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a creación del Distrito Tecnológico en
Parque de los Patricios involucró una
visión de cómo articular políticas públicas
y dos objetivos estratégicos.
Nuestra visión proyectaba el desafío
de edificar una política de desarrollo
económico desde los mismos beneficiarios.
Consideramos al desarrollo económico como
una tarea que requiere el esfuerzo de la
gente y el ejercicio de un trabajo colaborativo.
En este ámbito, el rol del
Estado es la coordinación y
facilitación de las tareas de
los involucrados.
Los dos objetivos estratégicos
tenían que ver, por un lado,
con el apoyo a actividades
productivas que requieren
creatividad y talento para la
generación de valor y, por otro,
con la recuperación de un barrio
olvidado por décadas de
errores de políticas públicas
irresponsables y mesiánicas.
No fue una tarea sencilla. Hubo que remontar
décadas de desconfianza y desengaños de
parte de un barrio que sufría la inseguridad y
el abandono como hechos cotidianos. Hubo
que trabajar con una industria que le costaba
creer que un gobierno estuviera dispuesto a
ayudar sin pedir nada a cambio. Hubo que
desarmar cinismos, intereses, tabúes y prejuicios.
Tuvimos que aprender a pedir disculpas
por lo que no habíamos hecho, permiso
por lo que se nos estaba pidiendo y a dar las
gracias todo el tiempo. No prometimos nada
más que nuestra voluntad y tarea para arreglar
lo que estaba mal.
El ejercicio de trabajo diario dio sus frutos. Al
final de la gestión 2007-2011, las 101 empresas
radicadas en el Distrito han comprometido
113 millones de dólares en términos de
inversión y se han invertido en forma efectiva
(ejecutado) unos 58 millones de dólares.
Sólo en el Parque de los Patricios se invirtieron
más de 15 millones de pesos, se repararon
Por Carlos Pirovano *
veredas y se inauguró la estación de subterráneos
de la Línea H que lleva su nombre. El
tema de la seguridad, preocupación genuina
de vecinos y empresarios, dio como respuesta
del gobierno porteño el inicio de obras del
edificio de la nueva Comuna 4 de la Policía
Metropolitana y la activación de 300 efectivos
que ya patrullan la zona.
Hoy, Parque Patricios es un barrio donde se
edifica. Entre todas las nuevas obras, dos
serán emblemáticas para el
sur. Una de ellas es el nuevo
edificio corporativo del
Banco Ciudad, diseñado
por el estudio del prestigioso
Norman Foster, quien basó
su diseño arquitectónico en
una estrategia medioambiental.
Todos estos logros son cuantificables,
reales, concretos y
medibles. Cualquiera puede
verificarlo simplemente recorriendo
el perímetro del Distrito
Tecnológico. Pero el gran éxito del proyecto
no puede inscribirse en un expediente
ni elevarse en un informe. Y sin embargo es
mucho más contundente que cualquier cantidad
de ceros que se le agreguen a la inversión
realizada en el barrio.
El hito extraordinario que marca el Distrito
Tecnológico como un éxito que pide ser
repetido es la confianza recuperada por la
gente. Es el empresario invirtiendo y creyendo
en que las leyes que lo ayudan a producir no
tienen trampa; es el vecino planificando sus
actividades dentro del barrio y sabiendo que su
hijo no va a mudarse a otro barrio por razones
de seguridad. Y finalmente, es también el
funcionario que vuelve a sentir que su tarea
tiene valor y que puede explicarle a su hijo de
su orgullo, de su tarea, de su participación.
El mayor éxito del Distrito Tecnológico fue
probar que las mejores políticas públicas, como
la verdadera democracia, se construyen desde
la gente, con la gente, para la gente. ■
* Subsecretario
de Inversiones.
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