LA REFORMA RADICAL DEL SIGLO XVI - Casa Giordano Bruno

La Reforma Radical del Siglo XVI Alberto Araica, 2005
El pueblo y especialmente, los campesinos siguen oprimidos por las políticas neo-liberales,
extremas y deshumanizante, aplastados por la corrupción, las políticas públicas y otras
expresiones de la violencia estructural. Las demandas de los campesinos liderados por
Muntser en la guerra de 1524 en Alemania, son casi las mismas con diferentes palabras para
muchos de los campesinos en nuestros países latinoamericanos. La situación actual que
pareciera sin horizonte claro, un túnel tan oscuro que no permite divisar la luz, reclama de
nosotros los cristianos, anabautistas o no, protestantes, evangélicos, o católicos, rescatar el
mensaje de esperanza de los hermanos de la Reforma. Somos llamados a poner la paz por
encima de la guerra, la reconciliación por encima del odio, la dignidad por encima de la bota
que aplasta, el amor al prójimo antes que la manipulación, la esperanza primero que la
resignación. En lugar del secularismo y la lógica materialista y consumista ofrezcamos la vida
sencilla del discipulado, la pureza del corazón del hombre que abraza a Dios más allá del
logos, y del intelectualismo, convencida y voluntariamente para seguir el camino de la cruz.
Hay un camino de esperanza, y hay que hacerla evidente, un camino de libertad, de dignidad,
y vida plena.
Finalmente, la herencia escrita que hemos recibido de Casiodoro de Reina, con su gesta
heroica de traducir la Biblia completa al castellano se transforma en un tesoro histórico,
divino y literario, donde la trascendencia de la Palabra de Dios toma vida y poder en las
limitaciones de la vida humana. Ahora que es tan fácil conseguir una Biblia, de cualquier
tamaño, color, y precio, siento que no valoramos en toda su dimensión el valor histórico de lo
que tenemos en nuestras manos y en nuestro idioma, relegando y reduciendo solo a lo
espiritual y sagrado lo ahí contenido. No debemos olvidar el sacrificio de grandes hombres a
través de la historia (muchos de ellos anónimos) que han hecho posible que las Sagradas
Escrituras hoy sean accesibles para tantos hispanos en América Latina y España.
El legado de Casiodoro de Reina, su lucha al lado de los perseguidos, su defensa firme de la
iglesia libre que opta por los desposeídos, y su determinación para retar el poder de su
época, nos reta a valorar con más conciencia el tesoro que tenemos, no solo la palabra de
Dios escrita en español, sino todas las lágrimas juntas de Casiodoro, que hoy más que nunca
nos desafían a profundizar la teología bíblica de la ética cristiana de los reformadores, a
profundizar la experiencia de Dios en la realidad humana, a construir la esperanza humana en
medio de la desesperanza, a profundizar en la lectura e interpretación responsable de la
palabra, a desarrollar con una visión profética-contextual la hermenéutica bíblica, y a
48