protagonista - Danone leche

no de su uso para el ganado. Los nive-
les excesivos no se pueden solucionar,
si no es cambiando el origen del agua,
para uso en la explotación.
• El pH indica la acidez o la alcalinidad
de una solución. Para el agua
que consumen los animales, el valor
de pH debe estar entre 6,5 y 8. Más
allá de estos valores puede alterarse
su sabor y, además, ser corrosiva
cuando se usa en el lavado de la
máquina de ordeño.
• La dureza del agua está dada por
la presencia de calcio y magnesio: a
mayor cantidad de estos elementos,
mayor dureza. Este parámetro no
constituye un factor de riesgo para
la salud animal, pero puede afectar
la vida útil de algunas instalaciones,
además de requerir mayores
cantidades de jabón o detergentes
de limpieza.
• La salinidad total del agua está
representada por la presencia en ella
de sales como carbonatos, cloruros,
sulfatos, etc. Cuando los niveles de
estas sales son elevados tienen efectos
laxantes y provocan diarreas.
• Los nitratos, por sí mismos, no son
peligrosos para el ganado, pero,
cuando llegan al rumen, ciertas bacterias
lo transforman en nitritos, que
sí son dañinos. Niveles elevados son
letales para los animales. Para evitar
esta contaminación, los estercoleros
deben estar alejados de cisternas y
pozos de agua, y hay que controlar
la aportación de abonos nitrogenados
a las tierras de cultivos. Hay un sistema
de ósmosis inversa (ver fotos)
que disminuye la cantidad total de
nitratos y nitritos en el agua.
2. Análisis microbiológico: tiene como
objetivo valorar la contaminación bacteriana
del agua. La causa suele estar
en filtraciones o contaminaciones de
el profesional opina
Laboratorio ALLIC, placas de cultivo
materia orgánica en la fuente del agua,
o bien en contaminaciones en los propios
abrevaderos de las vacas.
La contaminación en el origen se puede
intentar paliar mediante diferentes procesos.
El más habitual es la adición de
sustancias desinfectantes al agua.
La contaminación en los bebederos
se soluciona mediante una limpieza
frecuente de los mismos y evitando la
exposición al sol. Es muy importante
que sean volcables, para permitir una
limpieza sencilla. Como mínimo una
vez a la semana, deberían limpiarse
mediante un frotado con una solución
de cloro diluido. Los bebederos, sean
del tipo que sean, deben disponer de
un tapón de vaciado. El mejor material
de construcción es el acero inoxidable.
La calidad microbiológica la podemos
paliar, normalmente, mediante el uso de
desinfectantes añadidos al agua. La legis-
22
Sistema de potabilización por ósmosis inversa