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Capítulo II - URBE

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CAPITULO <strong>II</strong><br />

MARCO TEÓRICO<br />

En este capitulo se desarrolla lo relativo a los antecedentes de<br />

investigación, las bases teóricas que sustentan el estudio, y la definición del<br />

sistema de variables.<br />

1. Antecedentes de la Investigación<br />

Estos antecedentes, representan aquellas investigaciones cuyas<br />

variables tienen relación directa o indirecta con este estudio, es decir,<br />

concepciones de la enseñanza y del aprendizaje.<br />

En cuanto a la Concepción de Aprendizaje, Martínez y Reinaldo<br />

(2004), realizaron un estudio titulado “Concepción de aprendizaje,<br />

metacongnicion y cambio conceptual en estudiantes universitarios de<br />

psicología”, Universidad de Barcelona; la misma tuvo como objetivo<br />

determinar las concepciones de aprendizaje que poseen los estudiantes<br />

universitarios de los niveles inicial, intermedio y final en la licenciatura de<br />

Psicología, y analizar la influencia de dos factores centrales; a) la pericia en<br />

el dominio específico de la psicología, y b) el nivel de uso de las estrategias<br />

metacognitivas. Del mismo modo, se plantea el análisis de la posible<br />

contribución de otras variables relacionadas con el cambio conceptual de la<br />

22<br />

22


concepción de aprendizaje: la edad, el sexo, la motivación, la percepción de<br />

la instrucción y la actuación del alumno.<br />

Los fundamentos teóricos planteados en el estudio fueron sustentados<br />

por Posner (1982), Thagard (1992), Olson y Bruner (1996), Tynjälä<br />

(1997;1999). La investigación responde al tipo Descriptivo con un diseño no<br />

experimental, transversal; la población estuvo conformada por sujetos<br />

pertenecientes a los niveles inicial, intermedio y final de la licenciatura de<br />

Psicología. El estudio se respaldó en: a) cuestionarios de autoreporte, b)<br />

entrevista semiestructurada y c) encuesta de datos personales. Los<br />

resultados apuntan a que las estrategias metacognitivas y la pericia-<br />

muestran relación significativa con la concepción de aprendizaje.<br />

Un análisis detallado para cada tipo de concepción señala que la<br />

concepción constructiva es la más asociada a dichas variables, mientras que<br />

el comportamiento de la concepción directa es prácticamente imposible de<br />

explicar a partir de la interdependencia entre las mismas variables. Los<br />

resultados obtenidos permiten afirmar que existe un proceso de cambio<br />

conceptual en las concepciones de aprendizaje, pero este proceso de cambio<br />

no parece ser homogéneo y debe explicarse desde el análisis particular de<br />

cada una de las categorías definidas.<br />

En este sentido, los estudiantes de psicología del estudio inician la<br />

carrera con una visión bastante heterogénea y poco coherente de las<br />

concepciones de aprendizaje y ello queda de manifiesto en la alta proporción<br />

de sujetos que presentan un nivel de co-dominancia al inicio de la carrera.<br />

23


Sin embargo, al considerar a los estudiantes que poseen un mayor nivel de<br />

pericia, se observa una disminución de la proporción de sujetos con co-<br />

dominancia; este último dato podría estar explicando que la concepción<br />

acerca del aprendizaje se hace más coherente y explícita, quizás como<br />

producto de la toma de conciencia y de la reflexión metacognitiva por parte<br />

de los sujetos.<br />

Esta investigación fue escogida por estudiar la variable concepciones<br />

de aprendizaje, dando soporte significativo al presente estudio en los<br />

aspectos teórico, para el análisis de las concepciones de aprendizaje, tal es<br />

la distinción realizada entre los términos concepciones, creencias, aptitudes y<br />

conocimiento profesional, es decir del camino de las concepciones docentes<br />

al cambio conceptual; no obstante se establece diferencias en la población,<br />

quienes son estudiantes y para esta tesis son docentes y la variable<br />

concepción de enseñanza.<br />

En tanto, Ordóñez, (2008), realizo un estudio sobre “Actitud del<br />

Docente y el Estudiante en la Acción Didáctica Desde la Perspectiva<br />

Andragógica”. La finalidad de la presente investigación fue analizar la actitud<br />

que presentan docentes y estudiantes en la acción didáctica, desde la<br />

perspectiva andragógica en Núcleo LUZ-COL. Esta investigación se orientó<br />

con enfoque de complementariedad paradigmática, considerando el enfoque<br />

cuantitativo y cualitativo. Para lograr tal propósito, se realizó un estudio con<br />

un diseño de tipo No Experimental, Transeccional, Descriptivo e<br />

Interpretativo.<br />

24


Para el enfoque cuantitativo, la muestra estuvo constituida por 12<br />

docentes y 30 estudiantes y para el enfoque cualitativo se consideraron 02<br />

docentes y 02 estudiantes, como sujetos informantes del Núcleo LUZ-COL.<br />

Para el enfoque cuantitativo, se aplicó un cuestionario contentivo de 32<br />

ítemes, con cinco alternativas de repuestas desde siempre a nunca. Después<br />

de validados por 7 expertos, se aplicó una prueba piloto para establecer el<br />

grado de confiabilidad a través del estadístico Alpha de Cronbach cuyo<br />

resultado fue rkk= ,8515, se aplicaron dos instrumentos, uno para docente y<br />

otro para estudiantes, se tabularon y se analizó a través de la estadística<br />

descriptiva, se aplicó el análisis varianza unidireccional (ANOVA) y el Tukey<br />

para el análisis.<br />

Desde el punto de vista cualitativo, para la recolección de la<br />

información, se estructuró una matriz de observación del video y la matriz de<br />

categorización de entrevista no estanderizada para docentes y estudiantes,<br />

su validez se estableció mediante la triangulación de opiniones de docentes,<br />

estudiantes y la fundamentación teórica, los datos obtenidos se muestran en<br />

los cuadros que permitieron emanar la confrontación, reflexiones y<br />

recomendaciones del estudio.<br />

Los hallazgos evidencian la necesidad del profesorado de reflexionar<br />

sobre su práctica educativa la luz de la teoría andragógica, como forma más<br />

expedita de orientar el proceso de aprendizaje del estudiante adulto y su<br />

actitud debe reflejar en su acción didáctica un proceso de compartir<br />

experiencias, que conlleven a una participación reflexiva, critica y creativa,<br />

25


motivo por el cual se generaron lineamientos teórico metodológicos<br />

orientados hacia la producción de actitudes de participación y horizontalidad<br />

en docentes y estudiantes en el desarrollo de la praxis educativa.<br />

Este antecedente aporta un referente interesante de carácter<br />

metodológico, utilizando técnica de recogida de información de corte<br />

cuantitativo y cualitativo para analizar las concepciones del docente, el<br />

cuestionario y las entrevistas permitió tener una visión general del<br />

posicionamiento de los profesores en los aspectos muy puntuales del<br />

proceso de aprendizaje, muy valiosos en análisis de las concepciones objeto<br />

de este estudio.<br />

Por su parte, Gaiot (2002), realizo un trabajo titulado “Clima<br />

Organizacional Motivación al Trabajo y Actitud Hacia el Cambio en Docentes<br />

Universitario”, El presente trabajo de investigación fue del tipo descriptivo,<br />

no-experimental, con un diseño correlacional en la modalidad de campo, tuvo<br />

como propósito determinar la relación existente entre el clima organizacional,<br />

la motivación para el trabajo y la actitud hacia el cambio en docentes de los<br />

institutos universitarios de tecnología Juan Pablo Pérez Alfonzo, de la región<br />

occidental de Venezuela.<br />

Tras haber estudiado el contexto problemático que envuelve al objeto<br />

de estudio, se procedió a construir un marco teórico, mediante la revisión y<br />

análisis de diversas fuentes tanto bibliográficas como documentales, que<br />

sirvieron de fundamento para elaborar dos instrumentos de recolección de<br />

datos tipo cuestionario cerrado, con escalas tipo Lickert, los cuales fueron<br />

26


validados por un grupo de expertos, y su confiabilidad fue determinada<br />

mediante el desarrollo de la fórmula Alfa Cronbach con los datos obtenidos<br />

en una prueba piloto integral; obteniéndose como coeficientes valores de<br />

confiabilidad de 0.99, 0.99 y 0.99.<br />

Posteriormente, los cuestionarios fueron aplicados a una muestra<br />

poblacional constituida por ciento sesenta (160) docentes, recibiendo un<br />

tratamiento estadístico descriptivo con medidas de tendencia central, y<br />

cualificándose sus resultados al contrastarse con las teorías y modelos<br />

desarrollados en el cuerpo del trabajo. La correlación entre las variables<br />

clima organizacional, motivación hacia el trabajo y actitud hacia el cambio<br />

organizacional fue de 0.92.<br />

Sin embargo, no implica la existencia y desarrollo favorables de las<br />

categorías estudiadas; ya que el estudio de campo evidenció debilidades en<br />

los indicadores en materia de comunicación y estructura del clima<br />

organizacional, niveles cognitivos y afectivos de la actitud hacia el cambio; y<br />

procedimientos inadecuados en materia de motivación hacia el trabajo.<br />

Estas investigaciones se eligen como soporte en el marco<br />

metodológico, pues su aporte para la creación del instrumento COENAP, en<br />

la escogencia de la escala de valoración de las respuestas tipo licker, y para<br />

el análisis de los resultados; de igual manera, las conclusiones del estudio<br />

permitirán conocer nuevas alternativas en el análisis de las concepciones<br />

pedagógicas de los docentes en el Municipio de Maicao.<br />

27


Igualmente, Colina, (2006), realizo un estudio llamado “Actitudes<br />

directivas del gerente educativo y clima organizacional de los institutos de<br />

educación media del sector público”. El propósito de este estudio estuvo<br />

dirigido a determinar la asociación entre las actitudes directivas de los<br />

gerentes educativos y el clima organizacional de los institutos de educación<br />

media diversificada del sector público.<br />

El fundamento teórico sobre el que se sustentó este estudio fueron<br />

Almeida (1999), Arnal (2005), Bolívar (1998), Blanco (2001), Byrne (1999),<br />

Chapman (1998), Dewitz (2000) y Myers (2000) para la variable actitudes<br />

directivas y Brunet (1999), Chiavenato (2000), Davis y Newtroons (2001),<br />

Dessler (1998), Gordon (1999), Hall (2000) y Robbins y Coulter (2000). La<br />

tipología del estudio quedó definida como correlacional por su método y<br />

básica por su propósito. El diseño del mismo se definió como no<br />

experimental - correlacional. La población quedó conformada en dos niveles,<br />

uno constituido por seis directores y el otro constituido por ciento treinta y<br />

seis sujetos entre docentes, personal administrativo y obrero de los planteles<br />

en estudio.<br />

La técnica de recolección de datos fue mediante encuesta;<br />

utilizándose dos cuestionarios ambos de escala Likert, siendo sometidos a<br />

validez de contenido a través de la revisión por parte de siete expertos,<br />

sometiéndose ambos al análisis discriminante de ítemes. La consistencia<br />

interna fue calculada a través de la aplicación del coeficiente de partición por<br />

mitades con corrección por Spearman, dando un rpi = 0,977 para el<br />

28


cuestionario de actitudes directivas y rpi = 0,90 para el de clima<br />

organizacional.<br />

Se recurrió al cálculo de estadísticas descriptivas e inferenciales para<br />

el análisis de los datos; llegándose a la siguiente conclusión: no existe<br />

asociación entre las variables actitudes directivas de los gerentes educativos<br />

y el clima de trabajo de los planteles en estudio. Se establecieron criterios<br />

teóricos para el mejoramiento del clima de trabajo mediante la actitud de sus<br />

directores.<br />

Esta investigación se escogen como soporte en el marco<br />

metodológico, pues ha sido un referente conceptual y metodológico<br />

importante en este estudio centrado en las concepciones de los profesores<br />

en relación a la enseñanza y el aprendizaje; asimismo, el aporte para la<br />

creación del instrumento COENAP, lo cual permite conocer nuevas<br />

alternativas para el análisis de las concepciones de los docentes en el<br />

Municipio de Maicao.<br />

Del mismo modo, Suárez, (2003), presento una investigación titulada<br />

“Concepciones en las que se fundamenta la formación del docente de<br />

educación intercultural bilingue venezolano y la creación del perfil Profesional<br />

requerido”. En esta investigación se propuso formular Lineamientos Teóricos<br />

que permitan la creación del Perfil Profesional requerido para el docente del<br />

programa de educación intercultural bilingüe venezolano. El estudio se<br />

orienta a través de la metodología cuali-cuantitativa, y de acuerdo al objetivo<br />

29


es descriptiva y de campo, con diseño no experimental, utilizando la técnica<br />

de la encuesta.<br />

También se utilizó, la técnica matricial para la descripción de perfiles<br />

profesionales de Bayle. Los Docentes de las escuelas del Municipio Páez y<br />

los Programas educativos de Educación Intercultural Bilingüe tanto de<br />

Venezuela como de Guatemala, fueron las fuentes de información. Esta<br />

información se organizó en tablas y matrices comparativas respectivamente,<br />

evidenciando que el perfil profesional del docente indígena venezolano debe<br />

consolidarse bajo la concepción de la teoría de la Etnoeducación, Teoría<br />

Sociológica del Currículo, Constructivismo y la Investigación Acción.<br />

Este estudio, permitió formular Lineamientos Teóricos para la creación<br />

del Perfil Profesional, fortaleciendo la formación del docente que este tipo de<br />

programa requiere, concluyendo que este docente debe ser tolerante,<br />

indígena, bilingüe, representante de su etnia entre otros.<br />

Por ultimo, González, (2006), efectúo una investigación titulada<br />

“Concepción humanista axiológica en la relación educando - educador de<br />

institutos universitarios de Venezuela”. El propósito fundamental del estudio<br />

fue analizar el desarrollo de la concepción humanista axiológica en la<br />

relación educando - educador desde la perspectiva del proyecto de<br />

modernización curricular del IUTET. Metodológicamente la investigación se<br />

insertó dentro de los estudios de tipo descriptivos - analíticos, el diseño fue<br />

no experimental, la población estuvo conformada por 60 docentes y 80<br />

estudiantes, aplicándose un muestreo no probabilístico causal.<br />

30


Se aplicaron 5 instrumentos dos cuestionarios, con una escala tipo<br />

Licker de con cinco alternativas de respuestas y 24 ítemes, dos matriz de<br />

doble entrada y una entrevista. La validez del instrumento se determinó a<br />

través de la técnica de juicio de expertos, para los cuestionarios se aplicó el<br />

coeficiente de Cronbach el cual obtuvo un resultado de 0.84 y 0.81, y para la<br />

confiabilidad se utilizo el método de la estadística de las dos mitades y se<br />

aplico la corrección de Spearman Brown generando un coeficiente de 0.81 y<br />

0.78.<br />

Los resultados encontrados concluyen que se están desarrollando las<br />

actividades andragógicas dentro de un contexto humanizado, donde se<br />

empleen estrategias dirigidas a tomar en consideración las necesidades de<br />

los educandos, empleando elementos que les permitan motivarlos,<br />

estrategias instruccionales, orientadas a que el proceso de aprendizaje se<br />

ejecute de acuerdo a sus requerimientos; estrategias de evaluación, donde<br />

se lleve un control de su proceso de aprendizaje. Se recomienda, presentar<br />

la información en forma organizada, precisa y clara a través de diferentes<br />

estrategias que permitan la construcción adecuada del significado.<br />

Este antecedente aunque no se realiza un estudio especifico sobre el<br />

tema de la enseñanza, aportan para la presente investigación referencias<br />

para el análisis de las concepciones docentes desde la perspectiva<br />

andragogica, la información suministrada permitirá conocer nuevas<br />

alternativas para dicho análisis desde el punto de vista humanista axiológico<br />

