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Medio Ambiente Hostil en el Trabajo, Diferencias de Opiniones
by Nick Arandes on Wednesday, May 4, 2011 at 12:42pm
Pregunta: “Qué tal hermano? Que le responderías a alguien que te hace esta consulta. Como hacer
para que mi ambiente hostil en mi oficina no me perturbe. Te explico: ellos tienen una inclinación
política y como yo no la comparto entonces ellos andan en una actitud poco amistosa conmigo y eso
no me permite desenvolverme bien en mis labores. Me siento muy incomodo en un ambiente así. A tal
efecto que me desestabiliza emocionalmente. Algo así como querer salir corriendo de ahí.”
Comentario: El no compartir las opiniones de otros es una coas. El tener opiniones personales es otra.
Me explico. Si yo solo observo las opiniones políticas de otra persona sin juzgarlas, estoy entonces
observando sin aferramiento alguno. Y por lo tanto no hay razón por la cual me debería sentir afectado.
Si de lo contrario no comparto las opiniones políticas de otros puesto que las mías son diferentes, y me
siento que tengo que defenderlas, le estoy dando de nuevo realidad a mi experiencia. El Espíritu Santo
no solo no comparte opiniones políticas, pero en si no comparte ninguna opinión puesto que las mismas
son el ego con sus creencias.
El Espíritu Santo solo observa las ilusiones, y pasa por alto lo que no es verdad. Es por eso que El
continuamente te exhorta a que le entregues todos tus pensamientos para que el Espíritu Santo te ayude
a pasar por alto tus ilusiones (lo que no es verdad) y de ese modo no te sientas afectado por ellas.
Tu puedes estar en un trabajo donde todos comparten opiniones con relación a política o lo que sea, y
sin sentirte afectado por ellas, las puedes escuchar, incluso mantener el espacio donde ves las figuritas
de tu sueño expresando opiniones y nada mas.
Si tu hijo de tres años expresa su opinión sobre un súper héroe, ¿te molestaría eso, aun cuando sabes
que es absolutamente absurdo? Pues cual es la diferencia en que adultos compartan su opinión con
relación a sus “súper héroes,” o el tema que sea?
Es como si estuvieses en un cine viendo una película, y los actores en esa película están hablando de
cosas que te molestan. Si recuerdas que es solo una película, no te sentirías afectado por lo que ellos
comparten, a menos que tu tengas opiniones que difieran de esos actores, y debido a tu aferramiento a
tus opiniones, terminas sintiendo malestar. Que de hecho, eso lo vemos mucho cuando escuchamos
locutores de radio y televisión expresando sus opiniones, y nosotros por acá enfadandonos, sin darnos
cuenta que nosotros proyectamos esas ilusiones para que podamos justifica nuestro enfado. ¿Ves como
el ego juega este jueguito? Yo te proyecto a ti con opiniones opuestas a las mías de forma que pueda yo
ahora culparte por mi falta de paz.
Luego compartes, “y como yo no la comparto entonces ellos andan en una actitud poco amistosa
conmigo y eso no me permite desenvolverme bien en mis labores...” Yo no comparto la opinión de
muchas personas, y si no quieren llevarse bien conmigo eso es su problema y no el mío (estoy
empleando lenguaje dual para este ejemplo). Ahora, siempre y cuando yo no este juzgando, y me
encuentre eligiendo un espacio de paz y amor, primero dejo de percibir a esa persona como que tiene
algo en contra de mi, y la veo mas bien como una persona completamente inocente y libre de culpa,
que solo se siente desconectada de su verdadero ser.