Nota - Fincas Don Martino

Damián Cotarelo. “Si mi casa se estuviera incendiando,
lo más probable es que me muera
tratando de agarrar todo”, confi esa. Es que
Damián tiene más de cinco mil objetos relacionados
al cantante cordobés entre discos,
casetes, revistas, fotos y ropa. “Mi familia ya
lo sabe, yo me voy a ir a vivir solo el día que
consiga un departamento de tres ambientes.
A un dos ambientes no me mudaría porque
no tendría dónde poner mi colección”. No
es un chiste ni una manera de decir. La seriedad
de sus palabras lo confi rma. Damián
vivirá con sus padres hasta que la economía
le permita el tres ambientes y no parece preocuparle
a sus 32 años. Así como tampoco le
pareció un problema renunciar a un trabajo
porque le cambiaron la fecha de vacaciones
a último momento, lo que le impedía ir a un
recital del cuartetero en Mar del Plata.
El coleccionismo de Damián comenzó
guardando casetes y discos, y las entradas
de los shows a los que asistía. “Tengo el gen
del coleccionismo ya de chiquito. Coleccionaba
de todo, supongo que eso me pudo haber
infl uido en el tema de empezar a juntar
cosas de Rodrigo. Podría ser un fanático de
ir simplemente a verlo a espectáculos. Pero,
yo voy a la cancha y me guardo la entrada
del partido de fútbol que fui a ver. No sé de
dónde viene, tendríamos que hablar con un
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MABEL COLECCIONA
OBJETOS DE
SANDRO. GASTÓN
VIO A GILDA POR
PRIMERA VEZ A LOS
8 AÑOS.
“Si vendiera
algo, seguro
que haría un
montón de
plata, ¡pero ni
loca lo vendo!”.
(Mabel, “nena”
de Sandro)
psicólogo” (risas). En 2005 Damián hizo un
petitorio para que pongan la foto de Rodrigo
adentro del Luna Park y no sólo en el hall.
Arrancó con los compañeros de trabajo y
después consiguió desde Diego Maradona
para abajo a todas las fi guras que están
vinculadas con Rodrigo. Aún así, no tuvo
éxito. Toda una frustración para quien estuvo
durante una semana en cama luego de
enterarse de la muerte de su ídolo. “No podía
parar de llorar. Me avisó mi papá tarde, por
lo menos a las 8, 9 de la mañana. Y prendí
‘Crónica’ y me quería morir. Aparte, yo tenía
la entrada para ir esa noche al estadio de
Lanús, ya que tocaba ahí. Así que me quedé
con esa entrada que ahora tiene más valor
todavía que la de Escándalo, que fue el último
lugar en el que tocó. Yo tengo la entrada
que quedó sin cortar, al show al que no pude
ir”. Y se quiebra.
MAGNETISMO INSTANTÁNEO. A Gastón
Alarcón también se le quiebra la voz al
hablar de la ausencia de Gilda. Es presidente
del club de fans “Gilda, un amor verdadero”,
y habla de la cantante convertida en
santa por sus fans como si predicara una
religión. “Gilda es un ángel, está siempre
con su música, con su magia. Vos le hablás
y es como que te responde”. Tenía nada
más que 8 años cuando la vio cantar por
primera vez, y aunque el magnetismo fue
casi instantáneo, pasaron varios años hasta
que le dedicó al ciento por ciento su admiración.
“Empecé comprándome diarios y
revistas. Mi papá iba temprano al quiosco y
me reservaba lo que salía de ella. Él alimentó
mucho mi fanatismo por Gilda, aunque
en un momento ya lo tenía podrido”, cuenta
entre risas que pronto se transformarán en
llanto. “Había una frase que él tenía, que era
‘vamos a ver si el día que yo me muera, me
vas a ir a visitar tanto como a Gilda’. Y es
fuerte porque pasó así. Él falleció, y no voy
tan seguido como la voy a visitar a ella, aunque
están en el mismo cementerio”.