de las concepciones docentes en el municipio de Maicao.<br />

31


Por otra parte, Lopez (2004), realizo un estudio titulado, “concepciones<br />

sobre una docencia universitaria de calidad. Estudio diferencial entre<br />

universidades y profesores”, en la Universidad de Valencia, España; cuyo<br />

objetivo general fue: Evidenciar las concepciones sobre docencia de calidad<br />

que se leen en los procesos de evaluación de los profesores universitarios<br />

para propiciar la revisión de las políticas y el enriquecimiento de la cultura<br />

sobre docencia y sobre evaluación docente. El mayor aporte está en la<br />

elaboración teórica en donde se presenta una visión sobre la calidad de la<br />

docencia universitaria, como una situación problema generada por las<br />

presiones que exigen a la universidad realizar planteamientos culturales que<br />

la pongan en sintonía con la cultura global de calidad.<br />

Asimismo, se argumenta en favor de la idea de que en el<br />

reconocimiento y la renovación de las concepciones docentes, se encuentra<br />

el camino del mejoramiento continuo de la calidad docente. Por lo tanto, se<br />

abre un espacio para la redefinición de la docencia como función del profesor<br />

universitario, en el que se unen las ideas ganadas en la condición de<br />

docentes universitarios, con las seleccionadas de la reflexión crítica del<br />

estudio concienzudo de una amplia revisión bibliográfica.<br />

Por otra parte, las ideas expresadas por los docentes universitarios<br />

con quienes se tuvo la fortuna de dialogar en nuestro proceso de<br />

investigación y se construye en un proceso gradual, sistemático y continuo,<br />

se realizó un esquemático recorrido por dos vías que permiten comprender la<br />

visión que fundamenta la investigación y posteriores recomendaciones: en<br />

32


primer lugar, está la realización de un ejercicio de construcción teórica para<br />

ver, a través de ella, la naturaleza de la calidad aplicada a la educación y, en<br />

segundo lugar, se abordan estrategias, cuestiones y problemas para<br />

encontrar algunas luces a las ideas modificadoras de la acción.<br />

El antecedente en mención reviste importancia para esta<br />

investigación en los aspectos teóricos y metodológicos sobre las<br />

concepciones del aprendizaje y enseñanza en los docentes tan necesario<br />

para la concreción de las dimensiones e indicadores de las variables objetos<br />

de estudio. Asimismo aporta información sobre las concepciones docentes<br />

que pueden ser utilizados en la aproximación teórica pretendida en este<br />

trabajo, definiendo la presencia de un conjunto de categorías que explicitan<br />

las concepciones docentes.<br />

2. Bases Teóricas<br />

Para poder comprender las concepciones que los profesores tienen sobre<br />

los procesos de enseñanza y aprendizaje se recorre el camino que sigue en<br />

la construcción de esas concepciones: La fundamentación teórica para el<br />

presente estudio esta basada en autores sobre las concepciones de<br />

enseñanza y aprendizaje, sus hallazgos, caracterización, rasgos, funciones,<br />

adquisición, relación entre la concepción de enseñanza y de aprendizaje de<br />

los docentes de la básica secundaria<br />

33


2.1. Las Concepciones<br />

Los estudios sobre las concepciones empezaron con el término<br />

"misconception" (concepto erróneo), muy utilizado en los trabajos<br />

anglosajones por ejemplo, Novak, (1985, 1987). El término "concepción" ha<br />

sustituido entre los especialistas en didáctica al de "representación" Giordan<br />

y de Vecchi, (1987). Se considera que las concepciones intervienen en la<br />

identificación de la situación, en la selección de las informaciones<br />

pertinentes, en su tratamiento y en la producción de sentido.<br />

Por otra parte, en relación a los estudios sobre concepciones, autores<br />

como Novak, (1984), (1985); Host, (1977); Lucas, (1986), definen el termino<br />

a modo de "herramientas", "registros de funcionamiento" y "estrategias de<br />

pensamiento", los únicos elementos de los que dispone el sujeto para<br />

aprehender la realidad, los objetos de enseñanza o los contenidos<br />

informativos.<br />

Las concepciones se interpretan, de acuerdo a lo expresado por<br />

Simpson, (1982); Osborne y Gilbert, (1980); Osborne y Wittrock, (1983);<br />

Osborne y Freyberg, (1985), como elementos de un acervo informativo<br />

destinado a ulteriores consultas que como una especie de "decodificador"<br />

permite al sujeto comprender el mundo que lo rodea. Así pues, ocupan un<br />

puesto importante en la enseñanza o en la divulgación. Según parece, es a<br />

partir de ellas como se pueden abordar nuevas cuestiones, interpretar<br />

34


situaciones, resolver problemas, dar respuestas explicativas y hacer<br />

previsiones.<br />

A través del las concepciones, según los autores el sujeto<br />

seleccionará informaciones, les dará un significado, eventualmente conforme<br />

a los saberes científicos de referencia, las comprenderá, las integrará y así...<br />

"comprenderá, aprenderá" Giordan y De Vecchi, (1987); Driver, Guesne y<br />

Tiberghien, (1989) y movilizará los saberes Giordan, (1994). El "punto de<br />

enganche" de las concepciones corresponde siempre a un cuestionamiento.<br />

Estas últimas sólo parecen existir con relación a un problema, aunque sea<br />

implícito.<br />

De la misma manera, las concepciones se transforman debido a la<br />

situación que las activa, hasta en un campo de problemas. Constituyen<br />

verdaderas estrategias cognitivas que el individuo pone en marcha para<br />

seleccionar las informaciones pertinentes, para estructurar y organizar el<br />

mundo real. Remiten no sólo a los elementos que este último va a movilizar<br />

directamente para explicar, prever o actuar, sino también a la historia del<br />

mismo, hasta su ideología, sus estereotipos sociales e incluso sus<br />

fantasmas.<br />

En esta movilización, a partir de su experiencia de acuerdo con Porlán<br />

y Rivero (1998, 77), el individuo se fabrica una "grilla de análisis" de la<br />

realidad, una especie de decodificador que le va a permitir comprender el<br />

mundo que lo rodea, abordar nuevas cuestiones, interpretar situaciones<br />

nuevas, razonar para resolver una dificultad y dar una respuesta que él<br />

35


considere explicativa. A partir de esta "herramienta", va a seleccionar las<br />

informaciones exteriores y, eventualmente, las comprenderá y las integrará.<br />

CONCEPCIÓN =<br />

F (P,M,O,R,S)<br />

Operaciones mentales<br />

Conjunto personal de las<br />

operaciones intelectuales o<br />

transformaciones que la<br />

persona domina y que le<br />

permiten poner en relación<br />

los elementos del marco de<br />

referencia y así producir y<br />

utilizar la concepción.<br />

Porlan y Rivero (1998).<br />

Problema<br />

Punto de arranque o en general<br />

Conjunto de preguntas más o<br />

menos explícitas que inducen o<br />

provocan la puesta en marcha<br />

de la concepción.<br />

Red Semántica<br />

Organización que se pone en<br />

marcha a partir del marco de<br />

referencia y de las<br />

operaciones mentales.<br />

Permite dar coherencia<br />

semántica al conjunto y de<br />

este modo produce el sentido<br />

de la concepción.<br />

De esta manera, las concepciones de los profesores tienen varias<br />

implicaciones de gran importancia: escapan al propio control, tienden a<br />

bloquear los cambios en el dominio de lo concreto, favorecen cierta<br />

disociación entre el discurso pedagógico y la intervención docente, según,<br />

Porlán y Rivero (1998, 77), ponen en duda los modelos academicistas y<br />

artesanales de formación y guardan relación con la desprofesionalización<br />

docente y con la estructura del puesto de trabajo en la que el tiempo laboral<br />

es fundamentalmente para intervenir y no para reflexionar.<br />

Marco de referencia<br />

Contexto. Conjunto de los<br />

conocimientos integrados que<br />

al ser, activados y reunidos,<br />

dan un perfil a la concepción.<br />

Significantes<br />

Conjunto de convenciones:<br />

signos, marcas y símbolos y<br />

demás formas del lenguaje<br />

necesarios para la producción<br />

y explicación de la<br />

concepción.<br />

Por otra parte, las concepciones conforman los marcos de referencia<br />

desde los cuales actúa el ser humano, según Carmona, (1997, 13). son el<br />

prisma a través del cual percibe y el contexto sobre el cual procesa la<br />

información. De acuerdo con Rodrigo, Rodríguez y Marrero, (1993) “Son el<br />

conocimiento personal que los seres humanos poseen” Aunque el concebir<br />

es una acción particular por la cual el individuo estructura su saber a medida<br />

36


que integra los conocimientos, las concepciones tienen raíces socioculturales<br />

y son a su vez un factor de socialización, estando en la base de los<br />

intercambios psicosociales producidos en el campo de acción.<br />

Las concepciones no son sólo un producto, se corresponden con un<br />

proceso ocurrido en el contexto de una actividad elaboradora, dependen de<br />

un sistema subyacente constituido en un marco de significación. Un sistema<br />

cognitivo en un mundo académico donde se construyen y se organizan<br />

saberes atendiendo a una lógica seguramente disciplinar. el modelo<br />

propuesto por Giordan y de Vecchi (1995) sirve para imaginar las<br />

concepciones en una estructura organizada y duradera, poseedora de lógica<br />

y coherencia, y sobre la cual se puede tener plena conciencia y dominio. Sin<br />

embargo lo común es que las personas no tengan conciencia de sus<br />

concepciones, por esta razón apoyarlos para tomar conciencia y expresarlas<br />

suele ser un trabajo un poco complejo.<br />

Toda concepción tiene dos componentes: lo qué se concibe y cómo se<br />

concibe. Estos son aspectos estructurales de la concepción; la delimitación<br />

del contexto define su horizonte externo y la diferenciación de las partes, el<br />

horizonte interno Carmona, (1997, 15). Para Giordan y de Vecchi (1995,<br />

115) «la concepción que podemos formarnos de las concepciones ha<br />

evolucionado bastante. Hemos pasado de una estructura intuitiva e<br />

imprecisa, a un concepto didáctico».<br />

Asimismo, en lo referente a las concepciones, se tiene en cuenta el<br />

siguente pensamiento antes de construir el conocimiento dice Morin (2001)<br />

37


“la educación debe mostrar que no existe conocimiento que<br />

no esté, en alguna medida, amenazado por el error y la<br />

ilusión. Marx y Engels enunciaron justamente en la ideología<br />

alemana que los hombres siempre han elaborado falsas<br />

concepciones de sí mismos, de lo que hacen, de lo que<br />

deben hacer y del mundo donde viven. Pero tampoco ni<br />

Marx ni Engels escaparon de estos errores”.<br />

2.1.1. Las concepciones docentes.<br />

Las concepciones se incluyen en la categoría de lo comprensible y se<br />

vinculan a contextos muy específicos en donde se pueden encontrar las<br />

respuestas a interrogantes como: ¿Qué hacer en una situación<br />

determinada?, ¿Cómo hacerlo?, si pensamos en el diseño curricular también<br />

a preguntas como: ¿Para qué? y ¿Por qué?. Se manifiestan en la conducta<br />

profesional y sólo tienen sentido en relación con ella, de tal manera que a<br />

veces se reemplaza el discurso por la anécdota de lo acontecido en una<br />

determinada situación.<br />

Es frecuente que cuando los profesores según Porlán y Rivero, (1998)<br />

hablan de lo que hacen, hablen más bien de lo que, atendiendo a sus<br />

creencias y principios explícitos deberían hacer: de ahí que observarse a uno<br />

mismo, o compartir los datos de la observación con otros, signifique con<br />

frecuencia el “descubrimiento” de ciertas pautas de acción que se<br />

desconocían.<br />

Vistas desde un ángulo metodológico al igual que el punto de<br />

iniciación del conocimiento científico las concepciones parten de una<br />

pregunta, pues toda representación no parece existir sino en relación con un<br />

38


problema, aunque este sea con frecuencia implícito (a menudo la concepción<br />

elaborada es lo que conduce a reformularlo). Por esta razón se considera<br />

que las concepciones, de acuerdo con Giordan y de Vecchi, (1995, 113), no<br />

son sencillas imágenes o representaciones mentales, sino más bien los<br />

indicios de un modelo, de un modo de funcionamiento comprensivo, en<br />

respuesta a un campo de problemas.<br />

Por otra parte, (Cazden, 1997, p. 634), particularmente los docentes<br />

construyen las concepciones que le permitirán ser identificados como tal y<br />

organizan así el camino acorde con sus aspiraciones y proyectos. En la<br />

escuela o el colegio los docentes crean y cambian contextos por medio del<br />

lenguaje innumerables veces al día: a medida que dan a conocer las normas,<br />

cuando responden las preguntas de sus alumnos, cuando explican un nuevo<br />

concepto; pero, esto siempre ocurre sobre el significado de sus<br />

concepciones.<br />

La consideración y análisis de las concepciones resulta<br />

imprescindibles, por su naturaleza y por las funciones que desempeña;<br />

según Coll y Onrubia, (1995, 4-19) para una adecuada comprensión de los<br />

mecanismos y dispositivos de influencia educativa que actúan en las<br />

situaciones escolares de enseñanza y aprendizaje, es decir, como un factor<br />

decisivo en el proceso de construcción de significados.<br />

Las concepciones de los docentes se moldean no sólo a través de las<br />

acciones o de los encuentros contextualizados en el ambiente escolar, sino a<br />

través de interacciones entre personas en relación con el mundo, un mundo<br />

39


que no es simplemente físico y aprehendido por los sentidos, sino cultural,<br />

con sentido y significado, resultado principalmente del lenguaje. El saber<br />

representado en las concepciones docentes según Cazden, (1997, 627), es<br />

en sí mismo básicamente cultural, y sus propiedades distintivas provienen del<br />

carácter de la actividad social, del lenguaje del discurso y de otras formas<br />

culturales.<br />

Las concepciones son modelos explicativos y subyacentes y no es tan<br />

fácil evidenciarlas, seguramente en los pasos siguientes acudiremos a las<br />

inferencias a partir de expresiones intencionadas, que contextualizadas en el<br />

marco teórico, pueden considerarse como indicadores de las dimensiones<br />

que hipotéticamente se han considerado como significativas.<br />

Estas concepciones se convierten en el vehículo, en el cual transitan<br />

los miembros de la comunidad académica, y de acuerdo con Cazden, (1997,<br />

p. 627) “una parte importante de las identidades de todos los participantes”.<br />

Las concepciones producen un efecto sobre el hombre si impulsan la vida de<br />

quien las promulga, si son personificadas por el maestro, si aparecen<br />

encarnadas,<br />

En Villar Angulo (1988) encontramos una cita de Huber y Mandl (1982,<br />

105) por medio de la cual él explica que “un examen de la investigación<br />

sobre las cogniciones del profesor muestra que esas teorías subjetivas se<br />

conciben sirviendo para el mismo propósito a los profesores y a sus acciones<br />

diarias que las teorías científicas a los investigadores”. A partir de ellas, en<br />

este ejemplo, los profesores explican los resultados de sus acciones<br />

40


docentes, así se traten de éxitos, o fracasos, y sobre ellas, e impulsados por<br />

una firme voluntad, puede originar el cambio o diseño de nuevas estrategias<br />

