Representaciones%20y%20practicas%20sociales

Los “otros” mexicanos M. D. Ballesteros
detrás de este óleo, cuál era la intención del autor o incluso dónde fue hecho,
pero al verlo volvemos a disfrutar de un instante del día a día del México decimonónico
y de la convivencia de su sociedad multirracial.
Rugendas fue ilustrador en Brasil y conoció un gran número de regiones
mexicanas, así como de América del Sur. Su familiaridad con el territorio
americano hizo que sus obras capturasen la cotidianidad de los habitantes
con destreza. No insiste en europeizar los rasgos de los indios o los afromexicanos,
tampoco los ignora haciéndolos “desaparecer” de las representaciones
de las distintas regiones del país. Simplemente los pinta trabajando, en
tortillerías o en trapiches, o formando parte de la sociedad mexicana, como
la mujer que sale de la iglesia o el niño que juega. Aunque este artista estaba
más que familiarizado con la población de origen africano, tras su experiencia
en Brasil, no dejó de representarla. Capturó tanto a la alteridad indígena
como al tercero excluido, los afromexicanos
edouard pingret
Otro artista extranjero destacado que visitó México fue Edouard Pingret,
cuya obra ha sido recogida por Luis Ortiz Macedo. 13 Pingret nació en Saint
Quentin, Normandía, pero pronto su familia se transladó a París, donde se
formó en el taller de Louis David y Jean Baptiste Regnault. 14 Al asociarse en
1845 con Edouard Louis Dubufe como “promotor de relaciones públicas” y
“agente de negocios extrartísticos” del mismo, conoció a políticos y empresarios
del norte de África, entablando amistad con el hijo del rey Luis Felipe
de Orleans, el duque de Aumale, y el príncipe de Joinville. Con la caída de la
Monarquía de Julio y los Orleans, su cliente y amigo Joinville le recomendó
“ir a rescatar en México las propiedades de una compañía en la que el príncipe
[era] socio mayorista”. 15
Siguiendo su recomendación, Pingret llegó a Veracruz. En Jalapa, Córdoba
y Orizaba fue “bien recibido por ricos terratenientes y comerciantes”.
En 1852, ya instalado en la capital, Pingret expuso algunos de sus trabajos
traídos de Europa y sus subsecuentes producciones en México en la Academia
de San Carlos. Se labró enemigos con su actitud de conquistador sesentón
de damas de la elite para que sus maridos lo contrataran. Tras ser
D. R. © 2012, Instituto Mora
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