Descargar todo el documento - Ministerio de Educación, Cultura y ...
Descargar todo el documento - Ministerio de Educación, Cultura y ...
Descargar todo el documento - Ministerio de Educación, Cultura y ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Mujeres vistas por mujeres: textos literarios para trabajar la coeducación en <strong>el</strong> aula <strong>de</strong> ELE<br />
temblando <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la capilla en <strong>el</strong> cuarto <strong>de</strong> las herramientas don<strong>de</strong><br />
permanecimos sin atrevernos a hablar en voz alta, apretados unos contra otros.<br />
Alexis fue <strong>el</strong> primero en romper <strong>el</strong> silencio:<br />
- Se ha hecho pipí.<br />
- No es pipí, es que sudaba, susurró Pía tras <strong>de</strong> mí.<br />
Elías sonrió con suficiencia.<br />
- No es pipí ni sudor, dije yo. Es la rabia que no pue<strong>de</strong> dominar y le sale<br />
d<strong>el</strong> cuerpo en forma <strong>de</strong> espuma, como los epilépticos <strong>de</strong> la Fundación Albá. No<br />
se pue<strong>de</strong> dominar.<br />
- No es espuma, dijo Elías sin per<strong>de</strong>r la sonrisa, ni rabia tampoco, yo sé<br />
lo que es. Pero no lo dijo. (págs. 138-140)<br />
5. CAZA MENOR (1951). Elena Soriano. (España 1917-1996) Castalia.<br />
Instituto <strong>de</strong> la Mujer. Edición a cargo <strong>de</strong> Concha Alborg. Madrid, 1992<br />
(fragmento tomado <strong>de</strong> LA MUJER EN LOS TEXTOS LITERARIOS (págs. 171-<br />
172<br />
La cena fue rápida y silenciosa. Emilio se negó, con un gesto <strong>de</strong> cabeza, a<br />
compartirla. Continuaba sentado en <strong>el</strong> mismo sitio, la cabeza hundida entre los<br />
hombros y los brazos colgantes entre las piernas, como en estado <strong>de</strong><br />
inconsciencia. Pero se dio buena cuenta <strong>de</strong> que su mujer concluía <strong>de</strong> comer,<br />
pues rompió <strong>el</strong> absurdo silencio para <strong>de</strong>cirle:<br />
- ¡Ale, a dormir!- su voz era apagada, premiosa, empastada, exp<strong>el</strong>ida a<br />
duras penas todavía.<br />
- No tengo sueño… - balbució Ana, atónita. ¿Acaso iba con <strong>el</strong>la la cosa?<br />
- ¡Arriba he dicho! Insistió él con cierta energía.<br />
- Bueno…- accedió con una sonrisa incomprensiva y humillada.<br />
Estaba extrañadísima y, al mimo tiempo, intrigada. Y esperaba que, cuando<br />
estuvieran a solas, él le hablaría <strong>de</strong> algún conflicto familiar: intereses, <strong>de</strong><br />
seguro… Pero apenas entraron en la alcoba la cogió por los hombros, no muy<br />
rudamente –no se lo permitía su extrema lasitud-, y, quedós<strong>el</strong>a mirando, sin<br />
proferir palabra, muy <strong>de</strong> cerca, arrojándole al rostro <strong>el</strong> aliento avinado. Ella no<br />
pudo evitar un movimiento <strong>de</strong> repudio y una exclamación airada:<br />
- ¡Estás borracho!<br />
Simultáneamente, con v<strong>el</strong>ocidad repentina y violenta, como por obra <strong>de</strong><br />
resorte, la mano <strong>de</strong>recha <strong>de</strong> Emilio, ancha y dura, cayó sobre la mejilla<br />
izquierda <strong>de</strong> Ana.<br />
Pilar Iglesias Aparicio<br />
Asesora Técnica <strong>de</strong> la Consejeria <strong>de</strong> <strong>Educación</strong> <strong>de</strong> la Embajada <strong>de</strong> España<br />
12