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LA AMISTAD NEGATIVA EL PENSAMIENTO DE LA ... - Cruce

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«Un escritor que escribe: ‘Estoy solo’ […] puede ser considerado bastante cómico.<br />

Es cómico tomar conciencia de su soledad dirigiéndose a un lector y por medios que<br />

impiden al hombre estar solo. La palabra solo es tan general como la palabra pan.<br />

Desde que la pronunciamos, se nos hace presente todo lo que ella excluye.» 29<br />

Comunicar la soledad excluye la soledad, hace paradójicamente presente la ausencia de<br />

soledad. La excluye, pero no la hace desaparecer completamente, sencillamente la pone fuera<br />

del alcance de quien la manifiesta, haciéndola imposible por culpa de ese mismo lenguaje con<br />

que la manifiesta. Dándole, sin embargo y a cambio, a ese lenguaje la oportunidad de hacer<br />

manifiesta esa imposible soledad, la cual encontrará ahí su único modo de aparecer,<br />

justamente mientras desaparece, como eso que desaparece. Cambiándose entonces las tornas<br />

y sucediendo que es entonces —cuando el escritor escribe «estoy solo»— el momento preciso<br />

en que verdaderamente está solo (o a solas con su imposible soledad). Algo muy semejante ha<br />

de suceder en el campo de la amistad: la amistad excluye la soledad, pero, de nuevo, esta<br />

soledad aparece en el momento mismo en que desaparece, como eso que desaparece en<br />

compañía del amigo, que se borra con la amistad, de modo que, según se mire, la amistad se<br />

funda tanto en la desaparición como en la aparición de la soledad 30 .<br />

5. La discreción del amigo<br />

Dado que el propio Blanchot ha participado en extender esa opinión, se tiene la impresión de<br />

que el pensamiento de la amistad se origina en Bataille y es reformulado más tarde en varios<br />

momentos decisivos por Blanchot, sobre todo después de la muerte de Bataille. No es así ni<br />

siquiera desde el primer momento, porque ambos, antes de conocerse, ya habían hablado<br />

(escrito) de la amistad en unos términos que los acercan profundamente sin haber tenido todavía<br />

acceso uno a otro. Son más conocidas las palabras de Bataille, citadas de manera determinante<br />

por Blanchot en La communauté inavouable, pero mucho menos las que vendrían del lado de<br />

Blanchot, que, siendo el único en hablar, calla acerca de sí mismo. Encontramos así en Thomas<br />

l’Obscur unas líneas sorprendentes, que leídas con el paso del tiempo encierran ya lo esencial de<br />

su pensamiento de la amistad. Uno de los personajes del relato, Anne, en la inminencia de la<br />

muerte, accede a lo que se denomina «la pasión más profunda»:<br />

«Y así, en el fondo de ella misma, muerta y enterrada, se formó la pasión más<br />

profunda.» 31<br />

29 M. Blanchot, Faux pas, París, Gallimard, 1943, p. 9. Igualmente risibles serían las palabras que Mallarmé le dirige a su amigo<br />

Cazalis: «Je suis parfaitement mort». No me parece dudoso afirmar que Blanchot estaría pensando en estas mismas palabras cuando<br />

redactaba su texto.<br />

30 Por este camino se aclaran los vínculos inextricables que hay entre escritura y amistad: «Las palabras, lo sabemos, tienen el poder<br />

de hacer desaparecer las cosas, de hacerlas aparecer en cuanto desaparecidas, apariencia que sólo es la de una desaparición,<br />

presencia que a su vez regresa a la ausencia por el movimiento de erosión y de usura que es el alma y la vida de las palabras.» (M.<br />

Blanchot, L’Espace litéraire, ed. cit., p. 36). Del mismo modo que la cosa nombrada aparece y desaparece, entra y sale de la palabra<br />

que la nombra, aquel que está comprometido en la amistad gana y pierde su soledad (rompe su aislamiento al mismo tiempo que se<br />

adentra más profundamente en él) en la relación que le fija en el lugar del amigo. La amistad existe ahora para certificar la soledad<br />

del amigo, soledad que se hace patente como imposible soledad.<br />

31 M. Blanchot, Thomas l’Obscur, París, Gallimard, 1950, p. 91. Blanchot dice en el exergo a la nueva versión de Thomas l’Obscur<br />

que la primera versión fue entregada al editor en mayo de 1940, es decir, antes de su conocimiento de Bataille.

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