aquí - Nick Arandes

También recuerda que el guión ya está escrito, y no tenemos el poder de cambiarlo solo que con que
maestro queremos verlo. Si elegimos al ego como nuestro maestro, todo nuestro enfoque es en el
cuerpo, y terminamos perdidos en el mundo de las ilusiones tratando de curar algo que ni existe, ni se
puede curar con la misma mente que la creo.
Pero si de lo contrario elegimos al Espíritu Santo como nuestro maestro, lo primero que
experimentamos es paz! De ahí en adelante un intercambio de ilusiones podría tener lugar a través del
colapso de tiempo en donde un obstáculo sanado no tiene que ser proyectado en ninguna forma, y de
esa manera será resuelto por toda la eternidad.
Es por eso que el curso me recuerda, "Un problema puede manifestarse de muchas maneras, y lo hará
mientras el problema persista. De nada sirve intentar resolverlo de una manera especial. Se
presentará una y otra vez hasta que haya sido resuelto definitivamente y ya no vuelva a surgir en
ninguna forma. Sólo entonces te habrás liberado de él." T-26.II.1:5-8
Luego continuas, “Entiendo que no importa que enfermedad porque de lograrla superar estaríamos
en presencia de un milagro y para los milagros no existen enfermedades mas difíciles o menos
difíciles.” Lo que describes no es un milagro sino que jerarquía de ilusiones donde unas ilusiones son
mas favorables que otras.
Un ejemplo seria, la ilusión de un cuerpo curado seria mejor que la ilusión de un cuerpo enfermo. De
nuevo, en contenido (mente) las dos tienen el mismo fin, hacernos creer que somos un cuerpo que vive
en un mundo real separados de Dios. Es por eso que el curso me recuerda, “Pero por encima de todo,
trata de enseñarse a sí mismo que sus dolores y placeres son dos cosas diferentes, y que es posible
distinguir entre ellos.” T-27.VIII.1:7
Dado ese el caso, ¿tu crees que el Espíritu Santo intervendría en tratar de curar un cuerpo que solo
perpetuaría en tu mente la creencia de que este mundo es tu verdadero hogar? No!
Sin embargo, el Espíritu Santo, a través de primero que nada tu elegir la paz de Dios, El te podría
enseñar a percibir correctamente de forma que no sufras, y desde ese espacio, en vez de utilizar esa
experiencia para perpetuar la culpabilidad en tu mente, la podría usar para sanar obstáculos que se
interpongan entre tu y tu paz interna.
Desde ese punto de vista, aunque el cuerpo no experimente curación, la mente se esta sanando. Y de
nuevo, la paradójica es que podrías experimentar un cuerpo curado en el proceso, siempre y cuando el
Espíritu Santo este claro de que esa experiencia no se interpondría para tu despertar.
Ten en mente que el trabajo de deshacer al ego requiere desaferrarnos psicológicamente de nuestras
ilusiones, y la mas difícil de desaferrarnos es la del cuerpo. Es por eso que esa tiende a ser la última que
dejamos a un lado, puesto que ese es el héroe del sueño. Por eso el curso nos recuerda, “El cuerpo es el
personaje central en el sueño del mundo. Sin él no hay sueño, ni él existe sin el sueño en el que actúa
como si fuese una persona digna de ser vista y creída. Ocupa el lugar central de cada sueño en el que
se narra la historia de cómo fue concebido por otros cuerpos, cómo vino al mundo externo al cuerpo,
cómo vive por un corto tiempo hasta que muere, para luego convertirse en polvo junto con otros
cuerpos que, al igual que él, también mueren. En el breve lapso de vida que se le ha concedido busca
otros cuerpos para que sean sus amigos o sus enemigos. Su seguridad es su mayor preocupación; su
comodidad, la ley por la que se rige. Trata de buscar placer y de evitar todo lo que le pueda ocasionar
dolor.” T-27.VIII.1:1-7