En las concepciones expresadas se puede reconocer muchas acciones,<br />

momentos significativos y procesos de construcción mental impactados por<br />

vivencias individuales y colectivas que afectan su significado. Carmelo<br />

(1997), las concepciones son el conocimiento personal que los seres<br />

humanos poseen; es decir, toda concepción tiene dos componentes: el<br />

primero tiene que ver con el que se concibe y el otro cómo se concibe. Estas<br />

concepciones conforman las marcas de referencias desde los cuales actúa el<br />

ser humano, son el prisma a través del cual percibe el contexto y sobre el<br />

cual procesa información.<br />

Por su parte, Rodrigo, Rodríguez y Marrero (1993) integran a las<br />

concepciones el factor sociocultural, aunque el concebir sea una acción<br />

particular; Un individuo estructura su saber a medida que integra los<br />

conocimientos, estando en la base de los intercambios psicosociales<br />

producidos en el campo de acción, por lo tanto las concepciones tienen un<br />

factor de socialización. Giorgian y Vecchie (1995), propone un modelización<br />

de una concepción de la siguiente forma:<br />

problema: punto de arranque, conjunto repreguntas más o menos<br />

explicitas que inducen o provocan la puesta en marcha de una concepción.<br />

Marco de referencia: conjunto de conocimientos integrados que al se,<br />

activados y reunidos, dan un perfil de concepción.<br />

41


Operación menta: Conjunto personal de las operaciones intelectuales<br />

o transformaciones que la persona domina y que le permiten poner en<br />

relación los elementos del marco de referencia y así producir y utilizar la<br />

concepción.<br />

Red semántica: Organización que se pone en marcha a partir del<br />

marco de referencia y de las operaciones mentales. Permite dar una<br />

coherencia semántica al conjunto y de este modo produce el sentido de la<br />

concepción.<br />

Significante: Conjunto de convenciones: signos, marcas y símbolos y<br />

demás formas del lenguaje necesario para la producción y explicación de la<br />

concepción.<br />

2.2. Las concepciones de la enseñanza<br />

Los estudios acerca de las creencias de los profesores han dado lugar a<br />

diferentes posturas y teorías sobre la manera en que los profesores<br />

aprenden a enseñar el papel que juegan las creencias en este aprendizaje.<br />

Algunos investigadores como Anderson y Brun (1989) señalan que existen<br />

dos posturas pedagógicas que forman parte del conocimiento general de los<br />

docentes: mediación cognitiva, la cual concibe al profesor como un mediador<br />

entre el conocimiento experto y el conocimiento del estudiante; y la postura<br />

acumulativo-receptiva, la cual se relaciona con el conocimiento del contenido<br />

de la asignatura.<br />

42


En cuanto a la practica profesional docente, Suman (1990) plantea<br />

tres tipos de conocimiento de los profesores que reencuentran vinculados a<br />

las características que adopta su practica docente: a- el conocimiento de la<br />

materia o conocimiento del contenido; b- el conocimiento sobre las<br />

estrategias de enseñanza o conocimiento pedagógico; y c- el conocimiento<br />

sobre las estrategias particulares que se emplean para enseñar una<br />

asignatura particular o conocimiento del contenido pedagógico.<br />

De igual manera, en relación al conocimiento pedagógico del docente,<br />

según Putman y Borko (2000) plantean que el conocimiento pedagógico<br />

general abarca el conocimiento que los profesores tienen sobre la<br />

enseñanza, el aprendizaje y los aprendices. Igualmente, Coll (1994) en lo<br />

referente ala practica educativa de los docentes, trasciende el ámbito de la<br />

interacción maestro alumno en el aula y se extiende tanto a las actividades<br />

inmediatas que ocurren como resultado de la instrucción (tareas escolares<br />

concretas), a las actitudes de los alumnos hacia la disciplina y desempeño<br />

académico.<br />

Por otra parte las concepciones del profesorado sobre la enseñanza<br />

son teorías pedagógicas personales reconstruidas sobre la base de<br />

conocimientos pedagógicos históricamente elaborados y transmitidos a<br />

través de la formación y en la práctica pedagógica. Por lo tanto, son una<br />

síntesis de conocimientos culturales y de experiencias personales que<br />

conforman lo que desde otros puntos de vista se viene denominando<br />

«pensamiento práctico» (Pérez y Gimeno, 1988, 37-63) o «teorías<br />

43


epistemológicas», con la diferencia de que las teorías implícitas se apoyan<br />

en una teoría de la mente de carácter socioconstructivista.<br />

De igual manera, en las concepciones de la enseñanza, de acuerdo<br />

con, Larson (1987, 355-365) identifica cuatro concepciones de enseñanza,<br />

tres de ellas relacionadas con habilidades de incremento y con habilidades<br />

de disminución: a) una concepción que considera a la enseñanza como una<br />

forma de dirigir los propios actos del profesor hacia el pensamiento del<br />

alumno; b) la enseñanza como la suma de variables o partes; c) la<br />

enseñanza como transición de la cantidad a la calidad del contenido; y d) la<br />

enseñanza como rutina.<br />

Este tipo de saber se va construyendo a lo largo de la vida del<br />

docente, en la relación con los alumnos y en la relación con los que fueron<br />

sus docentes. Sobre los éxitos y fracasos docentes se van construyendo<br />

explicaciones al tenor de las concepciones previas y se va renovando el<br />

discurso y el saber. Se puede pensar que estas evolucionan fácilmente, el<br />

reto más difícil será lograr en los profesores cambios en sus concepciones de<br />

manera, donde su estilo docente responda a la creciente complejidad del<br />

proceso educativo y de las exigencias sociales.<br />

En este mismo sentido Martínez y Salinas (1988) dicen: “a veces uno,<br />

como docente, es consciente de cuál es esa teoría personal que viene a<br />

justificar gran parte de lo que hace en el aula; en otras ocasiones, dicha<br />

teoría no aparece claramente explicitada, al menos en el ámbito formal, pero<br />

44


lo cierto es que puede evidenciarse a través de las prácticas y acciones de<br />

enseñanza”.<br />

Es importante, que los profesores reconozcan los conocimientos<br />

elaborados conscientemente y elaborados cada vez que leen y estudian para<br />

preparar sus clases, existen unos conocimientos no fáciles de detectar o de<br />

los cuales no tienen indicios, estos se pueden explicitar (solos o con ayuda<br />

de otros profesionales) para poder así comprender mejor una parte<br />

significativa de sus problemas de clase. Por ejemplo, para que comprenda<br />

por qué se planea, según Porlán y Rivero, (1998, 78), en términos de<br />

formación pero se actúa dando información; se concibe a los alumnos como<br />

futuros ciudadanos que han de resolver problemas globales, pero se actúa<br />

como si fueran a ser exclusivamente expertos que resuelven problemas<br />

disciplinares.<br />

Por otra parte, la concepción de enseñanza según Flores (1999),<br />

expresa que la enseñanza es una actividad educativa mas especifica,<br />

intencional y planeada para facilitar que determinados individuos se apropien<br />

y elaboren con creatividad cierta porción del saber o alternativas de solución<br />

a algún problema en aras a su formación personal.<br />

2.2.1. Concepciones curriculares<br />

En cuanto a las concepciones de enseñanza, se encuentran las<br />

concepciones de currículo, según Florez (1999), el currículo es la manera de<br />

aplicar la teoría pedagógica en el aula a la enseñaza real. Agrega este autor<br />

45


que un currículo es la mediación entre la teoría y la realidad de la enseñanza,<br />

es el plan de acción que desarrolla el profesor con sus alumnos en el aula.<br />

Es un pauta ordenadora del proceso de enseñanza.<br />

De igual manera, se identifican los componentes del currículo, de<br />

acuerdo a lo establecido por, Coll, (1994, p.31) los, los elementos que<br />

contempla para cumplir con éxito las funciones anteriores, pueden agruparse<br />

en cuatro capítulos: 1. Proporciona informaciones, sobre qué enseñar. Este<br />

capítulo incluye dos apartados: los contenidos y los objetivos. 2. Proporciona<br />

informaciones sobre cuándo enseñar. 3. Proporciona informaciones sobre<br />

cómo enseñar 4. Proporciona informaciones sobre qué, cómo y cuándo<br />

evaluar.<br />

En cada una de las prácticas pedagógicas de los docentes, se<br />

evidencian el carácter, la organización y la importancia que se concede a los<br />

contenidos. En cada uno de ellos se señalan las maneras para comprender<br />

las relaciones entre los niños, los docentes y el saber; y se imprimen<br />

elementos de las estrategias metodológicas. En una palabra, se dejan<br />

huellas relativamente claras de la concepción pedagógica.<br />

Por otro lado, se puede decir según Coll, (1994) que un currículo se<br />

refiere esencialmente a las preguntas: ¿Para qué enseñar? ¿Qué enseñar?<br />

¿Cuándo, cómo y con qué lo hacemos? Y ¿qué, cuándo y cómo evaluamos?.<br />

La pregunta "¿para qué enseñamos?" atañe al sentido y la finalidad de la<br />

educación. La selección, el carácter y la jerarquía de los temas, se relacionan<br />

con la pregunta "¿qué enseñar?". La estructura y secuenciación de los<br />

46


contenidos son abordados al resolver el interrogante sobre "¿cuándo<br />

enseñar?", al tiempo que el problema metodológico vinculado con la delación<br />

y el papel del maestro, el estudiante y el saber, nos conduce a la pregunta<br />

"¿cómo enseñar?".<br />

Finalmente, la evaluación debe responder por el cumplimiento parcial<br />

o total de los propósitos e intenciones educativas, por el diagnóstico del<br />

proceso y por las consecuencias que de ello se deriven. Como puede verse,<br />

una pregunta para cada problema, un problema para cada pregunta.<br />

2.2.1.1. Fines de la educación<br />

El problema esencial de toda educación es resolver el interrogante en<br />

torno al tipo de hombre y de sociedad que se quiere contribuir a formar.<br />

Todas las teorías pedagógicas se han enfrentado y han tenido que dar una<br />

respuesta a la pregunta anterior. En este sentido, se puede afirmar que no<br />

existen las pedagogías neutras, ya que el quehacer educativo<br />

necesariamente presupone una determinada concepción del hombre y de la<br />

sociedad.<br />

Esa concepción, a su vez, exige comprenderlo en su multi-<br />

dimensionalidad, en su complejidad y en su integridad. Cada teoría ha<br />

privilegiado en ello algún o algunos de los aspectos; aun así, subyace a<br />

todas ellas una postura como individuo y como ser social y cultural. A partir<br />

de esta concepción del ser humano se elaboran las teorías pedagógicas. En<br />

este sentido, de acuerdo con De Zubiría y De Zubiría (1996), toda teoría<br />

47


pedagógica es una teoría política. Los modelos pedagógicos le asignan, así,<br />

funciones distintas a la educación porque parten de concepciones diferentes<br />

del ser humano y del tipo de hombre y de sociedad que se quiere contribuir a<br />

formar.<br />

De manera análoga, la pregunta más importante para caracterizar un<br />

modelo pedagógico se relaciona con la finalidad, la selección de los<br />

propósitos y el sentido que se le asigna a la educación. La pregunta por para<br />

qué según Del Val, (1979), permite definir los propósitos y los fines de la<br />

educación; El quehacer educativo, necesariamente, tiene como trasfondo<br />

una determinada concepción del hombre y de la sociedad y sólo desde ella<br />

se podrá definir el papel que en dicho proceso debe cumplirla educación.<br />

La educación, como decía Kant, siempre es un acto esencialmente<br />

político. De acuerdo con De Zubiría y De Zubiría, (1996), definir la finalidad<br />

de la educación es, entonces, comprometerse con una concepción del<br />

hombre y de la sociedad, en sus aspectos psicológicos, sociales,<br />

antropológicos y filosóficos. De allí que educar siempre implique definir una<br />

concepción política del individuo y de la sociedad.<br />

Es así como a la Escuela Tradicional subyace una visión del hombre<br />

como ser obediente, sumiso y cumplidor; un hombre que se vinculará al<br />

trabajo para realizar infinidad de procesos rutinarios y mecánicos,<br />

profundamente homogenizados y que no implican procesos de cognición o<br />

de creación complejos. La Escuela Tradicional forma a imagen y semejanza<br />

48


de la fábrica y de los trabajos rutinarios propios de las instituciones de la<br />

"segunda ola" tal como la denominara Toffler (J985 y 1994), (Delval, 1989).<br />

Por el contrario, para la Escuela Activa el niño y el joven<br />

necesariamente deben encontrar en la institución educativa el lugar para<br />

socializar y desarrollarse como personas; y en consecuencia, la escuela<br />

debería preparar para la vida, hoy y ahora, y debería asegurar la felicidad<br />

aquí y ahora. Esta revolución en los fines escolares implicó una nueva y di-<br />

ferente manera de entender al ser humano; implicó una transformación<br />

política vinculada con el apogeo del liberalismo clásico y con la defensa de la<br />

libertad y los derechos humanos.<br />

Por ello podemos encontrar su fundamento filosófico en el propio<br />

Rosseau: ¿Qué pensaremos por tanto de esa inhumana educación que<br />

sacrifica el tiempo presente a un porvenir incierto que carga a un niño de<br />

todo género de cadenas y empieza haciéndolo miserable, por prepararle para<br />

una época remota, no sé qué pretendida felicidad, que tal vez nunca<br />

disfrutará? (Rousseau).<br />

Por su parte, el constructivismo pedagógico se fundamenta en una<br />

visión esencialmente individualista del ser humano y defiende la necesidad<br />

de formar un ser que comprenda, analice y cree, más cercano a las<br />

demandas de la sociedad contemporánea, aunque con mucho menor énfasis<br />

valorativo, ético y actitudinal del que solicitan las familias y las empresas, tal<br />

como se puede derivar de diversos estudios nacionales e internacionales<br />

realizados sobre estos tópicos.<br />

49


Los distintos modelos pedagógicos han dado respuestas diferentes a<br />

la pregunta sobre la finalidad de la educación, han enfatizado dimensiones<br />

diversas y han jerarquizado de manera diferente los propósitos centrales de<br />

la educación. Para los enfoques dialogantes e interestructurantes, el fin<br />

último de la educación no puede estar centrado en el conocimiento y el<br />

aprendizaje. La escuela no debería ser un lugar para transmitir los<br />

conocimientos, sino un lugar para formar individuos más inteligentes a nivel<br />

cognitivo, afectivo y práxico. En este sentido, el papel de la escuela y por lo<br />

tanto el de la enseñanza no debería ser el aprendizaje sino el desarrollo. La<br />

función de la escuela debería estar ligada a favorecer e impulsar el desarrollo<br />

de las diversas dimensiones humanas.<br />

2.2.1.2. Los Contenidos<br />

En relación a los contenidos, son ellos la concreción de los propósitos<br />

educativos, tal como lo expresa Coll, (1994, p.50) ¿Qué enseñar?... o la<br />

necesaria concreción de las intenciones educativas. Por otra parte, Coll y<br />

otros, (1992, p. 13), los contenidos designan el conjunto de saberes o formas<br />

culturales cuya asimilación y apropiación por los alumnos y alumnos se<br />

considera esencial para su desarrollo y socialización. La idea de fondo es<br />

que el desarrollo de los seres humanos no se produce nunca en el vacío,<br />

sino que tiene lugar siempre y necesariamente en un contexto social y<br />

cultural determinado<br />

50


De otra parte, al definir los contenidos es necesario tomar postura ante<br />

su carácter y sus jerarquías. Los aspectos afectivos pueden, por ejemplo,<br />

estar privilegiados frente a los praxiológicos o a los cognitivos. En el primer<br />

caso, según Carretero, (1994) la reflexión en torno a las expresiones<br />

afectivas, el amor, los sentimientos, la autobiografía, la inteligencia<br />

intrapersonal o la libertad, tendrán que contar con un mayor tiempo y espacio<br />

para ser abordados y vividos.<br />

La solidaridad y el compañerismo, la autonomía el interés por el<br />

conocimiento, serán entonces aspectos más relevantes, en la práctica<br />

educativa, que el aprendizaje de redes conceptuales o reglas de inferencia.<br />

