revista taxi núm. 172 - Institut Metropolità del Taxi

TAXI-LLEURE
Un año más
¡Cómo pasa el tiempo! ¿A que parece que vuele?
Ya estamos inaugurando un nuevo año, y anda
que no cuesta acostumbrarse a poner 2007. Los
primeros días me equivoco bastante, será que me
cuesta aceptar que tengo un año más. Será eso...
Y es que yo me “hago un poco mayor” con el año.
Sí, es que cumplo a primeros de enero. No, no les
voy a decir cuántos. Pero, ¡aggg!, cuesta, sí que
cuesta; tendremos que consolarnos con aquello
de que “la veteranía es un grado”.
Este año han pasado por mi despacho unos cuantos
jubilados. Ha habido quien se despedía del
mundo laboral con mucha ilusión y alegría, pero
también he visto a unos cuantos –bastantes, para
qué nos vamos a engañar–, que no tenían nada
claro eso de no trabajar. Algunos porque tenían
miedo a ese tiempo de ocio, otros porque ya sabían
que la señora les iba a nombrar “recadero
con título honorario”: “vete a por el pan, tráeme
del súper la cerveza que se me ha olvidado; anda
y acércate a buscar al nieto que sale a las 5...”
Ellas, con toda la buena intención, para que no
se aburran, pero a ellos les sienta fatal.
Y también han pasado muchos nuevos, la alternativa,
como en el toreo. Los jóvenes que se
incorporan al sector, y que lo hacen con ganas,
con ánimo, con ilusión, que vienen con muchísima
prisa por empezar, que parece que les falta
tiempo. A ellos, que les queda un montón de
tiempo por delante, ¿verdad? Y ¿saben?, esa
escena, la de la firma, la del traspaso, es un tanto
peculiar… emocionan. El que se va, el que
deja la profesión, dándole al nuevo, al recién llegado,
las armas para iniciarse, para que tenga su
propia empresa, para que se adentre en esos
derroteros de la vida del taxi.
Casi todos le desean al que llega que tenga tanta
suerte como uno ha tenido. Sí, sí, ustedes se
quejan mucho del taxi, pero de verdad que esa
frase la dicen la mayoría. Por algo será, ¿no?
Y es que parece que soplan vientos favorables
para el sector. Además, los jóvenes que se incorporan
han tenido una buena preparación, y llegan
sabiendo dónde se meten y con qué se van a
encontrar.
54 • REVISTA TAXI 172 • NOVEMBRE-DESEMBRE 2006
La hoja de Maribel
Otra de las facetas que ha cambiado mucho es la
pluriidentidad. Cada vez es más frecuente que el
usuario se encuentre con profesionales de fuera
de nuestro país. Ellos hacen un gran esfuerzo
para integrarse, sobre todo con el idioma. Ya
resulta difícil, al principio, aclararse con los destinos
que indican los pasajeros. Pero para ellos
es todavía peor, porque no les salva ni el GPS.
Imaginemos:
—¿Donde llevar yo señora?
—Lléveme a la calle Degá Bahí número 7.
—¿Onde dise que llevar?
—Degá Bahí, Degá Bahí —la señora ya se inquieta—.
¿No sabe dónde está?
—Sí, yo entiende que está ahí, que se llega ahí,
serca..., pero si usted dise la calle, yo llevar.
Bueno, supongo que es una de las circunstancias
con las que se pueden encontrar. Por eso tenemos
que ser tolerantes y comprensivos, y ayudarles
en lo que podamos.
A ellos y a todos, tal como rezaba la letanía de
aquel anuncio que se hizo tan famoso, ¿recuerdan?:
“A los que vienen, a los que se van, a los blancos,
a los multicolores, a los jóvenes, a los… no tan
jóvenes, a los bajos, a los altos, a los delgados, a
los metiditos en carnes, a ellos, a ellas, a los casados,
a los solteros, a los separados, a TODOS Y
PARA TODOS, el abrazo fuerte, entrañable y cariñoso
de la titular de esta hoja, que les quiere y les
desea:
Feliç Any Nou, Feliz Año Nuevo, Feliz Ano Novo,
I’D Miilad Said ous Sana Saida, Tchesti Nova
Gomina, Sretan Bozic, Happy New Year, Bonne
Année, Selamat Hari Natal, Felice Anno Nuevo,
Sanah Jadidah, Sang Nian Fai Lok, Shub Naya
Baras, Anul Nou Fericit… 2007
Maribel Silva