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<strong>Labuerda</strong> • Agosto de 2006<br />
Asociación Cultural<br />
“COCULLÓN”<br />
<strong>El</strong> domingo, día 16 de Julio,<br />
como estaba previsto, a las 7 de la<br />
mañana nos reunimos en la fuente<br />
de la plaza de <strong>Labuerda</strong> unos 20<br />
excursionistas para disfrutar de un<br />
día de excursión por el país vecino.<br />
La fecha había sido modificada en<br />
varias ocasiones con el fin de facilitar<br />
la asistencia de la mayor parte<br />
de público.<br />
Algunos de los viajeros se presentaron<br />
con paraguas<br />
y parece que alguien<br />
se rió un poco de la<br />
“faena”. Lo que no<br />
sabían era que el<br />
acierto de esa decisión<br />
iba a ser fundamental.<br />
A las 7,15 se pone<br />
la caravana de 5<br />
coches en marcha y<br />
45 minutos después<br />
llegábamos al valle de<br />
Rioumajou. Se hace<br />
necesario circular con<br />
cuidado porque la carretera es muy<br />
estrecha. Nada más bajar de los<br />
coches se hace presente el fresco y<br />
la humedad porque todos los días,<br />
en esta parte del Pirineo, llueve en<br />
forma de tormentas. Los expedicionarios<br />
se cubren con chubasqueros<br />
y forros polares. Con las mochilas<br />
al hombro comenzamos a caminar<br />
en dirección sur ascendiendo con<br />
suavidad. A la media hora una<br />
breve parada para almorzar y tomar<br />
fuerzas. <strong>El</strong> postre lo tenemos junto<br />
al camino porque hay abundancia<br />
de fresas silvestres.<br />
COCULLÓN VIAJA A FRANCIA<br />
Siguiendo la ruta prevista recorremos<br />
una zona preciosa de abetos<br />
y senderos cubiertos de hierba. <strong>El</strong><br />
paisaje es precioso y se oye con<br />
claridad el río que baja tumultuoso<br />
por el desnivel que atraviesa. Lo<br />
cruzamos por un puente diminuto y<br />
regresamos a los coches. <strong>El</strong> paseo<br />
de vuelta es relajante. Son las<br />
11,30 y decidimos ir a Balnea.<br />
Pasamos por la entrada de St. Lary<br />
y a la derecha tomamos un desvío<br />
para subir por un puerto, recorrido<br />
recientemente por los corredores<br />
del Tour de Francia. Hacemos una<br />
breve parada para contemplar el<br />
paisaje desde arriba y a los diez<br />
minutos seguimos ruta para ir al<br />
balneario. <strong>El</strong> entorno de éste resulta<br />
muy atractivo por varios motivos:<br />
paisaje entre montañas elevadas,<br />
un lago precioso, una zona de<br />
recreo para niños y mayores, aterrizaje<br />
de parapentistas, etc.<br />
Entramos al edificio y la mitad de<br />
los excursionistas deciden hacer<br />
uso de las instalaciones. <strong>El</strong> resto<br />
salen al exterior y, como hay apeti-<br />
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to, sacan las fiambreras, el pan, los<br />
embutidos, las botas de vino y bien<br />
sentados en bancos de madera y<br />
junto a las mesas que hay allí, con<br />
buena sombra, pues ¡hala! a comer<br />
se ha dicho.<br />
Todavía queda tiempo para<br />
charlar hasta que salgan los bañistas.<br />
A las 3,15 de la tarde se reúnen<br />
todos y a comer. ¡Vaya cara de felicidad<br />
que ponen! Por lo visto lo<br />
han pasado “pipa”. Cuentan y no<br />
acaban. La actividad<br />
acuática les ha llenado<br />
plenamente y lo<br />
demuestran comiendo<br />
con ganas. Pero … las<br />
tormentas van a hacer<br />
acto de presencia.<br />
Cuando ya finalizaba<br />
la comida, truenos y<br />
un fuerte chaparrón<br />
obligan a recoger “el<br />
campamento”.<br />
Deprisa a los coches.<br />
<strong>El</strong> diluvio está servido.<br />
Se decide marchar<br />
a Arreau. Cerca del pueblo varios<br />
nubarrones anuncian que puede<br />
continuar al aguacero y se toma el<br />
acuerdo de regresar a España.<br />
Cuando estamos cerca de St.<br />
Lary se ve al fondo un paisaje de<br />
nubes negras que descargan, en las<br />
pistas de Piau, rayos, centellas y<br />
algo más. No nos acobardamos y<br />
seguimos en caravana los cinco<br />
coches. Llegamos al núcleo central<br />
de la tormenta y la carretera es un<br />
río impresionante. Pero la cruzamos<br />
rápidamente y llegamos a la<br />
frontera. Atravesamos el túnel y en