En el segundo caso, los conocimientos, la investigación, la información, el<br />

pensamiento o el aprehendizaje adquirirán un lugar preponderante y la<br />

escuela tendría que generar las condiciones para facilitar su desarrollo.<br />

En la selección de los contenidos se debe tomar postura ante su<br />

carácter. Un currículo puede, así, dar predominancia a los aprendizajes<br />

concretos y específicos, en detrimento de los conceptos y redes<br />

conceptuales o de las competencias cognitivas. En este caso, las<br />

informaciones y los datos obtendrían mayor prioridad en los contenidos, que<br />

los conceptos y las herramientas cognitivas de carácter más general y<br />

abstracto. A nivel praxiológico, lo anterior significaría enfatizar las técnicas<br />

frente al desarrollo de habilidades y destrezas.<br />

La formación de valores estaría en dicho caso subvalorada frente al<br />

aprendizaje y al acatamiento de las normas escolares. Podría presentarse la<br />

51


situación inversa, y en dicho caso adquirirían predominancia en el currículo la<br />

formación de valores e instrumentos del conocimiento y el desarrollo de las<br />

diversas competencias cognitivas. Las opciones que se presentan significan<br />

posturas diferentes entre el currículo y el carácter de los contenidos.<br />

2.2.1.3. La secuencia de los contenidos<br />

Continuando con la secuencia: la manera de concatenar los<br />

contenidos, estos una vez decidido la naturaleza y el grado de concreción de<br />

las intenciones educativas en el diseño curricular, según Coll, (1994, p. 64),<br />

se enfrenta con un nuevo problema: ¿cómo organizarías y ordenarlas<br />

temporalmente con el fin de establecer secuencias de aprendizajes óptimas?.<br />

La secuencia es un aspecto en general bastante desconocido por el<br />

docente y al cual dedica, la mayoría de las veces muy reducidos espacio y<br />

reflexión. La pregunta sobre cuándo enseñar esto o aquello, aparentemente<br />

viene ya resuelta en el currículo y, salvo ajustes marginales, un grupo amplio<br />

de maestros suele conservar la secuenciación presentada en el texto o en la<br />

programación oficial. El problema no sólo consiste en la baja reflexión en<br />

torno a la secuenciación, sino en la ilusión generada de que no es posible<br />

secuenciar de otra manera. Pareciera como si la secuenciación conocida<br />

correspondiera a una secuencia natural de las cosas y los contenidos. Así<br />

actúa la tradición, haciéndonos creer que las maneras de hacer las cosas,<br />

son las maneras naturales y las únicas posibles.<br />

52


Lo que es una elección histórica y social en un momento dado,<br />

aparece como lo natural y único posible. Como puede verse, existen<br />

diferentes maneras de organizar y secuenciar los contenidos. La<br />

secuenciación cronológica parte de los primeros hechos y acontecimientos y<br />

reproduce la secuencia de la aparición de los fenómenos |hasta nuestros<br />

días. La secuencia retrospectiva invierte la presentación anterior,<br />

convirtiendo la situación actual en el punto de partida. En la secuenciación<br />

empirista, por el contrario, este papel lo cumple lo concreto y lo próximo.<br />

Por su parte, la secuencia instruccional presupone de acuerdo con<br />

Davidov, (1987), que el conocimiento "b" no puede impartirse sin haber<br />

abordado el conocimiento "a", y que aquellos se convierten en requisitos de<br />

un conocimiento "c". La Escuela Tradicional privilegia secuencias<br />

cronológicas, instruccionales, acumulativas y lineales; en tanto la escuela<br />

activa se casa claramente con una secuencia empirista, mientras que las<br />

corrientes constructivistas lo hacen con secuencias lógicas que privilegian la<br />

organización de las ciencias.<br />

Optar por un criterio de secuenciación no es una tarea fácil, ya que<br />

cada una de las secuencias presentadas presupone una teoría del<br />

aprendizaje distinta e incluso contradictoria. Para el empirismo, el<br />

aprendizaje es resultado de la experiencia sensible con los objetos y por lo<br />

tanto sólo los objetos y vivencias más próximas y tangibles pueden servir de<br />

punto de partida al conocimiento.<br />

53


Las otras maneras de secuenciar no provienen necesariamente de<br />

teorías del aprendizaje diferentes, pero sí de matices y lineamientos<br />

atribuibles a las concepciones pedagógicas. La secuenciación cronológica e<br />

instruccional se relaciona, así, de manera directa, con los enfoques que le<br />

asignan al estudiante la función de recibir un conocimiento ya elaborado; en<br />

tanto que una secuencia retrospectiva necesariamente le asigna a éste un<br />

papel constructivo e interactuante.<br />

Hasta aquí se ha referido a la secuencia curricular tan solo en una de<br />

sus acepciones: el área curricular. Sin embargo, también sería preciso<br />

considerar la secuencia dependiendo del tipo de contenido a trabajar y las<br />

secuencias a establecer entre ciclos de desarrollo diferenciados. En el primer<br />

caso hay que tener en cuenta que el tipo de contenido incide en la manera de<br />

secuenciar, dado que no es lo mismo concatenar y organizar contenidos de<br />

tipo cognitivo a hacerlo con contenidos de tipo valorativo o procedimental. La<br />

enseñanza orientada cognitivamente según Coll, (1994, p. 96) utiliza una<br />

estructura conceptual, en tanto que contenidos procedimentales deberán<br />

utilizar estructuras de orden y de decisión, al tiempo que un contenido ligado<br />

con principios utiliza una estructura teórica para su organización.<br />

Finalmente, se puede decir que en tanto se secuencian los contenidos<br />

para facilitar el cumplimiento de las finalidades propuestas, éstos no pueden<br />

ser entendidos como elementos independientes del currículo. Al definir los<br />

propósitos y los contenidos, y en especial su carácter, su jerarquía y<br />

organización, se están creando los lineamientos para secuenciar. Por ello, en<br />

54


uena medida es explicable que en los currículos donde se ha privilegiado la<br />

transmisión de informaciones, los docentes piensen muy poco en la<br />

secuenciación, ya que, la información y los datos, tienen fundamentalmente<br />

secuencias arbitrarias.<br />

2.2.1.4. Estrategias Metodologícas<br />

De allí la pertinencia de la precisión aportada por Coll: La pregunta<br />

¿cuándo enseñar? se plantea pues en estricta continuidad con la pregunta<br />

¿qué enseñar? En consecuencia, las decisiones que hemos adoptado en el<br />

punto anterior respecto a cómo se concreta en el diseño curricular (el qué<br />

enseñar) son el punto de partida para las decisiones que adoptaremos<br />

respecto a cómo debe concretarse el cuándo enseñar (Coll, 1994, p. 66).<br />

En relación a las estrategias metodológicas y las maneras de trabajar<br />

en la clase ¿Cómo enseñar?... O el problema de la metodología de la<br />

enseñanza Coll, (1994, p. 111). En el proceso educativo formal intervienen<br />

los estudiantes, el maestro y el saber, actuando en un contexto determinado.<br />

La relación que se establece y el papel asignado a cada uno de ellos<br />

determinan las estrategias metodológicas o didácticas a desarrollar en el<br />

salón de clase.<br />

Según De Zubiría y De Zubiría (1986) y César Coll (1994), la relación y<br />

el papel cumplido por los elementos señalados no son ajenos a la postura<br />

asumida ante el individuo y la sociedad ni ante los temas seleccionados o a<br />

su estructura y organización. La reflexión metodológica está, pues,<br />

55


enmarcada en los parámetros de la reflexión curricular, dado que el método<br />

no es autónomo ni de los propósitos, ni de los contenidos, ni de la<br />

secuenciación curricular tal como sustentaron años atrás.<br />

De esta manera, propósitos, contenidos y secuencias, instruccionales<br />

o cronológicos, crean las condiciones propicias para una metodología en la<br />

cual prime el carácter expositivo y transmisivo de la enseñanza; en tanto que<br />

los contenidos que le asignen un mayor predominio a los elementos<br />

naturales y a la secuenciación empírica conducen generalmente a métodos<br />

que resaltan la vivencia y la experimentación.<br />

Por otra parte, Not (1983 y 1991) afirma que por lo menos desde el<br />

siglo XV<strong>II</strong>I, en la pedagogía solo han existido dos enfoques pedagógicos: los<br />

autoestructurantes y los heteroestructurantes. En los primeros se presupone<br />

que el niño tiene por sí mismo la fuerza y la dinámica necesaria para generar<br />

el conocimiento; en tanto que en los segundos, se parte de considerar la<br />

construcción del conocimiento como algo externo al sujeto, as visiones<br />

heteroestructurantes, que han sido dominantes en la historia, privilegian la<br />

acción del maestro, de allí que sean magistrocentristas, se expresen<br />

fundamentalmente mediante las clases magistrales y defiendan a<br />

conveniencia de los métodos receptivos en la escuela.<br />

Las estrategias metodológicas interestructurantes, están asociadas al<br />

diálogo y a la valoración del proceso de aprendizaje como un proceso que se<br />

realiza por fases y por niveles de complejidad creciente y que reivindican el<br />

papel directivo y mediador del docente y el papel activo del estudiante. De allí<br />

56


que combinen la clase magistral con el diálogo desequilibrante, la mesa<br />

redonda y las exposiciones en la forma adoptada por el seminario alemán.<br />

De la manera como definamos las relaciones entre los estudiantes, los<br />

docentes y el saber, y de la manera como sean resueltas las tres preguntas<br />

anteriores, dependerá la postura que adoptemos en torno a las estrategias<br />

metodológicas.<br />

2.2.1.5. La Evaluación<br />

En relación a la evaluación las preguntas qué, cuándo y cómo evaluar,<br />

deben plantearse según Coll, (1994, p. 124), en el marco de la respuesta a<br />

una pregunta previa, de la que partiremos en nuestro análisis: evaluar, ¿para<br />

qué?, o si se prefiere, ¿qué funciones está llamada a cumplir la evaluación?<br />

Como veremos, el qué, el cómo y el cuándo evaluar dan lugar a respuestas<br />

sensiblemente distintas según que se refieran a una u otra de las funciones<br />

de la evaluación.<br />

Asimismo De Zubiria (2005) expresa que evaluar es formular juicios de<br />

valor acerca de un fenómeno conocido, el cual vamos a comparar con unos<br />

criterios que hemos establecido de acuerdo a unos fines que nos hemos<br />

trazado. Por ello en toda evaluación se requiere determinar los fines e<br />

intenciones que buscamos, delimitar los criterios que usaremos al establecer<br />

las comparaciones y recoger la información para garantizar que el juicio<br />

emitido corresponda a la realidad.<br />

57


Las preguntas ¿Para qué evaluar? ¿Qué evaluar y cuándo hacerlo?<br />

¿Cómo y con qué? Y ¿cómo evaluar la evaluación?, son todas ellas<br />

preguntas pertinentes en la evaluación educativa. Mediante la evaluación,<br />

una institución escolar puede seleccionar el ingreso de un individuo entre un<br />

grupo de aspirantes, determinar la promoción de uno de sus miembros,<br />

diagnosticar el estado actual en el desarrollo de un proceso, indicar el nivel<br />

en el cumplimiento de propósitos o facilitar el proceso de aprehendizaje.<br />

A excepción de esta última, en todos las anteriores se realiza un<br />

diagnóstico con el fin de tomar, a partir de allí, una decisión. Cuando se<br />

realizan controles de lectura buscando que los estudiantes lean, o exámenes<br />

para promover el estudio y facilitar la organización de las ideas del<br />

estudiante, la evaluación pierde su carácter diagnóstico y se convierte en una<br />

herramienta metodológica.<br />

En dicho caso, la evaluación no es utilizada para diagnosticar, sino<br />

para promover, estimular o facilitar la adquisición de conocimientos. En todas<br />

las demás circunstancias la evaluación educativa busca, mediante la<br />

realización de un proceso diagnóstico, cualificar la toma de decisiones. Los<br />

teóricos de la evaluación educativa le han asignado a ésta tres grandes<br />

finalidades: diagnosticar, formar y "sumar" (De Zubiría y González, 1995).<br />

La selección de aspirantes y la evaluación del cumplimiento de objetos<br />

cumplen con una finalidad esencialmente diagnóstica, en tanto que la<br />

evaluación para determinar la promoción de un estudiante a un grado<br />

superior responde a un interés sumativo. Finalmente, se clasifica como<br />

58


evaluación formativa aquella que permita diagnosticar el estado de un<br />

proceso educativo, con el fin de establecer la pertinencia o no de generar<br />

modificaciones en él. Faltaría posiblemente por incluir una finalidad<br />

metodológica, en la cual el interés estaría centrado en la facilitación del<br />

proceso del aprendizaje. De otro lado, la pregunta relacionada con el qué<br />

evaluar guarda una estrecha relación con la finalidad y los contenidos<br />

educativos.<br />

2.2.2. Enfoques de la enseñanza<br />

Cuando se reflexiona sobre la labor en el aula es posible identificar<br />

diferentes estilos a la hora de llevar adelante la práctica de la enseñaza<br />

Fenstermacher G. y Soltis J. (1999), presentan una caracterización de los<br />

procesos de enseñanza-aprendizaje deducido en tres enfoques, basados<br />

fundamentalmente en los procesos de enseñanza, seleccionados como más<br />

significativos de esas relaciones: el terapeuta, el ejecutivo y el liberador.<br />

Tomando en cuenta el significado de educar, la comprensión de las<br />

relaciones de los procesos de enseñanza-aprendizaje y precisar, el<br />

significado el término enfoque, esto autores desarrollan en profundidad cada<br />

uno de los mismos desde sus raíces históricas hasta la estructura<br />

contemporánea que los sustentan y las investigaciones propiciadas. Como<br />

Fenstemacher y Soltis (1999), p 20), exponen “ cada uno de ellos, puede<br />

59


suministrar al lector una guía para investigar sus propias intuiciones sobre<br />

lo que debe hacer como docente.”<br />

De igual manera, estos autores para clarificar los enfoques, se indica<br />

una fórmula aparentemente sencilla y potente para su posterior<br />

interpretación: una puede ser de gran utilidad. El enunciado es de acuerdo<br />

con Fenstemacher y Soltis (1999 p. 26), D j E x y El símbolo situado entre<br />

las letras D y E es la letra griega fi y designa una acción. La fórmula se lee<br />

del modo siguiente: el docente (D) enseña (j) al estudiante (E) cierto<br />

contenido (x) a fin de alcanzar cierto propósito (y). Este recurso<br />

aparentemente sencillo trae consigo enormes complejidades, problemas,<br />

cuestiones y nuevas percepciones.”<br />

Posteriormente ejemplifican, con una aparente simplicidad, dos de los<br />

términos de ese compendio de la realidad que contiene esa relación<br />

expresada matemáticamente con la finalidad de comprender el alcance que<br />

tienen. Para ello abordan el significado del contenido “x”, y apenas lo tipifican<br />

como integrado por creencias, sentimientos, datos, habilidades,<br />

comprensiones o rasgos del carácter, entran en una complejidad de<br />

posibilidades aún más amplio cuando lo especifican en las diferentes áreas<br />

del conocimiento.<br />

Consecutivamente, se identifican las intenciones, los propósitos (que<br />

denominan “y”), de esos encuentros entre docentes y discentes y los<br />

60


caracterizan bien para aumentar el ámbito de los conocimientos de los<br />

alumnos, para su desarrollo personal o para que comprendan, critiquen y<br />

busquen soluciones diferentes a su realidad. Sin lugar a duda esto supone,<br />

además de ese compromiso con la finalidad una alteración del significado del<br />

contenido “x”.<br />

De esta manera por Fenstemacher y Soltis (1999 p 28), expresan<br />

“podemos advertir que un cambio en y alterará dramáticamente j y x. Cuando<br />

el docente encara la enseñanza (j) con el propósito de preparar a sus<br />

alumnos para que estos aprendan algo en particular (y = propósito del<br />

ejecutivo), el modo que tiene el docente de abordar al alumno y el contenido<br />

es muy diferente de cuando aquel se propone liberar la mente del estudiante<br />

