CAPITULO 4 DROGAS ANTICONVULSIVANTES o ANTIEPILÉPTICAS
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cir una polineuropatía sensitiva e hiperplasia de<br />
los ganglios linfáticos.<br />
El uso crónico de ácido valproico produce frecuentemente<br />
trastornos gastrointestinales, que<br />
han reducido su incidencia desde que aparecieron<br />
comprimidos con capa entérica. Las lesiones<br />
hepáticas se pueden producir por dos mecanismos:<br />
-Uno es dosis dependiente, reversible y se manifiesta<br />
en general por aumento de transaminasas<br />
séricas.<br />
-El segundo, más infrecuente: 1 cada 30.000<br />
pacientes, es la hepatitis fatal. Estaría implicado<br />
un metabolito, el ácido 2-n-propyl-4pentenoico,<br />
aunque no están identificados todos<br />
los factores predisponentes ni se conocen<br />
los mecanismos involucrados. Este efecto es<br />
más frecuente en niños menores de 2 años, en<br />
pacientes con alteraciones metabólicas previas<br />
o en pacientes con politerapia, esto último podría<br />
a deberse que varios antiepilépticos son<br />
inductores enzimáticos, aumentando la producción<br />
del metabolito tóxico.<br />
El ácido valproico, pero con menor frecuencia<br />
que los trastornos hepáticos puede producir<br />
pancreatitis medicamentosa y trastornos de la<br />
coagulación y también alopecía que son reversibles<br />
con la suspensión de la droga.<br />
El uso crónico de carbamazepina puede producir<br />
trastornos gastrointestinales y aumento de<br />
la presión ocular. Puede producir hiponatremia<br />
(síndrome de secreción inapropiada de hormona<br />
antidiurética), también se observó esto último<br />
con oxcarbamazepina.<br />
TRATAMIENTO DEL ESTADO EPILÉPTICO<br />
El estatus epiléptico es una crisis convulsiva<br />
que dura más de 30 minutos o varios episodios<br />
más breves, cabalgando uno sobre otros, sin<br />
que se recupere la conciencia entre ellos. Es<br />
un trastorno que pone en peligro la vida del<br />
paciente. Su mortalidad varía entre el 3 y 35%<br />
(Working group on status epilepticus, 1993).<br />
La finalidad del tratamiento es la terminación<br />
rápida de la actividad convulsiva clínica y eléctrica,<br />
cuando más se retarde el tratamiento,<br />
más difícil será controlar la crisis y más probable<br />
que ocurra lesión permanente.<br />
Es importante llevar a cabo un plan bien definido,<br />
con fármacos adecuados y control de la<br />
hipoventilación e hipotensión, incluso se puede<br />
brindar asistencia respiratoria temporal en caso<br />
de hipoventilación sumada por fármacos empleados.<br />
En general se deben utilizar fármacos<br />
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por vía i.v., si esto no es posible, una alternativa<br />
es la administración de diazepam o paraaldehído<br />
por vía rectal.<br />
En general se comienza con una benzodiaz epina,<br />
la droga de elección es el diazepam (0,2<br />
mg/kg de peso), el diazepam entra rápido al<br />
cerebro y detiene las convulsiones, pero se<br />
redistribuye con excesiva rapidez en tejidos<br />
grasos y su efecto desaparece en 15-60 minutos,<br />
pudiendo hacer una recurrencia las convulsiones.<br />
En algunos países se comenzó a preferir<br />
el lorazepam (0,1 mg/kg de peso) que tiene<br />
un efecto más prolongado; puede administrarse<br />
por vía sublingual y posee buena absorción por<br />
vía i.m.. Luego de la benzodiacepina suele<br />
administrarse fenitoína, para prevenir las recurrencias.<br />
En caso de fallar cualquiera de las<br />
anteriores se administra fenobarbital i.v.(20<br />
mg/kg de peso) o fenitoína i.v. (15 a 20 mg/kg<br />
de peso). Debe instaurarse además un tratamiento<br />
general de apoyo (oxígeno, monitorización<br />
cardíaca, valores iónicos plasmáticos,<br />
etc.).<br />
Una vez abolidas las convulsiones se debe<br />
realizar un tratamiento de mantenimiento por vía<br />
oral.<br />
Con diazepam y/o fenobarbital también se pueden<br />
controlar las urgencias convulsivas relacionadas<br />
con intoxicación farmacológica y las<br />
convulsiones inducidas por fármacos (por ejemplo<br />
anéstésicos locales) en pacientes que antes<br />
no habían tenido convulsiones y no eran<br />
epilépticos.<br />
TRATAMIENTO DE LA EPILEPSIA EN EL<br />
EMBARAZO<br />
En la embarazada se deben tener en cuenta los<br />
efectos teratogénicos de los fármacos y el peligro<br />
de la hipoxia durante una crisis motora o<br />
incluso estatus epiléptico si la crisis no está<br />
bien controlada. En general se trata de disminuir<br />
la dosis del antiepiléptico, en forma individualizada<br />
y controlar siempre cualquier deficiencia<br />
de ácido fólico.<br />
Muchos recién nacidos de madres tratadas<br />
nacen con trastornos de la coagulación, por<br />
alteraciones de factores K dependientes, se<br />
evita administrando vitamina K a la madre, previa<br />
al nacimiento.<br />
En el recién nacido lactante el efecto más frecuente<br />
es somnolencia, en general no se acon-