aquí - Nick Arandes

Recuerda que nuestras experiencias reflejan nuestro estado mental. Si juzgo, eso es lo que experimento.
Si perdono, eso es lo que experimento. El perdonar no necesariamente significa que lo que voy a
experimentar es un cambio de comportamiento o de opiniones con relación a esa persona, sino que
experimento paz.
Y la paradójica es que cuando empiezo a reconocer la inocencia en esa persona a través de mi paz
mental, esa persona (proyección mía) esta en una mejor posición de reconocer su inocencia debido a
que en realidad es mi propia inocencia.
Dado ese el caso, quien sabe si a través de esa transformación la resistencia entre ustedes se elimina,
donde ahora hay un espacio lleno de paz y amor, aun cuando las opiniones no hallan cambiado.
También cabe la posibilidad de que esa persona nunca decida hablar contigo, pero por lo menos tu
mente esta libre.
Recuerda que no es la circunstancia la que tiene que cambiar sino que nuestra percepción, que donde
antes se experimentaba conflicto, ahora lo que se ve es inocencia. Voy a compartir un ejemplo un poco
radical. Por ahí están postulando creo que vídeos o fotografías de la muerte de ese terrorista Osama Bin
Laden.
Personalmente no comparto su sistema de creencias terroristas, sin embargo, reconozco que en todo
hay inocencia, de lo contrario, en el mismo juicio que estaría juzgando a ese terrorista, es con el mismo
juicio que me estaría juzgando a mi mismo. ¿Por qué donde esta ese terrorista? En mi mente!
Eso no significa que soy un terrorista, sino que el ego esta buscando la manera de proyectar culpa fuera
de mi de forma que este mundo de ilusiones permanezca vivo en mi memoria. Y si no es el terrorista
Osama Bin Laden, es mis compañeros de trabajo los culpables, o mi esposa, o mi hijo, etc., etc., etc.
Así que como todo, lo primero que hacemos es invitar al Espíritu Santo a que nos ayude a percibir la
paz, puesto que recuerda, toda proyección tiene un solo propósito, el de añadir obstáculos que no nos
permitan experimentar nuestro verdadero ser. Sin embargo, al invitar al Espíritu Santo, El ahora utiliza
esa oportunidad para remover de tu memoria esos obstáculos que de nuevo, son tu propia proyección,
solo que a través de tu juicio se te olvida que son tus proyecciones.
Es por eso que el curso me recuerda, "Así es como surgieron todas las ilusiones. El que las teje no se
da cuenta de que es él mismo quien las urde ni cree que la realidad de éstas dependa de él.
Cualquiera que sea su causa, es algo completamente ajeno a él, y su mente no tiene nada que ver con
lo que él percibe. No puede dudar de la realidad de sus sueños porque no se da cuenta del papel que
él mismo juega en su fabricación y en hacer que parezcan reales." T-27.VII.7:6-9
Finalmente, cuando comentas, “Me siento muy incomodo en un ambiente así. A tal efecto que me
desestabiliza emocionalmente. Algo así como querer salir corriendo de ahí.” Quisiera ahora aclarar
algo. Cuando elegimos la paz de Dios, donde estamos abiertos a la Guía del Espíritu Santo, nadie dice
que tenemos que quedarnos en situaciones que se podrían considerar como desagradables.
A veces la Guía es que salgamos de ellas. Sin embargo, tuve la oportunidad de conocer a una persona
que experimentó una transformación mental mientras servia una sentencia en la cárcel. Aunque el no
podía cambiar su circunstancia, el Espíritu Santo le dio el cambio de mentalidad de forma que el
pudiese aceptar su situación sin resistencia ninguna y experimentar esa paz mental que la mayoría de
las personas no pueden experimentar, aun cuando están “libres” en el mundo.