Alfonso X El Sabio - Lapidario - habilis

tíraslas todas y guarece. Y quien la trae en la cinta con que se ciñe cada día, es seguro de no haber lombrices
dentro en el cuerpo.
Y la estrella que es en el pie diestro del Géminis siguiente, y la delantera de las dos que están en la rodilla
siniestra del Can Mayor, y son ambas de una natura, éstas han poder sobre esta piedra, y de ellas recibe su virtud.
Y cuando éstas ambas fueren en el ascendente, muestra esta piedra manifiestamente sus obras.
De la piedra que ha nombre siphe
Del deciseseno grado del signo de Géminis es la piedra a que dicen siphe, que quiere decir «sanamiento».
Ésta es de su natura caliente y húmeda, y de color amarilla, pero ha en ella líneas cárdenas, a semejante de
árboles; y cuantas piezas de ella quebrantan, siempre hallan en ellas esta figura. Fuerte es y dura, y de color
resplandeciente. Y hallan de ellas grandes, y de ellas pequeñas. Y tiran más a livianez, que no a pesadumbre.
Y su virtud es tal, que sana del dolor de estómago y de los intestinos a quien la trae colgada sobre ellos. Y si
la trajere antes que haya la enfermedad, será seguro de no haberla; y si al que la ha, dieren de ella a beber, sana
luego al hora. Y porque tamaña salud viene de ella, por eso le pusieron este nombre. Y por esta razón es contada
por una de las piedras más preciosas.
Y la estrella que se abaja a la parte de mediodía de las tres que son en la rodilla diestra del Can Mayor, ha
poder y señorío sobre esta piedra, y de ella recibe la fuerza y la virtud. Y por ende, cuando ella es en el
ascendente, muestra esta piedra más manifiestamente sus obras.
De la piedra que parece en la mar
Del XVII grado del signo de Géminis es la «piedra que parece en la mar cuando sube Mercurio», y escóndese
cuando se pone. Y ésta es aquella mar a que llaman tenebrosa, que es a la parte de Septentrión, o son halladas las
piedras de las otras planetas que hacen esto mismo, según cuenta este libro.
Y la su virtud es parecer sobre la mar, y esconderse so ella, y esclarecer y enturbiarse, según las otras piedras
hacen, cada una con su planeta. Pero semeja a quien bien pare mientes, que más obedece esta piedra a Mercurio
que no hacen las otras piedras a las planetas a que han de obedecer, porque Mercurio, cuando es solos rayos del
sol, no esclarece la piedra, maguer sea sobre Tierra; y cuando es fuera de los rayos, maguer sea la piedra sola
Tierra, parece claridad en ella.
Esta piedra es mezclada de muchas colores departidas, y es de gran resplandor; y fuerte y dura de quebrantar.
Y es pesada, y hállanla de muchas formas, pero todas menudas. De su natura es caliente y húmeda.
Y ha tal virtud, que quien la trae consigo, esfuérzale todos los miembros del cuerpo, y sus movimientos, y los
sentidos, así que por trabajo que tome ni por obra que haga, no cansa. Y aún ha otra virtud; que todas las bestias
huyen del que la trae, y ninguna no se llega a él mientras la tuviere consigo.
Y la estrella que es en el muslo del brazo siniestro del Géminis delantero, y la otra que es en el nacimiento de
la cola de la Osa Menor, y son ambas de una natura, han poder y señorío sobre esta piedra, y de ellas recibe su
virtud. Y cuando estas ambas son en medio cielo, muestra esta piedra más cumplidamente sus obras.
De la piedra a que dicen hetora
Del deciocheno grado del signo de Géminis es la piedra a que dicen hetora. Ésta es contada en una de las
maneras de las piedras de bezaar que arredran el tósigo. Piedra es noble y muy preciada. Y hállanla en tierra del
Yemen, en minas que hay de ella. De ellas hay grandes, y de ellas pequeñas. Fuerte es y dura, y con resplandor. Y
es de color verde que tira ya cuanto a amarillo. Sutil es de cuerpo, ca se muda así como el aire, que cuando es
claro, es ella clara; y cuando turbio, turbia. Caliente es el húmeda de su natura.
Y su virtud es tal, que si la ponen cerca de algún vaso en que haya tósigo, de cual natura quiere que sea,
pierde la piedra la claridad que ha en sí y entúrbiase luego, y hace desuso de ella como una nave. Y por ende, la
precian mucho los hombres, porque son guardados por ella del mal del tósigo. Y pruébanla aún de otra manera,