4º ESO Poesía del siglo XX - Lengua y LiTEROLtura
4º ESO Poesía del siglo XX - Lengua y LiTEROLtura
4º ESO Poesía del siglo XX - Lengua y LiTEROLtura
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
<strong>Lengua</strong> castellana <strong>4º</strong> <strong>ESO</strong>. LITERATURA: Lit. de la 2ª mitad <strong>del</strong> <strong>siglo</strong> <strong>XX</strong>: <strong>Poesía</strong><br />
Tania Pérez Terol<br />
2-6-8-1-4-5-6.<br />
Táchalo en tu agenda.<br />
Si ahora marcaras este número que no puede escucharte,<br />
nadie respondería. Este número sordomudo:<br />
2-6-8-1-4-5-6.<br />
Borra, olvídalo, tacha este número muerto:<br />
es uno más, aunque fue único.<br />
Las hojas de tu agenda tienen más tachaduras<br />
que números y nombres.<br />
Ya quedan menos a los que llamar;<br />
apenas quedan números y nombres que te hablen<br />
o que te escuchen: 2-6-8-1-4-5-6.<br />
Haz todo lo que puedas para que se disuelva en tu memoria:<br />
destrúyelo, trastuécalo:<br />
8-6-2-4-1-5-4,<br />
rómpele el ritmo que le correspondía:<br />
4-5-2-6-1-8-4,<br />
ya no lo necesitas,<br />
no necesitas esos números, esos nombres o sombras.<br />
2-6-8-1-4-5-6:<br />
«¿Está Leonor?»<br />
Y suponiendo que alguien te responda,<br />
será otra voz la que responderá.<br />
Baraja el número, confún<strong>del</strong>o, desordénalo.<br />
Así: 1-4-2-5-6-8.<br />
«¿Está Guiomar?»<br />
Baraja números y nombres, barájalos,<br />
sobre todo los nombres:<br />
«¿Está Guionor?» «¿Está Leomar?»<br />
Silencio.<br />
Olvida, tacha, borra, desvanece<br />
esos nombres y números,<br />
no intentes mo<strong>del</strong>ar la niebla.<br />
resígnate a que el viento la disperse.<br />
¡Colinas plateadas...!<br />
BLAS DE OTERO. Su poesía es un recorrido de la individualidad (le interesa el yo) a la<br />
solidaridad con todos los hombres (le interesa el nosotros)<br />
<strong>Poesía</strong> existencial. El poeta parte de una esperanza en Dios como el salvador de<br />
la soledad y angustia <strong>del</strong> hombre. Los versos de esta etapa expresan la angustia <strong>del</strong><br />
hombre frente a la muerte. El yo poético se encuentra sólo, abandonado y dirige a Dios<br />
preguntas desesperadas, sin respuesta. El silencio provoca el enfrentamiento con Dios y<br />
al final solo queda la soledad: Ángel fieramente humano.<br />
HOMBRE<br />
Luchando, cuerpo a cuerpo, con la muerte,<br />
al borde <strong>del</strong> abismo, estoy clamando<br />
a Dios. Y su silencio, retumbando,<br />
ahoga mi voz en el vacío inerte.<br />
Oh Dios. Si he de morir, quiero tenerte<br />
despierto. Y, noche a noche, no sé cuándo<br />
oirás mi voz. Oh Dios. Estoy hablando<br />
6