Nota - Fincas Don Martino

-Sus películas tocan temas relativos
a las miserias humanas en los
diferentes estratos sociales, ¿le preocupa
la desigualdad enmascarada?
-¿A quién no? Tal como ocurre en Colombia,
o en la Argentina, nosotros también
vemos la realidad de las favelas siempre
desde afuera. En Ciudad de Dios, intenté
presentar ese universo especialmente para
el público que va al cine en Brasil, que es la
clase media. Para que conociera qué pasa
ahí adentro, cuáles son las reglas.
-En ese sentido, el cine es un instrumento
casi pedagógico.
-De alguna manera sí, pienso mis películas
desde una intención didáctica.
Hay muchas secuencias en donde paro
de contar la historia para explicar cómo
funciona el tráfi co de drogas y todo ese
sistema, me interesa hacer fi lmes explicativos.
Pero también ése fue un fi lme de
denuncia. En Río de Janeiro se crearon
tres facciones del crimen organizado,
como si fueran tres grandes partidos políticos
que controlan el narcotráfi co; cada
facción controla alrededor de 70 favelas.
Entonces, hoy existe una guerra en Río
de Janeiro, pero ya no un enfrentamiento
entre pandillas de una misma favela, sino
guerras de favelas entre sí.
-El público latinoamericano de
clase media tiene una información
parcial de lo que sucede en las zonas
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más pobres de cada país, ¿cree que
sus trabajos con “Ciudad de Dios” y
“El jardinero fi el” modifi can esa percepción?
-La reacción que lograron ambos fue
impresionante. Una parte de la crítica en
Brasil se mostró contraria, diciendo que
era muy estilizada, señalándolos como
productos comerciales. Ambas abrieron
un debate sobre el cine, pero también, sobre
la exclusión social, sobre el narcotráfi -
EN “360” ,
MEIRELLES FUE
CONVOCADO
PARA DIRIGIR A
ESTRELLAS COMO
ANTHONY HOPKINS Y
RACHEL WEISZ.
co, la marcha en los países menos favorecidos.
En mi país, Ciudad de Dios se terminó
convirtiendo en un suceso político. No sé
si en la historia del cine brasileño algún
fi lme haya provocado tantas refl exiones.
Pero esto tampoco es extraño, en un punto,
seguramente cuando en la Argentina realizan
películas con temáticas similares, la
gente se revoluciona.
-¿Le interesa el cine argentino?
-Por supuesto, ustedes experimentan