(y = propósito del liberador) o desarrollar el yo (y = propósito del terapeuta) .<br />

Por otra parte, estos autores consideran la definición del termino<br />

enfoque, muy similar a la de la concepción de la enseñanza razón por la cual<br />

fue tomado en cuenta para definir la dimensión concepción de enseñanza en<br />

esta investigación. Según lo expresado por Fenstemacher y Soltis (1999),<br />

“enfoque”, lo es por diferentes motivos pues, al margen de que estemos o no<br />

de acuerdo con su propuesta, sin lugar a dudas es una posición clara ante<br />

tantos otros excelentes pensadores que ante el confusionismo de tantos<br />

términos optan por no comprometerse con una determinada concepción. Así<br />

lo caracterizan como:<br />

61


“ concepción de la enseñanza, son ideas sobre lo<br />

que es y debería ser enseñar. Como tales son<br />

productos del espíritu humano y no un reflejo<br />

inmutable de un ser real del mundo. Como tales,<br />

son también susceptibles de evaluación y crítica;<br />

se les puede adaptar, rechazar o modificar. Son<br />

tres perspectivas diferentes que los educadores<br />

contemporáneos emplearon para concebir las<br />

actividades de enseñanza de las maneras que,<br />

según crean, ayudarán al futuro docente a cumplir<br />

mejor con su tarea.” Fenstemacher y Soltis (1999 p<br />

20).<br />

2.2.2.1. Enfoque Ejecutivo<br />

En el enfoque ejecutivo el docente es el gerente de los tiempos de la<br />

clase, una persona que toma decisiones, principalmente en el modo en que<br />

distribuirá el tiempo de los estudiantes dentro del aula. Pero el tiempo<br />

empleado en el trabajo académico no es el único aspecto en el que insiste<br />

esta mirada. Otros tres elementos ejercer influencia primordial, 1. Las<br />

indicaciones: el docente los utiliza para alertar a sus alumnos sobre lo que<br />

hay que aprender y el modo de alcanzar ese aprendizaje 2. La<br />

retroalimentación evaluativa: los docentes corrigen rápidamente los errores<br />

tanto de las tareas escritas como de las orales. 3. El reesfuerzo: desde una<br />

sonrisa, hasta observaciones positivas o recompensas aún más tangibles.<br />

Asimismo para el enfoque ejecutivo, el docente es el conductor de la<br />

clase que a través de habilidades que incluyen técnicas como el manejo del<br />

tiempo, la adecuación de los contenidos enseñados a lo que se mide<br />

62


posteriormente en los exámenes así como también el ofrecimiento de<br />

suficientes oportunidades para aprender a cada uno de los estudiantes, tiene<br />

como propósito el que cada alumno pueda adquirir y retener conocimiento<br />

específico (datos, conceptos, habilidades e ideas) tal como se imparte a lo<br />

largo de la clase.<br />

El enfoque del ejecutivo se vincula principalmente con la perspectiva<br />

tecnológica de la enseñanza, señala como actividades y tareas del profesor<br />

la de planificar, aplicar lo planificado, evaluar y, tras la revisión de lo<br />

evaluado, volver a actuar y, referido a su principal valor. De acuerdo con<br />

Fenstemacher y Soltis (1999 p 44), “ el enfoque del ejecutivo aumenta la<br />

probabilidad de que más estudiantes aprendan más del contenido que si<br />

se aplicara otra manera de enseñar” .<br />

Caben señalar entre las mismas las referidas al tiempo de enseñanza<br />

(en los que se destacan los tiempos asignados, empleados, los tipos de<br />

pactos establecidos, los destinados al contenidos en sí o a la gestión de las<br />

actividades, como más significativos y clarificadores de lo que ocurre en las<br />

aulas), a los indicadores de relevancia, a la retroalimentación evaluativa, al<br />

refuerzo y a las oportunidades que el docente ha de proporcionar al discente<br />

de aprender aquello que ha enseñado.<br />

Las críticas a este modelo, por todos bien conocidas, van dirigidas<br />

tanto a no considerar las diferencias individuales del alumnado, a la propia<br />

idiosincrasia de cada materia que condiciona las tareas de enseñar y a las<br />

63


diferencias culturales que tanto los ámbitos geográficos como los propios<br />

culturales, sociales, económicos y familiares sin lugar a dudas influyen y<br />

condicionan esas pretendidas habilidades genéricas para todas las<br />

situaciones, materias y profesores dedicados a la enseñanza.<br />

2.2.2.2. Enfoque Terapeuta<br />

En relación al enfoque terapeuta, el docente es un guía y asistente,<br />

en el cual la actividad de la enseñaza está principalmente centrada en<br />

preparar al estudiante para que éste seleccione y pueda alcanzar el<br />

contenido. El propósito es pues, capacitar al estudiante para que se convierta<br />

en un ser humano auténtico, una persona capaz de asumir la responsabilidad<br />

por lo que es y por lo que tiende a ser: una persona capaz de tomar<br />

decisiones que definan su carácter como desea que sea definido.<br />

Para éste enfoque, al autenticidad del estudiante no se cultiva<br />

adquiriendo un conocimiento remoto que no se relaciona con la búsqueda de<br />

su significación y la identidad personal. Este enfoque de corte humanista,<br />

prioriza la libertad, la elección individual en virtud de de la búsqueda de la<br />

autenticidad. Son valores importantes la sensibilidad, la equidad, la<br />

comprensión.<br />

Esta perspectiva da prioridad sobre el alumnado. En primer lugar,<br />

tanto en este enfoque, como en el anterior, no se puede olvidar la<br />

heterogeneidad de los discentes, tanto por su propias situaciones<br />

64


personales, como familiares, culturales, motivacionales, económicas o<br />

religiosas. Así pues, como señalan Fenstemacher y Soltis (1999 p 59),<br />

“usted, en su condición de docente, tiene que tomar algunas decisiones.<br />

Puede pasar por alto estas condiciones, tratar de enseñar<br />

desconociéndolas y esperar que todo salga lo mejor posible... o<br />

reconocerlas, buscando la manera de disminuir aquellas que con más<br />

probabilidad obstaculizarán el aprendizaje.”<br />

Ineludiblemente esa pluralidad existe y emergerá en el desarrollo de<br />

los procesos de enseñanza-aprendizaje, una forma de realismo sería la de<br />

estudiarlas para tratar de que ellas interfieran lo mínimo el quehacer docente,<br />

sin duda supone una mejora de cualquier enfoque, pero otra forma de estar<br />

en la docencia, de enfocar los procesos de enseñanza sería reconocerlas.<br />

De esta manera, los autores Fenstemacher y Soltis (1999 p 59), como<br />

“partes vitales del proceso de aprendizaje mismo” y, a partir de ellas<br />

construir, como propósito de la actividad formativa, la realización plena del<br />

estudiante, como siente, piensa y hace pues, como bien se pone de<br />

manifiesto en la vida cotidiana, lo que el discente “es” no puede separase de<br />

lo que aprende y de cómo lo aprende. Tal y como los autores señalan:<br />

Aquella pequeña fórmula práctica que mencionamos antes, D j E x<br />

y , nos ayudará a ampliar este punto. En el enfoque del ejecutivo, x<br />

simboliza el contenido de la materia en cuestión: geología, quizás,<br />

o física, historia o mecánica del automóvil. La j representa las<br />

aptitudes técnicas empleadas para trasladar x desde su fuente al<br />

alumno, para permitir a este adquirir x con un grado aceptable de<br />

competencia. Lo esencial de la actividad y es que el alumno<br />

adquiera un conocimiento especializado. En el enfoque del<br />

terapeuta, se altera el carácter de j. La enseñanza es la actividad<br />

65


de guiar y asistir al estudiante (E ) para que este seleccione y trate<br />

de alcanzar x . El acto de enseñar (j) está mucho menos volcado a<br />

preparar el contenido (x ) para que E lo adquiera y mucho más<br />

interesado en preparar a E para las tareas de elegir, elaborar y<br />

evaluar lo que aprende. En la perspectiva del terapeuta, el<br />

propósito de enseñar es el de capacitar al estudiante para que se<br />

convierta en un ser humano auténtico, una persona capaz de<br />

asumir la responsabilidad por lo que es y por lo que tiende a ser,<br />

una persona capaz de tomar decisiones que definan su carácter<br />

como desea que sea definido.” Fenstemacher y Soltis (1999 p 59).<br />

En este enfoque el papel y la función del docente van a cambiar<br />

radicalmente de sentido. Como es de suponer implica tareas de planificar, de<br />

desarrollar lo planificado y de evaluar lo que ocurre (por cierto tareas que<br />

eluden nombrar en la mayoría de las propuestas que realizan desde este<br />

enfoque), pero su sentido y su contenido son significativamente diferentes de<br />

las propuestas realizadas desde el enfoque ejecutivo.<br />

En primer lugar las decisiones de la tarea de planificar no están<br />

referidas al contenido, sino en el establecimiento de un conjunto de principios<br />

de actuación que guíen lo que ocurrirá en los procesos de enseñanza-<br />

aprendizaje. Este enfoque, como bien puede suponerse, requiere una<br />

preparación diferente, compleja e incierta pues las situaciones en torno a las<br />

que ejercerá su profesión son cambiantes y, en gran medida, no están<br />

previstas. Más concretamente, siguiendo la aparente sencillez de la fórmula<br />

propuesta, Fenstermacher y Soltis (1999 p 61) exponen:<br />

“En la manera ejecutiva de abordar la enseñanza, la fórmula<br />

D j E x y se lee: «el docente enseña (j) x a E de modo tal<br />

que y (E adquiera el conocimiento especializado)». En el<br />

enfoque del terapeuta, en cambio, D j E x y se lee: «el D<br />

guía y asiste (j) a E en la selección y el aprendizaje de x de<br />

modo tal que y (E llegue a ser una persona auténtica y<br />

autorrealizada». Obsérvese que el objeto del verbo cambia<br />

66


de un enfoque a otro; en el primer caso es el contenido, y en<br />

el segundo, un atributo del estudiante.”<br />

Así pues, en segundo lugar, esas decisiones de planificación, acción y<br />

evaluación están referidas a la manera en la que el docente puede ayudar al<br />

discente, ser el guía que anima, orienta y facilita las elecciones del alumno,<br />

potenciando el compromiso de los mismos con su propia responsabilidad<br />

hacia la elección del contenido, su saber, cómo adquirirlo y como todo ello<br />

colabora en su desarrollo personal. En este sentido los autores nuevamente<br />

sitúan al lector tanto en las dimensiones potentes del enfoque, como en la<br />

incertidumbre de la elección y avisan de los problemas de eclecticismos de<br />

enfoques. Las raíces de este modelo se podría buscar en la crítica social que<br />

emerge desde mediados del siglo XX y en la oposición al conductismo y a los<br />

métodos experimentales.<br />

En esencia estos enfoques surgen de la psicología humanista en la<br />

que las figuras de Allport, Maslow o Rogers presentan perspectivas<br />

diferentes del mismo tema. Así Maslow sin negar los argumentos<br />

conductistas (referidos como bien sabemos al estímulo-respuesta) matiza<br />

entre las necesidades básicas y las de niveles más elevados como la<br />

autoestima, la belleza, el reconocimiento social, el altruismo o los<br />

sentimientos en los que, muy difícilmente, los podemos identificar con las<br />

concepciones conductistas.<br />

De esta manera se enfatiza más en lo que el denomina el “aprendizaje<br />

vivencial” en el que el alumno participa de sus procesos de aprendizaje, se<br />

67


compromete con ellos y no está destinada solamente a la mera tarea de<br />

absorber lo que la cultura propuesta en las Instituciones Educativas le ofrece.<br />

El problema que existe es ¿cómo controlar este aprendizje? Pues como se<br />

señala Fenstemacher y Soltis (1999 p 70), “ El docente sólo puede guiar,<br />

sugerir, alentar y, quizás hasta cuando la ocasión es propicia prevenir...es<br />

un aprendizaje basado en la libertad, la elección, el crecimiento personal y<br />

el desarrollo de la salud emocional y mental.”<br />

Por otra parte, una dimensión más de este enfoque la sostiene el<br />

existencialismo pues, como es por todos conocido, lo que mantiene común a<br />

todos los representantes de esta teoría es que la existencia precede a la<br />

esencia, es decir que somos, antes de ser algo en particular. En este<br />

sentido, llegamos a ser algo en la medida que nos enfrentamos a la realidad,<br />

al mundo que nos rodea e intentamos abrirnos paso por él. Para que esto<br />

ocurra, ineludiblemente, tendremos que elegir y, en la base de esas<br />

elecciones, está la libertad.<br />

2.2.2.3. Enfoque Liberador<br />

En cuanto al enfoque liberador, pone un gran énfasis en el contenido,<br />

prestando menor atención a las habilidades docentes específicas (enfoque<br />

del ejecutivo) o a los estados psíquicos y emocionales de los alumnos<br />

(enfoque del terapeuta). El propósito, en este caso, es el de liberar la mente<br />

del estudiante de los límites de la experiencia cotidiana, de la trivialidad, de la<br />

68


convención, de los estereotipos... (¿del “lugar común?”, ¿de lo “políticamente<br />

correcto”?)<br />

En los enfoques anteriores se hacía énfasis tanto en la actividad de<br />

enseñar, como en el alumno, en éste el foco de atención es precisamente el<br />

contenido y el profesorado. Este enfoque, tal y como sus autores lo definen,<br />

va a considerar como ejes básicos en torno a los cuales se desarrollan los<br />

procesos de enseñanza-*aprendizaje tanto la naturaleza y el alcance del<br />

contenido, como las maneras en la se explora y la forma de estar del<br />

docente, de acuerdo a lo expresado por Fenstemacher y Soltis (1999 p 82).<br />

“En el enfoque liberador, la manera de dar clase está en gran<br />

medida influida por el contenido mismo... usted espera que sus<br />

alumnos lleguen a ser investigadores escépticos, críticos,<br />

porque es una actitud previa necesaria para llegar a ser un<br />

buen científico. A fin de que los estudiantes aprendan a pensar<br />

de ese modo, es necesario que vean que otro lo hace así<br />

(difícilmente puedan aprenderlo de la lectura del texto). Usted<br />

es el profesor que debe servir como modelo para los<br />

estudiantes. Si usted desea que ellos se conviertan en<br />

investigadores críticos, como lo exige la naturaleza de su<br />

disciplina, deben observarlo a usted haciendo una indagación<br />

crítica.”<br />

Por otra parte, las maneras de ser docente, como lo señalan<br />

Fenstermacher y Soltis (1999), son principios de procedimiento (de los que<br />

hay que destacar el respeto hacia las personas y las pruebas, los contenidos<br />

originales de las materias), impregnan no un día concreto para un tema<br />

delimitado, sino que son según Fenstemacher y Soltis (1999 p 83), una “<br />

disposición estable para actuar de un modo determinado”, a lo largo de<br />

todo el curso y los cursos de enseñanza.<br />

69


Así pues, se refiere a virtudes morales de los docentes tales como la<br />

honestidad, integridad, disposición imparcial y trato justo hacia los alumnos.<br />

