yo si te
veo a ti aunque tú no me veas a mí”. No cae bien. Si traemos un cigarro en la mano o
una copa es mejor dejarlos en la mesa para estrecharle la mano y darle la importancia
que merece saludarlo.
Recordemos que las dos reglas más importantes en las relaciones humanas son: “haz
sentir importante al otro” y “llámalo por su nombre”.
Los Títulos.
En el ambiente de trabajo es perfectamente adecuado, y en ocasiones necesario,
presentar a las personas con su título “el licenciado, ingeniero, doctor, etc.”. A veces
nosotros mismo nos presentamos: “Habla el arquitecto…”. “Soy la licenciada…”.
Sin embargo, en lo social puede sonar muy presuntuoso si uno mismo lo dice; es mejor
mencionar sólo nuestro nombre. No obstante, cuando presentamos a personas que
tienen títulos nobiliarios, diplomáticos, o rangos militares debemos mencionarlos, pues
si no lo hacemos, lo toman como un desaire: “Señor embajador, le presento a…”
“Coronel permítame presentarle a…”
El Aperitivo y Las Botanas
Copyright 2009-11, Margarita Hernández Attolini.
Con el aperitivo y la botana lo que se pretende
es crear un ambiente relajado para
presentarnos, conocernos y, de paso, entretener
el hambre.
Además de ofrecer lo acostumbrado como
whisky, tequila, jerez seco o cuba, podemos
usar el ingenio y ofrecer un Martín bien
preparado, un oporto, una cava (vino espumoso
catalán) o, si queremos vernos muy elegantes
por tratarse de una ocasión especial, una copa
de champán, que pueda servirla sola o con una
fresa, una rebanada de manzana o de durazno
sumergida en la copa.
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Si se trata de una reunión de mujeres les puede ofrecer vino espumoso de durazno muy
frío. Pregunte en cualquier tienda de vinos. Es rico y no es caro.
Como anfitriones debemos estar
siempre pendientes de volver a servir
a nuestros invitados cada vez que
terminen su copa.
Por lo que toca a las botanas, sugiero
que no demos mucha. Hay que
ofrecer lo suficiente para entretener el
hambre, pero no acabar con ella, para
que al pasar a la mesa todos
comamos con gusto.
Es mejor servir botanas ligeras
hechas con champiñones marinados,
jicamas, jocoque, aceitunas, salmón, o un Mouse de paté o de atún.
Como invitado, no nos saturemos de botana como si fuera el plato principal. Cuando
sentimos hambre, los pistaches, cacahuates, chicharrón, jamón serrano, salami, etc.,
nos parecen deliciosos y, sin darnos cuenta, entre plática y plática acabamos el platón.
Hay que recordar que además de botana se servirá comida. Si pasan canapés y
tenemos hambre, se ve mal ponernos tres en la servilleta y meternos otro en la boca. Es
mejor que nos sirvamos uno a la vez y pedirle al mesero que pase seguido.
Después de que usemos los palillos, pongámoslos en nuestra servilleta o en un
cenicero, jamás en el platón y no volvamos a usar los palillos. Si la cena es formal y se
acabaron los palillos y la anfitriona usa su dedo, usted puede hacer lo mismo.
Una vez que hayamos mordido la mitad de la zanahoria con dip, no la volvamos a
introducir para tomar más dip.
A la mesa.
Cuando la comida o cena esté lista simplemente invitemos a nuestros amigos a pasar a
la mesa. No importa si interrumpimos la conversación, al final de cuenta, siempre van a
estar hablando y, si no es así, entonces si debemos preocuparnos.
A veces, la gente cree que no se debe pasar a la mesa justo después de que nos
invitaron, lo correcto es hacerle caso a la anfitriona y evitar que ella nos lo tenga que
recordar dos o tres veces. Hay muchos platillos que no pueden esperar, como, por
ejemplo, un arroz que se vuelve engrudo si se enfría, o una sopa de tortilla, en donde se
deshacen las tortillas, un pescado o una carne que se seca en el horno, etcétera.
En una cena dejaremos nuestro vaso en la sala aunque no nos lo hayamos terminado.
Si estamos entre amigos de confianza podemos llevarlo a la mesa.
Si somos los anfitriones pasamos primero para señalar el camino y decir a nuestros
amigos dónde sentarse.
Copyright 2009-11, Margarita Hernández Attolini.
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En este momento las copas de agua deben de estar casi llenas, el pan colocado en
cada plato individual que va de la izquierda de cada lugar. Las velas prendidas y si es
posible atenuar la luz del comedor, mejor.
Si el primer plato que vamos a dar es frió, como una ensalada, mousse o paté, también
puede estar ya presentado en cada lugar.
Cómo sentarse.
Es muy práctico hacer un plan y
apuntarlo en una hoja para no
olvidarlo. El cómo nos
acomodamos va a influir en el
desarrollo de la conversación en la
mesa. A la anfitriona le toca
asignar los lugares. Cuando ella
no piensa con anterioridad como
sentar a los comensales, ocasiona
que se queden parados alrededor
de la mesa un buen rato mientras
deciden como sentarse. Solo que
sean nuestros amigos de
confianza podemos decir
“siéntense como quieran”. Cuando
la ocasión es formal, debemos
poner una tarjeta en cada lugar
con el nombre de la persona.
En general, los anfitriones se
ponen uno enfrente del otro con el
propósito de retirarse la atención
que se les debe dar a los invitados. La anfitriona se sentará en una cabecera, siempre
en posiciones claves para observar el movimiento y controlar la reunión.
Pensemos quien estaría bien que se sentara junto a tal o cual persona. Evitemos que se
hagan grupitos que se aíslen de la plática general, o no reunamos a gente que se ve
todo el tiempo. Agradecerán un cambio, para variar. Y aquellos que temen estar lejos de
los amigos o simplemente les cuesta mucho trabajo entablar una platica con un
desconocido lo mas probable es que finalmente se la pasen bien y acaben muy
divertidos.
El invitado de honor se siente s la derecha de la señora de la casa. Su espesa (en caso
de tenerlo) va a la derecha del anfitrión.
A los anfitriones nos toca estimular la plática para que todos participen y procurar que el
reflector alumbre a cada uno de ellos.
Copyright 2009-11, Margarita Hernández Attolini.
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