Las aventuras de - Liberbooks
Las aventuras de - Liberbooks
Las aventuras de - Liberbooks
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Mark Twain<br />
rastro <strong>de</strong> Tom. Optó por insistir en la llamada; utilizando<br />
ambas manos a modo <strong>de</strong> bocina, gritó:<br />
—¡Toooom!... ¡Toooom!...<br />
Oyó a sus espaldas un leve rumor, y volvióse con el<br />
tiempo preciso <strong>de</strong> alcanzar a un muchacho que iba corriendo,<br />
como para escapar <strong>de</strong>l dominio <strong>de</strong> su tía. Era<br />
Tom.<br />
—¡Qué tonta he sido! Debí suponer que estarías en la<br />
<strong>de</strong>spensa. Dime, ¿qué estabas haciendo allí?<br />
—¿En la <strong>de</strong>spensa? Nada.<br />
—¿De modo que nada? ¿Y esas manos? ¿Y esa boca?<br />
¿Qué son esas manchas?<br />
—¿Esas manchas? No lo sé, tía.<br />
—Pues yo sí. Son manchas <strong>de</strong> mermelada. ¿Cuántas veces<br />
te he dicho que si no <strong>de</strong>jabas tranquila la mermelada<br />
te daría una paliza?<br />
—No sé.<br />
—Dame aquella vara.<br />
La vara se levantó en el aire. Se acercaba el momento<br />
<strong>de</strong> peligro.<br />
—¡Tía, tía! ¡Mire a su espalda!<br />
La dama giró rápidamente, asiéndose las faldas para<br />
apartarlas <strong>de</strong>l peligro. Y Tom aprovechó la oportunidad<br />
para huir. Salió corriendo y, dirigiéndose a un vallado <strong>de</strong><br />
estacas, dio un salto para franquearlo, y <strong>de</strong>sapareció.<br />
Tía Polly quedó sorprendida, para sonreír luego suavemente:<br />
—¡Demonio <strong>de</strong> chico! Está visto: no apren<strong>de</strong>ré nunca.<br />
Otra vez me he <strong>de</strong>jado engañar. Ya lo dice el refrán: «Perro<br />
viejo no apren<strong>de</strong> juegos nuevos.» ¡Pero si cada día sale<br />
con una treta diferente! ¿Cómo va una a adivinarlo? Diría-<br />
10