Junto a ellas se refieren, en igual medida, a aquellas otras intelectuales tales<br />

como la amplitud de espíritu, la valoración de las pruebas, la curiosidad, el<br />

hábito mental reflexivo y el escepticismo prudente. Lógicamente no son<br />

virtudes exclusivas de este enfoque, pero desde luego en él son<br />

consustanciales del enfoque, como bien queda explícito, dichas maneras<br />

constituyen parte del contenido a interiorizar por el alumnado. Así<br />

Fenstemacher y Soltis (1999 90), exponen:<br />

“Para quienes adoptan la perspectiva libertaria, pocas cosas<br />

son más destructivas que pedir a los estudiantes una «manera»<br />

que el profesor ni posee ni exhibe. Todos hemos tenido<br />

docentes de este tipo: el profesor de ciencia que les pide a sus<br />

estudiantes que tengan un pensamiento crítico, pero nunca se<br />

aparta del problema planteado en el texto o de las respuestas<br />

que dan los manuales para docentes; el profesor de arte que<br />

habla incesantemente de ser creativo y expresivo, pero en el<br />

aula siempre estructura del mismo modo las tareas que encarga<br />

y le da rigurosa importancia a la pulcritud de los trabajos. El<br />

docente liberador se preocupa por ser un modelo de la manera<br />

de ser especial y general necesaria para liberar la mente del<br />

alumno de los dogmas, las convenciones y los estereotipos. Si<br />

quiere inculcar creatividad, ese docente no enseña una unidad<br />

sobre la creatividad; la creatividad no es tanto una habilidad que<br />

pueda enseñarse directamente como un modo de encarar las<br />

tareas y actividades. De modo que ese profesor actúa<br />

creativamente, impulsando a sus alumnos a seguir su ejemplo y<br />

ofreciéndoles la oportunidad y la seguridad necesarias para que<br />

intenten ser creativos. Lo mismo ocurre en el caso del<br />

pensamiento crítico, la piedad y la honestidad. Estos y muchos<br />

otros rasgos clave se adquieren indirectamente de una<br />

enseñanza que además busca impartir conocimiento, aptitud y<br />

comprensión”<br />

Por otra parte, junto a esas “maneras” de ser y estar en la enseñanza,<br />

el otro foco de atención es el contenido. Este deja de ser un conjunto de<br />

datos, cifras y fórmulas a ser comprendidas (no me refiero obsérvese, a ser<br />

70


memorizadas), sino que el contenido está constituido por las ideas<br />

principales de la materia, la estructura lógica que las vincula, la capacidad<br />

para llevar a cabo y desarrolla indagaciones controladas desde las propias<br />

reglas de la ciencia y saber qué determina el mérito y valor de los<br />

descubrimientos y producciones de ese ámbito de conocimiento.<br />

Fenstemacher y Soltis (1999 p 92) expresan.<br />

“Un docente inclinado hacia el estilo liberador cree que el<br />

alumno sólo puede desarrollar y liberar su espíritu si adquiere<br />

saberes y comprensiones esenciales, combinados con los<br />

rasgos morales e intelectuales del carácter que más se ajusten<br />

a esos conocimientos. Lo que se incluya en la categoría de<br />

«saberes y comprensiones esenciales» no debe estar<br />

determinado por el simple hecho de que los niños lo aprendan<br />

con mayor facilidad ni por la posibilidad de evaluarlo con el<br />

mayor nivel de confiabilidad y validez... El liberador establece<br />

algunos controles estrictos sobre lo que cuenta como saber y<br />

comprensión y, por lo tanto, sobre lo que es adecuado para el<br />

curriculum. Estos conceptos pueden parecer excesivamente<br />

complejos. Una razón de que algunos tengamos dificultad para<br />

captarlos es que nosotros mismos no hemos tenido muchos<br />

profesores que comprendieran plenamente el enfoque liberador<br />

y que se sintieran comprometidos con él.”<br />

De igual manera, se presenta unida a esta necesidad del<br />

conocimiento, otra dimensión del mismo referida al uso social y a las<br />

relaciones de poder y validez de lo que se considere o no conocimiento culto.<br />

En este sentido incluyen los autores, en una revisión del trabajo realizado,<br />

una variación significativa del enfoque liberador que definen como<br />

emancipador, en ella señalan que, unido a las dimensiones anteriores, es<br />

preciso señalar como Fenstemacher y Soltis (1999 p 97), “ la realidad social<br />

se va inculcando con palabras, imágenes, costumbres, mitos, cultura popular,<br />

y una multiplicidad de formas obvias y sutiles que penetran y recorren la vida<br />

71


pública. Los oprimidos aceptan esa realidad y se sienten psicológicamente<br />

devastados por ella.”<br />

Por último, y en la misma medida que se adquiere ese conocimiento,<br />

la forma en la que “ingresa” en nuestro modo de conocer y comprender, la<br />

forma en la que filtramos y procesamos ese conocimiento y su relación con<br />

las estructuras que los alumnos ya poseen de lo que se pueda denominar<br />

cultura. Así, es preciso que la manera de apropiarse de él exija y potencie de<br />

acuerdo con Fenstemacher y Soltis (1999 p 94), “ el alumno pueda captar la<br />

estructura radical de las diversas formas de conocimiento, y de este modo el<br />

estudiante se capacita para estructurar su propia experiencia.”<br />

2.3. Las Concepciones de Aprendizaje.<br />

Los estudios acerca de las concepciones de aprendizaje parten de la<br />

consideración de que, detrás de las acciones y/o estrategias que emplea el<br />

aprendiz, existe un cuerpo teórico que se configura a partir de un conjunto de<br />

supuestos y que puede ser concebido como un cúmulo de ideas coherentes<br />

o inconexas entre sí. Las concepciones pueden definirse como teorías en<br />

tanto constituyen un conjunto de conocimientos relacionados entre sí, que<br />

sirven para abordar nuevas cuestiones, interpretar situaciones, proporcionar<br />

explicaciones y hacer anticipaciones, así como también, para formular<br />

nuevas concepciones. A través de ellas, como bien lo señala Giordan (1995),<br />

la persona selecciona cierta clase de información y le da significado.<br />

72


Desde esta perspectiva teórica se plantea que este conjunto de ideas<br />

parece determinar las acciones del sujeto para el logro de las metas de<br />

aprendizaje propuestas Säljö, (1979). Es decir, que el nivel operativo de las<br />

acciones o estrategias “lo que se hace” viene precedido por un nivel de<br />

carácter teórico y epistemológico que filtra las creencias del sujeto acerca del<br />

aprendizaje “lo que se dice sobre el aprendizaje” y lo “que se dice que se<br />

hace”.<br />

En cuanto a la evolución de la concepción de aprendizaje, se plantea<br />

que inicialmente suele conformarse un nivel más elemental de reproducción<br />

o copia fiel del modelo (aprendizaje fijo), de acuerdo con Tynjälä, (1999),<br />

para pasar posteriormente a concepciones más elaboradas que implican la<br />

acción constructiva del sujeto, la relatividad del pensamiento y el cambio en<br />

las ideas como parte del aprendizaje continuo y durante “toda la vida” (long<br />

life learning). Se estima que esta última concepción de carácter<br />

constructivista y cualitativo, implica una clara disposición al cambio, así como<br />

la activación de mecanismos que facilitan el enriquecimiento y/o<br />

reestructuración del conocimiento.<br />

En la línea de estudio de las concepciones sobre el aprendizaje se<br />

plantea que los supuestos epistemológicos del sujeto son, por lo general, de<br />

carácter implícito y múltiple en las actividades cotidianas, y se hacen<br />

explícitos y coherentes cuando el sujeto se aproxima a las concepciones<br />

científicas acerca del aprendizaje. En este sentido, analizar las concepciones<br />

acerca del aprendizaje parece plantear una previa diferenciación entre el<br />

73


mundo de los objetos (o la física intuitiva) y el mundo del sujeto (la psicología<br />

intuitiva o teoría de la mente).<br />

Dentro de la bibliografía en español, sobre las concepciones de<br />

aprendizaje, destacamos aquí la contribución del trabajo de Pozo y<br />

colaboradores (Pozo, Sheuer, Mateos y Pérez, 1997; Pozo y Sheuer, 1999),<br />

quienes exponen que la concepción de aprendizaje pasa de una<br />

interpretación intuitiva, basada en sistemas de intenciones y deseos, es<br />

decir, de estados mentales, a una interpretación cognitiva conceptualizada en<br />

términos de representaciones y procesos. En tal sentido, proponen tres<br />

teorías de dominio sobre el aprendizaje: la teoría directa, la interpretativa y la<br />

constructiva. Para definir las tres teorías señaladas los autores se basan en<br />

los resultados o contenidos de aprendizaje (lo que se aprende), los procesos<br />

implicados (cómo se aprende) y las condiciones (las variables externas que<br />

influyen en el aprendizaje).<br />

Podría decirse al observar las teorías sobre las concepciones acerca<br />

del aprendizaje descritas por Pozo y Scheuer (1999), son similares a los<br />

grandes cambios paradigmáticos en las teorías del aprendizaje, mientras que<br />

la teoría directa se corresponde con las leyes asociativas del aprendizaje en<br />

una relación lineal estímulo-respuesta, la teoría interpretativa se asemeja a<br />

los modelos cognitivo-representacionales y al enfoque del procesamiento de<br />

la información y, finalmente, la teoría constructiva correspondería a la<br />

epistemología constructivista.<br />

74


2.3.1. Definición de aprendizaje:<br />

Por otra parte se definirá el aprendizaje, el cual según Bigge, (1985, p.<br />

17) significa desarrollo de un sentido de dirección o influencia, que puede<br />

emplear cuando se presenta la ocasión y lo considere conveniente... todo<br />

esto significa que el aprendizaje es un desarrollo de la inteligencia”.<br />

Asimismo, Gagné, (1985), describe “El aprendizaje consiste en un cambio<br />

de la disposición o capacidad humana, con carácter de relativa permanencia<br />

y que no es atribuible simplemente al proceso de desarrollo”. Por su lado,<br />

Shuell (1991) define aprendizaje como “... un cambio perdurable en la<br />

conducta o en la capacidad de comportarse de una determinada manera, la<br />

cual resulta de la práctica o de alguna otra forma de experiencia”.<br />

Asimismo, el profesor en el proceso de enseñanza- aprendizaje es un<br />

facilitador, por lo tanto pretende, de forma deliberada, que la persona logre<br />

un aprendizaje. Su función es diseñar, ejecutar y evaluar situaciones de<br />

aprendizaje para que el alumno alcance logros específicos. Esta relación<br />

enseñanza-aprendizaje puede darse tanto en un proceso educativo como en<br />

uno instruccional.<br />

2.3.2. Concepciones de las Teorías del aprendizaje<br />

Tendiendo en cuenta la premisa donde una teoría dada de aprendizaje<br />

siempre ha llevado implícito un conjunto de prácticas escolares. Así, el modo<br />

en que un educador elabora su plan de estudios, selecciona sus materiales y<br />

75


escoge sus técnicas de instrucción, depende, en gran parte, de cómo define<br />

el "aprendizaje". Por ende, una teoría del aprendizaje puede funcionar como<br />

dispositivo analítico; sus exponentes pueden utilizarla para evaluar la calidad<br />

de una situación escolar dada.<br />

En consecuencia, cualquier acto intencional está regido por la teoría,<br />

todos los que enseñan o profesan la enseñanza tienen una teoría del<br />

aprendizaje. Un maestro puede ser capaz o no de describir su teoría en<br />

términos explícitos en caso de que no pueda hacerlo, resultar posible deducir<br />

de sus actos la teoría que todavía no es capaz de expresar. Así pues, lo<br />

importante no es saber si un maestro tiene o no una teoría del aprendizaje,<br />

sino hasta qué punto es sostenible esta última.<br />

Todo lo que hace un maestro se ve matizado por la teoría psicológica<br />

que sostiene. Por consiguiente, si un maestro no utiliza un caudal sistemático<br />

de teorías en sus decisiones cotidianas, estará actuando ciegamente. Es<br />

cierto que muchos educadores operan en esa forma empleando sólo un<br />

conjunto confuso de métodos, sin orientación teórica; sin embargo, no hay<br />

duda de que esa forma desorganizada de enseñanza es la causa de muchas<br />

de las críticas adversa que se hacían en la actualidad contra la educación<br />

pública. Para la presente investigación se estudiaran tres enfoques de<br />

aprendizaje los cuales son conductivismo, congnoscitivismo y<br />

constructivismo.<br />

76


2.3.2.1. El conductismo<br />

El conductismo, como teoría de aprendizaje, puede remontarse hasta<br />

la época de Aristóteles, quien realizó ensayos de “Memoria” enfocada en las<br />

asociaciones que se hacían entre los eventos como los relámpagos y los<br />

truenos. Otros filósofos que siguieron las ideas de Aristóteles fueron Hobbs<br />

(1650), Hume (1740), Brown (1820), Bain (1855) y Ebbinghause (1885)<br />

(Black, 1995). según Good y Brophy, (1990), la teoría del conductismo se<br />

concentra en el estudio de conductas que se pueden observar y medir Ve a<br />

la mente como una “caja negra”; en el sentido de que la respuestas a<br />

estímulos se pueden observar cuantitativamente ignorando totalmente la<br />

posibilidad de todo proceso que pueda darse en el interior de la mente.<br />

Algunas personas claves en el desarrollo de la teoría conductista incluyen a<br />

Pavlov, Watson, Thorndike y Skinner.<br />

Por su parte, Skinner difiere de sus predecesores (condicionamiento<br />

clásico), en que él estudió la conducta operatoria (conducta voluntaria usada<br />

en operaciones dentro del entorno). Para lograr esa conducta será necesario<br />

realizar una serie de repeticiones sucesivas de la operación acción-respuesta<br />

hasta que el animal aprenda la asociación entre la palanca y la recompensa<br />

(el alimento).<br />

En el condicionamiento operante una respuesta llega a ser más<br />

frecuente; tal respuesta se refuerza en sentido positivo (haciendo que el<br />

estímulo fortalezca una determinada conducta), o negativo, en cuyo caso su<br />

77


eliminación refuerza la conducta. El reforzamiento positivo se realiza cuando<br />

se agrega algo: una sonrisa del maestro, un reconocimiento público; por su<br />

lado, el negativo consiste en la eliminación de algo que perturba: una actitud<br />

de reprimenda en el maestro. En ambos casos se espera que se repita la<br />

respuesta adecuada del alumno.<br />

En este mismo orden de ideas, esta la generalización y discriminación,<br />

la cual ocurre cuando una persona, ante estímulos similares mas no<br />

idénticos, emite una misma respuesta o bien, cuando ante un mismo<br />

estímulo se emiten respuestas similares. En la discriminación se responde de<br />

manera diferencial ante los estímulos. Por ultimo el modelamiento, el cual<br />

consiste en modelar (exhibir) la conducta que se desea que alguien aprenda<br />

haciendo evidente la consecuencia que sigue a la conducta exhibida.<br />

Por otra parte, las técnicas para la eliminación de conductas son: la<br />

Extinción, consiste en el retiro del reforzador que mantiene una conducta. El<br />

castigo como un procedimiento por medio del cual se proporciona un<br />

estímulo negativo, adverso, después de la emisión de una respuesta.<br />

Reforzamiento diferencial, el cual consiste en la selección de una conducta<br />

incompatible con la conducta que se desea eliminar. Tiempo fuera, esta<br />

técnica, consiste en suspender o retirar al sujeto por un tiempo "x" de la<br />

situación en la cual manifiesta conductas indeseables.<br />

De esta manera, cualquier conducta académica de acuerdo con<br />

Hernández, (1993), puede ser enseñada de manera oportuna, si se tiene<br />

una programación instruccional eficaz basada en el análisis detallado de las<br />

