Id a Tomás Principios fundamentales del ... - UCCuyo San Luis
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defendiendo la virtud y el poder de la razón, y con pruebas firmísimas<br />
demostrando la existencia de Dios; en la Dogmática, distinguiendo lo<br />
sobrenatural de lo natural, e ilustrando las razones <strong>del</strong> creer y los mismos<br />
dogmas; en lo demás de la Teología, patentizando que las cosas que se cren<br />
por la fe no se fundan en la opinión sino en la verdad; en Hermenéutica<br />
estableciendo la noción genuina de la divina inspiración; en la Moral, en la<br />
Sociología, en el Derecho, enseñando los verdaderos principios de la<br />
justicia legal o social, conmutativa o distributiva, y explicando las<br />
relaciones entre la justicia y la caridad; en la Ascética, describiendo la<br />
perfección de la vida cristiana e impugnando adversarios de las Órdenes<br />
religiosas contemporáneos suyos.<br />
«Finalmente, contra aquella absoluta independencia de la razón respecto a<br />
Dios, de que hoy vulgarmente se blasona, el nuestro afirma los derechos de<br />
la Verdad primera y la autoridad <strong>del</strong> Supremo Señor sobre nosotros.<br />
Sobradamente se explica con esto por qué los modernistas a ningún otro<br />
Doctor de la Iglesia temen tanto como a <strong>Tomás</strong> de Aquino».<br />
Indicaba también Pío XI:<br />
«Después de estas breves indicaciones respecto a las grandes virtudes de <strong>Tomás</strong>, será más fácil<br />
comprender la excelencia de su doctrina, que tiene en la Iglesia una autoridad y un valor admirables.<br />
Nuestros predecesores la exaltaron siempre con unánimes alabanzas. Alejandro IV no dudó escribirle: "Al<br />
amado hijo <strong>Tomás</strong> de Aquino, hombre excelente por nobleza de nacimiento y honestidad de costumbres,<br />
que por gracia de Dios adquirió un verdadero tesoro de ciencia y doctrina". Y después de su muerte, Juan<br />
XXII pareció canonizar a un mismo tiempo sus virtudes y su doctrina, al pronunciar, hablando a los<br />
Cardenales en consistorio, aquella memorable sentencia: "Iluminó la Iglesia de Dios más que ningún otro<br />
doctor; y saca más provecho el que estudia un año solamente en sus libros, que el que sigue todo el curso<br />
de su vida las enseñanzas de los otros". La fama, por tanto, de su inteligencia y sobrehumana sabiduría<br />
hizo que <strong>San</strong> Pío V lo inscribiese en el número de los doctores y le confiriese el título de Angélico».<br />
El Papa Pío V lo declaró Doctor de la Iglesia el 11 de abril de 1567, indicando, con ello,<br />
que había recibido unos excelentes carismas <strong>del</strong> Espíritu <strong>San</strong>to que habían contribuido<br />
al bien de la Iglesia.<br />
«La declaración pontificia <strong>del</strong> título de Doctor de la Iglesia no tiene el carácter de un eminente grado<br />
académico eclesiástico. Lo que la Cátedra apostólica declara, análogamente a cuando declara la santidad<br />
de alguien a quien propone al ejemplo y a la plegaria de la comunidad de los fieles, es el carisma dado por<br />
el Espíritu <strong>San</strong>to por el que algún santo ha servido con su palabra a la iluminación de la fe» (Canals,<br />
1997a, 2).<br />
Sin embargo, estos dones de Dios ilustraron también a <strong>San</strong>to <strong>Tomás</strong> en la asunción e<br />
instrumentación de las ciencias teológicas y filosóficas, haciendo que sea un gran<br />
teólogo, un gran pensador y, en definitiva, una figura cimera, reconocida<br />
universalmente.<br />
Seguidamente añadía el Papa Pío XI en esta encíclica sobre <strong>San</strong>to <strong>Tomás</strong>:<br />
«Por lo demás ¿qué hecho demuestra más claramente la estima en que la Iglesia ha tenido siempre a tan<br />
gran doctor, que el haber sido puestos sobre el altar por los Padres Tridentinos sólo dos volúmenes, la<br />
Escritura y la Suma Teológica, para inspirarse ellos en sus <strong>del</strong>iberaciones? Y para no traer aquí la serie de<br />
los innumerables documentos de la Sede Apostólica acerca de este asunto, está siempre vivo en Nos el<br />
feliz recuerdo <strong>del</strong> reflorecimiento de las doctrinas <strong>del</strong> Sol de Aquino por la autoridad y la solicitud de