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La Adicción al Fumar y La Expiación (Extendida)<br />
by <strong>Nick</strong> <strong>Arandes</strong> on Saturday, April 23, 2011 at 12:01pm<br />
Este fue un comentario sobre una nota que traduje y postulé titulada Como Superar las Adicciones por<br />
Liz Cronkhite www.ACIMMentor.com.<br />
La misma se puede leer a través de este enlace: http://www.facebook.com/notes/nick-arandes/comosuperar-las-adicciones-por-liz-cronkhite-wwwacimmentorcom/10150155678570194<br />
Aunque pueden seguir el enlace del comentario original, esta nota tiene texto que le añandi cuando<br />
revise la misma antes de postularla. Espero que la disfruten!<br />
Comentario Postulado: “No alcanzo a comprender del todo esta nota, o al menos mi punto de vista<br />
difiere un poco de este planteamiento.<br />
¿Por qué definir las adicciones como algo “malo” que debemos superar? Creo que es una afirmación<br />
que induce a la culpa en nuestra mente. Yo soy fumadora, y mi “adicción”, que comenzó siendo una<br />
opción por la que me decanté, se convirtió en hábito con el correr del tiempo, exactamente igual que<br />
nuestra práctica del perdón, y no por ello la definimos como una “adicción”.<br />
Si decimos que el perdón no implica necesariamente un cambio en las aparentes circunstancias de<br />
nuestra vida, ¿cómo es que si lo va a hacer sobre nuestros hábitos? ¿Acaso fumar es peor que no<br />
hacerlo?... la enfermedad y el desorden no se originan en el cuerpo, sino en la mente, y aunque a<br />
juicio de otro un hábito se defina como “una adicción o desorden a superar”, tal vez mi mente no lo<br />
experimente de ese modo.<br />
Yo fumo, sin culpa, porque me gusta. Y si en algún momento me asaltan los miedos por ese futuro<br />
imaginario, o mis juicios acerca de mi aparente imperfección, me limito a entregarlos al Espíritu<br />
Santo. Si en mis actos eso se refleja en dejar o no dejar de fumar, en realidad no creo que tenga<br />
ninguna importancia. ¿Acaso no puedo experimentar la paz mientras fumo? Fumo, igual que como,<br />
respiro o me tomo una taza de té… así es, sin necesidad de que surja el conflicto en mi mente.”<br />
<strong>Nick</strong> <strong>Arandes</strong>: La adicción no tiene nada que ver con lo que el cuerpo haga sino que con lo que el<br />
cuerpo no pueda vivir sin eso. Vamos a usar chocolate por ejemplo. Si a mi me gusta el chocolate, y lo<br />
disfruto, no hay nada de malo con esa experiencia.<br />
Pero si al no tener chocolate, me empiezo a enfadar, el cuerpo lo “necesita”, pierdo mi temperamento,<br />
me siento mal, etc., eso entonces es una adicción puesto que sin eso no podría experimentar paz<br />
interna. Y eso seria lo que el ego utilizaría como obstáculo para recordarme que soy un cuerpo<br />
dependiente del chocolate.<br />
Dado ese el caso, ¿cual es la diferencia en ser adicto al chocolate, al cigarrillo, a la cocaína, a la<br />
heroína, a la televisión, etc., etc., etc.? Todo lo que perturbe nuestra paz interna es un obstáculo que<br />
tiene que ser perdonado.