78


espuestas de los alumnos. Otra característica de este enfoque es el<br />

supuesto de que la enseñanza consiste en proporcionar contenidos o<br />

información al alumno el cual tendrá que adquirir básicamente en el arreglo<br />

adecuado de las contingencias de reforzamiento.<br />

De acuerdo con este enfoque, la participación del alumno en los<br />

procesos de enseñanza – aprendizaje está condicionada por las<br />

características prefijadas del programa por donde tiene que transitar para<br />

aprender, es decir es un sujeto cuyo desempeño y aprendizaje escolar<br />

pueden ser arreglados desde el exterior (la situación instruccional, los<br />

métodos, los contenidos), siempre y cuando se realicen los ajustes<br />

ambientales y curriculares necesarios.<br />

2.3.2.2. El cognoscitivismo<br />

Al igual que con el conductismo, la psicología del cognoscitivismo se<br />

remonta a la época de Platón y Aristóteles. La revolución cognitiva comenzó<br />

a evidenciarse en la psicología norteamericana durante la década de los 50<br />

(Seattler, 1990). Uno de los principales protagonistas en el desarrollo del<br />

cognoscitivismo fue Jean Piaget, quién planteó los principales aspectos de<br />

esta teoría durante los años 20. Las ideas de Piaget no impactaron a los<br />

psicólogos norteamericanos hasta los 1960 cuando Miller y Bruner crearon el<br />

Centro para Estudios Cognitivos de la Universidad de Harvard.<br />

Por otra parte, los teóricos del cognoscitivismo reconocen que una<br />

buena cantidad de aprendizaje, según Good y Brophy, (1990), involucra las<br />

79


asociaciones que se establecen mediante la proximidad con otras personas y<br />

la repetición. También reconocen la importancia del reforzamiento, pero<br />

resaltan su papel como elemento retralimentador para corrección de<br />

respuestas y sobre su función como un motivador. Sin embargo, inclusive<br />

aceptando tales conceptos conductistas, los teóricos del cognoscitivismo ven<br />

el proceso de aprendizaje como la adquisición o reorganización de las<br />

estructuras cognitivas a través de las cuales las personas procesan y<br />

almacenan la información.<br />

De igual manera, en definición del aprendizaje, los psicólogos de la<br />

Gestalt según Bigge, (1985, p. 125) “consideran aprendizaje como un<br />

proceso de desarrollo de nuevas ideas o como una modificación de las<br />

antiguas” en tal sentido el término clave es el fenómeno de insight, el cual<br />

engloba la idea de aprendizaje. Para ellos es algo intencional, explorador,<br />

imaginativo y creativo, se trata pues de un fenómeno no mecánico. El<br />

aprendizaje bajo esta concepción, no se limita a una conducta observable; es<br />

conocimiento, significativo, sentimiento, creatividad, pensamientos. Los<br />

educadores y psicólogos que estudian el aprendizaje humano están<br />

interesados en explicar como éste tiene lugar y como se recupera la<br />

información almacenada en la memoria.<br />

La corriente cognoscitiva, según Saad, (1987) pone énfasis en el<br />

estudio de los procesos internos que conducen al aprendizaje, se interesa<br />

por los fenómenos y procesos internos que ocurren en el individuo cuando<br />

aprende, cómo ingresa la información a aprender, cómo se transforma en el<br />

80


individuo y cómo la información se encuentra lista par hacerse manifiesta así<br />

mismo considera al aprendizaje como un proceso en el cual cambian las<br />

estructuras cognoscitivas (organización de esquemas, conocimientos y<br />

experiencias que posee un individuo), debido a su interacción con los<br />

factores del medio ambiente.<br />

Por su parte, David P. Ausubel, teórico del aprendizaje cognoscitivo,<br />

describe dos tipos de aprendizaje: Aprendizaje repetitivo: Implica la sola<br />

memorización de la información a aprender, ya que la relación de ésta con<br />

aquélla presente en la estructura cognoscitiva se lleva a cabo de manera<br />

arbitraria. Aprendizaje significativo: La información es comprendida por el<br />

alumno y se dice que hay una relación sustancial entre la nueva información<br />

y aquélla presente en la estructura cognoscitiva. Las dos formas de<br />

aprendizaje son: a) Por recepción. La información es proporcionada en su<br />

forma final y el alumno es un receptor de ella. b) Por descubrimiento. En<br />

este aprendizaje, el alumno descubre el conocimiento y sólo se le<br />

proporcionan elementos para que llegue a él.<br />

De igual manera, diversos teóricos cognoscitivos (J. Bruner, D.<br />

Ausubel, Dewey, Glaser), que se han interesado en resaltar que la educación<br />

debiera orientarse a lograr el desarrollo de habilidades de aprendizaje (y no<br />

sólo el enseñar conocimientos). El estudiante debe además desarrollar una<br />

serie de habilidades intelectuales, estrategias, etcétera para conducirse en<br />

forma eficaz ante cualquier tipo de situaciones de aprendizaje, así como<br />

81


aplicar los conocimientos adquiridos frente a situaciones nuevas de cualquier<br />

índole.<br />

El alumno es entendido como un sujeto activo procesador de<br />

información, quien posee una serie de esquemas, planes y estrategias para<br />

aprender a solucionar problemas, los cuales a su vez deben ser<br />

desarrollados. Siempre en cualquier contexto escolar, existe un cierto nivel<br />

de actividad cognitiva, por lo cual se considera que el alumno nunca es un<br />

ente pasivo a merced de las contingencias ambientales o instruccionales. El<br />

maestro como primera condición, debe partir de la idea de un alumno activo<br />

que aprende de manera significativa, que aprende a aprender y a pensar. Su<br />

papel en este sentido se centra sobre todo en confeccionar y organizar<br />

experiencias didácticas que logren esos fines.<br />

Desde esa perspectiva, según Hernández, (1993) el profesor debe<br />

estar profundamente interesado en promover en sus alumnos el aprendizaje<br />

significativo de los contenidos escolares. Para ello, es necesario que procure<br />

en sus lecciones, exposiciones de los contenidos, lecturas y experiencias de<br />

aprendizaje que exista siempre un grado necesario de significatividad lógica,<br />

para aspirar a que los alumnos logren un aprendizaje en verdad significativo.<br />

En este enfoque, la metodología de la enseñanza propone el empleo de<br />

manera efectiva de las denominadas estrategias instruccionales. La teoría<br />

cognoscitiva ha hecho enormes aportes al campo de la educación: los<br />

estudios de memoria a corto plazo y largo plazo; los de formación de<br />

conceptos y, en general todo lo referente al procesamiento.<br />

82


Asimismo, de acuerdo a lo establecido por Saad, (1987) El profesor<br />

con la influencia de la teoría cognoscitiva presenta a sus alumnos la<br />

información observando sus características particulares, los incita a encontrar<br />

y hacer explícita la relación entre la información nueva y la previa. También<br />

intenta que el alumno contextualice el conocimiento en función de sus<br />

experiencias previas, de forma tal que sea más significativo y por lo tanto<br />

menos susceptible al olvido.<br />

2.3.2.3. El constructivismo<br />

El pionero de la primera aproximación constructivista fue Barlett (1932,<br />

en Good y Brophy, 1990) el constructivismo se sustenta en que el que<br />

aprende construye su propia realidad o al menos la interpreta de acuerdo a la<br />

percepción derivada de su propia experiencia, de tal manera que el<br />

conocimiento de la persona es una función de sus experiencias previas,<br />

estructuras mentales y las creencias que utiliza para interpretar objetos y<br />

eventos. Igualmente según Jonasson, (1991), lo que alguien conoce es<br />

aterrizado sobre las experiencias físicas y sociales las cuales son<br />

comprendidas por su mente.”<br />

Por su lado el constructivismo según Barlett (1932, en Good y Brophy,<br />

1990) se sustenta en que “el que aprende construye su propia realidad o al<br />

menos la interpreta de acuerdo a la percepción derivada de su propia<br />

experiencia, de tal manera que el conocimiento de la persona es una función<br />

de sus experiencias previas, estructuras mentales y las creencias que utiliza<br />

83


para interpretar objetos y eventos según Jonasson, (1991). “Lo que alguien<br />

conoce es aterrizado sobre las experiencias físicas y sociales las cuales son<br />

comprendidas por su mente.”<br />

Por otra parte, Para los constructivistas la memoria siempre está en<br />

construcción, en tal sentido, no se pretende que la persona recupere<br />

estructuras de conocimiento previo intactos, sino que ocurra un ensamblaje<br />

de diferentes conocimientos aprehendidos para adecuarlos a nuevas<br />

situaciones de aprendizajes. Por lo tanto, la memoria no es independiente del<br />

contexto por el uso flexible de los conocimientos previos. A partir de ello en el<br />

proceso instruccional es importante la descripción de las tareas y no la<br />

definición previa de la estructura de aprendizaje para esa tarea. Por esa<br />

razón el aprendizaje no se puede descontextualizar. Un ejemplo de ello lo<br />

vemos cuando el uso apropiado de una herramienta ante una situación<br />

planificada procura un mayor y mejor aprendizaje que si sólo se dan unas<br />

instrucciones verbales o escritas.<br />

De acuerdo a este enfoque, no se pueden independizar el contenido<br />

del contexto de aprendizaje. En definitiva, la evaluación se centra en la<br />

efectividad de la estructura del conocimiento del aprendizaje ante el<br />

desempeño observado. De acuerdo a esto, no se puede separar unidades de<br />

información en estructuras jerárquicas Tras la revisión de algunos trabajos<br />

sobre la concepción de aprendizaje se “mueve” hacia niveles de mayor<br />

cohesión y consistencia, como señalan Pozo y Rodrigo (2001) en una<br />

hipótesis de interacción de procesos y conceptos que supera la hipótesis<br />

84


clásica de la sustitución y erradicación de las ideas, en la tradición de las<br />

ciencias ‘duras’.<br />

De esta manera, La educación debe favorecer impulsar el desarrollo<br />

cognoscitivo del alumno, mediante la promoción su autonomía moral e<br />

intelectual. Desde esta perspectiva el alumno es visto como un constructor<br />

activo de su propio conocimiento. Para los piagetianos el alumno debe actuar<br />

en todo momento en el aula escolar. De manera particular, se considera que<br />

el tipo de actividades que se deben fomentar en los niños son aquellas de<br />

tipo autoiniciadas, que emergen del estudiante libremente.<br />

Además el estudiante debe ser visto como un sujeto que posee un<br />

nivel específico de desarrollo cognoscitivo. Como un aprendiz que posee un<br />

cierto cuerpo de conocimientos las cuales determinan sus acciones y<br />

actitudes. Por lo tanto es necesario conocer en qué periodo de desarrollo<br />

intelectual se encuentran los alumnos y tomar esta información como básica.<br />

De acuerdo con la aproximación psicogenética, el maestro es un<br />

promotor del desarrollo y de la autonomía de los educandos. Debe conocer<br />

con profundidad los problemas y características del aprendizaje y las etapas<br />

del desarrollo cognoscitivo en general. Su papel fundamental consiste en<br />

promover una atmósfera de reciprocidad, de respeto y autoconfianza en el<br />

niño dando oportunidad para el aprendizaje autoestructurante de los<br />

alumnos, principalmente mediante la enseñanza indirecta y del planteamiento<br />

de problemas y conflictos cognitivos.<br />

85


Por otra parte, el maestro debe reducir su nivel de autoridad en la<br />

medida de lo posible, para que el alumno no se sienta supeditado a lo que él<br />

dice cuando intente aprender o conocer algún contenido escolar y no se<br />

fomente en él la dependencia. En este sentido, el profesor debe respetar los<br />

errores y estrategias de conocimiento propias de los alumnos y no exigir la<br />

emisión simple de la respuesta correcta.<br />

2.3.3. Condiciones del aprendizaje<br />

Esta sección se refiriere a fuentes como Gagné y Dick, (1983); Pintrich<br />

(1986). Se eligen las posturas que siguen porque son apropiadas y han sido<br />

aplicadas a las situaciones de aprendizaje escolar. Asimismo, la teoría<br />

gagneana estudia las entradas (inputs) y las salidas (outputs) conocidas o<br />

desconocidas. Según Pocztar (1979, 125), Gagné describe, inspirado en la<br />

teoría del procesamiento de la información, un ". . .modelo que debe rendir<br />

cuentas de varias funciones para explicar el aprendizaje, el cual es una<br />

relación particular del sujeto con su medio ambiente".<br />

El alumno acumula habilidades que se presentan como elementos<br />

previos a la adquisición de otras habilidades que se encuentran<br />

evidentemente en un nivel superior, de donde resulta el carácter jerárquico.<br />

De esta manera, todo nuevo aprendizaje se apoya en capacidades<br />

anteriores.<br />

La teoría educativa asociada con Robert Gagné (1985) se ocupa de<br />

las condiciones del aprendizaje, o bien las circunstancias que prevalecen<br />

86


cuando éste ocurre. En la aplicación de esta teoría hay dos pasos cruciales.<br />

El primero consiste en especificar el resultado del aprendizaje; Gagné<br />

identificó cinco resultados principales (que veremos adelante). El segundo<br />

paso es determinar los sucesos del aprendizaje, los factores que distinguen a<br />

la enseñanza. Estos sucesos son internos y externos: los internos son las<br />

disposiciones personales y los procesos cognoscitivos; los externos son<br />

educativos, y están planeados y organizados deliberadamente para promover<br />

el aprendizaje.<br />

2.3.3.1. Resultados del aprendizaje<br />

En cuanto a los resultados del aprendizaje, de acuerdo con Gagné<br />

(1984) argumentaba que el aprendizaje es complejo y que los estudiantes<br />

adquieren capacidades que se manifiestan en diversos resultados. Los<br />

resultados son distintos cuando el aprendizaje requiere diversas formas de<br />

procesar la información y cuando faculta para varias clases de desempeño.<br />

Los cinco resultados del aprendizaje son: habilidades intelectuales,<br />

información verbal, estrategias cognoscitivas, habilidades motoras y<br />

actitudes.<br />

De igual manera, los diversos productos del aprendizaje que identifica<br />

la teoría gagneana, a los cuales llama capacidades. Hablar de capacidad<br />

implica referirse a lo que se encuentra almacenado en la memoria del alumno<br />

y que hace posible la demostración de comportamientos. Las diferentes<br />

capacidades (resultados del aprendizaje) son, por así decirlo, categorías que<br />

87


trascienden los diversos sectores del conocimiento. Gagné distingue cinco de<br />

estas categorías: la información verbal, las habilidades intelectuales, las<br />

estrategias cognoscitivas, las habilidades motrices y las actitudes.<br />

En cuanto a la información verbal, (saber que) esta capacidad significa<br />

de acuerdo con Gagne (1984), que el individuo puede representarse la<br />

realidad y/o comunicar sus representaciones de la misma. Por ejemplo,<br />

nombrar los meses del año o los trozos en que se destaza una res a partir de<br />

ilustraciones. De esta manera, el conocimiento declarativo, consiste en saber<br />

que algo viene al caso. Es verbal porque se expresa en forma lingüística (de<br />

palabra o por escrito). Esta información consiste en hechos o prosa<br />

relacionada en forma significativa que se recuerdan verbalmente (por<br />

ejemplo, los versos de un poema o del himno nacional). Los esquemas redes<br />

organizadas de hechos y sucesos son formas de información verbal.<br />

Por otro lado, las habilidades intelectuales (cómo saber). Según<br />

Gange (1984), son capacidades que hacen al alumno apto para desempeñar<br />

ciertas operaciones mediante representaciones simbólicas de su .medio<br />

ambiente. Por ejemplo, elaborar y trazar los planos de un restaurante. Estas<br />

habilidades son cinco: la discriminación (distinguir), los conceptos concretos,<br />

los conceptos definidos, las reglas (vínculos entre conceptos) y las reglas de<br />

orden superior (asociación de reglas). Existe la interdependencia de las<br />

habilidades intelectuales y su dependencia de los tipos fundamentales<br />

(formas fundamentales) de aprendizaje. Estas habilidades incluyen reglas,<br />

procedimientos y conceptos, el cual favorece un conocimiento empleado para<br />

88


hablar, escribir, leer, resolver problemas matemáticos y aplicar principios<br />

científicos.<br />

Continuando con las estrategias cognoscitivas son procesos ejecutivos<br />

de control. Incluyen habilidades de procesamiento de información como<br />

atender a la nueva información, decidirse a repasarla, elaborarla y utilizar<br />

estrategias de recuperación de la MLP. Las estrategias de solución de<br />

problemas son ejemplos de estrategias cognoscitivas. Asimismo son<br />

capacidades estructuradas que permiten al alumno adquirir oíros tipos de<br />

capacidades, así como administrarlas. Por ejemplo, en la solución de un<br />

problema, la estrategia consiste en combinar conceptos concretos y reglas<br />

(principios).<br />

Seguidamente, las habilidades motoras se desarrollan mediante<br />

ejercicios que producen mejoras graduales en la calidad (fluidez, tiempo) de<br />

los movimientos. En tanto que es posible según Ericsson, (1993) adqiirir en<br />

forma inmediata las habilidades intelectuales, las motoras se desarrollan pau-<br />

latinamente con la práctica deliberada y continúa. De igual manera las<br />

hablilidades motoras son capacidades que producen actividades físicas;<br />

comprenden dos aspectos, el intelectual y el motriz. Por ejemplo, aprender a<br />

lanzar la pelota en el juego de béisbol.<br />

En cuanto a las actitudes son creencias internas que influyen en los<br />

actos personales y que caracterízan como la generosidad, la honestidad o<br />

los hábitos de vida saludables, asimismo son capacidades que se<br />

manifiestan por estados internos aprendidos que afectan la elección de una<br />

89


acción personal con respecto a determinadas categorías de objetos,<br />

personas o sucesos; por ejemplo, preferir la música a los deportes.<br />

Las actitudes se infieren, puesto que no pueden ser observadas<br />

directamente. Las actitudes se aprenden, aunque, a diferencia de los<br />

resultados anteriores, no en forma directa. Los maestros pueden disponer las<br />

condiciones apropiadas para el aprendizaje de las habilidades intelectuales,<br />

la información verbal, las estrategias cognoscitivas y las habilidades motoras.<br />

Gagné (1986), cree que las actitudes se aprenden de manera indirecta<br />

mediante las experiencias personales y la exposición a modelos reales y<br />

simbólicos (la televisión o videos).<br />

2.3.3.2. Sucesos del aprendizaje<br />

De otra manera, los sucesos del aprendizaje, como condición de los<br />

cinco resultados del aprendizaje son distintos. Hay condiciones internas (las<br />

habilidades básicas, los procesamientos cognoscitivos necesarios) y<br />

externas (los estímulos del medio que respaldan los procesos' cognoscitivos<br />

del estudiante). Para alcanzar los resultados deseados, es preciso<br />

especificar tan completamente como sea posible, ambas condiciones cuando<br />

se planea la enseñanza.<br />

Las condiciones internas son las capacidades actuales de los<br />

estudiantes que la memoria almacena como conocimientos. Gagné emplea<br />

un marco de procesamiento de formación en el que las claves educativas de<br />

los maestros y los materiales activan tos conocimientos pertinentes en la<br />

90


MLP Gagné y Glaser, (1987). Estas condiciones son importantes en d diseño<br />

de la enseñanza y las jerarquías de aprendizaje.<br />

Las condiciones externas difieren en función de los resultados del<br />

aprendizaje y las condiciones internas. Para enseñar a los estudiantes una<br />

regla del aula, el maestro podría": comunicársela y-escribirla en la pizarra. Al<br />

enseñarles una estrategia para supervisar su cato» prensión, la demostraría,<br />

los haría practicarla y les daría retroalimentación sobre su efectividad. Se<br />

educa a los lectores eficaces en forma diferente que a los que tienen<br />

problemas de lectura. Cada fase de la enseñanza está sujeta a<br />

modificaciones de acuerdo con los resultados del aprendizaje y las<br />

condiciones internas.<br />

Por su parte, las condiciones externas, es decir, las variables externas<br />

que afectan el aprendizaje de un individuo, son comúnmente ineficaces si el<br />

alumno no posee las condiciones previas pertinentes, o si no está motivado;<br />

asimismo, y a pesar de que se reúnan todas las condiciones internas<br />

previamente requeridas para determinado aprendizaje, la ausencia de un<br />

estímulo (o estímulos externos) influye en la elaboración de aquel.<br />

2.3.3.3. Jerarquías del Aprendizaje<br />

Las jerarquías de aprendizaje son con conjuntos organizados de<br />

habilidades intelectuales. El elemento superior de cada jerarquía es la<br />

habilidad objetivo. Para elaborar jerarquías, se comienza en la cima y se<br />

91


pregunta qué habilidades ha de desempeñar el estudiante antes de aprender<br />

la habilidad objetivo, o qué habilidades son prerrequisitos inmediatos.<br />

Asimismo, las jerarquías no son ordenamientos lineales de<br />

habilidades. Muchas veces hace falta aplicar dos o mas habilidades como<br />

prerrequisito para aprender las habilidades de orden superior, y estos no son<br />

necesariamente mas difíciles que aprender de aquellas. En efecto algunos<br />

prerrequisitos se adquieren con trabajos, y, una vez que los estudiantes los<br />

dominan, asimilar uno de orden superior parece mas sencillo.<br />

2.3.3.4. Fases del aprendizaje<br />

En cuanto a las fases del aprendizaje, según Gagné, (1985) la<br />

enseñanza es un conjunto de sucesos externos destinados a facilitar los<br />

procesos internos de aprendizaje. La preparación para el aprendizaje incluye las<br />

actividades introductorias. Mientras atienden, los estudiantes se concentran en<br />

los estímulos que se relacionan con el material por aprender (audiovisuales,<br />

material escrito, conductas modeladas por los maestros). Sus expectativas los<br />

orientan a las metas (aprender una habilidad motora, aprender a reducir<br />

fracciones). En la recuperación de acuerdo con Gagné y Dick, (1983) de la<br />

información pertinente de la MLP, los estudiantes activan las partes importantes<br />

del tema que estudian.<br />

En relación a las fases del aprendizaje, Gagné (1976) identifica ocho<br />

fases que agrupan diferentes procesos para caracterizar a todo acto de<br />

aprendizaje, se reconocen tres fases: motivación, adquisición y desempeño.<br />

92


La fase de motivación se caracteriza por los procesos de formación de<br />

expectativa, atención y percepción selectiva. En la fase de adquisición<br />

intervienen los procesos de codificación y de almacenamiento en la memoria,<br />

mientras que la fase llamada de desempeño incluye los procesos de<br />

localización, contracción, transferencia, respuesta y reforzamiento.<br />

Las fases de transferencia del aprendizaje incluyen las claves de<br />

recuperación y de generalización. Con las claves de recuperación los<br />

estudiantes reciben indicios de qué conocimientos previos son aplicables a la<br />

situación; por ejemplo, al resolver problemas algebraicos, el maestro podría<br />

informarles que se pueden aplicar sus conocimientos del triángulo<br />

rectángulo. La generalización aumenta si se brinda a los alumnos la oportuni-<br />

dad de ejercitar sus habilidades con varias materias y en situaciones<br />

diferentes (las tareas para llevar a casa, las sesiones periódicas de repaso).<br />

Asimismo, los principales tipos de motivación que intervienen en un<br />

proceso de aprendizaje son el de realización y el social. Gagné (1970)<br />

considera que La motivación de realización, llamada también motivación para<br />

la tarea, incita al individuo a alcanzar una meta y obtener su recompensa, de<br />

alguna manera, en la consecución de la misma. La segunda abarca en<br />

particular las necesidades de aprobación de afiliación.<br />

Se considera ahora cada uno de los procesos que intervienen durante<br />

esta fase: la formación de expectativa, la atención y la percepción selectiva.<br />

La formación de expectativa es un proceso durante el cual el alumno se<br />

forma una imagen, a la vez cognoscitiva y afectiva, de lo que su aprendizaje<br />

93


le permitirá realizar. Por su lado, el proceso de atención consiste en una dis-<br />

posición mental que permite que se efectúe una percepción en el medio<br />

ambiente y, de este modo, que se centre en el objeto del aprendizaje. Tal<br />

proceso favorece la percepción selectiva.<br />

En efecto, para que se lleve a cabo la percepción, antes debe haber<br />

un estímulo que capte la atención. Como regla general, el alumno no presta<br />

atención y no percibe más que los estímulos que responden a sus<br />

necesidades internas, su percepción se califica entonces de selectiva. Esta<br />

selectividad es principalmente resultado de la subjetividad. En la enseñanza,<br />

una de las tareas de los profesores consiste en activar la percepción<br />

selectiva del alumno hacia lo específico del objeto de aprendizaje. La<br />

presencia de los procesos antes mencionados abarca indudablemente otras<br />

motivaciones, tales como la concentración y la persistencia en la tarea.<br />

En cuanto a la fase de adquisición, implica lo que Gagné (1976),<br />

llama incidente esencial del aprendizaje: la adquisición, es decir, el cambio<br />

del estado interno del alumno, el paso del estado no aprendido al estado<br />

aprendido. Los procesos que caracterizan a esta fase son la codificación y el<br />

almacenamiento en la memoria. De acuerdo con Gagné (1976, 32), la<br />

codificación consiste en “… una transformación de la entidad percibida en<br />

una forma que se almacene más fácilmente".<br />

Desde el punto de vista gagneano, la fase de desempeño, constituye<br />

la prueba tangible de que se ha efectuado un aprendizaje. Efectivamente, la<br />

producción de una respuesta (o la emisión de un comportamiento) permite<br />

94


verificar la existencia de un aprendizaje efectivo o de la modificación del<br />

comportamiento. Los procesos vinculados con esta fase: la localización, la<br />

contracción, la transferencia, la respuesta y el reforzamiento. Los procesos<br />

de localización y de contracción consisten en una búsqueda de la memoria y<br />

en un tipo de revivificación de entidades previamente aprendidas; en<br />

resumen, hacer accesible lo que se ha almacenado.<br />

En la perspectiva gagneana, los eventos de enseñanza deben<br />

enfocarse en las fases y condiciones del aprendizaje particulares a cada una<br />

de las categorías de capacidades (productos del aprendizaje identificados<br />

por Gagné). Los eventos de aprendizaje son, entonces, la manera en que las<br />

fases de aprendizaje se activan, es decir, facilitadores del paso del estado<br />

no-aprendido al estado aprendido.<br />

En pocas palabras, los eventos de enseñanza consisten en organizar<br />

y planificar las condiciones externas con el fin de llegar al fenómeno al que<br />

Gagné llama enseñanza. Debe quedar claro que dicha base de las fases de<br />

aprendizaje presupone la contribución de estrategias de enseñanza, que son<br />

planes de acción ordenadores de los eventos de enseñanza de manera que<br />

facilitan los aprendizajes mediante objetivos. Un hecho que cabe observar es<br />

que los medios de enseñanza pueden favorecerse en el marco de las estra-<br />

tegias. Las ideas de Gagné son una combinación sistemática de los<br />

principios del aprendizaje y la enseñanza.<br />

95


2.3. Variables<br />

2.3.1. Variable Concepción de Enseñanza<br />

2.3.1.1. Definición conceptual.<br />

Son teorías pedagógicas personales reconstruidas sobre la base de<br />

conocimientos pedagógicos históricamente elaborados y transmitidos a<br />

través de la formación y en la práctica pedagógica. Por lo tanto, son una<br />

síntesis de conocimientos culturales y de experiencias personales que<br />

conforman lo que desde otros puntos de vista se viene denominando<br />

«pensamiento práctico» .Pérez y Gimeno, (1988).<br />

2.3.1.2. Definición Operacional<br />

Se define operacionalmente las concepciones de enseñanza con las<br />

dimensiones concepción curricular de la enseñanza y concepciones de los<br />

enfoques de la enseñanza. Asimismo, los indicadores fines de la educación,<br />

contenidos, secuencia de los contenidos, estrategias metodologícas y<br />

evaluación para las concepciones curriculares; los indicadores ejecutivos,<br />

terapeuta y liberador en las concepciones de los enfoques de enseñanza, los<br />

cuales serán medidos por el cuestionario elaborado por Villeros (2009), el<br />

cual contiene 31 ítems con cinco alternativas de respuestas.<br />

96


2.3.2. Variable Concepción de aprendizaje<br />

2.3.2.1. Definición conceptual.<br />

Las concepciones pueden definirse como teorías en tanto constituyen<br />

un conjunto de conocimientos relacionados entre sí, que sirven para abordar<br />

nuevas cuestiones, interpretar situaciones, proporcionar explicaciones y<br />

hacer anticipaciones, así como también, para formular nuevas concepciones,<br />

Giordan (1995).<br />

2.3.2.2. Definición Operacional<br />

Se define operacionalmente las concepciones de aprendizaje las<br />

dimensiones concepción de los enfoques de aprendizaje y concepciones de<br />

las condiciones del aprendizaje. Asimismo, los indicadores conductismo,<br />

cognsocitivismo y constructivismo para las concepciones de enfoques de<br />

aprendizaje; los indicadores resultados, suceso, jerarquías y fases del<br />

aprendizaje en las concepciones de las condiciones del aprendizaje, los<br />

cuales serán medidos por el cuestionario elaborado por Villeros (2009), el<br />

cual contiene 29 ítems con cinco alternativas de respuestas.<br />

97


CUADRO 1<br />

OPERACIONALIZACION DE LAS VARIABLES<br />

Objetivo General: Analizar las concepciones pedagógicas sobre la enseñanza –aprendizaje de<br />

los docentes y profesionales de otras áreas en su práctica pedagógica de las Instituciones<br />

Educativas Publicas del Municipio de Maicao.<br />

Objetivos Específicos Variables Dimensiones Indicadores<br />

Determinar las concepciones<br />

curriculares sobre la enseñanza<br />

de los docentes y profesionales<br />

de otras áreas en su práctica<br />

pedagógica de las Instituciones<br />

Educativas Publicas del Municipio<br />

de Maicao.<br />

Determinar las concepciones de<br />

los enfoques de la enseñanza en<br />

los docentes y profesionales de<br />

otras áreas en su práctica<br />

pedagógica de las Instituciones<br />

Educativas Publicas del Municipio<br />

de Maicao.<br />

Establecer las concepciones<br />

sobre los enfoques de<br />

aprendizaje de los docentes y<br />

profesionales de otras áreas en<br />

su práctica pedagógica de las<br />

Instituciones Educativas Publicas<br />

del Municipio de Maicao.<br />

Establecer las concepciones de<br />

las condiciones del aprendizaje<br />

en los docentes y profesionales<br />

de otras áreas en su práctica<br />

pedagógica de las Instituciones<br />

Educativas Publicas del Municipio<br />

de Maicao.<br />

Villeros (2009)<br />

Concepción de<br />

enseñanza<br />

Concepción de<br />

aprendizaje<br />

Concepciones<br />

curriculares de la<br />

enseñanza<br />

Concepciones de<br />

los enfoques de la<br />

enseñanza<br />

Concepciones de<br />

los enfoques del<br />

aprendizaje<br />

Concepción de las<br />

condiciones del<br />

aprendizaje<br />

98<br />

• Fines de la<br />

•<br />

educación<br />

Los contenidos<br />

• Secuencia de los<br />

contendidos<br />

• Estrategias<br />

metodologícas<br />

• La evaluación<br />

• Ejecutivo<br />

• Terapeuta<br />

• Liberador<br />

• Conductismo<br />

• Cognoscitivismo<br />

• Constructivismo<br />

• Resultados del<br />

aprendizaje<br />

• Sucesos del<br />

aprendizaje<br />

• Jerarquías del<br />

aprendizaje<br />

• Fases del<br />

aprendizaje

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